Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la...

9
1 Historia de la Filosofía

Transcript of Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la...

Page 1: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

1H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

Page 2: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

2H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

Page 3: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

3H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

Page 4: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

4H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

Page 5: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

5H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

Page 6: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

6H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

Page 7: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

7© Oxford University Press España, S. A. H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

PRINCIPADO DE ASTURIAS MODELO CURSO 2009-2010

S O L U C I Ó N D E L A P R U E B A D E A C C E S OAUTOR: Qurtuba editores S. L.

� Virtudes intelectuales

También llamadas dianoéticas, son aquellas que sealcanzan gracias al cultivo de la razón. Una de ellas es lasabiduría a secas, a la que se llega mediante una vidaentregada a la contemplación y el ocio para lograr elconocimiento de las primeras causas y así alcanzar el picomáximo en la pirámide del conocimiento planteada porAristóteles.

La otra es la prudencia, que se vincula al saber actuaracorde al justo medio, en el camino del bien individualy del bien común.

Ambas virtudes nacen y se desarrollan a partir de la ense-ñanza, es decir, en el vínculo entre maestro y discípulo,en el juego de la pregunta, la constancia y la búsqueda.

Virtudes morales

Son virtudes adquiridas por el hábito, es decir, por elejercicio, la práctica y la repetición de ciertas actitudesque conllevan el bien. Por esto, no surgen por naturaleza;es decir, no las tenemos al nacer, sino que las adquirimosen el ejercicio. Son ejemplos de virtudes morales la gene-rosidad y la templanza, pero la principal virtud moral,según Aristóteles, es la justicia, porque su posesiónayuda a encontrar el equilibrio entre extremos, en el quese encuentran todas las otras virtudes.

Potencialidad

Proviene del término aristotélico «potencia», compren-dido como lo que puede llegar a ser esto o aquello, en eljuego de movimiento de la potencia al acto. Por natura-leza, a la potencia le sigue el acto; por lo tanto, a unapotencialidad de ser le sigue una actividad que la realiza.Por ejemplo: tenemos los oídos, por lo cual somos seresauditivos en potencia, pero es solo en el momento en elque oímos cuando esa potencialidad se actualiza.

Constitución

Se refiere a la constitución político-jurídica de una nacióno polis. En su teoría política, Aristóteles desarrolla dife-rentes tipos de constituciones hasta encontrar la quepermite el bien común de un modo óptimo. En este caso,lo que hace buena a una Constitución es que la volun-tad de los legisladores y, por tanto, el espíritu de la ley,sea fomentar buenos hábitos en los ciudadanos, quellegarán así a ser virtuosos.

Causa

Remite a aquello que produce o hace que algo suceda,se ponga en movimiento, se realice, llegue a ser o sedestruya, teniendo en cuenta la circunstancia y el vínculo

con otras cosas. Aristóteles sostiene que existen cuatrocausas: formal, material, eficiente o agente y final.

� El texto se refiere a las dos clases de virtudes: las virtudesintelectuales y las virtudes morales.

Las primeras están vinculas a la sabiduría y a la pruden-cia, y también son llamadas virtudes teóricas y virtudesprácticas, según se refieran al saber en su profundidad(sabiduría) o al saber hacer (prudencia). Muestran el cami-no que permite alcanzar la felicidad personal y el biencomún. Estas virtudes se adquieren por la enseñanza y se asientan en el conocimiento de causa y en saberpor qué algo es bueno, o no lo es.

Por su parte, las virtudes morales, referidas al actuar coti-diano, según causas y circunstancias, son la templanzay la generosidad. A diferencia de las intelectuales, lasmorales son adquiridas mediante el hábito, es decir, la repetición, el ejercicio y la experiencia, pues, al igualque las artes, no necesitan del conocimiento de lascausas, sino de la práctica. Por ello, no son virtudesadquiridas por naturaleza, aunque podemos recordarque para Aristóteles existe una naturaleza humana cons-titutiva que se actualiza con el tiempo, la enseñanza y laposición. Ahora bien, el hombre no solo busca su propiobien, sino también el bien común, pues vive con otroshombres en los estados. Así, una manera de alcanzarestas virtudes morales es mediante la formación de ciu-dadanos buenos, por parte de los legisladores, en elmarco constitucional de dichos estados. Así, las virtudesfomentadas y practicadas desde la juventud permitenseguir el camino del justo medio entre, por ejemplo, lacobardía y la valentía. También moderan y hacen cordia-les los apetitos y sentimientos que nublan la razón.

� La ética de Aristóteles remite a su filosofía práctica en elmarco del saber actuar, y establece que el hombre tiendepor naturaleza a su propio bien: la felicidad. Para que estosea posible, es menester recordar que, según Aristóteles,el hombre es por naturaleza un animal social y convivecon otros en el camino del bien común. Así, el bien esposible de alcanzar mediante la prudencia y el fomentode virtudes morales que constituyan hábitos de buenactuar. Se trata de buscar la armonía que brinda el justomedio entre hábitos, sentimiento y apetitos extremos. Porejemplo: el hombre no ha de ser ni cobarde, ni valiente,sino poder vivir y convivir en un punto intermedio, y tener, a su vez, la suficiente claridad de razón y hábitoformado como para actuar con valentía o cobardía se -gún las circunstancias. Por ende, tanto las virtudes inte-lectuales como las morales permiten alcanzar el bienindividual y el bien común.

Alternativa 1

Page 8: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

8© Oxford University Press España, S. A. H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

PRINCIPADO DE ASTURIAS MODELO CURSO 2009-2010

� Virtudes

Bien personal

Bien común

Intelectuales

Enseñanza

Hábito

Sabiduría

Generosidad

Justicia

Templanza

Prudencia

Morales

adquiridas

� Fomentados desde la juventud.Constituciones políticas.

adquiridas

Semejante a las artes

� Percepción

En el texto se refiere a aquellas sensaciones que perci-ben los sentidos y provienen del mundo exterior, aun-que para Descartes, sentir, imaginar e incluso concebircosas puramente inteligibles son distintos modos depercibir.

Alucinación constante y comunal

La alucinación es parecida a la percepción con la dife-rencia de que no posee objeto en verdad. El autor creeque sus percepciones son una alucinación porque quizáno poseen objetos de verdad, aunque sus contenidosson de carácter constante y relativamente común aotros hombres.

Indubitable

Aquello de lo que no se puede dudar. Lo certero, veraz,seguro.

Dato radical

El que manifiesta certeza; aquello que es indubitable.

� En el primer párrafo, se comienza señalando el sentidode la percepción, en vínculo con los sentidos, las sen-saciones y la existencia del mundo real, comprendidoen el marco cartesiano de la «extensión espacial de lode afuera». Esta percepción es asemejada, por ser puestaen duda, con la alucinación, la cual no posee un objetoveraz. La diferencia es que la percepción parece sermás constante y relativamente común entre los hom-bres, por lo que la percepción de ese mundo real puesto

en duda resulta una alucinación de tipo constante ycomunal.

En el segundo párrafo se plantea que, si esa percepciónque parecía mostrar al mundo exterior es puesta enduda ¿qué queda entonces como certero, como indubi-table? La duda es puesta en juego en todos los sentidosque vinculan al sujeto con el objeto, y lo único que quedaes la duda, pues no se puede dudar de que se duda.

El tercero reconoce el origen de esta duda en Descartesy lo señala como iniciador de la filosofía moderna.

En el cuarto párrafo, Ortega concluye que, «su» duda esla única certeza, y por tanto, aquel mundo aparecido«enfrente suyo» podria ser una alucinación. Asimismo,señala la ausencia de criterios para diferenciar entre elsueño y la vigilia, y que todo este teatro de la duda puedetambién ser un sueño, y es muy difícil diferenciar entreel sueño y la realidad.

Finalmente, el texto presenta la siguiente conclusión: sepuede dudar de ese teatro en el que el autor señalaalguna vez haber soñado que hablaba como un filósofofrente a un público madrileño, pero no se puede dudarde que se duda. Pues dudar significa, según el texto, «pare-cerme a mí», ya que dicha duda es un pensamiento,que se sostiene y origina en la conciencia o cogito. Enton-ces, solo se tiene la certeza de dudar, es decir, de que sepiensa, y, si se piensa, en palabras de Descartes «se existe»,el yo es parte del universo pensante. Así, comienza elcamino hacia el Dios, como certeza primera y caminoinicial hacia la verdad.

Alternativa 2

Page 9: Historia de la Filosofía - oupe.es · en el juego de la pregunta, la constancia y la ... de la duda puede también ser un sueño, y es muy ... duda hiperbólica, tiene importancia

9© Oxford University Press España, S. A. H i s t o r i a d e l a F i l o s o f í a

PRINCIPADO DE ASTURIAS MODELO CURSO 2009-2010

� Descartes, en su obra Discurso del método, distinguió dosámbitos de conocimiento: el de la verdad práctica, en elque es preciso actuar sin estar del todo seguro, porquesino nunca se haría nada, y el de la verdad teórica o filo-sófica, en el que puede y debe exigirse una seguridadcompleta. Para alcanzar las verdades de este últimoámbito se propone aplicar la duda metódica que es elempleo de la duda como método o como procedimien-to de averiguación filosófica. La duda metódica consisteen dudar deliberadamente de todo aquello de lo quesea posible imaginar el menor motivo con el objetivo deencontrar una verdad cierta, libre de cualquier sospecha,es decir, una verdad que se presente tan clara y distintaal espíritu humano que no haya motivo alguno paraponerla en duda.

Para Descartes, la duda se extiende:

� A todo aquello que es conocido por los sentidos.Quizá los sentidos pueden engañarnos, no debemosconfiar nunca en ellos.

� A los razonamientos, es decir, a la deducción, puestoque es posible cometer errores lógicos.

� A la realidad de cuanto conocemos o percibimos, yaque esta podría no ser sino un sueño.

Asimismo, en Meditaciones metafísicas plantea la hipóte-sis de la existencia de un «genio maligno» en la que fingeque el ser humano ha sido creado por un ser poderoso,pero malvado, un ser que ha diseñado la mente de talmodo que nos lleva a equivocarnos, aun en aquello quenos parece más evidente.

Esta duda del genio maligno, también llamada dudahiperbólica, tiene importancia porque exigirá más ade-lante la prueba de la existencia de un Dios bueno, queasegure que las ideas claras y distintas se correspondencon la realidad.

Descartes, paso a paso, describió un proceso de descu-brimiento en el que es importante el orden en el que sedesvela cada una de las verdades. La primera verdad delsistema cartesiano es: pienso luego existo (cogito ergo

sum): al dudar, el yo se da cuenta de que existe. Estaverdad es para Descartes tan clara y distinta que, paraél, supone un criterio de verdad: será verdadero todoaquello que se presente con la misma claridad y distin-ción que tiene el cogito.

La segunda verdad descubierta por Descartes suponeun paso más, al averiguar la esencia del yo: yo soy unacosa que piensa.

Sin embargo, a Descartes le hacía falta asegurar el crite-rio de verdad del cogito ya que la hipótesis del geniomaligno podría anular la certeza que uno tiene de supropia existencia. Para ello, es necesario demostrar laexistencia de un Dios bondadoso que pruebe que todasnuestras ideas claras y distintas se corresponden con larealidad. Descartes propuso tres pruebas de su existencia:

� Solo Dios como Ser infinito y real puede ser la causade la idea de infinito que posee el sujeto pensante.

� El sujeto es un ser finito, imperfecto y limitado, luegono puede haber sido su propia causa; así, debemosconcluir que Dios es su causa.

� Puesto que es posible pensar el Ser perfecto; este hade existir necesariamente.

La duda metódica exigió a Descartes poner en cuestióntodas las existencias conocidas (el mundo, las verdadesmatemáticas, etc.), luego encontró, en su fa mosa frasepienso, luego existo, el principio de su filosofía. A partirde aquí, y a través de la demostración de la existencia deDios, recuperará el resto de las realidades de cuya exis-tencia había dudado.

�DUDA

Yo dudo

Existo

Pienso

De la percepcióndel mundo real � Alucinación constante

y comunal.

entonces entonces

entonces