Historia de La Tradicion Sinoptica - Bultmann Rudolf

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DE LA TRADICIÓN SINÓPTICA Rudolf BuItmann SIGÚEME

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DE LA TRADICIÓN SINÓPTICARudolf BuItmannSIGÚEMERUDOLF BULTMANNHISTORIA DE LA TRADICIÓN SINÓPTICAPrólogo de Xabier Pikaza Epílogo de Gerd TheissenEDICIONES SIGÚEME SALAMANCA 2000Tradujo Constantino Ruiz-Gaindo sobre el original alemán Die Geschichte der synoptischen Tradition © Vandenhoeck & Ruprecht, Gottingen l01995 © Ediciones Sigúeme S A 2000 Apartado 332 - E 37080 Salamanca/España ISBN 84 301-1370-3 Deposito legal S 627-2000 Pnnted ín Spain Trafotex Fotocomposicion S L Imprime

Transcript of Historia de La Tradicion Sinoptica - Bultmann Rudolf

DE LA TRADICIN SINPTICARudolf BuItmann

SIGEME

RUDOLF BULTMANN

HISTORIA DE LA TRADICIN SINPTICAPrlogo de Xabier Pikaza Eplogo de Gerd Theissen

EDICIONES SIGEME SALAMANCA 2000

Tradujo Constantino Ruiz-Gaindo sobre el original alemn Die Geschichte der synoptischen Tradition Vandenhoeck & Ruprecht, Gottingen l01995 Ediciones Sigeme S A 2000 Apartado 332 - E 37080 Salamanca/Espaa ISBN 84 301-1370-3 Deposito legal S 627-2000 Pnnted n Spain Trafotex Fotocomposicion S L Imprime Grficas Varona, S A Polgono El Montalvo - Salamanca, 2000

CONTENIDO

Xabier Pikaza Prlogo a la edicin castellana 1. Introduccin. El libro: historia y actualidad 2. Bultmann pensador. Dilogo filosfico-religioso 3. Bultmann hermeneuta. De las fuentes a las formas evanglicas 4. Bultmann telogo. Tradicin evanglica e identidad de Jess 5. Conclusin, fin de milenio. Bultmann. libro abierto Obras bsicas de Bultmann Sugerencias bibliogrficas del traductor espaol Prefacio La tarea y sus medios I LA TRADICIN DE LAS PALABRAS DE JESS 1. Apotegmas 2. Palabras del Seor II LA TRADICIN DEL MATERIAL NARRATIVO 1. Historias de milagros 2. Narracin histrica y leyenda III LA REDACCIN DEL MATERIAL TRADICIONAL 1. La redaccin del material de discursos 383 2. La redaccin del material narrativo y la composicin de los Evangelios. 399 Conclusin ndice de los pasajes evanglicos citados ndice analtico 429 437 445 267 303 71 129 10 14 21 31 41 53 55 57 61

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Contenido

Gerd Theissen La investigacin de la Tradicin sinptica desde R. Buitmann. Visin de conjunto de la labor de la historia de las formas durante el siglo XX Introduccin: Cinco hiptesis fundamentales de la historia clsica de las formas 447 I. Estudio de la teora y del mtodo de la historia de las formas 1. La relacin entre la tradicin y la redaccin 2. La clasificacin de las formas 3. La reconstruccin de la prehistoria oral 4. La cuestin acerca del Sitz im Leben 5. El encuadramiento en la historia de la literatura II. Investigacin de las formas menores 1. Palabras de Jess 2. Los smiles de Jess 3. Los apotegmas 4. Historias de milagros 5. La historia de la pasin III. Investigaciones sobre la recopilacin de la tradicin 1. Recopilaciones pre-sinpticas 2. La fuente de logia 3. El Evangelio ndice general 450 450 452 454 458 461 462 462 466 469 472 475 478 478 479 481 489

PROLOGO A LA EDICIN CASTELLANAXabier Pikaza

Tiene el lector en sus manos un libro clave de la historia cultural del occidente, donde se combinan y fecundan anlisis filolgico de los evangelios, reconstruccin histrica de Jess y bsqueda religiosa de la modernidad Se public por vez primera hace casi ochenta aos (1921) y desde entonces ha venido influyendo de manera positiva y critica en casi todos los trabajos importantes sobre religin, cristianismo y evangelio Su ltimo editor alemn, G Theissen, al final del eplogo, incluido en esta edicin castellana, dice que es la aportacin ms importante del presente siglo XX en el campo de la literatura sobre los evangelios Como el lector advertir por el ndice, esta edicin incluye, junto al libro de Bultmann en su edicin de 1931, el eplogo de G Theissen, ya aludido, y este prlogo que intenta presentar a los lectores hispanos la figura teolgica de Bultmann, dentro del panorama cultural y religioso de su tiempo (a principios del siglo XX) Quien la conozca ya, pase directamente a su obra Quien quiera situarlo en el contexto de la literatura posterior sobre los sinpticos (de 1931 a la actualidad), empiece leyendo el magistral eplogo de Theissen1 Mi prlogo incluye cinco partes 1 una introduccin sobre el libro en si (origen y ediciones), 2 una presentacin de Bultmann, con su vida y pensamiento bsico, en lnea filosftco-rehgiosa, 3 un esquema general de los presupuestos hermenuticos que influyen en su obia (edicin de 1921). 4 un es1 G Theissen ha publicado con A Meiz un manual extenso sobie El Jess histonco Si gueme Salamanca 1999 donde el lectoi hallara un desarrollo extenso de los temas del Epilogo a este libro Son tambin significamos sus trabajos anteriores sobie el evangelio Estudios de so iu>lo>ia sobie el ciistiuntsmo pnmitno Sigeme Salamanca 1985 v Colando local \ contexto histrico en los exanqclios Sigeme Salamanca 1997 Yo escrib mi tesis doctoial de filosofa sobre el tema base de este libro Exresis \ filosofa El pensamiento de R Bultmann \ O Culi memn Casa de la Biblia Madrid 1972 y compuse el piologo para la edicin castellana de R Bultmann Teologa del nue\o testamento Sigeme Salamanca 1997 11 ~\4 Cf tambin Amot Riabal \ Bultmann en X Pikaza (ed ) Dilogos sobie \moi Rutbal Estudios Madnd 1970 119 153 Bultmann x Barth intentan compiendei se (Anotaciones en tomo al epstola/10 mantenido entie Beuth x Bultmann) Dialogo Ecumnico 27 (1972) 275 320 la espetan a en Bultmann x Moltmann en La espean a en la Biblia XXX Semana bblica espaola Madnd 1972 215 245 Pie supuestos filosficos ele la exegests de R Bultmann x J Moltmann Estudios 28 (1972) 151 227

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tudio sistemtico de la teologa que ha venido a reflejarse en la segunda edicin de su obra (1931); 5. una conclusin que evala la herencia de Bultmann, situando su libro a finales de este segundo milenio2. 1. Introduccin. El libro: historia y actualidad Bultmann public su Historia de la tradicin sinptica en 19213. Eran tiempos de fuerte creatividad teolgica (sobre todo protestante) y filolgica. Bultmann (nacido en 1884) haba llegado a la plenitud de su vida, en el plano religioso (bsqueda de la identidad cristiana), intelectual (comprensin de la existencia humana) y prctico (anlisis filolgico). De esa forma, situado sobre la cumbre de una gran generacin de exegetas y pensadores cristianos, pudo escribir una obra como sta.

a) Libro vivo. Ediciones y complementos El libro tiene una historia que llena casi todo este siglo. Apareci en 1921, pero tard cierto tiempo en convertirse en obra mayoritaria: la segunda edicin lleg slo a los diez aos (1931), la traduccin inglesa a los cuarenta y dos (1963)4. Pero desde entonces ha estado y sigue estando vivo, como libro clave de la historia religiosa de occidente. Estas son las ediciones y ampliaciones principales:-1931. Nueva edicin revisada y definitiva. Como indica el Prefacio, incluido en esta edicin castellana, Bultmann re-elabor su obra, completando la bibliografa y precisando el sentido de algunos textos. En ella expres tambin su teologa sobre el mito pascual de Cristo, a quien entiende como Seor divino y juez (salvador) de los humanos. De esa forma asume el tema de su obra complementaria sobre Jess (1926) 5 . -1971. Cuaderno complementario. A medida que fueron aumentando las ediciones de la obra (1957. 1958, 1961,1964...). con la ayuda de Ph. Vielhauer 6 , Bultmann 2. Ir presentando progresivamente las obras bsicas de Bultmann, aludiendo a la versin castellana, cuando la hubiere. Su bibliografa est recogida en R. Bultmann, Exegetica. Aafstze zur Erforschung des Neuen Testaments. Mohr, Tbingen 1967, 483-507. 3. Geschichte der sxnoptischen Tradition. FRLNT 29, Vandenhoeck & Ruprecht, Gttingen 1921. 4. The History ofthe Synoptic Tradition. Blackwell, Oxford 1963. La traduccin fue elaborada por J. Marsh, discpulo de Bultmann en los aos en que apareci la segunda edicin alemana de su obra (1931 -1932). 5. Esta es desde entonces la edicin modelo, que Bultmann no ha vuelto a cambiar. Sobre ella se han hecho todas las traducciones y ediciones posteriores, incluida sta. 6. Vielhauer asume, resume y recrea, de forma esplndida, la obra de Bultmann, en Historia de la literatura cristiana primitiva. Sigeme. Salamanca 1991, 267-426.

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prepar, ya en 1958, un Erganzungsheft o Cuaderno complementario, con ampliaciones bibliogrficas al texto base de 1931. Ese Cuaderno, reelaborado por G. Theissen (4.a edicin en 1971), ofreca un panorama extenso (ms de cien pginas de letra menuda), sobre los estudios bsicos que haban ido apareciendo desde 1931 sobre el tema7. -1995. Edicin con eplogo. G. Theissen ha preparado la nueva edicin, sustituyendo el Cuaderno complementario, que hubiera exigido una obra nueva y muy voluminosa, pues se han multiplicado al infinito los estudios sobre Jess y la tradicin sinptica8, por un Eplogo o Nachwort donde ofrece una visin panormica y valorativa (no bibliogrfica) sobre la investigacin sinptica en los ltimos aos (de 1931 a 1995). Hemos adoptado este criterio, publicando la obra original de Bultmann, con el Eplogo de Theissen, pero aadindole un Prlogo para lectores de lengua castellana9. Sobre la edicin alemana de 1995 hemos preparado la nuestra. Es ya tiempo de que esta obra cumbre de la exgesis y teologa cristiana, criticada por unos, ensalzada por otros, aprovechada por todos, aparezca entre nosotros, para que puedan estudiarla y valorarla mejor los estudiosos de lengua castellana, en este momento de transicin y creatividad bblica en que nos hallamos. Es un tpico decir que estamos ante un nuevo perodo, un tercer estadio en la investigacin sobre Jess. El primero estuvo dominado por la ilustracin racionalista del siglo XIX, que an pervive en formas tardas de crtica o fcil moralismo; el segundo, por algunos seguidores de Bultmann, deseosos de entender el evangelio en claves de interioridad creyente o compromiso existencial, pero ms abierto a los valores de la historia. Queremos que el tercero, en el que estamos, se defina por su fidelidad crtica a los textos y su radicalidad

1 El texto base (de 1931) sigui sin cambiar. Este Cuaderno (Erganzungsheft, bearbeitet von Gerd Theissen und Phihpp Vielhauer. 4. Auflage. Vandenhoeck & Ruprecht. Gottingen 1971) apareca como anejo bibliogrfico y manual de consulta La primera traduccin inglesa (The Histor\ of the S\noptic Tradition, Blackwell, Oxfoid 1963) recoge slo el texto base de 1931. la segunda y tercera, de 1968 y 1972. introducen el Supplement, el Cuaderno complementario de 1958 Tambin nosotros habamos pensado introducir ese Cuaderno en esta edicin castellana, pues ofrece un buen panorama de la investigacin sobre el tema entre 1931 a 1970 Pero, al fin. lo hemos de|ado. pues de introducirlo habra que aadn tambie'n la bibliogiafd posteuoi. casi inabarcable (de 1971 a 1999). incluyendo las obras en ingls, trances, espaol e italiano, cosa que nos llevara a escribir una obra distinta. Adems, correramos el nesgo de cambiar el sentido del libro original de Bultmann, en su edicin de 193! 8. Los dos ltimos libros de Theissen ya citados (Colorido local \ contexto histrico en los evangelios. Sigeme. Salamanca 1997. y G. Theissen-A Mer7, El Jess histrico. Sigeme, Salamanca 1999) pueden entenderse como una actualizacin de la obra antigua de Bultmann Esos libros, con el Eplogo incluido en la edicin actual de Bultmann. sitan su obra en el contexto de la exgesis actual. 9 Para informacin bibhgrfica. habr que acudir a los boletines especializados Ct Elenchus Biblioqraphicus Bblicas (PIB, Roma, desde 1968). Inteinationale Zeitschnftenschau fui Bibelnissenschaft und Gienzgebiete (Patmos. Dusseldorf, desde 1951) o i\e\\ Testament Abstrais (Cambridge MA. desde 1956)

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evanglica10. Ha empezado un tiempo de diversificacin y ampliacin cultural; los buenos libros sobre Jess y el evangelio no se escribirn ya slo en alemn o ingls, sino tambin, y de un modo especial, en castellano. Por eso es muy valiosa la edicin de esta obra clave de R. Bultmann, que nos sita entre el primer y tercer quest de la investigacin sobre Jess". b) Edicin castellana. Bultmann para el siglo XXI No he querido juzgar la obra de Bultmann (ensalzarla o criticarla), sino ayudar a comprenderla, al comienzo del siglo XXI. Este es un momento bueno para ello. Unos, sobre todo los catlicos ms tradicionalistas, le haban criticado sistemticamente, pensando que negaba o relativizaba la historia de Jess, convirtiendo el evangelio en mito12. Por el contrario, muchos protestantes llamados progresistas le haban aceptado sin crtica ninguna, tomando sus presupuestos exegticos como postulados infalibles13. Pues bien, hoy que ha pasado el tiempo de influjo inmediato de Bultmann podemos entender mejor su obra, para avanzar partiendo de ella. No se trata de ensalzar ni criticar a Bultmann, sino de caminar con l. recorriendo la historia apasionante de la tradicin sinptica14.10. Para el primer quest. cf. A. Schweitzer, Von Reimanis zu Wrede. 1906 (2a ed.: Geschichte der Leben-Jesu-Forschung, 1913; edicin parcial castellana: Investigacin sobre la vida de Jess, San Jernimo, Valencia 1990). Para el segundo, cf. J. M. Robinson, A New Quest ofthe Historical Jess, SBT 25. London 1959; para el tercero: B. Witherington III, The Jess Quest. The Third Search for the Jew ofNazaret, Paternster. Carlisle 1995; M. Borg. Jess in Contemporary Scholarship, Trinity. Valley Forge. PENN 1994. 11. El primer quest (siglo XIX) estuvo dominado por la visin de un Jess moralista e ilustrado. El segundo, por un Jess dialctico y existencial. El tercero pone de relieve los aspectos liberadores y universales del evangelio. 12. Como ejemplo de recepcin negativa de Bultmann, entre los exegetas catlicos de prestigio, cf. P. Benoit, Reflexiones sobre la 'Formgeschichtliche Methode', en Id., Exgesis y teologa I, Studium, Madrid 1974, 211-252 (= Revue Biblique 53 [1946] 481-512 y Exgse et thologie I. Cerf, Paris 1961, 62-90). La recepcin de los manuales catlicos ha sido prudente: cf. J. Caba, De los evangelios al Jess histrico. Introduccin a la cristologa. BAC. Madrid 1976. 323-370; V. Manucci, La Biblia como palabra de Dios. Introduccin general a la sagrada Escritura, DDB, Bilbao 1985, 280-284: J. M. Snchez Caro. Hermenutica bblica y metodologa exegtica, en Id. (ed.). Introduccin al estudio de la Biblia II, EVD, Estella 1990, 384-390; P. Grelot, Los evangelios y la historia. Herder, Barcelona 1987; Las palabras de Jesucristo. Herder, Barcelona 1988 (= Introduction a la Bible III, 6-7. Descle, Paris 1986). ha elaborado su obra en dilogo crtico, pero siempre respetuoso, con Bultmann. Aceptacin bsica del mtodo exegtico de Bultmann en Pontificia Comisin Bblica. La interpretacin de la Biblia en la Iglesia, 1993. 13. Fue importante la recepcin positiva de O. Cullmann, Les recentes tudes sur la formation de la tradition evangelcete: RHPhR 2 (1925) 459-477, 564-579. que despus mantuvo una fuerte polmica con Bultmann. como he mostrado en Introduccin a O. Cullmann, Cristologa del nuevo testamento. Sigeme, Salamanca 1998. 14. Replantearemos el tema al final de la introduccin; pero ya desde aqu queremos recordar el nombre y obra de algunos representantes ms significativos de este nuevo camino: R. E. Biown. The Death ofthe Messiah (2 vols.), Doubieday. New York 1994; R. A. Horsley, Jess and

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De esa historia trata sistemticamente este libro. Es libro de texto, no ficcin emocionante que puede leerse de corrido, ni novela de secretos escabrosos, donde se descubren los misterios ocultos de la vida de Jess, sino un material de trabajo, que slo en estudio detenido puede comprenderse. Es un libro honrado y denso, un difcil y exquisito trabajo de filologa griega e historia de las tradiciones sinpticas. Para comprenderlo, ser bueno que el lector conozca un poco el griego, pues en griego se escribieron las tradiciones de Jess que aqu se estudian; es importante que maneje una sinopsis con los textos paralelos de los tres primeros evangelios; es, finalmente, imprescindible que pueda y quiera familiarizarse con el nuevo testamento, de manera que lo tome como texto base de su estudio. No es un libro autnomo, que puede comprenderse por aislado, sino libro sobre un libro, es decir, interpretacin de las tradiciones incluidas y re-elaboradas en los sinpticos. Por eso, el texto de lectura bsica no es ste, sino el libro de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. No olvide el lector que todo lo que Bultmann dice es slo una hiptesis cientfica y una interpretacin cultural (filosfico-religiosa) de las primitivas tradiciones cristianas. Lo que importa y permanece son los evangelios de Jess; la obra de Bultmann sirve y vale en la medida en que nos ayuda a interpretarlos y entenderlos. No es libro fcil, que se lee y deja, como crnica de prensa, sino estudio denso donde se recopilan, comparan e interpretan los textos fundamentales de la tradicin sobre Jess. Un lector no preparado puede sentirse perdido: le parecer encontrarse ante un conjunto de teoremas o leyes fsicas. No se desanime, lea por s mismo los pasajes evanglicos que Bultmann va poniendo en griego ova citando a lo largo de su libro. Estoy seguro de que acabar apasionado con el tema, como un explorador que puede navegar no a la deriva, sino con buena gua, por el mundo fantstico de las tradiciones de Jess. Bultmann no le ofrecer una solucin definitiva, pero puede acompaarle de una forma crtica, ayudndole a entender los momentos bsicos de la tradicin sinptica. Por eso es importante conocerle, para evocar, partiendo de l, los problemas religiosos fundamentales de principios del siglo XX, situando a partir de ellos el tema y texto de la obra, en este comienzo del siglo XXI ' \the Spncil of Vileme, Harpei. San Fianeisco 1987. R D Kaylor, Jess the Pn,ihet His Vision on the Kuu>dom on Eai th Kno\. Louisville KY 1994. J P Meiei. A Marginal Jen O vols ). Doubledav New York 1991 1996 (= Jess- un judo maiauuil I. EVD. Estella 1998). E P Sandeis. Jess and Jiulaisin SCM. L ondon 1985. N T Wnght. The VT and the Vutois of the People of Ood I. SPCK. London 1992. Id . Jess and the VIL ton of God II. SPCK. London 1996 He ofrecido una \ision crtica del tema en Este es el hombre Manual de cnstoloi;ia. Estudios Tnmtanos. Salamanca 1998 15 Bultmann comien/a su libro hablando de La linea \ sus medios de estudio de la tradicin sinptica, a paitir de autoies como Wiede y Weiss. de Gunkel \ Wellhausen. pasando inmediatamente a las palabias de lesus (apotegmas \ loqia) Es posible que se sienta inquieto t poi qu empieza Bultmann de esta toima'< qu critenos sigue paia distingun lo piopio de Jess > lo creado por la Iglesia ' ( donde acaba la taiea de la histona \ donde empieza el mito' Para espondei a esas \ otias piegunta^ he escnto este prlogo

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2. Bultmann pensador. Dilogo fosfico-religioso Est apareciendo, incluso en los estudios bblicos, un tipo de investigador cientfico que se ocupa slo del estudio positivo de los textos, dejando a un lado los restantes elementos filosficos o religiosos del evangelio16. Pues bien, en contra de esa especializacin o reduccin positiva de la exgesis, R. Bultmann (1884-1976), ha querido ser un investigador integral, interesado por todos los aspectos y momentos del texto, tanto en el plano cultural como social y religioso. Era un hombre enciclopdico: le ha importado todo, literatura e historia, filosofa y ciencias religiosas, teologa y vida eclesial. Nunca ha querido ver los textos slo desde fuera, sino que ha buscado y encontrado en ellos una voz personal y una respuesta a los problemas y riquezas de la vida. Lgicamente, su obra slo podr entenderse desde el fondo de su rica personalidad de pensador y creyente. a) Breve vida. Origen y estudios R. Bultmann naci el 20 de agosto de 1984, en una aldea llamada Wiefelsfede, cerca de Oldenburg, Alemania. Por lnea paterna y materna, era descendiente de pastores protestantes. Vivi de nio en otra aldea, llamada Rastede, donde su padre era Pastor de la Iglesia luterana, y estudi en su escuela (Volksschule) de 1892 a 1895. Se march despus a la pequea ciudad de Oldenburg, donde trasladaron a su padre, y all curs el bachillerato en el Gymnasium o Instituto humanista (1895-1903). De esos tiempos recordaba Bultmann las clases de religin y literatura griega y alemana, con el teatro y la msica. Empez a estudiar teologa en Tubinga (tres semestres, entre 1903-1904), donde le influy un historiador de la Iglesia: K. Miiller. Estudi luego dos semestres en Berln (1905), siendo discpulo de H. Gunkel y A. von Harnack. Vino finalmente a Marburgo (1906) y all escuch a los grandes neokantianos, licencindose en teologa, en 1910, con un trabajo17 realizado bajo la direccin de J Weiss y luego de W. Heitmller, sobre la predicacin de san Pablo y la diatriba de los cnicos griegos. Bultmann se inici muy pronto como Lehrer o maestro de religin en el Instituto de Oldenburg (1906-1907). Luego fue Repetent (repetidor, maestro auxiliar) de teologa en el Seminarium Philippinum de Marburgo (1907-1912),alternando as docencia y estudios. C u l m i n su carrera en 1912, escribiendo bal Contra esa especializacin se han elevado en estos ltimos aos muchos partidarios de una lectura sincrnica o literaria de la Biblia, cf A Wilder, Early Chnslian Rhetoric. Cambridge MA 1971, R Alt. TheArtofBiblicalNarrative, Alter. New York 1981. R Alt-F Kermo de (eds ), The Literan Cuide to the Bible. Cambridge MA 1987 17 Dei Sril derpaulinischen Predigt und die k\msch-\tm%he Diatnbe, FRLANT 1 3. Vandenhoeck & Ruprecht, Gottingen 1910 El mismo Bultmann ha contado esta historia en sus Autobiogiaphische Bemerkungen y Ski;:en. recogidos en K Barth-R Bultmann, Bnefwechsel 1922-1966. TVZ. Zunch 1971, 313-324

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jo la direccin de A. Jlicher (1857-1938). especialista en las parbolas, su tesis de habilitacin sobre La exgesis de Teodoro de Mopsuestia y gradundose como doctor en teologa. Ese mismo ao fue nombrado Dozent (profesor auxiliar) de nuevo testamento, en la Universidad de Marburgo, donde permaneci por cinco aos (1912-1916)'8. Si prescindimos de los meses de enseanza en Oldenburg (entre 1906 y 1907), Bultmann permaneci diez largos aos en Marburgo (1906-1916), como estudiante, repetidor y profesor auxiliar, dedicado no slo a la Biblia, sino a la filosofa y filologa griega. Fueron aos fecundos, de aprendizaje y amistad con algunos de los ms grandes exegetas (Weiss, Heitmller, Jlicher), telogos (W. Herrmann), filsofos (Cohn, Natorp, H. Hartmann), fillogos (C. Jensen. F. Pfister) e historiadores del arte (R. Gunther) de aquel tiempo. De casi todos tendremos que hablar en lo que sigue. De un modo especial le influyeron W. Heitmller, especialista en historia de las religiones, y M. Rade. redactor de Die Christliche Welt, rgano oficioso de la teologa liberal, donde Bultmann public sus primeros trabajos de pensamiento y filosofa de la religin. Estos fueron aos de apertura cultural y mltiples encuentros, aos de inters comprometido por un nuevo cristianismo. All empez un camino denso de enseanza universitaria (hasta la jubilacin. 1951) y de relaciones fecundas con amigos y discpulos19. En 1916 fue llamado como profesor extraordinario a Breslau, Silesia (hoy Polonia), y all permaneci por cuatro aos, hasta 1920. Fueron tiempos de guerra y posguerra, de fuertes miserias y grandes necesidades. Su hermano mayor cay en la guerra (en el frente de Francia). El trabaj ms intensamente. Se cas, tuvo dos hijas (la tercera nacera en Marburgo) y pudo elaoorar nuestra obra, que aparecer, corno sabemos, en 1921. En otoo de 1920 le llamaron como profesor ordinario (catedrtico) a Giessen, donde sucedi a W. Bousset. Se encontr all muy a gusto y hubiera permanecido ms tiempo, pero en otoo de 1921, le llamaron a Marburgo, como sucesor de Heitmller20. Este era su hogar acadmico, sta su ciudad cultural; por eso vino y se qued definitivamen18. Adems de sus notas biogiticas, cf W Schmtthals. Die Theologie R. Bultmanns, Mohr Tubingen 1966. 1-22 Uno de los ms bellos letratos que conozco del ambiente de Marburgo, en aquel tiempo, es el que ofrece J Ortega y Gasset, Goethe desde dentio, en Obi as completas IV. Revista de Occidente. Madrid 1957, 403-404, aludiendo sobre todo al influjo que ejerca el pensamiento de H Cohn, del que luego hablaremos 19 Permtaseme un recuerdo personal Por conse]0 de H Schher. uno de los grandes discpulos y/o amigos de Bultmann (ct K Barth-R. Bultmann. Brwjwechsel, 317, 324), elabor entre 1970 y 1972 mi tesis doctoral en filosofa sobre exgesis bblica e historia, comparando las posturas de Bultmann y Cullmann Bultmann tena casi noventa aos y no pudo ayudaime. pues estaba muy debilitado A pesar de ello, quiso agradecerme personalmente la tesis, en carta manuscrita muy ceicana y laudatona, donde lamentaba no poder juzgar su contenido, pues sus o]os estaban tan cansados que los mdicos le impedan ya leer Desde aqu, pasados casi treinta aos, quiero agradecer su inters amistoso 20 Sigo utilizando los datos del mismo Bultmann. ct K Baith-R. Bultmann, Bnefwechsel 315-316

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te, a pesar de otras invitaciones (en 1930 le llamaron a Leipzig), hasta su jubilacin (1951) y muerte (1976). Los diez primeros y felices aos de su docencia de Marburgo (1921-1931) son fundamentales para nuestro tema, pues son los que transcurren entre la primera y segunda edicin de su Historia. Son los tiempos de su encuentro con la teologa dialctica y el existencialismo, como luego veremos. Despus vinieron los aos ms duros del nazismo y de la guerra (de 1933 a 1945). Sin oponerse frontalmente al rgimen de Hitler (como har K. Barth), Bultmann se distancia de l y forma parte de la Bekennende Kabirche (Iglesia confesante y libre), siendo marginado por ello. Su ltimo hermano muri en un campo de concentracin. Tras la victoria de los aliados, particip en el resurgimiento de su universidad de Marburgo y fue reconocido como maestro, especialmente en Gran Bretaa y USA21. En el momento inicial de su carrera, Bultmann no fue un escritor prolfico, al menos en el campo bblico, sino todo lo contrario: entre 1910 (ao de su tesis) y 1921 (ao de la primera edicin de nuestro texto), aparte de algn trabajo ocasional sobre exgesis22, slo public unas pocas recensiones sobre libros de tipo exegtico y filosfico-teolgico. Ms que la Biblia en s, pareca importarle el pensamiento religioso. Por vocacin y estudio, vino a situarse en un lugar donde confluan tres grandes corrientes culturales: filosofa, teologa liberal e historia de las religiones. Ellas determinan no slo el principio, sino todo el transcurso de su obra exegtica. b) Filosofa. Cultura sagrada, ser humano Bultmann fue un filsofo de la cultura y de la religin, y dedic a ese tema los trabajos ms significativos de su produccin intelectual, entre 1917 y 1922, precisamente en los aos en que estaba elaborando y/o haba acabado de editar su Historia de la tradicin sinptica. La orientacin bsica de su pensamiento se encuentra vinculada a la tradicin neokantiana de Marburgo, representada por sus dos pensadores ms significativos: Cohn y Natorp. Por eso debemos recordarlos21.21 He precisado las posturas de Bultmann y Barth ante el nazismo a partir de su correspondencia epistolar (Bnefnechsel, 138-176) en Bultmann \ Barth intentan compienderse, 304-312 Bultmann es menos ladieal en su condena del terror nazi (Nazi-Tenor, cf Bnefwechsel, 316), pero debemos recordar que l no era suizo y tema menos libertad que Barth El mismo Bultmann (Bultmann \ Barth intentan comprende/ se, 318) recuerda con agiado su participacin en las Shaffer Leituies (1951, Yale USA) y en las Giffonl Lectures (1955. Edinbuigh UK) 22 Ct. Das elidise Moment in de> etluschen Unterweisung des Epiktet und das Nene Iestament ZNW 13 (1912) 97-110, 177-191 y Die ti age nach dem messiamschen Beuusstsein Jesu und das Petms-Bekenntnis ZNW 19 (1920) 164-174 Bibliografa en R Bultmann. Lxe^etica. 483ss Estos trbalos fueron publicados en Chrtsthche Welt y han sido recogidos poi J Moltmann en Anfange dei dialektischen Theolo>e (2 \ols ). Kaisei. Munchen 1963 y 1966 23 Bultmann ha reconocido su deuda respecto a Cohn y Natorp en K Baith-R Bultmann Bnefnechsel. 317

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-H Cohn (1842-1918) haba empezado elaborando un especie de teliqion filosofi ca de la cultuia centrada en la aspiracin infinita del humano, que se trasciende a si mismo en linea de conocimiento (teora), accin (moral) y goce esttico (aite) En ese ambiente, donde se exaltaba el despliegue divino de la cultura humana, aprendi a pensar R Bultmann, con filsofos como Ortega y Gasset y telogos como Barth que compartan el mismo ambiente neokantiano de Maiburgo Debemos sealar que en los ltimos aos, H Cohn se fue volviendo cada vez mas judio hasta convertirse por su obra postuma (Die Religin cler Veinunft aus den Queden des Judentums Eme udische Reltgionsphilosophe 1918), en guia de un movimiento israelita de recuperacin nacional y espiritual Tambin Bultmann recorrer a partir de 1924 un camino convergente de ecuperacion cristiana14 -P Natoip (1854 1929) identifico la racionalidad religiosa con la moialidad unive sal del cristianismo A su juicio la trascendencia metafsica resulta innecesaria Dios se identifica con el amor activo, es decir, con el triunfo sobre el mal de la tierra La certeza de ese triunfo se expresa en el sentimiento interior del ser humano que se encuentra constitutivamente abierto hacia el Bien Absoluto, que trasciende todo caminal humano Cuando Bultmann vea a Jess como maestro sapiencial o profeta moralista lo situara en esa linea como testigo de la bsqueda infinita del ser humano que busca su verdad (quiere realizarse) a travs de un camino de racionalidad moral Bultmann termino rechazando ese modelo de racionalidad rel giosa Pues bien, tampoco Natorp (como Cohn) quedo al fin satisfecho de ella quiso definir al humano desde la revelacin de un misterio absoluto''"' En un primer momento, Bultmann concibi la religin como una moiahdad tiascendental, interpretando el evangelio en clave de profetismo tico el mensaje de Jess ha de entenderse desde la verdad racional del neokantismo, como ideal de un grupo humano que sacrahza los principios de la tica filosfica Ms tarde, especialmente a partir de la gran guerra (1914-1918), asumiendo un camino que, en formas convergentes, recorrieron Cohn y Natorp, Bultmann entendi la religin como experiencia vital de trascendimiento pens que nos hallamos existencialmente divididos, rotos por dentro, ai rastrados por la muer te, pero aspirando hacia la vida, descubri que somos naturaleza (podei irracional que nos ai rastra), siendo, al mismo tiempo, cultura tac tonal, deseo de salvacin integradora Asi entendi al humano como viviente paradjico, exis tencialmente perdido incapaz de encontrar la verdad en si mismo, pero abierto hacia una levelacion que pueda iluminarle y salvarle 16

24 S H Bergmann Fe \ Ra on Intiodiicuon al panaimtnto ado modtino Paidos Bue nos Aires 1967 ha situado a Cohn al comien/o de un camino poi el que han avanzado F Ro sen/vveig \1 Bubei y otros judos postenoies 23 Cf P Natoip Phtlosoplustlu S\sUnumk (1922 1921) Meiner Hambuig 1958 26 Desde este momento puede adveitnse en Bultmann un uranio paiadofieo de bsqueda humana e integacin cnstiana que podra ser iluminado poi el existencialismo de Hudegger f os anos que siguieion a la pnmea guerra mundial entre 1918 > 1911 lueion esenciales paia el sur giliento de la nueva conciencia europea (occidental) que sea dominante a lo laigo de todo el si lo XX

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En un momento dado, Bultmann pens que la solucin al enigma humano podra hallarse en un tipo de socialismo, en una conciencia nueva de vincula cin colectiva, cercana a la que estaba desplegando el marxismo en los pases comunistas27. Pero pronto descubri que esa respuesta resultaba insuficiente, pues haba que buscar la salvacin de todo el ser humano. As busc la verdad en el cristianismo, entendido en lnea integral, como experiencia interior (existencial) de sentido. Como veremos despus, la solucin de Bultmann acabar siendo insuficiente para muchos: el fantasma del socialismo ha seguido recorriendo las tierras de Europa y del mundo28. c) Cristianismo liberal. Hermenutica moralista Como buen neokantiano, Bultmann ha sido heredero del protestantismo liberal de finales del siglo XIX, que interpreta la Biblia (y todo el cristianismo) como expresin del proceso y progreso moral del ser humano, entendido como sede fecunda de la divinidad. El buen estudio de la Biblia forma parte de la realizacin o construccin (Bildung) cultural del ser humano. Los protestantes liberales no aceptan la accin de lo sobrenatural: no creen en la irrupcin especial de Dios, ni en los milagros exteriores (materiales), ni en la objetividad de la historia salvadora. La Biblia es testimonio del avance espiritual del ser humano, que ha venido a culminar de algn modo en Jesucristo. En esta perspectiva queremos citar a los dos maestros de la teologa protestante que influyeron ms en Bultmann29:-A. von Harnack (1851-1930) era ms historiador que telogo, pero la hondura y claridad de sus exposiciones le convirtieron en maestro seero de los piotestantes cultos a finales del siglo XIX y principios del XX. Su libro sobre La esencia del cristianismo (Das Wesen des Christentums, 1900) condensa el mensaje de Jess en la manifestacin de la bondad paterna de Dios y en el valor infinito del alma humana. Bultmann fue su discpulo, pero acab superando su postura al asumir la teologa dialctica. -W. Herrmann (1846-1922) fue el verdadero inspirador y maestro de R. Bultmann (y tambin del joven K. Barth). A su juicio, el mensaje de Jess y el sentido del rei27. Cf. Religin und Sozalismus Sozalistische Monatshete 28 (1922) 442-447 28 He narrado con cierta detencin el tema en Exgesis y filosofa, 103-129, comentando algunos de los escritos ms significativos de estos aos Vom geheunrusvollen und offenbaren Cot Chnsthche Welt 31 (1917) 352-359, Religin und Kultur Chnstliche Welt 34 (1920) 417-421. 435-439, 450-453; Gott m der Natur Chnsthche Welt 36 (1922) 489-491, 435-439, 450-45^. Vom Schicksal: Chnsthche Welt 36 (1922) 609-610. Significativamente, la cada de la moda Bultmann en Europa (al menos en Espaa) est vinculada al triunfo de los ideales socialistas, en los aos setenta. 29. Podramos citar tambin a A Ritsthl (1822-1899), inspirador del protestantismo hbeial que ofreci su educacin e inspiracin a R Bultmann. El haba superado el esquema hegehano de Ch Baur (tesis y anttesis), concibiendo el cristianismo como expresin del valor divino del espritu humano, en camino de maduracin moral

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no de Dios se identifican con la hondura moral del ser humano. No hace falta que haya un Dios externo (separado de la vida humana), el mismo Jess histrico acaba siendo innecesario (o secundario). El evangelio ha de entenderse como una expresin mstica del valor de la moralidad humana, expresada en el Cristo de la fe, no en la historia de Jess 30 .

Harnack y, sobre todo, W. Herrmann fueron los maestros del cristianismo liberal de principios del siglo XX. Ms que en el Jess histrico, crean en un Jess espiritual, mensajero de moralidad, signo de la presencia interior de Dios en el proceso de la vida humana, identificando as la revelacin de Dios con el despliegue de la razn moral del ser humano. Pensaban hallarse al final de un camino que lleva desde Jess (moralidad fundante), por medio de Lutero (justificacin por la fe) y Kant (tica formal), al descubrimiento de la ms honda realidad humana; culminaba con ellos el progreso religioso y social, simbolizado por el mensaje de Jess. Como despus indicaremos, J. Weiss haba demostrado ya, en un libro de 1892, que el mensaje de Jess ha de entenderse en forma apocalptica, como anuncio del fin de los tiempos, y no como un refuerzo moralista de los valores de la modernidad. Pero los grandes liberales no quisieron escucharle: ellos, representantes de la buena Europa protestante, luterana y kantiana, haban encontrado la verdad y podan dictar su magisterio a los restantes pueblos del mundo31. d) Escuela de la historia de las religiones Bultmann, filsofo de la cultura y telogo liberal, ha sido tambin un estudioso de la historia de las religiones (de la Religionsgeschichtliche Schule), empeada en entender el evangelio en relacin con ellas. Su novedad mayor es sta: ha querido situar la fe cristiana en el trasfondo de los cultos helenistas, ha interpretado el evangelio de Juan (al menos parcialmente) a la luz de la gnosis y del mandesmo... Influido por la teologa dialctica, Bultmann acentuar ms tarde la singularidad del cristianismo, pero sabr siempre que esa singularidad ha de entenderse en dilogo con las religiones del entorno^2. Estos han sido sus inspiradores o maestros principales:30. Bultmann ha reconocido su deuda respecto a Herrmann en K. Barth-R. Bultmann. Briefwechsef 314. 317. He expuesto con cierta detencin la postura de estos autores en Exgesis y filosofa. Cf. tambin H. J. Kraus. La teologa bblica. Storia e problemtica, Paideia. Brescia 1979 (original alemn 1970). 293-296: Th. Mahlmann. Wilhelm Herrmann y T. Rendtorgg. Adolf von Harnack. en H. J. Schultz. Tendencias de la teologa del siglo XX, Studium, Madrid 1970. 41-46 y 47-52. 31. Cohn y Natorp descubrieron antes la crisis de la modernidad. Los telogos han sido ms lentos en hacerlo. Para una visin de conjunto de los temas que siguen cf. W. G. Kmmel, Das Neue Testament. Geschichte der Erforschung seiner Probleme, Alber V.. Freiburg-Mnchen 1970; S. Neill, La interpretacin del nuevo testamento. Edicions 62. Barcelona 1967; K. Barth. La thologie protestante au XIX sicle. Labor et Fides. Genve 1969. 32. La preocupacin de Bultmann por la historia de las religiones culmina en Das Urchristentum im Rahmen der antiken Religionen. Artemis. Ziinch 1949. G. van der Leeuw. Fenmeno-

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-A Deissmann (1866 1917) fue fillogo e interprete del nuevo testamento pero la tradicin le recuerda especialmente por sus traba)os de religin comparada que nos ayudan a situar el cristianismo a la luz del pensamiento filosfico v de la rehgiosi dad popular antigua El estudio de los papiros con el lenguaje oidinano del pue blo le permiti conocer las condiciones culturales y sociales del primer cnstiams mo helenista Su obra clave Luz desde oriente (Licht \om Ostcn 1908) sirvi de ayuda a Bultmann y se lee todava con provecho -W Heitinullet (1869 1926) estudio los misterios cristianos (bautismo eucarista) desde el trasfondo religioso del antiguo oriente entendindolos asi en perspectiva helenista no judia destacando de este modo el carcter mistrico del cristianismo de Pablo y de las comunidades helenistas Ellas fueron las creadoias del cristianismo centrado en el mito de Cristo no en el mensaje de Jess Heitmuller fue maestro y amigo de Bultmann el le inicio en la interpretacin de la experiencia religiosa W Bousset (1865 1920) fue el autor mas conocido de esta linea ofreciendo una vi sion de conjunto duradera sobre la historia y literatura del judeocristiamsmo y he lemsmo Sus trabajos mas extensos (Die Religin des Judentums im Spatheems tischen Zeitalter 1903 y K\rws Chnstos Geschichte des Christusqlaubens \on den Anfangen des Chustentums bis renaeus 1911) son quiza unilaterales pues en tienden el judaismo de un modo legalista y tienden a juntar cristianismo y helenis mo A pesar de ello siguen siendo fundamentales ahoia que esta empezando a cambiar nuestra visin del judaismo y cristianismo'4 Estos presupuestos religiosos resultan, al menos, discutibles, pues la separa cion entre moralidad judia y mito/misteiio helenista no es tan segura Poi otia parte, la afirmacin de que el cristianismo ha nacido con Pablo (no con Jess) parece actualmente insostenible, tambin fue excesiva la importancia que Bult mann concedi al mito helenista y poco matizada su visin del influjo gnstico en Juan Pero los motivos bsicos de su proyecto continan vigentes El nteres de Bultmann por el dialogo religioso, silenciado parcialmente por sus discipu los (mas interesados que el maestro por la singularidad del custianismo), ha vuelto a encenderse en este final del siglo XX El evangelio no se puede aislailo,ia de la itliqwn (onginal de 1931) FCF Mxico 1964 afirma que Bultmann tuvo t il paiti cipacion en el contenido (del libro) que a menudo me sobrepaso estimulndome siempie (p 9| 33 Bultmann le dedico un recuerdo emocionado Wilhilm Hcitmulle Chnsthche Welt 40 (1926)209 213 Sobre la escuela de la historia de las religiones ct H J Kraus La teologa bi Mu a Stoua e pioblematua 187 187 W G Kummel Das Neue Tistament Gcsiluchte dn Fi foisihung seiner Piobkme 261 286 34 Ambas obras se vienen editando regularmente a lo largo del sialo XX La primera fue adaptada por H Giessmann (192) v prologada por E I ohse (1966) Li segunda ha sido prolo gada v recomendada poi el mismo Bultmann (Gelatnoit w funften \uf\ae,e Vandenhoeck Gottingen 1964 V VI) quien la considera bsica para el estudio del nuevo testamento I os pie supuestos de W Bousset su visin del |udaismo legalistt y su interpretacin helenista del cus nanismo han marcado la excgesis del siglo XX en su grandeza \ miseria Bultmann no h i cado en sus posibles simphfic iciones (vinculadas quiza a un rechazo poco objetivo del judaismo v i una exaltacin ana del helenismo) pero no hi podido superarlas Ct E P Sandeis Paul and Pa estiman Judaism SCM London 1977 Jtsas and fudaism SCM London 198S

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de los restantes fenmenos religiosos; debemos situarla en el contexto de los cultos del cercano oriente, estudindolo en dilogo con las grandes religiones. En este contexto se inscribe el inters de algunos representantes de la antropologa cultural por la relacin entre pensamiento cnico y cristianismo, tema que Buitmann estudi en su tesis doctoral y que ahora vuelve a estar de moda". As concluye este apartado. Hemos presentado a Buitmann como pensador de frontera, hombre que dialoga con la filosofa, la teologa liberal y la historia de las religiones. Ese triple dilogo define su Historia de la tradicin sinptica.

3. Buitmann hermeneuta. De las fuentes a las formas evanglicas Con el ttulo Creer y comprender (Glauben und Verstehen) reuni Buitmann una serie de ensayos exegtico-teolgicos, publicados a lo largo de cuarenta aos (1924-1964). Podra haberlo titulado Leer, creer y comprender^6. Como fillogo, formado en la mejor tradicin de conocimiento de los griegos (incluida su literatura y filosofa). Buitmann sabe leer ios textos bsicos dei nuevo testamento. Como cristiano, creer en ellos. Como filsofo y telogo, ha intentado comprenderlos. Por un lado es heredero de la tradicin liberal e ilustrada del XIX. Por otro lado nos sita ante el siglo XXI, no para repetir respuestas antiguas, sino para plantear mejor las preguntas y problemas. Desde esa perspectiva queremos recoger los cuatro momentos fundamentales del consenso hermenutico, que se halla al fondo de la exgesis de Buitmann, en el rea del nuevo testamento y en especial de los evangelios. Buitmann no discute, ni casi formula, esos consensos, sino que los da por supuestos, tomndolos como base de la nueva ciencia bblica. Precisamente por ello son ms importantes, pues definen el planteamiento y resultados de su exgesis, for mando la base comunitaria (social) de su investigacin. Slo una revolucin mental (histrica, literaria, religiosa) podr cambiarlos, como parece que est sucediendo en este tiempo, al final del siglo XX".35 Entre los defensores de la conexin qtwstica del cristianismo, ct. J D Crossan. Jess Vida de un campesino judo. Crtica, Barcelona 1994, y B Mack. El esanqelio perdido El documento Q M Roca. Baicelona 1994. Los descubumientos arqueolgicos > hteiarios de mediados del siglo XX (mitos cananeos de Ugant. rollos de Qumran. libros gnsticos de Nag Hammadi) han ofrecido nueva base para las investigaciones de este tipo Los traba]os de anttopoloqa i ul tiual. elaborados por la escuela de B Malina, han vuelto a insistir en el estudio de la historia de las religiones 36 Edicin original Glauben und Veistehen (4 vols ). Mohr. Tubingen 1933-1965 Hay traduccin castellana de los dos pnmeos volmenes Cieei \ comprende), Studium. Madrid 19741976 37 Aludimos a la ley de los presupuestos \ cambios de la ciencia, codificados por Th S Kuhn. La estructuia de las ie\oluciones cientficas. FCE. Mxico 1965. que se aplica perfecta mente en nuestro campo

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Cuatro son, a mi juicio, esos consensos bsicos: uno literario (teora de las fuentes), otro mesinico (o, quiz mejor, no mesinico), otro escatolgico (anuncio del fin) y el ltimo social (creatividad de las comunidades cristianas). Los cuatro se sitan en perspectivas y lneas distintas, de manera que no pueden sumarse de un modo progresivo, pero de algn modo se implican y forman el trasfondo de lectura evanglica de Bultmann. As los presentamos, de forma esquemtica. a) Consenso literario. Teora de las fuente,v38 Se haba logrado ya en el siglo XIX. Fueron sucedindose hiptesis, hasta que a partir de H. J. Holtzmann, Die synoptischen Evangelien (1863) y B. Weiss, Einleitung in das NT (1886), se fue imponiendo la teora de las dos fuentes: en la base de los sinpticos estn Marcos, que contiene un material de tipo histrico/dramtico, organizado en forma casi biogrfica, y los Dichos (Logia o fuente Q), un conjunto de sentencias de tipo sapiencial, proftico y escatolgico que la comunidad cristiana atribua a Jess. De la unin de esos materiales (Me y Q), a travs de un proceso de vinculacin y recreacin, han surgido los sinpticos mayores, Mt y Le. Jn ha seguido un camino diferente19. Bultmann asume este consenso, presentando a Marcos como primer evangelista, en el sentido radical, confesional, de ese trmino: fue el primero que vincul de forma coherente la tradicin judeocristiana de los dichos y hechos de Jess, antes dispersa y multiforme (expresada sobre todo a travs de apotegmas o sentencias encuadradas), con el mito helenista de Jess a quien concibe como Cristo celeste y Seor venerado por los fieles en el culto. Esas dos38. No podemos aqu desarrollar la teora de las fuentes o documentos del Pentateuco, consensuada a partir de los escritos de J Wellhausen (1844-1918) publicados en 1876 y 1878 y reunidos como libro (Die Komposition des Hexateuchs) en 1885. La base del Pentateuco seran dos documentos antiguos (J y E: Yahvista y Elohista), unidos hacia el 750 a C . a los que se uni tras el 620 el D (Deuteronomista) y ms tarde (hacia el 500) el Sacerdotal o P, que as aparece como inspirador de la redaccin final de todo el libro Wellhausen se apoy en trabajos previos de W M. L. De Wette (1780-1849), sobre textos jurdicos del Pentateuco, y de K. H. Grat (1815-1869), que haba mostrado que ni el Dt, ni los profetas ni libros histricos (de Jos a 2 Re) conocan la ley sacerdotal (P). El consenso sobre los documentos del Pentateuco ha durado cien aos (de 1885 a 1985), pero ha empezado ya a romperse, en proceso paralelo al que veremos en los evangelios. Cf. A. de Pury (ed ). Le Pentateuque en questwn. Le Monde de la Bible 21, Genve 1989. 39. H. J. Holtzmann (1832-1910) ha estudiado las fuentes de los sinpticos y ha elaborado una Teologa del nuevo testamento (1885) que en algn sentido anuncia la de Bultmann, que luego evocaiemos. B. Weiss (1827-1918) trabaj tambin sobre la introduccin, exgesis y teologa del nuevo testamento Ambos mostraron que la forma ms sencilla de entender la tradicin sinptica consiste en postular la prioridad de Marcos (primer evangelio) y la existencia de una fuente complementaria Q (= Quelle). Cf S Neill, La interpretacin del nuevo testamento, 131171: W G. Kummel, Das Neue Testament Geschichte der Erforschung seiner Probleme, 177200; H. J Kraus. La teologa bblica. Storia e problemtica, 175-186: H Zimmermann. Los mtodos histrico-trticos en el nuexo testamento, BAC, Madrid 1969, 80-130

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lineas estaban antes separadas los judeocustianos slo recordaban a Jess como profeta, no como divino (Cristo, Seor), los helenistas, como Pablo, no se interesaban por los dichos y los hechos del Jess histrico Marcos vinculo esas lneas, identificando temticamente al Jess histrico con el Cristo/Seor de la te, construyendo para ello una preciosa y muy precisa narracin pascual, centrada en el mensaje de la muerte de Jess y el anuncio de su resuireccin Esa narracin no puede entenderse en torma histrica o biogrfica (no lecoge los hechos de Jess, ni el mensaje previo de la Iglesia), sino que ha sido creada por el mismo Marcos, que aparece as como el verdadero responsable de la interpretacin histrica del mito cristiano, cosa que Pablo no haba logrado (cf p 409ss, 430-435)40 Bultmann es menos radical en relacin a la fuente Q Supone, sin duda, que fue escrita originalmente en arameo, siendo traducida luego al griego, de diferentes maneras, en un proceso de transformaciones y crecimientos que ya no podemos controlar Es muy posible que Mt y Le tuvieran ante s versiones diferentes de ella (cf p 388s), enriquecidas por aportaciones helenistas Pero en su fondo, el matenal de Q resulta bsicamente antiguo, de la comunidad pales tinense (cf p 298) Ms aun, es posible que se hayan transmitido dichos de sabidura popular anteriores a Jess, que han sido ecogidos y adaptados junto a sus palabras y recuerdos (cf p 160s) Este consenso bultmanmano sobre Me y la fuente Q sigue en gran parte vigente todava, de manera que en algn sentido nos hallamos en el mismo lugar donde l se hallaba, aunque podemos trazar algunas diferencias Sobre Q se han escrito libros infinitos y, sin embargo, es poco lo que podemos aadir con segundad a las animaciones anteriores Sobre Manos podemos trazar algunas distinciones la funcin que Bultmann le atribuye resulta por un lado excesiva (no ha creado la unin entre la historia de Jess y el mito de Cristo) y por otro insuficiente (es autor, no puro recopilador de tradiciones) Los problemas sobre Me y Q siguen abiertos en este final del siglo XX, formando uno de los ncleos de discusin ms importantes de la exgesis e historia bblica41 Pero la aportacin fundamental de Bultmann se sita en un plano anterior estudia las primeras tradiciones de la comunidad palestinense y helenista40 Esa interpretacin de Me esta en el tondo de una de las eelaboraciones mas audaces y unilaterales de la historia del cristianismo primitivo ct B L Mack A M\th of Innocence Mark and Cluistian Onqins Fortress Philadelphia 988 41 Sobre la novedad de Me he tiatado en Pan casa ^ palabia La tqlesia en Manos Si gueme Salamanca 1998 Completando su visin unilateial de Me ya citada B Mack El e\an t>elia perdido El documento Q M Roca Baicelona 1994 ha interpretado Q como documento clave de una comunidad galilea (palestina) de seguidores de Jess que no creen en su divinidad ni mesianidad Bultmann quiso ser mas sobrio pe o se mova ya en la misma linea Q reflejara la experiencia y teologa de unos judos jesuamcos que no aceptaban todava el mito helenista (divino) de Pablo lecieado por Me Como afirma G Theissen en el epilogo a este libro y en G Theissen A Merz El Jess histrico Sigeme Salamanca 1999 las cosas resultan mas com plejas Paia una critica de ese carcter no custiano de Q ct Ch M Tuckett Q and the Histon ofEarh Chtistianm Claik Edinburgh 1996

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b) Consenso mesinico. Jess profeta La dificultad y riqueza cristiana comienza con Jess y sus primeros discpulos. La investigacin bblica de finales del siglo XIX busc fuentes del evangelio, el manantial de la identidad de Jess. Dos son sus aportaciones principales para Bultmann, una ligada al nombre de Khler, otra al de Wrede. -M. Kcihler (1835-1912) fue dogmtico y exegeta, vinculando como Bultmann el estudio de las fuentes y su interpretacin creyente. El descubri y formul, en un libro titulado Der sogennante historische Jess und der geschichtliche, biblische Christus (1892), una tesis que desde entonces parece evidente a muchos pensadores: el Jess de la historia fctica (der historische Jess) fue hombre falible, al que estudiamos con mtodos de crtica cientfica; el Cristo de la historia bblica (Cristo de la fe, geschichtliche, biblische Christus) es una figura suprahistrica, divina, adorada por los fieles. Kahler abri as un abismo entre la Historie o realidad mundana de Jess (sujeta al paso del tiempo) y la Geschichte o revelacin salvadora (intemporal, supra-temporal) del Cristo que la Biblia proclama en su testimonio creyente y predicacin misionera. Eso significa que la verdad de la Biblia no se cierra sin ms en un tipo de exactitud histrica42. -W. Wrede (1859-1906) public en 1901 un libro sobre El secreto mesinico en los evangelios (Das Messiasgeheimnis in den Evangelien) donde, avanzando en la lnea anterior de M. Kahler, presenta dos tesis que sern definitivas para la teologa bblica posterior, asumida por Bultmann y re-elaborada en todo el siglo XX: - 1. Jess no se present jams como mesas, sino como profeta israelita, predicador de conversin, maestro de moral, dentro del ms puro judaismo. - 2. Marcos, en contra de lo que se vena creyendo, no ha ofrecido un relato fidedigno de la historia de Jess, sino que es el resultado de una construccin teolgica. El Jess histrico no se sinti ni quiso ser mesas, sino un simple y profundo maestro de moralidad. La visin del Cristo salvador y el mesianismo cristiano es construccin pascual de la Iglesia, expresada en Me43. Suele decirse que Kant neg el valor del argumento filosfico para abrir as el camino de la fe. Pues bien, Kahler y Wrede, representantes mximos de la exgesis del siglo XIX, cerraron el camino de la historia para interpretar y presentar a Cristo en clave de fe. Ciertamente, saban que la historia de Jess importa y resulta necesaria en un nivel de ciencia. Pero el valor de Jess, como manifestador de Dios (Cristo o Seor), no est en ese plano, sino en el mbito de la manifestacin eterna de Dios. De esta forma rompen el optimismo ingenuo de los idealistas neokantianos, que interpretaban a Jess desde la perspectiva del progreso moral que se realiza y va expresando por el progreso de la historia, de tal forma que podemos ha42. Nueva edicin en ThB 20, Kaiser. Mnchen 1961, con prlogo de E. Wolf, sobre M. Kahler: ThB 20 (1961) 5-12. Cf. B. Lohse, Martin Kahler, en H. J. Schultz, Tendencias de la teologa del siglo XX, Madrid 1970, 17-22. 43. Sobre Kahler y Wrede. cf. W. G, Kmmel, Das Nene Testament. Geschichte der Erforschung seiner Probleme, 281-285. 362-368; H. J. Kraus, La teologa bblica. Storia e problematica, 189-192. 296-301

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blar de una ruptura Histolgica Con la cada del idealismo neokantiano ingenuo (fe en los ideales del progreso) se derrumba el presupuesto inconsciente de la exegesis del siglo XIX Ni Jess ha sido un buen ilustrado, un moralista kantiano o postkantiano, ni la Iglesia una expresin de los valores modernos Jess fue un judio antiguo, en el ambiente social y religioso Cristo fue una creacin de la fe (protestantes ortodoxos) o un mito proyectado sobre Jess Asi se completa y supera el giro kantiano de la teologa En un nivel, Jess es pura historia puede y debe interpretarse desde una perspectiva intramundana En otro viene a presentarse como mito o signo de un misterio (o de una fe) supratemporal (es Cristo o Seor helenista) De esa forma, la misma exgesis deja abierto el camino de la fe o del puro mito (que de algn modo se identifican) Los primeros seguidores de Jess siguieron siendo buenos judio s moralistas Pero la Iglesia helenista ha recieado su mensaje y ha interpretado su vida (y/o pascua) en clave de mito le ve como signo de la presencia eterna de Dios De la unin de esos planos surge el evangelio, entendido como expresin sacral (eterna) de la vida de Jess De esa forma queda planteado el tema clave de la teologa del siglo XX la relacin entre historia y manifestacin de Dios, vida humana y misterio religioso44

c) Consenso escatologico Anuncio del Reino y fin del mundo Del tema anterior se ha llegado pronto a ste Jess ha sido un sabio, un hombre capaz de comprender el lado mas profundo y verdadero de la realidad, ha sido un profeta moralista, portador de un mensaje de conversin Pero ha sido tambin, de forma que resulta hoy casi escandalosa, un vocero apocalptico, un hombre que anuncia, y de algn modo prepara, la venida del fin de los tiempos Este ha sido quiz el descubrimiento mas sorprendente y paradjico de la exgesis a fines del siglo XIX Eran mayora los cristianos piadosos y buenos telogos que haban presentado a Jess como portador de amor cercano, capaz de integrarse en los esquemas de una moralidad burguesa El hecho de que algunos mitificaran su figura resultaba secundario bien interpretado, el mito puede ser positivo, hasta edificante para los buenos ciudadanos de la prspera Europa Lo extrao es que los exegetas ms perspicaces del momento empezaran a entenderle como un mensajero del fin del mundo Ese mensaje pareca discordar en aquel tiempo de optimismo, antes de las guerras de 1914-1918 y 193944 En el fondo de la hermenutica de Bultmann sigue latiendo el famoso problema de Les sing 6como puede manifestarse la eternidad de Dios en la historia cambiante de los hombres'' corno puede adquirir valor definitivo algo que se halla inmerso en la espiral de cambios del tiempo 9 Bultmann intentara responder a estas preguntas en su Historia ^ escatolo^ia (1957) de la que luego trataremos evocando tambin a otros autores interesados por el tema como O Cullmann J Moltmann > W Pannenberg Planteamiento sistemtico en J de Kesel Le Refus de l objecti vation Une interpetation du probleme du Jess historique che; Rudolf Bultmann AnGreg 221 Roma 1981

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1945. Pareca que la lucha y barbarie eran de otros, de los pobres salvajes del entorno lejano. La Europa cristiana haba alcanzado madurez y paz eterna. Pues bien, en contra de esa impresin de paz eterna, se elevaba Jess como profeta apocalptico, ofreciendo un mensaje de juicio y fin del mundo. Estos son los dos autores que ms han contribuido a expandir esta visin. -J. Weiss (1863-1914). hijo de B. Weiss antes citado, public el ao en que Khler haba publicado su libro sobre el Jess histrico y el Cristo de la fe, un trabajo clave, titulado El mensaje de Jess sobre el Reino de Dios (Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes, 1892), demostrando, de un modo sencillo y convincente, que Jess no se haba preocupado de anunciar la bondad de la razn humana, ni el despliegue eterno del reino de las almas buenas, ni la paternidad genrica de Dios. El fue ms bien un profeta apocalptico judo, que anunciaba en nombre de Dios algo que los cultos europeos no estaban preparados para or: llega el juicio de Dios, el fin del mundo! Era como si Jess volviera a la raz ms oscura del oscuro judaismo, ahora incomprensible45. -A. Schweitzer (1875-1965) avanz en esa lnea, escribiendo una Historia (critica) sobre la investigacin de la vida de Jess (Geschichte der Leben-Jesu Forschung, 1906 y 1913). donde pasaba revista a las vidas de Jess de los siglos XVIJ] y XIX, demostrando que los buenos y sabios exegetas ilustrados haban proyectado sobre l sus propios presupuestos, sus mitos e ideales, sus deseos o sus miedos. Jess haba sido para ellos un pretexto, una especie de fondo sagrado donde haban podido ir aplicando sus esquemas religiosos y sociales. De esa forma, A. Schweitzer coloc una especie de epitafio sobre la investigacin anterior sobre Jess; lo que haba parecido ciencia exegtica y literaria, triunfo de la racionalidad occidental, no era ms que proyeccin ingenua (e interesada) de los cultos europeos46. Este descubrimiento del carcter apocalptico de Jess, unido a la condena de la historiografa anterior constituye una verdadera revolucin hermenutica. Acababa as, de forma vergonzante (por interesada) y paradjica, la first quest, o primera investigacin sobre la historia de Jess. Weiss y Schweitzer no intentaban negar la historia de Jess, sino sustituir la falsa (de carcter moralista) por la verdadera, centrada en los aspectos apocalpticos. De hecho, el mismo Schweitzer ofreci en su obra una de las reconstrucciones ms impresionantes de la vida y fracaso de Jess, organizada desde una perspectiva de esperanza y fracaso escatolgico 47 . Pues bien, sus sucesores, recogiendo el carcter apocalp45 Como hemos dicho ya (cf. K. Barth-R. Bultmann, Bnefweihsel, 314). J Weiss fue profesor de Bultmann y comenz a dirigir su trabajo de investigacin para la licencia en teologa Bultmann mantuvo siempre con el una relacin familiar y amistosa Cf R. Bultmann. Johannes Weiss zum Gedachtms: ThBlatter 18 (1939) 242-246. 46. A. Schweitzer aplic a la investigacin exegtica sobre la vida de Jess los principios de la proyeccin religiosa que Feuerbach haba utilizado a) hablar de Dios en su Esencia del cristianismo. Los cristianos haban aplicado a Jess sus ideales y deseos, presentndole como soporte ideolgico de su propia visin de la realidad humana 47. A. Schweitzer pensaba que Jess haba compartido la esperanza apocalptica de Juan Bautista y otros profetas de su tiempo, aguardando la llegada inminente del Reino Se entendi a s

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tico de Jess, renunciaron a construir una imagen coherente de su vida, pensando que slo conocemos de ella algunas palabras aisladas y el hecho de su muerte. Todo lo dems es interpretacin pascual, mito helenista48. De aqu parte la exgesis del siglo XX. Sabamos, con Khler y Wrede, que la Biblia es un libro confesional, testimonio del mito de Cristo, aplicado a Jess. Pues bien, en contra de lo que pensaba Schweitzer, la vida de Jess resulta prcticamente desconocida. Todo lo que digamos de l son proyecciones. Haciendo de la necesidad virtud, R. Bultmann afirmar que eso es bueno, pues as no podemos canonizar ninguna vida de Jess. Lo que vale y nos salva no es su historia, sino el mensaje eterno de su pascua, el mito de la presencia y/o accin de Dios en nuestra vida. Weiss y Schweitzer haban descubierto el carcter apocalptico del mensaje de Jess, pero gran parte de los exegetas posteriores (entre ellos el primer R. Bultmann) desvirtuaron ese descubrimiento, interpretando la apocalptica de forma mtica o existencial, es decir, desligndola del sentido y meta de la historia. Hemos evocado ya este tema al tratar del comenso cristolgico (el Cristo de la fe se haba convertido en mito)49. d) Consenso sociolgico. Historia de las formas Los momentos anteriores pueden culminar y culminan en el mtodo de la historia de las formas, que puede y debe aadirse al de las fuentes, al que ya hemos aludido. Conforme a esta nueva perspectiva, los textos capitales del antiguo y nuevo testamento, ms que de la unin de documentos ya escritos (J, E, D y P en el Pentateuco; Me y Q en los sinpticos), son el resultado de una historia pre-literaria mucho ms rica y compleja, que est determinada por la vida de una sociedad que va descubriendo y creando sus propios relatos bsicos. Este descubrimiento bsico ha cambiado para siempre nuestra forma de mirar la Biblia. Ciertamente, hay textos creados ms directamente por escritores privilegiados, como Shakespeare, Cervantes o Goethe, aunque ellos mismos han utilizado ricas tradiciones anteriores. Pero los autores bblicos, tanto en el Pentateuco como en los evangelios, han recogido y redactado fielmente las tradiciones anteriores de sus comunidades culturales y religiosas.mismo como descendiente de David, mesas histrico, y pens que Dios le haba destinado para convertirse en Mesas celeste. Hijo del hombre, que vendr en las nubes para realizar el juicio universal Tras un primer tracaso (Dios no aval su anuncio de Reino) tuvo la certeza de que Dios quera hacerle Mesas, Hijo del hombre, a travs del sufrimiento su muerte sera principio del Remo Pero Jess muri y el Reino no vino Sobre ese fracaso de Jess se ha construido la Iglesia, empeada en mantener su mensaje de moralidad, convertido en mito sacral, sobre el mundo 48 Parte de la obra de Schweitzer ha sido traducida con el titulo Investigacin sobre la vida de Jess, Edicep, Valencia 1990 Para mejor conocimiento de su vida e influjo, cf G Seaver, Albert Sch\\eit;er, el hombre \ su obia. Fabril. Buenos Aires 1964, S Neill, La interpretacin del nuevo testamento. EP. Barcelona 1967, 237-248, W Bremi. A Schweitzer, en H. J. Schultz (ed ). Tendencias de la teologa en el siglo XX, Studium, Madrid 1970, 173-180. 49 La discusin sobre la escatologa de Jess ha seguido abierta, determinando no slo la teologa del siglo XX. sino tambin nuestra visin de Jess y el evangelio Esquema bsico en G Theissen-A Merz, El Jess histrico, 276-280.

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Estos autores no han querido tener autoridad para crear nuevos relatos o ficciones, pues han escrito a partir de la riqueza cultural y religiosa de sus comunidades, esperando que ellas asuman como propios sus libros, cosa que han hecho De aqu se deriva una gran consecuencia en el fondo de los complejos narrativos y legales de la Biblia (Pentateuco, evangelios) emergen tradiciones y unidades literarias anteriores, que han tenido su origen e historia (evolucin) en la vida del pueblo hebreo o de la Iglesia, antes de ser intioducidas en sus libros por los evangelistas As lo han indicado tres exegetas muy cercanos a BultmannH Gunkel (1862-1932), vinculado a la escuela de la historia de las religiones, ha elaborado y aplicado las directrices bsicas de la historia de las formas al antiguo testamento, primero en su trabajo sobre las tradiciones sobre el origen y meta del tiempo (Schopfung und Chaos im Urzeit und Endzeit, 1895) y despus en su co mentarlo al Gnesis (1 a ed en 1901, 3 a ed muy revisada en 1910) En la base del actual Pentateuco (y de muchos salmos) emergen viejas sagas y leyendas, himnos sagrados y leyes de tipo cultual o sacra] transmitidas de viva voz Antes de ser literatura escrita, la Biblia fue tradicin oral textos repetidos, aplicados y recreados en los diversos contextos de vida (Sitz im Leben) del pueblo Haba, lgicamente. leyes para cumplirse en el mbito social y sacral, himnos para cantar en el culto, narraciones para recordar, leyendas para explicar el origen y sentido de una institucin, etc Por eso, antes de estudiarlas en la Biblia hebrea, debemos evocarlas y en tenderlas en su ambiente o contexto originario'' 0 -M Dibehus (1883-1947) publico en 1919 su obra programtica sobre La historia de las formas del evangelio^, que ha dado nombre a esta escuela Formgeschichte (= Historia de las formas) All analiza las formas evanglicas de un modo sinttico y constructivo, a partir de las necesidades de la predicacin cristiana Como vera quien lea el libro que estamos presentando, Bultmann se muestra en sintona casi total con Dibelms, tanto en la manera de valorar la tradicin como en la de interpretar muchos textos concretos Ciertamente, hay diferencia en la divisin de las formas (sobre todo al referirse a los paradigmas [Dibehus] y/o apotegmas [Bultmann]), pero ellas deben entenderse desde una fuerte coincidencia de conjunto, que luego indicaremos Sera bueno que el lector de este libro tome en su mano y consulte el de Dibehus para asi completar las perspectivas 12

50 Cf K von Rabenau, H Gunkel en H J Schultz (ed ) Tendencias de la teologa en el siglo XX 89-98 El mismo Gunkel aplico su estudio al nuevo testamento de un modo especial al Apocalipsis, como ha mostrado W G Kummel Das Neue Testament Geschichte der Erfor schung seinei Probleme 313-328 51 Original Die Formgeschichte des Evangehums La 6 a edicin (Mohr, Tubingen 1971) traducida al castellano por J M Daz Rodelas (Edicep-San Jernimo, Valencia 1984) lleva un epilogo de G Iber y un prologo de G Bornkamm 52 Se ha solido decir que Dibehus es mas tradicional y respeta mejor la historia de Jess mientras que Bultmann es mas critico, da la impresin de que Dibehus es mas eclesial y valora mas el mensaje de la primitiva comunidad cristiana, mientras que Bultmann es mas critico y des tructivo Por eso, muchos catlicos han recibido mejor a Dibehus (al menos en teora) recha zando duramente a Bultmann Aqu no podemos entrar en ese tema que requerira un estudio es

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-K. L. Schmidt (1891-1956) public ya de muy joven, el mismo ao que Dibehus (1919), un libro programtico sobre el entorno o contexto nanativo de la historia de Jess en Me (Die Rahmen der Gescluchte Je su), mostrando su carcter secundario, es decir, teolgico. As lleg, desde otra perspectiva, a los mismos resultados de W. Wrede: Me no es un libro de historia sobre Jess, sino una construccin teolgica, fundada en la fe de la Iglesia y/o en la capacidad narrativa del evangelista Para mostrar esto, analiz de un modo preciso las unidades de la historia de la pasin en Me, texto que tradicionalmente haba parecido histrico, en el sentido ms preciso de ese trmino. Pues bien, si el mismo Me es constructor y responsable de esa historia, el conjunto de los evangelios ser resultado de la redaccin de los evangelistas. Bultmann asume la tesis de Schmidt. tomndola como punto de partida de su reconstruccin de la historia de la tradicin sinptica^1. Es normal que el estudio de la tradicin sinptica se centre en los relatos de la pasin (Me 14-15), no slo por motivos literarios, sino por sus implicaciones teolgicas. Es aqu donde el recuerdo de Jess se ha expresado de manera, al parecer, ms unitaria y coherente; aqu se vinculan y refuerzan (o chocan entre s) las tradiciones sinpticas y la confesin mesinica (o mtica) de la comunidad helenista y especialmente de Pablo, que presenta la muerte de Jess como acontecimiento salvador. Pues bien, asumiendo el mtodo de Gunkel y avanzando en la lnea paralela de Dibelius y Schmidt, public Bultmann su primera edicin de la Historia de la tradicin sinptica (1921), preparada en sus aos anteriores de profesor en Giessen (1916-1920), que vendr a convertirse despus en lugar de referencia obligado de los estudios sobre los evangelios 14 . Tras casi cien aos de discusin y avance exegtico, los problemas bsicos siguen estando all donde los haban dejado Dibelius. Schmidt y Bultmann 11 .peciahzado Pero queiemos afirmar que esa opinin nos parece, al menos, mu) aventurada Ni Bultmann ni Dibelius advirtieron tales diferencias Es claro que ambos pueden y deben completarse, uniendo la visin de conjunto (Dibelius) y el anlisis concreto de formas y textos (Bultmann). G. Theissen, en el Epilogo incluido en este libro, ha comparado las formas de Bultmann y Dibelius. de manera que aqu no debemos ya hacerlo En especial sobre Dibelius. cf W G Kummel, Das Nene Testament Geschichte der Erforschung semei Prbleme. 332-337. 442-450: Id., Dibehus ais Theologe. ThLZ 74 (1949) 129ss 53. Cf S Neill. La interpietacin del nuevo testamento, 292-296: W. G. Kummel, Das Nene Testament Geschichte der Erforschung seiner Probleme. 419-423. recuerdo emocionado y semblanza teolgico-exegetica en O. Cullmann. Karl Eudmg Schmidt 1891-1956, en Vortrage und Aufsatze. Mohr, Tubingen 1966. 675-682 (= ThZ Basel, 12 [1956] 1-9). 54 A las obras anteriores se podra aadir la de M Albertz. Die sxnoptischen Stieitsgesprache. Ein Beitiag zur Formgeschichte des Urchristentums. Berln 1921. y algunas otras Pero las citadas (Dibelius y Schmidt) bastan para situar y valorar rectamente la de Bultmann Estudio general en H Zimmermann, Los mtodos histrico-cnticos en el nuevo testamento. BAC. Madrid 1969. 131-232: K. Koch. Was ist Formgeschichte, Neuknchen-Vluyn 1974 Visin de conjunto, en E. V. McKnight. Was is Fonn Cnticism, Foitress, Philadelphia 1969: A. Piero-J Pelez, El nueio testamento. Intioducan al estudio de los prime)os escritos rustanos. El Almendro, Crdoba 1995. 367-387. 55. Significativamente, el trabajo de Schmidt sigue estando en la base del estudio y controversia reciente sobre la ti adicin y redaccin de los evangelios. Bultmann comparti su manera

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De esta forma culminan en lnea social los tres consensos anteriores (literario, cristolgico y apocalptico). Hemos dicho ya que, en un momento determinado, al acabar la guerra, Bultmann sinti la atraccin, incluso poltica y casi religiosa, del socialismo, entendido como experiencia de vinculacin suprapersonal interhumana, aunque su teologa posterior destacar el aspecto personal y solitario (protestante?) del encuentro con Dios. Pues bien, aquella experiencia social influye de manera decisiva en su manera de entender la historia de las formas. La historia personal de Jess queda al fondo, como en sombra y se acentan las formas o unidades socio-literarias de los evangelios, como puerta de acceso a la historia y vida de la Iglesia primitiva: la comunidad palestina antigua sigue viviendo y transmitiendo el mensaje moral de Jess; la helenista le interpreta como Cristo y Seor, como presencia salvadora de Dios, figura divina que los fieles veneran y acogen en el culto. De ese modo se vinculan unos textos literarios, hipotticos en su divisin y comprensin actual (apotegmas y logia de Jess, palabras profticas y apocalpticas, parbolas y relatos de milagros...), con la hiptesis histrico-teolgica de la divisin de comunidades cristianas antiguas (una proftica, otra mtica). La manera de relacionar ambas hiptesis resulta fascinante, pues nos va introduciendo paso a paso, texto a texto, en lo que pudo ser la vida de los cristianos ms antiguos. Pero no podemos olvidar que se trata de una doble hiptesis, de un trabajo frgil, aunque siempre necesario, de divisin y ordenacin de materiales y reconstruccin histrica. Bultmann conoce bien la riqueza y limitaciones de su mtodo, de manera que en los momentos fundamentales de su exposicin se muestra cauto y reservado, como al destacar la necesidad de conocer mejor el sentido y amplitud de la comunidad judeo-helenista donde se vinculan las posturas de cristianos palestinos y helenistas56.de entender la pasin de Marcos, afirmando, de manera provocativa, que no sabemos casi nada sobre la razn ltima y el modo real de la muerte de Jess; temas que resultan secundarios, pues la fe no se afirma en ellos, sino en la confesin pascual, expresada en el misterio supra-histrico de la revelacin de Dios en la pascua cristiana. Avanzando de manera consecuente en esa lnea, B. Mack, A Myth of Innocence: Mark and Christian Origins, Fortress, Philadelphia 1988, y J. D. Crossan, Jess. Vida de un campesino judo, Crtica, Barcelona 1994, tendern un silencio total sobre la muerte de Jess: sabemos que muri, pero ignoramos cmo; probablemente fue arrojado a la fosa comn, no podemos decir nada de su entierro y pascua, temas que han sido creados por la Iglesia. Por eso, la fe cristiana debe separarse de las narraciones de la muerte de Jess, con sus discursos sacrificiales o mticos sobre la entrega expiatoria. Ofrecen una perspectiva histrica distinta, ms cercana a la tradicin antigua de la Iglesia, R. E. Brown, The Death of the Messiah (2 vols.), Doubleday, New York 1994, y J. P. Meier. A Marginal Jew (3 vols.), Doubleday, New York 1991-1996 (= Jess, un judio marginal, EVD, Estella 1998). Tambin G. Theissen, Colorido local y contexto histrico de los evangelios, Sigeme, Salamanca 1997, 145223, postula una tradicin y redaccin temprana para la historia de la pasin; cf. Id., El Jess histrico, 451-618. Tras cien aos de escepticismo histrico, empezamos a plantear las cosas de un modo distinto. 56. Este ha sido, como dir G. Theissen, un campo de investigacin fecunda. Cf., por ejemplo, F. Hahn, Christologische Hoheitstitel. Ihre Geschichte imfrhen Christentum, FRLANT 83, Gttingen 1962

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El anlisis formal del evangelio nos permite comprender mejor la Iglesia. Pero, al mismo tiempo, el estudio de Iglesia (en sus diversos momentos), desde la muerte de Jess hasta la redaccin de los evangelios, nos permite comprender la historia de la tradicin sinptica. Evidentemente, estamos dentro de un crculo hermenutico que es positivo y necesario57. Pero aqu no podemos estudiarlo con mayor detalle. Tenemos que pasar al libro de Bultmann (editado en 1921 y reeditado en 1931). Ha sido y sigue siendo un libro vivo, como G. Theissen demuestra en el eplogo y final de este volumen. Para entenderlo mejor en su contexto estudiar la vida y pensamiento de Bultmann entre 1921 y 193158. 4. Bultmann telogo. Tradicin evanglica e identidad de Jess Las fechas anteriores (1921-1931) son centrales, no slo en la cronologa del libro (primera y segunda edicin), sino en la historia creyente y teolgica de Bultmann. Hasta ahora hemos visto su origen liberal, a la luz del pensamiento del siglo XIX. Ahora evocamos los momentos centrales de su maduracin filosfico-religiosa. Partiremos de la divisin que Bultmann establece entre las dos comunidades cristianas ms antiguas (1921); evocaremos despus su conversin o entrada en el grupo de los telogos dialcticos (1924); presentaremos su nueva visin de Jess (1926) y, finalmente, nos ocuparemos de su interpretacin existencial del evangelio (1930). Son los aos ms felices y creadores de su estancia como profesor en Marburgo59.

a) Primera edicin (1921). Iglesia palestinense y helenista Slo hay un modo de entender el libro: leerlo de manera personal, recorriendo con ayuda de Bultmann los diversos momentos de la tradicin evang57. En la raz de la valoracin creadora de las comunidades, que Bultmann presenta como responsables del surgimiento cristiano, puede haber una mezcla de romanticismo que exalta los valores del pueblo (Volkgeist) y socialismo que acenta la funcin de la colectividad (cf. el trabajo ya citado. Religin und Sozialismu.s: Sozialistische Monatshefte 28 [1922] 442-447). El desarrollo posterior de la historia de las formas ha descuidado ese tema que ahora, tras casi cien aos, vuelve a estar en el centro de las discusiones teolgicas, no slo en el campo exegtico (surgimiento de los evangelios), sino en el de la organizacin y disciplina eclesial. La misma identidad del cristianismo est vinculada a la revelacin y despliegue de una comunicacin gratuita entre los humanos. Por eso. la historia de las formas constituye un momento central de la historia de la comunicacin cristiana, en sus tiempos fundantes. 58. Para un panorama actual de la historia de las formas, adems de obras antes citadas, cf. J. Barton-V. K. Robbins. Form Criticism. en ABD II. 833-844: J. S. Kselman-R. D. Witherup, Modern New Testament Criticism. en New Jerome Bihlical Commentary, Chapman. London 1993. 1130-1145: R. E. Brown-S. M. Schneiders. Hermeneutics. en ihid., 1145-1165; C. L. Blomberg. Form Criticism, en Dic. of Jess and the Gospels. IVP. Leicester 1992. 243-250; J. Muddiman, Form Criticism. en Dictionarx of Bihlical Interpretaran. SCM. London 1994. 240-243. 59. Cf. K. Barth-R. Bultmann. Briefwechsel. 315.

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hca, desde los a p o t e g m a s a la historia de la pasin C o n lo ya dicho, el lectoi sabr situarse ante los t e m a s Pero ser b u e n o que no e m p i e c e por las hiptesis, q u e lea y se deje enriquecer por los textos del evangelio, m s que por los juicios que B u l t m a n n formula De todas formas, tendr que c o n o c e r bien la hiptesis de las dos primeras c o m u n i d a d e s cristianas que B u l t m a n n distingue de forma constante -Iglesia judeotnstiana Jess y los cristianos ms antiguos, de la comunidad palestinense (hebrea), formaban segn Bultmann una secta al interior del judaismo Ciertamente, ellos haban proyectado sobre Jess ciertas visiones de tipo apocalip tico (Hijo del hombre futuro, fin del tiempo), pero ellas deben entenderse como re vestimiento simblico, determinado por su contexto cultural En si misma, la primera Iglesia era una especie de asociacin moral de buenas personas, reunidas por el recuerdo de Jess Esos cristianos premiticos seguan transmitiendo las palabras mas significativas de Jess, llenas de la cercana del reino de Dios y de una tuerte experiencia de libertad legal y de confianza ante Dios, pero quiza incluan entre ellas algunas que podan haber sido pronunciadas por otros sabios y profetas se mejantes de aquel tiempo Ellos recordaban tambin algunos gestos ejemplares, sa nadores, de Jess cuya memoria aparece vinculada a la curacin de los enfermos Posiblemente lamentaban su muerte violenta, aunque era poco lo que podan contar acerca de ella Parece claro que esperaban encontrarle de nuevo en la resurreccin final, mas an, algunos afirmaban haberle visto ya como resucitado, aunque estas afirmaciones resultan secundarias, difciles de controlar En conjunto, las tradiciones que evocan esta imagen de Jess pueden provenir y en parte provienen de la Iglesia palestina 60 -Iglesia helenista En un momento dado, siguiendo el ejemplo de otros grupos judos que buscaban proslitos entre los paganos, empujados por la discusin con otros judos, menos favorables a Jess, y tambin por la presin de las circunstancias favorables, algunos cristianos antiguos extendieron su mensaje y presentaron su figura entre creyentes religiosos del entorno helenista, obteniendo as unos resultados sorprendentes Estos, los nuevos convertidos de cultura helenista, acogieron de manera creadora la figura de Jess y as la recrearon, interpretndola de forma mtico-religiosa, como revelacin salvadora de Dios De esa forma, los datos anteriores se entendieron en un nuevo paradigma cultural y religioso. Los cristianos helenistas ya no estaban condicionados por la visin de un Dios puramente lejano (separado de los hombres), ni entendan la religin como cumplimiento de unas buenas leyes morales, sino que interpretaban a Dios como principio sacral de la realidad que se revela a travs de unas figuras divinas trascendentes que reciben culto religioso y pueden salvar a los humanos No tuvieron dificultad en entender a Jess como ser divino que se revela a los humanos, muriendo por ellos y resucitan60 Ser bueno que el lector vaya destacando en su lectura del libro (quiza con lpiz rojo) aquellas tradiciones y textos que Bultmann atribuye a la Iglesia palestina, formando asi su propia imagen de la historia primera de los cristianos Al cabo de un tiempo mediado el libro el pro po lector se podra sentir capaz de ir distinguiendo los estratos de la tradicin sinptica y de la historia de Jess comparndola con aquella que ofrece Bultmann De esa forma lograra que este libro se le vuelva un texto personal y vivo sobre la historia de los evangelios

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do despus para salvarles. De esa forma transformaron lo que era ecuerdo humano de Jess y cumplimiento moral de su mensaje, en culto religioso de tipo mtico. No se limitaron a divinizar a Jess (haba ya otros dioses y misterios), sino que hicieron algo absolutamente novedoso en la historia de la humanidad: identiticaron al d i s t o salvador divino con el mismo Jess de Nazaret, profeta crucificado. Por eso recrearon en forma sacral (mesinica, divina) algunos aspectos de su historia, vinculando los dos mundos, el hebreo y helenista, la moralidad de Jess y el misterio del Kyrios Ellos, los cristianos helenistas, son los responsables del tono y sentido sacral de! evangelio61. De manera consecuente, siguiendo su proceso exegtico, Bultmann ha colocado la ruptura o novedad cristiana en el paso de la comunidad palestinense a la helenista. Ciertamente, l sabe que hay rasgos de novedad anterior: la misma vida de Jess ofrece motivos distintos y parece abrirse ya a la novedad del cristianismo. Por otra parte, el mensaje y vida de Jess ha sido recreado ya en una comunidad judeohelenista donde se vinculan elementos judos y griegos, que marcarn desde ahora la identidad del evangelio. Pero la novedad estrictamente dicha, el nacimiento del cristianismo y de la Iglesia, se identifica con la interpretacin helenista de la vida de Jess, que aparece ya en la tradicin anterior y culmina en Marcos. Recordemos lo ya dicho sobre la creatividad social y religiosa de la Iglesia. Ella, la ms antigua comunidad helenista, vinculada a Pablo, ha re-interpretado el mensaje y figura de Jess, viniendo a entenderle como Mesas y Kyrios, Hijo de Dios y ser divino. Unos desconocidos helenistas, cuyos nombres ignoramos, han sido los creadores del cristianismo, al interpretar la resurreccin juda de Jess (ha culminado su camino en Dios, volver al fin de los tiempos...) en formas sacrales y ontolgicas: est en Dios, como ser divino que puede liberar (ha liberado) a los humanos de la muerte. Evidentemente, Bultmann no ha dicho nunca que ese proceso sea falso o mentiroso: los helenistas no han querido engaar a los dems con su mensaje, sino que estn convencidos de que han descubierto la ms honda verdad de Jess, que se encontraba antes oculta, y as la presentan. Es evidente que Dios ha podido hablar por ellos, es posible que sean los hermeneutas ms profundos del evangelio, al vincular en la figura de Jess, de un modo genial, las dos mayores tradiciones religiosas de la antigedad occidental: la hebrea (expresada en el mensaje moral y la figura humana de Jess) y la helenista (aportada por los nuevos creyentes de origen pagano de la Iglesia, que descubren y cantan a Jess como divino). Los elementos ya existan, pero slo ahora se vinculan y fe61. Tambin en este campo, ser bueno que el lector anote y unifique los lugares donde Bultmann aplica el mito helenista a la figura y tradicin de Jess, obteniendo as una visin general del tema La discusin sobre el mito e Iglesia helenista, en cuanto distinta de la hebrea, se ha vuelto inabarcable Las cosas han cambiado poderosamente desde Bultmann, como indica, por ejemplo, M. Hengel, Judentum und Hellenismus, WUNT 10, Tubmgen 1973 Visin de conjunto, con amplia bibliografa, en H. D. Betz, Hellemsm, en ABD III, 127-135. R. Trevijano. Orgenes del cristianismo, PT 3, Salamanca 1995, 59-89

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cundan las dos tradiciones, suscitando as el milagro religioso de occidente, el cristianismo62. El catalizador de esa unin sorprendente ha sido Jess, a quien los hebreos han visto como hombre-profeta y los helenistas como Dios-humanado: como exegeta experto en el anlisis de textos, Bultmann ha estudiado el aspecto moral (sapiencial) de las tradiciones que evocan y recrean la figura y mensaje de Jess profeta; como experto en historia de las religiones, ha podido valorar los rasgos divinos del Cristo helenista. Ciertamente, Bultmann ha sabido reconocer el carcter hipottico de su intento, los puntos ms oscuros de su reconstruccin de los orgenes cristianos: el relato de la muerte de Jess, la experiencia pascual, la identidad de la comunidad judeo-helenista... Pero en conjunto se ha sentido seguro y ha podido trazar, partiendo de las breves tradiciones literarias de la Iglesia (apotegmas, logia, profecas, historias de milagros, leyendas, historias de pasin y pascua...), una visin coherente del proceso general de la tradicin cristiana, partiendo de Jess, pasando por la Iglesia palestinense, hasta llegar a Iglesia helenista y a la redaccin actual de los evangelios. As lo recoge su obra de 1921.

b) El crepsculo de los dioses (1924). Bultmann y la teologa dialctica En 1917 Bultmann hablaba del mito helenista de Cristo crucificado y victorioso como signo de victoria final de Dios (de la humanidad futura) sobre los males actuales de la historia63. Aos despus (1920) pens que el mito de Cristo se haba quiz vaciado: estamos enfermos y Cristo no puede curarnos; necesitamos otros signos religiosos, otras figuras sagradas que nos hagan capaces de asumir y crear el destino64. Todo nos permite suponer que en el momento de la redaccin final y publicacin de su Historia de la tradicin sinptica (1921) Bultmann segua profundamente escptico ante la creatividad moral de Jess y el valor salvador del mito helenista de Cristo. Por eso, sera necesario inventar un nuevo mito que nos hable internamente, que nos permita descubrir el verdadero misterio de la vida, permitindonos hallar otro camino. Jess pudo ayudarnos antao. Pero ahora, en contra de lo que pretenden los nuevos telogos como K. Barth y F. Gogarten, puede suceder que no nos sirva:62. Esta visin, quiz un poco simplista, de la unin de las dos tradiciones culturales y religiosas de occidente, sigue planteando un reto grande, no slo a los investigadores de las religiones, sino a los mismos pastores de la Iglesia cristiana, enfrentados con la validez y permanencia de la veritas graeca dentro de ella. Desde aqu ha de entenderse el mismo programa pastoral de la desmitologizacin de Bultmann, que despus evocaremos. 63. Cf. Vom geheimnisvollen und offenbaren Gott: Christliche Welt 31 (1917) 578. 64. Cf. Ethische und mvtische Religin im Urchristentum: Christliche Welt 34 (1920) 725731, 734-743. especialmente 741. Desde esa perspectiva juzga vano el intento de Barth de actualizar el mito de Jess, en su primer comentario a Romanos (1919), como he sealado en Bultmann v Barth intentan comprenderse. Anotaciones en torno al epistolario mantenido entre Barth y Bultmann: Dilogo Ecumnico 27 (1972) 275-320.

Prlogo a la edicin castellana

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no nos diga, ni resuelva nada 65 . Por eso, su primera edicin de la obra es propia de un escptico, que no cree en Jess, ni en el mito eclesial de Cristo. Bultmann piensa que Jess ya no sirve de modelo y Cristo no responde a nuestras preguntas. Pero la situacin cambiar en los aos siguientes y Bultmann podr exponer y expondr un paradigma diferente para entender la vida y mito de Jess, el Cristo. En este cambio ha sido importante el influjo de Barth, cuya 2.a edicin de Romanos (1922) 66 Bultmann ha ledo y comenta en una larga recensin 67 . -Barth afirma que Dios y el mundo, eternidad y tiempo, se han unido para siempre en Jesucristo. No importan ya los gestos o palabras separadas de Jess, sino su vida entera que culmina en la obediencia de la muerte, para ser asumida por Dios en la resurreccin. Por medio de Jess, el mismo Dios ha penetrado en nuestro tiempo. Quien acepta en fe ese juicio y don de Dios en Cristo es hombre nuevo, es un cristiano. -Bultmann acoge con atencin los argumentos de Barth, aunque, al final, responde que no entiende. Barth hace a Jesucristo mediador, lugar de encuentro en