Historia de Las Colecciones Historia de Los Museos

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Asensio, Lira, Asenjo & Castro (Eds.) (2012) SIAM. Series Iberoamericanas de Museologa.Vol. 6.

SIAM

SERIES DE INVESTIGACINIBEROAMERICANA EN MUSEOLOGA

Ao 3. Vol. 6.

Historia de las Colecciones, Historia de los Museos

Asensio, M., Lira.S, Asenjo, E. & Castro, E. (Eds.)

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SIAM

SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA EN MUSEOLOGA

Ao 3

Universidad Autnoma de Madrid

2012

Mikel Asensio (Editor principal)

Elena Asenjo (Editora asociada)

Yone Castro (Editora asociada)

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Diseo y Desarrollo del SIAM

Laboratorio de Interpretacin del Patrimonio de la Universidad Autnoma de Madrid

Instituciones colaboradoras:

Universidad Autnoma de Madrid

Facultad de Psicologa de la Universidad Autnoma de Madrid

Internacional Council of MuseumsComit Espaol del Consejo Internacional de Museos

de toda la serie 2012: Mikel Asensio. de los captulos: los autores de la portada: Museo Nacional de Artes Decorativas.ITZIAR BEDA (Maquetacin de textos)ISBN: 978-84-695-6668-8 (Obra completa)

Asensio, M., Lira, S., Asenjo, E. & Castro Y. (Eds.) (2012): Historia de las Colecciones, Historia de los Museos. Series de Investigacin Iberoamericana de Museologa. Ao 3., Volumen 6.Versin digital en: http://www.uam.es/mikel.asensiohttp://www.uam.es/mikel.asensio

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SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA EN MUSEOLOGA. Ao 3.

Volumen 1: Gestin de colecciones: documentacin y conservacin.

Volumen 2: Museos y Educacin.

Volumen 3: Gestin de Audiencias.

Volumen 4: Nuevos museos, nuevas sensibilidades.

Volumen 5: Colecciones cientficas y patrimonio natural.

Volumen 6: Historia de las Colecciones e Historia de los Museos.

Volumen 7: Criterios y Desarrollos de Musealizacin.

Volumen 8: Museos y Arquitectura.

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Ao 1

http://ler.letras.up.pt/site/default.aspx?qry=id03id1319&sum=sim


Ao 2

http://www.icofom-lam.org/documentos.html


Ao 3

Versin digital en: http://www.uam.es/mikel.asensio

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SIAM

SERIES DE INVESTIGACIN

IBEROAMERICANA

EN MUSEOLOGA

Ao 3. Volumen 6.

HISTORIA DE LAS COLECCIONES E HISTORIA DE LOS MUSEOS.

Mikel Asensio (Editor principal)Sergio Lira (Editor invitado)

Elena Asenjo (Editora asociada) Yone Castro (Editora asociada)

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ndiceAo 3, Volumen 6: Historia de las Colecciones e Historia de los Museos.

Introduccin a las Series de Investigacin Iberoamericana de MuseologaMikel Asensio Introduccin del editor invitado. Sergio Lira

Da exibio inspirao: o projeto de reviso museogrfica do museu da Escola de Belas Artes da Universidade Federal do Rio de Janeiro.Marize MaltaO Museu Paulista e a escrita da histria de So Paulo: acervos em narrativas, na administrao Affonso Taunay, 1917 1945.Vera Lucia Nagib BittencourtA revoluo de Figueiredo museologia e investigao em Portugal (1911 1937).Joana BaioMuseus e colees em perspectiva histrica: as primeiras dcadas do Museu Julio de Castilhos, Rio Grande do Sul, Brasil.Zita Rosane Possamai Museu De Arte Contempornea/ Museu Do Chiado 100 Anos De Histria.Raquel Henriques Da Silva Fontes para a Histria dos Museus de Arte em Portugal.Luis Filipe Da Silva Soares Exposies: construir a histria da arte (1957 1961).Leonor De Oliveira Adaptao do Mtodo Prosopogrfico para Construo de Trajetrias de Colees de Objetos.Maria Alice Ciocca De Oliveira y Marcus Granato Museu da Misericrdia, Museu da Cidade?Daniela Dos Santos y Jos Lus Neto Joo Rodrigues da Silva Couto e a inovao museolgica em Portugal no sculo XX (1938 1964)Madalena Cardoso Da Costa As colecoes de arqueologa e antropologa do museu de historia natural da universidad do porto.M Jos Cunha Arte contempornea e as instituies de arte: impasses histricos.Ana Maria Pimenta Hoffman

Relacin de Autores.

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Introduccin

A las Series de Investigacin Iberoamericana de Museologa

Mikel Asensio Universidad Autnoma de Madrid

Editor Principal del SIAM

Doscientos aos despus del nacimiento del maestro, pocas palabras como las de Dickens resumen mejor la labor de edicin que trata de dar algo ms de luz a las propuestas y discusiones que otros presentaron. A lo ojos de cualquier ciudadano, los especialistas de la museologa, como los de cualquier otra rea del saber, debemos ser como aquellos tiernos extravagantes del club Pickwick, que se dedicaban a curiosas actividades, algo excntricas, que parecan tener sentido solo para ellos mismos. Nuestras aventuras intelectuales no suelen ser ms que un divertido viaje compartido en compaa de algunos colegas ms o menos comprensivos, con quienes nos ocurren no pocos avatares que de nosotros depende convertir en apasionantes.

The first ray of light which illumines the gloom, and converts into a dazzling brilliancy that obscurity in which the earlier history of the public career of the immortal Pickwick would appear to be involved, is derived from the perusal of the following entry in the Transactions of the Pickwick Club, which the editor of these papers feels the highest pleasure in laying before his readers, as a proof of the careful attention, indefatigable assiduity, and nice discrimination, with which his search among the multifarious documents confided to him has been conducted.The Posthumous Papers of the Pickwick Club, Dickens, Ch. (1836)

Versin digital en : http://www.uam.es/mikel.asensio

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Las SERIES DE INVESTIGACIONES IBEROAMERICANAS DE MUSEOLOGA son el fruto de uno de esos viajes, del trabajo y las discusiones de un conjunto de profesionales relacionados, en este caso, con los museos. Un curioso tipo de instituciones cada vez ms difcil de definir. En los ltimos aos, la corte mayor de esta curiosa repblica, que recibe el nombre de ICOM, y que como su nombre casi indica en ingls, es un icono de su uso y funcin, ha ido aumentando la yuxtaposicin de adjetivos necesarios para definir la tipologa de estos extraos seres sociales. A la par, se han ido, por una parte, diversificando sus funciones sociales y, por otra, perfilando sus funciones institucionales en una progresiva inmersin en la especializacin de las distintas disciplinas relacionadas con su misin ltima de preservacin del patrimonio, como compleja en la comunin de la mirada de sectores implicados.

Las series pretenden aportar una instantnea de la reflexin que sobre la propia prctica musestica, museolgica o museogrfica, son capacees de hacer los propios implicados en las experiencias que se describen, sea en clave profesional o en clave acadmica. Por ende, en estas series recogemos las producciones de dos mbitos culturales y lingsticos, los de lengua portuguesa y castellana, que no son los habituales en las revistas peridicas internacionales, en su mayora ejerciendo una frrea dictadura anglfila.

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Seleccin de trabajos para las SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA DE

MUSEOLOGA.

Los trabajos presentados en este volumen han pasado dos procesos consecutivos de seleccin. El primer filtro, compuesto de un comit cientfico1 , quienes hicieron una primera evaluacin y sleccin de los manuscritos. Esta evaluacin por pares se hizo al menos por dos de los miembros del comit recurriendo a un tercero en caso de desauerdo. De un conjunto de 207 propuestas, en dos cortes complementarios y sucesivos, se dejaron 138 propuestas. Cada uno de estos manuscritos iniciales fue informado por al menos dos evaluadores independientes y en caso de desacuerdo se recurri a un tercer informe. A estas 138 propuestas se les pidi la versin definitiva.

El segundo filtro se realiz por un comit editorial, volviendo a evaluar la propuesta no solo a nivel formal sino tambin con sugerencias de contenido. De las 138 propuestas invitadas a presentar la versin definitiva, por diferentes razones de fondo y forma, se han descartado otras 20, finalmente han quedando finalmente 118 contribuciones.

1 Miembros del Comit Cientfico del SIAM:Mikel Asensio Brouard, Universidad Autnoma de Madrid.Ana Cabrera, Museo Nacional de Artes Decorativas. Alex Ibez Etxeberria, Universidad del Pas Vasco.Beatriz Stigliano, Universidade Federal de So Carlos. Bianca Gonalves de Souza, Faculdade de Filosofia e Cincias - FFC, Unesp/Marlia/SP. Camilo de Mello Vasconcellos, Universidade de So Paulo.Carmen Gloria Rodrguez Santana, Museo y Parque Arqueolgico Cueva Pintada. Helena Barranha, Instituto Superior Tcnico de Lisboa. Joo Teixeira Lopes, Universidade do Porto.Lcia Almeida Matos, Universidade do Porto.Maria Clara Paulino, Universidade do Porto.Marta Loureno, Universidade de Lisboa.Paula Menino Homem, Universidade do Porto.Pedro de Alcntara Bittencourt Csar, Universidade de Caxias do SulPedro Casaleiro, Universidade de Coimbra.Pilar Caldera de Castro, Museo Nacional de Arte Romano. Raquel Henriques da Silva, Universidade Nova de LisboaTereza Scheiner, ICOM / UNIRIO. Roser Calaf Masachs, Universidad de Oviedo.

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Estructura de las SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA DE MUSEOLOGA Las series ni son ni pretenden ser un manual, tienen, por definicin, una capacidad reflexiva parcial, porque son un producto acumulado que no parte de un diseo global previo, sino que son un expositor del trabajo realizado. Tienen, por tanto, el valor de la ilustracin de la realidad en una disciplina como la museologa que es un conocimiento aplicado, una prctica en la accin y, en su caso, una investigacin orientada.

Las apreciaciones del comit cientfico han permitido agrupar las propuestas en nueve volmenes que responden por una parte a la distincin entre reas funcionales de la prctica museolgica, y por otra al nmero de propuestas presentadas a cada categora. Finalmente, las propuestas se han distribuido entre las siguientes temticas de una maneta ms o menos homognea.

PROCESO DE SELECCIN DE LAS PROPUESTAS

PROCESO DE SELECCIN DE LAS PROPUESTAS

Presentaciones de la primera versin 207

1 filtro / Comit Cientfico

Propuestas aceptadas 138

Propuestas rechazadas 65

Porcentaje propuestas rechazadas 33 %

2 filtro / Comit Editorial

Propuestas aceptadas 118

Propuestas rechazadas 20

Porcentaje (acumulado) propuestas rechazadas 57 %

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La edicin general de la totalidad de estos volmenes ha contado con el trabajo del editor principal y dos editoras asociadas: Elena Asenjo y Yone Castro, ambas dos, colaboradoras en diversas actividades e investigaciones en el INTERPRETLAB - Laboratorio de Interpretacin de Patrimonio de la Universidad Autnoma de Madrid (el laboratorio es una lnea de investigacin de la UAM que se dedica a temas de museos y patrimonio, ver:http://www.uam.es/mikel.asensio

Adems, cada uno de estos volmenes ha contado con la participacin de un editor invitado. Estas personas fueron seleccionadas por su actividad especfica en el campo de estudio y trabajo propio, por su especializacin en los problemas discutidos en cada uno de los volmenes. Estas personas, en su mayora, combinan su prctica profesional con la actividad acadmica, han tomado parte activa en reuniones internacionales sobre estos temas, incluido el contexto iberoamericano, y han participado en proyectos profesionales de diseo y desarrollo de proyectos de investigacin e innovacin en sus mbitos respectivos. Entre estos editores invitados hay cinco personas de habla portuguesa y cinco de habla castellana:

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Volumen 1: Gestin de Colecciones: documentacin y conservacin (10 propuestas). Editora asociada: Ana Cabrera, Museo Nacional de Artes Decorativas.

Volumen 2: Museos y Educacin (20 propuestas). Editora asociada: Carmen Gloria Rodrguez Santana, Museo y Parque Arqueolgico Cueva Pintada.

Volumen 3: Gestin de Audiencias (23 propuestas). Editora asociada: Pilar Caldera de Castro, Museo Nacional de Arte Romano. y Alex Ibez Etxeberria, Universidad del Pas Vasco.

Volumen 4: Nuevos museos, nuevas sensibilidades (22 propuestas). Editora asociada: Elena Pol, Interpretart.

Volumen 5: Colecciones cientficas y patrimonio natural (10 propuestas). Editora asociada: Alice Semedo, Universidade do Porto, y Bianca Souza, Universidade Paulista do Brasil.

Volumen 6: Historia de las Colecciones e Historia de los Museos (12 propuestas). Editor asociado: Sergio Lira, Universidade Fernando Pessoa

Volumen 7: Criterios y Desarrollos de Musealizacin (22 propuestas). Editora asociada: Dania Moreira, Universidad do Ro Grande do Sul.

Volumen 8: Museos y Arquitectura (9 propuestas). Editor asociado: Paulo Roberto Sabino, Universidades Federal deMinas Geais.

La prctica museolgica, como la mayora de los campos de conocimiento, se entiende cada vez ms como un escenario multidisciplinar donde progresivamente un mayor nmero de disciplinas aporta saberes complementarios para resolver los problemas de un mbito aplicado, que a su vez ha ido ganando en presencia e influencia social.

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El peso hoy del mundo de patrimonio y los museos es creciente por el reconocimiento de la importancia de su preservacin y puesta en valor en s mismo (como materialidad para futuras interpretaciones de las identidades colectivas), y como recursos instrumentales tanto a nivel socio-cultural (como procesos de-constructivos y re-creativos de memorias colaborativas y participativas) como educativo (escenarios de aprendizajes formales e informales), como econmico (importancia del turismo cultural, incorporacin general de la cultura como proceso productivo).

Origen de las SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA DE MUSEOLOGA.

Cuando un proyecto lleva ya unos aos de gestacin y desarrollo es difcil estable-cer su gentica. El ADN es memoria, pero la memoria no es un ADN inexactamente descifrable, ms bien es una reescritura dinmica dependiendo del actor y del momento, del contenido y hasta del pblico. Luis Garca Montero dice en su ltimo libro de poemas que la historia siempre pisa con tacn injusto, debe ser porque es un tacn lejano. Por eso, para tratar de no ser injustos sabiendo que lo seremos, hay que empezar a reconocer que estas series de investigaciones en museologa tuvieron unos antecedentes previos. En el ao 2009, la Universidad de Oporto convoc un primer Seminario de Investigacin Iberoamericano de Museologa con el objetivo de crear un espacio acadmico y cientfico de excelencia para la presentacin de investigaciones relacionadas con el mundo de los museos y sus prcticas. El xito de aquella primera edicin aconsej una segunda convocatoria que se celebr en Buenos Aires en 2010 con la colaboracin del ICOFOM. Desde la misma reunin en Oporto, la Universidad Autnoma de Madrid mostramos nuestro inters por organizar el tercer seminario en 2011. Existe igualmente la intencin de llevar el seminario de 2012 a Brasil.

La comunidad iberoamericana, tanto a uno como al otro lado del Atlntico, en fri-ca o en Asia, compartimos profundas races culturales que nos permiten una relacin privilegiada. En el mbito del Patrimonio y los Museos, lo mismo que en el de la docencia y la investigacin, existen una historia, unas prcticas y unos problemas comunes, que han venido permitiendo un dilogo comprensivo y colaborativo sobre nuestras realidades sociales, tanto desde los dos pases europeos hacia los pases americanos (con programas de colaboracin en formacin e investigacin tanto europeos como bilaterales), como entre todos los pases iberoamericanos con intereses y prcticas comunes en el mbito acadmico y profesional. Un patrimonio cultural compartido, una tradicin y unos lazos acadmico-formativos estrechos y un conocimiento e intereses comunes a nivel

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econmico, hacen tambin que la reflexin y la investigacin en mbitos como el museolgico estn mucho ms cercanos entre nosotros que con otras realidades histricas, sociales y econmicas como las que tradicionalmente se imponen desde el mbito anglosajn.

Finalmente, los seminarios de investigacin iberoamericanos de museologa estn pretendiendo ser espacios de colaboracin donde mostrar y compartir, donde discutir de manera rigurosa y documentada, donde llegar a conclusiones que sean transferidas a los colectivos y a la sociedad, generando redes de debate social y productos comunicables que sirvan de referencia (pginas web, blogs, publicaciones de las actas, los manifiestos y acciones). Dentro de estos productos se enmarcan estas series, que si bien tienen su origen en estos seminarios constituyen un proyecto independiente.

Misin de las SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA DE MUSEOLOGA.

Las series tienen como principal misin la de comunicar entre los actores del mun-do profesional y acadmico la situacin actual de la museologa iberoamericana. Como objetivos ms especficos est la profundizacin de la reflexin y de las prcticas de investigacin relacionando diferentes disciplinas y perspectivas, participando activamente en la construccin de una comunidad de prcticas que apoye la discusin y el desarrollo de proyectos de investigacin comunes. Se entiende la prctica museolgica como un saber aplicado que precisa igualmente de un desarrollo acadmico y de investigacin, de un desarrollo profesional y de un desarrollo de los contextos de gestin pblica y privada. Estos tres mbitos estn cada vez ms cercanos e interconectados y precisan del mismo nivel de rigor cientfico, reflexin crtica, responsabilidad social y planteamiento sostenible.

Estamos convencidos de la que prctica en museologa debe estar sustentada en una investigacin orientada, que debe tener como primeros protagonistas al conjunto de profesionales que se mueven en los mbitos respectivos de los proyectos de museos. Sin duda, el sector productivo (que no exclusivamente comercial) de referencia de estos proyectos, como en toda investigacin orientada, debe jugar un papel fundamental. Pero tambin estamos convencidos de que es la universidad y los institutos de investigacin fundamental, los que pueden dar el contrapeso necesario para que las prcticas profesionales no se orienten excesivamente hacia los intereses legtimos, pero sesgados, de los sectores productivos. Especialmente en los ltimos aos, hemos vivido, muy particularmente en nuestras esferas sociales directas, una clara prdida de conciencia respecto a la sostenibilidad de los proyectos.

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Una sostenibilidad no solamente econmica, por ms que ste sea el aspecto ms saliente en estos tiempos, sino tambin patrimonial o profesional. Por poner algunos ejemplos menos reflexionados que otros, podramos citar los problemas actuales del patrimonio etnogrfico, en el que aparecen numerosas manifestaciones populares cristalizadas mediante insuficientes (cuando no, inexistentes) investigaciones de campo y rpidamente musealizados, que van a ser tomados como modlicos por la investigacin futura; o la desvirtualizacin de manifestaciones de creencias (siempre tan delicadas) por la incidencia de procesos de sobre-comunicacin o de falta de control de las cargas del turismo cultural. O, por ejemplo los procesos antinaturales de seleccin de obra artstica contempornea, en la que la profusin excesiva de centros, est provocando que nunca antes se haya consagrado tanto obra y de tan dudosa calidad. Por no citar los problemas de las colecciones cientficas injustamente desplazas por la fascinante disneyzacin de las exposiciones de los centros de ciencia, que superficializan el discurso hasta perder el referente, no ya de la cultura material, lo que sera de por s muy grave para nosotros, sino de todo concepto cientfico en aras de un aprendizaje informal mal entendido.

Por contra, la investigacin siempre se ha beneficiado de la colaboracin entre los museos y los especialistas universitarios, obviamente no sin excesos y problemas. Esta colaboracin se basa en una sinergia de dos aspectos aparentemente antagnicos, pero en el fondo complementarios: de una parte, la colaboracin se hace ms imprescindible a medida que las disciplinas de referencia se van complejizando de manera notable, tanto que resulta muy difcil a los profesionales de los museos mantenerse al da de todos estos cambios (de no apoyarse en la universidad, la nica fuente de informacin de los profesionales es el mundo comercial que cuenta siempre con la ambigedad de la difcil separacin entre la divulgacin de la innovacin y su propio inters econmico); pero adems, la labor de los profesionales de los museos resulta en muchos casos de primera fila, tanto que su integracin y su comunicacin dentro del propio mbito acadmico resulta imprescindible para las propias lneas de investigacin cientfica. A pesar de la presin de la realidad, se mantienen muchas prcticas al margen de estos cambios hacia la interdisciplinariedad o hacia el partenariado de las lneas de investigacin. De aqu la importancia de divulgar adecuadamente las buenas prcticas.

Visin de las SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA DE MUSEOLOGA. Nuestra principal sensibilidad ha sido la de profundizar en un concepto inclusivo de muliticulturalidad. Las series suponen crear un escenario diverso donde cada profesional pueda expresarse en su propio idioma y hacia su propio contexto y los

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espectadores debern hacer el esfuerzo por comprenderlo. Nuestro concepto de la globalizacin no es que todos tengamos que expresarnos en ingls y aadirle ktchup. Preferimos que cada uno se exprese en su propia lengua y que le ponga a la vida la salsa que quiera, a poder ser diferente en cada lugar y que te cuente una historia sugerente y heterognea. Reclamamos una concepcin mucho ms respetuosa y en lnea con el propio concepto de patrimonio.

Por ejemplo, nuestra poltica lingstica es de no traduccin. Estamos convencidos de que tenemos la suerte de que toda persona culta de lengua portuguesa y castellana que haga un esfuerzo puede entender el otro idioma y que lo que pierde en comunicabilidad lo gana en autenticidad. De ah que en las series no nos hayamos planteado la traduccin (adems, personalmente, no creemos que sea posible. Una traduccin es una traicin de tal calibre y termina enmascarando el producto de tal manera, que acaba por crear una ilusin de comprensin que nada tiene que ver con el original). Las series estn editadas en edicin bilinge, en donde nos hemos permitido incluir unos resmenes en ingls para ayudar a los ingleses a superar su enorme limitacin en el aprendizaje de otras lenguas.

Las SERIES DE INVESTIGACIN IBEROAMERICANA DE MUSEOLOGA estn destinadas prioritariamente a investigadores, acadmicos y profesionales, que tengan el museo y sus contextos como objeto de estudio, desde cualquier dominio, disciplina cientfica o enfoque de investigacin, con la nica restriccin del rigor cientfico propio del mbito de Museos y Patrimonio.

Las series pretenden ser un activo y no un pasivo. Nuestra propuesta es que las series sean un entorno participativo que explore las posibilidades de su formato electrnico. El proyecto pretende que tras la publicacin electrnica de estas series se vayan generando una serie de actividades en lnea, que permitan la participacin y la interaccin entre los interesados, especialmente entre los autores y los lectores, pero tambin entre los propios autores y los lectores propios. Se suele decir en los medios literarios que el pblico ms activo es el de la poesa, ya que al leer este gnero el receptor tienen que poner mucho ms de su parte que el lector de una novela (que implica en sus formatos ms extendidos una lectura mucho ms descriptivista y superficial), por no citar al edpectador de los noticiarios, que suele limitarse a dejarse engaar plcidamente. Aspiramos a que nuestros receptores sean consumidores de poesa, se conmuevan con la lectura y participen en los distintos tipos de foros que propongamos al respecto y que, en suma, sigan aspirando a mejorar y mejorarse en el escenario-mundo del patrimonio.

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Las series tiene una actitud respetuosa con los autores y las reas de investigacin. La investigacin en museos es deudora de muchas reas de conocimiento, en ocasiones muy distantes entre s, que tienen tradiciones acadmicas y cientficas muy diversas. Lo que en unas reas es una virtud en otras se considera un demrito. En los plantemaientos generales, en donde en ciertas disciplinas la alta teorizacin se considera imprescindible y la aplicabilidad una consecuencia no necesaria, en otras se prima la operativizacin concisa e inmediata de cualquier propuesta. A su vez, en los niveles ms particulares, en cada disciplina hay unas costumbres a la hora de citar o a la hora de considerar lo que son los antecendentes de un trabajo. En la edicin hemos tratadod e respetar estos contextos, por ejemplo siendo muy respetuosos con la forma de las citas o de las bibliografas (renunciando a la homogeneidad para no imponer unas normas que seran habituales en unos contextos pero muy extraas en otros). Los nicos dos criterios por los que se han pedido cambios a los autores han sido el rigor cientfico y la claridad expositiva. Adems, la complejidad en una obra coral como est hace que la pretensin de homogeneidad a ms de probablemente no deseable, es difcilmente abarcable, dada la variedad y profundidad en campos muy diversos, por ello es imposible que los editores comprueben la veracidad de las afirmaciones recogidas por los autores en cada una de las contribuciones. Los autores son los responsables de lo que parece entre los pargrafos de sus artculos. En nuestra opicin, todos los autores son profesionales responsables, reconocidos como tales por las sociedad y por sus instituciones o empresas y por tanto su opinin y su modo de hacer y sus productos deben ser respetados. A partir de ah, su lectura es la oportunidad de cada cul para la opinin y la crtica.

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Una labor en aparcera.

Estas series han sido un trabajo conjunto. El concepto de Aparcera en castellano o parcera en portugus (a ms del de labor que se comparte con acepciones hermanas), define muy bien esta tarea que tenemos entre manos, de una parte tan etreamente intelectual y de otra parte tan tangiblemente mecnica. Una labor de este tipo no hubiera sido posible sin muchos compaeros de nuestro club particular.

Entre los agradecimientos, en primer lugar, tenemos que citar a la Universidad Autnoma de Madrid, al Vicerrectorado de Investigacin, a la Facultad de Psicologa, y a nuestro propio Departamento de Psicologa Bsica, cuyo apoyo constante en ste y en otros proyectos que tienen que ver con museos y patrimonio y en la cesin de espacios de actividad, fsicos y virtuales. En segundo lugar, hay que citar tambin el apoyo del comit estatal del ICOM (International Council of Museums) de UNESCO, que colabor con nosotros no solo en las labores de comunicacin y divulgacin, sino tambin en los contactos entre profesionales y en la representacin institucional. En tercer lugar, las Embajadas de Brasil y Portugal en Madrid contribuyeron en su momento al desarrollo de las reuniones que hicieron posible estas series.

Pero los agradecimientos ms sentidos siempre son a las personas, estas series no hubieran sido posibles sin la colaboracin de los colegas que han aportado generosamente sus propuestas para la publicacin. Igualmente a los miembros del comit cientfico y los editores asociados, que han desarrollado unas labores muchas veces ingratas y de incierta compensacin. Y por ltimo, este editor quiere mostrar su agradecimiento personal a las dos editoras asociadas sin las que hubieran sido imposibles las actividades sobre las que se basan estas series.

Em cada esquina um amigoEm cada rosto igualdadeGrndola, vila morenaTerra da fraternidade

Grndola, Vila Morena, Jos Zeca Afonso, 1971

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Introduccin a Historia de las Colecciones e Historia de los Museos

Sergio Lira

Universidade Fernando Pessoa-Porto

Editor invitado

Histria das coleces e histrias dos museus poderia parecer, numa viso apressada, uma temtica serdia, batida, debatida e rebatida, se no at exausto pelo menos j saciedade. Mas no: histria das coleces e histria dos museus uma rea de investigao perene, interessante e viva, como bem o demonstram os textos que agora se do estampa e, assim, ao pblico. Os estudos museolgicos contemporneos sobre a histria das coleces e sobre a histria dos museus tm respigado, tratado e apresentado dados e informaes essenciais para a compreenso do que so os museus hoje e para o caminho que lhes queremos apontar num devir prximo. Tais estudos permitem compreender a actual realidade museolgica, fundada numa (j) longa cronologia de alteraes, mutaes, evolues e permanncias. Essa compreenso, assim fundada, pedra angular de qualquer construo terica sobre a instituio museal contempornea, e pedra de toque de toda a avaliao museolgica ou museogrfica que se deseje fundamentada. Estamos, pois, perante uma rea de investigao de superior interesse e actualidade que congrega trabalhos de qualidade e significado eminentes, com os que seguidamente se referem.

Inicia o volume com o texto de Marize Malta, sobre o Museu D. Joo VI (Rio de Janeiro) e os seus quase dois sculos de alteraes e evolues. Conduz-nos a autora desde os primrdios da instituio (1816) at s profundas mudanas que ocorreram entre 2005 e 2008, anos em que o museu esteve encerrado para remodelao. A reabertura veio a mostrar um museu de nova feio, e tambm nova funo, menos preocupado com os aspectos expositivos e mais atido inspirao, que seja capaz de gerar, nas palavras de Marize Malta, um museu para ser estudado, vasculhado, repensado, revisitado e transformado a cada visita: um museu de inspirao..


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Vera Lcia Nagib Bittencourt apresenta-nos um olhar sobre a escrita da histria da cidade de S. Paulo na ptica do Museu Paulista, especificamente no consulado do seu Director Affonso de Taunay (1917-1945). Para esse perodo, analisa este texto a musealizao de acervos pessoais, com todas as implicaes de escolha, de deciso, de eleio do que se guarda e do que se despreza, do que institucionaliza e do que se descarta. Nesta perspetiva, a instituio museal participa activamente na prpria escrita da histria, porque selecciona o que se guardar e que se perder. A comemorao do centenrio da independncia no ter sido alheia a este processo, e, desta forma, o caso que nos dado por Lcia Nagib Bittencourt um caso de eleio para se compreender a dinmica de interveno das instituies museolgicas na prpria perpetuao de uma determinada narrativa da Histria.Entre 1911 e 1937 esteve frente do Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa Jos de Figueiredo. Sendo um dos mais importantes directores que este museu conheceu chegou a esse cargo aos seus 40 anos, e nele se manteve por pouco mais de um quarto de sculo. Joana Baio apresenta a actividade de Jos de Figueiredo enquanto director do Museu Nacional de Arte Antiga dando especial enfoque reorganizao que o Museu conheceu sob a sua batuta, numa constante tentativa de o valorizar enquanto local de investigao e de produo de conhecimento. Jos de Figueiredo pugnou pela reorganizao museogrfica dos acervos, exigindo para isso alteraes arquitectura do prprio edifcio e quebrando com algumas tradies de longa durao em Portugal no que respeita ao ordenamento das peas em museus de arte. Citou e seguiu o que se vinha fazendo em outros museus europeus, tornou as exposies mais atractivas e compreensveis e elevou o Museu Nacional de Arte Antiga ao lugar de exemplo nacional que manteve por longas dcadas.

O texto de Zita Rosane Possamai trs ribalta um museu que, nas prprias palavras da autora, pouco citado na bibliografia brasileira, malgrado a sua importncia e significado. Trata-se do Museu Julio de Castilhos (Rio Grande do Sul), criado em 1903. Este museu, originalmente concebido como uma instituio enciclopdica, mudou de feio nos anos 1920 e a autora prope-nos uma anlise dos significados desses distintos perodos e da mudana entre eles operada. Conduzindo o texto sempre balizado por outras realidades museolgicas Brasileiras coevas, Zita Rosane Possamai leva-nos atravs das dcadas de existncia deste museu, plasmando a recproca influncia entre a histria do Brasil e a instituio. Conclui afirmando ser ente um museu mutante: O museu, assim, pode ser vislumbrado como um microcosmo social que interage com um todo maior, nele atuando e dele sofrendo interferncia..

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O Museu de arte Contempornea/Museu do Chiado, criado em 1911 pela 1 Repblica, o objecto de anlise do texto de Raquel Henriques da Silva, que lhe segue o percurso at dcada de 1960. A autora advoga que este museu correspondeu a uma dupla inteno a de libertar espao para o Museu Nacional de arte Antiga, e a de eleger a pintura naturalista dos finais do sculo XIX. O texto apresenta ao leitor a gnese desta instituio, percorrendo alguns dos documentos que lhe deram origem e que lhe moldaram a feio e concluindo que este museu no foi filho primognito da poltica museolgica e cultural da Repblica, mas sim sub-produto do privilgio dado ao Museu Nacional de Arte Antiga. As controvrsias da destituio do seu primeiro director e os meandros polticos que tal encerra so tambm dissecados por Raquel Henriques da Silva que acompanha as novidades artsticas que o Museu recebe nas primeiras dcadas do sculo XX desaguando na direco de Diogo de Macedo e no refrescar, embora tmido, que tal significou. Termina o texto com a anlise da interveno do poder poltico com a nomeao de Eduardo Malta para director do museu e do catlogo para que Dulce Malta redigiu texto introdutrio. O anti-semitismo de tal texto dissecado por Raquel Henriques da Silva, numa anlise que nos leva s memrias da primeira metade do sculo XX na Europa. O Museu, sempre filho segundo permanece hoje ainda, provisoriamente instalado no ex-Convento de S. Francisco.

Lus Filipe da Silva Soares apresenta-nos no seu testo um projecto de investigao que almeja disponibilizar fontes para o estudo da histria dos museus de arte, em Portugal. Estabelecendo a importncia e a relevncia dos museus de arte, bem como as sua razes histricas significativamente recuadas, o texto aponta-nos a metodologia seguida no projecto bem como as fontes primrias que se pretendem disponibilizar, abordando as vrias tarefas que o projecto prev.

Leonor Oliveira parte da sua investigao de doutoramento, em curso poca de redao do seu texto, para analisar o papel das exposies no panorama artstico portugus de finais da dcada de 1950 e incios da seguinte. Trs, naturalmente, colao o papel desempenhado pela Fundao Calouste Gulbenkian (a partir de 1956) e o novo paradigma defende para a apresentao da arte contempornea em Portugal. Historiando a interveno da Fundao no panorama artstico nacional, e perspetivando as exposies realizadas, bem como o desempenho de alguns dos seus protagonistas, Leonor Oliveira disseca uma realidade cronologicamente curta mas de superior significado na histria da exposio e da museologia da arte em Portugal.

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Num texto pleno de originalidade, Maria Alice Ciocca De Oliveira e Marcus Granato propem-se adaptar o mtodo prosopogrfico construo das histrias de existncia de objectos museolgicos, em particular aqueles que constituem a Coleo de Objetos de Cincia e Tecnologia do Observatrio do Valongo, Rio de Janeiro. Observando as marcas que nesses objectos foi deixando o seu uso, os autores reconstituem os seus percursos e a sua entrada no domnio de peas de acervo museolgico; conhecem tambm a prpria formao da coleco e recolhem dados essenciais para a compreenso do ensino da astronomia no Observatrio: de facto, muitos destes objectos, fabricados nos sculos XIX e XX, foram usados em aulas prticas. O texto apresenta-nos ainda os pressupostos metodolgicos da investigao bem como alguns exemplos significativos do que foi possvel aprender relativamente construo da coleco de cerca de trezentos objectos.

Sob o ttulo de Museu da Miserocrdia, Museu da Cidade? Daniela dos Santos Silva e Jos Lus Neto lanam-nos no mago das disputas entre novidade e conservadorismo no Portugal dos finais do sculo XIX conduzindo-nos pelos meandros polticos, ideolgicos ou meramente contingentes da criao e evoluo do museu de Setbal. As controvrsias, discrdias e encontros so analisadas na perspetiva dos objectivos que se defendiam, de parte a parte, para esta instituio, sempre colocando no cenrio as alteraes culturais, sociais e polticas mais significativas.

O texto de Madalena Cardoso Costa poder ser lido na sequncia daquele que acima referimos de Joana Baio, acerca de Jos de Figueiredo. Cessando aquele a sua actividade como Director do Museu Nacional de Arte Antiga em 1937, foi substitudo na direco por Joo Couto, que geriu o Museu at 1964. Joo Coute teve um papel fundamental, muitas vezes inovador, na museologia Portuguesa e este texto coloca-o em evidncia. A sua obra no Museu Nacional de Arte Antiga (e em especial a ideia que defendia de que os museu so entidades em contante movimento), a questo da educao nos museus (e portanto, dos seus servios educativos), os aspectos relacionados com a conservao e o restauro, a formao do pessoal dos museus e os estgios de museologia, entre outros, so dos temas fortes deste texto que analisa as posies de Joo Couto e os seus principais contributos.

Dar a conhecer as colees de Arqueologia e Antropologia do Museu de Histria Natural da Universidade do Porto o escopo principal do texto de Maria Jos Cunha. De facto, se bem que desconhecidos de uma parte importante do pblico, os acervos deste museu so de uma riqueza muito assinalvel, tanto em

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extenso quanto em diversidade e qualidade. Neste texto a autora faz-nos uma breve resenha histrica da instituio para depois nos lanar no cerne das suas principais coleces. Conclui com algumas notas sobre questes de conservao relacionadas com os esplios apresentados. Ana Maria Pimenta Hoffmann prope-nos uma descoberta das alteraes produzidas no seio de alguns dos museus do Brasil, entre os anos de 1950 e 1970, no que respeita s coleces de arte contempornea. Presenas e ausncias, afirmaes e contraditrios, multiplicidade e tendncias entretecem um labirinto que a autora nos vai desbravando sempre com suporte em exemplos significativos e interpretados. A anlise das seis primeiras bienais do Museu de Arte Moderna de So Paulo um dos pontos importantes deste texto, remetendo o leitor para o debate que tal fenmeno gerou. Por outro lado o Museu de Arte Contempornea da Universidade de S. Paulo merece tambm ateno e escrutnio na parte final do texto.

Desta forma, percorrido este caminho ao longo de um vasto territrio cronolgico, na realidade Brasileira como na Portuguesa, importa olhar para trs e retomar a ideia com que inicimos esta nota introdutria: os trabalhos sobre histria das coleces e histria dos museus so fulcrais para a compreenso das realidades museolgicas coevas, e sem eles qualquer tentativa de interpretao do que so as nossas coleces ou do que so os nossos museus est, inevitavelmente votada ao mais rotundo fracasso. Importa olhar para essas histrias, perceber-lhes as razes e os desenvolvimentos, conhecer-lhes os actores e os protagonistas, dissecar-lhes as implicaes polticas ou ideolgicas, analisar-lhes os condicionalismos sociais e culturais, observar-lhes o mago, para poder sobre esse conhecimento fundar novo conhecimento o do que temos hoje como museus e coleces. Os textos que leremos neste volume cumprem exactamente esse desgnio e lanam fundamental compreenso sobre realidades centrais na nossa museologia contempornea.

Uma ltima palavra, de agradecimento, organizao destes volumes pela oportunidade inigualvel de participar activamente na produo de um to significativo acervo de informao e de conhecimento. Como o Editor Principal desta srie to exemplarmente vinca, o trabalho partilhado e a sua realizao em parceria do os resultados que agora saem estampa, mas coordenao do labor cabe o agradecimento maior pela iniciativa e pela organizao e com essa, a palavra de agradecimento, que no quero deixar de findar.

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Da exibio inspirao: o projeto de reviso museogrfica do museu da Escola de Belas Artes da

Universidade Federal do Rio de Janeiro

Marize Malta

Universidade Federal do Rio de Janeiro

Resumo: O museu Dom Joo VI rene quase 200 anos de histria do ensino da arte no Brasil, a qual comea em 1816 quando D. Joo VI de Portugal decreta a criao da Escola Real de Cincias, Artes e Ofcios. A maior parte do acervo formada por obras que tiveram e ainda tm funes didticas e remetem a um sistema pedaggico chamado de acadmico. Entre 2005 e 2008, o museu passou por um projeto de renovao exigindo a discusso de vrios conceitos que dizem respeito, de um lado, Histria da Arte e de outro, Museologia. As solues propostas e implantadas, com sua reserva tcnica exibida, mais do que promover exibies privilegiadas, procuraram provocar reflexes, crticas e, principalmente, inspiraes capazes de incitar novas pesquisas sob a tica de uma histria da arte contempornea.

Palavras-chave: ensino artstico acadmico no Brasil; reserva tcnica exibida; museu universitrio de arte.

Abstract: Nearly 200 years of art education history are assembled in the D. Joo VI Museum in Brazil, which was established 1816 by royal decree when D. Joo VI of Portugal created the Royal School of Sciences, Arts and Crafts. Most of the collection consists of works that were and are still used to teach students and in the most part relate to the academic education system. Between 2005 and 2008 the museum underwent a renovation program which required several concepts relating to Art History on the one hand, and to Museology on the other, to be discussed. The solutions proposed and implemented, with its exhibition storage room, did not seek to promote privileged exhibitions, but rather to provoke reflection, analysis and, in particular, inspirations capable of stimulating new research from the perspective of contemporary art history.

Keywords: academic art education in Brazil; exhibition storage room; university museum of art.


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Uma pinacoteca para uma escola Em 12 de agosto de 1816, na cidade do Rio de Janeiro, o prncipe-regente do Reino Unido de Portugal, Brasil e Algarve D. Joo VI2 - decretava a criao da Escola Real de Cincias, Artes e Ofcios, fruto do projeto de Joaquim Lebreton, antigo responsvel pela classe de Belas Artes no Instituto de Frana, que para implant-la trouxe consigo, emigrados da Frana, uma srie de artistas e artfices. O projeto de uma dupla escola de artes e de ofcios no foi levado a termo e quando a instituio veio a funcionar efetivamente em prdio prprio, em 5 de novembro de 1826, j carregava o nome de Academia Imperial de Belas Artes, assumindo a formao exclusiva de artistas. Para garantir a qualidade de formao dos alunos brasileiros fez-se necessrio a criao de uma pinacoteca, organizada em 1843 por Felix Emile Taunay, que contou inicialmente com obras da coleo real de D. Joo VI e outras trazidas pelo prprio Lebreton, cerca de 54 quadros ingleses e franceses.

O corpo de obras que compunha o acervo didtico da Academia Imperial de Belas Artes afirmava o papel da arte na construo de novos padres civilizatrios, que depositavam nos modelos eurocntricos seu paradigma. Gravuras e moldagens foram encomendadas e compradas em museus italianos e franceses para servirem de recursos didticos para o ensino do desenho, base do aprendizado artstico. Reprodues de quadros, totais ou parciais, ornatos arquitetnicos e fitomorfos, imagens greco-romanas, reprodues anatmicas do corpo humano e de animais serviam de referncia para as tradues visuais3 pelas quais o aluno aprendia a ver e a dominar a representao do mundo visvel. Com a implementao das Exposies Gerais (1840) e dos Prmios de Viagem (1845), cpias dos grandes mestres europeus enviadas por alunos bolsistas, obras frutos de concursos e premiaes, alm de doaes e aquisies, ampliaram o acervo inicial. De modo acumulativo, o conjunto representava o que de melhor havia sido produzido em arte no pas e considerado emblemtico da arte europeia.

As obras, mais do que constiturem um acervo museolgico de sagrao da arte e de sua histria, prescreviam modos ideais de ver e fazer arte. Como meios didticos, as imagens l reunidas eram referncias a serem copiadas pelos alunos.4

2 D. Joo VI permaneceu no Brasil entre 1808 e 1821.3 De acordo com a abordagem das gravuras de traduo nas prticas das cpias. Cf. ARGAN, 2004: 16-21.4 No custa lembrar o sistema acadmico de ensino e a dinmica de capacitao para a representao grfica (BOIME, 1986), em que o aluno comeava por aprender a olhar as gravuras e a reproduzir seus traos e suas nuances de claro e escuro. Em seguida, o estudante passava pelo desafio de transpor para o papel o que via em relevo moldagens em gesso pintadas de branco, de modo a desenvolver a habilidade de perceber e reproduzir as mais sutis diferenas de sombreado. Para se aprimorar no efeito de modelado, enfrentava as esculturas como modelos. Aps dominar a reproduo grfica de traos e sfumatos, o aluno teria que representar um modelo vivo, reproduzindo-o por desenho e pintura.

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A aprendizagem pela cpia explica, em parte, a construo de um acervo eminentemente didtico, composto por gravuras, relevos e esculturas em gesso, alm de reprodues de quadros, no todo ou em parte, de artistas europeus. A priori, as peas no possuam valor em si, mas permitiam o desenvolvimento das capacidades visuais e tcnicas do futuro artista. Entretanto, a reunio de obras de arte to emblemticas passava a ter interesses mais amplos, desejosas de oferecer experincia esttica a um grupo bem maior do que os acadmicos. A ento Escola Nacional de Belas Artes (ENBA), nome angariado aps a proclamao da Repblica (1889), detinha um acervo significativo. Ele deveria servir para todos.

Nos primeiros anos do sculo XX, a Escola Nacional de Belas Artes passava a ser abrigada em novo prdio, onde havia sido previsto um grande salo para reunir seu acervo, constituindo um museu, o qual poderia ser visitado pelo pblico em geral. A Escola ultrapassava sua funo de formar futuros artistas e estabelecer cnones da boa arte ao franquear ao pblico um conjunto artstico de alta qualidade para ser visitado, admirado e contemplado. A essa altura, o acervo contava com significativa quantidade de obras e era reconhecido como o nico museu de arte do pas, da, provavelmente, o compromisso de abri-lo ao pblico.

Em 13 de janeiro de 1937, era criado pela Lei 378 o Museu Nacional de Belas Artes (MNBA), fruto do movimento cultural que organizou na mesma ocasio o Instituto do Patrimnio Histrico e Artstico Nacional, rgo ao qual o museu estaria, ento, vinculado. Seu acervo foi fruto da deciso de reunir obras que pertenciam ao museu da Escola Nacional de Belas Artes (ENBA) e l residiam, conferindo-lhes um outro local social e poltico. A exibio triunfava sobre a inspirao.

As obras que no foram selecionadas para compor o acervo do Museu Nacional de Belas Artes permaneceram nos domnios da ENBA e acompanharam a Escola, que a partir de 1971 foi incorporada Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), adotando o nome de Escola de Belas Artes (EBA). Em 1975, a EBA foi transferida para a cidade universitria na Ilha do Fundo, levando todo seu patrimnio material e histrico e ocupando parte do prdio modernista da Faculdade de Arquitetura. Em 1979 foi criado pelo ento diretor Almir Paredes Cunha o museu D. Joo VI da EBA-UFRJ que reuniu as obras e documentos antigos, de modo a preservar e divulgar a histria da prpria instituio e do ensino artstico no Brasil.

A constituio de um museu sobre a prpria escola re-acendia sua importncia, procurando preservar o papel que desempenhou na histria das artes visuais do pas, referncia obrigatria tanto na formulao do ensino oficial, quanto na

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vivncia e produo do campo artstico, sobretudo atravs da sua vinculao aos sales e s premiaes, constituindo interlocutor indispensvel, mesmo para seus opositores.

A curadoria original do museu D. Joo VI, seguindo prtica comum poca, elegeu obras consideradas singulares para comporem a exposio permanente. As excedentes e as que no estavam em bom estado de conservao ficaram guardadas na reserva tcnica. No salo expositivo existia uma sequncia para o visitante seguir, conforme o entendimento sobre a evoluo da arte acadmica: a chegada da Misso Francesa; primeira gerao de artistas brasileiros formados pela Academia; a gerao da passagem do sculo com a ENBA; e a histria mais recente da EBA. Essa soluo assim ficou por muitos e muitos anos e cristalizou um modo de ver a arte acadmica.

Ao longo de 195 anos, a escola desempenhou papel de destaque na histria da arte do Brasil e na sua escrita. Seu espao de memria, o museu D. Joo VI, por outro lado, com o passar dos anos e a falta de verbas para manuteno, parecia no legitimar essa trajetria, chegando ao sculo XXI estagnado. Esse longo percurso merecia ser revisado, atualizado e compartilhado, assim como ser reconhecido em uma relao de superao e continuidade das tradies. Era necessrio mudar e escrever uma nova histria em que as obras passassem por olhar renovado e se beneficiassem de sua insero em uma escola de artes de uma universidade pblica federal.

Uma escola para uma pinacoteca Da mesma forma que atitudes que envolvem prticas de interveno relacionadas a patrimnios no so tidas como prprias do historiador da arte, no espao da universidade, enquanto lugar de experimentos, que se pode procurar esgarar as convenes e testar outros caminhos disciplinares e transdisciplinares. Falarmos de uma escola especfica, uma escola de artes, onde o fazer, o conservar e o praticar arte convivem com o pensar, o pesquisar, o historicizar. E para alm disso, o pesquisar est atrelado ao administrar, coordenar, ou seja, ao dia a dia das obras, tanto do presente quanto do passado. Nesse contexto, um historiador da arte, em uma escola de arte que possui um museu de arte, tem condies de ultrapassar a excepcionalidade do objeto artstico, encontrando-o na sua cotidianidade, o que lhe permite atuar em campo expandido e experimentar limites disciplinares da natureza da histria da arte. Desse modo, esse perfil de historiador da arte assumiu o papel de repensar o museu D. Joo VI e, em um trabalho de equipe multidisciplinar, orientou uma nova fase, levando a escola a enxergar novamente seu museu e democratizar o acesso aos seus bens culturais. O museu voltaria a interessar e instigar a Escola.

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Entre 2005 e 2008, o museu D. Joo VI passou por ampla mudana, impulsionada por projeto de fomento de apoio a acervos, patrocinado pela Petrobrs5. Sua localizao foi alterada, ficando em meio s salas de aula, e sua museologia e museografia pensadas por professoras da Escola que atuavam no campo da histria da arte. Pesquisa e prtica se fundiram, balizando os conceitos que direcionaram o novo museu D. Joo VI.

O museu reabriu suas portas em dezembro de 2008, com nova proposta museol-gica-museogrfica, permitindo melhor disponibilidade e acondicionamento das obras e dos documentos e oferecendo condies para visibilidade do acervo e para a pesquisa.

As discusses acerca das colees, da importncia do acervo para entendimento da formao artstica, da histria da Escola, da potencialidade das obras para a escrita da histria da arte no Brasil foram basilares para chegar fundamentao do projeto museogrfico, permitindo questionar certas categorias artsticas, limites cronolgicos, classificaes enrijecidas.

O projeto museogrfico precisava deixar claro que foi fruto da reviso que nos ltimos anos a arte dos sculos XIX/XX vinha enfrentando. As obras deveriam estar localizadas em situaes que demarcassem sua re-significao. Diferente de pensar em um circuito de apresentao, a preocupao se direcionou para o melhor acondicionamento das colees de obras diante do espao disponvel. A locao das obras (CHERRY, 2006) assumia a importncia das ambincias na colaborao da construo de sentidos das obras de ate.

Cientes da ausncia da imparcialidade de qualquer escolha, o projeto museolgico-museogrfico procurou uma leitura capaz de evidenciar as discusses conceituais que vm norteando os estudos sobre a produo artstica oitocentista no Brasil, sensibilizadas por estudos da cultura visual (CHERRY, 2005). E, principalmente, as referentes ao ensino artstico no Brasil, que tm sido foco de pesquisa sistemtica da professora Sonia Gomes Pereira, com quem os conceitos e propostas foram divididos, e de dissertaes e teses sobre a histria da instituio e sobre o ensino de arte, muitas das quais vinham sendo desenvolvidas no programa de ps-graduao em artes visuais da Escola.

5 Para conhecer a totalidade do projeto de revitalizao do museu, patrocinado pela Petrobrs, veja o catlogo-divulgao do museu. PEREIRA, 2008. O projeto abarcava vrios itens: higienizao e conservao do acervo, atualizao do banco de dados e sua disponibilizao on-line, modernizao da reserva tcnica.

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Hoje no entendemos mais a histria da arte por intermdio exclusivo da obras excepcionais, nem por objetos tradicionalmente reconhecidos como artsticos. Tambm no encaramos mais o produto artstico confinado em um casulo naturalizado, hermtico, dissociado de um lugar no mundo, mas inserido nas prticas do vivido, nas aes e reaes de sua produo, circulao, recepo, at desaparecimento. As instabilidades, as incertezas e as experimentaes das poticas contemporneas despertaram nos historiadores da arte uma ao crtica sobre a prpria maneira de olhar e escrever arte, fazendo com que alguns dilussem certas barreiras disciplinares para dar conta da arte em sua complexidade.

O museu D. Joo VI, guardio da memria de parte da histria da arte brasileira, como um espao coligado com a contemporaneidade, permite-nos contar outras histrias da arte. Ao exibir o que antes ficava guardado, ao mostrar o que se escondia, o museu D. Joo VI sugeriu outras formas de olhar para arte

A nova verso do museu D. Joo VI deveria sublinhar sua natureza de museu universitrio, voltado menos para o outro, aquele pblico externo, visitante espordico, interessado em arte em geral, e mais para si mesmo, ou seja, para alunos, professores, pesquisadores que tanto utilizaram o acervo para estudos e foram os principais fornecedores, ao longo dos tempos, de obras que constituram o prprio acervo. Alm do interesse por seu manancial histrico, indicador das tradies artsticas que moldaram a arte e a formao do artista do mundo ocidental, o acervo poderia voltar a servir de instrumento didtico-pedaggico por meio das obras disponibilizadas para as aulas tericas e prticas.

Menos expositivo, mais investigativo. Menos exibio, mais inspirao. Com a vocao para ensino e pesquisa, as obras do museu estariam praticamente todas disponibilizadas para estudo e franqueadas ao olhar. Com a supresso da rea expositiva, no haveria motivo por priorizar certos espaos ou obras. O museu se transformou em uma grande reserva tcnica e todas as suas salas e circulaes foram consideradas como espao para guarda/exibio do acervo, criando um partido que denominamos de reserva tcnica exibida, espao capaz de guardar e exibir, preservar e mostrar, proteger e expor. Em vez de tratar esses conceitos como oposies, a opo foi de encar-los como diferenas capazes de conviverem e se sensibilizarem.

Outro norteador do projeto foi enfrentar os acervos como colees. A idia de colees implicava ao de reunir peas sob determinado critrio, tanto de escolha das peas como da maneira de agrup-las. V-las em conjunto, todavia, significava

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trat-las como colees de estudo, locando-as de modo a provocar indagaes capazes de incitar novas pesquisas ou, pelo menos, de fazer com o que o pblico pudesse olhar os agrupamentos, seja pelo processo tcnico (desenho, gravura, pintura, relevo, escultura), seja por eixo temtico (histrico, alegrico, mitolgico, animal, retrato, paisagem, ornamental, etc.). Tal procedimento apoiava-se na experincia visual de formao artstica que, tradicionalmente, aprendia a ver composies formais, escolher temas, dominar tcnicas de representao e retricas da imagem. Os objetos, assim, no foram situados de modo a permitir admiraes controladas, mas de colocar o espectador colocado em relao ao objeto como co-autor, um colaborador em potencial (MITCHELL, 1995: 260). A inteno era de tambm despertar no espectador uma qualidade marcante do colecionador: a curiosidade. Essa postura poderia levar a certa correspondncia com os gabinetes de curiosidades, na medida em que se pretendia reunir variadas peas em um mesmo espao e agrup-las segundo afinidades. Por outro lado, evitava-se fazer referncia a uma espcie de aparato de representao de soberanos ou a uma reunio de peas exticas, raras e inacessveis.

Estvamos lidando com reprodues, cpias, duplos, obras nada excepcionais, e objetos que foram e ainda so empregados na cotidianidade do ensino, portanto franqueadas aos alunos e professores. Para isso, seria desejvel tratar o objeto como se fosse um caso (caso de estudo, por exemplo), em vez de um exemplo ou ilustrao. Era preciso desarmar os rtulos da canonizao e da explanao estilstica e cronolgica da histrica da arte.

Outra opo foi eliminar legendas, deixando somente o nmero de registro da pea6. Quando h o objeto e o rtulo, coordenados, no h brecha para o questionamento. Na medida que o rtulo promove um modo de estabilizar o objeto para enquadr-lo ideologicamente e forar convico, ele entorpece, embota a possibilidade dialtica apresentada pelo objeto.

O projeto procurou dialogar, a partir de olhos contemporneos, com as ambientaes oitocentistas que se utilizavam de cor, textura e padronagens nas paredes para oferecerem um fundo to artstico quanto a obra (MALTA, 2011). Procurava-se demarcar museograficamente a possibilidade de atualizao do

6 Existem catlogos que compreendem as fichas de identificao das peas. Caso o pes-quisador deseje, ele pode consult-las durante a visita.

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passado pelo presente, sem remontar a um espao do passado nem abrir mo do prazer esttico da composio das obras no espao, atuao relevante das obras no sculo XIX, perodo de onde pertencia a maior parte das obras do acervo. Estantes, armrios e trainis de ao de linhas simples e cor neutra contrastavam com a complexidade das peas da velha Academia, avivadas com a cor das paredes.Usar paredes com cor em uma reserva tcnica reforava a ideia de se estar em um outro local capaz de favorecer uma encenao do objeto que permitisse reflexes. No se estaria em um lugar neutro e de clausura, como se supe repousarem as obras na maioria das reservas tcnicas, nem em um ambiente de celebrao e monumentalizao da obra de arte, como normalmente se v nos sales de muitos museus de arte. Procurava-se criar uma atmosfera de quase intimidade com as obras, um meio termo entre a sensao de estar em espao pblico ou privado, aludindo aos sales oitocentistas. Como resultante do novo perfil, o museu j produz frutos: tem envolvido de forma ativa e colaborativa o corpo docente da Escola; o nmero de bolsas discentes para pesquisa de seu acervo foi ampliado, assim como o nmero de alunos que querem estud-lo; as visitas de professores com seus alunos de Desenho de Observao passaram a ser frequentes; a procura por pesquisadores de outras instituies aumentou, dividindo o interesse pelo contedo e pela museografia; a organizao de eventos, as intervenes poticas e publicaes sobre seu acervo foram impulsionadas.

A nova museografia pretendeu provocar a reflexo contnua sobre a relao entre obra, espectador, lugar e a prpria escrita da histria da arte, priorizando uma museografia que permitisse mais a inspirao e menos a exibio, um museu para ser estudado, vasculhado, repensado, revisitado e transformado a cada visita: um museu de inspirao.

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O Museu Paulista e a escrita da histria de So Paulo: acervos em narrativas, na administrao Affonso Taunay,

1917-1945.

Vera Lucia Nagib Bittencourt

Museu Paulista da Universidade De So Paulo

Resumo: A inteno de minha fala investigar dimenso instigante do trabalho de Affonso de Taunay, diretor (1917-1945) do Museu Paulista, ou seja, a musealizao de acervos pessoais, que, ao serem acolhidos e legitimados pela instituio, se constituram como documentos-monumentos, ou seja, fontes para o estudo do passado. Trata-se, portanto, de dialogar com conjunto de operaes que antecedem e sucedem os procedimentos de institucionalizao de acervos e colees quer sejam, descarte, arranjo e indexao, buscando caracterizar estes movimentos e inseri-los em dinmicas que resultam em memria/esquecimento. Busca-se, portanto, problematizar o papel social dos museus de histria, como lugar de escrita da Histria.

Palavras-chaves: Escrita da Histria; Musealizao; Colees; Acervos Pessoais.

Abstract: My presentation proposes the investigation of the intriguing dimension of Affonso de Taunays work, as director (1917-1945) of the Paulista Museum, i.e., the musealization of private collections which, after gathered and legitimized by the institution, were comprehended as monuments-documents, that is, sources for studding the past. Therefore, the intention is to dialogue with the body of operations that preceded and succeeded the procedures for institutionalization of assortments and collections that encompasses discarding, arranging and indexing, in a search to categorize those movements and insert them in dynamics that result in memory/oblivion. What is hereby pursued, therefore, is to problematize the social work of history museums, as a place where History is written.

Key words: Historical Writting; Musealization; Collection; Private Assortments.


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Esta comunicao vem dialogar com projeto de ps-doutoramento desenvolvido junto ao Museu Paulista (tambm conhecido como Museu do Ipiranga), da Universidade de So Paulo (USP), com bolsa FAPESP. A proposta de pesquisa investigar de que maneira e por quais caminhos intelectuais e historiogrficos se formaram, na instituio, tanto colees arquivsticas quanto acervos bibliogrficos, iconogrficos e tridimensionais e como se constituram em emblemas para narrativas, visuais e escritas, de uma determinada interpretao e escrita da Histria naquele perodo, permanecendo, ainda, influente e referenciada.

O Museu Paulista, organizado por Regulamento de 1894, foi sediado no Monumento do Ipiranga, ainda no perodo do II Reinado, em So Paulo, para celebrar a monarquia e sua relao com o nascimento da nao. De acordo com lideranas polticas de So Paulo e atuantes tanto na Provncia quanto na Corte era importante marcar o local, junto ao riacho do Ipiranga, onde o Prncipe D. Pedro teria proclamado a Independncia do Brasil. No entanto, a proclamao da Repblica, em 1889, trouxe importantes desdobramentos para as obras que haviam sido iniciadas em 1885. Assim, em 1890, as obras do monumento foram consideradas como finalizadas, ainda que o projeto do arquiteto Tomazzo Bezzi no tivesse sido totalmente completado.

Museu Paulista da Universidade de So Paulo, sediado no Monumento do Ipiranga So Paulo/Brasil.

Em 7 de setembro de 1895, o primeiro diretor nomeado pelo governo de So Paulo, Hermann von Ihering, abriu o museu ao pblico. Primeiramente se previa para a instituio condio de museu de Histria natural e panteo destinado a celebrar vultos da Ptria por meio de documentos e imagens, com destaque para a guarda de painel de autoria do pintor Pedro Amrico, especialmente encomendado para o Monumento em 1886 e exposto em local de honra, em seu interior.

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Painel de Pedro Amrico Salo de Honra/ Museu Paulista-USP

Portanto, para celebrar momento de fundao e sediar estudos sobre territrio, fauna e flora, o Museu primeiramente organizou seus acervos. Hermann von Ihering permaneceu frente da instituio de 1895 a 1916, quando foi substitudo. Em 1917, Affonso dEscragnolle Taunay foi nomeado para o cargo, nele permanecendo at 1945. Dentre suas incumbncias, postas j no momento de sua posse, estava a preparao da instituio para comemorao do Centenrio da Independncia, em 1922; para tanto liderou importante trabalho de adequao dos espaos expositivos que resultou em conjunto museogrfico formado pelo hall monumental, escadarias e salo de honra que, por sua significncia mantm-se, em sua concepo e decorao bsicas, at os dias de hoje.

Museu Paulista conjunto formado por escadaria, hall monumental e salo nobre.

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No desempenho de suas funes, Taunay cuidou de reunir expressivo acervo iconogrfico, tridimensional, textual e bibliogrfico que serviu como sustentao para a narrativa que construa, sobre o passado da nao. Engenheiro, bigrafos de Taunay afirmam que, no cargo, ele se fez historiador. Preocupado em legitimar seu trabalho, partilhou de uma concepo de escrita da Histria que atribua aos documentos, enquanto testemunhos, papel essencial para o pesquisador, que neles se basearia para reconstituir o passado. Na direo de instituio que deveria, do seu ponto de vista, encontrar sua vocao enquanto Museu de Histria, apto a instruir o pblico, quanto ao seu passado e identidade, Taunay cuidou de pesquisar, preservar fisicamente, catalogar e expor (aqui entendido como tornar pblico de diferentes maneiras ou seja, atravs de textos, exposies, catlogos) o que acolhia e entendia como testemunhos de um passado nacional.

Neste conjunto de iniciativas, destaco dimenso instigante do trabalho de Affonso de Taunay, ou seja, a musealizao de acervos pessoais, que, ao serem acolhidos e legitimados pela instituio, se constituram como documentos-monumentos, ou seja, fontes para o estudo do passado. Pessoas costumam guardar cartas, fotografias, documentos de trabalho, registros de viagens, dirios, diplomas, comprovantes, recibos, ttulos, honrarias, recortes de peridicos que acompanharam suas trajetrias de vida. O juntar de papis pode tanto significar uma inteno de preservar momentos ou lembranas como pode, tambm, simplesmente ser resultado de necessidades da vida cotidiana que, de alguma forma geram papis que vo se acumulando, com o passar dos anos. Neste correr dos anos, e ao passar por diferentes mos, que atuam como guardis destes vestgios pessoais, voltam a sofrer, em seu movimento de acumulao e preservao, processo de seleo e descarte. Esta interveno junto aos documentos preservados parte no s de quem os produziu ou reuniu, mas, especialmente, de auxiliares pessoais, familiares ou amigos, que se encarregaram de resguard-los e, de alguma forma, sobre eles atuaram, ao custodiar, acondicionar e, consequentemente, descartar e rearranjar.

Da custdia familiar ou pessoal para o acolhimento em instituio museal ou arquivo um conjunto de procedimentos atuava sobre os documentos, antes que a eles fosse conferida a condio de testemunho acolhido, portanto acreditado, porque legitimado pelo espao que o disponibilizava para consulta. Ao eu-testemunho do autor ou de quem reuniu a documentao agregava-se o eu-acredito do pesquisador ou instituio, que a acolhia e referendava. Desta forma, o conjunto documental passava a ser referenciado e admitido por outros pesquisadores, que deles lanavam mo para elaborar suas reconstituies do passado. O testemunho

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passava assim a fonte; desta relao e por ela, narrativas sobre o passado eram apresentadas. Por sua natureza, conjunto de relatos em documentos, os arquivos pessoais, adquiridos ou recebidos em doao, foram integrados e preservados como acervo. Fazer uso deles, tomados como relatos espontneos e legtimos, constituiu estratgia de trabalho para as narrativas desenvolvidas por Affonso Taunay, no Museu Paulista. Esta relao entre documentos, e por conseqncia, acervos e mtodo histrico referenciada, por diferentes estudiosos, como um dos principais postulados da obra de Taunay historiador. Em conferncia de 1914, em seo do Instituto Histrico e Geogrfico de So Paulo, Taunay fez clara referncia ao mtodo que ele acreditava deveria definir o trabalho do historiador: a nica base real da histria o documento desvendado, descoberto, salvo. Assim, o trabalho do pesquisador deveria se concentrar em encontrar documentao que embasasse verses de fatos e acontecimentos. Cabia ao historiador desvendar o passado, buscando documentos que deveriam ser decifrados, conservados, preservados - para que a verdade histrica fosse revelada; aos museus, instncias que preservam e expem o passado, acolher e elaborar discursos, formulando narrativas que se expressavam em textos, objetos e/ou imagens arranjados em exposies e/ou publicaes.

Interessante ressaltar que a biografia de Taunay nos sugere laos estreitos com arquivos incorporados ao acervo do Museu Paulista.

Taunay era filho de Alfredo dEscragnolle Taunay, engenheiro militar e autor de Retirada de Laguna - episdio da Guerra do Paraguai, e de Cristina Teixeira Leite, filha do Baro de Vassouras. Portanto um enlace familiar que uniu importantes servidores da Corte e abastados produtores de caf, do Vale do Paraba fluminense. Casara-se, em So Paulo, com Sara de Souza Queiroz, descendente de importante cl de produtores paulistas que juntava os Souza Queiroz, por lado paterno, e os Vergueiro, por materno. Coincidentemente, so descendentes destas antigas famlias paulistas que doam ao Museu Paulista colees e fundos de documentos que Taunay acolheu, classificou, publicou e legitimou como fontes, ao us-los como referncia para artigos e obras.

J no primeiro Relatrio de Atividades que publicou, datado de 1918, na Revista do Museu Paulista, Taunay indicou a incorporao ao Museu de documentos que assim apresentou: Relao sumria dos documentos pertencentes doao to valiosa feita ao Museu pela Exma. Sra. D. Lydia de Souza Rezende (RMP: 1918, pg. VI). A este conjunto documental, viriam se reunir outros, tambm por doao de familiares. Ao apreend-los no seu conjunto, pode-se perceber seu carter

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eminentemente biogrfico, especialmente ligado a figuras de homens pblicos que participaram do processo de formao do Estado e da Nao brasileiros. Aparentemente, estes documentos teriam sido guardados por seus autores, doados ao Museu por descendentes e recebidos como testemunhos de vida.

Ao serem incorporados ao Museu, estes pedaos de memria, pessoais e familiares, eram integrados, como coleo ou fundo, e ganhavam unidade e sentido. Estes documentos, assim organizados, so, ao mesmo tempo, testemunho, portanto a histria materializada, e fontes, na medida em que eram tomados como referenciais que sustentavam interpretaes e relatos. A partir destes acervos, Taunay desenvolveu preciosa produo visual e literria. Especialmente na publicao da Seo de Histria - Anais do Museu Paulista, Taunay trouxe a pblico episdios da Histria de So Paulo e do Brasil, vistos do ngulo de importantes personagens, como Pedro I, Jos Bonifcio e Estevo Ribeiro de Rezende, o Marqus de Valena, em linguagem viva, muitas vezes jocosa, sugerindo detalhes que somente quem pudesse ter presenciado as cenas descritas seria capaz de conhecer. Para o ano de 1922, emblemtico para o desenvolvimento do Museu Paulista, Taunay publicou na Revista do Instituto Histrico e Geogrfico Brasileiro, o artigo: Cartas inditas da Imperatriz D. Leopoldina a Jos Bonifcio. Na introduo, Taunay indicou a origem dos textos e, mais uma vez, percebe-se no s as relaes polticas e sociais do autor, como o complexo processo que levou a documentao at o Museu Paulista. Ainda que o autor intente sustentar sua anlise na documentao textual acolhida no Museu, evidencia-se esforo de notabilizar grupo familiar que, no/do presente, lanava-se para o passado onde se apresentava como fora articuladora do movimento que remetia gnese da nao.

Valiosissima ddiva que, s colleces do Museu Paulista, acaba de fazer o dr. Paulo de Souza Queiroz, de grande parte do archivo do Patriarcha da Independencia passado s mos do primeiro Martim Francisco e destas s de Jos Bonifacio, o Moo, e s da filha deste, a exma. Sra. D. Narcisa Andrada de Sousa Queiroz, esposa do generoso doador (...)

Ao comentar os fragmentos que levava ao leitor, j se incumbiu de instig-lo sugerindo uma caracterstica dos documentos bilhetes ntimos forma, talvez, de sugerir a especificidade da documentao que trabalhava, ou seja, seu carter pessoal e privado, mais um fator a conferir-lhe credibilidade.

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Portanto, pode-se afirmar que, por meio de documentos, imagens, iconografia e cartografia, Taunay constitua uma base para sua produo textual e expogrfica. Se o produto nos chega para anlise, a operao historiogrfica que comporta, ou seja, o desenrolar deste processo, nem sempre efetivamente descrito, restando, apenas, sua transmutao de testemunho em fonte pela disponibilizao para consulta, ou seja, sua transferncia do mbito privado para o social. a autoridade do lugar social Museu, constituda pelo trabalho de pesquisa e anlise de seus especialistas, que vem assegurar legitimidade aos documentos.

Vestgios deste movimento, no entanto, ainda podem ser recuperados. Ao arquivar os documentos de D. Lydia de Souza Rezende, Taunay deixou registrado:

A escassez do tempo, a multiplicidade dos encargos que incumbem Directoria do Museu no lhe permittiram dar seno uma relao muito summaria dos documentos constantes da valiosa offerta da Exma. Sra. D. Lydia de Souza Rezende ao Museu: parte do archivo do seu ilustre Av, o Marquez de Valena. As mesmas causas impediram que se fizesse uma catalogao systematisada dos papeis da colleco, limitada por emquanto ao simples arrolamento dos documentos.

Ao dar conta de seu trabalho, o Diretor do Museu explicava-se. Primeiramente, suas justificativas: falta de tempo, multiplicidade de encargos. Em seguida, o que foi feito uma relao sumria dos documentos. Esta observao pode indicar, por exemplo, que no foi possvel arrolar tudo, ou at mesmo, arrolar adequadamente. Ao prosseguir, de forma ligeira, deixa em aberto o que pode ser uma desinformao: se os documentos foram oferecidos por D. Lydia de Souza Rezende, neta do marqus de Valena, resta uma questo: como os documentos chegaram at ela? O av passou a ela? Ou eles foram reunidos por outro familiar, uma tia ou talvez o pai da doadora, que os recolheu e guardou? Se assim ocorreu, no seria mais apropriado atribuir o acervo ao Baro de Rezende que o teria reunido, do que ao seu pai, o Marqus de Valena? De certa forma, coube a D. Lydia preservar uma memria familiar comprometida com valores de altrusmo e dedicao. Mas, nada disso se evidencia nas observaes de Taunay, a no ser certa nobreza da doadora que parece vir de seus insignes ancestrais. Ou seria o contrrio?

Ainda persiste outra indicao: ao acolher o conjunto documental, no foi possvel ao Diretor do Museu, uma interveno ele apenas arrolou os papis, sem tempo para sistematiz-los. Ou seja, resta a impresso da preservao da

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espontaneidade na reunio dos documentos, o que, de certa forma, reala sua condio de credibilidade.

No entanto, Taunay continua (des)orientando o leitor sobre seu trabalho uma vez que, em seguida, vem o rol da documentao. E ento, o que pretensamente no fora sistematizado, aparece classificado em ttulos:

Autographos imperiaes; documentos relativos a grandes actos officiaes do primeiro Imperio, etc. Colleco de documentos relativos ao Marquez de Valena Cartas particulares (sem interesse poltico) Cartas sobre inmeros assumptos e sobretudo referentes a questes particulares do Marquez, sem grande interesse poltico em geral. Cartas dirigidas ao Marquez de Valena por vultos do 1. Imperio e pessoas de destaque Papis de famlia; elementos diversos para o estudo da biographia do Marquez de Valena Papeis officiaes diversos, consultas do Conselho de Estado Documentos relativos a famlia Souza Queiroz Documentos relativos a invaso de Portugal em 1807 Diversos

Muito provavelmente, esta no era a organizao que D. Lydia havia dado aos documentos. Portanto, eles foram rearranjados. Nesta operao aparecem propsitos que, certamente, no faziam parte da documentao, como, por exemplo, a expresso: sem interesse poltico. Seguramente, o material que compe o fundo foi objeto de seleo e descarte, no s por parte dos familiares - pois trata-se de doao de terceira gerao como do prprio Taunay. Ao elidir estas referncias, no entanto, restou ao conjunto formado certa inocncia o que contribua para que seja tomado enquanto verdade, porque autntico retrato/relato do que se passou - documento que embasava a escrita da histria. O mtodo ganhava contornos instigantes. E a verdade que o relato trazia sugere operaes e trabalho de quem narra, ainda que se proponha enquanto observador isento.

Acompanhando os Relatrios de Atividades desenvolvidos por Taunay possvel recompor, em grande parte, o movimento que levou formao dos acervos do Museu Paulista, durante sua gesto. Em uma rubrica especial - Ddivas, o Diretor indicava seus colaboradores. Uma investigao mais atenta destes colaboradores

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de Taunay vai apontar para diferentes formas de apoio, quer sejam doaes em dinheiro, em peas, em quadros, e, at mesmo, em produtos qumicos para conservao de acervo, como lcool e formol. Quem eram estes benemritos do Museu Paulista? Apesar de numerosos e diversificados, um grupo se destaca cafeicultores e lideranas do agro-negcio, especialmente a rede familiar e de negcios formada pelas famlias Souza Queiroz, Vergueiro e Mesquita. Inmeras vezes Henrique de Souza Queiroz, Antonio de Queiroz Telles, D. Victalina de Souza Queiroz, Paulo de Souza Queiroz so indicados como parceiros do Museu, por seu Diretor. J em 1917, entre os objetos incorporados ao acervo do Museu encontram-se referncias doao da Cmara de So Vicente de lpide e restos do antigo pelourinho da vila, por indicao de Benedicto Calixto. No entanto, a doao da Cmara foi resultado de gestes desenvolvidas por Prsio de Souza Queiroz, seu cunhado, no convencimento dos vereadores sobre a convenincia de depositar estes documentos no Museu Paulista. Tambm uma carta resposta, de Luiz Albino Barbosa de Oliveira, preservada no Fundo Museu Paulista, dava conta de duas telas a serem abrigadas no Museu, retratando Francisco Igncio de Souza Queiroz e D. Francisca Miquelina de Souza Queiroz. J se apresentava a inteno de Affonso de Taunay em dar materialidade ou visualidade a determinados vultos do passado no caso, figuras ligadas aos embates, em So Paulo, em torno da Independncia e, da mesma forma, origem da famlia Souza Queiroz negociantes paulistas e proprietrios de terras, do incio do sculo XIX. Assim, o diretor do Museu Paulista colaborava, de forma decisiva, no delinear de um imaginrio que atribua a alguns protagonistas o poder de construir a nao.

Da mesma forma, para sustentar projeto museolgico que remetia a uma identidade nacional e paulista, Affonso Taunay buscou sempre concretude que conferisse legitimidade e credibilidade quilo que narrava. Primeiramente, o recolhimento de um conjunto cartogrfico (a se considerar que aos mapas atribua-se a condio de dar materialidade na representao do territrio nacional) e, em seguida, a preocupao em incorporar e valorizar as produes de viajantes, tomadas como reprodues fotogrficas de um determinado espao/momento do passado, notadamente o sculo XIX. Assim, a credibilidade da instituio se construa na mesma proporo em que Taunay acolhia artefatos, documentos e transmutava-os em objetos e pinturas. Uma viso do passado ganhava tangibilidade e nela repousava uma escrita da histria que se intentava em mtodo, portanto cientfica. A partir de um trabalho meticuloso e intenso de recolhimento e/ou produo de documentos, objetos, mapas, iconografia, literatura o Diretor do Museu Paulista (re)construa um passado para o Brasil e para So Paulo que se apresentava verdadeiro porque ancorado em vestgios, acolhidos e monumentalizados no Museu.

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A revoluo de Figueiredo. Museologia e investigao em Portugal

(1911-1937)

Joana Baio

Universidade Nova de Lisboa

Resumo: Jos de Figueiredo (1871-1937) foi uma das figuras que se destacaram no panorama cultural portugus do incio do sculo XX. Nomeado director do Museu Nacional de Arte Antiga em 1911, a sua aco pautou-se pela modernizao museogrfica daquela instituio e pelo estmulo que trouxe investigao da histria da arte portuguesa. Propomos dar a conhecer a sua actividade entre 1911 e 1937, destacando o modo como a sua aco enquanto historiador e as suas preocupaes na reorganizao do MNAA espelharam uma concepo moderna de museu enquanto centro de investigao e de construo de conhecimento.

Palavras-chave: Jos de Figueiredo; Museu Nacional de Arte Antiga; Museologia; Historiografia da Arte.

Abstract: Jos de Figueired

Historia de Las Colecciones Historia de Los Museos

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