HISTORIA DE LOS CINCO BARCOS QUE HAN LLEVADO EL NOMBRE DE SANTA CRUZ

3
PAGINA DIE1 EL DÍA Miércoles, 31 Diciembre 1969 LA ISLA Y LOS BARCOS HISTORIA DE LO LLEVAD El primero, un frutero terminó sus días de mar en aguas de Turquía INCO BARCOS red Oís- A V'H* \~fí J-KJ Lf?, >' El "Santa Cruz" de la Oldenbui la guerra en el crucero auxilia toneladas de barcos enemU && transí ormí do Thor", hundió En septiembre de 1937 se cruió en con el "Voltaire", trasatlántico al que hundiría tres años más tarde Cuando tras resbalar suave- mente sobre la grada, un barco rompe por vez primera la azul e inquieta lámina del mar, abre también ante sí la incóg- nita de una vida que—al igual que la humana—será breve o larga, ¡brillante o anóndma. También un día—sigue el sí- mil—morirá el barco, de muer- te natural si lo hace rindiendo la mole de acero de su casco ante la fuerza de los elementos desencadenados. De vejez, tris- te e inútil, si entre las lumina- rias verbeneras del oxiacetile- no va lentamente transformán- dose su estampa marinera en informes montones de chata- rra. En la mente de cuantos en ellos navegaron, queda sin em- bargo el recuerdo, hondo, aso- ciado al nombre que—objeto de melancólicas remembranzas —se mantiene latente, como algo vivo y de muy difícil des- aparición. La isla, con sus ciudades, pueblos, montes, y playas, viene desde hace más de un siglo amadrinando barcos desde las gradas, cediéndoles la sonori- dad de sus nombres que— por Juan Antonio Padrón Albornoz crucero auxiliar '"Thor", antiguo "Santa Cruz", durante su segundo crucero contra el tráfico aliado. ra por 15 de manga y, en sus cinco amplias bodegas, tenía capacidad para los cargamen- tos de materias primas que las •jóvenes Américas ofrecían. Su estampa marinera, arro- gante y grata, dejó de visitar- nos cuando, en 1914, la paz— ese tan frágil cristal—se que- bró nuevamente en Europa. El "Santa Cruz" permaneció amarrado en Hamburgo duran- te cinco largos años y a la es- pera, siempre a la espera, de que la paz llegase de nuevo al mundo. Pero, cuando en 1919 se planteó entre los vencedores el reparto de la flota mercante alemana, el "Santa Cruz" repa- ligeramente los daños que el tiempo había causado en sus máquinas y calderas y, con tri- pulación alemana, marchó a Rosyth, uno de los puertos de- signados para la entrega de los mercantes de la nación venci- da. Representantes del Shipping Controller, organismo estatal británico, se hicieron cargo de él y, después de arriar los colo- res alemanes, el "Santa Cruz" quedó allí amarrado y a la es- pera de su posterior e incierto La rápida motonave "Santa Cruz de Tenerife", de la Compañía Trasmediterránea que, con el griego "Santa Cruz", son los únicos barcos que hoy llevan el nombre de nuestra ciudad.— las diferentes líneas que, sobre todos los mares del mundo, mantenía la Ellerman. En amuras y espejo de popa lucía un típico nombre de la vieja Hall Line—"Merton Hall" —pero, según los viajes, los co- lores de la chimenea y la con- traseña cambiaban; unas veces eran los de la Bucknall, otras los de la George Smith y, en ocasiones, los de la Papayanni, la antigua naviera griega que, establecida en Londres, se in- tegró años más tarde en la Ellerman. Normalmente, el "Merton Hall", aparte de viajes ocasio- nales en la línea africana, na- vegó en la de la India, con sa- lidas desde Londres y los puer- tos de Karachi y Bombay como terminales. En 1926 fue transferido a la City Line—los "competen- cias" del viejo Santa Cruz puerto carbonero—y, con el nuevo nombre de "City of Sal- ford", volvió ocasionalmente por el puerto de la ciudad cu- yo -nombre llevó. Iba entonces en la línea de puertos sudafri- canos, línea en la que navegó hasta que, con la caída vertical De todos estos barcos, el "Em.s" ganaría fama cuando, en la época de la colaboración germano-rusa, ganó el Pacífico por el Océano Glacial Ártico con la ayuda de rompehielos soviéticos. Al día siguiente, con carga de fruta a su bordo, el "Santa Cruz" continuó viaje a Las Pal- mas y, desde allí, directo a Hamburgo. Este fue el comienzo de la vida marinera de un barco que, con el nombre de nuestra ciu- dad, tuvo fama legendaria du- rante los años de la segunda guerra mundial. Continuaron sus escalas en Santa Cruz y, el 12 de octubre del mismo año, coincide aquí con el "acorazado de bolsillo" "Deutschland" y los submari- nos "U-27" y "U-30". Estos zar paron el 13 al mediodía y, mientras, el "Santa Cruz" con- tinuó cargando en el muelle Sur. En la madrugada del 14, ya listo, solicitó práctico y se hizo a la mar. Ya en franquía, se cruzó de vuelta encontrada con el "liner" inglés "Voltaire" que, de Santa Cruz de la Pal- ma, llegaba con un contingente de turistas en crucero de re- creo. Uno entraba y otro salía; sus estelas se cruzaron aquí por vez primera y, tres años más tarde» lo harían d-e nuevo, si bien ambos ya vestidos con el tosco sayal gris de la guerra y debidamente artillados como cruceros auxiliares. Cuando la guerra comenzó en 1939, el "Santa Cruz" fue enviado a Kiel y allí fue con- venientemente transformado en crucero auxiliar. Se le ins- talaron seis piezas de 150 milí- metros—desmontadas del viejo acorazado "Schelsien"—, una de 69, dos de 37 y cuatro anti- aéreos de 20. A la altura de la bodega número tres se instala- ron cuatro lanzatorpedos de 533 milímetros—dos por banda —y, completando su poder ofensivo, se le transformó la popa para el fondeo de noven- ta minas. Un hidrp del tipo Arado, de exploración, iba, con las alas plegadas, en la bodega número cuatro. La tripulación estaba forma- da por quince oficiales—más cuatro para marinar las posi- bles presas—y 362 hombres, todos al mando del capitán de navio Otto Kahler.

description

Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos", 1969/12/31

Transcript of HISTORIA DE LOS CINCO BARCOS QUE HAN LLEVADO EL NOMBRE DE SANTA CRUZ

PAGINA DIE1 EL DÍA Miércoles, 31 Diciembre 1969

LA ISLA Y LOS BARCOS

HISTORIA DE LOLLEVADEl primero, un fruteroterminó sus días de maren aguas de Turquía

INCO BARCOS

red Oís-A V'H* \~fí J-KJ Lf?,>'

El "Santa Cruz" de la Oldenbuila guerra en el crucero auxiliatoneladas de barcos enemU

&&transí ormí doThor", hundió

En septiembre de 1937 se cruió en con el"Voltaire", trasatlántico al que hundiría tres años más tarde

Cuando tras resbalar suave-mente sobre la grada, un barcorompe por vez primera la azule inquieta lámina del mar,abre también ante sí la incóg-nita de una vida que—al igualque la humana—será breve olarga, ¡brillante o anóndma.

También un día—sigue el sí-mil—morirá el barco, de muer-te natural si lo hace rindiendola mole de acero de su cascoante la fuerza de los elementosdesencadenados. De vejez, tris-te e inútil, si entre las lumina-rias verbeneras del oxiacetile-no va lentamente transformán-dose su estampa marinera eninformes montones de chata-rra.

En la mente de cuantos enellos navegaron, queda sin em-bargo el recuerdo, hondo, aso-ciado al nombre que—objetode melancólicas remembranzas—se mantiene latente, comoalgo vivo y de muy difícil des-aparición.

La isla, con sus ciudades,pueblos, montes, y playas, vienedesde hace más de un sigloamadrinando barcos desde lasgradas, cediéndoles la sonori-dad de sus nombres que—

por Juan Antonio Padrón Albornoz

crucero auxiliar '"Thor", antiguo "Santa Cruz", durante su segundo crucero contrael tráfico aliado.

ra por 15 de manga y, en suscinco amplias bodegas, teníacapacidad para los cargamen-tos de materias primas que las•jóvenes Américas ofrecían.

Su estampa marinera, arro-gante y grata, dejó de visitar-nos cuando, en 1914, la paz—ese tan frágil cristal—se que-bró nuevamente en Europa.

El "Santa Cruz" permanecióamarrado en Hamburgo duran-te cinco largos años y a la es-pera, siempre a la espera, deque la paz llegase de nuevo almundo. Pero, cuando en 1919se planteó entre los vencedoresel reparto de la flota mercantealemana, el "Santa Cruz" repa-ró ligeramente los daños queel tiempo había causado en susmáquinas y calderas y, con tri-pulación alemana, marchó aRosyth, uno de los puertos de-signados para la entrega de losmercantes de la nación venci-da.

Representantes del ShippingController, organismo estatalbritánico, se hicieron cargo deél y, después de arriar los colo-res alemanes, el "Santa Cruz"quedó allí amarrado y a la es-pera de su posterior e incierto

La rápida motonave "Santa Cruz de Tenerife", de la Compañía Trasmediterránea que, con elgriego "Santa Cruz", son los únicos barcos que hoy llevan el nombre de nuestra ciudad.—

las diferentes líneas que, sobretodos los mares del mundo,mantenía la Ellerman.

En amuras y espejo de popalucía un típico nombre de lavieja Hall Line—"Merton Hall"—pero, según los viajes, los co-lores de la chimenea y la con-traseña cambiaban; unas veceseran los de la Bucknall, otraslos de la George Smith y, enocasiones, los de la Papayanni,la antigua naviera griega que,establecida en Londres, se in-tegró años más tarde en laEllerman.

Normalmente, el "MertonHall", aparte de viajes ocasio-nales en la línea africana, na-vegó en la de la India, con sa-lidas desde Londres y los puer-tos de Karachi y Bombay comoterminales.

En 1926 fue transferido ala City Line—los "competen-cias" del viejo Santa Cruzpuerto carbonero—y, con elnuevo nombre de "City of Sal-ford", volvió ocasionalmentepor el puerto de la ciudad cu-yo -nombre llevó. Iba entoncesen la línea de puertos sudafri-canos, línea en la que navegóhasta que, con la caída vertical

De todos estos barcos, el"Em.s" ganaría fama cuando,en la época de la colaboracióngermano-rusa, ganó el Pacíficopor el Océano Glacial Árticocon la ayuda de rompehielossoviéticos.

Al día siguiente, con cargade fruta a su bordo, el "SantaCruz" continuó viaje a Las Pal-mas y, desde allí, directo aHamburgo.

Este fue el comienzo de lavida marinera de un barco que,con el nombre de nuestra ciu-dad, tuvo fama legendaria du-rante los años de la segundaguerra mundial.

Continuaron sus escalas enSanta Cruz y, el 12 de octubredel mismo año, coincide aquícon el "acorazado de bolsillo""Deutschland" y los submari-nos "U-27" y "U-30". Estos zarparon el 13 al mediodía y,mientras, el "Santa Cruz" con-tinuó cargando en el muelleSur.

En la madrugada del 14, yalisto, solicitó práctico y se hizoa la mar. Ya en franquía, secruzó de vuelta encontrada conel "liner" inglés "Voltaire"que, de Santa Cruz de la Pal-ma, llegaba con un contingente

de turistas en crucero de re-creo. Uno entraba y otro salía;sus estelas se cruzaron aquípor vez primera y, tres añosmás tarde» lo harían d-e nuevo,si bien ambos ya vestidos conel tosco sayal gris de la guerray debidamente artillados comocruceros auxiliares.

Cuando la guerra comenzóen 1939, el "Santa Cruz" fueenviado a Kiel y allí fue con-venientemente transformadoen crucero auxiliar. Se le ins-talaron seis piezas de 150 milí-metros—desmontadas del viejoacorazado "Schelsien"—, unade 69, dos de 37 y cuatro anti-aéreos de 20. A la altura de labodega número tres se instala-ron cuatro lanzatorpedos de533 milímetros—dos por banda—y, completando su poderofensivo, se le transformó lapopa para el fondeo de noven-ta minas. Un hidrp del tipoArado, de exploración, iba, conlas alas plegadas, en la bodeganúmero cuatro.

La tripulación estaba forma-da por quince oficiales—máscuatro para marinar las posi-bles presas—y 362 hombres,todos al mando del capitán denavio Otto Kahler.

amadrinando barcos desde lasgradas, cediéndoles la sonori-dad de sus nombres que—plasmados en letras de broncesobre aletas y espejos de popa—han sido paseados por todoslos mares del mundo.

Tenerife, Orotava, Taoro,Teide, Anaga, Tacoronte yotros muchos han figurado, envarias ocasiones, en mercantesque, tanto extranjeros comonacionales, pasean con orgullo—o lo han hecho—por -todo elorbe.

Bajo ellos, una estela alboro-tada de espumas rotas por lashélices que, como río blanco yefímero, queda trazada sobrelas huertas azules e infinitasque, como un espejo, han re-flejado nombres y más nom-bres de recio sabor tinerfeño.

Junto a ellos el nombre denuestro Santa Cruz—este nues-tro viejo y querido S&nta Cruzque hace diez arios cumplió sucentenario corno ciudad—luciótambién en varia socasiones, lohace aún, en mercantes extran-jeros cuyas navieras propieta-rias quisieron testimoniar suentrañable ligazón espiritual yeconómica a nuestra'ciudad ypuerto, a nuestra Isla toda.

De ellos, sólo navegan dos—tmo español y otro griego—mientras que los restantes hancaído en el desguace prosaicoy, convertidos en chatarra, hanido a parar a la fosa común deJos altos hornos. Otro, con mu-cha historia tras sí, reposa cal-cinado en el fondo del puertojaponés de Yokohama.

Todos han tenido—tienen—sus historias que, normales enunos, no lo han sido tantos enotros. Todos, sin embargo, es-tán marcados por el denomina-dor común de, en un momentode su vida marinera, haber lle-vado sobre el nombre de supuerto de matrícula un SantaCruz que a todos nos llena aúnde legítimo orgullo. No en va-1

El crucero auxiliar <wThor", antiguo "Santa Cruz", durante su segundo crucero contrael tráfico aliado.

no era un tributo a la ciudadcuyo puerto—ese puerto que,cuanto mayor se hace, más pe-queño resulta para el desenvol-vimiento industrial y agrícolade la Isla—con tanta frecuenciavisitaron y aún lo hacen unida-des que navegan bajo la contra-seña de los que ya han desapa-recido para siempre. Pero, re-petimos una vez más, aún seles recuerda con nostalgia y ca-riño.

El nombre de Santa Cruz fi-guró en los espejos de popa devarios de aquellos finos velerosisleños que, bien en la ruta deLa Habana, bien en la pesca enel banco sahariano, ponían laslíneas esbeltas, clásicas, de labuena construcción—siempresólida—de los viejos carpinte-ros de ribera.

Hubo también un remolca-dor que, de casco de madera,llegó a nueotrss años niños,aquellos en que, desde el altomirador de la Marina, oservá-bamos el trajín incesante delpuerto que, aún, tenía gabarrasy carbón y—al mismo tiempo—remolcadores para su servi-cio.

Aquel "Santa Cruz" de chi-menea amarilla era propiedadde la Eider y, con el "Salaman-ca" vio transcurrir años y añosen el puerto -carbonero de en-tonces. Construido en 1899, pa-só luego a prestar sus serviciosen Las Palmas y, años más tar-de, fue sustituido por un nue-vo "Santa Cruz"—también decasco de madera—que, en 1944,con el "'Salamanca" pasó a na-vegar en aguas de la Guinea.Allí, remolcando tozas de ma-dera, el veterano "Santa Cruz"—que conservó su nombremientras que el "Salamanca"tomó^el de "Ataúlfo"—terminósus días de mar.

El "Sania Cruz" de 3a Otto ThorensenUna de las más recordadas

navieras en todo el Archipiéla-go es la noruega Otto Thoren-sen—propietaria de los aquídenominados "torises"—que,con la Yeoward Brothers y laForwood, primero estableció lí-nea regular frutera entre Cana-rias y la Península.

Primero inició ¡sus líneas contres pequeños vapores rusosque, luego, sustituyó por otrosde su propiedad que, hasta en-

tonces, cubrían los serviciosdel Mediterráneo.

En 1904 se verificó en losastilleros de la FredrikstadMek. Vaerksted la botadura delentonces moderno frutero"Santa Cruz", destinado a laflota de Otto Thorensen, de Os-lo.

De 1.475 toneladas brutas y930 netas, el "Santa Cruz"—aquellas clásicas "cachimbas"adornando la cubierta, cerca

Fotosy reproducciones

ss JUAN HERNÁNDEZ

de las bocas de escotilla—teníauna eslora de 72 metros y lamanga era de 10. Estaba pro-visto de una alternativa que,sobre una hélice, le proporcio-naba 11,5 nudos de media enservicio normal.

Una vez terminado se incor-poró al servicio con Canarias yen él se mantuvo—con aque-llos bien recordados uSan Ma-teo", "Santiago" y "Salaman-ca"—hasta que, en 1916, antela implantación de la guerrasubmarina sin restricciones porel Mando alemán, fue retiradode la línea frutera y, con otrosbarcos de la naviera, se dedi-có a la entonces rentable tras-atlántica, línea en la que—pe-se a sus modestas dimensionesy tonelaje—ganó buenos fletesen aquella época de pocos bar-cos y mucha demanda de to-nelaje.

Cuando en la década de 1920la, Otto Thorensen pasó a fu-sionarse con la Fred Olsen, el"Santa Cruz" fue registradocomo propiedad de la A. S.Bonhuer, una de las filiales dela citada nueva empresa navie-ra. Pero, sin embargo, "tori-ses" fueron, y aún lo son, todos los barcos que daban al ai-re la contraseña tan conocidaen nuestras aguas.

Las primeras motonaves dela Fred Olsen significaron queel "Santa Cruz" y otros vetera-nos vapores quedasen relega-dos a un segundo término y,por tanto, pasó a navegar en eltráfico de cabotaje, tan intensoentonces en el Mar del Norte,y máxime para la naviera quetantas líneas regulares servía.

"Kongshavn" volvió a sus acti-vidades en la mar y, con suvieja hélice, a sumar singladu-ras y trazar efímeras estelassobre el Mar del Norte, tanbien conocido para sus viejasplanchas.

En 1952, ya vencido por losaños, fue amarrado en Bergeny ofrecido en venta. Y, cuandoya todo parecía indicar su ad-quisición para caer en el des-guace prosaico se recibió unaoferta de la naviera turca Sa-dikzade Nazim de Estambul, y—después de un breve repasode casco y máquinas— en ene-ro de 1953 partió el viejo "San-ta Cruz" con rumbo a las aguasdonde habrían de transcurrir

ei y, uespues ae arriar io¿ CÜKJ-res alemanes, el "Santa Cruz"quedó allí amarrado y a la es-pera de su posterior e inciertodestino.

Mientras, las comisiones dis-cutían y estudiaban el porcen-taje de tonelaje alemán que acada nación correspondía y,terminada esta etapa, el "SantaCruz" fue transferido a Ingla-terra. De nuevo se hizo cargodel carguero el Shipping Con-troller que, después de em-plearlo durante unos meses enel transporte de víveres porcuenta del Gobierno, lo cedióa la Hall Line, una de las na-vieras integradas en el grupoEllerman.

Esta lo envió a Newcastle y,los mismos astilleros que tu-vieron a su cargo la construc-ción, se encargaron de moder-

en la línea de puertos sudafri-canos, línea en la que navegóhasta que, con la caída verticalde fletes originada por la crisiseconómica de Wall Street, permaneció largas temporada^amarrado.

Y fue durante una de esta,etapas de total inactividad quevendido por la City Line, pasoa manos de la firma Douglasand Ramsey—empresa especializada en desguaces—que, a remolque, lo envió a un pequeñopuerto escocés donde, en noviembre de 1933, dio comienzoel descoser de sus viejas planchas entre el zumbido de lossopletes.

A las pocas semanas, de aque"Santa Cruz" de la HamburgSudamerikanische sólo quedabauna gran platusa; después, na-da. Sus restos, chatarra infor

cruzo ae vuelca enconiraaa conel "liner" inglés "Voltaire"que, de Santa Cruz de la Pal-ma, llegaba con un contingente

ctictiro paiét marinar ias posi-bles presas—y 362 hombres,todos al mando del capitán denavio Otto Kahler.

Pero no por ellonombre de nuestra

perdió elciudad y

bajo él navegó hasta que, en1934, fue adquirido por laKongshavn Somier. Rebautiza-do "Lagiand" primero y"Kongshavn" más tarde, el vie-jo "Santa Cruz" continuó en elmismo tráfico—madera en losviajes de ida a Inglaterra y car-ga general en los de vuelta-basta que, una vez más, la gue-rra paralizó momentáneamentesus actividades.

En 1945, apenas se apagó eltrueno de los cañones, el

El trasatlántico inglés "Volatire", de la Lamport and Holt, hundido por el "Thor" cerca de CaboVerde, tres años después de cruzarse en nuestro puerto como simples mercantes ambos.

sus últimos años de vida mari- nizarlo debidamente antes de,con el nombre de "MertonHall", comenzase a navegar en

ñera.Bajo el nuevo nombre

"Kilimi", el que comenzóde

días de marbodegasnuestras

susllevando en sus

de oro vegetal deislas, comenzó a ha-

cerlo envuelto en el negro pol-villo del carbón que embarca-ba en Zonguldak con destino aotros puertos turcos.

Pocos años más tarde, ya deantieconómica explotación co-mercial desde todos los puntosde vista, fue a parar a manosde los desguazadores.

EiApenas llevaba un año nave-

gando el "Santa Cruz" de laOtto Thorensen noruega cuan-do en los astilleros de la Swan,Hunter and Wigham Richard-son de Newcastle se botó uncarguero del mismo nombrepara la Hamburg Sudamerika-nische—ligada a nuestro puer-to desde 1871—la cual tambiénconstruyó posteriormente un

"Tenerife" y, al naufragar éstedurante la segunda guerramundial, adquirió otro, en1942, al que dio el nombre denuestra isla.

Este "Santa Cruz" era el clá-sico barco de la época, con pa-los y chimenea de mucha guin-da y en caída. De 4.988 tonela-das, eran sus principales di-mensiones 119 metros de eslo-

me, había servido de pasto alos insaciables hornos de laindustria siderúrgica.

E! segundo "Santa Cruz", luegocrucero auxiliar

En 1937 fue botado en losastilleros de la Deutsche Werft,de Hamburgo, un nuevo frute-ro destinado a la flota de la 01-denburg-Portugiesische, la tanconocida naviera alemana que,desde hace años, mantiene lí-nea regular entre Canarias ylos puertos de Bremen y Ham-burgo.

Cuando resbaló por la grada,después del protocolario bauti-zo, lo hizo luciendo el nombrede "Santa Cruz" en amuras yaletas.

De 3.862 toneladas, estabaequipado con una turbina devapor que, con 6.500 H. P. so-bre una hélice, Le daba máximacíe 18 nudos y, a su velocidadeconómica, tenía una autono-mía de 40.000 millas.

Una vez terminado, el "San-ta Cruz" llevó a cabo las prue-bas oficiales de velocidad yconsumo y, desde Hamburgo,salió en viaje inaugural a San-ta Cruz de la Palma. Allí cargóy, el 23 de mayo de 1938, llegóa nuestro puerto por vez pri-mera. Estaba al mando del ca-pitán Scherlock y su tripula-ción compuesta por 37 hom-bres.

Aquel día se encontraban enpuerto los "Águila de Oro","Sancho II", "León y Castillo","Betancuria", "Río Francoli","Gomera", "Rabat"—de su mis-ma contraseña—, "Ems", delLloyd Norte Alemán, y el ame-ricano "West Irmo". Fondea-do, esperaba atraque el marro-quí "Arango",

El primer del Cruz"El 6 de junio de 1940, el

"Santa Cruz", transformado enel mercante soviético "Orsk",se hizo a la mar desde Ki-el. Sucomandante llevaba órdenes deoperar contra el tráfico aliadoen el Atlántico Central- y Sury, mientras remontaba lasaguas de Noruega, no dejabade estar inquieto al saber queaún se luchaba en Narvik yque, por tanto, la vigilancia in-glesa sería muy activa en laszonas de bloqueo.

Costeando Groenlandia seadentró en el Atlántico y, pocodespués, cambió su disfraz porel del carguero yugoslavo"Vir". En las proximidades delas Azores avistó en la lejaníaa un crucero auxiliar inglés delque sin llamar la atención, sealejó prontamente.

El 1 de julio capturó su pri-mera presa, la motonave holan-desa "Kertosono", de 9.289 to-neladas, propiedad de la Rot-terdam Lloy. Entre sus doce paBajeros figuraban cuatro mu-jeres y un niño y, por esta causav el capitán holandés se rin-dió al primer cañonazo de avi-so. El barco iba, con carga men-tó de maquinaría agrícola y as-falto y, después de marinarlocooi una tripulación de presa,el capitán Katoler lo envió aLorient, puerto al que llegó se-

iana.s más tarde.Siete días más -tarde apresó

al "Delaimbre", uno de los "li-rios" de la Lamport and Holtmás conocidos en Santa Cruz.Iba con carga de algodón pa-na Liverpool y, después un re-coger a su dotajción, lo hundióa cañonazos. El 9 apresó ei bel-ga "Bruges", de la ArmementDeppe —que no era otro queel viejo "Kybfels" de la Haiisaademan a— que, con cargamen-to de blenda, se dirigía a In-glaterra. El "Bruges" corrió lamisma suerte que el "Dekrai-bre" y, el 14 nueva presa en elhorizonte. Se tratabba del car-guero "Gracefield", de .'a Su-tton —también con blenda—que fue hundido por cargajs explosivas.

48 horas más tarde, el "Santa Cruz" —qu<e navegaba comoel "Vir" yugoslavo si bian sunombre oficial era el de"Thor"— trató de de tener ad"Wendover",de la Watts, Wattsand Co., de Londres, que, atr-niado con dos piezas de 76 mi-límetros, respondió el fuego ¿el'raider". Este le contestó con

sus cañones de 150 y, morarn-os después, ardiendo casi to-talmente, el mercante paraba,si bien su radio continuaba so-licitando auxilio y dando su po-sición.

El "Thor" recogió a la dota-ción y, con cangas, apresuró elhundimiento del "Wendower".

Este quedó flotando con laquilla al sol mientras, por susdestrozadas escotillas, iban sa-liendo —y dándole flotabili-dad-- las 7.250 toneladas decarbón que constituían su car-gamento. Y ante ello, para apresurar el hundimiento, de nuevola artillería dejó oir el roncotrueno de su voz.

Después de hundir al holan-dés "Tela", con carga de trigopara Inglaterra, el "Thor" pusorumbo a Trinidad y, el 28, seencontró con el crucero auxiliar"Alcántara", trasatlántico de laMala Real —de 22.000 tonela-das— artillado con ocho pie-zas de 152 y dos de 75. Ei co-mandante del "Alcántara", ca-pitán de navio Ingham, sospechó inmediatamente de aquelen apariencia carguero yugos-lavo que, al verse descubierto,trataba de escapar. Cambió derumbo para interceptarlo y, almismo tiempo, se ponía a lamáxima.

A las 2 de la tarde comenzóel combate en el que, desde losprimeros momentos, el "Thor"logró impactos certeros que produjeron incendios en el inglés.Este se apuntó también algunos

i que dejaron inutilizado el as-censor de proa y, por tanto, laspiezas de aquel sector. Amboshabían recibido daños y dis-minuida su velocidad, factorque aprovechó el "Thor" pararomper el contacto en tantoque, con escora pronunciada, el"Alcántara" se dirigía a Rio deJaneiro para reparar y desem-barcar sus heridos y muertosen el combate.

El "Thor" cambió su difraz,reparó sus averías y, el 8 de septiembre, detuvo al yugoslavo"Federico Clavic", al que dejóen libertad por no conducir contrabando de guerra. Cuatro díasmás tarde, su avión descubrióun gran ballenero navegandoen sus inmediaciones y, cambia-do el rumbo para interceptarlo.Resultó ser la factoría ballenera"Kosrnos", de bandera noruegay 17.000 toneladas, que regresaba a Inglaterra con carga com-pleta. Recogida su dotación, elespectacular barco fue hundidoya que —opinaba el capitánKahler— con su silueta llama-ría poderosamente la atencióny no podría forzar el bloqueo yllegar a Lorient. Y llevaba ra-zón ya que, el 8 de abril del mismo año, el "Kosmos II", su ge-melo, llegó a Santa Cruz y, des

(Pasa a la pág. 16)

Historias de los cinco barco han llevado el nombr(Viene de la pág. 10)

pues de ser pintado de gris, trató de ganar Gibraltar, lo cualno logró por la acción de unsubmarino alemán.

Después de tomar petróleodel "Rekum" —que por ciertohabía zarpado de nuestro ouer-

y, horas más tarde, al sueco"Trolleholm", fletado por el Almirantazgo inglés.

Luego decide regresar y, despues de limpiar calderas a laaltura de Cabo Verde, ponerumbo a Alemania. El 4 deabril, aun al sudoeste dei ar-rhiniplafn nnrt.n?iiés SP pnriipn-

arrebató la antena de la radiomomentos antes de que el"Thor" apareciese en el hori-zonte y, con un cañonazo de aviso, logró se detuviese el "Nan-kin."

Con una dotación de presafue enviado al Japón —concre-tamente a Yokohama— en

bre las aguas alcanzó al ''Leu-ten" y, en aquella gigantesca hogüera, se perdió -r-con susacompañantes— el "SantaCruz" que, en aquel ya leja-

no 23 de mayo de 1938 habíallegado por vez primera a nues-tras aguas, las del puerto c*e laciudad que le cedió su nombresonoro.

Los dos actuales "Santa Cruz"

tado en 1936 en los astillerosde la Helsingor que, también,tuvieron a su cargo la constru-cción de sus gemelos "Tunis","Algier" y "Sicilier", todosellos para la línea que la DeíForenede mantenía con puer-tos del Mediterráneo.

Con capacidad para 12 pasa-

En 1966, el armador Gerassi-mosmos Fetourist adquirió el"Marocco" para una línea quese proponía establecer con Ca-narias y, para ello, le dio elnombre de nuestra ciudad, ñorabre bajo el que continuó sussingladuras en el Mediterra-

a Cruzllevado hasta la fecha el nom-bre de la ciudad que, capital dela Isla, ha mirado siempre lohace aún— de frente a la mar,camino sin límites que ha sido,es y será su futuro. Hoy ve sunombre reflejado en la inquie-ta lamina azul desde el espejode popa de dos rápidas moto-

y reproducciones son de Newcastle se botó uncarguero del mismo nombrepara la Hamburg Sudamerika-nische—ligada a nuestro puer-to desde 1871—la cual tambiénconstruyó posteriormente un

Este "Santa Cruz" era el clá-sico barco de la época, con pa-los y chimenea de mucha guin-da y en caída. De 4.988 tonela-das, eran sus principales di-mensiones 119 metros de eslo-

equipado con una turbina devapor que, con 6.500 H. P. so-bre una hélice, le daba máximade 18 nudos y, a su velocidadeconómica, tenía una autono-mía de 40.000 millas.

"Gomera", "Rabat"—de su mis-ma contraseña—, "Ems", delLloyd Norte Alemán, y el ame-ricano "West Irmo". Fondea-do, esperaba atraque el marro-quí "Arango".

. .

sus cañones de 150 y, mamon-tas después, ardiendo casi to-talmente, el meroainte paraba,si bisen su ¡radia continuaba so-licitando auxilio y dando su po-sición.

.y a\j pupila iui¿cir tíi uiuqircu yllegar a Lorient. Y llevaba ra-zón ya que, el 8 de abril del mismo año, el "Kosmos II", su ge-melo, llegó a Santa Cruz y, des

(Pasa a la pág. 10)

Historias de los cinco barcos que han llevado el nombre de Santa Cruz(Viene de la pág. 10)

pues de ser pintado de gris, trató de ganar Gibraltar, lo cualno logró por la acción de unsubmarino alemán.

Después de tomar petróleodel "Rekum" —que por ciertohabía zarpado de nuestro puer-to el 17 de julio—, el "Thor"volvió a la zona de operacio-nes. Hundió al "Natía", de laMala Real y, el 5 de diciembre,a 480 millas de Rio de Janeiro,tiene lugar su segundo encuentro con un crucero auxiliar in-glés ,el aquí tan conocido "Car-narvon Castle". Cuando terminóel combate, el antiguo "lincr"de la Unión Castle tenía 27 impactos de 150 milímetros, 6 deellos cerca de la flotación, y,por tanto rompió el contacto yarrumbó a Montevideo donde,por cierto, en su reparación seemplearon planchas extraídasde los restos del "Graf Spee".

Después de un encuentro conel acorazado de bolsillo "Admi-ral Sheer", el "Thor" petroleadel "Eurofeld —otro de cister-nas alemanes llegados a nues-tro puerto en los primeros díasde la guerra y que había zarpa-do el 3 de septiembre— y, el25 de marzo de 1941 hunde al"Britannia", de la Anchor Line

y, horas más tarde, al sueco"Trolleholm", fletado por el Almirantazgo inglés.

Luego decide regresar y, despues de limpiar calderas a laaltura de Cabo Verde, ponerumbo a Alemania. El 4 deabril, aun al sudoeste del ar-chipiélago portugués se encuen-tra con el "Voltaire" —aquelsu antiguo compañero en aguasde Santa Cruz— que, de Tri-nidad, se dirigía a Sierra Leonapara escoltar a un convoy. El"Thor" llevaba bandera griegapero, al verse reconocido, lasustituyó por la alemana y elcombate se generalizó. Fue rá-pido, sumamente rápido en sudecisión y, comenzado a las 6,49ya a las 8,30 se hundía el "Vol-taire".

El 16 hunde al sueco "Sir Er-nest Cssel" en el Atlántico Ñorte y, después de disfrazarse demercante soviético, petrolea del"111", —otro de los petrolerosque habían estado en nuestropuerto— llega a Cher burgo primero; de allí cruza a El Havrey, vía Hoek van Holland, arribaa Hamburgo el 30 de abril, des-pués de haber recorrido 57.000millas y hundir doce mercantescon un total de 96.500 toneladasde registro.

El segundo crucero del "Santa Cruz"El 30 de noviembre de 1941,

el "Thor" —antiguo "SantaCruz"— se hace de nuevo a lamar, al mando en esta ocasióndel capitán de navía GuntherGumprich. Llevaba instalado unradar muy primitivo y, navegando solamente de noche, cruzoel Canal de la Mancha hasta elestuario del Gironda, de donde—el 14 de enero de 1942— zarpó en su nuevo crucero.

Cruzó el Atlántico de Nortea Sur y llegó hasta Georgia delSur en busca de las flotas deballeneros. Penetró en la "ban-qui®a" y se acercó hasta el Marde Wequeda y, casi tras un mesde búsqueda, regresó al Norte.El 13 de marzo, en el horizonteapareció el crucero inglés "Durban", que, de inmediato, hizopor éL Desde 6.000 metros pre-guntó por semáforo: ¿Qué bar-co?

Y desde el puente del "Thor"se respondió, por idéntico sistema: "Carguero inglés "Leverbank".

El "Durban" continuó nave-gando paralelamente al "Thor"y, momentos después, cayo auna banda y se alejó satisfecho.24 horas más tarde, sobre elhorizonte se alzaron cuatro pa-los y una alta chimenea qup,rápidamente, se transformaronen la estampa marinera del crucero auxiliar "Cheshire", de laBibby Line. La misma pregunta que el "Durban" y, ante i dentica respuesta, el crucero inglés volvió a su primitivo rum-bo.

El 23 de marzo, mientras re-cibía provisiones del carguero"Regesnburg, avistó una densacolumna de humo y salió trasella. Se trataba del griego "Pa-gastikos", un viejo cargueroque databa de 1914 al que, despues de recoger a su tripula-ción, hundió con un torpedo.

El 30, su hidro descubrió al"Wellpark", barco rápido quetrató de huir pero que, alcan-zado en las primeras horas dela tarde, fue hundido con bombas. Lo mismo ocurrió el 1 deabril con el "Willesden", al quetuvo que perseguir durante tdoce horas —mientras el hidro lobombardeaba y ametrallaba—hasta lograr se detuviese. Comoel carguero había comunicadosu posición, se recogió la dota-ción y, con toda rapidez fue hundido con un torpedo.

Diez días más tarde, suradar señaló al "Kirkpool", alque durante todo el día siguiódebajo del horizonte para, du-rante la noche, forzar la mar-cha y detenerle por sorpresa.Así se hizo y, como había su-puesto Gumprich, se logró elefecto deseado del apresamien-to y posterior hundimiento delcarguero de la Ropner.

Después de este hundimien-to, y de acuerdo con órdenesrecibidas de Berlín, el "Thor"pasó al Indico donde, el 10 demayo, su hidro avistó al "liner"inglés "Nankin" —de la P. andO.— a unas 1.500 millas de lacosta australiana. El avión pi-có y, con una pasada baja, le

arrebató la antena de la radiomomentos antes de que el"Thor" apareciese en el hori-zonte y, con un cañonazo de aviso, logró se detuviese el "Nan-kin."

Con una dotación de presafue enviado al Japón —concre-tamente a Yokohama— enunión del "Regensburg" que seencontraba en aquella zona pa-ra suministrar al "raider".

En la anochecida del 16 dejunio, se avistó un petrolerosin luces. El "Thor" hizo porél con la esperanza de apresar-lo por sorpresa pero, por des-gracia, la salva de aviso lo al-canzó y, con una explosión es-pectacular, el petrolero quedoenvuelto en llamas de proa apopa y, con timón atorado, na-vegó en círculos dejando trassí un cargamento de gasolinaardiendo sobre el océano. Setrataba del holandés "Olivia'5

barco muy moderno— cuyossupervivientes fueron recogidospor el "Thor", excepto cuatroque, en una balsa, y después degrandes penalidades, llegaron aMadagascar.

Sus dos siguientes presas fueron petroleros noruegos que, intactos, fueron marinados y en-viados al Japón. El primero el"Herborg", recibió el nuevonombre de "Hoenfriedgurg" bajo bandera alemana mientrasque el segundo, el "Madroño",el de "Rossbaeh". Ambos trata-ron luego de llegar a Europay, mientras el uno era hundidocerca de las Azores por el cru-cero "Sussex", el otro lo fue enel Canal de Kii por el submari-no americano "Burrifish".

La última presa del "Thor"fue el 20 de julio cuando, entreFremantle y Lorenzo Marqués,trató de detener al "Indus"un moderno carguero* de laNourse Line. Este, armado conuna pieza de 120 y dos de 76,opuso seria resistencia y, des-pués de causar bajas al corsa-rio, éste lo desmanteló con susuperioridad artillera y, tras recoger a los supervivientes, lohundió con un torpedo y pusorumbo a Yokohama.

El 9 de octubre dio fondo enel citado puerto japonés y,*des-pues de entrar en dique paralimpiar fondos, se abarloó al petrolero "Uckermark —que noera otro que el célebre "Alt-mark" rebautizado— y, por laotra banda lo hizo su presa, el"Nankin", que bajo bandera alemana llevaba el nuevo nombrede "Leuthen".

El 30 de noviembre, una terrible explosión se produjo enel petrolero y las llamas se apoderaron rápidamente de éL El"Thor" trató de largar amarraspero, en aquel momento, otraexplosión lanzó al aire el pun-te incendiado del "Uckermark"que cayó sobre el "raider" yprodujo el consiguiente incen-dio. La gasolina incendiada so-

bre las aguas alcanzó al v<Leu-ten" y, en aquella gigantesca h^güera, se perdió -^con susacompañantes— el "SaritaCruz" que, en aquel ya leja-

no 23 de mayo de 1938 habíallegado por vez primera a nues-tras aguas, las del puerto de laciudad que le cedió su nombresonoro.

Los dos actuales "Santa Cruz"El "Santa Cruz de Tenerife",

de la Compañía TrasmediUrrá-nea, es de sobra conocido parainsistir sobre él. Con sus gemolos "Las Palmas de Gran Cana-ria, "Juan March" y "Ciudadde Compostela" es uno de loscuatro transbordadores que, tanto en la línea de Canarias comoen la de Baleares han venido arevolucionar todo un conceptodel transporte de pasajeros ymercancías.

Orgullo de los astilleros bil-baínos de la Sociedad Españolade Construcción Naval, el "San-ta Cruz de Tenerife" —con to-das sus innovaciones— dio lapauta para el tipo del "VicentePuchol" que, en pequeño, re-

produce su estampa marinera,gallarda y elegante.

Casi al mismo tiempo en queeste "Santa Cruz" español sehacía a la mar, otro —de ban-dera griega— se preparaba para también hacerlo en linea frutera desde puertos del Medite-rráneo a estas Islas.

Por diversas circunstanciasno se materializó la idea de susarmadores pero, sin embargo,aún navega con el nombre defnuestra ciudad en el tráfico de^ds-i écabotaje del Mediterráneo unnb Ia

"Santa Cruz" que nunca ha Ile;jn2d ''gado —quizás no llegue —nuestras aguas.

Este barco, de 1.700 tonv-la-e síjsandraidas brutas y 900 netas fue bo- auopuBS SB]

tado en 1936 en los astillerosde la Helsingor que, también,tuvieron a su cargo la constru-cción de sus gemelos "Tunis">"Algier" y "Sicilier", todosellos para la línea que la DotForenede mantenía con puer-tos del Mediterráneo.

Con capacidad para 12 pasa-jeros y cuatro bodegas —podíantransportar en ellas 118.050pies cúbicos de carga seca engrano— todos ellos estabanequipados con un motor B. andW., de cinco cilindros, que le?daba media de 12 nudos.

Durante la guerra los cua-tro gemelos pasaron a navegarpor cuenta de los aliados y, du-rante ella, los "Algier" y "Si-cilien" se perdieron.

°«SOU

anb

oí üos ouap

En 1966, el armador Gerassi-mosmos Fetourist adquirió el"Marocco" para una línea quese proponía establecer con Ca-narias y, para ello, le dio elnombre de nuestra ciudad, nombre bajo el que continuó sussingladuras en el Mediterrá-neo.

Cinco barcos de altura han

llevado hasta la fecha el nom-bre de la ciudad que, capital dela Isla, ha mirado siempre —lohace aún— de frente a la mar,camino sin límites que ha sida,es y será su futuro. Hoy ve sunombre reflejado en la inquie-ta lamina azul desde el espejode popa de dos rápidas moto-naves.

-j-I•?ui31-1'

OUIOD i B*n tan SÍIIEUS SOI ! B