Historia Del Credo Nicea

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ORIGENES Y EVOLUCION

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  • Historia del Credo Niceno - Constantinopolitano

    Poco despus de que Roma adopte el cristianismo, que recin

    se convertir legalmente en religin del Imperio bajo Teodosio en 380, convoca los grandes concilios

    ecumnicos para unificar la religin cristiana en su territorio.

    Constantino, a partir del Edicto de Miln del 313 de nuestra era, interviene activamente en l

    convocando el concilio de Nicea el ao 325 para superar la divisin que haba creado las doctrinas de

    Arrio y conseguir una disciplina eclesistica unitaria.

    El concilio de Nicea remite a la relacin entre Padre e Hijo en su hondura y esencia intradivinas.

    El Hijo, que en Jesucristo se hizo carne u hombre, y que en Jesucristo se encuentra, no es una primera

    creatura (no ha sido creado); ms bien es el nico engendrado/nacido (versin griega: engendrado;

    versin latina: nacido) del Padre.

    El lugar de reunin de los 318 obispos que acudieron a la convocatoria, fue la sala principal del palacio

    imperial. Las sesiones del concilio estuvieron presididas por el mismo emperador o por su legado el

    obispo Osorio de Crdoba.

    Constantino presida los debates e intervena en ellos.

    l confiri a los decretos del concilio validez de leyes de estado.

    Con esto abri el camino a la cristiandad como compenetracin, cada vez ms estrecha de la Iglesia y

    el Estado.

    El concilio de Constantinopla lo convoca Teodosio el ao 381, aunque no en el palacio imperial sino en

    una iglesia.

  • No preside las reuniones de los 150 obispos. Al terminar el concilio los padres conciliares escriben una

    carta a Teodosio para pedirle que ejecutara los cnones.

    El emperador promulg un edicto el ao 381 mismo en el que sacaba las consecuencias prcticas de los

    resultados conciliares para la legislacin y la poltica del Imperio.

    Puede afirmarse que los emperadores ejercieron un control directo sobre las asambleas episcopales y las

    luchas por la hegemona de los grandes patriarcados.

    Los grandes concilios ecumnicos fueron convocados por los emperadores y presididos por ellos o por sus

    legados, e intervenan en las disputas si no es que las dirigan. Luego proclamaban como ley las

    resoluciones de los padres conciliares.

    Vamos a referirnos nicamente al concilio de Nicea y al de Constantinopla, con alguna referencia al de

    Calcedonia.

    El concilio de Nicea lo provoca Arrio con su afirmacin de que el Logos perteneca a la categora de lo

    creado.

    Rompe claramente con la doctrina de la coeternidad del Hijo con el Padre, porque ello supondra dos

    principios no engendrados, comprometiendo as de raz la nocin misma de la unicidad de Dios.

    El Hijo, segn Arrio, es distinto del Padre absolutamente transcendente, no slo en virtud de su

    hipstasis, sino en cuanto a su naturaleza.

    Contra la tesis arriana segn la cual el Logos ha sido creado de la nada, y contra la afirmacin de que el

    Hijo no comparte ninguna comunin ontolgica con el Padre, el concilio afirmar el homoousios, que

    sostiene la misma esencia y la misma sustancia para el Padre y el Hijo.

    El concilio, en contra de Arrio, afirma que el Logos es Dios verdadero de Dios verdadero, que el Hijo

    comparte el mismo ser del Padre y sostiene que no es equivalente engendrado que creado, que es,

    pues, engendrado y no creado.

    Arrio sostena que el Hijo no era eterno, porque antes de nacer, no era; que ha surgido de la nada.

    El rechazo del arrianismo se apoya fundamentalmente en el trmino homoousios, que significa que el

    Hijo no tiene ninguna semejanza con las criaturas que fueron hechas, porque es consustancial al Padre.

    El trmino fue controvertido porque no es bblico, es heleno, utilizado por Plotino, Porfirio y por

    Orgenes.

    Algunos dicen que el trmino lo introdujo el mismo Constantino. Desde Nicea homoousios se convierte

    en la bandera de la ortodoxia.

  • El concilio, con las afirmaciones antiarrianas declara con la mayor evidencia su intencin doctrinal, y

    pretende crear un smbolo o compendio de las verdades esenciales profesadas por la Iglesia.

    Teodosio I convoca el concilio de Constantinopla el ao 381 para restaurar la disciplina eclesistica y la

    unidad religiosa del Imperio sobre la base del concilio de Nicea.

    La controversia arriana se haba extendido al Espritu Santo y, como reaccin, se extender tambin al

    Espritu Santo el homoousios.

    Esta ser la tarea del concilio de Constantinopla.

    Adems de los conflictos doctrinales, haba tambin enfrentamientos por causa de la importancia

    eclesistica y poltica de las grandes sedes patriarcales de oriente: Constantinopla, Alejandra y

    Antioqua.

    La asamblea episcopal renov su adhesin a Nicea y extendi el homoousios al Padre, al Hijo y al

    Espritu Santo que forman una sola divinidad, un solo poder y una sola sustancia, afirmando, a la vez, que

    son tres personas o hipstasis.

    El smbolo niceno-constantinopolitano es el credo ms importante y conocido de la historia del

    cristianismo.

    Este concilio confirm la fe catlica y apostlica de Nicea y extirp las herejas que haban surgido desde

    Nicea.

    El smbolo niceno-constantinopolitano no fue concebido como un nuevo smbolo, sino como una nueva

    forma, complementada, del smbolo niceno.

    Entre ambos smbolos hay algunas diferencias, pero son de ampliacin consecuente.

    El snodo de Constantinopla tiene tambin en cuenta a los gnsticos.

    Las primeras generaciones de gnsticos tienen una doctrina difcil de definir. Ms tarde sus posiciones se

    fueron precisando.

    Los gnsticos separan a Dios, el abismo, de la creacin.

    Dios es distinto del Creador, que es el Demiurgo. Para los gnsticos la carne es radicalmente corrupta y

    no tiene salvacin. Esta es la mayor blasfemia, segn Ireneo.

    Ireneo afirma que sin la carne real de Cristo no seramos salvos ni resucitaramos.

    Teodosio II, el ao 431 convoca el concilio de feso. En l se declara el doble nacimiento de Cristo, de

    Dios Padre y de Mara y, por tanto, su doble consubstancialidad, con Dios y con el hombre; se reconoca

  • que la encarnacin se haba producido de la unin de las dos naturalezas, sin que desapareciese la

    distincin entre ellas, y que precisamente en virtud de esa unin, Mara poda llamarse Madre de Dios.

    En el ao 451, un edicto promulgado por los emperadores de Oriente y Occidente, Marciano y

    Valentiniano III, convoc el nuevo concilio en Nicea.

    Marciano desplaz el lugar del concilio de Nicea a Calcedonia, en la orilla asitica del Bsforo, frente a

    Constantinopla.

    De esta forma podra l mismo asistir a los trabajos, como era su deseo y como le haban pedido los

    legados del papa.

    Marciano confiri la presidencia del concilio a una comisin de funcionarios imperiales, compuesta por 19

    miembros, que deban fijar el orden del da, vigilar el desarrollo de los trabajos e informarle a

    continuacin de todo ello.

    La presencia de los comisarios muestra que la iniciativa de los debates conciliares estaba en gran parte

    en manos del emperador.

    El concilio proclama que el nico y mismo Seor nuestro Jesucristo es juntamente perfecto en la

    divinidad y perfecto en la humanidad.

    Esta unidad y distincin se expresa en el aparato conceptual de la metafsica antigua.

    Adems del homoousios aparecen los conceptos de naturaleza (physis), persona (prosopon) e

    hipstasis (hypostasis).

    Jesucristo debe ser reconocido en dos naturalezas, sin confusin, sin cambio, sin divisin, sin separacin,

    y la diversidad de las naturalezas, con sus respectivas propiedades, no desaparece despus de la unin,

    sino que ambas concurren en una sola persona y en una sola hipstasis.

    El Dios-hombre no est partido o dividido en dos personas, sino que es uno solo y el mismo Hijo

    unignito, Dios Verbo y Seor Jesucristo, como de antiguo nos ensearon, acerca de l los profetas y el

    mismo Jesucristo, y nos lo ha transmitido el smbolo de los padres. Se evitan as los riesgos opuestos del

    nestorianismo y del monofisismo.

    Veamos ahora el smbolo niceno-constantinopolitano, e intentemos analizarlo.

    En el Credo slo se formulan las creencias que hay que profesar para poder ser bautizado e

    incorporarse a la Iglesia; no se dice prcticamente nada en relacin al camino espiritual, ni cmo acceder

    a la experiencia espiritual, a la cualidad humana profunda.

    Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo

    invisible.

  • Se afirma el monotesmo cristiano de un solo Dios y Seor, de palabra poderosa que hace lo que dice, que

    es un Padre que todo lo puede.

    Con slo esta afirmacin ya se ha asentado el principio jerrquico. Pero se sostiene que su seoro no es

    desptico, sino paternal.

    Es un Seor que con su palabra crea con ella el cielo y la tierra; y como que es su palabra poderosa la

    que da el ser, su creacin es de la nada.

    l es el creador de todo lo existente, sea visible o invisible.

    Esta afirmacin va en contra de los gnsticos que sostenan que el Padre era absolutamente

    transcendente y ajeno a la creacin, que era obra de un Demiurgo.

    Creo en un solo Seor, Jesucristo, Hijo nico de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:

    Se profesa la creencia en Jesucristo, que es el Enviado por el Padre, que es su nico Hijo, que procede

    del Padre antes de todos los siglos.

    l es nico el Enviado por la Autoridad suprema y es Seor, del mismo rango de Dios y es Dios; procede

    de l, como su nico Hijo, sin tiempo.

    Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma

    naturaleza del Padre;

    Ese nico Seor enviado es Dios verdadero de Dios verdadero, Luz de Luz. Contra Arrio se afirma que es

    engendrado, pero no creado. Se distingue claramente la nocin de engendrado de la nocin de

    creado que Arrio identificaba.

    Y se hace la gran afirmacin, tambin contra Arrio, Jesucristo no es creado de la nada, ni comienza a

    existir, es eterno y de la misma naturaleza del Padre (homoousios).

    por quien todas las cosas fueron hechas;

    Jesucristo es el Verbo poderoso de Dios por quien todas las cosas fueron hechas. El Enviado por el

    supremo Seor es su Hijo unignito y su Verbo. Hasta aqu se cumple a la letra el paradigma mitolgico

    autoritario aunque la investicin semntica sea diferente.

    que por nosotros los hombres, y por nuestra salvacin descendi del cielo,

    El Enviado por el Padre, desciende de los cielos para restablecer a la humanidad, cada por la

    desobediencia de nuestros primeros padres. Viene a restablecernos en la sumisin y entrega, con espritu

    filial, al Padre.

    y por obra del Espritu Santo se encarn en Mara la Virgen, y se hizo hombre;

    Jesucristo es Hijo del Padre y de Mara la Virgen, por obra del Espritu Santo. Se afirma la doble

  • sustancialidad, humana y divina, sin mezcla en la unin. Aqu se entra ya en el terreno de la reflexin

    teolgica para precisar la creencia frente a Nestorio.

    y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeci y fue sepultado,

    El Enviado del Padre, su Hijo unignito, consustancial al Padre, siendo divino y celeste, debe morir y ser

    enterrado para hacer, por voluntad del Padre, a la muerte fecunda.

    La muerte estril es la que termina en pura muerte; la muerte fecunda es la que se transforma en vida,

    como los granos, que slo cuando mueren, cuando son enterrados, dan fruto de vida.

    Por tanto, el Enviado, que muriendo vence a la muerte estril, vence tambin al Principio del mal y sus

    asociados.

    En este smbolo no se habla de la bajada a los infiernos de Jess, pero s en otros.

    y resucit al tercer da, segn las Escrituras,

    La resurreccin es la manifestacin de que, en adelante, la muerte es fecunda, gracias a la pasin y

    muerte del dios que procede del mbito supremo del Seor, dios supremo del Padre.

    y su reino no tendr fin.

    Jesucristo, el Hijo unignito del Padre e hijo de Mara, no est en el orden de las criaturas que nacen y

    desaparecen. El credo afirma que su reino no tendr fin.

    Creo en el Espritu Santo, Seor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el

    Hijo recibe una misma adoracin y gloria,

    El concilio de Constantinopla extendi el homoousios al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, afirmando

    que forman una sola divinidad, un solo poder y una sola sustancia, pero en tres personas o hipstasis.

    La figura del Espritu Santo quizs es la referencia ms claramente inicitica del credo.

    y que habl por los profetas.

    l es el Espritu Santo de los profetas y de todos los fieles.

    Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Universal y Apostlica.

    Se proclama que la Iglesia, que es el cuerpo misterioso de Cristo, es Una, Catlica o Universal y que

    proviene de los primeros seguidores de Jess, los Apstoles.

    El credo proclama la necesaria pertenencia y la sumisin a la Iglesia.

    Reconozco que hay un solo bautismo para el perdn de los pecados.

    Entre la multitud de bautismos que circulaban en el mismo mbito que el primitivo cristianismo, el credo

  • proclama que el nico bautismo que perdona los pecados es el bautismo de la Iglesia, que se cree

    establecido por Jess mismo.

    Espero la resurreccin de los muertos y la vida del mundo futuro. Amn.

    Vencida la muerte por Jesucristo, muerto, resucitado y elevado a los cielos, la muerte ha perdido su

    aguijn.

    La muerte devolver todas sus presas para entregarlas a una vida nueva, sin muerte, en el futuro.