Historia Del Pensamiento Político Moderno 06 BURKE Reaccion Antiliberal

7/23/2019 Historia Del Pensamiento Poltico Moderno 06 BURKE Reaccion Antiliberal

1/23

Antes de imprimir este e-mail, piense si es necesario hacerlo. El medio ambiente es cosa de todos.Abans d'imprimir aquest e-mail, pensi si s necessari fer-ho. El medi ambient s cosa de tots.Think twice before printing this e-mail. Environmental protection is in our hands.

Licenciatura de Ciencias Polticas y de la Administracin

Historia del Pensamiento Poltico Moderno

Profesor Dr D Benito Sanz Daz

6La reaccin antiliberal

Edmund Burke

Joseph de Maistre

1. Reacciones ante la Revolucin Francesa. El proyecto contrarrevolucionario2. Edmund Burke.Reflexiones sobre la Revolucin francesa

3. Joseph de Maistre. Contrarrevolucionario en Francia.

LecturasEl nacimiento de los derechos en Inglaterra. La Magna Carta Libertatum / 1215

El rechazo de los principios de la Revolucin. Edmund Burke (1729-1797)Joseph de Maistre: el despotismo del pecado original.

El Liberalismo es pecado / Flix Sard y Salvany

Este documento ha sido reproducido con fines exclusivamente docentes, para su uso del profesor BSD y alumnos de laasignatura HPPM en la Universidad de Valencia (Tarde).

El presente documento son notas indicativas y esquemas de la asignatura. Se deben completar con la asistencia a las clases ycon el estudio de la bibliografa de referencia que aparece al final de estas notas.


2/23

Profesor Dr. D. Benito Sanz Daz 2

Tema 06. La reaccin antiliberal. Edmund Burke. Joseph de Maistre

La reaccin antiliberal

1.- Reacciones ante la Revolucin Francesa. El proyecto contrarrevolucionario2.- Edmund Burke. Reflexiones sobre la Revolucin francesa. El rechazo de los principios de laRevolucin.3.- Joseph de Maistre. Contrarrevolucionario en Francia.

1.- Reacciones ante la Revolucin Francesa. El proyecto contrarrevolucionario

Nunca nos quitarn,

nuestras flores de lis,

Dios, Patria y Rey,

hasta vencer o morir!

Cmo fue recibida en Europa la Revolucin Francesa? El siglo XVII ya conoca una revolucin contra elabsolutismo monrquico en Inglaterra tras una larga guerra civil, que haba instaurado el primer rgimenparlamentario y democrtico.

Europa recibi la Revolucin Francesa con muestras de apoyo y admiracin o de rechazo ms absoluto.Vamos a referirnos a aquellas opiniones que vieron la revolucin como un hecho negativo y contrario alprogreso de la humanidad.

El proyecto contrarrevolucionario

De Maistre y De Bonald serian los contrarrevolucionarios franceses que rechazaron la RevolucinFrancesa y defendieron el Antiguo Rgimen, propugnando volver al sistema anterior.

Edmund Burke seria otro de los crticos de la Revolucin Francesa, pero desde la perspectiva Inglesa.

Nuestra Constitucin es una Constitucin prescriptiva; es unaConstitucin cuya nica autoridad reside en que ha existido desde

tiempos inmemoriales. La prescripcin es el ms slido de todos losttulos, no slo para la propiedad, sino tambin para el Gobierno, lo

que equivale a asegurar esa propiedad.Burke

Burke no dista mucho de considerar la Revolucinfrancesa como un castigo de Dios por los pecados de

los hombres. En sus ltimas cartas admite que lavictoria de esa Revolucin haya podido ser decretada

por la Providencia y que el Estado nacido de ella

pudiera existir "como un dao sobre la tierra para varioscentenares de aos". En su pesimismo llega a pensarque los hombres no sern ni lo bastante virtuosos ni lo

suficientemente resueltos como para oponer una barrera una corriente tan poderosa. [J. Touchard. 375]

2.- Edmund Burke.Reflexiones sobre la Revolucin francesa

Edmund Burke (1729-1797), escritor y poltico, padre del liberal-conservadurismo britnico.

En 1765 Rockingham, primer lord del Tesoro lo nombro secretario privado. Burke fue elegidoparlamentario en 1766. Fue crtico con la poltica colonial britnica en Amrica y en la India, y al mismo

tiempo como irlands de nacimiento- defendera la necesidad de mejorar la situacin en Irlanda. Por eso,


3/23



como parlamentario se ocup de las cuestiones coloniales americanas, siendo partidario de laindependencia de lo que despus serian los EE.UU.

Burke era el ms moderado de los liberales. En 1790 public Reflexiones sobre la Revolucin francesa,siendo contrario a la misma. Los defensores de la revolucin se opusieron a su obra.

Burke trataba, desde luego, de conservar los privilegios polticos de un partido que estaba ya perdiendoel control del gobierno ingls, pero sus ideas tenan una aplicacin de mucho mayor alcance que ladefensa de la oligarqua whig. La reaccin que l encabezara contra la Revolucin francesa fue elcomienzo de un desplazamiento que llev a la filosofa social predominante en aqulla del ataque a ladefensa, y por consiguiente a subrayar otra vez el valor de la estabilidad y el poder de la costumbre, enque se basaba la estabilidad. No era cierto que ese nuevo conservadurismo defendieseinconmoviblemente el statu quo. (Sabine. 469).

El rechazo de los principios de la Revolucin.Edmund Burke:Reflexiones sobre la Revolucin francesa(1790).

La tirana de una multitud es una tirana multiplicada.

Burke

La obra fue un xito: once ediciones en un ao y cerca de 30.000 ejemplares vendidos durante la vida desu autor. Pronto se tradujo al francs y al alemn, convirtindose en una obra de referencia para losinteresados en la Revolucin Francesa.

Burke escribi su obra para refutar un discurso del reverendo Richard Price (1723-1791), que celebraba elcentenario de la llegada a Inglaterra de Guillermo de Orange, tras el triunfo de la revolucin pacifica de

1688.

El debate ingles era si la revolucin en Francia poda legitimarse por la revolucin que se habadesarrollado antes en Inglaterra y si la Revolucin Inglesa del siglo XVII deba ser interpretada comoprecursora de la francesa de 1789.(Abelln).

El debate ingles sobre la revolucin en Francia entre Richard Price y Burke se hacia en clave de la propiaRevolucin inglesa de 1688.

En Inglaterra se haban desarrollado dos maneras fundamentales de interpretar la Revolucinde 1688, revolucin que haba liquidado los intentos de establecer una monarqua absoluta enlas islas y haba llevado al trono de Inglaterra a Guillermo de Orange. Una de lasinterpretaciones crea que lo sucedido en 1688 no haba supuesto una ruptura de la tradicin

histrica inglesa y afirmaba expresamente que esta tradicin haba continuado su existenciasecular. La otra interpretacin, por el contrario, entenda que los principios de la revolucin de1688 s haban introducido una quiebra en la tradicin y aada que aquellos principios eran losmismos que defendan ahora los franceses.

Estos principios de la revolucin se resuman, segn Richard Price, en la reivindicacin yrealizacin de los siguientes derechos: el derecho a la libertad de conciencia en asuntosreligiosos; el derecho a resistir al poder cuando ste comete abusos, y el derecho a elegir a lospropios gobernantes, a destituirlos cuando no hacen bien las cosas y a formar un gobierno paranosotros. La primera interpretacin gener una corriente de antipata y hostilidad ante losacontecimientos revolucionarios de Francia, mientras que de la segunda se desprenda unmovimiento de simpata hacia la Revolucin Francesa.(Abelln 17-18).


4/23



Cul era la posicin de Burke?

La de antipata y hostilidad a la Revolucin Francesa y de simpata y apoyo a la Revolucin Inglesa de1688.

Las principales direcciones del pensamiento de Burke pueden sintetizarse en varios puntos, segn Pujals:

a) Su visin providencialista de la Historia;b) La superior importancia que concede a la sociedad, como conjunto orgnico, sobre el individuo;c) Su idea de que la sociedad no se origina en ningn contrato, sino en una conveniencia;d) La autoridad y respeto que le merece la tradicin religiosa;e) El espritu de moderacin, que considera un elemento esencial en las reformas polticas y sociales.

[El pensamiento poltico de Edmund Burke. Esteban Pujals, Rialp, Madrid 1989, p. 17]

Cules eran las causas de la Revolucin Francesa para Burke?Distintas de la Revolucin Inglesa de 1688, ya que esta haba mantenido la constitucin antigua ymantenida al mismo Estado, y tan solo se haba sustituido un rey por otro de forma democrtica conapoyo del pueblo ingles. Solo se cambiaba la dinasta reinante por la de Orange, sin que ello supusierauna nueva Constitucin. Bien al contrario, era la misma. Era, simplemente, el derecho de los ingleses paraelegir a sus gobernantes.

Burke afirma en susReflexiones sobre la Revolucin francesaque:

La revolucin de 1688 conserv nuestras indiscutibles leyes y libertades antiguas y la antiguaConstitucin, que es nuestra nica garanta de la ley y la libertad. Si deseis conocer el espritude nuestra Constitucin y la poltica que ha predominado en este gran perodo que se extiende

hasta nuestros das, buscadla en nuestras historias, en nuestros archivos, en las actasparlamentarias, en los diarios del Parlamento, pero no en las prdicas de Old Jerryo en las

sobremesas de laRevolution Society: encontraris, sin duda otras ideas y otro lenguaje... La solaidea de constituir un nuevo Gobierno es suficiente para llenarnos de disgusto y de horror.

Desearamos, tanto en el perodo de la revolucin como despus, derivar del pasado todo cuantoposeemos como un legado de nuestros mayores. Hemos tenido cuidado de no injertar en el

cuerpo y tronco de nuestra herencia ninguna rama extraa a la naturaleza del rbol primitivo...Nuestra reforma ms antigua es aquella de la carta magna. Pondr usted ver que sir Edward

Coke, esa lumbrera de nuestra jurisprudencia, y los grandes hombres que le siguen, hastaBlackstone, se han esforzado en probar la genealoga de nuestras libertades. Se han esforzado enprobar que la carta magna del rey Juan estaba en conexin con otra carta positiva de Henry I, yque ambas no eran sino una nueva promulgacin de otras leyes an ms antiguas del reino. En

cuestiones de hecho, estos autores parecen tener razn en la mayor parte de sus afirmaciones

(Reflexiones..., pp. 88-90, citada Abelln 18).

Burke consideraba que el derecho ingls posea un carcter consuetudinario e inmemorial, cuyo origenera el pacto feudal entre el rey Juan Sin Tierra y sus barones era el texto fundamental de las libertadesinglesas y le dio a la Magna Charta el carcter totmico de que ha disfrutado en la historia de laslibertades inglesas.(Abelln. 20).

En Burke, con una argumentacin histrica, corren paralelos su rechazo de la Revolucin Francesacon su ferviente defensa de la Revolucin Inglesa de 1688 y de las libertades polticas inglesas, queconsidera una antigua herencia irrenunciable, y ante la cual los principios y la prctica de la RevolucinFrancesa no slo no ofrecen nada a imitar, sino que representan ms bien la destruccin de tan valiosolegado


5/23



Burke es partidario de reformas graduales y progresivas, normalmente desde arriba, les parece lams idnea y eficaz. En la fundamentacin de la no necesidad de la Revolucin para el progreso de lahumanidad est bastante generalizada la referencia a la necesidad previa de reformar y perfeccionar alhombre, considerando intil -o terrible- cualquier intento de reformar la situacin poltica exterior sinuna transformacin moral del individuo.(Abelln.14-15).

Este liberal no admite, en modo alguno, la igualdad evidentemente contra natura y rechaza condesprecio las pretensiones que cndeleros y peluqueros pudieran tener al Gobierno del Estado.Touchard. 375.

LecturaEl nacimiento de los derechos en InglaterraLa Magna Carta Libertatum / 1215Desde principios del siglo XIII la nobleza inglesa se rebel contra los excesos de la monarqua. A raz de una serie demltiples abusos, los barones rebeldes emigraron a Francia, donde redactaron, en la abada cisterciense de Pontigny(departamento de Yonne), la Magna Carta Libertatum, o Carta Magna de las Libertades de Inglaterra. El 12 de junio

de 1215, los seores feudales ingleses impusieron a su soberano, Juan sin Tierra, este largo texto de 63 artculos,redactados en latn, considerado como el primer documento constitucional de Inglaterra y el fundamento de suslibertades.

En esta Carta se enumeran los privilegios otorgados a la Iglesia de Inglaterra, a la Ciudad de Londres, a losmercaderes y a los dignatarios feudales del rgimen, as como las siguientes garantas precisas concerniendo lalibertad individual de las personas: "Ningn hombre libre ser detenido o encarcelado como no sea en virtud de unjuicio legal de sus pares o de la ley del pas."

La Carta Magna es el primer texto establecido contra la arbitrariedad de la Corona y en el que se estipulan medidasconcretas de proteccin de las libertades individuales. Ulteriormente se reiter y ampli, en particular el 5 denoviembre de 1297, durante el reinado de Eduardo I. W

Burke: la Constitucin inglesa procede de la

historia

Observaris que, desde la carta magna hasta elBill of Rights, la poltica uniforme de nuestraConstitucin ha sido proclamar y afirmar nuestraslibertades como una herencia vinculante que nosha llegado de nuestros antepasados y que debemostransmitir a nuestra posteridad, como unpatrimonio que pertenece especialmente al pueblode este reino sin referencia alguna a ningn otroderecho ms general o anterior. Por este medionuestra Constitucin conserva la unidad en ladiversidad tan grande de sus partes. Tenemos una

corona hereditaria, una nobleza hereditaria y unaCmara de los Comunes y un pueblo que heredaprivilegios, derecho de voto y libertades de unalarga lnea de antepasados

Reflexiones..., pp. 92-93. Abelln 21.

Conservadurismo

Concepto clave en el pensamiento polticomoderno y contemporneo. Es un concepto

poltico y sociolgico. Chateaubriand en 1817promueveLe Conservateurpara defender la

restauracin poltica y religiosa. Jaime Balmes enEspaa El Conservador.

El conservadurismo surge en la poca de laRevolucin Francesa y durante las revoluciones

liberales como reaccin social, poltica, intelectualy moral ante las rupturas revolucionarias. Rechaza

la igualdad liberal y burguesa: los hombres son

desiguales. Nada puede contradecir ms lalibertad... que el concepto de igualdad. Abogan

por la sociedad clasista y jerrquica, la desigualdady defienden las ventajas que de ello se derivan.

El conservadurismo frente al progresismo y elliberalismo, sea este conservador o no, permanece

hasta nuestros das. Conservadores ocontrarrevolucionarios? El conservadurismo tiene

sus caractersticas propias segn poca y lugar. Locomn es el impulso reactivo = reaccionario. W.


6/23



Lectura.Historia de las ideas polticas. Jean Touchard. Madrid, Tecnos. Pginas 372-376

Texto sobre: El rechazo de los principios de la Revolucin. Edmund Burke (1729-1797)Reflexiones sobre la Revolucin francesa (1790). Capitulo XI.

Reflexiones sobre la RevolucinLa Revolucin francesa era un acontecimiento demasiado importante en si mismo, haba sido preparadopor oleadas ideolgicas demasiado poderosas y se acompaaba de demasiadas armonas (en la historia delos hechos sociales, econmicos y polticos) como para no tener importantes repercusiones en la historiadel pensamiento poltico

Gran parlamentario whig, temperamento impetuoso y espritu poco sistemtico (al menos en laexposicin de sus convicciones), Burke no escribi ningn tratado sobre teora poltica. Sus pensamientos

sobre poltica se expresan en cartas, discursos y panfletos de circunstancias. Burke se expresa medianteaforismos, efusiones lricas o polmicas y argumentos ad hominemque apuntan las ms de las veces a unresultado prctico. Derivan de aqu aparentes contradicciones, debidas tan slo a las diferentes situacionesque excitan su emocin. La inspiracin es siempre la misma. Es, en primer lugar -en este hombre que esante todo un contradictor-, el odio hacia los "filsofos parisienses"-en particular Rousseau-, hacia esos"audaces experimentadores de la nueva moral".No es que no admita, muy por el contrario, la teora delcontrato social y de la soberana del pueblo; pero nadie insisti ms que l en la idea de que razn y teorano son referencias vlidas para la vida de las sociedades, de que la Historia es menos asunto de"especulaciones" (que Burke aborrece con todo su instinto de irlands, aristcrata e insular) que de unlargo depsito de tradiciones, de prudencia, de moral incorporada en los usos y en las "civilizaciones".Violento detractor del "legalismo" -que para l se identifica con una creencia racionalista en "derechosmetafsicos", Burke niega que las Constituciones puedan "hacerse" (la misma. idea se encuentra enJoseph de Maistre): no pueden ms que "crecer", gracias a la adquisicin del "patrimonio razonable de los

siglos". Si bien es un apasionado admirador de la "Constitucin" britnica, no lo es tanto porqueconsidere que el derecho natural est encarnado en ella (el derecho natural es siempre la granpreocupacin de Burke) como porque, a sus ojos, esa Constitucin tiene el mrito de establecer y hacervaler realmente la libertad de los ingleses "como un estado particular del pueblo de este reino, sinninguna referencia a cualquier otro derecho ms general o anterior

El pensamiento de Burke se inscribe en un contexto ideolgico, clsico (la sabidura ciceroniana) ytomista a la vez. Tal vez a esto se agregue, en este aristcrata liberal e individualista, una tica y unaesttica que postulan orden y belleza en la irregularidad natural y en el brote de lo individual. Burkereprob frecuentemente al universalismo del "espritu filosfico" el proceder a una "secularizacin de loeterno". Aun admitiendo que el reproche no le pueda ser devuelto, cabe de seguro hablar, respecto a l, deuna naturalizacin de lo espiritual.

Las "reflexiones sobre la Revolucin francesa.La ocasin de este libro compacto, tan inspirado comodesordenado y desprovisto de serenidad, fue un elogio de la Revolucin francesa pronunciado por Price el4 de noviembre de 1789 en la Sociedad de la Revolucin.

Burke se indigna, ante todo, de que Price haya, propuesto la Revolucin francesa a los britnicos comomodelo. No son acaso stos, gracias a la revolucin de 1688 y a las tradiciones y Constitucin del reino,un .pueblo libre? En la libertad proclamada en Francia no ve y prev ms que una fuente indefinida dedesrdenes. Ahora bien, la libertad debe ser "viril, moral y ordenada".

"Yo hubiera suspendido mis felicitaciones a Francia por su nueva libertad hasta que me hubieradado cuenta de cmo tal libertad se adecuaba con el Gobierno, con la fuerza pblica, con ladisciplina y obediencia de los ejrcitos, con la percepcin y buena distribucin de los ingresos,con la moralidad y la religin, con la raigambre de la propiedad, con la paz y el orden, con las

costumbres privadas y pblicas"


7/23



Burke enfrenta, en un cuadro violentamente contrastado, a la Revolucin francesa, geometra orgullosaedificada sobre una tabla rasa, con la Constitucin inglesa, cuya profunda sabidura no reside en algunasreglas o principios, sino en una amplsima y sutil armona de costumbres, prejuicios e institucionesconcretas depositadas en el curso de los siglos; las cuales frecuentemente, sin excluirse lgicamente entres, se han superpuesto, armonizado y "fundido", suscitando naturalmente el dilogo alternativo de lospartidos polticos, cuyo papel consiste, a la vez, en estimular y equilibrar ese organismo vivo que es laConstitucin britnica.

Est anttesis entre las dos Constituciones y las dos libertades constituye el teln de fondo sobre l queBurke proyecta, a propsito del comienzo de la Revolucin francesa, los principales temas de unafilosofa del conservadurismo

Este liberal no admite, en modo alguno, la igualdad -evidentemente contra natura- y rechaza condesprecio las pretensiones que candeleros y peluqueros pudieran tener al Gobierno del Estado.

Instituciones encarnadas en personas.- Este tema, destinado a alcanzar un gran xito en todo,el pensamiento tradicionalista, surge en Burke por su horror al legalismo. La Revolucin

francesa pretende hacer a la familia real simple titular fsico de una funcin pblica. "En elnuevo orden de cosas un rey no es ms que un hombre; una reina, una mujer", protesta Burke.Su indignacin no conoce lmites cuando piensa en los ataques, dirigidos a la joven reina MaraAntonieta. Esa racionalizacin de la funcin real que hace abstraccin de la persona carnal delsoberano le parece, a la vez, una desacralizacin sacrlega y un desorden fuera de lossentimientos naturales. El amor es una ley de la naturaleza; ahora bien, aunque es natural amar alas personas, no lo es el esperar que los hombres dirijan su amor a las instituciones y a lasfunciones.

Las libertades, no la libertad.- As como Burke defendi ante todo, en la causa de los colonos deAmrica, las libertades de las comunidades inglesas contra la tentativa centralizadora y asimilacionista de

Jorge III, as se alza contra los proyectos de la Asamblea nacional francesa de remediar el aparentecapricho de la organizacin administrativa y financiera de la monarqua. Esta era el fruto de la historia yde la experiencia, la red de alvolos en la que se equilibraban las mltiples libertades concretas. Laslibertades slo pueden ser el producto de una herencia. En cambio, la libertad proclamada como absolutano proporciona sino miseria. El tema ser repetido hasta la saciedad en Francia por la escuela de "AccinFrancesa" y por la propaganda del Gobierno de Vichy.

La Revolucin en la historia providencial.- Bosquejando un tema que ser ampliamente desarrollado porMaistre, Burke no dista mucho de considerar la Revolucin francesa como un castigo de Dios por lospecados de los hombres. En sus ltimas cartas admite que la victoria de esa Revolucin haya podido serdecretada por la Providencia y que el Estado nacido de ella pudiera existir "como un dao sobre la tierrapara varios centenares de aos". En su pesimismo llega a pensar que los hombres no sern ni lo bastantevirtuosos ni lo suficientemente resueltos como para oponer una barrera una corriente tan poderosa. La

historia providencial de Burke no est guiada por una razn. Es enteramente fortuita. El azar parece unatributo de Dios.

Texto sobre:El rechazo de los principios de la Revolucin. Edmund Burke (1729-1797) Reflexiones sobre la Revolucin francesa(1790). Capitulo XI. 373-376.


8/23



3.- Joseph de Maistre. Contrarrevolucionario en Francia.

El Creador se manifiesta de forma misteriosa, especialmente a travs de los milagros,a los cuales el hombre debe responder con la oracin

Joseph de Maistre. Veladas de San Petersburgo, 1821.

Las acusaciones y temas contra la Revolucin francesason similares en todos los pases, adaptando las crticas ala situacin de su propio contexto: tradicin, defensa de laIglesia y la fe catlica, de la monarqua

Joseph de Maistre

Francmasn mstico, tiene un pensamiento teocrtico,ms inspirado en las fuentes del iluminismo teosficoque en las doctrinas teocrticas medievales (Touchard.376).

Joseph de Maistre se alz contra la que considerabateofobia del pensamiento moderno, que se habadesprovisto de toda referencia a la Providencia divinacomo elemento explicativo de los fenmenos de lanaturaleza y la sociedad. Puso a Dios en el centro de todassus doctrinas, afirmando que el Creador se manifiesta deforma misteriosa, especialmente a travs de los milagros,a los cuales el hombre debe responder con la oracin

(Veladas de San Petersburgo, 1821). W

La filosofa poltica de Joseph de Maistre esta impregnadade pesimismo y por un sentimiento de que la injusticia nopuede ser derrotada. En su obra Consideraciones sobreFrancia(1797), considera que la Revolucin francesa esalgo satnico, perverso y anticristiano, y que sus efectosson negativos y malos.

Es un enemigo implacable de las ideas avanzadas de supoca, de la Ilustracin, las libertadas, la democracia, laideologa liberal de la Revolucin de 1789. Contrario a la soberana popular y de la igualdad, alracionalismo. Todo ello es signo del castigo divino del pecado.

Defensor de toda la tradicin, de la monarqua absoluta hereditaria, de la religin catlica y del poder delPapa como representante de Dios y su poder infalible, del ultramontanismo

Lectura.Joseph de Maistre: el despotismo del pecado original.

El pasado como doctrina poltica es una clave intelectual que recorre toda laobra de Joseph de Maistre. Al igual que los tres autores de los que venimoshablando, Maistre se adentr en el tnel del tiempo para que la luz de lossiglos proyectase sobre el presente la verdad de la contrarrevolucin. A laluz del pasado, no hay violencia ni terror, slo la pacfica magnanimidad deun rey que predica con el ejemplo, es decir, que, para restaurar la monarqua,

no cortar cabezas. Aqu reside, segn Maistre, la diferencia sustancial entre

Joseph-Marie, conde de Maistre (1753 - 1821),terico poltico y filsofo saboyano, mximo

representante del pensamiento conservador opuesto alas ideas de la Ilustracin y la Revolucin francesa.

(Retratado por Karl Vogel von Vogelstein, ca. 1810).W.

Miembro del Senado de Saboya (1774-1779), emigra Suiza (1793) al producirse la invasin francesa. En

1799 se puso al servicio de Carlos Manuel IV deCerdea, y fue embajador en Rusia (1802-1817),

donde entabl amistad con Alejandro I y miembrosde la alta sociedad rusa. Autor de Consideraciones

sobre Francia(1796), Ensayo sobre el principiogenerador de las constituciones polticas(1814),Sobre el papa(1819) y Sobre la Iglesia galicana

(1821). W


9/23



el antiguo orden europeo y la innovacin poltica del jacobinismo: no slo en sus fines, sino en susmedios, no slo en lo que predican revolucionarios y contrarrevolucionarios, sino en la manera en queunos y otros realizan sus proyectos.

Si la accin poltica contrarrevolucionaria es lo contrario de la revolucin, la doctrina polticacontrarrevolucionaria que inspira aqulla dilucida su identidad en un mundo aparte de la revolucin. Eneste mundo, la historia, que es la poltica experimental, demuestra que la monarqua hereditaria es elgobierno ms estable, dichoso y natural al hombre y que una constitucin es una obra divina6. Elrbol tradicionalista, cuyas races vinculan a las generaciones con hbitos de sumisin y creencia, estaracoronado por los dos principios en que se articula el concepto maistreano de soberana: el de lalegitimidad monrquica y la infalibilidad papal. En el Papa, recaera la misin de que los soberanosrespetasen las leyes fundamentales del Estado, es decir, de que, en el ejercicio de su poder, no saliesende su crculo de legitimidad

Si de Maistre hubiese dependido, no habra tenido ningn problema en ser el instrumento de la Iglesia

para asegurar el acuerdo divino de la Providencia y el Poder8 ya que, antes que a la gloria literaria,aspiraba a convertirse en el restaurador de la Iglesia y el salvador de los tronos. Hizo todo lo que pudopara evitar que sus sueos fuesen vana literatura, y busc la forma de dar a la teocracia el moldeimperialista que exiga9. Sin embargo, tras la cada de Napolen, Maistre, que llevaba ms de veinteaos de vida en el exilio, sufri la ingratitud de los reyes pues ni el zar, ni el rey de Cer-dea (a cuyoservicio como embajador en San Petersburgo se encontraba), ni Luis XVIII contaron con l en lasnegociaciones diplomticas que estableceran el marco de la Europa de la Restauracin10. De haber sidoescuchado, en lugar de la Santa Alianza, se hubiese podido ver una empresa gigantesca para ladomesticacin religiosa de los pueblos.

Joseph de Maistre: el despotismo del pecado original. Luis Gonzalo Dez lvarez. Historia y poltica: Ideas, procesos ymovimientos sociales, ISSN 1575-0361, N 13, 2005, pgs. 27-48.

Lectura. Reacciones ante la Revolucin FrancesaPor qu ha querido Dios que se d la Revolucin en Francia?

De Maistre se pregunta cmo es posible que Dios haya querido la miseria actual de la Franciarevolucionaria. Por qu ha querido Dios que se d la Revolucin en Francia? Segn De Maistre, laprovidencia ha querido castigar a los franceses culpables, por su larga impiedad, pero tambin ha queridosalvar a Francia. En este sentido destaca De Maistre el papel positivo que los jacobinos han desempeadoen la salvacin del pas. Al adoptar medidas excepcionales para salvar la Revolucin, ellos han salvadorealmente al pas, han defendido la integridad del reino: Reflexinese bien, dice, y se ver que una vezestablecido el movimiento revolucionario, Francia y la monarqua no podan ser salvadas ms que por eljacobinismo (Consideraciones..., p. 17).

Slo desde esta visin providencialista le resulta a Joseph de Maistre inteligible la revolucin. Y no slola Revolucin Francesa sino toda la historia humana. La historia humana no se puede entender desde smisma, sino que slo adquiere su sentido situndola dentro del plan querido por Dios para el mundo. EnDe Maistre tiene ciertamente importancia el mundo histrico y el mundo social, pero stos aparecendesposedos de un valor autnomo en s mismos. Son figuras de un poder supraterrenal. Su propia verdadest ms all de ellos mismos, se encuentra en otro nivel, en el de la religin y la providencia. Aunque enDe Maistre se puede constatar una cierta oscilacin entre lo sagrado y lo profano, entre lo trascendente ylo emprico terrenal, hasta el punto que aparece a veces como un defensor maquiavlico de lo mundano,la verdad y la legitimidad no se pueden fundar en la historia, en el mundo emprico. Si algo dura en lahistoria es porque es bueno y no al revs, es decir, que algo sea bueno porque se conserve a lo largo de lahistoria. Apoyar lo histrico en s mismo, como hace Burke, implicara en ltimo trmino que larevolucin misma podra tener su propia historia, su propia legitimidad derivada de la historia. Y esto noentra en la explicacin providencialista de Joseph de Maistre. Para l, todo lo que acontece y se desarrolla


10/23



en la poltica y en la historia humana es fruto y resultado de una voluntad e inteligencia muy superior, dela providencia.

Puede el hombre hacer una Constitucin?Dentro de la visin providencialista que elabora Joseph de Maistre, qu puede hacer el hombre en elorden poltico? Si es la providencia la que mueve los hilos de la historia humana, qu queda para laaccin del hombre? El captulo VI de las Consideraciones sobre Francia lleva el significativo ttulo deDe la influencia divina en las constituciones polticas, y en l Joseph de Maistre va explicando elderecho que Dios se ha reservado en la formacin de los gobiernos y la incapacidad del hombre para crearalgo nuevo: El hombre puede modificar todo en la esfera de su actividad, pero no crea nada: tal es suley, en lo fsico como en lo moral {Consideraciones, p. 61). Frente al constructivismo racionalistamoderno, que aspira a construir un sistema poltico nuevo partiendo de una idea universal del hombre yde unos principios y derechos del hombre igualmente universales, De Maistre parte del no reconocimientode ese hombre abstracto y universal. Al criticar la Constitucin francesa de 1795 seala que el error desta, al igual que las otras anteriores, radicaba en estar hecha precisamente para el hombre. Pero, segn l,

no hay hombres en el mundo. Durante mi vida he visto franceses, italianos, rusos, etc., s incluso, graciasa Montesquieu, que se puede ser persa: pero, en cuanto al hombre, declaro no haberlo encontrado en mivida; si existe, es en mi total ignorancia (Consideraciones..., 66).

Reacciones ante la Revolucin Francesa (Edmund Burke, los pensadores alemanes y De Maistre y De Bonald).Joaqun Abelln. 59-61.

Lectura: El Liberalismo es pecado / Flix Sard y Salvany1

El texto que presentamos a continuacin, son fragmentos de una obra sumamente popular en elsiglo XIX, y uno de los mximos exponentes del catolicismo intransigente: Se trata del libro Elliberalismo es pecadodel sacerdote cataln Flix Sard y Salvany. Conocido en su poca como laBibliade los intransigentesesta obra fue publicada por primera vez en 1884. Con una lgica sin concesiones y

por momentos demoledora, intenta demostrar la intrnseca malicia de las ideas liberales.

Captulo II: Qu es el Liberalismo?Qu es el Liberalismo? En el orden de las ideas es un conjunto de ideas falsas; en el orden de los

hechos es un conjunto de hechos criminales, consecuencia prctica de aquellas ideas.En el orden de las ideas el Liberalismo es el conjunto de lo que se llaman principios liberales, con

las consecuencias lgicas que de ellos se derivan. Principios liberales son: la absoluta soberana delindividuo con entera independencia de Dios y de su autoridad; soberana de la sociedad con absolutaindependencia de lo que no nazca de ella misma; soberana nacional, es decir, el derecho del pueblo paralegislar y gobernar con absoluta independencia de todo criterio que no sea el de su propia voluntad,expresada por el sufragio primero y por la mayora parlamentaria despus; libertad de pensamiento sinlimitacin alguna en poltica, en moral o en Religin; libertad de imprenta, asimismo absoluta oinsuficientemente limitada; libertad de asociacin con iguales anchuras. Estos son los llamados principios

liberales en su ms crudo radicalismo.El fondo comn de ellos es el racionalismo individual, el racionalismo poltico y el racionalismo

social. Dervanse de ellos la libertad de cultos ms o menos restringida; la supremaca del Estado en susrelaciones con la Iglesia; la enseanza laica o independiente sin ningn lazo con la Religin; elmatrimonio legalizado y sancionado por la intervencin nica del Estado: su ltima palabra, la que todolo abarca y sintetiza, es la palabra secularizacin, es decir, la no intervencin de la Religin en actoalguno de la vida pblica, verdadero atesmo social, que es la ltima consecuencia del Liberalismo.

En el orden de los hechos el Liberalismo es un conjunto de obras inspiradas por aquellosprincipios y reguladas por ellos. Como, por ejemplo, las leyes de desamortizacin; la expulsin de lasrdenes religiosas, los atentados de todo gnero, oficiales y extraoficiales, contra la libertad de la Iglesia;

1Flix Sard y Salvany naci en Sabadell (Barcelona) el 21 de mayo de 1844, y muri en la misma ciudad el 2 de enero de 1916.Publicista y polemista sumamente popular en su tiempo, estudi en Barcelona, licencindose luego en Teologa en la Pontifica

Universidad de Valencia. Ordenado sacerdote en 1865, se mostr como un pastor celoso y de espritu apostlico. Su obra debeentenderse en el marco de la campaa soez y anticlerical que se produjo en Espaa como consecuencia de la Revolucin de 1868.


11/23



la corrupcin y el error pblicamente autorizado en la tribuna, en la prensa, en las diversiones, en lascostumbres; la guerra sistemtica al Catolicismo, al que se apoda con los nombres de clericalismo,teocracia, ultramontanismo, etc., etc.

Es imposible enumerar y clasificar los hechos que constituyen el procedimiento prctico liberal,pues comprenden desde el ministro y el diplomtico que legislan o intrigan, hasta el demagogo que peroraen el club o asesina en la calle; desde el tratado internacional o la guerra inicua que usurpa al Papa sutemporal principado, hasta la mano codiciosa que roba la dote de la monja o se incauta de la lmpara delaltar; desde el libro profundo y sabihondo que se da de texto en la universidad o instituto, hasta la vilcaricatura que regocija a los pilletes en la taberna. El Liberalismo prctico es un mundo completo demximas, modas, artes, literatura, diplomacia, leyes, maquinaciones y atropellos enteramente suyos. Es elmundo de Luzbel, disfrazado hoy da con aquel nombre, y en radical oposicin y lucha con la sociedad delos hijos de Dios, que es la Iglesia de Jesucristo.

He aqu, pues, retratado, como doctrina y como prctica, el Liberalismo.

Captulo III: Si es pecado el Liberalismo, y qu pecado es.

El Liberalismo es pecado, ya se le considere en el orden de las doctrinas, ya en el orden de loshechos.En el orden de las doctrinas es pecado grave contra la fe, porque el conjunto de las doctrinas suyas

es hereja, aunque no lo sea tal vez en alguna que otra de sus afirmaciones o negaciones aisladas. En elorden de los hechos es pecado contra los diversos Mandamientos de la ley de Dios y de su Iglesia, porquede todos es infraccin. Ms claro. En el orden de las doctrinas el Liberalismo es la hereja universal yradical, porque las comprende todas: en el orden de los hechos es la infraccin radical y universal, porquetodas las autoriza y sanciona.

Procedamos por parte en la demostracin.En el orden de las doctrinas el liberalismo es hereja. Hereja es toda doctrina que niega con

negacin formal y pertinaz un dogma de la fe cristiana. El liberalismo doctrina los niega primero todos engeneral y despus cada uno en particular. Los niega todos en general, cuando afirma o supone laindependencia absoluta de la razn individual en el individuo, y de la razn social o criterio pblico en la

sociedad. Decimos afirma o supone, porque a veces en las consecuencias secundarias no se afirma elprincipio liberal, pero se le da por supuesto y admitido. Niega la jurisdiccin absoluta de Cristo Diossobre los individuos y las sociedades, y en consecuencia la jurisdiccin delegada que sobre todos y cadauno de los fieles, de cualquier condicin y dignidad que sean, recibi de Dios la Cabeza visible de laIglesia. Niega la necesidad de la divina revelacin, y la obligacin que tiene el hombre de admitirla, siquiere alcanzar su ltimo fin. Niega el motivo formal de la fe, esto es, la autoridad de Dios que revela,admitiendo de la doctrina revelada slo aquellas verdades que alcanza su corto entendimiento. Niega elmagisterio infalible de la Iglesia y del Papa, y en consecuencia todas las doctrinas por ellos definidas yenseadas. Y despus de esta negacin general y en globo, niega cada uno de los dogmas, parcialmente oen concreto, a medida que, segn las circunstancias, los encuentra opuestos a su criterio racionalista. Asniega la fe del Bautismo cuando admite o supone la igualdad de todos los cultos; niega la santidad delmatrimonio cuando sienta la doctrina del llamado matrimonio civil; niega la infalibilidad del PontficeRomano cuando rehsa admitir como ley sus oficiales mandatos y enseanzas, sujetndolos a su pase o

exequtur, no como en su principio para asegurarse de la autenticidad, sino para juzgar del contenido.En el orden de los hechos es radical inmoralidad. []. Por donde cabe decir que el Liberalismo, enel orden de las ideas, es el error absoluto, y en el orden de los hechos, es el absoluto desorden. Y porambos conceptos es pecado, ex genere suo, gravsimo; es pecado mortal.

CAPTULO VI: Del llamado Liberalismo catlico o Catolicismo liberal.De todas las inconsecuencias y antinomias que se encuentran en las gradaciones medias del

Liberalismo, la ms repugnante de todas y la ms odiosa es la que pretende nada menos que la unin delLiberalismo con el Catolicismo, para formar lo que se conoce en la historia de los modernos desvaroscon el nombre de Liberalismo catlico o Catolicismo liberal. Y no obstante han pagado tributo a esteabsurdo preclaras inteligencias y honradsimos corazones, que no podemos menos de creer bienintencionados. Ha tenido su poca de moda y prestigio, que, gracias al cielo, va pasando o ha pasado ya.[].

http://www.corazones.org/diccionario/liberalismo.html


12/23



Bibliografa. Manuales de referencia.Historia de la teora poltica. Fernando Vallespn (ed.). Madrid. Alianza bolsillo, 6 volmenes. 2002. Reaccionesante la Revolucin Francesa (Edmund Burke, los pensadores alemanes y De Maistre y De Bonald). JoaqunAbelln. EnHistoria de la Teora Poltica, 5.Rechazo y desconfianza en el proyecto ilustrado.Historia de las ideas polticas.J. Touchard. Madrid, Tecnos. Capitulo XI. 372-376.Joseph de Maistre: el despotismo del pecado original. Luis Gonzalo Dez lvarez. Historia y poltica: Ideas,

procesos y movimientos sociales, ISSN 1575-0361, N 13, 2005, pgs. 27-48.El pensamiento poltico de Edmund Burke. Esteban Pujals, Rialp, Madrid 1989.Manual de Ciencia Poltica. Rafael del guila (ed.), Trotta, Madrid, 2002.Historia del pensamiento poltico.Franois Chatelet, O. Duhamel, E. Pisier-Kouchner. Madrid, Tecnos.Historia de la teora poltica. George Sabine. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1996.


13/23

Benito Sanz Daz. Historia Pensamiento Poltico Moderno. HPPM


Edmund Burke Joseph de Maistre

Nunca nos quitarn,

nuestras flores de lis,Dios, Patria y Rey,

hasta vencer o morir!



Nuestra Constitucin es una

Constitucin prescriptiva; es una

Constitucin cuya nica autoridad

reside en que ha existido desde tiempos

inmemoriales. La prescripcin es el ms

slido de todos los ttulos, no slo parala propiedad, sino tambin para el

Gobierno, lo que equivale a asegurar esa

propiedad.

Burke


14/23



Burke no dista mucho de considerar la Revolucin

francesa como un castigo de Dios por lospecados de los hombres. En sus ltimascartas admite que la victoria de esa Revolucin

haya podido ser decretada por la Providencia y que

el Estado nacido de ella pudiera existir "como un

dao sobre la tierra para varios centenares de

aos". En su pesimismo llega a pensar que los

hombres no sern ni lo bastante virtuosos ni lo

suficientemente resueltos como para oponer una

barrera una corriente tan poderosa.

J. Touchard. 375


La reaccin antiliberal / Reflexiones sobre la Revolucin francesa

La tirana de una multitud

es una tirana

multiplicada.

Burke


15/23



El debate ingles era si la revolucin en

Francia poda legitimarse por la

revolucin que se haba desarrollado

antes en Inglaterra y si la Revolucin

Inglesa del siglo XVII deba ser

interpretada como precursora de la

francesa de 1789.

Abelln



Cul era la posicin de Burke?

La de antipata y hostilidad a la Revolucin Francesa y de

simpata y apoyo a la Revolucin Inglesa de 1688.

a) visin providencialista de la Historia;

b) Su idea de que la sociedad no se origina en ningncontrato, sino en una conveniencia;

d) La autoridad y respeto que le merece la tradicin

religiosa;

e) El espritu de moderacin


16/23



Burke consideraba que el derecho ingls posea un

carcter consuetudinario e inmemorial, cuyoorigen era el pacto feudal entre el rey Juan Sin

Tierra y sus barones era el texto fundamental de

las libertades inglesas y le dio a la Magna Charta

el carcter totmico de que ha disfrutado en la

historia de las libertades inglesas.

Abelln. 20

Ver:

La Magna Carta Libertatum 22)



Este liberal no admite, en modo alguno, la

igualdad -evidentemente contra natura-

y rechaza con desprecio las pretensiones

que cndeleros y peluqueros pudieran

tener al Gobierno del Estado.

Touchard. 375.


17/23



La Revolucin francesa pretende hacer a la

familia real simple titular fsico de una

funcin pblica. "En el nuevo

orden de cosas un rey no es

ms que un hombre; una reina,una mujer", protesta Burke.



Joseph de Maistre. Contrarrevolucionario en Francia

El Creador se manifiesta de forma

misteriosa, especialmente a travs de los

milagros, a los cuales el hombre debe

responder con la oracin

Joseph de Maistre. Veladas de San Petersburgo, 1821.


18/23




Joseph de Maistre se alz contra la que

consideraba teofobia del pensamiento

moderno, que se haba desprovisto de todareferencia a la Providencia divina como elemento

explicativo de los fenmenos de la naturaleza y la

sociedad.

W. Joseph de Maistre. Veladas de San Petersburgo, 1821.




Es un enemigo implacable de las ideas

avanzadas de su poca, de la Ilustracin, las

libertadas, la democracia, la ideologa

liberal de la Revolucin de 1789. Contrarioa la soberana popular y de la igualdad, al

racionalismo. Todo ello es signo del castigo

divino del pecado.


19/23



Qu es el Liberalismo? En el orden de las ideas es un conjunto de

ideas falsas; en el orden de los hechos es un conjunto de hechos

criminales, consecuencia prctica de aquellas ideas.

En el orden de las ideas el Liberalismo es el conjunto de lo que se llaman

principios liberales, con las consecuencias lgicas que de ellos se derivan.

Principios liberales son: la absoluta soberana del individuo con entera

independencia de Dios y de su autoridad; soberana de la sociedad con

absoluta independencia de lo que no nazca de ella misma; soberana

nacional, es decir, el derecho del pueblo para legislar y gobernar con

absoluta independencia de todo criterio que no sea el de su propia

voluntad, expresada por el sufragio primero y por la mayoraparlamentaria despus; libertad de pensamiento sin limitacin alguna en

poltica, en moral o en Religin; libertad de imprenta, asimismo absoluta

o insuficientemente limitada; libertad de asociacin con iguales anchuras.

Estos son los llamados principios liberales en su ms crudo radicalismo.



Si es pecado el Liberalismo, y qu pecado es.

En el orden de los hechos es pecado contra los diversos

Mandamientos de la ley de Dios y de su Iglesia, porque de todos es

infraccin. Ms claro. En el orden de las doctrinas el Liberalismo

es la hereja universal y radical, porque las comprende todas: en el

orden de los hechos es la infraccin radical y universal, porque

todas las autoriza y sanciona.


20/23


La Magna Carta Libertatum

El nacimiento de los derechos en

Inglaterra

La Magna Carta Libertatum / 1215

El 12 de junio de 1215, los seores feudales ingleses

impusieron a su soberano, Juan sin Tierra, este largo

texto de 63 artculos, redactados en latn, considerado

como el primer documento constitucional de Inglaterra y

el fundamento de sus libertades.


"Ningn hombre libre ser detenido o encarcelado como no

sea en virtud de un juicio legal de sus pares o de la ley del

pas."

La Magna Carta enumera los privilegiosotorgados a la Iglesia de Inglaterra, a la Ciudad

de Londres, a los mercaderes y a los dignatarios

feudales del rgimen, as como las siguientes

garantas precisas concerniendo la libertad

individual de las personas.



21/23


Contra la arbitrariedad

de la Corona

La Carta Magna es el primer texto establecido

contra la arbitrariedad de la Corona y en el que

se estipulan medidas concretas de proteccin delas libertades individuales. Ulteriormente se

reiter y ampli, en particular el 5 de noviembre

de 1297, durante el reinado de Eduardo I.



The Petition of Rights - La Peticin de Derechos / 1628

En 1627, Carlos I de Inglaterra, en lucha contra Francia y Espaa, se

vio obligado a pedir fondos al Parlamento.El Parlamento en pleno (Cmara de los Lores y Cmara de los Comunes) le

impusieron la Petition of Rights:

1. Imposibilidad de recaudar impuestos sin el acuerdo del Parlamento

2. No efectuar detenciones arbitrarias o establecer tribunales de excepcin

3. Derecho del acusado a un proceso legal y el respeto de las libertades y los

derechos reconocidos por las leyes y los estatutos del reino.

El rey acept la Peticin, que se aplic durante dos aos, pero nada ms acabar la

guerra, Carlos I ya no tuvo necesidad del Parlamento y rein como soberano

absoluto hasta su muerte, en 1649.

La Peticin de Derechos / 1628


22/23


El Hbeas Corpus / 1679 / Reinado de Carlos II

Garantizaba la libertad individual contra los riesgos de detenciones yrepresiones arbitrarias.

El hbeas corpus (literalmente: "que tengas el cuerpo") permita al juez

ordenar que le fuera presentado el acusado en persona, en el plazo de

tres das, a fin de determinar si su detencin era legal o no.

Tena por objeto proteger al detenido, evitarle traslados arbitrarios,

garantizarle el resarcimiento de daos y perjuicios en caso de

transgresiones y responsabilizar a los ejecutantes, estableciendo

multas y sanciones a los funcionarios negligentes.

El Hbeas Corpus / 1679


The Bill of Rights La Declaracin de Derechos / 1689

Impuesto por el Parlamento a la futura reina Mara II Estuardo (hija de

Jacobo II) y a su esposo, Guillermo de Orange, que culmina la

Revolucin inglesa de 1688.

Contrato entre los soberanos y el pueblo, tambin soberano. Mara y Guillermo no

fueron coronados hasta que firmaron este contrato, que puso fin al conceptode realeza de derecho divino en Inglaterra.

Enumera los derechos reconocidos al pueblo desde 1215. En su artculo primero se enuncia un

principio esencial: la autoridad real no tiene fuerza de ley; la ley est por encima del rey.

El pueblo tiene el derecho de peticin, el derecho de votar libremente, garantas judiciales y la

proteccin de sus libertades individuales. Poco tiempo despus se otorg la libertad de

culto a los protestantes.

The Bill of Rights La Declaracin de Derechos / 1689


23/23


Declaraciones de Derechos

La Declaracin de Derechos de Virginia / junio de 1776

La Declaracin de Independencia americana que redact ThomasJefferson y que se aprob el 4 de julio de 1776

La Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano / 1789Se incluy casi literalmente en la Declaracin Universal de Derechos Humanos de 1948.

En 1791, la escritora Olympe de Gouges redact un proyecto de Declaracin

de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, que reformula, artculo porartculo, la Declaracin de 1789, que ella consideraba demasiado sexista. Su autora fue guillotinada

antes de conseguir que la aprobaran.

Declaracin Universal de Derechos Humanos, aprobada por la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en Pars.

Historia Del Pensamiento Político Moderno 06 BURKE Reaccion Antiliberal

Documents

Transcript of Historia Del Pensamiento Político Moderno 06 BURKE Reaccion Antiliberal