Historia del Rock, History Rock (Español, Spanish)

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Departamento de Pregrado Cursos de Formación General Curso: “Músicas populares en la globalización” “Historia del rock” HISTORIA DEL ROCK El rock surge mediado el siglo en Estados Unidos. Considerado sinónimo de la "música del siglo XX", el rock pierde con los años el marcado carácter anglosajón que tiene en sus orígenes para transformarse en un lenguaje universal y sometido a continuo cambio. Al surgir de un modo espectacular y desarrollarse en principio como un fenómeno de masas que trastornó la vida y los ideales de Norteamérica, no puede considerarse como un movimiento musical en sentido estricto. Sus raíces son tan plurales que sintetizan las principales ramas de la llamada música popular estadounidense, sobre todo el blues, el rhythm and blues, el gospel y el country and western. No obstante los evidentes vínculos que posee con las más profundas esencias de la música de los negros afronorteamericanos el rock es en realidad el resultado, tras una larga síntesis que se inicia con el siglo, de la adaptación de estas fuentes a una concepción y una estética 'blanca', lo que generó las primeras actitudes públicas de rechazo, algunas de ellas muy conflictivas. Si el compositor y bluesman negro Muddy Waters, (1915-1983), lo consideraba como "un hijo del rhythm and blues al que llamaron rock", numerosas organizaciones racistas estadounidenses afirmaban con desprecio y energía, según sus 1

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Historia del rock

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Departamento de Pregrado

Cursos de Formación General

Curso: “Músicas populares en la globalización”

“Historia del rock”

HISTORIA DEL ROCK

El rock surge mediado el siglo en Estados Unidos. Considerado sinónimo de la "música del siglo XX", el

rock pierde con los años el marcado carácter anglosajón que tiene en sus orígenes para transformarse en

un lenguaje universal y sometido a continuo cambio.

Al surgir de un modo espectacular y desarrollarse en principio como un fenómeno de masas que trastornó

la vida y los ideales de Norteamérica, no puede considerarse como un movimiento musical en sentido

estricto. Sus raíces son tan plurales que sintetizan las principales ramas de la llamada música popular

estadounidense, sobre todo el blues, el rhythm and blues, el gospel y el country and western.

No obstante los evidentes vínculos que posee con las más profundas esencias de la música de los negros

afronorteamericanos el rock es en realidad el resultado, tras una larga síntesis que se inicia con el siglo, de

la adaptación de estas fuentes a una concepción y una estética 'blanca', lo que generó las primeras

actitudes públicas de rechazo, algunas de ellas muy conflictivas. Si el compositor y bluesman negro

Muddy Waters, (1915-1983), lo consideraba como "un hijo del rhythm and blues al que llamaron rock",

numerosas organizaciones racistas estadounidenses afirmaban con desprecio y energía, según sus

panfletos y los abundantes testimonios de sus líderes de entonces, que representaba la música que

"rebajaba al hombre blanco a la categoría del negro". La variante, en cualquier caso, de acuerdo con estas

interpretaciones, radicaría en el hecho de que la base del rock, el viejo blues, estaba revisada, para mayor

gloria de la raza blanca, a través de inyecciones de ritmo tan pronto más dulce, como de andanadas de

sonido estridente, rápido y energético.

Esta síntesis ligera de blues y rhythm and blues, como se la denominó durante mucho tiempo, hallaría su

ídolo fundacional a mediados de los años cincuenta en la figura de Elvis ("The Pelvis") Presley (1935-

1977), aun cuando desde la primera grabación de blues registrada en la historia ('Crazy Blues', un tema

cantado en 1920 por Mammie Smith) hubieran pasado casi tres decenios.

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Esta vía de 'desencuentro', conforme con sus raíces negras, la seguirían cantantes como Bessie Smith ('la

Emperatriz del blues'), Billie Holiday, Little Richard y, ya en la esfera de la música de finales de los

sesenta cantada por mujeres blancas, Janis Joplin. Para entonces, por los espasmódicos bailes que

suscitaba en grandes masas de jóvenes y sus ritmos trepidantes, el rock se había transformado en algo más

que música, era rock and roll (mecer y rodar), energía en estado puro.

Elvis, el elegido

La fortuna esperaba a Elvis Aaron Presley, nacido en Tupelo, Mississippi, en enero de 1935. Pertenecía a

una familia humilde del Sur americano (white trash, 'basura blanca' para los herederos de los ideales

esclavistas de la Confederación) que se estableció en Memphis en 1948, pero en 1954 ya cantaba y

grababa temas de Arthur Crudup y Bill Monroe, oscilando entre el blues, el gospel y el country rural.

Por aquella época el propósito de algunas compañías discográficas, ante la decadencia del country —el

año nuevo de 1953 fallecía Hank Williams—, consistía en descubrir a cantantes que expresaran

"sentimientos blancos" con fuerza, voces y corazones negros, y Elvis resultó el artista elegido en una

época en que ya gozaban de relativo crédito solistas como Jerry Lee Lewis, 'el Asesino' (1935), Carl

Perkins (1932), Johnny Cash (1932), Roy Orbison (1936) y Chuck Berry (1931). Salvo Berry, apoyado

por Muddy Waters y una discográfica independiente de Chicago, los demás coincidirían en sus primeros

trabajos al grabar en 1955 con el sello Sun Records, y de ahí nació la primera leyenda de los cinco

pioneros o, en cualquier caso —en palabras de Jesús Ordovás—, de "los cinco grandes creadores del rock

and roll". Pero Elvis, gracias a su participación en diversos espectáculos masivos de Nashville a principios

de 1956, de clara significación country, pudo renunciar a su condición de héroe local que goza del interés

de una audiencia reducida pero fiel, y con habilidad, apoyándose en su tema 'Heartbreak hotel', atípico en

el contexto donde lo presenta, deslumbra, hipnotiza a masas de quinceañeras y se alza con un triunfo que

le catapulta en cuestión de pocos días al primer puesto de la lista de éxitos de Estados Unidos.

Con 'Heartbreak hotel' estalla el fenómeno de los teenagers (seguidores jóvenes de edades comprendidas

entre los 13 y los 19 años, cifras que en inglés concluyen en teen), que dará el espaldarazo al joven y

tímido cantante procedente de los más bajos estratos sociales, reconvertido en escasas semanas en ídolo de

multitudes de jóvenes que ven personificado en él, hábil vocalista, diletante, bromista de gesticulación

agresiva, y dado a las audacias sensuales en directo, al rebelde blanco que alcanza el irrenunciable sueño

americano: triunfar. En 1955 había fallecido en accidente automovilístico James Dean, encarnación mítica

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y cinematográfica de la juventud rebelde y 'sin causa'. Elvis Presley tenía una causa, el rock, y transmitía

inconformismo, ansia de rebelión y juventud.

 

Estrella del rock

Entre 1955 y 1958 el ascenso de Elvis es imparable: es un mito, un ídolo que rinde buenos réditos, pues

cualquiera de sus canciones, que no se atienen a un estilo único o definido, logra ventas millonarias (ya

contratado por Radio Corporation of America, RCA) y gana la devoción de millones de personas, dentro y

fuera de su país. Las canciones, la histeria colectiva de sus seguidores en los conciertos y en consecuencia,

la comercialidad, llaman a las puertas del cine, y las películas (El barrio contra mí, El rock de la cárcel) se

convierten en un medio privilegiado para gozar del magnetismo espasmódico del que ya empieza a ser

llamado, en perjuicio no sólo de Chuck Berry, Bill Haley, Jerry Lee Lewis, Roy Orbison, Cash y Perkins,

sino de talentos que se incorporan a los insólitos ritmos frenéticos y juveniles de estos años (como Buddy

Holly, Gene Vincent, Eddie Cochran, Ritchie Valens, Johnny Burnette, entre muchos otros), el 'rey del

rock'. Elvis no es sólo una voz ni una capacidad para enloquecer al público mediante sus atrevidos

movimientos —se prohibió emitirlos por televisión— y temas tan dulces o sinuosos como 'Love me

Tender', 'Teddy Bear', 'Hound Dog', 'Jailhouse Rock' y 'King Creole': es una imagen, el remozado símbolo

de la juventud, el carisma de la "Gran América", pero no por ello puede dejar de cumplir con la patria

como soldado.

Es en 1958 cuando Elvis se incorpora al ejército, para volver a su país dos años después y codearse con

mitos de otras generaciones e integrarse en la sociedad de las 'grandes estrellas': Frank Sinatra, Ann

Margret, James Brown, Ed Sullivan, y multitud de personalidades estadounidenses le trataban como a un

igual.

Elvis se plegará a partir de entonces, coincidiendo con un 'reblandecimiento' de las líneas maestras del

rock, en una dinámica por la que habrá de rodar tres películas al año, grabar algunos discos en tanto

distancia cada vez más sus actuaciones en público. Instalado en su mansión de Memphis, Graceland, dará

sus conciertos en Las Vegas.

Habrán de transcurrir 10 años para que se produzca su reaparición pública, con la grabación de 'In the

Ghetto', que le vuelve a situar en el primer puesto de las listas de éxito. Paralelamente, en el panorama del

rock se han sucedido fenómenos trascendentales hacia los que 'el Rey' se muestra ajeno, por la comodidad

de su status de héroe popular indiscutido, crooner (cantante melódico-romántico) ocasional y nostálgico

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de las melodías religiosas de su infancia: la eclosión de la música de los sesenta, la aparición de Bob

Dylan, The Beatles, Van Morrison, The Who, The Band, The Rolling Stones, The Kinks, Yardbirds, por

ejemplo, no reflejarán su influencia más allá de un reconocimiento de carácter generacional, pues según

repetida expresión de la época, "todos habían crecido con Elvis". Tras brindar su apoyo a la dura política

internacional de Richard Nixon, presidente de Estados Unidos, y prestarse a colaborar como agente

federal en la lucha contra el tráfico de drogas en su país —pidió armas y placa al presidente en persona,

¡tras ser desestimada su propuesta por el FBI!— la decadencia de Elvis Presley fue imparable. Consumido

por su adicción a los fármacos y el alcohol, vencido por el insomnio y las depresiones, sucumbió en la

madrugada del 16 al 17 de agosto de 1977 en su finca de Graceland.

The Beatles

Desde principios de los sesenta el factor más destacado en el panorama del rock estriba en lo que ha

venido en denominarse la 'respuesta británica', expresión que engloba las numerosas formas en que los

músicos ingleses asumieron las rutilantes novedades procedentes de Estados Unidos.

La aparición de The Beatles en 1962, tras diversas intentonas previas para formar una banda estable,

estimuladas por el inquieto John Winston Lennon (tuvo nombres como The Quarrymen o Johnny and the

Moondogs, 1956-1959; Long John and the Silver Beatles, 1960; Beat Brothers o The Cavern, 1961, y The

Silver Beatles, 1962) a quien secundaban de una forma regular Paul McCartney y George Harrison y con

menor frecuencia el bajista Stu Sutcliffe y el batería Pete Best, supuso el germen de la 'revolución

británica del rock'. Estos jóvenes de Liverpool realizaron diversas giras por Escocia y Alemania,

grabaciones como grupo de apoyo de figuras de segunda categoría, hasta hallar en Brian Epstein al

productor idóneo e idílico que llevará su carrera al estrellato.

A partir de ese momento, guiados por Epstein, con un nuevo y potente batería llamado Ringo Starr, graban

en los dos años siguientes más de 60 temas. El punto de partida es 'Love me Do', del que se venden más

de 10.000 copias. El paso siguiente será el cine, de la mano del realizador Richard Lester (Qué noche la de

aquel día, 1964 y Help!, 1965), en un tono muy distinto al que caracterizó la variable y populista carrera

de Elvis en este campo. Es a través de las películas y de la denominada 'beatlemanía' que recorre el

mundo, que la suma de individualidades que cristaliza en la banda se diversifica: Lennon actúa como líder

conciso pero agresivo tras su aspecto tímido e intelectual; Harrison es el inquieto del conjunto, interesado

por el country y el orientalismo; el feo Ringo Starr es el desenfadado, un juerguista que descarga su fuerza

en el escenario; Paul McCartney, atraído por el mercado discográfico —o quizá fascinado— no oculta su

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interés por componer temas estándar, en consonancia con las demandas del público adolescente, visibles

en las listas comerciales. Son cuatro mundos muy distintos que acabarán por tomar rumbos divergentes.

En 1964 el poeta beat Allen Ginsberg declarará que "la conciencia universal de la humanidad se encuentra

ahora en Liverpool". El éxito de los cuatro jóvenes británicos trajeados de negro y con característico

flequillo —nombrados en 1965 caballeros de la Orden del Imperio Británico— es absoluto y desborda a

los componentes de la banda más allá de 1966, en que una vez que han triunfado en Estados Unidos,

actúan juntos por última vez en San Francisco y se despiden de los escenarios. En 1967, tras una época de

intensa dedicación a doctrinas orientales y sus primeras experiencias con LSD, realizan en 'Revolver' una

versión musical del Libro de los Muertos ('Tomorrow Never Knows') y publican su celebérrimo 'Yellow

Submarine', pero en pleno éxito de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, donde empleaban en sus

composiciones música electrónica y cantaban letras emblemáticas ('Lucy in the Sky with Diamonds' es la

más famosa de sus composiciones psiquedélicas), la muerte de Epstein coincide con el estallido de las

diferencias intestinas de la banda, que emprende al cabo de un año la aventura de la productora Apple,

concebida para apoyar en diferentes campos artísticos (cine, ropa, música) la revolución pop de la que The

Beatles se sentían portadores privilegiados. Apple fue cerrada en 1969, anticipando dos años la ruptura

definitiva de los componentes de la banda, cuyos integrantes emprendieron a partir de 1971 caminos en

solitario, con distinta fortuna.

The Rolling Stones

El ansia por imprimir un cambio radical a las formas de vida, a través del rock and roll, quedó de

manifiesto con la aparición en escena de The Rolling Stones, nombre tomado de un tema de Muddy

Waters. Se presentaron en público el 12 de julio de 1962 en el Marquee de Londres, cuando todavía sus

componentes eran una formación insegura. Representaban, entre los reducidos círculos en que se

desenvolvían en sus principios, la esperanza británica del rhythm and blues británico y blanco y en poco

tiempo lograron celebridad como áspera respuesta, procedente de la marginalidad, a la beatlemanía.

No obstante, sería absurdo aceptar esta visión de la historia del rock, pues según acreditados testimonios

(entre ellos los de un ayudante del manager de The Beatles), los líderes de la banda, Keith Richards y

Mick Jagger solicitaron en 1963, por la vía de la amistad, una composición a sus directos rivales: el

esbozo compuesto en un rato por McCartney y John Lennon se convertiría, según los mismos testimonios,

en el tema 'I Wanna be Your Man', que algunos consideran el primer el primer éxito de los Stones.

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Los medios de comunicación británicos, sin embargo, insistirían en esta confrontación, que al parecer se

agudizaría a finales de los sesenta: todos los temas del álbum Aftermath (1966) pertenecían a los

miembros de la banda —a la sazón Richards, Jagger, Brian Jones, Bill Wyman, Charlie Watts e Ian

Stewart—, marcando un momento de asombrosa madurez y personalidad propia. A partir del año

siguiente se inicia la leyenda negra de los Stones, con las detenciones de Jones, Jagger y Richards

acusados de posesión de estupefacientes. Al tiempo en que se edita Beggar's Banquet, Jones abandona la

banda: es junio de1969 y al cabo de un mes se hallaría su cadáver en la piscina de su residencia privada.

En ese mismo año se producen otros incidentes durante la gira que la banda emprende por Estados

Unidos, destacando la tragedia de Altamont (California) cuando mientras Jagger canta su polémico tema

'Sympathy for Devil', un miembro del servicio de seguridad del concierto, perteneciente a la banda de

motoristas Ángeles del Infierno, apuñala a un espectador exaltado, que moriría a causa de las heridas.

El alejamiento de los Stones respecto al público se prolongaría durante años, aun cuando no dejaran de

editar álbumes: el que daría fama mundial al diseño del emblema de la banda, realizado por Andy Warhol

a costa de los abultados labios de Jagger, Sticky Fingers (1970). Otros álbumes fundamentales en la

extensa discografía de la banda, que ronda el medio centenar de álbumes oficiales, serían: Exile on Main

Street (1972), It´s Only Rock and Roll (1974), Some Girls (1976), Black and Blue (1976), Tattoo You

(1981), Dirty Work (1986) o Vodoo Lunge (1995).

Otras corrientes

Desde finales de los años sesenta el rock no ha dejado de aportar variantes y novedades respecto a las

corrientes pioneras, hasta el punto de que resulta imposible su enumeración y ha perdido vigencia el

planteamiento crítico según el cual un estilo se identificaba en función de una influencia dominante en un

periodo de tiempo concreto. Ello no se halla en contradicción con el hecho de que, con frecuencia por

derroteros trágicos, el rock haya generado una galería de mitos cuya influencia se deja sentir como un

punto de referencia fundamental, como ocurre al evocar las figuras de Bessie Smith; del guitarra Jimi

Hendrix; Keith Moon, de The Who; John Bonham, de Led Zeppelin; Bon Scott de AC/DC; Jim Morrison,

de The Doors; Freddie Mercury, de Queen; Ian Curtis, de Joy Division; Phil Lynott, de Thin Lizzy; Steve

Clark de Def Leppard; Johnny Thunders, de The Heartbreakers; el ex beatle John Lennon; Sid Vicious, de

Sex Pistols, entre muchos otros. Pero a medida que se ha prolongado la historia del rock, se han

multiplicado sus formas y orientaciones, muy a menudo mediante artificios comerciales, la recuperación

de antiguas esencias, la reelaboración de viejos sonidos y la ampliación de los ámbitos de acción de las

bandas.

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Si el rock se definía, en especial en Estados Unidos, como la música de las fiestas, del divertimento

generacional o las reuniones sociales de la juventud, esta concepción varía de forma radical en los

decenios siguientes cuando alcanza a territorios como el del compromiso político, como ocurre en el

country, en el punk rock, en ciertas derivaciones del folk rock, el movimiento skatalítico, el rock urbano,

el rap o el rock metálico; el experimentalismo plástico, como es frecuente en el glam rock, el rock

sinfónico, la música electrónica, el pop neorromántico, la música de discoteca o la new age; la alta

tecnología, como sucede en las corrientes más duras del tecno pop, el rock progresivo, el denominado rock

'artístico', el jazz rock de fusión, las diversas fórmulas sostenidas en la música de sintetizadores y el rock

de consumo, reforzado por la estética del vídeo clip y una tendencia, todavía tímida pero en la que han

comenzado a desarrollar diversas ideas artistas como John Cale, David Bowie, Peter Gabriel, hacia la

interactividad.

Rock en español

A raíz del impacto provocado por los éxitos internacionales de The Beatles sobre todo, surgieron en

numerosos países de Europa una gran cantidad de grupos atraídos por los ritmos de los nuevos tiempos.

Existe coincidencia general en que en España, y a causa de la beatlemanía, el rock comenzó a consolidarse

entre 1964 y 1966, años en que ya se encontraban en activo numerosas bandas que habían conseguido

cierto prestigio y difusión: Los Brincos, Bruno Lomas y Los Rockeros, Los Pekenikes, Lone Star, Micky

y Los Tonys, Los Mustang, Los Sírex, Pop Tops, Los Bravos, Los Canarios, Los Cheyennes, fueron

algunas de las más conocidas que lograron además cierto eco en otros países, así como Miguel Ríos y

Teddy Bautista al emprender sus carreras en solitario.

Con el final de la década, sin embargo, se abrió un largo paréntesis que se prolongaría de hecho hasta

principios de los años ochenta, en que tras un periodo con marcado sabor urbano y reivindicativo —con

bandas como Burning, Leño, Topo, Coz, Barón Rojo, Ñu o solistas como Ramoncín—, los jóvenes

músicos se entregaron a las novedades que procedían del Reino Unido, en especial por el punk y la más

reciente new wave (nueva ola). El fenómeno fue llamado movida y alcanzó cierta popularidad en ciudades

como Madrid, Barcelona, Vigo, Valencia y Bilbao, e hizo convivir tendencias de rock oscuro y

underground con sonidos más desenfadados, aunque sin la ingenuidad de los rockeros nacionales

primigenios.

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El número de formaciones se contaba por centenares (se censaron más de 200 grupos entre Madrid y

Barcelona entre 1977 y 1980): Kaka de Luxe, Radio Futura, Derribos Arias, Siniestro Total, Tequila,

Pegamoides, Nacha Pop, Zombies, Golpes Bajos, Os Resentidos, Modas Clandestinas, Gabinete Caligari,

Parálisis Permanente, Aviador Dro, Loquillo y los Trogloditas, PVP, La Mode, Las Chinas, Charol,

Objetivo Birmania, Los Nikis, Larsen y Mermelada fueron tan sólo algunos de ellos, que sufrieron con el

paso del tiempo sucesivas transformaciones (Pegamoides, por ejemplo, se convirtió en Alaska y Dinarama

y dio origen asimismo a Parálisis Permanente, Seres Vacíos y Fangoria en los años noventa).

Resultó importante, sin embargo, el renacer de diversas corrientes de rock duro a mediados de los ochenta,

a la que se adscribieron numerosas bandas de música urbana, y la acogida de otras influencias, como el

ska, el reagge, y las tendencias afterpunk en general. Entre los primeros exponentes del heavy hispano

figuraron Obús, Los ángeles del Infierno, Banzai, Tarzen, Santa, Sangre Azul, Manzano, Leize, Niagara o

Barricada. En el segundo grupo coincidirían los primeros exponentes del denominado 'rock radical vasco'

y otros grupos afines (Kortatu, Hertzainak, Eskorbuto, Rufus, Lavabos Iturriaga, Cicatriz, BAP, Delirium,

Polla Records, Negu Gorriak, Mano Negra), los defensores de ritmos rastas (Potato, Baldin Bada,

Korroskada) y otros, más afines a la sonoridad hardcore, como Ama Say o Su Ta Gar.

Avanzados los noventa la abundancia de formaciones y estilos se compagina con un gran número de

solistas punteros que han de vérselas con la importante presencia que tienen en el mercado discográfico

los representantes del revivalismo. De esta forma no resulta pintoresco que un histórico del rock español

como Miguel Ríos se presente en una misma actuación junto a una joven consagrada como Luz Casal y

alterne sus giras con cantantes melódicos como Ana Belén, Víctor Manuel y cantautores del estilo de Joan

Manuel Serrat o Joaquín Sabina. Bandas como Héroes del Silencio, Mecano, Los Rodríguez, El Último de

la Fila, Presuntos implicados, Celtas Cortos, representan otras tendencias del rock y el pop en español, en

una línea que ha hallado gran eco en Europa y Latinoamérica.

 

 

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