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Cuestión étnico-nacional y autonomía* Hk10r Diaz-Polanco T.-..poco oMdron dKir .asus hijos lo LWl dY dfbe r! _ An.ihwc .. Iodol. _00. Oftpubdt lJ<p ..... oi .l ...lUO 501 qw _J dt JUICi - o.. Durante los años ccbeota, la "presencia pObtica- de la llamada problemática indígena ascendió en va- rios países de la región. En Cuaremala, Nicaragua, Mé-xico, Perú, Ecuador, Brasil, para meocioaar nos de los casos m.'\s relevantes, la preoc upación por la cuestlén de la sociocultural de la sociedad trascend i endo de una manera eoeva el esnecbo medio de los acad émicosy los es- pKiaJist.ls para convert irse e n un objeto de interés de sectores soc i.lleos y poIiticos más amplios. A su w z, los t'SpKialist;u CWsic.lmente los anlr op6logo$) comienzan a revisar y. en algunos casos, a rOOd¡(ICJ ' ses enfoques scerca de la cuestión étnica. Obvia- I»E'nte, este fenómeno no es el mero resulrod c de impulsos generados a partir de nuevas reflexiones de Jos estudiosos, sino que los cambios que pueden advertirse en los enfoques de éstos son la conse- cuencia - medi"da por co mplejos procesos- de les nensfcrmaclcnes que ha venido experiment,)n- do el ll'K1o' imiento indígena en el m.11CO de un buen número de scdedodcs nacion.lles de lat inO' IlOCra . m e qué transformaciones estamos ha bbndo? No se trara de que las luchas indigen.ts hayan hecho acto de prewncia durante esta dkada o de que su lTlE' ro haya aumentado sensiblell'\("nt(". Es imposi- ble ignorar que el ITlOYim iento indígena tiene en .... mérica l atina un largo trayecto (que se inicia ptác· ticamente con la instauración del régimen colonial) y que en las recientes décadas pasadas se advierte bl udlos liIlinoamfflCanos , núm.8, enero.ju l"lio de 19'JQ. un enorme caudal de lochas y un gran número de moviliz.Kiooes de los grupos fenicos. l o novedoso no es, pues, la presencia misma o el número de los IOO'Iimlent05indígenas, sino el cambio que comien - za a advertirse en la calidad o la naturaleza de los mismos en algunos países, con las consecuentes re - percusiones en otros. Quizás no estamos aún en condiciones de epre- ciar toda la riqueza de este cambio de calidad. Pero algunos rasgos par ecen resaltar con cierta nitidez. Ante todo, observamos la irrupción de vastos con- glomerados étnicos en el escenario politico a partir de SO inserción en lochas sociales que buscan pro- VOC.l r transformaciones a escala nacional. Esta irrupción adquiere, desde I U€'gO, formas di- wrsM según los marcosnacionales respectivos. Pero lo común comisl:e en una nue'Va inserción en pro- cesos politices que trascienden no sólo los ámbitos comunal y regional, sino incluso los trildicionales lí- miles que definiil n a las respectivas unidades cas" (con lo que aparecen nuevas formas de luchas Ilustraremos aquí este fenómeno con algunos ejemplos. l. la nuevti lueh olS de los grupos étnicos Con b entrada en los ochfflta, en Gualerna1.1 se manirle5l.a un fuerte ascen so del movinlien.t:o popu- lar, .lrticulado por org;rnizOKiones poIítico-milit"Il !'s (FAR, EGP, O Rr...... principalmenle)' que se propone explícitilmenle modi('Car a fondo las relaciones so- cioeccoémicas y destruir las relaciones de domina- d1aacl. po n.. t*<lOfIXII 'PoIInco tl 1 11 6c: I¡o> ' lo 60 1':N1'.1 0:1 SctoMwrio OlA ,1.. 1....... llloood.o .. . loo l'olNn "" cI. "", .. quo .. ........ 1' " Y. _ <'1&0 Mud.. SMoon cid"......... lri r 11.... (!II

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Cuestión étnico-nacional y autonomía*

Hk10r Diaz-Polanco

T.-..pocooMdron dKir .asushijos lo~ LWl dY dfbe •r! _ ~ An.ihwc~.. Iodol. _00. Oftpubdt~ lJ<p~ .....oi .l ...lUO 501 qw _ J dt JUICi ­o..

Durante los años ccbeota, la "presencia pObtica- dela llamada problemática indígena ascendió en va­rios países de la región. En Cuaremala, Nicaragua,Mé-xico, Perú, Ecuador, Brasil, para meocioaar JI~u .

nos de los casos m.'\s relevantes, la preoc upaciónpor la cuestlén de la hcrer~eneid.xl socioculturalde la sociedad ~.i trascend iendo de una maneraeoeva el esnecbo medio de los académicosy los es­pKiaJist.ls para convert irse e n un objeto de interésde sectores soci.lleos y poIiticos más amplios. A suw z, los t'SpKialist;u CWsic.lmente los anlrop6logo$)comienzan a revisar y. en algunos casos, a rOOd¡(ICJ 'ses enfoques scerca de la cuestión étnica. Obvia­I»E'nte, este fenómeno no es el mero resulrod c deimpulsos generados a partir de nuevas reflexionesde Jos estudiosos, sino que los cambios que puedenadvertirse e n los enfoques de éstos son la conse­cuencia - medi"da por complejos procesos- deles ne nsfcrmaclcnes que ha venido experiment,)n­do el ll'K1o'imiento indígena en el m.11CO de un buennúmero de scdedodcs nacion.lles de lat inO'IlOCra .

m e qué transformaciones estamos habbndo? Nose trara de que las luchas indigen.ts hayan hechoacto de prewncia durante esta dkada o de que sunÚlTlE'ro haya aumentado sensiblell'\("nt(". Es imposi­ble ignorar que el ITlOYimiento indígena tiene en....mérica l atina un largo trayecto (que se inicia ptác·ticamente con la instauración del régimen colonial)y que en las recientes décadas pasadas se advierte

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bludlos liIlinoamfflCanos , núm.8, enero.jul"lio de 19'JQ.

un enorme caudal de lochas y un gran número demoviliz.Kiooes de los grupos fenicos. l o novedosono es, pues, la presencia misma o el número de losIOO'Iimlent05 indígenas, sino el cambio que comien ­za a advertirse en la calidad o la naturaleza de losmismos en algunos países, con las consecuentes re ­percusiones en otros.

Quizás no estamos aún en condiciones de epre­ciar toda la riqueza de este cambio de calidad. Peroalgunos rasgos parecen resaltar con cierta nitidez.Ante todo, observamos la irrupción de vastos con­glomerados étnicos en el escenario politico a partirde SO inserción en lochas sociales que buscan pro­VOC.lr transformaciones a escala nacional.

Esta irrupción adquiere, desde IU€'gO, formas di­wrsM según los marcos nacionales respectivos. Perolo común comisl:e en una nue'Va inserción en pro­cesos politicesque trascienden no sólo los ámbitoscomunal y regional, sino incluso los trildicionales lí­miles que definiiln a las respectivas unidades ~étn i ­

cas" (con lo que aparecen nuevas formas de luchas~mu lt iét nicas") . Ilustraremos aquí este fenómenocon algunos ejemplos.

l. la nuevti lueholS nadon;lll~ de los gruposétnicos

Con b entrada en los ochfflta, en Gualerna1.1 semanirle5l.a un fuerte ascen so del movinlien.t:o popu­lar, .lrticulado por org;rnizOKiones poIítico-milit"Il!'s(FAR, EGP, O Rr...... principalmenle)' que se proponeexplícitilmenle modi('Car a fondo las relaciones so­cioeccoémicas y destruir las relaciones de domina-

·Con/,~Cftri. d1aacl. po ~I n.. t*<lOfIXII 'PoIInco tl 111 6c: I¡o> 'lo 60 1':N1'.1~ 0:1 SctoMwrio~lICnl~dd OlA

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rslUOIOs lA1INOAl.IlRJO.NOS

ción política vigentes. l o que da su característica eimprime un sello de novedad a este proceso es, sinduda, la masiva participación de los grupos étnicosen el movimiento revolucionario. la acción con­trainsurgente puesta en práctica por el gobiernoguatemalteco contra las organizaciones revolucio­narias (especialmente a partir de 1982) y la particu­lar saña hacia la población indígena (manifestadaen una gencclda represión generalizada contra lascomunidades) fueron la contrapartida de la masivaadhesión de los grupos étnicos al movimiento insur­gente. la reacción del gobierno, expresó el pánicoque produjo en el bloque dominante la participa­ción de los indios en una lucha con metas nacona­les.l Esta represión sistemática y continua no halogrado destruir a las organizaciones revolucionarias(ahora agrupadas en la Unidad Revolucionaria Na­cional Guatemalteca) ni eliminar por completo lainsurgencia indígena)

En Nicaragua, el triunfo de la Revolución PopularSandinista dio inicio a un proceso de nuevos vürcu­los, tensos y complejos, entre la región del pacífico(hispanohablante, católica y mestiza) y la CostaAtlántica (habitada por numerosas comunidades ét­nicas, hablantes de lenguas indígenas y creole, pro­testantes en su mayoría y con tradiciones culturalesdiferentes). las nuevas condiciones que abre la re­volución facilitan a las comunidades costeñas la re­cuperación de su identidad diferenciada y dan librecauce tanto a las ansias reivindicatorias de éstas co­mo a su organización indepe ndiente. Éste es e l ini­cio de un rico y complejo movimiento étnico quese enmarca en el proceso de transformaciones na­cionales e l cual se realiza en el país. la lucha étnicaen Nicaragua es, en rigor, un movimiento que sacaa flote la cara oculta, pero fundamental, de las con­tradicciones que atraviesan a la formación nacional:la cara que corresponde a las profundas tensiones ydesigualdades socioculturales históricamente acu­muladas.' Nutriéndose de los espacios políticos

1 Ct.• Mi&'J<'1 " nse' R~, Hf.cI<>I, ·GuM I., .....1 <.lI'Iino dolindio nu......· , en 8oI<tfnde MIt<>poIt>gh JImerir n6m. 1 l. In>lil...oP.n.m~lk.no d~ CooS'.ff• • 1I'II01i•. Mt.ko 1'J1\5; C.....o de "w·dios. 1"""lIiE.......... """ Gu...m. l.. ConU<OlAAN"""" rOoutrolloRlJ,.¡ en Gu' IMIOb (1965·198SJ. CIIC. Mt . k o. 19I16; ....,• •• MUlO.' Cukul' popul", <uku... 'nd lscn.., SCnocidio y CInO<idio .n C\lOIe·", .1. ' .•n 8oI<lfn de ""1IOf>OIoIIo ...........óc...... , . 0", . 7, IPCIt Mt .i<o.1931; C...... o de [1I.....ios Int<E' odoI de (kur<ollo Co"'u...L ClMJ<jd/oO~,roIlo en Gu' I.""b. ~ .x...W<Wt..& de loJ""""n~·deo ifldlSC"" y los N.mMIos 'polo> di' dc$.OfI'oJlo ', crlOlc, Mhko,1987. " p'.II Y. lo

J Mil.. de 'nMul.r..• q..... ~".""< ..... d........' otni.. ~''''.''''.CO.en , p ...""k~>I orVnilodol en 1•• 1\,,,...<1•• ·.omu·ni<lod., in<ll",n n , . , ill...... •• ";n .onIO'. loo Indio> <ombMnl"q....onlOfm,••1 S"'..... el< lo., fu. In' ......¡II. ,... 0". r.delico )l.r~ iOJw loJpo/lJK ....... ind frc:rw en te<islC'tl<i.a, lIonl<lip<i6nm. gn<lof6nic.. Mt . ico. 19&6.

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abiertos por la revolución sandinista, e l movimientoétnico impulsa, extiende y profundiza la revoluciónmisma. Ello ha permitido afirmar que, de hecho, elmovimiento de las etnias en la Costa Atlántica -c-re­gión que permanece prácticamente al margen de lacorriente maestra que en el Pacifico consuma eltriunfo revolucionario- constituye un segundo mo­mento de la -revolución politka" contraída por elproceso sandinista.§

Al igual que en los dos casos anteriormente men­cionados, en la presente década aparecen en Co­lombia y en Perú grupos indigenas organizados quese vinculan con movimientos cívicos o políticos-mi­lita res portadores de proyectos de transformaciónnacional. En Colombia, aparte de la destacada tu­cha legal que realiza desde hace varios lustros elConsejo Regional Indígena del cauca (CRIO, hayque tomar en cuenta a la organización india Quin­tín Lame, constituida por indígenas levantados enarmas y parte de la Coordinadora Guerrillera SimónBolívar. En Perú, se debe n mencionar las numero­sas comunidades de campesinos indígenas que seencuentran vinculadas al enigmático Partido Comu­nista Peruano (mejor conocido como -senderc tu ­minoso").

Existen otras maneras de establece r el vínculocon movimientos de carácte r nacional. En Méxi­co, por ejemplo, grupos indígenas muy combati­vos escogen realizar alianzas políticas, més omenos formalizadas, con organizaciones regiona­les o nacionales en un contexto de luchas cívicaspor la democracia, la recuperación de su dignidadétnica, la tierra y los recursos naturales. En ocasio­nes, estas alianzas adqu ieren la forma de pactoselectorales y ot ros arreglos pc lñicos.e En Ecuador,e l movimiento indígena se extiende a escala na­cional: forta lece su organización propia (la Confe­deración de Nacionalidades Indígenas delEducador, CONAIE), establece gradua lmente rela­ciones con otros sectores populares y tiene una

1oI1I.b oj.dor .. nic"'sUcM...in dillin<i6n y lt uu dorni....i6n <lo.m·10. A l. bUIq d. de lI'IOdifo<. , CIU' I""'nl.' .ondicion.. O< apli...r()n ;nm~i"" n" loo ..ndiflóllO' de'jII>tI d<1l1iunlo, q... <I.ndo.nIqUndo pl. no lo. <...1li6nde 101 <onnieto, y len~ ~o-....iorIo·~.

S o.l.ndo N'¡~l Solo, l rofllóci6n y k.i<:h.a do <Wa M NÓC.,,,,,.(1979·19861. Sitio lOOId ie.".. Y CRlrs, Mt . i<o, 1987, p. 18. Anil~~del p'o<<IO ,M ucion .,io .... lo. C~ !>llinlk............nlf• • • • Jor",J<nkin, Mol;",; H de$.OlIo jndl,.... ... Nóc".gu•. Elc.uo <lo .ro. 1.4;'1011><.l<lilOl..l V.nsu..d io. M.nogu•. 1936; Ro. on"" Dunlul O. ~ ~ri6tI

m¡.~ .... /o R<-oIu<":ln nk...~. [dieOl~ 11""., México. 1986;H.~ Pol.n<o y C. l 6pu y Riv." Nic..~: "'lonOmlo y~<icln Ju.n I'.bloo ro_. M~.ko. 19l\6.

' (11. .. e1..1O. po< q emplo. de lo.Co.lici6n Obl.ro C.mpelino( lI"d ianlil <I. 111ltnO (COCED. en el lllmo de ~ .... POI' un ""nOl"m' de lo., I. ci. nl.. luch.al indf&o ..., ~n Mbico, vf.o< l••' '''' ," nl. ,r.·t..i, de M.1la Con, ...lo Mojf. I' i~iIOl Y Scrpo »Imiento Sitv., Uk.i<:h.a jfld 1r<"O: un t<1O' lo Ollorkm.a, Si¡Io )()(1 Edilot<'le In_ el<ltIveIligo<ion<'I Soc.. 1tI de lo. UNA.M. M~.ico. 1987.

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intervención cada vez más significativa en e l proce­so poljticonacional,"

Aunque, como se dijo, las modalidades de parti­cipación son variadas según los países (v.g'., luchaarmada o lucha cívica y pacífica), el rasgo co múnradica en la nacionalización de los movimientos indí­genas, considerando en e llo no sólo su mayor inci­dencia en los procesos globales sino ade más laampliación y el enriquec imiento de sus metas socio­culturales, po líticas y económicas. Asf, los indígenasse están transformando a un ritmo acelerad o en su­jetos sociales y en fuerzas políticas a escala nacio­nal.

Es necesario igualmente destacar este punto: laincorpo ración de que estamos hablando, en tantosuietos y fuerzas motrices, no está implicando undebiJilamienlo de la cohesión étnica ni una renun­cia concom itante por parte de los grupos a sus rei­vindicaciones propias. Al contrario, todo indica queasistimos a un fortalecimiento de la conciencia étni­ca, de la identidad y, al mísmo tiempo, a un refcr­zamiento de las de mandas propias. lo interesanteparece ser entonces qu e, contra ciertas previsiones,la nacionalización del movimiento étnico en diver·sos pafses está re fo rzando y clarificando la identi­dad diferenciada y los derechos históricos de lasetnias. Por eje mplo, la inserción de las co munida­des étnicas de Nicaragua, Guatema la y México enla vida nacional, va aco mpañad a de una consolida­ción sensible de su co nciencia política, de la identi­dad y las reivindicaciones prop ias, como lo pruebanno sólo las manifestaciones públicas sino tambiénlas acciones de los diversos grupos.

A su vez, un análisís de las actuales plataformasideológicas y polrdcas de las organizaciones nacio­nales progresistas, muestra un desarrollo notablepor lo que se refiere a la com prensión y el trata­miento de la cuestió n ét nico-nacional, en compara­ción con é pocas ante riores. Ello se advierte, porejem plo, en los planteamientos del Frente Sandtnls­ta (fSl N) y e n los de las organizaciones progresistasguatemaltecas (en espec ial de la URNG). En parti­cular, la co ncepción sobre la democracia se ha enrioquecido, e n tanto se incluyen aho ra tesis máselaboradas y más precisas relativas a la necesariaparticipación de los grupos étnicos en la vida socio­cultural y polfrica de l pafs, y también respecto a lanecesidad de transformar patrones nacionales quepermitan efectivamente dicha participación en con­diciones de respeto a la pluralidad.

En suma, parecer ía que la nacionalización de losgrupos étnicos est.i implicand o la ampliación de sus

7 CIr., !'lOl;lria W'Ff. -l a con ltilu<i6n deI """¡",¡"nlO & i<o rae io­u r ¡ndk> ~n h u. """ c. ,kI,c . y dil'll< Mí6n oX ' Ude",.nd.·. Simpw;a1n~rn.a<ioNl ~ E~ Y NK ión. InIl~UlO Ind;ton;~ loco" I'II<' ;u no.s.n joú:, <)·12 oXocwb<e de 1%8.

s CUES110N tJNlCO..N.\CK)N.M.

perspectivas polrtícas y la afirmación de sus reivindi­caciones propias. V, como contrapartida, debido aello algunas organizaciones nacionales (aquellas cu­yos principios ~l fti cos se lo permitían, desde luego)se han bene ficiado con una ampliación de su hori­zonte programático y co n la.apertura ideo lógica. ha.cia un terre no (el de la diversidad étnica) queestaba completamente ausente o permaneda en lapenumbra.

Es e n este contexto q ue el Régimen de autono­mía, como propuesta de solució n a los conflictos ét­nico-nacionales y marco jurídico-politico en el quepueden en con trar respu estas las re ivindicacionessocioculturales, se ha convertido en tema de debatey análisis en los últimos años, como nunca antes. Enelecto, en un buen número de países latinoameri­canos se comienza a discutir el asunto oon especialcalor: se realizan eve ntos nacionales y regionalespara analizar e l tema y, sobre todo , las organizacio­nes étnicas muestran interés po r las implicacionesdel sistema autonómico. En algunos casos, éstascom prenden ya e ntre sus metas el logro de la auto­nomfa.' Incluso organizaciones políticas nacionaleshan incorporado e n sus respectivos programas la"autonomía regionalH

•9 Se ha llegado a co nsiderarque tal difusión de la autonomía es tan solo un re­sultado del debate de la misma en Nicaragua y desu adopción en este país. Sin d uda, lo qu e podrrallamarse el "efecto nicaragüe nse" es e n parte res­ponsable del interés que ha despertado el régimende auton omía. Pero su causa ese ncial parece ser,más bie n, e l proceso de nacionalización de las lu­chas indigenas antes mencionad o. El inte rés de un

'M.ncione...... . ell o ' ... pe<lO >1 r.OnlOIndependi. nte de Pu<blooIndio> IrlPOoXW , i<o. que ,,' up•• un l>utn nO""" o de pn'..c'o ·... "' dl. on.. ind.pendicnl", f n e l pu oco 1.8 oX' u doc nlOcon",·l ..v.o. OC e...blt«: -/l derecllo de ,. aUlOAOmf>. Lo. J>l'C'bloo indio>'one...... de,« IIo . ,. . UlO/I<)tIII>. q"" . itnifK' ,. I><"bd P'" aob<"0" 00> con ou<II' •• p<opi• • 1eyn. en 01oj.,ci<k> dol . ...osobio ' no. hud. ,.~ ttni<• • d . ;ocu.,do con .u, p<opi....,;ocIolfllícao. pod.~n

p li nlo, ,,,, Iib,orrK'nte t.. lon .w . <.tonó",iu . q"" <Of,copond . n . . ...p<opi.>' n«..idod<o.' Y tl.itu"' '''. pJ" .fo . t'<'g>: "Loo purbloo indio>ce......... e l oX'"'''' .1. . ...0"""'1. tulic. ' <¡ion. 1p.o' • •Ie¡i ' Y......ni.... n""lII. vieb .0ci.1 con n",, " ,ao fo, ,,,.. d o tobio.no y de ....o<I.I. n·... A ojo'«' ' UIOf ód.d y iU'iodic<i6n 00I><~ " u<:'IIIOO lo"~ooioo &ícoo." Ofdcn.. nu<III•• lO<iod."", ooI><e l. ""OC de nu<lII.....dicion<o°Ioyfl lnt. ......n W M... le,istM" , judícialco Y >d",inilll .uv..q"" p,.ntioen un. ¡U e iSU. liU ,.1;oci6n enlre loo $lUpa> &i<ooq"" int<,><IÓ.n en loo. ,ogion... ttni< lo d<b<, oXl (sudo .....i<>nO'H OIIO<" <oUl<.tod< ' UlonOrnr. tul íc. ' <JÍO'I>I YI<p~d>d >1 oX'"''''<on. uctudin..k> oX loopuebloo; rnn.n..oo '1""oc eornf"<l"'<"rn .... _• ;ocIu., oobr. p<",,=ipioo oX iUOlici.>. isu.1d >d y derno<,....... 0'. r lPlUn P""'fK1O af~.....liIo p>,a ,. ¡¡""'Kión de lo<pur blof lrIdiof de Mf·..w~ ", ulti<opi.>do, Mb ico, 1%8. p.e.

C6-" por <io"'p/o. el "IOf'a.... p<opu«/') portl P.rtidoM~xic.no

So<i>li~ 1'>" CO/'ll."""' ''' t.••I«cio.... n;oc;"". ,", d< 1968.... el'l"" oc íncl...,... li -. ..............r. '<si<'<"I". Vb«, I.o",b;fn: PMS, ' M&i<o:0..i6n ","kitlni<. Y p1u'ilin,lie·. o.p>rwnen«> de CIlrf'O' t tnkof,Mt xi<Q. 19&11: Il<boltO C' "i llo. o¡, n«e..,k> un p;octo n;ocio-"'¡o. Prime, ( M ...nlrO de P""bloo ItI<lk>o, Juo~ilJn <4>< "" ...¡>Io."""'"' (n(i rn. 61de ( a UnhUd. Mb i<o. ........ 30• ...... 0 de 1968.

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fSfUOIOS l/<fINOMIl/flCNlOS

buen número de org¡niza ciones indígenas estariarenqando una elevación política de la concienciaétn ica y un mayor desarrollo program.itico, comoresultado de una m~ com prensión de la sociedadnacional en la que los grupos étnicos est!n inser­tos."

11. Los c~mbios en 1.11 perspectiva te6ricD-polític~

Ahora bien, como se dijo, al desarrollo del movi­miento indigena lo acompa-'an cambios importan­tes en la perspectiva teérico-polüica de lasorganizaciones progresiSUls de ca rácter nacional.Ahora es frecuente que éstas vayan más allá delenunciado tradiciona l acerca del respeto a la -cot­lora de los ind¡genas~, proponiendo un nuevo enfo­que de 1.11 naturaleza de la nación w. gr., elreco nocimiento de su carácter "multiétnico "') y f6r­mulas ~ra que sus componentes puedan realizaren la práctica sus derechos históricos. El avance eneste sentido no es todavía generalizado, pero podríaconsiderarse signirteativo y crecie nte. Al mMOS,ahora no se advierte la indiferencia pr.iaicamenlegeneral~ hacia la cuestión etnico-naciona l queera c¡ rKlerÍSf:ica de aflosanteriotes..

Considerando 1.11 vene ere te6 rico-politia, lquécambios han permitido esta nueva SiludCión en gra­dual desarrollo? Se obse rvan algunas ¡ransformaciD­nes en la visión que tienen las o rganizacionesnacionales acerca del papel de las comunidades ét­nicas en los procesos políticos, que las han hechomás sensibles y receptivas ante de mandas que anteseran radicalmente rechazadas o eran simplementeimpensables (como la a utonomía). Sin pretende runa revisióo exhaustiva, examinaremos algunospuntos que parecen re levantes:

1. La lenta pero consistente superación de la

10 (1 h.d.o ., que ~ <Srb>Io ac....a ., la~ te "'~~ ~__ loo~ --..acioo>oln _la ar¡..o.. acllln do N>ciotIn~"'IOC~ rde¡o< ...ce CIOMlMD .......... do>pmjIIOCIioa .s.l ---..~_ ...~ la JIffiff'<i.o do> ...~adoo>n~.l~a ..."'~_"del

Ctupo '* T,abajo lC:II!ft Ibllla< ~ ...ado po< la ONU....19111, ......... le "" _ 'Iado d oStia a....-a, "" sidodc>U.caGa. t~ ' 968. la~a del pupo _ ........ p'cpa<6

"" docYMCfllO que Wotcti.la aquclIcK poinc"'" ~Mialn que oSt~

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po, l. "'mini>tr><;i6nde \ic, ... Y'1OC1H101, Yel m«lio .rnbictolt, .., co­MO loo ilnfl'lCMO> ft~""" pala " fínonciaci6n de la> fUM iontI~..- latL 131.~e te ifIduyt-el de ,,",,,,,, . dc<idO' la (1.,, _ .. de ... imtiIYciont>~ a~ loo ........... de~ INtllllCionftY •~ b pMicipHiCMo de l"'Cb""~..... .....tlo<itIo> wn tolO> (-.' la/t. 241. 0' ~ de~MiIl to le....J. 00a.mcftl0f. "abaio~ b 0MdI00~ yHodDne!~, SeMóoo ~ 'ueWo MO<t, ..... ¡ ....... Mot!<ico',", p. 31y 'l"

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perspecuva indigcnisl.l que ha bía sido asumida ­aunque casi siempre de manera vergonzante- porla inmensa mayoría de los sectores no indígernas ypor las organizaciones políticas (aun las m.is radica­les). l a~ de tópicos evoIucionisl.U (fruto dela helenc~ decimonónica que peMvi6 incluso enel enfoq ue marxista) y lasubesti~ión de los fenó­menos sociocullurales (espec~lmen¡e de 1.11 identi­dad étnica y de 1.11 cuestión nacional) a queinclinaba una visión parcial de las configuraciollCSsociales (las clases con exclusividad), conduiercn aposiciones que en lo esencial no diferían de lospostulados básicos del tradicional indigen ismo inle­gracionisla . En particular, se observaba a los gruposétnicos como un fenóme no pasaie,o, necesaria­mente destinado a esfumarse en e l proceso de ~ i n ­

tegración" nacional; se ecepcaban los prejuicios queca racterizaban a las etnias como expresión del~atraso", por \o que ningún cambio profundo podíaconcebirse mient ras tales grupos conservaran susident idades prop ias; se partía de u~ perspectivaque suponla 1.11 posibilidad de transform¡ r 1.11 socie­dad a fondo sin replantear los fundamentos socio­cuku rales de la formación nacional y, desde luego,sin considera, el importante pape l que en este pro­cese corresponde a los grupos etnicamente d iferen­ciados.

El indigenismo, en \o que tiene de más penetran­te y resistente: como ideología y discurso, ha idocediendo en e l enfoq ue de los sectores progresistas.Cada vez alcanza mayor ace ptación que a los gru­pos étnicos les asisten derechos hisIÓ'¡cos; que aesos derechos corresponden reivindicaciones socio­cu/Iora/es propias, perfectamente legílimas; que lasetnias no sen simples "reminiscencias" del pasado,sino configuraciones socioculturales con lemporá­neas; que los indígenas no tienen por qué desapa­recer en e l proceso de u~ nueva confO/"m;ICión dela ~ción, SInoque son elementos valiosos y nece­sarios pOIrOi lleva, a cabo una nueva s(nlesis social;que, en cuanlO tales, pueden constituirse en fuerzapof(fka sin que ello suponga unOi renu ncia a susjdenndades o sus demandas propias, etcéter a.

2. Merece Oileoción especial la problem.itica dela relación etnia -nación y elnia<fase. Como resulta­do de los procesos sociopolílicos indicados más arri­ba y de las inlensas discusiones realizad.n en losúltimos años, se han logrado algunos avances valic­sos para una mejor ubicación de l asunto. la persis­tencia del doctrinarismo y de las posiciones rígidasen torno a tales relaciones, había levantado resis­ten tes obstáculos al desarrollo de una perspectivaautono miSUI como K)lución al conülctc étnico-na­dona!.

l as posiciones enconuadas en buena medidatambién habían resullado de reacciones defensivasfrente . 1 indígenismo integracioniSUl. De un lado.ante un indigenismo que colocaba en el cen tro la

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"unidad nacional" (concebida como necesaria ho­mogeneidad sociocultural) y la "prclcrarización"(como el destino inevitable de los indígenas), seprodujo una reacción que puso unilateralmente e lénfasis en la realidad de las ident idades paniculares,descuidando (cuando no ignorando) la conforma­ción nacional en la que tales configuraciones émi­ces cobraban existencia y significado. fue frecuenteque lo nacional ;:¡pareciera en el horizonte teórico­político tan sólo para oponerle lo elflico. Por lo de­mas, el bajo per fi l de l enfoque nacional estuvoacompañado de una recusación de los enfoquesque insistían en el carácter clasista de los grupos ét­nicos.

De otro lado, la reacción antiindigenista encontróen la afirmación a secas de la estructura de clases dela sociedad su mejor trinchera doctrinaria, descuidan­do o simplemente negando la relevancia (o la existen­cia) del fenómeno étnico. De hecho, la llamada"cuestión nacional" ---de jarga y rica tradición en lasteorías revolucionarias, en el marxismo especialmen­te- quedó ahogada en los rígidos marcos de las cla­ses sociales. Etnia y clase socialresultaron así no sóloseparadas de modo artifici,ll, sino que fatalmente laprimera se esfumó en fa\fO( de la segunda..

Desde luego, en e l marco de estos enfoques re­duccionistas la propuesta de la autonomía no podíaencontrar espacios adecuados para desarrctcrse.Cualquier propuesta de "autogestién" para los in­dios que surgía de l primer enfoque examinado lle­vaba e l estigma de ser una solución que intentababuscar s.,l idas a la cuestión étnica con indepe nden­cia del proceso sociopolítico global y de los demásgrupos sociales (clases). Además, dada la unilatera li­dad indicada, las propuestas autogestivas (como' proyecte étnico; no indicaban con claridad lascondiciones sociopclüicas en las que tales metaspodían alcanzarse, y mostraron ser en la prácticaesquemas de muy baja eficacia polüica para alcan­zar los fines buscados. Quizás esto último determi­nó o facilitó vinculaciones problemáticas desectores indígenas de esa tendencia etnicista con lasinstituciones estatales vigentes. y e llo, a su vez, re­forzó en sus contrincantes la sospecha de que talespropuestas e ran una simple maniobra diversicnistadel establishment.

Con independencia de tales suspicacias, la otraconcepción teónco-polñica no estaba mejor prepa­rada para asumir el proyecto de la autonomía. Me­tidos en un corsé teórico que no permitía ver sinoclases sociales, los sectores radicales de la izquierdalatinoamericana gene ralmente sólo concebían ma­gros derechos "culturales" para los indígenas quepodían aceptar aun los integracionistas más recalci­trantes. Cualquier solución debía enmarcarse enuna exclusiva redeñnklo n de las relaciones clasistas,por lo que una propuesta como la de autonomía(destinada a transformar relaciones socioculturales

7 CUESTIÓNtTNIC().NA,CIOWJ.•••

indeseables) no era siquiera considerada o, en todocaso, era vista como una cuestión "peligrosa" queconfundía la lucha política de las masas e introducíaun factor divisionista en e l seno de las clases popu.lares.

En los últimos años, la paulat ina superación detales reduccionismos y criterios unilatera les ha fa­editado la considerac ión y la libre discusión de lafórmula autonómica. las más recientes formula­ciones permiten entender que etnia y clase noconstituyen categorías antitéticas. Es decir, que noes posible entender la emogénesis, la naturalezasociocultural y el comportamiento político de lasetnias, sin considerar la matriz sccioecon émica yla estructura clasista en la que se desenvuelven;pero que tamp oco pued e sosteners e que las com­plejas configuraciones que constituyen los gruposétnicos se agotan en sus dete rminaciones econó­micas , l o étnico, por tanto, no debe concebirsecomo un fenómeno independ iente o ajeno a laestructura de clases, ni las clases deben abordarsesin considerar la dimensión sociocultural, espe­cialmente cuando tal dimensión da lugar a sólidossistemas de identidad.

Si asi son las cosas, am dond e existe una matriznacional scciocuhurelmente heferog~nea, las nan­formaciones sociales deben concebirse como unareordenación de las re laciones scocecooémicas en­tre sus componentes clasistas y, al mismo tiempo,como una redefinición del lugar y el papel de losgrupos socioculturales con ident idades propias. Estaúltima redefinición supone justamente algún siste­ma de autonomía.

3. l o dicho hasta aquí debe completarse conotros e lementos acerca de las implicaciones que ad­quieren la llamada cuestión nacional y la democra­cia en sociedades con hete rogeneidad sociocultural.Admitiendo que aunque -la cuestión étnica tiene suraíz en la conformación clasista" también "suponedimensiones socioculturales que trascienden las lí­neas estrictas de las divisiones económicas entreclases sociates", aparecen claramente diferenciados(y entrelazados) dos g~neros de des igualdades en elmarco de la fomación nacional, a saber, la sccioe­conómíca y la sociocultural. [110 significa entoncesque -en aquellas formaciones que comprendengrupos con identidades diferenciadas, la llamadacuestión nacional no se reduce a la desigualdad entreclases sociales, sino que involucra también desigual­dades entre sectores de la población que se hanmantenido en jerarquías diferentes debido a la len­gua, a las costumbres, a las formas de reproduccióny organización social y, sobre todo, a la relacióncon las estructuras políticas del Estado".'!

11 H, or.. ·Pol. ""o. (VIiI. I>KÓÓft Y po/Ilk., Ju... P.bloo {d llO',Mt­~i<o, 1987, pp. 1S t 19 .

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la concienc ia de que estos dos planos de las fOf­maciones soO.lles~n p eseores. de que expi'es.lndos .lspectos fundoimentalesde la controldicción SlXialque deben ser considerados de modo simulüneo, ce­mo fue tan notOfio en la experiencia reciente deNica.ragU.l, es quiz~ uno de los c¡mbios te6r ico­políticos que mis holn conlribuldo a impulur el de­bate Kelca de la autonomía. Ha resu lt.ldo ~ IÑsevidente la necesidad imperiosa de un proyecto dedemocnda nacional que procure resolver .lm~desigualdades. l .l democrxia, en estos casos, re­quiere concebirse también como el regimen en elque se Crean las cond iciones para que tos diversos, upos socioculturales establezcan retaoooes deIgualdad en un marco de respel o mutuo .

De este modo, la democracia nacioNl y la aulo­nom(a aparecen intimam ente vincu ladas. El régin1ende autonomía se manifiesta destinado a crear I..scondiciones part iculares (en espeoa1 autogobicmolque hace n posible la reafización plena de los de re­chos (lingüísticos. económicos, soc iales, etc.) de 1,,$etnias, y a anular las relaciones de o presión y discn­minaciÓfl, resanando o solveot.1ndo los rezagos acumu­lados e n e l disfrute de prerrogativas socioculturales.En pocas palabras, los impe rativos de 1.. democracianacional hacen insoslayable el sistema autonómico.Asl, en el desiderátum de mocrático los g'upos étni­cos encuentran fundam ento para la demand.l deautonomía.

4. Pe'o l porqué se 'equer iría un régimen especial,de autonoml.t, pilra losgrupos étnicosr, loo sería sur"cierae con otorgar a sus miembfos los mismos dere­chos que se teccnccen a losdemás ciudadanosl ESlOSinterrogantes comienzan a reÓbir UI'I.l,~ másdara y~itb; se requiere un régimen de~o­

nomia p"',a lasetnias precisamente porque seria inw­&cienle (aunque, desde luego, necesar~ el simplereconocim iento de los llamados derechos del ciuda­dano. Este desarrollo se encuentra vinculado a dos~aoces fundamentales..

El primero, e n parte exam inado m~s a"iba, es lacon tr.,partida del abandono del red uccionismo~c1asisla ~. Supone aceptar que existen ofras entida·des sociales, ade más de las clases; es decir, que enlas formaciones sociales con temporáneas existen· oll as conformacio nes que. aunq ue firme me nte e n­raizadas en las clases. tienen su propia naturaleza yuna dinámica panic ular". Aquí se hace referencia atas co nformaciones "socioculturales y políticas q ueson los pueblos, las etnias, las regiones, las naciona­lidades, las naciones, etc. Conecta das co n las reivin­dicaciones clasistas, los co njuntos socioc ulturales aque se ha hecho referencia conforman y dese rrc­Ilan, sin e mbargo. identidades paniculares q ue tie-­nen demandas propias·.ll La a ulonomía es larespuesta a la dema nda fundamental q ue terminan

lJ H. 0lN;.,._"1. . ....... ~ lo poIlic . en d ""~.

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por articular las etnias en la med ida en q ue se cc ns­tituyen como sujeto social.

El segundo avance importanle radica preciSOl ­ment e en el reconocimiento del efectivo cerécterde sujelo sociitl que pueden asumir los grupos étni­cos. EUo requirió superar una perspectiva que ha bíaimperado como doclrifY sagrada : la q ue postulacomo sujeto soc ial c(('ador o "privi legiado~ en losprocesos sociopoIiticos unicamente a la clase obre.ra, Esta cooc~i6n ·proleta risUl ~ de hecho minimi·za el papel de unos eventuales sujel:OS (v.gr., elcampesinado, los sectores popula,es urban os, lascapas mediilS) y esfuma otros mas (por ejemplo, losgrupos étnicos). Los procesos sociopoliticos recen­les est.in ensefland o conlUndenlemente que los in­digenas pueden actuar en la arena política no sólocomo individlK)S o miembros de una clase, sinoademás como eeres colectivos: como sujetos socia­les; y q ue en tanto tales, se constituyen e n una (uer­Zd poli/ka . En el con texto de las luchas populares.arncutando alial'llas, clarificando y afirmando suspropias dc mandas democratizadoras, estos sujctossoc ia les se convierten en una (uerza motriz delca mbio.

Sólo e n la med ida en que los grupos étnicos secon stituyen en tales sujetos sociales. en fuerza polí­tica, la autonomía trasclende la demanda cooun­gente para convertirse e n una meta orgánica yestratégica. A la utopía aufonómica cor responde en­tonces un sujeto q ue es el const ructo r histórico deaquélla. El ' égimen autonómico dej.ade ser así UfYposible concesión, para convertirse en una virtualconquista . ú bajo estas condiciones que la aurooo­mía se ha convertido en una realidad en muchmpaises del mundo. Pero en América l atina (con laexcepción de Nicaragua) la autonomía es todavíauna utopía histór ica.u

111. El régimen de ilutono mía : fundamen tosgenerales

AhOfa bien . ~qué es la autonomíal Carece de senti­do la busqued.l de unilS caraaeríSlica.s particularesque necesar iamente sean comunes .1 cualquier régi­men autonómico, con absoluta independencia delas condiciones socloecon émicas, políticas y cultu­rales e n que tal régimen tiene lugar. l os rasgos es­pecificos de una entidad autónoma esta,á n

Gr_i' . !Iokth>eIe~ ticInI . "' lliMo P.........iullOde ~oIII e IIiIIo<iI,Mt>cko , nO 17. 19119.

lJ s;r.e~. f'M~'. ~»<n< •..,.,..odo lo eup.o ..... lo qu< "".. Ib ... idcoIósk' ~ ,..,............... lrIdieefliuno> ~1rioMu y .....ci>tI; ... "ir, lo tpo.. etI lo qu< lo .-,> ........b.o .~~...... .....~~.lo qu< ho«locfile, w.......... h«ho de """ se _ ~ .... "**" ttni<oo ...f"I'Oden "'......c.ob¡nio_.

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dete rminados tanto por la nalllralen h i st6f j~ delgrur? que la ejercel~ (en tanto éste serj el sujetoSOC\dII que , con su ilCción, a fin de cuenus la con­veltir~ en realid,¡d histÓfica y le da rá viIU cotidia~

como porel car,icter sociopolítico del '~men estrtal·~onal en que cobrará vi<U institucional yprkta (por aunto ~ profundid.lld de las ccnquis­tas, b s folCUI~ asignadas y el grm de autog~

bierno reconocido. en su despliegue concretodependerán en gran medida de b Ofient.lci6n polí­ticaYel sisl.efm democrático vigentes).

En tal sentido. dependiendo del d~'rollo y bscondiciones particulares de un grupo SOCioc:UlturOll,el reconocimiento de ciertas f.Kult.¡des (v. gr., legis­btivas) puede ser considerado esencial e irren uncia­ble a los fines de alcanzill un adecuOido régimenautonómico. En cambio, tales facultades po!den te­sunar secundarias o irrelevantes para otra comuni­dad étnia que pone el énfasis en reivindiu cionesdiferentes para configurar el cuadro de competen­ctas mínimas de un régimen de autonomla satisfac­torio. Asi las cosas, no es posible definir a priori unconjunto de elementos o fo rmas de funcionamientoque co nstitur a el co ntenido del ré$:imen de autono­mía y a part ir de l cual se pueda definir su carácter"auténtico~ o "adecuado". En último análisis, estecarácter sólo podrA establece rse por l¡, medida enque el s¡ste~ adoptado satisfaga las aspiracioneshistóricas de l u upo cor respo ndiente y le permitadesauollar plena mente su \'ida sociocu ltura l.

Lo dicho permite entender que los regímenes deautooomla puedan ser en la prktica sumamentevariados; y que incluso se observen distintos ~ua.

dos~ de autonomla, según los medios hisl6ricos enque tienen lugar. Asumir esta determinxi6n históri­ca evitará el enjuiciamiento de un régimen determi­nado en función de otro, con el objeto deest.lIblecer cuAl de ellos es el auténtico y cuAl el in·sufICiente. En sumll, cada sistema lIuton6mico debeser eva luiKIo en térm inos de aquelllls condicioneshistóricas de las q ue resultll y 1I las que, al mismotiempo, quiere dar respu estas.

No obsta nte, ate ndiendo precisamente 1I sus~­nifestaciones históricas coneretas, se puede hacermención de un co njunto de caracterlsticas genera·les o fundamentos, no normativos, que al men ospermiten de linear los contornos del régimen auto­nómico mod erno. Conviene examinar brevementelos que constituyen q uizás los fundamentos más re­levantes:

t . Los regímenes de autonomía se esta blecen e nel marco de Estados naciona les determinados. Ele.nte autó nomo no cebra existenc ia por si mismo,SIno q ue su existencia en cuanto tal se real iza comop.¡lte de la vida político-jurldica de un Est.1do . Porconsiguiente, el fundamento político y jurídico q ueda existencia y norma la operación de un régimenautonómico es, por deci rlo lISÍ, exleme a él: deriva

, a.Jt:ST!ONtn.:~_

de la ley wstantiva q ue funda la vida del Estado. Ental sentido, las com unidades autónomas no se danconstituciones, sino estatutos que cobr an sentido enel marco de aqué lllls. Al mismo tiem po, el régimende lIutonomc, es un elemento q ue puede innuir enla naturaleu del prop io Estado Y regularmente res­tringe en alguna medid,¡¡ las facuJt.des territor ialesdel llamado Estado centrllt

2. Pero el régimen de lIutonomía es un sistem.Jinstituido a fin de que uupos determinados, contriKIición histórica común y caracterlstic:as sociocu l­turales propi.u (costumb res, creencias, lengua, etcJ.puedan desarrollar libremente sus modos de vida,ejercer los de rechos que les lISisten como cumun i­dades étnicas o nacionales y manejar sus asuntospor si mismos. AsI pues, existe también un fundll­mento in/emo que coo figurll el régimen autonómi­co: el reconocimiento de la pluralidad de laconformación naciona l, es dec ir, de la existenciamisma de las comunidades étnicas y de que a éstls,por ser tales, les corresponde un conjunto de dere­chos que de ben cob rar vida e n el marco del Estado .

Para e llo, se establece n los marcos político-jurldi­cos y las formas institucionales que habrán de nor­mar el logro de aquellos fines. Concretam e nte, ellosupone definir un rango constitucional de la auto­nomla y adoptar (coo algún método de participa.ción de los grupos q ue se rAn sus wjetos) el estatutode la misma. Este estat uto, cuyo rango tambiénpuede ser variable (ley const itUCIOnal. ley org.inicao ley ordina ria), especiílca los derech05 de los gru­pos. el ámbito territorial de la comunidiKI aut6no­ma, las competencias que le cor responden enrelación coo las propias del Estado centr al, losÓtga.nos poIltico-~ministrativos con que funcionará ca­mo ente público , etc. Por su naturalez.a, el Esututoes el resu~ de una negociación y un instrumen·to de consenso: debe reflejar un acuerdo volu ntario

. de las emías correspondienl:es.3. Siendo un régimen escogido por los propios

grupos de q ue se trata, resulta que la autonomía esel sistema por medio del cual los grupos sociocultu­rales ejercen el derecho a la aUlocklerminaciótl . Amen udo, la autoderminación y la autonomÍJ seconciben como formas diferentes o como opcionesd istintas de que disponen los pue blos para ejercere l co ntrol sobre sus asun tos y conducir librementesu vida sociopclñica, Nos parece que es incorrecto.En realidad, de be concebirse la autonomía comouna forma del ejercicio de la au todetermina ción .Para ello de be distinguirse el principio general oabstracto del derecho a la autodeterminación de susmuy d ive rsos sentidos concretos, mismos que resul­tan precisamente del eje rcicio especacc q ue lospueblos hacen del de recho 1I III libre determina­ción.

La sepa ración entre autodeterminaci6n y autono­mc', de continuo proviene de q ue se identifica a l¡,

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fSr~ /,AflNCMMlltJO.NOS

pt" imera con el derecho a la independenciOl política'1 al tstablec imiento de un Estado naciona l PJopio.mientras la segunda se reserva p<lr,l los CJ!SOS enque se xeptan ciertas facultades espec iales (auto­gobierno, etcj, pero sin acceder a ¡, inde~enÑ

~tal. Este enfoque reduce albitra'~mente el de-­recho a l¡ autodeterminació n tan sólo con U~ desus posibles formas concretas (en este Q SO, con lainde~nW e5t.1t.lI) , \o que impide entoncesconcebir W~ fOflnas p.¡rticutares justllmentecomo ejercicio de aquel derecho funda~l; o aI.l invers.a, permite a sectceesint~ introducir bconfusión, al identiflC4lr la autodeterminro6n de los8ruIXK étnicos exclusivamente con la búsqueda deb independencia." A. nuestro juicio, uundo prec"Qmente su derecho a b aUlodelermin.Kión lospueblos pueden decidi rse libre mente por U~ granvariedad de c.aminos, que ven desde la constituciónde un Estado naciona l propio hasta la con formaciónde entes autónomos en el marco de un Estado de­terminado."

4. Históricamente, las comunidades autónomasse han co nstituido como enlidades lerrifOriale5. Ba­séndose e n e l principio territorial, a veces el instru­mento constitucional y más frecuentemente e lestatutario espec ifican el ámbito en el que los gfU'pos étnico- nacion ales correspondientes ejerceránM de rechos, y los órganos auto nómicos tendr~n sujurisdicción. Sin em bargo, este pon to ha sido objetode agudas d isputas, sea porque (de bido al temor alas posibles consec uencias separatistas) a menudose buscan infructuosamente w f6rmulas pata e5U¡.

blecer el régime n de autonomía sin que el aspectote rritoria l aparezQ c laramente definido, sea porq uese opoM mis o rMnOS explícitamente eee prioo­pio: ell~mado principio de lapefSONlidMI.

En efecto, desde prioopios del siglo XX Iildispubentre los partidar ios de la au tonom ia terr ir:Ofial y losque abogaNn por la autonomía ~~rsonal ~ estuvo 'en el eeeoc del debate sob re la corstión ftnico-na-

lO fM n ti ...... do .............. _.-nc_ tc_ ti .......l.ow~~. dow.~irU~ eft oclu . eOtl~ y~., clMIiOft ti~ indJefl'O~no. rn ....pt l......... _ de ",, 1Ic~ ti . Re ....... . 01100",""",,",........1..' _e_,iconos!'"~6 po< el foMcMo do ... 1 ....

""'W- """/lI• •1 eOtll\;clo ~ic..._ionol en Niu , Ct. H.0I.0z PoIoM:o -Nc<>indISCfti>"'" ond tht ttni< quc1liofo lrI CCIIlI. 1"f't'le.lit. ·\ en Lolill Nnl'riu. ""..pt<:we.. vol. 14. • ~"'. l . C.lirorftl.. 1987.

I Ct. P' " ~n. opini6<o e. el "'~"'" .~Ido C~'uU, Ji"' .... k·ICe"nU.COtlv. erfJl'do _;csn. C. lOIno. 11«110 rlowc.licln_io­,..,. Sipo IOU do hp.n. rd~or... M.d,fd. 1%8 . l ile ' UIOI cK'óbc11'1'."]·114):'0 do,,,,,ho"'loo pueblos . 1. ' IJIO<k!e,,,,"''''''. ''' n­"""'~... P' '';' d. Cftloncn """"' ... <krccho'" ,..k\c, SCnt 'ico. ypo< l.OIltO... e_e.ido 110 1HIMI<o. ~e""lt""" que el 11IO "'po-"" """ IC<~ H opIM>nn.-"",_e vorioclo<, y que 01:0 tii robito eonc' fIIO . /6<"'.....IOn dioa ... .-.. ......iOft (~

y. <Otl~" irU• ..,"" ........~ "'fIC<00r _ diOftIC 161_loo de -... fcdef_ O<onkde•.., i6oI, o .. .........,i6/I eOtl' n­,....... uft f ....~yeoo~ ..~de ....f~-"-' ptopio-.

cicnal. l os más sistem~t¡cos defen sores de la últimaposición fueron lossocialistas ausufaccs Otto Bauer,K,u l Renner y Rudolf Springer, cooocidos comoaustromancisLU, q uienes propugnaba n por unoll " 21110tonomloll nollcioN l-cu lturoll l ~ que twc numerosos~eptos en volI rios países (incluso entre sectores se­cialdem6cratas de Rusia). En síntesislos austromarxis­las planteaban que la autonomía de bla concedersea los miembros de una nacionalidad con indepen­de ncia del territorio. u pobbci6n se sepil!olltía deacuet"do consu integr.ooo cu/lura/, segú n nacionrlidades libremente esc~ por los ciudadanos (elde recho a la autoadscn pción étnico-nacional). Portanto, la autonomla no se constituirla como un"cuerpo lerrilorial", sino como una ~asociací6n depetson.Jl$~." Tal enfid~ olI utónoma te ndrÍoll entonceslas funciones de '"velar por w necesidades culturoll­les de ~ naci6n~ (escuelas, teatros, bibliotecas,etc}." Desde luego, los partidarios del principio te­rritorial se opusieron ené rgicamente a tal formu la­ción ~cu ltural ista". Fue destacado e l rechazo deesta posición po r parte de l enin y su part ido bol­chev ique . quien es argumentaron q ue la "autonomfanaciona f<ullural ~ provoca ba la sepa ración artificialentre las nacionalidades, ignoraba la eslt uctur . y lalucha de clases en el seno de éstas y de jaba de ladola importante cuestión del poder." Desde 1913,lenin y su partido sostuvieron ta tesis de ta-aotcoc­mía regional ~, es dec ir, el planteamiento de q ue elrégimen olIutonómico debía esta blecer se par. tem­torios definidos en los que pobla ban grupos élnicoso nacionales que ~quirían inlegr,¡lmeote (y no sóloen el terreno ~cultural") Iils facuJu des de autO$o­bierr'lO de sus asuntos. Aunque Iil tendencia naclO­nal-<ultural ~r~e tod.v{a en la perspec1iwideológica de cierta intelectualidad e n varias regio­nes del mundo, corno regla los regímenes ele auto­nomía (v. gr., los asas de la propia URSS, del~ español y , en l-rino,¡méra. de Na r,¡gu,¡lse han Nudo en e l principio territorial.

S. Un criterio ad icion,¡1pa r,¡ reconocer Iil natura­leza del régimen auton6rmco parece ser su Qráct~

consliwdona/. El qoe los entes ,¡utónomos leng,¡n

" DIlo8....... l . cunci6<l tic1M_~ Y /o SocWdtmo<•• •do.~ nI rdilorc>. Mbico, 1' 79, p. 344.

• •....0< . ... ",. nc.. ... . 1JI_1o _ÓOt\llI rI.o b.""¡••• tiprincipio pu'o de" pc' IO••Iid.d. C. d••OC". le :"I. el pode, e·. ..., p h.<c,~ "'SO d~1 de""ollo ,~~~..I po< .~, ",opios ""' d ;.".~n 06. lud,l. que ........ . ubo etIlO"".... lucha por. t po.ck, de,.,¡,o <1<1r lUdo. t i p<itI<lpio "" l. ,.""".Ii<lo<l ""lo el med.,mi, pcñcc10 de del 1...: kkm. p. 346 . l . lo_""" 1'1I.I.6<:ur,obd. lIIO ·"....·1 "'" Spórlll"'. ... <.........,;dodes..-. le ...dof... tombitn bojo... e_olio ~0<i(Inp(Ibfiu a /in H -do< sccu-ridod' a ... __ ~ Ioo""'bIe>""" cIcIl1Udo, .... ~""...a ... :-coi. ' cIc:t P'iMipio pm.<>Nl0Ud.1la:m~ p. J4S.

I.C6'~ Vol l oflifl, 'lo e /'f a y"~ _ioo>ol.. ... u ....eN '*' bI ft.cObI ~T''''''~.-. el .....,....ioIitmo>.lokotiol _ ~ .. f~ pp . ....,.

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un r~ngo c~stitucional. es importante por cuantola constitución es la ley sust.lntlVa que define el c~­

,Scter y la Ofganizac ión, así como los pod eres y elfuncionamiento del fst.ldo cen tral. En principio ,ello hace posible que la ~utonomía se convierta enuna entidad territori~1 (pOlítica y/o ;ldministrativ;l)del Esudo mismo, '1 además en parte integr;lnte-1unto con e l propro fst.ldo centr;l l- de un Jiste­ma verticalde poderes.

[)ivefsos estudiososdistinguen I.J re!ev;¡ncia cons­t:itucional de las comunilbdes o regiones aut6no­fMS, de su naluraleza con stitUCion;lI." Existen~ encontradas en rel;lCión con la posiblenaturaleza; constitucional de los r egf~ ;lulOf'l6.micos que estJ n vigentes en divfl SO$ países, talescomo tuli;l, Port ugal y España. Unos ana lisus sos­tienen que las regiones ;lut6nomas son en tes consti­tuciona les, no obsta nte q ue sus potestades estánlimitadas por la a rta magna, ya q ue poseen pode­res propios y órga nos para eje rcer los; otros lo nie­gan en tanto los e ntes aut6nom os no participandirectam ente en la di rección suprema del Estado, seencuen tran bajo el control del Estado central y tie­nen una relaci6n de dependencia respect o ;l los po­deres de éste. 20

Por lo de más, puede decirse que existe un acuer­do práctiamente unánime por lo q ue respecta a larelevancia constitucio nal de las regiones aut6nomas(incluyendo en este caso tant O a los ejemplos euro­peos. como ;l las regiones de la UR5$). Ello otorgaun rango jurldico-poIitico m.is elevado ;l tas regio­nes ;lUl6nornas en comparación con otra s entidadesadministr;ltiv;lS, tales como los mun icipios, ya q uelospoderes y las funciones de éstos últimos estJ n Ji­mitM$os no sólo por I.J consti toci6n Jino otdem,is porlas leyeIOfdin.JIri..s.2'

6_El régimen de;lutonomía responde ;l la necesi­dad de hKer posible I.J represenladón demoallia---en I.J orpniz;lCión políticay adm inistr;lliv;l del ~ta~ de las regiones socioculturales del país, ;l te-

",... . .... (..,;q... At.-.. ConckllM ~...-:ltIo­_ . (dilo<~~~ri<l, 19l1O, p. sn u plóu: '(1'1....~<_...........-...lft'IVft ,..--. C(ImIiI~..,..~ l-J '1 ..~~"" diopooiriofteo <d>W... . lou~ .0601,~. los~.Ul6Mft'Io~ , el hKho. q<K ....

-~. ...Oftom.. tupo n.t... . ¡.,l.<~ H ,<M.e~ lopooiri6to jurIdl<:. '1"'" <Ñho......,od *MetI .0'IKi6ft<OtI el (lUdo , .loo 'l~ '1....ell•••ct eft O1le oetItido-.

Idtm, pp. S"-'7. Corno vo'oI\'loo mio * lontt . lo lituMi6ro fl

""'Ydól"o" I'U tn 01UIO de lo UR55.~_...c poi lo '1....H •.rlt·,e. loo ~pdblicN M6t>omao: fflpe<U> ~ tot.o. 1'10~,t<t e>c1W< dll<Ñ..~~. dt ftot",.leu <OI'l>titlKÍOI'I'1.

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" QJ(.STION ET~

no .oon la plu ral oom~ici6n ét nico-nacional de lasociedad. En t;¡1 sentido, la autonomía regional esUn.JI estructura que implica una cie rta: des cenlraliu.ción pofirjca y/o ;ldminisfrativa del Estado . De esemodo puede coexistir un;l sl'pilraci&l venk;ll depoderes con · I;l tradicional sepa ración horizont;¡lde poderes". n l;l estructur;l descentralizad;l supo­ne entonces el reconocimiento o la asignación ;llente ;lut6nomo de ciertas f;lCUltades o competen­cias propias (exdusiv~ o compa~, principalmen­te la legislativa y la adm inistr;ltiva (o reglamentaria).

A partir de l;l experienci;l de ciertos países, ;llgu­nos;lU!:Ofes opi n;ln que lo ese ncial de la ;lU!:onomí;lr;ldica en q ue se po5l!;ln las potest.¡des legisutivas(constitucionalmente limitad.l s, desde luego). Peroesto, que resulu cierto e n condiciones especo'fICaS,no puede gene raliz;lrse sin más ni más. De acuerdocon el desarrollo a!c.mzado por un grupo étn ico enel terreno sodceccoómicc y en lo telat jvo a sus de­mandas y reivindicaciones, el autcgcbiemo para l;ladminisnacién de sus prop ios asuntos pod ría consi­derarse un contenido adec uado del régimen de eu­tonomla. En otras circunstancias (v.gr., las de lasnacionalidades europeas), la simple autonom ía decarácter admin istrativo efectivamente puede consi­de rarse insuficiente para la satisfacci6 n de sus ansiasreivindica tivas.

A este respecto puede ha blarse de autonoml;ls· mlnimas" y '"máximas· , y pensarse en todo uncomplejo de grad;lCiones au tonómicas q ue tambiéndeberán ser evaluadas en función de l medio hislóri-­co correspondiente . AsI, lo que en UO;l circunstan­cia puede verse como autonomla mbinu, e n otr;lpuede considerarse como mínima, y viceversa. Porlo demás, no de be perderse de vista que todo régi­men ;luton6r'nteo es, de por sr, din.ím ico: ningúnsistema se concibe como aaNdo o perfecto. Por loUnto, ~ potest.¡des administr;ltivas o reglamew­ri.as pueden consider;lrse como una etapa de unproceso de ;lutonomla que incorpor;l gr;¡dualmenleotras competencias, precig men te en la med ida enque lo requiere el desclrrollo dfl grupo y se profun­diza el proceso dem ocrático.

l a cuestión de las com petencias y de su COfres­pondiente re parto es precisado, en eonsecuenda,según la natur;llez;l y el grado del rég imen de auto­nomía de que se trate. Una autonomía máxima,que incluya facultades legislativas, regularmente re.querirá un tipo de reparto de competencias (en trelos e ntes autónomos y el Estado central) co nstituc io­nalmente regulado y esta tutariamente asumid oPPar;l la autonomfa administrativa, generalm ente

12 E.At.••c¡ Conck. op.cit. P. 60.n ,.~U el .-:Iro de los ........ .ror- de l'tpMfO do~

lhoriz-.l Y"""'"'al de ....~ de.......-KIQ, lbilottool"""'¡y~ydo.... tfa · ...............~.-pIe__

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lSTl.X:NOS LAflHOMlfl1JOJ'/OS

bastar! que se indiquen en los estalutos los asuntosque son de la compelencia de losÓf~nos de auto­gobierno region~ l, señ~lándose en la constituci6ntan solo las bases o principiosque legitiman tales Iá­cu~es.

IV. Algunos cases hist6ricos de ~utonomíl;

Conviene distinguir los fenómenos ~uton6mi<:os

propi~mente dichos, de los a5O$ en que se produ­cen quiebres en la unidad nacion~1 de los parsesdebido~ la inlervención de fuerzas extr~has ~l pro­ceso que impulsan los grupos sociocuhur~1es inter­nos.No debe perderse de vista que en la época delimperi~lismo es común que potenci~s metropolita­nas romenten ~rtirlCÍalmente movimientos separ~tistas

en ~íses dependientes, pre«extando que ~Iientan elejercicio de la ·~utode«erminaci6n" de grupos étni­co-nacionales. El real propósito de estasacciones hasido debil itar y aun desgajar la unidad nacional deciertos pueblos, con fines de dominio. los casosdelCongo, Viel-Nam, Afgani5tán, Angola y, más recten­temente, los intentos del gobierno norteamericanoen la Costa Atlánlica de Nicaragua, ilustran este mé­todo. l a práctica reiterada de esta maniobra se II~

v6 a tales extremos, desnaturalizando con ello elsenlido del derecho a la autodeterminación de lospueblos, que la XV Sesión de la Asamblea Ceneralde b Organización de las Naciones Unidas, porejemplo, creyó necesario reco-dar que "es incom­patiblecon los objetivosY los principios de la Drtade la ONU todo intento encaminado a minar par­cial o totalmente la unidad nacional y b integridadterritorial" de un país.J O la misma preocupaci6n yrechazo ante la m~nipulaci6n indicad41 se ~ mam­festado en foros recientes.JS

Con esta salvedad, debe reiterarse la enorme Y;1­

riedad de procesos y sistemas ~uton6m i<:os que ~ntenido lugar en el siglo XX, A modo de iluwaci6n.mencionemos tan sólo los casos siguientes: al lasrepúblicas, regiones ycomarcas -todas enas autJ>.nomu-- que se fueron constil-ryendo durante bformKión de la Uni6n de Repúbl icas SocialistasSo­viéticas; b) Dtalu~a y Euskadi en la Segunda Repú,blica es~r¡ola (1 9]1 -1 9] 6) y. luego del interregno

~. e""e'..d..... """ ,...uu ... d. E. At...u Conde, 1M~~.Of'.ciC . pp.IH · IS6.

l' Cit. o.¡. . ll acilln de '" NacioneJ Unid... OKI' ''Ki6tt lObt-t la_i6tt de '" ;"dt~.. a k>< palla y pud>Ioa a>bIIales, Re><>­Iucióft1$1. , NIIeV' YOft,. la de di<ifmb<e de , 960.

n E" ti "'"'.... ...-ido '111t la~ de '" ONU,Ia DIc"".oti:In1..l'IoW"'" de k>< Otrecllof de k>< f'UtllIDs. proda...ad. en en1""- t1UbItn ,"'- 111'1"'" loo deJ~dloo de Iol putl>b pvtdtnle"";' dot pretetlO ,.. _ .-. la "<'C'i<lad le" Y la unioNdpolIK. del [ Ila<lo, •.-do _ aet6a en conIooaldad lOdoo Iol 'pr;...Ipb e......o.doo en la~ DodM_·.d . ASAM. Oow­_ de"."., .... k>< dtteda ............y~ l.hIdu. 6x".<t... p. S1.

12

franquista, las numerosas comunidades autónomasestablecidas a ~rtir de la conSlilución español;ll de1978; c) los numerosos entes ~ut6nomos en v;lIriosde los Estados de los 8;l1 icanes; el) las regiones autl>nomas del vane de AosU, Sicilia yCerdeña que seestablecen en Italia con b constitución de 19-47: e)los entes ;lIut6nomos de Mader~ y Azores en Portu­gal, según la conslituci6n de 1976; " las regionesautónomas de Tibet YMongolia Interior en China;g) bs Islas Aland en finbndia ; h) las Islas Feroe enDinamarca; 1) en Amér~ latina, las regiones autJ>.nomas de b COlU Adánóca de NicMagt.a. Porr;llOf'leSde espacio, en las line;lS que siguen ex.aminaremosbrevemente loscasode la URSS. España y Nicaragua..

1. El rigimen de ~utonomía en l;a URSS

Después de la Revolución de OCtubre, la enorme yabigarrada "ú rce! de pueblos" que constitui;ll el im­perio zarista se desintegr6 prácticamente por com­pleto. Muchas de las 146 naciones, nacionalidadesy etnias que componran el imperio (de las cualescasi el 60% no eran rusas)l. dieron rienda suelta asus aspiraciones de independencia y autori'bmia. Sinembargo, las fuerzas centrípetas comenzaron a re­alizar su erecto a partir de 1918, lográndose la rein­tegración casi total de los pueblos con la formaciónde la URSS ~ fines de 1922.

En efecto, después de rechazar la federKión co­mo forma del nuevo Estado socialista Y propugnarpor un Estado único, los bolcheviques se ind inaronpor b primera ante 1;lI evidente vocación nacionalis­ta desata(b por b propia revolución. r reete at des­membr;llmiento de entonces, b perspectiv;ll de unbtado federal constituía un ~so adelante. El quese produjera tal cambio de enfoque, más iKOIdecon la nueva re;lllidad (como lo demostlar¡;lI la prk·tica subsecuente), fue muy faYOfe<:ido por el hechode que desde v~rios lustros antes el principal ideó­logode b revolución se había manifestado abierta­mente en f;llvor del derecho de las naciones ~ laautodeterminKi6n.17 Asf, pues, en materia de prin­cipios y teoría sobre las naciones, así como en lo re­lativo a sus derechos, los bolcheviques no eranunos improvisados. Como se ha reconocido amplia­mente, ello fue un elemento crucial que facilit6 101

J6 AIbttI N...,ok"",Y111<..... P,oU.uri... la ooo\oc;o" del~lIKiona' en laU~, {dj¡o<i. 1de la Aat"l'I(ia de P",..... NoYoIti. Mosca,193 ) p. 8.l' CIt. VJ. l e" 1n.' Sob<e ti de<echo de'" naciont> .1a . U1od<i...._i6tl' (1'1 ••, OW...r~, (dj¡o<i.1 P,os,...... Mosca, .J., L ~

pp. '1 7-46' . Ve<"-"- H. Dlal:·Polo...... 'h.__-.....1 en laolMo de l ...... Y !kaIift., '-- CI.otAOlft lutia>-~ , r-..r.. Mbj,

<o, 1931l. ..p. S. l "";" deflflla ti deoec+oo . la .UI<><lttettniN<i6tlcaN

la1aaobd.... 1ttIlaoo Iao pa<~ "',._ ¡o lundint, en .......0<It~. Afllic e pr;n.¡p;.. ti cobitmo~~ó6 1a~..... lit rw-:lio y lit hllonia. as! e..- ti deftdIo deIao dealoo~ . .......... _ btaob .............. prop;...

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enorme tare¡ 'Jue se propusieron aquellos revolú­cion¡ rios: reunir todas las partes del ant iguo impe­rjo bOIjo una misma organización soc~l¡sta.

f ue esr como los pueb los nuevamente reu nidosdieron origen 011 primer Esfddo multin¡cionaf de es­te siglo. Se trata en rigor de un¡ federación nacio­nal-estaIal. y no simplemente de una agrupaciónterritor iOll en la que las partes constitutivas pe rdie­ron O carectan ya de su carécter étnico-nacionalpropio(como es el caso, por ejemplo, de lasfedera­oooes nofteamericana ysuiza). La federxión sovtéti­ca, en efecto, "es la unión de Estados nacionales",l 'comprendiendo simultj,neamente en su seno a ÚQ­

dos sceeeaocs (las repúblicas federadas), asl comoentes que permiten e l ejercicio de aUlonorn(a a nu­metcscs grupos étn ico-nacionales: desde las repú.b/iCiU aulMomas, pasando por las regiones, hastalas comarcas a ut6oomas.

El prime r componente de la fed e,ación soviétiCillo es I¡s repúblicas federadas. Históric¡mente. laprimera de éstas surgió como un¡ aglUpación denacionalidades que se habían oiganizado co mo Es­tados o entes a ut6nomos: la República Socialistafeder ativa Soviética de Rusia (RSFSRV t La RSFSRpasó a formar parte de la URSS co mo una repú blicafederada. L¡ RSFS de Transcaucasia se co nstituyóen mayo de 1922, agrupando en su seno a las re­públicas inde pend ientes de Azerbaidzh.in, Ceo rgia'1 Armenia.JO Así, pues, el actual Estado fede ral so­viético (URSS) qu edó integrado en el CongresoConstituyente de los Soviets el 30 de diciembre de1922, con 101 unión de cuatro rep úblicas en calidadde federildas (1¡ RSfSR, la RSFST, la República So­ciOllista Soviética de Ucrania y la RSS de Bielorrusia),a las que se agrevron posteriormente otras. En laKtualid~, la Unión soviética est..i compuesb por1S repúblicas federildas."

Las repú blicas federadas tienen todos los ¡tribu­tos deEsUdas soberanos: aprueban su prop iOl cons­titución sin necesidad de ratifteaci6n ¡lguna porinstanciOl superior; poseen igual rango en las instan­cias de poder de la Unión, con independe ncia de ltam¡óo de su población y su territorio: esUn rep re-

1. l.c.¡lO' io<o yv. DoIop6lov. ,,"~_,,_ tklOtr«ho t__ So­vittIco, (dilo!;'1 P,""..... MOl<4, 197i, p. no.

l t ta. ....iQNlid>dn '1Iü' OIS'~i..d.. ...... plle,Dn .... p.pel e.....e"l tft el prOCflO de unifOc..c""" de 1.. pOI' etllanen diI~,... p.nndel onIi¡uo ,t Ji.... ~: ",.1"',,011 el jmportotllt p. potl de ltCCOl -d j,jr<n.!t ' que, lt"'" Croml<~ eumplót'. ti P"""'1'IIt durotllt el RilOlJimt nto"U.no e,". AnlOnio c.. m><i, el Ri_ fimt_ . ""~ P. bIo<(dilo!. Mhj·co.~ p. l 4l .

0iwtU b IUrST.... 1tl6, ud> ..... dt ... "'pGbllu.lIup.~.

t.. puoronpordt'f<ho",op;o.foolnM pont de lo Ufti6n. e_ rtpd-bIC.u ftdtr plt.....

) 1 de los _ionodos. lo URSS n&1l1upod.o...... ......Ptnltt rq>4bli<.. Itdtt.odo" RSS de Ulbtkio, RSS de K:w"'" RSS deliluon4. RSSde ltlOllto, RSSde (........ llSSde~ RSS ... Kir·pil:i>, RSS '" T~,. IlSS"" TUlltMfti.L

lJ cw"""~

sentad~ e n el Soviet Supremo y e n el Soviet de lasNacionalidades; mantienen el derecho a la iniciOlti­va legislativ¡, manejan los ~untos de su vid,¡¡ so­cioeconómica, polílfcay cukural, etcétera.

El siguiente peldaflo de la organaación estatalsoviética co,responde a las entidades aul6nomas,Los fundamenlos de ésUs se encuentt¡n establecf.dos en la constitución de 101 Unión, y las respectiv~

constituciones de las repúblicas federadas det¡,llansu estaluto jurldico, Se trata, por tanto, de entes con,e lewnci,¡ constilucional .

En primer término, tenemos a la repOblia~lista soviética ..ut6noma (lBSAJ, como parte de 101república feder ada. A diferencQ de ést.l, la RSSAnoes un Esudo soberano: su constitución tiene queser refrend¡d¡ por 101 repúb lica federada correspon­diente. Sin em bargo, las repúblicas aut6no mas par­ticipan en los poderes mb lmos de la Uni6n y de lacorrespond ie nte ,epúbli ca federadaP Por cons¡'guiente la RSSA puede ser co nsiderada también unente de naturaleza ccntirucicnal que configura laforma IlpiCil de la -aulonomla política- . Por lo de­más, e n su .imbito, la RSSA posee amplias compe­tencias socioeconémkas, políticas y culturales.Actualmente existen 20 repúblicas aut6nomas en laURSS.u

En segundo término, encontramos a la región au­16noma ( IV.). Mientras la RSSA es conside, ada porlos especialistas como Estado nacional (aunque sinsoberanía), la RA es caracterizada como un¡ -fOf­mación nacional-estala'" co n poIesta des político­administrativas, que permite a grupos nacion¡les yétnicos ejercer sus derechos en el marco de un le­" itorio deteflninildo, L¡ propu esta de Estatuto de laRA debe ser aprobada por la república fede rada 01la que pertenec e , l a RA posee sus propios órganosde gobierno y ~miniwación, y competencias Feb­tiv,¡mente amplias par¡ el manejo de sus asuntos,Aunque la RA se enmara en la llamada "nono­mía administrativ,¡", posee un r¡ngo jurldico-políti­co elevado en tanto, por ejemplo, eu..i representadacon cinco diputad os en el Soviet de las Nacionali­dades de la URSS. Hoy día existen 8 regiones autó­nomas (varias de ellas con territorios más extensosque los de algunos países latinoamericanos y, desdeluego de algunos europeosJ.J4

Finalmente, hay que conside rar a la comarc.i au-

I I Codoun. de tll .. ...... 011« diploUdoo .. s....ict de los1IIKIon••Jid>dti dt La URSS. y ti plt lldotllt del P,O>idium de SU propóos....ict5uptemo .. Yice",",,"1'IIt dtl eOl,nponcIitMe 6fpno sup<1lor dt La",~b'c. ftdt, odo.

]J Diteisti> dt tp&Iic..-. ptfItM<flI ' bltSf Sll.. Otloo .-. doo pon, eleLa ltSSde e-p., _ dt La ll.SS dt....~yw. de La llSSdt~Ida.

]O A La RSlSlt~"""'~"-'" 1lIlitftIr.. bltSSdt Georp.. La '" ....aWidz ..... y lo eleT..t<hikio P"'ft" .... oe­..ud> ......

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[STUClIO:SIA7/NCW.1CIl:ICMOS

16noma (CA), a lolcterizatb como -formK ión na­cional-tenitodal" y fOfm de autonoml<1l adminiSlra­wa. l as comarcas se constituyen mediante ley pro­mulgaeb por la rep úblia federalÜi, considerandow p.articularidMles socioculturales de los pueblosque allí h<l bitan . ótu eeeearcas se sitúan en territo­rios: (en b rN:yOf~ de los cases mis extensos aúnque los de las regiones autónomas) d~ exttemoNorte y Oriente del po¡is, cccpaees al~ deb revolución bokhevique por nUmefOSOS gruposét­nicos "~graf05". 4I1gu1105 en proceso de extinción,que manten~n U~ Olganinción tnbal, Se trau deterritorios: ~ los que tienen IUg.J1 intensas relacio­l'le5 interEtniQS, pues aunque en algu~ regionesauI600milS se pueden eocontlar a varios grupos él·njro.nac~les conviviendo, en d QSO de b CAesta es la regl.l. l a CA posee sus propios Ófgan05degobierno (conse;o de diputados populares) y admi·niYrac ión, y por manda to de la const itución de laURSS es representada con un diputado en el máxi·mo órgano de poder de la Unión (el Soviet de lasNacionalidades). Existen 10 comaras autónomas,todas ellasparte de la RSf5R.

2. Lu comunidades autónomas en el Es tildot!Spilñol

l os regímenes de autonomía en Espalla han estadohistóricamente vinculados.a los esfuerzosde eenc­craliuciÓtl del pars. Se registtiln bes intentos de or­pnizaci6n politico-estatal encamin.ados .a recoger ladill'ersid.ad de las conligur.llciones sociocukurales deEsp.añ.a. El primero tiene lupr con la Primera Repú­blicade 18 73, CU}'.ll constitución establece un st5Ie­ma federal de 17 est.ados con.sendas constitucionespropias y autonomí.a econ6m ico-~m ini51rativa ypoIitica, limit.lld.lls por la ley fundament.ll de la Ieee­r.llci6n.1S Este efímero experimentofue fruslfiodo porla Restauración.

El siguienle ensayo COl'responde a la segunda Re­pública, cuya Constitución de 1931 ""rca que "l ilRepública constituye un Estado integral, comp.atiblecon la autooomfa de los municipios y las regiOnes",y reconoce el derecho que i1siste a "UN o variasprovincias limítrofes con caracterfsécas históricas,culturales y económicas comunes", a presentar "suEstatuto" con e1lin de "organizarse en región autó­noma para formar un núcleo político-administrati-

n c•.,tlw>:IO de " Cc>nAAución FNe'", de 1813, ... F,.1IClKo PIY M. JIll, w~, Cudt,_ FW' ti OOIop, MAdlid,19714 p. (01 Ylip.

c..luIIa ~ <OIUÚUy6 m ...p6ft.1lIÓft<IIOII de do ..... tilIuModtl 2lde~ .x19l1, ift<.."..... wn ilorio I 1.."-;"'iII de lartclona.CetoftI. l trida Y , ..,.pa.. (l~.x ....~ dtl pIII VIKCI "'" lpfOhIdo ... 1917 ... pltft.IlW"" (MI. a ."~de" Rep<obka"~y"&l.>wlo do c..kÑ', ...f"-do lo l*- ti ... Io .......1clM f"l'II/Ib. (diIoriIIRtWu do Otftcho Prio.... MIoIIoi4 1911, pp. 117 Y11.

YO, dentro del Estado espallol" y con .arreglo a losprocedimientos de la propia carta magna.l' Las ex­periencias .autonómicas de esta época fueron drJ.sti­camente trooch~as con el restablecimiento delcentralismo por parte del régimen franquista.

El tercer momento se inicia con el restableci­miento de la democracia liberalen el país. LaCons­titución de 1978 ----evidentemente inspirada en laespañola de 1931 yen la italia~ de 1947- "reco­noce y y.rantiza el derecho a la autonornta de lasnacionalidades Yregiones" que integran la n.aci6n.AdeffW establece que "en el ejercio del derecho deautonomía In.) las provincW limítrofes con caracte­rísticas históricas, cukuril1es y económias comunes,los territorios insulares y las provincias con entidadregional histórica podr~n acceder a su autogobiernoy constituirseen Comunidadesautónomas...'"11

De esta manera, la constiwción espai'lola conr..gura un Estado cuya caraaerístic.a peculiar radicaen la existencia de las comunidadesautónomas, di­ferenciándose así del Estado unitario y del Estadofederal. Algunos autores, denominan a este ente es­tata1 como ~Es lado aulon6mico~, algo equivalenteal Eslado inlegral de la Segunda República y al Esld"do regional de liI República italiana,:la Otros autoresutil izandesignaciones tillescomo "Estado federo-re­giona l ~, "Estado de autonomías constitucionalmentegarantizad.u" o "ESUldo autonómico de matices fe­derales"."

Sea de ello lo que fuere, lo ciertoes que l,¡ cons­titución espal\ola organin su contenido alrededorde tres ejes fundamenules: la unidad de la nación,la aulooomÚl y la solidaridad entre sus partes inte­grantes. la cara magna es mh especffica en refa.ción con el principto de solidaridad, al indicar queel Estado pranlÍZa su aplicación efectiv.a "'vebndopor el establecimiento de un equilibrio económico,adecuado y justo ewe las diversas partes del terri­torio espahol" y, ~effW, al prohibirque losdistin­tos estatutos de las comunidades autónomasimpliquen "privi legios económicos y soci.ll les". Cone1 lin de so/vent.ar los desequilibrios económicosin­tertertÍlOl'iales, se constituye un "fondo de compen­sación con destino iI gastos de inversión" a serdistribuido por l,¡$ Cortes Generales. Adicionalmen­te, la cOf'\$(i tución sient41 un principio de ~ igua klad

}1 ct. Co<utiwI:I6n espof'drt, Madrid, 19711, lit. W. lit. 10 .1,:la CJt. Juan 'trrMldC! Badrl, ""6Ioco'. en E. IoJ..,u ConcIt. op.

r;íI. p. 10. Por IU pifie, )J.IfU C....x Ubklem. p. 601 Oj>inI m lr.1~"~ 111...", . ¡Wrldic. deoI (lUdo pref"",1dI eI " .x un (lUdolI.tOn6Inóco, que lfnplKllI~ÓIde'un olnitopo.x. ~I'olt--.1 del [lUdo e_al- ~ 11b:iRenril .x rnGtiples tcftIIOI --.1 deoI(JIIdo tttlllll y ... .x lI> e-.nidIdn poder Itp.1IliYo"•

l' ""'" AI1iN, "Na<........... --.... Y ........... trie.....bp.IAI",''''''' de lo CaNCIIau, C~ de~y("""'"5uporiCIfe< ...~ Social,MW<o, _ 1 ..... 2. 1_ pp.

"....

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de trato" al que deberán ajustaf~ los Estatutos de~s entidades autónomas, según, el cual; al "Todoslos esp¡i\oles tienen los mismos derechos y obli~­

ciones en cualquier ~rte de l lerrilorio de lE~".

y bl en ninguna parte de éste podrj OOsucurizarseb circuLación y el aseoUmiento de pe'~ o la li­breo rculKión de bienes.

Con este fNlKO de principios--'Y UN et.ap¡ defotmación de regí~ '"preauton6micos" inici¡doen 1977- se han ido coofounando las comuni<b­des aut~ tml.1 alcanzar un número de 17,que incluye a las tr~icionales nacic>ml~es conun fuerte espíritu nacionalisU (como ÜUiluÑI y elPaís V.ucol, a territorios insuJares (como úNrias¡ ya regiones divelYS que revivieron su vocación auto­n6miCOl y ejercieron el de recho constitucional. l~comunidades autóno mas son entidades púb liascon relevancia comtiwcional, basadas en sendos es­tatutos como su norma institucional, co n ámbitosterritoriales delimitados, con capacidades r~lamen.

tárias y legislativas constitucionalmente limItadas yórganos propiosde autogobierne para el manejo desus asuntos.

ExiSle un reparto constitucional de competenciassegún cierta enumeración bilateral que indica aque­llas materias en las que el Estado central tiene ex­clusividad y las que pueden ser potestades de lascomunid.ldes aut6oomas, Se agrega una "'d aúsularemanente o residual", según la cual tod.u l.u mate­rias no atribuid.u constitucionalmente al Estadopo­drán ser asumidas estatutariamente por lascomunidades aut6norrnos (reasumiéndolas aquél ena so de que éstas no lo hagan),Cl

lOl organización y regulación de las institucionesde atA:ogobiefno son de la cornpetenci¡¡ exdusiv¡¡, delas comunid.Kles aut600mas respectivas y, por ltIn­lo , materia de sus particulares estatutos. No obstan·te, la U IU magna establece lineamientos WsicosP¡lOl la orgOlnizoKión institucional de las comuni<b·des con ¡¡,utonomía p1eN , previendo la existeflci¡¡¡de : a) un¡,Asamblea legisLativa, elegida por sufra~ouniversal, en la que estén representadas proporoo­nalmente todas las zonas del territorio; b) un Con­sejo €k gobierno "con lunciones ejecutivas yOldminiSlrativas· ; c) un presidente, elegido por laAsamblea de entre SU5 miembros y políticamenteresponsable ante ésta, "al que corresponde la direc­ción del Consejo de Gobierno, la suprema repre­sentación de la respectiva comunidad y la ordinariadel Estado en aCl,uél1a", y d) un Tribunal Superior deJuslicia, "sin perjuicio de la jurisdicción que corres­ponde al Tribunal Supremo".

Cl , .. .... .,.,¡Ii>io..., ~.... >U lq>OftO r tipQ.d. f .-u..... CoM<, op.d.. P. 145Y...

" a.<mON~_

3. las regiones autónomas en Nicalagua

l a fOfm.K~ histÓfic.a de NicaragIU determin6 laconfiguroKión de dos grandes regiones sociocultura­les y económicas: en la del PacífICO se conformóuna pobl ación de patrones culturales mestizos,mientr.u en la del Atlántico persistieron los pueblosindígerw (millos, sumos y ramas) y las comunida­des éln icas (criollos y gOIrífonas) en interacción conun mayoritario grupo nacional constituido por po­bladores mestizos que van emi~ndo (espec:iJilmen­te a partir de los atlos sesenta) hacia la parteorientaldel pals, empujando la frontera agrícola.

l a etnogénesis de estos grupos "costeños· debeentenderse a partir de la historia colonial y neocoIo­nial que impacta a la Costa Atlántica durante másde cvatro siglos: la disputa entre Inglaterra y Espa"OIpor el control de este territorio, con el predominiopolítico-militar de la p,imera y su influencia en laconformación étnicade la región;" la ausencia de so­beranla real de Nia lagua sobre esta porci6n de suterritorio durante prácticamente todo el siglo XIX,cuya contrapartida es la prolongación del dominioinglés a través del "Protecto rado de la Mosquitia·(1824 -1860) y de la -geserva de la Mosquitia·(1860-189~,; la continuación de la entrega del terri­torioeeseec a los inlereses extranjeros (en p¡ rticulafa las rapaces empresoos norteamericanas interesadasen la explot.1ci6n de los recursos naturales y de lafuerza de trabajo nativOl) por parte de los gobiernosconservadores y liberales (especialmente durante bdictadur¡¡, somocisul), etc," Todo ello detetmin¡, IOISesped flUli earileterlstic.as socioculturales (por lo quehace a tradición histórica, lengua, religión, formOlSde orgOl nizoKión sociOll, sisterN económico, etc.) dela población costeÑ, que la difereflci¡¡¡n de b po­bIaci6n del PacifICO.

la cohesión socioétnica de los pueblos Ycomuni­dades del Atlántico se modela ltImbién en la medidaen que la política de los gobiernos prerrevolucion.J.nos está encaminacb en todo a so 01 procurar su di­soluci60 e inteyoKión homogeneizadora, según lospatrones socioculturales del PoKífico. Ello aporU elelemento cohesionaclor que da el contraste: evi­dencia brutalmente lo "otro· y fortalece el sentidode identidad propia, En efecto, la · reincorpolOlci6n"de la Costa a Nicaragua -cccn la acción militar delgeneral Rigoberto Cabezas en 1894- no implicóun reconocimiento de la pluralidad, sino unOl pro-

~1 hp«iollfttnlt po< lo "'" m",~ . lo .«OIftpo>iciófo dt len.....pos~ plcaklttlln . l'of tjtMfllo, dtbido tfI pOI\< a lo o« iófo <Oo

Jo.... odor.. t l po Misll;.odtvitnt (tfI .tlori6oo con loo dtno1s~....cb<ton<W lo t>tt<1ftOniuo r el prio><ipal .......... del dooÑIIio ;"..

d«<M 6< losift&lnn.<2 -.... oobIt el dtutfoIIo~ dt lo COIU AIliftllc....

_ ... " fd ....do'trt' ·V.... ,~* e:-pe. MJto.HiJ­lOrio *~m ...dDa.onMIao,.... -.,....,. 1' 71.

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"""""~""""""'"fundizaci6n de la política de represi6n cullural.4 lamism¡ política integrollcionisu. astetlaniuOOra. be­~ent'izanle e irres~1I(:Q de las P"'rticu~l idades

étnJCaS de los COSIeño5, se aplial~ el triunfodela RlMlIución Popular S<indinw (RPS).

Son estos pueblos y com unKbdes los que re~'

van su idefltidad étniu y plantean abiett.Jmente susreivindiaciones luego del triunfo sandinisu. En Ni­caragw. como en los casos anteriormente examina­dos, el procese de tlilosform K iones políticas (y loscambios demccratkcs que le~pañan) trae co­mo consecuencia la ape rtura de espacies pala laabiertadiscusión de la prcbleen ética étnico-nacionaly para la búsqueda de una fórmula que permita alas etnias el ejercicio de sus de rechos históricos. E~fórmula resultó ser laautonomfa regional.

En efecto, después de algunas vacilaciones du­rante los pl'imer05 aftos, de la adopció n de enfo­ques coofusos, y de incurrir en erlores de acción yomisión," en 1984 la RPS inició el proceso de au­tonomía ptopUmente dicho. No debe oIvicUrse9ueéste tiene lugar en el m¡rco de UN¡ abierU ilgr~

im¡xmlista contr;l Nicaragua. En particuLu, existíaUN dara disputa por La Costa. l a administración es­tadunid~, ..prowch..ndo t'I hi5tórico connictoentre 1.. CO$liII y el resto del país, k<lbí.a ~o espe­ci..J énf..$.is en el fomento del enfoque sepo¡r..(isuque ..doptaron aIgunas sectores miskitos, pero sinproponer soluciones cOl'ICreus .. los asuntos de loscosteflos. Ese fue también su principal error. lo quehizo 1.. diferencia, inclinando finalmente la balanzaen ravor del sandinismo, fue el proceso auton6mico,pues mientras la RPS propon!a un proyecto concre­to de aulOllom(a regional, el $obierno norteameri­cano sólo ofrecí.a Ja continuación de la guerra conun fin elevado al rango de obsesi60: dest!'u ir La re­voIución.u

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• • ftl.a f_ Y loo _ -...cldo< por loo '"""""-'-- _ T"""" ll<wF. "~_i6n ,~i6n"., l uil c...i6n'Mc"'OfW' Lo '"""""""" ftI lo ....o.\,¡ci6tl.. ... H. [Xoz,'ol_o, , c.L~ r RÑ..: Nh,.I""'~ r /lMlluciolt>, op.d .• pp. S1.1S.

• Aunque" sotMrno _ ••tn(iiUI'lO buscO . tvflll< .u Moto ,.,.1,ft Lo COIto AlU~ <OfI .I¡~ ~mido<!. por ...... io <lo pi. ",. di·_ "'''''''_ • vov& do OfIOftll.oclonn o P"'O"O' b.¡o . u domllliopolti<o. ftulICalopO . lticul.. "" PfO'l'<'<'O cohfleru quo pudiol. pr... .do. oft Lo (O<>rimcio do looeootefloo. lIICiy,o.. losó a uliliul '- pro­,..... ... ".!MfIOIIlLo·, pI'X.lomodo por B<tIOUift RNe<.. ...... ftUftUi:IrmuLodI ....,....e... ...........-, alO/l~.~ lo ........lliovadOft~ ",oIi.tO"""-~OI por~.... 0<¡01OiuriOft ioodl¡eft.o COOI~ \ociIio-idod. UBo lo"'""'" e-a1 ...~cq6W- eIl HorIdur .......udMes "Iftdlcenoo"_MISI..&\ llJS.\N, yA''''''''' .......• 1'-' ... ,.....-.po (:>1M ftI lodóooioiOoo , d deocoHiIo~

16

En septiembre de 1987, La autonomía regionalera ya una realidad jurídico-politica en Nicaragua.lCómo se arribó a este resultadol No estamos anteun hecho improvis.ado. En realidad, el act~l régi­men de autonomí.a nicaragUense es La culmill4ciónde un La borioso proceso que se inició tres olOOsatrás, con la activa participación de los "Up05 étni­cos. Ourante ese lapso. se realizaron Importolnl:esjorflad.u populares que permitieron a Las diversasetn¡~ discutir sus problemas y aspiraciones, así co­mo manifestar sus puntosde vista. Al menos se pue­den discernir cinco momentos fundamentales, quegarantizaron el carácter popular y democrático delproceso:

1. ComtituciOO de /ol Comisión Nacional de Aulo­nom(a <CNA) elS de diciembre de 1984. Actosegui.do, se conformaron sendas Comisiones Regionalesen las dos zonas tradicionales de la Costa. [)urolntecuatro meses, La C~ reco~6 opiniones de los sec­[ores representativos, especialmente en Las dos capi­tales costeflas: Bluefields y Puerto cabezas. En elmes de m.lyo de 1985 se dispuso de un primer do­CUmenlO parol La discU$ión.'"' En junio, durante UNsemaN, un foro de ochenta delegados costeñosdiscutió el documento. De este foro surgió t'I primertexto de eeesense emanado de una representacióncoste/la.· 7 En ambos documentos Vol aparecen inte­rrelacionados los tres pilares básicos en que se sus­tentaría el régimen auton6mico: los derech05hist6ricos de los pueblos y comunidades, la unidadnacional y losprincipios de la RPS.

2. Consulta popular sobre la aulonom(a. Era ne­cesario conocer directamente la opinión de las ba­ses sobre el documento de consenso. Para ello,promotores designados por los propios costeños le­corrieron la región <cada pueblo, cada aldea, cadam) para recabar el criterio de todos los sectores.Tal consult.l sirvió no sólo par,¡ conocer t'I punto devista de los miembros de las distintas etnias sobreaspectos particulares de La propuesU, sino ader'rWpara fundar La legitimidad popular de lo que era,¡penas un proyecto. En noviembre de 1985, lospromotores de La Zona Especi,¡1 1I pres.entaron el in-

... npecial a .... Kftoftn elll'lll'loJ "re"'" h......._ de loo ...........iftdIt...... r do.w~od« &Ó<.Il. Cft ... M«<P<"ociOoI. Lo C\AquilOIOmbio!ft . IoYM al "iidof~S"" prinlofo a S. h ph, Iuqo . B. llj.

....... . deopWo ' w. Dicso. P<"0 oirlhilo. fl roblc'lIO 1ICIIIf.""'ric.....ftUIlC. pIIdo e""'e ..... do lo .i ... . ' ido<! do UI'I d.tlllco u mbio que lo....brIo lIc:YMlo .ft "" IM'Iliarnf ft do! opoyo . s-o.r. (n de<:if. al oo·quoo," .b"""'.lo ,t,....oon¡. Lo pr_ iOfo de la .................. loCoIu . , ... 1fI1. detoIin ..... nIO> 1>odIoo....t_ H. [Xoz-l'olallCo. t I·nio. /\Oci6Il r pcMia, 0,.. d . up. rol.

"" Se v.... «1_ ......... fl ~I>o do ".,. loopuobloo ifIdfpw,~ do.lo C<*O~ do Nar......CoO/IioiOn NaacMooI ... ""'-to. .....-.u. MaIoo¡uo.1_<40 pp.

.,Q~~ ~ipi::II rpolflicM t»'. ft~ ..... dcrodIoo"" --"""" ....... p<db~r~do lo e-. .rdM­lO dl: tkM~. c... .~-"" ¡.liOIdol 9ti .

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forme a su Comisión Regional; los de la Zona 1 lohicieron a la suya en diciembre..... la aprobación deaquellos fundamentos aceónomicos fue práctica­mente unámime. Así, el proyecto daba su segundopaso con una experiencia insólita en América l ati­na: el respeto hacia la opinión de las etnias y laaplicación de procedimientos democráticos.

3. Consu/la e incorporación constitucionales. To­davía el proyecto de autonomía fue sometido anuevas discusiones a raíz de los foros (llamados -ca­büdos abiertos; que se llevaron a cabo a nivel na­cional para determ inar el conten ido de la nuevaconstitución. Cabildos abiertos sobre la autonomíaen la constitución fueron realizados en junio de1906. El proyecto de autonomía tuvo también suprueba de fuego internacional."' l os derechos delas etnias que el proyecto recogía fueron incorpora­dos entonces a la nueva Constitución política, apro­bada por la Asamblea Nacional Constítuyente el 19de noviembre de 1986. Este tercer paso implicabaotro hecho inusitado en el continente: por primeravez se incluían explícitamente dichos derechos so­cioculturales en un texto constitucional.

4. La Asamblea Mulliétnica. Una vez que los de­rechos fundamentales de los costeños habían ad­quirido rango constitucional. correspondía definir e lcontenido del Estatuto. El carácter democrático deese eslabón fundamental de l proceso fue garantiza­do: una vez más se procedió de "abajo hacia erd­ba". Cada una de las comunidades eligió susrepreser saetes para debatir el contenido del Antepro­yecro de Estatuto e laborado por la CNA. Esto se cum­plió con la celebración del 22 .1124 de abril de 1987.en Puerto cabezas, de una Asamblea Multiétnica.Asistieron 240 delegados de los diversos grupos ét­nicos. así como una multidud de periodistas, obser­vadores internacionales e invitados especiales.Públicamente, los representantes plenos discutierondurante 2 días cada artículo del anteproyecto. Unosartículos fueron aprobados según su presentaciónoriginal. se modifi caron otros y elementos nuevosfueron incorporados. Al fi lo de la medianoche del23 de abril, la asamblea concluyó sus trabajos conla aprobación de un texto que se convertía así, dehecho, en Proyeclo de Estatuto.

.... 11..... t_ , -1967: Aqur no ~ rindo n. di<:·, AnU.,;g InJigcniJ"".In>til....o Indicon;'" """..m..iuno. M~.i«>••~o X¡VU, vol. XlVII,1 93~ p.I 22 .

Del 13 . 11S de juljo de 19116, K ulob«> U M. n. t'. el Simpo­</o11IIC,....,iomI JOM, E>IolÓO, _ro y Oorec/>c)¡ InJI,.",.... ,on ¡"p.rtic:ip><i6n de mM Jo un ulll,n", d. "'P' nunlO' indlgon". , i' n'lffico.'OCi.l... y .'pe,ó>I;w, • .,. do•• ,,,,, illlotn ion. l, d. "'mE.iu L.·~..... h uclo> Unicf<>l, y [u '''p'' ' 1'" .....'Ill.. v.lomon posiliv.m.nt. el1"01'.<10 d• • ",onoml. ni..,.gú<ol<. A <>te ' ' 'p«lo. por <j<mplo..h" ·Conlide••,ion" KJb<••1P"""" d........ O<Ioml• • • Nic"'S'" Yb ' ....,.;00 ~ko·....jo...1 '0 l., .\""! .k•••• '0 H.. DI.. ·Pot.",o. fl·n~ MCiclrl y poIflk~ op. d . p. !SI y ... 1......"""i•• d~1 "'~nlO"

~",....Ill'.o on CM" <le I~ vil'·li~ . Mt;:m<;Jri.a <le un ""'110; ~u_lo doloco.u o'Il/~n¡;"" ( diocion... C. ntio" • . M.n,gu•. 1986.

17 ClKS TIÓN ~TNlCo.~h '

5. El ESlalufo de autonomfa . Finalmente. el pro­yecto aprobado por las comunidades fue sometidopor el presidente de Nicaragua a la consideracióndel congreso. el que lo aprobó prácticamente sinmodificad ones. De este modo, la voluntad de lospueblos indígenas y las comunidades étnicas devinoconsenso nacional y l ey de la República .~

Aunque la ley de autonomía no tiene e l rango del ey Ccnstitucional.!' el régimen nicaragüense deautonomía en sí tiene una indudable relevanciaconstitucional. En varios títulos de la carta magnahay referencias a los derechos que asisten a las co­munidades étnicas de la Costa y en una ocasión seestablece explícitamente el ordenamiento de orga­nizar el -régtmen de autonomra". Sin embargo. laconstitución no detalla las características de éste. sufuncionamiento y los órganos que tendrá. dejandoestos asuntos al Estatuto. Tampoco se establecen fa­cultades legislativas ni se indican formas de partici­pación de los entes autónomos. como tilles, en lossupremos pode res del Estado. Aunque en docu­mentos preparatorios del proyecto de autonomía seindicaban las competencias de los entes autónomosal lado de las que correspondían al Estado central,ueste repa rto de facultades no se concretó en la leysustantiva: las competencias estannena y legislativaquedaron en manos del Estado central. Estamos,pues, ante una tipica autonomía de naturaleza ad­ministrativa.

la Constitución Política establece un fundamentoprimario en el título 11 (que Irata sobre el Estado). asaber. que -er pueblo de Nicaragua es de naturale­za mukiétnica" (art. 8). Asimismo. mientras la len­gua española es declarada idioma oficial del Estado.se establece que también las lenguas costeñas ten­drán uso oficial según la ley.S)

l a cartil magna induye dos capítulos especial­mente referidos a la Costa Atlántica. Dentro del Il­tulo IV (que trata de los derechos. deberes ygarantías del pueblo nicaragüense) encontramos elcapítulo VI: "Derechos de las comunidades de laCosta Atlántica". Básicamente, allí se establece: a)que las comunidades costeñas "son parte índisolu-

~ o . ley oGm.la (7 do ••pc;omb<. de 19371: -( MolOlO de """'"""",r. de l•• Rogioo'" de l. Co>t.o At1intiu de Nk••• gu.·, incluido enMU''''' rndiro,,;,"", I.I.~ Mh k o, ' '''' X(VI~ 1987. pp. 10S·1111.

S. Do ....u.,do con . 1 ont.m. nk ...g(loo", O"ium.nt. _ ~"""ililu,ion."" l. ,Io<lOto1, b de """geneio y lo de ""'(»10 (,11>.1llol). P• •• l••of", m. d~ t.u>. b ,.lU m.. ... o>t.obl«. P'OCod;nMo_m,,\..... ",••" lo •• I>liw> • lo inki.w. y l. 'P'ol>oci6n .

1 C~.. ",,,,• • 10.docum."'", meo"""'d",.n l•• noto. ~6 y ~7.Sl Oofll10de lo< d...."'" individu.I ..... ,onc.<u l. Í$u.ldod !in-

sur,.;", <o"", el d...,,,,, q lioM todo dotooido . . .. iofOfm..... ....idiom.q....<omp'.nd.· y -.,.¡Ilido grOluOtomelll' por "" illllfP'"l. ~ no <omp.endc:° no h. b1. 01 ;d jom• • mplo.do ,..,. .l l1ibufW­(.rt> . n.2.1 y }~ .6); y .o .el.>ci6n con l. ..........ión. 01... ,..., de lo<''''10110<. r. mi.m• • o ' ''' 0S'' ' m.... ' n. ·, .n lo> o....... qut" del~ ,m.I·

..... lo> p1.......y P'''S'....., n.<ion.Io. fan.. 1211.

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encos V\lIN(W,l(!l1CANOS

ble del pueblo nicaragüense·, y gozan de los mis­mos de rechos y obligaciones; bl q ue tienen dere­cho a ~preserv¡¡r y desa rrollar su identidad cullulillw

e n ~ unidad~I, y a "dotarse de sus prc p iesforINs de organiz.Ki6n social y administrill susasuntos localesccorceme il sus ltadiciones"; e) queel E~ lKOfIOCe las ~fo,"w comunollles de pro­piecbd de las tiefr»'", ~ como el ~goa. USOYdis­frute de w ilgu~ y bosques de sus tJerf~

comu~Ies·. yd) b obligación del Eit.ado de t~r

las providenc w ~ril que - ningún nicafOlgüense seo!objeto de discriminación por ru Ó" de su lengua,cultura y origen",

El 000 capítulo sobre la costa AtUntia se encueo­tlil en el tiulo xetQ de la dMsi6n polílico-ildminis­lfativa. Aquf se reiteran los de rec hos particularesque corresponden il las comuniditdes, agr~ndose

la galiln~ de que éstas e lijan libremente -sus auto­ridades y representantes". Igualmente se estableceel mandato constitucional de organizar "el régimende ilutonomfa en las regiones donde habitan las Co­munidades de la Costa AtI.intica para el ejercicio desus derechos".

Por su parte, el EstalulO establece como su fun­damento tres principios básicos reputados como dela. Revolución y de la. eorc ncm ra: el de l. "unidad,l. fra.ternida.d y 1011 solidaridad entre los habitantesde las ccmenldades de la Costa Atlántica y de tOO;¡l. nOlIción" (art. 3); el de la iguald.ld de tlato de to­dos losnic.lragüenses en eltelfitorio de lOls legiones.utónom.u (.rt. 10), y el de 10l igu;¡ld.ld entre si delas comunid.ld.ldes étnias, "independientementede su número pobIacional y nivel de desarrollo"(art. 11.1). Este último principio esú evidentementeenami~ 011 desOllentar cualquier intento de hege­monismo por parte de ;¡'tún grupo étnico sobre losdemás, lo que h. sido una endémic.l tendencia his­lÓfia en 10l región. Coooetamen te, el principio deigualdad entle sí cristaliu en 10l composición del má­ximo6rg;¡no regK>n;¡l en el que deber. n "estM repre­sentildas~ las comunidades étn icas de 10l regiónautÓl'\Or'N respectiva". El principio de soIidalid,¡d, porsu parte, se expresa en la creación de un "fondo es­pedal de desarrollo y promoción sociOll" que buSQriaimpulsar 10l equip-,ación socioecon6mica de las regio­nes;¡utÓllOmas con otras del país.

Como se indicó, la autonomía nicaragüense esde naturaleza administrativa, implicando una des­centraflaaclén que permite a los costeños el manejode sus asuntos a uevés de los órganos institucionalescreados al efecto. El Estatuto de Autonomla. estable­ce des legiones autónomas: "La Región ,",Ulónomil,", l1ánlico Norte" (con jurisdicción sobre el te"itoriode la Zona Especial 1, Departamento de ZelayaNorte) y "La Región Autónoma "J/án lico Su," (teni­tOlio de ta Zon;¡ Especial 11 , Departamento de Ze1;¡·y;¡ Sur), con sus sedes iKlminislfativu en Puertoc.bez.u y Bluefields, respeaivilmente. l as regiones

teautonómas son personas jUlidicas de derecho públi­co y tienen entre sus atribuciones centrales lOls si­guientes: p¡ rticipar en 1011 elOlborilción y ejecuciónde los proyectos de desanollo nacionill en la re­gión; administlal los programas (de salud, educa­ción, cultur;¡, abastecimiento, etc ) en coordinacióncon el Esudo centr.l; impulsar sus propios proyec­tos socioecon6micos y culturales; protección y con­servación ecol6gicu; estab'ecer impuestosregionales conrorme 1Ol 1ey, e c. El Estatuto tambiénprecisa los pirticul.res derechos constitucionalesque corresponden 011 loscosteños.~ legión ;¡utónom;l cuenta con los siguientes

Ólganos de administración: al Consejo regional; b)Junta dire<:tiv..; c) coordinador legional; d) ;¡utori­dades municip¡1es y comunales; e) otros corlespon­dientes • la subdivisión .ldminislfat;.n de losmunicipios. El COI'\Sejo ftgionil/ , máximo Ólgal"lO co­legiado, constituye U!\,l asamblea compuesta por 45miembros, e legidos ~gún un principio de represen­tación proporcional "por voto universal, igua.l, di­lecto, libre y secrete". también son miembrosplenos de él los respectivosdip'utados de la región ala Asamblea Nacional. l ..s atribuciones del Consejoen la administración de los asuntos regionales sonamplias. El Consejo eligl! de entre sus miembros ..una Junta direc!iva (en b que también de berán es­tar representadilS "cad;¡ una de lascomunidadesétni­cas" de la región), cuyu funciones son básicamentede cooldinación del propio Consejo y de éste conlas dem.is ;¡utorid;¡des legionOll Iesy nil00n.0les.

Enel coordinadorregional, elegido porel Canse­jo de entre sus miembros, teceen las funciones eje­cutivas y de representación de lOl región. En laregión, lOl ;¡dministracMSn mun icip.al se lige porel Es­liItulOY1Ol 1ey de la m..t('t'iOl. En particular, el Conse­te elabor... el antl!proyecto de demilrcaci6n yorganización municipal en su jUlisdiccióny resuefvelos diferendos de límites en tas comunidades. l asdem.is ;¡utolidOldes 1oe;¡Ies se rigen por las resolu­cionesdel Consejo legional cOlrespondiente.u

Conclusiones

los casos examinados sumalÍOlmente permiten con­cluir que efectivamente el régimen de autonomíaadquiere rasgos muy variables, según el medio his­tórico en que tiene lugar. En tal sentido no existe

so I Io>u>ho<~ ttl Ni<....,... Lo pu<..u ttl p<Jdi<odo! ,~ dc'lOn<>do"'" el l lUll.CO do~ !lo li60 ,,_ Y~ debido. I.lo~ucW <CIIIdi<ioftoo """ pIlotuOll Lo,......do .... .-sóón ..,...,. el poli. lo<rioiI~y OI~. Por~ Lo~ p«M><.od.o ""'01 .....,odn """" 19M. que p<kIic ",»6 Lo c.....1Id.Iroi<.lelp:<ioI-_"" ... ..-."""'_ y.MIo~...-..do Lo ...pon.~ • do" oq¡On lo pmni<'n Loo~ "" hon,.......... p<Jdi<o.....,... piboom _ y "" ~~......... la do<'IJIft" qur _ ok.atlUdlo Lo el p OCNl do

........... "".........,""" locdoñlLod dol....

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un ~tf6n universal de ~utooom~ que pueda Soef~i1lizado. POl lo que iI ta ¡¡utonom~ se reflel'e,{¡s copias o exuilpololCK>nes resu~n remedos esté­riles; y. en ta l caso. el sistefN apliado no respon­dería iI tas aspirKiones y necesidades de los grupossocioculturOl lescorrespondientes.

Sin embargo, precisamente porq ue el r~imen deautonomfil busca prod ucir ciertos efectos, y nootros, se iKlvierte que impliCO! algunas condicionesque son fundame nto sine qua 0011. Co n$ideremosdos vertientes básicas. l a primera tiene que ver conlas condiciones nacionales en que la autonomfa sehace realidad: romo regla, la autonomía se implantaen el co ntexto de vastas t1ansformaciones sociopotl­(jeas a escala nacional y. de hech o, la autonomla esparte y resu ltado de e llas. De esto se deduce, porUN! parte, que carece de sentido buscar o imagin<lfsiquiera soluciones autonóm icas al margen o lede­pendientemeote de Las tlansfon naOOnes NiOom'les, como si los grupos Wlicos pertenecieriln iI unmundo apane: por Olt.1l. que el esubleci miento desi~~ de "aUl:ogesti6n ~ (o como quieta que sellamen) en el nurco de un stalu qua centralisu, ho­mogeneizante y n~or de I¡¡ composiciórl pluralde lasocied ad, resu Ju,ía un descomunal fleeco. Elloes una adve rtenc ia y un¡¡ ale rta frente a las tentacio­nes (ml1Y rea les en varíes países de Amé,ica l at ina)de utliz..r I.l autonomra con el propósito de acalla'las demandas ét nicas y desartic ular los movimientospopulares . Ello equ ivaldría a poner en práctica , ennombre de l "cambie", fórmulas seudoauton6m icasprecisamente para que no cambie nada. Po, sr mis­mo, en efecto el rég imen de autonomra no ca mbianada ; él debe ser la expresión de transformaclonesfundamenta les en la sociedad .

la segunda condición fundamental se relac ionacon el carkter del procese q ue conduceal'égimende autonomía: requiere una efectiva pa rucipM:i6nde losgrupos involucrados , sin I¡¡ cuat ía voluntad ylas ' eales aspiraciones de éstos no pueden espeesar­se y, en consecuencia e1'~men de autonomía no'&Jita del ejercicio de su libfe detetminaci6n. Enausencia de la part icipac ión popula" la autonomíaresu lta una me,a concesión, y no lo que debe ser:conquista y reconod mienl O de derechos. Esto sign i­flGa que la au tonomra implica la democralizaci6n

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de ',1 sociedad: se alimenta de éste y, JlI mismotiempo, la profundiza . El proceso de autonomÍ,¡¡ esel eje rcicio mismo de procedimientos de mocrjticosen el marco nK ional.

Por lo denm, como lo ensefIa la historia de losprocesos Jlutoo6micos, la conquista del autogobier­no y dem á.s derechos requiere que las com unidJldesétnicas se coostitl1YJln en sujetos sociJlles, en fuerzapolítica y e n un impulso motor de l cambio nacio­nill. En peas p;r,IJlbfJls supone una acumufaciÓll defuerza pofilica por parte de los g'upos étni co-na cio­nales correspondientes. Siendo la autonomla el re­sultado de una negociación sociopolltica , sureal ización ha supuesto históricamente que tambiénla parte él nico-na cional involucra da disponga de I¡¡necesaria fuel2a política que der iva de su organiza­ción y movilización. En rigor, la garantía de los de­rechos autonómicos alcanzados no de riva de suformalizK ión jurídica, sino que rÑs bien la formajurídica y el grado de las conquiSUS resulta n de lae fectMdad de la fuerza política .

Cabe pregu ntarse ahora, lq~ pe rspectivas exis­ten de q ue se establezcan regímenes de autonomÍ,¡¡en ol:ros paises de América l~inal Evidentemente,ello supon e q ue se den las condici0ne5 nacion alesde transformación ydemocratizac ión antes men cio­nadas. Al mismo tiempo, se requiere que se man­tenga y profundice el proceso de nacionaliz aciónde los movimientos étnicos e n el sentido indicado;aritlculacién con proyectos pol iticos q ue procu ranun cambi o a esca la nacion al, conso lidación de laco nciencia étnica co mo conciencia po lítica , reforza­miento de la iden tidad y las demandas propias ; esdecir, separación de la perspectiva ind igen isu trad i­cional (que los amarra al car ro del rég imen estable­cido) y del nt'Oind'gen ismo etnicisu (q ue pretendecolocarlos al margen de la nación). En tal ci,cumtan­cia, puede espeIafSe también que las organizacionesplogresisUs de carklel nacional continúen desarro­landa susenfoques hacia u~ mejor comprensi6n dela cuestión Etnjco.nacio ~1. De mantenerse estas ten­dencias, en los nomeros países de Am&ica lati~ endonde existen grupos regiona les con identidades dife­reocadas es inevitable que se establezca n regímenesde autonomía en un futuro cercano.