HOBBES VISITA A PEÑA NIETO

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RODOLFO MEDINA PALOMINO L11233 ENSAYO THOMAS HOBBES LEVIATÁN THOMAS HOBBES VISITA A PEÑA NIETO (Ensayo sobre Leviattán En un contexto del Estado moderno) 1

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Un provocador ensayo centrado en los argumentos de Hobbes para la defensa del poder omnímodo y sus significados en la incipiente democracia mexicana.

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RODOLFO MEDINA PALOMINOL11233ENSAYOTHOMAS HOBBESLEVIATÁN

THOMAS HOBBES VISITA A

PEÑA NIETO

(Ensayo sobre Leviattán En un contexto del Estado moderno)

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ÍNDICE

PORTADA 1

ÍNDICE 2

INTRODUCCIÓN 3

HIPÓTESIS 5

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

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DESARROLLO 6

CONCLUSIÓN 13

BIBLIOGRAFÍA 14

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INTRODUCCIÓN

! Acercándose ya el año 2000, decidí regresar a México luego de pasar poco más de 10 años en la ciudad de Washington D.C., desde donde alternaba mi residencia en Nueva York y viajaba constantemente a Europa y alrededor de Estados Unidos, a veces en las giras de los presidentes George Bush y William Clinton.

! No cabe duda que desde fuera las cosas se ven de otro modo. Y yo pensaba que por primera vez en 70 años el PRI podía perder la Presidencia de México, algo que todavía en ese entonces pocos consideraban probable.

! Había cubierto eventos trascendentales para México y otros de nivel mundial como las negociaciones Bush-Gorbachov, como periodista acreditado ante la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos, la ONU, el FMI y otros organismos internacionales. Pero pensaba que si el PRI llegaba a perder la Presidencia sería un evento de relevancia histórica y ciertamente generacional y no me lo quería perder. Así que decidí volver a México.

! Por esos días acudí a una reunión de una asociación de exagentes de la CIA y otras agencias del espionaje estadunidense a la que acudieron catedráticos de relevancia mundial como Samuel P. Huntington1 y platicando con uno de sus acompañantes me dijo palabras mas o menos: “Eres un privilegiado. Estás comenzando a ver el fin de la Democracia como modelo de gobierno. La Democracia fue un privilegio que nos tocó vivir a algunas cuantas generaciones pero claramente se ve que está llegando a su fin”2.

! Pasmado, le pedí elaborar sobre sus comentarios. El contexto, por supuesto, era el fin de la Guerra Fría y la lucha dentro de Estados Unidos de los diversos grupos privilegiados por ese antiguo estado de cosas, por encontrar nuevos cauces a sus intereses, y la necesidad de encontrar nuevos elementos de esa dimensión capaces de amalgamar a la sociedad estadunidense y los múltiples intereses globales de ese país, pero también de encontrar los ejes de un nuevo orden mundial acorde con los nuevos escenarios.

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1 Samuel P. Hiuntingotn, autor de The Clash of Civilizations, una polémica teoría que plantea que el escenario de la próxima guerra mundial, habrá de darse como un choque entre las civilizaciones occidental y la fundamentalista islámica.

2 Durante toda la década de los 90, tuvo gran resonancia otra teoría polémica denominada The end of History, del académico Francis Fukuyama y quien, al igual que Huntington intentaban dilucidar los nuevos escenarios derivados del fin de la Guerra Fría.

-Las cosas vienen mal, me dijo el académico. Nadie sabe qué hacer ni qué va a pasar, pero el periodo de Guerra Fría fue el mejor eje equilibrador para que fluyera la democracia. Ahora todo ello comenzará a declinar.

! Ya de vuelta en México, en noviembre del 2001, el PRI había perdido la Presidencia por primera vez en 70 años. La transmisión del poder se dio sin mayores incidentes de gravedad, y sobrevino el atentado contra las Torres Gemelas que albergaban el World Trade Center de Nueva York.

! Recordé entonces con gran preocupación el comentario del académico cercano a Huntington y desde entonces el mundo entero ha sido testigo de una fuerte constricción de las libertades en Estados Unidos, misma que ha alcanzado a prácticamente todas las sociedades del planeta.

! ¿Es el fin del auge de las libertades democráticas?

! Ahora ya sumergido en otra dinámica, mientras estudio la licenciatura en Derecho, el profesor de la materia de Derecho Administrativo nos ha pedido realizar un ensayo de un menú de opciones: Kelsen, John Lock, Kant, Hobbes, Max Webber, lo que me hizo recordar mis lecturas de licenciatura y maestría en ciencia política.

! Mi inclinación natural me guiaba hacia Webber. - Pero mejor Kelsen- me dije, es lo más apropiado ya que, autor de la Teoría Pura del Derecho, hace más sentido explorar desde su óptica jurídica sus concepciones sobre Teoría del Estado. Pero no. Mientras deliberaba, acabé optando por el viejo Leviattán de Thomas Hobbes.

! La decisión no era gratuita. Recordaba de mis lecturas de ciencia política la impresión que me dejó Thomas Hobbes al identificar la creación del Estado con la creación del Leviattán, un monstruo marino al que la Biblia atribuye cualidades horribles y muy poderosas, pero que finalmente habrá de ser devorado por los hombres puros cobijados por un techo fabricado con su zalea o piel o cuero, o lo que sea. Leviattán, por cierto: una creación de Dios.

! Esa asociación de ideas me llevó a pensar en los momentos difíciles o aparentemente difíciles por los que atraviesa México en términos de orden y ejercicio del poder público, seguridad de la sociedad, elementos divisorios o amenazadores, etcétera, el coctel perfecto al que Hobbes atribuye las causas de la desaparición del Estado.

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! Claro que Hobbes escribió el Leviattán pensando en otro tipo de Estado: el Estado monárquico absolutista Y todo su planteamiento busca justificar la necesidad de un soberano omnipotente y unos súbditos sumisos y obedientes lejanos, muy lejanos a las sociedades modernas de las democracias de nuestros tiempos y sus modos de ejercer el poder.

! Pero, en todo caso, me pregunté ¿No hay en el análisis de Hobbes elementos interesantes para ligarlos con la materia de estudio que es el Derecho Administrativo? Y, además, ¿porqué no aprovechar la oportunidad para pensar sobre los riesgos que el monstruo leviatanístico mexicano en el contexto actual?

! La conclusión fue definitiva: hagamos que Hobbes visite a Peña Nieto y mire el Leviattán mexicano.

HIPÓTESIS.

! Si bien este breve ensayo podría no ser el medio idóneo para abundar en profundidad, si lo es para aventurar una hipótesis que espero al menos resulte provocadora para la reflexión:

! Los problemas que Hobbes encontraba para la subsistencia del Estado bajo un régimen absolutista tienen un significado real de amenaza incluso en los tiempos del Estado moderno democrático, si bien no a causa de su papel como elementos “disgregadores” del poder, sino en el contexto del surgimiento de problemas reales que atentan contra la seguridad de la sociedad, mientras que los gobiernos democráticos cada vez enfrentan más limitaciones para ejercer el monopolio de la violencia y tomar medidas de fuerza, al menos en países como México, donde la democracia aún tiene cuentas pendientes para cobrar su carta de naturalización.

! Respecto de las amenazas externas, el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, más allá de si simboliza o no una nueva forma de amenaza a la seguridad del mundo occidental, inspirada en el choque de civilizaciones después del fin de la Guerra Fría y en el contexto de la búsqueda de una nueva correlación de fuerzas entre las naciones dominantes, es un hecho que ha generado un ambiente de presión contra las libertades en varios países occidentales y vale la pena preguntarnos si no es el principio del fin o al menos un cambio en los valores de la democracia.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

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! El Leviattán3 de Hobbes es un monstruo creado por el único animal artificial o artificioso que, temeroso, buscaba cobijo en los extremos absolutistas del poder omnímodo emanado del pacto social con los gobernados, y ejercido por un soberano investido por todas las facultades y alejado de cualquier obligación legal con sus súbditos, a cambio de proveerlos de seguridad para ellos y sus patrimonios y alejarlos de los peligros de la guerra.

! De esos temores, propios de la época que le tocó vivir a Hobbes, emana también el espanto a la división de poderes, a la libertad de expresión y opinión, y a toda forma de participación social en las decisiones. Todo ello justificado por el temor de disgregación del poder y la eventual desaparición del Estado a causa de algunas de las “enfermedades” que puede padecer internamente la sociedad en referencia con el poder mismo.

! Casi cuatrocientos años de evolución política y social han demostrado que las advertencias de Hobbes eran más los temores de un Leviattán tímido que no quería crecer, y que las sociedades pueden desarrollar formas de organización efectivas de participación amplia, como la democracia, así como otras de cortes diferentes que quizás Hobbes ni siquiera imaginó, como el socialismo4.

! Sin embargo, es obvio que algunos de los riesgos que desde su Leviattán presenta como sumamente peligrosos contra la subsistencia del Estado mismo, siguen vivos y aún en la democracia se constituyen en problemas serios que los gobiernos deben resolver pero con márgenes de acción muy acotados y en nada comparables con los que concede al soberano absoluto.

! Son esos riesgos los que estudiaremos en el contexto actual mexicano, dentro del marco legal y las dificultades que las limitaciones en el uso de la coertio, por motivaciones políticas representan para el ejercicio del poder y constituyéndose en uno de los lastres para los planes del gobierno actual, y que han sugerido en múltiples ocasiones, la renuncia del actual Presidente de la República, si bien no en la disolución del Estado.

DESARROLLO

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3 Con este nombre se identifica en la Biblia a un monstruo marino que podría ser similar a un dragón, al que se le atribuyen enormes poderes pero que al final será derrotado por los hombres puros. De ahí toma Hobbes el nombre para su obra laudatoria del poder absolutista.

4 Aunque la Revolución Mexicana es reconocida como la primera gran revolución del Siglo XX, se le identifica como una revolución burguesa, de corte más o menos similar a la francesa, mientras que la soviética es reconocida como la primera revolución socialista.

! El Leviattán de Thomas Hobbes (1588-1679) es una muy completa pieza que constituye un referente obligado en el estudio de la ciencia política moderna, si bien es cierto que su modelo de estudio y los límites que se autoimpone al desarrollar el análisis del hombre, sus derechos, su moral y su comportamiento, enfocados a la salud y preeminencia del soberano absoluto, constituido en la personificación del Estado, parecen ser una camisa de fuerza demasiado holgada pero al mismo tiempo constrictiva en comparación con otras obras, mucho más conocidas, como el Príncipe del florentino Nicolas Maquiavelo, por citar un ejemplo.

! Si bien el Leviattan desentraña la naturaleza del hombre y su comportamiento en relación con Dios y las leyes naturales -que son las que limitan sus pasiones y anhelos de poder,5 así como sus temores e inclinaciones a hacer y hacerse daño, no desarrollan nunca las potencialidades por ejemplo, de Aristóteles6 o Platón pero se proyectan como el marco justificatorio y laudatorio del absolutismo como la única forma de gobierno capaz de garantizar la existencia del Estado por siempre y para siempre, ya que es el único sistema que provee al soberano de poder suficiente para combatir las amenazas externas y las “enfermedades” de la sociedad que ponen en riesgo de desaparición al Estado.

! A su vez, los riesgos externos están constituidos por la amenaza de guerra con otros estados, derivados de la ambición, la envidia y el deseo de expansión. Otros riesgos que identifica con la confabulación de las amenazas internas y externas que a la postre producirían el mismo resultado.

! Este planteamiento de Hobbes presenta demasiados temas -demasiados riesgos- y demasiadas limitaciones al focalizar en un sólo hombre el poder soberano absoluto, como para sobrevivir como algo viable en nuestros días de consolidación democrática derivada del mundo unipolar.

! Sus márgenes de “éxito” o ¨popularidad¨ son muy limitados si lo comparamos con Maquiavelo7, quien centra el estudio de su Príncipe, en las fuentes y el ejercicio de lo necesario para ganar y mantener el poder con tanta crudeza que su vigencia y actualidad sorprenden cuando no tendría

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5 La evolución de la ciencia jurídica hacia el positivismo, habría de ponderar la norma jurídica por encima del derecho moral, al establecer una separación de ambos y establecer la preeminencia del bien social por encima de la moral, como establece Hans Kelsen en su Teoría Pura del Derecho.

6 Me refiero concretamente a las Eticas de Aristóteles y a La República, y el Mito de la Caverna de Platón.

7 Nicolas Maquiavelo, El Príncipe, y el Discurso de Tito Livio.

porque ser así, puesto que en realidad no hace sino reflejar algunos rasgos de la naturaleza humana, si nos atenemos a las definiciones de Hobbes.

! Es necesario, para entender a Hobbes, recurrir al marco referencial histórico en el que publica Leviattán: Inglaterra sumida en una profunda convulsión religiosa y política que da origen a una guerra civil en la que contienden monárquicos contra parlamentaristas.

! Se trata de una guerra prolongada que transita por la decapitación del rey Carlos I en 1649 para dar paso a la primera y única República inglesa, que sobrevivió hasta 1661 y se caracterizó por su dureza contra los católicos, hasta la restauración de la monarquía.

! Hobbes respalda obviamente la monarquía, pero sostiene que el origen de su poder no es divino, sino que emana de un pacto social con los gobernados, idea ésta que habría de ser vindicada posteriormente por el francés J.J. Rouseau8, y a quien se atribuye el concepto.

DIMENSIÓN JURÍDICA!! Y si bien es cierto que la idea del pacto social constituye un planteamiento profundamente polémico al negar el origen divino del monarca, en realidad se constituye en un esfuerzo fundamental de Hobbes por justificar la validez del soberano absoluto, en un su contexto jurídico, social y político, frente a quienes defienden el parlamentarismo.

! Esto es: qué validez puede tener frente a la idea de la asamblea parlamentaria, la conceptualización de una monarquía que reclama un origen divino, y de la cual se instatuye todo el entramado legal y político que a su vez valida la existencia de un soberano con poder omnímodo - lo mismo para dictar leyes, administrar el gobierno y ejercer la justicia- cuyo origen es divino, y que por lo mismo personificaría las bondades de las leyes naturales y, en este caso, las limitaciones que impone la civitas, o el Estado, para alejar a los hombres de la anarquía y condición de guerra al tiempo que procura su seguridad.

! Es el pacto social, dice Hobbes, lo que define la voluntad de todos y cada uno de los hombres para crear a otro hombre (el Estado) que a su vez los personifica a todos. Y de ahí la justificación plena para la creación de un poder absoluto y total.

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8 Jean Jaques Rousseau, El Contrato Social.

! Para alguien como Hobbes que pondera el conocimiento científico a pesar de recurrir a la existencia de Dios y la ley natural, y de los cuales deriva también gran parte de sus ideas del marco legal-político y como parte de toda una fundamentación sociopolítica, el pacto social produce la razón de ser del Estado y el soberano absolutista9.

! En términos jurídicos, podría equipararse, guardando las proporciones, por supuesto, a la búsqueda de la norma fundante de Kelsen10.

! Toco este tema especialmente por el interés que reviste para la materia de Derecho Administrativo, pero no porque sea algo que Hobbes despliegue con profusión. Al final de cuentas, la administración pública actual, emana de una serie de instituciones democráticas regidas por una dinámica en la que cada vez tiene mayor incidencia la sociedad. Baste señalar el precepto que establece: “el gobernante está obligado a hacer únicamente lo que la ley le ordena” que rige a las administraciones mencionadas, y que no podría estar más alejado del poder absolutista hobbesiano.

! Pero no por menos “sexy” para la actualidad -si se permite la expresión respecto de Maquiavelo- deberíamos omitir algunos de los conceptos y perfiles del análisis de Hobbes, sobre todo en lo que hace a sus advertencias sobre los riesgos de las “enfermedades· contra el poder, incluso en el contexto democrático actual ! Como se ha comentado, Hobbes ubica la guerra y las acechanzas como el factor externo de riesgo contra el Estado y ante esos peligros establece la necesidad de contar con un soberano absoluto capaz de reunir tanto poder como sea necesario para alinear todos los recursos a su alcance, incluida por supuesto la unión interna de la sociedad, la cual solo puede consolidarse si se atienden las causas internas que tienen a la desintegración de un Estado.

! En todo caso, dice, “la disolución de los estados depende de su institución imperfecta”. Y por “perfecta” entiende únicamente el ejercicio del poder en forma absolutista por parte de un soberano en forma indivisible

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9 “Qué es ley Civil... Aquellas que los hombres están obligados a observar ...es evidente que la regla en general no es consejo sino orden, y no orden de un hombre a otro, sino solamente de aquel cuya orden se dirige a quien anteriormente está obligado a obedecerle... Que es la personae civitatis , la persona del Estado. LEY CIVIL es para cada súbdito, aquellas reglas que el Estado le ha ordenado de palabra o por escrito...”. Thomas Hobbes, Leviattán, Cap. XXVI.

10 Kelssen Hans, Teoría Pura del Estado, ed. UNAM.

entre otros poderes e inopinada por parte de los gobernados cualesquiera que sean sus posiciones o intereses dentro de la escala social.

! En tono lacónico llama “enfermedades”11 -y las equipara audazmente con el efecto de algunas enfermedades en el cuerpo del hombre- a factores como los que se enumeran a continuación.

! Falta de poder absoluto. Juicio privado del bien y el mal. Conciencia errónea. Pretensión de hallarse inspirado. Sometimiento del poder soberano a las leyes civiles. Atribución de propiedad absoluta a los súbditos. División del poder soberano. Imitación de naciones vecinas. Libre acceso a libros e información. Libertad religiosa. Gobierno mixto. Falta de dinero. Monopolios y abusos de los republicanos. Hombres populares. Excesiva grandeza de una ciudad. Libertad de disputar contra el soberano.

! Todas estas son “enfermedades”, dice, que propenden a la disolución del Estado.

! Luego de ver estos enunciados sobran razones para entender porqué las ideas de Hobbes no pasaron a nuestra época con la inspiración sexy de las de Maquivelo: Las perversiones del poder y los medios para conseguirlo son vigentes en todas la épocas, mientras que la defensa absoluta del poder absoluto es en nuestra época un error absoluto.

! Cada una de las “enfermedades” que cita Hobbes merecerían ser tocadas a detalle pero me detendré en algunas que lejos de haber resultado dañinas para el Estado, acabaron siendo los motores y fortaleza de los estados democráticos modernos. La geometría del soberano, simplemente cambio de eje.

! Me refiero a la división del poder soberano, como factor esencial. Al constituirse en la mayoría de las repúblicas, la división de poderes, automáticamente la representación de la soberanía cambió su eje y pasó de su monopolio absoluto en manos del monarca, a la conceptualización de que la soberanía del Estado radica en el pueblo, si bien este cuenta con instancias para ejercerlo y darse la forma de gobierno que mejor le convenga. En la mayoría de los casos de trata de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial que de alguna forma se replica incluso en las monarquías parlamentaria.

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11 “Entre las enfermedades de un Estado quiero considerar, en primer lugar, en primer término, las que derivan de una institución imperfecta y semejan a las enfermedades del cuerpo natural que proceden de una procreación defectuosa”. Hobbes. Cap. XXIX.

! A partir de esa blasfemia contra el Leviattan Hobbesiano, el sometimiento del poder soberano a las leyes civiles también sufre un vuelco, no porque se pueda ejercer acción legal contra el soberano, sino porque los gobernantes que son nombrados por el soberano (es decir, el pueblo) y que ejercen el poder, quedan sometidos a un marco jurídico normativo que los limita en sus acciones.

! Las libertades de conciencia, religión, la propiedad privada, acompañadas de una explosión dinámica de derechos fundamentales y su expansión evolucionan como nuevas limitantes al ejercicio del poder por parte de los gobernantes frente a los gobernados (que son sus soberanos).

! De todas ellas, tan importante una como otra, destaco la libertad instituida en derecho fundamental, de expresión, opinión, divulgación e información, ya que, dice Hobbes: “no puedo imaginar como una cosa puede ser más perjudicial a una monarquía que el permitir que tales libros sean públicamente leídos sin someterlos a un expurgo realizado por maestros discretos aptos para eliminar el veneno que esos libros contienen”12.

! La noticia apara Hobbes es que el Leviattan democrático, alimentado por todas aquellas “enfermedades”, no ha sido destruido, en la modernidad, sino que, por el contrario, en muchos casos parecen ser la savia de la que se alimenta.

! Si bien, como establece Hobbes los hombres “para alcanzar la paz y con ella la conservación de sí mismos han creado un hombre artificial (el Estado -NdeA), así tenemos también que han hecho cadenas artificiales llamadas leyes civiles. Pero “no existe en el mundo Estado alguno en el cual se hayan establecido normas bastantes para la regulación de todas las acciones y las palabras de los hombres, por ser cosa imposible”.

! En todo caso, lo mismo para los súbditos del soberano asbolutista, que para los pueblos soberanos de la democracia, las razones para la constitución del Estado a partir de un pacto social son las mismas: la búsqueda de seguridad a la vida, a la familia y al patrimonio. Para las democracias evolucionadas de las revoluciones burguesas (francesa, mexicana, etc.) además se trata de la búsqueda de pretensiones de libertad, desarrollo, y otros anhelos inimaginables para Hobbes.

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12 Hobbes, T., Cap. XXIX.

! Dice Hobbes: “en ningún gobierno existe ningún otro inconveniente de monta sino el que procede de la desobediencia de los súbditos y del quebrantamiento de aquellos pactos sobre los cuales descansa la escencia del Estado”13.

! Mientras que respecto de la amenaza externa establece: “ya radique en un hombre o en una asamblea” las consecuencias de la falta del poder absoluto son la guerra perpetua...

! La pregunta ante estas aseveraciones traídas a la modernidad es qué tan vigentes resultan. En el caso de México, es evidente que la falta de fortaleza del Estado marcada por un aparente desorden creciente han significado una merma notable en la credibilidad del gobierno, desde hace varias décadas y de la figura presidencial, antiguamente identificada con poderes extraordinarios y metaconstitucionales.

! Problemas graves como el secuestro, la extorsión, el narcotráfico, la inseguridad generalizada, aunadas con el activismo político que se sustenta en la democracia, pero que quienes lo ejercen atentan contra derechos fundamentales de la sociedad, parecen estar completamente fuera de control, y alentados por la casi inexistencia de un Estado de Derecho.

! Sea por falta de fortaleza intrínseca o porque la democracia impone limitaciones enormes al ejercicio del poder, mientras que la liza por el poder político también presenta obstáculos a las soluciones de firmeza, el gobierno actual ha sido incapaz de garantizar la seguridad de la población que con cada vez menos parsimonia padece los efectos de un desorden que parece inacabable y que cuestiona a la vista de todos la capacidad del gobierno para brindar las condiciones mínimas que reclama el pacto social.

! Esta aparente incapacidad de los gobiernos emanados de un incipiente sistema democrático, alientan de tiempo en tiempo tentaciones autoritarias que se demuestran, lo mismo en el respaldo popular al caudillismo14, que en el reconocimiento de las medidas de fuerza y presencia militar en poblaciones donde la inseguridad ha llegado a límites insospechados.

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13 Hobbes. Op.cit.

14 En la elección del 7 de Junio, el Partido Morena, lidereado por Andrés Manuel López Obrador se erigió como la cuarta fuerza política, mientras en el DF asumirá la mayoría de la ALDF. En Nuevo León, un candidato independiente de corte caudillista y populista ganó la gubernatura por un margen tan amplio que ni sumando los votos del PRI y el PAN alcanzan para empatarlo.

! Por otra parte, como decíamos al principio, en Estados Unidos y en el mundo desarrollado es cada vez más notable la pérdida de algunas libertades muy apreciadas en el modelo democrático. Tal vez a causa del factor externo que señala Hobbes aunque con algunas variantes.

! Si estos síntomas habrán de hacer desaparecer el Estado democrático, a partir “enfermedades” creadas por él mismo y que en algunos momentos luminosos resultaron invaluables, es difícil decirlo. No son cambios que ocurran de un momento a otro.

! Lo que sí es un hecho es que la credibilidad en el gobierno de México está minada y dentro de lo que Hobbes podría llamar “enfermedades” de la democracia, el pueblo se ha dado los instrumentos para eliminar o cambiar lo que no funciona. Más que la disolución del Estado acudimos a la disolución de las bases del poder político del gobierno actual.

! Lo que sí es un hecho es que el viejo Leviattán que finalmente fue destruido, seguramente observa atento como el Leviattán democrático intenta demostrar cuán errado estaba el viejo Hobbes. Si es que lo estaba.! CONCLUSIÓN

El Hobbes revisitado para efectos de este análisis parece decirnos muchísimo más de lo que pudiéramos suponer respecto del Estado moderno, -tanto en democracias consolidadas como en aquellas que aún se esfuerzan por demostrar su efectividad, como la mexicana- a partir del viejo Leviattán, dedicado a la defensa del poder soberano absoluto.

La merma de la capacidad de acción de los gobiernos, derivada del florecimiento e impulso de las libertades y derechos humanos, si bien no parece prefigurar la desaparición del Estado como tal, si propende a la necesaria imposición de medidas de fuerza efectivas que, por lo menos en esencia, podrían en el largo plazo representar el inicio de una vuelta a modelos de gobierno más firmes y quizás, poco a poco, más alejados de la democracia como la hemos conocido. Esto, por supuesto, en la medida que las amenazas actuales y futuras, no encuentren solución en las propias dinámicas del modelo democrático.

CRÍTICAEn virtud del formato de este ensayo, la crítica se desarrolla a lo largo del texto por lo que decidí no ser repetitivo en un apartado específico.

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BIBLIOGRAFÍA

THOMAS HOBBES LEVIATTÁN EDITORIAL PAIDÓS

NICOLÁS MAQUIAVELO EL PRÍNCIPE EDITORIAL CIRUELA

HANS KELSEN TEORÍA PURA DEL ESTADO

EDITORIAL UNAM

J.J.ROUSEAU EL CONTRATO SOCIAL EDITORIAL PAIDÓS

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