HOJAS DIVUL^ADORAS€¦ · -5-año es bueno, como hace varius que no lo vemos,...
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MINISTERIO DE AGRICULTURA^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^;^;^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^.^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^,^^^^^^^^^^^^;^:^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
DIRECCION GENERAL DE AGR[CULTURA
HOJAS DIVUL^ADORASAf^O XXVIII DICIEMBRE i934 NUM. 23
NOCIONES ELEMENTALES DE APICULTURA ^]'^^r \_^^:ci^^^ J^^si^: n^^: ^,^^^.(^ ^^ ilr^z^^.ntA,
I?clificio d^^ I^. R:^fa^•1 tlrias, en c:u5^o s^nuaido pi^so ha instnlado u^nac^^,lrn^^^nn L.^i.^sia.
i 1l. P1:ODUC"[^OS I)T;I, ('OL:1^lI;N^\IZ Y í^^II?I^It)
\If?JOIZ llL' I7'I'II,IG^IIZ^.(^S 1'OR T:L ('OL1^1T?N1?RO
(Cu^itirtuació^t.)
I3. I'revistas la^ causas de los fracati^s en el ^rpartado
r^nteri^^r, :1, strj^^^ndr^^mnti ciiie t^d^^ ha i^1n nc^rmalniente, ^^
<^^ii^, p^^r lo Tanto, ^-a se pucde en el ^E^rimcr añc^ de instala^-
(^) ^`(•n^i,^ 1 i. Ilc^^,^s rt^úni^^ros ^-ahril, m-n^riv^^, iz-ju-^ni ĉi, ^^-luliu, t^ ^;,^^^a^^ ^' i ^-•^ iiticmhn ^q3^.
^^^^i^_"v^^t^^7mJi;}^`^i`'.2fi^,Á^L^$,̂$^;dF$^^i`$$^w^u4^s^ .
Estas <ho^as. se remiten Rratis a quien las pide al Servieio de Publi-caciones Agrícolas de la Direcciór Generql de Agriculturo.
- 2 -
ción g^zar la satistacción de recuger cosecha. Est^^ nu es ;probab^le
sea la normal ; ^pero ;pu^ede s^er sttficiente ipara den^ostrar ]a eficacia
de los ^procedimientos modernos ^- fundar es,peranzas cn base só-lida. No me ocu,paré más que de las colmenas n^ucíernas, dejandopara ofras HoJ:as, si el Servicio d^e Yublicacionrti .^^rírol<is me
[;1 cuadru de arriba fu^' colocado por err^^r, si^n ^ii^n^;una fLnnilacib^n,pcro ^tenía ^puesto^s ^los alambr^es. NGhense las celdas d^^ zárrganos. F.^lru.^dro de abajo te*ní;i una hoja completa de frrndacic5a^ y fué cubierta
totalmente de celdas dc obreras.(Ilustraciou^es de] A R C y X y Z de la Apicz^l^tura, de A. I. y
E. R. Root.)
dis,hensa el honor de encomendármelas, ]a ^exiplicación de lti trs^^-nica que debe seguirse en ilas colmenas vulgares.
En ]as de tipo ihorizon[al, el colmenero debe haber ido retirando
a un costado, si la ^piquera est,í en un extremo ; o a los dos, si ln ^,p^-
quera es central, ,los cuadros semilleno^s de miel y comenzadus aapercular, dejando las hojas de cera estampada ^para que las estiren_y la reina vaya desarrollando la ptresta. Ya será un buen aiio, y sehabrán hecho bien las cosas, si en una colmena de veinte cuadros,las abejas han estirado todos y han llenado cinco o seis de pues-ta, que en su ^parte st^iperior serán más gruesos, v tendrán una fajade mieL Ocurre que, al dar a ^la
parle su;perior del cuadro mayor
grtteso, establecen uniones opuentes, que fácilmente se rom-
pen con un cuchillo o sim;ple-ment^e al se^,pararlos, y esto no
debe ipreocu^,par al aipicultor. Lr^s -^
alvéolos dedicados a ]a puesta
tienen el fondo necesario ^paraque llegue a él la madre o rei-
na con e^l extremo del abdo-Caja dc p;unalcs.
men ; ^pero en los que ^destinan a la cosecha, con el objeto de aho-rrar es^pacio, los prolongan. Para hacer la a,peracicín de ir a^par-
tando los cuadros en la forma indicada, debe visitarse ]a colmena,
si el tiem^,po es bueno y se nota mucha actividad, cada ocho o diez
días. Si el año fuese tan exce;pcional que de los veinte cuadros sehall^tran ^diez o docc o^perculados del todo, o ^poco menas, y los res-
tantes con cría, ^^ hubiesc aún floración abundante, seria menesterretirar los cuadros llenos de miel y extraet'los, en el caso de no con-
tar con repuesto, para devolverlos a la colmena al anochecer. Si se
cuenta con re^piresto, se guardan los cuadros llenos, al abrigo de
hormigas, humedad y frío, hasta el momento de hacer la cose-
cha de todos. l^s indispensable que ]a caja en que se guarden los
cuadros estc`! conser^•ada en local tem;p^lado, ^pues de lo contrario, la
miel se endurece, y saldrá con dificultad del extractor. Téngase en
cuenta que en la colmena en ^plena actividad suele haber una tem-
peratura entre los 80° y 38° y a veces más.
>3 n las colmenas de alzas o verticales, cuando los dos últimos cua-
dros del cucnpo bajo o cámara de cría estén comenzados a llenar, es
el momento de colocar la ^primera alza ; y cuando ésta comience a
ser aperculada, y si sigue el tiem^po btteno y continúa la floración,
se levanta v, entre ella y la cámara de cría, se intercala otra. Para
animar a las abejas a trabajar recomierrdan algunos prácticos alter-
nar los cuadros, es decir, re^partir ]os llenos entre las dos alzas, co-
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locando inmediato a]a ^pared del alza un cuadro lleno o semilleno ;
a continuación, otro de cera ; inmediato, otro con miel, y así suce-
sivamente ; cíe tnodo que si cada alza llcwa, ^por ejemiplo, diez cua-
dros, se colocan en cada uno cinco cuadros de cera estamipada y
cinco con miel. Cuando se dis,pone de cuadros ya estirados de co-
sechas anteriores, se adelantrt tiempo. A esos cuadras estirados lla-
ma alg^án autor I;l ca^ital c^^el a^iicultor. Con buen tie^mpo y flora
abundante, ]lenan las abejas un alza en ipoco más de doce días y
a veces en menos. Claro es que siendo el enjambre fuerte. Yara sus-
tituir al exc^lui^dor ^d^e reinas, que algunos dicen es excluidor de m^el,
no es mala práctica la de colocar en las alzas un cuadro menos que
en la cámara de cría, reipartiendo eil espacio ^pro^porcionalmente en
ia s^para^:ór. de los cuadros, a los cuales dan las abejas mayor grue-
so, como a la l^arte ^alta d^e los de las coltnenas horizontales, y así
la reina no sucl^c sttbir a^,poner en ellos, de no encontrarse muy
a^pretada en la ^,Parte baja.Y llegamos a la cosecha, que en cada región ^d^eipende deQ mo-
mento en quc en cada una de ^ellas termina la floración ^principal :
azahar, remerc^, cantueso, es;pliego, ajedrea, etc. Yara las colm^enashcirirontales es conveniente dis-
,poner de una caja de madera li-
gera o d^e ma^dera y cinc, en la
yt;e se ;puedan ir metiendo, sus-
^,pendidos como en la co^lmena,
ios cuadros que se van sacan-
do de ésta, y de los que con
ei ce^pillo a^decuado se barren
ias abejas Dicba caja debe te-.I^,^n algunos ca^^r>s ]a^s tir^ts de madera
^u^u roídas t^ur las abejas_ ner ta^pa, que se tendra abter-
ta el menor tiem;po ;posible,
ipues cvn^o la cosecha se hace cuarndo emipieza a escasear la flor,
están las abejas propicias al saqueo, y podrían acudir a la caja
en masa y además alborotar el colmenar. No deben sacarse más
cuadros qu^^ los total o casi totalmente operculadcs, signo deque la miel está madura y exenta, ipor tanto, ^del ipeligro de ^la
fermentacibn ,por exceso cíe agua, y dejar los necesarios ^para
que las abejas qued^^n con suficientes iprovisiones dttrante el in-
vierno o:^^ _ ooca yu^:^ transcurra l^tasta nueva floración. En la sie-
rra de Guaá^:rrarna, cos^, ^hando a fines de junio, hay que de-
jar, por lo meno=, de t 5 a z^ hilogramos por colmena. Si el
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año es bueno, como hace varius que no lo vemos, clcsgraciada-
mentc•, puede Itacerst otra coseclta hacia mediados de vctnbre, v
en ese momento i^cculnr 1<ts hro^•isiones dc todas las colmenas,
interc^tmbi<u^do los cuadrea ^,preci^os, ^de forma que cada una se
quede con ttnos t^ I:i^.lo^rnn;o^, clue lts h^^^tan ipara eyperar hasta
fines cle al>ril. Al dejar lns ^pruvisioncs cs ,preciso fij<u•s^e bien en
clue los cuadros senn de tiftiel, _^^ no de ,polen, que ^pesrtn mucho y
puecien en^ratiar.
I^^n las colmenas verticales o d^e alzati sc sim^plitic•a la cipera-
ción, utili-r.ando lus esr^pes de ahe-
jas, }- no hace falla caja, ^pues se
retirrtn las alzas, que se ta^,pan con
un ;par de tableros, uno arriba ^-
utro clchajo. Los escapes, si son
de tipo Yo^rter, o cualcluiera de sus
^•ari,ir.tes, van montacíus en un ta-•l^nhl^^ru ^ on s^, c^sct,^^c di^ nbcjas.
hlero, que se int,^rcala enire las rilzas y ila eamara de cría veinti-
cu^ttro o cuarc°nta v ocho horas ^intes ^de retirarlas, lo que se ltace cb-
modamente v sin que en dichas alzas queden abejas o quedando muy
pocas. Si se utiliza el esca^pe Peque^ta ^^tt^nrnvilla, muy elogiado ^por
1'errct Nlaisonneuve, ^puecle iponerse en ]as mismas alzas, mejor di-
chu, abrirlo, pues s: se us^i dicilto es<•apc^, debe ir coloca^lo ya en
ias nlz^is, ^l^^^r^t t^tpnclo hastn el niotnento de utiliz^arlct, IPu^es de lo
c•c^ntrririu I^, ltr^^holizan c inutilizan al intnovilizar las lengiietas
cle celuloide due lo forman. Si nose dispone de escapes, hay que,proce^de^r de modo similar que con'^l^cs colmenas verticales ; ^pero en lu-bar de llevar tn^a caja, se Ileva unalza vr^cía sobrc^ un tablem con
La^•:,pe doblc de abejas, de P^orter. otr'o qite sirva ^de ttt,^pa. Se sacan
los cuadros uno a uno, se barren
y sc ^ponen en el alza, taipandc i nmediatamente, v el alza vacíade la colmena coseclta^a sirve. ipara cosechar 1 q si;uiente, y asíse sigue, hasta hacer la carga due se ^pueda transportar, y^ que^^aría, como es ]lano, st_^^ún el medio de trans,porte. R^etiradoscuadros o alzas, se van tap?ndo las colmct^as, y se lleea la co-secha a^l cbrador o laboratorio de estracción. "[^odas estns ope-
raciones dc^hc^n It^tcet^sr cn huc^n día v en r^l mnmento d^c^ ma^^oractividad c^n el colmenar, n^tra clue, ^.,^ando niuchas pecorea^doras
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fuera, estorben menos, em;pleando e^l menor tiem^po posible, pero
sin atrapellarse y dar gol;pes o hacer movimientos bruscos, ^pro-
curando no rom^per ^panales y dejar miel al descubierto, y con es-pecialísimo cuidado, si se rom^pe algún trozo de ^panal o cae miel,
de encerrarlo en la caja o enterrarlo, ;para no des^pertar el ^pilla-
je, ]o que e^ muy fácil en épocas de escasez. Otra advertencia
de excepcionail importancia es ]a de respetar en las colmenas ver-
ticales la cámara de cría, de la. que no debe extraerse ni un pa-
nal de ^rniel. La intangibilidad de la cámara de cría es ;princi-
ipio en el que, con razón, insisten los autores del reciente libro
Abejas y colmenas, y que los a^picultores deben incrustarse en elcerebro v no olvidar nunca.
El in^erto en los frufales^ Por ALFJ.aNDxo V^,zc^urz,
ingeniero agrónomo.
'1'odas ilas plantas dan origen a otras distintas, hijas de ellas,
que ;pudiéram`os llamar, que, coma tales, heredan la mayor ^parte
de las ^pro^piedades y caracteres de sus ipadres ; ipero también ten-
drán otros nuevos, suyos exclusivamente, que les servirán ^para
diferenciarse de todas las demás de su misma es,pecie.
Así es la re^roducción, interviniendo los dos sexos, masculino
y femenino, representados ^por órganos distintos-estambres y pis-tilos-, en todas las ^plancas su^periores. Pero esta clase de p^lan-
tas ^pueden también multi^licayse, es ^decir, de un ^pie obtener
muchos más, sin qtte ninguno de estos nttevos constituya una ^plan-
ta distinta, sino la misma, es decir, que las obtenidas lo han sidodes;prendiéndolas de otras ya existentes, sin intervención del ma-
cho ni de la hembra, ^por lo tanto, sin haber creado ningún nue-
vo individuo.
Como, aunque se^,paradas unas de otras, todas son la misma
;planta, cuando se han obtenido ^or mulli^l^icación, tienen las mis-
mos caracteres, idénticas ^,propiedades, en una ipalabra, forman un
solo individuo.
Para obtener ^auevas iplantas, nuevos seres vegetales, no hay
más que tm procedimiento, la semilla, es decir, el producto de
un maclio y una h^^mhra, <^i.le dan el germen de una nueva vida.
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Por el contrario, ipara ^mult^iplicar un^t ^planta, em^pleamos los
acodos, estacas t^ injcrtos, mediante los curiles hacemos due una
;parte de la plnnta dacla
sigtt d^^srirr^al<'indt^tie c^n
otro iu^ar dcl qut^ c^s-
taba.
1;1 mas im,purtante de
estus medios es t^l in-
jcrtu, ^- dc él vamos a^^cu^parnos a continua-
citSn.
^ Qué e s injcrtar ?
lnjertar es hacer queuna planta viva y se.
desarrolle sohre otra
enraizada, ^para así ob-
tenc.r rtlstui.t finalidad
I)e emp^alme.
útil al li^^mhre. La ^pl^^nta enraizada sohre ila ^lue va a vivir la nt^cva
se llama ^ntrtíta o^orfai^ijerto, y la otra, sim^pletuente i^tjerlo.
^, Cu^tlquier injerto ^puede ^ponerse sobre cualdui^^r patrón ? De
nin;ún modu. Han de guardar entre sí un conjunto de relacio-
n^^s, a ve rr^s de fundamento ipoco
D^ yc^ma ^+inbuti<lo.
bles ipara que sea ^po-
sible la ^,poseerior vege-taciGn ^lc ambos en co-
mún, ya que el ^,palrónip^ndrá a dis^posicicín
del injerto todo lo que
sus raíces absorban, Y
el injerto cc^derí al ^^pa-tr^^^n cuanto sus h^^jas(ias verdaderas fábri-
cas de la planta) éla-
boren, siendo, ;p u e s,
preciso este doble cam-
uio cí e iproductos ya^prove^l^iamiento de los misrnos. I?stas concliciones ^pueden resu-
mirse en las siguientes :
i.a Un cic^rto ^,pnrentcs<^o ^^ atraccicín ^,ntr^^ las dos ^plantas,llamad^ afiiticlad, que es, indudablem^^nte, e^^l rc^sultad^^ d^^ su <^s-
conoci^du, tltte s^^n ini^prescindi-
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tructura anatómica, de su nutrición, etc. L'sta afinidad se mani-
fiesta, sin regla fija, entre las ^plantas, no ;pudiendo, a veces, in-
jertarse ^plantas que parecen muy ^próhimas entre sí, como el ^pe-
De ^ emsi rmbuti^lo.
mamente en contacto, ^para quedesarrollo de ambos.
4.a nue e] injerto
dan brotar y ^dar ramos.
j.a Oue ] o s mo-
mentos de entrar v sus-
penderse la vegetación
sean próximamente los
mismos en ^patrón e in-
jerto, así como los de
maduración de los fru-
tos.
No e s preciso-y
menos a los '^lectores deIloj:^s, que nacieron
)7e hci^didura sirnplc.
v viven en y para ^el campo-entrar en detalles qu^e justifiquen debi-
damente estas condiciones, pues su conocimiento de la vid^t vegetalse las hace ver.
Casos más im^poríantes en los que se em^lea el i^ijerto.-Den-
tro ^d^eil general de re,,pro^ducir ipies de plantas qu^e inte^rese ^per^pe-
tuar, ^presenta cxracteres es^peciales, en ciertos casos de gran impor-tancia práctica, tales como :
se suelden
ral y manzano, y, en
cambio, es fácil entre
otras más ^distintas, co-
mo el mismo ^peral so-bre membrillero.
Z.a Que c^l ;patrón
esté lo suficientemente
desarrollado ^para ipo-
der alimentar al inj^er-to, y éste ^pueda des-arrollarse ra^,pi^damente.
3.a Que las zonasgeneratrices o forma-doras de] ^patrón e in-jerto se ^pongan ínti-
iperfectamente y siga el
tenga yemas bien formadas, ;para que ^pue-
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Para cultivar cicrtas especies y v<^riedades c^n suelos no a^pro-
,piados, injertándolas sobre ^pat^rGn riuc ,pueda vivir en dicho suelo.
Yara hacer lructífe-
rus ipies estérilts o me-
jorar la calidad d^^ lus
frut^s.P a r a rejuvenecer
,pies viejos o agotados.Para mstaurar árbo-
les quc l^a^-an sufrido
ciertos acci^dentes, co-
mo heladas, rayos, et-
cétera, y que, ipor esc
n^otivo, esté desequili-
brado su sistema aéreo.
Yara reunir en un
mismo ipie los dos se-
I)c ^^^n^paln^c de ^costad^o.
xos, cuando se irata de ^plantas qur en cada ^,pie s^ílo hay un st°^o
(^p'lantas dioicas).Para haicer ,posible e] enltivo de iplantas atacadas ipor ciertas
enf^erniedades inj^^rtan^do sobm ^^patrr>n que sea inniune, con7o en
A caballo.
el caso ^de la filos^era
de la vi^d ; o, ^por el
c o n t^r a r i o, injer-
tan^do ^}^lanta qtie no sea
atacable ipor Ila enfc°r-
medad.P a r a adelantar la
fructificación, va que
ésta es una de las im-portantesconsecuencias
clel injertado.
^iodos de i.njertar :
So q mtichísimos, ^puessiem^,pre que se ^pongan
en contacto dos plan-
tr^s c^ue reúnan ese conjunto de coildiciones, tltie liemos indicado
antc^s, es ^,posible el injertado.
De ^cstos múltiplcs mo^dos, unos son los más generales y a ellos
solamf^nte vamos a referirnos.
- lU -
Para su mejor comprensión y estudio, se agrupan en varias
secciones, siendo muv c^^rriente la siguic:nte clasificación :
Sencillo de ycma.
Injertos por a;proxi-
mación.
Injertos de ^p^úa.L^jcrtos por ^ emas.
I;n el ;primer grupc,
cl inj^erto n^ se se^para
de su pl^inta antes de
ponerlo en contacto con
el patrón, es decir, an-
tes de hacer la oipera-ción ^de injertar, sino
después de que ^ha ha-
hido soldadura ^^ntreambos. Se conr^Prcnde
que sólo ^podrá realizar-se cuando la planta patrcín e injerto estén lo sutic^entemente próxi-
mos para que sea ^posible ^ponerlas en contacto. lis, ipues, muy limi-
tado su emipleo ; ^puede decirse que sólo tiene a;plicación ipara con-
solidar setos, ipara re^poner ramas, etc., aunquc sc em;plee también
ipara multi^plicar ^plan-
tas, ipreviamente obte-
nidas c:n macetas queluego pueden llevarse a
la ;planta ^patrón.
L1 segundo grupo es
ya muy interesante. Secaracteriza iporque so-
bre el patrón se coiloca,de formas diversas, un
trozo cíe ramo o rama
del injerto com;pleta-
mente desprendido desu ^planta.
Este trozo que cons-
D^^ casttidu.
tituye el injerto, suele llamársele ^ún ^- necesita cumiplir ciertas con-
diciones : principalmente estar bien sano, constituído y agostadu
ipara que ;pueda soldar bien con el ^patrón.
Segítn como se coloque ]a ^púa, estos injertos se agrupan en
tres : de hendidura, de corona ^- de lad^.
- II -
D^ hen.cl.irlura. S^^ llaman rtsí ^po^rquc hay qttc hendir el ^ptttrón,
a tin de poder meter ia píta.Los modos más im^portantes de efectuarlos son :
.Simrle.-I,a ^pú^t se
n^tismo extremo, for-
m^índose así dos curns,
a>nstittryen^do c o m o
un<t hoja dc cuchillo,sien^du el 'lomo dc ésle
la delgada ca^pa de ma-
dera que queda.E1 patrón sc corta
horizontalmente v sc
corta ^,Por la mitad ha-cia ahajo, ^prt^curando
no se raje.
^,por <unbos lados de
De aprosimaci^^^^n i^nglés.
tm
I?n esta l^entlidura se intrtrduce la ipúrt }^rt ^,hr^^parada, de inodu
yuc sus caras c}ueden tocantlu a las abiertas cn el patrón ^^ las ^•nr-
(I"/,iIS Cl)tltaCfG.
T^,s mu^• t^ni^,Plt^ado en todos
de amb^^s también f' n
frutales, h^uiéndolo genc^ral-
t^n ver ^l<^
1)c pi^^ dc ^^aLra.
I^oble.-1?s cl sintl^le. ;I>cr^t
losniente en ^primavera,
aunque en muchos ca-sos da mejor restilta^d^>
en otorio.
De pie dc cn6rn.-
I?s una modificaci^ín d^l
anterior que consiste
en cortar el patrGn, n^,
sóil o horizontalmentt^,
sino también oblicua-
In('lite, en ^^iCO dl'
flauta ; despttés se ^hace
Iri hen^didura _^= se inirG-
13uce 1a PÚ1.
pon{^r una, se ponen dos}^tías, una hacia cad<t e^tr^niu <le la !hen^d;dura del patr^ín.
A m-edia nr^udera.-Es e] simple, }^ero en vez de cortar to^1G el}^,ur^ín de un laclo a^otro, se ^hac•^^ con 1<t mitad, ihasta la médula, ct^lrr-c<in•do a^^quí la l^úa.
I'n^r ^rccr^u.elución..-Se diferencia ^en que el ^patrón no se corta
cort<t r>blícuamenhe
- I2 -
ipara inlroducir In .púa, sino que se excava liaciendo unn caja dondecolo^car eil e.^tr^^n^o de la i,púa, es,peci^ilniente preiparada para ello.
lle co^rona.-1^ n éstos la púa o pú<^s se col^oe^n entr^• la corteza
_v albiir<^ ^lel patrón, sin hen^lirlo. ^I'rtra ^llo se c^^ria horiz^^ntalmt^nt^^^ ^^1 ^ritrón y se ahtiet;a la cor-
Uc corana I^u Iirc^tiil.
tez^t ; in,ro^duciendouna
;púa, es simplc ; si va-
rias, se llama múlti,ple,
u también c^^rtando ver-
ticalm^enhe ln cor,teÑa só-
lo _v entre lus labios ^dela heri^da s^e introduce
la ipúa cortada en bisel.
La época mús favo-rable ipara estos injer-
tos es la ^priuiavera y
hien adelantada, ^para
^lue el árbol esté en p!e-na savia y sea fácil ejecuiarlos ^• solda^rse ^patr^ín e injerto.
De laclo o costadu.-}?n ^este ^;ru^^o no es necesario coriar ihori-zontalmente el patrr5n, pucsi^^i rlii;^ rs lni^^rnlmente dnncíP sc hace la
incisi^ín qtie ha de ,^^^^-
rrcr en contacto los tr-jido^s ^del ^patrón ^^ in-
_jerto.Sus formas más iin-
^portantes son :Sirn^yle o cortando la
^^^rteza del ;patr^ín, sin
s^pararla de él por ^I^^sincisianes ^per^,^^^endicn^-
lares, f^orman^do, ^p ^^ r
tanto, tina T. I,ri :púa
Pe^' inrcrustaci^Sn.
se corta en lámina bisel uiti^^ alar^a^da ^^ se introcltice bajo ]a corteza
cíe la T.
Puede ihacerse tan^bién por corte oblicuo.
De empal^me, c^ue Ps el mismo anterior, separan^do la niuc•sca qtte
resulta ^l^e ^dar otro corte pcrpen^dirular al eje ^l^el patrón ^- en el ex-
tremo ^lel oblicu^^ ^>rimeran^^ente 1^ierho.
En el tíltimo ^ru^^o, el inj^erto l^^ constituve una ^^ varias ve-
- i3
nias cc^n sti t•or(^za ^^^rn^.,pondic^n^e, lij^índose sr^l^re la ^ilbura de la
^^l^uit<i ^E^^itr^ín. I?.,los inji^rtos, por ^^i t^^icil ^jc<'uciún ^- scncill^ez, son
l^,s iiias en^j>leados, [>ti^li^^ndb re^^liznr.ti^^ a,^rinci^^ius ^d^e la primti-
^^^^ra c^ a <<c^j^.> ^ ^°land<^^^,
y1 C^LIe ^RS yC'I11^1S CSltLil
^^I'UAltll^lti ^1 ^)1-(^ílll', A' 1
t11leS^ P,n 4C[)(It'lll^r('^ U
a <<r^1^^ ^durmicncln>>.
Ctinnd^^ se hacc ^°!
inj^^rt^^ a «uj^ ^^c°l^in^l^>>>,
^prccisri ^r^^n rrinti^l^tcl
^dc savia, ya quc la y^^°-
m<i vti a hrotar ^° d^s-
rirrollarse ríi^^icl^iment^,
y pc^r ell^ <^s r^•rc^mcn-
^1^i1^1e deca,^^itar ^_^ d^•s-
nir>char la ^,plant^a ^^^^-
t rón .
.^ mc^li^ madcra.
I,^^s inj^•rtns tie ^^^m^i s^^ l,n^ ^Ii^^i^,_Ic ^en :<<]njert^^s de r^s^tideten ^,
<<[njt^^r(us <ir c;<inutill^>», si^^n^^l^^ 1_i f^;rn^a ^^u^e st• ^cla a la ^^<^rtera de la
^^^^niri la r^^ziín funilanl^^nial ^c]< <^sT^i división.I'ara preparar la ^^^lanta p^r(rón ^°n l^^s es:^uclc°t^^ti, S^^e l^e Ihac^e una
De hevididura doblc.
incisión en forma dc ^I^yue curte la c^^rteza ^-
no ]a albtn-a ; se levan-
t^in c^^n cui^lado los 1<i-
bios d^ corteza así for-mad^^s _v ^e introdur^°
la y^^ma de la ^p'^Ir^nta in-
j^^rt^;, ^-enia qu^^ d^^hc
li^^h^^rse ^°sco^i^l^^ enlr^^
ias mi^jor c^^n^ti(uí^l^is
y dc:l tcrci^^ m^cdi^ d^e
un ramo.^n la pre^par^icic'm dc
la vema hr^y que t^^ner
^;ran cuidado en que
no ^^ucde cie.^a o^^ncía, ^^s ^1^^:^ir, ,^n ^^u^^ nu ^^ur^ci^r sólo la corteza,
sinci tanibi^ n i^l haz c^ue ha dr pc>ncrla ^^n c^^ntrict^^ con la savia d^^l
^^^at r^5n .
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Des^pués de introducida la yema, se ligará con rafia o fibra elás-
tica análoga, empezando por arriba para que no se muera la yema.
Entre los injertos de canutillo las formas más importantes son :
Injerto de jejjerson, en que la rama de la planta patrón e in-
jerto se buscan de diámetro igual y se ^qui^ta todo alrededor de ]a
^patrón un anillo de corteza que se sustitu^^e por otro igual de la
planta injerto y que lleve una o m,ás yemas.
Injerto de silbato, que es análogo al anterior, pero se corta el
patrón y de este extrem^o se saca el anillo ^{e corteza ; y, por tí]-
timo, el injerln d^^ planta, yue es el anterior, ^pero ]a corteza del
patrón no se separa por completo, sino que se rasga en tiras, conlas que después se recubre el anillo rle la planta injerto.
A c^ntinuación damos tm cuadro de portainjertos o patrones
más preferibles para los principales frutales, así como el sistema dr
inj^erto más emplea•do en ca^da caso. ^
CLASh: 1)E FRUT.IL YATRfj^; PREFEI2IDUSISTEMA DP: INJEI2TU
\I^iS E\IPLEADO
Acerolo . . . . . . . . . . . . . . ^ lapino Albar . . . . . . . . . . . . . . . . . . I Yema.C Irolero franco . . . . . . . . . . . . . . . .
....Almendro . . . . . . . . . . . . . . . . .Melocotón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Albaricoquero . . . . . . . . Yema.Albaricoquero franco. . . ........Clruelo mirabolano. . . . ........:^lbaricoquero . . . . . . . . . . . . . . . . . .
I Almendro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..4lmendro. . . . ........ ]?çpino de injertar ............... Yema.
^ Ciruelo jtaliano . . . . .. . .. . .. . .... ICastaño . . . . .. ........ ^ Castaño franco. . . . ............. I Yema.
Cerezo. .,f Cerezo franco . .............. ... 1 Corona.I' ' ' ' ' ^ ^ ' ' ' ' Cerezo de Santa I,ucía. . . . . . . . . . . !J Cirolero silvestre . . . . . . . . . . . . . . . I Cachado.
Cirolero . . . . ......... . Cirolero mirabolann. . . . .... Yema.I Endrino grande . . . . . . . . . . . .: : :: ^ Cachado.
Granado . . . . . . . . . . . . . ^ Granado silvestre . . . . . . . . . . II Manzano franco . . . . . . . . . . . . . . . l Cachado.
Manzano . . . . . . . . . . .. . I Dulcillo. . . . ...... . . . . . . .. .. . . . . Yema y Cachadol Paraíso. . . . . . I Yema....................
Melocotonero silvestre. . . . ......
Melocotonero. . . . . , . I Almendro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cachado.( Ciruelo Damas . . . ... . . . . . . . . . . . . I Yema.
Albaricoquero . . . . . . . . . . . . . . . . . .Membrillero. . . . .. . .. . ^ Membrillero . . . . . . . . . . . . . ... ... ^ Yema.
Níspero . . . . .. . . . . . . . . ^ Níspero silvestre. . . . . . . . . . . . . . • ^ Cachado y Yema.
( Espino Albar . . . . . . . . . . . . . . . . . . ^Peral silvestre . . .. . . . . . . . . . . . . . .
Peral . . . . . . ; ^ Ytembrillero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ^ Yema y Cachado.^ Espino Albar . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jj ^
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ANIMALF,S UTILES A LA AGRICULTURA
EI sapo, modesto ayudante del agricultor^ Por Jos^ Micur.r. EsrLVAN.
Este animal feo, de aspecto repugnante, tan injustamente des-
preciado por el vulgo, merece muy distinto trato del que gene-
ralmente se le da ; pues, prescindi^endo ^del efec:to más o menos
desagradable que su vista nus produce v de las cualidades vene-
nosas que se le atribt^ven, qu^e, como se ver^t ^m^is a^delante, no son
tan temibles como se cree, tiene, en cambio, una particularidad
que en otra especie se consideraría como defecto, y para nos-
otros es utilísima : su insaciable glotonería. Este desmedido afán
de comer, dados los alimentos que engulle, es tan necesario para
el labradr^r cluc. cc^mpensa cc^n creces lo desagradable de su pre-
sencia.
Para reproducirse este animal pone la hembra .dos largos cor-
dones de huevos, que deposita en sitios húmedos. De estos hue-
vos salen unos pequeños renacuajos qtte, al cabo de distintas me-
tamorfosis, llegan a transformarse. en sapos perfectos. I?n esta
última fase de su vida es ĉuando nos interesa desde el punto de
vista agrícola.
Descansa durante el día en agujeros oscuros y debajo de laspic^<3ras ; mas, apena.5 s^- ociilta el .ti^nl, cmp:eza su lenlo paseo,
abandonando su guarida, a la que no vuelve hasta el amanecer.
Durante esta e^cursión nocturna es cuando realiza su benemérita
labor para la agricultura, destruyendo a su paso toda clase de li-
ilrar,os devasta^l^ires ^le ticrnos tallos ; mariposas y gusanos que
chupan los jugos de las plantas, así como cucarachas, langostas,
escarabajos, grillos, cigarras, hormigas, caracoles, y otros muchos
animalitos tan perjudiciales en nuestras huertas y cultivos son
devorados por este animal de abultado vientre.
También es muy interesante la labor del sapo por lo que se
reĥere a los mosquitos, siendo enorme la cantidad de éstos que
se come al cabo de] día, pues hay que tener en cuenta, y esto es
lo interesante, que la mayor parte de estos mosquitos son pro-pagadores de enfermedades infecciosas, generalmente fiebres de
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todas clases y en particular palúdicas. Parece mentira que animal
tan útil sea tan despreciado por quienes tanto favor le deben. Con
frecuencia, cualquier persona que le tropieza en su camino le hace
blanco de sus iras, golpeándole con piedras y palos ; si es un niño
quien lo descubre, no conformándose con pegarle, juega con él
de la manera más brutal hasta dejarlo destrozado y con el cuerpohecho jirones.
Se atribuyen al sapo ciertas propie^dades venenosas en un lí-
quido que segrega por su piel y en su orina. E1 humor que trans-raira por unas pústulas que tiene en la piel tiene por objeto re-
blandecerla _y facilitar la respiración cutánea ; no enven^ena ni per-
judica a las personas, tle no mezclarse ^lirectamente con la san-
gre ; de tal manera, que como é] no tiene arma alguna con que
herir, se le puede tocar y coger perfectamente, siempre que quien
lo haga no tenga alguna herida o rasguño .donde pueda penetrar
el citado líquido. La orina que lanza al sentirse acosado lo hace
a poca distancia, y sólo en el caso de penetrar en los ojos pue-
de perjudicar a las personas.
Este destructor de insectos tiene la ventaja sobre los topos y
ratones, que también se alimentan de los mismos, de no estropear
el terreno ni los cultivos, defecto que hace considerar a topos y
ratones como animales más perjudiciales todavía que los mismos
insectos.
Afortunadamente, en España empiezan a preocuparse los hor-
telanos .de tan importante asunto, ya que en la provincia de San-
tander hay quien, conociendo la eficaz labor de los sapos, los dis-
tribuye por sus huertas, segurc ^el beneficio qu^e le reporta esta
adquisición. En el extranjero, sobre todo en Inglaterra, se com-
pran y venden en los mercados de labriegos, y dan tal importan-
cia al sapo. que le encierran en invernaderos con ]as flores más
bonitas y apreciadas, siendo notorio el contraste de tan repulsi-
vo guardián con la maravillosa belleza de las flores que cuida.
Deben, pues, .desecharse los tradicionales prejuicios que ha-
cían del sapo un bicho despreciable a los ojos de la gente, en
atención a su reconocitla utiliclad ^para los labraclores, principal-
mente los que al cultivo de huertas se dedican.