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www.elunsuyai.cl COMPARACIÓN ENTRE TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Y DISLEXIA: ¿SON LO MISMO O MÁS BIEN UN CONTINUO? INTRODUCCIÓN: Dentro de los campos que estudian las dificultades específicas de aprendizaje, han surgido reiteradas ocasiones en que se ha dudado sobre la diferenciación entre Trastorno Específico del Lenguaje y Dislexia. Algunas investigaciones han señalado que podrían ser trastornos obviamente diferentes; mientras otros apuestan por un continuo, en que uno precede al otro, siendo tal vez manifestaciones evolutivas diferidas del mismo déficit cognitivo. A continuación, se efectuará un análisis de los contrastes y relaciones que posiblemente existan entre ambos trastornos, con base empírica y asociados a características claves, tanto conductuales como cognitivas, que podrían aportar claridad a la hora de hacer estos cuestionamientos. TEL Y DISLEXIA: RELACIONES Y CONTRASTES TEL y Dislexia según DSM IV-TR: Criterios Diagnósticos y Características Conductuales Antes de partir hacia un análisis desde un enfoque cognitivo, es preciso efectuar contrastes a nivel comportamental de ambos trastornos. Según los CRITERIOS DIAGNÓSTICOS del DSM IV-TR 1 , ambos se clasifican como “trastornos de inicio en la infancia, niñez o la adolescencia”, haciendo énfasis en su carácter evolutivo, más que en su posterior adquisición. El Trastorno Específico del Lenguaje (desde ahora TEL), se encuentra categorizado dentro de los trastornos de la comunicación, y se caracterizaría por “una deficiencia en el desarrollo del lenguaje (puede ser sólo expresivo o receptivo-expresivo), demostrado por un bajo rendimiento en las pruebas aplicadas”(criterio A). Asimismo, las dificultades “interfieren en rendimientos académicos o laborales o la comunicación social” (criterio B). Por último, tampoco se explica por “retraso mental, déficit sensorial o motor del habla, privación ambiental” (criterio D). Por otra parte, la Dislexia según este mismo manual se categoriza como un trastorno del aprendizaje. En el resto de los criterios, se manifiestan los mismos presentados en el TEL (criterios A, B, D). Es importante destacar que todas estas características manifiestan similitud en el diagnóstico, la especificidad de ambos trastornos, así como su diagnóstico por criterios más bien de exclusión. Sólo se diferenciarían en el tipo de clasificación señalado (uno como trastorno de la comunicación y otro como trastorno del aprendizaje). Pero, ¿no es la lectura un tipo de comunicación (escrita), y el lenguaje una capacidad que se desarrolla por medio del aprendizaje?. El DSM-IV-TR menciona también las CARACTERÍSTICAS CONDUCTUALES que se manifiestan en ambos casos. En el TEL, la persona afectada presentaría un “vocabulario sumamente limitado, errores de tiempos verbales, dificultades de memorización de palabras o producción de frases de longitud o complejidad propias del nivel evolutivo del sujeto; habla cuantitativamente

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COMPARACIÓN ENTRE TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Y DISLEXIA: ¿SON LO MISMO O MÁS BIEN UN CONTINUO?

INTRODUCCIÓN: Dentro de los campos que estudian las dificultades específicas de aprendizaje, han surgido reiteradas ocasiones en que se ha dudado sobre la diferenciación entre Trastorno Específico del Lenguaje y Dislexia. Algunas investigaciones han señalado que podrían ser trastornos obviamente diferentes; mientras otros apuestan por un continuo, en que uno precede al otro, siendo tal vez manifestaciones evolutivas diferidas del mismo déficit cognitivo. A continuación, se efectuará un análisis de los contrastes y relaciones que posiblemente existan entre ambos trastornos, con base empírica y asociados a características claves, tanto conductuales como cognitivas, que podrían aportar claridad a la hora de hacer estos cuestionamientos.

TEL Y DISLEXIA: RELACIONES Y CONTRASTES TEL y Dislexia según DSM IV-TR: Criterios Diagnósticos y Características Conductuales Antes de partir hacia un análisis desde un enfoque cognitivo, es preciso efectuar contrastes a nivel comportamental de ambos trastornos. Según los CRITERIOS DIAGNÓSTICOS del DSM IV-TR1, ambos se clasifican como “trastornos de inicio en la infancia, niñez o la adolescencia”, haciendo énfasis en su carácter evolutivo, más que en su posterior adquisición. El Trastorno Específico del Lenguaje (desde ahora TEL), se encuentra categorizado dentro de los trastornos de la comunicación, y se caracterizaría por “una deficiencia en el desarrollo del lenguaje (puede ser sólo expresivo o receptivo-expresivo), demostrado por un bajo rendimiento en las pruebas aplicadas”(criterio A). Asimismo, las dificultades “interfieren en rendimientos académicos o laborales o la comunicación social” (criterio B). Por último, tampoco se explica por “retraso mental, déficit sensorial o motor del habla, privación ambiental” (criterio D). Por otra parte, la Dislexia según este mismo manual se categoriza como un trastorno del aprendizaje. En el resto de los criterios, se manifiestan los mismos presentados en el TEL (criterios A, B, D). Es importante destacar que todas estas características manifiestan similitud en el diagnóstico, la especificidad de ambos trastornos, así como su diagnóstico por criterios más bien de exclusión. Sólo se diferenciarían en el tipo de clasificación señalado (uno como trastorno de la comunicación y otro como trastorno del aprendizaje). Pero, ¿no es la lectura un tipo de comunicación (escrita), y el lenguaje una capacidad que se desarrolla por medio del aprendizaje?. El DSM-IV-TR menciona también las CARACTERÍSTICAS CONDUCTUALES que se manifiestan en ambos casos. En el TEL, la persona afectada presentaría un “vocabulario sumamente limitado, errores de tiempos verbales, dificultades de memorización de palabras o producción de frases de longitud o complejidad propias del nivel evolutivo del sujeto; habla cuantitativamente

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limitada”. Asimismo, “el inicio del habla es más tardío y progresan con más lentitud de lo normal”. Este trastorno se asociaría a un “Trastorno Fonológico”. Por otro lado, y según el DSM-IV-TR, las conductas en la dislexia van asociadas a “lectura oral deficiente, caracterizada por distorsiones, sustituciones, omisiones, lentitud y errores en la comprensión”. De igual forma, “incapacidad para distinguir las letras usuales o para asociar fonemas usuales con símbolos de letras”. En ambos trastornos, es importante destacar las deficiencias a nivel de lenguaje, con alteración en los procesamientos fonológicos como base. El TEL ha sido considerado como una dificultad en el ámbito específico del Lenguaje de tipo Oral. No obstante, la Dislexia sería una especie de “análogo” en el ámbito del Lenguaje más bien Escrito. Es importante destacar que no sería un análogo completamente, pues el TEL se enfocaría a dificultades tanto de Comprensión como de Expresión del Lenguaje Oral; no obstante, la Dislexia se limita sólo al ámbito de la Comprensión en el Lenguaje Escrito, para lo cual, no se considera en caso alguno las Dificultades de Producción de Lenguaje Escrito. Podría ser interesante entonces, verificar solapamientos entre Dificultades de Aprendizaje de la Escritura y TEL subtipo Expresivo. Asimismo, es relevante especificar el solapamiento entre Dislexia, distinguiendo del TEL expresivo así como del TEL mixto. TEL y Dislexia según Estudios Empíricos: Características Cognitivas De acuerdo a los argumentos anteriores sobre características conductuales de niños con TEL y Dislexia, es relevante en ambos trastornos efectuar una revisión de las alteraciones cognitivas que se manifiestan, y posiblemente serían el origen de las conductas que permiten diagnosticar a los niños con estas dificultades. En el TEL, la inadecuada adquisición del Lenguaje no se originaría por un “Déficit en el conocimiento del lenguaje, pues hay investigaciones que concluyen que el TEL es consecuencia de de una limitación del procesamiento”3. Según varios trabajos, “Se considera que el TEL se inicia con la dificultad para retener las secuencias fonológicas en las que se muestran las dificultades”4, lo que alude claramente a dificultades en el Buclé Fonológico o actualmente llamada Memoria de Trabajo Fonológica. Esta dificultad provocaría posteriores dificultades en la adquisición de vocabulario, y posteriormente en los mecanismos de sintaxis, como un efecto en cadena y que en su globalidad darían origen al TEL. Las dificultades de memoria de trabajo fonológica originarían un “colapso en la formación y almacenamiento de las representaciones fonológicas cuando ésta se sobrecarga”5. Por otra parte y respecto de la Dislexia, el IDA propone en una definición más general, donde estas dificultades “son el resultado de un déficit en el componente fonológico” 6. De forma más específica, también se asume que además de dificultades específicas en la conciencia fonológica, los niños con dislexia a menudo “presentan problemas en la memoria fonológica”7 (Brady, Shankweiler y Mann, 1983; Vellutino & Scanlon, 1982). Ha sido demostrado que los niños con dislexia tienen déficit a principios de la semántica y la sintaxis (Gallagher, Frith, y Snowling, 2000, p. Lyytinen, Poikkeus, Laakso, Eklund, y Lyytinen, 2001, Scarborough, 1990, 1991; Snowling, Gallagher, y Frith, 2003), y en los niños con TEL a menudo se ha observado un déficit en el procesamiento fonológico y los consiguientes problemas en

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reconocimiento de palabras (Catts, 1993; Snowling, Obispo, y Stothard, 2000) 8. Al parecer, en ambos trastornos todas estas dificultades se originarían por déficits en el procesamiento fonológico, del cual forman parte diversos procesos cognitivos específicos: conciencia fonológica, memoria de trabajo fonológica, memoria (a largo plazo) fonológica, reglas de conversión grafema-fonema. Podría ser entonces, que ambos trastornos fueran manifestaciones diferentes del mismo origen. No obstante, “los trastornos que parecen similares a los niveles de comportamiento pueden tener diferentes orígenes causales” 9; por lo cual podría ser necesario especificar más aún la evaluación de este “procesamiento fonológico”, pues entre unas investigaciones y otras, los resultados varían al evaluar este procesamiento, pero limitándose sólo a algunos de sus componentes.

Investigaciones efectuadas10, han mostrado un solapamiento entre TEL y Dislexia. No obstante, su significancia es limitada, mostrando déficits a nivel fonológico pero no una continuidad absoluta entre niños con TEL y posterior Dislexia. Asimismo, escasos niños disléxicos mostraron con anterioridad un TEL. Pareciera ser entonces, que estos trastornos son “diferentes pero coincidentes”

11. La pregunta importante es entonces, verificar el o los puntos críticos que marcarían la existencia de un solapamiento o no, pues tal vez no sean atribuibles meramente al déficit fonológico, sino más bien al carácter evolutivo, a los procesos cognitivos específicos afectados, así como características propias del sujeto y su entorno, jugando un papel clave la estimulación y la intervención; pues tal vez sea que estos aspectos generen la variabilidad del déficit fonológico así como su evolución y manifestación, sea como TEL o como Dislexia. CONCLUSIONES Dentro de los aspectos analizados, tanto de diagnóstico, conductuales y cognitivos, es importante resaltar la similitud en ambos trastornos, los cuales se diferencian en aspectos puntuales mencionados con anterioridad.

Podría concluirse entonces, que ambas dificultades tienen un origen por déficit en el procesamiento fonológico que podría variar en su severidad, así como en los otros procesamientos a los cuales puede afectar de forma secundaria (sintaxis, léxico). Por otro lado, ambos trastornos no se manifiestan ni en la misma edad ni en la misma forma. Por lo tanto, es importante hacer hincapié en el carácter evolutivo de ambos trastornos, viéndose afectado con la intervención (o sin ella), así como por características del ambiente y del sujeto. Los déficits cognitivos irán transformándose en el tiempo, y por ende sus manifestaciones irán variando. Como señalan algunas investigaciones12, “un tratamiento para déficit fonológico está estrechamente relacionado con la dislexia, pero no con TEL cuando se produce en la ausencia de la dislexia”. Haciendo referencia a esta afirmación, podrían incluirse también a los sujetos “casi” TEL y “casi” dislexia (sujetos cuyos déficits no logran alcanzar un diagnóstico como tal, lo que no quiere decir que no tengan dificultades). La población de riesgo podría ser importante de intervenir pues también se presentaría el mismo déficit de origen, pero no en igual medida o no se manifiesta de igual forma. Es importante tener en cuenta tanto la severidad de las dificultades, así como los procesos específicos alterados dentro del procesamiento fonológico. Tal vez la estimulación y la intervención (o su ausencia) sean la causa de la poca continuidad entre TEL y Dislexia, así como el nivel evolutivo

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del sujeto y el entorno. Por otra parte, es relevante señalar la posibilidad de trastornos más bien “fabricados” por el entorno y no tanto por predeterminaciones genéticas-neurológicas; bien se sabe que el entorno puede modificar las estructuras y funciones neuronales, y que sin una adecuada estimulación estas funciones se desarrollan poco o de forma inadecuada. En conclusiones finales, el TEL y la Dislexia serían más bien trastornos diferentes, tanto en su clasificación, nivel evolutivo de aparición, aspectos alterados (nivel oral “versus” nivel escrito), así como componentes específicos del procesamiento fonológico que se encuentra alterado (en TEL mayoritariamente la memoria fonológica, en Dislexia generalmente la conciencia fonológica; aunque dicha afirmación podría requerir mayor investigación y discusión). Por otro lado, pareciera influir fuertemente la estimulación, el entorno y las características intra-sujeto respecto de solapamientos entre TEL y Dislexia, más que los déficits cognitivos en sí, lo que pone en cuestionamientos los trastornos de TEL y Dislexia de origen “genético-neurológico” y “ambientales”. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1.- Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR, Ediciones Elsevier Masson, 2002. Barcelona, España. 2.- McArthur GM, Bisho DMV. Which people with specific lenguaje impairment have auditory processing déficits? Cogn Neuropsychol, 2004; 21:79-94. 3, 4, 5.- Aguado, Cuetos-Vega, Domezaín y Pascual; “Repetición de Pseudopalabras en niños españoles con trastorno específico del lenguaje: marcador psicolingüístico”. Revista de Neurología 2006; 43 (supl. 1): 201-208. 6, 7, 8, 10, 11, 12.- Catts, Adlof, Hogan, Ellis; “Are Specific Language Impairment and Dyslexia Distinct Disorders?”. Journal of Speech Languaje, and Hearing Research 2005; Vol. 48: 1.378-1.396. 9.- Bishop, Snowling; “Developmental Dyslexia and Specific Languaje Impairment: Same or Different?”. Psychological Bulletin; 2004, Vol. 130, No. 6, 858–886.

Laura Espinoza Pastén

Directora de Investigación Equipo Elun Suyai