Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

16
Volumen 35, Nº 2, 2003. Páginas 253-268 Chungara, Revista de Antropología Chilena TESTIMONIOS EN TRIÁNGULO: PERSONAJES DE LA NUEVA CORÓNICA DE GUAMAN POMA Y DEL MANUSCRITO QUECHUA DE HUAROCHIRÍ EN EL PLEITO SOBRE EL CACICAZGO PRINCIPAL DE MAMA (1588-1590) * Department of Anthropology, University of Wisconsin, 5240 Social Science, 1180 Observatory Drive, Madison, Wisconsin 53706-1393 EE.UU. [email protected] Recibido: junio 2003. Aceptado: septiembre 2003. TRIANGULAR TESTIMONY: INDIVIDUALS FROM GUAMAN POMA’S NUEVA CORÓNICA AND FROM THE QUECHUA MANUSCRIPT OF HUAROCHIRÍ IN A LAWSUIT OVER THE CACICAZGO PRINCIPAL OF MAMA (1588-1590) Frank Salomon* Espinoza Soriano (1983-84) ha analizado con lujo de detalle el intrincado litigio fichado como “Pleito segundo entre Antonio Guamanyanac y Geronimo Caxayauri 1588”, existente en el Archi- vo General de la Nación, Buenos Aires (ms. 9-45- 5-15). Según Espinoza Soriano, el litigio de 1588- 1590 y sus secuelas hasta 1599 representan las etapas avanzadas de un arraigado conflicto entre dos kurakazgos importantes del valle del río Rímac: el señorío o waranka Inka de Yaucha, con sede El extenso “Segundo pleito entre Antonio Guamanyanac y Geronimo Caxayauri 1588” (AGN/ Buenos Aires 9-45-5-15), estudiado por Espinoza Soriano (1983-84), arroja luz sobre las fricciones entre dos kurakazgos de la cuenca del río Rímac antes, durante y después de la invasión española. El presente ensayo propone que dos hermanos, ambos kurakas y maestros de khipu (khipukamayuq) que figuran en dicho pleito, a saber Condorchagua y Pomachagua de Yaucha (reducción de Huánchor), son las mismas personas Condor Chaua y Poma Chaua, dibujados por Guaman Poma, en la Nueva Corónica, como khipukamayuq imperiales del Tawantinsuyu. Enfocamos adicionalmente a la persona de D. Gerónimo Cancho Guaman, testigo en el pleito de 1588, que identificamos con el viejo kuraka de San Damián cuyas “idolatrías” figuran en el capítulo 20 del manuscrito anónimo quechua de Huarochirí ([1608?] Taylor 1987). El pleito forma un lugar común entre dos fuentes principales de la tradición etnohistórica. En ambos casos, el pleito aclara intereses y prácticas de la élite kurakal hasta ahora poco claros debido al contenido ideológico de estas dos obras narrativas, centrales de la etnohistoria andina. Palabras claves: Etnohistoria, Andes Centrales, Perú, valle del Rímac, Inka, khipu, Huarochirí, Guaman Poma. The extensive “Second lawsuit between Antonio Guamanyanac and Geronimo Caxayauri 1588” (AGN / Buenos Aires 9-45-5-15), studied by Espinoza Soriano (1983-84), throws light on friction between two kurakazgos of the Rímac River basin before, during, and after the Spanish invasion. This essay proposes that two brothers who figure in the lawsuit, both of them khipukamayuq (khipu masters) and kurakas, namely, Condorchagua and Pomachagua of Yaucha (resettlement of Huánchor), are the same persons as the Condor Chaua and Poma Chaua whom Guaman Poma drew as imperial khipukamayuq of Tawantinsuyu. This essay also focuses on D. Gerónimo Cancho Guaman, a witness in the 1588 lawsuit. He is the same person as the old kuraka of San Damián whose “idolatries” figure in chapter 20 of the anonymous Quechua manuscript of Huarochirí ([1608?] Taylor 1987). The lawsuit thus forms common ground between two main sources of Andean ethnohistorical tradition. The lawsuit clarifies interests and practices of the kuraka elite which have until now been overshadowed by the narrative works’ ideological content. Key words: Ethnohistory, Central Andes, Peru, Rimac valley, Inka, khipu, Huarochirí, Guaman Poma. colonial en la reducción de San Mateo de Huánchor y el señorío o waranka de Picoy, residente en S. Jerónimo de Surco e históricamente afiliado al im- portante centro yunka cuya reducción se llamó San Pedro de Mama (actual Ricardo Palma). La fuente no aclara la relación entre Picoy de la cuenca del Rímac y su homónimo ubicado en la actual Pro- vincia de Oyón. La reducción serrana de Huánchor, situada a 3.140 msm, centralizó lo que en tiempos inkas había sido un extenso dominio cuyas perte-

Transcript of Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Page 1: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

253Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…Volumen 35, Nº 2, 2003. Páginas 253-268

Chungara, Revista de Antropología Chilena

TESTIMONIOS EN TRIÁNGULO:PERSONAJES DE LA NUEVA CORÓNICA DE GUAMAN POMA

Y DEL MANUSCRITO QUECHUA DE HUAROCHIRÍEN EL PLEITO SOBRE EL CACICAZGO PRINCIPAL

DE MAMA (1588-1590)

* Department of Anthropology, University of Wisconsin, 5240 Social Science, 1180 Observatory Drive, Madison, Wisconsin53706-1393 EE.UU. [email protected]

Recibido: junio 2003. Aceptado: septiembre 2003.

TRIANGULAR TESTIMONY:INDIVIDUALS FROM GUAMAN POMA’S NUEVA CORÓNICA AND FROM THE

QUECHUA MANUSCRIPT OF HUAROCHIRÍ IN A LAWSUIT OVER THECACICAZGO PRINCIPAL OF MAMA (1588-1590)

Frank Salomon*

Espinoza Soriano (1983-84) ha analizado conlujo de detalle el intrincado litigio fichado como“Pleito segundo entre Antonio Guamanyanac yGeronimo Caxayauri 1588”, existente en el Archi-vo General de la Nación, Buenos Aires (ms. 9-45-5-15). Según Espinoza Soriano, el litigio de 1588-1590 y sus secuelas hasta 1599 representan lasetapas avanzadas de un arraigado conflicto entredos kurakazgos importantes del valle del río Rímac:el señorío o waranka Inka de Yaucha, con sede

El extenso “Segundo pleito entre Antonio Guamanyanac y Geronimo Caxayauri 1588” (AGN/ Buenos Aires 9-45-5-15), estudiadopor Espinoza Soriano (1983-84), arroja luz sobre las fricciones entre dos kurakazgos de la cuenca del río Rímac antes, durante ydespués de la invasión española. El presente ensayo propone que dos hermanos, ambos kurakas y maestros de khipu (khipukamayuq)que figuran en dicho pleito, a saber Condorchagua y Pomachagua de Yaucha (reducción de Huánchor), son las mismas personasCondor Chaua y Poma Chaua, dibujados por Guaman Poma, en la Nueva Corónica, como khipukamayuq imperiales del Tawantinsuyu.Enfocamos adicionalmente a la persona de D. Gerónimo Cancho Guaman, testigo en el pleito de 1588, que identificamos con elviejo kuraka de San Damián cuyas “idolatrías” figuran en el capítulo 20 del manuscrito anónimo quechua de Huarochirí ([1608?]Taylor 1987). El pleito forma un lugar común entre dos fuentes principales de la tradición etnohistórica. En ambos casos, el pleitoaclara intereses y prácticas de la élite kurakal hasta ahora poco claros debido al contenido ideológico de estas dos obras narrativas,centrales de la etnohistoria andina.

Palabras claves: Etnohistoria, Andes Centrales, Perú, valle del Rímac, Inka, khipu, Huarochirí, Guaman Poma.

The extensive “Second lawsuit between Antonio Guamanyanac and Geronimo Caxayauri 1588” (AGN / Buenos Aires 9-45-5-15),studied by Espinoza Soriano (1983-84), throws light on friction between two kurakazgos of the Rímac River basin before, during,and after the Spanish invasion. This essay proposes that two brothers who figure in the lawsuit, both of them khipukamayuq (khipumasters) and kurakas, namely, Condorchagua and Pomachagua of Yaucha (resettlement of Huánchor), are the same persons as theCondor Chaua and Poma Chaua whom Guaman Poma drew as imperial khipukamayuq of Tawantinsuyu. This essay also focuseson D. Gerónimo Cancho Guaman, a witness in the 1588 lawsuit. He is the same person as the old kuraka of San Damián whose“idolatries” figure in chapter 20 of the anonymous Quechua manuscript of Huarochirí ([1608?] Taylor 1987). The lawsuit thusforms common ground between two main sources of Andean ethnohistorical tradition. The lawsuit clarifies interests and practicesof the kuraka elite which have until now been overshadowed by the narrative works’ ideological content.

Key words: Ethnohistory, Central Andes, Peru, Rimac valley, Inka, khipu, Huarochirí, Guaman Poma.

colonial en la reducción de San Mateo de Huánchory el señorío o waranka de Picoy, residente en S.Jerónimo de Surco e históricamente afiliado al im-portante centro yunka cuya reducción se llamó SanPedro de Mama (actual Ricardo Palma). La fuenteno aclara la relación entre Picoy de la cuenca delRímac y su homónimo ubicado en la actual Pro-vincia de Oyón. La reducción serrana de Huánchor,situada a 3.140 msm, centralizó lo que en tiemposinkas había sido un extenso dominio cuyas perte-

Page 2: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon254

nencias incluían uno o más enclaves en las tierrassubtropicales cerca de Mama y adicionalmente unextenso “archipiélago vertical” adquirido por pa-trocinio del Inka Tupaq Inka Yupanki. Huánchorformó parte de Huarochirí, el más poblado de lostres repartimientos que formaban la provincia co-lonial de Lurin Yauyos. El litigante D. JerónimoCaxayauri representó a Yaucha de Huánchor, pre-tendiendo un “cacicazgo principal” con dominiosobre Picoy.

La reducción de San Pedro de Mama, en cam-bio, se sitúa en tierras vallunas, apenas a siete le-guas de Lima en el Rímac medio. Sus habitantesoriginales fueron gente étnicamente yunka. Antesde las reducciones impuestas a partir de la década1570, Picoy fue uno de los 24 ayllus de Mama,que según Espinoza Soriano (1983-84:176), se dis-tribuían a lo largo del Rímac medio en tierras deSurco y aguas arriba hasta Matucana (2.336 msm).El litigante D. Antonio Guamanyanac abogó tenaz-mente, pero al final sin éxito, por los derechos dePicoy como señorío independiente de los Yauchade Huánchor, repudiando el supuesto “cacicazgoprincipal” serrano. El tercer repartimiento, Chaclla,figura pasivamente en la contienda.

El lector que desee seguir la actuación históri-ca de las partes, encontrará en la citada obra deEspinoza Soriano un análisis diacrónico doble, queresume tanto la larga cronología del conflicto comola cronología inmediata del pleito. Evitando repe-ticiones innecesarias, nos limitamos a precisar lasprincipales etapas durante las cuales se produjeronlas interacciones entre los kurakas que serán obje-to del presente ensayo. En tiempos preinkas cadauno de los dos “señoríos” se constituía de múlti-ples ayllus, confederados bajo el mando de un li-naje cuyo liderazgo pasaba por herencia fraternaantes de pasar a la generación siguiente; la suce-sión por lo tanto se enredó en ramificados árbolesgenealógicos, cuya averiguación por los españolesmotivó la exposición etnohistórica por parte de lostestigos. Los kurakas de Yaucha, como los de otros“señoríos” tildados con el gentilicio “yauyo”, adop-taron posturas proinkas. Su kuraka Carguayauri fuefavorecido por amplios dones de terrenos en “ar-chipiélago”. El hijo de Carguayauri, Pomachagua,militó entre las huestes inkas que combatieron enlas fronteras norteñas de lo que hoy es Ecuador.Mientras el Tawantinsuyu otorgó a Yaucha un am-plio privilegio extendido dentro del área yunka,

durante el incario el kuraka yunka de Picoy tuvomando solamente a nivel de waranka.

La contienda colonial radicó, en que ciertoskurakas de Yaucha pretendieron utilizar la turbu-lencia política de los años 1532-1548, para trans-formar su privilegio entre los yunkas, en privilegiosobre los yunkas. Lograron imponer tal hegemo-nía gracias a una alianza precoz con los españolesinvasores. Los personajes cruciales en este ensa-yo, los hermanos yauchas Pomachagua y Condor-chagua, fueron protagonistas de esta alianza. Sulinaje resultó beneficiario de la creación del su-puesto “cacicazgo mayor” bajo la encomiendaprimitiva de Juan Fernández. Pomachagua y Con-dorchagua, como otros nobles, ayudaron a los es-pañoles durante el cerco inka de Lima. La épocatoledana de las reducciones, intervención que pe-ligraba toda tenencia de tierras en padrón de “ar-chipiélago”, también vio las etapas avanzadas dela despoblación yunka y por lo tanto impuso unadesventaja adicional en Picoy frente a los serra-nos. Desesperado por los desastres acumulados,Picoy pretendió sin éxito recuperar su antiguo de-recho y repudió el “cacicazgo mayor” espurio quelos subordinó a Yaucha. Los kurakas de la vecinaregión de Huarochirí central apoyaron a la partePicoy, porque Picoy, tradicional contraparte en laexplotación “multiétnica” de los cocales, prometíaproteger mejor los enclaves o “islas” serranas den-tro de la zona chawpi yunka en el Rímac medio.

El litigio posee gran valor como panorama dela evolución inka y colonial de los kurakazgos,debido a su profundidad cronológica, que se re-monta a cuatro generaciones anteriores a la con-quista española, a la vivamente recordada partici-pación de los respectivos señoríos en los eventosclaves de la década 1530, y al cruce de testimoniosdesde varios ángulos de la constelación toledana.Como en el caso de los conflictos sobre cocales enQuivi, analizado por Rostworowski y Marcus(1988), este litigio permite seguir la transforma-ción de un conflicto yunka-serrano en factor den-tro de la política inka y posteriormente en la luchapara adquirir y utilizar las palancas del nacientepoder colonial. A través de sus páginas, se traslu-cen las etapas sucesivas de la invasión española,cerco y resistencia, la fluida reorganización post-inka de los kurakazgos, su burocratización y re-ducción toledanas y el colapso demográfico de losyunkas.

Page 3: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

255Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

El propósito de este ensayo es agregar al mi-nucioso análisis histórico de Espinoza Soriano, laobservación que el litigio Picoy-Yaucha se encuen-tra en relación triangular con dos fuentes centralesa la etnohistoria: la Nueva Corónica de FelipeGuaman Poma de Ayala ([1613] 1980) y el manus-crito anónimo quechua de Huarochirí ([1608?]Taylor1987), comúnmente conocido bajo el títuloagregado a la traducción de Arguedas y Duviols(1966) Dioses y Hombres de Huarochirí.

El vínculo con los hombres de la narrativaquechua fue el kuraka huarochirano Don GerónimoCancho Guaman, futuro protagonista de una partedel manuscrito, quien vino a testimoniar a favor dePicoy. Cancho Guaman, padre del precoz extir-pador de “ídolos” Cristóbal Choque Casa, figuraen la narrativa quechua como prototipo del kuraka“idólatra” o “encubridor de ídolos”. En el litigio lovemos como un señor étnico de rango intermedio,leal defensor de los intereses de los “hijos de TutayQuiri” en la waranka de Checa durante la transi-ción al “colonialismo maduro”.

Guaman Poma, en cambio, aparentemente co-noció los hechos del pleito ex post facto. Como enmuchos contextos, enaltece a los kurakas que pac-taron con el Rey Emperador Carlos V, en este casoCondorchagua y Pomachagua de Yaucha. Ademássimpatizó con Yaucha por definir su kurakazgocomo emparentado con la nobleza “yarovilcaallauca huánuco”, cuya legitimidad fue obsesióndel “autor y príncipe”. El punto más interesante,en cuanto a Guaman Poma, es un aparente vínculoentre el pleito y dos de sus imágenes famosas delos khipukamayuq o maestros de khipu imperiales.Se trata de homónimos de los personajes crucialesdel linaje Yaucha, Condorchagua y Pomachagua.Uno de éstos es descrito como contador mayor delimperio (Guaman Poma 1980[1613]:332) y el otrocomo custodio del depósito imperial, títulos clari-ficados a través de la lectura del pleito. El triángu-lo tiene, además, relevancia técnica acerca del rolde la contabilidad por khipu en la transición al do-minio español. El hecho de que los autores de es-tas dos fuentes hayan prestado atención a personasinvolucradas en el pleito Guamanyanac-Caxayaurideja abierta la posibilidad de una interacción queconecte las dos fuentes.

Antecedentes del PleitoGuamanyanac/Caxayauri en Mama:

Genealogía, Khipus y Piedras

La sociedad indígena del Rímac medio y altocomienza a dejar huella documental desde losrepartimientos pizarrinos; su primer encomenderofue Juan Fernández. En 1548 (AGI/S Lima 121) elpresidente La Gasca dio título para transferir la en-comienda del repartimiento de Huarochirí, en esemomento encomendada en la viuda de Fernández,a Gerónimo de Sylba. Por parte de los naturaleseste traspaso quedó ratificado por un tal “Poma-chagua caçique prençipal del balle e tierras deGuanchu” (lo que posteriormente sería S. Mateode Huánchor).

Pomachagua merece más estudio por dos ra-zones. Primero, porque la pretensión de sus des-cendientes a ser “caciques principales”, no sólo deHuánchor sino además de Mama, fue el puntocrucial en el debate. Como veremos, el poderíosobre Mama parece en realidad haberse basado enmaniobras políticas de Pomachagua durante la cri-sis del incario, a partir de 1532 y el encuentro deCajamarca, y estas estratagemas revelan algo deltrasfondo político-cultural de los textos clásicos.Segundo, Pomachagua es interesante porque fuekhipukamayuq del incario. Su conducta resulta su-gerente para entender el rol de los contadores en elproceso político. Su lugar en la iconografía de loskhipus no podría ser más central. En el dibujo queGuaman Poma hizo del “depoçito del inga” (1980[1613]:309) el khipukamayuq que muestra el in-ventario anudado de la qullka a su soberano “topaynga yupanqui” se llama “Administrador SuyuyocApo Pomachagua” (Figura 1).

De manera similar Condorchagua, hermano dePomachagua, aparenta ser otro khipukamayuq, cuyaimagen queda grabada en la imaginación de cuan-tos estudian la antigua “tecnología del intelecto”(frase de Jack Goody), el “CONTADOR MAIOR ITEZORERO TAVANTINSUIO QUIPOC CVRACACONDOR CHAVA”, dibujado por Guaman Poma(1980 [1813]:332; Figura 2). Gracias al pleito sa-bemos que Condorchagua, hermano de Poma-chagua, fue asimismo “en el tienpo del ynga ...con-tador y quipocamayo del ynga” (f.153v).

El hábil funcionario toledano Diego DávilaBrizeño ([1583] 1965) hizo un informe fechado el24 de julio de 1585 con el propósito de averiguar yejecutar el testamento del difunto kuraka de Yaucha

Page 4: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon256

Figura 2. “Curaca Condor Chaua” contador mayor del Inka(Guaman Poma 1980 [1613]:332).“Curaca Condor Chaua” chief accountant to the Inka (GuamanPoma 1980 [1613]:332).

Figura 1. “Apo poma chaua” (a la derecha) presenta cuentas enkhipu a “topa ynga yupanqui” (Guaman Poma 1980 [1613]:309).“Apo poma chaua” (right) presents accounts by khipu to “topaynga yupanqui” (Guaman Poma 1980 [1613]:309).

en Huánchor D. Diego Quispitapra (f.83r). Su in-forme se reproduce en Espinoza Soriano (1983-8:243-245). Este documento reviste interés, pues in-tenta sugerir la función del khipukamayuq en cues-tiones de genealogía. Además identifica, indepen-dientemente del proceso de 1588-90, a loshermanos Pomachagua y Condorchagua, agregan-do los nombres de bautizo que adquirieron en ellapso entre 1548-1583, a saber, Gerónimo para elprimero y Pedro para el segundo. El texto fue in-cluido en el proceso por ser relevante a la sucesiónde Yaucha. Espinoza Soriano ha publicado la trans-cripción entre los extractos documentales adjun-tos a su artículo (1983-84:243-245). Las citas acontinuación se toman de la transcripción hechapor el presente autor y por Lorena Toledo; discre-pan en algunos detalles de la versión publicada.Examinemos dos puntos: primero, el modo deempleo del khipu en contexto de la genealogía, ysegundo, las identidades de Condorchagua yPomachagua.

Al cotejarse la Nueva Corónica con el proce-so y con el informe de Dávila Brizeño surge unaduda cronológica: ¿Es posible que dos hombres yamaduros y dueños de importantes títulos inka bajoTupaq Inka Yupanki, penúltimo soberano anteriora la invasión española, puedan identificarse consus homónimos quienes, como veremos, actua-ron con brío durante la crisis de la invasión espa-ñola y hasta 1548? Rowe (1945:277) calcula 1471-1493, como una cronología plausible del reinadode Tupaq Inka Yupanki. A primera vista la asocia-ción con un Inka antiguo parece indicar que loskhipukamayuq dibujados habrían sido hombres deotra generación, con nombres similares. De hecho,debemos tomar en cuenta la posibilidad de que cier-tos nombres rituales se hayan conferido a múltiplesindividuos. Sin embargo, es probable que loshomónimos en el pleito y en Guaman Poma hayansido los mismos individuos. Suponiendo que fueranjóvenes al final del reinado de Tupaq Inka Yupanki,pudieron haber vivido hasta la década de 1540. Pero

Page 5: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

257Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

en todo caso, el hecho de Tupaq Inka Yupanki quehaya muerto varias décadas antes no importa mu-cho, porque sus bienes se legaron a la posteridadcomo propiedad de la momia real con su panaka ocorporación conmemorativa. Habría sido raro si talcorporación no hubiera tenido un “quipocamayo ymayordomo de todas las açiendas del ynga topa”(f.146r) aún mucho después de su deceso.

Veamos la metodología empleada al consultarlos khipus yauchas: A fin de esclarecer la herencia,Dávila Brizeño –buen conocedor de la cultura re-gional– entrevistó en grupo a las autoridades delas tres reducciones importantes del Rímac alto, asaber San Mateo de Huánchor, San Juan de Matu-cana y San Jerónimo de Surco, en presencia denumerosos observadores indígenas y de un traduc-tor. Pidió que las autoridades conjuntamente pre-pararan y presentaran, en paño, un dibujo que re-presentase la genealogía y el mando (“y para queno hierren se junten ellos alla / aparte / y en unpapel u paño le traigan pintado los caçiques que ansido desdel tienpo de guayna capac y entrada delos españoles hasta agora que murio su caçiqueDiego Quispitapra”, f.83r).

Tras deliberar dos días, las autoridades indí-genas presentaron el resultado. Hablaron en lo queparece haber sido sesión abierta, a juzgar por lapresencia de “prinçipales y otros muchos yndiosde los dichos pueblos de san mateo de guanchor ysan juan de matocana / y san geronimio de surco yalcaldes rregidores dellos y rrezervados de tasa ysegunda persona”. Lo interesante es que los kurakasdecidieron no seguir la sugerencia de Dávila Bri-zeño, que pintasen un árbol genealógico (se supo-ne, más o menos al estilo español). Más bien, op-taron por una exposición a base de khipus y piedras.En el siguiente extracto subrayado es original altexto y el resaltado en negrita es al texto agregado:

rrespondieron todos de conformydad queellos avian hablado munchas vezes en loque se les mando y que alli estauan todoslos yndios antiguos viejos que se acuer-dan y vieron los dichos caçiques que losmandavan desde el tiempo de guaina capachasta oi y asi luego pusieron por piedrasen el suelo a un caçique que se llamocaruayabri que este fue caçique destaguaranga de yaucha que asi se llama losyndios rreduzidos a este dicho pueblo desan mateo de guanchur y este carva yauri

tuvo dos hijos en una muger y murio an-tes que entrasen los españoles en esterreino y se llamo charabi y fueron deyanamarca entrambos marido y muger deun pueblo desta guaranga de yaucha –[f.83v/] El hijo mayor deste dicho viejocaruayauri se llamo don geronimo pomachagua desde que fue [cristi]ano y elsigundo se llamo don pedro condordor[sic] chagua. este don pedro condorchagua governo desde que entraron losespañoles hasta el tiempo del de la gascay el conde de nyeba y con el habla la tasa[sic] y este tuvo sinco hijos el mayor sellamo atayauri y el segundo se llamo donjuan guaman chava que çuçedio en elcaçicazgo a su padre y el terçero se llamodon pedro nuna chaua y el quarto don juande godoi que oi bive y el quinto se llamadon martin carua chagua que oi bive y eldicho don juan guaman chava dexo un hijonatural que oi govierna por muerte de dondiego quispi tapra que agora murio y porsaberlo hazer y sirvio ya / ocho meses an-tes que muriese el dicho don diego caçiquesu primo sigundo y agora / se nombro porel señor corregidor / por tal governadorhasta que su excelencia nombre al quefuere servido y por tal lo nombro apedimyento de todos los caçiques destadicha guaranga de yaucha en junta gene-ral / deste dicho rrepartimyento que paraello se fizo – / el hijo mayor del dicho vie-jo carua yauri que se llamo don geronimopoma chagua tuvo tres hijos el mayor sellamo diego quispi chagua y el sigundo dondiego tapra yauri y el terçero don mateotapraqyauri [sic] e fue cacique munchotiempo el don juan su primo y no dexo fi-jos y çuçediole en el cacicasgo su sobrino/ don diego quispi taprac hijo del herma-no mayor del dicho don mateo que se lla-mo don diego quispi chagua como estadicho que fue caçique el dicho su hijo dondiego quispi taprac que murio a onze destepresente mes de julio susodicho no dexohijos sino un hermano bastardo que se lla-ma / diego cullqui chagua y este dichocullqui chaua tiene un fijo de quatro usinco años que se llama don mateo y a estedon mateo no nombra el dicho difunto don

Page 6: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon258

diego quispitaprac por su eredero y decla-ra en el dicho testamento que fizo a sumuerte que aquel dicho don mateo su so-brino le viene el caçicasgo de derecho y elotro hermano del dicho don mateopaucaryauri / que se llama don diego tapracyauri tiene dos hijos. el mayor que se lla-ma don geronimo caxa yauri de hastaquinze años y otro pequeno [sic] de nueveo diez años y estos dichos yndios son losdecendientes / son los decendientes [sic]del dicho viejo caruayauri/ que se llamodon diego tapraqyauri [sic]. y de los doshermanos hijos deste dicho viejo y cadaparçialidad destas dos a avido caçiques quean governado hasta agora como dicho esy esta descriçion dieron don diego paruvasegunda persona / deste dicho rrepar-timyento de mama y de edad de sesentaaños y guauquilcasca de sesenta años yguaucar guahaman su [f.84r/] contador/ o quipocamaio de secenta años y alonsoguamanyacollca contador maior destedicho rrepartimyento de mama de edadde sinquenta años. estando presentes donjuan de godoi pomavillca y don martyncarua chava nyetos del viejo carua yauri ydon geronimo caxaiauri y don geronimoxaxapoma governador al presente y hechaesta dicha declaraçion y averiguaçion conjuramento en forma de derecho y lenguasasimysmo con juramento que les tomo elseñor corregidor a todos los sobre dichosque dirian verdad y todos se afirmaron enlo que tienen declarado. sin discreparnynguno / en veinte y seis dias de junyode myll e quinientos y ochenta y sinco añosy despues se rratificaron todos los sobredichos ante el señor corregidor diegodauila brizeño y de nosotros los escrivanosy lenguas en la española y la general delos yndios con juramento que se nos tomopor el dicho señor corregidor de hazer bieny fielmente sus oficios de escrivanos y len-guas a my don pablo guari tapral prinçipaly a my juan clemente escrivano de cabil-do deste dicho pueblo de san mateo deguachur [sic] y por verdad lo firmamosde nuestros nombres y firmo el señor co-rregidor a treinta y un dias del mes dejulio de myll e quinientos y ochenta y

sinco años diego davila brizeño / don pabo[sic] escrivano nombrado y lengua - juanclemente villca escrivano de cabildo ylengua.

Este testimonio puede ser relevante a un temavigente en el debate sobre el khipu, a saber, el usode las piedras como fichas para interpretar loskhipus. Las frases resaltadas explican que los au-tores de la genealogía fueron cuatro: dos nobles dela vieja generación, ambos nacidos unos diez añosantes de la conquista pizarrina, y dos “contadores”suyos. El contador coetáneo de los nobles ostentatítulo de “quipocamaio”. Él habría aprendido el arteen ca. 1540, cuando aún vivían muchos maestroscapacitados bajo el Tawantinsuyu. Se puede supo-ner que los khipus afianzaron la genealogía aduci-da; sin embargo, no se hace explícita la consulta alos khipus como el acto de testimonio, sino la pre-sentación de la genealogía en forma de diagramahecha con piedras, como explicación oral.

El procedimiento hace pensar en un caso deta-llado por Platt (2002:247-250), sobre el empleo depiedras para manifestar el contenido de ciertos cor-deles con cuentas de 1548-1551. Un khipukamayuqinterpretaba los cordeles, mientras otro transcribíalo leído con “piedrecillas” en el suelo. El escruti-nio de las piedritas mediatizó en la formulacióndel testimonio final. La naturaleza de esta media-ción constituye un eje importante dentro del deba-te actual sobre el “código de los khipus” (Ascher yAscher 1997). Según el modelo propuesto porUrton (2002:31), las piedras, blancas y negras, fun-cionaron para traducir un conjunto de siete varia-bles binarias, correspondientes a propiedades físi-cas de cada colgante (p. ej. su torsión en S o en Z,su unión con el cordel tronco mediante lazo en “rec-to” o en “dorso”, etc.). Las variables binarias, se-gún Urton, formaron un despliegue digital com-pacto, comparable al despliegue digital de los ochobits del código ASCII para computación. Estosvalores binarios, según enfatiza Urton, podían asig-narse a múltiples significados finales, de acuerdo alos múltiples contextos.

¿Cuál fue el rol del “quipocamaio guaucarguahaman” y su contraparte “alonso guaman-yacollca contador maior” en la formulación deltestimonio conjunto de “don diego paruva ...yguauquilcasca”? Los “contadores”, al estudiar loscordeles o posiblemente al escuchar algunaverbalización de ellos, habrían cruzado sus cono-

Page 7: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

259Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

cimientos para manipular las piedras, hasta llegara una representación coherente y consensual de loshechos.

Los testimonios hasta ahora conocidos refe-rentes al método cordel-más-piedra tratan de lacontabilidad propiamente tal, con datos principal-mente numéricos. Lo novedoso aquí es que enHuánchor se trató de hechos no numéricos. Si enefecto, Dávila Brizeño presenció la confección deuna narrativa histórica (la citada genealogía) a basede datos anudados convertidos en diagrama genea-lógico, estuvo presente ante una técnica tantas ve-ces citada, pero no bien esclarecida de la capaci-dad de los khipus para narrar historias (temadesarrollado en el más actualizado y reciente com-pendio de estudios sobre khipus: Quilter y Urton2002). La genealogía vertida en prosa por DávilaBrizeño contiene números cardinales (números deaños y meses) y números ordinales (orden de ge-neraciones, orden de nacimiento desde el primo-génito), pero además es preciso en nombres perso-nales y sucesos. La precisión de números de añosy meses transcurridos nos obliga a pensar que ha-yan sido actualizados periódicamente (Radicati1965), o bien que hayan contenido fechas absolu-tas, lo cual implicaría un sistema de datación hastaahora ignorado en el contexto inka.

En el mismo retrato de Condor Chaua porGuaman Poma (Figura 1) las piedras fichas apare-cen en tabla cuadriculada, comúnmente llamadayupana (contar, contable), visible a la izquierdainferior. ¿Puede ser que en el dibujo Guaman Pomao haga alusión al viejo maestro de cordeles CondorChaua como transmisor del método ca. 1585 y otravez ca. 1588 defendiendo a los intereses de su des-cendencia?

Volviendo a considerar el contenido del testi-monio, los dos ancianos y sus respectivos khipu-kamayuq aseveran que la sucesión de la warankade Yaucha se podía describir en términos de dospatrilinajes fraternos, cuyo ancestro común fueCaruayauri. Durante seis transmisiones de mando,y a diferencia del esquema español que contemplala primogenitura, la sucesión demostró la transmi-sión fraterna (Rostworowski 1960) y hasta la su-cesión de primos patrilaterales. Los dos hermanosfundadores de linajes fraternos, hijos de Caruayauriy su esposa Charabi, fueron Pomachagua yCondorchagua. Nacieron bajo el inkanato y vi-vieron la conquista. En las páginas que siguen va-mos a observar primero que ambos hermanos tu-

vieron el mando de Yaucha en determinados mo-mentos, pero con Pomachagua en la posición prin-cipal y Condorchagua como su reemplazo; y se-gundo, que ambos fueron khipukamayuq porderecho propio.

Pomachagua de Yaucha (Huánchor) Durantela Invasión Pizarrina y un Takiy o Canto de

Guaman Poma

Según la parte Yaucha, antes de los inka, habíakurakas de guaranga en Picoy, Yaucha, y Cayao.Ninguno fue elevado sobre el otro, sino que cadakuraka individual y libremente se subordinaba alos señores de Huarochirí. En tiempos inka, “TopaYnga Yupanqui” y otros soberanos ratificaban acada señor dando el duo (trono), chacras, cumbi,joyas, etc. Así que, al no tener señor hegemónicosobre sí, cada cual podía enviar embajada a los es-pañoles y dar vasallaje voluntariamente. El supues-to derecho a gobernar Picoy fue otorgado aPomachagua por Pizarro a cambio de dicho vasa-llaje.

Según sus descendientes y paisanos Poma-chagua fue el cuarto kuraka de la genealogía di-nástica yaucha. En su persona se unificaron pode-res de la etnia con un cargo alto del Tawantinsuyu,el de “quipocamayo y mayordomo de todas lasaçiendas del ynga topa” (f.146r), o sea, de la mo-mia y panaka del penúltimo inka prehispánico. Portal, “hera camachico [‘dirigente, mandón’] de losyndios que guardaban los ganados del ynga yansimismo tenía cuidado de guardar los cunbis ymaizes y papas y demas cossas del dicho ynga”(f.121v). La descripción coincide con los bienesalmacenados que acompaña al dibujo del “de-pocito” de Tupaq Inka Yupanki (Guaman Poma1980 [1613]:310). Ya que las panaka gozaban decierta soberanía residual sobre los bienes de lamomia, Pomachagua no habría sido funcionariodirecto del monarca actual (sucesivamente WaynaQhapaq, Waskhar y Atawallpa) sino custodio debienes reales asignados aparte. Este hecho le ha-bría facilitado un importante margen de maniobra,el cual habría aumentado a medida que la guerraentre los sucesores de Wayna Qhapaq, y luego lalucha con España, complicaron el cuadro políticoinka. ¿Habrá sido un caso paralelo al del Cuzco,donde varios panaka pudieron actuar con ciertaautonomía durante la primera fase de la época co-lonial?

Page 8: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon260

Pomachagua fue considerado por sus paisanoscomo “belicoso y de buen entendimiento” (f.66v).Militó con las huestes inka en la guerra de Quitoliderando un contingente grande de ejército conbase en Jauja. Dejó por kuraka interino en Yauchaa su hermano Condorchagua (f.62v).

Al regreso de las guerras norteñas Pomachaguareposaba en su casa en Yanamarca (de Yaucha)cuando se tuvo la noticia de la llegada de los espa-ñoles al cercano santuario de Pachacamac. Conotros naturales, salió a saludar a los españoles yallí oyó la noticia de que Pizarro estaba en “Caxa-marca la grande” (f.66r). Dejó el kurakazgo yauchanuevamente en manos de su hermano Condor-chagua y se fue a Cajamarca. Llegó a Cajamarcacargado de regalos de oro, plata, cumbi y gente deservicio. Allí pactó alianza con el marqués. Pizarroreciprocó con contradones de “bestido de damas-co carmesi” (f.103r), espada y daga. Estas prendasespañolas evidentemente impresionaron profunda-mente a sus contemporáneos incluso muchos per-tenecientes al kurakazgo de Picoy: “y que como lebian los yndios con aquellas armas y que las trayacon liçencia del dicho marques le enpeçaron a te-mer y a serbir y no porque fuese caçique de el di-cho rrepartimyento ni lo obiesen sido sus passados”(f.110v).

Desde aquel viaje “bino con brio y enpeço aenseñorearse de este dicho caçicazgo” de Picoy(f.156r). Logró convencer a los yunka que el mar-qués “le auia echo merçed de nonbrarle por caçiquede las tres guarangas ynclusas en el dicho rrepar-timiento de mama” (f.146r). Con este golpe de tea-tro Pomachagua ganó la iniciativa e inició la do-minación sobre Mama que, medio siglo después yal cabo de varios cambios de mando, iba a dar pieal pleito de 1588.

Nos permitimos la especulación de que el men-cionado encuentro con los españoles en Pacha-camac y Cajamarca, la fracasada respuesta estra-tégica de los soberanos inka y la formación de unpacto pizarrino que resultó ventajoso para loskurakas huarochiranos, puede constituir el trasfon-do histórico que inspiró el capítulo 14 del manus-crito anónimo quechua de Huarochirí –una versiónrecopilada unos setenta años después, cuando loshechos se contaban en un marco ya bastantemitologizado. En el dicho capítulo, el demiurgo ytrickster Viracocha induce al inka a mandar unmensajero a Pachacamac para recibir un regalo

maravilloso. Por mensajeros el Inka envía cha-manes capaces de transformarse en aves veloces,que vuelan a la costa. El mensajero-chamán querecoge el regalo no aguanta la tentación de abrir lacaja que lo contiene. Ve que el regalo es una mujermuy bella con cabello como oro. La rubia enviadadesde Pachacamac puede representar simbólica-mente la oferta de vasallaje al rey de los españolesrubios; era normal que la aceptación de esposas-regalos de mano del Inka se entendía como señalde endeudamiento político. La oferta de la dama,pues, habrá significado la potencial subordinacióna España. La apertura prematura de la caja por par-te del mensajero puede referirse al oportunismo delos kurakas –por ejemplo, Pomachagua– que seaprovecharon de la coyuntura para ofrecer inde-pendientemente su vasallaje a España.

En el capítulo 14, el Inka perdona al mensaje-ro traicionero, divide su dominio en dos y se retiracon su mujer mágica mientras los demás líderescomienzan a rivalizar por la supremacía, cada cualdiciendo “ñocarac ñocarac” (‘yo primero’ ‘– no,yo’). El mito parece sugerir que al generalizarse elcontacto con españoles la supremacía del Inka sederrumba. Este deja de funcionar como vocero detodos y la guerra entre Pizarro y el Inka se compli-ca por múltiples luchas dinásticas locales. Tal fueel desenlace en el valle del Rímac.

Guaman Poma menciona otra vez a un “PomaChava” en el contexto de su capítulo sobre festejosde los pueblos de los cuatro suyu. Al hablar de las“fiestas de los Chinchaisuio” (Guaman Poma 1980[1613], dibujo 295), transcribe un enigmático can-to festivo, puntuado y dividido en versos por loseditores de la siguiente manera:

Ayauaya ayauaHaucay patapi, Cuci PatapiCapac YncauanCamaycuscayqui, maymi?Capac Apo Uaman ChavaPoma Chava Yaro y Uilcacamcho canqui Uira Cocha?Apa cochata CaxamarcapiCapac Apo rrey emperadortaMuchaycocllaPayuan uillanacocllaUaman Poma AyalallaApo Chauap uilcallanUayac Pomap mitallan

Page 9: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

261Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

La edición de Murra, Adorno y Urioste(Guaman Poma 1980 [1613]) surte la siguiente tra-ducción:

[Ayawaya ayawaEn la Hawkay Pata, en Kusi PataJunto al Inka poderoso,¿Dónde está tu capitán?¿Eres tú el señor rey Waman Chawa,Puma Chawa, el Yaru y Willka,eres tú el Wira Qucha?¡Por la laguna de Apa, en CajamarcaAl señor poderoso, al rey emperadorOfreciendo su lealtad,Consultando con él,Está Waman Puma de AyalaEl noble de Apu Chawa,El compañero de Wayaq Puma!]

Este texto como casi todos los taki (cantosquechuas) de Guaman Poma presenta escabrosasdificultades, por las cuales el texto admite traduc-ciones alternativas en múltiples puntos. Estamosde acuerdo con los editores al entender la letra comocompuesta de dos preguntas seguidas por una res-puesta o, según se analice la sintaxis, dos respues-tas. La duda en cuanto a la sintaxis nace de la totalausencia de verbos principales (y no participiales)que no sean formas de kay ‘ser, estar’. Kay en ter-cera persona presente (kan) puede ser suprimido,formando así la “cópula cero” común en quechua.El cantor se vale de la cópula cero en los últimossiete versos, pero no se sabe cuántas veces, demanera que no queda evidente si contienen unaoración o más de una. Dentro de la norma poéticaquechua colonial, donde prima el paralelismo, sepodrían esperar dos. Bajo tal suposición podría-mos hipotetizar un kan implícito después demuchaycoclla y otro después de mitallan. Otrasambigüedades, esta vez de carácter léxico, existenen torno a Uira Cocha, que en Guaman Poma comoen el quechua cuzqueño moderno bien puede sig-nificar ‘español’ tanto como el nombre de la dei-dad invisible, Apa Cocha, sin traducción clara ylos sustantivos polisémicos mita y uilca.

A grandes rasgos, una posible lectura del can-to sería que comienza con una pregunta retóricadirigida a una segunda persona no identificada: enlas dos plazas ceremoniales del Cuzco, ¿dónde estátu capitán, el soberano Inka? Puede ser que la se-gunda persona ‘tú’ a la cual se dirige el canto sea

identificada en la segunda pregunta como los doshombres Guaman Chaua y –el que nos interesa–Poma Chaua “Yaro y Uillca” (o sea, de la noblezaque Guaman Poma designa como su propio linaje;Amat Olazábal 1992). “Uaman Chava” posible-mente equivale al incap rantin o ‘segunda perso-na’ del mismo nombre dibujada en otro contexto(1980 [1613]:313). Mientras tanto, en Cajamarcael linaje Guaman Poma ya está solemnizando elpacto con el rey cristiano. A estos dos se formulala pregunta: ¿Camcho canqui Uira Cocha? ¿Erestú el español?

Los siete versos que siguen y que dan respues-ta se inician con un locativo que hace contraste conlas plazas ceremoniales del Cuzco, nombrando ellejano Cajamarca como el local donde está “tu ca-pitán”. En Cajamarca, está –con sorpresa lo oímos–Guaman Poma de Ayala; los últimos dos versosson epítetos o títulos ceremoniales agregados a sunombre. Admiten traducción como ‘el nieto de ApuChawa’ y ‘el descendiente de Wayaq Puma’. EnCajamarca, el mismo autor (¡según se imaginaimaginado por los Chinchaysuyos!) está ofrecien-do devoción a Apa Cocha, “epíteto de Viracochaen una de las oraciones quechuas registradas porCristóbal de Molina en 1575” (según uno de losevaluadores anónimos de este trabajo) y en un ver-so paralelo, simultáneamente ofreciendo su leal-tad al rrey emperador. El rey emperador –o sea, elrey y emperador Carlos V– es nombrado en espa-ñol. Estos dos versos en paralelo forman una va-riante de la tantas veces expresada autoimagen deGuaman Poma como encarnación de un pacto pri-mordial entre el Perú y España, en otro contextoefectuado por el padre del “autor y príncipe”. Igual-mente expresa su autoimagen como devoto intuiti-vo del verdadero Dios invisible (Guaman Poma1980[1613]:348-349, 1991[1595]:159).

En fin: el taki implica que Poma Chaua “YaroUillca” al encontrar la soberanía cuzqueña vacía,debe su lealtad a la alianza hispano-andina, justifi-cada por la equivalencia entre Dios y Wira Qucha,que ya se formaba en Cajamarca, liderada por ellinaje de Guaman Poma. Una traducción en estesentido sería:

Ayauaya ayauaEn Haucay Pata, en Cuci Pata,Junto al Inca poderoso,

¿Dónde está tu capitán?

Page 10: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon262

Gran señor Uaman ChavaPoma Chava Yaro Uilca,

¿Eres tú el Uira Cocha?

Solo Guaman Poma de AyalaEstá adorando, y está conversando

[Adorando] a Apa Cocha en Cajamarca,[Conversando] con el poderoso señor

Rey Emperador.

Él, el nieto de Apo Chaua,Él, descendiente de Uayac Poma.

En el intervalo caótico, entre 1532-1535, Po-machagua resultó ser excelente ejemplo de los lí-deres que se valieron del oportunismo español ydel inestable equilibrio de las fuerzas locales paraestablecer hegemonías regionales. En 1535, el úl-timo intento cuzqueño de desalojar a los invasorespuso a prueba la estrategia “hispano-andino” (Stern1982:7-50). Pomachagua pudo convertir su alian-za política en cacicazgo principal dentro del valledel Rímac, según sus testigos, apoyando la resis-tencia española contra el sitio de la nueva capitalespañola por elementos proinka. Según el pleito,muchos plebeyos “rebeldes” y pertencientes a lostres “miles” de Mama se juntaron con los inkaspara cercar a Los Reyes en 1535:

y despues los dichos yndios de picoy cayaoy yaucha oyeron dezir como venya el yngadel cuzco a dar batalla contra el marquese demas españoles y llego a la zibdad delos rreyes sabido desto los dichos yndiosde cayao e yaucha e picoy se rrevelaron yffueron a la zibdad de los reyes a faboreçeral dicho ynga e que solamente se fueron aponer debaxo de los españoles el dicho dongeronimo poma chagua y ticsy guamanpadre del dicho don antonio guaman yanacque trata este testigo y otros kurakas edespues que mataron al dicho ynga en lazibdad de los reyes sabido por el dichocacique que se avian rrevelado los dichosyndios de picoy y cayao y yaucha e quelos dichos don geronimo poma chagua ydemas [tarjado: des] kurakas que asi fue-ron con el sabido por el dicho marques queavian ido en su ayuda y contra los yndiosrreveldes el dicho marques le avia fechocuraca de todo el dicho rrepartimyento de

mama picoy y yaucha y cayao al dicho dongeronimo poma chagua y le dio [tierras?]y armas espada y lança y assi este testigole vido ser tal cazique prinçipal de todo eldicho rrepartimyento de mama al dichodon geronimo poma chagua y todos losprinçipales e yndios del dicho rrepar-timyento le rrespetaron como a tal cazique(Testigo Don Diego Pariona, de 70 años;8 febrero 1589, f.70r-71v).

El Rímac Medio a Ojos de los Autores delManuscrito Anónimo Quechua de

Huarochirí (1608?)

Las perspectivas de los narradores del libroquechua de 1608 (?) emanan desde las serraníasde Huarochirí central. Los varios narradores tomanpor puntos referenciales a Llacsa Tampu, “puebloviejo”, hoy escasamente habitado, vecino a SanDamián, o el cercano San Cristóbal de Concha, ola reducción de Santa María Jesús de Huarochirí,o San Lorenzo de Quinti. Sin embargo, en el pró-logo el redactor promete dar cuenta de “todos lospueblos” pertenecientes a los “hijos de Paria Caca”y no sólo de las alturas. Hacia 1600 el “archipiéla-go vertical” estaba en las últimas etapas del retro-ceso. En los valles bajos de Huarochirí los narra-dores ya habían perdido el control de sus antiguosenclaves con cocales. Sin embargo, los narradoresa veces intentan cumplir con el compromiso deexplicar la historia legendaria de “todos los pue-blos” donde moraban sus ancestros.

El capítulo 13 discute en detalle el culto a losdioses del pueblo subtropical de Mama, reduccióntambién involucrada en el pleito de 1588. ¿Por quéles interesó Mama precisamente? Por un lado, losayllus reducidos en San Damián, notablemente losCheca (quienes llevan la voz cantante del libro)poseían una ‘isla’ o enclave de cocales en tierrayunga, en Suquia Cancha, a orillas del Rímac, queformaba un hermoso oasis en medio de los cerrosáridos. La “isla” Checa de Suquia Cancha existióen asociación “multiétnica” según la definió Murra(1975) con el dominio político de los yunka deMama, estando ubicada en San Gerónimo de Sur-co la reducción donde habitaba el ayllu Picoy. ¿Ha-brá sido por esto que los testigos provenientes delos pueblos checas dieron sus testimonios en el li-tigio a favor de Guamanyanac de Picoy?

Page 11: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

263Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

Por otro lado, Mama poseía importancia espe-cial en el sistema religioso de los Checa, por sersede de la gran diosa yunca Chaupi Ñamca. Untemplo en Mama hospedaba el principal de cincocultos de wak’as consideradas en conjunto comomanifestaciones “hijos” o “hermanas” de ChaupiÑamca. Los otros cuatro se distribuían por variospueblos de yunkas con enclaves checas, especial-mente Sisicaya y Chillaco en el valle del Lurín.Chaupi Ñamca en su totalidad quinquepartita seconcebía como la contraparte hembra del wak’a‘padre’ de los huarochiranos, el nevado deificadoParia Caca. Los checa tomaban parte entusiasta enlos cultos de las “hijas” o “hermanas” de ChaupiÑamca. A la fecha del inicio del pleito, en 1588, eltemplo de Chaupi Ñamca ya habría sido destroza-do por Diego Dávila Brizeño durante la reducciónde San Pedro Mama. Pero los capítulos 10 y 13 delmanuscrito anónimo quechua (Taylor 1987:192-203, 222-241) informan que su culto subsistió te-nazmente en los enclaves checas del Lurín. El re-fugio otorgado a Chaupi Ñamca, tanto como laconvivencia en los cocales, pudo ser un motivo dela alianza Checa-Picoy.

Aprendizaje y Testimonio de Don GeronimoCancho Guaman, un Kuraka en el Manuscrito

Anónimo Quechua

La larga contienda Yaucha-Picoy fue muy co-mentada en la reducción de San Damián deUructambo o de Checa, donde se compuso el ma-nuscrito anónimo quechua (f.106v). El pleitocontiene testimonios dados por siete hombresoriundos de lugares cuyos habitantes o dueños par-ticiparon en la confección de la fuente quechua(Gonçalo Caxatacma de san Damián f.73r, MartynChumbi Sirve [sic?] de san Damián f.73v, MartínAnchelivia de Chauti f.57r, Cristoval Carvalivia deChaute f.60v, y Diego Julca Poma de Suquiacanchaf.59r). Más importantes que éstos cinco, fueron lostestigos Don Domingo Samari (BN/L ms. B-1483)y Don Gerónimo Cancho Guaman, ambos caciquesde la reducción de San Damián, donde residió elPadre Francisco de Ávila, y donde el manuscritotuvo su origen (Acosta Rodríguez 1987). El testi-monio de Samari y Cancho Guaman fue dado enconjunto y ocupa las fojas 105v-112r. Se reprodu-ce en Espinoza Soriano (1983-84:266-268).

Don Geronimo Cancho Guaman, kuraka deSan Damián, es una figura muy importante en el

manuscrito anónimo quechua de Huarochirí. El ca-pítulo 20 inicia el largo relato sobre su hijo DonCristóbal Choque Casa y su lucha contra los wak’ao divinidades prehispanas. Se hace hincapié en elcontraste entre el viejo kuraka Don Gerónimo, cris-tiano pero profundamente dominado por la menta-lidad “idólatra”, y su hijo, férreo enemigo de los“demonios malos antiguos”. En el relato influido,o posiblemente dado, por el joven Don Cristóbal,su padre Don Gerónimo Cancho Guaman quedacruelmente satirizado por su indecisión frente alcristianismo y las “idolatrías”.

Los capítulos 20 y 21 narran la historia delpadre y del hijo con una intimidad psicológica sor-prendente. Comienza con el descubrimiento delwak’a Llocllay Huancupa por una joven del “mil”de los checa. Al revelarse mediante un oráculocomo “hijo” (avatar, divinidad delegada) de PachaKamaq, el nuevo y temible wak’a Llocllay Huan-cupa, cuya forma exterior aparentemente fue de unoso, comenzó a funcionar como protector de losCheca. Pero cuando vino un tal Padre Cristóbal deCastilla, su culto fue suprimido. Ya que “[el PadreCastilla y] el curaca... Don Gerónimo Cancho-guaman... aborrecían estas cosas, [la gente] ya nocelebraba este culto” (Taylor 1987:300-301).

Cancho Guaman, sin embargo, no resultó cons-tante en su rechazo del wak’a. Bajo el flagelo de la“gran epidemia de sarampión” don Gerónimo Can-cho Guaman cedió a una creencia popular: queLlocllay Huancupa había enviado la enfermedadpara castigar a quienes habían abandonado su cul-to. La gente volvió a adorarlo en su santuario clan-destino (purum huasi). Y el mismo Gerónimo “enel momento de morir, engañado por el demonio,cayó en este pecado (la idolatría). Engañado porvarios hombres ancianos y diabólicos, cuando apunto de morir, se confesó [segun los ritos gen-tílicos]”. El narrador, posiblemente identificadocomo su hijo Don Cristóbal, comentó: “Nuestroseñor Dios sabrá dónde se encuentra [ahora]”(Taylor 1987:20:302-303). El inolvidable capítulo21 prosigue contando el conflicto visionario entreCristóbal y Llocllay Huancupa.

El litigio entre Yaucha y Picoy aclara aprecia-blemente nuestros conocimientos de quién fueGerónimo Cancho Guaman y cómo se formó. Porlo tanto aclara, en parte, el trasfondo político delmanuscrito quechua. Al comenzar su testimonio,Cancho Guaman afirmó tener 60 años, lo cual im-plica que nació ca. 1530; no llegó a escribir ni a

Page 12: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon264

hablar bien el español. Cuando los jesuitas llega-ron a Huarochirí, en 1570, ya sería un hombre de40 años.

Don Gerónimo Cancho Guaman en su rol detestigo a favor de Picoy afirmó que desde su niñezsus padres le habían mantenido al tanto de reunio-nes entre kurakas importantes y que su padre hastalo llevó consigo a asistir a encuentros entre la no-bleza afiliada a los Ninavilca, hatun kuraka o se-ñores hegemónicos de todo Huarochirí. Aparente-mente era normal que los kurakas llevaran a sushijos, aún niños, a tales reuniones, posiblemente afin de publicitar su eventual legitimidad como su-cesores y para que no se extinguiera la memoria desu derecho durante los interregnos que por rutinase producían mientras los hermanos del difuntoseñoreaban y rivalizaban. Gerónimo CanchoGuaman se acordó de haber escuchado a los gran-des “en las panpas quando se juntaban los yndiosen ellas para tratar sus negoçios y en sus huelgas”(f.114v).

El pueblo de Mama figuraba como uno de loslugares de reunión importantes, por su posicióngeográficamente céntrica como nexo entre losyunka y los serranos de Lurin Yauyos (Huarochirí,Mama, Chaclla), asimismo como por su asociacióncon su diosa principal, Chaupi Ñamca ‘la ñamka[wak’a arcáica?] del centro’. Los testigos dijeronhaber aprendido en tales reuniones las genealogíasy rangos de las autoridades políticas.

En tales ocasiones, Cancho Guaman aprendióla narrativa dinástica propia a los kurakas afiliadosa los Ninavilcas de Huarochirí. Se trata de los da-tos genealógicamente más profundos hasta ahoraconocidos sobre la nobleza Lurin Yauyos. Segúnlos kurakas de Concha y de Checa de San Damián(y no de acuerdo con los testimonios de los seño-res de Chaclla), existieron durante y después delinkanato, tres linajes de apos, o sea de kurakas su-premos, cuya autoridad se extendía sobre múlti-ples guarangas y pueblos. En cada uno de los trescasos los sandamianinos trazaron la dinastía desdedos generaciones prehispanas. El “apo” (‘señorprincipal’) prehispano de Huarochirí, Cocallibia,fue padre de Ninavilca, bautizado Antonio. De éstenació el eminente kuraka colonial Don SebastiánQuispe Ninavilca. El más antiguo “apo” prehis-pánico de Mama fue Chuquiaca, padre de Anchi-carvaya, abuelo de Ticçiguaman, bisabuelo de DonAntonio Guamangualca, y tatarabuelo del litigan-te Don Antonio Guaman Yañac. Y finalmente el

“apo” prehispano de Chaclla, Llacxa Poma, fuepadre de Marca Poma, abuelo del kuraka colonialDon Pablo Michui.

Los testimonios esclarecen la diplomacia en-tre kurakas según fue observada por CanchoGuaman y sus similares a fechas tempranas. En laniñez (o sea, ca. 1530-1545) vieron que “los trescaçiques principales... se sentaban en yguales asien-tos” (f.108r); es decir que cuando los señores delos pueblos “hijos de Paria Caca” se reunían consu apu Ninavilca, se sentaban sin la manifestaciónde rango normales para otras reuniones. Los jóve-nes testigos, en calidad de hijos de kurakas subal-ternos de Ninavilca, acompañaban a sus padres cuan-do éstos viajaban al exterior con embajadas de partede Ninavilca. Las delegaciones parecen haber sidosimilares a las misiones mencionadas dentro delfamoso pleito de cocales de Quivi (Rostworowskiy Marcus1988) como método utilizado por losNinavilca. Tales misiones habrían reforzado perió-dicamente la alianza política llamada de “todos losYauyos” –formación cuya imagen ideológica in-fluye fuertemente en la mitología del manuscritoanónimo quechua.

En el pleito de Picoy y Yaucha se notan concierta claridad las funciones de tales delegaciones.En primer lugar, los emisarios renovaban las alian-zas mediante intercambios mutuos. Algunos testi-gos oriundos de Chaclla lo explicaron así:

muchas beçes [el kuraka Ticçi guaman]le enbiaba cachas [hispano-quechuismo:‘mensajeros’] y rrecaudos a marcapomaque en aquel tiempo hera curaca prinçipalen este rrepartimento de chacla y el dichomarca poma: al dicho ticçi guaman(f.114v).

de mama que es cabeza del rrepartimientobian a los yndios estar aderezando y a jun-tando camaricos [hispano-quechuismo:‘regalos ceremoniales’] para llebar al di-cho guaman (f.115r).

La yuxtaposición de “camaricos” y “recaudos”como cargas de los “cachas” o mensajeros sugiereque la información o documentación (“recaudos”)fluía acompañado por los dones simbólicos de lareciprocidad. Es posible que el vehículo de aque-llas haya sido el khipu. Se utilizaba la ropa tam-

Page 13: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

265Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

bién para señalar las posiciones políticas de laspartes:

quando murio el dicho ticçiguaman lesuçedio el dicho guamangualca que an-daba bestido en auito de español y quepara andar camino se bestia como tal yque entre sus yndios andaba con su trajede indio por que ansi lo querian susyndios (f.109r).

Segundo, en las reuniones en “pampa” se pre-sentaban ocasiones para difundir noticias y arre-glar la política colectiva frente a fuerzas externas.Un caso se produjo en el ya mencionado sitio puestopor las fuerzas inkas contra la naciente Ciudad delos Reyes en 1535, cuando ciertos kurakas con in-tereses en la waranka Mama –incluso los ancestrosde las dos partes litigantes en 1588– se sumaron ala defensa de Lima española. Otro ejemplo habríasido la famosa reunión de Mama, de 1562, cuandouna asamblea impresionante de kurakas de todo elPerú central acordó con el Padre Domingo SantoTomás en proponer al Consejo de Indias la extin-ción de las encomiendas a cambio de un autogo-bierno indígena con considerable gravamen impo-sitivo (Espinoza Soriano 1983-84:210). A estareunión habrían asistido Cancho Guaman y Samaricomo subalternos de Ninavilca, quien dio el apoyode Huarochirí a la propuesta eventualmente comu-nicada infructuosamente a España por los domini-cos Santo Tomás, Jerónimo de Loayza y Bartoloméde las Casas.

Tercero, las visitas y reuniones “en pampa”servían para fomentar el prestigio del kuraka anfi-trión mediante grandiosas redistribuciones de bie-nes. Los testigos pensaban que en Chaclla colonialGuaman Yañac era considerado un buen kurakaporque “si be algun yndio pobre o que tieneneçesidad aunque no sea de su pueblo le haze darde comer y le rregala” (f.117v), motivo que hacefuerte eco en el manuscrito anónimo quechua deHuarochirí. En las leyendas repetidamente seenfatiza el trato acordado al pobre wajcha o ‘huér-fano’que se asoma en el convite, el forastero sinlugar en la jerarquía local.

Conclusiones

El litigio entre los señores de Yaucha, pertene-cientes a un señorío serrano con “islas” enclava-

das río abajo cerca del actual Ricardo Palma, y losseñores de Picoy, pertenecientes a un señorío yunkacon enclaves río arriba por Matucana, proporcionóa Espinoza Soriano un excelente caso para anali-zar la violenta distorsión de las relaciones entreentidades políticas posibilitada por la irrupción delos españoles y el colapso del Tawantinsuyu. An-tes de 1532 se practicaba una alianza triple a nivelmacrorregional, basada en el equilibrio de “igua-les asientos” kurakales, en la diplomacia articuladapor los jatun kuraka Ninavilca de Huarochirí. Elbalance político dependía mucho de la coordina-ción ceremonial de los wak’a serranos con losvallunos. Durante la ruptura de 1532-1535 este sis-tema sufrió abruptos cambios, cuando los herma-nos Pomachagua y Condorchagua, señores deYaucha y khipukamayuq de bienes de la panaka deTupaq Inka Yupanki, abandonaron el imperio queles había favorecido con sus cargos y hasta con unextenso “archipiélago” de terrenos. Al adquirir ropaexótica, armas europeas y títulos espurios dadospor Pizarro, pudieron liderar a quienes pensabanapostar contra los enemigos del Tawantinsuyu. Susdescendientes adquirieron el privilegio injustifica-do de caciques principales sobre Picoy según deta-lla Espinoza Soriano (1983-84).

Más allá de los hechos políticos, los detallesdel proceso están vinculados con dos fuentes desuma importancia para el estudio de la culturaandina colonial: la Nueva Corónica de GuamanPoma y el manuscrito anónimo quechua de Hua-rochirí.

La idealización del nexo entre unidades polí-ticas serranas y vallunas subyace a la mitologíainscrita en el anónimo quechua de Huarochirí. Losautores orales de dicha fuente fueron de varias al-deas, y vocearon elementos de varios pactos o ideo-logías de articulación regional (Rostworowski1978a), todos básicamente similares, provenientesde la cuenca del río Mala y río Lurín tanto comode la cuenca del Rímac discutido en el litigio de1588.

De paso, y para completar el triángulo de fuen-tes, notamos que durante su viaje por Chorrillos,San Lorenzo [de Quinti] y, especialmente, Sisicaya,Guaman Poma conoció a individuos mencionadospor el anónimo quechua. El más relevante al temade los pactos regionales fue “Don Martín hijo deDon Diego” quién hospedó a Guaman Poma enSisicaya (1980[1613]:1024). Se trata del hombreque jugó en el Lurín medio un papel paralelo al de

Page 14: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon266

Cristóbal Choque Casa en el Lurín alto: herederode kurakazgo, enemigo de los antiguos dioses yadversario de su propio padre en asuntos de culto.El joven Martín Chauca Guamán luchó contra loscultos afiliados a Chaupi Ñamca existentes y aúnflorecientes en Chillaco y otros lugares del entor-no de Sisicaya, cultos, hasta entonces, encubiertospor su padre.

Mientras el recién [fallecido] curaca deSasicaya, don Diego Chaucaguamán, vi-vía, los chillaco y otra gente también ce-lebraba su fiesta [y eso] duró hasta la lle-gada de don Martín (Taylor 1987: 226-227).

Volviendo al tema de las luchas en el valle delRímac: Los checa serranos de Huarochirí central(notablemente los habitantes de la reducción de SanDamián) resultaron testigos interesados en la lu-cha entre Picoy y Yaucha, porque su “isla” subtro-pical en Suquia Cancha formó enclave dentro delas tierras de Picoy y la reducción de Surco. Al es-tudiar los testimonios de los SandamianinosGerónimo Cancho Guaman y Domingo Samari,llegamos a ver más de cerca cómo funcionaba elpacto regional que regía el acceso a los preciososterrenos de las riberas del Rímac medio. El valordel litigio para el estudio de la mitología hua-rochirana consiste en el contexto político que sur-ge, complementando el enfoque sacerdotal yritualista del texto quechua. Al saber que GerónimoCancho Guaman formaba parte de la alianza quesostenía los intereses de Picoy, sobre todo durantelos disturbios y usurpaciones ocasionados por lainvasión española, llegamos a entender que su de-fensa o encubrimiento de los cultos no sólo deLlocllay Huancupa, sino de todas las diosas de losvalles, formó parte integral del modus vivendi quepermitió la participación multiétnica en recursosde yunka subtropical.

Cuando vemos a Guaman Poma, otra vez ob-tenemos del litigio un trasfondo político, esclare-cedor de representaciones al parecer clásicamenteprehispanas. Para Guaman Poma, los dos hombresque por excelencia encarnaron el arte del khipu bajoel inkario fueron Condor Chaua y Poma Chaua,homónimos exactos de los contrincantes yauchasdel conflicto en el Rímac y a nuestro juicio losmismos individuos. Guaman Poma los dibuja enatuendos enteramente inkas y en contexto de espa-cios ceremoniales inkas. Sin embargo en otros con-

textos, como el poema descrito anteriormente y enun comentario sobre el alzamiento de “MangoYnga” (Guaman Poma 1980[1613]:371) coloca aCondor Chaua y a Poma Chaua en contextos post-1532. Es muy conocida la preferencia del “autor ypríncipe” por los linajes asociados con “YarovilcaAllauca Huánuco”. “Yaro,” una vez sinónimo deParia Caca, connota una región no lejana al esce-nario huarochirano, además se sabe que GuamanPoma transitó Huarochirí y menciona repetidamen-te a sus kurakas los Ninavilca.

Parece creíble que los dos íconos del khipuprehispano, el “CONTADOR MAYOR I TEZO-RERO TAVANTINSVIO QUIPOC CVRACA CON-DOR CHAVA” y el “administrador suyuyoc apopoma chaua”, hayan sido en realidad hombres dela generación capacitada antes de 1532 y destina-dos a participar en la transformación colonial. Hi-jos de una nobleza étnica no muy distante de losancestros de Guaman Poma, es posible que fueranconocidos del cronista huamanguino. Sospecho queGuaman Poma escogió dos khipukamayuqpolitiqueros de la alborada de la colonia, e ideali-zó su anterior función como custodios de bienesde panaka, elevándolos ficticiamente en arqueti-pos de la cúpula inka. La influencia de los herma-nos Pomachaua y Condorchaua, posiblemente serefleja en el hecho de que Guaman Poma describióal “DECIMO INGA TOPA INGA IVPANGQUI”, cuyamomia estuvo a cargo de los hermanos Pomachauay Condorchaua, como el soberano que perfeccio-nó la aplicación administrativa de los khipu (1980[1613:91). Si la relación en efecto fue así, la infor-mación sobre el arte de los khipus derivada de es-tos dibujos proviene de prácticas tardías del Inka ytodavía vigentes en la colonia temprana. Dicha in-formación debe ser aplicable, pues, al análisis delos khipus coloniales que tanto han influido en laetnohistoria. Igualmente sospechamos que layupana o tabla de fichas que asoma al lado del “con-tador mayor” pertenece a la misma práctica des-crita en el proceso, porque tiene similitud con elprocedimiento descrito por Dávila Brizeño en suinforme sobre la averiguación con nobles deYaucha. Esta correspondencia interesa porque de-muestra la mediatización del khipu con piedras enasuntos que no fueron de contabilidad, sino de ge-nealogía o historia.

¿El oficio de khipukamayuq imperial habrácontribuido a la capacidad de los hermanos yauchaspara conquistar nuevos poderes durante la transi-

Page 15: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

267Testimonios en Triángulo: Personajes de la Nueva Corónica…

ción al virreinato? Queda bien documentado elhecho de que en todas partes ciertos kurakas pu-dieron sacar ventaja de la conyuntura colonial ini-cial (p. ej. Oberem 1967; Powers 1990; Spalding1974:31-87) con o sin khipu. Sin embargo, el car-go de administrador de bienes del difunto Inka–pertenencias de una panaka– habrá ofrecido unrecurso adicional a los dos kurakas ya adiestradosen el teje-y-maneje de la política regional. En va-rias partes del Perú, la contabilidad andina demos-tró una vitalidad impresionante. Mientras muchasinstituciones andinas se derrumbaban bajo las pre-siones de guerra, reducción, extirpación, mita y epi-demias, el uso de los khipu se mantuvo durante elsiglo XVI como un sostén principal para reivindi-car los intereses andinos en propiedades y otrosderechos o articular el nexo con la encomienda (Loza1998; Pease 1990; Sempat 2002). En la administra-ción interna de las comunidades duró mucho más(Salomon 2002; Salomon y Spalding 2002).

Al finalizar la lectura del pleito Yaucha-Picoy(y varios similares), da la impresión de que las fuen-tes narrativas básicas referentes a la etapa final del

Tawantinsuyu y al inicio de la colonia se conectanpor más contactos personales, más noticias com-partidas, más alianzas y más fuentes comunes delo que sus respectivos autores explican. Bien valela pena, por lo tanto, seguir los contactos a travésde procesos jurídicos. Los testimonios de autoresy testigos coetáneos durante la época toledana su-gieren la existencia no sólo de individuos en pose-sión de importantes datos etnohistóricos, sino deuna comunidad de discurso crítico dedicada a re-pensar lo precolombino, ya entre la primera gene-ración de “los hombres llamados indios” (Taylor1987:40-41).

Agradecimientos: Se agradece cordialmente laayuda de Lorena Toledo al hacer la transcripciónpaleográfica y el apoyo de las entidades que posi-bilitaron el presente estudio: Instituto de EstudiosPeruanos, National Endowment for the Humanities,National Science Foundation, Wenner-GrenFoundation, John Simon Guggenheim MemorialFoundation, School of American Research y TheGraduate School of the University of Wisconsin.

Documentos Manuscritos Citados

Archivo General de Indias / Sevilla1548 Audiencia de Lima 121. Título de la encomienda del

repartimiento de Huarochirí dado por el presidente La Gascaa Geronimo de Sylba. 2 f.

Archivo General de la Nación / Buenos Aires1588-90 (ms. 9-45-5-15) Pleito segundo entre Antonio

Guamanyanac y Geronimo Caxayauri 1588. 158 f.

Referencias Citadas

Acosta Rodríguez, A.1987 Francisco de Ávila Cusco 1573(?) - Lima 1647. En

Ritos y Tradiciones de Huarochirí del Siglo XVII, editadoy traducido por G. Taylor, pp. 551-616. Instituto de Estu-dios Peruanos/Instituto Francés de Estudios Andinos,Lima.

Amat Olazábal, H.1992 Los yaros en la historia de Huarochirí. En Huarochirí,

Ocho Mil Años de Historia, editado por Vladimiro ThatarÁlvarez, pp. 67-16. Municipalidad de Santa Eulalia deAcopaya, Santa Eulalia.

Ascher, M. y R. Ascher1997 [1981] Code of the Quipu: A Study of Media, Mathe-

matics, and Culture. Dover Publications, New York.Arguedas, J.M. y P. Duviols

1966 Dioses y Hombres de Huarochirí, traducido por J.M.Arguedas con estudio de P. Duviols. Instituto de EstudiosPeruanos y Museo Nacional de Historia, Lima.

Dávila Brizeño, D.1965 [1583] Descripción y relación de la provincia de los

Yauyos. En Relaciones Geográficas de Indias, editado porM. Jiménez de la Espada, T.1. pp. 155-65. Ediciones Atlas,Madrid.

Espinoza Soriano, W.1983-84 Los señoríos de Yaucha y Picoy en el abra del me-

dio y alto Rímac (siglos XV y XVI). Revista Histórica34:157-279.

Guaman Poma de Ayala, F.1980 [1613] Nueva Corónica y Buen Gobierno del Perú,

editado por John V. Murra y Rolena Adorno, con traduc-ciones de Jorge L. Urioste. 3 vols. Siglo XXI, México D.F.

1991 [1595] Y No Hay Remedio, editado por E. Prado Telloy A. Prado Prado. CIPA, Lima.

Loza, C.B.1998 Du bon usage des quipus face à l’administration

coloniale espagnole (1500-1600). Population 1-2:139-160.Oberem, U.

1967 Don Sancho Hacho, ein cacique mayor des 16.Jahrhunderts. Jahrbuch für Geschichte von Staat, Wirtschaftund Gesellschaft 4:199-225.

Page 16: Huarochiri Guaman Poma Frank Salomon

Frank Salomon268

Murra, J. V.1975 [1972] El control vertical de un máximo de pisos

ecológicos en la economía de las sociedades andinas. EnFormaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino,pp. 59-116. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.

Pease, F.1990 Utilización de quipus en los primeros tiempos colo-

niales. En Quipu y Yupana. Colección de Escritos, editadopor C. Mackey, pp. 67-72. CONCYTEC, Lima.

Platt, T.2002 “Without deceit or lies”. Variable chinu readings during

a sixteenth-century tribute-restitution trial. En NarrativeThreads: Accounting and Recounting in Andean Khipu,editado por J. Quilter y G. Urton, pp. 225-265. Universityof Texas Press, Austin.

Powers, K.M.1990 Los caciques intrusos, migraciones y cambios

sociopolíticos en la Audiencia de Quito. Actas do Congre-so sobre a História da População da América Latina,pp. 33-38. Fundação SEADE, São Paulo.

Quilter, J. y G. Urton, eds.2002 Narrative Threads: Accounting and Recounting in

Andean Khipu. University of Texas Press, Austin.Radicati di Primeglio, C.

1965 La “seriación” como posible clave para descifrar losquipus extranumerales. Documenta, Revista de la Biblio-teca Nacional 4:112-196.

Rostworowski, M.1960 Succession, co-option to kingship, and royal incest

among the Inca. Southwestern Journal of Anthropology 16:417-427.

1978a El avance de los Yauyos hacia la costa en tiemposmíticos. En Señoríos Indígenas de Lima y Canta, pp. 31-44.Instituto de Estudios Peruanos, Lima.

1978b Los Yauyos coloniales y el nexo con el mito. En Se-ñoríos Indígenas de Lima y Canta, pp.109-122. Institutode Estudios Peruanos, Lima.

Rostworowski , M. y J. Marcus1988 Conflicts over Coca Fields in XVIth-Century Peru.

Museum of Anthropology, University of Michigan, AnnArbor.

Rowe, J.H.1945 Absolute Chronology in the Andean Area. American

Anthropologist 10:265-284.Salomon, F.

2002 Patrimonial khipus in a modern peruvian village: Anintroduction to the “quipocamayos” of Tupicocha,Huarochirí. En Narrative Threads: Explorations ofNarrativity in Andean Khipus, editado por J. Quilter y G.Urton, pp. 293-319. University of Texas Press, Austin.

Salomon, F. y K Spalding2002 Cartas atadas con khipus: Sebastián Franco de Melo,

María Micaela Chinchano, y la represión del levantamien-to huarochirano de 1750. En El Hombre y los Andes. Ho-menaje a Franklin Pease G., editado por J. Flores Espinozay R. Varón Gabai, pp. 857-870. Fondo Editorial de laPontificia Universidad Católica del Perú, Lima.

Sempat Assadourian, C.2002 String registries: native accounting and memory

according to the colonial sources. En Narrative Threads:Accounting and Recounting in Andean Khipu, editado porJ. Quilter y G. Urton, pp. 119-150. University of TexasPress, Austin.

Spalding, K.1974 De Indio a Campesino. Cambios en la Estructura So-

cial del Perú Colonial. Instituto de Estudios Peruanos,Lima.

Stern, S. J1982 Peru’s Indian Peoples and the Challenge of Spanish

Conquest. Huamanga to 1640. University of WisconsinPress, Madison.

Taylor, G.1987 Ritos y Tradiciones de Huarochirí del Siglo XVII, tra-

ducido y editado por G. Taylor con ensayo de A. Acosta.Instituto de Estudios Peruanos/Instituto Francés de Estu-dios Andinos, Lima.

Urton, G.2002 Codificación binaria en los khipus incaicos. Revista

Andina 35:9-68.