Huellas Nº 79

4
Enero - Marzo Año 2011 Nº 79 Hoja Informativa sobre la Espiritualidad de Santa Mª Rosa Molas “Una imagen vale más que mil palabras” Concedemos una gran credibilidad a los re- franes populares, y es que, realmente, contie- nen una gran dosis de sabiduría. Sin embargo, en este nuestro contexto cul- tural, tan acostumbrado a ver mirando poco, las imágenes, -y con ellas, la vida- corren el riesgo de quedarse vacías. Recuperar el silencio que otorga la capaci- dad de penetrar cuanto contemplamos y ‘des- menuzar’ su mensaje más profundo, es un reto que se nos presenta hoy. Parece una pobre empresa y, sin embargo, en ella nos jugamos el significado esencial de cuanto vamos reali- zando en el tejido de nuestra vida. El silencio es el medio ambiente donde se van gestando las ideas, las convicciones profundas, los amores verdaderos, las amistades inconmovibles, y la búsqueda incansable de Absoluto. Se va com- poniendo la hermosa melodía personal sin la cual es impodible cooperar en la construcción de un mundo como todos ansiamos. Si nos ro- ban el silencio, nos roban nuestra intimidad. Nos estamos vendiendo a una crisis de si- lencio y de sana soledad, -esa que es necesa- rio elegir para protagonizar nuestras opciones, nuestras renuncias, nuestra historia-, y vaga- mos cómodamente en una vorágine de ruidos que nos hacen pasar distraídamente por lo que en nuestra vida se convierte en mero escapara- te. Podemos comprar y vender, podemos tomar o dejar, podemos,... Pero, a fin de cuentas: ¿ele- gimos lo que vivimos? ¿sabemos y queremos darnos tiempo para elegir lo que en el devenir de nuestra vida se nos va presentando? No se trata de mirar en un escaparate la historia que más nos acomoda y adquirirla hasta que me canse de ella. Se trata de convertir nuestra vida en la PALABRA más veraz sobre mí mismo, que pronuncio desde el corazón y la convicción. El mismo Dios que nos creó con tanto amor, nos sostiene, nos cuida, nos acompaña en esta aventura maravillosa de ver, mirar, contemplar desde el silencio cuanto acontece, elegir cómo queremos vivirlo, acoger incluso la frustración de que no todo pasa como uno quisiera y amar profundamente cada jornada depositando en ella todo cuanto somos. Es la actitud que cuen- tan de esta compañera de camino, Mª Rosa Molas: hacía de sus días, días llenos,.. no era de las que esperaba el día de mañana para ha- cer el bien... sopesaba las circunstancias y se lanzaba decidida al sacrificio de su voluntad y de su existencia... por amor al pobre, no re- conocía dificultad ni sacrificio,... Maribel Sánchez Tú que fuiste elegida por el Señor para ser instrumento de consolación en su obra redentora, ruega a Dios con la fuerza de tu amor y tu fideli- dad, para que nosotros vivamos tam- bién como fieles hijos suyos, buscando en todo y sobre todo el bien de nues- tros hermanos. Intercede por nosotros, peregrinos en el tiempo, para que las realidades temporales no nos aparten de nuestro destino eterno, antes bien, sepamos descubrir en todas ellas la huella de nuestro Dios y podamos vivirlas con pureza de corazón. HH. Ntra Sra. de la Consolación María Rosa Molas, 2 43590 JESÚS-TORTOSA (Tarragona) Donativos de Enero a Agosto 2009: Una devota de Burriana; Familia de Carmelina Gambín; Mª Antonia Pujol. Navia (Asturias); Do- nativos anónimos; Beli Travuieso Calvo. Villabli- no (León); Lola Sánchez Martínez. Bullas; María Sánchez martínez. Bullas; Rosario Puerta. Bullas; Josefina Jiménez Puerta. Bullas; Josefa Jiménez. Bullas; Mª Jesús Valera Martinez. Bullas; Juani Drago. Bullas; Ana María Alvarez. Bullas; Virtu- des Morcillo en acción de gracias; una devota en acción de gracias; Angelita de Benicarló; Anóni- mo; Ramona Cardona Pitarch. Vinaroz; Mª Cinta Guimerá Güell. Arnes; Familia Llebres Motos. Almería; Adelaida Fernández.Bullas; María Sán- chez Martínez. Bullas; Fuensi Sánchez.Bullas; María García. Bullas; María Martínez. Bullas Si desea ayudarnos a difundir HUELLAS, envíe a nuestra redacción la dirección de personas a quienes pueda interesar recibirlas: HH. Ntra. Sra. de la Consolación C/ Rosa, 15 18193 - MONACHIL (GRANADA) [email protected] - www.consolacion.org Dirección y redacción: Maribel Sánchez Colaboran: Maquetación: Mª José Condomina Secciones: Mª José Gan Mª José López Mª Victoria Aymerich Imprenta: SANTA RITA, MONACHIL (GRANADA) ¿UNA IMAGEN VALE MÁS...?

description

Huellas Nº 79 - Hoja Informativa

Transcript of Huellas Nº 79

Page 1: Huellas Nº 79

Enero - Marzo Año 2011

Nº 79

Hoja Informativa sobre la Espiritualidad de Santa Mª Rosa Molas

“Una imagen vale más que mil palabras”Concedemos una gran credibilidad a los re-

franes populares, y es que, realmente, contie-nen una gran dosis de sabiduría.

Sin embargo, en este nuestro contexto cul-tural, tan acostumbrado a ver mirando poco, las imágenes, -y con ellas, la vida- corren el riesgo de quedarse vacías.

Recuperar el silencio que otorga la capaci-dad de penetrar cuanto contemplamos y ‘des-menuzar’ su mensaje más profundo, es un reto que se nos presenta hoy. Parece una pobre empresa y, sin embargo, en ella nos jugamos el significado esencial de cuanto vamos reali-zando en el tejido de nuestra vida. El silencio es el medio ambiente donde se van gestando las ideas, las convicciones profundas, los amores verdaderos, las amistades inconmovibles, y la búsqueda incansable de Absoluto. Se va com-poniendo la hermosa melodía personal sin la cual es impodible cooperar en la construcción de un mundo como todos ansiamos. Si nos ro-ban el silencio, nos roban nuestra intimidad.

Nos estamos vendiendo a una crisis de si-lencio y de sana soledad, -esa que es necesa-rio elegir para protagonizar nuestras opciones, nuestras renuncias, nuestra historia-, y vaga-

mos cómodamente en una vorágine de ruidos que nos hacen pasar distraídamente por lo que en nuestra vida se convierte en mero escapara-te. Podemos comprar y vender, podemos tomar o dejar, podemos,... Pero, a fin de cuentas: ¿ele-gimos lo que vivimos? ¿sabemos y queremos darnos tiempo para elegir lo que en el devenir de nuestra vida se nos va presentando? No se trata de mirar en un escaparate la historia que más nos acomoda y adquirirla hasta que me canse de ella. Se trata de convertir nuestra vida en la PALABRA más veraz sobre mí mismo, que pronuncio desde el corazón y la convicción.

El mismo Dios que nos creó con tanto amor, nos sostiene, nos cuida, nos acompaña en esta aventura maravillosa de ver, mirar, contemplar desde el silencio cuanto acontece, elegir cómo queremos vivirlo, acoger incluso la frustración de que no todo pasa como uno quisiera y amar profundamente cada jornada depositando en ella todo cuanto somos. Es la actitud que cuen-tan de esta compañera de camino, Mª Rosa Molas: hacía de sus días, días llenos,.. no era de las que esperaba el día de mañana para ha-cer el bien... sopesaba las circunstancias y se lanzaba decidida al sacrificio de su voluntad y de su existencia... por amor al pobre, no re-conocía dificultad ni sacrificio,...

Maribel Sánchez

Tú que fuiste elegida por el Señor para ser instrumento de consolación en su obra redentora, ruega a Dios con la fuerza de tu amor y tu fideli-dad, para que nosotros vivamos tam-bién como fieles hijos suyos, buscando en todo y sobre todo el bien de nues-tros hermanos.

Intercede por nosotros, peregrinos

en el tiempo, para que las realidades temporales no nos aparten de nuestro destino eterno, antes bien, sepamos descubrir en todas ellas la huella de nuestro Dios y podamos vivirlas con pureza de corazón.

HH. Ntra Sra. de la ConsolaciónMaría Rosa Molas, 243590 JESÚS-TORTOSA (Tarragona)

Donativos de Enero a Agosto 2009: Una devota de Burriana; Familia de Carmelina Gambín; Mª Antonia Pujol. Navia (Asturias); Do-nativos anónimos; Beli Travuieso Calvo. Villabli-no (León); Lola Sánchez Martínez. Bullas; María Sánchez martínez. Bullas; Rosario Puerta. Bullas; Josefina Jiménez Puerta. Bullas; Josefa Jiménez. Bullas; Mª Jesús Valera Martinez. Bullas; Juani Drago. Bullas; Ana María Alvarez. Bullas; Virtu-des Morcillo en acción de gracias; una devota en acción de gracias; Angelita de Benicarló; Anóni-mo; Ramona Cardona Pitarch. Vinaroz; Mª Cinta Guimerá Güell. Arnes; Familia Llebres Motos. Almería; Adelaida Fernández.Bullas; María Sán-chez Martínez. Bullas; Fuensi Sánchez.Bullas; María García. Bullas; María Martínez. Bullas

Si desea ayudarnos a difundir HUELLAS, envíe a nuestra redacción la dirección de personas a quienes pueda interesar recibirlas:

HH. Ntra. Sra. de la Consolación C/ Rosa, 15 18193 - MONACHIL (GRANADA) [email protected] - www.consolacion.org

Dirección y redacción: Maribel SánchezColaboran: Maquetación: Mª José Condomina Secciones: Mª José Gan Mª José López Mª Victoria Aymerich Imprenta:SANTA RITA, MONACHIL (GRANADA)

¿UNA IMAGEN VALE MÁS...?

Page 2: Huellas Nº 79

“Sufrimiento y consolación en el ambiente bí-blico” (Reseña Bíblica nº 68, ed. Verbo Divino).

La colección Reseña Bíblica, es uno de los cauces de la Asociación Bíblica española. Al año edita 4 números que abordan cuestiones re-ferentes, por este orden, al AT, al NT,a la teología

bíblica, y al ambiente bíblico. El pasado diciembre de 2010 ha salido a la luz el volumen nº 68 dedica-do al sufrimiento y la consolación en el ambiente bíblico, cuya coordinación corre a cargo de Marta García Fren´ndez, hermana de Ntra. Sra. de la Consolación. Consta de 5 artículos que ilustran cómo el problema del sufrimiento y la búsqueda de la consolación son dos cuestiones antiguas y siem-pre nuevas.

“Su mañana es hoy” Campa-ña de Manos Unidas contra el Hambre.

Una organización de origen es-pañol, pero conocida en todo el mundo, nos recuerda en su úl-tima campaña la necesidad de velar por el cumplimiento de los

Objetivos del Milenio, en este caso del nº 4: ‘Re-ducir la mortalidad infantil’. En el cartel motivador se puede ver un plato vacío que representa el pen-samiento y la principal preocupación diaria de una gran parte de la población. La imagen de este plato simboliza el tipo de alimentación de países desarro-llados, donde la alimentación es abundante y equili-brada y a la que deberíamos tener todos acceso. El niño se encuentra en un paisaje vacío, sin recursos, solo frente a su realidad.

La denuncia a la que nos invitan a unirnos:• Cada hora mueren más de 1.000 menores de

cinco años por causas que se podrían evitar fácilmente; y, cada minuto, mueren 9 por cau-sas asociadas a la desnutrición.

• El 70 % de estos menores muere (la mayo-ría en el 1º mes de vida) a causa de: diarrea, malaria, neumonía, infecciones neonatales, parto prematuro y falta de oxígeno al nacer.

• La mitad de todas estas muertes tienen su ori-gen en: la desnutrición, la falta de agua limpia y la falta de saneamiento adecuado.

• Las mayores tasas de mortalidad se registran en África y Asia.

En la medida en que consigamos reducir los niveles de pobreza, analfabetismo, enfermedad y desnutrición, estaremos sentando las bases para reducir muchas de las causas de la mortalidad in-fantil. Sabemos que hay voluntad de luchar contra estas lacras:• La Iglesia, a través de su Doctrina social, es

perseverante en la defensa de la vida de los más indefensos, los niños, y en la promo-ción de la familia como mejor contexto para el nacimiento y el desarrollo de sus vidas.

• La Declaración de los Derechos del Niño, de 1959, proclama que los niños tienen de-recho a crecer en el seno de una familia, a la atención médica, a la educación y, en todo caso, a una protección especial.

• Los ODM por los que hace diez años, 189 Estados se Comprometieron a reducir la tasa de la mortalidad infantil en dos terceras partes, antes del 2015. ¿Dónde estamos a este respecto? bada en 1979, establece las normas universales sobre la protección de la infancia y, sin embargo, los riesgos que la amenazan siguen siendo muchos y muy complejos.

• Motivacióninicial:En este nuevo año que acabamos de estrenar, vamos también nosotros a estrenar la

vida de la Madre. Y para empezar, nos introduciremos en su vocación: en la llamada que Dios le hizo un día, de manera concreta, y en la llamada que, a lo largo de su vida, supo responder con generosidad. Vamos a leer su vocación, a ser una con ella, a mezclarnos con sus palabras, con aquello que nos cuentan los que la han conocido. Con ilusión reno-vada nos acercamos al misterio que envolvió su entrega y le pedimos al Señor Jesús, Autor de toda vocación, que nos abra la mente y el corazón para saber acoger aquello que nos quiera decir a través de Mª Rosa Molas.

• PalabradeDios:(Mc.3,13-19)“En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que Él quiso

y se fueron con Él. A los doce los hizo sus compañeros para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quine dio el sobre-nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenom-bre de Boanerges –Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó”.

• ComentarioalaPalabradeDios:“Fue llamando a los que Él quiso”. Es una gracia la de ser llamados. Y los llamó para

enviarlos, no para que se quedaran allí con Él, sino para evangelizar, para moverse, para hacer el bien. Los llamó por sus nombres y con todo lo que significa la persona de debilidad y de fortaleza, de virtudes y de defectos, de carácter y de personalidad.

• DesdelaexperienciadeSantaMªRosaMolas:Mª Rosa fue llamada por el Señor por su nombre y para una misión concreta en la

Iglesia. Fue llamada con todo lo que suponía su vida de familia, su persona, lo vivido hasta entonces, su dificultad para abandonar su casa y su alegría por la entrega al Dios que la llamaba. Del libro “Por dentro”, leemos el capítulo que habla de la vocación de Mª Rosa Molas, de su decisión y de su despedida y salida de la casa paterna: “Viene dispuesta a sacrificar su vida,esa vida que ya no le pertenece ‘por Dios y por sus pobres’. Quiere gastar toda su existencia, toda su energía joven ‘en complacer a Dios y beneficiar a sus prójimos’. Éste es su programa, estos sus objeti-vos. No necesita nada más”.

• Pistasparalaoraciónpersonal:Oramos con la Palabra de Dios anteriormente citada. Ponemos nuestro nombre al lado

del de aquellos que el Señor escogió para enviarlos a predicar y nos sentimos llamados, también, por Jesús a evangelizar.

• Oraciónfinal: “Señor, enséñanos a acoger tu Palabra con la luz suficiente para hacer lo que ella dice,

para sentirnos enviados a dar a conocer tu Palabra y a llevar a término la obra que has comenzado en nosotros”. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Page 3: Huellas Nº 79

Cada uno de nosotros en el ámbito de nues-tros quehaceres diarios a veces experimen-tamos la sensación de estrés. Tenemos que atender distintos frentes al mismo tiempo y lo urgente se impone a lo importante. ¿Cómo po-demos mantener el equilibrio entre el trabajo y el descanso, tan necesarios para la salud física y psíquica del ser humano? ¿Cómo no dejarnos llevar por el activismo?

Nos detenemos a ver a Mª Rosa en acción. Ella nos puede dar algunas pistas para vivir.

En primer lugar tenemos que reconocer que Mª Rosa Molas nunca estuvo ociosa: “No era de las que esperaba el día de mañana para ha-cer el bien, pues sabía que un instante importa una eternidad”. Era una mujer activa y diligente, sabía ver la necesidad y buscaba la forma de atenderla con una caridad creativa.

Continuamos el hilo de la historia de esta gran mujer: “Hermanas y pobres, eclesiásticos y se-glares, miraban en ella esa cosa indescifrable, símbolo de la verdadera santidad. Los prelados la trataban con singular aprecio y confianza dis-tinguida, prestándola su apoyo para la dilata-ción de su ejemplar Instituto, el que no tardó en tener la satisfacción de verle instalado, además de la Casa de Misericordia, Hospital, Colegio y Noviciado de Tortosa, en Castellón de la Plana, capital de provincia, en Ulldecona, en Mora de Ebro, en Burriana, en Villarreal, en Vinaroz, en Roquetas y en Benicarló, viendo socorridos un gran número de enfermos y desamparados,..” Así, no es la Madre la que busca esta expan-sión del Instituto, no es el activismo o el afán de protagonismo el que dirige su vida. Es su forma de hacer las cosas, el espíritu que subyace en lo que hace, lo que cautiva a la gente para pe-dirle nuevas obras en otros lugares.

¿Cuáles son los frutos de su acción?• “Regocijo en los pueblos y grata satisfacción

de los protectores”• “y mayor satisfacción aún suya por los bie-

nes que logran las almas y la gloria de Dios.

Su escala de valores y sus motivaciones: su acción se dirige a lograr el bien espiritual de las personas y la gloria de Dios.

A Mª Rosa Molas también le preocupa acom-pañar estas nuevas fundaciones. “En las insta-laciones tomaba parte muy activa y personal en la limpieza y aseo; y si alguna vez se conside-raba superiora, era para constituirse la primera en las fatigas y sudores, y fue el vivo estímu-lo de sus fervorosas hermanas…” La Madre descubre lo importante que es acompañar en el camino, infundir seguridad en lo que se está comenzando porque se lleva entre las manos la obra y los intereses de Dios. Sorprende la gran humildad con que ella afrontó estos nue-vos proyectos pues se pone codo con codo a trabajar con las hermanas que van destinadas a las nuevas fundaciones, y así se convierte para ellas en referente y en estímulo. ¡Gran lección ésta de la Madre! Ahora trasladamos estos ras-gos a nuestra vida:• Ponemos en una balanza nuestro hacer en

el trabajo de cada día y nos preguntamos qué hay de acción y qué de activismo.

• ¿Cuáles son nuestras motivaciones: servicio a los demás, realización, protagonismo?

• La alegría y la satisfacción de aquellos a quienes se dirige nuestra acción son los frutos que indican nuestro “buen hacer” en el trabajo.

• Dar gloria a Dios, hacer las cosas por Él es lo único que nos puede regalar la paz del corazón, aún en medio de preocupaciones.

• Tan importante es emprender nuevos pro-yectos como acompañarlos y compartirlos con otros.

• La obra no es nuestra sino de Dios, que nos ha dado dones para ponerlos al servicio de nuestros hermanos.

Volvamos a nuestro quehacer con alegría y con el convencimiento de que con el trabajo bien hecho cultivamos la parcela del Reino que Dios nos ha confiado.

Mª José Gan

Mª ROSA MOLAS EN ACCIÓN

Hace relativamente poco tiempo que las Hermanas de la Consolación pisan tierras pe-ruanas. Desde que llegaron, sin embargo, su presencia entre estas gentes sencillas ha halla-do eco en su deseo de encontrarse con un Dios misericordioso y bueno que quiere hacerse cada vez más presente en sus vidas. Acudimos al testimonio de algunas personas que, a tra-vés del grupo “huellas de Consolación”, han conocido la vida y espiritualidad de Mª Rosa Molas y han accedido, por este cauce, a vivir de un modo más consciente y comprometido, su experiencia cristiana.

* Hola. Soy Ama-lia. Agradecida por los muchos regalos y ben-diciones que me da mi Dios Padre y muy feliz de formar parte de este grupo. Quiero compar-tir mi gran experiencia de que por medio de la fe y la oración todo se alcanza y se aprende a compartir y así poder escuchar la voz de Dios. Me detengo en: la llamada y aceptación en la vida de nuestra Madre-Amiga Mª Rosa Molas, que hila en sus entrañas el amor de madre. Sus hijas y todos los que estamos vinculados a ella, necesitamos llevar la consolación. Hoy hace falta que hablemos al corazón al huérfano, al que sufre, al que está solo y decirles que Dios misericordioso existe.

* Hola: soy S. Rodríguez. Quiero compartir una experiencia muy buena que tuve con mi prima. Pude ayudarle a salir a pedir por ella y no tuve vergüenza. Mi vida cambió porque

practiqué la caridad, me olvidé de todo, de las críticas y no me importó nada y me quedé contenta por practicar el carisma de Mª Rosa Molas y siempre le pido a ella que interceda por mí, por mi hogar y por toda la familia y me da fuerzas para poder cargar mi Cruz y poder salir adelante en cualquier obstáculo que se me presente en este bendito camino.

* Soy Rosa. Me gusta la fortaleza que tuvo Mª Rosa Molas en todo momento y que me ayudó a perder ese temor que yo tenía. (…)Dios me ilumina y me ha dado esa fortaleza

que necesitaba gracias a la Madre, que me ilumina y también siempre está protegiendo mi hogar y a mi familia.

* Soy Miriam Rimac. Al leer la novena a Sta. Mª Rosa Molas, en-contré virtudes muy valiosas y lo que más me impactó fue la fortaleza que tuvo para poder afrontar todo

tipo de problemas ya que utilizaba las armas de Dios: la verdad y la justicia. (…) después de haber leído, rezado y pedido a la Madre que interceda ante Dios para que nos dé fuerza y valor para seguir adelante (ya que mi familia y yo atravesamos por un gran problema). Sé que gracias a Dios todo se solucionará. Luego cerré el librito, en la primera hoja está el ros-tro de María Rosa Molas donde la vi sonriendo y le dije: ¡cómo quisiera sonreír así como tú! Para mí fue algo hermoso: sentí que mi cara se estiraba y empecé a sonreír, (…)

Grupo “Huellas de Consolación” Puerto Supe (PERÚ)

“HUELLAS DE CONSOLACIÓN”

Page 4: Huellas Nº 79

Nos hubiera gustado que María Rosa Molas hubiera dejado por escrito muchas de sus vivencias, sus deseos, sus inquietu-des, su oración… No fue así, entre otras cosas porque era mujer y, sobre todo, por-que ni siquiera se lo planteó.

Guardamos de ella unas pocas palabras, una regla de vida basada en la de San Vi-cente de Paul, algunas cartas y unas sor-prendentes y humanas recetas de cocina… Ya nos comentaba esto José María Javie-rre al principio de su libro, María Rosa Molas, una mujer misericordiosa:

Salotti confiaba que al poner sobre la mesa los escritos sobre la fundadora surgiera una masa voluminosa de pá-ginas reflejando la espiritualidad de María Rosa Molas (…) Qué decepción, son poquísimos. Y qué asombro: La parte más notable de los es-critos no es de índole espiritual.

(…) las páginas más interesantes que tiene escritas no son pláticas pías a sus religiosas; asómbrese, ¡son recetas de co-cina!

Evidentemente, después de este comen-tario, tenemos que concluir que es casi imposible hablar, con nuevos matices, de la espiritualidad de María Rosa Molas que se pueda extraer de sus escritos.

No obstante, si podemos intuir e imagi-nar la profundidad de su vida con lo poco que nos dejó. Una gran mujer, una mujer santa, se muestra a nuestra consideración con fuerza y nos descubre insospechados caminos para desarrollar en nosotros la

vida del Espíri-tu, honda y sen-cillamente.

Y hoy, un ras-go tan deliciosa-mente cotidiano como unas re-cetas de cocina, nos invita a pen-sar en muchas cosas importan-

tes para el día a día de nuestra existencia. Es María Rosa la que con sus actitudes y hechos cotidianos nos señala que la vida se juega en el tiempo, desde la mañana a la noche, que se nos confía a cada uno para que lo gestionemos lo mejor que po-damos, si puede ser como ella: Para la gloria de Dios y el bien de los hermanos.

Ahí está el secreto: cada jornada es nuestro espacio privilegiado para amar, para ser coherentes, generosos, libres… para actuar de acuerdo con nuestras con-vicciones. Impulsados por el Espíritu de Aquel que nos amó primero sabemos que nuestra vida sólo tiene sentido si fijamos nuestros ojos en Él y en todos los rostros y circunstancias de aquellos que diaria-mente se cruzan en nuestro camino.

Acudir cada maña-na a la fuente para re-frescarnos, renovar la esperanza, optar por dar la vida, mirar y no sólo ver todo lo bueno que nos rodea… Y a la noche, dar las gracias, reconocer nuestras limitaciones, recon-fortarnos en Dios des-pués de la lucha… Un ciclo diario que, con ojos y criterios de fe, es la urdimbre que sostiene lo que somos y lo que tenemos.

La humildad y sencillez de María Rosa no nos indican otra cosa… Lo especta-cular, sorprendente, incluso heroico, no entra en sus esquemas: ella se santificó en su trabajo, en la labor cotidiana orien-tada a los más necesitados y en los gestos diarios de limpiar, cocinar, cuidar unas

flores, enseñar unos conocimientos, dar la mano, acariciar un niño… María Rosa supo reconocer a Dios en la brisa suave de los acontecimientos diarios y eso nos transmite, eso nos enseña con el libro no escrito de su vida.

Una espiritualidad de la vida cotidiana no implica otra cosa que buscar respon-der con coherencia y fidelidad a nuestra opción fundamental por el Señor Jesús.

Es hacer de toda nues-tra vida un verdadero gesto litúrgico (Pue-bla, 213), transfor-mando toda nuestra existencia en un cul-to agradable a Dios (Rom 12, 1-2).

Resumiendo: La lec-tura creyente de la rea-lidad que María Rosa

Molas nos propone, a través, esta vez, de sus exquisitas recetas de cocina, es la de trascender la falsa dicotomía entre vida espiritual y actividad cotidiana. La vida misma es la instancia de crecimiento y maduración en la vida cristiana y el úni-co lugar teológico para que se cumpla el Plan de Dios sobre cada uno de nosotros.

María Victoria Aymerich Martínez Hermana de Ntra. Sra. de la Consolación

SI MARÍA ROSA...