Hugo Carrasco - Rasgos Identitarios de La Poesía Mapuche

28
RASGOS IDENTITARIOS DE LA POESÍA MAPUCHE ACTUAL 1 Hugo Carrasco Muñoz Universidad de La Frontera 1. INTRODUCCIÓN 1.1 La poesía mapuche. Antecedentes La poesía mapuche ha sido estudiada desde distintos puntos de vista y con distintos objetivos: como escritura poética, como documento testimonial, como expresión étnica, como discurso público, como discurso de resisten- cia, etc. Como ha sido reconocido dentro y fuera del país, la principal y más amplia investigación al respecto ha sido realizada por Iván Carrasco (cfr. Moens 1999, Pentukun 2000, p. ej.), quien la estudia en el contexto del desarrollo de la literatura mapuche “desde la oralidad a la escritura” 2 , situado a su vez en el ámbito de dos sociedades en contacto y en relación con la literatura en lengua castellana. Como resultado de esta interacción, la tradición etnoliteraria mapuche con sus manifestaciones de carácter oral, el canto y el relato, ha experimentado un proceso rápido de literarización que ha generado una literatura mapuche propiamente tal con géneros nue- vos, entre los cuales se halla el poema escrito. Carrasco considera que este proceso se desarrolla en tres etapas: ‘oralidad absoluta’, ‘oralidad inscrita’ y ‘escritura propia’. 1 El presente trabajo forma parte del Proyecto Fondecyt 1000234, Did-Ufro 2023 y del Proyecto Did-Ufro por Evaluación de Proposiciones 2002, sobre “Los discursos de resisten- cia mapuches”, aquí denominados como discursos interculturales. 2 Cfr. Iván Carrasco (1990) “Etnoliteratura mapuche y literatura chilena: relaciones”.

description

Poesía mapuche, estudios literarios, Universidad de la Fronteriza, poscolonialismo

Transcript of Hugo Carrasco - Rasgos Identitarios de La Poesía Mapuche

  • RASGOS IDENTITARIOSDE LA POESA MAPUCHE ACTUAL1

    Hugo Carrasco MuozUniversidad de La Frontera

    1. INTRODUCCIN

    1.1 La poesa mapuche. Antecedentes

    La poesa mapuche ha sido estudiada desde distintos puntos de vista y condistintos objetivos: como escritura potica, como documento testimonial,como expresin tnica, como discurso pblico, como discurso de resisten-cia, etc. Como ha sido reconocido dentro y fuera del pas, la principal yms amplia investigacin al respecto ha sido realizada por Ivn Carrasco(cfr. Moens 1999, Pentukun 2000, p. ej.), quien la estudia en el contextodel desarrollo de la literatura mapuche desde la oralidad a la escritura2,situado a su vez en el mbito de dos sociedades en contacto y en relacincon la literatura en lengua castellana. Como resultado de esta interaccin,la tradicin etnoliteraria mapuche con sus manifestaciones de carcter oral,el canto y el relato, ha experimentado un proceso rpido de literarizacinque ha generado una literatura mapuche propiamente tal con gneros nue-vos, entre los cuales se halla el poema escrito. Carrasco considera que esteproceso se desarrolla en tres etapas: oralidad absoluta, oralidad inscritay escritura propia.

    1 El presente trabajo forma parte del Proyecto Fondecyt 1000234, Did-Ufro 2023 y delProyecto Did-Ufro por Evaluacin de Proposiciones 2002, sobre Los discursos de resisten-cia mapuches, aqu denominados como discursos interculturales.

    2 Cfr. Ivn Carrasco (1990) Etnoliteratura mapuche y literatura chilena: relaciones.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200284

    La oralidad absoluta coincide en su mayor parte con el perodo prehis-pnico, en el cual la literatura mapuche es exclusivamente oral debido a lacondicin grafa de la cultura, la palabra ocupa un espacio relevante en lavida social y los textos artsticos tienen una fuerte vinculacin con las acti-vidades diarias. En consecuencia, el discurso mapuche es de carcterintracultural, fundado en los criterios, valores, referencias, cdigos ygneros propios de su tradicin cultural3 (Carrasco 1990: 20). Las formasprincipales del arte verbal de este perodo son dos tipos de textos, loscontados, entre los primeros destacan el epeu, el gnero ms representativode la etnoliteratura (Carrasco 1988: 710; 1990: 20-21) y el ntram 4; y loscantados o l, que por el origen de la lrica y por su coexistencia con losactuales textos poticos mapuches (Moens 1999:38), son normalmente re-lacionados y con frecuencia confundidos con la poesa escrita o escriturapotica mapuche.

    La oralidad inscrita se produce cuando los contactos entre la culturamapuche y la cultura mayoritaria influyen en la etnoliteratura mapuche detal modo que sta se empieza a adecuar a las posibilidades de la escritura(Carrasco 1990: 22). Esto se inicia con la transcripcin de textos enmapudungun y su traduccin al castellano. El cambio fundamental produ-cido es en la recepcin, ya que la transcodificacin de los textos los haceaccesibles a un pblico mixto ms amplio que la comunidad mapuche, demanera que la etnoliteratura mapuche sobrepasa sus lmites culturales yprepara su incorporacin al contexto de la literatura chilena y universal,aunque su contenido sigue siendo intracultural.

    La transcripcin de textos mapuches provoca tambin varios otros cam-bios: a pesar de la coexistencia entre oralidad y escritura, los textosetnoliterarios al estar escritos pierden variedad, porque solo una de las ml-tiples versiones del texto oral es la registrada; se modifica la naturaleza de

    3 I. Carrasco se ha referido a este perodo en trabajos anteriores, 1972, 1981 y posterio-res, como 1988.

    4 Moens (1999: 37), observando en mi trabajo de 1990 la distincin de los narradoresmapuches entre epeu, relato estructurado como tal, algo que se cuenta o lo que relatan losmayores, y ntram, conversacin sobre un tema especfico estructurada como texto des-criptivo-explicativo, seala que las descripciones de Mara Catrileo, aunque ponen msnfasis en la intencionalidad del texto y el contenido temtico, globalmente estn basadasen la misma distincin entre cuento y descripcin/explicacin.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 85

    los textos cantados, pues al ponerlos por escrito se suprime el componentemusical de la cancin, por lo que la nica versin mantenida es solo ver-bal5; y adems, debido a su transcripcin, la creacin y la recepcin deltexto ya no coinciden necesariamente. Estos cambios muestran que los tex-tos mapuches han iniciado un proceso de literarizacin, acercando laetnoliteratura a la literatura (Carrasco 1990: 22).

    A los tipos de texto del perodo anterior se agrega uno nuevo: la auto-biografa. Este se diferencia de los tradicionales en que no se realiza demanera espontnea, sino por las motivacin de los investigadores a produ-cir textos para ellos. Asimismo, los temas indgenas se incorporan a la lite-ratura en lengua castellana, como ocurre en la llamada literatura indigenista,de tema indgena, pero de autor, lengua y cosmovisin occidental, y eltema winka se incorpora en diversos modos a la etnoliteratura mapuche.

    La escritura propia o literatura mapuche propiamente tal se producecomo resultado del dominio del proceso de literarizacin ya iniciado en lafase anterior; es una literatura escrita por autores mapuches en que la co-dificacin del texto es realizada en forma autnoma con respecto al canto yla narracin oral (Carrasco 1990: 24), en la cual el autor es un creadorindividual consciente de su arte y que, independiente de un pblico en elmomento de la produccin textual, escribe de acuerdo con su particularconcepto de literatura, pudiendo o no asumir la tradicin. De este modo, elescritor, junto a su rol de continuador de la tradicin, asume tambin elpapel de innovador de la misma.

    Esta actitud innovadora ha producido nuevos tipos de discurso: la rela-cin personal, el ensayo etnogrfico, el epeu didctico y el poema escrito,entre otros, nuevas formas en las que se manifiesta la interaccin entre lasculturas chilena y mapuche, y la incorporacin de los mapuches en la so-ciedad global con las consiguientes dificultades.

    La literatura mapuche contempornea se caracteriza por el planteamientode la problemtica de la interculturalidad; por la ampliacin de lenguaje,al no limitarse los autores a su lengua propia y escribir en ella y en caste-llano; por una nueva forma textual distintiva: el texto de doble registro,presentado simultneamente en versiones equivalentes, en mapudungun y

    5 Hctor Painequeo ha abundado sobre el tema del l (2000). Tb. Painequeo y Barrera1992: 209-214.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200286

    en castellano; por la variacin del mbito de recepcin, que ha conducidoal discurso explicativo, en que el autor da explicaciones sobre asuntos quesupone menos conocidos por sus lectores, en especial chilenos y mapuchesalejados de su cultura.

    Todo lo anterior permite afirmar que la literatura mapuche moderna, hadejado de ser intracultural, y es ahora intercultural6.

    La poesa es la expresin mayor de la escritura propia mapuche, enetapa de ampliacin de un lugar importante en la exigente poesa chilena ycuyos creadores ms talentosos son elogiados por sus pares winkas y porinvestigadores reconocidos en el pas.

    Como dice Moens, Carrasco nota la existencia de un nuevo tipo dediscurso en la literatura chilena, originado en las intersecciones de las dosculturas en contacto. Es una serie de textos que no cabe en las caracteriza-ciones existentes y que llama la atencin por el uso especial y armoniosodel espaol y el mapudungun (). En el caso de la literatura chilena, elcontacto espaol-mapudungun ha alcanzado un alto grado de desarrollo,particularmente en el mbito de la poesa. All ha aparecido un conjuntonovedoso y significativo de intereses temticos y textuales, que me ha pa-recido adecuado llamar provisoriamente poesa etnocultural (1992a: 108).Poesa etnocultural es un trmino lgico para una poesa en la que elmayor inters temtico es la interaccin de grupos tnicos y culturas distin-tas. Carrasco dice: La poesa etnocultural ha explicitado la problemticadel contacto intertnico e intercultural, mediante el tratamiento de los te-mas de la discriminacin, el etnocidio, la aculturacin forzada y unilateral,la injusticia social, educacional y religiosa, la desigualdad sociotnica, en-tre otros, poniendo en crisis las perspectivas etnocentristas predominantes() (1992a: 108-109) (Ver Moens 1999:42)7.

    6 Cfr. Carrasco (1989a: 9-22, 1992b: 184-188). El poeta Elicura Chihuailaf ha propues-to el trmino oralitura porque es de la opinin de que la literatura mapuche actualmentese mueve entre la oralidad y la escritura: [V]a en una y otra direccin sin contraponerse,dice el poeta, la segunda [i.e. la escritura] como registro y creacin que, a su vez, trata derecrear la oralidad (Chihuailaf 1992: 129; Moens 1997b), lo que es objetado por Moens,pues con estas palabras el poeta esboza una situacin de transicin, que no obstante pareceser bastante esttica por el movimiento de la literatura mapuche de un lado a otro y sus lazosen apariencia permanentes con la tradicin (Moens 1999: 41).

    7 Cfr. tb. I. Carrasco (1989b: 41ss.), donde incluye la poesa etnocultural en las cuatroprincipales tendencias surgidas en la dcada de 1977 a 1987.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 87

    La poesa etnocultural mapuche es una expresin legitimada como talpor su cosmovisin, su actitud de resistencia8 ante la sociedad consumistade carcter masificador y homogeneizador, testimonio de una forma devida alternativa ms humana, fundada en la interculturalidad, cuyo sujetohablante, de carcter plural, conocedor de la situacin etnocultural, integradistintos puntos de vista y se presenta como investigador, cronista o parti-cipante tnico, mantiene una actitud de denuncia o de lamentacin.

    La poesa etnocultural se diferencia de otras orientaciones en la literatu-ra chilena actual por su temtica centrada en lo tnico y por su textualidadparticular caracterizada por la revitalizacin de dialectos, la aparicin delcdigo escrito del mapudungun, el uso de variados medios icnicos (comoel mapa, la fotografa y el dibujo) y nuevas estrategias textuales, como elfenmeno de doble codificacin, con sus variantes collage etnolingsticoy doble registro (1992a: 109)9, lo que es en esencia la expresin de unaconcepcin intercultural de la literatura y del texto.: [P]roducir o usar untexto en doble cdigo supone la intencin de sobrepasar los lmites de lacultura propia para entrar en contacto con otra, implica superar la concep-cin de las lenguas y culturas como hechos autnomos y aislados, paraconsiderarlos como entidades parcialmente abiertas que existen eninteraccin dinmica con otras (1991b: 8). As, Carrasco ve los textos dedoble codificacin como el resultado de () un espacio de encuentrointercultural, lo que corrobora el carcter intercultural de la literaturamapuche actual (cfr. Moens 1999: 44).

    1.2 El problema en estudio

    Coincidiendo en su mayor parte con las propuestas de Ivn Carrasco sobrelos principales rasgos de la poesa mapuche tal como se encuentra en laactualidad, analizados crticamente y corroborados por Anita Moens y engran medida continuados o avanzados por otros autores10, en el presente

    8 Nuestro trabajo de (1993) estudia la situacin fluctuante de la poesa mapuche entre laapropiacin y la innovacin, es decir, en el mbito de la resistencia cultural segn el concep-to de Guillermo Bonfil.

    9 Cfr. en la bibliografa otros trabajos de Ivn Carrasco en los cuales desarrolla estos yotros aspectos y los excelentes comentarios al respecto de Anita Moens, cit.

    10 Cfr. p.ej. Pentukun 10-11 (2000), donde se hallan trabajos de I. Carrasco, Contreras,Fierro, Foerster, Garca, Geeregat y nuestros, seleccin de poemas de Chihuailaf, Colipn,

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200288

    trabajo intentamos llenar un vaco en su conocimiento, partiendo de la con-sideracin de esta poesa como uno de los tipos de discurso interculturalmapuche y, en este sentido, relativamente vinculado al discurso pblicomapuche, otro de estos tipos de discurso intercultural estudiado en formasistemtica y acuciosa en los ltimos aos, aunque no desde este punto devista (cfr. Bibliografa especfica).

    Este problema prcticamente no se ha estudiado an, ya que al respectosolo conocemos un trabajo nuestro en que se han esbozado algunas de lasrelaciones entre poesa y discurso pblico mapuches, a propsito del mitodel Estado Mapuche y su expresin en un Manifiesto sobre el problema delas represas hidroelctricas de Pangue y Ralco en el Alto Bo-Bo entrega-da en una marcha pblica el 18 de abril de 1977, y sus vinculaciones con unaspecto del libro De sueos azules y contrasueos de Elicura Chihuailaf(cfr. H. Carrasco 1996: 56-61), considerando que ambos (discurso pblicoy poesa) se incorporan en un sistema mayor que los une entre s y conotros tipos de discurso que se han generado en interaccin con la culturaglobal y no al interior de la cultura mapuche.

    Es justamente en las relaciones entre estos tipos de discurso mapuchesde carcter intercultural donde todava existen vacos, aspectos confusossin delimitar o problemticas sobre las cuales se ha generado poco conoci-miento. Uno de los aspectos de estas relaciones que nos parece de singularinters por la naturaleza misma de los discursos interculturales, involucradosde diversos modos con la sociedad y cultura globales, es su funcionalidadperformativa, vinculada de manera relevante con el carcter de expresin,testimonio o manifestacin identitaria de los textos.

    Debido a la complejidad de esta problemtica, es casi innecesario sea-lar que desde un punto de vista metodolgico en este artculo no podemospretender abarcarla en forma completa, sino nicamente en algunos aspec-tos que deben continuar complementndose y corrigindose ms adelante.En todo caso, s es necesario precisar que el mbito en que ahora pretende-mos incursionar no es el de los efectos que los textos producen en la socie-dad destinataria, sino en la manera como stos se estructuran para ello.

    Huenn, Lienlaf, Canihuan, Manquepilln, Mora, Pinda, Tranamil y Queupul, reseas so-bre Moens y Vicua, y una bibliografa selectiva.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 89

    Con mayor exactitud, intentamos observar la poesa mapuche como fe-nmeno intercultural de la actualidad, detenindonos en su dimensin p-blica mediante el anlisis de dos de sus macroestructuras semnticas (vanDijk 1989) que desarrollan el discurso de la identidad: su forma de partici-par de una de las utopas del pueblo mapuche, el mito moderno del EstadoMapuche, y el recuerdo, bsqueda y reactualizacin de la memoria de losancestros.

    1.3 El discurso pblico mapuche

    La nocin de discurso pblico mapuche, referida a sus componentes y ras-gos caracterizadores desde un punto de vista emprico, fue propuesta pornosotros al iniciar una investigacin sobre el tema. All se defineprovisoriamente el importante fenmeno del discurso pblico mapuche,entendindolo como el complejo mltiple y diverso de discursos en queeste pueblo, a travs de sus agentes institucionales y/o representativos, apelaa la sociedad mayoritaria en que est inserto con el fin de reafirmar susprincipios y derechos, expresar su descontento, postular sus demandas yreivindicaciones y buscar, tambin, formas de acercamiento y encuentrointertnico e intercultural (H. Carrasco 1996: 2).

    Junto con esto, para completar su conceptualizacin, desde un punto devista terico se emple una doble perspectiva: sociosemitica e intercultural.La primera (Greimas y Courts, Rodrigo, Landowski y en particular Imbert)es til para entender las especificidades culturales y el discurso como espa-cio e instrumento de interaccin entre sujetos que se reconocen en ambos,o sea, constructos que visualizan la figura de un sujeto semitico vinculadoa un espacio pblico en el cual se escenifica la sociedad a travs de susportavoces. En este sentido, Imbert (1984: 165-166) piensa que la expre-sin ms elaborada del discurso pblico est constituida por el discursopoltico y el discurso de prensa, pero al mismo tiempo que de la conjun-cin de lo poltico y lo massmeditico surge un discurso pblico cuyo obje-tivo es el carcter socialmente performativo del sujeto (id. 167), lo queprivilegia la adquisicin de la competencia emisiva e intercultural para fa-cilitar la sistematizacin de percepciones y opiniones de personas y organi-zaciones sociales en funcin del sistema de codificacin de la cultura.

    Debido a la multiplicidad de tipos de texto que lo componen, el discur-so pblico mapuche se ha concebido tambin como un complejo textual(I. Carrasco 1979 y 1984), al que se ha agregado en forma coherente lanocin de polisistemicidad (Iglesias 1999), con lo que se tiene entonces un

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200290

    complejo textual polisistmico (H. Carrasco 2001), es decir, una totali-dad discursivo-textual simultneamente compleja, plural y diversa, mani-fiesta en sistemas sgnicos variados, entre los cuales predominan los siste-mas verbales escritos en castellano, que a su vez se hallan formados pordiversos tipos discursivos (cartas, declaraciones, peticiones, etc.), presen-tados en objetos tipogrficos variados (hoja, lienzo, pared, etc.). Las ins-tancias emisoras y receptoras del discurso son colectivas: pueblo mapuche/sociedad winka, representadas ambas por entidades especficas: organiza-ciones/gobierno, empresas, jvenes, etc. La actitud de la instancia-emisores de defensa de la cultura propia (Bonfil) o reproduccin del discursodominante (DICAC), lo que refiere directamente al problema de la identi-dad, que para ser resuelto se inscribe en los discursos de la cultura, entrelos cuales el mtico-creencial es uno de los fundamentales (H. Carrasco1996: 10-12).

    Complementariamente, el discurso pblico mapuche es 1) un tipo dediscurso hbrido y heterogneo; 2) definido por el conjunto de tres tipos dediscurso: discurso producido para la prensa, discurso poltico y discursoacadmico, en los cuales predomina el primero; 3) su objetivo est orienta-do a la mantencin de la identidad propia, aunque tambin muestra carac-tersticas de tendencia a la prdida de su carcter mapuche, asimilndose alos tipos de discurso y a los usos de la cultura mayoritaria de la sociedadnacional, en especial del discurso para la prensa; 4) en cuanto a su funcio-nalidad, una de las dudas radica en saber si los mapuches y susinterlocutores creen de verdad que el intercambio de discursos en la esfe-ra pblica es un medio efectivo para alcanzar las reivindicaciones y con-quistas personales, culturales y socioeconmicas que se demandan, o quesi en la actualidad ste se emplea solo como medio de expresin simblicade identidad, o una estrategia elusiva y no persuasiva, en la cual el discursotiene un propsito representativo o declarativo, de mera compaa de losotros tipos de acciones que se supone tienen capacidad empricamente efec-tiva (cfr. id. 2001: 5-6).

    2. EL DISCURSO IDENTITARIO EN LA POESA MAPUCHE

    2.1 El mito del Estado Mapuche

    Una de las grandes aspiraciones de importantes sectores del pueblo mapuchees la de ser considerados legalmente como pueblo por el Estado chileno,

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 91

    uno de los aspectos rechazados por la mayora parlamentaria cuando seaprob la llamada Ley Indgena, y que en distintos sentidos tiene mayorvigencia y cobertura de lo que a veces se supone. Entendido de este modo,el mito del Estado Mapuche es una utopa de carcter bsicamente polti-co, en la medida en que abarca la totalidad del pueblo indgena, redefinetodas sus relaciones con la sociedad y el Estado chileno e incorpora susexpectativas presentes y futuras desde la asuncin del pasado como unaentidad que determina las otras instancias temporales, vale decir, lo que fueel pasado debe ser el futuro y el presente es solo un parntesis transicionalque puede dificultar o favorecer la realizacin de la utopa.

    En el discurso pblico mapuche, entendido como el conjunto de comu-nicaciones que las organizaciones y otras entidades indgenas dirigen a lasociedad global con el fin de reclamar sus derechos y luchar por sus reivin-dicaciones tnicas, socioeconmicas, religiosas y culturales, es justamentedonde el mito del Estado Mapuche se encuentra en forma ms plena y total.Asimismo, es la postura o perspectiva poltica la que define este tipo detexto y los nfasis que por la misma razn se privilegian, algunos de loscuales con frecuencia corresponden no slo a elementos de la tradicinmapuche sino tambin a ciertos aspectos de la sociedad winka que la socie-dad indgena ha apropiado como necesarios (la escuela, la escritura, la po-ltica de partidos, el sistema democrtico, por ejemplo).

    Por estos motivos, en el discurso pblico se pueden encontrar los fun-damentos, los objetivos y las estrategias para poner en prctica el mito enlas circunstancias polticas, sociales e histricas actuales. Por ello es fre-cuente encontrar en los discursos pblicos tanto el mito genricamente ex-puesto como los diversos elementos que lo conforman, en especial la no-cin de pueblo autnomo, la recuperacin de la tierra y el rescate del terri-torio, el uso oficial de la lengua, el respeto legal por la cultura, etc., ascomo variadas peticiones referidas a modos operativos de obtenerlos, entreellos los recursos legales y econmicos (H. Carrasco 1996: 57)11.

    11 El trmino mito no corresponde en este caso a los discursos creenciales primordia-les, sino a los mitos modernos del pueblo mapuche, constructos de sentido ideacional yemotivo generados en tiempos actuales e interiorizados en su conciencia profunda quevertebran y dan forma sus grandes aspiraciones en el mbito de sus relaciones interculturalescon la sociedad y la cultura globales; cfr. H. Carrasco (1996), donde se encuentra tambinun texto de discurso pblico analizado en este sentido.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200292

    2.1 La reactualizacin mtica de los ancestros

    Como es fcil observar, el mito del Estado Mapuche es una poderosa ex-presin identitaria generada en los tiempos modernos. Junto a ella, lareactualizacin mtica de los ancestros es otra de las mayores manifestacio-nes identitarias, ya que justamente los ancestros son una de las principalesfuentes de identidad que, de acuerdo con la tradicin mapuche, cuando sehan transformado en espritus mticos pueden extender sus facultades a susdescendientes histricos actuales.

    Esta continuidad del linaje y con l las distintas propiedades que llevaimplcitas, se realiza de diversas formas, entre ellas el acto tradicional deimposicin del nombre a una persona. Como indica Flix de Augusta (1907:6), cuando el consejo de familia indgena se constituye con el objeto deponer nombre al vstago recin nacido, suelen decir entre s: Iakin taiknpem i konai i i, ka kpal men konlaiai (en nuestro knpem entra-r su nombre, en otro linaje no entrar). Para que esto fuera posible, elnombre estaba formado de dos palabras, una de las cuales corresponda alknpem o nombre del linaje y el signo que lo identificaba con su origen12.

    En cuanto al proceso de transformacin de los antepasados en ancestrosmticos, vale decir, seres sobrenaturales dotados de poder que viven en elotro mundo y poseen la facultad de actuar en el mundo humano, ha sidodescrito por variados autores como el camino que siguen los muertos y quelos lleva desde las etapas de pll y am a su situacin final de pillam (cfr.entre otros Latcham 1927, Augusta 1934).

    2.3 Poesa, mito, ancestros e identidad

    El mito moderno, de manera homloga a los mitos primordiales, se mani-fiesta en todas las esferas de la existencia y en todo tipo de discursos ylenguajes interculturales.

    En el caso de los escritores, el mito que nos preocupa se expresa tantoen su metalenguaje como en los textos poticos. En estos ltimos, una desus formas de manifestacin se puede observar en la actitud de los sujetos

    12 En H. Carrasco (1998: 51-59) se muestra la funcin del nombre personal como recu-peracin de los ancestros en el primer libro de Jaime Huenn publicado hasta ese momento.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 93

    lricos frente a su propia escritura potica, mediante un proceso de metafo-rizacin o construccin simblica de sus relaciones interculturales con elmundo ajeno, lo cual configura ciertas representaciones de su propia escri-tura y determinadas relaciones con los ancestros. De este modo, por ejem-plo, Elicura Chihuailaf concibe las posibilidades de la poesa como un li-bro azul, Leonel Lienlaf como un texto oral, Jaime Huenn y BernardoColipn como el discurso de las voces enterradas y Lucirnaga Pindacomo el canto antiguo: aprendizaje del canelo y su memoria.

    Es necesario reiterar que la metfora que representa la poesa, conside-ra sta como un micromundo que a su vez representa la voz de la sociedadindgena ancestral trasplantada al mundo winka de hoy.

    2.3.1 El libro azul de Elicura ChihuailafElicura Chihuailaf ha definido con precisin el proceso de su escritura po-tica al sealar que Junto con mi primer libro, El invierno y su imagen(Ediciones LAR, Concepcin) libro negro, vacilante catarsis de mi inne-gable cuota de alienacin en el sistema dominante y tambin bsqueda deun posible lenguaje, En el pas de la memoria libro blanco que tomaconciencia de la historia y que quiere ser el primer grito de un pueblo alque no dejan nacer, constituye una trada con el Libro Azul escrito com-pletamente en mapudungun y que significa nada ms abrir los ojos y or(hablar) nuestra (mi) verdadera lengua, pero que ay la realidad ya nopuede ser, para mis hermanos, propuesta de lenguaje nico13.

    La configuracin ms completa de esta utopa del libro azul se hallaen De sueos azules y contrasueos, 1995, donde se muestra el paso dela sombra al azul, mediante un trayecto a travs de la memoria cultural, pormedio del peuma, el kuifike dungu y otros discursos de la tradicin culturalmapuche [El libro azul] es la escritura de un sueo, de un kalf peuma, deuna realidad que slo existe plenamente en la interioridad/exterioridad dela conciencia mtico-histrica mapuche, que slo la memoria puede retro-traer al presente () el azul se construye en oposicin a un smbolo distin-to, en este caso, al negro, a la oscuridad, a la sombra. Esta primera oposi-cin se extiende hacia otra: ciudad/mundo natural. La ciudad es el espacio

    13 Juan Manuel Fierro se ha preocupado del proceso de metalectura de los poetasmapuches mediante un conjunto de entrevistas a E. Chihuailaf (1992: 203-208). Tb. Luis dela Barra (1996).

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200294

    fro y cruel donde reside la sombra, y aqu, con el tiempo, ha llegado a serfcil distinguirla. Pero muchas veces la sombra tambin se halla en el cora-zn del poeta y all es ms difcil eludir su sabor agridulce. El azul, encambio, se halla en el contacto con la tierra, en la naturaleza, en el mundodonde habitan los ancestros, los sueos, los mitos, los valores de la vidapura y primigenia del pasado. El azul se encuentra tambin muchas vecesen el corazn del poeta, cuando ste se sumerge en el sueo, olvida laciudad, las ciudades del mundo, y reingresa a travs de la memoria al mun-do azul del pasado que l quiere hacer presente y futuro, casi siempre en-carnado en sus hijas, en las hijas mapuches.

    Sin querer enfrentar estas parejas de oposiciones, el poeta intenta supe-rarlas mediante un constante oponerse de estos dos mundos distintos, creandoalgunos lazos de relacin precisamente en el permanente ir y venir quefacilita la difcil convivencia de ambos, proceso contradictorio que se con-centra en dos categoras: la memoria y la poesa.

    La memoria es el camino y la brjula que permite la salida del mundourbano (la sombra, la ciudad), para descubrir y redescubrir, para encontrary reencontrar en forma constante los elementos de la historia perdida y dela identidad latente.

    La poesa, en cambio, permite incluirse en las transmutaciones de laciudad en mundo natural, y de la sombra en azul, a la vez que se constituyeen posibilidad y medio de permanencia de la memoria en el texto del mun-do histrico de la modernidad (H. Carrasco 1996: 59-60)14.

    La presencia de los ancestros es ntida en la poesa de Chihuailaf. Estoha sido observado por diversos autores, entre ellos Vernica Contreras,quien, refirindose a El invierno, su imagen y otros poemas azules, sealque el hablante lrico de este libro se proyecta en un desplazamiento men-tal hacia el mundo ancestral constituyendo su desplazamiento en un ver-dadero viaje a la memoria que marcar toda su produccin potica) (1996.I:41), relacionando as el proyecto escritural del poeta con la reafirmacinde su y la identidad cultural (id.). Juan Manuel Fierro recuerda variasentrevistas hechas al poeta en las cuales reitera la importancia de lo azul ylos antepasados, histricos y mticos. Con relacin al azul dice que Es el

    14 Mayores detalles en H. Carrasco (1996). Tambin Moens (1999: 66 ss.) destaca Sue-o azul, al que considera un poema autobiogrfico (1999: 66).

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 95

    color sagrado mapuche. Yo lo viv fuertemente, porque mi abuelo era caci-que. Siempre llegaba y sala gente de la comunidad en que vivamos conbanderas azules. Luego o y le que azul es el lugar adonde vamos. Enese lugar azul, que corresponde al mar, el espritu se va a la orilla a llamara la balsa de la muerte; si el espritu no se ha perfeccionado lo suficiente,puede quedar vagando para siempre por la orilla, angustiado. Si se estpreparado, viene la balsa de la muerte y lo cruza a una isla, la que podracompararse con el limbo. En ella est el espritu preparndose para volvera las estrellas, pues se dice que de ah se arrojaban nuestros antepasados(1992: 205). De aqu deriva Fierro la importancia de lo ancestral y de lasfiguras del padre y el abuelo (id.). Maribel Mora (1992.I: 51) recuerda unaexplicacin similar del propio poeta: De nio o que el primer espritumapuche haba llegado a la tierra desde el infinito azul. Al morir despusde cruzar el ro, se llega tambin al pas azul, donde estn los antepasados.Ivn Carrasco cita el poema autoexegtico La llave que nadie ha perdido(1996.I: 31): () Y poesa es el canto de mis antepasados/el da de invier-no que arde y apaga/esta melancola tan personal.

    En uno de sus poemas que a nosotros nos parece ms significativos,Sueo azul (kallfv pewma mew, en De sueos azules y contrasueos, elsujeto lrico afirma el sentido azul (La casa azul en que nac) y recla-ma la veracidad del mundo que recrea (Hablo de la memoria de mi niez/y no de una sociedad idlica), poblado por su familia directa (padres, ta,abuelos, hermanos, hermanas) y en el cual cumplen papel protagnico susabuelos.

    La participacin de los ancianos transforma el universo familiar en unmundo prodigioso en el que se concentran las fuerzas csmicas: Sentadoen las rodillas de mi abuela o las primeras historias de rboles /y piedrasque dialogan entre s, con los animales y con la gente /. Nada ms, medeca, hay que aprender a interpretar sus signos / y a percibir sus sonidosque suelen esconderse en el viento). Junto con esto, se encuentran loselementos identitarios: Pero guard en mi memoria el contenido de losdibujos /que hablaban de la creacin y resurgimiento del mundo mapuche /de fuerzas protectoras, de volcanes, de flores y aves.

    La mostracin de la identidad se explicita en forma mucho directa en elrecuerdo de las delicadas relaciones con el abuelo, al referirse al origende la gente mapuche y a las creencias primordiales: Tambin con mi abuelocompartimos muchas noches a la intemperie /largos silencios, largos rela-tos que nos hablaban del origen de la gente nuestra /del primer espritu

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200296

    mapuche arrojado desde el Azul /de las almas que colgaban en el infinitocomo estrellas /. Nos enseaba los caminos del cielo, sus ros sus seales.

    2.3.2 El texto oral de Leonel LienlafOrietta Geeregat y Pamela Gutirrez hicieron un anlisis exhaustivo dellibro de Leonel Lienlaf Se ha despertado el ave de mi corazn, 1989, apartir de la concepcin del libro como un texto-cultrung y de su emisorcomo un autor-chamn (1992: 137-144). En efecto, el texto est estructu-rado en forma circular sobre la base de una organizacin tetrdica, repre-sentando en forma homloga y anloga el kultrun de la machi, sacerdotisay mdica chamnica de la sociedad mapuche. A su vez, el kultrun constitu-ye un microcosmos que representa la estructura profunda del universo, enla cual se encuentran las principales creencias mapuches, entre ellas lasrelacionadas con los ancestros histricos y mticos.

    Leonel Lienlaf construye su utopa por oposicin a la sociedad de Chi-le, con una actitud intercultural de resistencia absoluta que lo lleva a negarexplcitamente para l y su mundo incluso la necesidad y posibilidad deescritura propia de la cultura global. En este sentido puede proponersemetafricamente que su utopa adopta la forma de un mundo carente deescritura, en otras palabras, la del texto oral.

    En todo caso, lo primero que debe preguntarse es si en el libro se con-tiene una utopa. Para esto conviene analizar el epgrafe que funciona comocdigo autoexegtico de todo el texto.

    Nepey i gm piuke Se ha despertado el ave de mi coraznlapm i mp extendi sus alasina yey i peuma y se llev mis sueosroflpuafiel ti mapu para abrazar la tierra

    El ave de mi corazn es el espritu, el plli y el am que dan vidaverdadera al hombre uniendo su corazn con el corazn del universo y queaqu toma los peuma, los sueos del poeta-chamn para llevarlos hacia sutierra y su pueblo cuando l emprende su viaje entre los diversos niveles dela realidad y la existencia.

    La nocin de sueo se reitera en varias oportunidades y en sentidostambin distintos. La primera es el encabezado de la primera parte del li-bro: Mapu i peuma/wiramekey/i piukemeu (El sueo de la tierra/grita/en mi corazn), tambin los antepasados estn soando en su sueo, los

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 97

    sueos del poeta duermen en un rincn de la ruca con los hilados de laabuela, el sueo es tambin la vida de la cual se retira la anciana, etc.

    Pero donde nos parece que se expresa con mayor justeza la nocin deutopa es en un poema que se encuentra en la cuarta parte del libro, cuandoel poeta est finalizando el ciclo de su trayecto. En Rpu, Camino, sedice: Lefn wenuntumeael i peuma/i piuke i peuma/i kme neyen-ngeam/tfachi mapumew (He corrido a recoger el sueo/de mi pueblo/paraque sea el aire respirable/de este mundo). Est claro en estas palabras queparte de la finalidad de su largo viaje al otro mundo para encontrarse con sucorazn ms all del sol ponindose es conocer ms a fondo los fundamen-tos de su pueblo para iluminar la existencia de este mundo, donde tambinvive su pueblo. Esto es sin duda una utopa.

    Incluso en otro poema, Ka mapu, Extranjero, el hablante reafirma laactitud de contemplacin que le permite construir su sueo: Miawn kamapu,/umagtulen/rel kie lolen/pewmayawen (Ando por otras tierras/dur-miendo/sueo frente a una honda /quebrada). En medio de su trance, elpoeta suea frente a una hondonada, es decir, contempla el tiempo y lavida para encontrar la expresin perdida de sus abuelos, para encontrar elsilencio de su pueblo, dicho de otro modo, el sueo o la utopa de su pue-blo.

    Ahora, en qu consiste esta utopa? En trminos globales, sta sigue lamisma lgica del mito en que se genera, o sea, la utopa corresponde a lareactualizacin y reconstruccin del mundo ideal de los ancestros en lavida de hoy. Lo que el poeta quisiera es exactamente reconstituir ese mun-do a partir de sus principios ideales, en oposicin abierta y estricta al mun-do winka de hoy con todas sus imperfecciones. Y uno de los trminos cla-ves de esta oposicin es la dicotoma escritura /oralidad. El mundo winkaest marcado por la escritura, que significa y simboliza lo artificial, lo in-adecuado, lo ajeno, mientras que el mundo mapuche de los ancestros, mar-cado a su vez por el trmino oral, se corresponde con los principios contra-rios a aqullos.

    El aspecto negativo de esta oposicin se halla explcito claramente en elpoema Kuw i aukn, Rebelin, de la tercera parte del libro.

    i kuw / ailay wirialu Mis manos no quisieron escribirkie fcha profesor las palabrasi dungu. de un profesor viejo.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 200298

    i kuw Mi mano se neg a escribirailay wirialu aquello que no me perteneca.inchenodungu.ikfalu eimi Me dijo:pienew debes ser el silencio que nacei kimngam i ikfn.

    i kuw feipienew Mi manomapu pepi wiringelay. me dijo que el mundo

    no se poda escribir.

    Adems de indicar la voluntad del poeta, metonmicamente de su mano, yla afirmacin taxativa de lo que no es posible, en el poema se afirma tam-bin el trmino positivo de la oposicin, lo que se debe ser: el silencio quenace. Esto parece definir dos nuevos sentidos en contraste: el del mundode la escritura como ruido (probablemente vaco) y obsolescencia, opuestoal mundo de la oralidad, como silencio, con significado y vigencia.

    Estos sentidos aparecen reafirmados y ampliados ms adelante, en lacuarta parte del libro. En el poema Rpu, Camino, ya citado, el poeta yasabe que debe recoger la expresin perdida de los abuelos y el silencio desu pueblo, para hacerlos carne, sangre y vida ...i krf-ngeam plli/wech-wechngechi dungumew (para que el espritu sea viento/entre el vaco de laspalabras). En Ka mapu, Extranjero, tambin citado, el hablante, soandoante la hondonada observa que en medio del campo su palabra, dungu, estransparente.

    Se podran ubicar otras referencias, pero en todas ellas se reiteran losmismos componentes: la presencia de los ancestros en un mundo puro,prstino, primordial, en que conviven los seres de la naturaleza, los sereshumanos y los seres sobrenaturales, y en que rigen la palabra oral y elsilencio, sin la contaminacin que suponen la presencia de los winkas y sutemible aliado: la escritura, con las nefastas consecuencias ya sugeridas.

    2.3.3 El discurso de las voces enterradas en Jaime HuennJaime Huenn coincide con Bernardo Colipn en presentar en la intimidadde su canto ciertas voces enterradas expresin del segundo que subyacena la problemtica en cierto modo circunstancial que refieren sus poemas ysugieren ciertas races tnicas, histricas y culturales ms profundas y per-sistentes. Por la misma razn, este sustrato comn aparece en dos mbitosdiferentes.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 99

    En su primer libro, Al anverso carnal de las estrellas, Huenn destacala existencia de un mundo dual y polar generado por lo que se puede llamarun discurso mestizo parcial, en el sentido de que ste existe realmente,pero no de manera exclusiva, ya que tambin se halla sometido a la tensincon el dominio de su origen indgena.

    En estos poemas, tanto en forma explcita como implcita, el hablantealude a su carcter tnico y en forma destacada culturalmente mestizo. Suspalabras al respecto son claras: Huilliche hispano-hablante como soy, na-cido y criado en los lmites de la sociedad chilena (occidental), perdida yala inocencia de la raza, he debido agarrar la rama vallejiana y mistralianapara cobijarme bajo el rbol de mi origen, as como tambin es la poesachilena escrita en castellano o la poesa universal leda en la misma lenguaquienes lo acogen y guan hacia los bosques y los ros del tse-dungun (elperdido dialecto huilliche, variante del mapudungun, lengua de los hom-bres de la tierra).

    En estas condiciones personales, tnicas y culturales, que l mismo de-fine como autodilogo, conflicto entre sangres y culturas, es claro que susituacin vital, conflictiva y sincrtica slo se resuelve con la aceptacino el rechazo conscientes de la condicin del mestizaje, que el poeta aceptaal parecer sin dudas y sin condiciones: mi Huenn y mi Villa (padre ymadre en sus tiernos y salvajes idilios) imprimen en la precariedad de estaspginas la lgrima y el sudor del mestizaje. Mi sangre prende en la suya, nose reconocen y surge la disputa. Pero todo odio arranca del amor y eldestino como sea nos ser un rbol florido bajo el cual las utopas de lahistoria y del espritu cumplirn sus anchas, esperadas e inesperadas pro-mesas.

    De acuerdo con esto, Huenn pareciera ser un poeta mestizo, lo que sereitera y refuerza en poemas como Despus de leer tanto a Vallejo, endonde el poeta conversa con Csar Vallejo, lo apela directamente expre-sndole su admiracin y afecto, y monologa estableciendo similitudes en-tre ambas poesas y disimilitudes entre ambas existencias, o en Ceremo-nia del amor, en que metafricamente se muestra el amor intertnico derboles y de indgenas, en medio de las aguas cholas y a plena cholaarboladura.

    No obstante, en otros poemas, e incluso en los sealados, se puededescubrir tambin la presencia de esas voces enterradas que refieren di-rectamente a la raz primordial indgena y que en esta poesa se expresa so-bre todo por la presencia de los ancestros, que el mismo Huenn denomina

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 2002100

    los nombres enterrados15. Esto es evidente en Crnica de fin de invier-no, Ceremonia del amor, en parte de Lamgnen. En el poema Fo-gn, particularmente, se puede advertir con claridad esta presencia, ascomo la construccin de una verdadera utopa centrada en los antepasadosque vuelven al presente trayendo consigo su sabidura, su ntima relacincon la naturaleza, el cosmos y las fuerzas sobrenaturales, su conocimientodel ser y la existencia y sus misteriosos poderes.

    Menos que el silencio pesa el fuego papaytu gruesa sangre que ardeentre leos doradosMenos que el silencio a la nocheel sueola luz que desprendenpjaros y ros

    Hermano sea el fuego habla alumbratu bocala historia de praderas y montaascadasla guerra entre dioses serpientesde platael paso de los hombresa relmpagoy sangre

    Escuchas el galope de las generacioneslos nombres enterradoscomo flores o frutosla lgrima el sudor de lentas caravanasescapando a la sombra de la muerte y la vida ()

    2.3.4 Bernardo Colipn: nufrago entre el olvido y la memoriaA semejanza de Huenn, Bernardo Colipn tambin transita entre diversasy complejas situaciones existenciales, en las que busca definir un camino,

    15 Algunos elementos presentados aqu se encuentran en H. Carrasco (1998b: 51-59), enel contexto de un estudio sobre nombres cotidianos y ancestrales en la poesa de JaimeHuenn.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 101

    tanto a nivel humano como escritural y literario, en medio del interesantefenmeno que marca sobre todo su ltima poesa, como es la bsquedapotica de la identidad en medio de la historia mapuche. El ttulo que da auna seleccin de sus poemas considerados aqu como corpus de estudio,expresa de manera precisa esta condicin: Nufrago de m mismo en unageometra de voces enterradas. Vernica Contreras tambin se ha referidoa esta imagen de nufrago al encuentro de su identidad y su destino,teniendo la poesa como posibilidad de encuentro consigo mismo (2000a:75).

    Asimismo, el primer poema del conjunto Tuve que esperar a que ungrito partiera mi cabeza, refiere su toma de conciencia de la prisin deolvido y silencio en que estuvo encerrado.

    Me dijeron que deba callar. Acumularpor un tiempo la semilla, en las cuencasvacas de mis ojos.Tuve que esperar a que un gritopartiera mi cabeza, para que el olvido corrieracomo un nio ciego tras una pelota.

    Pero es solo el recuerdo del ancestro primigenio quien le hace escucharlas voces enterradas, que a su vez le permiten liberarse del vaco delolvido para poblarlo con las voces de la memoria tnica y cultural. Y esaqu donde construye la utopa de su lucha por conquistar o reconquistar laidentidad olvidada pero siempre viva de su pueblo, en un proceso intercul-tural de recuperacin e innovacin entrelazadas.

    Reforzado por el permanente recuerdo de los antiguos, sean stos ac-tuales, antepasados inmediatos o seres ancestrales en sentido estricto (comoIsidoro o Filomena Maripn, Froselia Naipn, Rosa Hueitra lavando / loscabellos gruesos del destino, Jos Dolores Colipn, quien con su alma/paralela a la nuestra, nos suea /desde otro mundo, u otros), el discurso delas voces enterradas revela sin duda la utopa del redespertar de la con-ciencia de pueblo con historia y memoria milenarias redescubiertas.

    Mudo es tu recuerdo, Padre, que me hace vivirde la sangre cuajada de tu abandono.Nufrago de m mismo en tu geometra de vocesenterradas, guardo el trigo de tu ltima cosechapara fermentarlo en los cntaros

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 2002102

    negros del silencio. Nada tengo.sino fuerzaspara arrebatarle al vaco, lo que por derechopertenece a la memoria.

    2.3.5 Lucirnaga Pinda: el canto antiguo, memoria de alfabetos noaprendidosLucirnaga Pinda, cuyo nombre legal es Adriana Paredes Pinda, poco di-fundida an, es una de las poetisas mapuches de mayor talento y futuro.Hasta ahora su publicacin mayor es el conjunto de poemas Ralm, pu-blicado completo en Pentukun 10-11:197-220, nmero dedicado comple-tamente a la poesa mapuche16.

    En este poemario, formado de 13 textos escritos en castellano, la iden-tidad se funda en el espacio ms profundo y definitivo del ser tnicoculturalmapuche: las creencias primordiales ocultas en el canto antiguo (201),como memoria de alfabetos no aprendidos (206), lengua de la tierra(209), aprendizaje del canelo y su memoria (210). Y esto, porque el pro-ceso potico de Lucirnaga Pinda es la bsqueda y construccin de la msentraable y exigente de las creencias: la unin directa con el mundo so-brenatural mapuche, el mundo de los antepasados transformados en espri-tus poderosos, de los ancestros que escogen a sus descendientes para otor-garles su nombre y con l su identidad trascendente.

    En sentido ms especfico, Ralm, desde una postura enunciativa quese aduea de la historia, nos entrega la crnica del trayecto de una machi,desde que nace exiliada, untada a mi corazn sin estrella (200), sucorazn partido en dos cuando muchacha incapaz de comprender y alcan-zar su destino con sus manos lacrimosas, hasta que el sueo rescata suespritu, puede ir a la montaa a recuperar el poder, recibe la lengua de latierra, recibe el aprendizaje del canelo y comprende que la memoriade ste es su escritura. As, sabr que detrs de la cordillera / est

    16 Es cierto que los poetas mapuches aparecieron primero en la historia literaria del pas,pero tambin es cierto que las mujeres poetas han sido muy poco estudiadas en forma espe-cfica. Entre stas se encuentran Jacqueline Caniguan y Rayen Kvyeh (Moens 1999), FebeManquepilln (H. Carrasco 2000) y Graciela Huinao, incorporada en la antologa de CeciliaVicua (1998).

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 103

    esculpido su nombre. Ya la han amado / los huesos sudorosos de sus ante-pasados (217) y, finalmente, el encuentro con su ley, su llamado y suidentidad primordial: Pinda /es tu nombre./No podrs tener la sangre d-bil (220).

    En este proceso pueden distinguirse cuatro grandes etapas. Antes deellas, se abre el camino que se debe recorrer:

    Heme aqu atravesada por el Relmpago.Muge el toro del amanecer sus presagios tibios.Meli pu pillan meli pu pillan dicela duea de mi furia y de mi nieve.

    Muchos escaparon al silabario de la estirpeEnterraron sus cabellos en casas extranjeras.

    () Mi abuela me dio de comercuando todo estaba enterradosorbi mi coraznquiso sembrarlo junto al suyo (Relmpago)

    La primera etapa es desgarrada y rota por la dualidad, el desamparo y elexilio tnico cultural. Como toda aspirante a machi, la nia no conoce suvocacin y vive temerosa y angustiada entre la ignorancia (el tatuaje delmiedo/quemadura en el ojo mendigo del tiempo. Yo,/Oreja de Treile/nosaba del bosque incendiado por los durmientes), las dudas (Cmo tejola flor del yuyo/en estas montaas/que obligadas fueron a perderse sin p-jaros?//La tierra arde Tranamil/ nos vamos/ a hundir en fuego o agua. Yano/hay bosques que empujen las vertientes).

    En todo caso, como se puede ver en los dos ltimos versos recin cita-dos, la nia, en medio de todas las dificultades, intuye lo que sucede o loque va a suceder, su espritu todava en proceso de negacin y rechazorecibe el presentimiento de antiguos mitos relacionados a la destruccindel cosmos y la humanidad, pero esto no la protege de la enfermedad ni delsentimiento de exilio iniciado al momento de nacer (untada a mi coraznsin estrella /vine al mundo. Par mis brotes / no tuve siete venas ni chaiwe/se me neg deshojar canelos / junto a mis hermanas. Sabiendo que unaexiliada / no merece el poder. Me di (Del exilio). Esto incide en granparte de su vida (Y ahora [mamita] me pides que vuelva?//Te dijo queamor en williche / se dice Lemunantu./Lemunantu, el olvido est primeroque la muerte./Lemunantu).

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 2002104

    En la segunda etapa, la muchacha ya muestra las seales inequvocas dela machi: los sueos, las visiones, las profecas, el primer acercamiento alfoye (canelo), su rbol auxiliar, su proximidad con el mundo sagrado. Can-tar la nia su canto antiguo / si conoce la madre de su raz si llena su boca/con hierbas sanadoras () La muchacha tendr que hacer machitun./ Losbrotes de las maderas /pujan en su lengua/un pewen de aroma en parto(Sanacin).

    La tercera etapa es la de preparacin para el oficio inicitico, cuando yala certeza de la vocacin es innegable. Esto se adelanta en el poema Pewma(Sueo).

    El sueo desat su empuadurano tomars foye con tus manos lacrimosashasta no empollar en ellasel vaticinio de tu propio encallamiento.Recojo mis cabellos gurdamelas cintas kanvkvmumientras vas a la montaaa buscar el poder. Yoregreso con mis sueos a esperar el We Tripantu

    Pero la muchacha ya se ha transformado. Tiene conciencia de su ser: Yosoy la de cabellos trasnochados/hmeda y urgente en la lluvia/de perdidosngillatunes () Arde luna perdida/me vine a la montaa a sorber tu cora-zn. No/me ir en la blancura de tu aliento./Soy la que vuela con tres de-dos/canta fuego por boca de su kona. Bien me han nombrado/Kanvkvmu/la otra raz (Memorias).

    Su nueva situacin descifra tambin la clave de su poesa, entendidacomo un don proveniente de la tradicin sagrada mapuche, por tanto, untalento que se entrega como parte de una misin que excede a la poesa y ala poetisa, quien no lo puede ni obtener de otra manera ni controlar. En estesentido, la escritura para Lucirnaga Pinda forma parte de la naturaleza delser mapuche (su piel) y es un elemento ms de su condicin de machi yde la responsabilidad que sta implica hacia su pueblo. Por eso es la memo-ria de alfabetos no aprendidos (Memorias), recibida a tragos insom-nes como aprendizaje / del canelo y su memoria (Reescritura de la san-gre), equivalente a la lengua de la tierra (Lenguas secretas) en el sen-tido de ese espacio trascendente donde se unen los humanos y las creaturassobrenaturales, los espritus de la tradicin mapuche.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 105

    Esta nocin de escritura, diseminada a travs de todo el poemario, seconcentra en parte en Memorias:

    () La pieldel mapuche tiene la escritura.Me fueron dadas las palabrasComo volcn que arde y sangra. MemoriaDe alfabetos no aprendidos.Desovaron los pezones del tiempoFrtiles fueron las tierras hasta el amanecerCuando supeQue no era mi mano la escritura (Memorias).

    No obstante, esta escritura debe comprenderse al mismo tiempo como elcanto antiguo que las machis reciben de sus antepasados ancestrales, lasmachis primigenias o antiku machi que las han elegido, puesto a prueba,preparado y, por ltimo, incorporado en la comunidad mstica de machisque atraviesa los tiempos y los espacios. Cuando la machi ha recibido elpoder de tal, tendr tambin su canto antiguo, el que estaba reservadopara ella y que ahora ha recibido e incorporado a su kultrun y a su actividadmdica, ritual y chamnica.

    Es solo ahora que a la nia exiliada, muchacha en dolorosa bsqueda desu destino, poetisa sin voz propia, mujer mapuche dudosa de su propio ser,le ha sido entregado su nombre y con l su don de machi, su palabra, suescritura, su canto, su identidad:

    Los gajos delirantes de la pginase abrieronen gemidos ebrios Pinda estu nombreno podrs tener la sangre dbil (La hel negra; el destacado es nuestro)17

    17 En los textos de Lucirnaga Pinda se encuentra la referencia explcita al reconoci-miento del don de machi y con ello de su identidad en medio de las circunstancias vincula-das a la lucha mapuche por impedir la construccin de Pangue y en particular de Ralco. Estatemtica especfica no se ha desarrollado nicamente para no introducir este fuerte distractoren la explicacin del proceso vital poetizado por la autora.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 2002106

    3. OBSERVACIONES FINALES

    En trminos generales puede observarse que la consideracin de la poesamapuche (escritura propia etnocultural) como discurso intercultural, ade-ms de sus relaciones con el discurso pblico, ofrece nuevos aspectos deanlisis que complementan los ya desarrollados por diversos otros autores.

    En este sentido, y por desarrollarse la poesa mapuche en el mismo m-bito de la poesa chilena actual, esta perspectiva de estudio destaca conmayor precisin la problemtica de la identidad cultural mapuche construi-da en la poesa.

    As entendida, la identidad mapuche se expresa con claridad, ademsde muchas otras formas, en el mito del Estado Mapuche, uno de los n-cleos de la utopa tnico-cultural del pueblo mapuche contemporneo, ge-nerada como rechazo a las actuales condiciones de las relaciones inter-tnicas, interculturales e interlingsticas forzadas, opresivas y asimtricasque rigen sus relaciones con la sociedad mayoritaria.

    En la poesa de destacados creadores mapuches actuales, esta utopaexpresada mediante la representacin de una clase especfica de texto: ellibro azul, el texto plenamente oral, el discurso de las voces enterradas y elcanto antiguo presenta tres dimensiones fundamentales: 1) rechazo a cier-tas instituciones definitorias de la sociedad global, entre otras, la propiaescritura; 2) bsqueda de su legitimacin en los elementos de la culturapropia, como la memoria y los ancestros; y 3) la construccin misma de lautopa, fundada en algunos smbolos cosmognicos que a nivel escrituralse presentan como grandes metforas del mundo y de la vida.

    BIBLIOGRAFA

    1. Fuentes primarias

    Chihuailaf, Elicura (1988), En el pas de la memoria. Temuco: Quechurrewe.Chihuailaf, Elicura (1995), De Sueos Azules y contrasueos. Santiago: Editorial Universi-

    taria.Colipn, Bernardo (1999), Pulotre. Testimonios de vida de una comunidad Huilliche (1900-

    1950). Santiago: Editorial U. de Santiago.Huenn, Jaime (1998), Al anverso carnal de las estrellas (ms.).Lienlaf, Leonel (1989), Se ha despertado el ave de mi corazn. Santiago: Editorial Univer-

    sitaria.Pinda, Adriana (2000), Ralm, en Pentukun 10-11: 197-220.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 107

    2. Fuentes secundarias

    2.1 Sobre poesa mapucheCarrasco, Hugo (1981), El mito de Shumpall en relatos orales mapuches. Tesis de Magster.

    Valdivia. Facultad de Filosofa y Humanidades, U. Austral de Chile.Carrasco, Hugo (1993), Poesa mapuche actual: de la apropiacin hacia la innovacin cul-

    tural. Revista Chilena de Literatura 43: 75-87. Santiago: Departamentoto de Literatu-ra, Universidad de Chile.

    Carrasco, Hugo (1996), El mito del Estado Mapuche: discurso pblico y poesa. Actas IXCongreso Internacional de Estudios Literarios, SOCHEL: 56-61. Valdivia: Instituto deLingstica y Literatura, U. Austral de Chile: 56-61.

    Carrasco, Hugo (1998), Interculturalidad y escritura literaria. Nombres cotidianos yancestrales en poemas de Jaime Huenn. Pentukun 8: 51-59. Temuco: Instituto deEstudios Indgenas, Universidad de La Frontera.

    Carrasco, Hugo (2000a), Introduccin a la Poesa Mapuche, en Pentukun 10-11:15-24.Carrasco, Hugo (2000b), El sueo de la mujer mapuche. Notas sobre la poesa de Febe

    Manquepilln, en Pentukun 11-12: 89-106.Carrasco, Ivn (1981) En torno a la produccin verbal artstica de los mapuches. Estudios

    Filolgicos 16: 79-95.Carrasco, Ivn (1988), Literatura mapuche. Amrica Indgena 48,4: 695-730. Mxico:

    Instituto Indigenista Interamericano.Carrasco, Ivn (1989a), El discurso explicativo mapuche en el acto de comunicacin

    intercultural. Actas de Lengua y Literatura Mapuche 3: 9-25. Temuco: Departamentode Lenguas y Literatura, U. de La Frontera.

    Carrasco, Ivn (1989b), Poesa chilena de la ltima dcada (1977-1987). Revista Chilenade Literatura 33: 31-46.

    Carrasco, Ivn (1990), Etnoliteratura mapuche y literatura chilena: relaciones. Actas deLengua y Literatura Mapuche 4: 19-27.

    Carrasco, Ivn (1991a), Textos poticos chilenos de doble registro. Revista Chilena deLiteratura 37: 113-122.

    Carrasco, Ivn (1991b), Los textos de doble codificacin. Fundamentos para una investi-gacin. Estudios Filolgicos 26: 5-15.

    Carrasco, Ivn (1992a) Literatura del contacto intertnico. Estudios Filolgicos 27: 107-112.

    Carrasco, Ivn (1992b), Un metatexto etnoliterario de los mapuches de Chile. Actas deLengua y Literatura Mapuche 5: 183-192.

    Carrasco, Ivn (1993a), Metalenguas de la poesa etnocultural de Chile I. EstudiosFilolgicos 28: 67-73.

    Carrasco, Ivn (1993b), Literatura etnocultural en Hispanoamrica: Concepto y precurso-res. Revista Chilena de Literatura 42: 65-72.

    Carrasco, Ivn (1994), Metalenguas de la poesa etnocultural de Chile (autores sureos)II. Estudios Filolgicos 29: 91-100.

    Carrasco, Ivn (1995), Las voces tnicas en la poesa chilena actual. Revista Chilena deLiteratura 47: 57-70.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 2002108

    Carrasco, Ivn (2000), Poetas mapuches contemporneos. Pentukun 10-11: 27-44.Catrileo, Mara (1992), Tipos de discurso y texto en mapudungun. Actas de Lengua y

    Literatura Mapuche 5: 63-70.Colipn, Bernardo y Velsquez, Jorge (eds.) (1994), Zonas de emergencia. Poesa-crtica.

    Poetas jvenes de la X Regin. Valdivia: Paginadura Ediciones.Contreras, Vernica (1996), Un viaje a la memoria en la escritura potica de Elicura

    Chihuailaf. Lengua y Literatura Mapuche 7, t. I: 41-47.Contreras, Vernica (2000), La multidiscursividad: un caso en la escritura potica de Ber-

    nardo Colipn. Pentukun 10-11: 71-87.Chihuailaf, Elicura (1992), Mongeley mapu i pll chew i llewmuyi. Simpson Siete 2:

    119-135.de la Barra, Luis (1996), El arte en la regin de la Araucana. Temuco: Ediciones Universi-

    dad de La Frontera.Foerster, Rolf (2000), La potica mapuche huilliche como procedimiento de

    rememorizacin. Pentukun 10-11: 55-70.Fierro, Juan Manuel (1992), Un proceso de metalectura, entrevistas a Elicura Chihuailaf.

    Actas de Lengua y Literatura Mapuche 5: 203-208.Fierro, Juan Manuel (2000), La memoria dual en la potica de Jaime Huenn: contralectura

    de dominacin y lectura de dignificacin. Pentukun 10-11: 121-133.Galindo, Oscar y Miralles, David (eds.) (1993), Poetas actuales del sur de Chile. Antologa-

    crtica. Valdivia: Paginadura Ediciones.Garca, Mabel (2000), Poesa mapuche: poetas y crticos. Un dilogo comn intercultural.

    Pentukun 10-11: 45-54.Geeregat, Orietta y Gutirez, Pamela (1992), Se ha despertado el ave de mi corazn. Texto-

    Kultrung. Actas de Lengua y Literatura Mapuche 5: 137-144.Loncn, Jorge (ed.) (1993), Desde los lagos. Antologa de poesa joven. Santiago: Ediciones

    Polgono.Mansilla, Sergio (1994), Esa manera oblicua y dolida de ver las cosas (Poesa en el sur de

    Chile: 1975-1990). Acta Literaria 19: 87-100. Universidad de Concepcin.Moens, J. Anita (1999), La poesa mapuche: expresiones de identidad. Tesis de Licenciatu-

    ra, Universidad de Utrecht.Mora, Maribel (1992), Identidad cultural en El invierno, su imagen y otros poemas azu-

    les. Lengua y Literatura Mapuche 7, t. I: 49-58.Painequeo, Hctor (2000), Oralidad en el canto mapuche. Tesis de Maestra en Lingstica

    Indoamericana. CIESAS, Mxico D.F.

    2.2 Sobre discurso pblico mapucheCarrasco, Hugo (1996), El discurso pblico mapuche. Lengua y Literatura Mapuche 7,

    105-117.Carrasco, Hugo (2000a), Los tipos discursivos del discurso pblico mapuche. Lengua y

    Literatura Mapuche 9, 145-156.Carrasco, Hugo; C. Seplveda, G. Carrasco y J. Araya (2000b), Rasgos identitarios del

    discurso pblico mapuche (Ponencia, V Congreso Latinoamericano de Ciencias de laComunicacin, ALAIC 2000. Santiago, U. Diego Portales-ALAIC, 26-29 abril.

  • Rasgos identitarios de la poesa mapuche actual 109

    Carrasco, Hugo (2001a), El discurso pblico mapuche: complejo textual polisistmico pro-ducido para la prensa. Comunicacin y Medios N 13, ao 13. Santiago, Universidadde Chile.

    Carrasco, Hugo (2001b), El discurso pblico mapuche: procedimientos textuales identitarios[Ponencia, Universidad de Talca].

    Carrasco, Hugo y Geeregat, Orietta (2002), El discurso pblico mapuche: significado yfuncionalidad. Actas Congreso Asociacin de Filologa de Amrica Latina, San Josde Costa Rica, ALFAL (en prensa).

    Carrasco, Ivn (1979), Dos discursos complementarios: las dedicatorias y las notas. Estu-dios Filolgicos 14: 129-137. Valdivia, Universidad Austral de Chile.

    Carrasco, Ivn (1984), Los ttulos en el texto potico. Estudios Filolgicos 19: 69-80.Valdivia, Universidad Austral de Chile.

    Ciapuscio, Guiomar (1994), Tipos textuales. Buenos Aires: Editorial Universitaria.Contreras, Vernica (1998), La heterogeneidad discursiva en el discurso pblico mapu-

    che. Lengua y Literatura Mapuche 8: 217-232.Contreras, Vernica (2000a), Discurso pblico mapuche: tpico del wallmapu. Lengua y

    Literatura Mapuche 9: 157-169.Contreras, Vernica (2001a), La estrategia dialgica en el discurso pblico mapuche.

    Revista Chilena de Semitica 6. Santiago: Sociedad Chilena de Semitica.Garca, Mabel (1998), El discurso poltico en la lrica mapuche. Lengua y Literatura

    Mapuche, 8: 101-114.Garca, Mabel (2000a), La autorrepresentacin del emisor textual en el discurso pblico

    mapuche. Lengua y Literatura Mapuche, 9: 177-190.Garca, Mabel (2001a), Estrategias de direccionalidad y resignificacin discursiva en la

    revista Mapuuke. Revista Chilena de Semitica 6.Geeregat, Orietta (1998), Los atributos de gnero: una lectura desde el discurso pblico

    femenino mapuche. Lengua y Literatura Mapuche, 8: 243-250.Geeregat, Orietta (2000a), El proceso de produccin del discurso pblico mapuche. Len-

    gua y Literatura Mapuche, 9: 191-204.Geeregat, Orietta (2000b), La re-produccin de atributos de gnero en el discurso pblico

    femenino mapuche. Actas del 1er. Congreso Internacional de Literatura y Gnero. Arica,Universidad de Tarapac, 26-27 noviembre 1998: 111-120.

    Geeregat, Orietta (2000c), Aspectos estructurales y macroestructurales del discurso pbli-co de la mujer mapuche. Actas del 2o. Congreso Internacional de Literatura y Gnero.Arica, Universidad de Tarapac (en prensa).

    Imbert, Gerard (1984), Sujeto y espacio pblico en el discurso periodstico de la Transi-cin. Hacia una Sociosemitica de los discursos sociales. Teora semitica. lenguajesy textos hispnicos de M.A. Garrido. Madrid, C.S.I.C.E.: Imprenta Taravilla.

    Otazo, Jaime (2000), La dimensin del acceso en el discurso pblico mapuche. Lengua yLiteratura Mapuche, 9: 231-244.

    Otazo, Jaime (2001a), Demandas del discurso pblico mapuche. Revista Chilena de Semi-tica 6.

    Otazo, Jaime (2001b), Aspectos identitarios del actual discurso pblico mapuche [Ponen-cia, Universidad de Talca].

    Van Dijk, Teun (1989), La ciencia del texto. Un enfoque interdisciplinario. Barcelona: Paids.

  • REVISTA CHILENA DE LITERATURA N 61, 2002110

    RESUMEN / ABSTRACT

    En el presente trabajo se intenta llenar un vaco en los estudios sobre la poesa mapucheactual, partiendo de la consideracin de ella como uno de los tipos de discurso interculturalmapuche, es decir, uno de los tipos de discurso que se han generado en interaccin con lacultura global y no al interior de su cultura.

    Uno de los aspectos en que la poesa coincide con otros discursos interculturalesmapuches, como por ejemplo el discurso pblico, es su funcionalidad performativa, vincu-lada de manera relevante con el carcter de expresin, testimonio o manifestacin identitariade los textos.

    Debido a la complejidad de esta problemtica, desde un punto de vista metodolgico, eneste artculo se pretende asumirla solo en algunos aspectos definitorios que deben continuarcomplementndose y corrigindose ms adelante.

    Con mayor exactitud, entonces, se intenta comprender la poesa mapuche como fen-meno intercultural de la actualidad, detenindose en su dimensin pblica mediante el an-lisis de dos de sus macroestructuras semnticas que desarrollan el discurso de la identidad:la utopa o mito moderno del Estado Mapuche, y el recuerdo, bsqueda y reactualizacin dela memoria de los ancestros, en la obra de cinco autores: Elicura Chihuailaf, Leonel Lienlaf,Jaime Huenn, Bernardo Colipn y Adriana Pinda.

    The present work aims to fill a vacuum in the studies of mapuche poetry from a considerationof it as one of the types of mapuche intercultural discourse, that is to say, one of the types ofdiscourse generated from the interaction with global culture, and not from the culture itself.

    One aspect in which his poetry coincides with other intercultural mapuche discourses,as for example, public discourse, is its performative functionalities, relevantly linked to theexpressive, testimonial or identifying manifestation of the texts.

    Due to the complexity of the problem, from a methodological viewpoint this articlepretends to assume it in part, and only in some defining aspects which will have to becomplemented and corrected in the future.

    With greater exactitude, then, the intention is to understand mapuche poetry as a presentday intellectual phenomenon, stopping over its public dimension through the analysis of twoof its semantic macrostructures which develop the identity discourse: the modern myth orutopia of the Mapuche State, and the recollection, search and reactualization of the an-cestral memory, in the work of five authors: Elicura Chihuailaf, Leonel Lienlaf, Jaime Huenn,Bernardo Colipn and Adriana Pineda.