HUGO QUINTERO BERNATE - 190.217.24.13:8080
Transcript of HUGO QUINTERO BERNATE - 190.217.24.13:8080
HUGO QUINTERO BERNATE
Magistrado Ponente
SP1784-2021
Radicación No. 59046
(Aprobado Acta No. 112)
Bogotá, D.C., doce (12) de mayo dos mil veintiuno
(2021).
I. ASUNTO
Resuelve la Corte el recurso extraordinario de casación
presentado y sustentado por la defensa técnica de ALFONSO
TABORDA GONZÁLEZ, contra la sentencia de 23 de
septiembre de 2020, proferida por una Sala de Decisión Penal
del Tribunal Superior de Bogotá.
II. HECHOS
De conformidad con los fallos de primera y segunda
instancia, ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ laboró para el
Terminal Marítimo y Fluvial de Cartagena del 05 de octubre de
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
2
1977 al 30 de junio de 1992, desempeñándose como auxiliar
de servicios varios en el último cargo ocupado. Igualmente,
TABORDA GONZÁLEZ en su calidad de trabajador del referido
puerto, participó del Sindicato de trabajadores de la entidad,
agremiación en la que además de afiliado, ejerció como
secretario y presidente.
Mediante acto administrativo de 19 de agosto de 1992,
Puertos de Colombia – Terminal Marítimo y Fluvial de
Cartagena – reconoció a favor de TABORDA GONZÁLEZ
pensión de jubilación especial, a partir del 01 de junio de
1992.
Disuelta y liquidada la empresa marítima y creada una
entidad para la gestión de los pasivos – FONDO DE PASIVO
SOCIAL DE LA EMPRESA PUERTOS DE
COLOMBIA - FONCOLPUERTOS –, miles de ex trabajadores
portuarios, en contubernio con abogados litigantes y
funcionarios administrativos del Fondo e incluso jueces de la
República, realizaron reclamaciones prestacionales ilegales, a
las cuales accedieron en detrimento de los bienes públicos.
En este contexto, se encuentra que en el año 1995,
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ solicitó ante
FONCOLPUERTOS la reliquidación definitiva de prestaciones,
con base en los factores PRIMA PROPORCIONAL DE
SERVICIOS, PRIMA PROPORCIONAL DE ANTIGÜEDAD,
SOBRETASA, VACACIONES COMPENSADAS, MES DE
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
3
HUELGA Y UNIFORMES, los cuales, afirmó el empleado, no
habían sido tenidos en cuenta al momento de su liquidación.
Es así que según acta Nr. 033 de 17 de enero de 1996,
se produjo acuerdo conciliatorio entre las partes respecto de
la petición elevada por TABORDA GONZÁLEZ, acordándose
un reconocimiento por parte del Fondo de $ 70.429. 008.oo a
favor del ex trabajador. Suma cuyo pago se ordenó por el
entonces Director General de FONCOLPUERTOS, HERNANDO
RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, a través de resolución Nr. 035 de
12 de enero de 1996, cancelada a su beneficiario por el Banco
Ganadero el 18 de enero siguiente.
Con posterioridad, se establece por parte del Grupo
Interno de Trabajo – Gestión Pasivo Social Puertos de
Colombia – Área Sistema Nacional de Pagos del Ministerio de
la Protección Social, que la reliquidación concedida al ex
trabajador, además de contener inconsistencias en las fechas
del acta de conciliación y la orden de pago, así como también,
adolecer de los documentos que se mencionaba respaldaban
la decisión, era a todas luces improcedente, ya fuera porque
unos factores habían sido ya liquidados en su momento o
porque otros carecían de sustento legal.
III. ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE
1. El 04 de abril de 2007, la Fiscalía Octava Delegada,
adscrita a la Unidad Nacional de Delitos contra la
Administración Pública – Estructura de Apoyo para
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
4
Foncolpuertos, profirió resolución de apertura de instrucción
en contra de ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ, disponiendo
su vinculación mediante indagatoria, diligencia adelantada el
12 de marzo de 2008.
2. El 20 de octubre de 2009 se declaró el cierre de la
investigación y el 22 de noviembre siguiente el instructor
calificó el mérito del sumario acusando a TABORDA
GONZÁLEZ como determinador del delito de peculado por
apropiación agravado, de conformidad con los artículos 397,
inciso segundo, y 30 del Código Penal.
3. Inconforme con la decisión, el apoderado del acusado
interpuso recurso de apelación.
4. La Fiscalía Veintidós, delegada ante el Tribunal
Superior de Bogotá, mediante resolución de 15 de junio de
2011 confirmó el llamamiento a juicio del señor ALFONSO
TABORDA GONZÁLEZ.
5. De la etapa del juicio conocieron en su orden los
Juzgados 31, 50, 51 y finalmente 16 Penal del Circuito de
Bogotá, autoridad judicial que a través de sentencia emitida el
30 de abril de 2020, condenó al procesado a 75 meses de
prisión y multa de 495.54 salarios mínimos legales mensuales
vigentes para el año 1996 – correspondientes al valor de lo
apropiado ilícitamente – e inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas por igual lapso de la pena
privativa de la libertad.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
5
Dispuso adicionalmente, el pago de igual proporción de
dinero por concepto de daños y perjuicios a favor de la Nación
(Unidad de Gestión Pensiones y Parafiscales – UGPP).
En cuanto a los subrogados penales, negó la suspensión
condicional de la ejecución de la pena y se abstuvo de emitir
pronunciamiento respecto a la prisión domiciliaria.
6. Interpuesto recurso de apelación por la defensa, una
Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Bogotá,
mediante providencia de 23 de septiembre de 2020 confirmó
en lo que fue objeto de impugnación, el fallo de primera
instancia.
7. Contra la anterior decisión el apoderado de
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ interpuso oportunamente
el recurso extraordinario de casación y presentó, en tiempo,
el correspondiente libelo.
8. Adelantado el trámite legal pertinente y remitida la
actuación a la Corte, mediante auto de 07 de abril de 2021 y
por encontrarse cumplidos los presupuestos del
artículo 212 de la Ley 600 de 2000, se admitió la demanda
de casación interpuesta, ordenándose correr el traslado de
establecido por el artículo 213 ibídem.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
6
IV. LA DEMANDA
Previa relación de los hechos objeto de juzgamiento y de
la sentencia demandada, así como también, de la actuación
procesal y los sujetos procesales, el libelista formuló un único
cargo de nulidad, por violación al debido proceso, con
fundamento en la causal 3ª del artículo 207 de la Ley 600 de
2000.
Apoyado en extensa jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia, califica la sentencia impugnada de
ausente de motivación en lo que fue objeto del recurso de
apelación interpuesto, específicamente en lo que tiene que
ver con el grado de participación – en calidad de
determinador – y el dolo, atribuidos al procesado.
Para el censor, la figura jurídica de la determinación,
supone la demostración de la tipicidad y la antijuridicidad de
la conducta punible cometida por el “determinado”, situación
que indica, los jueces de instancia no comprobaron,
despachando el tema con “argumentos puramente formales”.
Como tampoco se hizo respecto al mandato, orden, coacción,
asociación o consejo, a través del cual actúa el
“determinador”.
En igual sentido hizo referencia frente al dolo, respecto
del cual sostuvo que los falladores de primer y segundo grado
se abstuvieron de señalar prueba alguna de su existencia.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
7
Así las cosas, postula el casacionista que conforme al
artículo 306.2 del Código de Procedimiento Penal de 2000, la
falta de motivación de la sentencia de segunda instancia y/o
ausencia de pronunciamiento sobre los temas propuestos
por la defensa en la sustentación del recurso de apelación,
constituye violación clara al debido proceso y derecho a la
defensa de su representado, lo cual amerita casar la
sentencia impugnada y anular lo actuado por el Tribunal.
V. CONCEPTO DEL MINISTERIO PÚBLICO
La Procuradora Tercera Delegada para la Casación
Penal solicitó no casar el fallo impugnado por carecer la
sentencia demandada del defecto fáctico denunciado por el
abogado defensor.
Al respecto estimó que de los fallos tanto de primera
como de segunda instancia, era fácilmente identificable cómo
del análisis de los medios de convicción acopiados, los
juzgadores habían extraído la calidad de participación del
acusado, así como también, su compromiso en el tipo
subjetivo de la conducta.
Luego de indicar “los elementos probados dentro del
proceso” relacionados con el “acuerdo criminal” y el dolo del
acusado, reseñados en las sentencias de primera y segunda
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
8
instancia, concluyó que en sub iúdice había sido acreditada
la tipicidad y culpabilidad del acusado, resaltando que el fallo
de segundo grado, dio respuesta a los precisos elementos
constitutivos del disenso, fundamentó la valoración del
material probatorio existente y con base en ello determinó
tanto la forma de participación, como el dolo del actor.
En criterio de la delegada, el asunto se circunscribe a la
inconformidad del accionante con la solución jurídica dada
al caso en lo que tiene que ver con la tipicidad de la conducta,
la cual en criterio del censor exige la declaración judicial de
responsabilidad del funcionario público determinado, y el
dolo, categoría que insistió el recurrente, impone el deber de
demostración del conocimiento que de la ilicitud de la
conducta tenía el procesado. En últimas, refiere la
representante del Ministerio Público, la defensa de TABORDA
GONZÁLEZ lo que pretende es imponer su particular punto
de vista sobre la interpretación, alcance demostrativo y
valoración de los elementos probatorios, situación que
recuerda, es por entero ajena a la naturaleza del recurso de
casación.
De lo expuesto concluye en consecuencia, la
inexistencia material del vicio propuesto en el cargo, razón
suficiente para declarar la no prosperidad del mismo.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
9
VI. CONSIDERACIONES DE LA CORTE
1. En atención a que los defectos de la demanda de
casación se entienden superados con su admisión, la Sala
procederá a examinar de fondo el reparo formulado por el
defensor de ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ.
2. Así pues, el problema jurídico a resolver consiste en
determinar, si en el sub iúdice se configura el defecto
demandado constitutivo de violación al derecho al debido
proceso y defensa. En otras palabras, si la sentencia de
segunda instancia carece de la argumentación debida, en
relación con los temas debatidos por la defensa en la
sustentación del recurso de apelación y que en últimas se
contraen a censurar la ausencia de demostración del grado
de participación y culpabilidad del procesado ALFONSO
TABORDA GONZÁLEZ.
Sólo, de confirmarse la existencia del defecto
denunciado, la Corte se ocupará de analizar si el mismo es
constitutivo de vulneración del debido proceso que amerite la
nulidad de lo actuado, tal como lo pretende el recurrente.
3. De la revisión de las sentencias de primer y segundo
grado, así como también, de la sustentación del recurso de
apelación interpuesto contra el fallo de primera instancia y
del material probatorio legalmente allegado al expediente, la
tesis de la Sala se decanta por afirmar, que los fallos de
primera y segunda instancia se ocuparon debidamente de
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
10
sustentar y refutar las razones por las cuales se atribuían
tales categorías al procesado y no se acogían las tesis
expuestas por la defensa.
4. Como premisas normativas que respaldan la anterior
tesis, se citan, entre las más importantes:
- El artículo 29 de la Constitución Política garantiza el
derecho al debido proceso, el cual rige para toda actuación
judicial y de conformidad con el cual, «Toda persona se
presume inocente mientras no se la haya declarado
judicialmente culpable» y «Quien sea sindicado tiene derecho
(…) a un debido proceso público (…); a presentar pruebas y a
controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la
sentencia condenatoria (…)».
- El artículo 13 de la Ley 600 de 2000, reitera la garantía
de contradicción, a la vez que impone a todo funcionario
judicial el deber de motivar todas aquellas decisiones que
afecten derechos fundamentales.
- El artículo 170 ibídem, en su numeral 4º, indica como
contenido indispensable de la sentencia «[e]l análisis de los
alegatos y la valoración jurídica de las pruebas en que ha de
fundarse la decisión.» que debe leerse en concordancia con
el 238 del mismo Estatuto en tanto manda que “El
funcionario judicial expondrá siempre razonadamente el
mérito que le asigna a cada prueba”.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
11
De la normativa anterior, surge la exigencia de la
motivación «en hecho» y «en derecho», como condición
necesaria para la validez de los pronunciamientos
jurisdiccionales en materia penal. En otras palabras, se
deduce el derecho de todo sindicado y/o acusado a obtener
la resolución del caso en que se ha visto involucrado, a través
de providencia motivada, esto es, a través de la
argumentación, sustentada tanto en la ley que gobierna el
caso, como en las pruebas legalmente aportadas a la
actuación.
Es esta la única forma de desvirtuar la presunción de
inocencia, vinculando la decisión judicial en derecho, a la
estricta legalidad; y de hecho, a la prueba de la hipótesis
acusatoria. Lo que permite a su vez que las decisiones sean
refutables a través de los recursos y controlables por una
instancia superior e incluso por la sociedad en general, pues
la motivación, sobre todo, estructura la legitimidad que en
democracia deben tener las decisiones de los Jueces.
Garantizándose a la par, los derechos a la defensa, de
contracción y al debido proceso.
Tratándose de la sentencia de segunda instancia, a
través de la cual se resuelve la impugnación propuesta por
la parte, igualmente la cobija el mismo deber, no sólo porque
con base en los argumentos del recurrente y aquellos
expuestos en el fallo de primera instancia, el superior
jerárquico examina y/o revisa el fundamento tanto legal
como fáctico de éste último, sino también, porque a partir de
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
12
este examen, posibilita a las partes legitimadas, tomar una
acertada determinación acerca de la interposición del recurso
extraordinario de casación.
Luego entonces, la ausencia o deficiencia en la
motivación, compromete la espina dorsal del debido proceso
y garantías inherentes a éste, como lo son la presunción de
inocencia y los derechos a la defensa y contradicción.
5. La jurisprudencia de la Corte es extensa y prolífica
en el desarrollo del tema. Así se recordó en reciente
providencia:
«Constituye deber ineluctable de todo
funcionario judicial al proferir una decisión (sea que
se trate de sentencias o de providencias que
resuelven aspectos sustanciales), exponer de forma
detallada, coherente, lógica y comprensiva, los
supuestos vinculados inescindiblemente al objeto
que le es propio, vale decir, consignar las razones
fácticas y jurídicas, el valor suasorio otorgado al
conjunto probatorio y las inferencias y los juicios
lógicos sobre los cuales edificó la determinación y
que respaldan el sentido de la misma, aspectos
todos que procuran salvaguardar aquellas
garantías anejas al debido proceso, verbigracia, la
defensa técnica, la presunción de inocencia y el
contradictorio.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
13
Tiene dicho la Sala (Cfr. entre muchas otras,
CSJ SP, 24 jul. 2013, rad. 36448, CSJ AP, 17 nov.
2011, rad. 37695 y CSJ SP, 29 jul. 2008, rad.
24143) que, cuando en la sede extraordinaria se
reprocha una sentencia por irregularidades en su
motivación, es imprescindible que el censor precise
qué aspectos sustanciales, debida y
oportunamente propuestos a los juzgadores de
instancia, dejaron de ser resueltos, y si tales
defectos ocurrieron a consecuencia de alguna de las
siguientes situaciones, decantadas por la
jurisprudencia como causa enervante por falta de
motivación de la declaración de justicia expresada
en el fallo: (i) ausencia de motivación, es decir,
porque no se consignan las razones de orden
probatorio, ni los fundamentos fácticos y jurídicos
en que se apoya la sentencia; (ii) motivación
insuficiente, incompleta o deficiente, esto es,
porque se omitió el pronunciamiento de alguno de
los aspectos descritos, o porque los motivos
aducidos son insuficientes, de modo que impide
saber cuál es el fundamento de la decisión, o se
dejaron de examinar los alegatos de los sujetos
procesales en tópicos trascendentales para resolver
el problema jurídico concreto; (iii) motivación
equívoca, ambigua, ambivalente o dilógica, que
tiene ocurrencia cuando se involucran conceptos
excluyentes entre sí, al punto que es imposible
desentrañar el contenido de la motivación, o las
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
14
razones expuestas en ella son contrarias a la
determinación finalmente adoptada en la resolutiva
y, (iv) motivación sofística, aparente o falsa,
esto es, cuando a través de una valoración
incompleta o deformada de la prueba se construye
una realidad diferente al factum, el juez se aparta
abiertamente de la verdad probada, para llegar así
a conclusiones abiertamente equívocas».1
6. Ahora bien, como premisas fácticas que respaldan la
tesis de la Sala y con respecto a los temas cuya motivación el
censor echa de menos y/o califica como insuficiente,
contrastadas las sentencias de primera y segunda instancia,
se estableció lo siguiente:
6.1. En el fallo de primer nivel, al momento de analizar
el grado de participación del acusado como determinador,
el a-quo, luego de citar el fundamento legal (artículo 30 de la
Ley 599 de 2000) y algunos apartes doctrinales y
jurisprudenciales acerca de este dispositivo amplificador,
consideró:
«Descendiendo al caso concreto, de acuerdo
con las pruebas que obran en la actuación, es claro
que el señor TABORDA GONZÁLEZ es responsable
a título de determinador del delito de peculado por
apropiación agravado, toda vez que si bien es cierto
que la doctrina penal ha admitido que la
1 CSJ, AP2973-2020, de 28 de octubre, Rad. 55008.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
15
determinación se fragua a través de las
modalidades a las que hace mención, no lo es
menos que, contrario a lo alegado por la defensa,
tales corresponden únicamente a ejemplos de
mecanismos, sin que alguna vez hubiese
establecido un número cerrado (numerus clausus),
de allí que haga también referencia a ‘Sin la
pretensión de agotar los desarrollos doctrinarios en
torno al tema…’ o a ‘cualquier otro medio’ (numerus
apertus) que viabilice efectivamente que el
determinador logre que el determinado obre
injustamente en el sentido ilícito que el primero se
propone, sin que para este efecto como en el
presente asunto, sea necesario el conocimiento
previo o concomitante, o la relación interpersonal,
negocial, de amistad o el común acuerdo expreso
entre éstos.
De lo anterior se desprende que no es
necesario el atisbo del hecho que vincula al
procesado con quien finalmente cuenta con la
disposición de los recursos del Estado, pues, como
se refirió, basta que haga surgir o reafirmar en el
determinado la idea o resolución de actuar contrario
a derecho, situación que se patentiza en el presente
caso, pues, si realmente hubiera actuado dentro de
los cánones de la rectitud y buena fe, no hubiera
solicitado reconocimiento de prestaciones, cuando
la empleadora había obrado de conformidad con la
CCT y la Ley. Así, al solicitar reclamaciones de las
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
16
prestaciones sociales carentes de sustento, con el
propósito inequívoco de recibir beneficios
económicos, logrando ilícitamente la obtención de
dineros públicos, realizando gestiones que de su
parte eran necesarias para mover el aparato
administrativo, a fin de que fueran las autoridades
administrativas competentes las que dispusieran lo
necesario para que su propósito se materializara en
la realidad, es decir, lograr que del Tesoro nacional
se destinaran algunos rubros para engrosar
indebidamente su peculio personal.
(…)
Resulta diáfana la resolución en el acriminado
de que dichos servidores públicos cometieran una
conducta típica y antijurídica para beneficio propio,
como lo fue que se reconocieran reliquidaciones en
el acuerdo conciliatorio junto con la apoderada de
Foncolpuertos, que derivó en la concreción del acta
No. 033 y que tal entidad emitiera la resolución No.
035, mediante la cual ordenó pagar reliquidación
de prestaciones sociales.
El procesado presentó reclamaciones con el
propósito y voluntad inequívocos de conseguir que
la idea delictual se transformara con la necesaria
actuación del(os) respectivo(s) servidor(es)
público(s) o quien se le(s) equiparaba(n), en una
serie de decisiones o actos ilegales así como de la
conciliación favorables a la finalidad delictual por
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
17
él trazada, la cual se concretó en la comisión del
delito de peculado por apropiación agravado.
(…)
(…) no era necesario que el mismo Director
ante quien se presentaron las reclamaciones
hubiese sido el que las resolviera, o que entre el
determinador y el determinado exista una relación
interpersonal, de negocios, de amistad o el común
acuerdo expreso, como pretende la defensa, toda
vez que para el caso bastó con que las actuaciones
del procesado, inequívocamente dirigidas a
defraudar el peculio público, constituyesen el
motivo de impulso de los trámites pertinentes y de
la apropiación irregular.
Por manera que es evidente que la
reliquidación de prestaciones sociales sin sustento
jurídico, fue posible con el concurso efectivo de
servidores públicos, (…) lo que confirma que si bien
es cierto el procesado no tuvo dominio del hecho,
teniéndolo el servidor público (…), no lo es menor
que consumó su propósito, logrando determinar con
su conducta criminal la comisión de las conductas
punibles aquí analizadas.
En virtud de lo anterior, el actuar de acusado
fue un medio eficaz e idóneo para determinar la
perpetración de los comportamientos ilícitos
examinados que derivaron en apropiación
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
18
injustificada de dineros del Estado de manera
efectiva.
Por tal razón, el Despacho considera acertada
la acusación de la Fiscalía delegada en torno del
grado de participación del acusado, esto es, al
señalarlo como agente en calidad de determinador.»
Y en relación con el tipo subjetivo de la conducta
atribuida, la misma providencia estimó:
«(…) en torno del dolo requerido, es decir, al
conocimiento de que con su actuar se puede incurrir
en una conducta ilícita configuradora de punible, y
aun así se perpetra el comportamiento prohibido,
este Estrado aprecia que en injurada y ampliación
de la misma, el acusado expuso algunos elementos
de los que con suficiencia y con apoyo de los medios
suasorios obrantes en la actuación se desprende
que, aunque parece mostrar ajenidad respecto del
conocimiento de las ilicitudes examinadas, es todo
lo contrario lo que se concluye, esto es, que acorde
a lo aquí explicado, que no es necesario reiterar, por
un lado, el acriminado exportuario tenía plena
ciencia de que el comportamiento desatado era
constitutivo de conducta típica y antijurídica
delictiva de peculado por apropiación, aún,
inclusive, con las reiteraciones de quebrantamiento
del ordenamiento jurídico penal, y todavía sabiendo
que su proceder era ilegal, sin miramiento y sin
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
19
compasión alguna respecto del daño que iba a
provocar al patrimonio público, desarrolló las
actividades necesarias enfiladas para alcanzar el
protervo fin fraguado, lo que demuestra el alto nivel
del dolo y la indolencia con la que obró, toda vez
que aunque intentó demostrar que sus funciones
como líder sindical no fueron relevantes es
diametralmente opuesto lo que se encontró, ya que
revisada la hoja de vida, entre algunos cargos
desempeñados en FETRABOL, se halla el de
secretario y presidente de esa agremiación.
Así, durante el tiempo que laboró en Puertos
de Colombia se observa que el procesado disfrutó
de varias comisiones viajando a diferentes
ciudades, (…) [se especifican 18 viajes en total] los
objetivos atendían diferentes materias, entre otros,
discusión del salario mínimo, reunión de comité
ejecutivo, reconocimiento de organizaciones y
sindicatos, hacer parte de la organización nacional
del CTC, realizar trabajos relacionados con los
cargos en la confederación, cumplir labores de la
CTC; asimismo, se encuentra se desplazó a otras
ciudades para asistir como instructor en cursos
sindicales, lo que demuestra que tenía amplio
conocimiento sobre las convenciones y los derechos
de los trabajadores.
De cara al material probatorio recaudado, si
bien es cierto está demostrado que ALFONSO
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
20
TABORDA GONZÁLEZ no ostenta título profesional,
no menos cierto es que para la configuración del
dolo y la representación intelectual de la ilicitud del
obrar, así como para el enderezamiento de la
voluntad para desplegar un accionar como el aquí
escrutado, no se requiere un meridiano o alto grado
de preparación académica en lo específico, de
suerte que las alegaciones enderezadas a
desvirtuar la existencia en el acriminado de la
intención proterva censurada por la Ley, palidece
completamente ante la luz reveladora de los
argumentos expuestos, ya que con suficiente
certeza aviene prístino que aun en la precariedad
de la preparación educativa con ocasión de su
desenvolvimiento en asuntos sindicales, le era
absolutamente claro que para conquistar el objeto
defraudatorio ideado requería la realización de
trámites que no eran ajenos a su básico entender,
en el asunto que nos compete por vía administrativa
incluso sin apoyo de abogado, (…) sumado a que de
su desenvolvimiento en los ámbitos personales,
sociales y laborales se desprende la ciencia de que
sabía que no debía reclamar conceptos que no le
eran adeudados y que obrar en tal sentido le podría
acarrear consecuencias jurídicas adversas, aunado
a los predicamentos que emergen de la experiencia
común de donde aviene admisible pregonar que en
los hogares, ámbitos escolares o de estudio así
como en los lugares de trabajo se insiste en el
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
21
acogimiento, práctica y promoción de los principios
elementales que garantizan el mínimo de
convivencia digna y esperable conocidos como
honestidad, verdad, transparencia, respeto por lo
ajeno y también por lo público, entre otros. Así,
contrario sensu, inaceptable sería sostener que en
las instancias familiares, educativas y laborales, lo
que se enseña como deseable y lícito es atentar
contra dicha principalística, utilizar estratagemas,
duplicación de pedimentos o silenciar la realidad
para apropiarse indebidamente de lo público.
En atención a lo anterior, observa el Despacho
que se halla demostrada la situación de
compromiso subjetivo del acriminado en el
despliegue del operar delictivo escrutado, toda vez
que, contrario a lo alegado por la defensa, reposan
elementos cognitivos que arrojan conclusiones que
permiten arribar a un predicamento prístino y
completamente confiable tocante a este tópico”.»
Añadiéndose sobre este punto:
«Se agrega a lo dicho que el ex trabajador,
habida consideración de otros trámites alternos y
posteriores, persiguió reconocimientos dinerarios,
por ello tampoco le era ajeno el proceder que debía
emprender en el marco de la defraudación de
Foncolpuertos y exculpándose vanamente en su
otrora calidad de trabajador de bajo rango, lo cual
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
22
no es de recibo para este Estrado, porque la
claridad de todas las circunstancias permiten
aseverar que el ex trabajador es una persona
reincidente en reclamaciones contra Puertos de
Colombia o Foncolpuertos, estando en algunas de
ellas apoyado de apoderado judicial, tanto es así
que en el material probatorio allegado se
encontraron 4 poderes e inclusive un memorial
dirigido al entonces Director revocando los poderes
conferidos a 7 abogados, así como mención de
resoluciones y actas de conciliación que dispusieron
el pago de acreencias laborales, diferentes al objeto
de estudio de la presente providencia, de las
gestiones que debían realizarse y las formas de las
mismas para extraerle dineros indebidamente a la
Nación, es diáfano que obró con pleno conocimiento
de que procedía de forma ilícita y que su actuar le
podría acarrear sanciones legales, ya que para un
ex trabajador oficial no es desconocido que
apropiarse ilegalmente del peculio público puede
configurar un delito y, por ello, ser sujeto pasivo de
pena.
(…)
Es menester mencionar que acorde a lo
probado en el expediente, es notoria la insistencia
del acriminado en lograr la extracción injustificada
de los recursos del Estado para engrosar su
patrimonio particular, siendo claro que el
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
23
acriminado efectivizó el cometido propuesto de
persistir en cobros de sumas sin fundamento fáctico
y jurídico válido, logrando finalmente los efectos
económicos de la comentada resolución.
En este orden se aprecia que existe un
comportamiento reiterativo innegablemente
enderezado a obtener sin justificación alguna
dineros provenientes de las arcas públicas, siempre
pretextando derechos insatisfechos o presupuestos
normativos que eran inaplicables, siendo notorio un
obrar temerario y colmado de mala fe, contrario al
artículo 83 superior y 71 (numerales 1 y 2) del
otrora CPC, imperantes entonces.
De hecho, en este orden se percibe que el
proceder materia de causa no corresponde a una
actuación aislada, insular u ocasional, sino que
reviste todas las características de un obrar que
forma parte de una cadena de actividades
habituales y sistemáticamente programadas por el
acriminado para ser llevadas a cabo con fines
defraudatorios del tesoro público.
Es importante señalar que en atención a los
derechos que legal y constitucionalmente tienen las
personas, pueden elevar reclamos ante las
autoridades; no obstante, lo que causa
contrariedad es el abuso de las prerrogativas con el
único fin de desangrar las arcas estatales, pues
claramente los pedimentos realizados lejanos a
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
24
buscar justicia, pretendían incrementar
indebidamente el patrimonio; a lo que se suma, que
no le bastó el reconocimiento efectuado y reconocido
a través de diferentes resoluciones tanto antes
como después de la que es objeto de la presente
causa, ya que fueron múltiples los ruegos que elevó
fundamentados en derechos que no le asistían o ya
habían sido reconocidos,
Además, se recuerda que nunca se acreditó
conducta de la que se desprenda el rechazo de los
resultados dinerarios obtenidos a su favor, sino que
por el contrario se observa satisfacción con el actuar
reiterado, aserto que adquiere mayor vigencia
cuando de la revisión de la hoja de vida se aprecia
que previo a realizar la reclamación objeto de
causa, realizó otra con la que obtuvo reliquidación
de prestaciones que también fueron tenidas en
cuenta en la conciliación No. 033; asimismo, de
manera sucesiva en pretéritas ocasiones intentó
reajustes, situaciones que revelan el dolo con que
actuó.»
6.2. En la sentencia de segunda instancia, por su
parte, el Tribunal, ante lo que constituía objeto de
impugnación y que el censor aduce echar de menos, realizó
un juicioso y concreto análisis.
En este sentido, luego de explicar y puntualizar, con
base en la jurisprudencia vigente de la Sala de Casación
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
25
Penal que «si el extraneus (particular en un delito especial)
instiga a la ejecución de la conducta antijurídica de forma
accesoria (en tanto carece del dominio de la acción) puede ser
objeto de reproche penal en la calidad aludida (determinador)»,
realizó el ad-quem la siguiente argumentación:
«De entrada, el censor sustenta que este
instrumento de reclamación directa [acta de
conciliación Nr. 033] se halla desprovisto de
cualquier insinuación defraudatoria, como quiera
que se efectuó ante una dependencia estatal y no
medió intervención de un abogado que agenciara
las pretensiones del acusado.
Sin embargo, contrario a su postulación, dicho
medio (la conciliación), bajo las circunstancias
analizadas por la primera instancia, constituyó un
verdadero acto ejecutivo de naturaleza delictiva, en
tanto consagraba la solicitud de unos derechos
laborales ilegales.
No cabe duda que, conforme el Código
Procesal Laboral vigente para la época de los
acontecimientos (Decreto Ley 2158 de 1948), este
mecanismo se instituía en una vía diferente a la
demanda, con la finalidad de resolver controversias
fuera del campo jurisdiccional, con los mismos
efectos vinculantes de una decisión judicial (…)
No por ello, como parece entender el apelante,
tal medio de resolución alternativa excluye per se el
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
26
ánimo esquilmatorio de quienes lo utilizan para
adueñarse ilegítimamente de las arcas de la
Nación.
Escenario que, en efecto, puso de presente el
Grupo Interno de Trabajo (GIT) en oficio no. GPSPC-
ASNP de 7 de marzo de 2007:
“Se revisó la tarjeta salarial del
señor Alfonso Taborda González
correspondiente al último año de
servicios, comprendido entre el 30
de junio de 1991 y 1 de julio de
1992, quien se desempeñaba al
momento del retiro en el cargo de
Auxiliar de Servicios Varios y se
verificó que todos los valores allí
registrados fueron incluidos en la
base de la liquidación de
prestaciones sociales,
independientemente de si fueron
causadas en dicho periodo (…)
Por todo lo anteriormente expuesto,
el Acta de Conciliación No. 33 del 17
de enero de 1996, carece de
sustento probatorio.”
Precisamente, a propósito de este espectro de
situaciones en las que ex trabajadores de la extinta
Puertos de Colombia requirieron mediante acuerdos
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
27
directos el aumento sistemático de sus prestaciones
jubilatorias, el Máximo Tribunal de justicia
ordinaria ha señalado que:
“(…) el reconocimiento de
obligaciones ilegales a través deuna
conciliación, configura un acto
idóneo e inequívocamente
encaminado a apropiarse de los
recursos de la administración
pública, esto es, a poner en peligro y
lesionar afectivamente el bien
jurídico protegido con el delito de
peculado por apropiación” (CSJ,
Rad. 48419.)
Y si bien, como alega el inconforme, su
procurado se limitó a requerir de la entidad el pago
de unas acreencias, ese solo comportamiento bastó
para desplegar todo el andamiaje administrativo
(agotamiento de vía gubernativa) en aras de
incrementar en forma ilícita su patrimonio.
Ahora, no puede negarse que a los empleados
del puerto les asistía el derecho a demandar
prerrogativas no satisfechas a su retiro; no
obstante, en este caso, la que planteó TABORDA
GONZÁLEZ, carecía de ese sustento legal
convencional.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
28
Adicional a esta inconsistencia de
sustentación, la Sala coincide con el impugnante en
que, la forma de participación imputada requiere de
la contribución de un determinado inducido a
realizar la conducta típica, de manera que uno y
otro extremo subjetivo quede totalmente definido en
el pliego de cargos y el fallo de instancia.
Empero, aunque indefectiblemente se requiera
de alguien que ejecute la acción, nada impide
atribuir responsabilidad al procesado sin tener
prueba de la identificación del autor, o como en el
presente caso, que se haya declarado su
responsabilidad en los hechos.
Ciertamente, lo único que se exige es la
certeza de su existencia, por manera que, como lo
afirmó el a quo, se conoce que fueron los
representantes de Foncolpuertos (administrativos)
quienes accedieron a sus indebidas reclamaciones,
a sabiendas de la falta de acreditación probatoria
para el efecto (por demás, ordenando el gasto cinco
días antes de efectuarse la conciliación).
(…)
Y es que en efecto, la Fiscalía no estaba
conminada a relacionar elementos de convicción
encaminados a reconocer quiénes intervinieron en
la cadena delictiva, mucho menos “aportar
testimonio o confesión” de alguno de los partícipes
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
29
(como lo exige el opugnador), pues, como se
desprende de la jurisprudencia en cita, la
responsabilidad penal es de carácter individual.
En estos términos, la intervención del
encartado resultó definitiva para que la actuación
en comento se concretara, producto
indudablemente de su solicitud, con la cual efectuó
la sustracción de rubros oficiales, cometido que
únicamente se lograría a través de la labor
fraudulenta de los funcionarios públicos inducidos
por él mismo, quienes con ocasión y en ejercicio de
sus deberes ostentaban la disponibilidad jurídica
de los bienes de la Nación.
Indiscutiblemente, aunque no contaba con tal
facultad, menos aún, con la potestad para
direccionar tales caudales a su peculio, es decir,
carecía de las calidades jurídicas exigidas al sujeto
activo de la conducta que se le atribuye, de ahí que
se pregone su carácter de inductor, cuando, en
condición de pensionado de la compañía, provocó el
aumento de sus prebendas laborales y, con ello,
allanar el camino para alcanzar su premeditado fin.
Valoración que no se edifica, como
erróneamente propone el opugnador, en un
supuesto “engaño” no comprobado por parte de su
prohijado, pues, importante resulta destacar que no
es el comportamiento que se le reprocha (el cual
tiene cabida bajo otra figura como el fraude
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
30
procesal) sino el de determinar o incitar a servidores
públicos con el fin de recibir, ilegalmente, el pago de
millonarios beneficios económicos con cargo al
Estado, es decir, cometer el ilícito de peculado por
apropiación.»
También precisó el Tribunal respecto al dolo atribuido
al procesado:
«Y es que el ánimo defraudatorio del acusado,
referido al dolo, remite en su estudio al proceso
interno de naturaleza mental o psíquica que por lo
regular no es perceptible o palpable a través de
medios suasorios directos (testimonio, confesión,
documento, etc.), por manera que, tiene como fuente
común de prueba la indiciaria, lo cual no quiere
decir que sea imposible establecer, toda vez que
puede evidenciarse por los actos externos que
despliega el agente y en general, del cúmulo de
circunstancias que rodearon el suceso.
Así, como lo advirtió el a quo, nada impide que
a partir de elementos con los que se encuentra
acreditada la subsunción del comportamiento del
procesado en la norma (tipicidad) y la contrariedad
del mismo con el bien que protege el legislador
(antijuridicidad), también logre inferirse con
observancia de los postulados de la sana crítica, el
conocimiento y voluntad de aquel en la realización
del punible.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
31
En ese orden, ha de tenerse en cuenta en
primera medida, el contexto en el que se
desarrollaron los hechos, pues según la experiencia
en esta clase de procesos, a raíz de la liquidación
de Puertos de Colombia y la creación de
Foncolpuertos, numerosos ex trabajadores
representados por litigantes inescrupulosos,
promovieron juicios, entre otras acciones, en las que
exigieron con insistencia la declaratoria de
prerrogativas laborales inexistentes a las que no
tenían derecho porque ya les habían sido
debidamente computadas y canceladas al
momento de su retiro voluntario, o por haber
obtenido pensión. Esto, con la aquiescencia de
empleados judiciales y directivos de la empresa,
quienes extendieron providencias y resoluciones
revestidas de aparente legalidad,
Situación de la que, sin duda alguna, tenía
conocimiento el aquí encartado, pues además del
escándalo que a nivel nacional desató esa
condición de la Compañía, el precitado ostentaba la
cualidad de líder sindical, tal como lo afirmó en
diligencia de indagatoria rendida el 12 de marzo de
2008:
(…)
Luego, su amplio recorrido laboral y gremial le
permitía discernir sobre esa coyuntura de ilicitud de
la que finalmente, como muchos otros
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
32
pertenecientes a la asociación, se valió para lograr
el cobro de acreencias concedidas indebidamente.
Al respecto, para el censor, la primera
instancia de forma indebida fundamentó la
responsabilidad de TABORDA GONZÁLEZ de
manera “sofística”, en una única reclamación por la
cual fue acusado, sin embargo, el diligenciamiento
da cuenta que, la conciliación aludida en
precedencia no fue la única exigencia del
prenombrado.
Así, los medios suasorios arrimados al
trámite, concretamente el historial de pago,
informan que aquél se benefició en el trámite de
otros procesos adelantado en forma concomitante a
los aquí reseñados, en los cuales pretendió el
reajuste de cesantías, así como el de la asignación
de jubilación, el reconocimiento de sus diferencias e
intereses moratorios, como a continuación se
ilustra:
[Se reseñan 4 procesos judiciales, a través de
los cuales en total, se recocieron más de
$ 528’000.000 (…) a favor del procesado y se
mencionan otras 4 reclamaciones administrativas
formuladas por el mismo ex trabajador.]
La situación descrita (lamentablemente
desatendida por el ente acusador en la
investigación), contrario a las disertaciones de las
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
33
que se sirve el inconforme para exculpar la
conducta de su patrocinado, representa una clara
demostración del actuar doloso del mismo, dirigido
específicamente a la apropiación de recursos
públicos, pese al conocimiento que tenía acerca de
las prestaciones convencionales reconocidas en
debida forma por la extinta portuaria, al momento
de su desvinculación»
7. Llegados a este punto, contrastadas por un lado, la
normativa que impone el deber de motivación de las
decisiones judiciales, y por otro, la fundamentación realizada
por los juzgadores de instancia respecto a los puntos que el
censor aduce echar de menos, se constata que contrario a los
postulados de la defensa, los funcionarios sí se ocuparon en
desarrollar la argumentación debida, pronunciándose, en el
caso del Tribunal, sobre aquellos aspectos que constituyeron
objeto de disenso por parte de la defensa con la sentencia de
primera instancia; en el caso del a-quo, respecto a la totalidad
de componentes del tipo objetivo y subjetivo que conforman
el delito imputado, incluyendo en ello la respuesta a los
alegatos de conclusión del apoderado de TABORDA
GONZÁLEZ.
De igual manera verifica la Sala que la motivación
expuesta, es contentiva de unos fundamentos tanto
jurídicos, como fácticos, demostrados a través de las pruebas
legalmente aportadas a la actuación y se insiste, contienen
respuesta a los debates planteados por el apelante en su
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
34
escrito de impugnación, inexistiendo la violación a garantías
fundamentales alegada por el recurrente.
8. Así, frente a la impugnación del fallo de primer grado,
puso en claro el Tribunal, con base la tesis actual de la Corte,
que:
- Aunque el artículo 397 del Código Penal alude a un
sujeto activo cualificado (servidor público), los particulares
también pueden lesionar el bien jurídico de la administración
pública.
- En tal evento, si participa directamente en la
apropiación ilícita del patrimonio público, se tendrá como un
verdadero coautor, de acuerdo con lo dispuesto por el inciso
final del artículo 30 ibídem.
- Por el contrario, si el particular no domina la ejecución
material del acto, pero ejerce influjo suficiente para hacer
nacer en el servidor público la idea criminal y logra que este
lleve a cabo el ilícito, asiste como determinador.
- Así, el particular que hace nacer o refuerza la idea en
otro, la decisión de llevar a cabo el hecho delictivo, en cuya
ejecución posee algún interés, puede ser objeto de reproche
penal en calidad de determinador.
Calidad que infirió de las pruebas legalmente aducidas
al proceso, tales como:
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
35
- Acta de conciliación Nr. 33 de 17 de enero de 1996
suscrita por el procesado y la apoderada del
FONCOLPUERTOS, de la que se advierte que fue el propio
TABORDA GONZÁLEZ, quien (a través de su solicitud de
reliquidación) provocó de las autoridades administrativas de
la liquidada empresa, el otorgamiento, en detrimento del
tesoro público, de emolumentos totalmente ilegítimos.
Petición que incluso el implicado aceptó haber realizado en
indagatoria.
- Y reporte presentado por del Grupo Interno de
Trabajo – Gestión Pasivo Social Puertos de Colombia – Área
Sistema Nacional de Pagos del Ministerio de la Protección
Social, a través del cual, con base en la legislación entonces
vigente y la Convención Colectiva de Trabajo aplicable al ex
trabajador, se demuestra la ilegalidad de algunas de sus
pretensiones por un lado, y de otro, la improcedencia de la
reliquidación de otros factores invocados, al haber sido
reconocidos en pretérita oportunidad al procesado.
Y frente a la demostración del tipo subjetivo o conciencia
y voluntad de la ilicitud de la conducta desplegada, en
concreto, fue demostrada por el ad-quem a través del proceso
inferencial lógico, deducido de elementos probatorios
legalmente aducidos, tales como:
- La hoja de vida del procesado, así como la información
aportada en indagatoria, demuestran su amplia experiencia
sindical, al haber participado no sólo como integrante del
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
36
sindicato de trabajadores de la empresa portuaria, sino
también, al haber ostentado los cargos de secretario y
presidente del colectivo. Lo cual permitió deducir el
conocimiento que el acusado tenía acerca de la legislación
laboral aplicable a su caso, así como también, de los términos
de la Convención Colectiva de Trabajo existente, y por lo tanto,
la ilegalidad e improcedencia de su pretensión.
- En el mismo documento aparecen cuatro (4)
reliquidaciones de prestaciones sociales y reajuste pensional
reconocidas al trabajador comprometido (dos por orden
judicial), así como también igual número de reclamaciones
administrativas con el mismo propósito elevados por el
procesado. Documentos debidamente relacionados en la
sentencia de segunda instancia y los cuales permitieron de
manera lógica concluir el ánimo defraudatorio del acusado,
pretendiendo sacar provecho de la descontrolada
administración que padecía el Fondo de Pasivos.
Luego entonces, se insiste, no padeció el fallo de segunda
instancia de defecto alguno de motivación, vicio respecto del
cual, valga la pena mencionar, el libelista, pese a la múltiple
jurisprudencia que citó, no precisó el aspecto sustancial o
causa enervante, insistiendo a lo largo de la demanda en la
ausencia de la misma en lo que toca al grado de participación
y el elemento subjetivo del tipo penal atribuido o culpabilidad
del acusado.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
37
9. Lo que deja ver el contenido de la demanda
propuesta, más bien, es la intención del casacionista de
revivir en esta sede la discusión planteada en apelación y que
no fue acogida por el Tribunal, pretendiendo, como lo
concluyó también la Agencia del Ministerio Público, imponer
su particular punto de vista sobre la interpretación, alcance
demostrativo y valoración probatoria, ocultando tal propósito
a través de la causal invocada.
En este orden, no concluye la Corte la vulneración al
debido proceso y defensa alegada por el demandante y que
amerite la nulidad de lo actuado. En consecuencia, el cargo
propuesto no prospera.
En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL, administrando
Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
RESUELVE:
Primero: NO CASAR la sentencia de 23 de septiembre
de 2020 emitida por el Tribunal Superior de Bogotá,
mediante la cual confirmó el fallo proferido por el Juzgado 16
Penal del Circuito de la misma ciudad, a través del cual
condenó al ciudadano ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ,
como determinador de la conducta punible de peculado por
apropiación agravado.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
38
Segundo: Contra esta decisión no procede recurso
alguno.
Comuníquese, cúmplase y devuélvase al Despacho de
origen.
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
39
CASACIÓN/LEY 600 RAD. 59046
ALFONSO TABORDA GONZÁLEZ
40
NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA
Secretaria