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CAPITULO 1

Psicologa Humanista y

Psicologa Transpersonal :

similitudes y diferencias

MAURICIO CERDA B.

Extractado del Cap. 1 del Libro: CIELO AZULADO, PSICOLOGIA Y PSICOTERAPIA HUMANISTA Y TRANSPERSONAL Editor: Mauricio Cerda B. 1 Edicin 2010. Ed. Universidad Bolivariana.

El propsito de este captulo es contribuir al esclarecimiento de lo propio tanto de la Psicologa Humanista como de la Psicologa Transpersonal. Pretendo en l trazar un perfil preciso de sus similitudes y diferencias, con el propsito de despejar las confusiones que a mi entender existen sobre las relaciones entre ellas.

En la primera parte me abocar a compararlas desde un punto de vista terico, pasando revista en primer lugar a los principios conceptuales generales de la Psicologa Humanista, y en segundo lugar, a los de la Psicologa Transpersonal. En la segunda parte me concentrar especficamente en sus similitudes y diferencias relativas a la prctica de la psicoterapia siguiendo el mismo esquema de exposicin recin indicado.

PRIMERA PARTE : Comparacin Terica1. Principios Conceptuales de la Psicologa Humanista Existen numerosas versiones acerca de los principios rectores de la Psicologa Humanista. Sin embargo, a mi juicio muchas de esas versiones son poco sistemticas, incompletas o poseen lmites mal definidos. La siguiente proposicin conceptual aspira a corregir esas deficiencias y se basa en una revisin amplia de tales formulaciones, en el estudio de los textos capitales y en la reflexin cuidadosa sobre todo ese material.

He agrupado los principios conceptuales en cuatro categoras: filosficos, psicolgicos, epistemolgicos y metodolgicos. Estas categoras guiarn la exposicin.

1.1 Principios Filosficos 1.1.1 El Hombre posee dignidad y valor. Cada ser humano porta una dignidad y un valor inherentes e inalienables. Ninguna categora aplicable a un individuo le hace perder ni por un instante el valor y la dignidad que le son consubstanciales. Ni la raza, ni la religin, ni la condicin econmica, fsica o psicolgica, sean cuales sean en cualquier momento, conducen a la prdida de esos atributos fundamentales.

De aqu se deriva incluso una norma moral: el hombre -cada persona- debe ser siempre tratado en conformidad a su valor y dignidad; nunca ha de ser maltratado o denigrado.

1.1.2 El Hombre es libre y responsable. El ser humano es capaz de actuar libre y responsablemente. El libre albedro y la responsabilidad tambin son atributos intrnsecos. Esto no significa negar o soslayar los mltiples factores que ejercen un influjo sobre el comportamiento humano, antes bien, se reconocen los mltiples condicionamientos de orden familiar, educacional, econmico, religioso, cultural, poltico y otros que puedan obrar sobre l, pero stos nunca son considerados, en propiedad, determinaciones. Los condicionamientos pueden amagar, pero nunca extinguir la libertad y la responsabilidad que se hayan inscritos en lo profundo del alma. Que el Hombre sea libre significa que l tiene la capacidad de moldear su destino, o como mnimo, resistirse a las fuerzas que actan sobre l. Que sea responsable significa que su conducta siempre tiene su fin y su principio en s mismo: slo l puede actuar en su lugar, nadie puede reemplazarle. Incluso cuando obedece es responsable de ceder a un tercero su facultad de conducirse libre y responsablemente. En lo hondo de la conciencia nadie puede decidir por m: el nico responsable de mis actos soy yo.

1.1.3 La naturaleza humana es neutra, o bien positiva, en ningn caso negativa. El ser humano por naturaleza tiende primariamente al crecimiento, a la salud y al bien o, a lo menos, tiene la posibilidad de inclinarse por igual hacia el desarrollo o el estancamiento, hacia la salud o la enfermedad y hacia el bien o el mal. En consecuencia, el estancamiento, la enfermedad y el mal que se constatan por doquier son secundarios, no primarios. Esto no significa pasar por alto que, en los hechos, no es seguro en absoluto que la tendencia positiva predomine sobre la negativa. Ms cierto puede ser lo contrario. Pero esta aparente contradiccin se resuelve aadiendo que si bien la tendencia positiva parece ser la primaria, para que se verifique precisa de condiciones que con frecuencia estn ausentes. En otras palabras, una y otra vez se comprueba que, de estar presentes en el largo plazo ciertas condiciones favorables (entre ellas: fsicas como la alimentacin y el abrigo, y psicolgicas como el respeto y el aprecio) las personas se inclinan hacia el crecimiento, la salud y al bien y no a lo opuesto. En cambio, cuando tales condiciones no estn presentes o exhiben deficiencias de magnitud, sobre todo en el largo plazo, es cuando las personas se estancan, enferman o derivan hacia el mal. Ms interesante an: cuando por alguna razn las condiciones que se hallaban ausentes se presentan no es raro que las personas dejen progresivamente atrs la tendencia negativa y actualicen la positiva (como tan a menudo se comprueba en la Psicoterapia).

1.2 Principios Psicolgicos

1.2.1 El Hombre est impulsado por una tendencia a la autorrealizacin. La proyeccin del anterior principio -filosfico- sobre el plano psicolgico adopta la forma de una tendencia a la autorrealizacin. Esto quiere decir que el ser humano, por naturaleza, tiende no slo a la autoconservacin, sino tambin a la realizacin de sus potencialidades. Las personas nacen con mltiples potencialidades que reclaman ser actualizadas. Autorrealizacin significa satisfacer adecuadamente las necesidades que se tienen y desarrollar cuando menos las capacidades latentes ms significativas (necesidades y capacidades de ndole fsica, emocional, intelectual, social u otras). Dicho de otro modo, las personas se ven impulsadas desde dentro a preservar su bienestar bsico, pero ms que eso, a actualizar en el mayor grado posible sus capacidades y talentos. La autorrealizacin arranca de la mera sobrevivencia para, yendo ms all del vivir comn, alcanzar el buen vivir.

1.2.2 El Hombre es dinmico. De la tendencia a la autorrealizacin se desprende otra caracterstica fundamental: el hombre no slo busca satisfacer sus necesidades, sino encontrar nuevas; no slo busca satisfacer necesidades, sino anhelos; no slo busca materializar anhelos, sino cumplir propsitos y encarar desafos. El principio biolgico homeosttico no se ajusta bien al comportamiento; para el ser humano cabe formular un principio homeodinmico que incluye al homeosttico, pero lo supera dando cuenta en mejor forma de la organizada alternancia y combinacin entre reposo y actividad, seguridad y novedad, satisfaccin de necesidades y bsqueda de desafos. 1.2.3 El Hombre es subjetivo. El hombre es constitutivamente sujeto; sujeto de s mismo y sujeto ante el mundo, situado en un lugar nico desde el que contempla y acta. Que sea sujeto quiere tambin decir nico y particular. Irrepetible e irreemplazable. Como bien lo expres Octavio Paz el hombre nunca es el hombre, siempre es cada hombre. El ser humano no es objetivo ni omnisapiente, siempre es un individuo nico con tales seas particulares, con defectos y gustos especficos, conociendo, sintiendo y actuando a su propio modo. 1.2.4 El Hombre es creativo. La creatividad no es una facultad exclusiva de los artistas si se la concibe como la capacidad de imprimir un sello propio a los actos, tareas y obras de cada da. Ms all de los mltiples condicionamientos y aprendizajes, en tanto sujetos en ltimo trmino libres y responsables, podemos impregnar lo que hacemos de nuestro aroma. Casi sin proponrnoslo, bastando con que nos hagamos cargo de nuestra subjetividad, podemos actuar creativamente. No hay dos abuelas que obtengan el mismo sabor de la cazuela, como no hay dos interpretaciones idnticas de Las Cuatro Estaciones. Siempre estamos creando, inventando, introduciendo variaciones, imprimiendo nuestro sello, hacindolo a nuestro modo, el mo: nico, singular y, por ende, nuevo. 1.2.5 El Hombre est dotado de razn, y mejor que eso, de sabidura. El ser humano posee la facultad de razonar, esto es, de pensar con lgica y aprehender intelectualmente el mundo. Esta facultad, de suyo valiosa, se torna perjudicial cuando se convierte en la rectora exclusiva y excluyente del comportamiento, en desmedro de la vida anmica y de la intuicin, volviendo reseco y unilateral el conocimiento y la conducta que permite. Nuestra cultura sobrevalora la razn y ello desemboca en el desequilibrio. Afortunadamente disponemos de una facultad, semi olvidada, que nos permite recobrar el equilibrio cuando se ha perdido: la sabidura. La razn es siempre parcial, la verdadera sabidura es integral; la razn es una facultad nicamente cognitiva, la sabidura es holstica porque se desprende de y comprende al conjunto de las facultades humanas. Incluye tanto a las sensaciones y necesidades de orden fsico, como a capacidades anmicas, cognitivas, intuitivas y otras propias de la interrelacin social. La razn nos entrega lo til, lo rpido, lo eficaz; la sabidura nos revela lo valioso, lo ptimo, lo mejor. La razn nos lleva a trabajar eficientemente muchas horas cada da, pero la sabidura nos dice que enfermaremos si no descansamos lo necesario; la razn nos dice que tal profesin nos conviene econmicamente, pero la sabidura nos causa un extrao malestar cuando vendemos nuestra alma al dinero. La sabidura supera a la razn en sus alcances y beneficios. En suma, la razn es til, pero la sabidura, mucho ms que eso, es profundamente valiosa. 1.2.6 El Hombre se orienta por sistemas de valores. El comportamiento del ser humano no slo es resultado de las necesidades e impulsos bsicos sino tambin de los valores y creencias que adopta. La conducta no slo es impulsada sino tambin guiada. Buscamos el significado y dotamos de significado al vivir. Ms all -o ms ac- de la responsabilidad y el libre albedro, las personas adoptamos principios que orientan nuestro comportamiento, creencias que interpretan su significado y valores que les dan sentido. Tales principios, valores y significados usualmente se encuentran organizados de manera coherente. Disponemos de sistemas valricos explcitos de orden religioso o ideolgico. Pero tambin hay sistemas valricos, ms o menos implcitos, de orden cultural o personal. En efecto, incluso aquellas personas que no profesan una ideologa o religin en particular y que cuestionan los valores de su propia cultura, no por ello dejan de seguir un sistema valrico que ser, en este caso, individual o bien compartido tan slo por unos pocos. No se quiere afirmar aqu que el sistema valrico sea bueno o enaltecedor en s, sino simplemente que es aquel conjunto de ideas que la persona aprecia y a las que, en mayor o menor grado, cie su comportamiento. 1.2.7 El Hombre construye proyectos de Vida. Los individuos disean planes personales o se suman a proyectos colectivos, proponindose metas y actuando con propsito, metas y propsitos que continuamente se renuevan. El hombre es un constructor de proyectos, y en un sentido existencial, el ms importante de todos es el proyecto de su propia vida (el proyecto vital). Tal proyecto es posible gracias a la tendencia a la autorrealizacin -que entrega el impulso- y la adopcin de un determinado sistema de valores -que da direccin a ese impulso-. Las metas, la vocacin, la entrega a una causa, la conciencia de misin contribuyen al desenvolvimiento de la existencia en conformidad a un proyecto de vida que aunque siempre pertenece al individuo, a menudo se dirige transversalmente hacia otros (la familia, el grupo de pertenencia, la patria, la naturaleza, etc.) y longitudinalmente atraviesa los aos desplegando un significado histrico: se recoge el pasado en el presente y se abre ste hacia el futuro. La existencia humana no es un mero transcurrir del tiempo, sino la creacin de un sentido construido temporalmente en la realizacin del proyecto vital. 1.2.8 El Hombre es capaz del encuentro con otros. Como seres humanos, desde un determinado ngulo, vivimos inmersos en un espacio social, vale decir, en permanente e insustituible contacto con otros. Cierto que en las relaciones sociales abunda el egosmo, la mentira, el maltrato, la incomprensin u otros obstculos, pero tambin es cierto que el encuentro verdadero es posible, queriendo decir con ello, el contacto genuino, honesto y respetuoso entre dos o ms personas. El ser humano tiene la posibilidad de vincularse profunda, autntica y amorosamente con sus semejantes. Los vnculos de calidad enriquecen a los involucrados. El contacto social convencional pocas veces alcanza hasta ese punto, pero es posible llegar a l, no slo entre familiares o amigos, sino tambin entre personas inicialmente desconocidas, siempre y cuando al menos uno de los miembros en relacin se comporte de manera clida (es decir, muestre aceptacin positiva incondicional), sincera (congruente) y comprensiva (emptica). 1.3 Principios Epistemolgicos1.3.1 Conocer al Hombre en cuanto humano. Las preguntas claves son: qu nos singulariza en el gran concierto de los seres vivos?, qu es lo propiamente humano? En palabras de James Bugental la Psicologa Humanista tiene como fin ltimo llegar a una descripcin lo ms completa posible de lo que significa vivir como ser humano . Julin Maras, el filsofo espaol, acert al manifestar que el hombre es el animal que vive humanamente. Ese humanamente es el dominio que representa el inters para la corriente.

1.3.2 Holismo. La Psicologa Humanista posee una perspectiva epistemolgica holista. El trmino holismo proviene del griego holos que se traduce como totalidad. La doctrina holista, en Psicologa, sostiene que el ser humano es irreductible, es decir que no puede ser bien comprendido en base a ninguna de sus partes por separado: el ser humano, en cuanto humano, slo puede ser comprendido cabalmente en y como totalidad.

1.3.3 Preeminencia de la Comprensin por sobre la Explicacin. Las teoras convencionales persiguen identificar leyes universales que establezcan relaciones causales que expliquen los hechos. La corriente Humanista, sobre todo en sus inicios, estim que esas explicaciones poco explicaban. Se prefiri, a cambio, las teoras comprensivas que descubrieran relaciones de sentido entre los hechos.1.3.4 El objeto de estudio es la experiencia. Las personas obran, sienten y piensan desde dentro y aqu y ahora: vivencian el mundo e incluso a s mismos en el presente. Por consiguiente, para estudiar lo humano en cuanto tal, no cabe sino atender al punto de contacto entre el sujeto y el mundo en el momento en que acontece, o sea, a travs de la experiencia, situada siempre en el presente y a la vez personal, subjetiva e interna. Escuchar una cancin, resolver un problema matemtico, sentir el agua al darse una ducha o cobrar conciencia de la ira reprimida hacia el padre son todas formas de experiencia que se pueden tener, que cada individuo vivir con una forma interna nica del momento. Esa experiencia, que cabe llamar propiamente humana, es la que atrae la atencin de la corriente.

1.3.5 Teorizacin abierta. Se sostiene que la realidad humana resulta, en ltimo trmino, inconmensurable para la Ciencia. Se afirma la imposibilidad de que una teora, o un conjunto de ellas, puedan dar cuenta por completo del comportamiento. Hay dimensiones humanas inaprehensibles para las formulaciones conceptuales por una parte, y por otra, las variaciones y la capacidad de cambio individual y social parecen no tener fin. Se tiene, de esta suerte, que las teoras slo pueden aspirar a ser aproximaciones ms o menos adecuadas, y por ende, siempre perfectibles, del comportamiento. En consecuencia, al disear las teoras es mejor advertir desde un principio que para ellas no hay clausura posible.

1.4 Principios Metodolgicos1.4.1 Preferencia por las Metodologas Cualitativas. Las metodologas cuantitativas que han predominado en las disciplinas cientficas se ajustan bien a las Ciencias Naturales. No sucede lo mismo con las Ciencias Sociales en general y con la Psicologa en particular. La naturaleza humana es tal que se resiste a ser cuantificada. El fenmeno humano es esencialmente cualitativo; por ello, son las metodologas de esa clase las que pueden reflejar de manera ms fidedigna la experiencia humana. Entre ellas es la Fenomenologa -el estudio de los fenmenos tal como aparecen a la conciencia- el mtodo por antonomasia que satisface los requerimientos de la corriente Humanista.

1.4.2 Preferencia por estudios Ideogrficos. El ser humano en cuanto humano, ya se ha dicho, no es sino cada ser humano, vale decir, singular y concreto. Apenas es posible formular observaciones generales y difcilmente puedan establecerse, en rigor, leyes cientficas de validez universal. Los estudios nomotticos usuales en ciencia, aplicados al comportamiento, nos dicen muy poco de muchos. Es ms, enfrentados a un individuo en particular, puede ser incluso que no nos digan nada. En el Humanismo, en consecuencia, se han preferido los estudios ideogrficos que permiten ir a fondo con un individuo o un grupo y que obtienen un conocimiento y una comprensin restringidos, pero vlidos.1.4.3 Preferencia por los temas Molares o relevantes. Este principio, al igual que los dos que le anteceden, se ha desdibujado con el transcurso del tiempo. Pasada apenas la mitad del siglo pasado tena sentido efectuar estas proposiciones/objeciones metodolgicas a la Psicologa establecida, pero con los aos esas deficiencias han sido en buena parte corregidas. Lo cierto es que inicialmente el Humanismo desde la poco relevante riqueza molecular de los estudios Conductistas de la primera mitad del siglo. Se arguy en aquel entonces que la Ciencia Psicolgica deba ser una actividad con sentido al servicio menos del conocimiento puro que de las personas, y que para ello deba seleccionar sus temas de estudio entre aquellos que eran relevantes, valiosos y permitan aprender sobre mbitos amplios del comportamiento.

Hasta aqu la exposicin de los principios conceptuales de la Psicologa Humanista. A continuacin lo correspondiente a la corriente Transpersonal.

2. Bases Conceptuales de la Psicologa Transpersonal

Sostengo que la Psicologa Transpersonal supone un cambio de paradigma en relacin con la Psicologa convencional y tambin ante la Psicologa Humanista, de tal suerte que una exposicin de sus principios conceptuales exige antes una incursin en la pantanosa cuestin de los paradigmas en Ciencia y en Psicologa en particular.

Es sabido que la nocin de paradigma -manoseada como pocas- fue introducida en la Filosofa de la Ciencia por Thomas Khn en La estructura de las revoluciones cientficas. All indic que el paradigma era, por un lado toda la constelacin de creencias, valores, tcnicas, etc, que comparten los miembros de una comunidad cientfica dada, y por otro, una especie de elemento de tal constelacin, las concretas soluciones de problemas que, empleadas como modelos o ejemplos, pueden reemplazar reglas explcitas como base de la solucin de los restantes problemas de la ciencia normal. Como se puede apreciar, no fue especialmente claro. Peor an, l mismo acept con posterioridad la observacin de un lector atento que detect 22 diferencias de matices en el significado con que haba empleado el trmino a lo largo de esa obra . Presumo que esa laxitud ha sido en parte responsable que el vocablo sea empleado en la actualidad queriendo decir cosas bien diferentes. Para que no haya equvocos en la exposicin que viene ms adelante, entregar una definicin de paradigma de mi autora que guiar la presentacin. Entiendo por paradigma a los supuestos, creencias y valores, a menudo no del todo concientes y, por ende, normalmente no cuestionados y difcilmente cuestionables, presentes en una determinada comunidad de cientficos para un determinado mbito del quehacer cientfico -filosfico, transdisciplinario, disciplinario o subdisciplinario-. Tales supuestos, creencias y valores dan por sentado nociones epistemolgicas especficas sobre la naturaleza de la realidad, del conocimiento y del objeto de estudio por un lado, y por otro, de lo que se consideran datos, metodologas y resultados vlidos.

Volviendo a la idea inicial y principal de esta seccin: sostengo que no es posible comprender adecuadamente el carcter de la Psicologa Transpersonal si antes no se conoce a cabalidad el paradigma que le sirve de asiento. Resulta indispensable en consecuencia examinar en qu consiste tal (cambio de) paradigma.

2.A Crtica al Paradigma de la Psicologa Convencional

A qu llamo Psicologa Convencional?: al saber acumulado por la Ciencia Psicolgica moderna en sus ciento y poco aos de existencia. Aun cuando tengo perfectamente claro que la disciplina psicolgica es un campo complejo y diverso como pocos, en el que abundan las diferencias y los antagonismos, sostengo que hay un nivel que corresponde al de los fundamentos de ciertas premisas que, por elemental, tiende a disolver esa amplia heterogeneidad en un ncleo de supuestos y creencias que los distintos autores y corrientes, sin perjuicio de la diversidad y las divergencias, asumen aproximadamente como verdaderos. Con todo, ante cada una de esas premisas la Psicologa Transpersonal tiene algo que decir.

Presentar de inmediato un paralelo en el que se podr apreciar, en una columna, la premisa o creencia que la Psicologa establecida explcitamente adopta (o bien, que es posible inferir de sus formulaciones) y, en otra, ya sea la oposicin, la disensin o al menos la duda que la Psicologa Transpersonal manifiesta en cada caso, junto con una resea de los argumentos y pruebas principales que aduce en su favor.

Psicologa Convencional Psicologa Transpersonal

1. El hombre es un ser bio-psico-social. Es decir, cada individuo es un cuerpo y una mente en interaccin con otros cuerpos y mentes en interaccin. Somos cuerpos-mentes inmersos en relaciones sociales.

1. El Hombre es un ser Eco-bio-psico-social-Espiritual. A la correcta apreciacin de las dimensiones biolgica, psicolgica y social que nos constituyen, se aade la observacin de que formamos parte, o mejor -expresado con ms fuerza- nos hallamos inmersos en una intrincada, vasta y rica trama Ecolgica, tanto en un sentido fsico (miembros del Universo), como biolgico (miembros de la bisfera) y social (miembros de un entorno inmediato, y tambin de comunidades, naciones y, en ltimo trmino, de la Humanidad entera). A la dimensin ecolgica se agrega la Espiritual, la cual es considerada inherente a la condicin humana. En definitiva la concepcin Transpersonal es que somos cuerpos-mentes-espirituales en interaccin social dentro de una vasta red ecolgica.

2. No hay psique o mente sin cerebro. La psique no es posible sin el soporte anatmico-fisiolgico del cerebro (y del sistema nervioso central). La psique es generada por ste (de un modo que al presente desconocemos en sus detalles).2. La psique o mente parece ser posible sin el cerebro. Es ste un asunto extraordinariamente complejo que, sintetizado al mximo, puede expresarse de este modo: en circunstancias normales la mente depende del cerebro, lo cual explica que si este ltimo sufre daos a consecuencia de accidentes o enfermedades las funciones psicolgicas se ven afectadas; sin embargo hay un nmero de casos recopilados con cuidado por investigadores serios como Kenneth Ring o Michael Sabom en los que personas dadas clnicamente por muertas, luego de revivir fueron capaces de relatar, entre otras cosas, los pormenores de lo que suceda en el lugar en el que se encontraban muertas ...o incluso en otros sitios. Estos casos sugieren que en circunstancias no ordinarias puede haber conciencia sin actividad cerebral. Por consiguiente, el cerebro (y el sistema nervioso central) no producira la mente sino ms bien sera su transmisor, de un modo similar a como un aparato de televisin no produce los programas: los transmite (por cierto que si el aparato de televisin se daa, la transmisin se ve afectada).

3. La vida psquica se inicia con el nacimiento del individuo y finaliza con su muerte. Obviamente no hay vida psquica antes del nacimiento, ni puede haberla despus del fallecimiento del individuo. Cmo podra ser de otro modo?

3. No es seguro que la vida psquica se inicie con el nacimiento del individuo y tampoco que finalice con su muerte. Que la vida psquica se inicia antes del nacimiento es una hiptesis que no slo estima plausible la corriente Transpersonal . No obstante, la duda que expresa el encabezado de este aserto cae de lleno en la cuestin de la reencarnacin, polmico tema porque pone en tela de juicio la weltanschauung Occidental (y con ella frreas creencias religiosas). Con todo, luego de un examen desprejuiciado de la evidencia que proporciona la investigacin cientfica que se ha efectuado -escasa-, a mi entender, es posible expresar una duda sensata de que la vida psquica coincida por entero y del modo que convencionalmente lo concebimos, con el perodo vital de un individuo. El especialista de mayor prestigio cientfico en esta rea, el Psiquiatra Ian Stevenson, merced a un paciente trabajo que le ha tomado varias dcadas, con un diseo metodolgico cuidadoso, ha podido presentar los antecedentes de varias decenas de casos -descontada una proporcin mucho mayor que no pudo pasar grados de exigencia nada condescendientes- recogidos a lo largo y ancho del planeta, que pueden ser invocados en una consideracin seria de la hiptesis de la reencarnacin, por cuanto informan por ejemplo de: nios que exhiben habilidades alcanzadas sin mediar el aprendizaje (como dominar lenguas extranjeras que nunca escucharon siquiera o la interpretacin de instrumentos musicales) o de pequeos que son capaces de orientarse a la perfeccin en un pueblo o ciudad nunca antes visitado, entre otros casos. Estas pocas lneas son insuficientes para hacerle justicia a los trabajos de Stevenson que son reconocidos como esencialmente dignos de crdito incluso por algunos de sus detractores (por ms que eso no signifique considerarlos concluyentes). Las crticas que se le formulan apuntan no tanto a los datos o a la metodologa sino ms bien a su interpretacin, buscando explicaciones alternativas a la hiptesis de la reencarnacin, no menos sorprendentes en mi opinin que aqulla, tales como la posibilidad de una memoria gentica o la de una especie de superclarividencia. A mayor abundamiento recomiendo al lector beber por s mismo de las fuentes apuntadas.

4. La espiritualidad (religiosidad) no es un atributo de la condicin humana sino una cuestin de (meras) creencias u opciones personales. Hay buenas razones para dudar de la existencia del Espritu. Adems, aunque sabemos de la evidencia estadstica de creyentes, tambin sabemos de la evidencia de agnsticos y ateos. Es decir, se trata nicamente de preferencias personales fuertemente infludas por la tradicin y la educacin. An ms: las creencias religiosas, en cuanto tales, no pueden ser sometidas a prueba porque la espiritualidad (religiosidad) y la ciencia son dominios discontinuos.

4. La espiritualidad (religiosidad) es inherente al ser humano. La espiritualidad es considerada consubstancial al ser humano, aunque esto no signifique en lo absoluto hacer afirmaciones concernientes a la profesin de una determinada Fe. Conviene distinguir entre la Espiritualidad en un sentido amplio, como la disposicin natural a buscar respuesta a las Preguntas Ultimas de la Vida y/o a tener experiencias de lo Superior -disposicin que se constata, de un modo u otro, en cada persona-, y la Religin como el marco institucional -que no todas las personas adoptan- con sus doctrinas y rituales, sus prescripciones y prohibiciones, en el que se entregan respuestas especficas a esas Preguntas y se promueve -tantas veces sin verdadero xito- el perfeccionamiento espiritual. A la Psicologa Transpersonal le interesa la primera en tanto se estima que, con independencia de las creencias religiosas, e incluso en la negacin de stas en el caso del atesmo, siempre lo espiritual est presente. Es til invocar aqu a Viktor Frankl, quien report el descubrimiento de sueos de contenido espiritual en personas ateas. Si lo espiritual es inherente al ser humano entonces ha de aparecer en el dominio de lo psquico, y en consecuencia, puede ser investigado cientficamente. En suma, las creencias o elecciones son especficas o personales, pero la disposicin es universal.

5. Lo espiritual es inconmensurable con lo psquico. El Espritu, en caso de existir, es una entidad distinta y distante, completamente aparte de lo psquico. Lo espiritual es de una ndole diferente a lo psicolgico y por ello los asuntos de orden espiritual no resultan de incumbencia alguna para la Ciencia Psicolgica.

5. Lo espiritual y lo psquico se hallan estrechamente vinculados. Ken Wilber, Stan Grof, Michael Washburn y Jorge Ferrer -los tericos de mayor renombre de la corriente- con diferentes matices conciben al Espritu (o Conciencia como en general le llaman) como el fundamento mismo del Ser del individuo. Cmo podra entonces lo psquico estar separado de su propio fundamento? En concreto esto significa que el desarrollo psicolgico y el desarrollo espiritual tienen que ver el uno con el otro o, en un plano distinto, que la psicoterapia y las prcticas espirituales se pueden enriquecer la una a la otra. Ser creyente o ateo puede acarrear importantes efectos psicolgicos, as como el desarrollo personal a menudo involucra la percepcin de un sentido espiritual de la Vida. Es, en suma, en virtud de la universalidad de la disposicin espiritual y de las relaciones nada distantes entre Psique y Espritu, que esta ltima se vuelve de inters para la Psicologa. La espiritualidad (religiosidad) y la ciencia, siendo distintas e irreductibles la una a la otra, no por ello dejan de ser dominios que parcialmente se superponen.

6. El desarrollo evolutivo se completa en la adultez. La investigacin en Psicologa Evolutiva muestra cmo la plenitud de las capacidades psicolgicas se alcanzan durante la adultez.

6. El desarrollo evolutivo incluye de manera potencial un desarrollo especficamente espiritual. La Psicologa Evolutiva sostiene que desde el nacimiento hasta la muerte se observa en las personas una serie de estructuras psicolgicas que hacen posible reacciones, funciones y capacidades determinadas que experimentan transformaciones en lapsos determinados que hacen posible a su vez nuevas reacciones, funciones y capacidades. Este devenir funcional-estructural sigue una secuencia gentica invariante. La Psicologa Transpersonal agrega: junto a la actualizacin de las estructuras y funciones que, en condiciones normales tiene lugar, existen en estado potencial, estructuras y funciones de orden espiritual que, en condiciones propicias y precisas, pueden manifestarse, aparentemente con independencia del rango etario en que se encuentre la persona. El desarrollo psicolgico comn incluye de manera latente un desarrollo espiritual que espera por su realizacin.

Una parte importante de la obra de Ken Wilber est consagrada a presentar esa evolucin potencial, dando forma a una cabal Teora del Desarrollo Espiritual (o Transpersonal). Si hemos de interesarnos entonces en el mayor despliegue posible de las capacidades humanas comprobaremos que ste se verifica en el nivel espiritual, preeminente y superior al puramente psicolgico.

7. La Personalidad es producto de una combinacin entre herencia y ambiente. La investigacin demuestra que la Personalidad se configura por entero en base a factores heredados como la dotacin gentica en interaccin con factores ambientales como la educacin y las experiencias vitales.

7. No es seguro que la Personalidad sea entera y exclusivamente producto de una combinacin entre herencia y ambiente. La misma evidencia, entregada en el punto 3 anterior, conduce inevitablemente a cuestionar una de las premisas fundamentales de la moderna Teora de la Personalidad. El trabajo clnico de Roger Woolger puede ser empleado como un argumento en contra de aquella premisa, es decir: de la modificacin de rasgos de carcter, la resolucin de conflictos emocionales y la remisin de sntomas psicofsicos que resultan de emplear la tcnica de la Regresin, en tanto sta supondra un corte de los vnculos negativos con existencias anteriores, se infiere que al menos algunas de las caractersticas de personalidad de un individuo no seran producto de la gentica ni de la herencia, sino de la reencarnacin o alguna otra forma de sobrevivencia psquica a la muerte fsica.

8. La Personalidad representa la totalidad psquica del individuo. Es de suyo evidente que la totalidad psquica de cada persona es representada y queda includa en su personalidad. La personalidad es, en s, la expresin ntegra de lo psquico.

8. La Personalidad no representa, ni con mucho, la totalidad del individuo. El verdadero Ser de un individuo va ms all de lo que el resto de la Psicologa concibe por carcter o personalidad. En la corriente Transpersonal la personalidad es llamada Ego, una estructura valiosa a no dudarlo, pero a fin de cuentas limitada, cosa que ha sido soslayada por la Psicologa convencional. Los Transpersonales sostienen que las fuerzas psquicas y, ms que eso, las enteras fuerzas del Ser encauzadas a travs de lo psquico que moran en cada individuo se proyectan ms all de la personalidad en su estricto sentido psicolgico. Se han usado expresiones como Yo Superior, Atman o Yo Transpersonal para designar a aquella Otra Entidad, amplia y abierta, que permite, o mejor an, es la manifestacin de todos los atributos que se expresan a travs del individuo.

9. La Personalidad es una estructura coherente, estable e inmutable una vez alcanzada. La estructura de personalidad se configura a lo largo de las primeras etapas evolutivas, exhibiendo una plasticidad en el proceso que desaparece una vez conformada. De ah en adelante se caracteriza por su regularidad conductual.

9. La Personalidad es una estructura coherente y estable, pero no inmutable una vez alcanzada. Es la Psicologa Transpersonal, entre todas las corrientes que proponen teoras de la personalidad, la que concede mayor plasticidad a las facultades del Ser. Mediante ciertos procedimientos y prcticas, o bien espontneamente, es posible trascender momentnea, temporal o, en ocasiones, permanentemente, el Ego, an si ste ha completado ya su configuracin como en el caso de un adulto. Los Transpersonales equiparan al Ego o personalidad con la vestimenta de un individuo: las ropas que usa le pertenecen y ciertamente reflejan su identidad, pero no son l mismo. El individuo como tal, es ms que la indumentaria que usa, y as como se viste con unas ropas, puede vestirse con otras. La vestimenta est para ser utilizada por el individuo, pero l no es las prendas que usa. Dentro de la corriente Transpersonal, aun la rama que le concede mayor fijeza a la personalidad -la tipologa del Eneagrama que Claudio Naranjo viene puliendo hace varios lustros- basa todo su trabajo prctico en la creencia de que es posible otorgar flexibilidad e incluso trascender el Ego o Eneatipo como se le llama en esta tipologa.

10. La Personalidad es la mejor estructura posible para la adaptacin y dems fines existenciales. Una estructura de personalidad sana y bien configurada es insuperable como recurso adaptativo y existencial, ya que permite en el largo plazo el despliegue ptimo de las capacidades del individuo.

10. La Personalidad no es la mejor estructura posible para la adaptacin y fines existenciales. Las mejores facultades humanas, los poderos ltimos, la verdadera libertad estn ms all del ego. El Ego es necesario y saludable en el proceso evolutivo normal: permite el despliegue de las capacidades, el ejercicio de la autonoma, la adaptacin y, en definitiva, la realizacin de la persona, pero, llegados a un punto, o si se prefiere, desde otro ngulo, el despliegue de capacidades se torna limitado, la autonoma ilusoria y la adaptacin insuficiente, impidiendo la actualizacin del verdadero Ser de la persona. La Psicologa Transpersonal advierte que el ego o personalidad es una moneda de dos caras: uno de sus lados es necesario, til y saludable; el otro limitado, restrictivo y prescindible, un obstculo a la verdadera libertad. En definitiva, la realizacin ms plena de las facultades del individuo no se consigue por medio de la personalidad, sino a travs de su trascendencia.

11. El individuo normal y sano es en gran medida libre y autnomo. Un sujeto psicolgicamente sano constituye su propio centro de reflexin, emocin, voluntad y accin por cuanto al verse libre de fuerzas externas que lo coaccionan obra con libertad.

11. El individuo normal y sano es, en el fondo, ilusoriamente libre y autnomo. Con todo, una verdadera libertad, independencia y autonoma pueden ser alcanzadas en alto grado en condiciones distintas a las ordinarias. El individuo normal y sano, para la Psicologa Transpersonal no es verdaderamente libre ni autnomo, porque un examen a fondo y minucioso de su comportamiento como el que se lleva a cabo en el Eneagrama, pongamos por caso, revela con claridad los mltiples condicionamientos tempranos, parentales, educativos, econmicos, religiosos y culturales que operan sobre l: se escogi la carrera que el entorno familiar y social aprobaba, se hered la reflexividad y perfeccionismo del padre y se menospreci siempre la impulsividad del hermano menor (configurando as un lazo complementario inconciente!)Ya que desde el punto de vista de las posibilidades humanas ltimas la personalidad es una estructura limitada y restrictiva, la sensacin de libertad, independencia y autonoma del individuo son ilusorias y no reales. Para ser ms precisos y aunque parezca contradictorio: son reales en un nivel e ilusorias en un nivel superior. Por ms que un adulto sea sano, si es introvertido sus posibilidades vitales se vern restringidas al no disponer con la misma facilidad del repertorio de conductas extravertido (ntese que a la inversa ocurrira lo mismo). Por ms que una persona con rasgos histricos sea sana en el sentido convencional, pasar malos ratos debido a su sobrerreactividad emocional. En otras palabras, sea cual sea el Ego o personalidad, tal estructura, contemplada desde un nivel superior, no es en el fondo sino una prisin, por cuanto se configura a partir de mltiples condicionamientos. El Ego es una forma determinada que excluye todo lo que no contiene. La trascendencia del Ego en este sentido apunta a dejar atrs cualquier estructura particular y abrirse a un campo abierto y sin restricciones. Trascender la introversin quiere decir poder actuar tambin como un extrovertido, trascender los rasgos histricos significa tener reacciones emocionales proporcionadas a los sucesos: de esta manera el Ego, sea cual sea, deja de ser coactivo: el individuo se distancia de los numerosos condicionamientos que le restringen y puede alcanzar una libertad y autonoma de rango superior.

12. La conciencia es un atributo exclusivamente humano (o a lo ms reservado para las especies superiores de animales). La conciencia es el atributo que nos hace nicos en el Universo. Evidentemente el Reino Mineral y el Reino Vegetal carecen de conciencia, aunque esta evidencia proyecta claroscuros en el caso de algunas especies ubicadas en lo alto de la Escala Zoolgica: existe la posibilidad de que algunos mamferos, entre ellos los primates, puedan poseer formas rudimentarias de conciencia.

12. La Conciencia parece ser un atributo no exclusivo de los seres humanos. La Psicologa Transpersonal conjetura la posibilidad de que la conciencia no slo sea un atributo humano, o aun de los seres vivos, sino un atributo inherente al Universo, sustentando su afirmacin no tanto en las pruebas y argumentos que se mencionan en las Neurociencias -el campo ms activo en las controversias sobre la conciencia en el presente- sino en un examen de las Religiones Comparadas, como lo hace Wilber o en los hallazgos de las investigaciones en Estados No Ordinarios de Conciencia, como lo hace Grof.

13. Existen pocos Estados de Conciencia. Slo existen unos cuantos estados de conciencia. Bsicamente: el estado de vigilia, el dormir, la embriaguez, la intoxicacin por drogas y los estados psicticos. A lo sumo cabe agregar el estado de relajacin profunda, el de duerme-vela y el de alerta.

13. Existe una gran variedad de Estados de Conciencia. En las ltimas dcadas se vienen identificando y registrando un nmero de estados de conciencia distintos muy superior a los 4 o 5 clsicos. Algunos son perniciosos (como la embriaguez), otros neutros en s (como el trance hipntico) y otros saludables (como los inducidos por la meditacin). Son estos ltimos los que la corriente Transpersonal est empeada en estudiar, cultivar y promover. Probablemente sean los estados meditativos los que se han vuelto ms populares tanto para el comn de las personas como para los investigadores. Sin embargo, son slo un estado (o categora de estados) entre un nmero mayor de otros estados tambin saludables como sealan variados autores.

14. El Estado de Conciencia de la vigilia es el mejor y ms saludable. Es en el Estado de Conciencia propio de la vigilia que se manifiestan de manera ptima las capacidades psicolgicas.

14. El Estado de Conciencia de la vigilia no es el mejor ni el ms saludable, hay otros que lo superan. Slo desde el punto de vista convencional el estado de conciencia propio de la vigilia parece el mejor y ms saludable. La Psicologa Transpersonal reconoce una variedad de Estados No Ordinarios, Expandidos o Acrecentados de Conciencia que demuestran ser mejores o ms saludables que el de vigilia comn, por cuanto en ellos son posibles entre otros: sentimientos de una profunda paz y equilibrio interior y/o un jbilo supremos, un rendimiento cognitivo o fsico superior al corriente, un dominio inusual sobre las facultades cognitivas, anmicas y fsicas, penetrantes introvisiones y aun la activacin de capacidades de curacin y autocuracin psicofsica. No es raro que en tales estados superiores de conciencia se presenten simultneamente varios de ellos. Ms interesante an es el hecho de que tales estados, cuando se asocian a progresos en el desarrollo evolutivo transpersonal pueden volverse duraderos.

15. La salud psquica es un fenmeno de ndole psicolgica aunque se asienta sobre bases biolgicas. La salud psquica, como su denominacin lo seala, es un fenmeno propiamente psicolgico, aunque no separado de la dimensin fsica, por cuanto se asienta sobre bases biolgicas. Tambin el entorno social inmediato puede tener una incidencia sobre aquella. La psicopatologa, por consiguiente, obedece a factores psicolgicos que ocasionalmente pueden verse afectados por agentes biolgicos o del entorno social inmediato. Por ello la Psicoterapia convencional emplea procedimientos y tcnicas exclusivamente psicolgicas, aunque ocasionalmente se solicita el concurso de farmacoterapia de apoyo (dimensin biolgica) o se procura la modificacin de patrones de relacin con el entorno social inmediato (dimensin social: ambiental o familiar).

15. La salud psquica es un fenmeno de ndole holstica. La salud psquica, aunque su expresin sea percibida en el plano psicolgico, es un fenmeno holstico que compromete a la totalidad del Ser del individuo, esto es a las dimensiones ecolgicas, biolgicas, psquicas, sociales y espirituales que lo constituyen. La psicopatologa, por consiguiente, puede originarse en una o ms de tales dimensiones y en algn grado inevitablemente las afecta a todas. Por ello la Psicoterapia Transpersonal con el fin de restituir la salud psquica tiende a incluir, aparte de los procedimientos y tcnicas psicolgicas habituales de la psicoterapia convencional, intervenciones que pueden concernir, entre otros, a la dieta alimenticia (dimensin biolgica), a prcticas como la oracin o la meditacin (dimensin espiritual) o la accin comunitaria (dimensin social).

16. La razn es la principal facultad humana. Somos fieles hijos de Occidente, consideramos al intelecto como la ms preciosa y til capacidad humana, aunque recientemente se viene revalorizando el papel de las emociones. Gradualmente comprendemos que razn y emocin no son antagnicas y que la primera no necesariamente es superior a la segunda (nos est pareciendo cada vez ms deseable que se complementen o equilibren y no que se disputen, pero la vieja concepcin an tiene mucha fuerza).

16. La razn no es la principal facultad humana. A cambio lo son la Sabidura y la Compasin. La razn, qu duda cabe, es una facultad magnfica, pero como debiera estar ya muy claro dada la evolucin histrica de Occidente, digamos con Goya que el sueo de la razn engendra monstruos. El intelecto, como ya se vio antes, es un arma de doble filo: nos permite aprehender intelectualmente algo, pero nos mantiene a distancia de aquello; nos permite conocer, pero reduce nuestra espontaneidad; nos permite volar por los aires y explorar los fondos marinos, pero no es sino para descubrir que los hemos contaminado. La corriente Transpersonal propone trascender la razn y alcanzar, siguiendo a Pascal, aquellas razones del corazn que la razn no conoce. Se aspira por un lado a la Sabidura, que no debe confundirse con el coeficiente intelectual o el grado de instruccin educacional de una persona, sino con la facultad a un mismo tiempo, sencilla, profunda y abarcadora de discernir lo correcto o lo mejor en cada momento, vale decir, el conocimiento y destreza de algo tan inasible pero capital como el Arte de Vivir. Se aspira tambin a experimentar un Amor Compasivo (no compulsivo) por los dems seres. A medida que se progresa en los estadios ms elevados de desarrollo, cuando se alcanzan estados de conciencia superiores, la Sabidura y la Compasin brotan y crecen por s solas. En esos planos dejan de ser el deber moral que convencionalmente son, para convertirse en facultades orgnicas y vivas puesto que surgen como un producto natural del desarrollo (transpersonal).

17. El mundo interno es discontinuo respecto del mundo externo, no puede afectarlo salvo mediante una accin motriz. Otra manera de expresarlo es: el mundo interno es inconmensurable respecto del mundo externo, puesto que son entidades diferentes y separadas, aunque puedan entrar en interaccin de manera local, material o indirecta. En suma: la mente no puede influir directamente sobre la materia.

17. El mundo interno no parece ser discontinuo con el mundo externo: puede afectarlo directamente de manera no motriz (interacciones no locales). En qu se basa esta afirmacin? En estudios de investigadores de disciplinas tan diversas como la Fsica, la Biologa, la Medicina, la Ingeniera o la Parapsicologa que muestran interacciones no locales, inmateriales y, sin embargo, directas como las que ha reseado en varias publicaciones el mdico Larry Dossey; entre ellas se cuentan: la posibilidad de sincronizar los electroencefalogramas de dos personas ubicadas en lugares distintos que se proponen una conexin emocional, provocar ciertos cambios fisiolgicos en una persona ubicada a distancia que ignora ser objeto del envo de imgenes mentales por parte de otra, y los ms de 100 estudios llevados a efecto por distintos investigadores en diferentes centros que, a comienzos de la dcada de los 90, haban mostrado una correlacin estadsticamente significativa entre la oracin a favor de terceros y la mejora en la condicin de stos!.

18. La Parapsicologa es mera supersticin. Los llamados fenmenos paranormales son, en el mejor de los casos, de dudosa existencia. Todo indica que son meras casualidades o bien obra de acciones fraudulentas de personas inescrupulosas.

18. Los llamados fenmenos parapsicolgicos son un hecho cientficamente demostrado. El comn de los Psiclogos ignora que la investigacin cientfica parapsicolgica es apenas algo ms joven que la Psicologa. Desde mediados del siglo XX los Parapsiclogos con formacin cientfica vienen presentando pruebas a favor de la existencia de la telepata, la clarividencia, la precognicin y la psicokinesis. Dean Radin present no hace mucho buena parte de la evidencia dura, emprica y cientfica, en una obra que ha sido considerada por muchos como concluyente en cuanto a demostrar la existencia de los fenmenos parapsicolgicos, que no por infrecuentes o por estar fuera de nuestra weltanschauung dejan de ser reales.

19. El flujo del tiempo psquico conciente es unidireccional y se diferencia con claridad en pasado, presente y futuro. Otra idea de sentido comn: el tiempo fluye en una sola direccin y en esa direccin se ordenan secuencial e invariablemente el pasado, el presente y el futuro. Es cierto que al presente puede llegar el pasado, pero siempre como recuerdo, y que el futuro puede adelantarse hasta el presente pero siempre como conjetura y nunca como certeza o hecho. Pasado, presente y futuro jams, en cuanto tales, pueden cambiar su lugar en la secuencia.

19. El flujo del tiempo psquico parece desplazarse, en ocasiones, en direcciones opuestas. Precisamente la demostracin de la existencia de la precognicin muestra que el futuro puede, por as decir, correr hacia atrs, y alcanzar hasta el presente. Disponemos tambin de evidencia proveniente de los estudios acerca de la llamada influencia intencional retroactiva. Algunos de los hallazgos en favor de esta posibilidad se obtuvieron nada menos que en la Universidad de Princeton. All el Ingeniero Robert Jahn condujo una serie de experimentos cuyos resultados le dejaron perplejo: un computador seleccionaba al azar un lugar cuya imagen un emisor intentaba transmitir a un receptor ubicado en un lugar distante. No slo se verific la telepata sino que a partir de un momento el sujeto receptor capt las imgenes antes de que le fueran enviadas y en algunos casos antes de que fueran seleccionadas por el computador! (como se pudo comprobar despus). Stan Grof, por su parte, ha observado que en las experiencias holotrpicas no slo el futuro, sino tambin el pasado puede sobrevenir en el presente con la misma fuerza y vividez con que normalmente se experimenta nicamente el momento actual. En suma, el flujo del tiempo, de ordinario unidireccional, en ocasiones o bajo circunstancias poco comunes parece comportarse multidireccionalmente.

20. El individuo es un punto aislado en el Universo. La Astronoma no reporta el hallazgo de vida en otro lugar del Universo. A cambio nos informa que habitamos un nfimo rincn en un pequeo sistema solar de una galaxia marginal en un Universo de proporciones casi infinitas. La Psicologa en tanto, nos explica que somos individuos en relacin con otros miembros de nuestra especie, en nuestro entorno social inmediato (en nuestro nico planeta). Y nada ms.

20. El individuo forma parte de una vastsima red ecolgica que, en ltimo trmino, comprende a todo el Universo: el individuo es un miembro nico e irreemplazable en la trama del Universo. La Psicologa Transpersonal haciendo acopio del saber de distintas disciplinas (Zoologa, Evolucin, Teora de Sistemas y Tradiciones Espirituales entre otras), no pierde de vista el lugar que ocupa el individuo en el Cosmos como miembro de sistemas humanos sucesivamente mayores (familia, comunidad, nacin, especie), que son a su vez subsistemas del reino animal (del gnero homo, de la familia de los homnidos, del orden de los primates y la clase de los mamferos), el cual a su vez se halla en interrelacin con el reino vegetal, mineral, con el agua y los gases del planeta, constituyendo en conjunto la biosfera del planeta Tierra, integrante del Sistema Solar ubicado en una de las Galaxias de la Va Lctea integrante a su vez de la Hipergalaxia Virgo. Ms an, esa interrelacin resulta ser a un mismo tiempo -aunque en distintos niveles- fsica, qumica, biolgica, social y espiritual: todo est unido con todo: somos parte del Todo: Todo es Uno.

21. El individuo debe dotar de sentido a su existencia porque sta en s no la tiene. La cuestin del Sentido de la Vida escapa al campo de la Psicologa, pero es cierto que arranca desde ella. La posicin mayoritaria que adopta la disciplina al respecto es que la pregunta por el sentido es muy importante y cada individuo debe encontrar su propia respuesta: la vida en s no tiene sentido, pero puede otorgrsele uno.

21. El individuo debe descubrir el sentido que su existencia posee de por s como parte de la trama de la Vida y el Universo, los que, en cuanto tales, rebosan de sentido. La cuestin del Sentido de la Vida rebasa los contornos de la Psicologa, pero resulta crucial en este dominio. La nocin fundamental es sta: el Universo y todo lo que existe poseen, en s, un sentido; luego, la existencia de cada individuo tambin. Por qu entonces es que tan a menudo tantos padecen de la falta de sentido en sus vidas? Porque hemos olvidado, porque ignoramos, porque estamos dormidos a nuestra condicin esencial y a la verdadera naturaleza de la Realidad. Con todo, es posible descorrer el velo de la ignorancia que oculta el conocimiento y el sentido y despertar a otro nivel de Conciencia.

Las sentencias y argumentos recin reseados configuran en sntesis un paradigma diferente que sirve de asiento a la Psicologa Transpersonal (y a su psicoterapia). As como la aplicacin de la Teora de Sistemas y la Ciberntica al comportamiento humano condujo a cambiar el foco de la atencin puesta sobre el individuo a la familia, acarreando para la Psicologa un cambio de paradigma epistemolgico, tambin la Psicologa Transpersonal supone una novedad paradigmtica por cuanto hunde sus races en un cambio an ms vasto y profundo, si bien lento y gradual, en curso desde hace ya ocho dcadas en algunas disciplinas y que afecta al paradigma bsico sobre el que se ha levantado la ciencia en Occidente desde el siglo XVI.

2.B Crtica al paradigma de la Ciencia Ortodoxa

Por ms de 300 aos la ciencia procedi de un modo marcado a fuego por la obra filosfica de Francis Bacon y Ren Descartes y los trabajos cientficos de Galileo Galilei e Isaac Newton. Por tal motivo ha sido llamado Paradigma Newtoniano Cartesiano o Mecanicista, aunque a mi entender sera ms acertado denominarlo Materialista Mecanicista. Este paradigma constituye la base de supuestos, creencias y valores que hizo posible el notable desarrollo de la Fsica, la Qumica, la Biologa y la Astronoma entre los siglos XVI y XIX. Pero apenas se inici el siglo pasado fue nada menos que la disciplina histricamente ms exitosa, la Fsica, la que comenz a resquebrajar los cimientos epistemolgicos de la ciencia tal como haba sido concebida hasta entonces. Fueron las formulaciones de Albert Einstein con su Teora de la Relatividad y de los Fsicos Subatmicos con la Mecnica Cuntica quienes a partir de los resultados de sus propias investigaciones se vieron obligados a revisar las premisas que antes haban dado por sentadas. En el decurso del siglo a ese cuestionamiento inicial se fueron agregando otros -a veces implcitos, pero en su mayor parte declarados- provenientes de disciplinas tan diversas como la Psicologa Analtica de Carl Jung a partir de los aos 20 y 30 , la Teora de Sistemas de Ludwig von Bertalanffy y la Ciberntica de Norbert Wiener desde los ltimos aos de la dcada del 40 , la Biologa del Conocimiento de Humberto Maturana , la Ecologa de la Mente, obra del Epistemlogo (que en propiedad era) Gregory Bateson, la Teora de las Estructuras Disipativas del Qumico y Premio Nobel Ilya Prigogine, las Teoras Holonmicas del Fsico David Bhm y del Neurofisilogo Karl Pribram, todas ellas desde los 70 , la Teora de la Resonancia Mrfica del Bilogo Rupert Sheldrake desde los 80 y las formulaciones referidas a la Mente Encarnada en los 90 por nombrar las teoras que han contado con mayor atencin. A ellas cabra aadir las investigaciones en Tanatologa y aquellas referidas a las Expectativas de los Experimentadores y a las Interacciones No Locales, las cuales han sido llevadas a cabo por especialistas de distintas disciplinas. Si bien es cierto han sido resistidas por una parte importante de la comunidad acadmica (ms bien ignoradas) y no han dado forma a una teora en particular, si se les concede crdito, est claro que slo pueden ser entendidas como divergentes del Paradigma Materialista Mecanicista. En suma, el punto que me interesa resaltar ac es que todas estas formulaciones coinciden entre s -y la Psicologa Transpersonal con ellas, expresamente en la obra de Stan Grof por ejemplo- en manifestar fuertes objeciones a la base epistemolgica del quehacer cientfico, esto es, a alguna (generalmente varias) de las siguientes premisas que por siglos fueron consideradas (incuestionablemente) verdaderas:

i. Sujeto y objeto son independientes. Pueden ser separados por completo: es posible hacer una distincin neta entre uno y otro.

ii. La objetividad es posible (en virtud de tal independencia y separacin netas).

iii. La realidad es material.

iv. La realidad -la materia- es mensurable, esto es, cuantificable. La cuantificacin es la mejor forma de dar cuenta de la realidad.

v. Todo hecho puede ser explicado como efecto de una causa. La causalidad es lineal y unidireccional: una causa A produce un efecto B y nunca a la inversa.

vi. La causalidad conlleva el determinismo, es decir, todo hecho es provocado enteramente por una causa o conjunto de ellas. La(s) causa(s) explica(n) en plenitud el hecho.

vii. La realidad est compuesta por entidades -unidades materiales- discretas, esto es, distintas y separadas.

viii. La interaccin entre tales entidades discretas es mecnica, es decir, local.

ix. El espacio y el tiempo son constantes e inmutables. El tiempo fluye de manera uniforme (y con l la causalidad) en una secuencia y direccin nica: pasado, presente, futuro.

x. La realidad excluye la contradiccin. Si sta aparece es producto de un error en la observacin o el pensamiento, nunca es una propiedad de lo real.

xi. Las unidades complejas estn compuestas por unidades ms simples. El todo de la unidad compleja es el resultado de la suma de las unidades ms simples.

xii. La realidad es comprensible con arreglo al reduccionismo. Los hechos o unidades ms complejos pueden ser explicados enteramente a partir de los hechos o unidades ms simples.

Es imposible que en el espacio disponible para este trabajo revise en detalle las pruebas y argumentos que han sido presentados contra esas premisas -eso transformara a este captulo en un libro, y no uno breve ciertamente-, por ello es que debo hacer en este momento una peticin de fe al lector: sin exponer adecuadamente la informacin le pedir que acepte que existen numerosas pruebas y argumentos que pueden ser esgrimidos con fundamento contra esos XII supuestos. Deber contentarme aqu con presentar un diagrama que sintetiza al mximo las proposiciones sealando exclusivamente las premisas que cada teora o investigacin implcita o explcitamente reprueban. El lector que desee conocer en detalle los pormenores de este tema deber remitirse a las fuentes indicadas. Tambin podr serle til consultar la interesante resea que Stan Grof hace en Psicologa Transpersonal , acaso su obra capital, en la que pasa revista a una porcin no pequea de estos datos.

i ii iii iv v vi viiviiiixxxi xii

Teora de la Relatividad(((

Fsica (Mecnica) Cuntica(((((((((

Psicologa Analtica(((((((((

Teora de Sistemas(((((((((

Ciberntica(((((((

Biologa del Conocimiento((((

Ecologa de la Mente(((((((((

T. Estructuras Disipativas((((

T. Holonmicas((((((((

T. Resonancia Mrfica((((((

Mente Encarnada(((((

Tanatologa((((

Expectativas Experimentadores(((((((

Interacciones No Locales((((((

En resumen: una variedad de teoras y campos de investigacin, entre los cuales se cuenta la Psicologa Transpersonal, coinciden en poner en tela de juicio la base epistemolgica de la ciencia ortodoxa y, por lo tanto, del Paradigma Materialista- Mecanicista -incluso en sus niveles ms amplios, esto es, los filosficos y los transdisciplinarios- que le dio sustento por siglos. En aos recientes el trabajo de autores como el Psiclogo Miguel Martnez, el Psiquiatra Stan Grof, el Filsofo Ervin Laszlo y el Fsico Fritjof Capra permite vislumbrar la emergencia de un nuevo paradigma que a futuro tal vez sustituya al anterior en toda su vasta amplitud y entregue nuevas y vlidas proposiciones para esos mismos niveles filosfico y transdisciplinario.

2. C Principios Conceptuales de la Psicologa Transpersonal

He querido distinguir entre las bases conceptuales de la Psicologa Transpersonal (estrictamente necesarias de tener presentes para comprenderla cabalmente) -hondas y de vasto alcance como se ha visto, en tanto suponen un cambio de paradigma- y los principios especficos que la caracterizan, que sern tratados en seguida para as enfocarla desde el mismo ngulo en que antes se presentaron los principios de la Psicologa Humanista, a objeto de hacerlas comparables. A diferencia de esta ltima, no son tantos los textos que dibujan su perfil, y la mayor parte de ellos ms que exponer sus principios nicamente enuncia laxamente algunas creencias. La siguiente ordenacin se basa, nuevamente, en toda la bibliografa que ha estado a mi alcance y en la reflexin a partir de ese material. En este caso mucho ms que en el de la corriente Humanista, los principios que se enunciarn obedecen a inferencias e ideas de mi autora. Como me he propuesto en este captulo una exposicin, si bien breve, lgica, sistemtica y completa, resulta inevitable un grado de repeticin de principios e ideas ya entregadas. Se emplearn las mismas categoras que antes -filosfica, psicolgica, epistemolgica y metodolgica- para agrupar los principios.

2.1 Principios Filosficos 2.1.1 Afirmacin de la plenitud de Sentido de la existencia del Universo. Se sostiene, para decirlo en trminos filosficos, que el Ser est intrnsecamente dotado de sentido. A la pregunta de Heidegger por qu el Ser y no la Nada? Se responde: porque el Ser posee (y rebosa) sentido. La misma idea expresada en trminos cientficos, de corte cosmolgico, dira que el Universo y todo lo que existe no carecen de fundamento; por el contrario, estn llenos de sentido.

Que este valor consubstancial no resulte evidente siempre, obedece a la suprema ignorancia que se encuentra en la raz de nuestra condicin: la Realidad tanto se nos oculta como se nos revela; ms an, en el da a da la regla es que permanezca oculta o semi-oculta.

2.1.2 El Universo sigue una evolucin teleolgica. La cadena evolutiva que enlaza materia, vida y conciencia no es producto del azar, ni carece de direccin: todo lo creado tiene un propsito. La historia del Universo no es interpretada como una mera sucesin de acontecimientos sino como una evolucin que posee un sentido y sigue una direccin ascendente. Todo lo que existe se despliega en el espacio-tiempo pleno de significado y avanzando hacia un fin supremo (por ms que ste se nos escape).

2.1.3 Afirmacin del valor y dignidad del Hombre. Si todo el Universo tiene valor, tambin la especie humana lo tiene. La Psicologa Transpersonal repite la afirmacin antes hecha por la corriente Humanista; su contenido es el mismo, pero ha de advertirse que esta ltima deba su aserto a la tradicin del Humanismo filosfico, en tanto la Psicologa Transpersonal la deriva, en virtud de los dos principios anteriores, de la moderna Filosofa Evolutiva. En otras palabras, sita la idea en un contexto diferente que no anula su anterior significado: lo enriquece.

2.1.4 El Hombre es, en primer y ltimo trmino, un ser espiritual. Antes que biolgica, psicolgica o social, la condicin y naturaleza humana es espiritual. Ontogenticamente el cuerpo es el primero, pero ontolgicamente lo es el Espritu. Es decir, se considera al Espritu como la condicin y sustancia de las dimensiones biolgica, psicolgica y social del ser humano y no a la inversa.

2.2 Principios Psicolgicos 2.2.1 Psique y Espritu se encuentran estrechamente relacionados. En el plano psicolgico es forzoso variar el sentido del ltimo principio mencionado. Desde este nivel, dada la dificultad cientfica histrica en reconocer y estudiar lo espiritual, es difcil exhibir pruebas que demuestren la subordinacin de la mente al espritu. Pero s cabe argir que lo espiritual tiene estrechos vnculos con lo psquico (y tambin con lo fsico). Un buen desarrollo psicolgico es deseable desde el punto de vista espiritual, y a su vez, ciertos fenmenos y prcticas espirituales pueden ser psicolgicamente (e incluso fsicamente) beneficiosos. Para decirlo lisa y llanamente como lo entiende la Psicologa Transpersonal: lo psquico es, a lo menos en parte, tambin espiritual. Adems, se comprueba que de las potencialidades humanas, en principio situadas en el nivel psicolgico, aquellas superiores o ltimas se abren proyectndose al mbito espiritual. Por consiguiente, una Psicologa que no aborde lo espiritual no podr comprender cabalmente lo psquico.

2.2.2 El Hombre posee un potencial de autotrascendencia. El hombre est impulsado por una tendencia a la autorrealizacin que, en ciertas condiciones, conduce a la autotrascendencia. La autorrealizacin supone la autoconservacin, la realizacin de variadas potencialidades, pero tambin, por medio de la realizacin de potencialidades no ordinarias, la autotrascendencia. (Por realizacin de potencialidades no ordinarias se entiende a todo un rango de fenmenos, estados o facultades como las experiencias cumbre, experiencias meseta, estados de mximo bienestar o salud, estados expandidos de conciencia, experiencias msticas y otras).

2.2.3 El Hombre posee la facultad de experimentar una variedad de Estados de Conciencia. Como se dijo en una seccin anterior las personas poseen la facultad para experimentar un nmero amplio y variado de estados de conciencia. Adems del conocido estado de vigilia, se reconocen los Estados No Ordinarios de Conciencia, que entre sus categoras generales contempla algunos de carcter neutro, otros perniciosos y otros saludables (estos ltimos habitualmente llamados Estados Acrecentados, Expandidos o Superiores de Conciencia). Los Estados Superiores, hasta cierto punto, pueden ser ordenados gradual y jerrquicamente. Aparentemente todo estado de conciencia posee un patrn fisiolgico, fsico y psicolgico nico y diferente.

2.2.4 El Hombre posee el potencial para un desarrollo evolutivo espiritual. La autorrealizacin a travs de la autotrascendencia implica que el desarrollo evolutivo no slo tiene lugar en el plano psicolgico, sino tambin en el espiritual. Tal desarrollo espiritual puede ocurrir de dos formas: espontneamente, como en el caso de una sbita experiencia mstica o de estado superior de conciencia, o bien producto de una prctica espiritual prolongada, como la oracin, la meditacin u otras. Tal desarrollo espiritual potencial pocas veces se actualiza. Ello obedece a dos razones: en primer lugar, a que las experiencias msticas o de estados superiores de conciencia son infrecuentes (e independientes de nuestras acciones y voluntad), y en segundo, a que en nuestra cultura son pocos quienes llevan a cabo prcticas espirituales apropiadas, con la frecuencia y duracin necesarias. No obstante, para cada ser humano, el desarrollo espiritual se encuentra disponible ah, latente -oculto si se quiere- esperando su momento.

2.2.5 El Hombre posee el potencial para alcanzar ya sea la Iluminacin o la Comunin con lo Divino. El desarrollo evolutivo espiritual en su pinculo o, para ser precisos, an ms all de ste -an ms all de todo-, hace posible ya sea la Iluminacin o la Comunin con lo Divino. La Psicologa Transpersonal acepta y hace propio lo que al respecto sealan las grandes tradiciones religiosas, que, para estos efectos, pueden dividirse en dos categoras: las no testas, en las cuales el peldao superior desemboca en la revelacin de la verdadera naturaleza de la Realidad (No-dual, en la que nada est separado), y las testas, en que el peldao superior se abre a la Comunin del individuo con lo Divino.

Si el desarrollo espiritual ya es infrecuente, mucho ms raro es llegar a la cumbre, por las mismas razones mencionadas para el principio anterior y por una adicional: los niveles superiores del desarrollo espiritual son, de por s, extremadamente difciles de lograr. No obstante, permanecen siempre como una posibilidad humana. La cumbre es extremadamente difcil de alcanzar mas no imposible.

2.2.6 El Hombre es subjetivo y est condicionado, y por ello poderosamente limitado en el ejercicio de sus facultades. Los tres principios anteriores se refieren a capacidades potenciales. El que ahora se expone denota la circunstancia habitual del comn de las personas: cada uno se experimenta a s mismo como un individuo nico y distinto y, en ese sentido, separado de los otros y de las cosas. Adems, como antes se indic, operan sobre cada uno mltiples influjos que nos condicionan poderosamente. Desde este ngulo, la libertad y la responsabilidad son ms una ilusin o un anhelo que el ejercicio real de esas facultades. La Psicologa Transpersonal concuerda con las grandes tradiciones espirituales cuando aseguran stas que en las circunstancias normales las personas estn dormidas, pero que, en las condiciones que ciertos procedimientos hacen posible, pueden despertar a su verdadera naturaleza -que no es sino la naturaleza de la Realidad Misma- superando la subjetividad, comprendiendo que no estn separados de los otros ni de las cosas y trascendiendo -al menos en parte, al menos temporalmente- los condicionamientos que antes, sin que se percatasen siquiera, los limitaban, accediendo as a grados efectivos y superiores de libertad. Un despertar de esta clase est asociado asimismo a una poderosa liberacin y/o activacin de facultades no slo espirituales, sino tambin fsicas y psicolgicas.

2.2.7 El Hombre es capaz de Sabidura y Compasin. Al igual que la corriente Humanista, la Transpersonal valora ms la sabidura que el intelecto, pero a la nocin de sabidura como autorregulacin organsmica -la capacidad para actuar segn lo que es integralmente mejor para uno- aade la capacidad para percibir y obrar libre de apegos y condicionamientos. Adems, tan importante como la sabidura es la compasin que, aunque tomada como nocin del Budismo Mahayana, cabe equiparar con la caritas Cristiana, es decir con ese afecto profundo y sincero que desea el bien del otro. Cuando la sabidura se desarrolla brota naturalmente de ella la compasin. Es la superacin de la subjetividad comn al trascender el Ego la que prodiga los frutos de la sabidura y la compasin.

2.2.8 El Hombre es capaz del encuentro transpersonal. A la capacidad de encuentro comn con otros seres humanos, a menudo del entorno social ms cercano, la compasin de ndole transpersonal permite sentirse hermanado y solidario en el encuentro con desconocidos, adversarios e incluso con otros seres vivos. En nuestra cultura, que en su propsito de conquistar la naturaleza no trepida en destruirla, sentirse hermanado con los seres vivos suena a un romanticisimo e idealismo inaceptable (a los fines economicistas) y absurdo. Sin embargo, hay comunidades espirituales en que sus miembros se cuidan literalmente de no daar una hormiga siquiera (como en el Jainismo de la India o en el Budismo Vajrayana Tibetano). En este nivel un hermano bien puede ser un miembro de una raza, religin o clase social diferente a la ma pero, atencin, tambin puede serlo un lobo, un bosque o un ro. Y en estas palabras no hay una gota siquiera de literatura. La compasin hace posible el encuentro transpersonal en virtud de la profunda comunin con otros a que da lugar. 2.3 Principios Epistemolgicos

2.3.1 Evitar la exclusin a priori de cualquier aspecto del comportamiento. Se declara una apertura total: si la Psicologa desea ser una ciencia completa no puede dejar fuera de antemano ninguna dimensin de la psique. Si, como ya se ha visto, fenmenos de ndole espiritual tienen efectos psquicos, entonces han de ser estudiados por la Psicologa a objeto de incrementar su conocimiento. A la corriente Transpersonal le interesa no slo el comportamiento de facto de los individuos, sino tambin sus potencialidades; no slo quiere una Psicologa de lo comn, sino tambin una de lo extraordinario o, con otras palabras, de las potencialidades humanas ltimas. En tanto conciernen a la Psicologa lo espiritual, lo parapsicolgico y los estados de conciencia no ordinarios, deben ser incluidos en su campo de estudio.

2.3.2 Holismo. Cuando los Psiclogos Humanistas advirtieron que en lo psquico se manifestaban fenmenos espirituales, en ese momento se convirtieron en Transpersonales. La intencin de ambas corrientes es la misma: alcanzar un conocimiento lo ms completo posible del comportamiento humano. Slo que los Transpersonales incluyen un mayor nmero de contenidos en esa visin holstica: tienen cabal conciencia de la dimensin espiritual -la que tenda a pasar inadvertida para los Humanistas-. De esta suerte, se llega a una visin holstica ms completa que atiende al cuerpo, a la mente, a la interrelacin social y al espritu.

2.3.3 El objeto de estudio es la conciencia. La Psicologa Transpersonal procura ir hasta el fondo. La experiencia -objeto de estudio de la corriente Humanista- es el resultado de la aparicin de ciertos fenmenos en la conciencia. Experiencia, fenmenos, conciencia. De esta trada, los Humanistas abordaron la experiencia y los Fenomenlogos atendieron a los fenmenos, pero quin se interes en la conciencia?: en la disciplina psicolgica ha sido la corriente Transpersonal la que se ha concentrado en esa facultad fundante que es la conciencia. Ya no se trata como antes de estudiar nicamente los contenidos de conciencia, sus anomalas o sus implicancias, sino a la conciencia en s: su naturaleza y sus propiedades. A tal punto es esto cierto que los Transpersonales tienden a disolver las diferencias conceptuales que pueden trazarse entre conciencia y psique en una direccin, y conciencia y comportamiento en otra, e incluso entre conciencia y espritu en una ltima direccin. La nocin de conciencia es tratada, en distintos momentos, virtualmente como sinnimo de cada uno de esos otros conceptos.

2.4 Principios Metodolgicos 2.4.1 Pluralismo metodolgico. Consecuente con su propsito de no excluir ninguna dimensin del comportamiento humano y entendiendo que algunas metodologas son ms aptas que otras para dar cuenta de aspectos especficos del comportamiento y, ms que eso, que una variedad de recursos metodolgicos permite abarcar en mejor forma la riqueza y complejidad de lo psquico es que la corriente Transpersonal no tiene preferencias especficas a priori. Ya sean metodologas cuantitativas o cualitativas, investigacin experimental o estudios de casos clnicos, todos ellos son bienvenidos por cuanto contribuyen a incrementar el conocimiento. Como ninguna otra corriente de la Psicologa, la Transpersonal se abre a fuentes de datos y aportes de otras disciplinas. La Neurofisiologa, las Neurociencias y la Mecnica Cuntica, pero tambin las Religiones Comparadas, la Mitologa y la Antropologa son consideradas valiosas fuentes de conocimientos.

En definitiva, as como en las dcadas del 50 y 60 los Humanistas comprendieron que a la disciplina psicolgica le haca falta el empleo de metodologas cualitativas, ms tarde los Transpersonales se percataron que las nuevas necesidades concernan a la bsqueda de integraciones abarcadoras y no excluyentes a la que mltiples metodologas contribuyen.

Hasta aqu la presentacin de los principios conceptuales de la Psicologa Transpersonal. Una sntesis de la comparacin conceptual entre las Psicologas Humanista y Transpersonal se puede encontrar al final de este captulo en el cuadro resumen N 1 del Apndice.

SEGUNDA PARTE : Comparacin Prctica En esta segunda parte examinar las similitudes y diferencias de las corrientes Humanistas y Transpersonales en relacin con el campo especfico de la psicoterapia.

1. Principios de la Psicoterapia Humanista

Aun cuando la Psicologa Humanista ha sido un movimiento heterogneo, especialmente en relacin con la prctica teraputica, ello no impide delinear un perfil bsico que congrega los rasgos esenciales comunes a las distintas subcorrientes y mtodos que se emplean. Debido en parte a esa divergencia existente es que no tratar cuestiones puntuales de mtodos o tcnicas, pues ello demandara una extensin que sobrepasara con creces los lmites de este captulo, remitindome nicamente a los principios bsicos que pueden reconocerse tanto en la Terapia Centrada en la Persona y la Terapia Experiencial, la Terapia Gestaltica, la Logoterapia y la Psicoterapia Existencial, los Abordajes Corporales y los Mtodos de Imaginera por nombrar a los ms importantes.

Tales principios son:

1.1 Confianza en lo natural. Si la naturaleza humana no es primariamente negativa entonces sus frutos originales son confiables. Slo la represin, las desviaciones y lo artificial pueden entregar productos deficientes, no las genuinas fuerzas humanas primarias. La expresin libre (y responsable) de esas fuerzas interiores es saludable. En concreto esto significa que se confa en lo que brota del interior de una persona en psicoterapia. Los seres humanos no necesitamos tanto de educacin, instrucciones o consejos, como de espacio y tiempo para que nuestras fuerzas interiores se manifiesten. Si se permite a stas seguir su curso natural reportarn efectos beneficiosos. Si no en breve plazo, a la larga individuos y grupos son capaces de autoorganizarse, formular propsitos y alcanzarlos de un modo nico y valioso. Esta evolucin humana natural saludable no es sino la expresin en nuestra especie de un principio que se comprueba presente en todo lo vivo: la naturaleza tiende a la autopreservacin ptima. La naturaleza es sabia. 1.2 Promocin de las cualidades humanas positivas. La Psicoterapia Humanista atiende antes al potencial de salud de las personas que a su psicopatologa. Esto significa que cuando hay psicopatologa el foco se dirige a los recursos autocurativos, y cuando no la hay, con regocijo se procura que las facultades, capacidades y talentos de las personas no sean ignorados o reprimidos, sino que, proveyndoles de las condiciones apropiadas, puedan manifestarse y actualizarse. En suma, esta corriente cumple una funcin propiamente teraputica (de la patologa psquica), pero tambin otra de promocin del desarrollo personal.

1.3 El Terapeuta como Facilitador. El profesional Humanista entrenado no se concibe a s mismo ni a su rol como a un experto que posee competencias complejas y exclusivas, sino como a un facilitador, una suerte de matrn o partero de las potencialidades de aquellos con quienes trabaja. El Facilitador no le entrega ni le hace nada nuevo a aquel a quien asiste: se limita a activar o catalizar las capacidades latentes o no empleadas de este ltimo; en una palabra, facilita que la persona haga uso de sus propias capacidades. 1.4 Primaca de la Actitud por sobre la Tcnica. Las tcnicas estn al servicio de las personas y no a la inversa. Se entiende que el mayor poder del facilitador reside en s mismo como persona y en lo que es capaz de evocar en el otro precisamente como persona y no en la tcnica que utiliza. No se desechan las tcnicas, puesto que son tiles, slo que no se las ubica en el primer lugar en importancia.

1.5 Valoracin de la Intuicin. El terapeuta se enfrenta con su integridad psicofsica toda a quien lo consulta, haciendo uso de sus capacidades cognitivas, anmicas y vinculares al servicio del otro. Si la sabidura es preferible a la razn, otro tanto acontece con la intuicin. Se considera que las sensaciones sentidas por usar una expresin de Gendlin, es decir aquellas captaciones, comprensiones e introvisiones semiconscientes ancladas en el organismo y en s no racionales pueden ser extraordinariamente certeras y por ende tiles en terapia. No slo la formacin terica de un terapeuta y su adiestramiento prctico son provechosos, tambin todo aquello que escapa a lo anterior y que de manera sbita puede permitirnos entender mejor a quien nos consulta o discernir el curso de accin preciso -que en eso se traduce la intuicin en un contexto clnico- pueden ser de gran utilidad. Recordemos que intuicin viene de la expresin latina intus ire que significa ir dentro. La intuicin, en sntesis, es una forma singular e irremplazable de conocimiento distinta a la lgica y a la razn en su sentido tradicional.

1.6 Promocin del Encuentro. Que el terapeuta, antes que como un experto acte como un facilitador y que se conceda primaca al modo como se dirige a quien lo consulta antes que a las tcnicas que emplea, da pbulo a que el vnculo entre terapeuta y consultante tenga lugar bajo el signo de un encuentro, esto es, un contacto interpersonal no jerrquico, lo ms autntico, clido y comprensivo posible. Pero el encuentro tambin se promueve entre los iguales participantes de un grupo teraputico. Se entiende que las relaciones humanas genuinas y clidas, no defensivas ni distantes, sean quienes sean los participantes, son valiosas y reportan beneficios para todos los involucrados.

1.7 Inclinacin por el trabajo con grupos. Se aprecia el trabajo con grupos por cuanto ofrece posibilidades inexistentes en la atencin de individuos: se consiguen cambios de mayor alcance en la poblacin, ciertos objetivos pueden ser conseguidos con mayor rapidez, el contacto con otros proporciona una riqueza nueva a sus miembros, en fin. Esto no significa menospreciar el trabajo individual, sino conceder su verdadero valor a los grupos, por cuanto en ellos se expresa de manera ms directa la naturaleza social de nuestro comportamiento: son un espacio privilegiado donde se puede consumar el encuentro. Probablemente la estadstica indicara que en nmeros netos suman un nmero mayor las personas atendidas individualmente -por una serie de razones de orden prctico- pero ello no disminuye el valor que se concede a los grupos. Al igual que en el caso de la terapia individual estos ltimos pueden tener objetivos propiamente teraputicos o bien orientados al desarrollo personal.

1.8 Inclinacin por las maratones como encuadre. Estrechamente asociado con el trabajo con grupos se halla el aprecio por el encuadre de las llamadas maratones que consisten en retiros de uno o varios das en lugares habilitados para el efecto, dentro o fuera de los radios urbanos, que permiten la dedicacin exclusiva al trabajo teraputico, consiguiendo as una duracin y continuidad temporal que hacen posible grados de intensidad y profundidad psicolgicas superiores a los encuadres tradicionales. No es el encuadre ms frecuente, pero s uno de los preferidos.

1.9 Recuperacin del cuerpo y las emociones. Nuestra tradicin cultural -racionalista y abstracta- ha tendido a apartar, o peor, a sojuzgar, al cuerpo y la vida anmica en la existencia diaria. La Psicoterapia Humanista cumple en este sentido la funcin de un antdoto contra tal desequilibrio. Por otra parte, el cambio en psicoterapia es ms eficaz cuando no se limita al mbito cognitivo e incluye las dimensiones fsica y afectiva. Probablemente ms que ninguna otra corriente la Humanista se centra de un modo directo y preferente en las emociones. Por otra parte, los terapeutas de esta lnea se han percatado que la unidad cuerpo-mente que somos ofrece dos vas de entrada para el cambio: la psquica por cierto, pero tambin la fsica, dando origen as a las denominadas terapias corporales, que inducen cambios psquicos -en rigor, psicofsicos- mediante tcnicas que actan en primera instancia sobre el cuerpo.

1.10 Recuperacin del juego, la espontaneidad y la creatividad. En una sociedad que se desenvuelve no poco en la formalidad, la estrictez y la solemnidad -formas del autocontrol- la Psicoterapia Humanista rescata capacidades postergadas como la creatividad, el nimo ldico y la libertad. El juego no es exclusivo de los nios, la espontaneidad no la exhiben slo las mujeres y la creatividad no es prerrogativa de los artistas. En cada ser humano residen, en distintas proporciones, esas facultades, que bien integradas a la personalidad la enriquecen enormemente.

2. Principios de la Psicoterapia Transpersonal Al igual que con la Psicoterapia Humanista, tampoco en el caso de la Transpersonal hallamos un cuerpo definido y uniforme de principios, metodologas o tcnicas. Peor an, la habitual tendencia a confundir la una con la otra -y otras razones que no vienen a cuento ahora- dan por resultado que los principios propios de la Psicoterapia Transpersonal apenas se encuentren esbozados. La literatura que trata especficamente este tpico es escasa. Por otra parte estimo conveniente dejar sealado ya que esa difuminacin de los principios psicoteraputicos se asienta, en mi opinin, en que el primero y capital, como se ver en seguida, consiste en que lo Transpersonal no queda atrapado en el lazo de ningn procedimiento singular, sino que se manifiesta en un determinado contexto de conciencia y significado, en el que virtualmente cualquier procedimiento puede ser recogido. Se trata en suma de una cuestin de conciencia, o de sentido si se prefiere, ms que de principios, mtodos o tcnicas en s.

Hecha esta salvedad, paso a exponer brevemente los principios, que a mi juicio son:

2.1 La Psicoterapia Transpersonal es una cuestin de significado. En trminos ms precisos: es una cuestin de Conciencia y de Significado Espiritual. As como en la historia de los tres picapedreros que al ser consultados por lo que hacen responde el primero que pica piedras, el segundo que se gana el sustento para su familia y el tercero que honra a Dios al participar en la construccin de una catedral, as tambin en la terapia Transpersonal lo decisivo no es tanto lo que se hace como el horizonte que le sirve de marco a esas acciones o, desde otro ngulo, el nivel de desarrollo de la Conciencia, que a partir de cierto punto permite ver en distintos grados de nitidez el infinito en la palma de la mano. El puro hecho de escuchar con atencin al consultante, esa habilidad bsica y comn a toda forma de psicoterapia, por poner un ejemplo, si es llevada a cabo desde la Compasin -en el sentido espiritual del trmino- vuelve Transpersonal al trabajo. A la inversa, la prctica de la meditacin puede ser rebajada a una mera tcnica conductual, como de hecho a menudo sucede, si se pierde de vista su verdadero alcance y profundidad. Con todo, no debe caerse en la caricatura de creer que a la terapia transpersonal deban concurrir (uno o) dos iluminados, lo cual es imposible; en realidad, si se me permite la expresin, basta con que asista un aspirante a la iluminacin. Importa menos el punto preciso donde se encuentran el terapeuta y el consultante que la direccin en la que avanzan. Lo decisivo no es lo que hacen sino el sentido ltimo que descubren en ello. La Imaginera de la Flor puede ser una maniobra entretenida, pero sin mayor trascendencia, puede tambin acarrear la activacin de capacidades internas valiosas o puede ser, finalmente, un paso de acercamiento al despertar espiritual. En el primer caso se trata de un juego de saln, en el segundo de una tcnica Humanista y slo en el ltimo se manifiesta el mbito Transpersonal.

El otro elemento decisivo a tener en cuenta aqu es que los niveles superiores incluyen a los inferiores: lo entretenido y lo psicolgico forman parte tambin de lo espiritual. En otras palabras tratar una fobia social o facilitar la autorrealizacin pueden ser tan Transpersonales como alentar la desidentificacin con el Ego, a condicin de que exista la Conciencia que haga posible percibir el significado ms hondo que reside en ello.

2.2 Confianza en lo sobrenatural. Cuando no explcita, implcitamente, los terapeutas Transpersonales confan al igual que los Humanistas en lo natural que brota del individuo, pero ms an en lo sobrenatural -o supranatural si se prefiere- que nos remite a un orden superior del cual se considera que tanto el individuo, el terapeuta y la circunstancia que los rene forman parte. Se estima que las acciones, sucesos o encuentros no pocas veces, incluso si a primera vista resultan indeseables o penosos, encajan armoniosamente en un arreglo que slo desde una perspectiva abarcadora o en el largo plazo revela su verdadero sentido. El principio de sincrona propuesto por Jung es un hecho dado para los Transpersonales que, en definitiva, lleva a confiar en ese orden y armona superior por inescrutable que resulte en las condiciones ordinarias.

2.3 Promocin de las capacidades humanas ltimas. A la promocin de las capacidades positivas que lleva a cabo el Humanismo se aade un inters preferente por las capacidades humanas ltimas (quiz sera mejor hablar de mximas o superiores), vale decir, aquellas que conllevan estados de salud ptima, bienestar excepcional, trascendencia del ego o desarrollo evolutivo espiritual. No slo se trata de apelar a los recursos positivos, sino a los mejores, ms poderosos o elevados de entre ellos.

2.4 El Terapeuta como Ac