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MIGRACIONES

MENTALESA propsito de Inception

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Alguna vez en una conferencia en la que Ciro Guerra, el Director

de Los Viajes del Viento, expona su visin de La Sombra del

Caminante, su primera pelcula de gran impacto, alguien le

pregunt sobre lo que pensaba acerca de la filmografa comercial

y su opinin sobre la forma en que los cineastas colombianos

deban participar en las dinmicas del mercado. Su respuesta me

dej un tanto perplejo ya que no la entend en su momento y creo

no haber acabado de entender del todo lo que quiso decir, pero

me dej mucho en qu pensar, en especial porque en la

conversacin el discernimiento pareca abatirse casi

obligatoriamente alrededor de las superproducciones del momento,

entre las que se contaban Avatar e Inception, esta ltimapelcula me result emocionante en una enorme medida y me

procur una excelente excusa para liberar tensiones y rerme al

unsono con la exposicin del aparente dominio sobre los

diversos niveles de conciencia, el cual se ejerce a individuos

entrenados para evitar un asalto semejante, pues el mundo del

poder se ha revitalizado con un trfico de informacin secreta,

que opera alrededor de una estructura derivada de la icnica

intervencin de los espas en la novela negra.

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La reflexin del seor Ciro Guerra sobre Inception abrigaba una

crtica a los modelos del pblico objetivo, enfatizando que gran

parte del xito de ese tipo de producciones se sostena

ntegramente, sobre la base de saber provocar en su pblico

objetivo la sensacin ilusoria de desplegar, con una sospechosa

facilidad, un panorama sugestivamente intelectual en apariencia,abandonndolo a la sensacin de experimentar un rapto de falaz

inteligencia. No s si lo entend bien, reitero que an pienso

en su empinada objecin a los modelos de tratamiento del Cine

como producto comercializable, cuyo aire de filosofa

contempornea le provea al conjunto de mis prejuicios,

demasiado material para descartarla como un comentario

forzosamente al margen de la indiferencia cotidiana y en cuyos

intersticios, si es que se beneficiaba de ellos, se colaba casi

desagradablemente lo que me pareci la entonacin de una

personalidad quiz algo pretenciosa, en la que crea verdesplegados los vnculos sinuosos de la pedagoga personal de

Ciro Guerra. Debo advertir que antes de esa conferencia jams lo

haba visto y que este comentario obedece por un lado a la

sugestin que poseen las primeras impresiones y por otro a mis

propios y poco fundamentados preconceptos de entonces.

La frase que us en varias ocasiones deca ms o menos as: que

el poder de sugestin de la pelcula Inception se deba a que

para el espectador promedio, la trama y el desarrollo le

provocaba la impresin de ser extremadamente inteligente, listo,

avispado, como se lo quiera llamar, pero que eso slo era unafalacia debidamente orquestada cuyo sentido era fcilmente

atribuible a una sencilla explicacin, que en realidad, bien

mirado, el planteamiento en la historia se reduca con ordenada

dependencia de las pretensiones efectistas a inducir

mecnicamente una respuesta, simblicamente la pelcula poda

asemejarse sin demasiadas preocupaciones (deca) a un dos mas

dos es igual a An fue ms lejos despus de algunas pocas

pausas y muchos comentarios de correspondencia didctica en

armona con su referencia aritmtica, indic que la pelcula era

el equivalente en su discurso a dos ms dos es igual a cu-a

Muchas conclusiones aventur a partir de dicha afirmacin que

espero haya podido parafrasear debidamente, incluso mi

apreciacin sobre el mismo Ciro Guerra, aqu referida, de quien

por otro lado no conozco gran cosa y cuyas producciones admiro

profundamente al punto de ubicarlas en mi mente como aquello que

debe ser el buen Cine. As que medit largos meses en que deba

de haber algo de verdad en dichas palabras.

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No me acababa de convencer sin embargo la simpleza de la

afirmacin y vir mis ejercicios reflexivos sobre la pelcula en

cuestin y aunque la vi por segunda vez no logr apreciar en

principio lo que me molestaba de ella, tampoco estaba seguro de

que la afirmacin de Ciro fuera la razn de mi incomodidad. Ya

estaba pensando verla por tercera vez y olvidarme del asunto si

obtena una vez ms su apreciacin como producto de divertimento

ligero, cuando cre caer en cuenta de un aspecto evidente que

haba pasado por alto y al que tal vez apuntara la afirmacin

del director colombiano y su reiteracin eficazmente sugestiva

aunque algo torpe, estticamente hablando. Inception se desliza

sobre la base de que es imposible o cuando menos muy difcil

implantar una idea y es all donde fracasa como historia. Meatrevo a exagerar, si bien parece estar muy por encima en los

estndares de la produccin de Ciencia Ficcin y los actores

desarrollan unos personajes ciertamente poderosos para el gnero

en el que a mi juicio se combinan bastante bien las nociones de

accin, aventura y drama, la premisa que sostiene gran parte de

la pelcula y de un par de subtramas, resulta insustancial y

descaradamente falsa.

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Sin embargo lo que me parece extrao es que sea difcil querer

percatarse de la debilidad de un postulado embustero, cuyo

tratamiento narrativo consiste en desatender con limpia

impunidad uno de los componentes lgicos del principio de

verosimilitud, al menos para el planteamiento de una realidad

cuya ms sofisticada fisionoma plantea el reto de defender lainformacin que se tiene escondida en el subconsciente, a travs

de la sugestin y el entrenamiento subliminal; para los

personajes sus propias mentes funcionan al mismo tiempo como

espacios de acceso espontneo a universos que mimetizan la

realidad y como cajas de seguridad sofisticadas, que a mi modo

de ver se configuran y pueden ser burladas a travs de un arduo

entrenamiento semitico de las imgenes, los recuerdos

implantados y algunas formas de cohesin que podran usarse para

representar una realidad plausible en un momento, determinado

por la profundidad con que se logre establecer el vnculonecesario entre las mentes, a travs de una ingeniera

artefactual que en la historia me resulta a veces casi

accesoria. Habr opiniones diferentes sobre la manera de mirar

esa lnea especfica del tejido argumental que se plantea en la

pelcula y aunque no estoy en contra de los artilugios fsicos

mediante los cuales se logra entrar en la dimensin del

pensamiento, s me suscita un poco de indolencia la pretensin

de dificultad de una caracterstica comn, cotidiana y tpica

del ser humano.

Me permitir citar como ejemplo una situacin punzante, cuyarepercusin en los contextos histricos del comportamiento

violento de las sociedades ha dejado una honda huella de repudio

bastante generalizado y cuya pomposa desaprobacin ubica parte

de la historia de la humanidad, en una especie de dimensin de

los desvaros enigmticos que precisan ms atencin que la que

las tecnologas dialcticas o los anlisis sicolgicos,

formulados mediante el uso de las clasificaciones acadmicas,

estaran en capacidad de facilitar. Europa, principios del siglo

XX, el siglo corto, Alemania entra en un estado de

desfragmentacin poltica y econmica, con el devenir de las

concesiones postconflicto se asentar en el poder una ideologa

que amenazar los linderos de la cordura social, tomar fuerza a

partir del discurso forzado de un endeble hombrecillo, frustrado

e intoxicado con la visin de un mundo regido por sentidos de

uniformidad y simetra tan singulares como excntricos, si cabe

en la misma definicin. Sin embargo aquella ideologa en la que

se sumaban el favoritismo de una idea de identidad y la

supresin de todo lo que fuera susceptible de ser considerado

opuesto a ello, resultaba tan necesaria para la poblacin que se

expandi como una enfermedad infecciosa que afectaba las

concesiones de la cognicin, el albedro y la conducta.

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Con la insercin de la ideologa nazi se redefinieron incluso

los aspectos de aquello por medio de lo cual se logra apreciar

la belleza de algo, la nocin de arte fue una de las que ms

alcanz a ser redefinida en el perodo de la expansin, al igual

que en la etapa napolenica, pero con la diferencia de que en el

empleo de la potencia industrial, el tratamiento de personas ypartes humanas como mercanca y objetos de lgubre lujo, se vio

masificada al mismo tiempo que se despojaba con extremo vigor,

de los atributos conferidos por la existencia espontnea a

travs de las generaciones y las culturas contra las que se

ensa. Aunque no parece ser del todo claro el cariz que motiv

los comportamientos de tantas personas, ni la magnitud real de

sus acciones, encaminadas por las polticas de desahogo

nacionalista, s se ha establecido una relacin directa entre la

respuesta de un extenso pblico sensible a un determinado

discurso y la fuente del mismo, no hay confusiones al respecto ysi puede hablarse de seduccin de masas cuando un dictador

enruta los sbditos que ha logrado juntar con el uso de la

palabra y otras tcnicas de cohesin, no es porque el dictador

en cuestin goce de los privilegios que podra alegar, digamos,

un poeta, sino porque ha encontrado los mecanismos para

implantar una idea, y este comportamiento se distingue

claramente tambin, en la implementacin por parte de culturas

que abrazan alguna forma ilusoria de democracia, a travs de sus

gobiernos y ms precisamente de las personas que los integran

con demasiado apetito de poder.

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Algunas veces la mente se pone al servicio del cuerpo y otras

veces ocurre al contrario, sin embargo tiendo a concordar con

una cierta tradicin vagamente intelectual pero genuinamente

cientfica, que establece una relacin de combinaciones entre

ciertas posturas caprichosamente confeccionadas bajo criterios

acadmicos, en escenarios sospechosamente opuestos que slofuncionan en un primer plano de abstraccin. Aunque esta

afirmacin no determine nada sirve para ejemplificar, si bien de

manera acaso inmoderadamente rstica, el potencial ambiguo de la

naturaleza humana de la cual surge la mayor parte de las

historias cuya referencia principal se encuentra en la tradicin

narrativa; contradiccin. Resulta a menudo que de ese rasgo

particular se origine la singularidad a partir de la cual se

erija el altar propiciatorio que suele constituir un nudo

dramtico. En vez de variables existirn peros (obstculos,

inconvenientes, sinos trgicos), la estrategia consiste enalgunas ocasiones, como en el caso de Inception segn mis

prejuicios presentes, en lograr que los peros franqueen la

realidad concertada de la historia como variables ms o menos

irreductibles (posibilidades, refugios, sensacin permanente de

aventura y peligro) que en el caso de Inception -filme con el

cual el Director ingls Christopher Nolan asedia una vez ms el

agujero del conejo blanco- componen a la manera de un manual

eclctico sobre la percepcin temporal, una ms que aceptable

instrumentacin del mundo onrico, lo que hace que quienes

formamos parte del pblico, nos abandonemos a tripular con

nuestro pensamiento la trama de hechos plausibles, interpretados

en mi caso como lugares de disociacin, o mejor, de

pulverizacin de la credulidad, que es la otra cara de la

incredulidad, si bien no del escepticismo.

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Otro ejemplo no menos clebre pero s mucho menos inocuo se me

presenta en la espectacular convencin establecida por el seor

Andy Warhol al convertir las piezas y objetos cotidianos y la

saturacin de las prcticas de una imagen vinculada cada vez ms

con las nociones de la publicidad, en elementos de una

concepcin de arte llamada pop. Por ese camino se vislumbraronescenarios desapercibidos que permitieron crear espacios de

vinculacin y reconocimiento de una gran cantidad de prcticas,

habilidades y tcnicas de exploracin comunicativa, expresiva y

crtica. Al margen de estos aspectos con los que estoy

inconscientemente familiarizado debo agregar un tercer ejemplo,

uno que va ms all de la frontera experimental de unas cuantas

figuras seductoras. Uno de los mecanismos de interaccin ms

extendidos advierte la fusin del pensamiento a travs de

concesiones voluntarias y no necesariamente cohesionadas, o al

menos no en la medida en que es plausible que se elija mejorconforme se gana prctica en su implementacin, desde luego me

estoy refiriendo a la interaccin y configuracin intelectual,

sin embargo no quiero dar a entender que la complementacin de

algunos sentimientos entre personas que se exploran y se

curiosean a un nivel ms fsico que slo imaginativo no estn en

el mismo surco de accin, pero aqu voy a intentar concentrarme

ms bien en uno de los complejos escenarios de las inefables

migraciones mentales.

El poder de las ideologas se ha manifestado a travs de

convenciones tan dignas al mismo tiempo de desprecio y deadmiracin, como la prctica de las religiones en sus formas de

expresin ms vehementes y dislocadas de la percepcin de eso

llamado realidad. No habr un consenso lo suficientemente

extendido sobre este asunto, a menos que el advenimiento de una

nueva conciencia est a punto de ocurrir como creen algunos

entusiastas que, alrededor del mundo conocido, encuentran viable

la construccin de formas de pensamiento y procedimiento cuya

vigencia depende en parte de la interpretacin de antiguas

mitologas y observaciones astronmicas, disipadas y confundidas

en una maraa de conjeturas apocalpticas y pos apocalpticas de

todo corte, medida y definicin, lo cual nos deja con la

concepcin contempornea de un sincretismo que apenas empezamos

a definir. Pero ms all de los ejercicios ideolgicos ms

intransigentes sobre la vida y la muerte, subsiste un conjunto

de estrategias interactivas que redefinen constantemente nuestro

fundamento expositivo caracterstico como depositarios de un

determinado saber, y ello slo es posible porque hemos aprendido

el delicado arte de la implantacin de ideas, imgenes y

percepciones a una escala cultural, nada del otro mundo

realmente.

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Esta particular caracterstica humana de aventurarse por los

senderos personales de otro ser u otro pensamiento, me resulta

ten evidente que casi me apabulla la necesidad de explicarme el

hecho de pasar inadvertida la premisa objeto de este anlisis

superficial. La misma parece tener la jurisdiccin de

superponerse con demasiada facilidad al poder de discernimientode algunas mentalidades (incluyendo la ma) que, de otro modo se

juzgaran especialmente dotadas para estar atentas a este tipo

de detalles, de los cuales el que aqu articula mi humilde

opinin, pasa en la pelcula con gran discrepancia de los hechos

segn he intentado exponer, como un mero aspecto incidental que

refuerza no obstante el precipitado ambiente de suspenso que la

anima; es posible que el particular estado de nimo que nos

envuelve o nos invade al momento de entrar a la sala donde se

llevar a cabo el extraordinario fenmeno de la magia del Cine,

nos imposibilite temporalmente para considerar este tipo deideas y hasta cierto punto qu bueno que pueda ser as, pero lo

innegable es que al proceder con la conviccin de entrar en el

mundo de los sueos en vigilia, nos precipitamos tambin al

juego de un espectculo que emplea con desfachatez la estrategia

de distraer la atencin por un momento, para que el truco pase

desapercibido y eso me parece que desgarra un poco las fibras de

un tejido comunicativo que ha evolucionado al punto de acoger en

s mismo el poder de construir sueos.

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As que, si bien no me siento del todo de acuerdo con la idea de

que Inception pueda ser fcilmente definida con escueto

comentario con que Ciro Guerra explicaba la extraa fascinacin

que pareca evidenciar la taquilla, la idea de un Cine

atemperado en la afortunada conflagracin de tantas disciplinas

como caben en su produccin y con la que intento hacer concordarmi traviesa y fragmentada formacin como espectador y

realizador, posee la capacidad de conjurar en el pensamiento una

boyante astucia mental, que hace innecesario el uso de algunos

artificios de naturaleza ms bien prestidigitadora, incluso en

el terreno del ms puro entretenimiento, en el que dos ms dos,

guardando las proporciones del caso y sin pretender omitir la

reflexin contenida en la tesis sinttica en la que se apoya mi

especulacin, podra ser igual a cu-a Como sea que se lo mire

el Cine plantea la posibilidad de acceder a un portal que

permite especular y jugar con posibilidades de todo tipo, yaunque no estoy sugiriendo que algunas pelculas resulten ms

dignas de ver que otras, tiendo a pensar que algunas pelculas

deben ser contempladas con una cierta mirada desconfiada,

suspicaz si se quiere, aunque sea despus de haberlas visto,

sobre todo si se anclan en ese estilo magnificente de los pesos

pesados del Cine. Ahora bien, y luego de rasguar precariamente

las fronteras internas de mi pensamiento, debo reflexionar y lo

intentar abismndome un poco en la corriente crtica de la Aeda

urbana AzulQuitapenas, quien sabe fustigar con aciertos

tempranos y singularmente dialcticos la mayora de mis

desenfrenos pretendidamente literarios.

Mientras escriba estas suposiciones y en uno de esos altos que

me resultan extremadamente necesarios, y quiz demasiado largos,

para depurar el desorden en que a veces se atascan las ideas en

las que busco zambullir ms que una juiciosa mirada, surgieron,

en medio de la introspeccin en que se amparan cada vez con ms

fuerza algunos de los fragmentos autobiogrficos de los que me

sirvo para cuestionarme un poco el mundo, un par de opiniones de

las que no haba tenido la menor idea hasta entonces, una vez

ms me sirvo de una clarividencia sutil en cuestiones

intrincadas en las que se precisa un mnimo de equilibrio

argumental para compensar y para aclarar los vacos latentes e

imperdonables: Si bien Inception (su argumento) me parece

balanceado sobre un eje proposicional exagerado o por lo menos

inexacto (falaz, difuso, impreciso si se quiere), la historia se

desarrolla [me gustara ms decir que se deconstruye] a la

manera de aquellos admirables cofres, a mi juicio de fantasa,

cuya factura delicada se ha sabido cultivar sobre todo en China

y, con alguna variacin al hilar de mi ignorancia, tambin en

Rusia e India, consistente en un tipo de agrupacin especial una

dentro de otra, que dentro de otra forma el conjunto, todas

totalmente semejantes entre s a excepcin obvia de sus tamaos.

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Al menos en dos niveles de anlisis, uno yendo de lo abstracto a

la ilusin de lo concreto, mediante abstracciones (ilusiones de

abstraccin tambin) hechas con girones de informacin sobreaspectos concretos, debo conceder la bella analoga, primero en

las instancias estticas de lo idntico, del refugio idntico

para un contenido idntico, como el juego de espejos en la calle

parisina, que en la disposicin de la historia figura en el

instinto nbil de la joven arquitecta Ariadne (Ellen Padge),

probada por Dominick Cobb (Leonardo DiCaprio). El otro me es ms

interesante o a decir verdad ms fcil, Inception supera mi

primer anlisis frvolo que se concentra en un aparente punto

negro sobre papel blanco, lejos de ello la pelcula en conjunto

filtra en su enramado caja china, con la necesaria sutileza, el

delicado rizoma de la interaccin mental de los personajes, en

su bsqueda estratgica de la subconsciencia ms susceptible de

los estados de indefensin autnoma, es decir una disociacin

del inconsciente con independencia de su propia naturaleza, para

ser impulsada por la voluntad de un ensueo construido por la

intervencin de la lite involucrada en esa bsqueda, la cual

resulta ejecutada como una orquestacin de recuerdos implantados

y fraguas de fantasa, las cuales son llevadas a cabo con una

precisin de relojera, casi literalmente hablando.

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Todo el conjunto da un nuevo sentido a la antigua profesin de

desencriptar los incidentes sumergidos en alguna especie de

pasado, en este caso lo que se esconde en el corazn de una

idea, una idea posible aunque improbable. Entramado, tejido,

equilibrio, vertiginoso juego de equilibrios en varios sentidos,

estructura en permanente aunque figurada permutacin, regida pordelicados vnculos de burocracia neuronal y altas dosis de

catalizadores temporales, cuya particularidad estriba en abrir

un boquete milimtrico en la racionalizada concepcin del

espacio y sobre todo el tiempo, hasta donde los intrusos no se

encuentren lo suficientemente desautorizados por el sentido

comn y algunas vertientes establecidas sobre el plano de la

mnima aplicacin de eso que suele llamarse sensatez y an ms,

disciplina. Todo ello si existe, compone una especie de homenaje

al riesgo y la adrenalina implicada en el proceso de acceder a

una idea ajena, para concebir a partir de all un horizontedonde se cosechar el profundo deseo de cambiar la historia;

cuando la simbologa se puede simbolizar, ms an, cuando la

simbolizacin apunta a la conjugacin de una determinada

simbologa, estamos ante la expectacin de un mito, con tintes

sicolgicos en cada ntimo salto mortal hacia los escenarios

donde slo queda una salida, retornar.