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MADRID

FEBRERO 1964

N.^ 3 - 64 H

Pulverizadorespara herbicidas

y su manejoJuan GostincharIngeniero Agrónomo.

MINISTERIO DE AGRICULTURA

DIRECCION GENERAL DE CAPACITACION AGRARIA

PULVERIZADORES PARA HERBICIDAS Y SU MANEJO

Los al^aratos iuls corrie^ites en tratamientos herbiciciasson los siguientes :

- 1^1^^chila clc 1>resión continua.- Carros herbiciclas de tracción animal.- Lquihos a^laptables al tractor.- Avionetas lig-eras.- Helicópteros.

Mo^•hila.-I^s la clásica sulfata^lora equipada cle unaharra httlverizadora de cttatro boquillas. I;1 del^ósito tieneuna cabida ^le 14 litros, l^resión de 1,7 kg^cm^ ^- el anrhocle l^ttlverización útil cle 1,7 metros. l^endimiento ^íiari^^, ^le1 a 1,S hectáreas.

('arro laerbi^-ida-.-I;xisten mttchos modelos. Por regla^;-eneral es una máquina sencilla, de tracción animal, la b^^m-ha arcionacla ^or el eje ^íe las ruedas, la presión variableentre 2,5 ^- 6 kg^/cn^^, capacidad ^ie de^ósito de 200 litros(también cle 100 ^- 300) ; ancho útil de pulverización, 7.S me-tros, con 14 boquillas. Rendimiento cliario, 12 a 15 hectá-reas.

Eqrrif^o ^r'e fracto^-.-La clif.erencia esencial con el ante-rior es qtte va montado sobre ttn tractor _^- la bomba vaarcionada Por la toma de fuerza.

.4viozie.c ^^ laelicój^teros.-T^e los hrimeros e^isten en 13s-1»ña una nutrida flota, rehartida entre varias empresasl,articulares. No trabaja to^lavía nin^ttn helia^l^tero, aun-

Fig. 1.-Aparato pulverizador de cuatro boyuillas. (Foto S. E. A. )

(jilC ])a1'CCC Se ^)OII(Il'^l j)1'O\llll^lll]Cllt^ f'il ^ltllCl(^11<11111C11tu eSIC

til>c^ ^le al^al-at^^s.

La ^liicrenria j>riuril^al cntrc un^^ ^- ^^tr^^ al^arat^^ cstl-i-l^a en tjtte el helirc^^lter^^ es más mallejahle ^- ^lue^le tiratarstlj>el-firies lná^ jleqtteñas ^- en situari^mes ^li f íciles (^u-b^^-la^l^^, líueas el^ctricas, e^lifici^^s, etc. )}- n^l neresita j^istas^le aterrizaje esllec^iales. Com^^ c<mtrallartid^t, el helirí^^lter^^resulta má^ car^^ ^le c^mipr^t, siendo taulbi^n n^ás cara sttluanttteuric^n.

I)c t^^^las i^^rnlas, esta^ málluinas están (íe^licttllas a tra--t^lmient^^s de su^)erficies gran<les ^- l^^s trabaj^^s se realizanIx,r a^u^llleto a c^trgo de pers^mal esl^ecializa^l^^, ^le 1^^rma<<llc httel^;-a comentai-io más det<tllad^^.

Pen^limient^^ ^liari^^. 100 a 150 hectáreas.

Detalles más importantes en im carro herbicidao en un equipa adaptable al tractor.

ti^^lan^ente llal^lal-em(^s ^le estus ^l^^s ^tl^arat^^^, ^-a <<tte la

^llltata^l^^ra es <le s^^hra c^m^^ri^la ^' l^^s aT_^arat^ls aél-e^^s se1111i11ej^itl ])O1" j)l'1-S(1t131 C^j)eCt^l^l"/.^t(1O.

E'ig. 2. Pulverizando con má-quina de mochila.

I3oi^aba.-E^i^ten bombas ^nu^- cli^-ersas : cle I^ist^>n, cen-tríiuga, de eng-ranaje }- meml^i-ana. I^:n I^slrliia l^re^l^ui^iilanlos cl^^s últimos til^^^s; s^^r^l las i1^ás sencillas ^- ^narchan bien.

Si-.ctet^i^t^ ^YOpi^lsor de /^r h^^irabn.-I^n tu^ carr^^ herbiri^laconsiste esencialmerlte en un embra^ue s^^hre el eje cíe lasrue^las <^ el btije cle las inis^nas, el cu^il tr^iri^initc cl in^wi-mient^^ Ix^r ine^li^^ ^le Ia bicla u cle tin cn^ranaje a la h^^i^^-ba. I^n caso del tractor, el eml^aline ^lel eje cle la bombasobre la tonia ^le la fuerza j^uecle ^er ^lirert^^ ^, Ix^r tne^li^^<le un reductor.

I^iltros.-Del^i^l^^ al reduci^l^^ ^ast^^ cle calclu lun- hertá-rea ^^, por consi^uiente, al l^as^^ mu}- hequeño de las b^^qtti-llas, se J^recisan tnienos y tul^idos filtros. Una máquina her-bicicla tiene corricntemente tres filtr^^s : un^^ en la lx^ca ^lelde}^^ísito, ttno a la sali^la ^lel mism<^ ^- <^tru a la salida ^lcla h^^mba.

Grifos.-Pueclen eai^tir varios áriíos, I^ara jx^^ler al^riro rerrar la Intlvcrización ^1e uno u^,tr^^ brar^^ ^lc la l^arrahttlverizadora ^^ I^ulverizar c^m todas las boqtiilla^ a la ^-ez ;nc^rillaltnente se centralizan estas c^1^er^ci^^rle, en un s^^l^^;;i-ii^^ con cliferentes Ix>sici^^nes. Ta»ll^ién eaisten ^^-rifc^s es-I^eriale^ ^^a:-a vaciar el ^lel^bsito ^- la bc^mba.

I^c^^^ttl^l^^or ^^c f^resi^^i^ ^r^^t iti-niróniE^tro.-l;stc ^lislx^^itiv^^tiene Ix^r misión regular la c•antidací ^le cald^^ herbicicla c^uese quiere ^ase I^^^r las bc^duillas, retornand^^ cl s<^urante ^^tra^•ez al clepósitu. Cuanto ina^^or es la cantidad de agua qtteI^asa p^^r las bc^^^tiillas, ina^-^^t- es la hresión ^- in^l _̂^^^t- es clgast<^ ^le ag^ua ^x^r hectárea. El a^^arat^^ c^nsiste, n^^i-mal-

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mettte, ctl ttn turilill^^ cun sus cuntrattterras, ttna ^-ál^-tila ^lebula ti^ ttn mttellc.

T)ej^ó.ci.to.-.^1 ser la ma^-^,ría clc l^^s hcrbici^las p^x^r^a^rr<^si^•^,,, se suele con;truir en rhal^a ^Ie hierr^^. N^^ ^>bs-tante, es l^rei_erible tlue ^ea ^le rul^re, ntctal, l^lástic^> <^, ^11ment^s, ^^lvanizadc^ p^^r dentr^>, l^<ira e^-itar tluc se ^^xi^le.La ^:asrarilla del ó^:itl^^ es ttn ^;r^l^^e l^r^>blema, s^^l^re tutl^^ alamlenz,^i- lc^s trabajos en }>ri^liavera, pues obtura las bo-qttilla^.

R^^qr^ill^r.c.-l ^:n tratamientos herbicidas se usatt n^>rmal-tnente las ^jue t,ulverizan etl fc^rma de abanic^^. La l^arteesettcial e^ un ^lisco, ^ue se sujeta ^le tormas mu^- di^^ersas

Fig. 3. Bomba de pi•esión de ómbolo.

(según el labrirante), l^er^^ l^^ ese»cial es ^Itte huc^la clesnum-tarse iáriltl^ente. L^^, ^li^c^^s l^ue^len ^er <]e t»etal, cerámirau l^lásticu. l^.n ra^la tip^^ ^le ^uáqttina suele habci- varir^s tlíl-tneros ^le ^lisec^s, eon ohjet^^ cle lxxler variar la ^^anti^la^l clecal^lo a l;^astar l^^^r hect^írea.

Barr^r^ distr•ibni^^r^ru. - l^;s utt^ barra h^^riz^^ntal c^m1^F boduillas, }utr regla ^;^eneral, ^- puede reaularse su altu-

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ra 1>ara conseauir que l^^s clilerentes abanicos se crucenantes cle lleg-ar al stlel^^ ^- 1>ueclan ^iclrn7ar tula jnllverizaciónh^^ln^^g^énea. La ^ltttra ^lehencle tanlbi^u cle la ma^•or ^^ me-nol- calma atln<^sférica: e^^^ los ^lías sin ^iire, l^^ barl-a l^ue^lelevantar^e muchu, mientras que en condiciones contrariasr<^n^^iene bajal-la lnás, jlara eti^itar el arl-astl-e del líquido pul-verizad^^.

Prej^arac^ó ►a de la ►zzá^u^aa^ a►fltes cde salir al ca ►npo.

:1nte^ de salir c^m la 1»^íqtlilla al campo es prer.is<^ con^^-l,r^^b^lrla, tant^l si es ^le estren^^ ccnno ^i es usada.

^e mcmtarán to^l^s las piczas se^;-ún instrueeicmes cleli^^lbricante. l^n las máqttinas nue^-as se Ixm^lrá tuda la aten-ción en l^^s disjxlsitivos mencionados en el párrato anteri^^r.l^s cle l^articular iuterés ahrender a 111ontar ^^ ^lesm^^ntaram ra^^i^(ez l^^s filtr^^s ^• la^ b^^duillas, ^-a qtte han cle lim-I^iarse a menucl^^. Es l^recis^^ cl^^minar el manejo ^le las ]la-^^es cle j>as^^ }- del elnbra^ue, ^lal-a evitar que el camp^^ que-cle trata^í^> a «^alt^^s».

^1 aultintta^:ibn se insj^ecci^mará r.tti^la^losauZente el in-tcri^^r del dej^ósit^^, liml^iand^ am la máxinla escrulnil^^sidarll^^s resi^lu^^^ ^le la Cabl-icación, si es nueva, ^ clel ^»i^l^l encas^^ cle ser ttna máquina usacla.

I^n 1liáqttinas ttsadas es lntly frecuente llenar de aceiteen ot^m^^ la h^^lnba l,ara evitar que se ^lxide. Hay que qttitarc1 aceite sin ^Iue pase ^x^r la barr^ distribuicl^>ra v las b^^-quill^^, ^- la^-ar 11 bomba c^ln ag^ua tibia ^^ deter^;ente. Las

Fig. 4. - Llenando el depósitoy midiendo el producto.

Fig. 5. Agricultores preparan-do herbicidas para su aplica-

ción. (Foto S. E. A. )

pai-tícttlas de ^rasa son particularmente m^^lest^s etl los ag^tt-jeros (le las boquillas.

Una vez ln-eparada así la nláquina, se l^rocecle a las ol^e-raciones sig^ttientes :

- Quitar todas las boquillas ^• filtr-os.

- Aflojai- el tornillo r-egul^dor ^le presión, al mínimo.

- Llenai- el tandue hasta la mitacl cle ag^tta litnl^ia.

- Hacei- funcionar la máquin^i hasta vaciar to(la c^la^^u^^, aseg-tii-ándose así que ha}-^n clueda^lo libres cie tocl^isuciedad las tubei-ías y con(luctos cle la máduina.

- Se montan las boquillas ^,- lo^ filtros ti- se ajusta lapt-esión a l^^ indicacla poi- el i abricante. ^e vuelve a l^ttlve-rizar con ag^ua limhia, camhiando o lin^pi^tnclo las boquillasdtte trabajan irreg^ularinente. Finaln^ente se fija la altura^le la l^arra ^listribuiclora.

Comprobación de la homo^eneidad de la puh^erización.

Un^t vez l^repara(la la máduina seg^ún las instrttccionesanteriores, se hasa a lnilverizar nna suherfirie hormil;-onacla.Deslniés dc dar ttna l^asa^la con la máquina, se <^hserva siel ^^iso moja^lo se seca ttnii^orinen^erite o si ^leja ban^las se-cas ^- mojadas (dibujo cebra) ; en este ítltimo caso. la <lis-ti-iburión clel caldo no es l^er3:ecta. I1,sta comprobación nosl^uecle orieirtar sobre lo^ ^le t ectos ^lc la nlá^htina en sí, s^,-hre l^^s ^leie^^to^ cíe bo^jttilla^ aisla^lanlerlte ^^ ^ohre la ina^lc^-c^tta^la altura cle la barra lnzivcriza<lora.

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Comprobación del volumen de caldo a gastar por hectárea.

Es preciso comprobar el gasto que tiene cada nláquinaexactamente. Las dosis de herbicidas selectivos se dan siem-l^rc por hectárea, precisamente en busca de la mayor exac-titud, ^ues el margen de seguricíad es pequeño. El problemase agrava al utilizar caldos concentrados o, lo que es lomismo, pequeños volúmenes de ag-ua ^or hectárea. Un ejem-plo para aclarar esto : supongamos que una n7áquina gasta,en vez de 200 litros, 300 litros de ag^ua por hectárea, lo quesupondría un atunento de dosis herbicida de un 50 por 100sobre lo previsto. Esto no solamente repercutiría en un bas-to iníitil, sino que podría ser causa de serios perjuicios 1>arael cereal.

Para llevar a cabo esta clase de comprobación se llenapriinero el del^ósito con ag-ua limpia. t^ continuación se es-coge un campo en barbecho o terren^ lo más parecido po-sible a un sembrado y, midiendo previamente su longitud,se recorre pulverizando tantas veces como sea necesario,hasta vaciar el dehósito. El g-asto de ag^ua l^or hectárea secalculará por la siguiente fórmula :

GHa. _V X 10, 000

L X A

GHa. = Litros por hectárea.V= Capacidad de depósito en litros.L= Longitud del campo en metros, multiplicada por las pasadas

necesarias para vaciar el depósito.A= Ancho de la pulverización en metros.

Fig. 6.-Aparato pulverizador acoplado a tractor.

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En vez de inedii- la l^^ng-itucí de tzl^ caml^o, ptiede qtieresulte más tácil el sig^uiente procedinlientio :^e il^arca la]lanta ^le la rtteda con una raya blanca. A continuación semide la distancia que recorre la rueda al dar una vueltacc^mpleta, es decir, poniendo la raya blanca ci1 el suelo ytiraiid^^ del carro hasta que la raya due^le en la misma Ix>-sición, y midiendo la distancia en el suelo e^itre las dos jx^-siciones ibuales del punto marcado. I'r^steriormente cuentan,clurante el funcionamiento de la m^quina, l^s vueltas quecla la rtteda, fijándose sien^pre en la ra}-a blanca. ^l finalse inulti^lica el nún^ero de vueltas hor lc^s ineti-os de terren^^recc^r-rid^^ en una vuelta, lo que nos da la long^itucl L.

Con el tractor se procede ig^ual ; únicamente ha^- que. t^e-ner en cuenta que, en este caso, al c^mbiar la velc^cida^l,cambia el ^asto de cald^ por hectárea.

Dosificación de principio activo.

C^^nc^ciendc^ el g^ast^^ ^le abu^l que tiene una nláquinaJ^^^r hectárea, la closificación c^rrecta ser^í iáciL Un ejem-plo : Supong^mos qtte el depósito de la máquina es de 200litt-os y- que con esta cailtidad cle a^ua cubre eaactainente1,5 hectál-eas de tei-i-eno. 1:1 fabricante de het-bici^la rec^^-mienda einj^lear 1,25 lit^-os de pi-oducto poi- hectárea. Portina siml^le ^I^ultihlicación, es clecir, 1,25 X 1,50 = 1,875,tendremos la cantiidad de 1,^75 litr^^s cle I^r^^ductc^ cc»11er-cial que hay que poner ^x^r cada maquina^la que aa^^te elcontenido clel del^ósito.

Observaciones previas antes de empezar el trabajo del ca.mpo.

.-1 ^^rta.-^i se }^tte^le esc^^g^et-, se ^lebe t^^n^ar la n^ás liil^-^^ia }^ de menor ^rado de dtireza. Hav que hrc^ctlrar ttil buen^hrcwisionailliento de este elemento. I^ 1 buen rendimient^^ ^leI^^s trabajos depende, en gran parte, cíel buen sun^inistrode a^ua, en especial cuan^í^^ se trata de aharatos ^le granrencíinlient^. Para abastecer carros ^^ equipos de tractorsuele ser suficiente con carros-cuba y ahunos depósitos de

Fig. 7.-Una avioneta durante lapulverización de herbicidae. Elaparato va lanzado para pasarpor debajo de los hilos de la línea

eléctrica.

i-eserva en e1 inisinu cauipo. L'^ra al^r^>visi^mar a^-i^mes eshrecisc^ disponer de equipos esl^eciales.

I'r^ej^arac^ió^^t del r^il^ío herhi^^ida.-L^s c^^tl^^enic>>te acl^^h-tar hor norma la sig^uiente iurina de trabajar:

-- ^e llena I^t^imero la mita^] ^^ tres cuartas I^artes clel^lel^^^^itc, con ag^ua linipia.

- Se diluye 1^ cantidad ^Ie herl^icicla curreslxm^lientecn nn cttbo de ag^ua.

-^e vierte la ei^iulsión o s^lttción concentracla del her-hiri^l^^ cn el dehósit^> ^- ^e remue^^e enér^^iramcntc rin^ un^ial^^.

-^e acaha ^le llenar el cle^^ósito hasta arriba ^^ se vuel-vc a rcni^wer.

^e ha de I^rc^scrihir la hrá^^tic•a cle er.hai- el l^r^^^luct^ encl ^lel^^^sito vací^^, ^-a ^lue se a^rrc el ^^eli^-ro ^le ^Iuc sc llenela Ixm^ha }^ las tuherías de liquicl^^ cc^ncentracl^^, 1^^ clue oca-si^maría queinacluras brandes al ^irrancar la Inilverización.

E jecución de la pulverización.

Ia recc^menclal>le harer I^rinier^^ ttna ^ cl^^s IriSa^las enlas r^beceras cle la I>arcela ti- hacer, a continuación, las pa-sa^las l^mg-ituclinalmerite. Se hace ^Iue las pasaclas c^^nsecu-ti^-as se solal^en lig-eraniente. C^iiseattii- que las a^asa^las i-e-sulten paralelas ser^í iácil en e1 caso_ ^le la má^Iuina cle inu-rhila, ^-a que las I^is^ldas anteri^^re^ ^^rientarán a l^i I^crsunacluc pulveriza.

C^^11 cai-r^^s ^^ trart^^res se rectirre, al inen^^s a1 I^i-inri-I^iu, a la señalizarión. {'ara est^, se sitúa la I^rimera l^asacla,j^utiicn^l<^ Ius jal^^nes ^^ banclerines ^ti una ^listanria clel lin-<íerc^ ^le Ia harcela i^ual a la nlitacl ^lel anc^h^> ^le r^i<la l,a-sacía. I)es^^u^s ;c I;ttía la jntnta ^Ic la lanza, en r^is^^ ^le ^-un-t^, directamente hacia e1 ja1ón. ^i se trat^ de iln aniulal ^^de ttn trart^^r, se ^lirig-irá al ban^lerín Ia c:abeza ^lcl a^iiinal^> el ccntr^> ^lel ral^^^ clel tract^^r, re^I^erti^-ainente. ^11 lle^ai-la má<<ttina al l^an^lcrín, el señaler^^ lu traslx^mc haria ^len-

-1'l-

tro ^le la harcela en un ancho ig^ual a la l^asada <le la má-qttina, }^ así stlcesivanlente.

^i se tel-mina el liquido eli la niitacl <le una ^^asada, sehal-a itllnecliatamente la lnáquina }- se ^^^tsa a las rudadasde la pasada antei-ior, con lo que se deja herfectamente se-ñalacl^^ el siti^^ ^londe habrá que empezar ^le nuev^^. La ^na-^-oría cle las m^^quinas necesitan unos metros de iunciona-lnientc^ pal-a enlpez^r a pulverizar, detalle que ha de tenersepresente, hara no dejar col-r^^s de hiel-ha sin tratal- cadavez <^ue elnpiece tlna nueva maquinada.

^J^ Y^/2 pasoda 1 Posada

Fig. 8. Sefializacibn. Se sitúan primero los banderines a una distanciadel lindero igual a la mitad del ancho de la pasada; luego se van tras-

poniendo a distancias iguales al ancho de la pasada.

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Embuces de boquillas.

Es ^^reri^^^ que el operador lleve sieml^re cierta canticlarlcle ^lisa^s cle recambio en el bolsillo, ^ara sustituir instantá-neamente una h^xluilla que hulverice nlal. I^_ntre maqttina^la^- ma^Iuina^la, ^^ al final del día, se limhiaráu c^m a^ua litn-l,ia ^^ ccm ayucla de una aguja fin^l l^^s ^lisc^^s ^^l.^^tnúclos.Nc^ ^e clebe rasr^r ni soplar ; lo primero, j>ara evitar que seeleteri^rc: ^- ^^:^-rancle el paso cle la boc^uilla, ^^ 1^^ seg^undo,Ix^r ^l^t,crt^^^ hi^^iénic^^s ^- cle t^»icicla^L Cuan^í<^ se emhozatina s<^la l^^^quilla en meclio de una I^as<ula, c^ rasi }^referi-hle c^mtintiar h^ista el final de la l^arcel<t ^^ l^r^^ceder alli ^^la su^titu^^iói1; tina detención siemj^re ^casi^ma nia^-^r c^ me-^nr>r irrc^;tilari^la^í en el tratamiento.

Limpieza y conservación de las máquinas.

Cada. día.

Conviene a^l^^l^t<^r el si^-uiente ^istema :- V^ciar 1^^r r^>ml^let^ la m^lcjtiina.- T^rijua^^ar e] dehósit^ crn^ a^-ua lin^i^ia, haricnclo fun-

cir^nar la ^z^ác^uina hasta qtie c^uede vacía.

- A c^mtinuacibn se Ilenará e^] dej^ósit^^ c^^r1 a^;-ua lim-l,ia ^^ se dejará así <lurante la nc^che. h,ste a^ua sirve _̂-aI^ara cmj^ezar 1^^^ trabaj^s a la nlatiana ^i^^tiicntc.

.^íl fi^^al dE^ la t^^nt^nrada.

Res^,etar I^„ si;;-uiente^ puntu^ :- Lavar la ^nác^tlina interi^>r ^ ezteri^>rmcntc c^^^,n a^ila

^- <leter^ente, enjua^^ánd^la deslnié; c^;n ahun^lante a^tialiml^ia.

-Ottit<ir tr^^las las gc^mas, la^°arlas ^^ r^^l^arla^ ^-crtical-n^ente (n^^ ^l^^l^la^la^) en sitic^ fi-esc^^ y oscttr^^.

-^raciar ^- ^ecar romhletaii^ente t^^<las las l^arte^ ^le laináquina.

- i.a^ lxm^l^a^ ^le hierr^^ se llen^it^ ^le aceite, ^^ara c^^^i-i^U' (^11C SC (1S1(^Cil.

Fig. 9.-Helicóptero en acción pul-verizando herbicidas.

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- Se ta^an todos los ag^ujeros y se guarda la máquinaen sitio cubierto.

Lavado de residuos herbicidas.

No es prudente destin^tr las ináquinas herbicidas para^^tr^^s ttsos, por el pelig^ro que encieri-an los resicíuc^s l^ai-al^^s cultivos sensibles. No obstante, ptteden consider^rse va-]'l^^s C^1St^ti :

- Si el depósito es de madera o metálico.- Si el herbicida es de contacto, de dosis suheriores

a cinco kilos por hectái-ea.-^i es sistétnico, de dosis suherior a cinco I^il^^s Ix^r

hectárea.- Si es sistén^ico de baja d^sificación p^^r hectárea; et^

este grup^^ estarán los ienoxiacĉticos, siend^ l^s ^stere^ másí^ersístentes c^ue las sales.

I:n caso de herbicidas de c^ntacto pue^len lavarse l^er-Eectaniente todas las máquirias simplemente a^rl abtln<lanteag^ua limPia o, en todo caso, con ayuda cle ttn deter^ente.

l^n caso de sistémicos de elevada dosificación (Amin^^-atriazol y Dalapon, por ejemplo), pueden lavarse bien losclej^ó^it^^s metálicos tisand^ agua v detergente.

En caso cle herbiciclas fenoxiacéticos, hae c^ue <l^^istinr;-uirentre las sales y los ésteres. Nunca se pueden lavar ^lehósi-t^^s cle madera. Con las máquinas que han servid^> l^ara tra-tamientos con sales se hrocederá como sigue :

-^e llena la mác^uina con agua ^^ un deter^ente y sefrie^an con un cepillo duro todas las partes asecíuibles (tam-bién puede usat-se cat-bonato de sosa al 1 por 100).

-^e hace funcion^r la bomba de form^ c^ue 1^ s^^lu-ción cie cletergente cii-cule pot- todos los c^^ndtict^s de 1^mác^uina.

- Se enjuag-a un par de veces todo el a1^ar^t^, hacien-do circular un^ gran cantidad de ag-ua liinpia lx^r las tu-herías.

- Ls muy conveniente volvei- a llenar la mác^uina c^il^-pletainente, inclttso bomba v tuberí^s, cotl una soltición clecletergente y dejarla así toda la noche.

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- Se recomienda también cambiar tudas las gomas ybuquillas.

Cuando la máquina haya servido para tratamientos conésteres, es preferible hacer primero un lavado con un di-solvente orgánico. Para ello :

- Se pone petróleu en el depósito hasta unos 10 a 15centímetros de altura.

- 5e cepilla bien toclo el interior del mismo.- Se hace circular el petróleo por la bomba v tuberías.- Se vacía el petróleo y se procede al lavado descrito

anteriormente t^ara las sales.- A1 terminar los lavados se revisan 1os engrases, so-

bre todo los de la bomba, ya que tanto el detergente cuuloel petróleo clisuelven la grasa.

Siguiendo con cuidacío los métodos de lavado descritossttelen conseguirse buenos resultados. ^s conveniente, n^^obstante, asegui-arse con una prueba en blanco, hulverizan-do agua sólo sobre algunas plantas muy sensibles (al^;-od^m,viña, rábanos, etc. ) ti- conservarlas por si en los días si-^-uientes a la pulverización presentan turceduras v abarqui-llamientos tí^icus.

Depósito legal, M. 3.109 - 1958.I^KAFICAS UGUINA - MAURID