2 [ Octubre 2010 ]

El domingo 24 de octubre, celebra la Iglesia la Jornada Mundial de las Mi-siones, conoce lo que nos dice el Papa Benedicto XVII para el DOMUD

Te presentamos el nuevo material de apoyo que vamos a emplear durante el curso. El Itinerario Misionero de Jóvenes

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[ Ed

itoria

l ]

Re-Comienzo Iniciamos un nuevo curso y nos volvemos a reunir para comenzarlo en comunidad con las ganas y la ilusión totalmente renovadas tras las ya olvidadas vacaciones. Nos alegra encontrar-nos nuevamente acogidos por la Alianza, que nos da su cariño y nos proporciona su apoyo para nuestro caminar.

De nuevo es tiempo de plantearnos qué quere-mos ser, qué tipo de comunidad queremos mostrar a los demás y cómo trabajamos por ello. Es ahora cuando debemos preguntarnos por los retos para el nuevo curso sabiendo que siempre vamos a contar con la ayuda del Espíri-tu invisible pero transformador, gracias al cual somos capaces de continuar intentando ser mejores y convivir entre todos

Es el momento de orar por las fuerzas necesa-rias para el curso, de agradecer por todo aque-llo que obtenemos pero sobre todo de reunir-nos en comunidad y recodar que cuando más unidos estamos, Jesús se hace más presente entre nosotros. Algo tan importante que sole-mos olvidar pero que si tenemos más en cuenta llenará nuestra vida como comunidad cristiana.

[ Sumario ]

Empezamos con fuerza!!

[ Editorial ]

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¿Cuál es la espiritualidad que exigen las Agustinas Misioneras a todo mi-sionero?

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[ Actualidad ]

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[ Inicio de Curso]

¿Te acuerdas más de Haití que de Pakistán?... Te damos algunas claves de esta situación.

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La ONG Manos Unidas ha sido galar-donada este miércoles 15/09 con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

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[ Actividades]

Mary y Antonio nos cuentan su expe-riencia misionera de 2010 en Bolivia 14

16

[ Espiritualidad Misionera ]

JeM también ha realizado su particu-lar camino en este Año Santo… el Camino Schmidt

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E l nuevo Itinerario misionero de jóvenes es resultado de la experiencia acumulada de cuatro Itinerarios publicados de 2004 a 2007, y de la correspondiente reflexión llevada a cabo en el Consejo de Jóvenes de la Dirección Nacional de OMP. Es una pro-puesta permanente que se ofrece como subsidio de animación misionera para los jóvenes.

El Itinerario está estructurado en siete cuadernillos, a modo de etapas que coinci-den con los principales acontecimientos litúrgicos y las celebraciones misioneras: “La vocación misionera” (Octubre Misio-nero-DOMUND), “La búsqueda de Dios” (Adviento), “Dios sale al encuentro del hombre” (Navidad), “Hacerse peque-ño, niño y pobre” (Infancia Misionera), “Más que dar, darse” (Cuaresma), “El en-cuentro con el Resucitado” (Pascua) y “Los inmensos horizontes de la mi-sión” (verano).

Los cuadernillos tienen la misma distribu-ción; cada página (autónoma, pero en sin-tonía con las otras) lanza una invitación: “Abre los ojos a la misión”, “Siente la mi-

sión en tu corazón”, “Ponte en camino” y “Manos a la obra”.

El Itinerario no pretende ser el centro de las actividades de un grupo de jóvenes, sino un com-plemento sintético y orientador

para insertar la animación y formación m i s i o n e r a en la pasto-ral juvenil. Es una pro-p u e s t a abierta para inspirar e incentivar la creatividad de los res-ponsables y m i e m b r o s de dichos grupos.

El objetivo es suscitar y acrecentar el espíritu misione-ro en los jóvenes, acompañando los proce-sos formativos cristianos mediante una pedagogía adaptada a ellos, que evidencie la dimensión universal y misionera de la fe en Cristo y de la Iglesia, así como la res-ponsabilidad misionera de cada bautizado.

Este curso nos hemos propuesto prestar una atención especial a la formación misionera y así ayudar al gru-po a descubrir y profundizar en su responsabilidad misionera a través de actividades informativas y for-mativas. Para ello haremos uso del Itinerario Misio-nero de Jóvenes editado por las OMP.

Itinerario Misionero de Jóvenes

Obras Misionales Pontificias

www.omp.es/OMP/formacion/jovenes/itinerariojovenes.htm

Inicio de Curso

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Jóvenes en Misión

Queremos ver a Jesús (Jn 12, 21) La construcción de la comunión eclesial es la clave de la misión

Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la jornada mundial de las misiones

E l mes de octubre, con la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones, ofre-ce a las comunidades diocesanas y parro-quiales, a los institutos de vida consagrada, a los movimientos eclesiales y a todo el pueblo de Dios la ocasión de renovar el compromiso de anunciar el Evangelio y de dar a las actividades pastorales un aliento misionero más amplio. Esta cita anual nos invita a vivir intensamente los itinerarios litúrgicos y catequéticos, caritativos y cul-turales, con los que Jesucristo nos convoca a la mesa de su Palabra y de la Eucaristía, para gustar el don de su presencia, formar-nos en su escuela y vivir cada vez más conscientemente unidos a Él, Maestro y Señor. Él mismo nos dice: “El que me ame será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él” (Jn 14,21). Sólo a partir de este encuentro con el Amor de Dios, que cambia la existencia, podemos vivir en comunión con Él y entre nosotros, y ofrecer a los hermanos un testimonio creíble, dando razón de nuestra esperanza (cf. 1P 3,15). Una fe adulta, capaz de aban-

donarse totalmente a Dios con actitud filial, alimentada por la oración, por la me-ditación de la Palabra de Dios y por el estu-dio de las verdades de la fe, es condición para poder promover un humanismo nue-vo, fundado en el Evangelio de Jesús.

En octubre, además, en muchos países se reanudan las diferentes actividades ecle-siales después de la pausa estival, y la Igle-sia nos invita a aprender de María, me-diante el rezo del Santo Rosario, a contem-plar el proyecto de amor del Padre sobre la humanidad, para amarla como Él la ama. ¿No es quizá este también el sentido de la misión?

Efectivamente, el Padre nos llama a ser hijos amados en su Hijo, el Amado, y a reconocernos todos hermanos en Él, don de salvación para la humanidad dividida por la discordia y el pecado, y revelador del verdadero rostro del Dios que “tanto amó al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perez-ca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16).

Benedicto XVI ha enviado un Mensaje para este día, en el que nos invita a tomar parte activa en el anuncio del Evangelio. Pone como ejemplo al apóstol Felipe, a quien unos griegos – paganos – le piden un favor: ―Queremos ver a Jesús‖ (Juan 12, 21). Y él les lleva hasta Jesús. Esa es precisamente la labor de los misioneros, de los que están en la misión y de los cristianos que están aquí.

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“Queremos ver a Jesús” (Jn 12,21) es la petición que, en el evangelio de Juan, algu-nos griegos, llegados a Jerusalén para la peregrinación pascual, presentan al após-tol Felipe. La misma petición resuena tam-bién en nuestro corazón en este mes de octubre, que nos recuerda cómo el com-promiso y la tarea del anuncio evangélico compete a la Iglesia entera, “misionera por su naturaleza” (Ad gentes, 2), y nos invita a hacernos promotores de la novedad de vida, hecha de relaciones auténticas, en comunidades fundadas en el Evangelio. En una sociedad multiétnica que cada vez más experimenta formas de soledad y de indi-ferencia preocupantes, los cristianos de-ben aprender a ofrecer signos de esperan-za y a convertirse en hermanos universa-les, cultivando los grandes ideales que transforman la historia, y, sin falsas ilusio-nes o inútiles miedos, comprometerse a hacer del planeta la casa de todos los pue-blos.

Como los peregrinos griegos de hace dos mil años, también los hombres de nuestro tiempo, quizás no siempre conscientemen-

te, piden a los creyentes, no solo que “hablen” de Jesús, sino que “hagan ver” a Jesús, que hagan resplandecer el rostro del Redentor en cada ángulo de la Tierra ante las generaciones del nuevo milenio, y es-pecialmente ante los jóvenes de todos los continentes, destinatarios privilegiados y sujetos activos del anuncio evangélico. Estos deben percibir que los cristianos llevan la palabra de Cristo porque Él es la Verdad, porque han encontrado en Él el sentido, la verdad para sus vidas.

Estas consideraciones remiten al mandato misionero que han recibido todos los bau-tizados y la Iglesia entera, pero que no puede realizarse de manera creíble sin una profunda conversión personal, comunitaria y pastoral. De hecho, la conciencia de la llamada a anunciar el Evangelio estimula no solo a cada uno de los fieles, sino a to-das las comunidades diocesanas y parro-quiales, a una renovación integral y a abrir-se cada vez más a la cooperación misione-ra entre las Iglesias, para promover el anuncio del Evangelio en el corazón de cada persona, de todo pueblo, cultura,

Espiritualidad

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Jóvenes en Misión

raza, nacionalidad, y en todas las latitudes. Esta conciencia se alimenta por medio de la obra de sacerdotes Fidei Donum, de consagrados, de catequistas, de laicos mi-sioneros, en una búsqueda constante por promover la comunión eclesial, de manera que también el fenómeno de la “interculturalidad” pueda integrarse en un modelo de unidad, en el que el Evangelio sea fermento de libertad y de progreso, fuente de fraternidad, de humildad y de paz (cf. Ad gentes, 8). En efecto, la Iglesia “es en Cristo como un sacramento o signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género huma-no” (Lumen gentium, 1).

La comunión eclesial nace del encuentro con el Hijo de Dios, Jesucristo, que, en el anuncio de la Iglesia, alcanza a los hom-bres y crea comunión con Él mismo y, con-siguientemente, con el Padre y el Espíritu Santo (cf. 1Jn 1,3). Cristo establece la nue-va relación entre el hombre y Dios. “Él mis-mo nos revela que «Dios es amor» (1Jn 4,8), y al mismo tiempo nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana, y por ello de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor. Así pues, a los que creen en la caridad divina les da la certeza de que el camino del amor está abierto a todos los hombres y de que no es inútil el esfuerzo por instaurar la fraternidad universal” (Gaudium et spes, 38).

La Iglesia se convierte en “comunión” a partir de la Eucaristía, en la que Cristo, presente en el pan y en el vino, con su sa-

crificio de amor edifica a la Iglesia como su cuerpo, uniéndo-nos al Dios uno y trino y entre nosotros (cf. 1Co 10,16ss). En la exhorta-ción apostólica Sacramentum caritatis escribí: “No podemos guardar para nosotros el amor que celebramos en el Sacramento. Este exige por su naturaleza que sea comu-nicado a todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él” (n. 84). Por esta razón, la Euca-ristía no solo es fuente y culmen de la vida de la Iglesia, sino también de su misión: “Una Iglesia auténticamente eucarística es una Iglesia misionera” (ibíd.), capaz de llevar a todos a la comunión con Dios, anunciando con convicción: “Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros” (1Jn 1,3).

Queridos hermanos, en esta Jornada Mun-dial de las Misiones, en la que la mirada del corazón se dilata sobre los inmensos espacios de la misión, sintámonos todos protagonistas del compromiso de la Igle-

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sia de anunciar el Evangelio. El impulso misionero ha sido siempre un signo de vitalidad para nuestras Iglesias (cf. Re-demptoris missio, 2) y su cooperación es testimonio singular de unidad, de fraterni-dad y de solidaridad, que hace creíbles anunciadores del Amor que salva.

Por ello, renuevo a todos la invitación a la oración y, a pesar de las dificultades económicas, al compromiso de la ayuda fraterna y concreta para sostener a las jóvenes Iglesias. Este gesto de amor y de compartir, que el valioso servicio de las Obras Misionales Pontificias, a las que va mi gratitud, proveerá a distribuir, sos-tendrá la formación de sacerdotes, semi-naristas y catequistas en las tierras de mi-sión más lejanas y animará a las jóvenes comunidades eclesiales.

Al concluir el mensaje anual para la Jorna-da Mundial de las Misiones, deseo expre-sar con particular afecto mi reconocimien-to a los misioneros y a las misioneras, que dan testimonio en los lugares más lejanos y difíciles, a menudo incluso con la vida, de la llegada del reino de Dios. A ellos, que representan la vanguardia del anuncio del Evangelio, va la amistad, la cercanía y el apoyo de todo creyente. “Dios, *que+ ama al que da con alegría” (2Co 9,7), les colme de fervor espiritual y de profunda alegría.

Como el “sí” de María, toda respuesta ge-nerosa de la comunidad eclesial a la invita-ción divina al amor a los hermanos susci-tará una nueva maternidad apostólica y eclesial (cf. Ga 4,4.19.26), que, dejándose

sorprender por el misterio de Dios amor, el cual, “al llegar la plenitud de los tiempos, envió *…+ a su Hijo, nacido de mujer” (Ga 4,4), dará confianza y audacia a nuevos apóstoles. Esta respuesta hará a todos los creyentes capaces de estar “alegres en la esperanza” (Rm 12,12) al realizar el pro-yecto de Dios, que quiere “que todo el género humano forme un único pueblo de Dios, se una en un único cuerpo de Cristo, se coedifique en un único templo del Espí-ritu Santo” (Ad gentes, 7).

Espiritualidad

Señor, tu voz sigue resonando en nuestros oídos: "La mies es mucha... pero escasos los obreros..." "Id y haced discípulos...bautizándoles... en-señándoles...""Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo..." Confiamos en tu palabra, abrimos nuestro corazón a tu mensaje misionero y te suplicar-nos con la fuerza de la fe recibida. Haz que el Día del DOMUND sea un "nuevo Pentecostés del amor", que nuestra diócesis y nuestra comunidad cristiana sean misioneras y rechacen la tentación de encerrarse en sí mismas, que las Iglesias nacientes en la mi-sión cooperen con otras más necesitadas y den de su pobreza, que los jóvenes, enfermos y personas consagradas participen en el com-promiso misionero, que los llamados a la vo-cación misionera respondan a ella con gene-rosidad, que los bautizados participemos en la actividad misionera de la Iglesia como respon-sables de tu encargo misionero. Te lo pedimos con María, reina de las Misio-nes. Amén

www.domund.org/OMP/domund/jornada/materiales/dossierprensa%20domund2010.pdf

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Jóvenes en Misión

L a actividad misionera exige una espiri-tualidad específica, que concierne particu-larmente a quienes Dios ha llamado a ser misioneros.

La espiritualidad misionera tiene como referencia y modelo a Jesucristo, es una expresión de su seguimiento, que consiste en colaborar con el proyecto de Dios de que “todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. A continua-ción se mencionan los rasgos fundamenta-

les de la espi-r i t u a l i d a d misionera:

El misionero es un discípu-lo de Cristo: Sabe que an-

tes de ser apóstol es preciso ser discípulo, es decir, ha tenido un encuentro vivo, per-sonal con Jesús resucitado y vive cotidiana-mente en unión con El en la oración y los sacramentos, principalmente la Eucaristía y la Reconciliación. Porque “no se puede

anunciar a quien no se conoce”.

Es un contemplativo: que transmite no sólo conceptos y doctrinas, sino su experiencia personal de Jesucristo y de los valores de su Reino. Por ello, el misionero vive profundamente en comunión con Jesucristo, sabe en-contrar en medio de la acción, mo-mentos de “desierto” donde se en-cuentra con Cristo y se deja llenar por

su Espíritu.

Es dócil al Espíritu San-to: se deja inundar por el Espíritu Santo para hacerse más semejante a Cristo, y se deja guiar por El. Acoge dócilmente sus dones, que lo trans-forman en testigo va-liente de Cristo y precla-ro anunciador de su Pa-labra. Sabe que no es él quien obra y habla, sino que es el Espíritu Santo

Espiritualidad Misionera

Pastoral de las ―Agustinas Misioneras‖

Esta espiritualidad se expresa ante todo viviendo con plena docilidad al Espíritu; ella compromete a dejarse plasmar interiormente por El, para hacerse cada vez más semejantes a Cristo. No se puede dar testimonio de Cristo sin reflejar su imagen, la cual se hace viva en nosotros por la gracia y por obra del Espíritu. La docilidad al Espíritu compromete a acoger los dones de forta-leza y discernimiento, que son rasgos esenciales de la espiritualidad misionera (Rmi 87)

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Espiritualidad

el verdadero protagonista de la misión. (RM 87)

Vive el misterio de Cristo “enviado”. El misionero vive en íntima comunión con Cristo, hasta tener sus mismos senti-mientos: está impregnado del Amor del Padre, y obedece su voluntad hasta las últimas consecuencias. Se sabe enviado por Cristo a cumplir su misión, y acompa-ñado constantemente por El. (RM 88)

Tiene a María como Madre y Modelo: Su espiritualidad es profundamente mariana. La Madre del Resucitado es también su Madre, y es para él modelo de fidelidad, docilidad, servicio, compromiso misionero.

Vive la pobreza y el “éxodo misionero”: el sentido de “salir de la tierra” para el misio-nero, no implica únicamente el “salir ge-ográfico”, sino que misionero sabe que debe abandonar su comodidad y su seguri-dad para “remar mar adentro”, para ir a las situaciones y lugares donde Cristo lo quiera enviar. Debe abandonar sus propios esquemas, sus ideas preestablecidas para abandonarse en las realidades que la evan-gelización le presenten. La pobreza misio-nera no hace referencia únicamente a la pobreza material, sino al abandono a la voluntad de Dios y a los caminos que El le presente.

Vive la misión como un compromiso fun-damental: el misionero es un comprometi-do en el seguimiento de Jesús y en la lucha por su Reino liberador y universal. El misio-nero ha dicho “sí” a Dios, y no se hecha

atrás ni retacea en su entrega.

Ama a la Iglesia y a los hombres como Jesús los ha amado: Lo primero que mue-ve al misionero es el amor por los hom-bres, a quienes quiere llevar a Cristo. El misionero es el hombre de la caridad, el “hermano universal”, que lleva a Cristo a todos los hombres, por cuyos problemas se interesa, para quienes siempre está disponible, y a quienes trata siempre con ternura, compasión y acogida. (RM 89)

El verdadero misionero es el santo: La llamada a la misión deriva de la llamada a la santidad. La santidad es un presupuesto fundamental y una condición insustituible para realizar la misión salvífica de la Iglesia (CL 17). No bastan los métodos, los conoci-mientos, la capacidad de oratoria, si no están sustentados por el testimonio de vida cristiana y de santidad del misionero (RM 90).

www.reflejosdeluz.net/doc_octubremisionero/Espiritualidad%20Misionera_Reflexion.pdf

10 [ Octubre 2010 ]

Jóvenes en Misión

S egún la nota publicada por la Funda-ción Príncipe de Asturias, “Manos Unidas ha desarrollado una importante labor humanitaria y social, de acción contra el hambre y el subdesarrollo, y ha favorecido el acceso a la educación y a la sanidad a millones de personas en todo el mundo, mejorando con ello sus condiciones de vida”.

En un comunicado emitido por Manos Uni-das, la organización católica acoge la noti-cia “con gran emoción y agradecimiento, pero también con humildad y con un re-novado espíritu de trabajo y colaboración con los que no gozan de los mismos privile-

gios que nosotros y sufren las injusticias de este mundo. Entendemos, también, el premio como un homenaje a las muchí-simas personas que han hecho posible la ayuda a los más pobres a través de Manos Unidas”.

Asimismo, asumen el re-conocimiento con “una enorme responsabilidad que nos obliga a trabajar muy duro, porque no que-remos ni podemos de-

fraudar a todos los que nos han dado su apoyo y reconocimiento tanto en España (y gracias al esfuerzo de nuestras 71 dele-gaciones) como en países en los que traba-jamos o hemos trabajado a lo largo de estos 50 años”.

Manos Unidas financia proyectos de desa-rrollo en Asia, África, América Latina y Oceanía. Estos proyectos, que tienen co-mo objetivo mejorar las condiciones de vida para llegar a ser autosuficientes, están elaborados por las per-sonas del Tercer Mun-do que solicitan la ayu-da. Hasta la fecha, la

Manos Unidas Premio Príncipe de Asturias de la concordia 2010

―Vida Nueva‖ (Redacción)

La organización católica Manos Unidas ha sido galardo-nada este miércoles con el Premio Príncipe de Astu-rias de la Concordia, según hizo público el miércoles en Oviedo el jurado encargado de su concesión. Dedica-da a luchar contra “la pobreza, el hambre, la malnu-trición, la enfermedad, la falta de instrucción, el subdesarrollo y contra sus causas”, la ONGD acaba de celebrar sus 50 años al servicio de los más necesita-dos (1959-2009). Manos Unidas destinará el importe del premio Príncipe de Asturias a un proyecto de reactivación agrícola para los desplazados por el terremoto de Haití

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organización ha sufragado alrededor de 25.000 proyectos en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía. Los pro-yectos pueden ser de tipo agrícola, social, cultural-educativo, sanitario y de promo-ción de la mujer.

Durante el año 2009 se asumieron un total de 692 nuevos proyectos en 52 países. Manos Unidas intenta además promover cambios hacia un orden mundial más jus-to y solidario. Su financiación procede mayoritariamente de fuentes privadas

(77,7%) y públicas (22,3%). En 2008 recaudó 53.650.997 euros, de los que destinó el 91,7% a sus fines. La candidatura de Manos Unidas, propuesta por la Conferencia Episcopal Española, ha recibido más de 6.300 apoyos, entre ellos los de misioneros, obispos y supe-riores de comunidades religiosas de todo el mundo.

El Premio Príncipe de Asturias está dotado con cincuenta mil euros, una es-cultura creada y donada expresamente por el artista Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos.

Manos Unidas está en posesión, entre otros, del Premio a la Mejor Labor Huma-nitaria (1998), el Premio “Valores Huma-nos” de la Fundación Científica Caja Rural de Zamora (2001) y el Premio Internacio-nal pro Derechos Humanos de la Funda-ción Jaime Brunet (2004).

Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia de España para la ayuda, promoción y desarrollo en los países más desfavorecidos. Es a su vez una Organización no Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), de voluntarios, católica, seglar, sin ánimo de lucro y de carácter benéfico que, desde 1960, lucha contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y las causas que lo producen. El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia se concede a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad.

www.manosunidas.org

Actualidad

12 [ Octubre 2010 ]

Jóvenes en Misión

S egún la ONU, las dificultades para re-caudar dinero para los damnificados de las inundaciones en Pakistán se debe al “déficit de imagen” del país en la escena internacional y la movilización masiva que generó Haití, que “cansó” a los donantes.

Las Naciones Unidas tiene grandes dificul-tades para conseguir los 460 millones de dólares pedidos el 11 de agosto para soco-rrer a los seis millones de damnificados más vulnerables del total de 20 millones de personas afectadas por las inundacio-nes en Pakistán. Luego de una semana de este llamado, la organización sólo logró recaudar el 32% de los fondos, lo que representa un mínimo porcentaje en comparación con las ayudas brindadas a Haití, devastado por un sismo el 12 de ene-

ro, que habían sido cubiertas en un 90% en menos de un mes.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que visitó Pakistán el domingo, ex-hortó a la comunidad internacional a ace-lerar la ayuda a los damnificados de la pe-

or catástrofe natural de la historia del país. “El llamado de Ban Ki-moon generó un estre-m e c i m i e n t o ” , afirmó la porta-

voz de la Oficina de Coordinación de Asun-tos Humanitarios de la ONU (OCHA), Elisa-beth Byrs.

Pero las cifras de ayuda pedidas están lejos de alcanzarse. Para los expertos, la falta de generosidad de los donantes con Pakistán se explica, primero, por la falta de popula-

¿Por qué falta ayuda para Pakistán?

―Observador Global‖ (Redacción)

La ONU ha reconocido que las necesidades humanitarias en Pa-kistán ya son mayores que en Haití y pide a los donantes que cam-bien las promesas por cheques, ya que solo una pequeña porción de los seis millones de paquistaníes que necesitan desesperadamente alimentos y agua potable han recibido algún tipo de ayuda.

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Actualidad

ridad del país entre la comunidad interna-cional. “Notamos un déficit de imagen de Pakistán en la opinión pública occidental”, reconoció Byrs. “Por lo tanto, Pakistán forma parte de los países poco financiados como Yemen”, agregó.

Más directa, una portavoz de la ONG Care International en Ginebra, Melanie Brooks, estima necesario, frente a la falta de gene-rosidad, explicar a los donantes que “el dinero no caerá en manos de talibanes”. “Los damnificados son madres, campesi-

nos, niños. Pero en el pasado, las noti-cias sobre Pakistán siempre estuvieron relacionadas con los talibanes”, se la-mentó.

El director general de Médicos Sin Fron-teras en París, Filipe Ribeiro, coincide con ella. Para él, la falta de entusiasmo se explica sobre todo por “la mala pren-sa que tiene Pakistán”. En los medios de comunicación, continúa Ribeiro, Pa-kistán está “claramente ligado al terro-rismo y a la corrupción”, lo que hace pensar que “las víctimas no son tan ino-centes como otras”. Para él, la prensa también es responsable, por haberle dado mucho menos importancia que al sismo que devastó Haití. Esta catástrofe, que dejó 225.000 muertos, 300.000 heridos y 1,3 millones de personas sin techo y para la que los donantes reunie-ron unos 993 millones de dólares, “cansó”, a los donantes, según Melanie Brooks.

La portavoz añade que, de manera gene-ral, Naciones Unidas está encontrando dificultades en recaudar fondos para sus operaciones desde principios de año en momentos en que un gran número de países apenas se recupera de la crisis

Las razones para la aparente apatía o lentitud en el socorro internacional al país surasiático son varias, explican los expertos. "Puede ser que en agosto son vacaciones y la gente está menos pendiente de lo que pasa. También que el tren de desastres en los últimos meses ha causado un cierto cansancio en los donantes", cuenta Josep Prior, coordinador del proyecto de Médi-cos sin Fronteras en el valle del Swat. Por otra parte, las imágenes de las inundaciones en los medios de comunicación podrían ser me-nos dramáticas que las de otros desastres, apunta. "A diferencia del tsunami o de los terre-motos, en los que segundos de televisión expli-can lo que ha pasado, no es así con las inunda-ciones. Aunque no muere tanta gente, la calidad de vida de los afectados disminuye de una ma-nera terrible", asegura. Tras las inundaciones los organismos de ayuda temen una segunda olea-da de muertes por las epidemias que se pueden transmitir muy rápidamente en las pésimas con-diciones de salubridad en las que viven los afec-tados. Sin agua potable, sin comida, sin refugio y sumergidos en agua contaminada. Otros expertos coinciden en que Pakistán tiene una muy mala prensa debido al terrorismo, por la presencia de fundamentalistas y talibanes y por otra parte, sus gobernantes tienen escasa credibilidad ante la opinión internacional. "Pero es muy importante que occidente ayude a Pa-kistán, si no habrá más pobreza, más militancia, más terrorismo", asegura el reconocido experto

observadorglobal.com/por-que-falta-ayuda-para-pakistan-n9427.html

14 [ Octubre 2010 ]

Jóvenes en Misión

S entados en el avión de ida y casi sin darnos cuenta de que volábamos rumbo a Santa Cruz dábamos gracias a Dios por darnos de nuevo la oportunidad de viajar a misiones, algo que hasta unos días antes de partir no teníamos nada claro por las circunstancias personales que nos rodea-ban.

En poco tiempo la alegría se convirtió en ilusión por conocer cómo había evolucio-nado el país y como estarían las misioneras y todas las personas que ya conocíamos. También nos alegraba poder ver in situ lo que nos habían contado y lo que habíamos visto en fotos sobre el proyecto de la bi-blioteca.

Pasadas 13 horas de vuelo, una larga cola para regularizar papeles y una espera de 4 horas en el aeropuerto, aparecieron Car-men y Puri ,que por culpa nuestra, tuvie-ron que madrugar muchísimo y todas

nuestras du-das empeza-ron a disipar-se.

Llegamos el día del Após-tol Santiago y con el tiempo justo para acudir a la ce lebrac ión de la Misa mayor, pues el Apóstol Santiago es el patrón de El Torno. Allí ya tuvimos la posibilidad de saludar a muchas personas que habían bajado de las comu-nidades para dicha celebración. Fue un encuentro emotivo, lleno de recuerdos y saludos para todos los que en algún mo-mento pasaron por allí. La gente se acuer-da de todos y nos manifiestan un cariño especial, a pesar de que en algunos casos ya hace años de su estancia.

Llegados a la casa de la Alianza y tras una larga conversación con las aliadas llegaba el momento de reponer el sueño perdido de dos días de viaje. A la mañana siguiente los gallos con su canto anunciaban que estábamos en Bolivia (por si nos quedaba

Bolivia sigue siendo Bolivia Experiencia misionera 2010

Antonio Cascudo y María Vázquez (JeM — Lugo)

A un mes de nuestro regreso de Bolivia, y tras un tiempo de reflexión, llegamos a la conclusión que, a pesar de que la expe-riencia de este año fue única y diferente a las demás, Bolivia sigue siendo tristemen-te el mismo país que conocimos por pri-mera vez hace seis años.

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Actividades

alguna duda) y empezamos a programar lo que sería nuestra estancia allí.

Las Aliadas tenían preparado una expe-riencia de dos semanas visitando a las fa-milia de la comunidad de Santo Corazón. Una comunidad en la que Carmen y Puri llevan trabajando desde su llegada a Boli-via. Era necesario realizar dichas visitas pues se trata de una comunidad a la que están llegando gentes del interior buscan-do un lugar mejor para vivir. Por las maña-nas y de dos en dos, como el Señor envió a los discípulos recorríamos a pie los cami-nos y las veredas de la comunidad parán-donos en cada casa que encontrábamos para charlar, compartir y orar juntos. Las misioneras son el referente y el pilar al que acuden ante un problema o una situación determinada. Ellas siempre están disponi-bles. Una vez más a través de estas visitas comprobamos su hospitalidad, su amor, su humildad, su fe llevada a la vida. Una vez

más se manifiestan como un r e v u l s i v o para aque-llos que venimos o c r e e m o s venir con t o d o aprendido de este mal l l a m a d o p r i m e r mundo.

Tras esas dos semanas todo terminó de la mejor manera posible que es celebrando la fe que compartimos a través del sacra-mento de la Eucaristía. Tuvimos la gran suerte de que en la misa de ese mes de agosto inauguraban las obras que habían hecho en el techo de la capilla así como la compra de un altar y una pila bautismal. Fue muy especial poder compartir en las vísperas de la misa una jornada de limpie-za, juegos y convivencia con todos los miembros de la comunidad.

Pero todo llega a su fin y con una maleta cargada de momentos y vivencias especia-les tomamos de nuevo el avión camino de España. No sin antes y a través de la fuerza que da el abrazo desear a Carmen y a Puri todo el ánimo y agradecimiento por todo lo recibido. Abrazo que fue recíproco en saludos y cariño hacia todos los miembros del grupo Jóvenes en misión y hacia la Alianza por parte de ellas.

Sentados en el avión y con las dudas de la

ida ya resueltas, volvíamos a reflexionar

sobre todo lo vivido y llegábamos a la con-

clusión de que para lo bueno y lo malo

Bolivia siempre será Bolivia. Ojalá que to-

dos los problemas político sociales que hoy

vive este país lleguen a una pronta solu-

ción y que los gobernantes luchen por

hacer que todo lo bueno que tiene esta

tierra sea lo que haga que Bolivia tenga un

futuro esperanzador.

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16 [ Octubre 2010 ]

Jóvenes en Misión

I niciamos el día un poco más pronto de lo habitual, sabíamos que nos esperaba un día largo, debíamos tomar un tren hasta Cercedilla (a unos 56km de Madrid) reali-zar un transbordo a otro tren “un tanto especial”, realizar la marcha y volver a la estación antes de las 19h. (¡¡y lo consegui-mos!!). Y en esas nos embarcamos, un grupo de 5 adultos, 1 niño de 21 meses ¡¡y un carro de bebé!!

El trayecto en el cercanías transcurrió en-tre las primeras risas del día, hasta que llegamos a la estación de Cercedilla y tuvi-mos que correr para subir al “tren de la naturaleza” que atravesando las empina-das laderas de la zona central de la Sierra de Guadarrama nos subió hasta la estación de esquí de Navacerrada, a más de 1800m

de altura. En este tren, que todavía guarda el sabor de los trenes antiguos (ventanas desplaza-bles, el traqueteo del motor o los asientos tapizados), fuimos tomando contacto con el paisaje que nos iba a acompañar du-

rante todo el día y concienciándonos de lo duro que iba a ser. Esta dureza lo descubri-mos nada más llegar a la estación de esquí, ya que para empezar nos esperaba una empinada cuesta con numerosas piedras sueltas que nos puso a prueba nuestra capacidad pulmonar y de empuje (la silla de Sergio la tuvimos que llevar en volan-

El pasado día 05/06/2010 tuvo lugar el encuentro que ponía fin al curso 2009/2010. Como ya viene siendo habitual, para la última convivencia se reservaba algo ―especial‖, y como no podía ser de otra manera, esta vez tenía que esta relacionado con el Año Santo Jacobeo. Se decidió realizar la conocida co-mo Senda Schmidt por la que tuvimos la oportunidad de reali-zar una pequeña parte del Camino de Santiago y ganarnos nuestra particular ―Compostelana‖.

Camino Schmidt Una convivencia en “camino”

Isabel Peces y Lucio Peña (JeM — Valencia)

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tas, ¡¡con él enci-ma!!).

Antes de acabar la subida nos detuvi-mos para realizar una oración con la que dar comienzo “formal” a nuestra peregrinación. Tras este tramo inicial, la marcha se hizo más cómoda y bonita, por una senda en medio de un denso pinar de pino silvestre, con enebros, helechos y rocas de granito. Por lo general fue un tramo fácil en el que alternábamos pequeñas subidas con tra-mos llanos. Aprovechamos esta zona para empezar con la actividad que nos habían preparado: una serie de fichas basadas en cinco preguntas que nos iban “dejando caer” y que nos daban pie para reflexionar sobre el sentido de la marcha y su relación con nuestra actividad diaria. De esta forma

transcurrió la mañana hasta que llegamos a un pequeño manantial, donde aprove-chamos para realizar otra parada en la que después de comer nos repartieron otra pregunta más y con la que continuamos profundizando nuestra relación con Dios.

Con el ánimo y los pies más dispuestos continuamos la marcha por una senda que se iba volviendo cada vez más abrupta y empinada. Así llegamos a una bifurcación ya algo cansados y sin saber bien que ca-mino tomar. Aquí hicimos “uso” de los conocimientos de la gente que nos en-contrábamos y que nos indicó un camino más largo (bastante más) y otro un poco más complicado (pero más corto). En nin-guno de los dos nos recomendaron ir con carro, pero como ya habíamos llegado has-ta allí decidimos continuar. Tomamos el camino corto que sube en fuerte pendien-te hacia Collado Ventoso. Y subiendo, su-biendo ¡¡alcanzamos la cima a 1892m.!! Estábamos en un despejado calvero de

El Camino Schmidt es un sendero de montaña que transcurre entre el Puerto de Navacerrada y el Valle de la Fuenfría. Su denominación oficial como sendero balizado de Pequeño Recorrido es PR-M/SG-5. El tramo inicial discurre por la ladera norte de la cadena montañosa Siete Picos, en el límite entre la Comunidad de Madrid y la provincia de Segovia (España), pasando a continuación a la zona sur, en el Va-lle de la Fuenfría en el municipio de Cercedilla (Madrid). Se trata de una ruta clásica del montañismo de la Sierra de Guada-rrama que se realiza bajo los pinares del Valle de Valsaín, en la ver-tiente norte, y de los de Cercedilla, en la sur, que conforman una de las masas forestales mejor conservadas de pino silvestre del Sistema Central.

Actividades

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Jóvenes en Misión

verdes praderas que invitaba a un alto contemplativo en la marcha. Así que nos tumbamos exhaustos y recuperamos algo de fuerzas, tanto físicas como espirituales (merendamos y nos repartieron una nueva pregunta).

Para continuar por el camino Schmidt, cru-zamos la pradera e iniciamos el descenso por un estrecho sendero que tiene su ini-cio en una incipiente vaguada de lo que más abajo se convertirá en un importante arroyo. Algo perdida al principio, pero muy pateado a continuación, la senda nos obligó a descender más abruptamente de como subimos, realizando continuos zig-zag y sorteando la gran cantidad de pie-dras sueltas del suelo. A lo que teníamos que añadir la dificultad de acarrear un ca-rro y un niño (esto hizo que si la ascensión fuera dura, el tramo de bajada fue peor). Menos mal que el espíritu de colaboración y equipo no nos abandonó en ningún mo-mento y algunos llevaban al niño, otros las partes desmontadas del carro y el resto los demás enseres… A mitad de descenso tuvi-mos que hacer otro merecido descanso (con su correspondiente reflexión).

Nuestro alivio fue máximo cuando llega-mos al final de esta bajada y desemboca-mos en una pista forestas perfectamente definida, lisa y con una suave pendiente descendente. Lo peor había pasado, por lo que la tomamos con ánimos y decidimos no abandonarla por ningún atajo hasta llegar a su fin. Un final que se encontraba mucho más lejos de lo que creíamos y al que llegamos después de algunas horas y

Estas son las preguntas para la medita-ción que nos repartieron: Peregrinos, ¿Qué buscáis?

Pregunta que el hombre se hace sobre el sentido de la vida, sobre la meta que quiere alcanzar, sobre la razón de su existencia. Debemos decidir la dirección de nues-tro camino…

¿Qué significa ponernos en camino? Nuestro camino (…) significa querer dar una respuesta a nuestras necesidades, a nuestros interrogantes, a nuestra «búsqueda» y también salir al encuen-tro de Dios que nos busca con un amor tan grande que difícilmente logramos entender. Juan Pablo II.

No caminamos solos Jesús desea acompañarnos, como acompañó a los discípulos en el camino de Emaús. El nos indica la dirección del camino a seguir. Al volver a casa, al igual que los discípulos del relato evangélico, podremos decir que nues-tro corazón ardía cuando nos hablaba en el camino y que le hemos reconocido al partir el pan (cf. Lc 24, 22.25).

Cinco PALABRAS para el camino Silencio, Oración, Dialogo, Anuncio, Acción

Y al final del camino ¿qué? “Y, levantándose al momento, se vol-vieron a Jerusalén y encontraron reuni-dos a los once y a los que estaban con ellos, que decían : ¡es verdad! ¡el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón! Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y como le habían conocido en la fracción del pan.”

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de realizar diferentes paradas para medi-tar sobre las últimas de las preguntas junto a miradores maravillosos.

Llegamos ya al final de la pista, que no el final de la ruta. Una pista que desemboca, tras largas vueltas y revueltas, en la prade-ra de los Corralillos (lugar donde numerosa gente había ido a pasar el domingo). Aquí nos enteramos que todavía quedaban unos 6km hasta llegar a la estación. Nues-tra cara debió de ser tal que la gente “se

apiadó” de nosotros y nos llevó en su co-che hasta ella.

Rendidos y agotados tomamos el tren de vuelta que nos devolvió a Cardenal Cisne-ros, donde por fin pudimos descansar.

En total estuvimos más de 12 horas de convivencia y superación; sobre 18 km de recorrido en el que nos pudimos encon-trar a nosotros mismos y dar respuestas a los interrogantes de nuestro camino con Jesús.

Actividades

es.wikipedia.org/ wiki/Camino_Schimdt

Edita: Instituto Secular

ALIANZA EN JESÚS POR MARÍA C/ Cardenal Cisneros 55

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"Anunciar a Cristo para disipar

la pobreza y la injusticia"

Juan Pablo II