Iglecrecimiento Gustavo Daniel

SEMINARIO DE PASTORAL URBANA

IGLECRECIMIENTOIGLECRECIMIENTO

LUIS DANIEL BURITICÁ ÁVILA LUIS DANIEL BURITICÁ ÁVILA GUSTAVO ENRIQUE ZAMORA GUZMANGUSTAVO ENRIQUE ZAMORA GUZMAN

III DE TEOLOGÍAIII DE TEOLOGÍA

SEMINARIO MAYOR DE SAN JOSÉSEMINARIO MAYOR DE SAN JOSÉ

BOGOTÁBOGOTÁ

2001 2001

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

I. Definición de crecimiento.

II. La Iglesia primitiva como modelo de crecimiento.

III. Clases de crecimiento.

IV. Dimensiones del crecimiento.

V. Axiomas para el crecimiento de la Iglesia.

VI. Características del Iglecrecimiento.

VII. ¿Cómo conseguir este crecimiento?

VIII. Obstáculos al crecimiento de la Iglesia.

IX. Iglesias que crecen. Sus características.

X. Liderazgo adecuado.

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

TRABAJO FINAL DE IGLECRECIMIENTO. Pg. 2

INTRODUCCIÓN

Uno de los elementos principales de la Pastoral Urbana es el que hace referencia a los procesos dentro de la Iglesia, y específicamente, al crecimiento de la Iglesia. Lamentablemente este es un tema que poco se ha tratado dentro de la literatura católica y que, por el contrario, ha tenido gran acogida dentro de los movimientos e iglesias protestantes. En el presente trabajo haremos un acercamiento al tema del Iglecrecimiento teniendo presente su importancia dentro de los procesos eclesiales, pues actualmente se busca más calidad y se minusvalora la cantidad, que también es un elemento importante para tener en cuenta dentro de nuestras comunidades. Como punto de referencia hemos tomado el mismo evangelio, que en el capítulo 28 del evangelio de Mateo nos plantea la necesidad de salir al encuentro de todos los hombres invitándolos, acogiéndolos, anunciándoles el mensaje de la salvación y comprometiéndolos, después de un cuidadoso proceso, en la labor evangelizadora de la Iglesia.

También hemos querido tener presente la insistencia que se hace sobre el trabajo pastoral y el proceso evangélico que se debe llevar con las familias que forman parte de la comunidad eclesial, pues constituyen un semillero bastante fructífero de personas que se comprometan con el anuncio evangelizador. El crecimiento de la Iglesia no sólo depende del anuncio a personas para que se conviertan, sino que también se hace palpable en un trabajo concreto con las mismas familias de la comunidad.

Finalmente es necesario aclarar que aunque la mayoría de fuentes sobre Iglecrecimiento son protestantes, en este trabajo hemos buscado “traducir” los diferentes términos y expresiones a nuestro lenguaje tratando de aplicar los diferentes elementos propuestos al crecimiento de nuestra propia Iglesia Católica.


CRECIMIENTO DE LA IGLESIA

I. DEFINICIÓN DE CRECIMIENTO

"Todo lo que está comprendido en traer a hombres y mujeres que no tengan una relación personal con Jesucristo, a la comunión con él y a una membresía en la Iglesia local responsable y reproductiva". (J.C.Miranda)

"Crecimiento de la Iglesia involucra no sólo el desarrollo numérico o crecimiento cuantitativo de la feligresía de la Iglesia, sino también el desarrollo orgánico u organizativo y estructural. El desarrollo de la Iglesia incluye los comienzos, establecimiento y actividad misionera de multicongregaciones o individuos y grupos que siguen y aman a Jesucristo". (P. Larson)

II. LA IGLESIA PRIMITIVA COMO MODELO DE CRECIMIENTO

La Iglesia tuvo los siguientes tipos de crecimiento:

a) Crecimiento espiritual - interno (Hechos 2,42.43.47)Hubo un crecimiento en cuanto a la relación con Dios.

b) Crecimiento corporal - juntos (Hechos 2, 42.44.45.46)Como grupo de personas tenían el deseo de estar juntos, se ayudaban y se servían.

c) Crecimiento social - hacia fuera (Hechos 2,47)Había un impacto del poder de Dios hacia la sociedad de Jerusalén.

d) Crecimiento del número de personas (Hechos 2,47)Cada día el Señor añadía nuevos convertidos.


SIRVIENDO

DANDO TESTIMONIO

HACIENDO DISCÍPULOS

BAUTIZANDO

ENSEÑANDO

EVANGELIZANDO

III. CLASES DE CRECIMIENTO

Existen cuatro clases de crecimiento que ayudan a ver cómo quienes participan del Iglecrecimiento no sólo tienen interés en un crecimiento numérico sino que promueven el crecimiento personal del individuo en la fe, en la doctrina y en todo lo que está relacionado con el “perfeccionamiento” del cristiano.

a) Crecimiento interno.

El crecimiento personal es un crecimiento interno o cualitativo. Este crecimiento es esencial o imperativo para que pueda tener lugar otra clase de crecimiento.

b) Crecimiento por expansión.

La Iglesia experimenta el gozo de salir de las cuatro paredes del Templo para buscar la conversión de los hombres y traerlos al seno de la Iglesia. Por supuesto que el crecimiento biológico, es decir, los hijos de los que ya son miembros de la comunidad ayudarán en las estadísticas, pero el énfasis deberá ponerse en el crecimiento or conversión. Personas que no estaban en el redil son incorporadas por medio de este trabajo de expansión.

c) Crecimiento por extensión.

Tiene que ver con el establecimiento de nuevas comunidades. Es importante que los pastores estén en disposición de tomar la iniciativa y comenzar nuevos lugares de evangelización, haciendo de los dones y recursos de muchos laicos.

d) Crecimiento por puentes.

El misionero debe cruzar ya sea una o dos culturas para llevar adelante el trabajo misionero. Es la comunicación transcultural, lo cual significa que se necesita traspasar barreras culturales para lograr esta clase de evangelización.

IV. DIMENSIONES DEL CRECIMIENTO

a) Cuantitativo: Es el crecimiento numérico.b) Orgánico: Se refiere al desarrollo estructural de la congregación.c) Conceptual: Tiene que ver con el desarrollo teológico de los creyentes.d) Encarnacional: Trata de la identificación de la Iglesia con los problemas de la

sociedad.e) Apostólico y misionero: Es el deseo de la grey por llevar su mensaje a grupos no

alcanzados.f) Vivencial: Se refiere al uso de los dones del Espíritu y al desarrollo de la vida en el

Espíritu.


V. AXIOMAS PARA EL CRECIMIENTO DE LA IGLESIA

1. El Pastor debe querer que la Iglesia crezca y estar dispuesto a pagar el precio.

Deberá dedicar mucho tiempo al discipulado. Deberá tener personas que el no podrá pastorear. Deberá delegar responsabilidades.

2. La comunidad debe desear que la Iglesia crezca.

Debe estar dispuesta a seguir al líder que desea el crecimiento de la Iglesia. Contribuir económicamente. Dedicar tiempo y energías.

3. La Iglesia debe estar de acuerdo con la meta de hacer discípulos.

Tener clara la Misión en el mundo (Mateo 28:19) Estar unida para cumplir la comisión.

4. La Iglesia no debe padecer de una enfermedad fatal:

a) Etniquitis.Es cuando la comunidad local debido a aferrarse tanto a un estilo de vida de su grupo étnico, crea barreras que no son fáciles de superar por las personas que la rodean.

b) Vejez.No hay programas nuevos, hay un liderazgo fuertemente tradicionalista.

c) Hiper-cooperativismo. Se realiza reunión tras reunión y nunca se produce la acción.

d) Ceguera sociológica.Es cuando los miembros de una comunidad no pueden ver los grupos en la sociedad que los rodea. Ellos creen que todos deben ser como ellos.

e) Koinonitis.Se limita el amor cristiano sólo al grupo ya conocido. No se aceptan nuevos integrantes a ese circulo casi familiar.

f) Estrangulación social.Se produce cuando falta espacio físico.

g) Desarrollo espiritual retardado.Al haber un mal discipulado o la ausencia del mismo. Los miembros no son capaces de reproducirse.


h) Tibieza espiritual.Cuando son creyentes de tercera o cuarta generación que ya no viven la fe de sus padres, y por tanto, no se preocupan por conocer Evangelio.

i) Templismo.Todo se realiza dentro del templo.

j) Clericalismo.Todo lo hace el presbítero.

VI. CARACTERÍSTICAS DEL IGLECRECIMIENTO

a) Obediencia.

Esta es la característica del Reino de Dios, por lo tanto cada creyente debe crecer en obediencia. Es cierto que la persona obedece al llamado del Señor cuando lo acpeta como Salvador; pero no termina allí. Hay un ciclo completo que debemos seguir y en el que tenemos que participar. La obediencia tiene que ver con el señorío de Cristo en nuestra vida. La Sagrada Escritura es muy explícita en que “no todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre” (Mt 7,21). Nosotros nos hemos constituido como embajadores del Señor para llevar su mensaje de salvación. Lo hacemos no obedeciendo a un mero sentir humanista, sino motivados por nuestro sentido de obediencia al mandato divino.

Cuando los hijos de Dios, ejercitan la “obediencia” al llevar el mensaje de la Buena Nueva, la Iglesia crecerá y se extenderá. Es el resultado lógico. Si no hay obediencia, no hay crecimiento. Obediencia en seguir al Maestro: “Toma tu cruz y sígueme”. No importan cuales son las consecuencias. Debemos ser fieles y obedientes en proclamar el Evangelio. Obedientes también en buscar y encontrar a los perdidos. Hoy se habla de la teología de “buscar y encontrar a los perdidos”. Muchas veces hemos ejercitado una teología de “buscar” y allí nos hemos detenido. Debemos seguir adelante y “encontrar”. Esa clase de obediencia es la que el Señor demanda de nosotros. La teología de misión, recordando que Dios es uno, debe ver el equilibrio entre el Dios que busca y el Dios que encuentra. No se puede permitir teológicamente al creyente que sus intenciones sean “únicamente buscar”, aunque en algunos lugares parece que eso es todo lo que podemos hacer. Cristo vino a encontrar y salvar al que estaba perdido. Y es lo que debe hacer la Iglesia de Cristo.

El movimiento de Iglecrecimiento, por causa de su sentido de obediencia al Señor, también se concentra en el mandato evangélico. Él nos ordena “Id y haced discípulos a todas las naciones”, y es nuestro deber poner todo nuestro empeño en persuadir a las personas a que crean en Jesús Resucitado y lo acepten como su Salvador.


b) Pragmatismo.

El Diccionario de la Real Academia Española define el pragmatismo como un “Método filosófico según el cual el único criterio válido para juzgar de la verdad de toda doctrina científica, moral o religiosa, se ha de fundar en sus efectos prácticos”.

El Iglecrecimiento interpreta el pragmatismo no como aquel que trata a las personas como si fueran objetos y las deshumaniza. No es un pragmatismo que compromete los principios doctrinales y éticos de la Biblia y del reino. Tiene que ver especialmente con la metodología, es decir, usamos los métodos más prácticos para lograr los fines deseados. Ahora bien, este es un “pragmatismo consagrado”, ya que lo usamos en obediencia a Dios y su propósito final es el de glorificar a Dios Padre.

c) Optimismo.

Pareciera que la Iglesia adolece demasiado de pesimismo. Nos enredamos en tantos argumentos y discusiones que terminamos agotando nuestras energías, consumiendo nuestro entusiasmo, y nos sentimos perdedores aún antes de salir a la batalla. El Señor mismo afirma “Edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). Este es un sentir de triunfo. Es necesario que cultivemos el optimismo basado en las promesas del Señor y en esa fe que como creyentes debemos ejercitar. El optimismo presente en algunas comunidades donde no hay sólo crecimiento numérico, sino un crecimiento cualitativo por excelencia, es el tipo de optimismo que el Iglecrecimiento reclama como una de sus principales características. Recordemos que la cantidad hace el largo de la Iglesia, y la calidad el ancho. Cuando se multiplica el largo por el ancho, el resultado equivale a crecimiento integral.

d) Ir, bautiza y enseñar.

La tarea que nos corresponde es la de hacer discípulos, y esto significa traer a quienes no conocen nada de Cristo y su Iglesia a una relación salvadora, de entrega total a él y de fe. Los grandes verbos encontrados en el pasaje de Mateo 28,18-20 son ir, bautizar y enseñar. Estos aparecen como gerundios y deben entenderse como auxiliares del imperativo, en este caso, “hacer discípulos”. Así, los discípulos deben ser hechos yendo, bautizando y enseñando. No podemos dejar de lado ninguna de estas actividades sin limitar el esfuerzo de hacer discípulos.

Algunos Institutos de Evangelismo e Iglecremiento proponen el llamado “Diagrama de ciclos humanos”. Esto nos ayuda a ver que existen esferas progresivas de actividades que deben llevarse a cabo si se ha de alcanzar la meta. Esto es una realidad en cualquier movimiento de personas dentro de un grupo. Si deseamos que esas personas participen del proceso activamente, encontraremos tres etapas: 1) Reclutamiento hacia el grupo. 2) Unión con el grupo. 3) Entrenamiento por el grupo para una participación activa. Las tres etapas son necesarias para formar miembros responsables del grupo. Si dejamos una etapa a un lado, el crecimiento del grupo de detendrá.


DIAGRAMA DE CICLOS HUMANOS

PUNTO DE VISTA BÍBLICO. Meta Discípulos Responsables.

Yendo Bautizando Enseñando

PUNTO DE VISTA SOCIOLÓGICO. Meta Hijos responsables.

Noviazgo Matrimonio

Compromiso Embarazo

Parto Regreso a casa

Nacimiento Ajustes

Educación

Noviazgo

PUNTO DE VISTA ECLESIÁSTICO. Meta Miembros Responsables.

Contacto Entendiendo Inicial implicaciones

Aceptación ReconocimientoDe la Iglesia problema pnal

Decisión Aceptado enDe actuar comunidad

Nacimiento IncorporadoNuevo xtiano vida de Iglesia

Crecimiento MinisterioIntel. – Esp. Concreto

Liderazgo hace contactos iniciales

PUNTO DE VISTA DE CONDUCTA OBJETIVA.Meta Compromisos responsables de los discípulos.

Compromiso con Cristo

Compromiso con el Cuerpo de Cristo.

Compromiso con la obra de Cristo en el mundo.


El diagrama anterior nos ilustra cómo el proceso el ciclo completo es tan necesario en la vida cotidiana como lo es en la vida espiritual. Este diagrama puede usarse para evaluar el futuro de cualquier programa balanceado de crecimiento. Si se concreta un ciclo completo, habrá resultados y se habrán alcanzado metas. Finalmente es necesario tener en cuenta que la meta del Evangelio no se logra hasta que los nuevos convertidos y miembros de la Iglesia lleguen a ser cristianos reproductivos que completen el ciclo y garanticen el proceso continuo de evangelización y crecimiento de la Iglesia. La meta fundamental de la Evangelización en el Nuevo Testamento es por lo tanto doble.

VII. ¿CÓMO CONSEGUIR ESTE CRECIMIENTO?

1. Una interrelación sana entre la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre.

2. Conciencia clara de la Misión evangelizadora de la Iglesia.

3. Objetivos y metas claras.

4. Una espiritualidad como base de la acción evangelizadora.

5. Apoyo de las ciencias humanas.

6. La reflexión, investigación y estudio son esenciales para que el crecimiento sea óptimo en las Iglesias.

VIII. OBSTÁCULOS AL CRECIMIENTO DE LA IGLESIA

1. Equivocada administración de la Iglesia (faltan planes).2. Ignorar diferencias culturales.3. Uso de términos inexactos.4. Iglesia que sólo cubre necesidades sociales de los hombres.5. Indiferencia a la oración.6. Cuando los miembros son considerados como los medios para alcanzar a los hombres. 7. Programas que no movilizan a todos los miembros.8. Tradicionalismo: “siempre ha sido así”.9. Cuando no hay un programa de formación de líderes.10. Brecha grande entre clero y laicos.11. No dar prioridad a la dimensión profética.12. No hay concepto claro sobre el Reino de Dios.13. Negligencia en la colaboración entre comunidades parroquiales.14. No conformación de pequeñas comunidades.15. Estrategia que enfatiza el "venir" en vez de "ir"16. Aislamiento del mundo y de las personas que no son creyentes.


17. Prioridad de tiempo, finanzas y personal en proyectos secundarios que no necesariamente hacen discípulos.

18. Permitir que el individuo sea envuelto y perdido en medio de la multitud (anonimato).19. Demasiado activismo, pero sin hacer discípulos.20. Resistencia a los cambios necesarios en el programa de la Iglesia.21. Una estructura de "pastor activo - oveja pasiva"22. No conciencia de nuestra condición de bautizados.

IX. IGLESIAS QUE CRECEN. SUS CARACTERÍSTICAS.

1. Movilización de todos los miembros en la evangelización.

2. Conversiones y vidas transformadas.

3. Contacto permanente con la Palabra de Dios.

4. La predicación: Un ministerio fuerte y de primera importancia.

5. Extensión y misión: Mientras más misioneros envía la Iglesia, más crecimiento tiene.

6. Vida de familia: Los creyentes se sienten parte de una familia.

7. Se crean pequeñas comunidades.

8. Metas definidas en el crecimiento (Planeación).

9. Hay diversos ministerios.

10. Certeza y obediencia a la voluntad de Dios.

11. Evangelismo integral: Presencia, proclamación, persuasión y propagación.

12. Énfasis fuerte en la oración.

La oración es la anchura y la profundidad de la vida cristiana. Todo estudio de las Iglesias crecientes revela que todas tienen en común el hecho de que la oración ocupa un lugar central y fundamental. Ninguna Iglesia puede empezar a cumplir aquello para lo cual Dios la ha llamado si no está cimentada en la oración. Es imposible hacer la obra de Dios sin Dios.

13. Cada Celebración es un encuentro transformador con Jesucristo

Muchas Iglesia no crecen porque sus celebraciones no permiten un encuentro con Cristo. La gente asiste por deber, no con entusiasmo. Recordemos que vivimos en una época en


que la gente es azotada emocionalmente durante toda la semana. Cuando vienen a la Iglesia necesitan recibir ánimo. Cada celebración debe ayudarles a experimentar que Jesucristo vive, ha resucitado, y camina al lado del hombre compartiendo sus gozos y esperanzas, tristezas y anhelos. La Iglesia ha de ser mensajera de esperanza y de optimismo. Una comunidad que vive en el pesimismo se estanca, no da frutos.

14. Movilización de todos los miembros en la evangelización.

15. Conversiones y vidas transformadas.

16. Contacto permanente con la Palabra de Dios.

17. La predicación: Un ministerio fuerte y de primera importancia.

18. Extensión y misión: Mientras más misioneros envía la Iglesia, más crecimiento tiene.

19. Vida de familia: Los creyentes se sienten parte de una familia.

La Iglesia Evangélica de Corea dirigida por el pastor Paul Yonggi Cho, es la comunidad protestante más grande del mundo. Una clave de su crecimiento es el trabajo realizado con las familias. Esta Iglesia evita masificar y prefiere crear células caseras o familiares, en donde se medite la Palabra y se organicen actividades que permitan que el Evangelio llegue a más hombres y mujeres.

Un grupo hogareño está conformado de ocho a doce personas. Dentro del mismo existe una relación personal profunda. En estos círculos los miembros comparten sus experiencias personales y comunitarias. En ellos se favorece el conocimiento de todos y la vivencia de la fraternidad.

Es indudable que para el crecimiento máximo, para la evangelización efectiva, para el discipulado, para ganar gente y mantenerla, se necesita fomentar los grupos células, es decir, pequeñas comunidades familiares. Dichas células permite a los integrantes vincularse más a la obra evangelizadora de la Iglesia. Un grave peligro y terrible error es masificar, lo cual lleva al anonimato. Las células hacen que todos se identifiquen con y en la Iglesia. Ya no es un fiel más, sino un cristiano con un nombre propio y una realidad concreta.

Las células caseras se reúnen entre semana, en diversas casas. El encuentro de todas las pequeñas comunidades es el Domingo en el templo.

20. Se crean pequeñas comunidades.

21. Metas definidas en el crecimiento (Planeación).

Los objetivos apartan a la gente de las generalizaciones y la impulsan para que avance hacia puntos concretos y significativos. Los objetivos apuntalan las declaraciones de


propósitos, los esfuerzos, gracias a ellos, se unifican para algo concreto. Fijar metas permite desviar el enfoque desde el pasado hacia el futuro e impulsar a las comunidades en la dirección designada.

22. Hay diversos ministerios.

Uno de los secretos del éxito es hallar una necesidad y satisfacerla. La manera de establecer un ministerio que responde a las necesidades de los miembros de la Iglesia es encontrar una gran necesidad padecida por muchas personas. Luego, encontrar cristianos que tengan los dones espirituales para atender a esa necesidad y que tengan la visión y el corazón para ver lo que Dios puede hacer por medio de tal ministerio.

Un auténtico líder o pastor es aquel que no centraliza todo en sí mismo, sino que distribuye funciones, encomienda ministerios, coordina actividades propuestas y desarrolladas por otras personas. Una Iglesia en la que una sola persona haga todo no puede crecer. Es fundamental en este punto tener presente la enseñanza del apóstol Pablo (1 Cor. 12): La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, y como cuerpo tiene muchos miembros y cada miembro desarrolla una función específica y fundamental para el bienestar de todo el cuerpo.

23. Certeza y obediencia a la voluntad de Dios.

24. Evangelismo integral: Presencia, proclamación, persuasión y propagación.

X. LIDERAZGO ADECUADO.

El verdadero líder no es alguien que pueda hacer el trabajo de 10 personas, sino alguien que puede organizar a 10 personas para que hagan el trabajo de 10.

PRINCIPIOS DEL LIDERAZGO.

1. El liderazgo fuerte es esencial.

El liderazgo es un trabajo de tiempo completo. El pastor debe ser un hombre de conceptos y visión que no teme tomar decisiones y que sienta y sepa cuál es el momento correcto para actuar.

2. Ser un líder equilibrado.

Con una meta bien definida, el líder avanza con un único propósito. Un líder de tareas es alguien que tiene una clara visión. La gente sin visión tal vez sólo pueda sobrevivir, y ni pensar en prosperar. Es la visión lo que agrega entusiasmo y emoción a la vida de la gente. En la menta del pastor siempre tiene que estar este principio: Ve grandes cosas para Dios, intenta grandes cosas para Dios y realiza grandes cosas para Dios.


3. El líder auténtico dirige con amor.

La gente es más importante que el programa. El líder comparte el dolor de la gente, averigua que está pasando en la vida de las personas. Un líder fuerte debe tener cuidado de no atropellar a las personas con programas de “alta potencia”. La gente a la cual se ama siempre es más importante que salirse con la suya. La evangelización más grandiosa de este mundo es, justamente, amar a la gente. El pastor exitoso es aquel que aprende a amar a la gente de todos modos, sin que importe lo que hagan.

4. El líder se conoce a sí mismo.

El buen líder sabe quién es. Valora sus cualidades y habilidades y trabaja por superar sus defectos y debilidades. Reconoce que ningún líder tiene todos los dones y la experiencia suficiente para realizar cualquier actividad, y por eso recluta la ayuda y los servicios de la gente, especialmente de aquella que sabe más que en él en diversos aspectos. El pastor es conciente de que no “se la sabe todas” y que por eso necesita del apoyo y el conocimiento de las demás personas. Las acciones producen mejores resultados cuando se hacen en equipo, que cuando se realizan de forma individual y egoísta.

5. Fija metas significativas y medibles

Todo dirigente de una comunidad debe fijar metas de largo y mediano plazo, junto con las inmediatas para el año en curso. La tragedia de muchas Iglesia es que, por no fijarse metas, apuntan a nada y triunfan en nada. La excelencia del liderazgo es la habilidad de fijarse metas y llevar a la gente a concretarlas. Como lo dijo alguien: el mundo se pone a un lado para dejar pasar al líder que sabe adónde va. ¿Cómo puedes saber dónde vas si no te fijas metas?.

6. Toma las decisiones

El líder es aquel que puede tomar la decisión correcta en el momento correcto. El dirigente de una Iglesia creciente puede parecer como un dictador para los de afuera, pero para la gente de la Iglesia él es su líder, quien sabe adónde van, y quien toma las decisiones para llevarlos allá. El líder de una Iglesia creciente es como el padre de una gran familia que decide lo que es mejor para toda la familia.

Él necesita estar en comunión con Dios para marchar al paso del tiempo perfecto de Dios. Debe, a veces, ser paciente y esperar por el momento oportuno. Otras veces no debe esperar sino actuar rápidamente.

7. Ve y resuelve los problemas que restringen el crecimiento

El líder es aquel que detecta con anticipación los posibles problemas y se pone a resolverlos antes que estrangulen el crecimiento de la Iglesia.


8. El líder delega funciones.

Nunca se coloca en el centro de todas las cosas, sino que reconoce que la Iglesia es un Cuerpo con muchos miembros y que cada miembro tiene su función específica, por eso delega. Pero al delegar importa cerciorarse de que el trabajo sea algo que quieran hacer las personas a las que se les confía. Ellos deben aceptar la responsabilidad y sentirse desafiados por ella. Es importante también hacer que las personas rindan cuentas de sus actividades, esto con el fin de evitar la dispersión y de favorecer un trabajo en equipo. Todo esto requiere fundamentalmente humildad y disciplina.

9. El líder hacer que la otra gente triunfe.

Esto se puede resumir simplemente con aquel viejo adagio popular: puedes conseguir todo lo que quieras en la vida si ayudas a que otras personas obtengan lo que quieren.

10. El pastor es auténtico líder cuando sirve al Señor con entusiasmo

Cuando alguien sirve al Señor con entusiasmo contagia a los demás; los que lo rodean se sienten emocionados por Dios y se animan a colaborar en la obra evangelizadora.


CONCLUSIÓN

El Señor Jesucristo antes de subir al cielo envía a su Iglesia a anunciar el Evangelio a todas las naciones y a hacer de todas las gentes discípulos del Reino. Esta es la tarea fundamental de la Iglesia. Ella existe para evangelizar, para hacer que la salvación obtenida por Cristo en la Cruz alcance a más hombres y mujeres. Además, este es el designio del Padre: que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Infortunadamente al ver la realidad de nuestras parroquias constatamos que esto no se está llevando a cabo. Muchas comunidades parroquiales no crecen, antes bien disminuyen, no se proyectan, no evangelizan. A esto hay que añadir, por una lado, que en el mundo más de cuatro mil millones de personas aún no conocen ni aceptan a Cristo, y por otro, que cada vez son más los católicos que, dejando la Iglesia, se vinculan a comunidades eclesiales que no están en comunión con nosotros.

Frente a esta realidad la Iglesia está llamada a buscar nuevas estrategias que le permitan realizar su tarea de siempre. No se trata de descubrir y anunciar un nuevo mensaje de salvación, sino de analizar nuevas formas que permitan a la Iglesia expandirse y al Reino llegar a más personas.

El Iglecrecimiento es un reto para la Iglesia hoy. Es cierto que es algo en lo cual los cristianos no católicos insisten mucho y colocan gran empeño, sin embargo, eso no impide que también la Iglesia Católica se preocupe por el crecimiento no sólo de su calidad sino también de su cantidad ( y viceversa).

Para alcanzar y desarrollar dicho reto es fundamental que renunciemos a la mentalidad y planificación masificantes, que llevan al anonimato, a la no identidad, al no compromiso, y que optemos por el trabajo personalizado, por la conformación de pequeñas comunidades, de células familiares. El hombre de nuestro tiempo, sumergido en el anonimato de esta sociedad, busca espacios en los que se sienta valorado, escuchado, apoyado, y la Iglesia debe propiciar y fortalecer dichos espacios. No cabe la menor duda de que nuestras comunidades se multiplicarán si trabajamos y promovemos a las personas, con sus cualidades y limitaciones, y no a la masas.

No podemos conformarnos con lo que somos y tenemos. No es suficiente con escuchar y saber que somos una de las Iglesia más numerosos. Es nuestra obligación seguir caminando y buscando nuevos métodos que nos permitan ser cada vez más conformes con lo que el Señor espera de nosotros, su Iglesia. Cada católico está llamado a ser un discípulo y un testigo. El Iglecrecimiento rechaza a los cristianos de nombre e impulsa a los cristianos que siguiendo a Jesucristo ofrecen sus vidas al servicio de los demás y al anuncio del Reino.


BIBLIOGRAFIA

LITERATURA PROTESTANTE

AAVV. Las Iglesias que crecen, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso (EUA), 1992.

COLEMAN, Robert. Plan supremo de Evangelización, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso (EUA), 1994.

GETZ, Gene. La medida de una Iglesia, Clie, Barcelona, 1978.

GRUBBS, Bruce. Mi Iglesia puede crecer, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso (EUA), 1985

LARSON, Pedro. Crecimiento de la Iglesia. Casa Bautista de Publicaciones, El Paso (EUA), 1989.

MIRANDA, Juan Carlos. Manual de iglecrecimiento, Vida, Miami, 1985.

REEVES, Daniel y JENSON, Ronald. Avanzando. Estrategias modernas para el crecimiento de la Iglesia, Clie, Barcelona, 1988.

WAGNER, Peter. Su Iglesia puede crecer, Clie, Barcelona, 1980.

YONGGI CHO, Paul. Los grupos familiares y el crecimiento de la Iglesia, Vida, Miami, 1982.

LITERATURA CATÓLICA*

A.A.V.V. La Iglesia al servicio de la ciudad, Santiago - Barcelona, 1967.- Elementos doctrinales Pág. 107

BENJAMÍN BRAVO, La Urbe reta a la Iglesia, México, 1994.

- Desafíos y perspectivas de la Pastoral en Macrourbes. Pág. 7- Perspectivas del Pastoral Urbana Pág. 23- Testimonios y experiencias Pág. 81- ¿Cómo llegar a los espacios vitales de la población? Pág. 123

* Los libros aquí mencionados no se refieren directamente al tema del Iglecrecimiento.


J.B. LIBANIS, La Iglesia en la ciudad, Brasilia, 1992.- Desafíos teológicos pastorales Pág. 32- En busca de pistas pastorales Pág. 57- La parroquia urbana Pág. 73

RAÚL MENDEZ, Evangelización nueva, en la ciudad nueva, Bogotá, 1992.- Agentes de la pastoral urbana Pág. 57- Otro centro indispensable Pág. 68- Posibles formas de acción Pág. 71- Nueva Evangelización Pág. 90

El Fenómeno Urbano, Bogotá, 1990.- Formas de mensaje en la ciudad


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