Iglesia de San Nicolás. Un monumento árabe en Madrid

4
La Esfera UN MONUMENTO ÁRABE EN MADRID INTERESANTÍSIMO HALLAZGO ARQUEO- LÓGICO EN LA ANTIGUA PARROQUIA DE SAN NICOLÁS 1^==^ Una conversación con el ilustre catedrático ^. Elias 'Tormo, q[ue ha descubierto este único monumento árabe q'ue existe en nsíadrid Nuestro e.vceíei te rcHlíictor-fotóffrafo Miguel CorU>s ha llerndo á ciiho, en Ins nllos del viejo templo madrileño de Son A'ieolds, uno información no- tabilisinm de la anlinna construcción árabe, que se halla cubierta pxterior- m rite pnrarbitrarios reooQues. Para poder fotografiar Ins artesanados que se conseroan ocultos entre la bó- oeda !/ los tejados, Miguel Cortés hubo de operar marchando encoran- do por un etnacio reducidísimo 1/ dis- parando en la obscuridad sus moí^ne- sios a un metro de distancia de los arcos fotoqrofiailos. Durante e^te trabajo. Cortés loi^rá penetrar, des- cerrajando una puerta que hace in- numerables años no se ahrla y cut/a Ilaae se había perdido, en un pequeño desván donde descubrió do<t nuevos arcos árabes análnaos á los hallados porelSr. Tormo. El éxito informativo de Cortés merece una cordial fellci- iac'ón de LA ESFERA. A Mlffiíel Cortés acompatió nuestro redactor Lorenzo Rodero, cni/as in- teresantes !/ dncnnwntadas notas pueden leerse á continuación. La orre de la iglesia de los Terciarios Servitas, en la que se ve el enlace del cuerpo primitivo de la antieua torre de mciquita con el cuerpo moderno del campanario (Fot, Cortía) E ?A kibor ingrata, abnegada, del paciente in- vestigador, llena de silencios en torno, cuando no de indiferencia y desdén, ha te- nido con el momento presente^el curioso é inte- resante hallazgo arqueológico á que nos referi- mos en el epígrafe—el premio inusitado de tras- cender á todos los vientos.., Al efecto, las conferencias en torno á las igle- sias de Madrid, seguidas de las correspondientes visitas á éstas, que con tanta concurrencia está dirigiendo el sabio profesor D. Elias Tormo, han ofrecido últimamente esa nota inesperada... Encerrando el osuceso» en lindes de gacetilla: pl citado profesor de Historia del Arte de la uni- versidad de,Madrid, Sr. Tormo, ha descubierto, al registrar la torre del actual templo de los Ter- ciarios Servitas, que se trataba de una torre mo- runa en ladrillo, y al examinar el enlace del cuerpo primitivo con el de las campanas, vio que este ora completamente postizo, y que debajo aparecía el pretil y rellano general de las torres de mezquita, ó sea la azotea donde el muezín ó almuédano anunciaba la oración á los musul- manes, en.cuenta que entre ellos no so usan las campanas. Se trata, pues, del único monumento Arabo de la capital, jamás mentado por historiadores y ar- queólogos. Vestigio del siglo xi. A mayor estudio, registrando desvanes, buhar- dillas y techumbres adosadas A la torre en los aledaños, se ha comprobado que conserva tres órdenes de bellas arquerías lo^buladas, auténtica la que más en alto dejóse visible, aunque revo- cada arbitrariamente. Por otra parte, el arquitecto D. Pablo Gutié- rrez Moreno ha descubierto á la par, en la misma iglesia, una armadura ó artcsonado mudejar. Hasta aquí, antes de conseguir entrevistarnos con el ilustre profesor de la Universidad Centra' al que logramos hallar en su casa, á punto de sa-

Transcript of Iglesia de San Nicolás. Un monumento árabe en Madrid

La Esfera

UN MONUMENTO ÁRABE E N MADRID INTERESANTÍSIMO HALLAZGO A R Q U E O ­LÓGICO E N LA A N T I G U A P A R R O Q U I A

DE SAN NICOLÁS 1 ^ = = ^

Una conversación con el ilustre

catedrático ^ . Elias 'Tormo,

q[ue ha descubierto este único

monumento árabe q'ue existe

en nsíadrid

Nuestro e.vceíei te rcHlíictor-fotóffrafo Miguel CorU>s ha llerndo á ciiho, en Ins nllos del viejo templo madrileño de Son A'ieolds, uno información no-tabilisinm de la anlinna construcción árabe, que se halla cubierta pxterior-m rite pnrarbitrarios reooQues. Para poder fotografiar Ins artesanados que se conseroan ocultos entre la bó-oeda !/ los tejados, Miguel Cortés hubo de operar marchando encoran­do por un etnacio reducidísimo 1/ dis­parando en la obscuridad sus moí^ne-sios a un metro de distancia de los arcos fotoqrofiailos. Durante e^te trabajo. Cortés loi^rá penetrar, des­cerrajando una puerta que hace in­numerables años no se ahrla y cut/a Ilaae se había perdido, en un pequeño desván donde descubrió do<t nuevos arcos árabes análnaos á los hallados porelSr. Tormo. El éxito informativo de Cortés merece una cordial fellci-

iac'ón de LA ESFERA. A Mlffiíel Cortés acompatió nuestro redactor Lorenzo Rodero, cni/as in­teresantes !/ dncnnwntadas notas

pueden leerse á continuación.

La orre de la iglesia de los Terciarios Servitas, en la que se ve el enlace del cuerpo primitivo de la antieua torre de mciquita con el cuerpo moderno del campanario

(Fot, Cortía)

E?A kibor ingrata, abnegada, del paciente in­vestigador, llena de silencios en torno, cuando no de indiferencia y desdén, ha te­

nido con el momento presente^el curioso é inte­resante hallazgo arqueológico á que nos referi­mos en el epígrafe—el premio inusitado de tras­cender á todos los vientos..,

Al efecto, las conferencias en torno á las igle­sias de Madrid, seguidas de las correspondientes visitas á éstas, que con tanta concurrencia está dirigiendo el sabio profesor D. Elias Tormo, han ofrecido últimamente esa nota inesperada...

Encerrando el osuceso» en lindes de gacetilla: pl citado profesor de Historia del Arte de la un i ­versidad de,Madrid, Sr. Tormo, ha descubierto, al registrar la torre del actual templo de los Ter­ciarios Servitas, que se trataba de una torre mo­runa en ladrillo, y al examinar el enlace del cuerpo primitivo con el de las campanas, vio que este ora completamente postizo, y que debajo aparecía el pretil y rellano general de las torres de mezquita, ó sea la azotea donde el muezín ó almuédano anunciaba la oración á los musul­manes, en.cuenta que entre ellos no so usan las campanas.

Se trata, pues, del único monumento Arabo de la capital, jamás mentado por historiadores y ar­queólogos. Vestigio del siglo xi .

A mayor estudio, registrando desvanes, buhar­dillas y techumbres adosadas A la torre en los aledaños, se ha comprobado que conserva tres órdenes de bellas arquerías lo^buladas, auténtica la que más en alto dejóse visible, aunque revo­cada arbitrariamente.

Por otra parte, el arquitecto D. Pablo Gutié­rrez Moreno ha descubierto á la par, en la misma iglesia, una armadura ó artcsonado mudejar.

Hasta aquí, antes de conseguir entrevistarnos con el ilustre profesor de la Universidad Centra' al que logramos hallar en su casa, á punto de sa-

La Estera

Armadura ó artesonado mudejar, descubierto en una de las techumbres adosadas á la torre en los aledaños

lir para sus múltiples ocupaciones^ol Consejo de Instrucción Pública, la Universidad, el Mu­seo de Pinturas—, una mañana en hora tem­pranera.

Es un piso alto, asomado á los jardines de la plaza de España, que parecen alegrar este rincón, un tan to som­brío, de paz y silencio, refugio de sabio, lleno de broncos, porcela­nas, cuadros, objetos niil de arte.

—Díganos, D. Elias: ¿qué le aficionó á los motivos de Arqueo­logía?

—No hablemos de mi—elude con un ade­mán de rechazo; y añade:—Rectifitjue lo de arqueólogo, que no lo soy propiamente. Considéreme ú n i c a -mente catedrático de Historia del Arte, con cuya misión pronto c u m p l i r é veinticinco años, Pero me falta de nuevo alega su na­tural modestia—prepa­ración intensa para po­derme titular arqueólo­go. Fui antes—tiene, roto un silencio—cate­drático de Derecho y abogado en ejercicio. Mi pasión por las bellas artes me llevó á unas Oposiciones, y desde

las segundas conseguí esa gran felicidad de tener por profesión lo que casi constituía mí vicio...

—¿Me quiere dar algunos detalles sobre el cur­sillo que actualmente dirige en torno á las igle­sias matritenses?

Un tincón del artesonado, zapata de viga (aliada, de característica traza árabe (Fots. Cortía)

•—Hace cosa de seis años inauguré un curso libre de Historia de Madrid en la Universidad; nunca por nadie intentado antes. Con extraordi­nario éxito de público desarrollé en doce confe­rencias la Historia de Madrid en las edades pre­

histórica—la más inte­resante—, en 1 lEdad Antigua, en la Edad Media y liasta todo el reinado de los Reyes Católicos, de donde no pude pasar... En cier­to modo, el curso ac­tual de Historia ,del Arte en las iglesias de Madrid es la prosecu­ción del trabajo, apro­vechando la oportuni­dad del interés desper­tado por la Exposición del Antiguo Madrid.

—Dígame algoscibre esa.labor ingrata que es la del investigador.

—Yo, aunque 'co­nozco bien las igle^as, las repaso cui<^adosa-mente antes. Conside­ro lo más esencial ba-beripc leído, anotado y depurado, á la luz de la crítica histórica y arqueológica, loa tex­tos todos de los histo­riadores y críticopi so­bre cada iglesia. 'Con­sulto al caso á los más competentes , d e 1 a Universidad ó fuera de ella. Por eso, en !o de

La Esfera

•—Vamos por partes... Madrid no tiene monu­mentos de la época romana, cuando aquf no ha­bía la supuesta ciudad de Mantua de los Carpc-tanos, sino la mansión Miaco ó Meagues, entre Madrid y los Carabancheles. En el curso de His­toria que di, visitamos en su lugar, es decir, en la bella finca de la emperatriz. Eugenia—Cara-banchel—, el bello mosaico romano subsistente. Cerca de allí se halló el bellísimo bronce (Cabeza de im Asno borracho), pieza de brazal de (.lilla, de los llamados cundes, y que es todavía la más hermosa del Arte grecorromano en su género: son muestras de la cultura que se asentó bien en esta localidad. De la Etiad prehistórica, todo lo mejor, de capitalísima importancia, se halló en el ya rebajado cerro de San Isidro. Las magnas

-colecciones de esa procedencia están donde ja­más pudo suponerse: en .\sia y en América, en las Universidades de Calcuta, en la India inglesa, y en la de Cambridge, de Norteamérica, en donde se puede estudiar la prehistoria lejanísima de Madrid, pues compraron todo lo hallado y estu­diado por espafiolcs en el cerro de San Isidro. Hará de esto medio siglo. Después so han hallado en las inmediaciones de Madrid hasta cuarenta y dos localidades de restos prehistóricos... De lá Edad Media—prosigue—, habiendo datos inte­resantísimos, sobre todo el texto del Fuero de Madrid, del siglo xii y de la vida de San Isidro, escrita en el siglo xiii , apenas quedaba nada ar­quitectónico más que la torre morisca de San Pedro, que es ya del siglo xiv, y fragmentos ar­quitectónicos en San Pedro mismo y alguna otra iglesia. Y en cuanto á imágenes sagradas, la Virgen de Atocha, la de Santo Domingo el Real, la de la Almiidena, las tres en escultura, y la re-pintadilla de la Flor de Lis, en pintura, estas dos últimas en la Catedral nueva.

Y allanando una pausa, acomete de nuevo: —Seguramente quedan todavía algunos tro­

zos de la muralla árabe ó cristiana, pero será dentro de las casas y absolutamente invisibles; probablemente, en alguna de la calle de la Esca­linata y del Espejo, ó de la del /Mmendro y Cava

o t r o aspecto del artesonado mu­dejar descubierto en ln antigua

parroquia de S^n Nicolás

la torre y artesonado de San Nicolás fueron con­migo el gran arqueólogo Clómez Moreno, el más sabio de Europa, en cuanto al Arte de la Edad Media especial­mente, y el arquitecto Gutiérrez Moreno. Soy quien cree que la peor causa del poco provecho de los estudios científi­cos en nuestra patria se debe al aislamiento y los silencios absurdos de los estudiosos, que ocultan los descubrimientos y á veces los reservan lus­tros y lustros,,.

—¿No cree usted que Madrid esconda monu­mentos de la índole al descubierto en la anti-gua^parrnqnia de San Nicolás?

Ttes arcos en ladrillo de clásico estilo árabe, que testimonian el interesante liallaigo arqueológico

(Fots. Cortés)

La Esfera

B a j a . P e r o si se descubr i e ­r a n , n o ofrecer ían m á s i n t e ­rés q u e el d e p o d e r l a s m e ­d i r y ca lcu la r su for ta leza , y l a d e M a d r i d d e los s iglos m e d i o s , en consecuenc ia .

— ¿ Q u i e r e u s t e d vo lve r á la t o r r e á r a b e d e San Ni­colás?

— E s , desde luego, sin h a b e r l o so spechado , m u c h o m á s i m p o r t a n t e y m á s be ­lla en t o d o s los ó r d e n e s q u e la de San P e d r o y m u c h o m á s a n t i g u a .

— ¿ N o r e q u i e r e e s t e ha­l lazgo a rqueo lóg ico a l g u n a m e d i d a q u e a d o p t a r p a r a su conse rvac ión?

— I n d u d a b l e m e n t e , S e d e b e r í a d e j a r t o d o á la v i s t a y q u i t a r l e ese cap r i ­choso r e v o q u e d e lo a l t o d e su p a r t e á r a b e . P a r a ello b a s t a d e r r i b a r la p a r t e a l t a d e las h a b i t a c i o n e s ó de ­p e n d e n c i a s a d o s a d a s , cosa fácil y senci l la p o r d e m á s , s a l v o si h a y q u e p a g a r in­d e m n i z a c i ó n . D e t o d a s for­m a s , creo q u e d e b e el A y u n ­t a m i e n t o e n c a r g a r s e d e po­n e r á la v i s t a el m á s bel lo y el m á s a n t i g u o d e los m o -n n m e n t o s a r q u i t e c t ó n i c o s d e la Cor te , y el ú n i c o á r a b e . J u s t a m e n t e c u a n d o el M u ­n ic ip io m e r e c e u n á n i m e s a p l a u s o s p o r e m p r e s a s c o m o las d e la Casa d e Cisneros , la d e la H e m e r o t e c a ( m u ­de j a r t a n i n so spechada ) , en q u e t a n a c e r t a d a m e n t e in­t e r v i n o el a r q u i t e c t o Bell i ­d o , y l a c reac ión de l Museo Munic ipa l , y las subvenc io ­nes conced idas á la Un ive r ­s idad y al Museo del P r a ­do . . . Y a n o son po.sibles e n o r m i d a d e s c o m o la d e h a ­be r c o n v e r t i d o en g r a v a las nobles p i e d r a s n u m e r a d a s d e la P u e r t a d e S a n V i c e n t e , q u e se h a b í a d e r e c o n s t r u i r .

— ¿ Y n o se deb ían p r o ­seguir e s t a s inves t igac iones en o t r a s p a r e c i d a s iglesias d e la h i s to r ia á la d e San Nicolás?

— S e d e b e . . . Y así h a r e -n\Qs. San Nicolás , c o m o las o t r a s p a r r o q u i a s v ie jas a r r i ­m a d a s al A l c á z a r — S a n t a María , San Miguel , San J u a n , San t i ago , el Sa lva ­dor —^ifueron s e g u r a m e n t e mezqu i t a s a n t e s d e la re­conqu i s t a ; la morer ía , en­tonces , pasó al o t r o l ado d e la calle d e Segovia .

— P a r a concluir , D . E l ias , c qu ie re us ted hace r u n a b re ­ve h i s to r ia d e la a n t i g u a p a r r o q u i a de San Nicolás? • •—Fué, h a s t a 1806, desde

el siglo x i i , u n a d e las diez p a r r o q u i a s de l r ec in to mu­r a d o d e Madr id . L a fan ta ­sía d e los h i s t o r i ado re s la supuso -de 1382 d e n v ida d e S a n Nicolás , en Asia!) E n tSoG, c r eyéndo la ru inosa , se un ió la p a r r o q u i a h d a d á la p r e c i s a m e n t e r iva l de l

Obsérvese en la presente fotogra­fía la torre 6 azo­tea donde el muc-iln 6 almué­dano anuncia­ba la oración

á lo s musulma­n e s , arbitraria­mente revocada , sobre laque cabal­

ga el actual cuerpo de las

campanas

S a l v a d o r . U n i d a s las feli­gres ías y t i t u l a r e s , la reco­bró en 1842, p a r a diez lus­t ro s d e s p u é s e s t ab lece r se en o t r o b a r r i o y con o t r a feli­gresía en la iglesia de An­t ó n M a r t í n . P e r o y a de r -d e 1825 se h a b í a d a d o c o m o en p r o p i e d a d á los h e r m a n o s t e rc ia r ios se rv i -t a s , q u e la a f i anza ron y d e c o r a r o n . E n e l la s iguen . E n e s t a iglesia fué b a u t i ­z a d o Erci l la , el famoso poL-t a épico. . .

L a t o r r e a p a r e c e m u d e j a r — y repetiré—-, sobre la cua l v a la p a r t e m o d e r n a d e las c a m p a n a s . E l v ie jo b u q u e del t e m p l o a p a r e c e c o m o t r e s n a v e s , siglo x v i i s o b r e mac izos v ie jos m u r o s , c u a l si fueran a g r e g a d a s las se­g u n d a s con a b o v e d a m i e n t o t íp ico . P e r o la c a b e c e r a — á b s i d e c e n t r a l — e s gó t i ­ca, con las n e r v a d u r a s c o m p l i c a d a s d e fines del siglo XV...

Y r e a n u d a , v e n c i e n d o u n a p a u s a :

•—La n a v e c e n t r a l , a p a r ­t e la cabece ra , c o n s e r v a in tegra , a u n q u e e s t r o p e a d a y p o r e n c i m a d e las b ó v e ­d a s , u n a a r m a d u r a m u d e ­j a r , en c u y o s e x t r e m o s de l a l m i z a t e h a y bel la l abo r d e lazos á r a b e s , p e r o c u y o s p a r e s d e t i r a n t e s v a n s o b r e canes l a b r a d o s con eses de l l í e n a c i m i e n t o , m a r c a n d o el siglo XVI t o d a esa c u b i e r t a d e c a r p i n t e r í a d e lo b l an ­co, a u n q u e mor i sca .

L a t o r r e se conf i rma co ­m o m i n a r e t e moro , con t r e s zonas p o r l ado do a r q u e r í a s ciegas, de c u a t r o y d e t r e s y t res a rcos , d e h e r r a d u r a los a l t o s y l o b u l a d o s los o t ro s , t o d o en l adr i l lo .

O t r a p a u s a , y segu ida­m e n t e , luego de c o n s u l t a r un c u a d e r n i t o :

— E n c u a n t o a l i n t e r i o r d e la iglesia, vemos , en el r e t a b l o m a y o r , la Do lo ro -sa , del siglo x v i i i , m u c h o m á s i n t e r e s a n t e q u e la So­l e d a d d e Ves t i r , d o n a c i ó n de l e scu l to r de c á m a r a c e F e r n a n d o V i l , Va le r i ano S a l v a t i e r r a . Un E c c c - H o m o — á la c a b e c e r a d e la n a v e d e r e c h a — e n h o r n a c i n a , r e c u e r d a á Bus i . E n c i m a , l a S a g r a d a F a m i l i a , d e lo m e j o r d e p i n t u r a en l a se­g u n d a m i t a d del siglo x v n i . Con los Do ío rosa y el E v a n ­gel is ta , sin r e t a b l o — p i e s d e la n a v e c e n t r a l — , un Cruc i ­fijo d e la d e r r i b a d a S a n t a C a t a l i n a d e los D o n a d o s .

Y p a r a a c a b a r - — t i e n e , a p u n t a n d o un a d e m á n d e d e s p e d i d a — , en la a n t e s a ­cris t ía ' , u n a I n m a c u l a d a , e s c u l t u r a d e la e scue la d o A lonso Cano , y un N i ñ o J e s ú s del siglo x v i i i . . .

LoRiíNZo l í Ü D E R O

DON ELIAS TORMO Ilustre caiedríitico, profesor de Historia del Arte de la Universidad Central, á quien se cebe el interesantísimo hallazgo arqueológico, al registrar, con motivo del cursillo quo

dirige en torno ¿ las iglesias, el actual templo de los Terciarlos Servltas

(Fots. Cortés)