IGLESIA Y CULTURA EN LA EDAD MEDIA · fren el influjo moderador del cristianismo. En la historia...

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IGLESIA Y CULTURA EN LA EDAD MEDIA

__________________ OSVALDO CAZANGA MONCADA

En la evolución histórica de la Iglesia cris-tiana de Occidente, se observan dos grandes perío-dos separados por la Reforma de Cluny y GregorioVII. El primero se extiende hasta el siglo X y elsegundo hasta el siglo XV.

El primer período:

La Iglesia cristiana originaria de Palestina sufrela persecución de Roma hasta fines del siglo IVd.c. Con Constantino se realiza la unidad cristiana--romana, la -que se prolonga, de hecho, hasta finesdel Imperio con Teodorico. La unión de la Iglesiacon el Estado Romano sígnífíca.por sus consecuen-cias, uno de los más grandes acontecimientos de lahistoria de occidente. El cristianismo representadopor sus obispos, adquiere amplios poderes jurisdic-cionales y políticos, es decir, alcanza amplia auto-ridad temporal. No obstante, con la caída del Im-perio Romano y las invasiones violentas de los pue-blos germanos, la Iglesia se enfrenta a un graveproblema, ya que ha sobrevivido al Imperio: ¿cuálserá su actitud? La germanízación.

La Iglesia Cristiana inicia desde la caída deRoma un movimiento de conversión entre los ger-manos que, paulatinamente, va teniendo éxito. Pa-ralelamente comenzará a plegarse a los nuevosreinos que heredan el Imperio, alcanzando en ellosla importancia que había logrado en la historia deRoma-

Las nuevas alianzas traen consigo una conside-rable transformación. Se producirá un juego de in-fluencias recíprocas, que irán desde la cultura ger-mana a la Iglesia y desde ésta a aquella- Es decir,por una parte, la Iglesia Cristiana se germaniza y,por otra, las viejas costumbres de los bárbaros su-fren el influjo moderador del cristianismo.

En la historia del cristianismo, es vital el lla-mado "período de germanización." Significa éstela apropiación de la Iglesia por los señores germa-nos, quienes imprimen en ella, con su cultura, pro-fundas transformaciones. Las creencias religiosasretroceden a un estrato mágico. Dios es un reyvictorioso. Se populariza la veneración de las "reli-quias" .Dios, Cristo, son jefes de séquitos a loscuales se debe una fidelidad de tipo feudal: ¿nopuede estar aquí el origen de las cruzadas? Sobreel viejo cristianismo ha aparecido la idea de la Gue-rra Santa. La no violencia y el pacifismo de loscomienzos se transforma ahora en un verdaderoservicio militar de Dios. En esto, fundamentalmen-te, consiste la gennanización del cristianismo.

Simultáneamente se da el "ennoblecirniento"de la Iglesia. Los señores que fundan parroquiasson sus verdaderos propietarios. Disponen entera-mente de ellas, explotando en provecho propio lasentradas económicas que ellas tengan. En lo políti-co, estos señores disponen de los obispados y lasabadías, que reparten entre sus fieles.

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Los obispos, durante este período no son de-signados por los papas, sino por los reyes. Por 10demás, son los nobles quienes ocupan los obíspa-dos. Así se produce un "ennoblecimiento" de laIglesia, pues la nobleza ejerce sobre ella un verda-dero derecho patrimonial. Donde este fenómenoalcanza una mayor importancia es en los monaste-rios, en los cuales son los aristócratas los encarga-dos temporales de la guerra y de la justicia en lastierras del señorío eclesiástico.

En Roma, luego del derrumbe del Imperio, elPapa ha pasado a ser el señor de la ciudad, ejercien-do un gran poderío político. Gregorio Magno(590-604 d.c.) representa este ascenso político delpapado que se constituye en un señorío: el Duca-do de Roma.

La Iglesia se encuentra en este tiempo en unapeligrosa disyuntiva. Para permanecer en su sitialdebe mantener una suerte de equilibrio entre bi-:zantinos, lombardos y francos. Sin embargo, haciael siglo VIII este equilibrio se rompe al firmarse en750 d.c. la alianza entre Pepino el Breve y el Papa.Esta alianza se verá fortalecida cuando Carlomagnotome el poder de los lombardos, desapareciendoasí todo juego de poderes. El Papa pasa de estamanera a ser creatura del Reino Franco. En el ám-bito nacional, el obispo está sujeto al rey; en elcampo internacional, el Papa al Emperador. En lapráctica es el clero y el pueblo romano quienesnombran al Papa, pero es el Emperador quien 10confirma. Se. empieza a decir que son los señoreslaicos quienes dominan la Iglesia.

Como hemos afirmado, también la Iglesia ejer-ce un poderoso influjo sobre la cultura germana.Junto a la conversión al cristianismo, se produceuna moderación de las viejas costumbres, que favo-rece la disolución de las viejas "estirpes" y el desa-rrollo de un "espíritu ae familia. Se lucha contra lavenganza de sangre, aunque es el derecho germanoel que sigue aplicándose.

La Iglesia surge ahora como "foco cultural".Los monasterios son verdaderos centros intelectua-les que cumplen una doble función. En primer lu-gar, sígnífícan un gran adelanto en la agricultura;realizan una fecunda labor de desbrozamiento deterrenos; en segundo lugar, los monjes como copis-tas de textos, tanto antiguos y profanos, comó reli-giosos, son los conservadores de la antigua y nuevacultura.

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Cicerón, Herodoto, Aristóteles, y otros, quesignifican la herencia cultural literaria de la anti-güedad, pasan a nosotros gracias a los códices he-chos en los monasterios. Además, como las cróni-.cas de la Edad Media son llevadas por los analistasmonásticos, resulta que la Iglesia salva la historio-grafía. Estos códices y anales reflejan también elarte de la decoración de esta primera Edad Media.La Iglesia se convierte en el centro de la vida cultu-ral. No obstante los esfuerzos de Carlomagno porhacer de su Corte un verdadero círculo intelectual,con la creación de la Escuela Palatina o academiade Palacio, que reunió a varios de los mejores cere-bros del Imperio, nunca perdió su artificialidadcortesana.

La lengua oficial de la cultura de la Alta EdadMedia es el latín, a pesar de que el Emperadorintentará darle importancia a las lenguas naciona-les, escribiendo algunos poemas tradicionales y elderecho germánico en dicho idioma. La cultura in-telectual, sin embargo, se vierte en latín. Es la len-gua oficial que se enseña en las escuelas palatinas yeclesiásticas.

Las lenguas populares son las de la costumbrey pese a ser nobles y campesinas, no tiene aúnvalor para ser enseñadas. Carecen de gramática yde textos modelos. Además, el latín es la lengua'del tráfico internacional; paulatinamente irá dandoorígen a las llamadas lenguas romances.

La Alta Edad Media es un periodo que conoceuna gran estratificación intelectual, que no obede-ce a un criterio económico o social. En el más altositial de este jererquización están los hombres de laIglesia. Desde el punto de vista cultural, el campe-sino y el noble se encuentran en un mismo estrato.Resulta sumamente interesante, dentro del panora-ma intelectual de la época, observar el papel'asumi-do por los benedictinos anglosajones, cuya figuraseñera es Beda el Venerable. Estos monjes realizanuna gran labor de difusión en el continente, queestimula el llamado "Renacimiento Carolingio", u-na de cuyas facetas más interesante será la relacio-nada con la evolución lingüística: como el latín havenido degenerando, debido entre otras causas a lodefectuoso de las copias realizadas por los frailes,la escuela palatina purificará este latín medio paraenseñarlo en sus aulas.

De este modo, en el siglo IX nos encontramos

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con que ellatin presenta dos rostros. Por una parteencontramos un latín defectuoso, empleado porlos notarios y algunos monjes, que se han alejadode los centros renacentistas: Por otra parte, encon-tramos el latín culto de las escuelas palatinas. Jun-to a estas dos versiones del latín la presencia de laslenguas populares o romances ha venido fortale-ciéndose. En el año 842, los nietos de Carlomagno,tratan de reconciliarse prestando el Juramento deEstrasburgo, redactado en lengua franca y teutóní-ea, por lo que es considerado el primer monumen-to de las actuales lenguas nacionales europeas! .

El Segundo período: Siglos X al XV

Las transformaciones sociales que irucian eldesgaste del feudalismo explican que a partir delsiglo X sean radicales las transformaciones que seoperan en la estructura política y religiosa del cris-tianismo. La relación entre poderes laicos y pode-res eclesiásticos toma nuevas formas que los sepa-ran definitivamente. El clero deja de estar someti-do a los elementos laicos y tiende a convertirse enpotencia autónoma. En la etapa de gestación deestas transformaciones, se produce una lucha enco-nada entre ambos poderes, que tipifica la historiade Europa occidental de estos siglos, en contrapo-sición a lo que ocurre en el Imperio Bizantino don-de la Iglesia está completamente supeditada al Es-tado.

El movimiento de liberación se genera en elmonasterio burgundio de Cluny, durante el sigloX. Los monjes debían independizarse de los seño-res y los monasterios debían dedicarse principal-mente al culto, sus rentas dedicarse exclusivamentea su sostenimiento, por lo cual había que lucharcontra las usurpaciones del señor. El abad debíaser nombrado por los poderes eclesiásticos y nopor el señor. El sacerdote sólo pertenece a la Igle-sia. Del mismo modo que no debe tener señor,tampoco debe tener familia. El matrimonio de lossacerdotes, tolerado en la práctica, constituye unaabominación que debe desaparecer.2

La seriedad del movimiento iniciado en Clunyconcita alrededor del monasterio el apoyo de losduques borgoñones y del Papa. Este pasa a ser elpatrocinador y abogado del movimiento. La refor-ma iniciada en Cluny cunde por toda Europa; Es-paña y Gascuña pasan a ser sus filiales, gestándose

de este modo una verdadera familia de monaste-rios.

La pureza de la vida en estos centros religiososy la solemnidad de su culto, les atrae el respaldo delos barones, que protegen esta nueva moral de losreligiosos. Los emperadores alemanes hacen otrotanto dentro de sus territorios. En el año 1054 d.c.la Iglesia apostólica romana se separa de la griegaortodoxa, en una acción de vastas proyeccioneshistóricas. Los papas dejan de ser elegidos por laaclamación del clero y los poderes laicos. La ideade independencia cristaliza en la autonomía res-pecto a los poderes laicos locales. En 1059 el papaNicolas 11 establece, mediante una bula, que losPapas deben ser elegidos por un estrecho grupo deobispos; el colegio de "cardenales".

Esta determinación papal es la culminación deuna serie de actitudes de la iglesia que la llevan achocar directamente con el poder temporal, en loque, eufemísticamente se ha llamado la "querellade las investiduras", librada por Gregorio VII encontra del Sacro Imperio Romano Germano, entre1079 y 1085 d.c. La Iglesia se empeña en confor-mar un mundo completamente separado.

Los planos de separación en el siglo XI estánya claramente definidos. El monasterio tendrá unadedicación exclusiva al culto, planteándose así lanecesidad de que las rentas no sean usurpadas porel señor.Los abades serán nombrados por el clerolos papas se liberarán de los emperadores y seránelegidos por los cardenales. Se lucha por conseguirel celibato eclesiástico, ya que los sacerdotes casa-dos hacen heredar sus cargos a sus familiares. Eléxito de esta medida logra el alejamiento definitivodel cuerpo sacerdotal del mundo civil. En las ciu-dades del Norte de Italia, por este mismo siglo,surgen movimientos populares (la pataria) que lu-chan contra los sacerdotes casados y los obisposdesignados por el emperador. Estos movimientos,en algún momento,toman caracteres de resistenciaantialemana en la región de Lombardfa, sometida ala autoridad imperial.

La pataria parece representar, además, un mo-vimiento de liberación de las ciudades frente a lascargas feudales que pesan sobre ellas. Esta coinci-dencia entre las ideas populares y los intereses pa-pales tiene una gran importancia. Los bandos enlucha se organizan en verdaderos partidos. Los par-

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tidarios del Papa serán los Güelfosy los del empera-dor serán los Gibelinos.

Existía entre el clero la costumbre de entregarun presente a cambio del cargo, simbolizando lacompra de los servicios espirituales por el dinero(simonía). En el transcurso de estas luchas se lograabrogar esta costumbre, lo que significó la derrotade los poderes laicos frente a la.lglesia.

. El punto álgido del enfrentamiento entre am-bos poderes se alcanza con las luchas entre Grega-rio VII y Enrique IV de Alemania. Este es exco-mulgado por el Papa, quien trata, además, de desli-gar a los súbditos imperiales de su juramento defidelidad e interviene decididamente en la vida po-lítica alemana, invitando a los príncipes a elegirleun: sucesor a Enrique. En la creencia de que elpoder espiritual es superior al poder terrenal Gre-gorio VII intenta establecer una verdadera teocra-cía '. Enrique IV es derrotado y debe humillarse yen Canosa es "perdonado" por el Papa (18-1-1077).No obstante, sólo se trata de una paz temporal,pues, vuelto a Alemania, la lucha se reanuda. En1122, mediante el concordato de Worms se lograuna tregua duradera. Este concordato significa laindependencia eclesiástica respecto del emperador,el que se abstendrá de designar al sumo Pontífice.Sólo luego de ser elegido por los cardenales, presta-rá un juramento de fidelidad al emperador. El res-ponsable de este compromiso fue Ives de Chartres,quien establece, teóricamente, diversas diferenciasentre el oficio eclesiástico y el feudo.

Después de esta tempestad la Europa Occiden-tal vivirá lo que suele llamarse el "Renacimientodel siglo XII", caracterizado por uña especie deapaciguamiento entre el papado y el imperio, y unacrecentamiento notable de la vida social en gene-ral. En lo político la Iglesia ha alcanzado ya suindependencia de los poderes laicos, pero luchapor nuevas conquistas. Cae en un intento teocráti-co, invadiendo campos económicos y políticos quehasta entonces le eran completamente ajenos. Co-mo en otras ocasiones, la Iglesia trastrúeca papeles:pasa de perseguida a perseguidora.

Tal estado de cosas produce reacciones retor-rnistas en algunas órdenes religiosas que persiguenel abandono de las riquezas. La que había levanta-do el estandarte reformista en el siglo X, la ordende Cluny, está convertida ahora en centro de rique-

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zas. Surge la orden del Císter, que abandona lacostumbre de mantener siervos a la manera feudal,cultivando la tierra con legos. Desaparecen los afa-nes señoriales, organizándose congregaciones mo-násticas aisladas, que se alejan de la vida urbana ybuscan la comunión con Dios en la pobreza; estoes, realmente, un retorno a-la vida evangélica, "vitavere apostolica?".

Pero, si los monasterios se establecen en latranquila soledad rural, los monjes están siempreen viaje de predicación, a los cismáticos, a los here-jes; a los caballeros, para templar en ellos la fierezay el ardor bélico. El prestigio de las nuevas órdenesqueda en evidencia cuando seconoce que'el Císterda a la Iglesia catorce cardenales y setenta y cincoobispos en el siglo XlI. A lo largo de este siglo, estemovimiento renovador de la Iglesia se transformaráen corrientes heréticas y comunistas. En el sigloXlII desembocarán en el franciscanismo.

La Iglesia empieza, asimismo, a desarrollarseen el aspecto intelectual, especialmente a través delas escuelas monásticas y catedralicias. La más céle-bre de estas últimas es la de París. Se organizancomunidades de maestros y alumnos en donde laintervención de un director se manifiesta solamen-te en la entrega de grados fmales. Esto es demos-trativo de la libertad que reina en este tipo de"universitas"; en algunas de ellas, en Italia por e-jemplo, son los alumnos quienes contratan y pagana los profesores; con frecuencia nadie aporta naday los maestros deben trabajar gratuitamente, portemor a estos alumnos de modales nada delicadosy con grandes deseos de aprender.

La Universidad de París, se llena de una masaestudiantil internacional que desea escuchar a losmaestros más renombrados de la época

París es el centro cultural de Europa. Se dice,que si Alemania tiene el Imperio y Roma el sacer-docio, París, tiene el estudio.

Las matemáticas europeas han venido enrique-ciéndose con los frecuentes contactos con la cultu-ra islámica, en el frente Ibérico. Estas matemáticasinfluyen directamente en la teoría musical y en losprocedimientos empleados por los constructoresde iglesias. Son manifestaciones de un racionalismoconstructivo. Los árabes influyen, asimismo, sobrela medicina que florece en las zonas de .contacto

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entre los dos mundos culturales y en ciudades co-mo Salemo y Montpellier.

El derecho que se enseña en estas universida-des es el de J ustiniano. Se conservan los mejoresmanuscritos del Digesto y de las Pandectas, La bu-rocracia no sólo aplica el derecho de las costum-bres, sino que paulatinamente va incorporando asus procedimientos el antiguo derecho romano.Los eruditos en este derecho encuentran en susmáximas y aforismos preciosas armas para terciaren la polémica entre la Iglesia y el Imperio. Casitodos ellos se pondrán del lado del poder temporal

.y de la idearomana del justo poder del Emperador.Sostienen, intelectualmente, el absolutismo impe-rial y real. La Iglesia, por su parte, busca y forma asus propios jurisconsultos. En los primeros añosdel siglo XIV, Dante Alighieri, prototipo del hom-bre medieval culto, en un pequeño tratado, quetitula "De Monarchia", replantea la idea de la su-premacía imperial, desarrollando la idea de un im-perio universal, como requisito para conseguir lafelicidad del género humano. Dante fundamentasus postulados en una verdadera investigación filo-sófica: "Veremos primero lo que se entiende pormonarquía temporal, en el tipo y según la inten-ción. La monarquía temporal, llamada Imperio, esel Principado único, superior a todos los demáspoderes en el tiempo y a los seres y cosas que porel tiempo se miden. De aquí surgen tres cuestiones.Nos preguntamos, primero, si dicho régimen es ne-cesario para el bien del mundo. Segundo, si el pue-blo romano se atribuye legítimamente su ejercicio.Tercero, si la autoridad de la Monarquía dependeinmediatamente de Dios o de algún ministro o vica-, río de Dios"s .

En resumen, ambas potencias se nutren direc-tamente del derecho romano.

En cuanto a la Filosofía y a la Teología, confi-guran la escolástica, tipo de doctrina teológica yfílosóflca, llamada así por ser enseñada en escuelas.Su importancia histórica radica en que sus cultoresaceptan la fe cristiana que tratan de hacer inteligi-ble, armonizándola con la razón, mediante el em-pleo de la lógica aristotélica y la dialéctica. La figu-ra cumbre de la escolástica es Santo Tomás. Comofilósofo examina los problemas de la lógica, la físi-ca y la metafísica, y junto a esto, se propone pro-fundas reflexiones acerca del sentido del ser hom-bre y del ser religioso. San Anselmo de Canterbury

inicia en Inglaterra las altas especulaciones filosófi-cas, y en París, el más grande exponente de laescolástica es Abelardo, quien por la audacia de supensamiento se constituye en el centro de atrac-ción de los círculos intelectuales de su siglo. Nosólo emplea magistralmente el racionalismo y ladialéctica, sino que triunfa en la poesía amorosa,que expresa el mayor refmamiento intelectual delsiglo XII. Frente a él se levanta la figura de SanBernardo de Claraval, quien toma la defensa de lafe frente a la razón. Predica la segunda cruzada yse convierte en el peor enemigo de Abelardo, elque junto a Eloísa, en pleno Medievo, y hasta sumuertelleva una vida de románticas desventuras.Laescolástica y la mística son dos actitudes que danel tono a la vida medieval y, con ellas, se inicia lagran historia intelectual de Europa occidental.

El aporte árabe a este Renacimiento es de vitalimportancia. Los traductores árabes dan iconocera Arístóteles y la gran tradición cultural griega. Suinfluencia en los campos de la física, las matemáti-cas, la medicina y la filosofía es en verdad, extraor-dinaria.

Juegan un papel decisivo en este aporte, regio-nes como España, Sicilia y elMediodía francés, enlas que tradicionalmente se han contactado ambasculturas.

Simultáneamente, en el orden literario, se daun resurgimiento de la poesía latina, a la que, porotra parte, se imitará cuidadosamente. Los mode-los preferidos son Horacio, Virgilio y Ovidio.

En lasocíedad laica,además de la circunstanciacitada anteriormente, un hecho de gran importan-cia que ocurre es el desarrollo, entre las clases no-bles, de un sentimiento caballeresco, de gran signi-ficado en la vida social. Comprende este sentímien-1:0 una peculiar configuración del feudalismo que apartir del siglo XI, desarrolla ideales éticos y mora-les que se externanen un ceremonial cívico-religio-so imprescindible en la caballería. De este modose da un refmamiento en la nobleza, a partir de lainstitución de la caballería (militia) con la cual ter-mina por confundirse.

Estos elevados ideales éticos del caballero tie-nen que ver con un movimiento prohijado por laorden de Cluny: la paz de Dios, que excluía de laguerra a ciertas personas: eclesiásticos, campesinos,mercaderes, aldeanos, mujeres, niños, etc. y a de-

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termínados lugares, como la casa, el mercado, laIglesia, los caminos reales, etc. Esta paz de Dios essancionada luego por los reyes, como paz real. Esteideal caballeresco hace que se luche sólo contraotros nobles y contra herejes, pero que se ampare ti

los débiles,

J unto a estos ideales morales, surgen órdenesmilitares de caballería, creadas por los cru-zados, que significan la plena realización del es-píritu caballeresco. En estas órdenes se vive en co-rnún, renunciando al patrimonio individual. Lamás célebre de ellas es la de San Juan de J erusa-lérn: otras que alcanzan un alto renombre son lasde los Caballeros Templarios, de los caballerosTeutónícos, en Palestina y Alemania, que se consti-tuyen en importantes centros financieros de la é-poca. En España, la religiosidad y el misticismo dela nobleza crean las órdenes militares de Calatrava,Santiago y Alcántara, las que acumulan, en la lu-cha contra el moro, héroes y fortunas. Con el cre-cimiento de esta nobleza caballeresca surgen nue-vos ideales culturales En el norte de Europa y enEspaña aparecen los poemas épicos: la Canción deRolando, Fernán González, Mío Cid, etc. Los te-mas elegidos son la lucha de linajes, con venganzade sangre, propios de los antiguos germano s, y losconflictos planteados entre vasallos y Rey. El Re-nacimiento del siglo XII los contará entre sus máselevadas expresiones. Este movimiento literario tie-ne una gran significación en el desarrollo de la sen-sibilidad cultural de Europa.

Un segundo tipo de literatura caballerescana-ce en el sur de Francia, en la Provenza y en Aquita-nia; la poesía trovadoresca. Es una poesía lírica,:cuyo tema preferido es el amor cortés, "muy impor-tante en la vida social del siglo XII. Su origen pare-ce ser el mundo árabe. Sublima a la mujer y lasrelaciones amorosas. Sígnífíca esta literatura, en es-te momento, un franco refinamiento de la sensibi-lidad, pues no sólo el tema es lírico sino también lalengua en que se escribe, el provenzal, que llega aser la lengua de una sociedad nobiliaria que desa-rrolla formas de sociabilidad muy civilizadas. Sinembargo, el campesino aún no es personaje litera-rio y tendrá que esperar el siglo XIII para-serlo.

En cuanto al arte del siglo XIII, sus expresio-nes más importantes están en el campo arquitectó-nico. Se pasa del estilo románico al gótico. El

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estilo románico aplicado a la construcción de mo-nasterios y catedrales suponía un notable conoci-miento de los problemas mecánicos; no obstante,el gótico supone un racionalismo constructivo mu-cho mayor. La aplicación de nuevos elementos dauna mayor macicez del conjunto, así como tam-bién el uso de la bóveda tan propia de este estilo.Estos nuevos conocimientos' son aportados por ma-estros instruídos en sus propios gremios. Cooperancon ellos los pintores de vitreaux.Ios escultores,pin-tores de imágenes, etc. El gótico es un arte urbano.El Ay_untamiento tiene ahora edificio propio; apa-rece toda una construcción civil que aplica el góti-co. Ya no son los castillos feudales, sino los pala-cios urbanos,los centros de la nobleza, constituídaahora en sociedad.

La escultura y la decoración, estática y monu-mental en el período románico, cobra en-el góticouna gran humanización en el tamaño de las obras,y en la expresión se hace psicológicamente sensi-ble.

El siglo XIII representa la culminación, enmuchos aspectos del ideal cristiano de vida. "Elsiglo XIII fue el tipo de nuestra sociedad hacia elcual los hombres después de sus últimos fracasoshan vuelto la mirada ( sic) y al que después de to-dos nuestros errores y desastres modernos tenemosque recurrir otra vez hoy en día,,6. La escolásticaculmina con Alberto Magno y San Buenaventura.La literatura continúa refinándose y haciéndosemás caballeresca. El amor cortesano se difunde portoda Europa. Con el crecimiento de las ciudades yde la riqueza urbana surge también un género lite-rario ciudadano. En Francia los fabliaux constitu-yen la fonna literaria de moda. Son pequeñoscuentos rimados, irónicos, costumbristas, que re-presentan una poesía típicamente urbana, en opo-sición al género caballeresco=rural,

En la Arquitectura, el gótico se expresa engigantescas construcciones religiosas y civiles quese levantan gracias a la piedad de la gente y a lasutilidades del comercio que entra en una etapa desostenido crecimiento.

Esta centuria verá también el mayor apogeodel poder temporal de la Iglesia. Inocencia III con-seguirá imponer la doctrina enunciada siglos atrás,de la supremacía del poder espiritual sobre el tem-poral. El desarrollo del capitalismo hace: que las

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relaciones sociales entren en crisis, lo que crea enel plano político condiciones para que este papa, elmás autoritario en la historia de la Iglesia, establez-ca en el trono de San Pedro un absolutismo teocrá-tico que ninguno de sus antecesores había imagina-do. Guiándose por la doctrina de las dos espadas,elaborada por Bernardo de Claraval, se impuso atos reyes de Europa que se reconocieron sus vasa-llos. "Las dos espadas pertenecen a San Pedro. Unaestá en su mano -el poder espiritual- la otra a susórdenes -el poder temporal- tantas veces comosea necesario utilizarlo". En virtud de la doctrinaanterior el papado se da los siguientes títulos, quehablan por sí solos del concepto providencial quede su misión tiene la Iglesia: "Vicario de Cristo ysucesor del Príncipe de los Apóstoles"; "Vicario deAquel cuyo reino no tiene límites". "Representan-te de Aquela quien pertenecela tierra, todo lo queésta contiene y todos quienes la habitan"."Al su-bir a la Sede de San Pedro hemos recibido el poderde derribar, destruir, dispersar, disipar, edificar yplantar". "Hemos sido colocados entre "los prínci-pes, más aún, por encima de los príncipes, puestoque nos compete juzgarlos."?

El teocratismo papal encontrará la horma parasu zapato en las ambiciones de Federico II deHohenstauffen, emperador de Alemania y Rey deSicilia, a quien Inocencio III creyó en una oportu-nidad poder avasallar. Este emperador supera a to-dos sus antecesores en el desafío a la autoridadpapal. Lo llaman "maravilla del mundo", (stupormundi) por" sus enormes conocimientos y sus ex-travagancias. Entre los años 1220 y 1224, vive unaespecie de luna de miel con la Iglesia. Persigue a"herejes" que plantean manifestaciones de la luchade clases. Funda la Universidad de Nápoles (1224)y de Padua (1238). Su dinastía se extingue bajo losembates del papado que utiliza como sus epígonosa los reyes de Holanda y Francia. Federico 11, Bar-barroja, es el primer gobernante medieval que nolo es propiamente, sino más bien renacentista. Apesar de tener que enfrentarse a semejantes adver-sarios, se caracteriza por su tolerancia, especial-mente con los musulmanes. Promueve la QuintaCruzada, que termina con un tratado de paz. Esescritor de cierta importancia y como tal se preo-ocupa de la medicina, la astrología y la alquimia.

Dentro de la misma Iglesia, sugen, como reac-ción a este pretensión teocrática, movimientos que

terminan en herejías: valdenses, cátaros, albígenseso Todos persiguen la pobreza evangélica, consi-derando toda propiedad coI]1oun mal y condenan-do a casi todas las instituciones sociales. Reciben lavieja tradición persa del dualismo entre el bien y elmal a través de los musulmanes.

Así, un gran movimiento de protesta es el deSan Francisco de Asís, quien con su negación de lapropiedad y su idea de la mendicidad ejerce unenorme atractivo sobre el mundo italiano, que es-pera el fin de la lucha entre Iglesia e Imperio.

La poesía de San Francisco es naturalista porel lirismo con que el Santo la ve. El Giotto, que re-presenta la vida del Santo en la Basílica de Asis, lopresenta como el primer renacentista italiano. Sinembargo la pretensión más sentida de San Francis-co, la pobreza absoluta, fracasa y la orden aceptala propiedad común.

Las órdenes de los franciscanos y dominicos,restablecen la unidad de la Iglesia. Derrotan doctri-nariamente a los herejes y sirven, a la manera depuentes, para restablecer el contacto entre Iglesia ypueblo. Es interesante señalar que de la coyunturapresentada por esta lucha surge una filosofía de lahistoria. Desde el siglo V d.c., había dominado lahistoriografía europea la concepción agustiniana,que básicamente sostiene que la historia es un pro-ceso, es decir un desarrollo que sigue ciertas instan-cias, ciertos momentos determinados y que tienenunidad por haberse generado en Adán y Eva. Estaunidad lograda por la intervención de Dios no co-noce diferencias humanas de ninguna especie. Bár-baros y civilizados participan de una unidad indivi-sa, ambos son partes que devienen de Dios. Estaidea la toma San Agustín de los profetas judíos.Dios dirige la historia por una providencia. Así, lahistoria es proceso y providencia. El proceso tomaforma en la activa lucha entre las dos ciudades: ladel bien y la del mal, que se patentiza en todo serhumano, sin importar para nada su condición. Esteproceso termina, más allá de lo cual viene el desti-no eterno, es decir, el Reino de Dios. La historia,así considerada, es finita. Esta estructura filosóficaserá la base del trabajo historiográfico de la EdadMedia. Será preparado por los "cronógrafo s" , quie-nes son los encargados de hacer concordar la cro-nología greco-romana con la bíblica. Entre estoseruditos cabe mencionar a Eusebio de Cesárea y aSan J ernónimo, quienes forman la trama temporalde la historia universal.

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En el siglo XII, Joaquín de Flora, Abad cala-brés de un monasterio cisterciense, se atreve a en-tregar otra visión de la historia, distinta a la de SanAgustín: sostiene que existen tres grandes perío-dos en la historia de la Humanidad que se confun-den con la trinidad de Dios; la primera, Dios Padrey el Antiguo Testamento; la segunda, la del Hijo, yla tercera etapa correspondería al Espíritu Santo,con el reinado del amor. La mayor diferencia entreesta concepción de la historia y la de San Agustínreside en que para el monje calabrés, la tercer eta-pa está por venir y se cumplirá en la tierra y no enel más allá. Esta idea lleva a muchos monjes a a-nunciar el advenimiento de esta época feliz, de pazy armonía general, para 1260.

La resolución de los problemas humanos aquí,en este reino terrenal, idea central de esta filosofíade la historia, ha ejercido fuerte atracción sobrepensadores modernos y contemporáneos: Lona-vitch, en su obra Significado de la Historia, con-sidera que esta tercera etapa podría darse con elmarxismo.

La historia cultural del siglo XIII culmina ytermina a la vez con el Dante, muerto en 1321.

Confluyen, en este hombre extraordinario, el últi-mo medieval y el primer renacentista, grandes lí-neas culturales: la poesía, la historia, la filosofía yla política.

Como poeta es el más inspirado y delicadocortesano. Como político, "escribe el tratado men-cionado ya en este artículo, "De Monarchia", en elcual establece su concepción acerca del imperio.Expulsado de Florencia por su condición de gibeli-no, es desterrado a Flandes, pasando a ser el pri-mer apologista imperial. Según Dante, en la reali-dad se dan dos cabezas bien visibles: el Papadoen el orden espiritual y el Imperio en el ordenético-filosófico-político. El bien de la Humanidadexige y necesita una cabeza superior que establezcala unidad. Esta es el emperador. Creyó CJ..uesu con-temporáneo, Enrique VII lograría este ideal, peroéste fracasó en el intento y no pudo vedo realiza-do.

El aspecto que en él más interesa es su visióndel mundo histórico y natural, tan magistralmentetrazada en la "Divina Comedia". Representa la C05-

mología medieval y por tanto, constituye un ricomaterial histórico de esa época.

NOTAS BIBLlOGRAFICAS.

1. El juramento de Estarsburgo, prestado mutuamentepor Luis el Germánico y Carlos el Calvo, hijos deLuis el Piadoso y nietos de Carlomagno, puede serconsiderado el primer tratado' internacional de la E·dad Media: "Por el ¡Lmor de Dios y por el pueblocristiano y por nuestra común salvación a partir dehoy, en la medida en que Dios me dé saber y poder,auxiliaré a este mi hermano Carlos por mi propiaayuda y en toda cosa, en la que cada uno debe auxi-liar a su hermano, conforme a derecho, con la condi-ción de que él por su parte haga lo mismo conmigoy no tendré jamás con Lotario ninguna asamblea

que, por mi voluntad, puede ser perjudicial a mi her-mano Carlos, aquí presente". Cuando Luis hubo ter-minado, Carlos repitió la misma fórmula en lenguatudesca, (Tomado de Antologia de la Edad Media deRose Marie Karpinsky de Murillo, Ediciones de laUniversidad de Costa Rica. 1969.)

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2. Henri Pirenne, Historia de Europa, desde las Invasio-nes al siglo XVI, Fondo de Cultura Económica, Mé-xico, 1975, pág. 125.

3. Gregorio VII o San Hildebrando, nació en So ano,Toscana hacia 1015 d.c, Papa desde 1073 a 1085.d.c,

4. jacques Le Goff, La Baja Edad Media. Historia Uni-versal Siglo XXI, Edit. Siglo XXI, España, 1972, pág.137.

5. Dante Alighieri, De la Monarquía .Edt. Losada. S.A.Buenos Aires, 1966, pág. 36.

6. Rodolfo Puiggrós, El Feudalismo Medieval, CentroEditor de América Latina, Buenos Aires, 1972, pág.82, citando a Hileire Belloc.

7. Op. Cit., pág. 126.

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BIBLlOGRAFlA

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Le Goff, Jacques: La Edad Media, Traducción de LourdesOrtiz, Edit. Siglo XXI, México-España, 1972.

Hauser Arnold: Historia Social de la literatura y del Arte.Edit. Guadarrama,13 edic, 1976.

Pirenne, Henri: Historia de Europa, desde las invasiones

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