Iglesia y Sociedad

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27 de julio al 2 de agosto de 2015 Contenido IGLESIA....................................................2 CARTA AL PERÚ: ¡El Perú es un regalo de Dios con gran futuro!................................................. 2 Santiago Paz Ojeda*: Ser un joven cristiano en el mundo de hoy..................................................... 3 Augusto Álvarez Rodrich: Política y religión............4 SOCIEDAD Y POLITICA......................................5 Rumbos del país........................................... 5 Gonzalo Portocarrero: Perú 194. La transformación social del país................................................ 5 Martín Tanaka: Provocaciones patrióticas................6 Rosa María Palacios: Las dos elecciones de Luis Iberico. 7 Raúl Wiener: Los conversos..............................9 Rumbos del gobierno....................................... 9 Augusto Álvarez Rodrich: Sí hay quinto malo............10 Alberto Adrianzén: Del ollantismo al neoodriísmo.......11 Sinesio López: Lo que viene............................12 Gustavo Gorriti: El tramo final........................13 Panorama electoral....................................... 15 Raúl Wiener: Cambio versus continuismo, ¿nada más?.....15 Gustavo Guerra García: La izquierda....................16 Sergio Tejada: "Busco la unidad de todo el pueblo".....17 Steven Levitsky: Los Huérfanos Electorales.............19

Transcript of Iglesia y Sociedad

27 de julio al 2 de agosto de 2015

Contenido

IGLESIA.............................................................................................................................2CARTA AL PERÚ: ¡El Perú es un regalo de Dios con gran futuro!..............................2Santiago Paz Ojeda*: Ser un joven cristiano en el mundo de hoy.................................3Augusto Álvarez Rodrich: Política y religión.................................................................4

SOCIEDAD Y POLITICA...........................................................................................5Rumbos del país..................................................................................................................5

Gonzalo Portocarrero: Perú 194. La transformación social del país...............................5Martín Tanaka: Provocaciones patrióticas......................................................................6Rosa María Palacios: Las dos elecciones de Luis Iberico..............................................7Raúl Wiener: Los conversos...........................................................................................9

Rumbos del gobierno..........................................................................................................9Augusto Álvarez Rodrich: Sí hay quinto malo.............................................................10Alberto Adrianzén: Del ollantismo al neoodriísmo......................................................11Sinesio López: Lo que viene.........................................................................................12Gustavo Gorriti: El tramo final.....................................................................................13

Panorama electoral............................................................................................................15Raúl Wiener: Cambio versus continuismo, ¿nada más?...............................................15Gustavo Guerra García: La izquierda...........................................................................16Sergio Tejada: "Busco la unidad de todo el pueblo".....................................................17Steven Levitsky: Los Huérfanos Electorales................................................................19

POBREZA Y DESARROLLO..................................................................................21Santiago Pedraglio: Salario mínimo vital: Un ‘populismo’ indispensable...................21Paul Krugman: La pandilla del MIT.............................................................................22

VERDAD Y RECONCILIACIÓN..........................................................................23Eduardo Dargent: Dos museos......................................................................................24Aprueban lista N°17 de Beneficiarios del Programa de Reparaciones Económicas....25

IGLESIA

facebook.com/notes/conferencia-episcopal-peruana/el-per%C3%BA-es-un-regalo-de-dios-con-gran-futuro/979609795436518el lunes 27 de julio de 2015 

CARTA AL PERÚ: ¡El Perú es un regalo de Dios con gran futuro!

En este 194° aniversario del nacimiento de nuestra República nos dirigimos a todos los peruanos con un mensaje de esperanza que supere las diferencias de todo orden, asuma nuestro pasado glorioso, resalte aquellos elementos presentes en nuestra realidad y encamine a la construcción de un Perú más justo, fraterno y solidario. 1. ¡El Perú es un regalo de Dios con gran futuro! En la Costa, Sierra y Selva reconocemos la naturaleza como un espléndido libro en el que Dios nos habla de su hermosura, riqueza y bondad. Quienes admiramos nuestra tierra podemos elevar el pensamiento hacia Dios, autor de tanta generosidad. Como afirma el Papa Francisco: «El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza» (Laudato si’ 12). 2. Para el Perú se abre un futuro prometedor que lamentablemente se empaña por falta de consenso y unidad, porque si quedan de lado los auténticos y reales intereses de la nación, proyectaremos una imagen ética y moral negativa. En este contexto, podemos preguntarnos ¿qué sucede con la clase política que deja tanta insatisfacción en la comunidad peruana? Se debe gobernar con humildad y amor al pueblo, ya que la política es una de las formas más altas de caridad al servicio del bien común. 3. Valoremos que en la vida misma del hombre está la raíz de toda esperanza. Para todo peruano, dicha esperanza debe fundarse en la lucha diaria, en el trabajo, en el ingenio, en la honradez, en la solidaridad, en la cordialidad, en la fe y en el amor fraterno. 4. La celebración de las Fiestas Patrias es una oportunidad para renovar nuestro amor a la tierra que nos vio nacer. Es un tiempo muy adecuado para unirnos, identificarnos y abrir múltiples posibilidades de mutua colaboración, superando cualquier tipo de dificultades. Nos hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo y que vale la pena ser responsables, honestos, justos, generosos y buenos. 5. Hoy los nuevos retos son numerosos. Las nuevas formas de pensamiento, el desarrollo tecnológico, la seguridad ciudadana, la conciencia ecológica nos invitan a abrir nuestra mente y nuestro corazón para asumir estas nuevas realidades, teniendo como centro y fin la persona humana, que debe ser protegida, respetada, valorada y promovida por la sociedad. 6. Saludamos a la familia peruana, célula fundamental de nuestra patria y referente permanente de los valores que alberga nuestro país, cuya realidad debe ser promovida y protegida siempre por el Estado. En este sentido, nuestra sociedad debe ser fruto de los valores que hemos recibido en nuestra familia como don precioso de Dios; valores que hemos de conservar y promover no sólo con acciones individuales sino también en la propia experiencia social. La fe nos hace prójimos, nos hace próximos a la vida de los

demás y constituye a los peruanos en mejores personas, mejores ciudadanos y hombres de bien. 7. En estas Fiestas Patrias, cantemos con convicción una vez más nuestro himno «Somos libres, seamoslo siempre». Pero caigamos en la cuenta de que es nuestro deber erradicar los grandes enemigos de la libertad: la violencia, la corrupción, la pobreza, la desigualdad social y la ignorancia, entre otros. El don de la libertad es un gran regalo de Dios que, iluminada por la fe y por la Palabra divina, nos ayuda a vivir de manera consciente, responsable y solidaria. Felices Fiestas Patrias Consejo PermanenteConferencia Episcopal Peruana

Larepublica.pe, 30 de Julio de 2015. Iniciativa Eclesial 50° VAT II. La periferia es el centro

Santiago Paz Ojeda*: Ser un joven cristiano en el mundo de hoy

En pleno siglo XXI y en medio de grandes transformaciones tanto tecnológicas como sociales, el papel de las “nuevas” generaciones cristianas debe ser evaluado. La relativización de las cosas, el apego a lo material y la cultura del desecho son algunas de las características del mundo de hoy, las cuales ciertamente deben ser combatidas. Para ello se requiere de un compromiso de nuestra parte (todos, jóvenes y adultos) y una auténtica preocupación por el entorno; sin embargo, encontrar un equilibrio entre nuestra consciencia social -guiada por la fe y la vida cotidiana- no es un camino fácil. El contexto se presenta de manera especialmente desafiante para los jóvenes, a quienes les cuesta encontrar referentes y muchos viven preocupados más por ellos mismos que por su entorno. Ante esta situación, la respuesta de la Iglesia no se hace esperar y nos plantea el desafío de ser propulsores de un cambio.El Papa Francisco en su última gira por Sudamérica mencionó: "Necesitamos jóvenes con esperanza y fuertes de espíritu, no jóvenes debiluchos, que ni sí ni no. No queremos jóvenes que se cansen rápido, y que estén con cara de aburridos". Con su mensaje directo busca llegar a nuestros corazones y nos invita a ser los responsables de una mejora en nuestro país. Para ello no podemos quedarnos callados, más bien el Papa nos propone “hacer lío, pero organizarlo bien”. Un primer paso fundamental es la reflexión sobre nuestro entorno, la concientización del lugar donde vivimos y especialmente, el caer en la cuenta de los problemas que enfrentamos. Lamentablemente no son muchos los jóvenes realmente conscientes de esta situación.Dada la manera como se presenta nuestra realidad, no podemos quedarnos tranquilos ante tantas cifras desalentadoras: millones de personas mueren al año porque contaminamos el ambiente, otros niños mueren en las alturas del Perú por el frío y nulas medidas de precaución (a pesar de la recurrencia); al mismo tiempo, algo más lejos, millones de

personas son desplazados de sus países por motivos de violencia y muchos se vuelven refugiados.Seguramente esta lista puede continuar y cada quien encontrará aquellos hechos concretos que suscitan emociones en nosotros (hagamos el ejercicio de recordarlos) y a partir de allí caer en la cuenta que negarlos o ser indiferentes ante ellos, no es una respuesta cristiana. Lo que se requiere más bien son actitudes proactivas, probablemente de enojo, pero acompañadas principalmente de propuestas que permitan la construcción de un país más justo.Las transiciones entre generaciones no dejan de ser accidentadas y siempre se van a presentar, pero estos choques deben ser bien aprovechados para generar cambios positivos y no quedarnos anclados en recuerdos y temores del pasado. Podemos mirar atrás para reconocer aquellos sentimientos, tensiones y molestias que tenemos; por otro lado mantener también una mirada en el futuro con una visión coherente de lo que queremos llegar a ser.No obstante es fundamental vivir el día a día plenamente y con pequeños detalles, contagiar la energía y la pasión en el trabajo que requiere el mundo de hoy. Como jóvenes, conversando uno a uno con otras personas, seremos capaces de generar un cambio mayor. Empecemos desde abajo, empecemos los jóvenes: el amor debe ser más grande al temor. * Estudiante de la Universidad del Pacífico. Segundo lugar en el Concurso de Ensayos “Tendiendo Puentes 2015”

La República, el viernes 31 de julio de 2015

Augusto Álvarez Rodrich: Política y religiónMientras más separadas caminen, mucho mejor será

Hizo bien el presidente Ollanta Humala en participar ayer en la ceremonia de acción de gracias por el Perú organizada por las Iglesias Cristianas Evangélicas, pues, aunque el Estado peruano sea laico -aunque con frecuencia no lo parezca- es conveniente que este proyecte una imagen menos comprometida con un solo credo, el de la Iglesia Católica.Dicha ceremonia se estableció durante la segunda presidencia de Alan García, en el año 2006, seguramente, con el objetivo de compensar el gran peso político y mediático que consigue el tradicional Te Deum.Este es la ceremonia religiosa en la que, cada 28 de julio, antes de ir al Congreso, el presidente asiste a la Catedral de Lima para la celebración de la misa y Te Deum que encabeza el arzobispo de Lima, que a la sazón es el cardenal Juan Luis Cipriani.Acá pueden surgir dos problemas. Uno es que, si se supone que el Estado peruano es laico, pues debiera proyectar señales claras en esa dirección y, en ese sentido, debiera retirar el Te Deum de las actividades tradicionales de fiestas patrias, a pesar de que no debe dejar de reconocerse que la mayoría de peruanos profesa la religión católica.El segundo problema es menos estructural y más concreto, pues tiene que ver con el estilo personal del cardenal Cipriani, quien en varias oportunidades ha utilizado la homilía de fiestas patrias confundiendo el púlpito religioso con la tribuna política, lo cual no está bien y termina perjudicando a la propia iglesia católica.

Una manera de compensar la situación de privilegio de la religión católica en el ritual político de fiestas patrias es la presencia del presidente de la república en la ceremonia de Acción de Gracias por el Perú de las Iglesias Cristianas Evangélicas.Curiosamente, Humala recién decidió participar en dicha ceremonia este año, el último en el que ejercerá la presidencia durante las fiestas patrias. Es positivo que lo haga aunque es bastante tarde. Y en este contexto de las relaciones entre la política y la religión -que lo mejor es que anden los más separadas que sea posible, cada una por su lado-, es interesante el anuncio hecho ayer por el ministro de Justicia Gustavo Adrianzén de que en las próximas semanas se aprobará la modificatoria al reglamento de la Ley de Libertad Religiosa (Ley 29635), en el marco del objetivo de fijar una vocación plural del Estado con todas las confesiones religiosas.Habrá que revisarlo con cuidado, pero es importante que sea claro que se debe promover el fortalecimiento de la libertad religiosa en el Perú, así como la importancia de establecer protocolos que organicen la relación del Estado con las diferentes confesiones religiosas.

SOCIEDAD Y POLITICA

Rumbos del país

El Comercio, el martes 28 de julio de 2015

Gonzalo Portocarrero: Perú 194. La transformación social del país

Cuando San Martín proclama la independencia, vivían en el Perú poco más que un millón de habitantes, 50.000 de ellos en Lima. Por ese entonces, la sociedad peruana era mayoritariamente rural, indígena y andina. La independencia fue sobre todo una guerra civil. Mientras que las tropas realistas estuvieron compuestas, en su mayoría, por indígenas peruanos, los patriotas estaban conformados por criollos y mestizos de todas partes de la América del Sur. Al advenir la independencia, la sociedad peruana es diversa y heterogénea. Su unidad es sobre todo religiosa y política. Hay una extensa red de parroquias y de autoridades políticas. El triunfo de la república no impide que las jerarquías coloniales continúen reproduciéndose. El Perú es un "país sin ciudadanos" como dijo Alberto Flores Galindo. Una sociedad fragmentada, sin una identidad colectiva. Es una realidad incierta, pues se funda en el desequilibrio que se origina de la incompatibilidad entre la nueva Constitución republicana y la vigencia de las jerarquías coloniales. Hacia 1850, cuando se apacigua la lucha entre caudillos, y se logra una relativa estabilización política, se hace evidente la necesidad de imaginar una sociedad nacional, una colectividad donde las relaciones entre sus miembros estén marcadas por las

semejanzas y la solidaridad, más que por las diferencias y la suspicacia. La urgencia por decir nosotros comienza a dejarse sentir a medida que se hace evidente que la vigencia de la ley y la estabilidad del orden social dependen de la creación de un sentimiento de comunidad que comprometa a todos los nacidos en el territorio del Perú. Surge entonces, desde la escritura de Ricardo Palma, la propuesta liberal criolla. Referirse a las diferencias raciales se convierte en un tema tabú, pues se postula que el mestizaje es la realidad y la vocación de la sociedad peruana. Y habría que mirar hacia Europa para identificar nuestro futuro. Se trata de construir un "nosotros los peruanos" como ciudadanos fraternos de una sociedad occidental y cristiana. Palma logró aglutinar, y dar consistencia, a muchos de los elementos comunes del pueblo de Lima. Esta exaltación de lo común significó un compromiso que relegó las diferencias y las jerarquías al campo de lo que no debe mencionarse. De allí que la famosa frase "quien no tiene de inga tiene de mandinga", aunque no fue elaborada por Palma, sí condensa su propuesta para el Perú: todos somos los mismo mestizos acriollados que miramos a Europa y damos la espalda a los Andes. La propuesta criolla fue recusada por el radicalismo de Manuel González Prada. En su famoso Discurso del Politeama, en 1888, advirtió que el verdadero Perú está conformado por los indígenas que viven allende la cordillera. Una nación verdadera solo podría constituirse a partir de la participación creativa del mundo indígena. No es que González Prada detallara una alternativa al proyecto criollo. Lo importante es su revaloración de lo indígena.Se funda así una perspectiva diferente desde donde imaginar al Perú. El futuro no tendría que significar la asimilación de lo indígena a lo criollo. De la afirmación de esta posibilidad se nutre el indigenismo de Luis Valcárcel, José Carlos Mariátegui y José María Arguedas. Pese a las resistencias el proyecto criollo continúa funcionando y se reelabora gracias a autores como Víctor Andrés Belaunde y, más recientemente, Mario Vargas Llosa. Hoy el Perú cuenta con 30 millones de habitantes. La mayoría son descendientes del mundo indígena; ahora viven en las ciudades. Han preservado muchos de los valores y creencias tradicionales. Desde este nuevo mundo social comienzan a surgir diversas propuestas sobre el futuro del Perú. En todas ellas se reivindica la continuidad de lo indígena/andino. No se puede ignorar la fuerza de este deseo de manera que los peruanos tenemos que asumir nuestra diversidad y dejar atrás la perspectiva de una sociedad homogénea, aunque muchos se resistan a dar este paso. El hecho es que no somos aún una nación y que nunca como hoy ha sido más urgente la necesidad de serlo. No compartimos una visión de futuro. Y esta carencia impide la identificación con la colectividad que está en la base del respeto de la ley y la autoridad. Problemas no faltan, pero los problemas son la sal de la vida. Son las tareas que nos dan sentido y dirección. Y hay que cumplirlas sin dejarse aplastar por lo inmenso que puedan parecer. A cada uno le toca lo suyo.

La República, el domingo 2 de agosto de 2015

Martín Tanaka: Provocaciones patrióticasEn estas fechas suelen proliferar ciertos tópicos o lugares comunes según los cuales el Perú tendría problemas "de origen" porque empezamos la vida republicana heredando una

sociedad dividida, excluyente, por lo que la independencia no habría interesado a las elites criollas limeñas, por lo que nuestra libertad habría sido impuesta por fuerzas militares extranjeras. Así, desde entonces arrastraríamos problemas de serias divisiones entre la élite criolla y la mayoría indígena, que se expresarían hasta hoy en la persistencia del racismo y en la no existencia de una nación: no habría nada que unifique a todos los peruanos.Creo que es muy cuestionable la base central de ese discurso, que entiende a la nación como una comunidad homogénea y unida, que debe existir desde el inicio de la vida de los Estados, y que constituiría algo así como su "alma". En realidad, las naciones son narrativas desarrolladas por los Estados para crear una unidad donde existe diversidad, y lo que hay son narrativas más o menos exitosas, como ha insistido Hugo Neira en varios libros recientes. Ciertamente el discurso nacional criollo que apela a la unidad detrás de las banderas del mestizaje no es el más convincente. También es útil mirar más allá de nuestras fronteras. Veríamos entonces que la nación es siempre un proceso inacabado.Así, veríamos que en toda América se discute la ambigüedad de las elites criollas respecto de la conveniencia de la independencia (incluyendo Argentina, por ejemplo). Entenderíamos que en su momento no era evidente la conveniencia de una ruptura total con el orden colonial; pensemos por ejemplo en Brasil, en donde un orden monárquico de origen colonial se extendió hasta 1889, lo que le permitió una transición más ordenada y evitar lo que el historiador argentino Tulio Halperín llamó "el largo hiato", el periodo de guerras civiles, inestabilidad y desórdenes institucionales que se dieron en el conjunto de América desde las guerras independentistas, que recién se resuelve hacia la década de 1870. Desde entonces, en todos nuestros países se establecieron órdenes oligárquicos fuertemente excluyentes (también en Chile, por ejemplo), en los que se combinaron concepciones racistas y discriminadoras, de allí que en el siglo XX se diera en toda la región el populismo como práctica política, con precisamente la promesa de la integración de los excluidos. Nuestro problema es que esa integración se dio tardía y desordenadamente con el velasquismo, mucho después que en otros países.Finalmente, deberíamos repensar nuestro ideal de nación: no aspirar a la homogeneidad, sino igualarnos en el respeto y valoración de nuestras diferencias. El ideal de un Perú de "todas las sangres" al que aspiraba Arguedas es quizá lo que más se acerque a esta idea. En otros países, la búsqueda de la unidad entre lo diverso ha llevado a apelar a la noción de patria antes que de nación. Quizá deberíamos en el futuro aspirar a ser más patriotas antes que nacionalistas.

rosamariapalacios.pe, el domingo 26 de julio de 2015

Rosa María Palacios: Las dos elecciones de Luis Iberico

Cubrir las elecciones de la Mesa Directiva del Congreso debería ser un acto obligatorio para un periodista que cubre política. Habrán notado que este espacio no se ha ocupado del asunto, hasta hoy. Hay dos razones.La primera, para el público en general los pugilatos derivados de intereses personales entre una institución tan profundamente desprestigiada como del Congreso son un asunto intrascendente. Es una pena, pero es cierto. La segunda, se deriva de la crisis de los partidos

políticos. No se han enfrentado corrientes doctrinarias, ideológicas o siquiera programáticas. Se han enfrentado congresistas, casi a título personal, respaldados por bancadas que son, como se dijo de un viejo partido hace muchos años, "federaciones de independientes" por no decir oportunistas.¿Cuál es el debate de fondo en esta elección a la Presidencia de Congreso? Salvo la desacreditación del contrincante por haber conocido a Orellana, hoy procesado como cabecilla de una organización criminal, ninguno.El oficialismo no ha presentado siquiera candidato. La desmoralización es enorme. Se barajaron nombres (Otárola podía repetir el plato y me lo dieron como fijo) pero nadie quiso aceptar el encargo de hacer campaña para luego ser el perdedor a pocos meses de las elecciones generales. Las encuestas en los suelos, un Presidente que en muchos sentidos ha desilusionado a su bancada ( a los que se fueron y a los que se quedaron), un ex Presidente del Congreso como Daniel Abugattás que cree los precandidatos de su propio partido son como Pinocho o Cantinflas, en fin. Ni siquiera quisieron dar la pelea y apoyaron a Vicente Zevallos de Solidaridad Nacional, por descarte.Sería una noticia de gran relevancia que la oposición le quitará la Mesa Directiva al oficialismo. Pero si ya le censuró un gabinete, estaba clarísimo que el gobierno de Ollanta Humala había perdido la mayoría parlamentaria con la que llegó al gobierno. De la misma forma que le ocurrió a Alejandro Toledo, la buena noticia es que esto sucede a 12 meses de dejar el poder y con una elección nacional ad portas, lo que garantizaría una transmisión de mando democrática por cuarta vez consecutiva, haciendo del siglo XXI un ejemplo record para los pobres estándares democráticos históricos del Perú.Ibérico ha ganado el voto de sus pares pero tiene un desafió más grande que afrontar y este tiene que ver con las aspiraciones presidenciales de César Acuña, Presidente de su Partido Alianza para el Progreso. ¿Cómo así el joven periodista, luchador por la libertad de expresión, ante el expolio a Baruch Ivcher en los noventa, termina negociando el voto de los 35 fujimoristas -la mitad de su votación- para ganar la elección? ¿Cómo el militante del FIM que fue clave en la obtención y difusión del video Kuori - Montesinos que se trajo abajo el régimen fujimorista puede pactar con ellos una Presidencia? Esa explicación no la necesitaba para ganar el voto de sus pares, pero sí la necesitaba para justificar su conducta, y por ende -como militante orgánico de APP- la de Acuña en las próximas elecciones.Luis Ibérico careció de una "narrativa" (la palabra de moda entre los marketeros políticos) de cara al público. Si este se presentaba con una agenda mínima legislativa que necesita de altísimas votaciones hubiera podido justificar esta negociación. Porque es muy diferente decir que "el fujimorismo de hoy ha cambiado" cuando su líder indiscutible sigue purgando condena en prisión y su partido tiene como agenda casi única -de llegar al poder- sacarlo de la cárcel con un indulto presidencial; que decir que el Perú no puede seguir sin Defensor del Pueblo y se necesitan 84 votos para nombrarlo, o que la reforma de la Ley de Partidos Políticos (democracia interna y financiamiento) se debe aprobar por Ley Orgánica y se necesita el voto de la mitad mas uno del número legal de miembros.Es decir, si Luis Iberico justificaba un acercamiento táctico al fujimorismo, no sólo para darle a la oposición la Mesa Directiva -como si esta fuera un botín de privilegios personales- sino para poner en marcha una agenda/programa mínimo que requería de mayorías calificadas, otra hubiera sido la recepción del público a su arrejuntamiento, temporal o solo Dios sabe si estratégico para las elecciones 2016 con César Acuña

apoyando a Keiko Fujimori para terminar de liquidar al Apra en el "sólido norte". ¿No la vieron compañeros que votaron por Ibérico? Pues miren bien a quién han encumbrado.

Diario UNO, el lunes 27 de julio de 2015

Raúl Wiener: Los conversos

La política peruana registrará el día 26 de julio de 2015, no solo porque le quitaron la mesa directiva al oficialismo, que empezó con 47 congresistas y pronto tendrá menos de 30, sino porque esta fecha simbolizará de aquí en adelante el momento del pase con todo su equipaje al fujimorismo de dos políticos que pretendieron ser de derecha y a la vez enemigos de la corrupción de los 90.Iberico, radical universitario, pro Ivcher cuando la pelea con Fujimori y Montesinos, pro Acuña-PPK en el 2011, preside ahora el Congreso, y su caso pudiera fácilmente calificarse como el del oportunista que se acomoda donde está el dinero y el poder. Pero ahora se pasó de la raya convirtiéndose desde el hombre del video Kouri-Montesinos, que precipitó la crisis final de la dictadura, en el que ha puesto a los herederos del régimen más corrupto de la historia a un paso de su regreso al poder.Su justificación es que se trata de una alianza política. Pero para los fujimoristas puede efectivamente ser, al tomar indirectamente el Congreso, y avanzar a la completa naturalización de que el régimen que los peruanos echaron con su lucha sea ahora el favorito mirando el 2016. Iberico ha borrado con los codos su papel del año 2000. De aquí en adelante, toda la historia de Olivera, Iberico y los videos se ha desvalorizado, cuando menos en el papel de sus actores principales, que han quedado mucho más como amantes del poder, que como capaces de mantener una línea de principios a lo largo del tiempo.Pero, no por casualidad, en el mismo día en que Iberico eliminaba su único antecedente que valía la pena, su partner Fernando Rospigliosi alimentaba el fuego de la nueva correlación, reclamando contra la "guerra sucia", que vienen sufriendo dos personajes y que son lo únicos a los que le cae con palo por no poder explicar cómo financian su alto nivel de vida. Después de la historia de las carteras y los chocolates Govinda, parece realmente un temeridad meterse con la economía de Keiko y el fujimorismo.¿De dónde sale la masiva campaña de pintas en los pueblos de provincias y las carreteras, o el dinero que solventa los mítines y viajes de la dirigencia? ¿No es acaso legítimo preguntarse sobre esto? Pero Rospigliosi que hace algunas semanas había anunciado que le había ofrecido asesoría en seguridad a la hija de su papá, ha saltado rápido a justificar el poder económico y el nivel de vida de la gordita, aunque no exista respuesta posible para alguien que no ha trabajado en su vida.Rospigliosi es más flexible que Iberico, que ya lo es bastante. La ventaja es que lo hace con cara de malo, de permanente molestia, y con eso oscurece sus volteretas. En los 90 fue un investigador de los servicios secretos, pero luego la barajó para decir que Keiko y Montesinos eran totalmente opuestos.

Rumbos del gobierno

La República, el miércoles 29 de julio de 2015

Augusto Álvarez Rodrich: Sí hay quinto malo

El quinto y último mensaje ante el Congreso del presidente Ollanta Humala fue un discurso desangelado que constituyó una síntesis bastante correcta de los logros y carencias de este gobierno.Un elemento positivo del mensaje, que ojalá sea el adelanto de la actitud que el gobierno tendrá en su último año, fue que se dejó de lado el tono confrontacional que suele caracterizar las intervenciones del presidente. Lo necesita a gritos.Pero este mensaje presidencial, a un año de terminar el mandato, fue, en esencia, una larga lista de lavandería sobre los progresos del gobierno principalmente en el terreno social, entre los que destacan los logros conseguidos en salud y, especialmente en educación, en donde se está avanzando en una siembra que, de ser continuada y mejorada por la próxima presidencia, puede significar un vuelco muy positivo en una de las áreas más abandonadas en las últimas décadas en el Perú.Asimismo, hay logros en reducción de pobreza así como un conjunto de obras de infraestructura como en la ampliación y mejora de la red vial, que son valiosas.Pero como toda lista de lavandería, hay el problema de lo que se incluye en ella y de lo que finalmente queda fuera, lo cual da lugar a vacíos en los que se debió ofrecer una explicación más profunda por constituir asuntos de alta preocupación popular como, sin duda, es la creciente inseguridad ciudadana, entre varios otros.Como consecuencia, es fácil criticar el discurso pues siempre habrá asuntos que no fueron tratados o que sí lo fueron pero muy a la ligera.Y ahí radica el problema principal del discurso presidencial de ayer pero, más allá de eso, en general, de la presidencia de Ollanta Humala.Este es, además del reconocimiento oportuno de lo que no está caminando como debiera, la incapacidad de articular políticamente lo que el gobierno sí está haciendo.A esta presidencia de Humala le faltó -se habla en pasado pues, por el mensaje de ayer, es difícil prever un cambio- la capacidad de construir un discurso estimulante sobre el futuro que ilusione a los peruanos, proyecte confianza, e invite a una apuesta social por el mismo.Como ello no ocurre, la mayoría se queda con las carencias y deficiencias del gobierno, y olvida sus aspectos positivos que también los hay.El de ayer fue un mensaje desangelado, para un gobierno que en realidad es así, sin estrategia política ni la capacidad de comunicar lo que hace y no hace, una de cuyas expresiones es su dificultad creciente para conectar con la gente.Por ello, es probable que el mensaje de ayer haya sido, en fondo y en forma, un resumen de lo que fue la presidencia de Ollanta Humala.

La República, el jueves 30 de julio de 2015

Alberto Adrianzén: Del ollantismo al neoodriísmo

El presidente Valentín Paniagua solía decir que para gobernar un país era necesario tener ideas. Quien no las tiene difícilmente puede gobernar bien. Luego de escuchar el último discurso del presidente Ollanta Humala este 28 de julio -porque el que sigue, como es costumbre, solo será uno simple, escueto, una despedida formal- ello queda totalmente confirmado.Sin embargo, en honor a la verdad, también se podría decir que el presidente Humala las tuvo en un principio, pero que rápidamente abandonó esas ideas por otras, más bien, de talante neoliberal. El problema, por lo tanto, no es discutir si tiene o no tiene ideas sino más bien por qué las actuales no han funcionado si vemos las tasas de aprobación tanto de él, de sus ministros, de su gobierno y de la Primera Dama, Nadine Heredia, como también los conflictos sociales que crecen y el aumento de las demandas populares.En realidad, ninguno de los dos últimos presidentes (Toledo y García) terminó bien su gobierno. Toledo, luego de su mandato, se tuvo que contentar con obtener cuatro parlamentarios. Algo similar sucedió con García. Además, ambos partidos (Perú Posible y el Apra) no presentaron candidatos presidenciales luego de sus respectivos gobiernos. A ello se suma que lo más probable, en verdad es casi un hecho, es que ni García ni Toledo pasen a una segunda vuelta en las próximas elecciones presidenciales. En este contexto no veo por qué al nacionalismo de Ollanta Humala y Nadine Heredia les podría ocurrir algo distinto. El problema, por lo tanto, es otro: por qué las ideas, el discurso y el programa neoliberales que el presidente Humala decidió adoptar y desarrollar, con cuerpo y alma, no han funcionado, como tampoco funcionaron con los gobiernos anteriores en el sentido de lograr el respaldo popular. Es probable que tanto Humala, García y Toledo serán recordados como malos gobernantes en las próximas encuestas. Ahora bien, es cierto también que no todo programa neoliberal está necesariamente condenado al fracaso político. Sin embargo, si se observa bien el giro progresista que se dio en la región -más allá de los graves problemas que hoy confrontan Brasil y Venezuela- se puede concluir que se construyó sobre el fracaso tanto político como económico del llamado Consenso de Washington, es decir, del programa neoliberal.Una primera afirmación que se puede hacer respecto al fracaso neoliberal es que no logró crear una nueva rearticulación entre el Estado y la sociedad como sí sucedió en los viejos y mal llamados procesos "populistas". La razón es que una nueva articulación entre Estado y Sociedad hubiese supuesto dos hechos que el propio neoliberalismo niega: ampliar la democracia y, también, ampliar los derechos sociales y económicos que siempre han sido los viejos reclamos de los ciudadanos y ciudadanas. Una segunda afirmación es la capacidad que tienen las sociedades y algunos grupos políticos de crear nuevas representaciones electorales y políticas capaces de enfrentar al neoliberalismo. Eso ha pasado en Bolivia, Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil y Uruguay. Incluso se podría afirmar que en algunos países estas nuevas representaciones han logrado transferencias de gobierno institucionales, es decir, en la reelección del partido y no de líder como ha sucedido en Brasil, Uruguay y Argentina.En el Perú nada de ello hemos tenido. El gobierno de Humala por su continuismo neoliberal no ha logrado una nueva y consistente articulación con la sociedad. Los programas sociales y las obras de las que tanto se ha ufanado el Presidente en su último discurso son políticas transitorias, sujetas por lo general a las rentas del Estado, y terminan siendo articulaciones

temporales y no permanentes. Tampoco los partidos y los nuevos contingentes políticos han tenido la capacidad de crear nuevas representaciones políticas. No es extraño que 40% o más de los peruanos, según varias encuestas, no tengan aún candidato para el 2016.Por eso no nos debe extrañar que la principal forma o manera que hoy tienen los gobernantes sea una suerte de neoodriísmo, que también se puede leer como neofujimorismo que combina las obras con un clientelismo social y político. Como se observa en su último discurso. En este contexto, las palabras sobran porque le podrían dar un nuevo sentido a la política y, también, al país. En ese sentido no es que el Presidente no tenga ideas, las tiene. El problema es que están igualmente al servicio de una minoría como ha sucedido en los últimos 25 años, con la excepción de Valentín Paniagua que buscó fundar un nuevo ciclo democrático que hoy parece naufragar.  

La República, el jueves 30 de julio de 2015

Sinesio López: Lo que viene

Este, como los anteriores, es el gobierno de las oportunidades perdidas. Todos ellos han desperdiciado el boom exportador más largo de la historia peruana para construir un país mejor. Con la enorme riqueza producida en más de una década, las élites pudieron impulsar la diversificación de la economía peruana para que ella tenga un motor propio. Este hubiera ayudado a cambiar la estructura social y a reducir drásticamente la informalidad que nos agobia. Pudieron haber reconstruido el Estado creando múltiples capacidades para desempeñar mejor las competencias que tienen que ver no sólo con el crecimiento económico sino también con el bienestar de la gente. Todos esos cambios hubieran contribuido, a su vez, a pasar de la mera alternancia electoral (que ya es algo) a la consolidación amplia e institucional de la democracia y a mejorar su calidad.El último año de gobierno de Humala será peor, más difícil y turbulento. Económicamente malo y políticamente peor. Los paquetes económicos lanzados no han tenido el impacto reactivador que esperaban el gobierno y las derechas. De los que vendrán, como producto de la delegación de facultades del Legislativo, se espera poco o nada. Ellos no son suficientemente anti-cíclicos porque tienen un sello neoliberal: atacan el problema de la recesión, no por el lado de la demanda, sino por el lado de la oferta. Las derechas se desgañitan diciendo que la nula eficacia de los paquetazos es por falta de confianza de los empresarios como si esta dependiera sólo de lo que hace o deja de hacer el gobierno. La verdad es que la confianza empresarial depende principalmente de las expectativas de rentabilidad de sus inversiones que, a su vez, dependen de la demanda y de los precios del mercado internacional, especialmente en una economía primario-exportadora. Pese a la gravedad de la crisis económica, las dificultades mayores van a venir de la crisis política, si se considera lo que va a pasar con Gana Perú, con la coalición implícita del gobierno con Perú Posible, con la relación entre el gobierno y el Congreso ( hoy en manos del fujiaprismo), con la fuerte tensión entre el gobierno y la prensa concentrada y con el turbulento escenario electoral que se avecina. Gana Perú seguirá desgranándose hasta la insignificancia y engrosando las filas de otros grupos

políticos, incluido el fujimorismo (¡qué vergüenza!), debido a la torpeza, mezquindad, arbitrariedad y patrimonialismo con que la pareja patrimonial manejan "su partido".Para fines prácticos ya está rota la coalición del gobierno con Perú Posible que, curiosamente, puede encontrar en la coalición fujiaprista del Congreso un bálsamo para la cuitas de su jefe. La relación entre el gobierno y el Congreso no será de cogobierno sino que se moverá entre la coordinación y la confrontación especialmente en los temas de corrupción y del proceso electoral. La agresión permanente de la prensa concentrada contra el gobierno se puede transformar en confrontación abierta si la pareja presidencial pierde el miedo y se atreve a contestarle. Con casi el 50% de la gente en contra, el proceso electoral no será un paseo triunfal de los candidatos de la derecha, especialmente si las izquierdas logran la unidad y lanzan un (a) candidato (a) que represente a los descontentos con el gobierno y con el modelo neoliberal. Eso parece que anuncian remolonamente las encuestas

Caretas Nº 2396, el jueves 30 de julio de 2015

Gustavo Gorriti: El tramo final

Hace cuatro años escribí en estas páginas una carta abierta a Ollanta Humala, días antes de que este asumiera la presidencia de la República. "Creo - dije entonces- que a un periodista se le puede disculpar escribir un artículo como este cada cinco años"; y lo sigo creyendo. La pregunta es si vale la pena hacerlo o no.En esa oportunidad había una sensación de logro que trascendía la hazaña. Durante la campaña, la posibilidad de victoria de Humala fue "tenida casi como imposible".Como le escribí entonces a lo largo de la campaña, Humala fue siempre considerado un candidato importante, "pero no para ganar sino para hacer que otros le ganen".No había candidato que no lo superara con comodidad en las simulaciones de votación en la segunda vuelta. El efecto involuntario de Humala era el "poder de embellecer al rival por contraste". Por eso, cuando pasó a la segunda vuelta con Keiko Fujimori, la coalición de oligarcas y geishas que respaldaba a esta dio por segura su victoria.Pero la disposición de Humala a asumir con energía el papel de defensor de la democracia, remachada con su juramento solemne en San Marcos, armó sobre la marcha otra coalición -muy parecida a la que enfrentó exitosamente al fujimorato el año dos mil- que resultó suficiente para triunfar.Le pedí al entonces virtual presidente que pensara en lo que eso significaba "entre otras razones porque no toda historia encantada es buena ni termina bien".Es verdad. La victoria de Fujimori en 1990 pareció una hazaña de las escuelas sutiles de artes marciales. Cinco años antes, en 1985, el triunfo arrollador de Alan García no dejó casi entusiasmo sin despertar (bueno, el mío no, pero vi a gente extraordinariamente inteligente y talentosa perder el juicio crítico y seguir al joven García como siguieron los niños al flautista de Hamelin). Y miren en qué terminó lo uno y lo otro.

Había un peligro adicional, que resumí en una pregunta retórica: "¿De qué sirve ser presidente, de que sirve haber ganado, con tanto esfuerzo, una elección si se termina siendo un presidente mediocre?"

Cuatro años después, con la popularidad deprimida, el poder erosionado y el respeto disminuido, muchos pensarán, piensan, que en esa palabra -mediocre - quedará resumida la gestión de Ollanta Humala.Parece tentador suscribir ese punto de vista y aparcarse en su fácil unanimidad aparente. Pero no sería justo porque no es correcto.Humala llegó al poder sin experiencia de gobierno; y sin los equipos suficientes para manejar el Estado en forma articulada y coherente. Tuvo que escoger entre diferentes grupos y lo hizo por aquellos que le sonaron más probados y seguros, aunque ello significara un cambio casi completo de posiciones.Se equivocó una y otra vez, como suelen equivocarse los pragmáticos cautos, con el beneficio de que esos errores no suelen ser calamitosos: limitan oportunidades, acortan la visión, angostan el horizonte, no inventan nada nuevo, pero por lo general no llevan al despeñadero.El Presidente no contó nunca con nada que se asemeje a un Estado Mayor presidencial; tuvo asesores grises, de visión limitada; y mucho de lo que hizo bien fue por lo general resultado de su propio trabajo.Aunque purgó injustamente a los policías que desarrollaron la estrategia y las tácticas contrainsurgentes en el Huallaga (con significativo aporte de Estados Unidos), Humala adoptó tanto la estrategia como a sus ejecutores de campo. El resultado fue la captura de ‘Artemio’ y la desactivación de la insurrección endémica en el Huallaga.En el VRAE, Humala fue más allá e hizo lo que ningún otro militar antes que él: puso a un coronel de la Policía como jefe de inteligencia, con mando, en lo aplicable a su función, sobre la Fuerza Armada. Tampoco se quedó ahí. Nombró a un viceministro, Iván Vega, como coordinador directo de las operaciones especiales contrainsurgentes, con acceso directo a él para garantizar rapidez en la coordinación, movilización de recursos y acción conjunta. Ello se tradujo en golpes tales como las muertes, en acciones diferentes, de ‘Guillermo’, Alipio y Gabriel, entre otros, que cambiaron el curso de las cosas y llevaron al SL-VRAE de una dinámica expansiva a una brusca contracción y repliegue. Eso tuvo un efecto muy importante para, entre otras cosas, la seguridad energética del país y representó uno de los puntos altos y sorprendentemente menos mencionados de la gestión de Humala.Su propósito de no antagonizar a los gringos limitó considerablemente -por extraño que parezca- su capacidad de luchar contra el narcotráfico cuando el VRAE hervía (y hierve) con narcovuelos. Los estadounidenses se oponen a la interdicción aérea que pueda terminar en derribo y Humala no se atrevió a contradecirlos, por más que el tema le haya quitado el sueño. Lo que sí hizo, después de sobrevolar hace un par de meses el VRAE y ver que había ahí más pistas de aterrizaje que en New York, fue ordenar al Comando Conjunto que se dinamitaran las pistas cuantas veces fuera necesario. Eso hizo el CEVRAE con gran costo, riesgo y resultados insostenibles en el mediano plazo, pero que fueron suficientes para provocar una baja temporal de precios de la droga en el VRAE y para vestir el discurso de Humala este 28 ante el Congreso.De otro lado, Humala fracasó con muy pocos atenuantes en el ámbito de la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen. Algo podrá mejorar las cosas con su actual ministro del Interior, el teólogo-policía, pero ya es demasiado tarde para lograr un efecto estratégico.¿Por qué estuvo bien lo uno y pésimo lo otro pese a su aparente proximidad funcional? Porque como suele suceder con los comandantes, su acción puede ser eficaz en lo concreto, lo visible, lo inmediato; y puede perderse en lo más complejo, abstracto, mediato y simultáneo. Humala fue muy trabajador, pero careció, como queda dicho, de un Estado

Mayor capaz y de un mínimo de buenos asesores. Algunos de los que tuvo en el área de seguridad, como Adrián Villafuerte, por ejemplo, le restaron mucha eficacia.Tuvo otros logros de cierta importancia en programas sociales y educativos; pero su indefensión, su virtual invalidez política le fue restando autoridad, capacidad de maniobra y, claro, credibilidad.Me imagino que en el futuro próximo habrá analistas que estudien en detalle el proceso de la erosión de autoridad, mandato y poder de respuesta que sufrió el gobierno de Humala sin atinar a hacer nada por remediarlo, sin darse cuenta de lo que estaba pasando, como sucede con aquellos que sufren de hemorragias ignoradas y que solo cuando desfallecen reparan en lo anémicos que están.Cuando Alan García movió sus fichas con aquello de la "reelección conyugal" y los Humala no solamente no contrarrestaron la evidente jugada sino lo dejaron hacer con una suerte de cretina suficiencia, ganó momento la percepción de un gobierno sin respuestas ni reflejos, al que se podía ajochar, hostigar y finalmente acorralar, haciéndolo aparecer como mucho más corrupto de lo que en realidad es y logrando que otros corruptos mayores estuvieran tranquilos mientras el atribulado gobierno peregrinaba por la etapa del Linchaysuyo sin saber si ese iba a ser, o no, el tramo final.El gobierno de Humala fue mucho más que la caricatura a la que ahora se lo reduce, pero fue mucho menos de lo que debió ser. Y aunque pueda decirse que la vida no es justa y que para los lornas no hay paraíso, lo cierto -y conviene no olvidarlo- es que esa debilidad no afecta solo a un gobierno en año de salida, sino hace, de nuevo, peligrar el sistema.

Panorama electoral

Diario UNO, el martes 28 de julio de 2015

Raúl Wiener: Cambio versus continuismo, ¿nada más?

Leía a un dirigente de la izquierda analizar la situación política y planteando como disyuntiva de 2016, el continuismo de derecha, incluido Humala (precisión suya), y el cambio que encarnaría la izquierda, para lo cual tendríamos que unirnos para ganarles las elecciones.Me puse a pensar si no era un resumen demasiado simple, y al mismo tiempo me di cuenta que, a pesar de que otros no lo cuentan así, en el fondo hacen el mismo razonamiento: neoliberalismo desde Fujimori y nueva elección con más de lo mismo.La primera pregunta que queda en el aire, es si el paso del régimen re-reeleccionista y claramente autoritario de Fujimori, al gobierno provisional de Paniagua y a los primeros meses de Toledo, era solamente una forma de seguir adelante con el neoliberalismo y su marco la Constitución de 1993, o tuvo un significado más profundo, que de alguna manera nos advierte de lo que se jugará el próximo año.Para algunos, es verdad, la rebelión de Toledo contra la primera vuelta del 2000 y los Cuatro Suyos, fueron casi nada, y las cosas se resolvieron por el azar de la Pinchi

Pinchi y el video de Kuori - Montesinos, que Iberico quisiera ahora que nunca hubiera existido.Pero lo que ocurrió el 2000 fue una victoria popular democrática, que nadie anticipó ni preparó, que desmontó una parte importante del sistema político imperante.Desde entonces en el Perú se cruzan líneas autoritarias y democráticas, demandas de cambio y miedos al cambio, y en lo que parecía que se había establecido un límite: ni una vuelta atrás con el fujimorismo, como se evidenció en forma nítida en la elección de 2011.En quince años post dictadura, y sobre todo, en los cinco últimos, la corriente del viejo régimen ha ido recuperando terreno poco a poco, las resistencias han bajado y se ha ido convirtiendo en "más natural", que tipos que tuvieron papeles destacados en alguno de los episodios que llevaron a su desmontamiento, luego se hayan ido sintiendo cada vez más próximos a un fujimorismo que dizque que se ha convertido ya en una fuerza democrática, y que partidos políticos hayan seguido aún con más fuerza ese camino.La reciente alianza fujiapropepecista, para la mesa del Congreso y que está reflejada en el funcionamiento de la llamada Comisión Belaunde Lossio, demuestra qué clase de maquinaria se está armando para el siguiente período.Estamos a punto de dar una vuelta en redondo en la historia, para regresar a un pasado que tiene que ver con la economía y la política, pero también con la ética y la limpieza en el ejercicio del poder.Entonces el dilema es más complejo que el de los procesos anteriores, porque ahora sí las mafias, las corrientes conservadoras y los neoliberales de diversos matices, se están colocando frente a nosotros, para encarnar un cambio al revés.Esta será una gran responsabilidad de Humala, pero también de los que no logren captar lo que está realmente en disputa. 

Diario 16, el viernes 31 de julio de 2015

Gustavo Guerra García: La izquierda

Una izquierda fragmentada no ha sido electoralmente viable ni ha tenido capacidad de gobierno en el Perú. Hoy, algunos expertos consideran que existe un espacio para la izquierda en la política por el descontento de la población con la baja calidad de los servicios sociales públicos, la baja productividad del Estado y la existencia de mucha desigualdad. Sin embargo, aún los esfuerzos por la reunificación de la izquierda son insuficientes. Repasemos que pasa en cada espacio de participación.UNETE por otra DemocraciaEl espacio más importante de articulación actual, pero insuficiente para generar la masa crítica necesaria para competir en el primer plano de la política. Unete por otra Democracia suma al Partido Humanista Peruano, al Partido Descentralista Fuerza Social, a Ciudadanos por el Cambio, al Partido Comunista Peruano y al Movimiento de Afirmación Social (Mas). Sus líderes han definido una posición de apertura hacia los demás sectores y han hecho todos los gestos posibles, pero aún no se logra un acuerdo público con el resto de fuerzas. Este frente tiene relaciones de anclaje social con la CGTP, el gremio de Construcción Civil, el SUTEP, la FEP, los Frentes Regionales y algunos movimientos regionales en Cajamarca,

Amazonas, Lambayeque y Moquegua. Sus principales líderes públicos son Salomón Lerner, Susana Villarán, Yehude Simón, Rosa Mavila, Manuel Dammert, Carlos Tapia, Alberto Moreno, César Barrera Bazán, Carmela Sifuentes, Roberto de la Cruz, entre otros.Plataforma RegionalBajo el liderazgo de César Villanueva, ex primer ministro y dos veces presidente regional de San Martín, la Plataforma Regional agrupa a un variopinto sector de más de 30 movimientos regionales sin unidad ideológica pero localizados entre el centro derecha y el centro de izquierda. Su postura en las conversaciones interpartidarias es de búsqueda de la unidad total de las izquierdas desde el Frente Amplio hasta Unete pasando por el Bloque Nacional Popular y llegar hasta sectores de derecha y centro derecha. Tiene conversaciones avanzadas con todos los sectores pero aún no cierra acuerdos. Hay varios partidos pequeños y no tan pequeños con inscripción interesados en aliarse con la plataforma regional.Bloque Nacional PopularEste bloque está liderado por David Tejada y ha desplegado sus esfuerzos por tratar de unir a UNETE con el Frente Amplio. Para ello, organizó una mesa de diálogo en colaboración con el Partido Socialista -y otras organizaciones pequeñas de izquierda- y está tratando de mediar para la más amplia unidad. Están trabajando un acuerdo con el partido Democracia Directa –que tiene inscripción- para fortalecer su posición en todas las mesas de negociación en las que participan. Al igual que la Plataforma Regional están buscando un Frente de Frentes, pero aún no cierran acuerdos con ningún sector más allá del movimiento de los fonavistas.Frente AmplioSus líderes principales son Marco Arana, Verónica Mendoza y Pedro Francke. Es la suma de dos grupos principalmente: Tierra y Libertad y Sembrar. En su evento nacional del 17 de julio, el ex sacerdote Arana expresó críticas muy duras a UNETE, pero luego han formulado llamados a Sergio Tejada y César Villanueva para que participen en las elecciones internas del Frente Amplio. En un evento en la Universidad Católica, con anterioridad al 17 de julio, Marco Arana señaló estar dispuesto a retirar su candidatura si ello era necesario para una unidad mayor. A pesar de los mensajes contradictorios si los otros tres agrupamientos se unen (UNETE, Plataforma Regional y Bloque Nacional Popular), existe una interesante posibilidad que el Frente Amplio busque incorporarse a la articulación mayor. Quizás ellos esperen hasta el final pues la candidatura de Marco Arana es la más desarrollada de todas las candidaturas de izquierda y en el Frente de Frentes sus posibilidades no serían nulas pero sí limitadas. Así, las cosas existen importantes posibilidades de reunificación, pero el camino es pedregoso. Esperemos que la madurez de todos los líderes y sectores, permitan construir una apuesta importante que se articule sobre la base de políticas públicas de igualdad, contra la corrupción, por la superación del actual modelo económico y por la consolidación de la descentralización. Si se puede. En la izquierda merecemos más.

Diario UNO, el domingo 2 de agosto de 2015. ENTREVISTA

Sergio Tejada: "Busco la unidad de todo el pueblo"

Sergio Tejada es una de las jóvenes y brillantes figuras de la izquierda peruana. Como legislador merece resaltar su labor en la Megacomisión que destapó los casos de corrupción del gobierno de los narcoindultos. Hoy está abocado a forjar la más amplia unidad del pueblo con miras al 2016. Sobre estos temas habló en la siguiente entrevista.

Por Gerardo Torres¿Considera que el principal error de Humala fue estafar al pueblo?. ¿Crees que fracasó por virar a la derecha?Por supuesto, muchos medios quieren hacer creer que fracasó por hacer experimentos, por aplicar su programa, pero es todo lo contrario: fracasó por aplicar un programa de derecha, por querer profundizar el modelo económico y tener una política antiambiental y antilaboral. Pensó que dando más recursos a programas sociales podía mantener el modelo sin resistencias, pero no es así.Ud. está trabajando por la unidad de todas las fuerzas de izquierda y el centro, con miras a las elecciones del 2016. ¿Cuál es su balance?El Bloque Nacional Popular, desde su nacimiento el 19 de abril, se ha propuesto contribuir a la construcción de un solo frente, un solo programa y una sola candidatura para el espacio progresista y popular. Hemos dialogado con Únete y con el Frente Amplio, así como con otros colectivos y agrupaciones políticas. Hemos promovido distintos espacios, como la Mesa de enlace y diálogo por la unidad del pueblo peruano.¿Cómo debe plasmarse la unidad, a quiénes debe aglutinar un eventual frente, a la izquierda al centro y más allá?Pensamos que la unidad debe ser del pueblo peruano, no solo de los partidos de izquierda. Esto implica acercarse a los movimientos sociales, a los movimientos regionales, a los distintos espacios de organización popular, y desde allí, al centro político.Cuáles son los puntos básicos que debería recoger el programa de gobierno de la futura coaliciónFrente al riesgo del retorno del autoritarismo, debemos proponer la profundización de la democracia y demostrar que ésta sí puede resolver los problemas concretos de la gente. El modelo de desarrollo ya no da más, en vez de crecer en contra de los trabajadores, debemos crecer con los trabajadores, impulsar la demanda mediante mejores condiciones laborales y mayor poder adquisitivo. Debemos tener una política decidida de industrialización y diversificación productiva, respetando el medio ambiente. Esto ayudaría a reducir la informalidad. Hasta ahora el informal ha sido considerado un enemigo del Estado cuando en realidad es quien sostiene la economía. El Estado debe transformarse para ser integral, intercultural, eficiente y soberano. Debe garantizar el ejercicio de derechos y la dotación de servicios universales y de calidad, pues esto no lo hará por sí solo el mercado. Finalmente, debemos asumir una lucha frontal contra la corrupción y generar una propuesta coherente y participativa frente a la inseguridad ciudadana.Peláez y Alan GarcíaGarcía tiene protectores¿Qué se juega el Perú en las elecciones del 2016?Está en juego la posibilidad del retorno del autoritarismo y la corrupción como sistema de gobierno, una vuelta al pasado que los peruanos ya rechazamos en varias oportunidades. El reto es grande, requiere de la unidad de todas las fuerzas progresistas y democráticas para darle una alternativa al pueblo peruano.

En carrera ya están García y Keiko, políticos que para un grueso sector de la población son los principales enemigos en la contienda electoral del próximo año.Ambos le han hecho un gran daño al país. Keiko fue la primera dama del séptimo presidente más corrupto del mundo, según Transparencia Internacional, y avaló su régimen dictatorial. En el caso de García, pude encontrar en la Megacomisión la forma en que se mal utilizaron los recursos del Estado y se favoreció a la delincuencia y el narcotráfico. Ambos, además, representan el ala dura del modelo neoliberal.¿Por qué crees que García no está en la cárcel como Fujimori?García tiene muchos defensores y protectores. El ex Fiscal de la Nación, Peláez Bardales, se opuso reiteradamente a investigarlo por el caso "narcoindultos", a pesar de los pedidos de la Megacomisión, del fiscal Walter Delgado y la procuraduría anticorrupción. García supo infiltrar en las principales instituciones del Estado, sobre todo en la administración justicia.¿Crees que la nueva correlación de fuerzas en el Parlamento juegan a su favor?Sin duda, ¿quién informa cuál va a ser la agenda del congreso en adelante? Lo hace Becerril, Velásquez Quesquén. ¡Pero ellos no son parte de la Mesa Directiva! Es evidente que ahora sienten que tienen un cierto control. Sin embargo, su alianza podría quebrarse a medida que se acerque el proceso electoral.

La República, el domingo 2 de agosto de 2015

Steven Levitsky: Los Huérfanos Electorales

¿Quien sale segundo -después de Keiko Fujimori- en las encuestas presidenciales? ¿PPK? ¿Alan? ¡No! Según la última encuesta de GfK, "Blanco o Viciado" (17%) supera a Kuczynski (12%) y García (8%) en intención de voto.Existe un alto nivel de descontento con la oferta electoral. Muchos peruanos no se sienten representados por ninguno de los principales candidatos. Son huérfanos electorales.Hay dos grupos de huérfanos principales: (1) los ex humalistas, o los que votaron por Humala en la primera vuelta en 2011 y se sienten traicionados; y (2) los paniaguistas, o votantes del centro o centro-izquierda que valoran a la institucionalidad democrática y los derechos humanos y son alérgicos al fujimorismo (y, en menor grado, a García). Muchos paniaguistas votaron por Toledo en 2011, y en la segunda vuelta, casi todos votaron por Humala.Sabemos poco sobre el destino del voto ex humalista. Según los datos que he visto, Keiko Fujimori parece bien posicionada para captarlo. Pero voy a enfocarme en el segundo grupo.El electorado paniaguista no es muy grande. Concentrado en la clase media urbana, no supera el 15%-20% del electorado. Pero puede ser decisivo. Le dio el triunfo a Humala en el 2011.Pero hoy los paniaguistas son huérfanos. Ninguno de los candidatos principales los representa. Jamás votarán por Keiko o Alan. Y ven a PPK como muy de derecha. Toledo, el mal menor de los paniaguistas en 2011, ha dejado de ser una opción seria.

Los paniaguistas tampoco se sienten representados por el oficialismo. Votaron por Humala en la segunda vuelta en 2011, pero sin amor. Y como muchos peruanos, quedaron muy decepcionados con su gobierno. Pocos paniaguistas votarán por un candidato nacionalista en 2016, y aun menos si el candidato es Urresti.Los paniaguistas han estado esperando, con creciente ansiedad, el surgimiento de algo o alguien que pueda ocupar el espacio del centro democrático. Muchos hubieran apoyado a Gastón Acurio, pero su candidatura se quedó en la congeladora.Una fuerza de centro-izquierda, que apela al Perú urbano con caras nuevas y una lucha frontal contra la corrupción, podría atraer votos paniaguistas. Susana Villarán y Fuerza Social podría haber sido esa fuerza, pero sus cuatro años en la municipalidad de Lima los dejó políticamente debilitados (si no muertos).Las dos fuerzas de izquierda actuales no han podido captar al voto paniaguista. Por un lado, Tierra y Libertad ofrece poco al Perú urbano, donde viven los paniaguistas. Pesca en otro mar. Por otro lado, ÚNETE tiene ganas de movilizar al voto paniaguista, pero no tiene candidato. Sin un candidato viable, sus posibilidades son limitadas.Hay dos outsiders que podrían apelar a los paniaguistas. Uno es Julio Guzmán, un joven tecnócrata que fue Viceministro de Producción y Secretario General de la PCM bajo Humala. Guzmán tiene el perfil paniaguista: un progresista moderado (de centro o centro-izquierda); es comprometido con la democracia y los derechos humanos y es honesto. Pero tiene un problema: es desconocido en el Perú (según una encuesta de Datum, el 86% de los peruanos no lo conocían). Ni los paniaguistas lo conocen.Otro outsider es Miguel Hilario, un Shipibo-Konibo que nació en una canoa en la Amazonía y logró obtener un doctorado en Stanford. Hilario fue Presidente de la Comisión Nacional de Pueblos Andinos, Amazónicos, y Afroperuanos bajo Toledo. No es el Evo Peruano, sino un joven tecnócrata (trabajó varios años en el BID) ubicado más o menos en el centro del espectro político. Pero Hilario tampoco es conocido.Guzmán y Hilario son outsiders de verdad: desconocidos, sin partido o aliados poderosos en el establishment, y con poca experiencia en la política peruana. Si llegan a despegarse un poco, dando un salto de 0.5% a 4 o 5% en las encuestas, podrían ser candidatos interesantes. Pero el electorado peruano es menos dispuesto a votar por un desconocido que hace 25 años. Hoy, ser un outsider de verdad es muy difícil.Si Gastón no aparece y la izquierda y los nuevos outsiders no logran convertirse en fuerzas viables, muchos paniaguistas optarán -resignados- por PPK. Los peruanos son especialistas en buscar al mal menor. Y comparado con Keiko y Alan, Kuczynski es indudablemente el mal menor para el sector paniaguista. Con el apoyo paniaguista, PPK llegaría a la segunda vuelta.Pero gran parte del electorado paniaguista podría votar en blanco o viciado. El nivel de frustración con la oferta electoral es altísimo. Según las encuestas, hasta la mitad del electorado dice que no quiere ninguno de los candidatos principales. Si las cosas no cambian, podría haber un voto de protesta importante en 2016.No hay que subestimar las consecuencias de la orfandad política. En Argentina, donde el fracaso de la Alianza dejó huérfana a la clase media progresista que la llevó al poder en 1999 (La Alianza prometió un gobierno de centro-izquierda y menos corrupción pero mantuvo las políticas ortodoxas y sufrió un escándalo de corrupción importante), la clase media expresó su furia en las elecciones legislativas de 2001. El voto blanco o viciado subió a 24%: superó el voto de la Alianza en el nivel nacional y salió primero en Buenos

Aires. Pocos meses después, esa misma clase media progresista protagonizó a las masivas protestas ("¡Que se Vayan Todos!") que tumbaron al gobierno.El Perú no es Argentina. Pero el caso argentino nos recuerda que la orfandad política puede tener consecuencias serias. Cuando parte del electorado percibe que ninguna fuerza política lo representa, puede perder la fe en el proceso electoral y optar por canales alternativas -como la protesta. La clase media peruana no ha expresado su frustración en la calle como en Brasil, Chile y otros países latinoamericanos en los últimos años. Pero eso puede cambiar, sobre todo bajo un gobierno fujimorista.Nota aparte: no me parece mal que la oposición haya ganado control del Congreso. El gobierno, que no hizo ningún esfuerzo para mantener su bancada o construir coaliciones legislativas, mereció perderlo. Además, los políticos peruanos tienen que acostumbrarse al gobierno dividido. Es algo normal en una democracia presidencialista. Y en el largo plazo, el gobierno dividido fortalece el Congreso.

POBREZA Y DESARROLLO

Perú.21, el viernes 31 de julio de 2015

Santiago Pedraglio: Salario mínimo vital: Un ‘populismo’ indispensable

En los últimos años se ha hecho moneda corriente calificar de "populismo" toda medida que pretenda beneficiar aunque sea a solo un sector de los trabajadores. Se proclama, con ese calificativo, que son políticas demagógicas, que afectarían el crecimiento de la economía y, a la larga, a los mismos trabajadores.Subir algo el salario mínimo vital (SMV) de S/.750 a, por ejemplo, S/.900, como se había rumoreado que se anunciaría en el discurso presidencial, sería establecer un piso mínimo de ingresos para un sector minoritario pero numéricamente importante. Fijar ese piso es muy relevante en el Perú, sobre todo por la poca sindicalización: no más del 6% de la población económicamente activa (PEA). Un vigilante que trabaja en una empresa formal, privada, difícilmente estará sindicalizado, al igual que los empleados formales de centenas de restaurantes de Lima y las demás provincias. Sin un aumento del sueldo mínimo, ¿cómo mejorarán los ingresos de estos trabajadores, que, a pesar de la formalidad, son magros?Por otro lado, el aumento del SMV acrecienta el aporte a la seguridad social, cuyo mínimo toma como referencia dicho salario. Además, ayuda al crecimiento del mercado interno, en especial en favor de las pequeñas y medianas empresas (pyme).La tan reiterada tesis de que un aumento del SMV perjudica a los trabajadores de las pyme no tiene que ver con la realidad: desde hace años ese sector tiene un régimen

laboral especial que consagra un SMV más bajo, sin CTS ni gratificaciones, y con 15 días de vacaciones anuales.Finalmente, se arguye que un aumento del SMV incrementará la informalidad. La evidencia de los últimos años (del año 2000 al 2015 el SMV ha pasado de S/.345 a S/.750) indica que ningún aumento ha mudado a trabajadores de la PEA de la formalidad a la informalidad. En todo caso, solo podría afectar a los trabajadores menos calificados, pues gracias al aumento el empresario podría sustituirlos por mano de obra más calificada.

Gestión, el viernes 31 de julio de 2015

Paul Krugman: La pandilla del MIT

Los economistas del Instituto Tecnológico de Massachusets han ganado prominencia en el discurso sobre política económicaAdiós, "Chicago boys". Hola, "pandilla del MIT" (siglas en inglés del Instituto Tecnológico de Massachusetts). El primer término fue utilizado originalmente para referirse a economistas latinoamericanos formados en la Universidad de Chicago que llevaron a sus países una radical ideología de libre mercado.Su influencia fue parte de un fenómeno más amplio: las décadas de 1970 y 1980 fueron una era en la que predominó la idea de una economía desregulada, promovida por la "escuela de Chicago". Pero eso ocurrió hace mucho tiempo y hoy, una escuela distinta está en ascenso, y muy merecidamente.Sorprende la poca atención mediática que ha recibido la prominencia de economistas formados en el MIT en cargos clave y en el discurso sobre política económica, pues es bastante destacable. El ex presidente de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, posee un doctorado por el MIT, lo mismo que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el enormemente influyente economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard.Este último dejará su cargo, en setiembre, a Maurice Obstfeld, también economista del MIT, al igual que Stanley Fischer, que fue catedrático de esta universidad durante muchos años y ahora es vicepresidente de la FED. Estos son los ejemplos de mayor renombre, pero hay muchos más, especialmente quienes obtuvieron sus doctorados en los setenta, que desempeñan roles prominentes en instituciones de política económica y en la discusión de esos tópicos en Occidente. Sí, yo soy parte de esta pandilla.¿Qué distingue a la teoría económica del MIT y por qué es relevante? Para responder esta pregunta, hay que retroceder a la década de 1970, cuando todas las personas mencionadas aquí eran estudiantes de posgrado. En ese entonces, el gran tema era la combinación de alto desempleo con alta inflación y bajo crecimiento (estanflación).Este resultado fue predicho por Milton Friedman ante los intentos del gobierno por mantener el desempleo muy bajo por demasiado tiempo, una política que era ampliamente considerada, acertadamente o (sobre todo) desacertadamente, como prueba de que los mercados hacen lo correcto y que el gobierno debe mantenerse al margen. Diciéndolo de otro modo, muchos economistas respondieron a la estanflación dándole la espalda a la

teoría keynesiana y su recomendación de acción gubernamental para hacer frente a las recesiones.Pero Keynes nunca abandonó el MIT. Si bien es cierto que la estanflación mostró que existían límites a lo que la política económica podía hacer, los estudiantes continuaron aprendiendo sobre las imperfecciones de los mercados y el rol que las políticas monetaria y fiscal pueden desempeñar en el impulso de una economía deprimida.Y los alumnos del MIT de los setenta profundizaron esa visión en sus posteriores trabajos. Por ejemplo, Blanchard demostró cómo pequeñas desviaciones de una racionalidad perfecta pueden tener grandes consecuencias económicas, en tanto que Obstfeld demostró que en ocasiones los mercados de divisas pueden experimentar un pánico que ellos mismos provocan.Este enfoque pragmático y de mentalidad abierta fue abrumadoramente reivindicado luego de la crisis del 2008. Quienes seguían los postulados de Chicago advirtieron incesantemente que la emisión de dinero y los elevados déficits fiscales conducirían a una estanflación al estilo de los setenta, con altas tasas de interés e inflación.En cambio, los del MIT predijeron que dichos indicadores se mantendrían bajos en una economía deprimida y que los intentos para reducir el déficit antes de tiempo agudizarían la recesión. Aunque nadie lo creerá, ese análisis económico ha funcionado muy bien los últimos siete años.¿Se ha reflejado este éxito intelectual en la política económica? Lamento decir que no. Es verdad que ha habido algunos logros monetarios importantes, pues la FED, al mando de Bernanke, ignoró las presiones y amenazas de la derecha -Rick Perry, entonces gobernador de Texas, llegó a acusarle de traición-, y aplicó una agresiva política expansiva que permitió limitar los efectos de la crisis financiera. En Europa, Draghi ha sido clave para calmar a los mercados financieros, con lo que probablemente salvó al euro de colapsar.En otros frentes, sin embargo, los buenos consejos de la pandilla del MIT han sido ignorados. Bajo el liderazgo de Blanchard, el departamento de investigación de la universidad ha realizado extensivos estudios sobre los efectos de la política fiscal demostrando que, más allá de cualquier duda razonable, recortar el gasto en una economía deprimida es un error muy grave, y que los intentos para reducir elevados niveles de deuda mediante la austeridad fiscal son autodestructivos. No obstante, los políticos europeos han hecho precisamente eso.Entretanto en Estados Unidos, los republicanos han respondido al absoluto fracaso de la ortodoxia del libre mercado y a las notables predicciones de los odiados keynesianos insistiendo en sus fallidas ideas, determinados a no aprender nada de la experiencia vivida.En otras palabras, tener razón no es necesariamente suficiente para cambiar las cosas. Pero sigue siendo mejor que estar equivocado y la teoría económica del MIT, con su pragmática apertura a la evidencia, ha tenido mucha razón.

VERDAD Y RECONCILIACIÓN

La República, el sábado 1 de agosto de 2015

Eduardo Dargent: Dos museos

El año pasado conocí el impresionante Museo Nacional de Corea del Sur, un viaje por la historia política y social de dicho país. Su tema principal es la guerra que dividió las Coreas, presentada como una gesta nacional que marcó el surgimiento del sur hacia el desarrollo. La muestra nos enseña cómo, a raíz de este enorme reto político y de legitimidad, en apenas décadas una sociedad jerárquica, agrícola, se convirtió en una democracia desarrollada. Hoy sabemos que la verdadera revolución se hizo en el sur, mientras que el infierno se construyó en la utopía del norte. Imposible no sentir admiración por los sacrificios que permitieron esos logros. Nadie, ni los más duros críticos, dejarán de reconocer el milagro coreano y las justas razones para su elevado orgullo nacional. Pero hay algo que inquieta al visitante: la narrativa patriótica del museo tiene pocas grietas. Hay malos y buenos. No encontramos una crítica a sus propios excesos durante la guerra, ni un recuento sobre los abusos de sus dictaduras, aunque sea para debatir si fueron necesarios para preservar su seguridad. Un patriotismo celebratorio, sin momentos oscuros.Esta semana conocí un museo con una narrativa diferente: el Newseum, museo de las noticias en Washington D.C. La sala que más me impactó es la dedicada a la guerra de Vietnam. Con un gran trabajo de imágenes y entrevistas, muestra cómo esa guerra cambió la forma de reportar los conflictos. De noticias cargadas de patriotismo, alegorías al triunfo inminente, y un frente unido de medios y políticos, se fue abriendo paso desde la sociedad y la prensa misma una narrativa alternativa. Una narrativa crítica de las razones y acciones de EEUU. El poder político reaccionó con furia ante esos reportes. Pero, poco a poco, esa crítica evitó más errores, excesos y permitió al público comprender los costos de la guerra y quiénes los pagaban. Hoy un considerable número de ciudadanos considera ese ejercicio crítico una forma de patriotismo, es su deber cuestionar al gobierno. Podemos discutir cuánto ha aprendido esta sociedad, en qué medida agendas comerciales y patrioteras pesan en la agenda noticiosa (extrañé una mirada más profunda y autocrítica sobre el peso del dinero en los medios hoy, por ejemplo), pero queda claro que esa guerra marcó la forma en que se reporta la guerra. Visitar el segundo museo me hizo pensar en el primero. Ambos son espacios de aprendizaje, de educación de nuevas generaciones. Pero mientras uno ofrece una visión armoniosa del patriotismo, el segundo enseña sobre la justicia y los beneficios de cuestionar a los nuestros. Si bien un museo es hecho por el Estado y el otro por medios de prensa, sabemos bien que muchos Estados, incluido EEUU, han logrado incorporar esas narrativas críticas a su historia oficial.Y claro, imposible no pensar en mi país, en cómo somos incapaces de abrir similares espacios críticos, cuestionadores, que eduquen. Por ejemplo, ese museo sobre el conflicto interno que no tiene cuando inaugurar su muestra. Un museo que enseñe que el triunfo contra Sendero, además de heroísmos varios, también tuvo horrores y abusos causados por patologías con las que cargamos y que el discurso patriotero niega. O

reconocer que marchamos hacia el 2021 incapaces de abrir una discusión nacional sobre el camino recorrido, que discuta nuestra pluralidad pero no para recetar la armonía sino para lidiar con sus tensiones y posibilidades. Una narrativa improbable en tiempos en que los presidentes leen discursos que parecen balances de utilidades y no momentos para construir un nosotros distinto.

Exitosa Diario, el sábado 1 de agosto de 2015

Aprueban lista N°17 de Beneficiarios del Programa de Reparaciones Económicas

El Ejecutivo aprobó la lista Nº 17 de Beneficiarios del Programa de Reparaciones Económicas, a favor de 1021 personas que fueron víctimas de la violencia interna que vivió el país, entre mayo de 1980 y noviembre del 2000.Mediante una Resolución Ministerial publicada este sábado en el Diario Oficial El Peruano, se destina además un fondo de S/. 3.9 millones para el cumplimiento de este pago, el mismo que será depositado en las cuentas de ahorro de cada una de las víctimas beneficiarias.Cabe indicar que esta lista fue elaborada por la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel encargada del seguimiento de las acciones y políticas del Estado en los ámbitos de la Paz, la Reparación Colectiva y la Reconciliación Nacional (CMAN).La Secretaría Ejecutiva de la CMAN se encargará de supervisar la ejecución, seguimiento y monitoreo del Programa de Reparaciones Económicas, debiendo informar al Despacho Viceministerial de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia acerca de los resultados de dicha gestión.La resolución que aprueba la Lista N° 17 lleva la rúbrica del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Gustavo Adrianzén Olaya.