III Conferencia Internacional ALIANZA DE PAISAJES...

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III Conferencia Internacional ALIANZA DE PAISAJES CULTURALES PATRIMONIO MUNDIAL Editores M. ª DEL MAR VILLAFRANCA JIMéNEZ FERNANDO ROBOREDO SEARA VICTORIA E. CHAMORRO MARTíNEZ LUCIANO SáNCHEZ PéREZ–MONEO USO Y GESTIÓN DEL AGUA EN LOS PAISAJES CULTURALES MEMORIAS 2

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III Conferencia Internacional ALIANZA DE PAISAJES CULTURALES

PATRIMONIO MUNDIAL

Editores

M.ª DEL MAR VILLAfRANCA JIMéNEZfERNANDO RObOREDO SEARA

VICTORIA E. ChAMORRO MARTíNEZLUCIANO SáNChEZ PéREZ–MONEO

USO Y GESTIÓN DEL AGUA EN LOS

PAISAJES CULTURALES

MEMORIAS 2

EditaPatronato de la Alhambra y Generalife

Coordinación generalSECRETARÍA GENERALSERVICIO DE INVESTIGACIÓN Y DIFUSIÓNPatronato de la Alhambra y GeneralifeC/ Real de la Alhambra s/n18009 Granadateléfono: 958 027 907fax: 958 027 950e-mail: [email protected]

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1. INTRODUCCIÓN

Los sistemas históricos de suministro de agua frecuentemente son poco valorados, tanto por la población como por las empresas responsables de los actuales suministros e, incluso, por algunas Comunidades de Regantes. Por estas razones, cuando dejan de estar utilizados suelen sufrir mutilaciones y destrucciones. Los que todavía se mantienen en uso para riego soportan modificaciones que tienen como objeto evitar pérdidas y filtraciones, pero que degradan su valor como patrimonio histórico. Por otra parte, el desarrollo urbano en extensión de nuestras ciudades, así como la construcción de nuevas infraestructuras de comunicación (autovías, ferrocarril de alta velocidad, etc.) causan graves deterioros físicos y paisajísticos en aquellos.En esta breve ponencia se van a analizar las características y valores históricos, así como los problemas de conservación que afectan a dos de los sistemas antiguos de abastecimiento de mayor importancia conservados en la provincia de Granada: La acequia de Aynadamar que llevaba el agua hasta la colina donde se asentó inicialmente la Granada andalusí y el acueducto que proveía a las industrias de salazón de pescado y a la población de la Almuñécar romana.

2. LA ACEQUIA DE AYNADAMAR, PRIMER SUMINISTRO DE AGUA A LA GRANADA ANDALUSÍ

Los restos documentados sobre el abastecimiento de agua a Granada en la Antigüedad y alta Edad Media son escasos. De hecho, todavía no se conoce con seguridad como pudo llegar el agua a la Iliberri romana, planteándose dos posibilidades: un acueducto procedente de la Fuente Grande de Alfacar o del río Darro. Esta circunstancia permite mantener la hipótesis de provisión desde Alfacar, lo cual implica la existencia de una conducción previa a la acequia de Aynadamar andalusí, que podría haber dotado de agua a los alfares romanos de Cartuja antes de llegar a la ciudad (Orfila y otros, 1996). Al menos su primer tramo, comprendido entre la Fuente Grande y Víznar, que es el único que ha escapado a la destrucción de este elemento patrimonial perpetrada en los últimos veinte años, contiene algunas estructuras hidráulicas con un posible origen protomedieval (Espinar y García, 2004).Desde el establecimiento de la capital del reino zirí en la antigua ciudad ibero–romana de Iliberri a comienzos del siglo XI, se crearon o recuperaron acequias para dotar a la ciudad de un buen sistema de suministro de agua, que sería completado en etapas posteriores. Las noticias que aparecen en los textos árabes son escasas y se refieren sólo a las acequias que abastecían a los barrios meridionales, ubicados en la orilla izquierda del río Darro, habiendo producido atribuciones y dataciones equivocadas. Hay referencias a la Acequia Gorda, promovida por el visir Abu Ya‘far Ibn al–Qulay‘i (m. 1104–1105), y a la construcción por Mu’ammal (m. 1099) de una

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fuente pública en la puerta de los Alfareros, para lo cual se debió de hacer el ramal urbano de la citada conducción, conocido posteriormente como acequia de la Ciudad, que fue construida en los años finales de la dinastía zirí o en los inmediatos a la llegada de los almorávides en el año 1090 (Seco de Lucena, 1975: 157).Estos datos han sido mal interpretados y relacionados erróneamente con la acequia de Aynadamar, de cuya fecha de puesta en uso no se conocen referencias documentales. Sin embargo, resulta difícil pensar que Granada no hubiese llegado a disfrutar de la acequia de Aynadamar o de Alfacar durante la dinastía zirí (Orihuela y García, 2008). Por otra parte, no se puede descartar que tanto la Acequia Gorda como la de Aynadamar se hiciesen aprovechando total o parcialmente otras de origen romano, como ocurrió en la ciudad de Sevilla con el acueducto conocido como Caños de Carmona (Valor y Romero, 1999). El primer recinto de la ciudad zirí, dentro del cual se encontraba el alcázar desde el que gobernaron los cuatro emires de esta dinastía, debió de ser casi coincidente con el de Iliberri y después fue conocido como la Alcazaba Antigua (al–Qasaba al–Qadima) o simplemente por barrio de la Alcazaba. A pesar de la carencia de documentos que precisen su cronología, una mayoría de autores estiman que ya entonces se surtía con la acequia de Aynadamar, que traía el agua desde el manantial de la Fuente Grande de Alfacar, pasando en su recorrido de más de trece kilómetros por la alquería de Víznar, y varios pagos, entre ellos el de El Fargue. Inicialmente su fin primordial fue abastecer de agua a la al–Qasaba al–Qadima y más probablemente el alcázar zirí, desde el llamado aljibe del Rey o Alqadim (Trillo, 2009:133).Cuando la ciudad se extendió hacia el llano, la parte de la medina situada al norte del río Darro recibió el suministro de la acequia de Axares, llamada después de San Juan por bajar por la calle de San Juan de los Reyes. Tras iniciar su recorrido urbano por el barrio que lleva su nombre, su destino final debía de ser la Mezquita Mayor y la plaza de Bibarrambla, ubicadas en el extremo

Fig. 1Tramo de la acequia de Aynadamar próximo a Alfacar después del encauzamiento realizado a principios de la década de 1990

Fig. 3Paisaje cultural de la acequia de Aynadamar entre los pueblos de Alfacar, al fondo, y Víznar

Fig. 2Tramo de la acequia de Aynadamar próximo a Víznar después de la restauración realizada hacia el año 2005

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Fig. 4Croquis anónimo de distribución de aguas de la acequia de Aynadamar y otras que surten a Granada Archivo de la Facultad de Teología de Granada

oeste de la ciudad baja. Así se recoge en el interesante croquis anónimo de distribución de aguas de la acequia de Aynadamar y las otras que surten a Granada, conservado en el Archivo de la Facultad de Teología de Granada (Fig. 1). No está datado, pero en nuestra opinión debió de ser trazado entre el año 1617, cuando se hizo la segunda copia del apeo del licenciado Loaysa (1575) al que dicho croquis ilustra y ya existía la abadía del Sacromonte que aparece representada, y el año 1747 en que se hizo la tercera copia, que es la que se conserva actualmente (Barrios, 1985:21). El complejo y diversificado sistema de suministro de agua iniciado en el siglo XI por la dinastía zirí para abastecer a la ciudad de Granada constaba de cuatro acequias provenientes de un manantial y de dos ríos, Genil y Darro. Con el establecimiento de la dinastía nazarí en Granada en el siglo XIII, la creación de nuevos sistemas hidráulicos estuvo en relación con la fundación y posterior desarrollo de la ciudad palatina de la Alhambra. La ausencia de aguas de escorrentía permanentes y niveles freáticos explotables en la Colina Roja obligó al establecimiento de dos largas canalizaciones para el abastecimiento hidráulico de los palacios alhambreños y de las

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Fig. 6Vista del Albercón del Moro tapado por el llamado Depósito Alto del Beiro, construido en 1985

Fig. 5Detalle del Plano de Granada del Instituto Geográfico y Estadístico (1909), en el que se aprecia la zona del Cercado Alto de Cartuja con el llamado Albercón del Moro en la esquina superior derecha

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almunias levantadas en su entorno. Muhammad I abrió la Acequia Real en 1238 para surtir de agua a la ciudad palatina, llegándose a implantar la finca del Generalife en su mismo trazado. En la segunda mitad del siglo XIV, la acequia de los Arquillos sería puesta en funcionamiento para el suministro de otra serie de almunias que quedaban fuera del alcance de la Acequia Real (García, 2008). Las cuatro acequias de la ciudad, con más o menos transformaciones, siguen en servicio en nuestros días, limitándose su función al riego, lo que puede dar una idea de la calidad de su diseño. No obstante, se han producido cubriciones de tramos de la Acequia Gorda que discurrían a cielo abierto por nuevas zonas urbanizadas. Ninguna de las dos canalizaciones de la Alhambra se mantiene en uso, si bien la Real sigue abasteciendo al conjunto monumental por un nuevo trazado que fue practicado en la década de 1960.Respecto a la acequia de Aynadamar hay que lamentar que el agua de la Fuente Grande o de las Lágrimas (Aynadamar), sometida a excesiva demanda durante su largo recorrido ya no llegue al Albayzín y haya sufrido la destrucción de su parte final, aunque todavía se conservan en este barrio 25 aljibes públicos andalusíes en desuso, pero adecuadamente restaurados (Orihuela y Vílchez, 1991). Con objeto de evitar pérdidas de caudal, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir inició en el año 1982 la redacción de un “Proyecto de mejora, canalización y cubrimiento de la acequia de Aynadamar”, que fue aprobado por el Ministerio de Obras Públicas el 6 de abril de 1989 (González y Ruiz, 2004:104). Esta desafortunada actuación se materializó a principios de la década de 1990 sólo en el tramo entre Víznar y El Fargue, que fue entubado, malográndose su cauce histórico, los restos de ingeniería hidráulica vinculados al mismo y el ecosistema lineal creado a lo largo de su recorrido. Por otra parte, en los inicios de su recorrido, poco después de pasar frente al Parque Federico García Lorca, como alternativa menos destructiva, se produjo un encauzamiento con obra de fábrica rematada por sendas hiladas de ladrillo visto (Fig. 2). A pesar de sus buenos objetivos, esta intervención también modificaba sustancialmente las características constructivas originales, que era un simple cauce excavado en el terreno natural. Para salvar el tramo inicial entre Víznar y Alfacar, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con fecha 11–09–1992 (BOE nº 282, de 24 de noviembre) tuvo que incoar el expediente para declarar la acequia de Aynadamar como Bien de Interés Cultural, pues se daban ya por perdidos los tramos subsiguientes: Víznar–El Fargue y El Fargue–Granada. Después promovió una restauración parcial de la misma en la zona próxima a su llegada a Víznar (Fig. 3). Después de estas últimas actuaciones positivas se puede considerar que este tramo mantiene todavía unos valores paisajísticos bastante bien conservados, con escasas edificaciones recientes. A los evidentes valores históricos acumulados desde la Antigüedad hay que añadir los de la historia reciente, pues estos lugares fueron el escenario de cientos de fusilamientos de ciudadanos inocentes por parte de las tropas sublevadas contra la II República en el verano de 1936, entre los que se encontraba el insigne poeta F. García Lorca (Fig. 4).

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Este sector ha sido objeto de estudios recientes que han analizados los siete pequeños puentes que tenían la función de recoger las avalanchas de agua y lodo aportadas por las cárcavas situadas por encima de la acequia, evitando que la anegaran y ensuciaran. Dichas estructuras tenían una misión opuesta a las de los acueductos de obra, que permitían a la conducción salvar los barrancos existentes. De ellos en este tramo se conserva uno conocido por los nombres de puente (acueducto) de los Tobones, Alcántara o de la Alhatara (Espinar y García, 2004). De las dos decenas de molinos harineros y otros dos de pólvora que eran movidos por esta Acequia ninguno permanece en uso actualmente y solo los tres primeros molinos se encuentran en la zona protegida: los denominados de las Pasaderas, Alto y de la Venta o de Álvaro. Este último ha sido adquirido por el Ayuntamiento de Víznar y una vez restaurado se ha convertido recientemente en museo etnográfico.Otra de las agresiones más lamentables que han sufrido los elementos patrimoniales anexos a la acequia es la intervención en el llamado “Albercón del Moro” (Martínez de la Rosa, 1839:332‑333), enorme cisterna nazarí, de forma rectangular próxima al cuadrado, existente en el conjunto de propiedades que pertenecieron al monasterio de la Cartuja, siendo ya citado en su Libro de la Fundación (Esteban, 2003:228–230) y quedando dentro del denominado después Cercado Alto de Cartuja. Bermúdez de Pedraza (1639:210) lo describió indicando que tenía cuatrocientos pasos de perímetro, con fuertes muros de tapias de argamasa de ocho pies de ancho y torres en sus esquinas, siendo utilizado además de para almacenar agua de riego, para hacer “fiestas navales, en barcos y esquifes”.Fue dibujado con bastante detalle en el citado croquis de distribución de aguas de la acequia de Aynadamar y también en el preciso Plano de Granada realizado en 1909 por el Instituto Geográfico y Estadístico (Fig. 5), en el que se aprecia el mirador circular construido a modo de templete clásico sobre la torre noroeste a principios del siglo XIX (Gómez Moreno, 1892:353). El Albercón se mantuvo después de la adquisición del Cercado Alto por la Compañía de Jesús a fines de esa centuria, para construir su Colegio Máximo. También sobrevivió a la adquisición de la propiedad por el Estado, en el año 1971, para la instalación del Campus de Cartuja de la Universidad de Granada. Sin embargo, en 1985 fue utilizado por la Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Granada S.A. (Emasagra) para construir en su interior el llamado Depósito Alto del Beiro e incorporarlo a la red de distribución de agua de la ciudad, con objeto de mejorar el suministro en los nuevos barrios cercanos del área norte (Rodríguez, 2008:187) (Fig. 6). Sorprendentemente, una intervención tan desafortunada fue asumida sin oposición por las instituciones responsables y por la ciudadanía. Solo escasas voces individuales como la del investigador Cesáreo Jiménez Romero se manifestaron en los medios de comunicación preguntándose “¿Cómo el Ayuntamiento ha permitido destruir este estanque, cargado de historia silenciosa y, para mayor sorpresa, en terrenos de la Universidad?” ( Jiménez, 1985:3).

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3. EL ACUEDUCTO ROMANO DE ALMUÑÉCAR

El acueducto romano de Almuñécar fue descrito inicialmente por Gómez–Moreno Martínez (1907/1949) y declarado Monumento histórico–artístico de carácter nacional por Decreto de 3 de junio de 1931 (Gaceta nº 155, de 4 de junio). El primer estudio monográfico fue realizado por Carlos Fernández Casado (1949), que después volvió a actualizarlo en dos ocasiones (1972; 1983). El ilustre ingeniero consideraba esta conducción de agua como una de las más representativas en esta rama de la ingeniería romana, ya que se suceden en ella “la galería enterrada, el canal sobre muros, seis obras singulares sobre arcadas, túnel para cortar una pequeña divisoria, arquetas, sifón y depósito terminal” (Fernández, 2008:189). A él se debe el descubrimiento del sifón, que era el menos habitual de todos estos elementos y, por tanto, el más singular, pues mediante este sencillo sistema se evitó la construcción de un acueducto de 40 metros de altura en su parte más elevada.La captación de aguas en la época romana parece que se producía en el paraje denominado Las Angosturas del río Verde, aunque no está claro el sistema utilizado. En el último cuarto del siglo XIX se realizó una toma mediante galerías de filtración enterradas a lo ancho del cauce del río, según proyecto del ingeniero José M.ª de Sancha, fechado en 1875 (Molina, 2000:89). En la actualidad la llamada Acequia del Rey, que riega la margen derecha del río Verde, realiza su toma mediante una presa situada aguas arriba de ese lugar. La conducción romana ha sido utilizada para suministro de agua a Almuñécar hasta la segunda mitad del siglo XX. A partir de entonces se utiliza para riego de las tierras situadas en las inmediaciones de la zona de los tres acueductos consecutivos conservados (Fig. 7)1.La conducción se lleva en canal cubierto, con registros circulares ubicados a la entrada y salida de las obras singulares, barrancos y cambios de dirección, con un promedio de distancia entre registros de unos 100 metros. Discurre durante unos 7 Km primero por la margen derecha del fértil valle del río Verde, salvando la rambla de Torrecuevas mediante un tramo elevado sobre 19 arcos, que con 130 metros de longitud es la más larga de las obras singulares (Fig. 8). Presenta arquillos de aligeramiento en los tímpanos sobre las pilas, según era frecuente en puentes romanos. A continuación, después de salvar tres pequeñas hondonadas, se orienta hacia la margen izquierda del río Seco mediante mina de unos 350 metros. En esta zona, debido a la ausencia de carreteras y escasez de edificaciones, es donde mejor se mantiene el paisaje. Para salvar tres vaguadas sucesivas se construyeron sendos tramos sobre pilares que fueron denominados por Fernández Casado acueductos I, II y III, todos ellos con diferente composición. El primero consta de 6 arcos de un solo piso (Fig. 9), mientras que los siguientes tienen 10 y 11 respectivamente, con dos pisos en sus zonas centrales, que alcanzan en el último 18 m de altura (Fig. 10 y 11).

1. Debo estas informaciones a la amabilidad de D. Miguel Rodríguez Plana, Acequiero Mayor jubilado de la Comunidad de Regantes del río Verde.

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Fig. 7Vista del trazado del acueducto romano de Almuñécar que discurre por las cuencas de los ríos Verde y Seco, con indicación de sus cinco tramos (T, I, II, III, IV) así como del columbario romano (C) (Foto base obtenida de Google Earth)

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A unos 300 m del acueducto III la canalización se remata en una arqueta final con forma circular, de 4,20 m de diámetro. Desde allí continuaba mediante sifón, constituido por una tubería de piezas de cerámica de sólo 16 cm de diámetro interior, recubierta por argamasa de cal, dentro de una galería abovedada similar a la del resto de la canalización. Para salvar la última vaguada hay otro tramo singular sobre arcos del cual Gómez–Moreno (1907/1949:378) pudo ver a principios del siglo XX sólo su coronación, pues habían sido prácticamente enterrados por las avenidas del río Seco a lo largo de casi dos milenios. Gracias a las excavaciones arqueológicas realizadas en 1993 se han sacado a la luz 17 arcos del denominado acueducto IV, aunque seguramente tenía varios más en ambos extremos para salvar completamente la depresión del terreno (Fig. 12). El arco situado hacia el centro del tramo tiene pilastras adosadas, que quizás podían indicar el paso de una antigua vía de comunicación bajo el mismo (Molina, 2000:102–104). Mediante este sifón de unos 1.100 m de longitud se llevaba el agua a la parte más alta de la antigua Sexi, donde hubo una elevada construcción por cuyas paredes descendía el agua hasta la cisterna, de las que no quedan ya restos. Dicha enigmática edificación fue descrita con admiración por escritores árabes como al–Idrisi (s. XII) o Ibn al–Jatib (s. XIV), en cuyo tiempo se desconocía ya su utilidad inicial. Desde allí el agua se distribuiría hacia las factorías de salazones de pescado y garum que rodeaban la ciudad, lo que posiblemente constituiría el motivo principal de la construcción del acueducto.Las fotografías de la década de 1940 (Fernández, 1949) nos muestran los cuatro primeros tramos de acueductos rodeados de un paisaje rural que debió permanecer con pocas alteraciones durante siglos. Una parte importante de la conducción romana de agua se ha conservado bastante bien, porque todavía se usa para el riego. Sin embargo, el notable desarrollo económico, debido al rentable cultivo de frutas subtropicales en los valles de los ríos y al turismo de sol y playa en el núcleo urbano de Almuñécar, han ocasionado múltiples deterioros paisajísticos en los últimos 35 o 40 años.En los alrededores del acueducto de Torrecuevas se ha formado un núcleo de población rural con edificaciones recientes de mínimo interés ubicadas en el entorno inmediato de aquel. En el verano de 2009 se ha puesto en funcionamiento la Autovía del Mediterráneo (A7), cuyo viaducto para salvar el valle del río Verde se encuentra a unos 600 metros de distancia. Recientemente se ha terminado un proyecto de reforma del trazado de la rambla de Torrecuevas, realizado mediante el Plan E (Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo). En la cara oeste del acueducto se ha rehecho el encauzamiento ya existente de la amplia rambla hacia uno solo de los arcos del mismo mediante dos muros de fábrica pintada en blanco y rematados por albardilla de ladrillo visto, que llegan a contactar con la obra romana. Se completa la intervención con dos escaleras que bajan desde la antigua carretera de Almuñécar a Granada (A 4050) hasta el espacio público creado en las inmediaciones del acueducto. El resultado es muy negativo desde el punto de vista estético y podría resultar peligroso para su estabilidad en caso de una gran avenida de agua por encauzar toda la rambla hacia un solo arco. A poca distancia en un promontorio ubicado sobre la citada carretera se conserva un columbario romano en excelente estado, que también

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Fig. 8Acueducto romano de Almuñécar: Tramo de Torrecuevas

Fig. 10Acueducto romano de Almuñécar: Tramo II

Fig. 12Acueducto romano de Almuñécar: Tramo IV o de la Carrera

Fig. 13Columbario romano denominado Torre del Monje, próximo al acueducto

Fig. 11Acueducto romano de Almuñécar: Tramo III

Fig. 9Acueducto romano de Almuñécar: Tramo I

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fue declarado Monumento histórico–artístico por medio del mismo Decreto del año 1931. Esta máxima protección prevista en la legislación española no ha impedido que hace poco tiempo se haya construido a su lado una casa que ha deteriorado gravemente el entorno de tan singular edificación (Fig. 13). El tramo intermedio donde se encuentran los acueductos I, II y III se mantiene poco afectado por modernas edificaciones, aunque hay una línea de media tensión sobre postes eléctricos próxima al trazado de la canalización. Sin embargo, inmediatamente aguas abajo se ha desarrollado un núcleo de edificaciones residenciales que ha rodeado la arqueta final y posiblemente hecho desaparecer la parte inicial del sifón. En la parte más baja del sifón el desarrollo urbanístico ha facilitado la excavación y restauración del acueducto IV, además de los restos arqueológicos de unas termas adosadas al mismo. No obstante, los numerosos bloques de viviendas construidos en su entorno inmediato han degradado mucho la percepción del monumento.

4. CONCLUSIONES

La escasa apreciación por nuestra sociedad de los sistemas antiguos de suministro de agua, incluso los de interés excepcional como son la acequia de Aynadamar en Granada y el acueducto romano de Almuñécar, han evitado que a pesar de contener valores históricos, culturales y patrimoniales de gran calidad, se preserven adecuadamente. El desarrollo urbano en extensión de las ciudades, así como la construcción de nuevas autovías, les causan graves deterioros físicos y paisajísticos. Su declaración como BIC, para que sea realmente efectiva, debe incluir un entorno de protección adecuado que se respete en los Planes Generales de Ordenación Urbana.La mejor forma de garantizar la protección de todos sus valores es su utilización como recurso patrimonial histórico y turístico, estableciendo rutas peatonales bien señalizadas que permitan su conocimiento y disfrute por la población.

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LOS SISTEMAS hISTÓRICOS DE AbASTECIMIENTO DE AGUA A GRANADA y ALMUÑéCAR

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BIBLIOGRAFÍA

7

TEXTO DE EDITORES13

PRESENTACIÓNM.ª DEL MAR VILLAFRANCA JIMéNEz 15

TEXTO DE ADHESIÓN DEl CENTRO PATRIMONIO MUNDIAlKERSTIN MANz16

TEXTO DE ADHESIÓN DEl CONSEJO DE EUROPA

MAGUELONNE DEJEANT–PONS17

TEXTO DE ADHESIÓN DEl MINISTERIO DE CUlTURA DE ESPAÑA LAURA BELTRÁN18

INTRODUCCIÓN GENERAl

FERNANDO ROBOREDO SEARA19

USO Y GESTIÓN DEl AGUA EN lOS PAISAJES CUlTURAlESVICTORIA EUGENIA ChAMORRO MARTÍNEz LUCIANO SÁNChEz PéREz–MONEO22

ESTRUCTURA DEl PROGRAMA27

ÍNDICE

8

PANEL I

EL AGUA Y EL RIEGO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PAISAJES. ORIGEN, FORMACIÓN DEL TERRITORIO Y DESARROLLO SOSTENIBLERELATOR: MIGUEL ÁNGEL TROITIñO VINUESA

PRESENTACIÓN DEL PANEL31

PONENCIAS

EL AGUA Y EL RIEGO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PAISAJES. ORIGEN, FORMACIÓN DEL TERRITORIO Y DESARROLLO SOSTENIBLE

MIGUEL ÁNGEL TROITIñO VINUESA33

PAISAJE Y AGUA DESDE LA PERSPECTIVA PATRIMONIAL

VÍCTOR FERNÁNDEz SALINAS53

AVANCE CONCEPTUAL Y TIPOLÓGICO SOBRE LOS PAISAJES DEL AGUAFLORENCIO zOIDO NARANJO65

PAISAJES CULTURALES Y AGUA: UNA ALIANZA NATURAL

GéRARD COLLIN75

ESTUDIO DE CASO

EL AGUA Y EL RIEGO EN EL “VALLE DE VIÑALES”

NIDIA CABRERA hUERTA87

9

PANEL II

LA CIUDAD Y EL AGUA. ESENCIA, IMAGEN, ESTÉTICA, DISFRUTE Y CONOCIMIENTORELATORA: ANNA RIBAS PALOM

PRESENTACIÓN DEL PANEL99

PONENCIAS

PAISAJE, AGUA, CIUDAD Y CIUDADANÍA. REFLEXIONES EN TORNO A SUS RELACIONES Y PERSPECTIVAS DE FUTURO)

ANNA RIBAS PALOM101

LA CIUDAD Y EL AGUA

MÓNICA LUENGO AñÓN111

LA DIMENSIÓN SIMBÓLICA DEL AGUA EN EL CONJUNTO MONUMENTAL DE LA ALHAMBRA Y EL GENERALIFE

M.ª DEL MAR VILLAFRANCA JIMéNEz 141

LOS PAISAJES CULTURALES Y EL AGUA: VEHÍCULOS DE CONCIENCIA AMBIENTAL

hELENA CABALLERO169 ESTUDIO DE CASO

MUSEO DEL AGUA DE QUITO

ANA LUCÍA ANDINO–FONSAL Y DAMARIS VALLEJO185

10

Panel III

lOS GRanDeS SISTeMaS HIDRÁUlICOS RelaCIOnaDOS COn el PaISaJe. USOS, FUnCIOneS Y COMPeTenCIaSRelatoR: antonio SeRRano RodRíguez

PReSenTaCIón Del Panel197

PonenciaS

ReGUlaCIón Y PlanIFICaCIón De CUenCaS HÍDRICaS Y SU eFeCTO SOBRe PaISaJeS CUlTURaleS Y naTURaleS DeClaRaDOS. PlanIFICaCIón De CUenCaS HÍDRICaS: el TRaSVaSe TaJO–SeGURa.aRanJUeZ–TaBlaS De DaIMIel

antonio SeRRano RodRíguez199

el aGUa en la alHaMBRa. la COnTInUIDaD Del SISTeMa HIDRÁUlICOPedRo SalmeRón eScobaR 221

el aGUa en lOS TRaBaJOS Del COnSeJO De eUROPa SOBRe ORDenaCIón TeRRITORIal Y Del PaISaJe: la CeMaT Y el COnVenIO eUROPeO Del PaISaJemaguelonne déjeant–PonS251

lOS SISTeMaS HIDRÁUlICOS De aBaSTeCIMIenTO De aGUa en GRanaDa Y alMUÑÉCaR: Un PaTRIMOnIO FRÁGIl Y en PelIGRO

antonio oRihuela uzal269

eStudio de caSo

la alHaMBRa Y el Valle Del DaRRO. HaCIa Un PaISaJe CUlTURal VictoRia eugenia chamoRRo maRtínez y FRanciSco antonio lamolda ÁlVaRez283

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SÍNTESIS Y CONCLUSIONES

SÍNTESISMARÍA CULLELL MURO Y LUCIANO SÁNChEz PéREz–MONEO303

CONCLUSIONESMIGUEL ÁNGEL TROITIñO VINUESA,ANNA RIBAS PALOM Y ANTONIO SERRANO RODRÍGUEz307

ANEXOSDECLARACIÓN DE ARANJUEZ315

DECLARACIÓN DE SINTRA319

DECLARACIÓN DE LA ALHAMBRA323

LISTADO DE PAISAJES CULTURALES DECLARADOS PATRIMONIO MUNDIAL POR LA UNESCO325