Ilienkov de Lo Abstracto a Lo Concreto

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DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO Evald Vasílievich Ilienkov * http://elsudamericano.wordpress.com/ En el movimiento dialectico del pensamiento, que va de lo concreto a lo abstracto y se eleva de lo abstracto a lo concreto, es este ultimo momento el esencial, para llegar al conocimiento teórico del mundo. Esta idea de Marx encuentra su aplicación en El Capital, ahí es donde debe buscarse el método y el modo de exposición propiamente marxistas. Las relaciones de la lógica y del desarrollo histórico real se ven así, aclarados. El ruso Evald Ilienkov, [veasé Lógica dialéctica, ensayos de historia y teoría. 1977] analiza las maneras en que Locke, Spinoza, Hegel, Adam Smith, y Ricardo, concebían las relaciones de lo abstracto a lo concreto, la inducción y la deducción. Y explica también el desarrollo científico de la concepción dialéctica de Marx. 1. Elevarse de lo abstracto a lo concreto 2. La concepción hegeliana de lo concreto 3. Los puntos de vista de Marx sobre el desarrollo del conocimiento 4. El fundamento materialista del paso de lo abstracto a lo concreto en Marx 5. La inducción de Adam Smith y la deducción de Ricardo. Los puntos de vista de Locke y Spinoza en Economía Política 6. La deducción y el problema del historicismo ELEVARSE DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO En el curso de su análisis del método de la economía política. Marx formula una serie de proposiciones de un inmenso alcance filosófico. Es el caso de la tesis según la cual la única vía posible y justa que permite al pensamiento resolver el problema especifico del conocimiento teórico del mundo que nos rodea es "elevándose de lo abstracto a lo concreto” En la concepción de Marx: “lo concreto es la unidad de la diversidad”, “Esta es la razón de que aparezca en el pensamiento como proceso de síntesis, como resultado, no como punto de partida, aunque sea el verdadero punto de partida de la intuición y de la representación (…) el todo, tal como aparece en el espíritu, como una totalidad pensada, es un producto del cerebro pensante, que se apropia el mundo de la única forma que le es posible, según un modo que difiere de la apropiación artística, religiosa práctico-espiritual de ese mundo”. 1 El método qué se eleva de lo abstracto a lo concreto, donde "las determinaciones abstractas conducen a la reproducción de lo concreto por la vía del pensamiento” 2 es definido por Marx como ''el método científico correcto". Es un método específico que "sólo es para el pensamiento la manera de apropiarse lo concreto, de reproducirlo bajo la forma de un pensamiento concreto” 3 Solo este método permite al teórico resolver su problema especial: la transformación en concepto de los datos de la intuición y de la representación. Como estas tesis son de una importancia muy particular para la interpretación del método de El Capital nos pararemos más detalladamente, teniendo en cuenta que ellas han sido, a menudo el objeto de falsificaciones acerca de las ideas económicas y filosóficas de Marx. Primero hace falta recordar que Marx no entiende, en ningún caso lo concreto como una simple imagen de la intuición viva, como la forma sensible del reflejo del objeto en la conciencia y lo abstracto como la sola "abstracción del espíritu". Si leemos las proposiciones de Marx citadas más arriba, ateniéndose a una tal concepción de lo abstracto y de lo concreto, que es la del empirismo estrecho y del neo-kantismo, caeremos en lo absurdo y nos encontraremos en desacuerdo total con la teoría del reflejo. Estamos en presencia de una ilusión: Marx recomendaría partir de la abstracción del espíritu como de un dato inmediato, para elevarse a la imagen de la intuición viva, como a una cosa secundaria, derivada del pensamiento. Por esto cuando leemos a Marx hace falta, ante todo, cuidar que esta lectura no sea incomodada por concepciones transcritas sin espíritu critico de tratados de teoría del pensamiento premarxistas y neo-kantianos. Desde el punto de vista que Marx dio, las definiciones de lo abstracto y de lo concreto, las proposiciones citadas caracterizan justamente la dialéctica del paso de la intuición viva al pensamiento abstracto, de la intuición y la representación a lo concreto tal como ello se manifiesta en el pensamiento teórico.

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  • DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETOEvald Vaslievich Ilienkov

    *http://elsudamericano.wordpress.com/

    En el movimiento dialectico del pensamiento, que va de lo concreto a lo abstracto y se eleva de lo abstracto a lo concreto, es este ultimo momento el esencial, para llegar al conocimiento terico del mundo. Esta idea de Marx encuentra su aplicacin en El Capital, ah es donde debe buscarse el mtodo y el modo de exposicin propiamente marxistas. Las relaciones de la lgica y del desarrollo histrico real se ven as, aclarados. El ruso Evald Ilienkov, [veas Lgica dialctica, ensayos de historia y teora. 1977] analiza las maneras en que Locke, Spinoza, Hegel, Adam Smith, y Ricardo, conceban las relaciones de lo abstracto a lo concreto, la induccin y la deduccin. Y explica tambin el desarrollo cientfico de la concepcin dialctica de Marx.

    1. Elevarse de lo abstracto a lo concreto2. La concepcin hegeliana de lo concreto3. Los puntos de vista de Marx sobre el desarrollo del conocimiento4. El fundamento materialista del paso de lo abstracto a lo concreto en Marx5. La induccin de Adam Smith y la deduccin de Ricardo. Los puntos de vista de Locke y Spinoza en

    Economa Poltica6. La deduccin y el problema del historicismo

    ELEVARSE DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO

    En el curso de su anlisis del mtodo de la economa poltica. Marx formula una serie de proposiciones de un inmenso alcance filosfico. Es el caso de la tesis segn la cual la nica va posible y justa que permite al pensamiento resolver el problema especifico del conocimiento terico del mundo que nos rodea es "elevndose de lo abstracto a lo concreto

    En la concepcin de Marx: lo concreto es la unidad de la diversidad, Esta es la razn de que aparezca en el pensamiento como proceso de sntesis, como resultado, no como punto de partida, aunque sea el verdadero punto de partida de la intuicin y de la representacin () el todo, tal como aparece en el espritu, como una totalidad pensada, es un producto del cerebro pensante, que se apropia el mundo de la nica forma que le es posible, segn un modo que difiere de la apropiacin artstica, religiosa prctico-espiritual de ese mundo.1

    El mtodo qu se eleva de lo abstracto a lo concreto, donde "las determinaciones abstractas conducen a la reproduccin de lo concreto por la va del pensamiento2 es definido por Marx como ''el mtodo cientfico correcto". Es un mtodo especfico que "slo es para el pensamiento la manera de apropiarse lo concreto, de reproducirlo bajo la forma de un pensamiento concreto 3

    Solo este mtodo permite al terico resolver su problema especial: la transformacin en concepto de los datos de la intuicin y de la representacin.

    Como estas tesis son de una importancia muy particular para la interpretacin del mtodo de El Capital nos pararemos ms detalladamente, teniendo en cuenta que ellas han sido, a menudo el objeto de falsificaciones acerca de las ideas econmicas y filosficas de Marx.

    Primero hace falta recordar que Marx no entiende, en ningn caso lo concreto como una simple imagen de la intuicin viva, como la forma sensible del reflejo del objeto en la conciencia y lo abstracto como la sola "abstraccin del espritu". Si leemos las proposiciones de Marx citadas ms arriba, atenindose a una tal concepcin de lo abstracto y de lo concreto, que es la del empirismo estrecho y del neo-kantismo, caeremos en lo absurdo y nos encontraremos en desacuerdo total con la teora del reflejo. Estamos en presencia de una ilusin: Marx recomendara partir de la abstraccin del espritu como de un dato inmediato, para elevarse a la imagen de la intuicin viva, como a una cosa secundaria, derivada del pensamiento.

    Por esto cuando leemos a Marx hace falta, ante todo, cuidar que esta lectura no sea incomodada por concepciones transcritas sin espritu critico de tratados de teora del pensamiento premarxistas y neo-kantianos.

    Desde el punto de vista que Marx dio, las definiciones de lo abstracto y de lo concreto, las proposiciones citadas caracterizan justamente la dialctica del paso de la intuicin viva al pensamiento abstracto, de la intuicin y la representacin a lo concreto tal como ello se manifiesta en el pensamiento terico.

  • Marx es, ante todo, un materialista. En otros trminos: l parte del hecho de que las abstracciones, con ayuda de las cuales; por la sntesis de las cuales; el terico reconstruye el mundo por el pensamiento, representan copias mentales de momentos particulares de la realidad objetiva misma, momentos puestos en evidencia por el anlisis. Dicho de otra forma, suponemos como evidente que cada definicin, tomada aparte, es el producto de la generalizacin y del anlisis de los datos inmediatos de la intuicin. En este sentido (pero solamente en este sentido) ella es el producto de la "reduccin" de lo concreto en la realidad a su expresin sintetizada y abstracta en la conciencia.

    En lo que concierne a las definiciones que usaba la economa poltica premarxista. Marx dice que ellas son todas productos del movimiento de lo concreto, dado en la representacin hacia las abstracciones cada vez ms descarnadas. Por eso Marx caracteriza el camino histrico recorrido por la economa poltico como un camino que parte de lo real y lo concreto y conduce primero a las "abstracciones ms descarnadas". y solamente despus de estas abstracciones descarnadas a un sistema, a una sntesis, a una combinacin de abstracciones que forman una teora.

    Reducir " la plenitud concreta de la realidad a su expresin abstracta en la conciencia, es evidentemente, la condicin sin la cual ninguna investigacin terica especial puede desarrollarse ni siquiera comprometerse. Ms an esto no es solamente "premisa", una condicin prehistrica de la apropiacin terica del mundo, sino tambin un momento orgnico del proceso mismo de la edificacin de un sistema de definiciones cientficas, es decir, de la actividad de sntesis del espritu.

    Es sabido que el terico no encuentra preparadas, a nivel de conocimiento, todas las definiciones con las cuales l forma un sistema. Su tarea no se limita a agrupar formalmente las frgiles abstracciones ya preparadas aplicando las reglas conocidas de esta operacin. Cuando l organiza un sistema de abstracciones ya preparadas, obtenidas anteriormente, hace siempre de ellas un anlisis crtico; l las verifica confrontndolas con los hechos y de esta misma forma recorre en cierto modo, nuevamente el proceso que se eleva de lo abstracto, en la realidad a lo concreto en el pensamiento. As, de este modo esta "subida" no es nicamente ni tan siquiera una "premisa" de la edificacin de un sistema cientfico, sino un momento orgnico de esta edificacin misma.

    Las definiciones abstractas particulares, cuya sntesis da lo concreto en el pensamiento, se forma en el curso de este mismo proceso. As, el proceso terico que conduce al conocimiento concreto est siempre al mismo tiempo, en cada uno de sus eslabones como en su conjunto, es un proceso de reduccin de lo concreto a lo abstracto.

    En otros trminos, se puede decir que elevarse de lo concreto a lo abstracto, por una parte, y elevarse de lo abstracto a lo concreto, por otra parte, son aqu dos formas que se implican mutuamente en el proceso de apropiacin terica del mundo o sea, del pensamiento abstracto". Cada una de ellas no se realiza ms que a travs de su contraria, en unin con ella. La elevacin de lo abstracto a lo concreto sin su contraria, la elevacin de lo concreto a lo abstracto se convertira en un conjunto puramente escolstico de frgiles abstracciones ya hechas y copiadas de otra parte sin un espritu crtico. Contrariamente, reducir lo concreto a lo abstracto al azar, sin una idea general de investigacin claramente concebida, sin hiptesis, no puede tampoco dar teora y no la dar. Esto slo dar un montn desordenado de abstracciones descarnadas.

    Pero por qu Marx, que tiene en cuenta todo esto, hace justamente del mtodo que consiste en "elevarse de lo abstracto a lo concret" el nico mtodo cientfico posible y correcto de apropiacin terica del mundo? Es que la dialctica (a diferencia del eclecticismo) no razona segn el principio "de un lado, del otro lado'', sino que indica en todos los casos el lado determinante, dominante, el momento de unidad de los contrarios que es decisivo en el caso considerado. He aqu un axioma de la dialctica.

    Es especfico y caracterstico del proceso de la apropiacin terica (a diferencia de la simple toma de conciencia emprica de los hechos) que cada "abstraccin", tomada por separada, se forma en el curso del movimiento general de la investigacin, en el movimiento hacia una concepcin cada vez llena, completa (es decir, concreta) del objeto. Cada generalizacin tomada aparte (donde la frmula es: de lo concreto a lo abstracto) no tiene sentido en este caso sino a condicin de ser un paso hacia la aprensin concreta de la realidad por un camino que se eleve del reflejo abstracto del objeto en el pensamiento a su expresin cada vez toas concreta en el concepto.

    Si un acto dado de generalizacin no es al mismo tiempo un paso adelante en el desarrollo de la teora, un paso que va de un conocimiento ya alcanzado a un nuevo conocimiento ms completo, si ello no hace avanzar toda la teora y no la enriquece de una nueva determinacin general (sino que slo hace repetir lo ya conocido), este acto est, desde el punto de vista del desarrollo de la teora, simplemente desprovisto de sentido.

    En otros trminos, lo concreto (es decir el movimiento permanente hacia una comprensin terica cada ver ms concreta) es aqu el fin especifico del pensamiento terico. En tanto que es un fin de tal naturaleza, lo "concreto" define como ley la manera de actuar del terico (se trata de una accin mental naturalmente) en cada caso particular, por cada generalizacin tomada aparte.

  • Desde ese punto de vista, lo "abstracto" no es el fin sino el medio del proceso terico, y cada acto de generalizacin (es decir, de reduccin de lo concreto a lo abstracto) aparece como un momento "desvanecedor" en el movimiento general.

    En el lenguaje de la dialctica, el "momento desvanecedor" es un momento que no tiene significado por s mismo, aparte de otros momentos, sino solamente en ligazn con ellos, en interpretacin viva con ellos, de paso.

    He aqu toda la cuestin. Porque Marx es un dialctico, no se limita a la simple constatacin del hecho que el proceso del pensamiento terico incluye tambin el movimiento de la concreto haca lo abstracto y de lo abstracto hacia lo concreto, sino que pone de relieve, ante todo, la forma de movimiento del pensamiento que es lo dominante en el caso considerado y que determina el peso y la significacin de la forma contraria. En la investigacin terica especializada la forma que se eleva de lo abstracto a lo concreto es la que domina. Por eso, es la forma especfica del pensamiento terico.

    Naturalmente esto no significa de ningn modo que la otra forma este totalmente ausente. Esto significa pura y simplemente que la reduccin de la plenitud concreta de los hechos a su expresin abstracta en la conciencia no es ni la forma especfica ni an menos la determinante del reflejo terico del mundo.

    El hombre come para vivir y no vive para comer. Pero hace falta estar loco para deducir de esto que el hombre tiene que vivir sin alimentarse; seria tambin absurdo acusar a este aforismo de rebajar el papel de la alimentacin.

    El caso que nos ocupa es anlogo. Para tomar la absorcin de la plenitud sensible concreta de los hechos en el seno de la abstraccin por la forma principal y determinante de la actividad intelectual del terico, hace falta ignorar totalmente la ciencia. Esto no es en la ciencia ms que un medio necesario para cumplir con una tarea ms seria, especifica, de la apropiacin terica del mundo y de la meta real de la actividad del terico. La reproduccin de lo concreto en el pensamiento es el fin que determina el peso especfico y la importancia de cada acto de generalizacin tomado por separado.

    Naturalmente lo concreto en el pensamiento no es un fin en si, no es la meta final. La teora tomada en su conjunto no es, pues ms que un "momento desvanecedor" en el proceso del cambio de las materias reales, prcticas, entre el hombre y la naturaleza. De la teora se pasa a la prctica ,y este paso puede ser tambin calificado de paso de lo abstracto a lo concret. La prctica no tiene ya un fin ms elevado fuera de ella, ella misma plantea sus fines, es un fin en si. Y es justamente por eso que en el curso de la elaboracin de la teora. cada paso, cada generalizacin, son igualmente confrontados constantemente con las indicaciones de la prctica y son devueltas a sta como ala meta suprema de la actividad terica. Por eso Lenin, hablando del mtodo de El Capital, subraya uno de sus rasgos ms caractersticos: "La verificacin respectiva de los hechos por la prctica se hace aqu en cada etapa del anlisis." 4

    La relacin constante de cada paso del anlisis con la orientacin del camino de la investigacin cientfica en su conjunto y, en fin de cuentas, con la prctica, procede de la naturaleza misma de la concepcin marxista de la especificacin de la apropiacin terica del mundo. Cada paso del anlisis, cada acto de reduccin de lo concreto a lo abstracto, debe tener desde el principio en cuenta el "todo" que encubre la representacin, la intuicin viva, y cuyo reflejo es la meta suprema del trabajo terico (bien entendido solamente mientras se trate del trabajo terico, mientras el hombre se ocupe del mundo slo desde el plan terico).

    Es aqu donde reside el sentido profundamente dialctico de la tesis de Marx sobre el mtodo que consiste en "elevarse de lo abstracto a lo concreto".

    Esto significa que todas las definiciones abstractas, realmente cientficas y no ilusorias y vacas no aparecen solamente en la cabeza del hombre como el resultado de una reduccin irreflexiva y fortuita de lo concreto a lo abstracto, sino como resultado de la progresin sistemtica de la conciencia a lo largo del proceso regular general del desarrollo de la ciencia, de la concretizacin del saber existente y de la transformacin crtica.

    No se puede presentar las cosas como si cada ciencia debiera primero pasar por una etapa de aproximacin exclusivamente analtica del mundo, que sera una etapa de reduccin puramente inductiva de lo concreto a lo abstracto, para solamente despus que ese trabajo haya sido completamente terminado, poder llegar a "reunir" las abstracciones obtenidas en sistemas y elevarse de lo abstracto a lo concreto".

    Cuando Marx se refiere ala historia de la economa poltica burguesa y subraya que desde el momento de su aparicin ha tomado el camino del anlisis unilateral para no comprometerse sino ms tarde por un camino "cientficamente correcto, no quiere decir con eso que cada ciencia contempornea deba seguir ese ejemplo y pasar por una primer etapa puramente analtica antes de elevarse de lo abstracto a lo concreto.

    El mtodo exclusivamente analtico no es una virtud que se puede recomendar como modelo de imitacin. El, ms bien, ha expresado la inevitable limitacin histrica de la Economa Poltica burguesa que provena, en particular, de la

  • ausencia de un mtodo elaborado del pensamiento dialctico. La lgica dialctica no recomienda solamente a la ciencia contempornea comenzar por el anlisis puro y por la pura reduccin de lo concreto a lo abstracto para pasar seguidamente a una sntesis tambin pura, a una pura elevacin de lo abstracto a lo concreto. Una va tal no conducira al conocimiento concreto, y si ella condujera, sera slo despus de los mismos vagabundeos sufridos por la economa poltica anterior a Marx.

    El ejemplo citado por Marx es ms bien un argumento en favor de la tesis de que la ciencia debe ahora, desde un principio tomar un camino cientfico correcto sin repetir los vagabundeos del siglo XVII, y utilizar el mtodo dialctico elevndose de lo abstracto a lo concreto, en el que el anlisis y la sntesis estn orgnicamente unidos. Es un argumento en favor del deber de la ciencia, de elaborar desde un principio sus definiciones abstractas, haciendo de cada una de ellas un paso por el camino del movimiento de la realidad como un todo en desarrollo

    La ciencia, si ella es verdaderamente ciencia y no una simple coleccin de hechos y de informes, debe desde el principio reflejar su objeto y desarrollar sus definiciones de la manera que Marx ha definido como la nica posible y correcta, y no conservarla para la buena boca", para la expresin literaria de resultados ya comprobados, como aconsejaban los revisionistas neo-kantianos del tipo de Kunov, Renner y otros como ellos.

    Naturalmente, el mtodo que consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto encuentra su encarnacin ms pura en los trabajos de Marx, donde encontramos una exposicin sistemtica de la teora: la Contribucin a la critica de la economa poltica, los Grundrisse der Kritik des politischen Ekonomie y El Capital.

    Pero esto no significa, ni mucho menos, que la "exposicin" surja fundamentalmente de otro mtodo que la "investigacin', ni que la manera en que Marx llev sus investigaciones sea directamente opuesta a la que l mismo us para exponer los "resultados de sus investigaciones"

    Si ello no fuera as el anlisis de la "lgica de El Capital no aportara exactamente nada a la comprensin del mtodo empleado por Marx para sus investigaciones, para el tratamiento de los datos de la intuicin y de la representacin. En ese caso, El Capital slo sera instructivo por su manera literaria de exponer los resultados y no por el mtodo por el que tales resultados han sido obtenidos. Hara falta, entonces, reconstruir el mtodo de investigacin de Marx, no por el anlisis de El Capital sino examinando los borradores, los apuntes, los bosquejos y las consideraciones salidas de la cabeza de Marx en el trascurso de su toma de conocimiento inmediato e inicial con los hechos econmicos. Seria necesario estar de acuerdo con la afirmacin vulgar del autor de uno de esos innumerables folletos antimarxistas, el telogo J. Petcher, que proclama:

    "El mtodo que sigue Marx en El Capital es, en su esencia, el mismo que el de cualquier sabio "burgus". La dialctica no le sirvi a Marx, como l mismo declar en el eplogo a la segunda edicin de El Capital, ms que como procedimiento de exposicin. Este procedimiento posee, aparentemente, ciertas ventajas en las que no nos detendremos aqu, ya que esto no tiene relacin con el problema del mtodo del conocimiento." 5

    Fetcher desva aqu de su sentido la indicacin conocida por Marx de que la expresin de una teora bajo su forma desarrollada no puede diferir del curso de todas las investigaciones que la han conducido; "la diferencia formal" de la una a la otra de la que habla Marx, no concierne, de ninguna manera, al fondo del mtodo de pensamiento, al mtodo de transformacin en conceptos de los datos de la intuicin y de la representacin. Este procedimiento del anlisis ha quedado el mismo, es decir, dialctico tanto en el tratamiento preliminar de los datos como en el curso de su elaboracin definitiva, aunque, naturalmente, se haya perfeccionado a medida que se avanza hacia la creacin de El Capital.

    La ventaja principal de ese "procedimiento de exposicin lejos de tener un carcter literario y estilstico, consiste justamente ea que el autor de El Capital no expone, de una manera dogmtica y didctica, los resultados completos obtenidos no se sabe cmo, sino que ha realizado ante los ojos del lector todo el proceso de investigacin que conduce a tales resultados. "El lector que quiera seguirme deber decidirse a elevarse de lo singular a lo general",6 adverta Marx desde su Introduccin a la contribucin a la critica de la economa poltica. Este mtodo de exposicin" conduce al lector de la comprensin de los detalles particulares, de lo abstracto a un enfoque cada vez ms, concreto, desarrollado, general, de la realidad econmica, a lo general como resultado de la interpretacin de las particularidades.

    Es cierto que, haciendo esto, el proceso de investigacin no se encuentra reproducido en todos los detalles y desviaciones de las investigaciones que han durado ms de veinticinco aos, sino en los puntos esenciales en los que la propia investigacin ha mostrado que al pensamiento se le ha hecho progresar hacia la comprensin: Marx no ha reproducido las numerosas desviaciones del tema central que son inevitables en el trabajo de cualquier sabio. En el transcurso de las investigaciones reales se examinan con frecuencia hechos que no tienen ligazn directa con el sujeto: en realidad slo su anlisis puede demostrar si ellos se refieren o no al sujeto. Adems, el terico debe a cada instante volver al examen de los hechos que parecen haber sido ya estudiados a fondo. Esta investigacin no es una progresin sistemtica, su movimiento es complejo y enredado y progresa con vueltas hacia ella misma. y desviaciones frecuentes sobre caminos laterales.

  • La exposicin definitiva no reproduce todas estas etapas: gracias a esto el proceso de investigacin aparece bajo su aspecto verdico, libre de eventualidades e incoherencias. Ella est como "enderezada y reviste el carcter de movimiento de progresin sistemtica en concordancia con la naturaleza y con el movimiento de los hechos mismos. El pensamiento ya no pasa del anlisis de un hecho al anlisis del siguiente antes de haberlo efectivamente agotado: ya no hace falta volver varias veces a la misma cosa a fin de perfeccionar lo que haba quedado sin terminar.

    As, el "procedimiento de exposicin" de El Capital no contiene otra cosa que su procedimiento de investigacin corregida, no arbitrariamente, sino en estricta correspondencia con las exigencias de las leyes dictadas por el propio proceso de investigacin. Dicho de otra forma, el procedimiento de exposicin est depurado, en este caso, de todos los momentos accesorios: l responde rigurosamente a las leyes objetivas de la investigacin.

    Las "diferencias formales", de que habla Marx en su eplogo a la segunda adicin de El Capital conciernen a otras circunstancias, en particular al hecho de que Marx personalmente haya tomado contacto con los diferentes crculos del infierno capitalista de la mercanca en un orden que no corresponda a la propia ley de su desarrollo tal como El Capital la representa.

    El orden en el que tal o cual aspecto de un objeto de estudio se presenta por tal o cual causa a un terico o a la ciencia en su conjunto no corresponde a la elevacin de lo abstracto a lo concreto. Esta va orientada exclusivamente en funcin de la sucesin que corresponde a las relaciones mutuas objetivas de diferentes momentos en la "totalidad" que hay que estudiar. Esta verdadera sucesin no est concebida de antemano. Por eso no hace falta buscar la justificacin del mtodo, que consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto en la biografa cientfica de tal o cual terico ni incluso en el proceso histrico del desarrollo de la ciencia, tomada en su conjunto, tampoco alcanza su verdadero punto de partida ms que despus de largas y penosas investigaciones. Por ejemplo. Marx ha llegado al anlisis y a la comprensin de las relaciones econmicas a partir de investigaciones sobre las relaciones jurdicas y polticas entre los hombres. Para l, la esfera del derecho y de la poltica fue el punto de partida del estudio de la estructura del organismo social. Pero en la exposicin" de la teora del marxismo histrico, Marx exige que se parta de la concepcin de las relaciones econmicas, materiales, para despus ir hacia la concepcin del derecho y de la poltica.

    Los tericos como Fetcher podran declarar a este propsito que la tesis de Marx, segn la cual el punto de partida de !a comprensin de todos los fenmenos sociales debe ser la economa y no el derecho y la poltica, conciernen solamente al mtodo de exposicin literaria de la teora de Marx, ya que, en la "investigacin", Marx y los marxistas han hecho la misma cosa que cualquier sabio burgus...

    En realidad, aunque el derecho y la poltica hayan sido estudiados por Marx antes de emprender las investigaciones econmicas, tales cuestiones no fueron comprendidas cientficamente "de modo materialista y correctamente, sino cuando l analiz la economa en sus rasgos generales.

    Sucede lo mismo con el enfoque de Marx en economa poltica. Marx conoca las leyes del movimiento de la moneda, del beneficio y de la renta mucho antes de haber comprendido la verdadera doble naturaleza de la mercanca y del trabajo que produce esta mercanca. Pero hasta que l no comprendi la naturaleza real del valor no tuvo una concepcin correcta de la moneda y de la renta. En Miseria de la filosofa l comparte todava las ilusiones de la teora de la moneda y de la renta de Ricardo. Slo la clara comprensin de la naturaleza del valor, a la cual lleg en los aos cincuenta, situ la moneda y la renta en su enfoque verdadero. Hasta aqu era prcticamente imposible comprender la moneda.

    A comienzos de los aos cincuenta, Marx consagr mucho tiempo a la comprensin de las colisiones enredadas de la circulacin monetaria en periodos de crisis y de "prosperidad". Estas tentativas son las que le han conducido a la conclusin de que no se podan comprender las leyes de la circulacin monetaria sin haber previamente elaborado en todos sus detalles el concepto del valor. Slo despus de haber hecho esto se convenci de que haba compartido hasta aqu muchas de las ilusiones de Ricardo.

    Por esto no se puede justificar el procedimiento que consiste en estudiar los hechos elevndose de lo abstracto a lo concreto por el orden en el cual se ha desarrollado histricamente el estudio de los materiales. Ese mtodo expresa la sucesin en la cual se cristaliza en la conciencia del terico la concepcin objetiva adecuada al objeto considerado y no el orden en el que tal o cual aspecto de la realidad atrae, por tal o cual razn, la atencin de los tericos y cae en el campo de accin de la ciencia. Ese mtodo expresa una ley interna del desarrollo de la concepcin cientfica que se abre camino en el curso del desarrollo histrico a travs de una masa de contingencias y desviaciones, y a menudo de vas laterales, ignoradas por los mismos tericos. Por eso, no es fcil elevarlo a la superficie del desarrollo cientfico (es decir, a la conciencia de los tericos). Esta ley puede no manifestarse durante mucho tiempo en la conciencia de los tericos, o puede aparecer bajo tal forma que no se la reconozca. Es muy frecuente, como lo subraya Marx, que un cientfico tenga una concepcin enteramente falsa de lo que hace y de la forma en que lo hace. Por eso no se puede juzgar a un pensador acerca de la idea que se hace de si mismo. Es mucho ms importante (y difcil) poner de relieve la significacin objetiva de sus enfoques y de su papel en el proceso del desarrollo de la ciencia.

  • Por esto, el verdadero sentido de los elementos de una biografa cientfica, el orden verdadero del desarrollo de las determinaciones cientficas, no puede ser hallado a travs de simples investigaciones biogrficas. Frecuentemente el proceso real del Conocimiento cientfico (es decir, la progresin sistemtica del pensamiento hacia la realidad concreta) difiere notablemente del orden cronolgico. En su fragmento acerca de la dialctica. Lenin sealaba el hecho de que para analizar la lgica del desarrollo del conocimiento, la "cronologa acerca de las personas" no es obligatoria y no corresponde siempre al orden real de la penetracin del objeto por el pensamiento.

    De todo esto se deduce que todos los rasgos caractersticos del mtodo de investigacin de Marx aparecen con mayor nitidez y pureza en El Capital mismo y no en los borradores, apuntes y consideraciones nacidas directamente en su cabeza durante su estudio de los hechos econmicos.

    Es aqu donde se pone al desnudo la verdadera sucesin de las definiciones cientficas, las cuales no se revelaron sino gradualmente en el curso de investigaciones previas, de las que el propio Marx no tena siempre una clara visin. Marx goz siempre un vivo espritu de lcida autocrtica: a menudo correga resueltamente "a posteriori" los errores y omisiones cometidos en las etapas previas de su trabajo. No se puede distinguir con todo rigor objetivo los ncleos de verdad objetiva de la forma que han revestido inicialmente en la conciencia, ms que "a posteriori", las alusiones a lo superior no pueden ser correctamente comprendidas, ms que cuando ese superior es ya conocido.

    Si probamos a reconstituir el mtodo de investigacin de Marx, no de acuerdo con El Capital, sino segn la masa de borradores y de bosquejos que se han conservado en los archivos, esto slo servira para complicar el trabajo. De todas formas, para comprenderlos correctamente hara falta antes analizar El Capital. De otro modo no se distinguiran ni siquiera las "alusiones a lo superior". Aun ms, no se comprendera absolutamente el por qu haca falta anteponer una forma anterior y preliminar de expresin de un pensamiento a una forma ulterior como su adulteracin. Hara falta entonces poner, efectivamente, las formulaciones de El capital y su mtodo de desarrollo a cuenta de la exposicin literaria y no a la de la profundizacin del pensamiento, de la comprensin y del mtodo de investigacin.

    (Este torpe procedimiento es empleado con obstinacin por los revisionistas modernos, para quienes el "marxismo autntico" debe ser hallado en los manuscritos del joven Marx y no en las obras de su madurez. Para ellos, El Capital es "una forma de expresin alterada" de las concepciones del "humanis real" que desarrollaron Marx y Engels en 1843-1844).

    Por eso precisamente Lenin indicaba que para elaborar la "Gran Lgica" del marxismo hizo falta mirar, sobre todo. E1 Capital y que el procedimiento de exposicin empleado por Marx en El Capital debe servir de ejemplo de aprensin dialctica de la realidad por el pensamiento, as como del estudio y de la elaboracin de la dialctica en general. Despus de estas consideraciones preliminares se puede pasar a un estudio ms detallado del mtodo cientfico correcto de formacin de las determinaciones cientficas y de tratamiento terico de los datos de la intuicin viva y de la representacin

    Recordemos solamente con este motivo una vez ms, que no se entiende solamente aqu por datos de la intuicin y de la representacin, lo que el individuo se representa personalmente bajo forma de imagen, sensible. Esta seria una interpretacin extremadamente estrecha y completamente falsa; esa era la interpretacin de la filosofa premarxista y la de la concepcin antropolgica del tema del conocimiento. Marx entenda siempre por esto la nasa de experiencia emprica socialmente acumulada, toda la colosal masa de nociones empricas suministradas al terico por los libros, los panoramas estadsticos, las revistas y los testimonios. Pero los depsitos de la memoria social conservan todos estos datos empricas bajo una forma contrada y reducida ya a la expresin abstracta. Han sido ya expresados en lenguaje, en terminologa, en cifras, en cuadros y otras formas abstractas. La tarea especfica del terico que parte de toda esta informacin sobre la realidad no consiste, bien entendida, en darle a esta expresin "abstracta" una forma an ms abstracta. Al contrario comienza siempre procediendo a un anlisis crtico de abstracciones del nivel emprico del conocimiento y las rehace para seguidamente avanzar, criticando la estrechez y el subjetivismo de tales abstracciones y destruyendo las ilusiones que ellas contienen desde el punto de vista de la realidad en su conjunto concreto. En este sentido (y slo en este sentido), el paso del estado emprico al estado racional del conocimiento aparece tambin como un paso "de lo abstracto a lo concret.

    Naturalmente desde un cierto punta de vista, elevarse del conocimiento de forma comercial simple a la inteligencia [comprensin] de formas de la "riqueza burguesa tan desarrolladas como el inters, es tambin un movimiento de lo "concreto hacia formas abstractas, del descubrimiento de ese secreto a la superficie de los fenmenos. Por ejemplo, el inters expresa, en su lenguaje cuantitativo impersonal, los procesos profundos ms complejos de la produccin capitalista. La plusvala reviste en el inters su forma ms "abstracta". Esta forma slo puede explicarse partiendo de un contenido concreto. Pero esto significa igualmente que todo momento abstracto de la realidad no encuentra su verdadera explicacin ms que en el sistema concreto de las condiciones que le han engendrado. Por consiguiente, el inters no es comprendido concretamente (cientficamente) sino a fin de cuentas, mientras que en la superficie de los fenmenos l se manifiesta como una gran abstraccin.

  • Como Marx formulaba estas ideas en el curso de una polmica contra la interpretacin hegeliana del paso de lo abstracto a lo concreto, hace falta entregarse a un rpido examen de tal interpretacin. El carcter materialista del mtodo de Marx aparecer por contraste con dicha interpretacin.

    LA CONCEPCIN HEGELIANA DE LO CONCRETO

    Hegel fue el primero en concebir el desarrollo del conocimiento como un proceso histrico sometido a leyes independientes de la voluntad y de la conciencia de los hombres. El descubri la ley de la elevacin de lo abstracto a lo concreto, ley que dirige todo el curso del desarrollo de las conciencias.

    Descubre primero esta ley en calidad de simple constatacin emprica: la cultura espiritual de la humanidad se desarrolla gradualmente. Es indiscutible que el mundo espiritual del hombre se enriquece progresivamente, que se vuelve ms complejo y ms multiforme, y en este sentido ms completo. Pero a pesar de toda su complejidad, este mundo sigue nico, dirigido por las mismas leyes y representa, pues, una verdadera unidad en la diversidad. El movimiento de lo abstracto a lo concreto aparece, sobre todo en Hegel, como la forma emprica indiscutible en la cual se realiza el proceso de edificacin del "reino del espritu". Al principio es un reino de forma simple y pobre; es decir, que es muy abstracto: conforme pasa el tiempo se complica, se enriquece y se diversifica; se vuelve ms completo.

    No hay aqu todava nada de dialctico ni de idealista.

    El idealismo y, al mismo tiempo, la dialctica especifica de Hegel comienzan despus, cuando Hegel plantea la cuestin de los resortes motores del desarrollo del reino del espritu.

    Para Hegel, la naturaleza que existe fuera del espritu no se desarrolla. Ella se opone a la conciencia como un cuadro eternamente parecido a s mismo y estancado en el tiempo. Es en la consideracin activa de este cuadro inmvil, de este reino, donde las cosas guardan eternamente las mismas relaciones entre si, que la conciencia realiza su naturaleza activa. La toma de conciencia como tal, comprende en si misma al resorte de su propio desarrollo.

    El espritu se manifiesta como lo nico concreto, es decir, como el nico sistema de fenmenos actuando los unos sobre los otros y transformndose los unos en los otros para desarrollarse y continuar desarrollndose. En cuanto a la naturaleza, es totalmente abstracta y metafsica por su propia esencia: todos sus fenmenos estn dispuestos los unos junto a los otros, distintos los unos de los otros, "exteriores" los unos a los otros. Segn la expresin de Hegel, ella se descompone en sus momentos abstractos en cosas, objetos y procedimientos distintos e independientes los unos a los otros. En el mejor de los casos, la verdadera dialctica no hace ms que reflejarse, aparecer confusamente en la naturaleza.

    El filsofo atribuye a la naturaleza misma la limitacin metafsica de los conocimientos de su poca sobre la naturaleza. Pero all donde las ciencias de la naturaleza haban empezado a distinguir la dialctica de las cosas en s, l vio igualmente alusiones a un carcter concreto real y a una interaccin dialctica viva de los fenmenos. Es as como ve una forma imperfecta de lo concreto en la vida orgnica. Descubre una interaccin viva, que une a todos los miembros de un organismo vivo en un sistema nico, en el interior del cual cada miembro no tiene sentido ni existencia mas que gracias a su interaccin con los otros. Una mano cortada se descompone y deja de tener incluso la forma exterior de una mano. Ella no puede existir separadamente, abstractamente. Hegel ve aqu un dbil parecido con el carcter concreto de lo que l considera un rasgo exclusivo del mundo del espritu. Pero en el reino de la qumica, las interacciones son an ms dbiles, aunque presente todava a titulo de alusiones. El oxgeno, por ejemplo, puede existir al lado del hidrgeno sin estar forzosamente ligado a l en forma de agua. Pero en un organismo, las relaciones de este tipo son imposibles; la mano no puede existir separada de la cabeza; las dos slo existen en su interaccin. Una partcula que no posee ms que propiedades mecnicas, sigue idntica a ella misma cualquiera que sea la ligazn que la une con otras partculas idnticas. Privada de esta ligazn, es decir, abstracta, sigue siendo siempre la misma y no se pudre, como lo hace una mano [amputada] ligada al cuerpo.

    El sistema hegeliano de la naturaleza es un sistema de grados, empezando por la esfera abstracta de la mecnica para llegar hasta la esfera relativamente concreta de la vida orgnica. La pirmide est coronada por el espritu, en el que todo el significado se halla justamente contenido en su carcter concreto, en el inter-condicionamiento mutuo absoluto de todas sus manifestaciones.

    En qu reside la falsedad de esta construccin?

    Ante todo, en que recoge las representaciones histricamente limitadas de las ciencias naturales de su tiempo, que no contienen todava, efectivamente, una dialctica conciente para los caracteres absolutos de la naturaleza humana. El hecho de que la naturaleza en su totalidad es efectivamente un sistema nico en el desarrollo de formas de movimiento de la materia condicionndose unas a otras; el hecho de que la naturaleza en su conjunto, el hombre incluido, es un concreto objetivo, este hecho es mixtificado por Hegel en su sistema, en el cual lo abstracto, es decir: el mecanismo, es el descubrimiento de lo concreto espiritual.

  • No admite concreto inmanente, es decir, condicionamiento reciproco de los fenmenos en el interior de una totalidad natural, a ninguna otra forma de movimiento que a la de la razn pensante

    Hegel considera de la misma forma la esfera de la vida econmica de la sociedad. Es, para l, la esfera de la necesidad y de la razn", donde individuos particulares, separados los unos de los otros, se encuentran en interaccin, cada uno no entrando en ligazn con los otros ms que porque debe mantenerse justamente como nico, como individuo absoluto, como tomo social particular.

    Aqu tambin es fcil subrayar que Hegel toma la limitacin metafsica de la economa poltica de su tiempo (l conoca perfectamente los tericos ingleses) por un rasgo de la esfera econmica misma. La razn, es decir, en la terminologa hegeliana: la forma abstracta de la conciencia, reina y gobierna en la esfera de la sociedad civil.

    En esta esfera, los contrarios siguen, no mediatizados, inconciliables: chocan y se repelen los unos a los otros. Esta es la razn por la cual un desarrollo real es imposible. Una misma relacin se reproduce eternamente: la de las necesidades a su modo de satisfaccin. Por eso la nica forma posible de paso a lo superior, en el seno del cual todos los extremos abstractos de la esfera econmica hallan su solucin, es el paso a la realidad jurdica. El derecho es ese concreto supremo que se manifiesta en la esfera de la vida econmica descompuesta en sus momentos abstractos.

    Aqu vemos cmo la lgica de Hegel y su concepcin dialctica, pero al mismo tiempo esencialmente idealista, de lo concreto y de lo abstracto sirve a la apologa del estado de cosas existentes.

    Cabe examinar de ms cerca la aproximacin hegeliana de la economa poltica. Por otra parte, es aqu -y precisamente en la manera de comprender lo concreto- donde aparece con claridad la oposicin entre la dialctica idealista de Hegel y la dialctica materialista de Marx; por otra parte, un segundo hecho aparece no menos claramente: la dialctica idealista aporta una justificacin al carcter metafsico del pensamiento de los clsicos de la economa burguesa (Smith, Ricardo, etc.), y esto porque niega el carcter autnticamente dialctico del objeto mismo de la economa poltica haciendo de l una esfera donde las definiciones abstractamente racionales corresponden enteramente al carcter del objeto.

    Un hecho salta a la vista desde el principio: para esta interpretacin, la esfera de la vida econmica no es concreta; no es un sistema de interacciones entre los hombres y las cosas en un desarrollo histrico que pueda ser comprendido como una estera efectivamente concreta. La economa no es ms que una de las numerosas manifestaciones del espritu concreto", es decir, una manifestacin abstracta de una naturaleza del hombre ms elevada. Esta naturaleza "ms elevada de la cual uno de sus aspectos aparece bajo la forma de la actividad econmica, no es ms que la voluntad obrando segn un fin, sustancia del derecho, de la vida econmica, de la poltica y as sucesivamente. Una vez admitido este punto de partida, Hegel no considera en la economa ms que lo que puede ser interpretado en calidad de manifestacin de la voluntad racional.

    Por eso todas las determinaciones de la economa, todas las categoras de la vida econmica, el valor, el beneficio, el salario, etc., se presentan como formas abstractas de la voluntad racional corno formas particulares de su ser social. La razn se manifiesta en la economa bajo una forma que no corresponde a su naturaleza universal, sino a una sola de sus manifestaciones, unilateral y abstracta. La voluntad universal concreta no crea forma adecuada a su naturaleza ms que bajo el aspecto del derecho del Estado. El Estado es, segn Hegel, la realidad concreta de la voluntad universal y abarca todas las formas particulares y, por consiguiente, abstractas, de su propia manifestacin; comprende la economa como "sistema de necesidades.

    La esfera de la actividad econmica de los hombres no es un sistema concreto de interacciones entre los hombres y las cosas, nacido y desarrollndose independientemente de la voluntad y de la conciencia de los individuos. Ella no puede ser objeto de una ciencia particular y no puede ser considerada ms que en el sistema de las determinaciones universales de la voluntad racional, es decir, en el interior de la filosofa del espritu de la filosofa del derecho de Estado. Ella es, entonces, una de las esferas particulares de la actividad de la razn, una forma abstracta de la razn actuando en la historia.

    En cuanto materialista, Marx se opone a Hegel en esta cuestin. El materialismo le da la posibilidad de tener una visin ms profunda sobre la dialctica misma en este orden de cosas. Esto es lo ms interesante.

    Para Marx, la esfera de las interacciones econmicas de los hombres es enteramente una esfera concreta de la vida social, que posee sus propias leyes de movimiento inmanentes. En otros trminos, es relativamente independiente de todas las otras formas de la actividad viva social de los hombres, y por ello es el objeto de una ciencia particular. El sistema de interacciones econmicas de los hombres hacia un desarrollo histrico y todos sus aspectos estn ligados los unos a los otros por su unidad de origen.

    Es importante subrayar a este propsito que el sistema de relaciones econmicas no es slo relativamente, sino absolutamente, autnomo e independiente de la voluntad y de la conciencia de los individuos, aunque, l se forme con la

  • ms activa participacin de la voluntad y de la conciencia. El carcter mismo de esta participacin de la voluntad conciente al proceso de formacin del sistema no est determinado de antemano y del exterior por la "naturaleza del espritu", sino una vez ms por el sistema mismo de las relaciones econmicas en el interior del cual se encuentran los hombres dotados de voluntad y de conciencia. La voluntad y la razn son aqu modos de otra sustancia, sus manifestaciones abstractas, su producto. Todas las determinaciones de la voluntad y de la conciencia de los individuos, atrados por el proceso de desarrollo del sistema econmico, se deducen literalmente del carcter del propio movimiento interno del sistema en su totalidad y son concebidos como los productos del movimiento de ese sistema.

    As, desde ese punto de vista, todo se encuentra invertido y puesto cabeza abajo. Es el materialismo la causa y la condicin principal del hecho de que, en la dialctica, penetre la concepcin de la economa mucho ms profunda y largamente que en las posiciones hegelianas.

    Para Hegel, la categora de lo concreto no puede ser empleada sino cuando se trata de la voluntad conciente y de sus productos. Desde el punto de vista de Marx esta categora capital de la dialctica puede ser empleada de lleno por todas partes, no importa en qu esfera del ser natural y social, y ella es independiente de todo espritu; por consiguiente, de las manifestaciones de la vida del espritu mismo, es decir, del desarrollo de toda la esfera de la ciencia social, e incluido el pensamiento, esfera de la lgica.

    Segn la construccin hegeliana, ninguna forma del movimiento de la naturaleza puede ser comprendida como forma concreta, como sistema histricamente surgido y desarrollado de s mismo, fenmenos que ligan las interacciones internas. Toda esfera de este genero adquiere una relacin cualquiera con lo concreto slo cuando se le puede interpretar como engendrada por el espritu, como modo de la sustancia del espritu. Las interrelaciones no son posibles a los ojos de Hegel, mas que de forma puramente ideal; ellas slo pueden ser planteadas por el espritu, por el concepto.

    De hecho, lo concreto est indisolublemente ligado con el desarrollo, y con el desarrollo dialctico, "el autodesarrollo por la contradiccin". Hegel ve esto ltimo slo en la conciencia y en ninguna otra parte mas. De ah la estrechez de su concepcin de lo concreto, que se extiende seguidamente, con toda su estrechez, a todo el dominio de la naturaleza.

    La interpretacin hegeliana del paso de lo abstracto a lo concreto implica, pues, toda la realidad, e incluye la naturaleza y la historia; es proceso por el cual "el espritu se eleva hacia si mismo y pasa por una serie de escalones: del "mecanismo como esfera de la espiritualidad en su manifestacin puramente abstracta hasta el espritu absoluto, no humano, divino, que se eleva hasta s mismo. Como tal, este espritu es concreto por si mismo hasta que se manifiesta de modo unilateral y abstracto bajo la forma de "mecanismo', quimismo", "organismo". Por eso en el sistema de Hegel la "lgica pura" precede al examen filosfico de la naturaleza. Esta aparece como una serie de escalones bajo la forma espacio-temporal. Por eso el proceso que se eleva de lo abstracto a lo concreto coincide en Hegel con el proceso que engendra el mundo por la idea lgica. As, la ley de la creacin del mundo por las fuerzas y por los medios del pensamiento, est directamente dada como ley de creacin de este mundo por la fuerza creadora del concepto.

    Corno Marx ha demostrado, esta ilusin hegeliana se basa simplemente en el punto de vista unilateral del filsofo lgico acerca de la realidad, Hegel, como lgico ex profeso, se interesa por todo y sobre todo, no por la lgica de las cosas, sino por las cosas de la lgica". Desde este punto de vista, el hombre no es considerado sino como sujeto de la actividad terica lgica, y el mundo exterior solamente como un objeto, como el material que trabaja esta actividad. En la lgica, esta abstraccin es vlida dentro de ciertos limites, y mientras que la lgica no olvide estos lmites no hay nada en ella de idealista. Pero Hegel suprimi estos limites. No considera el pensamiento como una de las aptitudes del hombre, sino como la fuente primaria sustancial de todas las otras aptitudes humanas. La aptitud de modificar prcticamente el mundo exterior es igualmente interpretada por l como una manifestacin de la idea en el hombre. El proceso prctico real de la transformacin del mundo, es la consecuencia de la manifestacin de una actividad puramente espiritual y en fin de cuentas puramente lgica, y toda la cultura material de la humanidad es el producto del pensamiento, un "concepto mediatizado, un otro ser" del concepto.

    Ahora bien, en la realidad, la base inmediata del desarrollo del pensamiento no es la naturaleza como tal, sino la modificacin de la naturaleza por el hombre social, es decir, la practica. Si esta base prctica objetiva del pensamiento es dada como el pensamiento en su realizacin objetiva, resulta de ello que el pensamiento no tiene nada que ver con el objeto sino aparentemente, pero en realidad l no tiene que ver sino consigo mismo, sino con su propio "otro ser". Las definiciones lgicas, es decir, las definiciones cuyo mundo exterior de los objetos se debe al pensamiento, vienen a resultar las definiciones absolutas y las nicas verdaderas de este mundo.

    El punto de vista de la lgica se convierte en Hegel en punto de vista absoluto y universal. Si la naturaleza del hombre est en el pensamiento y si la naturaleza de la realidad de los objetos reside en que ella es el producto del pensamiento, "un concepto alienado" entonces la ley del desarrollo del pensamiento se convierte en la ley de desarrollo del mundo real. Por eso, "hombre" y pensamiento en conceptos" son enteramente sinnimos para Hegel, lo mismo que "mundo y "mundo en conceptos", "mundo lgicamente comprendido.

    En realidad, el objeto real de la lgica de Hegel queda a pesar de sus ilusiones, como el proceso de apropiacin terica del

  • mundo, de reproduccin del mundo por el pensamiento. En tanto que Hegel estudia este objeto, llega a verdaderos descubrimientos. Pero en la medida que toma este objeto, no por lo que l es, sino por el proceso de devenir del mundo mismo, llega a una concepcin falsa no solamente del mundo, sino del pensamiento mismo. Se priva de toda posibilidad de comprender el proceso del pensamiento. A partir del momento en que las condiciones reales que engendran la realidad lgica se presentan como sus productos y sus consecuencias, ella se encuentra suspendida en el aire, ms exactamente "en el ter del pensamiento puro. La aparicin del pensamiento y su desarrollo llegan a ser perfectamente inexplicables. Por ello Hegel se ve obligado, a fin de cuentas, a interpretar la aptitud lgica para distinguir y reunir los conceptos como una especie de "don divino', como la actividad de un "concepto desarrollndose de si mismo. No menos inexplicable resultan las leyes de la elevacin de lo abstracto a lo concreto, que Hegel ha puesto en evidencia en el movimiento del conocimiento terico. A la pregunta por qu el movimiento posee ese movimiento y no otro?, la filosofa de Hegel da de hecho una respuesta tautolgic: tal es la naturaleza original no creada (incre) del pensamiento. La tautologa cesa entonces de ser una simple tautologa y se convierte ean mentira idealista.

    Marx dirige sus golpes crticos sobre este punto, mostrando que en realidad no hay aqu la menor explicacin, y que si se da la ausencia de explicaciones por una explicacin, esto lleva simplemente al idealismo.

    Rebatiendo la concepcin hegeliana del pensamiento como creadora del mundo objetivo. Marx no rechaza la ley que Hegel puso en evidencia en el movimiento del conocimiento terico, aunque l le dio una falsa interpretacin idealista. Realmente indica Marx, el mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto no es otra cosa que el mtodo con la ayuda del cual el pensamiento humano se apropia la realidad concreta que existe fuera, e independientemente de l. Como tal este mtodo supone, primeramente, la existencia de lo concreto no pensado: segundo, la actividad prctica objetiva del hombre social desarrollndose independientemente del pensamiento y tercero, la forma sensible inmediata del reflejo de lo concreto en la conciencia, es decir, la conciencia emprica, la intuicin y la representacin formndose totalmente con la independencia de la actividad terica espacial y antes que ella. Dicho de otra forma, el pensamiento terico est precedido no solamente por el mundo objetivo, sino por otra forma de conciencia, construida directamente en el curso de la actividad prctica sensible, el modo prctico-espiritual de apreciacin del mundo, como le llama Marx.

    LOS PUNTOS DE VISTA DE MARX SOBRE EL DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO

    La cuestin de las relaciones de lo abstracto y lo concreto en el pensamiento es presentado por Marx a la luz de otra cuestin ms general: "Cmo desarrollar la ciencia?".

    La formulacin misma de la cuestin supone que el desarrollo cientfico sea considerado como un proceso histrico natural. Marx fue siempre decididamente contrario a la concepcin izquierdista del desarrollo de la cultura espiritual que ignora todas las conquistas precedentes del pensamiento humano. En la ciencia, como en otros dominios de la cultura espiritual, el verdadero movimiento hacia adelante se realiza siempre por la va del desarrollo de lo valido que ha sido creado por todo el desarrollo anterior, no a partir de la "tabla rasa" de Locke, sino por una cabeza poseedora de un desarrollo terico.

    Es evidente que la apropiacin de los resultados del desarrollo histrico anterior no es la simple herencia de frmulas preparadas, sino un proceso complejo de reexamen crtico que implica la referencia de estos resultados con los hechos, la vida, la prctica. Una nueva teora, por muy revolucionaria que sea por su contenido y su alcance, nace siempre en el examen crtico de las teoras anteriores. Este hecho fue subrayado en su tiempo por Lenin en su lucha contra el izquierdismo del proletkult, para el cual era necesario crear la cultura proletaria, empujndola "directamente en la vida" despus de haber rechazado como baratija intil todas las conquistas del pensamiento humano.

    Cuanto ms revolucionaria es una teora, ms es la verdadera heredera del pasado terico, tanto ms se apropia del "ncleo racional" acumulado por la ciencia anterior a ella.

    "Arreglar sus cuentas criticas" con las teoras anteriores no es de ninguna manera ocupacin accesoria y de importancia secundaria, sino un momento necesario de la elaboracin de la teora misma. No es de modo alguno por azar que El Capital lleve como subtitulo o ms bien como segundo titulo: Crtica de la economa poltica.

    El anlisis de los conceptos desarrollados por toda la historia anterior de la economa poltica coincide orgnicamente con el anlisis de los hechos persistentes de la realidad econmica. Esos dos aspectos de la investigacin cientfica terica se funden en un proceso nico. Ninguno de los dos es pensable o posible sin el otro. Lo mismo que el anlisis critico de los conceptos es imposible fuera del anlisis de los hechos; el anlisis terico de los hechos es imposible si no se dispone de conceptos por los cuales ellos pueden ser expresados. La lgica dialctica de Marx tiene enteramente en cuenta la importancia de esta circunstancia.

    Por esta primera razn, la dialctica realiz la coincidencia conciente y querida del momento de la induccin y del momento de la deduccin, en tanto que momentos de la investigacin inseparables e implicndose el uno en el otro.

  • La vieja lgica entenda con ms o menos espritu de consecuencia, por induccin el anlisis de los hechos empricos, el proceso de formacin de las determinaciones analticas de un hecho. Por esto, la induccin pareca ser el medio, si no nico fundamental de acceder a un nuevo conocimiento. En cuanto a la deduccin, se consideraba esencialmente como un proceso de anlisis del concepto que estableca las distinciones en el interior de ste. Como tal, aparecera sobre todo como un proceso y como forma de explicacin, de exposicin de un conocimiento ya preparado, existente ya en la cabeza y no bajo la forma de creacin de nuevos conocimientos, de conceptos nuevos. El hombre (a condicin que piense realmente los hechos) no analiza los hechos empricos con una conciencia "vaca", sino con una conciencia que se ha desarrollado en el curso de la educacin. Es decir, capta siempre los hechos desde el punto de vista de tal o cual concepto. Le quiera o no, no puede sin esto pensar activamente, comprender los hechos; en el mejor de los casos, no puede sino constatarlos activamente.

    Dentro de la ms simple generalizacin, la induccin est indisolublemente ligada con la deduccin: el hombre expresa los hechos en conceptos, y esto significa que toda nueva definicin analtica de los hechos se forma al mismo tiempo como nueva determinacin, ms concreta, del concepto desde el punto de vista del cual l piensa estos hechos. En el caso contrario, no se forma, de ninguna manera, la determinacin analtica del hecho.

    Quien crea expresar los hechos "absolutamente sin idea preconcebida", sin ningn concepto "anteriormente admitido", no est desprovisto de ellos. Al contrario, es inevitablemente esclavo de los conceptos ms vulgares ms absurdos.

    Tambin aqu la libertad no consiste en escapar a la necesidad, sino en asimilarla conscientemente. La verdadera ausencia de prevencin no consiste en expresar los hechos sin el menor concepto "anteriormente admitido, sino expresarlos con la ayuda de conceptos justos concientemente asimilados.

    Engels ha mostrado esto magnficamente a propsito de las categoras filosficas de su crtica del empirismo. El cientfico que hace gala de su "libertad" con respecto a toda categora lgica, por regla general, prisionero de las ms vulgares representaciones a este respecto, no est en condiciones de formarlas l mismo "partiendo de los hechos": esto sera tener la pretensin de realizar l completamente solo lo que no puede lograr sino la humanidad en toda su evolucin. Por ello, en realidad, l torna siempre las categoras lgicas de una filosofa. La cuestin se reduce a saber de qu filosofa: de un mal sistema que est de moda o de un sistema que representa realmente el ltimo grado del desarrollo y que se basa en toda la historia de las investigaciones y de las adquisiciones del pensamiento humano.

    Esto no concierne, naturalmente, slo a los conceptos filosficos. Lo mismo sucede con las categoras de no importa qu ciencia, El hombre no comienza jams a pensar "a partir del comienzo" directamente a partir de los hechos. Sin ideas en la cabeza no se puede percibir ningn hecho; deca Pavlov. La intuicin sin significacin y la "induccin" sin idea es ficcin, de la misma manera que el pensamiento puro.

    El empirista que pretende pensar solamente con hechos opera en realidad siempre "principalmente con ideas tradicionales, con los productos en gran parte superados por sus antecesores.8 Por ello, confunde fcilmente la abstraccin con la realidad, las ilusiones subjetivas con los hechos objetivos y los conceptos que los expresan con las abstracciones. Por regla general, concretiza bajo forma de determinaciones (de definiciones) los hechos de las abstracciones usuales.

    En consecuencia, la "induccin emprica se realiza como proceso de concretizacin, de representacin de los conceptos con los cuales se emprende el examen de los hechos; es decir, como deduccin como proceso de completar los conceptos iniciales con determinaciones ms detalladas, obtenidas a partir de los hechos por va de abstraccin.

    La dialctica materialista ha "abolido la vieja oposicin entre la deduccin y la induccin. La deduccin deja de ser un procedimiento de extraccin formal de determinaciones contenidas a priori en un concepto y se convierte en un procedimiento de desarrollo real de los conocimientos sobre los hechos de su movimiento y su interaccin interna. Esta deduccin encierra orgnicamente en s misma el momento emprico: se logra precisamente por el anlisis ms riguroso de los hechos empricos, por la induccin. Pero en el caso presente, las denominaciones "induccin" y "deduccin" no expresan nada sino una semejanza exterior y formal entre el mtodo de la dialctica materialista y los mtodos correspondientes de la lgica tradicional. En efecto, esto no es ni la deduccin, ni la induccin, sino otra cosa que incluye en si misma, en tanto que "momento abolido", la una y la otra. Ambas se realizan al mismo tiempo, en tanto que contrarias; implicndose recprocamente justamente por su interaccin, crean una forma ms elevada de desarrollo lgico.

    Esta forma ms elevada, que une orgnicamente en s misma, el anlisis de los hechos con el anlisis de los conceptos, es precisamente, la forma de paso de lo abstracto a lo concreto de la que habla Marx. Es la nica forma lgica de desarrollo del conocimiento que corresponde a la naturaleza real del objeto. En efecto, slo con su ayuda lo concreto objetivo puede ser reproducido en el pensamiento como realidad histricamente desarrollada. No se puede hacer de ninguna otra forma.

    Como tal, el mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto no puede, en ningn caso, dejar de ser un procedimiento de exposicin de un conocimiento ya preparado, obtenido previamente de alguna forma, como muchas veces han intentado

  • obtener los revisionistas del marxismo, que deformaban el mtodo de El Capital dentro del espritu de un neo-kantismo vulgar.

    Es as, por ejemplo, como R. Hilferding lo interpreta. Cita un extracto de la Introduccin a la critica de la economa poltica ("El primer paso ha reducido la plenitud de la representacin a una determinacin abstracta: con el segundo, las determinaciones abstractas conducen a la reproduccin de lo concreto por la va del pensamiento), y lo comenta as: "Esto muestra ya que es falso poner al mismo nivel la deduccin y la induccin como fuentes equivalentes del conocimiento. La deduccin es ms bien un simple procedimiento de representacin cientfica, que puede pasar efectivamente, a fin de cuentas, de lo general a la representacin de lo particular, con la nica condicin de que la induccin le haya precedido ya en el pensamiento".9 Llamando deduccin al procedimiento qu se eleva de lo abstracto a lo concreto e interpretndolo de forma totalmente unilateral desde el nico punto de vista de su semejanza exterior con la concepcin tradicional de la deduccin. Hilferding le niega la dignidad de mtodo de estudio de los hechos reales y hace de ella una simple forma de exposicin sistemtica de un conocimiento preparado, que debera ser obtenido previamente por otra va: la va inductiva.

    El austro-marxista Karl Renner razona de una manera anloga en el prlogo de su Teora de la economa capitalista. Reduce la esencia del mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto, empleado en El Capital, a la "manera de exposicin de los filsofos alemanes", que Marx habra asimilado en su poca. Esta manera, habiendo llegado a ser, se dice, totalmente extraa a los lectores de la generacin actual. Renner cree justo reemplazarla por otra. "No conozco ningn libro que deba su origen a una tal masa ,le experiencias como El Capital, de Marx -escribe Rnner -, y conozco an menos libros cuya, expresin sea, a pesar de esto, tan deductiva y abstracta". 10 Por esto Renner estima til "exponer'' el contenido de la teora de Marx de otra manera que, "parte de hechos de experiencia inmediatamente observables, los sistematiza y los eleva progresivamente al nivel de los conceptos abstractos"11, es decir, de una manera inductiva. En este caso, piensa Renner, la exposicin corresponder al mtodo de investigacin, mientras que en El Capital lo contradice. El resultado es que Renner generaliza sin ningn espritu crtico los fenmenos empricos del capitalismo contemporneo bajo el aspecto que ellos tienen en la superficie, y a continuacin da sus generalizaciones para la expresin terica de la esencia de estos fenmenos. En esta direccin descubre, por ejemplo, que un obrero que compra acciones participa por ello mismo en la propiedad de los medios de produccin sociales, como resultado de lo cual se realiza una "democratizacin" automtica del capital, una "socializacin" de la produccin social que hace la revolucin superflua. Por ello mismo, Renner hace la demostracin de que no se trata solamente de una manera de exposicin. En realidad l ha reemplazado el mtodo de Marx, que es un mtodo de estudio de los fenmenos, por la apologtica.

    El mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto ya no puede ser interpretado como un procedimiento puramente lgico para sintetizar en un sistema nico las abstracciones ya preparadas, obtenidas previamente por va puramente analtica. La concepcin segn la cual el conocimiento precedera primero a un anlisis "puro, en el curso del cual se elaboraran mltiples abstracciones despus de una sntesis pura, tal concepcin pertenece al tipo de las fantasas propias de la teora metafsica del conocimiento, como la de la induccin sin deduccin.

    Para apoyar esta concepcin se da a veces como ejemplo el desarrollo de la ciencia de los siglos XVII y XVIII. Pero esto es forzar involuntariamente los hechos. Hasta si nos ponemos de acuerdo que el estudio analtico de los hechos, es muy caracterstico de este periodo (aunque en realidad con ello se haya llegado a la sntesis, a despecho de las ilusiones de los tericos), no hace falta sin embargo, olvidar que ste no es el primer grado del desarrollo cientfico de la humanidad y que el anlisis exclusivo caracterstico de esta poca supone l mismo, como premisa, la ciencia griega antigua. Para la ciencia antigua, es decir, para el estado realmente inicial del desarrollo cientfico en Europa, es ms bien la va "sinttica generalizada" de las cosas lo caracterstico. Y si nos referimos a la historia de la metafsica de los siglos XVII y XVIII no hay que olvidar que no es la primera, sino ms bien la segunda de las grandes pocas de desarrollo del pensamiento. Pero entonces es la sntesis y no el anlisis la que se presenta histricamente como la primera etapa del tratamiento de los hechos por el pensamiento.

    As, este ejemplo prueba exactamente lo contrario de lo que se quera hacerle decir.

    El anlisis y la sntesis son (y han sido siempre) contrarios internos del proceso del pensamiento, tan inseparables como la deduccin de la induccin. Si tal o cual poca ha sobreestimado una en perjuicio de la otra, no es necesario hacer de esto una ley a la que el pensamiento deba obedecer en el futuro, una ley lgica, conforme a la cual cada ciencia primero debiera pasar por una etapa "puramente analtica para en seguida, apoyndose en ella pasar a una etapa sinttica.

    Sin embargo, sobre una tal concepcin se funda la idea de que el mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto no puede ser empleado sino cuando se ha terminado enteramente el proceso previo de "reduccin" de lo concreto a lo abstracto.

    Este mtodo es ante todo un procedimiento de anlisis de los hechos empricos reales. Como tal, incluye en calidad de contrario interno necesario el movimiento "inverso"; cada paso por esta va no es otra cosa que un acto que .se eleva de lo

  • concreto dado sensible a su expresin terica abstracta. Por esto, el proceso de elevacin de lo abstracto a lo concreto en el pensamiento es al mismo tiempo un movimiento, sin cesar renovado, de lo concreto en la intuicin y la representacin a lo concreto en el concepto.

    Las determinaciones abstractas de los hechos dados sensibles que estn sintetizadas en sistemas cundo nos elevamos hacia la verdad concreta, se forman en el curso del movimiento mismo. No se encuentran en ningn caso preparadas como productos de una etapa anterior, que se dice es puramente analtica del conocimiento lgico.

    Y si existe algn sentido en la afirmacin segn la cual, para elevarse de lo abstracto a lo concreto, es necesario reducir en forma puramente analtica lo concreto emprico sensible a una expresin abstracta por su esencia y como fase anterior particular de actividad lgica en el tiempo, este sentido reside en que el examen terico de la realidad supone la presencia de un vocabulario desarrollado, de una terminologa espontneamente constituida, de un sistema de representacin general abstracto. Esta etapa "puramente analtica" de reflejo de la realidad objetiva en la conciencia no es sino la premisa, de la actividad terica lgica y no su primera fase.

    Podemos pues, resumir. El mtodo que consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto es una forma especfica de accin del pensamiento y de elaboracin lgica en conceptos de la intuicin y de la representacin. No es, en ningn caso un procedimiento artificial, una manera de exponer los conocimientos preparados, ni un medio formal de reunir un sistema las abstracciones ya existentes. Es sobre todo, la ley "natural" del desarrollo terico de la humanidad, puesta en evidencia por la filosofa, despus transformada en mtodo de desarrollo de la teora conscientemente empleada.

    Cada generalizacin "inductiva" tomada aparte (cuya frmula es: de lo concreto en la intuicin a lo abstracto en el pensamiento), se realiza en efecto, siempre en el contexto del movimiento general del conocimiento, y en este sentido no es sino "momento que se desvanece en la marcha del movimiento general hacia la verdad concreta. As pues la elevacin de lo abstracto a lo concreto en el pensamiento y la dialctica del pensamiento son cosas indisolublemente ligadas.

    No es por azar que Lenin, despus de haber cuidadosamente recopilado la larga definicin del camino de lo abstracto a lo concreto que da Hegel en la ltima seccin de la "Gran Lgica la caracteriza as: Este fragmento resume bastante bien, a su manera, lo que es la dialctica 12

    La definicin citada por Lenin caracteriza justamente el proceso del pensamiento como un proceso que se eleva de lo abstracto a lo concreto: "...El conocimiento es as llevado de contenido en contenido. Esta progresin se caracteriza, ante todo, por el hecho de que comienza por precisiones simples, para continuar con precisiones cada vez ms ricas y concretas. Esto quiere decir que el resultado contiene su comienzo, y la evolucin de ste le enriquece con una nueva precisin. Que lo general es lo que forma la base, lo que hace que la progresin no sea un simple recorrido de lo uno a lo otro. En el mtodo absoluto, el concepto se mantiene en su otro ser; lo general se conserva en su particularidad, en el razonamiento y en la realidad. A cada nueva fase de su determinacin, la masa de su contenido anterior se eleva; no solamente no pierde nada del hecho de la progresin dialctica, no deja nada detrs de ella, sino que ella lleva consigo todo lo adquirido y se recoge sobre ella misma a medida que se enriquece."

    Las partes de la lgica de Hegel son precisamente las que Lenin hace resaltar en sus resmenes como las menos impregnadas de idealismo, y que hablan, sobre todo, del mtodo dialctico:

    "Es de subrayar que todo el capitulo sobre la idea absoluta no menciona casi la palabra Dios (apenas una vez el "concepto divino" se menciona brevemente): y, adems -esto N. B.-, este captulo no contiene casi ningn idealismo especfico, pero tiene como sujeto esencial el mtodo dialctico. La suma y el resumen, la ltima palabra y el sentido de la lgica de Hegel, es el mtodo dialctico, esto es muy elocuente. Y todava ms: en la obra ms idealista de Hegel es donde hay menos idealismo y donde hay ms materialismo."Esto es contradictorio, pero es un hecho:''`

    Si se considera dialcticamente el proceso del conocimiento, el mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto, de la determinacin terica general del objeto dado en la intuicin y la representacin a determinaciones cada vez ms concretas, representa la forma tericamente justa de la transformacin de los hechos empricos en conceptos. As es como lo ven Marx, en la Contribucin a la Critica de la Economa Poltica, y Lenin, en sus notas sobre los ltimos captulos de la Lgica de Hegel.

    EL FUNDAMENTO MATERIALISTA DEL PASO DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO EN MARX

    Marx no se limit a dar a la ley de la elevacin de lo abstracto a lo concreto un fundamento terico general: l lo aplic a la elaboracin de una ciencia concreta: la economa poltica. El Capital contiene la prueba prctica, concreta y desarrollada de la necesidad de este mtodo: muestra su fundamento materialista real en tanto que nico mtodo que corresponde a la dialctica del desarrollo de la realidad objetiva.

  • El anlisis de El Capital desde el punto de vista del mtodo de investigacin que se aplica en l, debe mostrar la esencia concreta del mtodo en cuestin. Entonces ste aparecer como el nico capaz de conducir a la solucin de la tarea central de la investigacin cientfica tal como ella se dibuja desde el punto de vista de la dialctica materialista: seguir el conocimiento reciproco concreto de los fenmenos que crean por su interaccin un sistema que tiene un origen histrico, se desarrolla y manifiesta siempre, nuevas formas de existencia y de interacciones internas.

    Sera completamente errneo no ver la necesidad de este mtodo sino el hecho de que la conciencia del hombre es incapaz de abarcar de un solo golpe toda la complejidad de un objeto y que necesita "elevarse" de una representacin .del objeto incompleta, unilateral (abstracta), a un conocimiento ms completo. Esto no ser una explicacin sino la simple repeticin de un hecho trivial. Que la conciencia sea efectivamente tal es evidente. Pero las propiedades de la conciencia tienen ellas mismas, necesidad de una explicacin materialista. Adems, esta simple referencia a la naturaleza de la conciencia no nos muestra rigurosamente nada sobre el carcter especfico del mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto en tanto que mtodo de investigacin cientfico-terico. La simple toma de conocimiento de un objeto de un fenmeno se desarrolla tambin como un proceso de apropiacin gradual y progresivo de detalles cada vez ms nuevos; ella pasa de una representacin unilateral y pobre a otra ms completa (pero siempre puramente empirica). El proceso de acumulacin de los datos empricos por medio de los cuales la realidad es percibida sin ser todava conocida transcurre tambin como un desarrollo del conocimiento unilateral.

    El mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto no es sino un mtodo de reflejo de la realidad concreta en el pensamiento, y no un mtodo de creacin de esta realidad por la fuerza del pensamiento, como deca Hegel. Por esto el punto de partida y el orden de desarrollo lgico de los conceptos, segn este mtodo, no depende del pensamiento, sino exclusivamente, como lo ha mostrado Marx, de las relaciones en las cuales se encuentran los diferentes aspectos de un todo concreto de los unos con relacin a los otros. El mtodo de desarrollo lgico debe, por consecuencia, corresponder al modo de divisin interna de ese mtodo, a la dialctica de la aparicin de lo concreto fuera del pensamiento; es decir, a fin de cuentas, al desarrollo histrico de este concreto, aunque, como demostraremos ms adelante, esta correspondencia no es simple e inerte y no concierne sino a los momentos universales de desarrollo.

    La frmula del materialismo en la teora del conocimiento y en la lgica es exactamente la inversa de lo que hemos citado ms arriba: el objeto es tal que a l no le corresponde sino tal forma de la actividad de la conciencia y no otra cualquiera: el objeto es tal que l no puede ser reflejado en la conciencia sino por este solo procedimiento.

    Dicho de otra manera, el problema del mtodo de la actividad lgica cambia en investigacin de la naturaleza objetiva de la realidad de los objetos y en profundizaciones de la categora de lo "concreto, como categora que tiene relacin con el objeto y que expresa la forma universal de existencia de la realidad.

    Aqu tambin reina el principio de la coincidencia de la lgica, de la teora del conocimiento y de la dialctica: una cuestin que aparece a primera vista puramente lgica es, en el fondo, la cuestin de las formas universales, en las cuales lo concreto objetivo se transforma y se desarrolla.

    No se puede dar un fundamento materialista a la justeza y a la necesidad del mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto sino haciendo ver las leyes universales reales, a las cuales obedece uniformemente en su devenir todo sistema concreto de fenmenos en interaccin (el sistema capitalista y mercantil de las relaciones sociales, el sistema solar, la forma qumica o biolgica de las interacciones, etc.).

    Pero aqu tropezamos de nuevo con una dificultad dialctica ya conocida: la dialctica interviene en la forma misma de plantear la cuestin de la dialctica. Aparentemente, es imposible aclarar y expresar tericamente las leyes universales del devenir de algo concreto, sea por va de generalizacin inductiva, por abstraccin de lo que tiene de comn y de semejanza el sistema capitalista mercantil y el sistema solar, la forma biolgica de las interacciones naturales y sus formas electromagntica, qumica u otra cualquiera.

    Plantear la cuestin as es fijarse una tarea absolutamente irrealizable por su propia naturaleza. En efecto el conocimiento de todos los casos de interacciones concretas en la naturaleza infinita sobrepasa no solamente las posibilidades del autor de una obra, sino la de la humanidad entera. Nosotros no estamos ante la tarea de esclarecer precisamente las leyes universales del devenir de todo el sistema objetivo concreto de interacciones. Dicho de otra forma, hemos vuelto a uno de los problemas "eternos" de la filosofa: es posible? -y si ello lo es, cmo- elaborar, sobre la base del estudio de un dominio de hechos limitados y necesariamente terminado, una generacin realmente universal e infinita.

    Por suerte, la filosofa no ha intentado nunca realmente llegar a una tal concepcin por va inductiva. El desarrollo real de la ciencia y de la filosofa desde hace ya mucho tiempo ha resuelto prcticamente esta antinomia que no parece insoluble por principio ms que cuando se la formula de manera metafsica.

  • En efecto, la humanidad, ya sea en filosofa o en cualquier otro dominio del conocimiento, ha llegado a generalizaciones y a conclusiones universales "infinitas", no por la va de abstraccin de lo que tienen de comn entre s todos los casos posibles, sino por el anlisis, aunque sea nada ms de un caso tpico.

    Bastar recordar a este propsito lo que escribi Engels en la Dialctica de la Naturaleza "Que poco fundada es la pretensin de la induccin de ser la nica forma o al menos la predominante del descubrimiento cientfico, la termodinmica da un ejemplo sorprendente. La mquina de vapor ha dado la prueba ms perentoria de que se puede poner en juego calor y obtener movimiento mecnico. Cien mil mquinas de vapor no lo han demostrado mejor que una sola: solamente han obligado ms y ms a los fsicos a explicarla. Sadi Carnot ha sido el primero en ocuparse seriamente; pero no por induccin. Estudi la mquina de vapor, la analiz y encontr que en ella el proceso fundamental no aparece en estado puro sino que est encubierto por toda una serie de procesos secundarios; elimin esas circunstancias accesorias, indiferentes para el proceso principal, y construy una mquina de vapor (una mquina de gas) ideal, que, en realidad, es tan poco realizable como, por ejemplo, una lnea o una superficie geomtrica, pero que, a su manera, cumple el mismo servicio que esas abstracciones matemticas. Ella representa el proceso considerado en estado puro independiente, no alterado" 14

    No la induccin orientada hacia la investigacin de una abstraccin, que expresa lo que tiene de comn con todos los casos particulares, sino un anlisis profundo de un caso particular orientado hacia la puesta en evidencia del proceso de investigacin en estado "puro, tal fue la va de la filosofa por todas partes y siempre que ella ha realmente conducido a descubrimientos objetivos. Slo las personas como Comte y Spencer han inventado tomar la va de induccin y de la abstraccin. Pero los resultados de sus esfuerzos fueron lo que era de esperar.

    La filosofa ha procurado siempre resolver los problemas especficos que son muy diferentes de los esfuerzos que se pueden hacer para descubrir lo que tiene abstractamente de comn el cocodrilo y Jpiter o el sistema solar y la riqueza. La filosofa ha tenido siempre serios problemas en el curso de la solucin de los cuales [problemas especficos] ella ha ido hacia el descubrimiento de leyes universales de todo lo que existe y la revisin del contenido de las categoras.

    Marx, como es sabido, no ha sometido a su anlisis critico el sistema hegeliano de las categoras universales comparando estas categoras con lo que la humanidad tiene de comn con el ncleo del tomo, y el uno como el otro con la estructura del gran Universo.

    El sistema hegeliano de las categoras ha sido superado por su confrontacin crtica esencialmente como un caso de desarrollo dialctico (pero, ya aqu, est toda la cuestin, un caso tpico): la dialctica de las relaciones sociales de produccin en uno de sus grados de desarrollo. Es la va la que siempre hizo evolucionar la concepcin del contenido de las categoras universales.

    El problema del anlisis terico de lo universal se reduce siempre en realidad al anlisis de lo nico desde el punto de vista de lo universal. Hace falta solamente saber distinguir en lo nico lo que constituye, no la unicidad y la particularidad de un caso, sino su universalidad. Es bajo este punto de vista donde hace falta justamente disponer de la aproximacin, la ms conciente posible, de la abstraccin y de los medios de llegar a ella. El error ms ordinario de la investigacin terica consiste en tomar por la forma universal de un hecho nico, lo que no tiene relacin en realidad ms que a un curso dado de circunstancias pasajeras en el interior de las cuales esta forma realmente universal es ofrecida a la induccin.

    Pero ya que se ha llegado a descubrir ms completamente el contenido de una categora tan universal como lo concreto, el problema puede y debe ser resuelto mediante el estudio de un caso tpico de sistema de fenmenos objetivos en interaccin desarrollndose dialcticamente. Un caso verdaderamente tpico de sistema de este gnero es el de las relaciones capitalistas y mercantiles entre los hombres. Es el que nosotros tomaremos como caso particular inmediato de lo concreto en general en el cual pueden y deben ser puestos en evidencia los contornos universales del todo concreto. Haremos apelacin a otros dominios slo cuando encontremos materiales caractersticos por s mismos.

    La eleccin de este material no est determinado por un capricho subjetivo o por las inclinaciones personales. Una circunstancia mucho ms decisiva en su favor reside en el hecho de que ningn otro concreto ha sido an tenido por el pensamiento con tanta plenitud.

    Cuando Marx se propuso la tarea de descubrir la ley general del capitalismo corno tal, como sistema histrico determinado de produccin social, no ha procedido, en ningn momento por la va de la comparacin inductiva de todos los casos del desarrollo capitalista existente sobre el globo terrestre en su poca con excepcin alguna. Como dialctico, l ha procedido de otra forma; tom el caso ms caracterstico y el ms desarrollado, a saber, la realidad capitalista y mercantil inglesa, as como su reflejo terico en la literatura econmica inglesa, y desarroll una teora econmica universal fundndose principalmente en un estudio detallado de este caso nico.

    Se bas en la concepcin de que las leyes universales del desarrollo capitalista son las mismas para todos los pases, y que

  • Inglaterra, pas que lleg ms lejos en la va del desarrollo capitalista, presentaba todos los fenmenos bajo este aspecto, el ms puro. Todo lo que en otros pases existe en estado de alusin dbil y difcil de distinguir, o de una tendencia que no se ha manifestado an enteramente, o que est recubierta y complicada por circunstancias exteriores accesorias, estaba en Inglaterra enteramente desarrollado bajo la forma clsicamente pura. Marx no recurri a ciertos rasgos del desarrollo capitalista de otros pases ms qu en ciertos casos bien determinados (recurri, por ejemplo, a numerosos rasgos del desarrollo econmico del campo ruso para su anlisis de la renta.

    Hace falta ciertamente inspirarse en las mismas consideraciones cuando se plantea el problema de categoras de la dialctica. Es, en efecto, la realidad capitalista y mercantil, en el desarrollo terico de El Capital y otras obras que tienen la misma orientacin (de Marx mismo y de sus mejores discpulos y sucesores, ante todo Engels y Lenin), que se nos presentan como el cuadro ms desarrollado de lo concreto histrico. Adems, El Capital contina siendo un modelo insuperado de aplicacin conciente del mtodo dialctico, de la lgica dialctica en toda la amplitud de su contenido. Muestra a numerosas ciencias su propio futuro, contiene todos los aspectos del mtodo que no ha encontrado an una realizacin tan consecuente en otras ciencias. Hace falta subrayar igualmente que la crtica constructiva de las teoras anteriores, momento necesario de la elaboracin terica de los problemas cientficos de una poca, supone que la asimilacin crtica se ejerce sobre un material terico de buena calidad y sobre los ejemplos realmente superiores de concepciones tericas existentes sobre la realidad, que en el caso dado, es el objeto de la atencin del investigador.

    Tratando de elaborar la teora econmica, los principales adversarios tericos, oponindose a los cuales Marx desarrolla su concepcin de la realidad, eran los clsicos de la economa poltica burguesa y no los representantes contemporneos de Marx de la economa vulgar y de la "forma universitaria de descomposicin de la teora". Estos adversarios eran contemporneos de Marx slo en el tiempo y no desde el punto de vista de la penetracin terica. En este sentido, ellos estaban infinitamente por debajo de los clsicos y no representaban, de ninguna manera, una oposicin terica digna de una constatacin seria. En la exposicin de su concepcin terica de la realidad, exposicin que tiene la forma de un debate serio con los clsicos, Marx se limita, de paso, a poner en ridculo a tericos como Senior, Bastiat, McCulloch, Roscher, etc.

    Cuando se trata de categoras filosficas, en la filosofa burguesa clsica queda hoy an el nico adversario vlido de la filosofa del materialismo dialctico, esto bien entendido, lejos de apartar del orden del da la lucha ms despiadada contra los sistemas reaccionarios contemporneos, ayuda a demostrar su vaco I sti tendencia a eludir miedosamente los grandes problemas filosficos

    Marx, Engels y Lenin tenan otra actitud hacia Hegel y Feuerbach que hacia Schopenhauer o Comte, Mach o Bagdanov. En su crtica vigorosa de las especulaciones de los pequeos idealistas, ellos no pretendan nunca encontrar en stos el "ncleo racional".

    Para destruir la argumentacin sofstica de los machistas, Lenin la concentra, sobre todo, en la expresin clsica, clara y fundamental, en la posicin que el combate haba alcanzado en Berkeley y Fichte. Esto no es un procedimiento polmico, sino el medio ms seguro para poner al desnudo tericamente lo esencial de una posicin. De otro lado, cuando Lenin se encuentra ante el problema de una elaboracin ms profunda de la dialctica materialista, l deja de lado a los machistas, estos contemporneos tericos de Berkeley, y vuelve al anlisis crtico de la Ciencia de la lgica de Hegel como verdadera cumbre del pensamiento burgus en el dominio de la concepcin de leyes universales de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento humano.

    As podemos resumir es en El Capital de Marx y en el anlisis de su estructura lgica donde hace falta buscar el verdadero fundamento concreto del mtodo que se eleva de lo abstracto a lo concreto como nico mtodo de desarrollo lgico cientficamente concreto y correspondiente a la dialctica objetiva.

    El Capital realiza sistemticamente la coincidencia de la lgica, de la teora del conocimiento y de la dialctica, que es el rasgo distintivo del mtodo de investigacin de Marx, y la coincidencia de la induccin, del anlisis y de la sntesis que caracteriza al mtodo qu se eleva de lo abstracto a lo concreto. Vamos a examinar la cuestin primero en su expresin econmica concreta para pasar seguidamente a conclusiones de orden metodolgico general.

    Hagmonos la pregunta siguiente: Es posible concebir tericamente (reproducir en un concepto) la naturaleza objetiva de fenmenos como la plusvala y el beneficio, si no se ha analizado anterior e independientemente la categora del valor? Se puede comprender l