In memoriam Cerrada - Sociedad Murciana de Cardiología · Me recibe Yoya, su mujer, en el salón y...

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In memoriam: Dr.D.Juan Antonio Cerrada Trullenque Me recibe Yoya, su mujer, en el salón y no evito dirigir la mirada al butacón junto al ventanal que fue su atalaya durante los últimos meses. Allí rezaba, convivía con su familia, disfrutaba partidos de fútbol en la televisión y nos recibía con una palabra amable y una sonrisa sincera. Allí falleció el día 7 de enero de 2016 a los 89 años, tan sencillamente como había vivido. Yoya está nerviosa porque teme no recordar datos y fechas, pero le digo que eso no importa, que prefiero que me hable de Juan Antonio, el hombre. Hijo de vasco y gallega asentados en Cartagena, fue un niño “inquieto” que estudió el bachiller interno en los escolapios de Albacete, después la carrera de Medicina entre Zaragoza y el Hospital Clínico de San Carlos en Madrid. Han sido 61 años de matrimonio pero ya éramos novios desde estudiantes y su padre no nos dejó casar hasta que Juan Antonio hiciese la especialidad”. Marchó, pues, a Lyon para hacerse cardiólogo y posteriormente completó su formación en Madrid con el Dr.D.Luis Calandre. También hizo Medicina de Empresa. Se nos une Teresa, su hija, que colabora en completar el largo listado de los lugares donde trabajó: Seguridad Social, Hospital de la Cruz Roja, Hospital 18 de Julio, servicios médicos de Bazán, Empetrol y Española del Zinc; colaboración en el Asilo de las Hermanitas de los Pobres, en algunos Centros Médicos y en su consulta privada. “La primera consulta fue en la calle Palas, que era nuestro domicilio, pero cuando empezaron a llegar los hijos se marchó a la calle Mayor” Su hija Teresa le ayudó unos años y le recuerda siempre activo, sin pereza para visitar a cualquier hora a quien lo necesitase (incluso en Nochebuena), acarreando su electrocardiógrafo portátil CARDIOLINE que aún conservan. “En una ocasión recogió a una mujer en Molinos Marfagones que parió en su Seat 600”. Mereció ser condecorado por su labor como voluntario en la desastrosa riada del Turia en Valencia en octubre de 1957. Les pido que me enseñen su despacho o biblioteca, pero no existe. “Eramos 8 hermanos - dice Teresa- y sacrificó su posible espacio personal para que sus hijos estuviésemos más cómodos”. Gustaba de convivir estrechamente con los suyos y, aunque no era muy hablador, preguntaba y rezaba por cada uno de los asuntos personales que importaban a sus hijos. Gozaba de las reuniones multitudinarias y trató con exquisita amabilidad a todo el mundo, incluido el repartidor de butano a quien recibía con una cerveza fresca, un pincho de queso y un cigarrillo. Juan Antonio Cerrada también fue un hombre muy implicado en los asuntos de su comunidad: socio fundador de la Sociedad Murciana de Cardiología, miembro de la Junta del Patronato del Real Hospital de Caridad, Teniente de Alcalde de Cartagena por Alianza Popular en la recién estrenada democracia de los años 70, merecedor del nombre de una calle en Cabo de Palos. En sus últimos años colaboró, con la sencillez que siempre caracterizó su vida pública, como portero para recibir a los muchachos del cartagenero Club Stay. Yoya y Teresa me despiden sonriendo, de hecho no han dejado de sonreír durante todo el aluvión de recuerdos y anécdotas. Es que Juan Antonio supo llenar la vida de los que le rodearon, como esposo, padre, colega y amigo, impregnándonos de su perenne e inconfundible sonrisa.

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In memoriam: Dr.D.Juan Antonio Cerrada Trullenque

Me recibe Yoya, su mujer, en el salón y no evito dirigir la mirada al butacón junto al ventanal que fue su atalaya durante los últimos meses. Allí rezaba, convivía con su familia, disfrutaba partidos de fútbol en la televisión y nos recibía con una palabra amable y una sonrisa sincera. Allí falleció el día 7 de enero de 2016 a los 89 años, tan sencillamente como había vivido.

Yoya está nerviosa porque teme no recordar datos y fechas, pero le digo que eso no importa, que prefiero que me hable de Juan Antonio, el hombre. Hijo de vasco y gallega asentados en Cartagena, fue un niño “inquieto” que estudió el bachiller interno en los escolapios de Albacete, después la carrera de Medicina entre Zaragoza y el Hospital Clínico de San Carlos en Madrid. “Han sido 61 años de matrimonio pero ya éramos novios desde estudiantes y su padre no nos dejó casar hasta que Juan Antonio hiciese la especialidad”. Marchó, pues, a Lyon para hacerse

cardiólogo y posteriormente completó su formación en Madrid con el Dr.D.Luis Calandre. También hizo Medicina de Empresa.

Se nos une Teresa, su hija, que colabora en completar el largo listado de los lugares donde trabajó: Seguridad Social, Hospital de la Cruz Roja, Hospital 18 de Julio, servicios médicos de Bazán, Empetrol y Española del Zinc; colaboración en el Asilo de las Hermanitas de los Pobres, en algunos Centros Médicos y en su consulta privada. “La primera consulta fue en la calle Palas, que era nuestro domicilio, pero cuando empezaron a llegar los hijos se marchó a la calle Mayor” Su hija Teresa le ayudó unos años y le recuerda siempre activo, sin pereza para visitar a cualquier hora a quien lo necesitase (incluso en Nochebuena), acarreando su electrocardiógrafo portátil CARDIOLINE que aún conservan. “En una ocasión recogió a una mujer en Molinos Marfagones que parió en su Seat 600”. Mereció ser condecorado por su labor como voluntario en la desastrosa riada del Turia en Valencia en octubre de 1957.

Les pido que me enseñen su despacho o biblioteca, pero no existe. “Eramos 8 hermanos -dice Teresa- y sacrificó su posible espacio personal para que sus hijos estuviésemos más cómodos”. Gustaba de convivir estrechamente con los suyos y, aunque no era muy hablador, preguntaba y rezaba por cada uno de los asuntos personales que importaban a sus hijos. Gozaba de las reuniones multitudinarias y trató con exquisita amabilidad a todo el mundo, incluido el repartidor de butano a quien recibía con una cerveza fresca, un pincho de queso y un cigarrillo.

Juan Antonio Cerrada también fue un hombre muy implicado en los asuntos de su comunidad: socio fundador de la Sociedad Murciana de Cardiología, miembro de la Junta del Patronato del Real Hospital de Caridad, Teniente de Alcalde de Cartagena por Alianza Popular en la recién estrenada democracia de los años 70, merecedor del nombre de una calle en Cabo de Palos. En sus últimos años colaboró, con la sencillez que siempre caracterizó su vida pública, como portero para recibir a los muchachos del cartagenero Club Stay.

Yoya y Teresa me despiden sonriendo, de hecho no han dejado de sonreír durante todo el aluvión de recuerdos y anécdotas. Es que Juan Antonio supo llenar la vida de los que le rodearon, como esposo, padre, colega y amigo, impregnándonos de su perenne e inconfundible sonrisa.