Inca Garcilaso de La Vega

12
Inca Garcilaso de la Vega Para el poeta español del Siglo de Oro, véase Garcilaso de la Vega . Inca Garcilaso de la Vega Pintura del Inca Garcilaso de la Vega . Nombre de nacimiento Gómez Suárez de Figueroa Nacimiento 12 de abril de 1539 Cuzco , Nueva Castilla , Corona de Castilla Fallecimien to 23 de abril de 1616 (77 años) Córdoba , Corona de Castilla Ocupación Escritor , historiador Obras notables Diálogos de Amor (traducción) - 1590 La Florida del Inca - 1605 Comentarios Reales de los Incas - 1609 Historia General del Perú - 1617 Padres Sebastián Garcilaso de la Vega

description

de la vega

Transcript of Inca Garcilaso de La Vega

Page 1: Inca Garcilaso de La Vega

Inca Garcilaso de la VegaPara el poeta español del Siglo de Oro, véase Garcilaso de la Vega.

Inca Garcilaso de la Vega

Pintura del Inca Garcilaso de la Vega .

Nombre de

nacimientoGómez Suárez de Figueroa

Nacimiento 12 de abril de 1539

Cuzco, Nueva Castilla, Corona de Castilla 

Fallecimiento 23 de abril de 1616 (77 años)

Córdoba, Corona de Castilla

Ocupación Escritor, historiador

Obras notables Diálogos de Amor (traducción) - 1590

La Florida del Inca - 1605

Comentarios Reales de los Incas - 1609

Historia General del Perú - 1617

Padres Sebastián Garcilaso de la Vega

Isabel Chimpu Ocllo

Page 2: Inca Garcilaso de La Vega

Firma

[editar datos en Wikidata]

Gómez Suárez de Figueroa, apodado Inca Garcilaso de la Vega (Cuzco, Gobernación de Nueva Castilla, 12 de abril de 1539- Córdoba, Corona de Castilla, 23 de abril de 1616), fue un escritor e historiador peruano de ascendencia española e inca.1 Se le considera como el "primer mestizo biológico y espiritual de América", o en otras palabras, el primer mestizo racial y cultural de América que supo asumir y conciliar sus dos herencias culturales: la indígena americana y la europea, alcanzando al mismo tiempo gran renombre intelectual.2 Luis Alberto Sánchez lo describe como el '«primer mestizo de personalidad y ascendencia universales que parió América».3 Se le conoce también como el «príncipe de los escritores del Nuevo Mundo», pues su obra literaria, que se ubica en el período del Renacimiento, se destaca por un gran dominio y manejo del idioma castellano, tal como lo han reconocido críticos como Menéndez y Pelayo, Ricardo Rojas, Raúl Porras Barrenechea y José de la Riva Agüero y Osma.4 Mario Vargas Llosa le reconoce también dotes de consumado narrador, destacando su prosa bella y elegante.5Temporalmente se le ubica en la época de los cronistas post toledanos (es decir, de la etapa posterior al gobierno del virreyFrancisco de Toledo), durante el período colonial (fines del siglo XVI e inicios del siglo XVII). Desde el punto de vista estrictamente historiográfico, su obra tuvo mucha influencia en los historiadores peruanos hasta fines del siglo XIX, cuando surgieron críticos que empezaron a cuestionar la veracidad de sus informaciones. Su padre fue sobrino del célebre poetaGarcilaso de la Vega del Siglo de Oro de España , por lo que el Inca Garcilaso de la Vega sería sobrino-nieto por parte de la familia de su padre del famoso poeta renacentista castellano.

En su obra cumbre, los Comentarios Reales de los Incas, publicada en Lisboa, en 1609, expuso la historia, cultura y costumbres de los Incas y otros pueblos del antiguo Perú, libro que luego del levantamiento de Túpac Amaru II sería prohibido por la Corona española en todas sus colonias de América, al considerarla sediciosa y peligrosa para sus intereses, pues alentaba el recuerdo de los incas.6 Esta prohibición rigió desde 1781, aunque la obra se siguió imprimiendo en España.

Otras obras importantes del Inca Garcilaso son La Florida del Inca (Lisboa, 1605), que es un relato de la conquista española deFlorida; y la Segunda parte de los Comentarios Reales, más conocida como Historia General del Perú (Córdoba, 1617), publicada póstumamente, donde el autor trata sobre la conquista del Perú y el inicio de la colonia.

Índice

  [ocultar] 

1   Primeros años 2   En España

o 2.1   Montilla

o 2.2   Carrera militar

o 2.3   Formación humanística

o 2.4   Córdoba

3   Obras

Page 3: Inca Garcilaso de La Vega

4   Véase también

5   Referencias y notas de pie

6   Bibliografía

7   Enlaces externos

Primeros años[editar]

Escudo de Armas del Inca Garcilaso de la Vega

Era hijo del conquistador español capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, de la nobleza extremeña, y de la ñusta o princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Cápac, emperador del "reino de las cuatro partes o suyos" oTahuantinsuyo (nombre del Imperio incaico en su lengua nativa quechua). Su nombre de bautismo fue Gómez Suárez de Figueroa, que tiempo después, radicando en España, se lo cambiaría por el de Inca Garcilaso de la Vega.

Gracias a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción pizarrista, fue bautizado con los apellidos ilustres del mayor de sus tíos paternos y de otros antepasados que pertenecieron a la casa de Feria. Recibió en el Cuzco una esmerada educación en primeras letras a cargo de Juan de Alcobaza, al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él, pero durante sus primeros años también estuvo en estrecho contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza inca, entre los que se contaban los hijos de Huayna Cápac: Paullu Inca y Tito Auqui. Accedió pues a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y cultura incas:

Estas y otras semejantes pláticas tenían los Incas y Pallas en sus visitas, y con la memoria del bien perdido siempre acababan su conversación en lágrimas y llanto, diciendo: "Trocósenos el reinar en vasallaje, etc." En estas pláticas, yo como muchacho, entraba y salía muchas veces donde ellos estaban y me holgaba de las oír, como holgaban los tales de oír fábulas (Comentarios reales, I, 1, 15)

Sin embargo, su padre se vio obligado a abandonar a la princesa inca a causa de la presión de la corona para que los nobles españoles se casasen con damas nobles españolas, y así lo hizo para matrimoniar con Luisa Martel de los Ríos; sin embargo, no lo hizo sin conceder antes a su madre una cuantiosa dote, que le sirvió para casarse con Juan del Pedroche, un soldado peninsular, de la que tendría el inca dos mediohermanas, Luisa de Herrera y Ana Ruiz.

Su adolescencia estuvo ensombrecida por las cruentas guerras civiles del Perú, y él y su padre padecieron la persecución de los rebeldes Gonzalo Pizarro y Francisco de Carvajal. Su padre optó por enrolarse en el bando de Pizarro, aunque forzadamente, según contaría más tarde el Inca Garcilaso, pero retornó al bando real sumándose al ejército del presidente Pedro de la Gasca durante la batalla de Jaquijahuana, por lo que fue conocido despectivamente como el “leal de tres horas”. Este episodio tendría luego mucha repercusión en la vida posterior del Inca Garcilaso.

Page 4: Inca Garcilaso de La Vega

Hacia 1550, el todavía pequeño Garcilaso fue enviado a Charcas, para volver después al Cuzco, donde fue testigo de la rebelión de Francisco Hernández Girón, ocasión en la cual ayudó a su padre, entonces alcalde ordinario de la ciudad, a huir por los tejados de las casas (1553). Su padre le tuvo en gran estima, como demuestra el hecho del cariño que le demostró su hijo en sus escritos y el hecho de que le legara en su testamento (1559) tierras en la región de Paucartambo y cuatro mil pesos de oro y plata "ensayados" (es decir, de la más probada calidad) para que el joven mestizo cursara estudios en España.

En España[editar]

El 20 de enero de 1560, a los veintiún años de edad y poco después del fallecimiento de su padre, Garcilaso salió del Cuzco rumbo a la Ciudad de los Reyes (Lima), dispuesto a embarcarse hacia España. Este viaje se mostraría particularmente arriesgado. Partió del puerto del Callao, estuvo a punto de naufragar en la isla de Gorgona, cruzó a lomos de acémila el istmo de Panamá, llegó a Cartagena de Indias, para tomar la ruta de los galeones hasta La Habana y las Azores, donde un marinero portugués le salvó la vida antes de llegar a Lisboa.

Montilla[editar]

Tras una breve estancia en Extremadura, donde visitó a unos familiares, se estableció en la ciudad cordobesa de Montilla donde residía su tío Alonso de Vargas. Luego, en 1561, se trasladó a Madrid a solicitar algunas mercedes que la Corona le debía a su padre por sus servicios en el Perú, y allí conoció al conquistador Gonzalo Silvestre, quien le suministró numerosos datos para su obra La Florida del Inca. Su solicitud a la Corona le fue denegada (acusaron a su padre de favorecer al rebelde Gonzalo Pizarro dándole un caballo que le salvó la vida en la batalla de Huarina, y tal versión fue apoyada por los cronistas de indias oficiales). Desengañado, pensó en volver a Perú en 1563, pero optó por permanecer en la península y seguir la carrera militar, como su padre. Abandonó el nombre de Gómez de Figueroa y firmó ya para siempre con el de Garcilaso de la Vega, por el que sería conocido por la posteridad.

Carrera militar[editar]

Como su padre, logró el grado de capitán, y tomó parte en la represión de la Rebelión de las Alpujarras de los moriscos de Granada bajo el mando de don Juan de Austria(1569). Entre 1570 y 1571 se enteró de la muerte de su madre y de su amado tío Alonso de Vargas; este último le adjudicó bienes en su testamento que hicieron que en el futuro no tuviese que preocuparse de su sustento y aún disfrutase de cierta holgura. En 1586 falleció su tía doña Luisa Ponce, viuda de su tío Alonso, cuyos bienes acrecentaron aún más su bienestar económico y le posibilitaron entregarse a la cultura. En 1590, muy probablemente dolido por la poca consideración en que se le tenía en elejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en la religión.7

Formación humanística[editar]

Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas.8 Fruto de esas lecturas fue la celebrada traducción del italiano que hizo de los Diálogos de amor del filósofo neoplatónico León Hebreo,9 que dio a conocer en Madrid en 1590 como La Traducción del Indio de los Tres Diálogos de Amor de León Hebreo (su prólogo está fechado en Montilla, 1586). Fue su primer libro, y la primera obra literaria de valor superlativo hecha por un americano. Ya por entonces firmaba como Garcilaso Inca de la Vega y se presentaba como hijo del Cuzco, ciudad a la que definía como cabeza de imperio.

Por entonces tuvo una relación estrictamente comercial con el célebre Luis de Góngora, y en Montilla coincidió con Miguel de Cervantes, que recaudaba fondos para la corona. Y parece ser que Cervantes conocía las obras del insigne mestizo: había leído la traducción por Garcilaso de los Diálogos de amor de León Hebreo.

Page 5: Inca Garcilaso de La Vega

Córdoba[editar]

Se trasladó a Córdoba en 1591, y se relacionó con algunos doctores, como el jesuita Juan de Pineda, quien le instó a preparar un comentario piadoso de las Lamentaciones de Job. Por entonces continuaba recopilando material para sus proyectadas obras sobre la conquista de La Florida y del Perú, así como todo lo relacionado con el imperio inca. Una de esas fuentes fue la crónica, hoy perdida, de Blas Valera.

En 1596 escribió la Genealogía o Relación de la descendencia del famoso Garci Pérez de Vargas, nombre de un célebre capitán que fue antepasado suyo, obra que no se publicaría sino hasta el siglo XX.

Simultáneamente se relacionó con soldados participantes de la conquista de La Florida y se encontró con dos, Alonso Carmona y Juan Coles, que le obligaron a retocar lo que ya tenía escrito sobre la expedición de Hernando de Soto. En 1605 publicó finalmente la obra en Lisboa, con el título de La Florida del Inca.

En 1609 apareció publicada, también en Lisboa, la Primera Parte de su obra cumbre, los Comentarios Reales de los Incas, impreso en una buena edición por Pedro Crasbeeck y dedicado a la princesa Catalina de Portugal, duquesa de Braganza. Hacia 1612 culminó la Segunda Parte de esta obra, que fue publicada póstumamente en Córdoba con el título de Historia General del Perú y dedicado a la Virgen María.

En 1612 Garcilaso compró la Capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde quiere ser enterrado, y fallece cuatro años después, entre el 22 y el 24 de abril de 1616 como fechas probables. En aquella capilla sus albaceas grabaron esta lápida:

El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Capac, último emperador de las Indias. Comentó La Florida. Tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar: dotó esta capilla. Enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio. Son patronos perpetuos los señores Deán y Cabildo de esta santa iglesia. Falleció a 23 de abril de 1616.10

El 25 de noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I de España hizo entrega de una arqueta que contenía una parte de sus cenizas; éstas reposan actualmente en la Catedral del Cusco.11

Obras[editar]

Monumento a Inca Garcilaso de la Vega en Plaza Perú, ciudad de Buenos Aires.

Page 6: Inca Garcilaso de La Vega

Siguiendo las corrientes humanistas europeas en boga en su tiempo, Garcilaso, el Inca, inició un ambicioso y original proyectohistoriográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Virreinato Perú.12

Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca. La obra contiene la crónica de la expedición de aquel conquistador, de acuerdo con los relatos que recogió él mismo durante años, y defiende la legitimidad de imponer en aquellos territorios lasoberanía española para someterlos a la jurisdicción cristiana.13

El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios Reales de los Incas, la primera parte de los cuales apareció en 1609, también en Lisboa publicada por Pedro Craasbeck. Escrito a partir de sus propios recuerdos de infancia y juventud, escuchado directamente de sus parientes, de contactos epistolares y visitas a personajes destacados del Virreinato del Perú, el relato constituye, pese a los problemas de sus fuentes orales y escritas y a las incongruencias de muchas fechas, uno de los intentos más logrados, tanto conceptual como estilísticamente, de salvaguardar la memoria de las tradiciones de la civilización andina. Por esta razón es considerada su obra maestra y se la ha reconocido como el punto de partida de la literatura latinoamericana.14

La segunda parte fue publicada en Córdoba, en 1617, con el título de Historia General del Perú, nombre que le impuso arbitrariamente el editor:

"Historia general del Perú: trata el descubrimiento del, y como lo ganaron los españoles, las guerras ciuiles que huuo entre Piçarros, y Almagros, sobre la partija de la tierra, castigo y leuantamiento de tiranos, y otros sucessos particulares".

Esta obra que es la más extensa que ha producido su pluma, desarrolla con estilo vibrante la conquista del Perú, las guerras civiles entre los conquistadores y la instauración del Virreinato del Perú, así como la resistencia de los incas de Vilcabamba, que culmina con la ejecución del último de estos, Túpac Amaru I, en la plaza del Cuzco en 1572. Incluye en sus páginas una rehabilitación de su padre, el capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, desprestigiado ante la Corona por haber militado en el bando del rebeldeGonzalo Pizarro.

Sus obras reflejan lo siguiente:

1. Él recibió una educación formal esmerada, tanto en su patria como en España, pues aparte de sus dos lenguas maternas (español y quechua) hablaba latín.

2. Su familia materna eran los antiguos gobernantes Incas, y por ello, él describe a los Incas como monarcas benévolos que gobernaban un país donde todos vivían en una patria de justicia y abundancia, donde no había mendigos ni ociosos.

3. Garcilaso niega que en el tiempo de los Incas se hicieran sacrificios humanos, pero reconoce que era una práctica ancestral anterior al imperio inca, en una época brumosa a la que denomina gentilidad. Precisamente afirma que la misión de los incas fue la de civilizar a los pueblos bárbaros, que practicaban otras costumbres abominables como la antropofagia y la sodomía.

Año ObraGénero

LiterarioEditorial Ciudad

1590Traducción de los Diálogos de

amor de León HebreoFilosofía Madrid

1605 La Florida del Inca Historia Pedro Crasbeeck Lisboa

1609 Comentarios Reales de los Incas Historia Pedro Crasbeeck Lisboa

Page 7: Inca Garcilaso de La Vega

1617(póstuma) Historia General del Perú Historia Vda. de Andrés Barrera Córdoba

1929(póstuma)Genealogía o Relación de la

descendencia del famoso Garci Pérez de Vargas

HistoriaRevista de Historia y de Genealogía Española

Lisboa

Garcilaso El Inca(Garcilaso de la Vega, llamado El Inca; Cuzco, actual Perú, 1539 - Córdoba, España, 1616) Escritor e historiador peruano. Era hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa incaica Isabel Chimpo Ocllo. Gracias a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción de Francisco Pizarro hasta que se pasó al bando del virrey La Gasca, el Inca Garcilaso de la Vega recibió en Cuzco una esmerada educación al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él.

A los veintiún años se trasladó a España, donde siguió la carrera militar. Con el grado de capitán, participó en la represión de los moriscos de Granada, y más tarde combatió también en Italia, donde conoció al filósofo neoplatónico León Hebreo. En 1590, muy probablemente dolido por la poca consideración en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en religión. Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas. Fruto de esas lecturas fue la traducción del italiano que el Inca Garcilaso hizo de los Diálogos de amor, de León Hebreo, que dio a conocer en Madrid el mismo año de su retiro.

Page 8: Inca Garcilaso de La Vega

Garcilaso de la Vega el Inca

Siguiendo las corrientes humanistas en boga, Garcilaso el Inca inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Perú. Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca. La obra contiene la crónica de la expedición de aquel conquistador, de acuerdo con los relatos que recogió él mismo durante años, y defiende la legitimidad de imponer en aquellos territorios la soberanía española para someterlos a la jurisdicción cristiana.

Por el heroísmo allí desplegado y las penalidades sufridas, la historia tenía harto aliciente para tentar a un escritor. Sorprende, no obstante, que Garcilaso lo eligiese, él que desconocía en absoluto aquel territorio y poseía en cambio tan directa información de su país natal, como mostraría después. El mismo Garcilaso se adelantó a explicarlo: la empresa de Soto le fue referida tan repetidamente por uno de sus participantes, que decidió exponerla por escrito, para lo que usó, además, de datos aportados por otros dos testigos. Lo hizo con bastante extensión (un libro por cada año) y mostró, sobre todo, sus dotes literarias acertando a reflejar la trágica belleza de aquel heroico intento.

El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios reales. La primera parte de esta obra se publicó en la ciudad de Lisboa en 1609 y la segunda, que llevó el título puesto por los editores de Historia general del Perú, fue editada póstumamente en

Page 9: Inca Garcilaso de La Vega

Córdoba (1617). Los Comentarios del Inca son una mezcla de autobiografía, reivindicación de su glorioso linaje e intento de dar una visión histórica del imperio incaico y su conquista por parte de los españoles. Esta conjunción de argumentos de diverso interés ha originado una larga polémica acerca de la verosimilitud histórica de los datos aportados por el Inca Garcilaso en sus escritos. En cambio, desde el punto de vista meramente literario, su prosa está considerada como una de las más elevadas manifestaciones de la lengua castellana y como una referencia inexcusable en la formación de una tradición literaria latinoamericana.La primera parte de los Comentarios Reales (1609) aborda la historia y la cultura del Imperio Incaico, enalteciendo que el Cuzco fue "otra Roma", rebatiendo a quienes trataban de "bárbaros" a los indígenas peruanos. Su visión providencialista distingue un tiempo salvaje, anterior a la misión civilizadora de los incas; con éstos, en cambio, se instaló una etapa de alta civilización, a la cual los españoles debían perfeccionar con la evangelización, igual que Roma fue cristianizada en el Viejo Mundo. La segunda parte (la Historia General del Perú) enfoca la conquista, vista como gesta épica; el problema es que la conquista debió culminar en la cristianización del Perú, pero "la labor del demonio" azuzó los pecados capitales de los españoles, conduciéndolos a las guerras civiles, a la destrucción de sabias instituciones incaicas y a la política toledana adversa a indios y mestizos.Artísticamente, el Inca Garcilaso de la Vega combinó hábilmente recursos de la epopeya, la utopía (género platónico de gran cultivo entre humanistas) y la tragedia. Epopeya y utopía se ligan y refuerzan hasta la mitad de La Florida y losComentarios, anunciándose entonces la tragedia que termina precipitándose conforme se acerca el final de ambas crónicas. A pesar de esos finales desastrados, Garcilaso mira esperanzado el futuro, como claramente se manifiesta en la dedicatoria de la segunda parte de los Comentarios. Escritos a partir de sus propios recuerdos de infancia y juventud, de contactos epistolares y visitas a personajes destacados del virreinato del Perú, los Comentarios constituyen, pese a los problemas de sus fuentes orales y escritas y a las incongruencias de muchas fechas, uno de los intentos más logrados, tanto conceptual como estilísticamente, de salvaguardar la memoria de las tradiciones de la civilización andina. Por esta razón es considerada su obra maestra y se la ha reconocido como el punto de partida de la literatura hispanoamericana.