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Índice Staff

Sinopsis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Agradecimientos

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Staff Moderadora de traducción

Leii123

Traductoras Leii123

Celemg

Gaz

Mary Jose

Lavi

Pachi15

Nadya

Blaire2015

Mokona

Moderadora de corrección: Viqijb

Correctoras Pily

AriannysG

Celemg

Pachi15

Gaz

Revisión final Gaz

Diseño Lectora

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Sinopsis ose Peterson ha cambiado de muchas maneras desde que

conoció a Dalton Clark. Pero el cambio más importante es que

está a punto de convertirse en vampiro. El amor de Rose hacia

Dalton la consumió, y no estaba dispuesta a esperar a que la convirtiera.

Así que Rose tomó el asunto en sus propias manos, y buscó la ayuda de

Nicholas, el hermano un tanto peligroso de Dalton. ¿Cómo va a reaccionar

Dalton cuando Rose despierte? ¿Y qué tipo de vampiro será ella? ¿Cómo

va a finalizar la historia? ¿Serán felices para siempre? ¿O les espera una

eternidad de miseria?

R

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Capítulo 1 Traducido por Celemg

Corregido por Pily

as voces son ruidosas e insistentes. Quiero despertar y ser parte de

su conversación, pero mis ojos no quieren abrirse. Mi mente

todavía está colmada con imágenes de mi vida y mi cuerpo está

completamente frío. Me siento atrapada en mi propia cabeza,

emergiendo para respirar libre y comenzar mi nueva vida. Quiero que mis

ojos se abran, quiero ver a Dalton, pero soy incapaz, por lo que en su lugar,

oigo las palabras de la discusión de los hermanos.

—¿Cómo pudiste hacerle esto? —grita Dalton.

—La chica me pidió que la convirtiera, me dejó leer sus pensamientos,

te ama, ¿qué se supone que debía hacer? —dice Nicholas con voz firme.

Puedo oír siseos y un ruidoso golpe, algo debe haber caído en el suelo. La

habitación está tranquila por unos segundos, y luego la voz de Dalton

estalla llena de furia.

—Podrías haberme llamado, rechazarla, o cualquier otra cosa que

tuvieras que hacer. Rose no va a querer esto, va a arrepentirse, lo sé. —

Nicholas ríe de las palabras de Dalton e incluso aunque no puedo verlo, sé

que su ira está creciendo. La tensión en el aire es fascinante, y deseo que

mis ojos se abran, así puedo asegurarle a Dalton que estoy bien, y que

todavía soy yo.

—Ella no va a arrepentirse, leí sus pensamientos, y quiere esto más que

nada. Te quiere, y pagó un precio definitivo para estar contigo.

—Nunca quise esto, se suponía que ella iba a vivir una vida normal, sin

mí. Rose ha tenido una vida traumática. Su tío significaba el mundo para

ella, y ahora no será capaz de estar cerca de él. No ver a su familia va a

matarla, no podrá salir adelante siendo vampiro.

L

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Mi cabeza da vueltas, nunca supe que Dalton se sintiera así. Es tan

considerado cuando se trata de mi felicidad, Por favor déjame despertar.

Mi cuerpo oye mis rezos, algo está pasando. Todo mi cuerpo se sacude

con un impacto eléctrico, mi piel arde y mi garganta está tan seca como

un corcho. Mis recuerdos pasan, y ahora una arrolladora sensación

punzante se apodera de mi cuerpo. Mi corazón se siente como si lo

quitaran del pecho, y puedo sentir mis ojos rodar. Mi cuerpo está todavía

helado, pero el dolor es insoportable, ¿qué está sucediendo conmigo? ¿Se

supone que debo sentirme así? Sólo puedo pensar en el dolor y en mi

garganta ardiente y seca, pero trato de ignorarlo mientras oigo la voz de

Nicholas.

—Podemos ayudarla a pasar por esto. Vamos a mostrarle cómo

controlar su hambre y voy a estar aquí para ti, hermano. —Dalton se ríe de

Nicholas.

—Escúchate, casi es como si… te importara. Dime algo, ¿le mostraste a

nuestros padres la misma amabilidad que estás dispuesto a mostrarle a

Rose?

—Eso fue hace mucho tiempo, y me disculpé un millón de veces por lo

que hice. Sé que estás molesto y asustado por Rose, pero va a estar bien,

tú y yo podremos verla después.

—¿Por qué te importa, eh?

—No me importa ella, eres tú el que me importa. Eres mi hermano

menor, y odio lo que te he hecho. La convertí por ti. Sé cuánto te importa,

y que vivir sin ella te torturaría. Hice esto para que puedas… ser feliz. —Mis

piernas se sacuden y puedo sentirlas, ¿finalmente despertaré?

Mis brazos están doloridos, duros y paralizados, mi cabeza martillea y mi

pecho late rápidamente. Mi garganta está seca y quema, no puedo

respirar, me ahogo. Mis labios comienzan a moverse y mis ojos revolotean

en sus párpados.

Mis piernas se sacuden de nuevo, el dolor es insoportable, ¿se supone

que tiene que doler así?

Cada nervio en mi cuerpo arde y pica intensamente, Por favor haz que

se detenga.

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Dios oyó mi deseo: mis ojos se abren de golpe, y jadeo por aire mientras

salto del sofá. Estoy tosiendo y tratando de enfocar los ojos, pero están

nublados y me impiden ver a Dalton. Puedo sentir su mano contra mi

espalda, y ahora camino, pero no puedo ver adónde. No tengo idea de

quién me sostiene, o adónde voy, pero de todas formas sigo esperando

poder verle. La mano me baja sobre la cama y caigo contra la

confortable seda.

Hay una almohada debajo de mi cabeza, y una mano acaricia mi

mejilla. Mis ojos están cerrados, pero los fuerzo a abrirse, y ahí está él.

Dalton me mira fijamente.

Me mira preocupado, y odio haber ido a sus espaldas, pero ahora que

cambié, no hay nada que pueda hacer sobre eso.

—Rose, mírame —dice Dalton mientras se arrodilla para estar a mi nivel.

Pasa su mano por mi sien y me mira a los ojos—. ¿Cómo te sientes?

Separo los labios y un insoportable dolor se forma en mis encías, duele.

—Mi cabeza martillea, mis encías duelen y estoy… sedienta. ¿Puedes

traerme un trago? —Dalton exhala y sale volando del cuarto. Vuelve

rápidamente, sosteniendo un vaso con agua. Me sienta en la cama y ansía

darme de beber. Tomo el vaso, pero el agua no es lo que ansío.

—Bebe —insta. Me rindo y empujo el vaso hacia mis labios. Mis sentidos

hormiguean y todo se agudiza. La luz del sol está radiante, los latidos de la

nariz de Dalton suenan en mis oídos. Puedo oír a los pájaros cantando, y el

viento mientras sopla a través de los árboles. Mis ojos ven la claridad y todo

en alta definición. Puedo ver cada fibra de la confortante seda, cada

mancha de polvo que descansa en el suelo de madera, cada línea de la

cara de Dalton; son claras a mi vista. Separo los labios y tomo un sorbo de

agua, el sabor es horrible, y la escupo. Dalton exhala y me aleja el vaso. Lo

baja de un golpe en la mesilla, y fija sus furiosos ojos en los míos.

—¿Por qué hiciste esto? —exclama.

—Sabes por qué —digo en voz áspera. Dalton camina de un lado a

otro a lo largo del dormitorio e impulsa sus manos al aire.

—Fuiste a mis espaldas; nunca quise esto para ti.

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Salgo de la cama y me sorprendo de mi paso, vuelo a través de la

habitación en cuestión de segundos. Me paro en frente de Dalton y lo

miro, a través de mis ojos en alta definición. No luce feliz conmigo, pero no

rechaza mi mano cuando se la ofrezco. Posa su mano en la mía y sonrío;

no se siente frío. Mis labios comienzan a temblar y arremeten en sus brazos,

necesito besarlo. Fijo mis labios en los suyos y lo acerco, aplastándolo hasta

que chilla.

—Vaya, ten cuidado —dice mientras me aleja de él. Le frunzo el ceño;

Dios, lo amo mucho. Mis sentimientos por él se multiplicaron, sabía que lo

amaba, pero no a este alcance.

Él lo es todo para mí, mi corazón se siente atado a él, conectado, y sus

labios son irresistibles. Me lanzo hacia delante de nuevo y monto mis labios

en los suyos. Sostengo su cabeza firmemente y río por nuestra pasión, estoy

lo bastante fuerte como para sostenerlo en el lugar. Lo beso duro, y luego

mis manos corren a través de su cabello; él me alza, besándome en el

cuello. Oigo pasos y el sonido de otros latidos. Alejo a Dalton y enfoco mis

ojos en la jamba. Nicholas está parado con suficiencia, gritándonos.

—No se detengan en mi presencia —dice mientras cruza los brazos

sobre su pecho. Sonrío y corro hacia él. Envuelvo mis brazos a su alrededor,

acercándolo para darle un enorme abrazo.

—Gracias —le digo, y me alejo de él. Nicholas me sonríe y luego su

expresión cambia cuando Dalton corre y me agarra por el brazo. Me gira y

enfoco mis ojos en los suyos. Me mira y acaricia mi mejilla.

—¿Estás sedienta? —pregunta Dalton con voz firme.

Junto mis labios, y una insoportable sequedad se apodera de mi

garganta: quiero sangre.

—Sí, estoy jadeando, necesito algo de beber.

Nicholas se desliza y para frente a mí. Lo miro, y luego regreso la mirada

a Dalton. Los hermanos intercambian una inquieta alegría, y luego Dalton

se enfoca en mí de nuevo. Sus ojos se fijan profundamente en los míos, y

ahueca mis mejillas con sus manos.

—Necesitas alimentarte, ¿lo entiendes? —Asiento, por supuesto que lo

entiendo, no me engaño a mí misma—. Bien, ven conmigo. —Dalton me

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empuja fuera de la habitación y en el pasillo. Corre hacia la puerta del

frente y la empuja para abrirla. Mis ojos no pueden amoldarse al brillo,

respiro libre de él y corro de nuevo dentro de la casa. Vuelo hacia el

oscuro rincón de la sala, y descanso mi espalda contra la pared. Mis ojos

arden y mis manos tiemblan, odio la luz del sol.

Nicholas viene corriendo a la habitación y camina hacia mí. Extiende

las manos y aprieta mi cara, así puedo verlo.

—Mis ojos punzan y mi piel está en llamas —digo con voz quebrada.

Nicholas me sonríe y gentilmente corre sus dedos a lo largo de mi mejilla.

—Está bien, vas a estar bien. Sólo necesitas alimentarte.

Asiento hacia él y me saca del rincón. Me lleva de nuevo al pasillo y

hacia la puerta del frente. Dalton está parado en la jamba, luciendo

preocupado. Fuerzo una sonrisa a pesar de mi hambre, no quiero que

piense que no puedo manejar esto. Nicholas me dirige hacia la puerta del

frente, y se detiene cuando alcanzamos la entrada. Envuelve su mano en

mi hombro y se inclina hacia mí, susurrando en mi oído:

—Sé que ahora el brillo es doloroso para tus ojos, pero necesito que

hagas como digo, ¿bien? —Lo miro, nuestras caras están separadas por

una pulgada, y su respiración sopla contra mi mejilla. Le asiento, voy a

hacer cualquier cosa que diga.

—Bien —digo en voz alta.

Dalton sisea y sale de la casa. Mi corazón duele, está furioso conmigo.

Nicholas rasguña mi mejilla, quiere toda mi atención.

—Cierra los ojos —dice en un fluido acento sureño.

Hago lo que dice y cierro mis ojos.

—Ahora, escucha mi voz y sígueme.

Amoldo mis oídos y mis piernas comienzan a moverse. Salgo de la casa

y puedo sentir el sol ardiendo contra mi piel. Me encojo y mis ojos

revolotean, pero Nicholas me calma.

—Ignora el calor, mantén los ojos cerrados. —Suspiro mientras sigo sus

órdenes—. Ahora respira profundo y abre los ojos. —Dudo, temiendo al

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brillo, pero luego me rindo y los abro. La luz aún quema, pero es tolerable y

no tan abrasadora como antes. Asimilo mi alrededor, y no puedo creer mis

ojos, todo es tan claro, vibrante y hermoso. El aire es caliente contra mi piel.

Sonrío cuando veo a Dalton reclinado contra su auto. Corro hacia él y

envuelvo mis brazos alrededor de su cuello. Me sostiene por un segundo y

luego me aleja. Le sonrío de nuevo, Por favor no estés enojado conmigo, le

ruego silenciosamente.

—Todo es maravilloso; finalmente puedo ver lo que tú ves. —Dalton

frunce el ceño mientras abre la puerta de su auto. Me hace señas para

que suba, por lo que hago lo que dice y me derrito en el asiento de cuero.

Puedo oír a Dalton caminar cruzando las gravas hacia su lado del auto, y

oigo que su respiración es superficial. Cae en el asiento del conductor y

enciende el motor. El rugido es ruidoso y cubro mis oídos para protegerlos

del ruido. Miro rápidamente a Dalton y él reconoce mi mirada—. ¿Siempre

es así? —pregunto refiriéndome al ruido estruendoso.

Dalton hace clic en el auto en marcha mientras responde mi pregunta.

—No, se reducirá una vez que te alimentes. —Estoy aliviada, no quería

ese sonido constante en mis oídos. Dalton acelera fuera de la entrada

para llevar el auto a través de la verja. Gira el auto hacia la ciudad y

golpea con su pie el acelerador. Puedo oír su respiración intensa y su

corazón correr, está preocupado por mí. Estiro el brazo y poso mi mano en

su rodilla, sus labios tiemblan ante mi roce y el reconoce mi mirada—. No

puedo creer que hicieras esto. —Está decepcionado, y me rompe el

corazón.

—Sé que lo que hice estuvo mal y fue egoísta, pero lo hice porque te

amo. Ahora que cambié, ¿no sientes diferencia de que sea un vampiro?

Dalton ríe y luego golpea el volante con frustración.

—No eres un vampiro en sí aún, necesitas alimentarte para completar

el cambio. No podrás saber cómo se siente hasta alimentarte.

Mi mente corre y sé cómo me siento, amo a Dalton. Estiro el brazo y

aprieto su cara con ambas manos, el auto barre sobre la carretera ante mi

acción y Dalton golpea con su pie el freno. Detiene el auto al costado de

la carretera y enciende las luces de peligro. Suelta mis manos de su cara;

me agarra empujándome hacia él. Sus ojos miran fijamente dentro de mi

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alma, y no puedo contener mi deseo. Arremeto hacia él y duramente poso

mis labios en los suyos. Agarra mi cabeza, acercándome, y me aprieta

como si no hubiera mañana. Mis labios están fijos en los suyos.

Mis manos resbalan a través de su cabello. Puedo oír sus jadeos, y

puedo sentir cada hueso de mi cuerpo gritando ante mí con deseo. Alejo

mis labios de él y beso su cuello. Puedo oír su corazón golpear y la

sensación de su piel en mis labios es intoxicante. Presiono mis labios en la

base de su cuello, e hinco mis dientes en su piel. Se aleja de mí y me

agarra firmemente en sus manos.

—Rose, no puedes alimentarte de mí.

Lo sé, lo sé, pero quiero saborear tu sangre como tú saboreaste la mía.

Dalton se va de mí y focaliza de nuevo en la ruta adelante. Aprieta su pie

de nuevo en el acelerador. Lo miro, y sonrío de oreja a oreja.

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Capítulo 2 Traducido por Celemg

Corregido por AriannysG

lcanzamos la ciudad, y las calles están ocupadas y llenas de

gente. Mientras nos detenemos ante una luz roja, puedo oír las

suaves voces de los transeúntes. Algunos hablan sobre dinero,

chocolate y compras. Otros están discutiendo sobre sus vidas, qué hacer

de cena y qué película mirar por la noche. Una muchacha corre

atravesando la calle, y está muy cerca de nuestro auto. Puedo oír su

diminuto corazón bombeando sangre a sus venas, y mis labios comienzan

a sacudirse con ganas. Agarro el picaporte de la puerta, pero Dalton se

abalanza sobre mi mano antes de que tenga oportunidad de abrirla.

Sacude su cabeza hacia mí, y golpea el acelerador con frustración. Nos

sentamos en silencio, mientras Dalton nos conduce a una desierta estación

de gas en el borde de la ciudad. Estaciona el auto en doble fila y apaga el

motor. Gira hacia mi cara, y su expresión es extraordinariamente seria.

—Voy a buscar a alguien para que te alimentes, espera en el auto. —

Dalton me mira fijamente y espera a que acepte. No hablo, sólo lo miro. Es

maravilloso—. Rose, ¿me entiendes? —insta de nuevo. Me recupero rápido

de mi aturdimiento y le sonrío, aceptando lo que dice.

—Sí, lo entiendo. —Dalton se inclina y me besa en mi sien. Salta del

auto y observo, oigo cómo marcha hacia la estación de gas. Mi corazón

corre, y no puedo creer lo que ha sucedido. Voy a ser un vampiro. Es tan

irreal y cautivante. Todo mi mundo ha cambiado, para mejor. Puedo ver

claro, oír cosas que nunca oí antes. Mi mente es fuerte; soy determinada y

segura de siempre amar a Dalton.

Cuando lo veo, es como si toda mi vida se enfocara en él. Es el aire

que llena mis pulmones de vampiro, y es la luz que arde a través de mí. Mis

sentimientos por él son más fuertes que nunca, y estoy segura de que tomé

A

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la decisión correcta. Miro por la ventana del auto y, aunque no puedo ver

a Dalton, puedo oírlo hablar. No puedo oír por completo lo que dice, pero

sé que está en camino de regreso a mí. Puedo oír sus pasos y no está solo.

Aparece en mi visión y cruza el estacionamiento, trayendo un muchacho.

Se abalanza hacia el auto y empuja la puerta abriéndola, desliza al chico

en el asiento trasero y salta en el lado del conductor. Enciende el motor y

sale a toda velocidad del estacionamiento. Mis labios se sacuden y mis

oídos no pueden ajustarse al ruido. Pero no es el motor del Porche lo que

me distrae; es el latido del corazón del chico. Puedo ver una vena

abultada en la piel de su cuello y no puedo resistirme. Me lanzo en el

asiento trasero y sujeto la cabeza del chico en el asiento. Mi garganta

quema de deseo, estoy hambrienta, necesito sangre. Aplasto al chico con

mi cuerpo, y siento al auto virar mientras Dalton trata de alejarme del

chico. Me deshago de él, y Dalton gira el auto hasta detenerse. Sale del

auto y empuja al chico debajo de mí. Siseo ante él y me frunce el ceño.

—Dios, maldición, Rose —grita mientras sostiene al chico en sus brazos,

contra su pecho—. ¿No puedes controlarte? —Vuelo fuera del auto y corro

hacia él.

—Estoy hambrienta —digo en voz ruda. Mis rodillas están débiles y mi

piel arde. No puedo esperar mucho más, necesito alimentarme. Me

empuja más allá y pone al chico atrás en el auto. Lo sigo y persigo hasta

que me empuja hacia adelante. El chico está a punto de despertar,

puedo oír sus crecientes latidos correr y su respiración es pesada. Dalton

me agarra por la cara y me empuja hacia él.

—No tienes mucho antes de que él despierte. Necesito que te

alimentes de él, pero debes parar cuando te lo diga, ¿entiendes? —Mis

labios se sacuden, acepto y me empujo junto al chico. Sus ojos revolotean

bajo sus párpados, y está a punto de despertar. Siento que no tengo

mucho, así que agarro su cabeza y la inclino de lado. Su cabello oscuro es

largo y toca su cuello, lo aparto y mis labios comienzan a estremecerse. Me

muevo cerca de él, observando el lugar que quiero morder.

Fijo mis ojos en su piel morena, y muevo mis labios en su cuello. Mis

encías punzan y me instan a morder. Un profundo chillido se forma en mi

garganta, no puedo resistir más. Rasgo su piel y saboreo su sangre: es dulce

y llena enteramente mi cuerpo de placer. Mi garganta se llena con la

sangre del chico, y la ardiente sequedad levemente se palidece en el

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estado de placer. Mientras saco más sangre, lo oigo, veo su mente y leo

sus pensamientos. Está asustado e indefenso y mientras sus ojos se abren y

grita de dolor, puedo sentir la pena profunda en mi alma. Está aterrorizado

de mí, e incluso piensa que estoy inmersa en el placer de alimentarme de

él, no quiero herirlo. Saco mis dientes de su cuello y limpio mis labios con

mis dedos. El chico está asustado y Dalton rápidamente interfiere

calmando el miedo del chico. Salgo del auto y me siento revitalizada. Mi

cabeza está clara y mi cuerpo vibrante: finalmente soy un vampiro.

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Capítulo 3 Traducido por Leii123, Gaz y Mary Jose

Corregido por Pily

alton me llevó de vuelta a su casa, y ahora estamos sentados

en el salón, mientras trata de explicarme los pros y los contras

de ser un vampiro. No sabía que había tantas reglas que

obedecer y, si soy sincera, no sé si voy a ser capaz de adherirme a

cualquiera de ellas. Él dice que debo permanecer en casa durante al

menos una semana, y que no puedo ir a trabajar o ver a mi familia. Dice

que ya que soy muy novata no seré capaz de controlarme delante de mi

familia, y no quiere correr riesgo de exposición. Nicholas y Dalton han sido

muy cuidadosos desde que se mudaron a Portland, y no quieren que yo

arruine sus duros esfuerzos. La única persona del pueblo que sabe lo que

son soy yo, y ahora soy una de ellos.

Dalton tenía razón, me siento diferente una vez que me he alimentado.

Mi cabeza está más clara, más fuerte y sé exactamente lo que quiero: a

Dalton. No puedo ver bien, cuando lo miro, él es todo lo que quiero. Mis

sentimientos son más fuertes, y duelen en cada parte de mi cuerpo. Él es la

razón por la que respiro. Vale la pena el hambre ardiente, y el riesgo de

meterme en un lío homicida. Me alimenté de un chico, y sentí su dolor

mientras drenaba su sangre; ese recuerdo se quedará conmigo para

siempre. Me guiará y me impedirá perder el control, nunca heriré a nadie.

Sé que soy novata, y Dalton insiste en que mi deseo de sangre me

superará, pero no creo que lo haga. Me siento fuerte y en control. Me

siento como si pudiera estar en una habitación llena de seres humanos y

no hacerles daño, ¿estoy pensando sólo en una ilusión?

—Rose, ¿entiendes todo lo que te he dicho? —Mi mente se acelera,

Piensa, Rose. Me aclaro la mente y pienso en lo que acabo de oírle decir.

Asiento y separo los labios.

D

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—Sí, entiendo, pero tengo una pregunta —digo mientras me acerco a

él. Dalton me mira, esperando a que hable—. Has dicho que no puedo ir a

casa, ¿dónde me voy a quedar? —Dalton sonríe y roza mi mejilla con su

mano.

—Conmigo. —Niego con la cabeza por su respuesta, no puedo

quedarme con él.

—No puedo, mi tío se volvería loco si se entera, ¿y qué le voy a decir,

de todos modos? No hemos pensado en una historia. ¿Cuál es mi razón

para no ir a casa? —Mi voz es urgente y mi temperamento se está saliendo

fuera de escala; me siento como si pudiera demoler toda la casa. Mis

manos están temblando y puedo sentir mis ojos ardiendo. Salto del sofá y

me precipito hacia el espejo más cercano. Retrocedo por mi reflejo, me

veo como un demonio. Mis ojos están rojos y ardiendo y mis labios se

parten para revelar dos colmillos afilados—. DALTON —grito. Vuela hacia

mí y me agarra por la cintura.

—Cariño, está bien, sólo respira —dice Dalton, mientras trata de

calmarme. Niego con la cabeza violentamente mientras continúo mirando

a mi aspecto de demonio—. Cierra los ojos y respira a través de tu hambre.

—No puedo —le digo con voz derrotada. Dalton me da la vuelta por lo

que estoy de frente a él. Acuna ambos lados de mi cara entre sus manos, y

me mira a los ojos.

—Cierra los ojos, cuenta hasta tres y recuerda respirar. Confía en mí,

funciona. —Tomo su consejo, y mi temperamento se desvanece

lentamente. Mis ojos se han desvanecido de nuevo a su color original, y mis

labios y cuerpo han dejado de temblar. Me paso la lengua por los dientes,

y sonrío cuando no siento los dos afilados colmillos. Me doy la vuelta y me

miro en el espejo, luzco como yo. Me giro para mirar a Dalton, y me agarra

por la cintura. Me tira violentamente hacia él y pone sus labios en los míos.

Me da vuelta y le doy la vuelta a él también, joder, se siente increíble tener

el mismo poder que él. Me baja sobre el sofá, y pasa sus dedos por mi pelo.

Se arranca la camisa y se estrella contra mí. Dejo escapar una risa

ensordecedora, y aprieto su espalda. Desliza sus labios por mi cuello, y roza

mi piel con sus dedos. Se ríe y me mira, alejando sus labios de mi cuello.

—Tus heridas se han ido. Es como si nunca me hubiera alimentado de ti.

—Mi corazón se derrite ante sus palabras, y lo agarro, tirando su cabeza

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hacia mí. Mis labios chocan con los suyos, y la sensación es alucinante. De

mala gana me alejo de él, jadeando mientras miro profundamente sus

ojos.

—Es mejor de esta manera; finalmente soy tu igual. —Dalton se ríe y se

lame los labios de una manera tierna. Sus ojos parpadean en rojo, y puedo

sentir los míos haciendo lo mismo. Nuestros cuerpos se sacuden y se

conectan y suelto un enorme chillido; él es mío, para siempre.

El día ha llegado y se ha ido en un instante, y mientras las horas giran en

el reloj del abuelo de Dalton, empiezo a pensar en mi tío. No lo he llamado

para decirle que no voy a estar en casa esta noche, y sé que debería

hacerlo. Pero algo me está deteniendo. No me atrevo a levantar el

teléfono y llamarlo. No sé lo que me está impidiendo hacerlo. Algo

simplemente se siente mal, y no sé lo que es. Mi cuerpo está dolorido ante

la idea de verlo, porque sé que, cuando lo haga, voy a tener que mentirle.

Odio mentirle, mi tío ha hecho un montón por mí, y le debo mucho. Cada

sentido de mi cuerpo está pulsando. Los sentimientos por mi tío se

multiplican, ¿cómo le voy hacer frente? No quiero estar lejos de mi familia,

pero sé que tengo que hacerlo. Elijo esto, elijo convertirme en un vampiro,

y estar con Dalton.

Sabía que iba a tener que sacrificar mi vida familiar para estar con él,

pero ahora que lo tengo, es más difícil de lo que pensaba. Cuando era

humana, mi vida no parecía importante. Pasaba por el día a día. Matando

tiempo y leyendo libros hasta altas horas de la madrugada. Pero ahora

que soy un vampiro, todo ha cambiado. Me siento viva. Más viva que

nunca. Todos los sentidos de mi cuerpo están en marcha. Puedo ver cosas

que antes no existían. Puedo oír cosas que nadie más puede. Mi vida de

vampiro ha sido corta, unas pocas horas, para ser exactos, pero me he

sentido más viva en esas pocas horas que en mis diecinueve años.

La puerta de la habitación de Dalton se abre de golpe y salto de la

cama al oír el ruido. Mis ojos se enfocan en Dalton cuando se para en el

marco de la puerta. Se ha cambiado de ropa, y ahora lleva una sudadera

con capucha de color azul oscuro y pantalones de color claro. Su cabello

está húmedo mientras se mueve hacia mí. Envuelve sus brazos alrededor

de mi cintura y me besa suavemente en la frente. Lo aprieto con toda mi

fuerza, gruñe y afloja mis brazos de alrededor de su cuello.

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—Estás aplastando mis huesos. Ya te dije que serías mi muerte. —Sonrío

ante sus palabras y voy de nuevo a la cama. Me tumbo y la cama se

sacude y se separa de la pared. Me muerdo el labio mientras me disculpo.

—Lo siento. Supongo que no conozco mi propia fuerza. —Dalton se ríe y

camina hacia mí. Se sienta suavemente sobre la cama, y cruza los brazos

sobre el pecho. Lo miro, Mierda, es magnífico.

—Pronto llegarás a usar tu mayor fuerza. Rose, ¿has llamado a tu tío ya?

—Me sonrojo y mis ojos caen sobre la cama. Juego nerviosamente con las

sabanas, hasta que Dalton agarra mi mano y me detiene. Mis ojos se

levantan de la cama y encuentran su mirada. Parece preocupado, y sé

que va a obligarme a llamar a George. Mi corazón helado comienza a

acelerarse mientras sigue mirándome.

—No, no lo he hecho —digo en un tono agudo. Dalton frunce el ceño

con firmeza, no se ve feliz conmigo. Sus ojos se oscurecen y sus labios

tiemblan. Sonrío, ya no me asusta.

—¿De qué te ríes? ¿Crees que es gracioso que no hayas llamado para

dejar a tu tío saber que estás a salvo? Probablemente esté preocupado. —

Me sonrojo. No me asusta, pero todavía es intimidante. Sólo me ha hecho

sentir como una niña de escuela traviesa. Pero me da sus razones y estoy

de acuerdo con ellas. Mi tío se preocupa por mí. Necesito al hombre —y

tengo que llamarlo antes de que venga a buscarme. Meto la mano en el

bolsillo de mis jeans y saco mi teléfono. Busco en mis contactos hasta que

encuentro el número de casa. Hago una pausa antes de presionar la

llamada.

—No me gusta mentirle.

—Aún no has mentido, así que llámalo. —Dalton es firme y siento que

no entiende. Niego con la cabeza mientras lo miro. Cuando lo conocí me

dijo que ser un vampiro hace que no te importe nada ni nadie. No veo

cómo eso es cierto. Desde que me convertí, me he sentido más fuerte

sobre todas las pasiones que tengo. Siento cosas más intensamente; mi

corazón es como una bomba llena de emociones. Una que está lista para

explotar en cualquier momento.

—Me dijiste que no podría sentir, y que iba a ser una cáscara vacía. Eso

no es cierto, me preocupo más por mi familia de lo que lo he hecho jamás.

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Mis emociones son fuertes, y me siento muy mal por la forma en que estoy

tratando a mi tío. —Dalton suspira y toma el teléfono de mi mano. Lo tira

sobre la cama y tira de mí a su lado. Descanso mi mejilla contra su

sudadera y rompo a llorar.

—No llores, tus emociones son fuertes porque eres nueva. Cuando te

despiertes mañana, te sentirás diferente. Todo va a estar más claro y la

culpabilidad pasará. —Sollozo ante sus palabras.

—¿Qué pasa si tenías razón? ¿Qué pasa si no puedo hacer frente a ser

un vampiro? —Dalton saca mi cabeza fuera de su pecho y se agarra a la

cara.

—Me equivoqué. No quiero que cambies, y dije esas cosas para

asustarte. Pero, Rose, eres más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado.

Te alimentaste de un niño y era tu primera vez. Pero te las arreglaste para

mantenerte alejada de él. Pudiste haberlo lastimado, matarlo, de hecho.

Pero no lo hiciste, luchaste contra tu hambre, y nunca he visto a ningún

nuevo vampiro hacer eso antes. Me sorprendes, cuando me convertí por

primera vez, maté, y no podía controlarme. Pero tú eres diferente, eres la

que tiene el control, no el hambre. —Me obligo a sonreírle, y luego me

acerco y agarro mi teléfono. Busco por mis contactos de nuevo, y esta vez

me obligo a llamar. Puedo sentir mi corazón latiendo congelado en mi

pecho de hielo, mientras espero una respuesta. El teléfono suena, y luego

oigo la voz ronca de mi tío.

—Hola —dice en un tono que, guau, es ruidoso y firme. Separo los

labios mientras me preparo para responder.

—Hola —digo. Mi voz es poco profunda y no creo que mi tío haya

escuchado mis palabras. Me aclaro la garganta y cuando empiezo a

hablar de nuevo, mi tío habla primero.

—Rose, ¿eres tú? —Su voz se rompe y es desesperada. Puedo decir que

está preocupado y molesto. Necesito asegurarle que estoy bien.

—Sí, soy yo. Lo siento por no llamar antes.

—¿Dónde estás? —dice mi tío en un tono glacial. Los ojos de Dalton

van a los míos y me insta a que hable. Me aclaro la seca garganta por

millonésima vez, y me atrevo a hablar.

21

—Estoy con Dalton. No voy a volver a casa esta noche.

—¡Espera un minuto, señorita! —me grita mi tío por el teléfono. Me

estremezco y alejo el teléfono de mi oído. No sé si es mi audición de

vampiro, o el hecho de que mi tío está enfadado ahora, pero no puedo

escuchar su voz. Sus palabras son ensordecedoras y vibran a través de mí.

Su tono de voz es helado, y puedo sentir mi ira y el deseo de sangre en

aumento. Mis ojos escuecen, y me he dado cuenta de que sólo pican

cuando se vuelven rojos. Mis manos empiezan a temblar y siento que voy a

partir el teléfono en dos. Pero recuerdo el consejo de Dalton, y respiro a

través de mi furia ardiente. Tomo varias respiraciones profundas y el escozor

en los ojos desaparece. Siento a Dalton rozando mi espalda, y le lanzo una

sonrisa agradecida. Pongo mi teléfono en mi oído, y me obligo a mentir de

nuevo.

—Tío George, sé que es posible que no te sientas cómodo... sobre mí

estando con Dalton. Pero te puedo asegurar que es un perfecto caballero.

Nunca hace nada fuera de lugar y yo... lo amo. No voy a volver a casa por

unos días. Tengo tiempo fuera del trabajo, y quiero pasar ese tiempo con

Dalton. Hemos hecho planes para los próximos días, y no quiero que te

preocupes por mí. Te llamaré pronto, adiós.

Cuelgo antes de que mi tío tenga tiempo para gritarme. Lanzo mi

teléfono sobre la cama con enojo. Dalton intenta calmarme.

Acaricia suavemente mi hombro con su mano mientras trato de

ahogar las lágrimas.

—Relájate, bebé, hiciste un buen trabajo. Tu tío no puede verte así. Al

menos no hasta que controles completamente de tu sed de sangre.

Hablando de sangre, ¿tienes hambre? —Paso mi lengua por mi boca seca,

se siente como que podría romperme de hambre.

—¡Me muero de hambre! —digo con voz seca. Dalton me sonríe y toma

mi mano mientras salta de la cama. Volamos a través de la habitación y

por la abierta puerta. Nos deslizamos a lo largo del pasillo, y salimos en la

noche turbia de Portland.

Dalton me lleva hacia su auto, pero estoy confundida cuando no se

detiene en el Porsche. En cambio, sigue caminando rápidamente por el

camino de entrada en dirección al bosque. Miro hacia atrás, al coche,

22

mientras me pregunto por qué me lleva hacia el bosque. Tiene la

sensación de que estoy confundida, así que trata de hacerme

comprender:

—Es mejor si caminamos a la ciudad. Quiero mostrarte las ventajas de

ser un vampiro. —Le sonrío, y estoy muy contenta. Ni siquiera estoy segura

de que deba sentirme así, pero ser un vampiro me ha hecho sentir cosas

que nunca he sentido antes. Mis verdaderos sentimientos están

demostrados, y me encanta que Dalton esté aquí para ayudarme a

adaptarme a mi nueva vida. Estaba muy preocupada de que me fuera a

odiar por lo que hice. Pero me ha sorprendido, no me ha gritado ni se ha

enojado conmigo. En cambio, ha estado ahí para ayudarme con el

cambio. Estoy segura de que con él a mi lado voy a sobresalir como

vampiro.

Llegamos a los árboles y mis oídos nuevos se ajustan a los sonidos del

bosque. Puedo oír a los pájaros y a las ardillas subirse a los árboles. Puedo

ver por millas, y todo está en alta definición. Mis sentidos hormiguean y mi

cuerpo me está instando a lanzarme en el aire y ser tan libre como los

pájaros. Las hojas son frescas, y sigo los pasos de Dalton. Entrelaza sus

dedos con los míos mientras fija sus ojos en los míos. Me da una sonrisa

maliciosa, y se lame suavemente los labios. Puedo sentir mis piernas

instarme a correr, pero me contengo mientras espero la aprobación de

Dalton.

—¿Estás lista para ser un vampiro? —dice mientras mira fijamente hacia

mí desde su altura de 1,90. Me siento empequeñecida por él, y miro para

arriba en su ardiente y roja mirada.

—¡Nací lista! —digo más bien con aire de suficiencia. Dalton se ríe y

luego asiente, señalándome que está listo para correr. Enderezo mi cara y

enfoco mi visión a través de la oscuridad del bosque. Aprieto la mano de

Dalton para alertarlo de que estoy lista.

Entonces, como si fuera magia, mis piernas se liberan y corremos. Es

más parecido a volar por el bosque. Todo a nuestro alrededor es borroso,

pero en línea recta es más claro que el cristal. Aceleramos a través de los

árboles y, en cuestión de minutos, estamos en Portland.

23

Las calles están bastante ocupadas para esta hora de la noche. Los

bares todavía siguen abiertos, y hay un mar de gente que hace su camino

a casa después de una noche fuera.

Dalton me acerca más a la gente, y nos estamos acercando a la

entrada del bar.

Un hombre de unos veinte años sale por la puerta y aterriza de bruces

en la calle. Está gimiendo y riendo al mismo tiempo y, cuando se tira al

suelo, siento el ardor de mi hambre subir a la superficie.

La ceja de hombre tiene un pequeño corte, y unos regueros de su

sangre se abren paso por la cara. Puedo sentir mi pulso acelerado y mis

ojos comienzan a arder. Me lanzo hacia adelante, pero Dalton me agarra

antes de que llegue al chico.

Me sacude y arrastra a un callejón al lado del bar. Me empuja contra

la fría pared, y agarra mi cara. Se ve decepcionado conmigo y me siento

horrible. Si no hubiera tirado de mí, entonces sólo Dios sabe lo que habría

hecho. Me sacudo.

—Contrólate, Rose.

—Rose, no puedes hacer eso. Tuviste suerte de que esos tipos

estuvieran borrachos y no parecieran darse cuenta de lo que intentaste

hacer. Si no lo hubieran estado, nos habrías expuesto. No puedo hacer que

te controles, sólo tú puedes hacerlo.

Suspiro y pido disculpas.

—Lo siento. Era tan... tentador. Podía oler su sangre. Le habría hecho

daño si no lo hubieras alejado de mí.

Dalton apretó los labios y aflojó su agarre en mi cara. Agarró mi mano y

me llevó de nuevo hacia la calle. La multitud se había ido y ahora la calle

estaba bastante despejada. Dalton empujó para abrir la puerta del bar y

me empujó dentro. La barra estaba ocupada y el sonido de

Mumford&Sons estaba sonando fuerte en el fondo.

La gente bailaba, reía y pasaba un buen rato.

24

Exploro las caras del bar lleno de gente, y sonrío cuando veo a Ryan

hablando con una chica. Mi corazón comienza a correr y aprieto la mano

de Dalton. Me lleva a la barra y me sienta en un taburete.

Da unas palmadas en la superficie de la barra de madera y la

camarera se precipita rápidamente hacia nosotros.

—Dos whisky con hielo, y que sigan viniendo —dice Dalton en tono

fluido.

La camarera de pelo oscuro y delgada le sonríe y rápidamente nos

prepara nuestras bebidas. Dalton agarra un vaso y desliza el otro hacia mí.

Él traga su bebida y me insta a hacer lo mismo.

—Bebe, te ayudará con las ansias.

Extiendo la mano y levanto la copa. Separo los labios y echo la bebida

por mi garganta. El alcohol fuerte quema, pero Dalton está en lo cierto, la

sequedad de mi garganta no es tan destacada como antes.

Golpeo el vaso sobre la superficie de la barra, y la camarera se

precipita sobre nosotros y vierte otro trago. Voy a por el segundo whisky, y

luego el tercero, y el cuarto. Dalton se ríe de mi forma de beber y luego se

inclina hacia mí.

Empuja ligeramente el pelo de mi cara y susurra.

—¿Quién quiere beber?

Me siento muy mal y mi corazón congelado comienza a latir con fuerza

—No quiero hacer daño a nadie. —Mis ojos comienzan a picar e inhalo

y exhalo, tratando de ocultar mi deseo. Dalton me da unas palmaditas en

la mejilla y sus ojos están llenos de compasión. Le sonrío y escaneo la

multitud, buscando a mi presa. Veo a unas cuantas chicas bailando y

divirtiéndose y niego con la cabeza porque no se ven apetitosas.

Concentro mis ojos de nuevo, y veo un hombre joven guapo sentado solo.

Se ve miserable, mirando fijamente hacia la pista de baile. Mis labios

tiemblan con la visión de él y fijo mis ojos en Dalton.

Se ríe de mí y aprieta mi brazo.

25

—¿Vas a ir con el chico?

Me siento incómoda

—¿Te has enfadado por elegir a un hombre para alimentarme?

Recuerdo mi odio y el miedo que me daba que se alimentase de otras

chicas ¿él siente lo mismo por mí si me alimento de otros tipos?

—¿Te molesta? Si lo hace, entonces puedo encontrar a otra persona.

—Dalton sonríe y me empuja fuera del taburete de la barra.

—Esto me molesta —dice mientras salta del taburete de la barra.

Envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me acerca más. Sus labios

chocan brevemente con los míos, y entonces me tortura tirando lejos.

—Me molesta, pero no voy a detenerte.

Sus labios se mueven en los míos de nuevo, y él me besa durante unos

segundos y luego se aleja de nuevo.

—Te amo, Rose. —Le sonrío y salto a sus brazos. Le aprieto firmemente,

mientras le susurro lo que siento.

—Yo también te amo.

Dalton besa mi frente y me aleja. Agarra mis brazos y se queda

mirándome fijamente a los ojos.

—Ve, y recuerda que no quieres hacerle daño. Tú eres la que tiene el

control, no tu hambre. —Asiento y luego me libero de Dalton. Voy a través

del mar de gente, y puedo escanear la habitación en busca de Ryan.

Veo que está de pie en la parte posterior con la misma chica con la

que estaba hablando. Pero no está hablando más con ella, la está

besando en su lugar.

Llego a la mesa del chico joven y tiro de mi pelo a ambos lados de la

cara de una manera coqueta. Los ojos del chico se ensanchan con mi

apariencia, y él rápidamente se presenta.

—Hola, soy Jake —dice mientras extiende la mano para estrechar la

mía. Le sonrío y le agarro la mano.

26

—Soy Rose, ¿te importa si tomo asiento? —digo, tratando de mantener

la mayor humanidad posible. Él extiende la mano y aleja la silla vacía de la

mesa. Señala para que me siente y tomo su invitación.

—Entonces, ¿qué hace un tipo magnífico como tú sentado solo?

El chico se ruboriza y se inclina hacia adelante y apoya los codos sobre

la mesa. Me sonríe y lleva sus ojos negros en los míos.

—Estaba esperándote a ti —dice con aire de suficiencia. Siento mis

labios comenzar a temblar cuando atrapo una visión de su cuello. Hay una

vena abultada mostrándose a través de su piel oscura y mi corazón frío

comienza a correr.

Me insto a mantener la calma y concentrarme en el rostro de hombre y

no el tentador cuello.

—¿Quieres bailar? —digo sonriendo y girando el pelo delante de él.

Asiente y salta de su asiento. Lentamente me levanto de la silla y tomo

su mano, llevándolo a la pista de baile. Él tira de mí a su lado y envuelvo

mis brazos alrededor de su cuello. La música es rápida, y puedo oír su

corazón latiendo más rápido cuando trata de mantenerse al día con el

ritmo. Me acerco a y me pongo de puntillas.

Siento su corazón bombeando la sangre en las venas, mis ojos se

centran en el cuello. Me inclino y pongo mis labios sobre su cuello. Él gime

suavemente con mi tacto y continúa bailando.

Aumento el control de mis manos en sus hombros y me acerco más a

él. Mis labios se separan y mis ojos arden, y luego hundo mis dientes en su

cuello.

Succiono en su piel y su sangre flota por mi garganta. Puedo extraer

más sangre, puedo escuchar sus pensamientos. Él no tiene miedo de mí, le

encanta el placer y no quiere que me detenga.

Gime mientras sus manos se deslizan sobre mi cintura. Lo siento

deslizarse en un sueño placentero.

Me obligo a parar, y saco mis dientes de su cuello. Su cabeza cae

sobre mi hombro, y le doy palmadas suavemente para despertarlo.

27

Sus ojos abren con una sacudida con la fuerza de mi toque y se centra

en mi cara. Luce confundido, pero su ritmo cardíaco es constante —no

tiene miedo de mí. Suavemente roza mi mejilla, y yo escaneo la multitud

para asegurarme de que nadie vio lo que acabo de hacer.

Sonrío cuando me doy cuenta de que todo el mundo está demasiado

borracho como para vernos siquiera.

Me obligo a centrarme de nuevo en el hombre. Desabrocho el cuello

de su camisa, y toco ligeramente alrededor de sus heridas. Tomo su cara

entre mis manos y miro profundamente en sus ojos.

—Gracias. —Se ve confundido, pero todavía está soportando el placer

de mi alimentación.

Me suelto de él y corro a través de la multitud en busca de Dalton.

Veo que todavía está sentado en el bar, y mientras camino hacia él,

siento una mano en mi espalda.

Doy la vuelta y Ryan está de pie frente a mí. Está borracho, y puedo

oler la cerveza y los cigarrillos que rezuman de su aliento. Estrecha los ojos,

cuando trata de encontrar el equilibrio. Tropieza y se estrella contra mí. Lo

estabilizo y descansa su cabeza en mi hombro. Acaricio suavemente su

cabeza y luego mi mundo se derrumba cuando susurra:

—¡Vi lo que hiciste!

28

Capítulo 4

Traducido por Leii123 y lavi

Corregido por Celemg

i piel está en llamas, y no puedo pensar con claridad,

¿acaba Ryan de decir lo que creí que dijo? Lo alejo de mí, y

se tropieza con el suelo. Me agacho y trato de ocultar mi

fuerza mientras lo ayudo a ponerse de pie. Lo acerco a una tranquila

mesa, y lo siento. Tomo el asiento frente a él y lanzo una mirada rápida

hacia el bar. Veo que Dalton está ocupado en sus propios asuntos,

mientras toma un sorbo de otra bebida. Aparto mis ojos de él, y me

concentro en Ryan. Su cabeza descansa sobre la superficie de la mesa,

y puedo escuchar que está respirando pesadamente. Me acomodo en

el asiento; me inclino y coloco mi mano sobre su brazo. Su cabeza se

aparta bruscamente de la mesa y él se estremece por mi toque. Mi

corazón helado comienza a latir, necesito explicarle.

—Ryan, mírame —le digo mientras me acerco y toco suavemente su

cara. Él se aleja de mí, y empieza a hacerme preguntas para las que no

tengo respuesta.

—¿Por qué estás tan fría? ¿Qué le estabas haciendo a ese chico? Te

vi... morderlo. ¿Qué te pasa? —Mierda, sabe que algo anda mal. Tal vez

pueda convencerlo de que estaba besando al chico, y de que está

demasiado borracho.

—No sé lo que estás tomando. Sólo estaba bailando con un chico

guapo. Ryan, ¿cuánta cerveza has bebido? —Pone los ojos en blanco y

levanta sus manos al aire. Quizá no está tan borracho como pensaba.

—No hagas eso. Sé lo que vi. Mordiste la piel de ese chico y...

Ryan se va apagando a mitad de la frase, y se aparta el pelo de la

frente. Sacude la cabeza y me mira fijamente a los ojos. No puedo

M

29

sostener su mirada, me alejo de él. Se acerca y me agarra la helada

barbilla. Me mira con incredulidad, mierda. Inclina mi barbilla hacia él y

me obliga a mirarlo a los ojos. Cierro mis punzantes ojos en los suyos, y

salta mientras repara en mi apariencia. No puede creer lo que ve, y no

puede dejar de mirarme. Mis labios comienzan a temblar, y siento que mi

deseo se desliza fuera de escala. Puedo ver sus venas y me imagino a

que sabrá su sangre. Pero un miedo paralizante de lastimar a mi amigo

se apodera de mi cuerpo, e ignoro mi sed de sangre. Cuando lo miro a

los ojos, me doy cuenta de que Ryan sabe lo que soy.

—Rose, ¿qué eres?

—Sabes lo que soy. —Ryan niega con la cabeza y se ve confundido.

—No, no lo sé. Tengo una idea, pero es una locura. No puede ser lo

que estoy pensando. No es posible. —Aspiro su olor, cerveza y cigarrillos,

le sonrío cuando le revelo mi secreto.

—Soy un vampiro. —Ryan me empuja lejos y rítmicamente pone las

manos en la boca. Se queda sin palabras y me doy cuenta de que

tengo que convencerlo de no me tema, y de que no le diga a nadie

sobre mí. No puedo correr riesgo de exposición, Dalton nunca me lo

perdonaría—. Ryan, sé que esto te ha consternado. Pero por favor,

necesito que guardes mi secreto. Sé que lo que te estoy pidiendo es

enorme, pero por favor, ¿puedes hacer esto por mí?

—¿Cómo puedes pedirme eso? —dice Ryan con la voz quebrada.

Extiendo la mano y agarro su rostro.

—Por favor, te lo ruego. No le digas a nadie lo que soy. —Ryan se ve

preocupado y su cara está ardiendo.

—¿Quién eres? Mi amiga no puede ser un... vampiro. No existen,

¿qué has hecho con Rose? —Suspiro, necesita ayuda.

—Ryan, mírame. Soy yo, Rose, estoy aquí, y te he dicho lo que soy. Por

favor, guarda mi secreto. —Ryan considera mis palabras y empiezo a

sentir pánico cuando levanto la mirada y veo a Dalton. Él ve la angustia

en mi rostro, por lo que salta desde el taburete de la barra y vuela hacia

mí. Mi mente empieza a precipitarse en un millón de direcciones. No sé

cómo va a reaccionar. Me había dicho que no puedo correr el riesgo de

30

ser expuesta como vampiro. ¿Cómo se va a sentir cuando se entere de

que Ryan sabe? Ni siquiera me atrevo a pensar en lo que le podría hacer

a Ryan. Dalton es mucho más voraz, y no tan comprensivo como yo. No

se preocupa por Ryan y ha matado antes. Cuando lo veo mirándome,

me doy cuenta de que no puedo y no dejaré que lastime a Ryan.

—Rose, ¿qué está pasando aquí? —La voz de Dalton es firme. Tengo

la sensación de que no está contento de que esté agarrando a Ryan.

Sopeso sus sentimientos y aparto mis manos de él. Le doy a Dalton una

mirada de preocupación, se acerca y me levanta de la silla. Envuelve su

brazo alrededor de mi cintura. Me aprieta con fuerza mientras me lleva

fuera del bar. Salimos a la calle oscura y Dalton me da la vuelta. Sus ojos

están ardiendo, no está contento. Me mira con malicia y rápidamente

aclara sus sentimientos—. ¿Qué fue eso? ¿Qué estabas haciendo con él?

—Mi cuerpo se tensa y me congelo. No me atrevo a mirarlo, o a decirle

lo que ha pasado. Dalton me sacude y me insta a hablar—. Dime ¿qué

pasa? —dice bruscamente. Siento una lágrima suave caer de mi ojo, y

rápidamente me la quito. Los ojos de Dalton se suavizan por mis

emociones—. Rose, sólo dime. —Giro la lengua alrededor de mi ardiente

garganta y me atrevo a confesar.

—Ryan sabe que soy un vampiro. —Los ojos de Dalton parpadean en

rojo y me sacude.

—¿Cómo lo supo? ¿Se lo dijiste?

—Lo hice, pero sólo porque me vio alimentándome de ese chico.

Traté de mentir, pero no me creía. Mis ojos destellaron en color rojo, y él

sabía lo que era. Tuve que decirle. —Dalton me suelta y comienza a

caminar por la calle. Sus pasos son fuertes y su respiración es profunda.

No sé lo que va a decir o hacer.

Mi corazón no puede soportar la anticipación.

—No podemos quedarnos aquí. No cuando ese chico sabe lo que

eres. Necesitamos irnos, ahora. —Dalton se precipita hacia mí y me

agarra por el brazo. Me lleva por la tranquila calle, hasta que estamos

por el borde de los bosques. Mi cerebro no funciona, estoy congelada.

31

—No puedo irme. ¿Qué hay de mi tío? Esto es una locura, tenemos

que volver. Voy a hablar con Ryan. Me aseguraré de que no se lo diga a

nadie. —Dalton se ríe de mí.

—¿No lo entiendes? Él sabe sobre ti. Si nos quedamos aquí, siempre

estaremos en deuda con él. Mirando por encima de nuestros hombros y

preguntándonos si lo contará.

—Si tan sólo pudiera hablar con él, podría hacerle entender. Es mi

amigo, no le dirá a nadie.

—Rose, no podemos confiar en él. He visto esto muchas veces antes.

Tienes que escucharme. Tenemos que dejar Portland.

Dalton y yo corremos de vuelta a su casa, en silencio. No ha dicho

una palabra desde que llegamos, y ahora él y Nicholas están hablando

en la cocina. Puedo escuchar lo que están diciendo, pero cierro los

oídos, porque no quiero oír. Sé lo que va a ser la conclusión. Dalton va a

hacer que me vaya, y eso es algo que no quiero hacer. Sé que elegí

esto. Elegí ser un vampiro, y tengo que vivir con eso, para siempre. No me

arrepiento de mi elección, y Dalton es todo lo que quiero. Pero los

sentimientos por mi familia se han multiplicado, y no quiero dejarlos. Soy

eterna y no voy a morir. Pero mi tío y su familia se acercan cada vez más

a la muerte, todos los días. Tendré que pasar una eternidad sin ellos, así

que discúlpame si estoy siendo egoísta. Pero quiero pasar todo el tiempo

que pueda con mi familia. No puedo creer los acontecimientos que

tuvieron lugar esta noche. Me alimenté de alguien, y tuve la fuerza para

no hacerle daño. Sentí sus emociones mientras bebía su sangre, y oí sus

pensamientos. No tenía miedo de mí, yo le gustaba. Adoraba el placer

que le daba, y quería más. No quería que me detuviera, y yo tampoco.

Algo dentro de mí me impidió hacerle daño. Mi sed de sangre era alta y

dominante, pero mi corazón era suave y me preocupé por él. No quería

hacerle daño, por lo que luché contra mi naturaleza, y estoy muy

orgullosa de mí misma por eso. La primera vez que me convertí, tenía

miedo de no ser capaz de controlar mi hambre. Pero esta noche, me

mostré a mí misma que puedo. No tengo que matar a la gente con el fin

de sobrevivir. Y tal vez sólo tal vez, puedo estar cerca de mi familia y no

hacerles daño.

32

Puedo escuchar a Dalton y a Nicholas discutir sobre mí en la cocina.

Dalton está diciendo que tenemos que irnos. Nicholas está algo de

acuerdo con él, pero tiene en cuenta mis sentimientos más de lo que

Dalton lo hace. No puedo creer lo que dice. Él habla sobre mí como si

realmente se preocupara por mí. No quiere que pierda la oportunidad

de ver a mi familia. Estoy confundida; pensé que no le importaba nadie

ni nada.

—Dalton, debes dejar que Rose vea a su familia. Cuando leí su

mente, me mostró lo mucho que se preocupa por ellos. Hermano, tiene

una eternidad para estar sin ellos. No puedes negarle el acceso a su

propia familia. Sólo se rebelará contra ti. Ambos sabemos que la amas, y

que no sobrevivirías si no estuvieras con ella. Sé que tenemos que irnos,

pero necesitas dejarla ver a su familia antes de que sea muy tarde.

Lentamente me levanto del sofá y camino de puntillas hacia la

puerta. Puedo escuchar la respiración superficial de Dalton y el suspiro

de Nicholas. Empujo la puerta y salgo al pasillo. Las tablas del suelo

crujen suavemente bajo mis pies, y entro en pánico en caso de que

Dalton me oyera. Calmo mi corazón acelerado y camino por el amplio

pasillo. Llego a la puerta delantera y silenciosamente la abro. Doy un

paso hacia la amarga noche, y no miro hacia atrás. Corro a lo largo del

camino de entrada en dirección a los bosques. Me deslizo entre los

árboles a la velocidad de un rayo, y no me detengo hasta que llego a

Portland. La ciudad está muerta y no hay nadie alrededor, así que

aprovecho y corro por las calles. Llego a mi casa y veo que hay una luz

encendida en el salón. Tomo una respiración profunda y me acerco a la

ventana. Me asomo a través de las destartaladas cortinas. Puedo ver

que mi tío está sentado en su silla. La televisión está muy fuerte. Puedo

escuchar que ve el último partido a través de las paredes de la casa. Mis

ojos se enfocan en la cara de mi tío, y detecto que está cansado y solo.

Cuantos más lo miro, siento la urgencia de entrar y envolver mis brazos

alrededor de él. Pero eso no es posible, necesito ser invitada a pasar.

Rápidamente escaneo las calles para asegurarme de que Dalton no me

ha seguido, y suspiro cuando no lo veo. Puedo escuchar a mi tío

suspirando mientras observa el juego, ¿me atrevo a llamar a la puerta?

Mi corazón congelado late con fuerza a través de mi camisa y me

pican los ojos. Recuerdo el consejo de Dalton, respiro a través de mi

33

deseo hasta que la picazón se detiene. Tomo una valiente decisión;

camino hasta la puerta principal. Mi fría mano se eleva y se encuentra

con la madera de la puerta. Golpeo mi puño contra la puerta. Puedo

escuchar a mi tío arrastrando los pies de su silla. La luz en el pasillo se

enciende y luego la puerta se abre. Mi tío no puede dar crédito a sus

ojos cuando me ve, y no pierde el tiempo en decirme lo contento que

está de verme.

—Bichito, estás en casa —dice con entusiasmo. Le sonrío, mientras

sigo respirando a través de mi deseo, no quieres lastimarlo Rose.

—Estoy en casa —digo con una sonrisa gigante en mi cara.

—¿Por qué estás parada en el frío? Entra aquí. —Las palabras de mi

tío suenan en el aire, ¿fue eso una invitación? Muevo mi pie hacia

adelante, y sonrío cuando pasa por el marco de la puerta. Entro a la

casa y mi tío me acompaña hasta la sala. Se sienta de nuevo en su silla y

baja el volumen, aún sigue siendo ensordecedor para mis oídos.

Nerviosamente me siento en el sofá y espero las decepcionadas

palabras de mi tío. Pero me sorprende cuando no tiene nada negativo

que decir.

—¿Te divertiste con Dalton? —pregunta mi tío en un tono suave. Mis

ojos saltan de sus órbitas, ¿no está enojado conmigo?

—Sí, lo pasamos genial. Pensé que estarías enojado conmigo —Mi tío

asiente hacia mí y luego empuja sus lentes más arriba del puente de su

nariz. Se acomoda en la silla y luego fija sus ojos en los míos.

—No estoy del todo contento contigo, pero eres adulta ahora. No te

puedo obligar a permanecer lejos de él. No te voy a decir qué hacer.

Eres tu propia mujer, y puedes tomar tus propias decisiones.

Particularmente no me gusta el chico, pero sé que a ti sí. Estoy dispuesto

a tolerarlo. —Le sonrío a mi tío, es asombroso. Me lanzo hacia adelante y

envuelvo mis brazos alrededor de su cuello. Se estremece y tiembla a mi

tacto—. Será mejor que te vayas a la cama. —Me río de él y luego

asiento y camino hasta la puerta. Me detengo en el marco de la puerta

y miro hacia atrás a mi tío, lo extrañaré mucho cuando me vaya.

Me he cepillado los dientes y cambiado a una remera grande.

Recojo mi pelo en un moño y ahora estoy bien acomodada en mi cama.

34

Mi cabeza descansa contra la suave almohada, todo se siente familiar.

Puedo oler mi aroma en las sábanas, y puedo sentir la energía que arde

en mi habitación. He tenido muchas noches maravillosas aquí.

Durmiendo, mirando películas, y no olvidemos mis noches con Dalton.

Recuerdo cuando se alimentó de mí. Sentí un placer abrumador

estallando a través de mi cuerpo. No quería que se detuviera. Cierro mis

ojos y puedo verlo acostado en mi cama esa mañana que decidí pedirle

a Nicholas que me convirtiera. Una visión de él está en mi mente, y un

miedo paralizante se apodera de mi cuerpo de vampiro. Va a estar tan

enojado conmigo por escaparme esta noche. Pero estaba dispuesta a

arriesgarme a su ira, porque quería probarle a él y a mí misma que podía

estar alrededor de mi familia y no lastimarlos. Cuando estaba con mi tío,

me sentí normal. No quería alimentarme de él, lo amo demasiado para

arriesgarme a hacerle daño.

Mi corazón de hielo se detiene cuando escucho mi ventana abrirse.

Salto de mi cama y me precipito hacia la ventana. Salto cuando Dalton

tropieza a través de la ventana y se estrella contra mí. Su cuerpo choca

contra el mío, su respiración es pesada. Me mira con esa mirada roja, y

mi corazón se parte. Le he causado dolor y necesito disculparme por mis

acciones. Separo mis labios mientras me preparo para hablar, pero

Dalton habla primero.

—Rose, ¿por qué huiste de esa manera? Estaba muy preocupado por

ti. Pensé que… me dejaste. —Mierda, odio haberle hecho sentir así,

Resuélvelo, Rose, ahora. Paso mis manos por sus amplios hombros y lo

acerco a mi cama. Me caigo en ella, y tiro de Dalton a mi lado. A

medida que se derrumba en la cama, me acerca y me obliga a apoyar

la cabeza sobre su pecho. Él sostiene mi cuerpo helado cerca del suyo, y

empiezo a decirle lo mucho que lo siento por haber huido.

—Lo siento. Nunca quise lastimarte. Sólo necesitaba ver a mi tío.

Quería demostrarte a ti, y a mí misma, que podía estar cerca de él. —

Dalton suspira y me muestra su mirada roja, generalmente esta es la

parte donde él se alimentaría de mí. Ahora soy un vampiro, él no tiene

ese lujo. Me siento mal por haberle quitado ese placer, pero al mismo

tiempo me alegro porque ahora puedo estar con él para siempre.

—Cuando fuiste a mis espaldas y le pediste a Nicholas que te

convirtiera, estaba desconsolado. Me sentí inútil y patético. Nunca quise

35

esta vida para ti. Pero ahora que eres un vampiro, no hay nada que

pueda hacer para cambiarlo. Sé que tu familia significa mucho para ti,

pero tienes que aceptar el hecho de que ya no podemos quedarnos en

Portland. Tu amigo sabe lo que eres, y no terminará bien para él. No

importa lo mucho que creas que no le dirá a nadie, nunca puedes

confiar completamente. Conocer la existencia de los vampiros carcome

a los seres humanos. O bien están asustados, o bien quieren que los

convirtamos. No es justo hacer que el chico pase por eso, necesitamos

irnos, Rose. —Mientras corro mis dedos por su pecho, suspiro… Sé que

tiene razón, necesitamos irnos. Pero la idea de cómo mi tío va a

reaccionar, entumece mi cuerpo de vampiro. No puedo empezar a

pensar en lo molesto que estará, con el corazón roto. Le traeré estrés que

no necesita, y ese pensamiento me paraliza. Mi tío tiene una vida difícil.

Trabaja duro para pagar las cuentas, y Rachel lo tortura. He tratado de

ser la buena en la familia, pero ahora estoy por ser la peor de todos. Voy

a romper el su corazón al abandonarlo, para siempre.

—Entiendo que necesitamos marcharnos. ¿Pero qué le diré a mi tío?

Él no va a rendirse y sólo dejar que me vaya. —Dalton exhala y muerde

su labio inferior. Fija sus ojos en los míos y sonríe.

—Le dirás que vas a ver el mundo, y que yo iré contigo. Dile que

vamos a pasar el verano en Italia, y el invierno en Inglaterra. Haremos

viajes a China, Australia e India. Le escribirás y le dirás todo acerca de tus

aventuras. Serás feliz y le dirás que si te ama, te dejará ir. —Disfruto sus

palabras, eso suena mágico y me encantaría que todo ello fuera

verdad. Extiendo mi mano y acaricio su mejilla.

—Esa es una historia maravillosa, pero es una mentira. Odio mentir a

mi tío. —Dalton se ríe de mis palabras, se inclina y me besa. Sus labios son

firmes y cálidos, y sonrío mientras se aleja de mí.

—No es una mentira. Es el comienzo de nuestra nueva vida juntos.

36

Capítulo 5 Traducido por Pachi15

Corregido por Celemg

la mañana siguiente me despierto con el sol cegador

desgarrando a través de mis cortinas. Abro los ojos, siseo y

echo las mantas sobre mi cabeza. La luz del sol está

quemando mis retinas, y el calor se siente terrible contra mi piel. Mi

garganta se siente seca, y me vendría bien algo de beber. Mis ojos

empiezan a arder debajo de las sábanas, y salto de la cama cuando

oigo a mi tío subir las escaleras. Me dirijo hacia mi espejo y aprecio mi

reflejo. Me arden los ojos, rojos, y mis labios son de color blanco. Cierro

los ojos y tomo unas lentas y agudas respiraciones. Suspiro cuando

derroto a mi deseo y corro hacia la puerta. La abro y mi tío está de pie

en el marco de la puerta. Sostiene una taza de café en una mano, y en

la otra un plato con panqueques. Le sonrío mientras me entrega mi

desayuno.

—Pensé que estarías hambrienta, bichito.

—Sí, estoy hambrienta —digo mientras me tomo el café. El calor

calienta mi garganta, y puedo sentir el pulso de la cafeína a través de

mí. Mi tío está sonriéndome, y puedo oír su corazón comenzar a correr.

Saco la taza de mi boca y me concentro en él. Él luce preocupado y mis

pensamientos se vuelven un caos. ¿Y si Ryan ha llamado a mi tío y le dijo

lo que soy? Dirijo mi atención a George, husmea Rose.

—Pareces un poco nerviosa. ¿Está todo bien? —Mi tío pone

nerviosamente sus manos en los bolsillos de sus vaqueros grasientos. Me

mira, y conozco esa mirada, sabe algo.

A

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—Estoy bien, bichito. Eres tú por la que estoy preocupado. —Mi

corazón se acelera y mi temperamento está burbujeando en mi exterior.

Cálmate, Rose.

—¿Por qué estarías preocupado por mí?

—Simplemente luces un poco… apagada. ¿Está el ignorante

tratándote bien? —Mi mente se despeja, y el vívido recuerdo de mi

inminente conversación con mi tío se apodera de mí. Tengo que decirle

que me voy con Dalton. Estoy temiendo decirle, y no sé si ahora es un

buen momento para decirle. Dalton y yo acordamos que íbamos a salir

de la ciudad, pero no sé si estoy lista todavía. Quiero decir adiós a mis

amigos, y eso incluye a Ryan. Él fue una gran parte de mi vida, y siento

que no puedo salir de Portland sin decir adiós. Y luego están Elliot y

Charlene, no he dejado de pensar en cuanto los voy a extrañar. Ellos

me han comprendido a través de tantos altibajos. Voy a extrañar

nuestras noches locas fuera. Voy a extrañar ir con ellos al cine, y reír de

sus estúpidos chistes. Extrañaré trabajar en metro con Ryan y enfrentar

sus coqueteos. Suspiro y una suave sonrisa viene a mis labios. Estoy

renunciando a todo esto para estar con Dalton. Él significa más para mí

que cualquier otra cosa en mi vida. Lo amo con todo mi corazón de

vampiro, y sé que cambiar todo mi mundo para estar con él, fue la

decisión correcta. Despejo mi cabeza, y me concentro de nuevo en mi

tío mientras él está en el marco de la puerta.

—Estoy bien. Dalton siempre me trata bien. En realidad, George,

tengo algo que necesito… hablar contigo. —Mi tío asiente, y puedo oír

su ritmo cardíaco acelerarse. Tomo más café, y luego salgo de mi

habitación hacia el pasillo. Cierro la puerta tras de mí y miro en los ojos

de mi tío—. ¿Podemos hablar abajo? —George toma en cuenta mis

palabras y luego asiente, apresurándose escaleras abajo. Me siento

como volando de arriba abajo, pero me compongo y camino

extremadamente lento por la escalera. Llego a la parte inferior y puedo

escuchar Jen tarareando en la cocina. Sonrío y concentro mis oídos,

Rachel está en la ducha. Puedo escuchar la respiración de mi tío desde

dentro del salón. No quiero hacerlo esperar, así que camino

rápidamente hacia la pequeña sala de estar. Las noticias están de

fondo, y el olor de café y panqueques llena toda la casa. Me siento en

el sofá, y sonrío cuando miro afuera. Puedo escuchar el canto de las

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aves en los árboles, y a los niños de al lado subiéndose a sus bicicletas.

Ser vampiro es asombroso; sé que nací para serlo. Se siente tan natural

para mí y difícilmente puedo recordar lo que se siente ser un humano. Mi

vida es como un recuerdo lejano que puedo recordar vívidamente. Es

como si hubiera estado dormida durante los últimos diecinueve años, y

ahora me estoy despertando. Todos los sentidos de mi cuerpo están

vivos y me instan a vivir mi vida al máximo.

—Entonces, ¿qué te está molestando, Bichito? —dice mi tío mientras

se encuentra con mi mirada. Me aclaro la garganta seca, Dios, tengo

hambre. Aspiro una gran bocanada de aire, y defiendo mis ojos que

pican. Separo mis labios y aquí voy, estoy a punto de decirle a mi tío que

me voy. Deséame suerte.

—George, sabes que te quiero, ¿verdad? —Mi tío se ríe de mí.

—Claro que lo sé, Bichito. ¿De qué se trata todo esto?

—Voy a dejar Portland. —Acabo de dejarlo escapar. No quiero

perder el tiempo con todo el desarrollo. Sólo quiero oír cómo mi tío se

siente acerca de que voy. Mi corazón congelado se acelera mientras

espero su respuesta. George se sienta en la silla, y él lanza sus manos en

el aire.

—¿Irte? ¿A qué viene todo este disparate? ¿Adónde vas? ¿Es que el

ignorante te está obligando a irte? —Su voz es fuerte y muy profunda.

Puedo escuchar su corazón palpitante, haciéndome sentir un poco

incómoda. Me reajusto a mí misma, y trato de no centrarme en la vena

abultada que se ha formado en el cuello.

—George, solo siento que necesito un cambio. Dalton me ha pedido

ir de viaje con él. Quiere llevarme a Italia, Inglaterra y cualquier otro país

al que yo quiera ir. Es una gran oportunidad para mí, y sería una tonta si

lo rechazara. Sé que va a ser difícil procesar esto, pero mi decisión está

tomada. Me voy. —Mi tío se lanza desde el asiento y sale corriendo del

salón. Puedo oír sus duros pasos contra el piso, y puedo oírle gritarle a

Jen. Me siento muy mal de que haya tomado la noticia tan mal, pero

¿qué esperaba? No pensé por un segundo que él iba a estar bien

conmigo dejándolo. Mi tío se aferra a mí como fuera su posesión. Él

quiere que me quede con él, porque yo soy la última pieza de su

hermano. Lo siento por él, de verdad. Pero no puedo vivir mi vida sin

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Dalton. Tengo que salir para estar con él. George se precipita de nuevo

en el salón con Jen a su lado. Él comienza a pasearse por la habitación

mientras Jen comienza a interrogarme.

—¿De qué va todo esto de que te vas? —dice ella con una voz

delicada. Me levanto de mi asiento y me acerco a mi tío. Pongo mi

mano suavemente sobre su brazo y lo miro a los ojos.

—Tienes que dejarme ir. Soy lo suficientemente grande para tomar

mis propias decisiones, y elijo estar con Dalton. Trabajo por un poco de

dinero. Dalton me está ofreciendo una maravillosa vida, y lo amo.

Déjame ser feliz. —Él considera mis palabras y luego se aleja más allá de

mí.

—No, no puedo dejar que te vayas —grita. Jen se acerca a él y trata

de calmarlo.

—Cálmate, querido. Rose es una chica inteligente, y sabe lo que es

mejor para ella. No puedes mantenerla para siempre. Necesitas dejarla

crecer y dejarle tomar sus propias decisiones. —Le lanzo una mirada

rápida a Jen, hombre, se apresuró a estar de acuerdo conmigo. Es casi

como si quisiera que me fuera. Trato de quitarme de encima la ardiente

molestia, y me acerco a mi tío de nuevo. No lo toco, solo miro.

—Te amo, tío George, pero me voy, y no puedes detenerme. —

George lana sus manos al aire de nuevo y gruñe entre dientes. Siento

que mis ojos empiezan a arder, por lo que rápidamente me excuso. Voy

corriendo por las escaleras y me encuentro con Rachel en el rellano. Ella

lleva su bata de baño rosa claro y su pelo está suelto y mojado. Sus

manos rozan sus caderas mientras ella me mira.

—Vaya, ¿qué pasa contigo? —dice ella con una voz sarcástica.

Realmente no quiero meterme en otra pelea de perra con ella. Así que

ignoro su astuto comentario, y le sonrió en su lugar.

—Me voy. —Los ojos de Rachel se amplían, y no puede creer las

palabras que salieron de mi boca.

—¿Qué acabas de decir? —me gruñe Rachel.

—Dije que me voy.

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—No te hagas la lista conmigo. ¿Qué está pasando? —Siento mi

temperamento elevarse. Cálmate, Rose.

—Dalton me ha pedido ir de viaje con él, y dije que sí. Nos vamos a ir

pronto.

—Esto es increíble. ¿Por qué todo lo bueno te pasa a ti? —Me río de

Rachel, y después me acerco y envuelvo mis brazos alrededor de ella.

Me tiro cerca de mí, y aspiro su dulce aroma.

—Te voy a extrañar.

Me visto rápidamente, y luego salgo corriendo de la casa. Me subo a

mi camioneta y me dirijo al trabajo. Llego al supermercado, estaciono mi

camioneta y salto al aparcamiento. Me lanzo a la entrada y me

apresuro a la tienda. Está ocupado hoy día, y todo el mundo parece

estar riendo y gritando extra fuerte. Trato de ignorar las voces y los latidos

del corazón tentadores mientras corro hacia el metro. El restaurante está

lleno, tengo que abrirme paso a través del mar de gente. Llego al

mostrador y veo Shelby, la rubia que acaba de empezar a trabajar aquí

hace unas pocas semanas.

—Hola, Shelby, ¿has visto a Ryan?

—Sí, está en la parte de atrás. —Le sonrío, y luego camino hacia la

pesada puerta que me lleva hacia la sala de trabajadores. Me deslizo

en la habitación, y veo a Ryan sentado a la mesa pequeña. Él está

mordisqueando un sándwich, se ve preocupado cuando me ve. Le

sonrío y me acerco y tomo el asiento de al lado. Él pone su comida

hacia abajo sobre la mesa y se limpia la boca con los dedos. Tomo una

respiración profunda, y empiezo a preguntarme si recuerda lo que le dije

anoche. Realmente estaba borracho, y ¿qué pasa sino recuerda que

soy un vampiro? Mi cabeza comienza a girar y me encuentro con su

mirada.

—Ryan —digo en un tono desesperado. Extiendo mi mano y trato de

agarrar la suya, pero se aleja de mí. Me mira de forma diferente. Él se ve

preocupado y asustado. Se acuerda de lo que soy—. Ryan, por favor,

tenemos que hablar sobre esto. Necesitas dejarme explicártelo.

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—¿Explicar qué, que eres un vampiro? ¿Cómo puedes explicarme

eso? Es loco —La voz de Ryan es fuerte y puedo sentir mi temperamento

empezar a subir. Su corazón late rápidamente y bombea sangre por sus

venas. Me pregunto cómo sabrá. Mi mente se escapa de mí, y

rápidamente regreso de vuelta a la realidad.

—Sé que es una locura. Pero es cierto, soy un vampiro. Quiero decirte

todo, pero tienes que prometerme que vas a mantener mi secreto.

—Explícate primero, y luego tal vez considere hacer lo que me pides.

—Le sonrío y luego comienzo. Le cuento cómo conocí a Dalton, y cómo

me sentí en su presencia. Le digo cómo descubrí a los vampiros, y le

explico cómo Dalton me hizo sentir segura. Le digo sobre el placer que

sentí cuando se alimentó de mí, y que podía leer mi mente mientras se

satisfacía de mi sangre. Le aseguro que esto fue mi decisión, y que

Dalton no me obligó a nada. Le digo lo maravilloso que es ser un

vampiro, y que no me arrepiento de nada. No ha dicho nada desde

que empecé a hablar. Él sólo escucha, con su corazón latiendo rápido.

Abrió mucho los ojos cuando le dije sobre mi visión, la velocidad y la

audición. Parecía intrigado, pero él no pregunta. Yo le he dicho que

tenemos que salir, y que probablemente no lo volveré a ver. Parecía

muy sorprendido por eso, pero él todavía no pronunció una sola

palabra. Creo que está en shock, o tal vez la negación.

—Eso es toda una historia. ¿Es algo de todo eso verdad?

—Por supuesto que es verdad. Todo lo que acabo de decirte es

verdad. Ahora que sabes que soy, y cómo conseguí ser de esta manera,

¿cómo te sientes acerca de mí? ¿Tienes miedo de mí? Dime lo que estás

pensando. —Ryan suspira y se pasa los dedos por el pelo. Descansa sus

brazos sobre la mesa y se encuentra con mi mirada.

—Has dicho algo sobre el placer, ¿qué clase de placer,

exactamente? —Me muevo alrededor de mi asiento y casi siento que

mis mejillas heladas se sonrojan. Ryan sigue mirándome, y me hace sentir

incómoda. No sé cómo responder, pero la verdad me parece una

buena manera de ir.

—Como ya dije antes, Dalton se alimentó de mí cuando era una

humana. El placer que me trajo cuando se alimentó de mí no era de

este mundo. Me sentí única, poderosa y conectada a él. Podía sentir

42

cada nervio de mi cuerpo gritando hacia él, y le hizo disfrutar de la

alimentación aún más. No puedo describir la sensación, no es como

nada que he sentido antes. —Me río de mis propias palabras, y no

puedo contener mi sonrisa. Puedo recordar vívidamente las

alimentaciones de Dalton, y todo mi cuerpo está anhelando esa

sensación de nuevo. Pero ahora soy vampiro, y ese deseo nunca va a

hacerse realidad. Solo voy a tener que arreglármelas con el recuerdo de

ese placer. Ryan se extiende y me agarra a la mano. Me mira a los ojos.

Él tiene una mirada muy seria. Su corazón está latiendo muy rápido

ahora, que tengo miedo que puede saltar fuera de su pecho. Su mano

está apretando suavemente la mía, y puedo decir que él está a punto

de preguntarme algo que no quiero oír.

—Quiero experimentar ese placer. Por favor, aliméntate de mí. —

Estoy sorprendida por sus palabras. No puedo creer que quiera que me

alimente de él. ¿Qué está mal con él?, ¿Acaso ha perdido su mente? Mi

cabeza se aclara y sus palabras se repiten. ¿Cómo puedo pensar que

está loco, cuando yo forzaba a Dalton para que se alimentara de mis

demasiadas veces? Le rogué y deseaba sus colmillos en mi piel. ¿Por

qué estoy tan sorprendida de que Ryan quiera lo mismo? Mi cabeza

está corriendo y miro fijamente el cuello. Mis labios se separan y tiemblen

ante la vista de él, ¿me pregunto cómo sabrá sangre? Por un segundo,

me solté de mi control y mis ojos comienzan a picar. Quiero alimentarme

de él, pero no puedo. Realmente me preocupo por Ryan y salíamos

juntos. ¿Y si su sangre es mi debilidad? Tengo miedo, pero yo no puedo

contener mi naturaleza. Quiero que alimentarme.

—No puedo. ¿Qué pasa si te hiero? —Ryan se ríe y se pone más

cerca de mí.

—No heriste a ese chico anoche. Vamos, ¿no te quieres alimentar de

mi sangre? —Mis labios se abren y puedo sentir mis colmillos extenderse,

mientras paso la lengua sobre ellos. Mi garganta está seca y no puedo

resistirme a su oferta. Voy a alimentarme de él. Le aprieto la cara con

ambas manos y lo inclino hacia un lado. Puedo sentir su pulso latiendo

demasiado rápido cuando me acerco más. Arrastro mi asiento por el

suelo, y ahora mi cara es de menos de una pulgada de distancia de su

cuello. Puedo ver su vena abultada a través de su piel, y lamo mis labios

solo al verlo. Siento mis ojos punzar y arder rojos. Aprieto los labios sobre

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su cuello, y corro mi lengua a lo largo de su piel. Él se estremece ante mi

tacto frío, y luego aguanta la respiración. Separo los labios y hundo mis

dientes en su carne. Su sangre es caliente, dulce, y me siento confusa,

ya que corre por mi garganta. Succiono más, y luego lo escucho. Ama

el placer, y quiere más. Su mano agarra la parte posterior de mi cabeza

y me tira más cerca. Mis dientes se hunden aún más en su piel y

succionan más fuerte. Su mente está corriendo y él adora el nuevo

placer encontrado. Él se aferra a mi cabeza y cuando trato de alejarme,

me detiene. Cedo y me alimento durante unos cuantos segundos más, y

luego me obligo a parar. Empujo a Ryan lejos de mí, mientras saco mis

dientes de su cuello. Hay dos pequeñas heridas punzantes en su cuello, y

puedo sentir un hilo de sangre correr por mi labio. Extiendo mi lengua, y

pongo la sangre en mi boca. Sonrío ante el sabor dulce y luego miro a

Ryan, 1ue se ha quedado atrás en la silla con una sonrisa enorme en su

cara. Me recuesto contra el plástico de la silla y doblo mis brazos sobre

mi pecho.

—¿Estás bien? —le pregunto en un tono reconfortante. Ryan no

puede contener su sonrisa mientras contesta.

—Me siento… asombroso. —Me rio de sus palabras, y luego

comienza a hablar de nuevo—. Fue increíble, y muy deprisa. ¿De verdad

tienes que irte?

—Sí, necesitamos irnos. —Ryan frunce el ceño. Luce frustrado, y

tengo la sensación de que está a punto de decirme exactamente cómo

se siente.

—No puedes irte. ¿Qué pasa con tu familia, tu trabajo y... yo? No

puedo soportar la idea de no verte, Rose. Tú eres mi amiga más antigua

y yo... te amo. —Mierda, me siento horrible. Siempre supe que Ryan

todavía sentía algo por mí, ¿pero amor? Nunca esperé que fuera tan

lejos. Mis labios comienzan a temblar, y puedo sentir las lágrimas frías

formándose en mis ojos. Rápidamente me rasco mi zona ocular para

evitar mi tristeza, y luego me centro en Ryan. Sólo di adiós, Rose.

—Siempre serás mi mejor amigo, y siempre estarás en mi corazón.

Fuiste mi primer… todo, y significas un mundo para mí. Pero ya no soy

una humana, y no puedo quedarme en Portland. Amo a Dalton, y nos

vamos esta noche. Te voy a extrañar como loca, pero no me voy a

44

olvidar de ti. Te llamaré y escribiré, y siempre voy a estar ahí si me

necesitas. Todo lo que tienes que hacer es mirar profundamente en tu

corazón, y estaré allí. —Ryan se lanza de la silla y se desliza hacia mí. Me

levanto y me tira en sus fuertes brazos. Agarro su espalda, suspira e

inhala mi olor.

—Adiós, Rose.

45

Capítulo 6 Traducido Nadya y Gaz

Corregido por Pachi15

espués de que Ryan y yo nos despedimos, me apresuré a

volver a mi camioneta y me dirigí a casa de Charlene. Llegué

a la puerta principal, y, por supuesto, no podía entrar en la

casa. No me habían invitado, y Charlene me sorprendió cuando no me

pidió entrar. En lugar de eso, salió y nos sentamos y hablamos en el

columpio del porche. Le expliqué que me iba a ver el mundo, y ella

estaba triste pero emocionada por mí. Tenía un montón de preguntas, y

me quedé satisfecha cuando me las arreglé para responder a todas

ellas. Ella me preguntó por qué quería hacer esto, y por qué ahora. Le

dije que ahora era la primera vez en mi vida en que realmente sentía

que pertenecía a alguien. Entonces me preguntó por Dalton y si lo

amaba. Le dije cómo me hacía sentir, y que nunca podría estar sin él.

Charlene me preguntó cuánto tiempo me iba, y le dije que no estaba

segura, pero que no me debía esperar en casa en cualquier momento

pronto. Hablamos y reímos durante mucho tiempo, y luego tuve que

obligarme a salir. Nos abrazamos, lloramos y nos sostuvimos por lo que

pareció una eternidad. Le dije que le dijera adiós a Elliot por mí, y ella

rompió a llorar de nuevo. Cuando por fin salí de su casa, era un mar de

lágrimas. La vi mirándome mientras me marchaba, y me dolía el corazón

porque sabía que era la última vez que iba a verla.

—Rose —oigo a Nicholas gritar desde la cocina de su gran casa.

Poco a poco me levanto del sofá y voy por amplio pasillo. Después de

pasar tiempo con Rachel, decidí que tenía que ver Dalton. Así que me

dirigí a su casa, pero cuando llegué allí, él no estaba. Nicholas me dijo

que entrara y lo esperara, y eso es exactamente lo que hice. Me dejé

caer sobre su gran y suave sofá, y no me había movido desde eso, que

fue hace más de una hora. Me sentía agotada después de decir adiós.

D

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Al entrar en la gran cocina, vi a Nicholas verter dos tazas de café. Me

está sonriendo mientras sostiene uno de los vasos en el aire. Sus ojos

hacen contacto conmigo y me pide que me acerque. Me dirijo hacia él,

y tomo la taza de café que me ofrece. Tomo un sorbo y luego me siento

frente a él en la barra de desayuno. Nicholas traga su café y baja de

golpe la copa en el mostrador. Salto ante el ruido, y Nicholas se ríe de mi

reacción.

—¿Tienes que golpear cosas así? Es realmente molesto —digo

mientras tomo otro trago de mi bebida.

—Siento haberte molestado, señorita. —Ruedo mis ojos ante su fuerte

acento del sur—. Pareces un poco... molesta. ¿Está todo bien?

―pregunta Nicholas mientras descansa sus brazos sobre el mostrador de

la cocina. Empujo mi cabello suelto fuera de mi rostro, y me encuentro

con su mirada. Se ve muy guapo hoy, vestido con un traje color azul

oscuro. Saca su cabello de su rostro, y sus ojos son una sombra profunda

marrón. Me doy cuenta de que puedo estar mirando un poco

demasiado hacia él, así que cierro los ojos por un breve segundo y

exhalo. Mis ojos se abren y luego respondo a su pregunta.

—He tenido un día bastante duro —digo mientras agito el café.

Puedo escuchar el aumento de la respiración de Nicholas, y tengo la

sensación de que está nervioso. Miro hacia él de nuevo y mi mente

comienza a correr. ¿Por qué está siendo tan amable conmigo?

Nicholas no es el tipo más accesible, pero de alguna manera me

hace sentir bien. Mi cerebro se congela, y recuerdo que Nicholas mató

a sus propios padres.

¿Cómo iba a hacer tal cosa, y cuál fue su motivo? No entiendo por

qué es compasivo conmigo, cuando era tan hiriente hacia su familia.

¿Por qué se preocupa por mí, y por qué estuvo de acuerdo en

convertirme?

—¿Quieres hablar de ello? —Estoy tan confundida en este momento

y no sé cómo responder. ¿Me está engañando al hacerme pensar que

es un buen tipo? Lo miro un poco más y trato de ver el interior de su

cabeza. Imaginando lo que piensa y cuáles son sus motivos para ser

amable conmigo. Siempre estaré agradecida de lo que me dio, pero

47

eso no quiere decir que esté a sus órdenes. Dalton me ha hablado de su

hermano y las cosas que ha hecho. Nicholas ha vivido una muy vida

diferente a la de Dalton. No le gusta viajar por el mundo, sino que elige

permanecer en los EE.UU. en todo momento. Se mueve de un lugar a

otro, alimentándose y codiciando chicas. Dalton me ha dicho que

Nicholas podría acercarse a una chica, alimentarse de ella y luego

convertirla. Todas sus travesuras eran solo por diversión. No se preocupa

por ninguna de las cincuenta chicas que ha convertido. Las veía tan

fáciles, vulnerables, y alguien con quien pasar el tiempo. Haría vampiros

y luego esclavos. No sé la magnitud de lo que hizo con ellas; Dalton

pensó que sería mejor que me ahorrara los detalles sangrientos. Pero a

medida que lo miro con mis nuevos ojos de vampiro, sé a ciencia cierta

que no voy a llegar a ser una de sus esclavas.

—No realmente —le digo mientras pongo la taza sobre el mostrador.

Nicholas junta sus gruesos labios, se desliza junto a mí y toma el asiento

de al lado. Extiende la mano y la coloca sobre mi hombro. Me

estremezco y me alejo de él, no está impresionado.

—Relájate, no voy a morderte, a menos que tú quieras. —Frunzo el

ceño ante él.

—Eso no es gracioso, y sí inapropiado.

—Relájate, era una broma. Pero, en serio, ¿quieres hablar? Te ves un

poco triste, señorita.

―Para con el “señorita”, es molesto. Me veo triste porque estoy triste.

Tuve que decir adiós a mis amigos hoy, y fue mucho más difícil de lo que

pensé que iba a ser. —Nicholas me lanza una sonrisa traviesa, y sé que

va a hacer agujeros en mis palabras.

—Perdóname, pero ¿no quieres esto?

—Lo hacía... lo hago. Solo que es difícil dejar ir a mi familia y amigos.

Sinceramente, creía que había nacido para ser un vampiro. Pero

todavía me duele decir adiós a la vida que siempre conocí. No espero

que lo entiendas. —Nicholas me frunce el ceño, no está contento con mi

elección de palabras.

—¿Y qué se supone que significa eso? ¿Olvidas quién te convirtió?

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Mierda, aquí va con la culpa. Te convertí, me lo debes. Lo entiendo,

¿tiene que ser tan presumido de ello? Me grito, pero detengo mi lengua.

Le debo por todo y no me atrevo a enojarlo.

—Lo siento, no era mi intención sonar dura. Realmente aprecio lo

que hiciste por mí. Esto no podría haber sido más fácil para ti. Te puse en

una posición incómoda, y tú no tenías que decir que sí. —Nicholas

suspira y desliza una mano por su sedoso cabello.

—Lo hice por él. Dalton y yo no hemos tenido la mejor relación, y vi

que tú lo hacías feliz. Sabía que te amaba, pero él nunca te habría

pedido cambiar por él. No hace cosas egoístas. Como humano, mi

hermano era amable, amoroso, un hijo maravilloso. Se preocupaba por

la gente y sus sentimientos. Era un hombre de corazón blando, con

sentimientos de cariño hacia los animales. Ni siquiera iba a pescar. Mi

padre solía llevarnos al lago cuando éramos niños, y Dalton comenzaría

a gritar y llorar hasta que mi padre lo llevaba a casa. Es mucho más

suave en el interior de lo que deja ver. ―Tomo sus palabras y mi mente

me obliga a pensar en sus padres. Un destello vívido de Nicholas en su

estado vampiro corre a través de mí. No puedo borrar la imagen que

tengo de él, como él mató a su propia familia. Un escalofrío recorre mi

cuerpo y me retuerzo en el asiento. Nicholas está mirándome,

preguntándose lo que estoy pensando. Entonces mi corazón congelado

se hunde en la boca de mi estómago en sus siguientes palabras.

—Te ha hablado acerca de lo que hice, ¿no? —Me siento muy

incómoda, y no sé qué decir. Me retuerzo de nuevo y Nicholas se

acerca y me estabiliza con su mano fuerte. Mis ojos se mueven a los

suyos, y parece como que él quiere hablar de esto, mierda. No sé cómo

le responderé a lo que tiene que decir. No entiendo cómo podía ser tan

cruel como para matar a su propia familia. Ahora que soy un vampiro, lo

que siento por mi familia está multiplicado. Me preocupo

profundamente por ellos y estoy temiendo pasar tiempo lejos de ellos.

¿Solo que no sé por qué Nicholas haría daño a su familia? Él debe haber

sentido algo por ellos. Nadie podía ser tan cruel, pero él lo era.

—Sí, me habló de tus padres y de que... —No puedo terminar la

frase, es demasiado doloroso.

49

—Yo los maté. Sé lo que debes estar pensando. Cómo podría hacer

una cosa así, ¿verdad? —Mis labios comienzan a temblar y mi ritmo

cardíaco está muy alto. Nicholas tiene una manera de hacerme sentir

incómoda, y me siento obligada a responder a sus preguntas.

—Me sorprendió cuando me lo dijo. ¿Puedo preguntar por qué lo

hiciste? —Nicholas se pasa los dedos por su cabello, y luego se cruza de

brazos. Se recuesta en la silla y rompe el contacto visual conmigo. Él mira

fijamente hacia los armarios de la cocina negros y exhala justo antes de

comenzar.

—No tenía una razón para matarlos aparte de que era nuevo y no

podía controlarme alrededor de los humanos. Tienes que entender algo

acerca de ser un vampiro: la sangre de las personas que te importan es

la sangre que se te antoja el más.

—¿Así que te importaban? —Nicholas se ríe y se encuentra con mi

mirada.

—Por supuesto que me importaban. Mi padre y yo teníamos

diferentes opiniones, pero todavía nos amábamos. Tenía una maravillosa

relación con mi madre. Se parecía mucho a Dalton. Muy amable y de

buen corazón, le encantaba ayudar a los demás, y nunca podré

perdonarme por lo que hice. —Miro sus ojos de color marrón, y sé que

esto va a sonar loco, pero siento pena por él. Al principio pensé que solo

era voraz y que no le importaba nadie. Pero ahora que se ha abierto

para mí estoy viendo un lado diferente a él. Él es más suave que lo que

jamás hubiera imaginado.

Le duele lo que le hizo a su familia, y mientras lo miro me doy cuenta

de que ama y haría cualquier cosa por Dalton.

—Lo siento. No puede ser fácil hablar de lo que hiciste.

—No es fácil, y lo que más duele es que Dalton nunca me

perdonará.

—¿Por qué lo convertiste a él y no tus padres? —Mi pregunta es un

poco dura y Nicholas endurece sus labios mientras se aleja. Vuela hacia

el fregadero y corre agua debajo de la taza sucia. La golpea sobre el

mostrador y descansa sus manos sobre el mármol frío.

50

—Era demasiado tarde. Ya los había matado. Cuando Dalton entró y

los encontró tendidos sin vida en el suelo entró en estado de shock y no

podía hablar, ni siquiera moverse. Mi familia se había ido, mis padres

estaban muertos. Convertí a Dalton porque no quería perderlo. Mi

hermanito significa el mundo para mí. Incluso si me odia por una

eternidad, lo amaré siempre.

Contengo las lágrimas mientras mis oídos se adaptan al motor

rugiendo fuera de casa. Reconozco el sonido: Dalton está en casa. Le

sonrío a Nicholas y él me devuelve el gesto. Salto del asiento y corro

hacia la puerta principal. La puerta se abre y entro en los brazos de

Dalton. Aspiro su olor mientras él me sostiene y se esfuerza por encontrar

el equilibrio. Su cuerpo se estrella contra el mío y se ríe de mi afecto.

Se aleja de mí, y me mira. Sonríe y luego me besa suavemente. Me

derrito en sus labios y me agarro a él con firmeza. Sus labios se alejan de

los míos, y le frunzo el ceño. Sonríe y entonces me lleva a la casa. Me

arrastra hasta arriba a su dormitorio. Nos estrellamos sobre la cama y

envuelve su brazo alrededor de mí, acercándome. Beso su cuello y

luego sus labios suaves. Me besa de nuevo, pero entonces se retira y me

pregunta acerca de mi día.

—¿Cómo fue todo hoy? ¿Has hablado con tu tío? —Me muevo para

poder mirarlo a los ojos mientras hablamos.

—Hablé con él, no estaba del todo contento, pero va a sanar con el

tiempo. —Dalton frunce el ceño y dirige su dedo por mi labio inferior. Sus

ojos se estrechan y se inclina hacia abajo y pasa la lengua por mi labio.

Mis ojos se cierran ante su comportamiento y mi cabeza comienza a latir

con fuerza. Dalton aleja sus labios de mí, y me mira profundamente a los

ojos, mierda, ¿está molesto conmigo?

—Te alimentaste hoy, ¿no es así? —Su mirada es intensa, profunda y

aterradora. No sé por qué está tan ansioso por saber si me alimenté o

no. ¿Cómo, sino, espera que sobreviva?

—Sí, lo hice. —Él me gruñe y me empuja lejos. Lo miro con

incredulidad. ¿Qué es lo que tiene?—. ¿Hice algo mal? —Él gruñe de

nuevo y luego se encuentra con mi mirada.

—¿Has matado a alguien? —dice.

51

—Por supuesto que no —digo de vuelta. Dalton se lanza de nuevo

sobre la cama, y tira de mí más cerca de nuevo

—Entonces, no has hecho nada malo. —Suspiro, gracias a Dios―.

¿De quién te alimentaste? ―pregunta Dalton. Mi corazón de hielo

comienza a dar volteretas. Él no va a ser feliz cuando le diga. Casi no

puedo respirar cuando le respondo.

—Ryan. —Dalton se lanza fuera de la cama y me tira con él. Desliza

sus manos sobre mis hombros y me mantiene en mi lugar. Podría

fácilmente liberarme, pero no lo hago.

—Es una broma, ¿verdad? —Niego con la cabeza, no puedo

obligarme a hablar.

—Eso es una locura. ¿Te alimentaste de él? ¿En qué estabas

pensando? —Dalton me sacude y me siento girar.

—Estaba pensando en que me estaba muriendo de hambre y que

quería hacerlo. No le hice daño, y él no tenía miedo de mí. Era mi

manera de decir adiós. —Dalton se ríe de mí.

—¿No podrías simplemente darle un abrazo y decir “hasta luego”? —

Me río de su fuerte acento sureño. Me sacude otra vez y me obliga a

salir de mi ataque de risa.

—¿Qué quieres que diga? Me alimenté de él, tal vez no era lo

correcto a hacer. Pero ya está hecho y no puedo tomarlo de vuelta. —

Los ojos de Dalton se ablandan mientras me lleva de vuelta a la cama.

Me empuja hacia abajo sobre la superficie, y mi cabeza cae sobre la

almohada de plumas. Se sube lentamente sobre la cama y se cierne

sobre mí. Sus ojos son pecaminosamente magníficos y sus labios están

temblando de deseo. He visto esta mirada muchas veces antes. Cálida

y lujuriosa, peligrosa y juguetona, hambrienta. Me mira con esos ojos

rojos, y pone su mano en mi cuello.

—¿Harías algo por mí? —me pregunta en voz baja.

—Cualquier cosa —le digo derrotada.

—Déjame alimentarme de ti mientras tú te alimentas de mí. —Mis

ojos pican, su oferta suena increíble, pero ¿es eso posible? Pensé que

52

necesitábamos sangre humana, no de vampiros. Dalton percibe la

angustia en la cara, así que explica con todo detalle por qué quiere

hacer esto—. Cuando nos alimentamos el uno del otro, es como una

fuerza de vida que corre a través de nosotros. Nos limita, nos conecta,

para siempre. Cuando nos alimentamos, nuestras almas se entrelazan y

se bloquean. La sangre nos une, y estás atada a esa persona. No quieres

vivir sin ella, y la sangre lo sella de manera que no puedas. Te amo, Rose,

y si me dejas hacer esto, entonces estaremos juntos mientras vivamos.

¿Quieres eso? —Mi corazón se acelera, y quiero esto. Quiero entregarme

completamente a él.

—Sí, lo quiero. Tú eres todo lo que quiero. Vamos a hacer esto. —

Dalton sonríe y se desliza más allá en la cama. Se estrella contra mí y me

agarro a su espalda. Él coloca sus labios ligeramente sobre los míos, y

luego los mueve sobre mi cuello.

—Coge mi mano —dice. Hago lo que él dice y firmemente pongo su

mano sobre mi boca—. Bien, ahora, cuando muerda, tú muerdes. ¿Lo

entiendes?

—Sí —le digo con demasiada ansiedad. Tengo la muñeca en mi

boca, y espero a que sus dagas entren en mi piel. Mis ojos pican y

apenas puedo contenerme. Quiero esto. Quiero estar con él para

siempre. Siento su labios separarse, así que abro mis labios contra su

muñeca. Dalton hace una pausa y luego hunde sus dientes en mi carne.

En el momento justo, yo hago lo mismo. Su sangre tiene un sabor más

fuerte que la de los humanos, y es mucho más potente. Es helada y

envía escalofríos por todo mi cuerpo. El sabor se desvanece, y ahora

una explosión inmensa ha llenado todo mi cuerpo. Puedo sentir cada

fibra del alma de Dalton gritándome mientras se alimenta de mi cuello.

Mi mente me muestra imágenes de cómo nos conocimos, y cómo

llegamos a donde estamos ahora.

Todo está girando como loco en mi cabeza, y mientras pruebo más

de su sangre, puedo escuchar sus pensamientos. Él me está hablando,

diciéndome lo mucho que me ama y que ahora estamos totalmente

conectados. Puedo sentir sus sentidos y puedo compartir su placer. Él

adora el sabor de mi sangre de vampiro, y me quiere. Me dice que no

puede vivir sin mí, y de alguna manera siento que realmente no puede.

53

Su energía está colisionando con la mía, y sé que nunca podría estar

lejos de él, nunca jamás. Él es ahora lo que me mantiene, él, Dalton

Clark, mi alma gemela.

54

Capítulo 7 Traducido por Blaire2015 y Mokona

Corregido por Gaz

i mente corre. No puedo creer lo que Dalton me ha mostrado.

¿Cuando nos conocimos yo tenía seis años? ¿Cómo es eso

posible? ¿Por qué no recuerdo haberme encontrado con él?

Mis pensamientos me presionan la mente. Estoy preocupada, emocionada

y asustada por su revelación. Estuvo allí durante toda mi vida. Me vio la

noche en que mis padres murieron, y observó mientras sollozaba por ellos.

Sintió mi dolor, y se preocupó mucho por mí. Mi mente está explotando

toda esta nueva información.

El puñal de Dalton todavía está en mi cuello, y aún estoy

alimentándome de su muñeca. Me siento débil y lista para parar. Dalton

escucha mi deseo y saca los dientes de mi cuello. Jadea y se limpia el

exceso de sangre de los labios.

Saco la muñeca de mi boca y me lamo los labios mientras el flujo de

sangre se detiene. El sabor de su sangre es intoxicante. Me llena con

profundo placer, y me siento poderosa. Mi mente es fuerte y mis

sentimientos claros. Amo a Dalton, más que nunca. Él cae de la cama a mi

lado y envuelve un brazo alrededor de mí. Acerco mi cuerpo al suyo y

descanso mi cabeza en su pecho. Me siento conectada a él. No quiero

estar nunca apartada de él, lo necesito. Paso mis dedos a lo largo de la

tela de su camisa negra, y, de alguna forma, me recuerda a la primera vez

que nos vimos. Puedo recordar el suéter que me dio. Mi corazón se

congela, todavía lo tengo. Trato de procesar mis pensamientos, y

mentalmente escaneo la habitación entera.

Mi mente se aclara, y recuerdo cómo era estar con el suéter. Puedo

recordar la sensación suave y el fuerte olor que empapaba mi piel.

Recuerdo llevarlo ese día. Por cerca de un mes después de que me lo dio,

M

55

me lo ponía todo el tiempo. Solía dormir con él. Me hacía sentir segura y

especial. No puedo recordar haber visto a Dalton; solo tengo una vaga

imagen de él sentado en los columpios conmigo.

Pero mi primer encuentro con Dalton está documentado. El jersey está

en una vieja caja de zapatos debajo de mi cama. Lo puse ahí para

mantenerlo. No quiero que nadie lo toque, especialmente Rachel. No sé lo

que me hizo guardarlo todos esos años, pero había algo en el olor que me

hablaba. Cada vez que estaba asustada o triste me ponía el suéter y subía

a la cama. Me quedaría dormida y tendría imágenes de un hombre

hermoso zumbando por mi cabeza. Mis ojos se amplían: el hombre

hermoso era Dalton.

—Aún tengo tu suéter —digo mientras llevo mis ojos a los suyos. Me

sonríe y corre su dedo a lo largo de mi barbilla. Sus ojos son suaves y me

siento mal de que tuviera que esconder sus sentimientos de mí. Me dijo lo

mucho que me amaba y que mantuvo en la sombra cómo se sentía

realmente porque tenía miedo de perderme. Sentí su amor por mí y

también que tenía miedo de perderme. Sentí su amor por mí y también la

forma en que estaba asustado cuando me dijo que era un vampiro.

—¿Estás histérica porque no te dije sobre nuestro primer encuentro

antes? —Niego hacia él. Nunca podría estar enfadada con él.

—No, me alegro de que hayas esperado para decirme. Te doy las

gracias por abrir tu mente y dejarme entrar. Te amo tanto, Dalton. —Sus

ojos se hacen más profundos y me tira sobre su pecho. Agarra ambos lados

de mi cara con su fuerte dominio y me besa. Nuestros labios se mueven

sincronizados y me fundo en su beso una y otra vez.

Sostiene mis labios contra los suyos, y, cuando por fin se aleja de mí,

estoy luchando por respirar. Me desplomo sobre la cama y Dalton me mira

fijamente. Sus ojos son una sombra de azul, de pecado y de lujuria para mí.

Sus labios se abren y me susurran.

—¿Preparada para una eternidad conmigo? —Me lanzo hacia delante

y agarro su rostro.

—Nací preparada.

56

Dalton y yo hemos decidido marcharnos esta noche, y estoy un poco

preocupada por despedirme de mi familia. Ahora estamos sentados en su

coche, el maletero está lleno con sus cosas y el motor ruge fuertemente. El

aire en el exterior en suavemente caliente, así que Dalton ha bajado el

techo de su Porsche. Estoy sentada jugando nerviosamente con mi

cabello, mientras miramos fijamente la grande casa. Nunca se me ocurrió

que Dalton estaría triste de dejarla. Está mirando hacia fuera a su casa,

con la pasión en sus ojos. Le encanta esta casa, y lo que hay dentro de

ella. Le dijimos a Nicholas que nos iríamos esta noche y estaba

sorprendentemente molesto por esto.

Parecía tranquilo y vigilante, como si no quisiera que nos fuéramos.

Estaba en la puerta mientras Dalton empacaba su ropa en la maleta. No

dijo mucho, sólo le limitó a observarnos mientras salíamos de la casa. Sé

que ha hecho cosas bastantes terribles, pero todavía puedo ver lo bueno

en él. No tenía que convertirme, pero lo hizo. Se arriesgó a perder a Dalton,

de modo que yo pudiera cumplir mi sueño, y siempre le deberé lo que hizo.

Me encuentro con la mirada fija de Dalton, y se ve triste. Afróntalo, Rose.

—¿Estás bien? —pregunto mientras acaricio su mano con mis dedos.

Me mira y se aclara la garganta.

—Voy a extrañar este lugar, ¿sabes? —Asiento; sé exactamente cómo

se siente.

—Sí, Portland tiene algunas cualidades bastante adictivas. Vas a

extrañar a Nicholas también, ¿no? —Dalton muerde su labio inferior y

aprieta mi mano.

Sus ojos se llenan con pasión y sus manos comienzan a temblar. Puedo

sentir su cuerpo palpitando y enviando escalofríos a mi espina dorsal. Esto

es raro. Puedo sentir todo lo que está sintiendo. Sé que está asustado,

preocupado e incómodo por estar marchándose. Puedo sentir que tiene

fuertes sentimientos por su hermano y que le va a extrañar como loco. ¿Por

qué me siento de esta manera? Mi mente trata de pensar en una

respuesta, y entonces me golpea. Puedo sentirlo porque tengo su sangre

corriendo a través de mí.

—Pese a todo lo que ha hecho, sigue siendo mi hermano. —Mis ojos se

llenan de lágrimas y mi atención se dirige a la puerta principal de la casa.

Se abre de golpe y Nicholas está de pie a la vista. Puedo oír su corazón

57

latiendo más rápido mientas corre hacia el coche. Dalton lanza labre la

puerta y se lanza al camino de entrada. Nicholas lo alcanza, y las lágrimas

empiezan a brotar de mis ojos cuando se abrazan en un abrazo de oso. Mi

corazón se derrite al verlos, y sonrío cuando Dalton le suela y se lanza al

coche. Nicholas está a mi lado, y bajo la ventana. Se inclina y me agarra

en sus brazos.

Aleja suavemente mi cabello de mi oído y susurra:

—Gracias acercarnos. —Lloro, y mis lágrimas mojan su camisa. Se aleja

de mí y limpia suavemente el agua de mi cara—. No llores, pequeña dama

—dice con su fuerte acento. Me río de él y me vuelvo para enfrentar a

Dalton. Sus ojos son profundos e intensos.

—¿Qué sigue para ti? ¿Vas a quedarte en Portland? —pregunto.

Nicholas desliza la mano por su sedoso cabello y me sonríe.

—Es momento de seguir adelante para mí también, señorita. —Asiento

y él sonríe—. ¡No te preocupes, me verás de nuevo en una década o dos!

—Me río de sus palabras, y luego Dalton pone el coche en marcha. Hace

girar el coche hasta la posición correcta y mis ojos caen sobre Nicholas

mientras está de pie, congelado—. Tendrán una buena vida juntos ahora,

¿no es así? —Dalton y yo nos reímos de su acento, y entonces acelera,

saliendo de la calzada. El coche cruza la carretera y el viento sopla por mi

pelo mientras vamos cada vez más rápido. Mi mente corre con

pensamientos suyos, y no puedo apartar los ojos de él. Es demasiado

perfecto, demasiado maravilloso, y lo amo con todo mi corazón.

Llegamos a mi casa y Dalton se detiene en un reducido espacio en las

puertas delanteras. Chasquea un botón y el techo se cierra a nuestro

alrededor. Miro fijamente hacia fuera en mi casa, y sonrío. Tengo tantos

recuerdos maravillosos de vivir aquí, y voy a perder esta vieja casa. Me

concentro en mis oídos, y puedo oír a mi tío y Jen hablando en el salón.

Rachel está hablando por su celular en la cocina y la televisión está fuerte.

Dalton llega y agarra mi mano, la lleva hasta su boca y besa

suavemente mi piel helada. Puedo sentir mi cuerpo palpitar. Estoy nerviosa

por ver a mi tío. Espero que no esté enfadado conmigo. Mi piel se

estremece mientras Dalton besa mi mano de nuevo. Desliza su mano libre

por su cabello y suspira.

58

—No estés nerviosa. Tu tío va a entenderlo. —Asiento hacia él, pero no

estoy nerviosa por ver a mi tío. Estoy nerviosa por empacar mi vida. Nunca

he conocido nada más que Portland, así que estoy muy ansiosa y nerviosa

por ver el resto del mundo. Dalton salta del coche y corre a mi lado.

Abre la puerta para mí y salgo y me pongo en pie firmemente. Mi

corazón de vampiro comienza a punzar mientras Dalton me lleva por el

sendero del jardín. Llegamos a la puerta principal y puedo oír a mi tío

saludarnos. La puerta se abre de golpe y ahí está. Mi tío George, de pie

delante de nosotros, con sus tejanos sucios y su grasienta camisa colgando

de su cuerpo. Sus ojos son rencorosos e intensos. Puedo escuchar su

corazón latiendo a través de su camisa y sus niveles de ansiedad comenzar

a subir. No me atrevo a hablar, y me sorprende cuando Dalton rompe el

silencio.

—Sr. Peterson, solo me gustaría... —La voz de Dalton se detiene

instantáneamente cuando mi tío se entromete.

—No, mira aquí, hijo; no aprecio tu intento de manipularme. No estoy

feliz de que te lleves a Rose lejos de nosotros. Pero no soy estúpido. Sé que

te preocupas por ella y que nunca harías nada para hacerle daño. —Le

sonrío a mi tío, ¿está aceptando mi decisión? Dalton mira profundamente

a mi tío, sus intensos ojos se clavaron en los suyos y sus manos están

firmemente alojadas en sus bolsillos.

—No estoy tratando de manipularle, señor. Solo quería explicar mis

razones para pedirle a Rose que se vaya conmigo. ¿Me dará diez minutos

de su tiempo para explicar? —Mi corazón se derrite ante las palabras de

Dalton y le lanzo a mi tío una rápida mirada. George rueda los ojos y

entonces asiente y hace un gesto con la mano para que entremos a la

casa, y Dalton intenta dirigirme al salón. Lucho contra él, y lo miro.

—Voy a empacar. Tú habla con mi tío ¿está bien? —Dalton sonríe

hacia mí, y deja un suave beso en mi frente. Mis piernas empiezan a

temblar por su toque, pero consigo recomponerme cuando él se aleja. ÉL

me roza al pasar y le miro hasta que está fuera de la vista. Enfoco mis oídos

hacia la sala; puedo oír a mi tío ofrecerle una cerveza a Dalton. Él

educadamente la rechaza, y luego se deja caer en el sofá. Sacudo la

cabeza mientras mi tío empieza a interrogar a Dalton. Subo la escalera y

camino atravesando el rellano hacia mi cuarto. Abro la puerta, y sonrío

59

cuando veo a Pebbles durmiendo en mi cama. Vuelo sobre ella y acaricio

la punta de la cabeza de mi gata. Sus brillantes ojos verdes de ensanchan

por mi toque y comienza a ronronear suavemente. Escaneo mi habitación,

y me fuerzo a comenzar a empacar. Me arrodillo en el piso y saco mi vieja

maleta de debajo de la cama. La dejo a un lado, y busco bajo mi cama

de nuevo. Extiendo mis brazos todo lo que puedo y río cuando siento la

vieja caja de zapatos. La saco y la abro. Mis ojos se llenan de agua

cuando veo el suéter negro. Lo sacó de la caja; la tela aún es tan suave

como la recordaba. Lo sostengo cerca de mi rostro e inhalo el olor. Mis ojos

se cierran y reconozco el olor —la tela huele como Dalton. Su fuerte

colonia esta empapada en el suéter, y mientras lo abrazo cerca de mi

cara, tengo un recuerdo de él. Mis ojos se cierran y allí está el. Recuerdo

sentarme en los columpios. Estaba con mi madre; ella hablaba con un

amigo. Hacía frío y lo recuerdo caminando hacia mí. Era como una estrella

de cine, y recuerdo pensar que lucía como Leonardo DiCaprio. Sonrío por

mis recuerdos mientras continúo recordando. Él se sentó junto a mí en el

columpio y me preguntó sobre mi vida. Me llamaba “pequeña dama” y

recuerdo que me hacía sentir especial. No era como ningún otro que

hubiese conocido antes. No parecía real. Me aferro al suéter mientras lo

recuerdo. Recuerdo enroscarme en mi cama como una niña, y soñar con

él. Acerco más la tela a mi nariz e inhalo otra bocanada de su olor. ¿Por

qué lo olvidé? Mi mente borró por completo nuestros primeros encuentros,

¿por qué los recuerdo ahora? Esa pregunta es incontestable. Solo necesito

aceptar que olvidó a Dalton y seguir adelante. Soy afortunada de haberlo

conocido. Me cambió para siempre y voy a amarlo por toda la eternidad.

Empaco el contenido de mi armario en una sola maleta. Mi bolso de

viaje está lleno con mis posesiones. No sabía que traer conmigo —tengo

mucha basura en mi habitación. Pero con mi velocidad de relámpago y

visión en alta definición, me las arreglé para revisar rápidamente mi

habitación entera. Muchas de mis cosas son inservibles o basura, pero

empaqué las cosas que más me importaban. Empaqué el álbum de fotos

de cuando era pequeña. Mi diario y algunos CD que Rachel me dio

cuando era pequeña. En términos generales, metí mi vida en una maleta y

un bolso de viaje. Le digo adiós a Pebbles, y tomo una última mirada

desde la puerta de mi habitación. Mis ojos se llenan de agua, pero

contengo mis lágrimas. No voy a venirme abajo. No es justo para Dalton

verme así. Solo terminaría sintiéndose culpable, y yo no podría manejarlo.

60

Aunque estoy triste por irme, pero sé que es lo correcto. Escogí ser un

vampiro; escogí estar con Dalton. Desde el primer momento en que puse

mis ojos en él, supe que él era lo que quería. El me hace sentir a salvo y

segura cuando me abraza. Sus suaves besos envían hormigueos por mi

cuerpo entero. Despierto cada día solo para estar con él. Él es mi mundo, y

preferiría morir que estar sin él. Nunca sentí como si perteneciera a algo.

Nunca tuve una familia real. Mi tío era genial, pero tenía su propia familia.

Yo siempre me sentí sola, hasta que lo conocí.

Lentamente bajo las escaleras y dejo mi equipaje en el piso. Puedo

escuchar a mi tío hablando ruidosamente en la sala. Camino hacia ellos y

abro la puerta. George está sentado en su silla favorita, con una cerveza a

un lado y el control remoto en el otro. Me río para mí misma —algunas

cosas nunca cambian. Dalton ve que entré en la habitación. Se levanta y

viene hasta mi lado. Desliza su mano sobre mi cintura, y yo me derrito por

su toque. Mi tío fija sus ojos en nosotros, y yo comienzo poco a poco a

aterrorizarme mientras espero por sus palabras.

—¿Empacaste todo, bichillo? —dice el en un tono alegre. Sonrío hacia

él —¿está bien con que me vaya?

—Sip, todo empacado —digo, sonrojándome —bueno, siento que me

sonrojo. Mi tío da un paso hacia mí, y yo me quedo posada contra el lado

de Dalton. Sus ojos lucen tristes, y sé que está sufriendo. Junto mis labios y

retengo mi hambre mientras lleno el espacio entre nosotros. Tomo una gran

respiración y lentamente me recuesto hacia mi tío. Envuelvo mis brazos

alrededor de su cuello y suspiro. Siento su corazón latiendo rápidamente

contra mi piel. Su respiración es superficial y su cuello tentador. Puedo sentir

mis ojos comenzando a picar, pero me las arreglo para respirar a través de

mi deseo. Suavemente aprieto a mi tío, y é susurra:

—Te amo, bichillo. —Puedo sentir lagrimas formarse en mis ojos, así que

me alejo de él.

Rápidamente me repongo. No quiero venirme abajo. Jen aparece en

la habitación, con Rachel a su lado. Ambas me sonríen —creo que están

felices de deshacerse de mí. Dalton me acerca y deja caer su brazo sobre

mi hombro. Yo le sonrío a mi familia mientras él me lleva fuera de la sala y

dentro del corredor.

61

George, Jen y Rachel nos siguen y se quedan juntos mientras Dalton

saca mi equipaje en sus fuertes manos. Yo camino hacia la puerta y la

abro. Dalton sale primero, pero se asegura de asentir hacia mi tío antes de

irse por el auto. Yo muestro una sonrisa rápida a mi familia, mientras digo

adiós por última vez.

—Supongo que esto es todo —digo en una voz quebrada.

—Te cuidarás, ¿verdad, bichillo? —dice mi tío con voz firme.

Jen abofetea su pecho mientras le asegura que estaré bien.

—Deja la chica sola. Ahora, ten un tiempo maravilloso, querida. —

Sonrío hacia Jen y luego fijo mis ojos en Rachel. Está parada en toda su

perfección adolescente. Su cabello es perfecto. Maquillaje inmaculado,

ropa linda y femenina. Voy a extrañarla, aunque nos volvíamos locas la

una a la otra.

—Lo hare. Bueno, adiós. —Tomo una última mirada de mi familia, y

luego salgo de la casa. Cierro la puerta detrás de mí y puedo oír a Rachel

murmurando.

—¡Es tan afortunada!

Río suavemente por su entusiasmo y sonrío cuando veo a Dalton

recostado contra su carro. Camino hacia él, y él me jala entre sus brazos.

—¿Estás bien? —dice mientras besa suavemente mi cuello. Inhalo su

fuerte colonia y luego me alejo de él. Sus ojos son juguetones, y podría

nadar en ese azul.

—Estoy perfecta. —Hablo con entusiasmo. Dalton sonríe hacia mí, y

sostiene la puerta del carro para mí. Salto dentro y me hundo en el asiento.

Doy la vuelta y Dalton está sentándose a mi lado. Hace rugir el motor, y

agarra mi mano mientras pisa el acelerador. Corremos por las calles de

Portland hasta que el camino nos dirige hacia Boston. Planeamos dejar el

carro en el aeropuerto; tomaremos un vuelo a Roma esta noche. Mi mente

gira con todo tipo de cosas. No puedo creer que sea un vampiro y que

encontré mi único y verdadero amor. Me han pasado muchas cosas en

muy poco tiempo. Conocí este maravilloso, espléndido y absorbente tipo y

me enamoré de él. Me expuso a un completo nuevo mundo, y ahora soy

un vampiro. Viviré para siempre con él a mi lado. La autopista está

62

tranquila y la noche lentamente se vuelve más oscura. Dalton enciende las

luces de neón del Porsche mientras pisa más el acelerador.

Él se estira y jala mi mano hacia sus labios. Sus ojos se enfocan en los

míos —no necesita mirar el camino. Nuestros sentidos saben cuándo hay

peligro.

Los labios de Dalton se separan, su lengua se extiende y suavemente

choca con mi piel. Es tan esplendido que no puedo dejar de mirarlo. Su

cabello rubio claro está alisado hacia atrás, y él está elegantemente

vestido con un traje de pantalón y camisa negra. Luce pecaminoso, y no

puedo respirar en su presencia.

—¿Eres feliz? —pregunta mientras enfoca sus ojos negros en el camino

por delante.

—Extremadamente. Te amo, Dalton —digo efusivamente. El ríe y

encuentra mi mirada. Su sonrisa es juguetona y linda. Adoro este lado de

él. Me hace sentir única y, cuando está conmigo, siento que puedo tomar

el mundo. Ha sacado lo mejor de mí, y no puedo describir cuánto lo amo.

—Nunca pensé que podría sentirme de esta manera. Me completas,

Rose, y no puedo describir lo afortunado que soy de tenerte. —La voz de

Dalton es dulce y sexy. Él es irresistible, y me inclinó y beso su mejilla. Me

alejo de él y aprieto su mano.

—¡Soy tuya para siempre!

Fin

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