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Índice

CONTAMINACIONES

Fernando García,Hernán Ostuni RoccaTangos de historieta 125

HISTORIA

Cristian Eric Díaz CastroLa historieta en Chile (6) 137

CARICATOGRAFÍA

Carlos Alberto Villegas UribeAportes téoricos para un nuevoparadigma de la caricatura (2) 153

ENTREVISTA

Dario MognoDibujando por la revoluciónCharla con Virgilio MartínezGaínza 178

Dirección, redacción y administraciónCalle 11 # 160 e/ K y L - Vedado

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Ilustración de cubierta«Pucho» de

Virgilio Martínez Gaínza

La Revista latinoamericana de estudios sobrela historieta es el órgano oficial del Observato-rio permanente sobre la historieta latinoa-mericana. Su periodicidad es trimestral: sale el15 de marzo, el 15 de junio, el 15 de septiembrey el 15 de diciembre de cada año. El precio decada ejemplar es de 10 $MN en Cuba, de 3 US$en los demás países. La suscripción anual indi-vidual cuesta 40 $MN para el envío en Cuba, 12US$ para el envío a los demás países. La sus-cripción anual para las instituciones cuesta 20US$ sea en Cuba sea en los demás países.

©2003-2004 Revista latinoamericana de estu-dios sobre la historieta / Observatorio permanen-te sobre la historieta latinoamericana.

© Las ilustraciones que aparecen en este númeroson propiedad de sus autores.

Fotomecánica e impresión: Departamento técni-co de la Editorial Pablo de la Torriente.

ISSN: 1683-254X

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ResumenComo dice Osvaldo Rossler «el tango como criatura fiel a su contorno, se ha adherido a aquellos

seres junto a los cuales se gestó». De la misma manera la historieta nace como fenómeno social delcual toma rasgos y personajes del entorno en el cual se desarrolla. Tanto el tango como la historietason expresiones populares genuinas y auténticas que se nutren del medio y en cuanto al cómic, estepresenta particularidades especiales de acuerdo al lugar en el cual se desarrolla interactuando acti-vamente con las manifestaciones populares. Por eso es común la adaptación de historietas en otrosmedios masivos de comunicación como la radio, el cine, la TV y la música y en este último aspecto noes de extrañar que dos fenómenos tan arraigados en la conciencia popular se hayan nutrido uno delotro. «Tangos de historieta» refleja esa simbiosis de las manifestaciones culturales populares.

AbstractAs Osvaldo Rossler says «the tango as a creature faithful to its context linked up with those people

with whom it was conceived». In the same way the comics were born as a social phenomenon fromwhich feature and characters of the environment in which they develop are taken. The tango like thecomics are popular, genuine, true expressions which feed themselves with the context and, as far asthe comics are concerned, they show special characteristics coherent with the place where they deve-lop in interacting actively with the popular expressions. For this reason it is quite common to see thecomics adapted in other mass communication media like radio, movies, TV and music. In this last as-pect it is not surprising that two phenomenons so rooted in the popular conscience have nourishedeach other. «Tangos de historieta» reflexes this symbiosis of the cultural popular expressions.

Dice Osvaldo Rossler que «el tangocomo criatura fiel a su contorno, se haadherido a aquellos seres juntos a loscuales se gestó», siendo reflejo auténti-co de los eternos y hondos dramas delhombre y de los aspectos amargos de lavida (Rossler, 1967).

Sin embargo y quizás como la excep-ción que confirma la regla de esos cáno-nes empecinadamente respetados por la

mayoría de los autores, aparecen algu-nos temas cuya inspiración proceden deotra realidad. Tal el caso de aquellascomposiciones que llevan por título elgancho de ciertos personajes del mun-do de la historieta, que llegaron a con-vertirse en prototipos de la sociedad.

En verdad no se trata de recreacionesde estos héroes de plumín y tinta china,en la mayoría de las veces el título de

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Tangos de historieta

Fernando García, Hernán Ostuni RoccaInvestigadores, Buenos Aires, Argentina

CONTAMINACIONES

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los temas es sólo una forma de aprove-char sus picos de popularidad aunque elpasaje por el pentagrama tuviera escasatrascendencia.

Ya en los tiempos fundacionales deltango, los motivos risueños de la vidacotidiana sirvieron como fuente de ins-piración. Valga a manera de ejemplo«La multa», celebrado tango de la baro-nesa Eloísa D’Herbil de Silva con letrade Nicolás Granada, precursor del fa-moso «Cuidado con los cincuenta» deÁngel Villoldo y las innumerables par-tituras ilustradas con dibujos reminis-centes del más puro estilo comics. Ahíestán, entre cientos más, las edicionesoriginales de «El internado» de Fran-cisco Canaro, «Una noche de garufa»de Eduardo Arolas y «El caricaturista»de Luis Berstein.

Si bien este trabajo está fundamen-talmente referido a los tangos inspira-dos en personajes de historietas, no se-

rán infrecuentes las referencias a com-posiciones de otros ritmos populares quesolían integrar el repertorio de muchasorquestas típicas: pasodobles, polkas yrancheras.

Los personajes

Viruta y ChicharrónViruta y Chicharrón fueron dos inefa-

bles personajes de la historieta argenti-na. Nacieron de un plagio o, dicho en ellenguaje lunfardesco del tango, de unvulgar afano. Corría el año 1904 cuandoel dibujante norteamericano Geo Mc Ma-nus creó la tira titulada «Spare Gribsand Gravy». Se trataba de dos pintores-cos aventureros, rayanos en el grotesco,cuyas peripecias empezaron a reprodu-cirse en Caras y Caretas con el nombrede «Viruta y Chicharrón» por 1912. Esobvio señalar que estas publicaciones yel cambio de nombre de los personajesse hizo sin autorización alguna por partede los editores norteamericanos, por locual la revista criolla fue intimada a can-celarlos. Pero «Viruta y Chicharrón» yahabían pegado fuerte en el gusto populary por ello se decidió mantener la tira pe-ro recreada por dibujantes locales. Elprimer artista argentino que se ocupó delos dibujos de «Viruta y Chicharrón» fueManuel Redondo, famoso dibujante dela época a quien secundaba Juan Januy.

Ambos héroes mostraban una carac-terología distinta: el flaco y desgarbadoChicharrón encarnaba la astucia, la vi-veza, en tanto que el robusto Viruta, lafuerza, el vigor. Todas las planchas cul-minaban con un final desastroso para elprimero, quien ponía a salvo su digni-dad con una frase que fue popularísimaen su tiempo: «Llamá un automóvil».

Existen al menos dos tangos titula-

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dos «Viruta y Chicharrón». Uno firma-do por Juan Francisco Gallo y otro porLeopoldo Corretjer cuyo título exactoes «Don Viruta y Chicharrón, tango muyautomóvile».

El primero fue editado por OrtelliHnos., y está dedicado al «amigo y exi-mio abogado Doctor Juan Cocteau». Elotro, publicado por Roque Gaudosi, lle-va esta dedicatoria: «al semanario ilus-trado Caras y Caretas».

Recordemos brevemente, como da-tos de interés, que Corretjer era catalán;había nacido en Barcelona en 1862, ra-dicándose en Argentina hacia 1887. Fueprofesor de música del recién creadoConsejo Nacional de Educación y di-rector del coro de 30 000 voces escola-res y de la banda de 500 músicos que,en 1910 ejecutara en la Plaza del Con-greso en adhesión al Centenario de laPatria. Corretjer compuso otros tangoscomo «El afilador», «La razón», «Matea medias» y «Mi negra», pero su nom-bre está indisolublemente ligado a unaobra ciertamente inmortal, el «Saludo ala bandera» («Salve Argentina, banderaazul y blanca»). Compuso también otrosrecordados temas de inspiración patrió-tica y escolar.

Trifón y SisebutaOtros dos personajes de Mc Manus,

llamados originalmente «Jiggs and Mag-gie», fueron bautizados en Argentinacomo «Trifón y Sisebuta». Era una gro-tesca pareja de nuevos ricos con las ín-fulas propias de quienes pretenden as-cender en la escala social a través deldinero. Las tiras originales son de 1912,pero en Argentina se empezaron a pu-blicar recién en 1920 cuando el diarioLa Nación las incorporó a sus edicio-nes. «Trifón y Sisebuta» fue la primera

historieta con cuadros y argumentos pu-blicada por un diario argentino y su éxi-to fue tal, que también inspiró un tango,un charleston humorístico y una obrateatral estrenada en ese mismo año.

El tango es «¡Pobre Trifón!», cuyosautores son el violinista uruguayo Ro-berto Zerrillo y el pianista FernandoMartín, con letra de Cipriano Pérez. Ze-rrillo integró la orquesta de EduardoArolas y codirigió la propia con Edgar-do Donato. Es autor además de los tan-gos «Don José», «Se va la vida», «De-rrotado», «Fantoches» y «Son menti-ras» entre otros.

Fernando Martín fue pianista de lasorquestas de Zerrillo y de Héctor MaríaArtola entre otras, destacándose comocompositor de varios tangos de éxito:«Aquel preludio de amor», «Nunca ysiempre» y «Fantoches» en colabora-ción con Zerrillo y «Rapsodia en tan-go», una fantasía sobre el género graba-da para el sello Odeón.

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«¡Pobre Trifón!» fue editado por Alfre-do Perrotti y su letra es prácticamenteuna semblanza descriptiva de los famo-sos personajes.

El otro tema que inspiró esta tira esun charleston humorístico titulado «Si-sebuta y don Trifón», letra y música deModesto H. Papávero. Este autor naci-do en Alesandria –Italia– el 16 de agos-to de 1899, compuso entre otros recor-dados éxitos: «Qué quieren los del por-teño», «Fijas, redoblonas y batacazos»y «Leguisamo solo», grabado por Gar-del en Barcelona en 1925.

La letra recoje la personalidad de ca-da uno de los personajes, especialmentela de Sisebuta. Dice en el refrán:

Sisebuta con su empeñode ser dueña del hogarcon especial dedicaciónquiere a su esposo modelar.Sisebutas a millaressi usted quiere encontrarápues la mujer en la actualidades una autoridad!

Ella manda y nada más.Por su parte Juan Polito, Carlos Laz-

zari y Ángel Gatti, tres nombres de lar-ga prosapia tanguera, firman el tango«Sisebuta», otra muestra de la inmensapopularidad alcanzada por el personaje.Aún hoy –a tantos años de distancia– elapelativo de Sisebuta está vigente paraseñalar a las mujeres con vocación demandonas.

¡Federico a casa!En 1933 Crítica comenzó a editar

una revista semanal que se entregabacon el ejemplar del diario. En ella apa-recía una de las pocas historietas nacio-nales que publicara el diario de Botanaque generalmente adquiría los derechosde otras tiras de sindicatos extranjeros.Se titulaba «El nuevo rico» y era unacreación de un buen dibujante llamadoHéctor Rodríguez. El personaje era untipo excéntrico correlativo con su con-dición de advenedizo al dinero, cuyosdesplantes tenían por invariable desti-natario a su fiel mayordomo. Los me-moriosos quizás recuerden con algunanostalgia aquella frase que cerraba to-das las tiras: «¡Federico, a casa!!!».

Esta historieta inspiró una polca delmismo nombre que firmaron RobertoZerrillo y Juan Carlos Howard. Del pri-mero ya dimos algunas referencias. Ho-ward fue un destacado pianista que seinició tocando jazz para pasar en 1928 alas huestes del tango integrando la pri-mera orquesta de Juan D’Arienzo. Des-pués se vinculó a Zerrillo con quien ac-tuó hasta 1940 tocando a dos pianos conEmilio Barbato. Como compositor JuanCarlos Howard ha registrado entre otrostemas «No puede ser», «Melodía orien-tal», «Son mentiras» (firmado con Ze-rrillo), «Duda» y «Entre la lluvia».

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El negro RaúlUno de los personajes reales que Bue-

nos Aires mitificó en las primeras déca-das del siglo, fue Raúl Grigeras, el ne-gro Raúl, una suerte de bufón de los ni-ños bien de entonces que se divertían acosta de sus desventuras.

La popularidad del personaje real hi-zo que en 1916, el dibujante ArturoLanteri lo inmortalizara en una tira quepor muchos años publicó la revista ElHogar. Existe también un tango de ÁngelBassi titulado precisamente «El negroRaúl», «7º tango criollo» según la parti-tura original editada –al parecer– por elautor, quien lo dedicó «al popular RaúlGrigeras».

Pancho TaleroArturo Lanteri fue creador también

de uno de los personajes más famososde la historieta argentina: «Pancho Ta-lero» (1922). La tira se publicaba en larevista El Hogar y narraba las aventu-ras y desventuras de un típico personajede clase media criolla con sus enredosde familia junto a Petrona, su mujer.

La popularidad de esta historieta hi-zo nacer el tango milonga homónimoque firman Salvador Granata y OrlandoRomanelli.

Granata fue una figura popular de loscarnavales montevideanos de la décadadel veinte, dirigiendo la famosa troupeUn Real al 69. Aunque era músico deprofesión, ejecutante de guitarra, escri-bió muchas letras para temas populares,entre ellas la de este tango-milonga quecomentamos. Como compositor firmóotros lemas: «Cuento criollo», «Pobremascarita», «Borrón de niebla», «El mi-longuero», entre los más conocidos. Fuetambién autor teatral. Murió en Monte-video el 5 de mayo de 1947.

Don FulgencioOrlando Romanelli, fue un destacado

pianista y compositor de la década deldiez, muy conocido en las pensionesmontevideanas donde alternó con losmás famosos ejecutantes del tango deentonces. Fue fundador y presidente dela Sociedad Uruguaya de Intérpretes ycomo compositor dejó entre una nutridaargentina: «Don Fulgencio». Su crea-dor, Lino Palacio, contó alguna vez lacircunstancia que le inspiró el persona-je: «En 1915 estaba yo escondido en uncafé de Bolívar al 200. Me había hechola rabona en el Nacional Buenos Aires.Por la vereda opuesta caminaba un ven-dedor de biblias que recorría habitual-mente el barrio de San Yelmo. De pron-

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to se detuvo, miró para todos lados enbusca de testigos ocasionales v creyen-do que nadie lo observaba, pateó conentusiasmo una cajita de fósforos. Lue-go siguió su camino recobrando su airesolemne y reservado».

«Don Fulgencio» se publicó en LaPrensa hasta 1943; una diferencia decriterio entre el autor y la dirección deldiario respecto de la inclusión del per-sonaje en una publicidad del café Soro-cabana determinó que la tira pasase aser un clásico del vespertino La Razónhasta nuestros días.

El éxito del personaje llevó a MarujaPacheco Huergo a musicalizar una letradel propio Lino Palacio (Flax) compo-niendo un tema que titularon «La rondade don Fulgencio». Fue editado por Edi-torial Musical Pirovano y en la carátula,formando ronda, aparecen junto al hé-roe, otros personajes no menos famososde la tira: Radragaz, Tripudio, el ma-yordomo, etc.

Maruja Esther Pacheco Huergo deFerradaz Campos, tal su nombre com-pleto, fue una inspirada autora y com-positora a la vez que una excelente can-tante. Entre sus temas más difundidosse encuentran los tangos «Dos almas»,«Melancolías», «Sinfonía de arrabal »,«Tu regreso», «Alas rotas» y «El adiós»

que con letra de Virgilio San Clementeconstituyó uno de los grandes sucesosde Ignacio Corsini.

«Don Fulgencio» llegó al cine en lainsuperable interpretación de EnriqueSerrano y tuvo su ciclo radiofónico bajoel título de «El hombre que no tuvo in-fancia», protagonizado por uno de losmás talentosos actores que diera la es-cena nacional: don Francisco Álvarez.

Cicuta y AvivatoLino Palacio –el inefable Flax– fue

creador también de dos singulares per-sonajes de la fauna porteña: Cicuta yAvivato. Ambos definen tipos de sin-gulares perfiles sicológicos, incorpora-dos definitivamente al lenguaje cotidia-no de Buenos Aires.

Cicuta nació hacia 1945 en la RevistaDon Fulgencio que dirigía su autor. Afines de la década Jorge Palacio (Faruk)se hizo cargo del personaje cuando la ti-ra pasó al diario Crítica. En realidad fueel regalo de casamiento que recibió departe de su padre, así como su hermanaCecilia recibió Ramona. En 1953 al edi-tarse la revista Avivato, Cicuta se con-vierte en uno de los personajes sobresa-lientes de la nueva publicación. Por 1970lo ubicamos en las páginas de PrensaLibre y en 1983 en La Época.

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El personalísimo y geométrico dibu-jo de Faruk imprimió una nueva e insu-perable fisonomía al personaje creadopor su padre. Las tiras fueron reimpre-sas en varios libros recopilatorios y ac-tualmente Cicuta forma parte de la Co-lección Clásicos del Humor Argentinode Editorial Record, lo cual constituyeun justo reconocimiento para un artistade tan larga y fecunda trayectoria comoFaruk.

Precisamente Faruk y el pianista Jor-ge Dragone firman el tango «Te llamanCicuta», cuya letra define con toda pre-cisión los rasgos de este singular perso-naje «siempre de negro empilchado».

Desde chico te llaman Cicutapor amargo, envidioso y cabrón...Che Cicutasos un cuervo envenenadobuscando siempre a tu ladoa quien poder amargarChe Cicutate copás con los velorioste mufás con los casoriosy al ver los pibes jugarJorge Dragone es un músico de larga

trayectoria en el tango; nació en Gene-ral Villegas (Pcia. de Buenos Aires) en1927. Cuando nacía Cicuta a principiosde la década del cuarenta, Dragone in-tegraba el trío de Antonio Sureda. Des-pués colaboró con distintas orquestas:Edgardo Donato, Juan Sánchez Gorio,Hugo Baralis, etc. Acompañó a AlbertoCastillo en su gira europea de 1954 ydesde entonces prestó marco orquestala los más importantes cantores de pri-merísima línea. Su obra más conocidaes la milonga «Zapatito de raso».

Otro gran personaje creado por LinoPalacio, es Avivato. Su aparición datadel 23 de septiembre de 1946 en las pá-

ginas del diario La Razón. En 1953 tuvosu propia revista.

Su historia la conocemos por la plu-ma de su creador. Lino cuenta que undía lo llamó el director de aquel vesper-tino «y me solicitó un personaje para eldiario. Pero debía ser un tipo bien por-teño y sobre todo muy humano. Hacíatiempo que deseaba dar forma en el pa-pel a un espécimen muy nuestro que en-contramos en todos lados: me refiero alvivo, al oportunista... Ya dispuesto adarle vida hice una revisión de los per-sonajes que en ese momento se publica-ban en los diarios y comprobé que nohabía ninguno con una sicología simi-lar. Entonces me lancé con desbordanteentusiasmo a reflejar en la historieta susaventuras».

Tal fue el éxito de esta tira, que elpersonaje fue llevado al cine en un re-cordado film que protagonizara PepeIglesias: «El zorro».

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Avivato tiene su tango homónimocuya letra y música pertenecen tambiéna Lino Palacio. Fue editado por Ferma-ta el 1 de septiembre de 1970 y uno delos pasajes de su letra dice:

Sos un avivato¡qué le vas a hacer!Estás en la olanunca hacés colay sos el primeroen el marcador.Sos siempre oportunosos fórmula unoy nunca ventajanadie te sacó.Estás en el ruidoseguís a las modaste las sabés todascada cual mejor.

Don FermínM.S. Castagno y M.A.S. Leo firma-

ron una ranchera editada por José

Schneider cuyo título es «Don Fermín,el roncador». Está inspirada por su-puesto, en el personaje creado en 1925por Dante Quinterno (el autor de «Pa-toruzú») para la revista Mundo Argen-tino. Precisamente a Quinterno y a laEditorial Haynes, responsable de lapublicación, los autores dedicaron eltema.

Don Fermín es en cierto modo lacontracara de todos los personajes si-milares de su tiempo. Es un jefe de fa-milia que, a la inversa del recordadoPancho Talero por ejemplo, no está so-metido a la voluntad de su mujer, sinoque ejerce su autoridad y su caprichocasi despóticamente; es el que verda-deramente ronca en su casa. Con eltiempo se fueron agregando otros per-sonajes como la negra Timoteo, el ñatoCosta, su suegra Encarnación y Cons-tantino, hasta la llegada de El Jefe, elmaligno personaje responsable de lastantas desventuras de nuestro héroe.Posteriormente la tira cambió de nom-bre, publicándose en la revista Patoru-zú como «Don Fierro».

Max y CarlitosEntre las muchas curiosidades que

ofrece el tema de los tangos inspiradosen personajes reales, vale mencionar untango milonga firmado por D.F. Scloc-co (Dominguito) titulado «Max y Carli-tos» –obviamente Max Linder y Carli-tos Chaplin– quienes también, algunavez, trascendieron el celuloide para vi-vir sus aventuras en los cuadritos de pa-pel. La pieza fue editada por BreyerHnos. y está dedicada al señor JaimeMas.

Los KewpiesAugusto Gentile, el inspirado autor

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de «El desalojo», firma un tango quelleva el curioso título de «Kewpies».Los Kewpies eran unos simpáticospersonajes creados por Rose Oneillen 1909 para la revista Ladie HomeJoumal.

La fama de estos duendecitos fue talque en 1912, una fábrica de muñecos deAlemania adquirió la licencia y los co-mercializó con un éxito sin precedenteque llega hasta nuestros días. Los Kwe-pies aparecen en papeles de carta, pos-tales, impresos, etc.

El tango fue editado por BreyerHnos. «con permiso del concesionariode la marca registrada Kewpie F. Sta-ropolsky» de la calle México 131 Bue-nos Aires, no descartándose que sucreación respondiera a una finalidadpublicitaria.

Bómbolo, Amarrotoy Juan MondiolaExisten también otras piezas que lle-

van por título nombres de conocidospersonajes del comics nacional. Tal elcaso de «Bómbolo» de Divito, de«Amarroto» creado por Osky (OscarConti) para la revista Rico Tipo y «JuanMondiola» de Bavio Esquiú.

Con el nombre de «Bómbolo» regis-tramos un pasodoble que firman Marf yMascheroni y cuyo arreglo pertenece aEnrique Rodríguez. A pesar de su títu-lo, el tema es italiano y originalmentefue editado por A. & G. Carisch & C. deMilán. En Argentina lo publicó Ricordien 1931 con una letra que muy vaga-mente denota alguna semejanza con lacreación de Divito, aunque el dibujoque ilustra la carátula denuncia la in-

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confundible fisonomía del personajevernáculo.

«Amarroto» (Rico Tipo, 1940), per-sonificación grotesca del amarrete,inspiró sin dudas el tango que MiguelBuchino y Juan Cao compusieron en1951 y del cual Juan D’Arienzo conAlberto Echagüe, hicieran una magis-tral creación.

En la timba de la vida al final todo sepierde

no hay mortaja con bolsillos a la ho-ra de partir

vos que no sabés siquiera de un finalbandera verde

confesame che Amarroto, para quéquerés vivir.

El personaje de Osky delineado conlos inconfundibles rasgos de su originalestilo quedó incorporado definitiva-mente a la galería de prototipos porte-ños y al lenguaje cotidiano y popular.

Juan Mondiola no fue en su origen unpersonaje, sino el seudónimo que utili-zara Miguel Ángel Bavio Esquiú para

firmar sus personalísimas crónicas de lamás pura estirpe porteña. La primeravez que firmó de tal modo, fue el 10 dejunio de 1941 en la revista Campeón,pasando luego a fines de 1942 a la re-cién fundada Rico Tipo, donde el perso-naje de ficción adquirió una existenciapropia, independiente del autor. JuanMondiola, «en tono de don Juan can-chero y suburbano» al decir de José Go-bello, narraba sus crónicas deporti-vo-sentimentales plenas de pintorescosmatices. Fue Pedro Seguí, uno de losmás talentosos dibujantes de la décadadel cuarenta, quien materializara suporteñísima estampa: «el saco gris, elfunhi negro y el lenghe de clase» conmonograma. Dos volúmenes titulados«Andanzas de Juan Mondiola» (1947)y «Juan Mondiola» (1954) recogen to-das las notas de Bavio Esquiú. Un tangoinmortalizó también su nombre. En elcine fue encarnado con singular identi-ficación física y sicológica, por JuanJosé Miguez.

PatoruzúSin lugar a duda uno de los persona-

jes más representativo de la historietaargentina es Patoruzú, la creación deDante Raúl Quinterno.

Este era discípulo del Mono Taborday se había iniciado en las famosas Pági-nas de Columba ilustrando aquella his-tórica pelea entre Firpo y Dempsey enel Polo Grounds de Nueva York en sep-tiembre de 1923.

Hacia 1925 Quinterno publicaba suscreaciones en muchas revistas, dandovida entre otros personajes a «Don Fer-mín» (conocido luego como «Don Fie-rro») de quien habláramos líneas másarriba. Pero es 1927 y para el diario Crí-tica cuando Quinterno crea su tira titu-

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lada «Un porteño optimista», que mástarde se llamaría «Las aventuras de donGil Contento». Al año siguiente incor-poró a ella un nuevo personaje: se trata-ba de un indio tehuelche, cacique de laPatagonia, que entró por la puerta gran-de de la historieta como si ya conocierasu exitoso destino. El miércoles 17 deoctubre de 1928 Crítica anunciaba a suslectores la inminente incorporación deeste personaje. Al día siguiente repetíael anuncio: «Mañana debuta el indioCurugua-Curiguagüigua». Por fin el 19de octubre de ese año, en el primer cua-dro de la tira «Don Gil Contento», el in-dio gritaba desde la puerta de un trencarguero: «¡Guagua! ¡Piragua! ¿Vossos meu tutor chei? ¡Curugua-Curigua-güigua te saluda!» a lo que Gilito res-ponde: «Por fin llegaste Patoruzú. Tebautizo con ese nombre porque el tuyome desconyunta las mandíbulas».

Lo cierto es que fue el Dr. MuzioSáenz Peña quien le sugirió a Quinternoque cambiara el nombre del personajepor uno más fácil de recordar. Patoruzúera la contracción de un caramelo de co-lor negro muy famoso por entonces, co-nocido como Pasta de Oruzú. En 1930aparece en La Razón; en 1935 en ElMundo y en 1936 tiene su propia revista.

Patoruzú es el símbolo de todas lasvirtudes inalcanzables para el común delos mortales argentinos; es un hombresimple y sencillo, sobrio y estoico enextremo, con un patriotismo sin límites,con mucho de quijote y de intrépido a lavez y generoso hasta el desprendimien-to total.

No faltaron, sin embargo, quienesencontraran en el personaje rasgos deuna personalidad compleja, que no esmateria para analizar en el presentetrabajo.

Hemos podido saber de dos compo-siciones que se le dedicaron, sin descar-tar que pudieran existir otras. «¿Quéhacés Patoruzú?» es una ranchera quegrabó Francisco Canaro con la voz deRoberto Maida y un tango titulado «Pa-toruzú» que firman Baldomero Suárezy Ricardo Pontón. A tantos años de dis-tancia el personaje mantiene una inu-sual vigencia.

Sueños de historietaPara cerrar estos apuntes, que sólo

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Tangos de historieta

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constituyen una reseña parcial e incom-pleta del tema abordado, quisiéramoshacer referencia a un tango inédito aún,que en 1990 compusieron Osvaldo Ta-rantino –«uno de los más extraordina-rios pianistas del tango de todos lostiempos» al decir de Horacio Ferrer– yel poeta Ricardo A. Ostuni, padre deuno de los responsables de este trabajo.

El tema se titula «Sueños de historie-ta» y es un homenaje a esos «maestrosdel plumín y la tinta china, genios conun corazón grandote de purretes, aquienes nuestra infancia les debe tantassonrisas», según la dedicatoria de losautores.

El tango nació en el Café Homero, enPalermo Viejo, donde Tarantino yOstuni formaban por entonces parte delelenco. Originariamente la letra era unsoneto, pero por las exigencias de lamúsica devino en su estructura actual.En una de sus partes dice:

Sueños de historietaGanas de darle a la barreta,y limarle los barrotes a la mufa

como Piantadinocuando estaba en cufa.Igual que el Padrinosaber que la vida es una garufa.Y ser don Fulgencioy aún a la distanciarevivir la infanciacon el alma inquieta.Ya ves que la ilusión no está perdidasi al final la vidaes tan sólo un sueño de historieta.La existencia de tantas obras inspira-

das en personajes de historietas, po-drían inducir al equívoco de que el tan-go no siempre es «un pensamiento tristeque se baila». Sin embargo, como en lasmatemáticas, la excepción confirma laregla. La materia del tango es la triste-za, dice la autora italiana Meri Fran-co-Lao, porque el tango expresa siem-pre el tiempo perdido y el inasible sue-ño de su recuperación. También estospersonajes –caricaturescos y reideros–evocan años del lejano ayer. El pasadogravita con singular presencia en lasonrisa de hoy.

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Fernando García, Hernán Ostuni Rocca

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ResumenDespués de la llegada del gobierno militar las revistas de comics son usadas como herramienta

política editorial, estatal socialista anteriormente. Sólo los personajes cómicos se sobreponen a loscambios económicos te la década y los aparatos de televisión comienzan a redefinir la clase de revis-tas de comics que tendrán éxito. Esta situación engendrará el nuevo estilo para los argumentos de co-mics en los años venideros.

AbstractAfter the coming of the militar goverment the comics boooks are used as a political tool in the same

way the socialist publishing house previously had done. The comics characters however adapt them-selves to the economic changes of the period and the television starts to determine the type of comicbooks which will be sduccessful. This situation influences deeply the new style of the comics subjectsin the next years.

1974-1980

Este período se caracteriza por la mer-ma en publicaciones locales y la persis-tencia de las revistas importadas, contra-rio del mito de que el golpe militar acabócon las revistas de historietas. Como te-mática principal está el humor, el sempi-terno humor que logra subsistir en laprensa diaria ya en tiras o suplementosdominicales y en irregulares revistas dedistinta calidad gráfica y de contenido. Sedebe destacar que la mayoría de los títu-los apuntan al público infantil incluso enlos reciclajes editoriales que pruebansuerte en el incierto mercado pos golpe.Se grafica este hecho con la edición de

adaptaciones en comics de las series dedibujos animados que atraen la atenciónde los más pequeños del hogar cuandolos televisores se masifican y cambian loshábitos de los jóvenes lectores, hecho quese ejemplifica en la desaparición de launa vez popular Mampato. Ya las seriesjaponesas en menor medida, pero presa-giando lo que el futuro depara para estas,y las de Hanna-Barbera o Editorial Mar-vel se mantienen un par de años comoproductos de venta segura. Hito es el que«Condorito» se hace producto exportabley se convierte en el personaje más emble-mático del cómic nacional y el más cono-cido a nivel internacional, aunque se des-conozca su origen chileno.

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La historieta en Chile6

Cristian Eric Díaz CastroDibujante de historietas, coleccionista, investigador de la historieta, Valparaíso, Chile

HISTORIA

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1974«El Patito Chiquito», uno de los clo-

nes de «Condorito», dibujado por Tom,nuevamente aparece en revista propiaalcanzando sólo tres números en el mis-mo año con aparición mensual. Win-chester, revista de 64 páginas con histo-rietas varias, editada por Publisa figu-rando como director Carlos Cabrera, Larevista impresa en los talleres de La Na-ción incluyó comics extranjeros y na-cionales como «Los hermanos Carajo»(parodia a la telenovela «Los hermanosCoraje»), «Cuervo Kid» por Orlando,«Vito» por Néstor. En el no. 13 (quesirvió de referencia) se registra un errorya que figura 10 en el interior. Otro he-cho curioso es que anuncia la revistaPif-Paf siendo esta una revista argenti-na. Andro es otra revista que apareceeste año con las desventuras del prota-gonista homónimo, un niño de clasemedia que cuestiona desde la sociedadpasando por la vida y llegando hastaDios. Con guiones de Eduardo Yentzeny dibujos de Luis Sila la revista apareceuna sola vez. Pif-Paf, emulando a la re-vista argentina aparece y publica en sucorta vida series como «Cosmito» don-de firma Rolando.

Enero: Chiquitín, la revista de los ni-ños, fue una publicación mensual enedición de 24 páginas en colores y dostintas. La revista de Editores CarriónHnos. Ltda. fue dirigida por ClarinaRobledo M. y contó entre sus colabora-dores a Víctor Aguirre A., Miguel Mo-reno M., Nato, Sergio Toro Calderón,Mariel Vemo y Tom. Su contenido loconstituyeron cuentos ilustrados, ma-nualidades, didascalias con adaptacio-nes de cuentos famosos, minibiogra-fías, la sección de la «Rata sabia» quehablaba de los inventos, poemas, bio-

logía, trucos de magia, los comics de«Chiquitín» dibujados por Tom, etc. Decontenido liviano enfocado a los que re-cién ingresaban a educación básica larevista no sobrepasó la quincena de nú-meros en una decente impresión.

Enero: Zorro, revista mensual de 64páginas en colores con rediciones de lopublicado en la década pasada, dondese leen las firmas de Manuel Rojas, Ma-rio Igor, Avelino, Onofre o Cárdenas.La revista publicada por Editorial Ga-briela Mistral y Pincel llega hasta los 10números para ser luego el material edi-tado en Argentina por Editorial Tucu-mán aprovechando que el protagonistade la serie televisiva, Guy Williams es-taba radicado en el país vecino y gozabade amplia popularidad.

Febrero: Pato Donald, no. 1 de otrarevista con el personaje de la casa Dis-ney es editada por Pincel en edición encolores de 32 páginas.

Marzo: Condorito no. 45 en su edi-ción mechona en cuya publicidad se daun reparto de los personajes que apare-cerán en sus páginas.

Marzo: «Francotiradores del hu-mor», libro recopilatorio y analítico delhumor político previo al golpe de esta-do, realizado por Hernán Millas junto aGuillermo Blanco con los dibujos dePercy Eaglehusrt Ramos (Percy), Ren-zo Pechenino Raggi (Lukas), AlbertoReyes Mozo (Bigote), Bastías, Nakor,Alejandro Montenegro (Rufino), losque además acompañaban los textos delos famosos periodistas, los señoresMillas y Blanco aparecidos en la prensade la época y que criticaban el gobiernode don Salvador Allende.

Última semana de marzo: OsvaldoFernández realiza su última ilustraciónen «La vida simplemente» en la revista

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Cristian Eric Díaz Castro

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Ercilla no. 2017. En el siguiente núme-ro le remplaza Patricio Amengual.

Primera semana de abril: Varieda-des de Walt Disney, nueva revista deEditorial Pinsel pero en formato peque-ño con 96 páginas en colores.

Abril: Festival, revista que comienzacon material Hanna Barbera como «Lospicapiedras» y luego redita lo publicadoen Rakatán, como «Quintín Quintay»,«Cavernito» y «Perico Bla» (12/75), obien los comics de la serie infantil «Pla-za Sésamo» (8/75), que no siguió comorevista regular. La amalgama de redicio-nes fue obra de Editorial Pinsel Ltda. fi-gurando como directora Elisa Pérez. Larevista fue impresa en los talleres deEditorial Gabriela Mistral en edicionesde 48 páginas a color y aparición men-sual. Se pensó como apoyo escolar puesademás de historietas incluía trabajosmanuales para los más pequeños, conte-nido basado en los programas de técni-cas especiales de la enseñanza básica,contando así con la aprobación del mi-nisterio. Alcanzó 24 números (3/76) nú-mero que incluyó un calendario para elnuevo año escolar presentando los có-mics de «Fixi y Foxi» y los de Tommy y«Pequeño castor».

23 de abril: La Pandilla, revista in-fantil de Editorial Nacional GabrielaMistral, dirigida por Isidro Arteaga Ja-rrett. En esta revista de gran formato si-milar a Mampato, de 48 páginas en co-lores colaboraron con sus comics y di-bujos Patricio Arteaga, Arturo de La O,Néstor Espinoza, María Cristina Jor-quera, Miguel Ortiz y Ricardo Sando-val. Entre los comics fijos de la revistaestaban «La Pandilla» donde Pincho,Manena, Paulo y Caco viven las expe-riencias propias de los niños; «Maxi yMini» con las travesuras de dos perros;

la sección de «Pinpón» de Jorge Guerraque cuenta con rudimentarios comics enconjunto con Bárbara Herreros. «Hora-cio», «Paulo», «Manena» y «Pincho»todas tiras cómicas de Pachini; «Loba-tito» con guión de Mev y dibujos deNato con las andanzas de un jovenboyscout. Hacia el no. 20 se incluyenfotonovelas protagonizadas por niñosque comienzan en el tiro y terminan enel retiro por Producciones Panqueque elMago con las aventuras en «Pequelan-dia» y aparece «Bruji», de Néstor Espi-noza, que junto a sus amigos los duen-des Fix y Fox viven simpáticas aventu-ras. Otros comics que aparecían sólouna vez fueron: «Cuando mueren loshéroes» (sobre Caupolicán), «El Cid yPayadores de la leyenda» por Sandoval,«La batalla de Gavilán» y «El cañónabandonado», por Arteaga; «El leñadordel rey», «Los mapuches» por CarlosSotomayor. La revista también traía no-tas de interés cultural y juegos así comocuentos. A destacar está la nota a Coréen el primer número de la revista dondeuna vez más se hace presente el fantas-ma de la revista El Peneca. La revistade aparición quincenal alcanza comoúltimo número el 28 (6/5/75).

Ultima semana de abril: «Artemio»nuevamente en revista propia, esta vezbajo el alero de Editorial Carrousel, enedición de 80 páginas. Al acontecer elgolpe militar Hervi se haría cargo de lacontinuación del personaje de PepeHuinca ya que este dejó el país.

Primera semana de mayo: «La Ca-lle», página humorística de Pepe Huin-ca debuta en revista Ercilla no. 2022.

Junio: «Intocable», en una revistaque relanza al personaje originado enEditorial Zig-Zag ahora bajo el sello deEditorial Gabriela Mistral en una edi-

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ción de 32 páginas en colores con lasaventuras del rey de la selva junto a suhijo Yarkho tras su matrimonio con Ka-rola. El joven heredero del Intocable yahabía aparecido en las postrimerías delas ediciones de Editorial Quimantú co-mo bebé. Ahora aparecía adolescente yno sabe que su padre es Mizomba, me-dida que se tomó para así protegerlo delos enemigos de este. Se topa con él en

medio de la selva y congenian ensegui-da sin sospechar su vínculo. Los guio-nes estuvieron a cargo de José Zamora-no y los dibujos de Hildegardo Igor oManuel Cárdenas. Las andanzas del parya reconocidos los lazos de sangre losllevan a un mundo perdido en medio delcontinente africano (no. 2) donde elmaligno Mentutep llama telepática-mente al primogénito de Mizombacumpliendo una profecía sobre el en-viado de Aminotep y reunir en torno aeste objetivo a los grupos armados deeste lugar y salir a conquistar el mundoexterior desde donde proviene el últimode los Intocables. A las historias de Mi-zomba y familia se sumaban otras quetenían como escenario el desierto, co-mo «Una vida por otra» (no. 1), «El de-lator» (no. 2), «Intuición» (no. 5) o «LaBúsqueda» (no. 12), dibujadas porErnesto López o El enlace dibujada porHernán Contreras (n° 7) al igual que«El cobarde», historias todas siemprecon guiones de Jorge Yáñez. Además larevista contaba con fichas sobre lospueblos de África.

Junio: Colección Tesoros de WaltDisney no. 8 ahora de 80 páginas a colorregularmente impreso, que contiene treshistorias previamente publicadas conaparición trimestral bajo el sello Pincel.

Última semana de junio: Aventurasen Sésamo revista de Editorial Carrou-sel con comics inspirados en el exitosoprograma infantil «Plaza Sésamo».

Agosto: Artemio no. 2 de EditorialCarrousel hace su aparición mantenien-do el formato y cantidad de páginas.

23 de agosto: Extra Mampato, al pa-recer el único con las aventuras de Má-ximo Chambónez y Mampato en Romaen revista de 48 páginas en colores pu-blicadas por Editorial Lord Cohcrane.

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Cristian Eric Díaz Castro

Figura 1: Comenzó como un simple gañán delsiglo XX durante su publicacion bajo el selloQuimantú y se transformó en un justiciero defines del siglo XIX poco antes de pasar a sereditado por la Editora Gabriela Mistral. Asípermaneció hasta que la serie fue canceladapara ser resucitada su imagen en el Hijo de laMontaña poco tiempo despues.

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Themo Lobos retomaría la idea tras elcierre de revista Mampato y saldrían asílas primeras revistas Ogú.

Octubre: Hijo de la Montaña, revis-ta que continúa el concepto presentadoen la saga de «El Manque» ahora conotro planteamiento. Publicada por Edi-torial Nacional Gabriela Mistral en for-mato tradicional de 32 páginas en colo-res y con aparición quincenal la imagendel arriero se trastoca y traslada de nue-vo al siglo XX. Allí se presenta al per-sonaje principal como amauta que vie-ne de la ciudad perdida de los incas adonde fue llevado por el mensajero delas montañas (un cóndor gigante) ydonde fue entrenado para combatir lasfuerzas del mal en el mundo exterior.Lo sobrenatural toma revuelo en lashistorias como en la que Manuel Rosa-les, el hijo de la montaña se enfrenta aun mago negro quien es en realidad donVenancio, un hacendado que pretende aRosalba, amor de amauta, nieta de donCustodio Morales. El perverso persona-je lidera una banda de monjes encapu-chados que pretende eliminar a Ma-nuel. En otras aventuras el joven resca-ta a imprudentes jóvenes montañistas oenfrenta a otro guardián de la montañaque muere en sus brazos. A estas histo-rias se les complementaba con comicsque involucraban a los militares chile-nos dibujados por Santiago Peñailillo oErnesto López algunas de ellas. Es co-mún que en este período aparezcanmensajes al pie de página concientizan-do a los lectores, siendo algunos de esostextos: la patria amaneció en septiem-bre, sin rencores, justicia e igualdad an-te la ley, las fuerzas armadas salvaguar-dan nuestra soberanía, mañana será ungran día para Chile, etc. La revista queincluye una efeméride en la contratapa

de cada número no llega a la veintenade números.

1 de octubre: Mash, revista humo-rística quincenal editada por EditorialRapa Nui y dirigida por Germán GablerÁvila, quien también dibujaba en lamisma. La revista estuvo claramenteinspirada en la famosa Mad de Estados

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Figura 2: Retomando el enfoque nacionalistade los personajes que se generó durante la uni-dad popular la imagen de El Manque se retocaen una más mística en esta serie que dibujómagistralmente Mario Igor. Un baquiano cria-do en una ciudad perdida de los Andes que consus grandes poderes protege al mundo de símismo, por lo menos en los faldeos cordillera-nos. Estas historias venían complementadaspor unas protagonizadas por militares ya de lalegión o del ejercito chileno.

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Unidos y sobre todo en su contrapartidaMash de Inglaterra. Nótese la similituden el nombre, aunque este pertenece auna película, una comedia sobre Viet-nam exhibida en el cine en esos años.Sólo se debe revisar el contenido enblanco y negro, para toparnos a travésde sus 32 páginas con la publicidad ridí-cula, los consejos inútiles y absurdos,las parodias a seriales famosos y perso-najes del cine, la televisión y los co-mics. En cada número de Mash el tiro

presentaba la historia muda titulada100 000 a.c., donde unos prehistóricosviven extrañas situaciones. El autor fir-maba como Gus, quien en el retiro nospresentaba sus «Autodramas», con si-tuaciones relacionadas con los automó-viles. También se repitió un personaje:Segismundo Fraude, dibujado por Ger-mán Gabler, con una apariencia que re-cordaba a la del Profesor Topaze. Otrosdibujantes que participaron en esta pe-culiar revista fueron Nelson Soto, AbelRomero. Si confiamos en el genio y ori-ginalidad de los dibujantes-guionistasnacionales las parodias resultaban di-vertidas. Por ejemplo, en el no. 1 en-contramos «Mizumba» (Mizomba),quien es buscado por una chita para pe-dirle cuentas por la piel que El Intoca-ble lleva puesta. Luego viene la de «Pa-lurdo» (Columbo), obra de Gabler ySoto; en el no. 2 vemos a «El pufgitivo»(El fugitivo) de Nelson Soto, «Maoma»(Mawa) donde sus mascotas se dancuenta de que es piel de leopardo lo quela amazona viste y la abandonan; «Su-perpatán» (Supermán). En el no. 3 es elturno de «Kung-fu-so» (Kungfu), porGabler y Soto. En este número aparecetambién una singular reivindicación dela historieta como aporte cultural y seexplica al pie de viñeta cada términoempleado en ellas. Otro famoso paro-diado es «Tarzán de los monos» dibuja-do por Gabler y Romero. En el no. 4 nosreímos con «Nausea 12» (Área 12), di-bujada por Gabler. El retorno del Capi-tán Marvel que nos presenta el triste fi-nal de Billy Batson al pronunciar la pa-labra mágica Shazam. El rayo cae y lotransforma... en cenizas. En el no. 5(25/11/74) el último, nos muestra lasaventuras de los «Mareadores» (losvengadores), por Gabler, «Una mañana

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Cristian Eric Díaz Castro

Figura 3: El humor logró mantenerse a flotedurante los años del recambio de gobierno.Con mayor y menor éxito debemos decir. Estarevista imitaba el estilo de la popular Mad y ensus páginas se incluyeron muy buenas paro-dias salidas principalmente de la pluma deGermán Gabler. Aún así la experiencia durópoco.

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en la jungla» donde el balanceo de lianaen liana de Tarzán es interrumpido conuna colisión con... ¡Mizomba! Persona-jes clásicos que no se escapan a la iróni-ca mirada de los autores de Mash. Eneste número de despedida aparece lasección donde los personajes de histo-rieta actúan como gente común. Loselegidos son Mafalda y sus amigos ha-blando temas propios de niños, DonFausto y Crisanta, matrimonio que ter-mina con divorcio y nuevo matrimoniopara el vapuleado anciano con una es-pectacular vampiresa; Artemio siendodespedido por sus atrasos, Don Memo-rario y Ben Bolt ponen la nota final.Como parodia última en la contratapasale una para la campaña del tránsitofirmada por Abel Romero.

Noviembre: Artemio 3 siempre deEditorial Carrousel tratando de regula-rizar su aparición con el personaje dePepe Huinca.

Noviembre: «Condorito» en librospara colorear.

Noviembre: Remolino, suplementosemanal del diario Las Últimas Noticias,impreso en los talleres de Editorial LordCochrane en el cual aparecían comicsextranjeros como «Mañungo» («Ferdi-nand» de Mik), «Spiderman» (las tirasdiarias coloreadas acá y dispuestas enuna o dos páginas a partir del no. 218),«Lalo y Lola» («Hi and Lois» de MortWalker y Dick Browne). En lo nacionalestaban los comics de «El capitán Toñi-to», «Filimón» junto al «SargentoAnselmo» ambientado en la guerra delPacífico; «Bichicún» el gusano con ca-beza humana; «El Peuco Larraín» y «Elpequeño Checolín», mapuche de la triburuca-rasca, todas de Luís Cerna Alvara-do. Hacia 1981 la revista cambia su pe-queño formato a igual tamaño del diario

que lo cobija variando su contenido.Entre los comics que en este semanariose publicaban estuvieron: «Pedro Urde-males», «Preguntito» y «Pituto», porNato; «Marcelo» por el tío Raúl (RaúlSoza, quien ilustraba en forma caricatu-resca la tabla de posiciones del fútbolnacional los días lunes), «Pelusa, Pecosoy Queco», por Alfonso Miranda; «Le-yendas de Chile» y «Sahumerio el bru-jo», por Héctor Moya; «Tim y Taras-cón» –dioramas fotografiados o bien di-bujos tradicionales para las andanzas delos protagonistas– y «Timoteo yPin-Pón», por Delgado. Comics extran-jeros incluidos en el semanario en estanueva etapa fueron «Mañungo» y «Spi-derman». La revista tuvo como directo-res a Fernando Díaz Palma, Enrique Ra-mírez Capello. El semanario traía ade-más juegos y datos para los niños y unasección de correo donde a veces llega-ban muy buenos dibujos, y de 8 páginasen su formato pequeño pasó a 16, las quemantuvo al aumentar de tamaño siempreen colores. Remolino dejó de publicarsea finales de 1982.

Diciembre: Tribilín y Tío Rico en edi-ción gigante de 32 páginas en colores.

1975Suplemento de Historietas fue una ma-

la revista con redición de los títulos deAdán y Eva en un ejemplar de 96 páginaspresentando altrenadamnete las historiasde «Adán y Eva» y «Guillermo Tell»,que era el complemento en la revista tra-dicional. Editó Dilapsa con el criterio dela edición original usando color intermi-tente. En esta época en el diario La Terce-ra aparece una página dedicada a las tirasdiarias como «Pepe Antártico» acompa-ñada de las internacionales «Mandrake elmago», el «Fantasma», «Brick Brad-

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ford» y «Olafo el vikingo». Risas fueotro título de mediados de la década delsetenta al parecer, dedicado al humor edi-tado por Carlos Eckholt y Edical que sepublicó en forma individual y tomos dedos ejemplares. En esta divertida publi-cación de 64 páginas en su edición nor-mal colaboraron con sus comics: Ram,Moro, Nano («Barnabás», «Satiricón»),Tero, Ñam («El hermano Francisco»),Hernán Figueroa («Barnabás», «Gili»,«Amadeo Cafiolo», «Don Rogelio», «Elrápido González»), Tom («Gilbertino»,«Torcuate», «Belinda»), Nato («Jacoi-bo», «Erróneo», «Bibit Barot», «Insóli-to», «Persicola», «Barnardo», «Insolen-cio», «Cacomanía», «Toribio»), Satirik yCía., por contar a unos tantos con mate-rial siempre impreso en tonos sepia. Lu-kas aún tiene su programa «El mirador deLukas» en UCV Televisión. Condoritose edita cinco veces al año a partir de estey hasta 1979.

Enero: «Especial Condorito. Clási-cos de la historieta», libro de comics enformato mayor al de la revista habitualcon 44 páginas a todo color en encua-dernación de lujo.

Enero-marzo: El Amigo de los Ni-ños, revista editada por el Servicio Edu-cacional y Salud. Con relatos bíblicos.Tuvo aparción trimestral siendo el últi-mo número el 4 (10/12/82).

Febrero: Artemio no. 4 hace su apa-rición.

Febrero: Caravana revista de 80 pá-ginas en colores con los comics de«007», «Mawa» y «Jinete justiciero»,publicación de Editorial Carrousel.

Marzo: Pato Donald en formato delujo para exportar a Latinoamérica. Co-mo cosa novedosa las portadas de lasrevistas Disney de este mes servían co-mo forros para los cuadernos.

Marzo: Condorito no. 49 es el últi-mo editado con el sello Pincel.

Mayo: Condorito no. 50 es el prime-ro editado bajo el sello Carrousel.

Junio: Artemio no. 5 sale a la venta.Julio: Condorito no. 51 de Editorial

Carrousel.Julio: Doctor Mortis en edición gi-

gante de 64 páginas siempre con apari-ción quincenal a partir del no. 60. Asíduraría hasta la desaparicón definitivade la revista en 1976 en el no. 82 dondedibujaban Manuel Cárdenas y Manolo.

Septiembre: Especial Tío Rico porel cambio monetario en el país dondelos escudos se convertían en pesos.

Octubre: Artemio no. 7 está dedica-do al cambio monetario en el país.

Noviembre: Artemio no. 8 sale aquioscos.

1976Lugoze vuelve a Chile y comienza a

trabajar en el diario La Nación, laborque desempeñaría por siete años.

Junio: Exposición de Humor Gráficoe Historietas en la Sala del Círculo de Pe-riodistas en calle Amunátegui en Santia-go. Se hace notar que esta vez no hubollamado abierto y por iniciativa de algu-nos socios del círculo se lleva a cabo laexposición. Son treinta dibujantes tenien-do entre los conocidos a Mario Igor yLuís Rogers quien desafía a analizar susdibujos históricos y encontrar elementosque no pertenezcan a la época descrita yacusen falta de documentación.

Septiembre: La Chueca, suplemen-to humorístico del diario La Estrella deValparaíso, idea original de LepoldoTassara Cavada quien le propone al pe-riodista José Tomás Reveco la direc-ción de la misma. Con el seudónimo dePapiro se hace cargo de los divertidos

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artículos mientras que las ilustracionesestán a cargo de Roca (Rodrigo Calde-rón) en un comienzo. Más tarde le rem-plaza el caricaturista Rubén Bastías.Con publicación semanal (los díasmiércoles) siempre con portadas retra-tando a los personajes de la semana encómicas situaciones, mientras que en elinterior se repartían secciones humorís-ticas y las famosas fotofónicas, el sim-pático semanario dejó de publicarse enmayo de 1987.

1977«El pollo» de Hervi aparece en la mí-

tica revista Estadio y es el personaje queremplaza al veterano «Cachupín» de Re-nato Andrade (Nato). Hervi además sehace cargo de la página «El humor» ycolabora en la revista deportiva hasta1980, publicación que deja de editarseen el no. 2043 (5/10/82). En este añotambién sale la revista El Peque, de Edi-torial Yakarta e Imprenta Minerva conaparición quincenal y en formato tradi-cional. El último número de la revistafue el 11 (1977). De este año es el Suple-mento de Comics en el diario La Segun-da que aparece los viernes con persona-jes de la editorial norteamericana Mar-vel, como «Ghost Rider», «Red Sonya»,«Tomb of Dracula» y «Daredevil».

Enero: Pepe Atenas, dibujante cola-borador en el suplemento Icarito rem-plaza a Patricio Amengual en la revistaErcilla.

6 de abril: Icarito, suplemento se-manal del diario La Tercera inicia en elno. 438 una nueva etapa manteniendola idea de apoyo al joven estudiante conmaterias afines a los programas escola-res de la época. En esta revista no po-dían faltar los comics para entretener yenseñar. Entre estos tenemos a «Martín

Conejín» de Themo Lobos, quien ade-más ilustraba secciones en la revista,«Marti» de Néstor, «Patito» e «Icarito»–quien aparece como un niño alado lu-chador contra el crimen en el no. 532(17/1/79)– de Nelson Soto, «Paulina»de Tom; «La gruta del tesoro» de JulioBerríos, «Sabe mucho» y «Mamerto»de Rodolfo Paulus, otro ilustrador de larevista junto con Mario Igor, René Po-blete, Santiago Peñailillo, Eduardo de

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La historieta en Chile

Figura 4: Con material extranjero en un co-mienzo, el de «Delta 99», al final la revista co-bijó el trabajo de chilenos que mantuvieron laimagen del agente de cabellos de oro venidodel espacio tratando de seguir la estética de loshispanos que hicieron originalmente la serie.El experimento no superó la treintena de edi-ciones.

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La Barra y Oscar Vega. En el no. 771 deIcarito comienza un interesante cómicde fantasía heroica, «Lokán el bárbaro»a quien el autor, el genial Themo Lo-bos, lamenta no haber desarrollado másporque sabe tenía potencial. El cómicaparecía en una página completa y be-llamente coloreado y alcanza a aparecerhasta que la revista se replantea comosemanario monotemático en julio de1984 a partir del no. 799. Paralelo a«Lokán» se publica una página con lastiras de «Superhéroes», las mismas queaños antes aparecieran en el diario LaTercera, esta vez coloreadas. El dibu-jante habitual sería Santiago Peñailillo.

Agosto: Heidi TV, revista coeditadapor Pincel y Carrousel Ltda. Las aven-turas de la pequeña alemana se relacio-nan con la serie animada exhibida porTelevisón Nacional de Chile y tienenorigen extranjero. La impresión de lapublicación se hace en los talleres de laEditorial Gabriela Mistral. De apari-ción quincenal la revista de 32 páginasen colores alcanza 24 números. Algu-nas de las revistas traían póster en laspáginas centrales.

19 de agosto: Tamakún, el VengadorErrante, revista que alcanza 48 núme-ros (19/9/78) con aparición semanal enformato pequeño con 24 páginas enblanco y negro con las andanzas de esteémulo del famoso Kalimán, cuya revis-ta está saliendo paralelamente a la ven-ta. Las entretenidas historias compen-saban la simpleza en la gráfica.

Septiembre: Aventuras de Heidi esotra coedición Pincel y Carrousel Ltda.con aventuras de la pequeña alpina, dis-tintas a la trama televisiva y alcanza 43números.

Diciembre: Condorito no. 63 en suedición navideña.

1978En el diario La Tercera debuta una im-

portante tira norteamericana que acom-paña a las que ya se venían publicando.El listado es el siguiente: «Pepe Antárti-co», acompañada de «Superhéroes», conlas aventuras de los personajes de DCComics (Superman, Batman, WonderWoman, Flash, Rayo Negro, etc.), el«Fantasma», «Mandrake el mago» y«Brick Bradford», las cuales a veces al-ternarían con «Olafo», tira que se vienepublicando en las primeras páginas delperiódico desde hace algunos años. Laapetecida página se editaría hasta 1984,quedando sólo «Olafo» y «Pepe Antárti-co» hasta la década del noventa. Tras de-jar de editarse la revista Mampato ThemoLobos edita la revista Ogú publicada porEditorial Lord Cochrane. La revista encolores logra aparición regular alcanzan-do ocho números. En ella se reditaban lasaventuras de Mampato y de otros perso-najes de Themo Lobos. Junto a esta revis-ta se editó el primer Álbum Ogú que redi-tó el encuentro del niño aventurero y elsimpático cavernícola en la aventura queinvolucró a KiliKilis y Golagolas. Laidea del álbum sería retomada en 1986continuando la numeración y sería ante-cedente para la popular Cucalón. Esteaño proliferan las revistas con material deEditorial Marvel. Título de esta sindicali-zación por parte de Editorial GabrielaMistral mediante Doce fue Ironman, conaparición mensual, que alcanza los 38números. Al igual que los demás títulosMarvel la edición nacional alteraría bur-damente portadas y páginas eliminandovarias y alterando los diálogos. De esteaño es Pluto, revista con material Disneyeditada por Pincel en ediciones en coloresde 32 páginas de aparición quincenal. Sunumeración se reinicia en 1982 al igual

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Cristian Eric Díaz Castro

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que en los otros títulos Disney. Barraba-ses, la popular revista de historietas de-portivas de Guido Vallejos comienza sutercera etapa y llega hasta el no. 22(11/79). La revista manteniendo el for-mato de 32 páginas en colores tendríaaparición irregular.

Enero: Colección Grandes Novelasen Historietas, con material norteame-ricano (Marvel Comics) y en 48 pági-nas en colores alcanza 19 números, ter-minando su edición en 1979. La revistafue editada por Pincel e impresa porEditorial Gabriela Mistral y tuvo apari-ción quincenal.

Enero: El Oso Yogui hace su apari-ción aprovechando la popularidad delprograma televisvo. La revista de 32páginas en colores de Editorial LordCochrane y con aparción quincenal lle-ga hasta el no. 80 (1981).

15 de Marzo: «Los Picapiedras» de-butan en revista propia debido al éxitode la serie animada exhibida por Tele-visión Nacional. La revista editada porLord Cochrane y Doce tuvo apariciónquincenal de 32 páginas en colores ycon aparición quincenal alcanza 80 nú-meros (3/81). Dirigió la revista ÁngelaVegara. La revista además de comicstraía juegos y datos de interés.

Abril: La Guerra de las Galaxias,revista en gran formato de 32 páginasen colores que aprovecha el éxito de lapelícula «Star Wars». La serie fue decuatro números de aparición quincenaleditada por Araucanos y Editorial Ga-briela Mistral con licencia Marvel.

Junio: «Y», página viñeta de Carde-mil que comienza en la revista Ercillano. 2184 y se mantiene por varios añosmezclando un fondo muy detallado yrealista con los personajes principalesestilizados y tortuosos.

Junio: «Episodios históricos» deOsbén en el suplemento juvenil Cami-nos es un cómic de pobre factura gráfi-ca en un semanario de aparición irregu-lar y de muy baja calidad de impresión.

17 de septiembre: Pocas Pecas, su-plemento dominical destinado a los ni-ños y jóvenes comienza una exitosa vi-da editorial a través de El Mercurio ydiarios afiliados. Tomando el nombrede un personaje dibujado por Nato en ElPeneca, el suplemento en colores quisorecuperar el vacío dejado ese año por

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Figura 5: El bastión del apoyo al escolar sufri-ría cambios de directorio luego de la muerte deEduardo Armstrong, su fundador. Así los cri-terios para los comics que la revista icluía yque mejoraban cada vez más a veces le aca-rrearían problemas a los autores; y víctima dela irrupción de la televisión en los hogares larevista moriría a comienzos de 1978.

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Mampato y mostrando las andanzas delpersonaje Pocas Pecas y sus amigos,siempre contadas a modo de cuento yrelacionadas con el tema del suplemen-to, el cual comenzaba en portada conrelatos de Ana María Guiraldes e ilus-traciones de su hermano Ricardo, cuyotema principal era tratado en las pági-nas centrales del semanario con textoameno y buenas ilustraciones, constitu-yéndose en una buena ayuda para el es-colar cautivó a miles de niños y jóve-nes. Casi todas las temáticas posiblesfueron tratadas y el cómic no escapó aello. Así, en el no. 9 se resumía la «His-toria del comic» (claramente redactadadel libro «El arte del comic» de Edito-rial Pala) y Oskar Vega enseñaba consus duendecillos a crear una historietapaso a paso. En otro número la temáticafueron los superhéroes de historietadonde los dibujos los puso Mario Igor.Secciones de esparcimiento tambiénfueron incluidas como juegos con da-dos y fichas (impresos a lo largo y an-cho de las tapas de la revista o bien paraser recortados de las mismas) adivinan-zas, recetas de cocina, trabalenguas,una sección de correo de los lectores,biografías de artistas famosos del mo-mento y comics. A través de los 200 nú-meros que vieron la luz, historietas ex-tranjeras y nacionales engalanaron elsemanario: «Asterix y Obelix» que sepublicarían hasta el no. 50, «Lorenzo yPepita», «Ratón Mickey», «Pato Do-nald» y «Los Picapiedras», fueron al-gunas de las historietas sindicalizadasdesde un comienzo que amenizaron Po-cas Pecas, que se iban alternando hastaque terminó de editarse la revista. Másadelante se sumaría «Hulk, el hombreincreíble» que aparecería en tres sagasdesarrolladas por entregas a partir del

número 83 (13/04/80). En lo nacionaldestacaron «Michote y Pericón» y «Loscuentos del abuelo Chambónez» deThemo Lobos, material publicado en ElPeneca; «La isla misteriosa», adapta-ción libre de Luís Ruiz Tagle a la obrade Julio Verne que comienza en el no.51 (2/9/79) y finaliza en el 61(11/11/79); «Los misterios de la junglanegra», adaptación a la obra de EmilioSalgari por Fernando Miranda desde elno. 63 (25/11/79) hasta el no. 81(30/3/80), «Coco y Caco» en las pági-nas centrales por Néstor en el no. 72(27/1/80), personajes que reapareceríanen el no. 126 (1/2/81) como cuadernilloplegable. Se destaca el hecho de que elno. 79 es un especial sobre los dibujosanimados con una nota ilustrada porNéstor en donde la revista llama a con-curso a los lectores. Siguiendo con loscomics estuvieron «La campana de losmuertos» que comienza en el no. 98(27/7/80) de Luís Ruíz Tagle, cómicque dura hasta el 101 (17/8/80) númeroen que se muestra a los ganadores delconcurso de animación donde el mate-rial fue revisado por gente de Grafilmsen donde está Enrique Bustamante,creador del angelito de Canal 13 y «Unamigo en su camino». Retomando losespeciales el no. 53 es el aniversario dela revista y se presenta la galería de per-sonajes, cómo y por qué de Pocas Pe-cas, ficha de los ilustradores del sema-nario, etc. Volviendo a los comics estu-vieron «Los Cocondritos» de PabloCastro en el no. 106 (21/9/80) la prime-ra de cuatro apariciones. En esta edi-ción aparece una encuesta para evaluarla revista. «Malón» de Fernando Mi-randa comienza en el no. 121 (4/1/81).La historia tiene un marco histórico si-tuando el período tras la muerte del Go-

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Cristian Eric Díaz Castro

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bernador Guill y Gonzaga en Chile. Elcómic finaliza en el no. 127, número enque se regala un cuadernillo plegable delos «Cocondritos». El mismo formatose usa para el «Hombre mosca» de Nés-tor en el no. 135 (12/4/81). Otro cómichistórico fue «1820» de Francisco Mi-randa que comienza en el no. 160(4/10/81) y dura hasta el 175 donde salePulpito Pérez de Néstor también for-mando un cuadernillo plegando las pá-ginas centrales. El suplemento tambiénpublicaba cuentos en forma de cuader-nillo con ilustraciones de Mario Igorquien se lucía con sus acuarelas y quienmereció una entrevista en el no. 54(23/9/79). Otros ilustradores del sema-nario fueron Patricio Badinella con suaerógrafo, Loren con sus tiras humorís-ticas, Manuel Cárdenas, Ana MaríaFolch, Héctor Carrasco y Juan Cano. Larevista que alcanzó popularidad en bre-ve tiempo sirvió de vínculo para los jó-venes que se contactaban a través deella y colaboraban con dibujos, poesíaso recetas de cocina. Diversas activida-des y concursos organizó el semanariocomo por ejemplo el envío de mensajesen botella con la colaboración de laArmada de Chile a comienzos de 1982,avant premières, adquisición de masco-tas o concursos de dibujos e inventos.Hacia 1982 la revista decayó en popula-ridad y la crisis económica que azotóese año al país terminó con la interesan-te publicación que alcanzó el no. 199como el último (4/7/82).

Noviembre: Lukas expone en San-tiago en la sala Petite Galerie Turina.

9 de noviembre: «Supercifuentes eljusticiero» de Hervi debuta en el no. 2de la revista La Bicicleta. El personajeparodiando a Supermán se muestra co-mo un super ser envuelto en medio de la

crisis económica y social, condicionesque caricaturizan la situación chilenade ese tiempo.

19 de diciembre: El Hombre de laAtlántida bajo el sello de Éxitos de laTV Hanna Barbera fue una revista conla adaptación al cómic de la serie televi-siva protagonizada por Patrick Duffyencarnando a Mark Harris, nombreasignado al último habitante del conti-nente perdido por los científicos que leencontaron y ahora utilizan para la ex-ploración submarina. La revista de 32páginas en colores y de aparición quin-cenal fue publicada por Editorial LordCochrane en acuerdo con Doce Ltda.La edición alteraba el material originalcambiando y elimando páginas ademásde trastocar diálogos. Con dibujos deFrank Robbins la revista sólo vió cinconúmeros en los quioscos y albergó jue-gos en los últimos tres.

Diciembre: Conan el Bárbaro esuna revista que publica material nortea-mericano de la editorial Marvel. En unaedición de 32 páginas en colores sufrelos males de la edición nacional al ser elcontenido original retocado, a vecesburdamente, cercenado en todos los ca-sos para que quepan dos historias pornúmero, junto con presentar errores decompaginación, así como las portadasmuchas veces no coinciden con la his-toria impresa. Editada por Editorial Ga-briela Mistral en conjunto con DoceLtda. la popular revista alcanza 38 nú-meros teniendo las aventuras del perso-naje creado por Robert Erwin Howardaparición quincenal.

1979«La guerra del Pacífico», cómic con-

memorando los 100 años de la guerradel Pacífico, de Azarías Muñoz, se pu-

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blica diariamente en Las Últimas Noti-cias. Condorito deja de fumar. Ese ciga-rrillo a medio terminar desaparece al de-jar Pepo ese nefasto vicio. En este añofallece el dibujante argentino Oski. Eltrasandino avecindado en Chile habíanacido en 1914. La revista Japening conJa hace su aparición debido al éxito delprogama humorístico de Televisón Na-cional. En la publicación se caricaturi-zan a los actores y espacios del progra-

ma. Tambíen aparecen las historias al-ternativas en donde los personjes vi-ven sus chascarros en épocas pasadasal igual como se hacía en la televisión.Se editaría por casi un año en formato de32 páginas en colores y dibujarían enella Hervi y Manuel Cárdenas. Saval(Samuel Valenzuela Yuraidini) debutaen el diario Las Últimas Noticias. Ade-más de ser caricaturista se destaca porser un reconocido pintor dedicado a la

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Figura 6: Otro ejemplo de las revistas de corta vida. Con sólo un numero el pasquín cobijó un có-mic denuncia en un tiempo en que abundaban las listas negras contra algunos creadores.

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abstracción geométrica. Marco, de losApeninos a los Andes es otra revista conlas historietas basadas en la serie anima-da exhibida en nuestro país por Canal 13de la Universidad Católica de Chile queaparece este año. En un formato peque-ño y en colores la revista de apariciónquincenal llega al no. 21 durante el mis-mo año. La publicación estuvo a cargode Editorial Pincel y la impresión, deEditorial Antártica, siendo el materialgráfico, la historieta, importado. Leacompaña a esta revista Las Emocionan-tes Aventuras de Marco, otra publica-ción con el personaje popularizado en laserie de dibujos animados con guionesdistintos al de la trama exhibida en tele-visión. La revista en colores editada porPincel alcanza 25 números durante elaño apareciendo semanalmente.

1980En la prensa diaria se publican tiras

tales como: «Ripley», «Pupi» (CarlosMiranda), «Roldán el temerario»(«Flash Gordon»), «Mickey», «Dick elartillero», «Rip Kirby», «La naturalezaes así» en Las Últimas Noticias. Y LaEstrella tiene el suplemento de chistespícaros Caín, que se edita sólo un año amanera de anuario. «Pato González»debuta en la revista Mis Hijos este año.Debido a la exhibición de series televi-sivas, personajes de editorial Marvelson publicados en revista propia porEditorial Gabriela Mistral en conveniocon Doce Ltd. Siguiendo la iniciativade dos años atrás al Hombre de Hierrose le suman Hulk que alcanza 14 núme-ros durante el año; Spiderman tambiéncon aparición quincenal y que alcanzacomo último número el 15 durante elmismo año. En lo técnico sufrieron lasmismas atrocidades que las revistas del

bárbaro y el hombre de hierro. Conan elbárbaro reaparece en formato magazi-ne en revistas de 64 páginas en blanco ynegro y alcanza los siete números su-friendo la misma suerte de la edición encolores con retoques y mutilaciones so-bre el material sacado de la edición nor-teamericana de «Savage Sword of Co-nan». Condorito en estas fechas es edi-tado por Pincel y Editorial Lord Coch-rane seis veces al año al igual que du-rante 1981.

6 de enero: Suplemento de Historietasdel diario La Tercera aparece los domin-gos publicando comics de calidad, espe-cialmente los de factura nacional. En elmaterial extranjero que poco a poco sefue apoderando del suplemento estaban:«Popeye», «Príncipe Valiente», «Pillín»,«Henry», «Maldades de dos pilluelos» y«Daniel el travieso». En lo nacional esta-ban: «Alaraco», «Máximo Chambónez»,«Pimpín el aventurero» (inspirado en«Quintín» de El Peneca según confiesa elautor) y «Ferrilo», todos de Themo Lo-bos; «Waso Ramón» (que en el no. 54[11/1/81] edición aniversario aparece endos páginas del suplemento); «Quevedoy Paquita» de Vicar; «Condorito» de Pe-po; «Icarito», «Las aventuras del señorQuinn», «Nick Colt», «Los Pimienta ysus problemas», y «Zape el mago» deNelson Soto ; «Cuentos de Nacha» y «Uncuento chilote» de Rodolfo Paulus, «Cár-toriz y Sigfrido» de Mario Igor, «Tolák»,«La leyenda de Taori», «La ciudad de losCésares», «Yansihuara y Hianasirhue»de Julio Berríos, «El pirata» de ManuelCárdenas; Chatarra de Oscar Vega ; ElPaso del Diablo y Raymond Kill de Artu-ro del Castillo; «El último vuelo delPhoenix» de Francesco, una obra iniciáti-ca con los problemas del contacto con laTierra de Antar y Adonai, que comienza

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a publicarse en el no. 42 del suplemento;«La patota» de Bratesko; «Tarzanio» deTom; «Axo» de Máximo Carvajal, serieque debuta en el no. 34 (24/8/80) y quetendrá dos sagas más, «Peregrinaje deRené Poblete», excelente historia postholocausto nuclear que comienza en elno. 60 (22/2/81). Con algunas mermas enel contenido la genial publicación segui-ría publicándose ahora con cuatro pági-nas a partir de 1983 hasta 1984 superandolos 200 números publicando sólo «Alara-co», el «Waso Ramón» y algunas tirasimportadas.

Enero: Lo Mejor de Lukas, suple-mento recopilatorio de los trabajos paraEl Mercurio y los periódicos subsidia-rios, comienza su aparición anual, siem-pre en este mes, recogiendo lo mejor dela producción del destacado dibujantedurante el año anterior. El preciado su-plemento se publicaría hasta 1987.

4 de marzo: Pequeña Biblioteca, su-plemento de ayuda escolar del diarioLas Últimas Noticias es relanzado y co-bija en sus páginas más comics que ensu etapa anterior bajo la dirección deLuís Cerna. Material extranjero antesdel cambio fueron «Lalo y Lola» («Hisand Lois» de Mort Walter), «Benitín yEneas» («Muttt and Jeff»), «Rabani-tos» («Peanuts»), «Disco mundo» deStan Drake y Brendan Boyd con las es-trellas del rock del momento, «Mañun-go» («Ferd’nand»), «Beto el recluta»(«Beetle Baley»), «Wini Pu» («Winniethe Poo»), pósters de los personajes delas series televisivas como Marco yMako, la sirena enamorada. Comicsque desfilaron por las páginas de estesemanario tras el giro editorial fueron:«La Pandilla» de Wido que de dibujospasaría a mostrar fotografias de niñosrepresentando los guiones, «Pioneros

legendarios de Chile» de Juan Francis-co Jara y «Panchito» de R. Vásquez.Carlos Sotomayor –Carso– colaborócon ilustraciones. Comics extranjerosincluidos en el semanario fueron «Ra-banitos» («Peanuts»), «Lalo y Lola» y«Mañungo» («Ferd’nand»). El útil su-plemento alcanzaría como último nú-mero el 194 (15/11/83).

Julio: Dumbo Historias fue otra re-vista con los personajes Disney en edi-ción conjunta de Editorial Tucumán yPincel e impresa por Editorial GabrielaMistral. La revista a color y en formatotradicional alcanzó 20 números hastajunio de 1982.

9 de julio: Jorge Délano Fredericks (Co-ke) fallece tras una vida llena de logros.

Agosto: Abismo Negro, revista a co-lor y en formato tradicional con laadaptación del largometraje de cien-cia-ficción de la Compañía Walt Dis-ney que se edita en dos números elmismo mes. Fue otra edición conjuntade Editorial Tucumán y Pincel. La im-presión estuvo a cargo de Editorial Ga-briela Mistral.

Agosto: Super Tío Rico, edición con-junta de Editorial Pincel y Editorial Tu-cumán de Argentina alcanza 19 núme-ros (8/85). Al igual que otros títulosDisney los números 14 al 16 se editaronen Colombia y el 17 no vió la luz.

Diciembre: Don Donald, ediciónconjunta de Editorial Pincel y EditorialTucumán de Argentina llega hasta el no.19 (7/85). La revista tuvo un formatoirregular y los números 12 al 16 se publi-can en Colombia. El no. 17 no se editó.

Diciembre: Super Tribilín alcanza18 números en una edición conjunta deEditorial Pincel y Editorial Tucumán.Los números 14, 15 y 16 se editaron enColombia y el 17 no se publicó.

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Cristian Eric Díaz Castro

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ResumenDentro de su propuesta de construcción de un nuevo paradigma de la caricatura, el autor nos en-

trega una revisión de la historia de la caricatografía en Colombia, a partir de la definición de seis hi-tos que denomina: precursores, pioneros, clásicos, innovadores, asociados e historietistas, y desarrollalas notas características del género de caricatografía política y sus más representativos cultores enColombia.

AbstractWithin his proposal of a caricature new paradigm construction, the author supplies us a revision

of the caricatography history in Columbia, starting from the definition of six steps that he names:precursors, pioneers, classics, innovators, various and comics authors and develops the characteris-tic notes of the political caricatography and of its most representative practitioners in Columbia.

Apuntes para clasificarla historia de la caricatografía

colombiana

El caricatógrafo es, entonces, un ca-ricaturista especializado que utiliza lagráfica como un instrumento para exa-gerar la realidad y provocar la risa o lasonrisa y develar la mascarada social.

La caricatografía y sus génerosUn caricatógrafo puede expresar su pen-

samiento a través de diversos géneros omodalidades caricatográficas, cada unade las cuales poseen notas característicasque permiten establecer delimitacionesconceptuales básicas. Estos géneros son:la caricatografía política, que tiene como

propósito comentar de forma satírica un su-ceso acaecido en un lugar y tiempo deter-minado, la fisonomía caricatográfica, rela-cionada con el diseño del rostro humanode manera humorística, el humor carica-tográfico o la interpretación irónica o ab-surda de un fenómeno social con caracte-rísticas de universalidad, la ilustracióncaricatográfica entendida como la formade interpretar de manera graciosa la espe-cificidad de un texto, el ensayo caricato-gráfico concebido como el tratamiento sin-tético de un tema acompañado de comen-tarios caricatográficos, el personaje cari-catográfico, una protohistorieta que co-menta con gracia, en una sola viñeta y através de un personaje, un complejo fe-nómeno personal o social y la historieta,

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Aportes téoricos para un nuevo paradigmade la caricatura

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Carlos Alberto Villegas UribeProfesor, Universidad Javeriana, Cali, Colombia

CARICATOGRAFÍA

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entendida desde la perspectiva de RomanGubern (1994) como una estructura narra-tiva formada por la secuencia progresivade pictogramas, en los cuales pueden inte-grarse elementos de escritura fonética.

Es necesario anotar que los géneroscaricatográficos no son excluyentes yalgunos de ellos se realizan préstamosde notas características para lograr suspropósitos comunicativos.

Los géneros caricatográficosy sus fuentes de placerEn su proceso investigativo Freud de-

termina los mecanismos del placer y lasicogénesis del chiste y establece las si-guientes fuentes de placer, que susten-tan la producción de diversos génerosde la caricatografía.

El desnudamiento: «La tendencia a con-templar despojado de todo velo aquelloque caracteriza a cada sexo es uno de loscomponentes primitivos de nuestra libi-do. Probablemente constituye en sí mis-mo una sustitución obligada del placer,que hemos de suponer primario, de tocarlo sexual» (Freud, 1952, p. 84). La cari-catografía erótica bebe de esta fuente deplacer el sentido de su comunicación.

La hostilidad: «Dotados en nuestraniñez de enérgica disposición a la hosti-lidad, la cultura personal nos enseñadespués que es indigno el insulto [...]Suponemos, pues, cuál puede ser el pa-pel del chiste en la agresión hostil. Nospermitirá emplear contra nuestro ene-migo el arma del ridículo, a cuyo em-pleo directo se oponen obstáculos insu-perables, y, por tanto, elude nuevamen-te determinadas limitaciones y abrefuentes de placer que habían devenidoinaccesibles»(Freud, 1952, pp. 89 y 90).En este sentido, la capacidad de inter-pretar un sentimiento de hostilidad co-

lectiva frente a una situación social de-terminada, constituye sin duda, una delas condiciones de éxito del caricató-grafo político.

El cinismo: «Mas el chiste puede ata-car igualmente a aquellas instituciones,personas representativas de las mismas,preceptos morales o religiosos e ideasque por gozar de elevada considera-ción, sólo bajo la máscara del chiste, yprecisamente de un chiste cubierto porsu correspondiente fachada, nos atreve-mos a arremeter contra ellas» (Freud,1952, p. 95).

El reconocimiento: «Parece general-mente aceptado que el encuentro de loconocido produce placer [...]. Dada laestrecha relación entre reconocimiento yrecuerdo, no creemos muy aventurada lahipótesis de que existe también un pla-cer del recuerdo; esto es que el acto derecordar produce por sí mismo una sen-sación de placer de análogo origen»(Freud, 1952, pp. 106 y 107). Se debeagregar aquí que la posibilidad del lectorde reconocer en la expresión de un cari-catógrafo sus propias posiciones o con-ceptos personales produce placer y em-patía con la propuesta caricatográfica.

La actualidad: «El factor actualidad,que se agrega como una pasajera perogenerosa fuente de placer a las propiasdel chiste mismo, no puede ser juzgadocomo equivalente al rencuentro de lo co-nocido. Trátase más bien de una serie decualidades especiales de lo conocido, osea, lo de ser reciente y preciso y no ha-llarse aún empañado por el olvido»(Freud, 1952). El placer que dimana dela actualidad es la fuente de placer, tantopara los cultores como para los consumi-dores del comentario político.

El disparate: Freud explica este pla-cer como el rencuentro con tendencias

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Carlos Alberto Villegas Uribe

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primarias a extraer placer de la activi-dad de unir materias y materiales sin te-ner en cuenta para nada el sentido so-cialmente establecido. Para desvelar es-ta fuente de placer desarrolla ejemplosdel niño que aprende a manejar su idio-ma y del adulto que se halla bajo losefectos de una acción tóxica. «A mi jui-cio, sea cualquiera el motivo a que obe-deció el niño al comenzar estos juegos,más adelante los prosigue, dándose per-fecta cuenta de que son desatinos y ha-llando placer en el atractivo de infringirlas prohibiciones de la razón. No utilizael juego más para eludir el peso de la ra-zón crítica [...] más en la edad adulta lacrítica que ha reprimido el placer dedisparatar, llega a adquirir tal fuerza,que no puede ser eludida, ni siquieratemporalmente, sin la cooperación demedios auxiliares tóxicos. El valiososervicio que el alcohol rinde al hombrees el de transformar su estado de ánimo;de aquí que no en todos los caso sea fá-cil prescindir de tal veneno» (Freud,1952, pp. 111 y 112). El humor carica-tográfico tiene su sicogénesis y su can-tera entre los caricatógrafos y lectoresque disfrutan de la tendencia a infringirlas prohibiciones de la razón y a mirarel mundo con ojos de asombro.

El caricaturista, al tiempo que acen-túa las gesticulaciones sociales, partici-pa de estos placeres en el proceso de en-codificación de la realidad y suscita pla-ceres semejantes en los lectores o es-pectadores de sus caricaturas.

Hitos en la historiacaricatográfica colombianaMuchas y muy variadas pueden ser

las clasificaciones para abordar la his-toria de la caricatura en Colombia, sepuede analizar y clasificar desde su de-

sarrollo cronológico, desde su relacióncon procesos histórico-políticos, desdela forma de expresión gráfica o desdesus propios protagonistas y siempre ha-brá vacíos sustanciales para ofrecer unavisión integral de esta expresión artísti-ca. En este trabajo se ha optado por ana-lizarla desde los géneros que caracteri-zan este quehacer estético. No obstante,es importante realizar una mirada pre-via que contextualice al lector en los hi-tos que se consideran significativos enel desarrollo de la caricatografía colom-biana desde la perspectiva de la actualpropuesta teórica y taxonómica.

Para empezar, se afirma que la cari-catografía colombiana se puede clasifi-car en seis hitos importantes que dancuenta de su desarrollo: 1) los precurso-res, 2) los pioneros, 3) los clásicos, 4)los innovadores, 5) los asociados, 6) loshistorietistas.

Apenas presentida desde nuestros tiem-pos el hito de los precursores lo configu-ran nombres como los de Alberto Urdane-ta, José María Domínguez Roche, JoséMaría Espinosa. De esta época, débil-mente sustentada por acuarelas y tintasque pasaban de mano en mano, nos cuen-ta Claudia Mendoza (1991) que «con unamirada similar a la de Domínguez Ro-che, en el altozano de la catedral, son di-bujadas las primeras representaciones ex-plícitamente caricaturas de los bogota-nos: José María Espinoza, veterano de laindependencia, entretiene, a la espera desu pensión de guerra, a sus contemporá-neos» (p. 22). El género de la caricato-grafía que predomina en este hito es lafisonomía caricatográfica y se entiendecomo una afición personal del artista.

Precedidos por José Manuel Groot ypor Alfredo Greñas, entramos en el hitode los pioneros, en el cual encontramos

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dos nombres magnificados por el tiem-po: Pepe Gómez y Ricardo Rendón.Esta época se caracteriza por utiliza-ción de la técnica del grabado en made-ra, xilografía, para la divulgación de suspunzantes comentarios. Los pioneros nosólo tuvieron que dibujar las situacio-nes humorísticas, arte de por sí compli-cado y exigente, sino que además de-bían someterse a la artesanal tarea derealizar las planchas de sus apuntes ygracejos. Producto de aquel estado deldesarrollo nacional surgen las primerascaricatografías asociadas al incipienteperiodismo colombiano. Caracterizan es-tas caricatografías las líneas duras quedejan las gubias y donde predomina elcontraste permanente entre el blanco yel negro. Apasionados por la políticamilitando cada uno en los toldos de suspredilecciones ideológicas, con gran acep-tación del público de su época, marcan laruta para que la caricatografía colom-biana se desarrolle con predilección porlos senderos de la caricatografía políti-ca, a tal punto que aún en nuestros díasexisten críticos y cultores que sólo acep-

tan el ejercicio de la caricatografía co-mo un claro e ineludible compromisopolítico con su época. A nivel de mani-festación gráfica los precursores recu-rren frecuentemente a la alegoría: Losdibujos que representan ciudades, le-yes, proyectos, se encuentran ancladospor breves textos, que identifican la si-tuación representada. Llaman particu-larmente la atención los que en versoacompañan las caricatografías de PepeGómez y algunas de Ricardo Rendón,donde se evidencia el carácter integraldel caricaturista. Los precursores no só-lo tenían que ser excelentes caricatógra-fos, sino que además debían cultivar lacaricalomía como una de sus habilida-des expresivas. El suicidio de Rendóncimentó la leyenda de su preminencia enel arte de la caricatografía colombiana.

Como paso obligado entre el hito delos precursores y el hito de los clásicos,se levanta monolítica e inacabada la fi-gura de Alberto Arango: Un proyectode vida y obra que fue segada por balasasesinas que ni siquiera contenían moti-vos de resentimiento por las caricato-grafías políticas de este artista. En Alber-to Arango sobresale el anclaje textual desus caricaturas como elemento reitera-tivo y condensador de situaciones hu-morísticas.

En el hito de los clásicos destacan:Merino, Chapete, Osuna, y Pepón. To-dos ellos, circunscritos al arte de la cari-catografía política, registran desde dis-tintas vertientes ideológicas el aconte-cer de nuestro país. En términos de ex-presión gráfica, los clásicos reducen loscánones estéticos en el manejo de la fi-gura humana, de ocho cabezas y media,a cuatro proporciones. Proporciones adap-tadas que respetan en sus realizacionesy en donde la figuratividad ocupa un

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Figura 1: Logo del Cartel del Humor.

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papel predominante como elemento ex-presivo de sus comentarios. Gracias alavance de la técnica de impresión con laaparición del cliché, se libera al carica-turista del dispendioso trabajo de gra-bar sus caricaturas y se abren los cami-nos, hacia técnicas propias del dibujo,como el manejo del grafito esfuminado,el manejo de la plumilla y sus tramasreticulares o el uso de aguadas. En estaetapa aparecen las tonalidades en gris,magistralmente manejadas por Merinoy Chapete. Acosados y acicateados porla situación política del momento, estaes una generación que vive intensamen-te su compromiso histórico y social. Hi-to verdaderamente prolífico el de losclásicos. Además de las figuras paradig-máticas, aparecen entre otros caricato-grafos: Duarte, Carrizosa, Elciades, Pe-ter Aldor, Espartaco, Luis Ma. Rincón,Al Donado, Calarcá, Velezefe, Luisé.

Como siempre, una generación se de-fine a partir de las rupturas con sus prede-cesores. Para ello se ensayan nuevos pun-tos de vista, se intentan diferentes solu-ciones. Bajo este horizonte de posibilida-des surgen los puntos de fuga que deli-nearán las perspectivas del hito de los in-novadores. El planeta es cada vez máspequeño, como lo afirma Macluhan. Lanueva generación recibe la influencia deun cambio planetario general. Los efec-tos de la revolución de mayo, del movi-miento hippie, de la música rock, de Woods-tock, de los Beattles, de la paz y el amorse incuban y se proyectan en las estructu-ras del hito de los innovadores. Como fi-gura paradigmática se presenta Jairo Ba-rragán, un tolimense que se identificarácon el seudónimo de Naide. Él se niega areproducir los cánones de lo figurativo.Sus dibujos que inicialmente no logranuna buena acogida entre el público adulto

acostumbrado a los valores expresivos delos caricaturistas precedentes, son recibi-dos con beneplácito por la juventud delmomento, que conserva frescos los re-cuerdos del despelote naidista, movimien-to cultural contestatario que desde la poe-sía, transformó radicalmente la percep-ción estética de las nuevas generacionesde colombianos. Uno de los protagonis-tas de este antagonismo generacional en-tre los caricatógrafos colombianos, Her-nando Turriago, más conocido como Cha-pete, ilustra este descontento generacio-nal, en una entrevista de la Revista Cre-dencial: «No me gustan, ni el dibujo, nilas ideas. Porque están fuera de tono. Sehan modernizado a tal punto que las ideashuelen a marihuana y las ideas... no se leve nada definido. En mi época la críticasalía, la gente se calentaba con uno, lo va-ciaban en la calle. Ahora pasan inadverti-dos, porque hasta el mismo dibujo es ma-lo. Osuna es bueno, de los pocos que que-dan» (Moreno, 1988, ed. 15).

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Figura 2: Logo del Taller de Humor.

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Naide abre las puertas a un nuevo ti-po de humor, que no se agota en el con-texto político y social, que no arremetedirectamente contra las personalidadesde turno, que no provoca calenturas nipersecuciones políticas. Con Naide, enColombia, se empieza a hablar (ya sehacia años atrás en países como Argen-tina) del humor gráfico o humor carica-tográfico como se propone en la actualtaxonomía. Este género de la caricato-grafía rescata la cotidianeidad, la miracon desparpajo y descubre para los re-ceptores la magia del absurdo, del asom-bro permanente.

Es necesario aclarar aquí que la cari-catografía política no fue ajena al queha-cer de Naide, pero como lo afirmara elperiodista y caricatógrafo Álvaro Mon-toya: «Naide hizo comentario político,más por necesidad del oficio que por in-terés personal» (entrevista personal).

En el hito de los innovadores nos en-contramos nombres que acogen o reivin-dican la expresión gráfica señalada: Unafigura humana que desobedece el canonestético y tiende a comentar la cotidia-neidad sin el uso de tanto elemento lin-güístico, entre ellos, Guerreros, Yayo,Kekar, Ponto, Barti, Guillotín.

Antonio Caballero, el periodista y cari-catógrafo colombiano, reconocido por susfirmes posiciones ideológicas, es otra delas figuras paradigmáticas del hito de losinnovadores. A partir de sus personajescaricatográficos (el ama de casa, el club-man, el policía, el narco, el guerrillero)organiza un contundente comentario po-lítico, sin mayor variación gráfica, dondeel código lingüístico predomina sobre elcódigo visual. Otro de los aspectos pararesaltar en Caballero, es la ruptura con lafisonomía como el único recurso pararealizar la caricatografía política.

El hito de los asociados está ubicadocronológicamente en la década del ochen-ta y espacialmente en las tres más gran-des ciudades de Colombia: Bogotá Me-dellín y Cali. Los caricatógrafos colom-bianos comienzan a trabajar en grupo.El primero de ellos, liderado por CarlosMario Gallego Mico, se asocia en laciudad de Medellín en torno a la revistaFrivolidad, una publicación que con-signa en sus páginas las creaciones encaricalomía y en humor caricatográficode sus asociados. Hacen parte de estaagrupación Sergio Valencia, GuillermoCardona, Esteban París, Bernanrdo Car-dona, Harold Trujillo Chócolo, y Fer-nando Mora. Aunque la revista Frivoli-dad tiene una vida fugaz, Carlos MarioGallego, continúa su trabajo de explo-ración en el universo de la caricatura ycrea el grupo Frivolidad, con CarlosMario Valencia y Bernardo Cardona.De este grupo surgirá una de las parejasmás famosas de la caricatura colombia-na: Tola y Maruja.

El segundo foco de asociados se ubicaen Cali, donde algunos cultores del géne-ro de la historieta, entre quienes se en-cuentran León Octavio, autor de «Balita»(1980), Felipe Ossa, autor de «Historia dela historieta», José Campo, autor de «Lamala compañía», Ricardo Potes, autor de«Soldados zona bananera 1928», HansAnderegg, ilustrador de Carvajal, JorgeSaavedra, Marco Aurelio Cárdenas, Wil-son Ramírez, y Gilberto Parra, crean Click,revista colombiana de estudio e informa-ción de la historieta. Click constituye unade las pocas revistas taller que se preocu-pó en la década del noventa tanto de mos-trar el trabajo de sus asociados, como debrindar a sus lectores elementos críticospara la interpretación de los medios ex-presivos del género.

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El tercer foco del hito de los asocia-dos se ubica en Bogotá y más exacta-mente en los predios de la UniversidadNacional. De acuerdo con la informa-ción brindada por Germán Fernándezfue a partir de un trabajo propuesto porel semiólogo Javier Álvarez, en la asig-natura teoría de la imagen que la ya fa-llecida Cecilia Cáceres, Ceci, estudian-te para ese entonces de diseño grafico,realiza una exposición denominada «Eltaller del humor» donde convoca a estu-diantes de distintos programas acadé-micos con un interés personal: el humorcaricatográfico. Este taller se formalizay empieza a ser liderado por BernardoRincón y Jorge Grosso, a él se vinculanCecilia Cáceres, Ceci; Juan Carlos Ni-cholls; Germán Fernández; Diego He-rrera, Yayo; Marco Pinto; Jairo Peláez,Jarape; Víctor Sánchez, Unomás. Lasrevistas estudiantiles Mofeta, Humoruny el Bus fueron los vehículos inicialespara la presentación de los trabajos delos caricatografos asociados a «El tallerdel humor».

Luego de seis años de labor perma-nente se presentará en «El taller del hu-mor» una disidencia frente a las políticasen la toma de decisiones, las condicionesde manejo e ingreso de nuevos integran-tes impuestas por Grosso y Rincón, queoriginará un nuevo grupo de asociados:«El cartel del humor». Esta agrupacióncuya disidencia lideran Jarape y Fernán-dez, se enriquecerá con la presencia decaricatógrafos como Jairo Linares; Vla-dimir Florez, Vladdo; Arlex Herrera, Ca-larcá; Elena María Ospina; José RobertoAgudelo Zuluaga, Azeta; Ruben DaríoBustos, Rubens; Nelson Garibello; Mar-co Pinto; Luis Eduardo León, los herma-nos Diego y Sergio Toro, Guillermo Cu-billos; Guille, Andrés González, Gova;

Edgar Humberto Alvarez, Plastílinico;los periodistas Álvaro Montoya, Alfín;Jorge Consuegra, y los gestores cultura-les Mario García y Carlos A. Villegasu-ribe, Petete.

En este hito de la caricatografía co-lombiana nos encontramos con técnicasavanzadas de reproducción gráfica queexigen y permiten a los maestros de lalínea, la incursión en el mundo del co-lor. La acuarela, la témpera, el pastel, elaerógrafo cobran auge en sus trabajos.Los temas no se circunscriben al acon-tecer político, por el contrario, en la ma-yoría de ellos existe una búsqueda per-manente de un lenguaje universal, locual implica la eliminación, al máximo,de los códigos lingüísticos. Los ancla-jes textuales, como condensadores deinformación, desaparecen gradualmen-te. La pasión y el compromiso políticode estos caricatografos es menos visibleque en generaciones anteriores.

Otro aspecto para destacar en el hitode los asociados es la relación entre cari-catógrafos y medios impresos de comu-nicación masiva. Para los asociados estano es la única forma de hacer circular suspropuestas. Aparecen alternativas comolos concursos internacionales de humor,exposiciones, certámenes. Los asocia-dos se toman los bares con sus caricatu-ras, organizan concursos; realizan expo-siciones en centros comerciales y consi-guen un espacio en la Feria Internacio-nal del Libro de Bogotá; que año trasaño va creciendo hasta convertirse en unpabellón emblemático de la misma; mesa mes, reciben premios, designaciones ymenciones en concursos internacionalesque el gran público desconoce, en partepor la falta de divulgación de la prensanacional. Colombia tiene más campeo-nes internacionales de caricatografía que

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campeones deportivos y aún los diarioslo ignoran. En el hito de los asociadospredomina el cultivo del humor carica-tográfico y se recupera la fisonomía cari-catográfica en su sentido inicial: el con-tacto directo del caricatógrafo con el per-sonaje caricatografiado. No sólo los gran-des personajes son dignos de ser dibuja-dos, los rostros cotidianos se conviertenen motivos de inspiración y diálogo paralos maestros del lápiz, los colombianosaprenden a reírse de sí mismos a travésde su propia imagen. Dentro de los even-tos realizados en el hito de los asociados,es significativo el Festival Mundial de laCaricatura, que tuvo lugar en Calarcá, en1989. Este festival reseñado por el Ma-gazín Dominical de El Espectador comouno de los eventos culturales de la déca-da, vinculó a los grupos asociados deBogotá: «El cartel del humor», «El tallerdel humor» y al «Grupo Frivolidad» deMedellín.

En el noventa se desata entre los cari-catógrafos colombianos la pasión por lahistorieta. En torno al trabajo de Bernar-do Rincón, en Bogotá, con la revistaAcme, de Zape Pelele en Medellín, deTercer Milenio en Cali y del intercambiopermanente de los jóvenes en el Pabe-llón del Humor de la Feria Internacionaldel Libro en Bogotá, se configura unnuevo hito en la historia de la caricato-grafía colombiana: el hito de los histo-rietistas. En la década del noventa unanueva generación de creadores busca yhace camino. La aparición y desapari-ción de nombres de revistas de historie-tas y seudónimos de sus cultores sucedecon una velocidad vertiginosa. Jorge Pe-ña (2000) en su «Cronología de la histo-rieta en Colombia» las reseña: En tornoa Agente Naranja se articulan los dibu-jantes Will, Flak’z, Lobo, Pipe, París,

Diego Tobón, Tito Páez; la revista dehistorietas TNT vincula a Alberto, Leo-comix, Nigio, Pepe Peña y Quiló; Gio-vanni Rozo y Álvaro Andrés Amayalanzan Magnético; Carmelo crea ChinoRisso para la revista San Victorino Sta-tion, La Escuela Nacional de caricaturapresenta Urraca Mandaca con trabajosde Ocuellar, Roque y Fernández; Gova,Elliot, Sabogal y Reimert crean Arte Apar-te; en Medellín aparece Sudaca Comicscon los trabajos de Andrés, Marco, Te-beo y Jhonny Lester. Leonardo GamaBenceno produce Fanzin Fanzon; Apa-rece Tostadora de Cerebros, con histo-rietas de Jesucristina (Quiló), Margaritay Juan Carlos Ochoa, Evaristo Ramospresenta Compac Comics, La Perrata,es otra de las revistas de historietas rese-ñada por Peña, donde aparecen nombresde historietistas nacionales y extranje-ros; aparece la revista colombo-venezo-lana Maus, dirigida por Diego Guerra,En Medellín nace Prozac, con historie-tas de Diego Luis, FKZ y Felipe de laHonda; Giovanni Rozo y Álvaro AndrésAmaya, intentarán una nueva huella conLimbo X; Por su parte «El taller del hu-mor», de Grosso, lanza dos revistas delos personajes Chino Rizo y Valeska deCarmelo; en Cali, se edita la revista Klan-destinos así como las revistas Arsenal yArka, que recogen trabajos de Jcampo,Jurado, Fernando Suárez, Charlie Drawy William Alzate, Catherine Dossman,Roberto Revelo, Fernando Suárez, Hor-miga, Ana Ortegón, Andrés Alegría, Se-bastián Bayona, Carlos Carrillo; los es-tudiantes del Instituto departamental deBellas Artes de Cali, editan Neocomics ylos estudiantes de diversas universidadescon carreras de arte y comunicación deBogotá, hacen circular las revistas: Mal-dita, Meduza, De Posición Comic, Pcir-

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copata, Mosca, Trashumantes, Metamor-fia, Paro Nacional y Septacomics, Ale-jandro Guzmán crea en Manizales la Re-vista Kaboom.

La caricatografía política y social

En Colombia, el más familiar de losgéneros caricatográficos es la caricato-grafía política o social. Por su condi-ción de opinión pública que participa dela vida política y social como crítica delpoder o desenmascaramiento de la farsasocial, acompaña las notas editorialesde los diarios y en muchas ocasionesparticipa de la línea ideológica del me-dio impreso.

El género de la caricatografía políti-ca está regido por el contexto temporaly geográfico de los sucesos comenta-dos, notas características que deman-dan, tanto del caricatógrafo como de loslectores, información actualizada sobreel acontecer político y social. En su es-tructura comunicativa la caricatografíapolítica o social recurre a códigos lin-güísticos (textos) y códigos visuales (di-bujos). Los textos cumplen tres funcio-nes básicas: comentario, diálogo y an-claje. Los comentarios corresponden ge-neralmente al título de la caricatura o afrases incluidas como colofón o expli-caciones de un tema determinado. Losdiálogos constituyen las frases que elcaricatógrafo atribuye a los protagonis-tas del recuadro o viñeta. Los anclajesson aquellos textos que orientan al lec-tor sobre la utilización alegórica de al-gún objeto o persona para circunscribirel significado de una situación.

En el transcurso de su desarrollo lacaricatografía política ha apropiado pau-latinamente los códigos de la historietay recurre generalmente a la fisonomía

caricatográfica para comentar las ac-ciones de los protagonistas de la actua-lidad. No obstante la utilización de la fi-sonomía caricatográfica no es una con-dición indispensable para realizar cari-catografía política. Un ejemplo de estaafirmación la brinda Jairo Peláez Jara-pe, cuando une en una sola viñeta dossituaciones históricas como las matan-zas de Trujillo (Valle) y el asesinato deindigentes en la Universidad del Atlán-tico, para señalar, con un corrosivo hu-mor, el grado de barbarie e indolencia ala que ha llegado el pueblo colombianoen su proceso de degradación del valorhumano.

Por su carácter temporal la caricato-grafía política y social pierde actuali-dad con rapidez y las situaciones quepara una generación fueron causa deemotividad por la identificación con unsuceso caricatografiado, pueden no te-ner ninguna significación para la siguien-te si no se recurre a textos explicativos.El comentario político está vinculado aunos imaginarios históricos, por ello, la

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Figura 3: Autocaricatura Alfredo Greñas, ca-ricatógrafo político del hito de los pioneros.

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capacidad para interpretar un sentimien-to de hostilidad colectiva frente a unasituación social determinada, constitu-ye sin duda, una de las condiciones deéxito del caricaturista político. Ensayis-tas como Germán Colmenares (1984)atribuyen a la caricatografía política elvalor de fuente histórica. Cuando esteautor reflexiona sobre el trabajo de Ren-dón afirma: «Si bien ellas constituyenuna visión arbitraria de la realidad, nosremiten sin embargo a una red sutil ycompleja de signos que se tejía entreuna conciencia subjetiva y una concien-cia colectiva. Es cierto que estas carica-

turas no dan un testimonio objetivo, dela misma manera que lo ofrece una fuen-te desprovista de juicio de valor, y quela narrativa que encierra es fragmenta-ria y espasmódica. Se recorre la epider-mis de acontecimientos elegidos por elcapricho o por el humor del caricaturis-ta al filo de los días sin detenerse enninguno. Se estaría tentado a ver enellas algo ilusorio por su carácter ins-tantáneo como mero reflejo de la reali-dad. Pero este reflejo, que traduce lapercepción colectiva, es de suyo un ob-jeto histórico de valor excepcional. Setrata, en últimas, de la formación de unaopinión pública» (p. 5).

José Manuel Groot (1800-1877), re-gistrado con el nombre de Josef ManuelFrancisco Antonio del Pilar Groot, pue-de ser considerado el padre la caricato-grafía política en Colombia. Este pintor,educador, escritor y político bogotanoinició su formación pictórica a los onceaños con la orientación del pintor limeñoMariano Hinojosa y la continúa en 1817con uno de los más reconocidos pintoressantafereños de la época: Justo de Castroy Arcaya. Con ellos aprende a pintar enminiatura y el manejo de la acuarela. Ala muerte de su padre –luego de ser en-carcelado por Pablo Morillo por ser sim-patizante de la independencia colombia-na–, asume como preceptor, su tío Fran-cisco de Urquinona, quien le presentarálos textos de Rousseau, Volney, Voltai-re. Su tío funda la logia masónica Liber-tad de Colombia. En 1823, Groot se vin-cula a la organización, luego de pintaruna de las salas ceremoniales conocidacomo cámara de la reflexión. Entre 1824y 1827 ejerce como oficial escribientede la Secretaría (ministerio) de Guerra yMarina a órdenes del general Carlos Sou-blette y establece en Bogotá, la tercera

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Figura 4: Primer Festival de Mundial de Hu-mor Gráfico realizado en Calarcá, evento quepropicio el encuentro de los caricaturistas delhito de los asociados.

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escuela de educación de alumnos inter-nos pensionistas (1828). Ese mismo añocontrae matrimonio con Petronila Ca-brera. En 1932 inicia su obra como pin-tor de costumbres, se retira de la maso-nería y regresa a la fe católica, desde esemomento se convierte en un virulentopolemista religioso. Colabora con las pu-blicaciones: El Investigador Católico, LaBodoquera, La Verdad y La Razón, ElCatolicismo, El Charivari, El Nacional,La Civilización, La Sociedad Popular,El Día, El Duende, La Esperanza, LosMatachines Ilustrados, El Álbum, Dios yPatria, El Bogotano, La Caridad, El Pa-satiempo. En 1859 publica la biografíasobre Vásquez y Ceballos, titulada «No-ticia Biográfica de Gregorio Arce y Ce-ballos, pintor granadino del siglo XVII».Esta es la primera monografía de artepublicada en Colombia. La primera edi-ción de su obra fundamental: «Historiaeclesiástica y civil de Nueva Granada»aparece en 1869 (Segura, 1991). La fi-guratividad de Groot es cercana a la pin-tura, pero en sus fisonomías existe unaintención cómica y burlesca al captar elcarácter de los personajes retratados. Res-pecto a ellos comenta Beatriz González(1991): «Al contrario de los cuadros decostumbres, estas caricaturas son para elconsumo interno. Sólo los propios neo-granadinos podrían gozar mirándose enese espejo, con ella está demostrada nosólo su destreza de fisonomista, sino suscondiciones de humorista gráfico» (p.39). Sus lápices enfilaron baterías contralas administraciones de Tomas Ciprianode Mosquera y José Hilario López y lasactuaciones de algunos clérigos locales.Sus pinturas de tipos, son un claro ejem-plo de su habilidad en el manejo de la fi-sonomía caricatográfica.

A finales del siglo XIX y principios

del XX se consagra la figura de AlfredoGreñas (1857-1949), nacido en Bucara-manga. Estudió grabado con AlbertoUrdaneta y fue colaborador del PapelPeriódico Ilustrado. Liberal radical, en-carcelado por la oposición gráfica queadelantó en diversas publicaciones encontra del proyecto político del presi-dente Rafael Núñez. Fue fundador deperiódicos satíricos como El Zancudo,El Barbero, El Demócrata, donde pu-blicó sus xilografías. Huyendo de lapersecución del régimen regeneracio-nista se exilió en Costa Rica desde 1893.Allí continuó su labor creativa y hoy esconsiderado como el padre del perio-dismo costarricense.

En los albores del siglo XX dos figu-

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Figura 5: Caricatografía política de CarlosMario Gallego, uno de los caricaturistas quetoca un mayor número de campos de la cari-catura: caricatografía, caricalomía, caricatu-media.

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ras se tomarán el escenario de la carica-tografía política colombiana: Pepe Gó-mez y Ricardo Rendón.

José Pepe Gómez Castro (1892-1936),quien publica bajo los seudónimos dePepe Gómez, Díaz, Roa, Buenos Díaz,Mora L, Jack Monkey, bogotano, con-servador, realiza un duro enfrentamien-to con la masonería liberal en las prime-ras décadas del siglo XX. Inicia su tra-bajo caricatográfico en 1911 en el pe-riódico Sansón Carrasco. Colaboró conlas revistas El Gráfico, Bogotá Cómico,Semana Cómica, Fantoches, La Guillo-tina, Anacleto y los periódicos El Paísde Bogotá y El Siglo. Sobre el trabajotécnico de Pepe Gómez, su hermano,Álvaro Gómez Hurtado (1987) comen-ta: «Ahí fue donde Pepe Gómez hizo elprimer aporte. Siendo pintor de calidady un excelente dibujante, necesitó con-vertirse en un grabador autodidacta pa-ra poder divulgar sus caricaturas. Dibu-jaba directamente sobre el leño y congubias primitivas, que ni siquiera esta-ban estriadas, iba desbastando las par-tes que no deberían ser entintadas, paradejar viva y rotunda la línea negra deldibujo que debía imprimir el rasgo cari-caturesco» (p. 7). Se le reconoce a PepeGómez el impulso que brindó a las re-vistas cómicas donde se hacían críticasmordaces a las gentes y sus costumbres,con el humor característico de los bogo-tanos. Gracias a su manejo técnico delgrabado aparecen las primeras policro-mías de la caricatografía colombiana.Es necesario precisar que en la obra dePepe Gómez no se registran diálogos, yla gran mayoría de sus trabajos estánacompañados de comentarios en versodel propio autor, a manera de chascarri-llo. Este tipo de comentario, que de-manda del caricatógrafo cualidades de

versificador en el manejo de la rima y elritmo, se registra incluso en la obra deRicardo Rendón, aunque con menor ex-tensión y menos frecuencia. Pepe Gó-mez falleció en 1936, por una afecciónhepática, año en que su familia fundarael diario conservador El Siglo.

Desde la orilla opuesta realiza su tra-bajo Ricardo Rendón (1894 -1931), unantioqueño nacido en Rionegro y miem-bro del grupo Los Panidas, quien esconsiderado como la figura paradigmá-tica de la caricatografía política colom-biana. Su obra, forjada en una ideologíaliberal de corte radical y republicanoconstituyó una férrea oposición a losgobiernos conservadores, en uno de lostiempos de mayor pasión política de lahistoria colombiana. Sus mordientes tra-zos y leyendas fueron decisivos en lacaída de la denominada hegemonía con-servadora. Germán Colmenares (1984),un estudioso de Rendón afirma respec-to a su obra: «Lo que sorprendía en lascaricaturas de Rendón a sus contempo-ráneos tal vez no fuera un valor estéticopermanente (¡piénsese que Rendón es-taba produciendo al mismo tiempo queGrozs y los expresionistas alemanes!),sino su fidelidad al reproducir estas reac-ciones colectivas. Era un proceso recí-proco, en el que una naciente opiniónpública se veía reflejada, pero se ibanformando también con los apuntes delcaricaturista. Los temas de sus caricatu-ras políticas poseen un tono moral unpoco grandilocuente (no muy diferenteal de la prosa temprana de LaureanoGómez o a la de Aquilino Villegas),mucho menos feroz de lo que se cree,pero en el que una asa urbana crecientepodía reconocer sus propios agravios.Estos temas, que fustigaban el fanatis-mo, la corrupción y la intolerancia, tra-

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ducían el divorcio político profundo quetraían consigo los atisbos de moderni-dad de los años veinte» (p. 7). Se distin-guió, igualmente en el cultivo de la fi-sonomía caricatográfica; uno de sus cé-lebres trabajos en este género se deno-minó «El jardín zoológico» (1918), don-de asocia los personajes de la época conun animal determinado; su estilo de tra-bajo –caracterizado por una fisonomíacaricatográfica de síntesis, con manejode contrastes entre el blanco y el negroabsolutos– dominó el escenario de lacaricatografía colombiana durante la pri-mera mitad del siglo XX y tuvo expre-siones epigonales en Horacio Longas(activo entre 1930 y 1935), Alberto Aran-go Uribe (Manizales, 1897-1941) SamuelAcevedo (Manizales, 1917-1942), LuisMaría Rincón (1913-1975).

En la década del veinte, aparece el tra-bajo de Adolfo Samper (1905-1987), ca-ricatógrafo bogotano especializado en losgéneros de la caricatografía política ypadre de la historieta en Colombia. En1921 inició su carrera como ilustradorcaricatográfico de la revista Universi-dad, fundada por el historiador colom-biano Germán Arciniegas. Al año si-guiente trabaja en la revista Buen Hu-mor, del periodista Guillermo Pérez. Allíse encarga de ilustrar toda la revista, porlo cual recurre a los seudónimos de Ro-sas y Zuhé para presentar sus trabajos.Entre 1928 y 1929 viaja a España a estu-diar dibujo y regresa a vincularse de lle-no como caricatógrafo del periodismocolombiano. En 1940 es invitado porJorge Eliécer Gaitán a participar comopintor en el Primer Salón de Artistas Na-cionales, donde expone sus óleos «Esqui-na de San Ignacio», «Barrio Egipto» y«Libro de estampas». Entre las publica-ciones que acogen su obra carictográfica

figuran Universidad (1921 a 1929), Cro-mos (1921 a 1961), Buen Humor (1922),Mundo al Día (1921-1934), Diario ElNacional (1926),ElEspectador (1931-1952),Batalla (1944-1945), Sábado (1943-1953),Crítica (1949-1951), El Liberal (1946-1951),El Tiempo (1948-1965), La República(1954-1965), La Patria (1960-1962), El País(1960-1962). Cultor de la historieta co-mo género periodístico y de entreteni-miento, publica «Mojicón» (1924) en eldiario vespertino El Mundo al Día, laprimera historieta que registra la historiade la caricatografía colombiana, adapta-ción de «Smity» del Daily News. En1949 crea «Don Amacise» y «MisiaEscopeta» para el semanario Sábado, doshistorietas auténticamente colombianas.Intenta publicar en El Tiempo (1948), lastiras cómicas «Las aventuras de Bambu-co y Piolín», pero no alcanzan la circula-ción necesaria para posicionarse. Final-mente publica por su propia cuenta «DonAmacise», entre 1952 y 1953, aventuraquijotesca que se hunde porque no en-cuentra capital para sostenerla.

A la muerte de Rendón asume susbanderas el caricatógrafo caldense Alber-to Arango, Boleta, Desperd (1897-1941).Odontólogo de profesión, egresado de laUniversidad Nacional de Colombia, queejerce inicialmente en Barranquilla, Chin-chiná y Salamina. Deja su profesión pa-ra convertirse en director de la ImprentaDepartamental de Caldas. Las dificulta-des económicas lo llevan a desempeñarinnumerables oficios que varían desde laebanistería a la labor de banderillero.Entre 1930 y 1936 desarrolla un intensotrabajo en el arte y la gráfica. Diseñó ca-rátulas para libros del pensador Fernan-do González, el poeta León de Greiff, elcaricalomista caldense Jesús Arango Vi-llegas, y el historiador Germán Arcinie-

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gas, para quien también realizó las ilus-traciones de su libro «El estudiante de lamesa redonda». Es cofundador de la Escue-la de Bellas Artes en Manizales (1931),donde estudian los caricaturistas regio-nales Samuel Acevedo y Juancho Ho-yos. Su deseo de ofrecer el arte a losobreros, a los niños, a los ancianos, sinrequerimientos pedagógicos y cultura-les, lo lleva a repensar el concepto deEscuela de Artes y funda el Círculo deArtes Industriales en 1932. Las condi-ciones económicas lo harán viajar a Bo-gotá donde se vincula con El Especta-dor. Desde las páginas editoriales de estediario fustiga a Laureano Gómez. Com-parte con José Umaña Bernal, RicardoRendón, Luis Vidales, los hermanos Leóny Otto de Greiff, Germán Arciniegas,

Ciro Mendía y Felipe Lleras Camargo,las tertulias del Café Rivière. Funda en1931 las revistas de humor Sancho y ElGato. El suicidio de Rendón le abre laspuertas del escenario periodístico que loconfirma como el principal caricatógra-fo político. Sus caricatografías aparecensimultáneamente en El Espectador, ElTiempo, La Razón. Crea el personaje ca-ricatográfico «Pepecura», un gamín bo-gotano. En 1936 es nombrado directorde la Escuela de Bellas Artes de Bogotá,adscrita a la Universidad Nacional deColombia, pero sus enfrentamientos ideo-lógicos con Ramón Barba, quien queríaformar una elite artística a través de laEscuela, lo obligan a renunciar al cargoa finales del mismo año. «Continúa sutrabajo en la prensa, pero la fama comocaricaturista no brinda todos los benefi-cios que pudieran esperarse: Arango de-cide cambiar de nuevo de rumbo, dedi-cándose a la explotación de oro cerca deIbagué. El 16 de febrero de 1941, a laedad de 44 años, es asesinado cuando re-gresa de la mina» (Banrepública, 1988,pp. 47-49).

Finalizada la segunda guerra mundial,aparece en la escena colombiana el tra-bajo de Peter Aldor (1904-1976), carica-tógrafo húngaro (Budapest) con estu-dios de ingeniería mecánica. Su primerlibro «1944» recoge sus trabajos de di-bujo y caricatografía realizados con seu-dónimo en el marco de la segunda gue-rra mundial. El éxito de esta publicaciónsobre esa penosa época y su sentimientoantinazi lo impulsa a abandonar la inge-niería mecánica y a dedicarse al oficiode la caricatografía. En 1946 colaboracon la agencia France Press. Desde 1948se radica en Colombia e inicia su trabajoen El Tiempo (1949-1976). Durante es-tos años, Aldor ilumina con su visión

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Figura 6: Osuna, el caricatógrafo del hito delos clásicos, de mayor independencia ideoló-gica.

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cosmopolita la opinión pública colom-biana sobre los sucesos internacionales.Entre 1955 y 1956 hace un receso en ElTiempo, para colaborar con El Mercu-rio. Sobre su obra afirma Roberto Gar-cía Peña (s.f): «Sus dibujos... constituíanuna especie de ilustración de nuestrospropios artículos contra el nazi-fascis-mo, vencido por la coalición de los paí-ses democráticos. Más tarde, al cambiarel rumbo de la historia, Aldor libró, a ba-se de sus pinceles maestros, dura batallacontra el comunismo staliniano, siempreen defensa de las libertades por todos lostotalitarismos pisoteadas y aniquiladas»(p. 5). Sus familiares y amigos recogie-ron una muestra significativa de sus tra-bajos bajo el título «Aldor». En esta obrase aprecia su habilidad en el manejo dela fisonomía caricatográfica. Al respectoAnna Kipper (s.f.) señala: «Todos lospolíticos del momento, vivos o muertos,–entre estos últimos un Stalin cuyo bigo-te parece oler a vodka, los Kennedy, bas-tante angelizados, un Churchill super-británico y, luego, un Mao volador, consu ropaje flotante, hinchado como un ba-lón; De Gaulle malhumorado, Adenauer,el zorro; un Franco en miniatura y milesy miles más, poblaron el mundo interiorde Peter Aldor» (p.8). En la edición pós-tuma se aprecia el manejo maestro de latécnica de la plumilla, donde los trazosrápidos y sinuosos configuran los ros-tros y situaciones comentadas; en oca-siones se aprecia el uso del pincel seco ydel grafito para sugerir sombras y volú-menes, pero en la mayoría de sus obrasAldor recurre a la trama de línea paramatizar sus dibujos. Aldor, como mu-chos caricatógrafos políticos de la pri-mera mitad del siglo XX utiliza el diálo-go fuera de la viñeta, el cual se conviertea su vez en comentario. El mundo (globo

terráqueo) es motivo de reflexión y cons-tante protagonista de sus viñetas.

En la mitad del siglo XX aparecendos figuras que harán frente al régimendictatorial de Gustavo Rojas Pinilla: Her-nán Merino y Hernando Turriago, co-nocido como Chapete.

Hernán Merino Puerta (1922-1973),caricatógrafo bogotano que vivió sus pri-meros años en Manizales entre1924y1938. En la capital de Caldas estudióen la Escuela de Bellas Artes y en elInstituto Universitario de Manizales. En1938 se traslada al departamento de Antio-quia, donde culmina sus estudios secun-darios en el Liceo de la Universidad deAntioquia de la ciudad de Medellín. Allíconoce al maestro Pedro Nel Ospina y seincorpora al Grupo de los Seis, confor-mado por el escultor Rodrigo ArenasBetancurt, los poetas Carlos Castro Saa-vedra, Octavio Gamboa, Jorge MontoyaToro y el escritor, periodista y posteriorpresidente de Colombia, Belisario Be-tancur Cuartas. A los 16 años es profesorde dibujo en las universidades de Antio-quia y Bolivariana, uno de sus alumnos

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Figura 7: Pepe Gómez, caricatógrafo políticodel hito de los pioneros.

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es Fernando Botero. Realiza ilustracio-nes para El Colombiano y el suplementoliterario del mismo: Generación. En 1946se traslada a Bogotá donde se vinculainicialmente a la ilustración caricatográ-fica publicitaria. Posteriormente se vin-culará a la revista Semana y los diariosEl Tiempo y El Espectador. Se convierteen asiduo contertulio del Café El Auto-mático, donde ejerciera su cátedra peri-patética el singular poeta colombiano Leónde Greiff. Participó con Pepón y Chape-te en el programa «Lápiz mágico» pre-sentado por Gloria Valencia de Castaño.Como Chapete, Merino padeció la cen-sura del régimen de Rojas Pinilla. Sobresu obra nos refiere Beatriz González (1987):«Cuando se examinan colecciones decaricaturas de Merino, se logra estable-cer varias preocupaciones que marcansu obra. En primer lugar, una tendenciaal costumbrismo, que lo lleva a crear en1955 un tipo de hombre colombiano, Jo-sé Dolores –una especie de creación si-multánea con Chapete–, que va repre-sentar al pueblo. Con humor, este perso-naje de franela antioqueña, de ojos asus-tadizos, expresa la lucha que libra y lasagresiones de que es victima... La bús-queda de la actualidad es otra de suspreocupaciones... La actualidad que ma-neja Merino tiene que ver con lo univer-sal –la llegada del hombre a la luna–, ylo particular –la lucha diaria de una po-bre familia que busca en su vivienda decartones donde colocar el retrato de unpolítico de turno– [...]. La manera deverter el costumbrismo y la actualidadno estaba exenta de crudeza y vulgari-dad. Con merino se pasó de una repre-sentación de una Bogotá neoclásica, esaespecie de Mariana francesa que inter-pretaron Ricardo Rendón y Pepe Gó-mez, a una mujer gorda, desgreñada y

vieja que duerme sobre el suelo en unaestera. A la crudeza y vulgaridad quesiempre ha acompañado a la caricatura,se agrega en Merino otro ingrediente,propio también de la misma: la predilec-ción por el humor negro, unas veces conel aspecto de inocente maldad –comoaquella en que una mujer pobre, lee tra-bajosamente una receta: se toman dospollos..., otra con tajante crueldad, comola de un niño a quien los secuestradoreshan colocado el cuchillo al cuello... Conlas caricaturas de Merino que tratan te-mas generales y políticos se podría es-cribir la historia social y política de Co-lombia en las décadas del cincuenta ydel sesenta» (pp. 7-12).

Por su parte Hernando Turriago Ria-ño Chapete (1923- ¿?) también ejercióuna radical oposición desde su tribunagráfica en El Tiempo al régimen de Gus-tavo Rojas Pinilla, lo cual lo llevó a sercensurado, perseguido y encarcelado.La valerosa actitud de este caricatógra-fo bogotano, liberal oficialista, le valióel reconocimiento nacional e interna-cional refrendado con el premio Mer-genthaler de la Sociedad Internacionalde Periodistas (1956). Estudió en la Aca-demia Ramírez y en la Escuela de Be-llas Artes de Bogotá. Entre 1947 y 1950vivió en Estados Unidos, donde trabajóen el departamento de propaganda delos supermercados A&P y en el Depar-tamento de Información Visual de laONU. Trabajó para El Tiempo entre1944 y 1964. Colaboró con el semana-rio Sábado y con The Daily de NuevaYork. Realizó dibujos animados y enlos primeros años de la televisión co-lombiana participó en el programa «Lá-piz mágico». La «Enciclopedia británi-ca» de 1964 reprodujo su caricatura enhomenaje a Jhon F. Kennedy. En 1996,

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Planeta editó una memoria gráfica de suobra, con prólogo de Hernando SantosCastillo y reseña crítica de Antonio CruzCárdenas. En la reseña Cruz Cárdenasplantea (1996): «Desde luego, Chapetetrabaja para un periódico y muchos desus monos reflejan la orientación políti-ca que iban teniendo sus editores. Esnotorio, por ejemplo, que muchas desus caricaturas de los años setenta fue-ran antilopistas cuando Alfonso LópezMichelsen, era Jefe del MRL y disiden-te liberal; años más tarde, cuando seconvirtió en candidato único de su par-tido, en 1974, las caricaturas se torna-ron lopistas» (p. 14). Respecto al perso-naje que acompaña invariablemente lascaricatografías de Chapete, Cruz Cár-denas cuenta que: «Sus amigos lo lla-maban Chapete porque lo encontrabanparecido al amigo de Pinocho: era baji-to, gordo y zumbón. Y él les siguió labroma: convirtió el apodo en autocari-catura, que siempre aparece en la esce-na de sus dibujos y era más elocuenteque su firma... el chapetico forma partedel episodio y a la vez asume el papelde la opinión callejera o de salón y co-rrobora lo que muestra el dibujo o dicela leyenda. Es diminuto y ovoidal, juezy parte» (p. 14).

En la segunda mitad del siglo XX seafianza en el periodismo colombianouna generación que todavía da cuentade la realidad política colombiana a tra-vés de sus opiniones gráficas, caracteri-zada por una actitud política más inde-pendiente y por un manejo clásico en lacaricaturización de la figura humana.

De esta cohorte hace parte Luis Eduar-do López, Luisé, Rigot (1929). Carica-tógrafo valluno nacido en Palmira y es-pecializado en caricatografía política.Estudió en el Instituto de Bellas Artes

de Cali e inicio su ejercicio caricatográ-fico en la legendaria publicación caleñaEl Gato, dirigida por Frisco González.En 1955 fue vinculado al ejército comodibujante y en 1956 empezó a colaborarcon El País. Publicó con los heteróni-mos Luis Eduardo, Luisé y Rigot parael ejército nacional, El País y El Gato,respectivamente. Con motivo de la con-memoración de los cincuenta años deEl País (2001), este diario comenta ensu página electrónica: «Occidente, ElTiempo, El Siglo, Relator, La Patria,entre otros, son diarios que han dadocabida a la agudeza de este artista, paraquien la vida es bondad y sentido del

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Figura 8: Autocaricatura de Vladdo, uno delos caricatógrafos políticos más talentosos delhito de los asociados.

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humor. Desde 1982 es El País la sedepermanente de la capacidad de observa-ción de alguien que tiene el don paraencontrar el absurdo en las circunstan-cias más solemnes. Ha obtenido el pre-mio Mergenthaler, otorgado por la So-ciedad Interamericana de Prensa, SIP, yuna mención de honor del Premio Si-món Bolívar».

Con una visión regional y también enel valle del Cauca desarrolla su trabajoLuis Elciades Mosquera Elciades (1930).Caricatógrafo político nacido en Dagua(Valle), estudió dibujo publicitario enuna academia de Bogotá. Entre 1971 y1986 se desempeñó como caricaturistade planta de El País de Cali. En 1978obtuvo el premio Mergenthaler de la

Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.Presentó sus trabajos en Montreal, Ca-nadá, San Tolentino, Italia, y en Bulga-ria, donde obtuvo menciones de honor.Desde1995 fijó su residencia en NuevaYork, allí colabora con caricaturas ehistorietas para el diario The Extranewsde Hartford, Conetticutt (El País).

Otro de los caricaturistas que puedeser clasificado dentro del hito de los clá-sicos es Jorge Heriberto Duarte(1934-1991). Nacido en Bogotá, vincu-lado ideológicamente con la izquierdacolombiana, publica sus primeras cari-catografías en El Tiempo en 1955. En1970 crea en compañía de Mario Rome-ro, una academia de Bellas Artes deno-minada Artistas Famosos que alcanzó a

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Figura 9: Ricardo Rendón, considerado por antonomasia el caricatógrafo político de Colombia.

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sostenerse por cuatro años, en ella ofre-ció cursos de ilustración, caricatura ehistorietas, orientadas por Pepón y Car-los Garzón. Buen fisonomista y profun-do conocedor de la estructura narrativade la historieta, Duarte aprovechó estosdos géneros caricatográficos en la reali-zación de la sección «Telehumor» de latelerevista de El Espectador, y una his-torieta política sobre la toma de la emba-jada dominicana. La historieta narra deforma humorística la toma realizada porun comando del M-19 en el gobierno deJulio Cesar Turbay Ayala. Fue publica-da por iniciativa propia en 1981, con eltítulo: «Tomata de la embajada». Esemismo año publica el ensayo caricato-gráfico «Un año espantoso», donde co-menta los sucesos de 1981. Bajo los he-terónimos Duarte y Alkimio publicó enel semanario Voz, su más virulenta pro-ducción contra los vicios y aberracionesque falsean los principios de un sistemademocrático. Desde esta atalaya fustigacon una clara conciencia de clase la in-tervención de Estados Unidos en la polí-tica interna colombiana; las exigenciasdel FMI, sus incidencias en la pauperi-zación del pueblo colombiano; y las arti-mañas demagógicas de la clase dirigen-te. Duarte también ejerció su trabajo decaricatografía política en las páginas deldiario El Espectador. Allí, condicionadopor la orientación de este diario, su sátirapolítica tiene que eludir el lenguaje depancarta y desarrolla un humor más sutile inteligente, sin perder su compromisosociopolítico. Respecto al arte caricato-gráfico en Colombia, Duarte (1984) opi-na: «Debido a la ausencia de revistas es-pecializadas, aquí el caricaturista tieneque ceder ante los intereses políticos delos grandes diarios y ejercer una auto-censura si aspira ver publicados sus tra-

bajos, valiéndose de sutilezas para tocarfondo. El resultado es un humor provincia-no, amarrado. No es agresivo, no muerde ysu estancamiento se percibe debido a lapoca importancia que se le da, limitán-dolo a material de relleno. Al lado del hu-mor picante, irrespetuoso y antisacro quepredomina en otros países, aquí aún ve-mos insulsos chistecitos basados en bebi-tos que a diario rezan al Niño Dios, en lasprimeras páginas de nuestros más seriosperiódicos, en donde prefieren recortar ca-ricaturas de la prensa extranjera que darleoportunidad a nuestros propios valores».

Uno de los caricatógrafos políticosdel hito de los clásicos de mayor presti-gio en Colombia es, sin duda, HéctorOsuna. Este caricatógrafo antioqueño,nacido en Medellín en 1936, pero radi-cado en Bogotá desde 1946, Inicia sucarrera caricatográfica en el diario ElSiglo en 1959 con obras suscritas comoHO y colabora con el recién fundadodiario Occidente de Cali. En 1960 in-gresa al diario El Espectador. A pesarde su filiación conservadora se recono-ce su independencia mental en el ejerci-cio de la caricatura. Gabriel García Már-quez (1983) afirma en prólogo del libro«Osuna de frente»: «Aunque se le con-sidera el caricaturista político más lúci-do y feroz que ha tenido Colombia, suferocidad es mucho más que política,porque es sólo moral. Carece del cálcu-lo matrero, de las pasiones efímeras, delos apetitos terrestres de los políticos»(p. 7). Bajo la tutela del diario de losCano quienes respetan y protegen su in-dependencia intelectual, vigila durantecuatro décadas el acontecer nacional ha-ciendo gala de una erudición humanis-ta, un limpio y progresivo desarrollo dela técnica de la plumilla y de la forma,que varía de rígidas figuras y composi-

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ciones en sus primeras obras, hasta laságiles y rápidas caracterizaciones delnuevo milenio. A esta maestría técnica,fruto de una búsqueda constante de po-sibilidades expresivas, se une un crite-rio moral que lo erigen como un riguro-so profesional de la caricatografía. Se leotorga el Premio de Periodismo SimónBolívar (1973), distinción que declina,pero acepta el Premio Nacional delCírculo de Periodistas de Bogotá (1983).Cuando la familia Cano vende El Espec-tador al grupo económico Santodomin-go, Osuna, en un nuevo acto de autono-mía, se retira de la publicación y pasa acolaborar con la revista Semana. Con élse lleva su «Exposición permanente»,exhibida con orgullo en la sala de re-dacción del diario de los Cano desde1964, colección constituida por cincuen-ta personajes de la política nacional einternacional, hechos a todo color en unestilo cubista, donde se evidencia suidoneidad en la fisonomía caricatográ-fica, un género que domina con sufi-ciencia y que apoya su trabajo en el co-mentario político. Otro característica dela obra de Osuna es la capacidad paracrear personajes caricatográficos que seconvierten en referentes de una etapapolítica y en comodines para su ejerci-cio satírico: los caballos de Usaquénsimbolizan la represión durante el man-dato de Turbay; una monja escapada deun cuadro de Botero, la visión románti-ca y bucólica del gobierno de BelisarioBetancur; unos perros dálmatas, las sa-lidas en falso de los delfines de AlfonsoLópez Michelsen; jirafas e hipopóta-mos, la desmesura del narcotráfico. Se-guro de la independencia que le garanti-za la Dirección de Carlos Lleras de laFuente, regresa a El Espectador en el2001, semanas antes de que la publica-

ción se convierta, por la crisis económi-ca que afecta al país, en un semanario.

Otra de las figuras del hito de los clá-sicos que ejerce en los albores del sigloXXI es José María López Prieto, Pepón,(1939) caricatógrafo caucano nacido enPopayán. Pepón publica sus primeras ca-ricatografías en los periódicos de su co-legio y para el periódico de su padre.Viaja a Europa y colabora en España pa-ra la revista Codorniz. En 1961 inicia sucarrera profesional en el diario El Espec-tador. A partir de 1971 se vincula con ElTiempo, donde aún colabora con la sec-ción diaria y el resumen dominical deno-minado Séptimo Día. Participó con Glo-ria Valencia de Castaño, Merino, Carri-zosa y Chapete en el programa de televi-sión «El lápiz mágico». Posteriormenterealiza su propia aventura televisiva conel programa infantil «Minimonos», ani-mado por Yady González. Pepón es elprimer caricaturista que edita, en gran ti-raje, sus personajes caricatográficos enla revista infantil Minimonos (1973), enla cual participan dibujantes como JuanValverde, Hernando Chato La Torre Jr.,Patricia Donald, Bernardo Rozo, RonaldCristofanni, Hernando Campos. En Mi-nimonos Pepón hace gala de su talentocreativo al desarrollar personajes como«Papá Jipy», «Los chiconautas», «Zipi-ta», «Protin», «El agente ZZ7», «Vladi-mir», «Los Sardinos», «Los MiniMons-truos» y «Jojoa». Su obra caricatográfi-ca ha sido publicada en los más impor-tantes diarios y revistas, entre las que fi-guran El Tiempo, El Espectador, Estra-tegia Económica, The Colombian Post.Fue presidente del Colegio Nacional dePeriodistas y vicepresidente de la Fede-ración Latinoamericana de Periodistas yestuvo vinculado al consulado de Co-lombia en Sao Paulo, Brasil. Entre sus

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publicaciones figuran: «Ahí están pinta-dos» (1992), «Elección Colombia» (1992)y «No me crean tan revolcón» (1994)entre otros.

Un caricatógrafo que hace un aportesignificativo a la caricatografía políticacolombiana en la segunda mitad del si-glo es Alberto Donado Olivares, Al Do-nado (1941). Nacido en Ciénaga, Mag-dalena, Al Donado apropió el uso de fo-tocaricatura hasta convertirla en un se-llo característico de su producción cari-catográfica. En su más reciente produc-ción, presentada en la Feria del Libro de2001, Al Donado profundiza en estatécnica y con los recursos que brinda elcomputador, compone una serie de fi-sonomías caricatográfícas de hermosafactura y con excelente caracterización.Al Donado estudió bellas artes en laUniversidad Nacional de Colombia, fuecolaborador de El Espectador, hasta quela familia Cano lo vendió al grupo San-todomingo. Su personaje caricatográfi-co Don Roque, fue premiado con elPremio Simón Bolívar en 1981 y reci-bió el Premio S.I.P. Mergenthaler de1982, en Chicago, Estados Unidos, porsu colaboración en una campaña didác-tica sobre el nuevo código penal colom-biano. En 1984 recibió el premio delCirculo de Periodistas de Bogotá por susus fotocaricaturas.

La caricatografía colombiana se re-nueva con la aparición del hito de losinnovadores y aunque estos cultivancon preferencia el humor caricatográfi-co, caricatografos como Armando Bui-trago –más conocido como Timoteo ensu producción en El Siglo y Ugo Bartien El Tiempo– y Antonio Caballero sedestacan en caricatografía política. ParaVladimir Florez, Vladdo (2002): «UgoBarti es uno de los mejores caricaturis-

tas con que cuenta el país y paradójica-mente uno de los menos conocidos.Barti es un caleño que firmaba comoTimoteo en el periódico El Siglo, dondeinició su carrera. Colaborador de Por-tafolio y de las Lecturas Dominicalesde El Tiempo, Barti es un fisonomistaimpresionante, poseedor de una vastacultura y de una timidez blindada(www.semana.com).

Otra de las líneas de innovación en lacaricatografía colombiana la propone alnororiente del país César AugustoAlmeida. Kekar (1956), caricatógrafosantandereano (Rionegro) que inició suejercicio profesional en el periódicoVanguardia Liberal. Nutrido con lasinfluencias de caricaturistas nacionalese internacionales, como Naide y Fonta-narrosa, desarrolla un grafismo pococonvencional. A nivel gráfico, su obrase caracteriza por el uso de figuras brus-cas que no respetan el canon académi-co, de una plumilla que reitera líneasgruesas y parches de tinta y un curiosoy recargado sol que aparece en muchasde sus caricatografías como testigo delos sucesos. En este sentido, la caricatu-ra de Kekar es una propuesta modernaque profundiza la ruptura de los para-digmas estéticos de la caricatografíacolombiana en la segunda mitad del si-glo XX. Su concepto de humor se apoyaen el manejo de un lenguaje donde esposible rastrear los mecanismos de larisa propios del chiste: condensación,uso del mismo material lingüístico, do-ble sentido, errores intelectuales. Cola-bora con el semanario Nueva Frontera,con El Tiempo, la revista Diners y Edu-cación y Cultura. En esta última publi-cación realiza un trabajo de ilustracióncaricatográfica donde logra que susapuntes puedan ser leídos independien-

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temente del texto que los inspiró. En1984 publicó la primera compilación desu obra bajo el título «Social política ymamagallísticamente hablando».

Desde la costa atlántica aparecen losgrafismos de un artista para comentar laactualidad regional y nacional con unpersonaje caricatográfico que desafíalos cánones de los clásicos en el manejode la figura humana. Es la propuesta deGuillermo Salcedo, Guillotín, artistaplástico seleccionado por Martha Trabapara hacer parte, en 1968 del Primer Sa-lón Nacional de Rechazados. Primerpremio en el XVII Salón Nacional deArtes Visuales 1978. Invitado especialal salón Cant de Caracas en 1989. Invi-tado especial del Ohio InternacionalInstitute for the Graphics Arts, en di-ciembre de 1990. En 1978 se vinculacon el Grupo Experimental Sindicato,con el cual participa hasta obtener elprimer premio del Salón Nacional deArtistas (1991). Ha publicado en El He-raldo, Diario del Caribe, El Nacional,La Prensa, El Tiempo, El Espectador,El Mundo («Enciclopedia del humor»).

Entre el hito de los innovadores y losasociados surge la figura del caricató-grafo bogotano Álvaro Palomino, Palo-sa (1957). Inició su carrera a los 17 añoscuando publica su primera caricatogra-fía en una sección aficionada de ElEspectador. En 1979 colabora con eldiario El Siglo en la sección «Entre tintay tinto». Desde 1981 trabaja con ElTiempo en la ilustración caricatográficade las revistas Elenco, Carrusel, Cronó-metro, Lecturas Dominicales. Sus traba-jos aparecen en las publicaciones Cro-mos, Síntesis Económica, Diners, Cre-dencial, Acunoticias, Summa, Aló, Ma-mola, Al Día. Se aventura en los terrenosde la caricatumedia con la animación en

la televisión colombiana de seccionespara los programas «Testimonio» y«Noticiero AM-PM» (Palosa, 1993).Por el manejo de su grafismo puede cla-sificarse el trabajo de Palosa en el hito delos innovadores, aquellos caricaturistascolombianos que rompen con el canonclásico del manejo de la figura humana.Solitario e introvertido no participó deninguno de los grupos de asociados quetuvieron lugar en Bogotá en la décadadel ochenta, aunque estuvo cercano asus integrantes. Su trabajo fue premiadoen el Festival Mundial de Caricatura,Calarcá 89, en la modalidad Humor Po-lítico Nacional. En 1992 obtiene el pre-mio del Círculo de Periodistas de Bogo-tá, el mejor caricaturista del año. Reco-pila su trabajo en el libro «El mejor cari-caturista del mundo».

Herederos de la pasión de Naide porel humor caricatográfico e hijos del pe-riodo de la historia colombiana denomi-nado El Frente Nacional, son pocos loscaricatografos identificados dentro delhito de los asociados que cultivan la ca-ricatografía política. En el Taller de Hu-mor una de esas excepciones es JorgeEnrique Grosso (1957), boyacense, egre-sado de Bellas Artes de la UniversidadNacional de Colombia quien ejerce co-mo caricatógrafo político desde 1981,época en que se vinculó a El Tiempo, enremplazo de Naide. También ha cultiva-do el género de la historieta; es creadorde las tiras cómicas «Atila», «Queru-bín», «La princesa Creolina», «Mugros-so», «Garlopín», «San Victorino», entreotras. Fue uno de los primeros caricato-grafos que incursionó en el campo de lacaricatumedia con los dibujos animadospara el noticiero «Cinevisión» y el pro-grama satírico «Zoociedad». Profesor delas universidades Nacional y de los

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Andes. Editor de la revista de humor ehistorieta El Bus.

Álvaro Montoya Gómez –Alfín– esun caricatógrafo político que asume suvocación luego de participar del ejerci-cio de taller que significó su vincula-ción con el Cartel del Humor. Periodis-ta conservador de gran chispa e inge-nio, Álvaro Montoya G. nació en Mani-zales en 1949, pero vive en Bogotá des-de 1960. Realizó estudios de derechoen la Universidad Nacional de Colom-bia y se vinculó al diario El Siglo en1970. En 1978 creó la columna «Notasde un bionauta» con la cual se ganó elPremio Nacional de Periodismo SimónBolívar (1982) como mejor columnista.Fisonomista caricatográfico ocasional,incursiona en la caricatografía políticaen 1994 con el seudónimo de Alfín enel diario El Nuevo Siglo. En esta etapaafila sus lápices contra lo que denominael régimen serposamperista. Su trabajole lleva a conquistar el Premio Nacionalde Periodismo del CPB (1997) comomejor caricaturista. Las amenazas reci-bidas lo obligan a silenciar su opinióntanto a través de la columna «Notas deun bionauta», como de su comentariográfico bajo el seudónimo de Alfín y aexilarse del país por un tiempo.

En las toldas de El Cartel del Humor,Vladimir Florez Florez, Vladdo (1963),caricatógrafo y diseñador gráfico nacidoen Armenia, Quindío, es el caricatógrafode las nuevas generaciones que asumecon mayor rigor y consagración el oficiode la caricatografía política. En sus pri-meros años de vida se traslada a Bogotá(1970) donde cursa estudios primarios ysecundarios. Ideológicamente identifi-cado como conservador, su primera pu-blicación la realiza en la revista Los Mo-nos de El Espectador (1984), pero real-

mente se inicia como caricatógrafo pro-fesional en las páginas editoriales deldiario La República (1986); y a finalesde ese año reafirma su opción vital consu primera exposición individual en laAlianza Colombo-Francesa. Respecto asu obra Germán Fernández (2000) seña-la: «Lo conocimos durante los añosochenta. El caricaturista –todavía en for-mación– mostraba ya su propio y parti-cular talante. Un carácter lo suficiente-mente ecléctico para no caer en el secta-rismo, lo suficientemente digno para unaopinión autónoma y lo suficientementeconservador como para no renegar delsistema político que –al fin y al cabo–habrá de acogerlo luego, a pesar de sussediciones gráficas y sus impertinencias[...] al examinar de cerca su trabajo, te-nemos que admirar la entereza con laque ha asumido su oficio. No hay lugarallí para retoques preciosistas o especu-laciones pictóricas. Se impone la virtudfrugal –casi monástica– de la síntesis, laeconomía de la línea y los espacios. Lafuerza discursiva de lo textual adquiereentonces repercusiones superlativas.Vladdo hace así gala de un manejo ex-cepcional del lenguaje verbal en el quesobresalen los juegos de palabras, la iro-nía, el absurdo, los giros semánticos yotros recursos semejantes. Esto, por su-puesto, sin hacer a un lado la experimen-tación a nivel puramente gráfico. Comootros de sus colegas, Vladdo se lanzódesde temprano al mundo de la ilustra-ción digital, sacando ventaja de las alter-nativas que ofrece el computador al di-bujante: los fotomontajes y collages, laversatilidad de la tipografía, los efectosespeciales, la posibilidad casi ilimitadade corregir y actualizar un documentosin volver a empezar de ceros. De hecho,crea en 1994 –después de haber tomado

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parte en el Curso de Diseño Gráfico deLa Haya– su sección insignia “Vladdo-manía”, en la que asume mente la ópticadel diseñador gráfico en su oficio de ca-ricaturista. Desde entonces le puedeapostar al reto de “mantener la universa-lidad del humor gráfico dentro de la es-pecificidad de la caricatura política, sinque exista detrimento de ninguna”» (pp.62-73). Vladdo realizó estudios de dise-ño publicitario en la Universidad JorgeTadeo Lozano y en el CIDE. Como dise-ñador gráfico y caricatógrafo su trabajoha sido acogido en las páginas de ElPaís, El Siglo, El Tiempo, El Diario delOtún, El EspectadorD, Semana, Cro-mos, La Crónica del Quindío, The Co-lombian Post, El Periódico de Cartage-na, El Diario del Huila, El Universo deGuayaquil, Soho, Gatopardo, SemanaJunior y la revista Puntocom. Entre loslibros publicados figuran «Mis memo-rias, así me recuerda Vladdo» (1989),«Vladografías; diez años de caricaturas»(1996), «Aleida a flor de piel» (1999),«La agenda de Aleida» (2000) y «Ma-nual de separación» (2001), «Lo peor delo mejor» (2002), entre otros. Ha recibi-do dos veces el Premio Nacional de Pe-riodismo Simón Bolívar (1996-1998), elPremio de Excelencia de la Society ofNewspaper Design, de Estados Unidos(1994) y el Premio Nacional de Perio-dismo del CPB (1988). Fue selecciona-do para participar en Alemania en lamuestra Hoch-Zeit Für die Eine Welt,exposición de caricatografías alusivas alos 500 años del descubrimiento deAmérica (1992). En 2002 recibe el Pre-mio Mergenthaler de la Sociedad Intera-mericana de Prensa, SIP.

En 1987 circuló el semanario Mamo-la donde se reseñaba de manera humo-rística el acontecer político del país. En

los números de este semanario se puedenapreciar los nombres de los más importan-tes caricatografos colombianos del mo-mento: Caballero, Guerreros, Linares,Guillotín, Kekar, Matty, Calarcá, Rin-cón, Ari, Yayo, Vladdo, Duarte, Ru-bens, Nicholls. Como nota curiosa sepuede reseñar en este semanario el tra-bajo de Joe Broderic, autor de «CamiloTorres, el cura guerrillero», quien fir-maba con el seudónimo de Jorobe.

Como los asociados de Bogotá, loscaricatógrafos reunidos en Medellín entorno a la revista Frivolidad, tambiénprefieren el cultivo del humor caricato-gráfico, sin embargo, algunos de ellostienen que asumir la caricatografía polí-tica como medio de subsistencia y divul-gación de su trabajo. Entre ellos figuranHarol Trujillo, quien firma con el seudó-nimo de Chócolo, Carlos Mario Galle-go, líder del grupo Frivolidad y uno delos integrantes de Tola y Maruja, quienpublica en El Espectador como Mico, yEsteban París, encargado de la caricato-grafía política en El Colombiano de Me-dellín al lado de Ramiro Zapata. Cerca-nos a este grupo de caricaturistas apare-cen los grafismos de Valmez. RicardoBetancur Sarmiento, Ricky, es otro delos caricatografos paisas que cultivaocasionalmente la caricatografía políti-ca, sus personajes boterianos han apare-cido con frecuencia en el suplemento ElColombianito, donde asumió la páginadenominada pasatiempos.

Tres caricatógrafos jóvenes del ejecafetero, optan por ejercer la caricato-grafía política y logran figuración na-cional: Ari, Mheo y Papeto. Mario Her-nando Orozco Mheo, caricaturista risa-raldense nacido en Pereira es comuni-cador social de profesión, inició su ejer-cicio caricatográfico en el Diario del

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Otún, ha publicado en El Tiempo, y co-labora con El País desde 1994. Actual-mente publica sus trabajos en la revistaCambio. Fue nominado al Premio Na-cional de Periodismo en 1996.

Fabio Arias, caricatógrafo caldensenacido en Pácora, quien firma comoArí, ejerció inicialmente en el diario LaPatria, de Manizales, donde se desem-peñó, también como jefe de redacción,actualmente colabora para el diario re-gional de El Tiempo.

«El terreno de la caricatografía polí-tica ha sido abonado por la producciónmasculina, sin embargo es necesarioseñalar en este género la presencia de lamujer con las realizaciones de AtalaMárquez, quien publicara en el diarioVoz Proletaria, hoy Voz, con el seudó-nimo de Camila, en homenaje al sacer-dote guerrillero y María Edith Jiménez,caricatógrafa quindiana, nacida en Arme-nia (1976), quien es una de las pocasmujeres que en la actualidad realiza ca-ricatografía política en Colombia. Ganóel premio Jóvenes talentos del SalónAntonio Valencia (1999), promovidopor el Instituto de Bellas Artes delQuindío. Publicó sus primeras ilustra-ciones en el libro “Talleres de la infan-cia”, editado por el Comité Departa-mental del Quindío y en la revista LaNota Agropecuaria de la Cooperativade Caficultores de Armenia. Desde1998 hasta el año 2000 realiza carica-tografía política con La Crónica delQuindío. En ese mismo año se trasladaa Bogotá e inicia estudios de diseñográfico en Cide» (Fernández, 2000).

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ResumenEn una entrevista la reconstrucción de la vida profesional y de los fundamentales aportes artísti-

cos, organizativos y didácticos de uno de los más importantes protagonistas de la historia de la histo-rieta cubana desde los últimos años de la dictadura batistiana hasta hoy.

AbstractIn an interview the reconstruction of the professional life and of fundamental artistic, organizatio-

nal and didactic contributions of one of the most important personalities of the Cuban comics historyfrom the last few years of Batista dictatorship to the present time.

En febrero de este año la Unión dePeriodistas de Cuba proclamó PremioNacional de Periodismo José Martí aVirgilio Martínez Gainza. Nunca pre-mio fue más merecido: sin miedo deexagerar, de Virgilio puede decirseque en la historia de la historieta cuba-na él es la personalidad más represen-tativa, mítica querríamos decir. No só-lo empieza a trabajar en el área durantela dictadura batistiana ofreciendo, consu «Pucho y sus perrerías» publicadoen la prensa clandestina, puede ser elúnico ejemplo de cómo la historietapueda contribuir a la lucha revolucio-naria. Después de varios años de traba-jo en la clandestinidad, él sigue su em-peño no sólo continuando a dibujar y anarrar por imágenes, sino también con-virtiéndose en el organizador y maes-

tro de toda la generación de los histo-rietistas cubanos que trabajaron des-pués del 1959. Sin peligro de equivo-carse podría decirse que Virgilio, ade-más que uno de sus principales prota-gonistas, es el padre de la historieta cu-bana de los últimos cincuenta años.Por eso nos parece útil e interesanteaprovechar la ocasión del premio quele fue otorgado para publicar una suentrevista inédita que, aunque remontaal 12 de marzo de 1997, no resulta en-vejecida.

Quien se proponga estudiar la his-toria de la historieta cubana de los úl-timos cuarenta años se da cuenta rá-pidamente del papel central que en eldesarrollo del género han jugado tupersona y tu obra. No es fútil pregun-

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Dibujando por la revolución

Charla con Virgilio Martínez Gaínza

Dario MognoInvestigador, Milán, Italia

ENTREVISTA

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tarse a cuándo se remontan tus pri-meros contactos con la historieta.

Nací el 27 de abril de 1931.Teníaunos cinco años cuando mi abuela meleía las historietas de Benitín y Eneas,Popeye, el ratón Miguelito y muchasmás. Eso me estimuló a aprender a leerrápidamente y a convertirme en un tre-mendo lector.

No podía comprar los comics de lasemana y tenía que leer, como les deci-mos, muñequitos de uso. Además siem-pre tuve un ángel que me regalaba li-bros. Así tuve la gran suerte de leer larevista argentina Billiken, los cuentosde «El mono relojero» de ConstancioC. Vigil, las páginas semanales de «Su-perman», «Trucutú». «Veinte mil le-guas de viaje submarino» de Julio Ver-ne y la novela «Urania» de Camilo Flam-marion fueron dos obras francesas queme leí unas catorce veces cada una por-que me estimulaban enormemente lafantasía. También disfruté de las prime-ras ediciones de «El Spirit» de Will Eis-ner. Todo eso me aficionó grandementea la lectura y, sobre todo, a las historie-tas. Además se me fueron pegando co-sas de la línea de los dibujantes, aunquenunca imaginé que podía llegar a ser unprofesional de la historieta, pero, insen-siblemente, iba aprendiendo. Despuésde pasar la escuela primaria, cursé elséptimo grado y no pude continuar losestudios, pues tuve que trabajar. En 1948me hice ayudante de Fernando Cabeza,un dibujante de publicidad que tenía,afortunadamente, muchos libros de di-bujo en inglés. Yo había estudiado unpar de años de inglés y, más o menos,podía entenderlos, aunque captaba máspor la gráfica tan clara. Me estoy refi-riendo a las obras de Andrew Loomiscomo «Fun with a Pencil», «Creative

Illustration», «Figure Drawing» y otras.Por supuesto, ese método no se lo reco-miendo a nadie, porque uno hace lectu-ras fuera de tiempo, se interesa por te-mas que después dejan lagunas y hayque estarlas llenando toda la vida... co-mo, por ejemplo, dibujar una oreja.

Estuve en ese estudio hasta 1952, yprecisamente un día en que Cabeza ha-bía alquilado una oficina mejor en eledificio Suiza de La Habana Vieja, enVillegas y O´Reilly, y esa mudanza ocu-rre el mismo 10 de marzo. Entonces eramuy curioso. Nosotros nos asomába-mos por la ventana que daba a Villegasy veíamos, por esa calle que sale al Pa-lacio Presidencial, los tanques de Batis-ta que estaban ocupando el palacio. Mepercaté del tremendo cambio que esta-ba ocurriendo en el país. Batista nuncame gustó; yo tuve que vivir mi infanciabajo el gobierno de Batista, una figurapara mí realmente muy antipática. Mifamilia lo rechazaba. Al ocurrir el 10 demarzo me dije «Ahora sí volvemos achocar con ese hombre». Al año si-guiente me independizo y me asociocon Enrique Mier Febles, que era mili-tante del Partido Socialista Popular. Erael más joven de los hermanos Mier, deLas Villas, en la ciudad de Santa Clara.Nos dedicamos al diseño de envases encelofán, anuncios, ilustraciones y otros.Trabajábamos en la casa de Enrique,con sus muchachos jugando como lo-cos, en la calle Goss, a dos cuadras deGeneral Lacret. Cuando tenía muchotrabajo me quedaba por la noche, perosi no había nada, me iba para mi solar.En esa casa conocí a varios dirigentesdel Partido Socialista Popular y la Ju-ventud Socialista. En la madrugada del26 se produjo el asalto al cuartel Mon-cada. Poco después llegó Ramón Calci-

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nes pidiendo que lo ayudaran a ocultar-se porque la dictadura había desatado larepresión a los revolucionarios, funda-mentalmente a los comunistas. Calci-nes pasó unos quince días en esa casa.Yo compartía la misma habitación y loayudé a editar e imprimir algunas publi-caciones de la Juventud Socialista.

¿Y dónde se imprimían esas publi-caciones?

Bueno, ahí mismo, en un mimeógra-fo Gestettner muy bueno, parecía unaimprenta. Quiero decirte que el partidoy la Juventud tenían experiencia en lautilización de los medios alternativos.Ellos tenían también la estación de ra-dio Mil Diez, en la calle Reina, el pe-riódico Hoy y varias publicaciones, en-tre ellas, el magazine Mella. Yo no eracomunista, pero me interesaba saber sihabía un modo de hacer una publica-ción contra Batista, sin importar comofuese impresa. Pues ahí ya estábamoshaciéndola y empecé a hacer algunascositas gráficas. Así me vinculo a laJuventud Socialista. En enero de 1953el teniente Castaño, que era jefe delburó que perseguía a los comunistas,secuestró la edición de ese mismo mesdel magazine Mella. Su portada, dibu-jada por el pintor Adigio Benítez, erauna cabeza de Martí, como de mármol,que se refería al centenario del Após-tol. Un texto llamaba a leer «Un Napo-león que masca chicle», una crítica alpresidente Eisenhower. Del secuestrosólo se salvaron unos cientos de ejem-plares. Después la Juventud Socialistadenunció el hecho en un Mella espe-cial afirmando: «A pesar de todo, aquíestamos». Era un tabloide de cuatropáginas que se ha hecho famoso, histó-rico. Después del asalto al Moncada, laJuventud hace varias ediciones de Me-

lla impresas en mimeógrafos, para man-tener la publicación en la calle; pero ala vez se dan a la tarea de organizar unaparato estable capaz de hacer una pu-blicación mejor y más atractiva. Porqueel concepto que tenía la dirección de laJuventud Socialista era que la publica-ción para los jóvenes debía ser atracti-va; debía tener no sólo carga política,sino también relatos, reportajes, refle-jar la vida y la economía de los jóve-nes, humorismo, historietas... para queel mensaje fuera mejor asimilado. Yaen octubre se ha logrado montar el apa-rato clandestino, con su taller de impre-sión y una pequeña máquina Multilith,modelo 40, una máquina que no se utili-zaba ya en oficinas y, que por su tama-ño y posibilidades técnicas, permitía laimpresión de un pequeño magazine uti-lizando hojas de formato legal, de 8,5por 11 pulgadas, dobladas al centro ycolocadas unas dentro de otras.

Antes de diciembre de 1954, en laoficina que Mier y yo habíamos alquila-do fui contactado por Calcines para sa-ber si estaba dispuesto a hacer algún di-bujo para Mella, y le dije que sí. Es cu-riosa la coincidencia, pues mi oficinaestaba en Mazón esquina a Neptuno ymi ventana daba a la Plaza Mella, en laque se honraba a este héroe de la juven-tud cubana. En la edición de diciembrede 1954 se publica en Mella mi primeracolaboración: varias caricaturas sobreel canal Vía Cuba que Batista quería ha-cer para dividir la isla y competir con elcanal de Panamá. A partir de ese mo-mento, continúo trabajando de modoclandestino en el magazine Mella hastadiciembre de 1958, participando en ochen-ta ediciones.

Con el compañero Julio Machado,que era el impresor, se logró imprimir

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el magazine no sólo en dos, sino en cua-tro colores.

Estaba Marcos Behmaras en el equi-po de dirección, como uno de los queproyectaba y redactaba el Mella. Con élhice las historietas «Luis y sus amigos»y «Pucho y sus perrerías». Marcos Beh-maras era un compañero sumamente ta-lentoso, militante de la Juventud, al quele apasionaban el teatro, las actividadesculturales, la radio. Quiso ser actor en laMil Diez, pero parece que no sirvió.Bueno, entonces empezó a escribir, de-mostró que él podía hacer buenos libre-tos para la radio. También participó muyactivamente en la sociedad cultural Nues-tro Tiempo, que era una organizaciónen la que participaban muchos intelec-tuales, artistas y músicos que estaban,por supuesto, muy preocupados por elrumbo político de Cuba bajo la tiraníade Batista. Marcos ya en esa época eramuy conocido en la radio y en la televi-sión por sus éxitos como escritor. Porejemplo, recuerdo la serie que se tras-mitía por Radio Progreso llamada «Hé-roes de la justicia». La presentación decada episodio decía que eran casos sen-sacionales extraídos de los archivos se-cretos del FBI, la Sûreté, Scotland Yard...,

y todo era de su imaginación, pero esapresentación era tan efectiva, que mu-cha gente lo escuchaba a pesar de lacompetencia aplastante de RHC Cade-na Azul y, sobre todo, la CMQ. Él fuelevantando presión y escribió para la te-levisión espacios como «Tensión», enel Canal 6 y los libretos de «Chicharitoy Sopeira». Para este programa fue con-tratado personalmente por Amadeo Bar-letta, que lo llamó a su oficina, y Mar-cos fue con su representante Luis MásMartín, que era un dirigente de la Ju-ventud Socialista y fundador tambiéndel magazine Mella. Era un compañeromuy capaz políticamente y con una va-lentía a toda prueba; por supuesto, Luisy Marcos eran perfectamente conoci-dos como comunistas, pero el talento deMarcos era tan grande que Barletta ne-cesitaba contratarlo. Y así fue que, gra-cias a la intervención de Más Martín,lograron duplicar la primera oferta deBarletta y mejorar así las finanzas delPartido, puesto que Marcos entregabala mayor parte del dinero a la organiza-ción. El recibía lo necesario para man-tener el estándar de vida de un profesio-nal, que pudiera vivir con dignidad. Aho-ra sí, él aportaba la mayor parte de sus

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Dibujando por la revolución

Figura 1: Tira de «Pucho y sus perrerías» (guión de Marcos Behmaras) publicada en el número defebrero de 1956 de Mella.

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ingresos al Partido y también a la socie-dad Nuestro Tiempo.

Marcos no solamente se destacó en

radio y televisión, sino también en elmagazine Mella en su primera etapa.Yo conocí en viejos ejemplares de Me-

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Dario Mogno

Figura 2: Página de «Pucho y sus perrerías» (guión de Marcos Behmaras) publicada en el númerode julio de 1956 de Mella.

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lla una sección humorística, dirigida con-tra el 10 de marzo, que se llamaba «Cohe-te, periódico inquilino». Sin embargo,me paso cuatro años trabajando con losguiones de Marcos sin sospechar si-quiera que el autor de los guiones de«Pucho» era él. En los primeros días deenero fui a su casa, en Miramar, y medicen: «Para que conozcas a quien es-cribe, mira, este es Marcos Behmaras...».Por poco me caigo de la sorpresa... Co-mo decía Lillo, «Me caigo y me levan-to». En esos mismos días me incorporoa tiempo completo al Mella y...

Un momento. Antes de pasar adelan-te, sería interesante que nos contarascómo se hacía la distribución de Mella

en el período de la clandestinidad.La distribución de Mella es algo de lo

que conozco una mínima parte. Habíados compañeros que trabajaron mucho,dándolo todo. Uno era Prisco Barroso,hoy profesor universitario, el otro todossus camaradas lo conocen como el Pe-que, que actualmente trabaja en el Co-mité Central. El Peque era muy flaquitoy utilizaba distintos trucos para trasla-dar los paquetes del magazine. La edi-ción era de 10 000 o 15 000 ejemplares;se hacía un esfuerzo para aumentar la ti-rada y en esas ocasiones llegaba hasta20 000 ejemplares. Prisco y el Pequesacaban los paquetes de la casa en quese imprimían y los iban distribuyendo.Así llevaban paquetes de Mella y lesponían muñequitos americanos por arri-ba y por abajo, disfrazando el paquete.Hay una anécdota: el Peque se montóen una ruta 30 y había un policía senta-do. El policía, al ver al Peque con el pa-quete, sin decirle nada, se lo quitó y selo puso en las piernas y le dijo: «Yo telo llevo, muchacho» ¡Imagínate! El Pe-que se dio un susto tremendo pero reac-

cionó y le dijo: «Muchas gracias». Des-pués se bajó con su paquete y el policíale dijo: «Hasta luego».

Otro truco que se utilizaba era la can-tina, que era un recipiente de cuatro ocinco cazuelitas de aluminio, una enci-ma de la otra, y tenían un gancho quelas rodeaba y las sostenía verticalmen-te. Habían preparado una cantina deesas serruchando el fondo a las cazueli-tas intermedias, menos la primera y laúltima. Así resultaban dos recipientes,uno arriba al que le ponían sopa o pota-je, algo que se virara, para que la gentetuviera cuidado. En el recipiente grandede abajo ponían los paquetes del maga-zine. Así, Prisco y el Peque iban con suspaquetes o cantinas por los distintos lu-gares. Por correos llegaban a la Univer-sidad de La Habana, a Santiago de Cu-ba, a Camagüey, al Centro Gallego, apersonalidades políticas, a periodistas.Había casos en que a un funcionario delgobierno el Mella le aparecía, misterio-samente, en su propio buró.

Llegamos al triunfo de la revolución.Cuando triunfó la revolución tenía-

mos ya 80 ediciones clandestinas, y yohabía dibujado por lo menos 150 pági-nas de historietas. Además del trabajodel magazine, yo hacía publicidad y di-seño de envases. El gobierno revolucio-nario reconoció el derecho de los comu-nistas a hacer legalmente sus publica-ciones, a no tener que ser clandestinomás nunca. Entonces la Juventud So-cialista tuvo una casa para su comité na-cional y logró montar una imprenta muysencilla. Fueron necesarios amigos im-presores dispuestos a imprimir el Me-lla. Económicamente era costoso im-primir la revista y se empezó a trabajarpor una imprenta más completa.

A mí me plantean si quería trabajar

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en el Mella. «¡Magnífico!», les digo, yabandono la publicidad para dedicarmesolamente al Mella.

Al principio, en 1959 y 1960, conMarcos, hicimos «Supertiñosa», «La cor-tina de bagazo», «Investigador senato-rial». Eso no duró mucho porque seproduce el proceso de la nacionaliza-ción de las imprentas, la radio, la televi-sión, la prensa y Marcos fue nombradointerventor de Radio Progreso y des-pués director de la televisión. Tambiénen esos años escribió, además de artícu-los y editoriales, guiones para las histo-rietas, Isidoro Malmierca, que era el di-rector del Mella. Se desencadenó enton-ces la lucha ideológica contra la prensaburguesa y las publicaciones proimpe-rialistas como Life en español y Selec-ciones del Reader’s Digest, que se im-primían en una planta muy moderna, laimprenta Omega, hoy Osvaldo Sánchez.En esa imprenta había una rotativa es-pecial para realizar la tirada de Selec-ciones. Y la Juventud decide enfrentarla propaganda contrarrevolucionaria quehacía dicha revista. Durante la segundaguerra mundial y en la posguerra, yo laleía mucho. Recuerdo que contenía unosveintisiete artículos muy interesantes encada edición, pero, poco a poco, se fuehaciendo anticomunista. Yo no lo sabíaexactamente, pero me di cuenta de queeso formaba parte de la propaganda ma-chartista... y ya la revista me aburría.Entonces Marcos recibe la tarea de en-frentar a Selecciones y desmontar susmecanismos ideológicos. Y se le ocurrehacer una parodia llamada Salacionesdel Reader’s Indigest... La escribió enmenos de ocho horas, con artículos queresultaron proféticos, como aquel de«¿Puede el perro caliente vencer a losrusos?», que proyectaba el plan secreto

de lanzar sobre toda la Unión Soviéticapuestos de perros calientes callejeros y,cuando los rusos estuvieran comiéndo-los, las tropas norteamericanas llegabany ocupaban el país sin disparar un tiro.Se hicieron tres ediciones. La tercerafue una parodia fiel de la que sería la úl-tima edición de Selecciones. Supimosque estaban imprimiéndola y se obtuvoun ejemplar y en menos de quince días.El tiempo sobró para que Marcos escri-biera, yo dibujara e imprimiéramos ennuestra pequeña Chief 24... y salimos ala calle antes de que la planta Omegafuera ocupada por los trabajadores. Fueun éxito formidable, irrepetible.

Después le tocó al Diario de la Mari-na. Marcos había hecho un logotipoque decía: Diario de los Marines. ElDiario de la Marina tenía un pequeñocuadrito a la izquierda que decía: «128años al servicio de los intereses genera-les y permanentes de la nación», y Mar-cos le puso «128 al servicio», aludiendoal water closet. Él había escrito una se-rie de parodias de historietas que queríaincluir en esa edición del Diario de losMarines, como «Dick Tracy», «Jorge,el piloto», «Mandrake, el mago». Pero,en esta ocasión, La Marina fue enterra-da antes de que pudiéramos hacer nues-tro trabajo. Después, Marcos tuvo quededicarse a la televisión. Hizo un aportetremendo con la creación de un bloquede nuevos programas que fueron muyexitosos.

En enero de 1963 Mella cambia suformato de revista por el tabloide sema-nal, con informaciones sobre la UJC(Unión de Jóvenes Comunistas) y «Pu-cho», más un suplemento de historietasde 16 páginas. Dedicamos ocho pági-nas con dos colores a las historietas, ylas otras ocho a materiales literarios.

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Unos meses después, pasamos a un ta-ller que nos entregaba cuatro colores

por un lado y una tinta por el otro lado.«Supertiñosa» iba en la primera página,

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Figura 3: Página de «Pucho y sus perrerías» (guión de Marcos Behmaras) publicada en el númerode septiembre de 1956 de Mella. Suplemento Gráfico.

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después venía una serie de personajescomo «Matojo» de Lillo; «Juan Mon-tes», con textos de Norberto Fuentes y

dibujos de Ubaldo Ceballos; «Marco, elgladiador» con guiones de Víctor Ca-saus y dibujos de Pedro Martín, «Lucas

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Dario Mogno

Figura 4: Página de «Pucho y sus perrerías» (guión de Marcos Behmaras) publicada en el númerode julio de 1957 de Mella. Suplemento Gráfico.

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y Silvio» escrito y dibujado por el sor-domudo Juan José López, un catalángenial, «Kachibachi» de Padroncito...Muy joven Silvio Rodríguez escribía ydibujaba «El hueco, una historieta muyprofunda»; «Tere y Cari» de Wilson. YRoberto Alfonso, que hizo tantas histo-rietas que es difícil recordar, pero siem-pre sobresalientes, como «Un hombrede verdad», «Naoh» y las muchas pági-nas dedicadas a la historia de Cuba. Pa-saron por Mella muchos compañeroscomo Luis Raúl Pérez, nuestro especia-lista en colores. Él, valiéndose de tintachina y varias cartulinas, lograba hacerseparaciones de colores muy económi-cas para el proceso de reproducción...En esa época no había computadoras.

El suplemento de historietas duró 94ediciones. Se independizó un poco delsemanario. Llegamos a conocer que mu-chas personas, sobre todo muchachos,compraban el Mella y se quedaban conlos muñequitos. Eso preocupó a la UJC.Aunque nuestras historietas tenían car-ga política, determinaron que el Mellarenunciara al suplemento gráfico e in-corporara algunas historietas al sema-nario. La medida fue consultada al com-pañero Isidoro Malmierca, anterior di-rector del Mella, quién indicó que se tu-viera en cuenta que eran los únicos mu-ñequitos en ese momento. Eso no durómucho tiempo porque vino la fusión dela prensa plana y Mella se unió al perió-dico La Tarde, para crear el diario Ju-ventud Rebelde. Y ya en Juventud Re-belde, al mes de creado, el director viola necesidad de publicar un suplementohumorístico propio para la juventud.Entonces llamaron a Marcos Behmaras,que fundó el semanario El Sable. Mar-cos dirige un equipo muy fuerte artística-mente, con dibujantes como José Luis Po-

sada, Luis Ruiz, Juan Ayús, Padronci-to... y yo. Después se incorporó HernánH, con su «Gugulandia» que se publica-ba en el periódico Revolución, en un su-plemento de historietas que editaba elartista de la guerrilla en la Sierra Maes-tra, Santiago Armada, al que todos co-nocíamos por Chago. Al desaparecer eldiario Revolución, los «gugus» encon-traron espacio en El Sable.

El Sable, dirigido por Marcos Beh-maras, tiene una historia muy breve,que comienza en octubre de 1965 y du-ró hasta su muerte, en noviembre de1966. En ese año, Marcos creó muchísi-mas cosas, tantas que es difícil recor-darlas. Si me remito a la primera edi-ción, me viene a la mente una historietaescrita por él sobre un matrimonio quese va a Estados Unidos en busca de unparaíso, que van a ver cosas de altura,cosa que logra el marido... al tener quetrabajar de limpiaventanas de altos edi-ficios. Muchos de sus chistes enrique-cieron el humorismo revolucionario, por-que penetraban en la realidad nortea-mericana y sus contradicciones; porquemarchaban para allá los técnicos, losmédicos, toda esa gente que era atraídaen ese momento y después chocabancon la dura realidad. Desgraciadamen-te, Marcos y dos compañeros más pere-cieron en las montañas de Oriente, cuan-do la crecida de un río los sorprendió.

Seguimos trabajando en El Sable has-ta que se agotó internamente, y dio pasoa una nueva publicación, La Chicharra,que duró muy poco tiempo, hasta quesurgió el DDT. En el DDT continué di-bujando las historietas de «Pucho» conguiones de Agustín Urra.

En 1973 me trasladé a la Escuela Na-cional de Artes, en Cubanacán, dondeestuve un par de años. En ese tiempo

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colaboraba con la revista Bohemia ilus-trando temas internacionales de FulvioFuentes y la sección «En Zafarrancho»,de Mario Kuchilán. Después, en 1978,me incorporé al semanario infantil Pio-nero y retomé la historieta y la ilustra-ción de relatos y artículos para niños.Al comienzo de la Editorial Abril, crea-da por la Unión de Jóvenes Comunis-tas, me ubican en la dirección artísticade la naciente revista Zunzún en la quecontinué escribiendo y dibujando la his-torieta «Cucho», un perrito cósmico, yalgunas otras como las que escribíanAnisia Miranda y Froilán Escobar.

Después pasé unos diez años en el se-manario Pionero, hasta que fue suprimi-do al principio del período especial. En1990 comencé como caricaturista delperiódico Granma. En este importantediario de la revolución he publicado al-gunas tiras cómicas, no páginas de histo-rietas, porque no son de interés editorial,y ahora mucho menos con el poco espa-cio de un tabloide de ocho páginas.

En la etapa de Ediciones en Coloreshice los dibujos para una historieta ba-sada en el programa «San Nicolás delPeladero», durante un año, y despuésalgunas páginas para la revista Fantás-ticos, con historietas de ciencia ficción.

Cuando la Editorial Pablo de la To-rriente decidió hacer Cómicos, su pri-mera revista de historietas, colaboré des-de su primera edición con los persona-jes Cucho, Supertiñosa, Tiño, Botark yotros, todos en una sola historieta en laque Cucho era el personaje central, gra-cias a la ciencia ficción humorística. Alresurgir así la historieta, nos dimoscuenta de las grandes posibilidades quetiene el género en Cuba, por la abun-dancia de talentos jóvenes además delos más experimentados, a los que no es

posible dar espacio. Pero hay muchosguionistas y dibujantes con posibilida-des de situar a Cuba muy cerca de lavanguardia de la historieta mundial.Lamentablemente la economía del paísno lo permite, pero hay que reconocerel esfuerzo que hizo la Editorial Pablode la Torriente.

Volvamos al Mella...Cuando Mella adopta el formato se-

manal, se decide que lo acompañe unsuplemento de historietas. El directordel Mella me da la tarea de organizar ydirigir el suplemento. Ya habíamos ve-nido trabajando con Norberto Fuentes,que se iniciaba como escritor humorís-tico y reportero. Al principio no nos lle-vábamos muy bien porque él me traíaguiones que yo no le aprobaba y, un po-co humorísticamente nos fajábamos, yle decía: «Eso no sirve, Norberto, te voya estrangular». En esa época éramosmuy jóvenes y, además, nuestro estilo,las relaciones de trabajo eran así, muyhumorísticas.

Buscando jóvenes talentos acudimosa la escuela Diego Rivera, que estaba enla calle Reina, en cuyo local había fun-cionado por muchos años la escuela ane-xa a la Academia San Alejandro, dondese formaban los escultores y pintores.La escuela anexa había cambiado y loque enseñaban era algo más práctico,como el dibujo publicitario y la ilustra-ción, el diseño gráfico. Uno de los esco-gidos fue el diseñador Ángel González,que continuó su carrera y hoy perteneceal diario Juventud Rebelde. También seunió a nuestro grupo un joven proce-dente de Cárdenas, ya muy profesional.Me refiero a Padroncito, que trabajabaen el departamento de Animación delICRT (Instituto Cubano de Radio y Te-levisión) dirigido por Lillo, también his-

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torietista y creador de «Matojo», perso-naje muy popular durante muchos años.Se unieron además al Mella el genialJuan José López ... y Wilson, el creadorde las famosas «Criollitas». Ellos y otrosmás eran un equipo muy fuerte, capaz

de mantener con calidad las ocho pági-nas semanales de historietas que reque-ría el suplemento, con colores y todo.Posteriormente se incorporó Luis Ruiz,que salió de las Fuerzas Armadas, y quese desarrolló como un dibujante muy

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Figura 5: Una hilarante página, publicada originariamente en el suplemento de Mella y reimpresaen 1988 por la Editorial Pablo del Torriente en el volumen «Supertiñosa», en que los principalespersonajes del comics norteamericano se unen a Supertiñosa en la lucha contra la isla roja y por ladefensa del mundo libre.

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talentoso; pero no mantuvo su actitudhacia la revolución y nos abandonó unosaños más tarde.

Y todos estos nuevos compañerosque se venían añadiendo al equipoeran jóvenes, no tenían experiencia.¿Cómo hacías para formarlos? ¿Lesdabas clases de historietas?

Paralelamente la revista Pionero ha-bía avanzado también, y reunió otroequipo formidable de escritores y dibu-jantes. Ocurre una cosa: yo no soy elúnico que se ve obligado a preocuparsepor la formación de historietistas. Loque yo podía hacer era situar a los com-pañeros de acuerdo con las habilidades

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Figura 6: Una página de «La gloria que se ha vivido» (guión de Olga Marta Pérez), publicada en1990 por la Editorial Capitán San Luis.

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que tuvieran más, las que iban adqui-riendo, dando las páginas más impor-tantes a los más profesionales y que po-dían mantener, con seguridad, su pági-na. En ese caso estaba Wilson, estabaLillo, Juan José López... Recuerdo aPedro Martín, dibujante de «Marco, elgladiador» con guiones de Víctor Ca-saus... Silvio Rodríguez, que comenzóa dibujar en la revista Mella y creó mu-chas páginas de «El hueco, una histo-rieta muy profunda».

Yo no daba clases de historietas, enrealidad debía recibirlas. E n primer lu-gar confiaba en el trabajo práctico. Ensegundo lugar, yo tenía una buena colec-ción de libros de arte y prestaba a loscompañeros el libro necesario para sudesarrollo. En Pionero estaban haciendouna labor parecida. Pionero tuvo la suer-te de empezar con un dibujante de la ta-lla del australiano Harry Reade, que vinoa Cuba al triunfar la revolución y estabahaciendo caricaturas políticas en el pe-riódico Hoy, el órgano del PSP (PartidoSocialista Popular). Junto a él comenzóLuis Lorenzo Sosa, quien estuvo ejerci-tándose en el Mella. Cuando la Unión dePioneros Rebeldes solicitó un dibujantepara la revista, promovimos a Luis Lo-renzo, el que tuvo el privilegio de crearla primera portada de Pionero. Luis sehizo muy amigo de Harry Reade, apren-diendo mucho de él, algo realmente en-vidiable. Pionero estaba mejor organi-zado que nosotros, tal vez porque eramensual. Era un grupo de gente más seriaque nosotros, pero algunos, además dedarnos su colaboración, venían a divertir-se al Mella. Los cierres de la publicacióneran de escándalo, de música, de chistes,una locura... Yo no sé cómo se podía tra-bajar así.

En cuanto a estilos, cada cual eligió

lo que le atrajo. Alguno se enamoródel trazo de Hal Foster, creador del«Príncipe Valiente» y esa fue su líneade desarrollo; otro escogió la línea ex-presionista de Chester Gould; yo ha-bía permanecido bastante fiel a lo quepude aprender de Disney, de la revistanorteamericana Mad, la influencia dela publicidad, que me hizo dibujar detodo. También tenía la fuerte influen-cia de los dibujantes comunistas Ho-racio y Adigio, puntales del diario Hoy.Horacio Rodríguez era muy amigo delcaricaturista Gropper, del Daily Wor-ker, y mantenía correspondencia conél. A Adigio Benítez lo conocí por suobra en Hoy y en la primera etapa delMella.

En ese asunto de la formación de di-bujantes, más bien fui un organizador,a pesar de ser una persona muy poco or-ganizada pero influía en los compañe-ros y los conectaba con las técnicas deldibujo, la rotulación, la documentación,el archivo... Juan José López, por sucultura, fue un magnífico profesor en elequipo. Roberto Alfonso, el creador de«Guabay», un héroe taíno, sí era orga-nizado de veras. Yo tenía archivadosmuchos comics, pero Robe me sobre-pasó. Tenía montañas de muñequitosen su casa. Era un coleccionista increí-ble y, además, lo sigue siendo.

Aunque no pertenecieron al Mella,quiero hablarte de los hermanos Felipey Domingo García. Ambos eran gran-des coleccionistas, pero Domingo erauna enciclopedia viviente de la histo-rieta mundial y de todas las épocas. ADomingo le preguntaban que quién di-bujaba la historieta «Guerra interpla-netaria», quién la escribía, cómo se lla-maba el personaje central, quién era elmalo... y lo decía todo, hasta el año de

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su publicación y en qué periódico. Lahistorieta que se pensaba que él no po-día haber visto, la conocía con todossus detalles.

Todo lo que te he contado sobre al-gunos compañeros que me acompaña-ron en esa tarea de realizar el suple-mento de historietas del Mella demues-tra que mi papel de formador de dibu-jantes se exagera bastante. CuandoEdiciones en Colores inició sus labo-res con Fidel Morales como director,la mayoría de los dibujantes del Mellay Pionero fueron captados para ilustrarlas páginas de las revistas Muñequi-tos, Aventuras, Din Don, Fantásticos.Fidel Morales fue el más dinámico pro-motor de la historieta en nuestro país,dotado de un tremendo optimismo yuna voluntad a toda prueba. Sus revis-tas constituían todo un sistema de pu-blicaciones para niños y adolescentes.Al desaparecer la posibilidad de esteesfuerzo editorial, creó el Grupo P-Ele,y editó la revista ©Línea, en la que es-tudiaba la historieta cubana e interna-cional, con verdadera calidad teórica yun magnífico nivel de información, ala altura de revistas de arte o diseño co-mo, por ejemplo, American Artists. Tam-bién creó la serie de revistas Anti-Co-mics, para distribuir en América La-tina como una respuesta actualizada alcómic norteamericano.La colección dela revista ©Línea demuestra la capaci-dad intelectual y el talento como pro-motor de Fidel Morales. Él expresaba:«Sí tengo un avión, yo voy en avión; sitengo un par de muletas, uso las mule-tas, pero siempre avanzo». Un día acu-dí a un llamado del compañero CésarEscalante para vincularme con Edicio-nes en Colores y me mostró unos mu-ñequitos impresos, que reproducían his-

torietas norteamericanas, tales como«Pancho y Ramona», el «Príncipe Va-liente» y otros, con dibujos de los her-manos García. Felipe y Domingo Gar-cía, que ya fallecieron, le tenían unamor a la historieta como yo no he vis-to en ningún otro compañero. Al visi-tar a Fidel Morales, me propuso que di-bujara «San Nicolás del Peladero», ba-sada en el popularísimo programa detelevisión y con guiones de Fabio Alon-so... Yo pienso que después de MarcosBehmaras, que movió la historieta en elplano intelectual, quién más la impulsócomo promotor fue Fidel Morales.

¿Cuál es tu opinión sobre los resul-tados de la historieta cubana? Y su si-tuación actual, sus perspectivas.

Era sabido que en el ex campo socia-lista, con alguna excepción, las publi-caciones de las revistas juveniles e in-fantiles, los periódicos de las juventu-des, eran medios muy aburridos en losque los comics no se utilizaban. Y alno tener resonancia el género de la his-torieta por allá, como estábamos muyligados a la Unión Soviética, no sepensaba en la necesidad y la utilidadcomo un formidable medio de educa-ción mediante el entretenimiento. Creoque con un verdadero apoyo las histo-rietas cubanas se desarrollarían hastaniveles de calidad internacionales. Ve-mos el apoyo de la revolución, tan sos-tenido y decisivo, dado al cine cubanocon la creación primeramente delICAIC (Instituto Cubano del Arte eIndustria Cinematográficos) hasta elInstituto de Cine Latinoamericano, losequipamientos, los festivales... Todoeso, tan necesario, es lo que necesita lahistorieta cubana, no con la magnituddel cine, para despertar como parte in-separable de nuestra cultura.

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El International Journal of Comic Art

llena un vacío en el conocimiento dela cultura del comics. Aparece dos

veces al año como una publicación consa-grada a los aspectos históricos, prácticos yteóricos de la caricatura y los comics. Conel objetivo de publicar materiales ilustrati-vos el Journal aborda todo lo relacionadocon el arte de los comics en el mundo, cari-caturas, libros de comics, tiras, humor ycaricaturas políticas, así como ilustracio-nes humorísticas.

Su edición incluye unas 300-350 páginas,con un promedio de 18 artículos y más decien ilustraciones. Unos treinta países detodos los continentes han estado repre-sentados en sus artículos.

Adicionalmente International Journal of

Comic Art refleja editoriales, libros y ca-tálogos de exposiciones, ensayos biblio-gráficos, columnas de opinión, un portafo-lio de caricaturas de todo el mundo y en-trevistas.

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Disponibles algunas ediciones anteriores.

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