Historia de BenidormEn el término municipal se han encontrado yacimientos arqueológicos (en Tossal de la Cala) que revelan la presencia de una población ibérica – civilización autóctona que fue fuertemente influida por los griegos y fenicios. Los estudios muestran que la población era de tipo tribal, con base económica mantenida por la pesca. Los romanos también dejaron muestras de su dominio de la zona por los restos de una villa romana en la Partida del Moralet.

La situación geográfica actual del Benidorm tiene su origen en las necesidades defensivas medievales de la costa oriental hispánica. El rey catalán aragonés Jaime I El Conquistador obtiene la región benidormense cerca del año 1245, en el marco de la expansión cristiana contra el poder musulmán, instalado en la Península Ibérica desde los años 711-712 d.C. Benidorm existe desde el 8 de mayo de 1325, cuando el almirante Bernat de Sarrià concede la Carta Puebla de Benidorm y de esta forma se creó el castillo y la villa. Este documento marca los límites del término de la nueva población. Se intentó atraer en el establecimiento de la ciudad exclusivamente a familias cristianas, existiendo el temor al número superior de moriscos existentes en la zona y las posibilidades de que estos se fueran a aliar con el Reino nazarí de Granada o con el de Norte de África.

La localidad soportó dos espantosos ataques piratas berberiscos, el primero en 1410 y el segundo en 1448, que devastaron la villa y el castillo. En el ataque de 1448, los piratas se llevaron esclavizados a la mayor parte de los habitantes de Benidorm, con lo que el lugar se deshabitó.

Durante el siglo XVI se amplió y reparó el castillo, pero la villa urbana, que había retornado a la baronía de Polop, se encontraba al parecer casi completamente despoblada.

A partir de 1666, se mejoran las edificaciones defensivas y la villa urbana en general, atrayendo de esta forma a nuevos pobladores.

En 1715, la población contaba alrededor de 216 vecinos, número que aumentó a 2700 a finales del siglo XVIII. Esta dinámica expansión demográfica se pudo realizar gracias a una importante actividad pesquera.

En la guerra de la independencia, las tropas napoleónicas profanaron el cementerio y destruyeron el castillo.

Durante el siglo XIX, continuó el crecimiento de la villa. Aunque en los años posteriores mejoraron las comunicaciones con Alicante y con Madrid, los demás sectores económicos locales no estaban pasando por un buen momento, pues la marina mercante entraba en crisis con la pérdida de las últimas colonias ultramarinas en 1898 (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y poco después el boom de la agricultura de la vid (vino y pasas) se fue al traste con la llegada de la filoxera a principios del siglo XX. Esta desaceleración económica se conjugó con una cierta emigración.

Durante estos años, se produjo la extensión del puerto y, en 1925, la construcción de los primeros chalets en la Playa de Levante. Tras la Guerra civil, gradualmente se fueron recuperando las actividades socio-económicas, con la pesca como ramo productivo más acentuado. Pero, en la década de los años ‘50, se dieron los pasos para producir una positiva transformación. En 1956, el Ayuntamiento de Benidorm aprobaba el ordenamiento urbanístico de la villa con el propósito de crear una ciudad turística. Desde entonces, se produjo un fuerte desplazamiento de las actividades tradicionales (pesca y agricultura) hacia el sector turístico, que se convirtió en la base de la prosperidad de la ciudad.

Actualmente, Benidorm es una de las ciudades turísticas más dinámicas de toda la costa mediterránea.

http://www.newbenidormtravel.com/spanish/history.html