Informe Carbia Devoto

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Introducción En el presente trabajo intentaremos esbozar y analizar los elementos esenciales a tener en cuenta, a la hora de hablar de los inicios de la Historiografía en Argentina. Esta cuestión no es ajena a debates ni a confrontaciones, y mucho mas, teniendo en cuenta la peculiar manera en la cual se logró la conformación de las bases del Estado argentino. La Historia entendida como una práctica social, que esta intrínsecamente unida a la política, no puede tomar distancia de los avatares que trastocan el contexto del país y la época en la cual se desarrolla. De allí surgen las siguientes preguntas: ¿Cuándo comienza la práctica de la Historia como una practica científica? ¿Quiénes la llevan a cabo y por qué? ¿Cómo y en que contexto la llevan a cabo? ¿Qué movimientos sucedieron a ese momento inicial de la práctica historiográfica? Para responder estos interrogantes, seguiremos los argumentos esgrimidos por Fernando Devoto y Nora Pagano, en los dos primeros capítulos su libro Historia de la historiografía 1 . Es importante tener en cuenta quiénes son estos autores. Nora Pagano posee una trayectoria académica de relevancia, siendo profesora y licenciada en Historia y Magíster en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural, es investigadora en el Instituto Ravignani de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y profesora en esa misma universidad y en la de Luján. Se ha especializado en el estudio de la historia y la historiografía argentina, temas acerca de los cuales ha dictado numerosos cursos de grado y postgrado en distintas universidades argentinas. Ha coeditado varios libros y publicado muchos 1 Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografía argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II

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Introduccin En el presente trabajo intentaremos esbozar y analizar los elementos esenciales a tener en cuenta, a la hora de hablar de los inicios de la Historiografa en Argentina. Esta cuestin no es ajena a debates ni a confrontaciones, y mucho mas, teniendo en cuenta la peculiar manera en la cual se logr la conformacin de las bases del Estado argentino. La Historia entendida como una prctica social, que esta intrnsecamente unida a la poltica, no puede tomar distancia de los avatares que trastocan el contexto del pas y la poca en la cual se desarrolla.De all surgen las siguientes preguntas: Cundo comienza la prctica de la Historia como una practica cientfica? Quines la llevan a cabo y por qu? Cmo y en que contexto la llevan a cabo? Qu movimientos sucedieron a ese momento inicial de la prctica historiogrfica?Para responder estos interrogantes, seguiremos los argumentos esgrimidos por Fernando Devoto y Nora Pagano, en los dos primeros captulos su libro Historia de la historiografa[footnoteRef:1]. [1: Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografa argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II]

Es importante tener en cuenta quines son estos autores. Nora Pagano posee una trayectoria acadmica de relevancia, siendo profesora y licenciada en Historia y Magster en Sociologa de la Cultura y Anlisis Cultural, es investigadora en el Instituto Ravignani de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires y profesora en esa misma universidad y en la de Lujn. Se ha especializado en el estudio de la historia y la historiografa argentina, temas acerca de los cuales ha dictado numerosos cursos de grado y postgrado en distintas universidades argentinas. Ha coeditado varios libros y publicado muchos artculos en revistas especializadas sobre diferentes dimensiones de la historiografa argentina y mundial. Entre sus publicaciones sealamos: La historiografa francesa contempornea (con Pablo Buchbinder), Estudios de historiografa argentina, La historiografa rioplatense en la posguerra (con Martha Rodrguez), La historiografa acadmica y la historiografa militante en Argentina y Uruguay (con Fernando Devoto).Por su parte, Fernando Devoto, es doctor en Historia, es investigador del Instituto Ravignani de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires y profesor titular de Teora e Historia de la Historiografa en esa casa de estudios. Especialista en historia de las migraciones internacionales y en historia de la historiografa, de las ideas y los movimientos polticos, ha sido profesor invitado en numerosas universidades europeas y latinoamericanas. Entre sus libros pueden mencionarse: Entre Taine y Braudel, Le migrazioni italiane in Argentina: un saggio interpretativo, Nacionalismo, fascismo y tradicionalismo en la Argentina moderna, Historia de la inmigracin en la Argentina, Historia de los italianos en la Argentina, etc.Para intentar responder los interrogantes antes planteados debemos aclarar el punto de partida que tomaremos en la prctica historiogrfica argentina. Devoto y Pagano coinciden en que tratar de elaborar una historia de la historiografa es complejo y pocos fueron los intentos realizados. El punto de referencia es el momento post Caseros e iniciado con los escritos de Mitre, en la segunda mitad del siglo XIX. Esto no quiere decir que antes no hubiese actividad y elaboracin histrica; sino que estos no posean el sentido estricto de Historia como una disciplina cientfica. La eleccin de este momento tambin incluye, junto a las obras de Mitre, a sus respectivas criticas (la Vlez Sarsfield, Alberdi y Vicente Fidel Lpez). Para poder entender este punto referencial, tenemos que tener en cuenta el momento y las circunstancias en las que se encontraban inmersa. La segunda mitad del siglo XIX encontramos un territorio argentino en pleno proceso de unificacin y de establecimiento de las bases legislativas que determinaran la conformacin de la Repblica. Es por ello que explica la repercusin que tuvo el modelo mitrista: la consumacin de una conciencia histrica que le permita hilvanar convenientemente una imagen del pasado, presente y futuro de una nacin que fraguaba en el relato y en la gestacin poltica[footnoteRef:2] . Por otro lado, no menos importante es el hecho de que muchos de quienes protagonizaran las visitadas polticas e intelectuales de la poca, hayan pasado un tiempo en calidad de exiliados, y desde all hayan empezado con su incipiente carrera dentro de la produccin histrica. Otros por su parte, gran parte de ellos, tenan conexin (ya sea por va familiar o clientelar) con los protagonistas de los hechos durante el proceso revolucionario, lo que llevaba a una peculiar manera de mirar e interpretar los acontecimientos. [2: Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografa argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II, PP. 16]

Mitre con la implantacin de un canon erudito, traa consigo la gradual diferenciacin de la narracin histrica con respecto a otras narraciones (tales como la literatura, gnero biogrfico y autobiogrfico, etc.). Tambin consista en la consolidacin de un conjunto de operaciones tcnicas, con base heurstica y la confrontacin y critica de las fuentes. Aqu es importante tener en cuenta que el carcter histrico de los hechos no reposaba en ellos mismo, sino ms bien en el carcter probatorio adquirido por la fuente.Adems de la implantacin de un modelo de escritura de la historia, otro aspecto que resalta en Mitre: la fuerte politizacin del contexto histrico. Esto llev a que el escrito de la Historia de Belgrano intentara contribuir a la implantacin de un pasado comn dentro del imaginario social de lo que posterior seria conocido como Argentina. La centralidad de la prensa peridica y el asocianismo, no fueron ajenos a este momento. El intento de tener un cierto control sobre estos se basaba en el afn de las dirigencias polticas urbanas en captar y conquistar al pblico, para poder obtener legitimidad. Pero muchas veces, estos intentos se vean truncados por la falta de instituciones especializadas que no contaban con el apoyo estatal.La apelacin a la historia para poder construir tradiciones y linajes, la generacin de un panten de moralizante de hombres notables y, adems de fundar un relato capaz de fortalecer las virtudes cvicas, contribuan a la caracterizacin de la mayora de la actividad historiogrfica. El gran merito de Bartolom Mitre fue el paso de una biografa a una verdadera historia. La eleccin de Belgrano para que sea el protagonista de su libro, radica en que la figura del hombre de Mayo encarna un tipo de virtud republicana, y que con su historia de vida ayudara a conseguir una gua de investigacin, adems de mostrarnos la historia de una poca. Belgrano encarnara el concepto de hombre representativo que hace de eslabn de la cadena que une las tradiciones coloniales a los principios revolucionarios[footnoteRef:3] [3: Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografa argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II, PP. 24.]

Adems del merito anterior, tambin es muy remarcable el hecho de convertir el pasado reciente en historia. Muchas veces es difcil diferenciar la historia vivida de la percepcin histrica de lo vivido. Esto lo logr Mitre en su Historia de Belgrano. Bsicamente, el argumento de esta obra era: dar cuenta del desarrollo gradual de la idea de independencia del pueblo argentino desde sus orgenes a fines del siglo XVIII y durante su revolucin hasta la descomposicin del rgimen colonial en 1820 cuando se inaugura una democracia genial, embrionaria y anrquica que tiende a normalizarse dentro de sus propios elementos orgnicos[footnoteRef:4] [4: Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografa argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II, PP. 42.]

Dentro del contexto de una incipiente practica historiogrfica, no faltaron las crticas a la erudicin de la obra de Mitre. Estas respuestas (y defensas obviamente) se daban a travs de publicaciones en los diarios existentes (La Nacin y El Nacional). Tal es el caso de Vlez Sarsfield, quien en el marco de resistencia provinciales post-Pavn y la oposicin a la guerra del Paraguay, acusaba la sobrestimacin de la figura de Belgrano sobre los pueblos de las provincias y la poca relevancia del general Gemes en la consideracin de Mitre. Pero quien encarn una crtica abierta fue Juan Bautista Alberdi. Este protagonista de la poltica argentina, acusaba: La falsa historia es origen de la falsa poltica[footnoteRef:5]. Alberdi, adems de afirmar discrepancias en cuanto al mtodo de hacer historia, tambin llevaba a cabo una crtica a nivel poltico. Bsicamente, Mitre representaba a las perspectivas e intereses de las minoras porteas, el llamado coloniaje porteo quien sojuzgaba a los pueblos del interior. La discrepancia alberdiana se basaba en la manera peyorativa (democracia semibrbara y espritu localista) en la que haca referencia a los caudillos de las provincias, quienes en consideracin de Alberdi, eran las verdaderas encarnaciones de la soberana del pueblo. Esto indefectiblemente llevaba a la crtica a la cuestin poltica referida a la gobernabilidad y la naturaleza del gobierno. Adems de esto, Alberdi tambin apuntaba a la vanidad de los hombre de Buenos Aires y que la obra revolucionaria de Mayo jams consisti en el establecimiento de un gobierno libre, firme, estable, y nacional, por ende declarar a la historia de Mitre con el carcter de hipottico y de leyenda documentada, la fabula revestida de certificados. Por ello, el nico merito que le encontraba a la Historia de Belgrano, era el aporte documental que brindaba para que el lector pudiera sacar sus propias conclusiones, prescindiendo de la interpretacin brindada por Mitre. [5: Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografa argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II, PP. 28.]

Pero a pesar de la fuerte crtica realizada tanto por Vlez Sarsfield y J. B. Alberdi, muchos historiadores coinciden como momento fundamental al llamado Debate Mitre-Lpez. Este ltimo era hijo de Vicente Lpez y Planes, hombre de notable actividad poltica durante el proceso de independencia y en la anarqua de la dcada del veinte. La importancia de este debate no consisti en la lucha en si misma, sino el contenido el cual se pona en tela de juicio. Ricardo Rojas, destaca que esta discusin tiene importancia ya que ms all de la carga personal contribuy a la critica histrica donde se defendieron temas, fuentes, mtodos y juicios sobre el pasado argentino y los orgenes de nuestra independencia.[footnoteRef:6] [6: Devoto, F. y Pagano, N. (2009), Historia de la historiografa argentina. Bs. As, Edit. Sudamericana. Capitulos I y II, PP. 48.]

A diferencia de Mitre, Vicente Fidel Lpez estaba fuertemente influenciado por la bsqueda romntica de los orgenes. La Revolucin, vista desde su perspectiva, estaba enmarcada en un cuadro ms amplio y ubicado dentro de la historia universal. Gracias a la influencia de la actividad paterna, Vicente F. Lpez no era ajeno a las dinmicas de las facciones de los partidos.La diferencia entre ambos autores, radica en la cantidad y la preponderancia hacia las distintas fuentes. Mitre haba desarrollado y utilizado un gran caudal de fuentes de diversos tipos para poder avalar sus afirmaciones. La actividad heurstica era fundamental en este modelo, ya que permita ordenar, clasificar y correlacionar los hechos, para que formen parte de un conjunto coherente.Lpez, a su vez, no desechaba los documentos. Pero no comparta la misma confianza en los mismo que posea Mitre (la funcin de los mismo era de informar al escritor). Adems de ellos, tambin se apoyaba en la nocin viva de la historia y la tradicin del ayer. Tena una concepcin del pasado en trminos de resurreccin o remembranza, en la que el historiador debe ser artista y compositor. Por otro lado, esto explica la inclinacin de Lpez por los testimonios orales, y que estos mismos tenan una adscripcin poltica similar a la de ste. Por lo tanto, la burguesa local era su fuente mas privilegiada y la protagonista del proceso histrico.