HISTORIA EMPRESARIAL COLOMBIANA

LUIS FELIPE GONZALEZ AGUDELO

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA AUTÓNOMA DE LAS AMÉRICAS

PROGRAMA DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA

ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

MEDELLÍN

2011

INTRODUCCIÓN

El informe que se describe a continuación, está relacionado con la evolución

y desarrollo que han tenido algunas de las industrias más importantes de

Colombia, desde el Siglo XIX hasta la actualidad.

Hace parte de la Asignatura “HISTORIA EMPRESARIAL COLOMBIANA” y

es una revisión bibliográfica de cómo las diversas industrias se fueron

relacionando una a otra cómo fueron, todas ellas, determinantes en la

consolidación de una sociedad que se le consideraba como una de las de

mayor auge y empuje emprendedor.

Buena parte del desarrollo industrial colombiano, se debió precisamente a la

visión emprendedora de muchos Antioqueños que hicieron parte de dicha

construcción. He acá entonces una mirada crítica a lo anteriormente referido.

ASPECTOS GENERALES

Con base en una amplia revisión bibliográfica, fue posible conocer que en un

principio, la historia empresarial colombiana se empezó a construir con el

aporte de personas que más que ser profesionales en su campo, fueron unos

grandes emprendedores y visionarios, los que haciendo gala de su tesón y

coraje forjaron diversos tipos de industrias, las cuales condicionaron incluso

la forma de organización social del área de influencia, es decir, la industria

férrea, se creó una clase social, la textil; y así sucesivamente.

Algunas de estas industrias, fueron luego dirigidas por ingenieros, abogados,

economistas, administradores, entre otros, y paso a paso, las ideas clásicas

de la administración, se incorporaron al proceso productivo y fueron

determinantes para la ampliación de muchas de ellas.

La práctica exportadora debidamente razonada, puede decirse que empezó

en Colombia en la segunda mitad del siglo XIX, con productos agrícolas

(café), quina, tabaco y oro. Todo ello mejoró indudablemente la Balanza

comercial; es decir, la relación entre las importaciones y exportaciones.

El Café ayudó a solucionar la crisis económica que surgió a finales del siglo y

fue un producto de gran demanda en el exterior. Por este concepto el país

estaba recibiendo muchísimo dinero, pues el precio aumentó después de la

primera guerra mundial. En estas épocas algunas industrias surgieron pero

Colombia dependía mucho de los países desarrollados en especial para la

obtención de los insumos y materiales para nutrir la propia industria en auge.

Muchos extranjeros invirtieron en grandes proyectos como, la construcción

del ferrocarril, la explotación minera, la industria textil, con Coltejer a la

cabeza, la mejora de los cultivos de café. Todo ello mejoró las finanzas de la

patria.

En algunos casos, el gobierno nacional entregaba los derechos para explotar

una región y los beneficios eran para los propietarios de dichas compañías

que aportaban la maquinaria, el dinero y la mano de obra. Esto se aprecia

en la construcción del ferrocarril en Santa Marta, la explotación del cultivo de

banano en la zona de la Costa Atlántica y los pozos de petroleó en la zona

oriental del país entre otros.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX un avance muy importante

para el país fue la aparición de los ferrocarriles. Los trenes hoy,

infortunadamente, son recuerdo, pero sirvieron como uno de los principales

avances tecnológicos para el desarrollo económico de la época, en los

ámbitos político, social y cultural; en este avance intervinieron tanto

ingenieros como artesanos.

Es importante mencionar que la industria ferretera se desarrolló a la par de la

industria férrea, toda vez que se necesitaban los suministros para el auge de

los ferrocarriles. Así, en cada localidad por donde el tren circulaba, era muy

factible encontrar una industria ferretera en auge, como es el caso de la

localidad de Camilo C., en el Sur Oeste Antioqueño.

Por otra parte, la industria textil Colombiana aparece entre 1900 y 1945 en la

cual se empleaba métodos de producción artesanal y mucha mano de obra.

Cada persona se especializaba en una sola labor. Para terminar un producto,

éste pasaba por la mano de muchos trabajadores (surge así la división del

trabajo o economía de escala).

Concomitante con lo anterior, vale decir, que los talleres artesanales tuvieron

su apogeo en la edad media y la edad moderna. Una clase importante de

artesanos elaboraban los productos utilizando sus propias herramientas y

eran vendidos en el mismo país. Actualmente subsiste en los países menos

desarrollados. Las manufacturas eran talleres grandes y realizaban

productos de calidad y se vendían a nivel nacional e internacional.

Hoy en día, la mayor parte de industrias que tuvieron origen en los siglos

referidos, se mantienen. Todas ellas han incorporado nuevas tecnologías y

sus dirigentes son descendientes directos de aquellos visionarios que en su

momento, sin una preparación académica de rigor como se exige hoy, fueron

capaces de forjar toda una historia empresarial.

A manera de conclusión vale decir, que en muchos aspectos, el espíritu

innovador y creativo es fundamental para consolidar una idea y ésta, a su

vez, traducirla en desarrollo empresarial importante. Es el legado que dejaron

unos ancestros de cuyo mérito aún se precia todo el país. La industria textil

es un buen ejemplo de ello, la industria del plástico, del vidrio, de los

polímeros, la petroquímica, la cementera y las grandes empresas dedicadas

a la construcción.