Informe métodos

32
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales Carrera de Ciencia Política Asignatura: Métodos cuantitativos y cualitativos Profesor: Robinzon Piñeros Lizarazo Christian Eduardo Arroyo Rodríguez Jennifer Eileen Suárez Bonilla Sebastián Herrera Jose Anderson Ferreira Ladino Primer informe Método Cuantitativo 1. Construcción del Objeto Introducción Durante las siguientes líneas realizaremos la presentación del primer informe del ejercicio investigativo que pretende indagar por la participación política de los y las jóvenes de la Universidad Nacional de Colombia. Para ello se hará referencia a las diferentes dimensiones que condicionan la elección de las formas de participación así como de aquellas que definen lo que se entiende por participación política al interior de dicha población. En primera instancia nos aproximaremos a las diferentes acepciones sobre la participación política en general para después adentrarnos en los discursos desde los cuales se ha producido históricamente a los y las jóvenes como nuestra

Transcript of Informe métodos

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales

Carrera de Ciencia Política

Asignatura: Métodos cuantitativos y cualitativos

Profesor: Robinzon Piñeros Lizarazo

Christian Eduardo Arroyo Rodríguez

Jennifer Eileen Suárez Bonilla

Sebastián Herrera

Jose Anderson Ferreira Ladino

Primer informe Método Cuantitativo

1. Construcción del Objeto

Introducción

Durante las siguientes líneas realizaremos la presentación del primer informe del ejercicio

investigativo que pretende indagar por la participación política de los y las jóvenes de la

Universidad Nacional de Colombia. Para ello se hará referencia a las diferentes

dimensiones que condicionan la elección de las formas de participación así como de

aquellas que definen lo que se entiende por participación política al interior de dicha

población. En primera instancia nos aproximaremos a las diferentes acepciones sobre la

participación política en general para después adentrarnos en los discursos desde los

cuales se ha producido históricamente a los y las jóvenes como nuestra población objeto.

A continuación haremos referencia al paradigma teórico desde el cual nos situaremos

para finalmente plantar nuestra hipótesis de trabajo.

Posteriormente realizaremos la paralización de la variable medios de comunicación, como

doble dimensión, como medio directamente influyente en la escogencia de los repertorios

de participación política, así como forma activa de participación política mediante la

producción de discursos de la realidad, con miras a la construcción y aplicación de una

encuesta de percepción llevada a cabo en la Universidad Nacional. Finalmente

analizaremos los resultados obtenidos obtenidos a la luz de autores como Lazarsfeld,

Baranger y D’Ancona.

Ahora bien, hemos de aclarar que dicho informe constituye una muestra parcial que da

cuenta del proceso realizado hasta el momento, por ende su exposición y modelos

analíticos se centran especialmente en lo cuantitativo, en un intento por la construcción

de los fenómenos sociales de manera externa a los juicios de valor, pese a las distancias

que tengamos con este tipo de construcción. De esta manera debe entenderse la

estructuración y enfoque del siguiente ejercicio.

1.1. Participación política

La participación política ha sido definida e interpretada por numerosos teóricos desde

perspectivas disímiles, por ende resulta conveniente situarnos en un contexto general de

las conceptualizaciones construidas con miras a la construcción de nuestro objeto de

estudio.

Tal y como lo señalan (Delfino & Zubieta, 2009) la participación política ha sido

considerada a lo largo del tiempo tomando como principal referente, el voto; así pues los

estudios pioneros realizados hace cerca de cincuenta años centran su atención en

asuntos como las razones que motivan la participación y/o abstención electoral. Él estudio

realizado por Lazarsfeld, Berelson y Gaudet, (1944); Campbell, Gurin y Miller, (1954)

constituye una muestra de ello al tomar como eje transversal y exclusivo el voto y lo

concerniente a la contienda electoral.

En este orden de ideas tomando como punto de partida las motivaciones que llevan a los

ciudadanos a involucrarse en la política, Milbrath define la participación como el

comportamiento que afecta o busca afectar las decisiones del gobierno (Milbrath, 1965).

Además describe una serie de características propias a dicho concepto tales como:

a) Declarada o encubiertab) Autónoma o de conformidadc) De acercamiento o de evitación d) Episódica o continúae) De entrada/ingreso(votar, hacer campaña o de salida/Utilización (servicios dados

por el sistema)f) Expresiva o instrumental g) Verbal o no verbal

Por otra parte es de mencionar que según este autor la participación política es

acumulativa, es decir existe una tendencia positiva que afirma que quienes participan

activamente no lo hacen exclusivamente mediante una única forma, sino que emplean los

diferentes medios a su disposición para hacerlo. Por otra parte desde esta perspectiva

las manifestaciones violentas o pacifistas no pueden considerarse como una forma de

participación.

A continuación las autoras refieren a otro de los trabajos insignia, tal como lo constituye el

de la autoría de Verba & Nie, que entienden la participación política como:

Aquellas actividades realizadas por ciudadanos privados que están destinadas a afectar la

elección del personal gubernamental y/o de las acciones que ellos toman, excluyendo de la

definición a las formas pasivas, la desobediencia civil y la violencia política, los esfuerzos

para cambiar o mantener la forma del gobierno, las acciones que se desarrollan fuera de la

esfera del gobierno, las movilizaciones por el gobierno y los resultados no previstos (Delfino y

Zubieta, 2009)

Empero existen otro grupo de autores más recientes (Booth y Seligson, 1978) para

quienes dicha visión resulta reduccionista, por ende han optado construcciones de mayor

amplitud; bajo esta tendencia se encuentran Barnes Kase y sus colaboradores (1978)

quienes centran su estudio en el análisis de las llamadas formas no convencionales de

participación política tales como las protestas ocurridas en Austria, Gran Bretaña y

Estados Unidos y Alemania Occidental por medio de la aplicación de encuestas en

1974.De ahí que la conceptualización que fundamenta su trabajo se defina como: Todas

las acciones voluntarias realizadas por los ciudadanos con el objetivo de influenciar tanto

de forma indirecta como directa las opciones políticas en distintos niveles del sistema

político (Kasee, 1979)

En términos generales podemos afirmar la existencia de enunciados síntesis en torno a

los cuales versaron las discusiones sobre lo que se podía o no entender como

participación política entre las décadas de los ochenta y noventa, de este modo.

• ¿Debía ser entendida la participación política como acción o bastaba con las

formas pasivas como el sentimiento de patriotismo o el interés por la política?

• ¿La definición de participación política debía incluir conductas como la

desobediencia civil o la violencia política o por el contrario debía limitarse a las acciones

convencionales?

• ¿Los esfuerzos por cambiar o mantener la forma del gobierno deberían estar

incluidos en la definición de participación política?

• ¿La participación política debía limitarse a las acciones dirigidas hacia las

autoridades gubernamentales, la política y o instituciones o debía incluir los fenómenos

por fuera de la esfera gubernamental?

• ¿Las acciones patrocinadas y guiadas por el gobierno para aumentar su asistencia

o prestaciones sociales deberían ser denominadas participación política?

• ¿Las acciones que tienen consecuencias imprevistas para el gobierno no deben

ser consideradas como participación política?

El abordaje realizado por Delfino & Zubetia nos lleva a observar la evolución que adquiere

el concepto de participación política de acuerdo a los contextos espacio temporales donde

sea producido. Así pues puede identificarse como sus orígenes reflejan un privilegio claro

y casi exclusivo del voto como repertorio de acción política, no obstante ante el

surgimiento de múltiples herramientas empleadas por los ciudadanos con la

intencionalidad de influir en las decisiones que mueven la contienda política, resulta

innegable la existencia de otras formas de acción, en consecuencia de ello las acepciones

de participación política adquirirán una categorización entre las acciones convencionales,

referentes a todas aquellas que versan en torno a la participación al interior de la

institucionalidad propiciada por entes gubernamentales, en este sentido hablamos de

acciones en el marco de la legalidad vigente. Por otra parte se encuentran las llamadas

acciones no convencionales como las marchas, manifestaciones, huelgas; repertorios

cada vez más utilizados como formas de presión para la toma de decisiones, es de

resaltar que no tienen un uso exclusivo y que es frecuente su accionar simultáneo con

acciones convencional. En este punto las posiciones de los diferentes autores discrepan

en cuanto a la inclusión de las acciones consideradas como violentas, desobediencia civil

y en lo que respecta a los límites entre lo legal e ilegal.

Todo lo anterior nos lleva a observar que la definición de participación política constituye

un universo de alta complejidad, ya que de acuerdo al momento, contexto y la población

observada adquiere diversas significaciones, por ende resulta importante precisar a qué

aspectos de dicha acepción nos referiremos, de otro modo nuestro objeto de estudio

resultaría ambiguo e impreciso. En este sentido nuestro punto de partida pretende realizar

una síntesis entre formas de participación convencionales y no convencionales, con miras

a observar las formas empleadas por los jóvenes con la intencionalidad de hacerse

participes de la contienda política. Así pues retomaremos varias condiciones que a

nuestro parecer influyen directamente en los repertorios políticos emprendidos por nuestra

población objeto. Los factores presentes en los jóvenes estudiantes de la Universidad

Nacional de Colombia, tales como género, condición socioeconómica, edad, así como el

acceso y participación en los diferentes medios de comunicación, son doblemente

influyentes en la construcción de imaginarios sobre la contienda política y como forma de

participación política desde la creación de discursos de producción de lo político.

1.1. Discursos en los medios de comunicación sobre participación política de

los y las jóvenes

Las clásicas interpretaciones sobre la participación política de los y las jóvenes en los

distintos escenarios democráticos y alternativos, recogen discursos que emergen de las

visiones tradicionales que identifican a la juventud como un universo homogéneo y

diferenciado generacionalmente sobre los otros. Estas definiciones sostienen que

(…) la juventud está signada por «el gran NO», es negada (modelo jurídico) o negativizada

(modelo represivo), se le niega existencia como sujeto total (en transición, incompleto, ni niño

ni adulto) o se negativizan sus prácticas (juventud problema, juventud gris, joven desviado,

tribu juvenil, ser rebelde, delincuente) (Chaves, 2005, pág. 9)

Bajo esta lógica, la profesora Mariana Cháves (Chaves, 2005) desprende un conjunto de

formaciones discursivas, especialmente dentro de los medios de comunicación, que tratan

sobre el carácter de joven y su papel dentro de los espacios de sociabilidad políticas, los

cuales pueden identificarse de las siguientes maneras:

• Discurso de carácter biológico: La definición de juventud –y en consecuencia sus

prácticas políticas-, se encuentran en una etapa centrada en la naturaleza generacional

del ser, por lo tanto el sujeto que integra esta categoría recoge prácticas políticas que se

encuentran en constante evolución

• Discurso centrado en la psicología: Las confusiones e indecisiones hacen parte

normal de los comportamientos que poseen los y las jóvenes en sus relaciones

intersubjetivas y con el entorno el cual se relacionan. Así, sus prácticas políticas están

siempre en constante definición dada la ausencia de un criterio formado para

representarse dentro del ámbito de la política, criterio que finalmente desarrollarán al

superar “esta etapa de la vida”.

• Discurso de la patología social: El “despertar” de nuevas sensaciones, emociones

e imaginarios hace que la juventud en general tengan una mayor facilidad para encontrar

caminos y trayectorias que no sean acordes con el desarrollo normal de una sociedad.

Por esto, las prácticas políticas de los y las jóvenes encuentran en estos discursos rasgos

de estigmatización al proponer ellos mismos formas alternativas del qué hacer político.

Esta mirada netamente negativa le confiere el carácter de problema continuo a la juventud

en general, invisibilizando la heterogeneidad tanto de las prácticas como de los

imaginarios tanto individuales como colectivos.

• Discurso del pánico moral: La influencia cada vez mayor de los medios de

comunicación sobre la vida social, política y económica de las sociedades, construye

imaginarios parcializados sobre el carácter y subjetividades de los y las jóvenes. Los

objetos de sensibilización acerca de un tema de coyuntura actual, acarrean en las

interpretaciones sobre la noción de juventud rasgos de peligrosidad relacionados

principalmente con hechos de violencia y vandalismo. El control cultural y la masificación

de las políticas públicas asistencialistas es el reflejo de la preocupación mediática sobre

las actividades peligrosas de la juventud.

• Discurso culturalista: La juventud como moratoria social hace parte de los

discursos que identifican este grupo dentro de cánones exclusivamente representativos

tanto del consumismo como de las significaciones simbólicas y comportamentales,

diferenciándose la juventud de forma homogénea sobre los otros grupos de la sociedad

en un proceso de identificación social a partir de distanciamientos.

• Discurso sociologista: Las externalidades de las estructuras objetivas que integran

los espacios rebatan a los y las jóvenes su agencia social (capacidad de acción). Ahora,

bajo esta mirada, la capacidad creadora y transformadora de los procesos colectivos que

integran los universos heterogéneos de las juventudes entra en un determinismo

mecánico del cual no pueden desprenderse.

Estos imaginarios y discursos formativos

(…) operan como discursos de clausura: cierran, no permiten la mirada cercana, simplifican y

funcionan como obstáculos epistemológicos para el conocimiento del otro. Se trata de

discursos que provocan una única mirada sobre el joven, pero que son utilizados

estratégicamente —o políticamente— según sea de ricos o de pobres (Chaves, 2005, pág.

19).

Ahora bien, para establecer un ejercicio de visibilización que no reproduzca los discursos

hegemónicos y tradicionales sobre los procesos de formación y socialización de las

subjetividades políticas de los y las jóvenes, el siguiente estudio se inscribe bajo un

enfoque crítico contemporáneo; el cual permite profundizar, a partir de las dinámicas de

los medios de comunicación como dimensión de investigación, un análisis alternativo

tanto de las prácticas como de las subjetividades juveniles con respecto a la participación

política de ellos, teniendo como espacio delimitado de estudio Bogotá.

En ese sentido, nos acercamos a la interpretación que hace Horkheimer con respecto a la

noción de crítica, como fundamento teórico para aproximarnos a las disyuntivas que

surgen en las dinámicas tradicionales sobre el concepto de juventud

…por critica entendemos un esfuerzo intelectual, y eventualmente de orden práctico, que no

se resigna a aceptar, de manera irreflexiva y por simple hábito, las ideas, acciones y

condiciones sociales predominantes: un esfuerzo que pretende coordinar las dimensiones

individuales de la vida social unas con otras, al igual que con las ideas y propósitos

generales de cada época (citado por: (Losada & Casas, 2008, pág. 55).

1.1. Objeto y Dimensión en la objetividad de primer orden

El enfoque de la teoría crítica contemporánea mantiene en su base su carácter

contestatario y transformador frente a las estructuras sociales predominantes, en especial

con las que tienen su origen en las dinámicas de acumulación progresiva de capital. Esta

lógica meramente económica redondea el conjunto de las redes de sociabilidad en la

actualidad, reflejándose en las sociedades modernas capitalistas y sus procedimientos

jurídicos y simbólicos que la legitiman –el caso de los medios de comunicación-. En ese

sentido, la preeminencia del capital económico como poder social permite la imposición

de sistemas de clasificación políticas bajo apariencias legítimas por parte de las clases

dominantes. Este poder, ahora transformado en poder simbólico, surge como efecto de

desconocimiento en su posesión, lo que explica que se legitime las relaciones de poder

en organizaciones políticas complejas como el Estado-nación moderno.

Otras formas institucionales que permiten determinan las conductas de los sujetos,

siempre dentro del régimen unitario del Estado que es la estructuras objetiva clave para el

desarrollo de las sociedades modernas, se basan en la preeminencia de los medios de

comunicación como dimensión que mantiene y reproduce horizontes simbólicos

homogéneos, en especial los que hacen referencia a las juventudes como categoría

biológica, psicológica, de patología social, etc…

1.1. Hipótesis

Los sujetos son sujetados mediante distintas estructuras objetivas que se encarnan

primeramente en el Estado-nación como unidad organizativa que reproduce las

condiciones sociales predominantes, mientras se dinamizan filtros –tales como la

democracia representativa - en los distintos discursos que emplean tanto los centros de

pensamiento como los líderes de opinión–controlados por las clases dominantes- y que,

frente a realidades concretas, pueden determinar el comportamiento de los sujetos. Tal

poder ideológico que establecen, por ejemplo, los medios de información hegemónicos,

se concibe como contribución específica a la violencia simbólica (ortodoxia) en el

mantenimiento de las significaciones e interpretaciones que mantienen los procesos de

sujeción, dominación y alienación de las sociedades capitalistas.

Esta situación se manifiesta de forma bastante clara en la percepción que tienen los

jóvenes universitarios con respecto a los mecanismos políticos formales que se dan en el

escenario colombiano. Así, la hipótesis que se plantea en el siguiente informe afirma que

ante la exposición de temas y asuntos políticos que se dan dentro de los medios de

comunicación, la percepción de la democracia como proceso vinculante y liberador se

restringe y se hace cada vez más negativa para los jóvenes universitarios, ya que la

participación dentro del sistema político nacional se enmarca por lógicas que no aseguran

la transparencia y garantía de ingreso y desarrollo para ellos, en tanto sujetos activos que

se manifiestan por vías políticas tanto formales como no institucionales.

2. Método, medición y análisis

En el desarrollo del siguiente informe, estableceremos los distintos lineamientos que

permitieron identificar las variaciones que resultan de los procesos metodológicos de la

investigación cuantitativa. Para ello, será fundamental tener en cuenta los distintos

momentos que constituyen este tipo de investigaciones, para así dar cuenta de los

fenómenos sociales tratados en la primera parte de nuestro informe. Cabe recordar que

definir las distintas variaciones regularmente constituidas dentro de un fenómeno social

equivale a establecer su existencia a partir de registrar las distintas propiedades que

integran el concepto en su conjunto. Para ello, los procesos de operacionalización del

concepto sugieren la primera aproximación metodológica para definir acertadamente el

diseño y las técnicas de investigación adecuadas.

2.1. Operacionalización del concepto

Para hacer posible la delimitación y abordaje de un problema de investigación, es

necesario empezar por la conceptualización del mismo. Este proceso se refiere

principalmente a establecer definiciones lo más concretas posibles de lo qué se entiende

por el fenómeno en cuestión, de manera que pueda generarnos, en su conjunto, un marco

conceptual que permita un margen de maniobra oportuno con el contexto de la

investigación. La articulación de este marco conceptual puede constituirse mediante la

relación de varios términos claves que recogen propiedades estratégicas (Lazarsfeld,

1982) del objeto estudiado, así, podemos pasar desde los distintos niveles de abstracción

que recogen las definiciones de índole teórico, a planos empíricos a partir de definiciones

conceptuales concretas. Tal como lo define Marradi & Piovani deberemos llevar al plano

de lo observable ese “algo” abstracto, y luego elegir las herramientas adecuadas para

observarlo (Marradi, Piovani, & Archenti, 2007, pág. 81).

La operativización entonces se convierte, en el caso de las investigaciones sociales

estándar, un proceso más o menos característico para determinar las propiedades aptas

de ser medidas mediante índices empíricos. Lazarsfeld desarrolla cuatro fases que

permiten la construcción de estas variaciones regularmente constituidas:

2.1.1. Representación imaginada del concepto

El primer momento en la construcción de índices empíricos adecuados para la

investigación social, surge en el análisis de los distintos detalles que hacen parte del

objeto social en cuestión. De allí surge una imagen, aun difusa y sin profundización

alguna, pero que recoge un conjunto de rasgos característicos que permiten acercarnos al

fenómeno que se pretende dar cuenta. Tal como lo define Lazarsfeld, este primer

momento trata de explicar las regularidades que observa el concepto, en el momento en

que toma cuerpo, cuando no es más que una entidad conocida en términos vagos, que da

un sentido a las relaciones observadas entre los fenómenos (Lazarsfeld, 1982, pág. 90).

Teniendo en cuenta la anterior enunciación, podemos identificar una primera definición,

aún abstracta, de lo que podemos entender la relación entre medios de comunicación y

cultura política de los jóvenes universitarios, como una relación que cada vez es más

intrínseca dado el aumento en el acceso y consumo de los medios de comunicación por

parte de este sector poblacional, a su vez, la producción política a través de estos

mecanismos está mediada según las preferencias y los intereses que movilizan a los

individuos a participar en ellos, reconociendo el contexto de sujeción político social dentro

de las sociedades capitalistas.

2.1.2. La especificación del concepto

Conocer los distintos componentes que constituyen la primera aproximación al fenómeno

social, establece el segundo momento de construcción de índices empíricos capaces de

observación. Las distintas relaciones en las cuales se puede ubicar un concepto, revela la

complejidad que poseen los distintos fenómenos que suceden en la realidad. Según cada

caso, estas dimensiones que integran el concepto permiten acercarnos a procesos de

observación cada vez más detallados, según las herramientas que escojamos tanto en el

diseño como en el trabajo de campo.

En el caso de la representación imaginada referente a la definición del concepto de

medios de comunicación – participación política, las distintas dimensiones que permitieron

detallar conjuntamente las interrelaciones de la estructura con sus componentes se

concentraron en tres principalmente:

Propiedad de herramientas comunicativas: Esta variable responde a la necesidad

de integrar, en el análisis entre medios de comunicación y participación política, la

cantidad de herramientas comunicativas que poseen los individuos como parte

fundamental en los procesos de inclusión –en este caso política- que ocurren en la

realidad social actual.

Intención / tipo de consumo de los medios de comunicación: Esta variable nos

permite definir si la frecuencia en el consumo y el objeto de acceder a los medios

de comunicación es un factor importante para la formación de una cultura política

en los jóvenes universitarios en Bogotá.

Producción de alguna pieza comunicativa con contenido político: Por último, esta

dimensión ya nos pone en términos de una posible participación activa de los

individuos en el ámbito del sistema político nacional, a través de la utilización de

distintos mecanismos relacionados con los medios de comunicación, ya sean

visuales, escritos, orales entre otros. Este es el reconocimiento del individuo como

sujeto activo en el escenario de la política.

2.1.3. La elección de indicadores

Definir y escoger los distintos indicadores que integran las dimensiones que componen el

concepto estudiado, es reconocido como la tercera etapa en el proceso de

operativización. Esta fase busca recoger las características que integran cada una de las

dimensiones escogidas, como detalles que se manifiestan a partir de correlaciones

precisas y que las diferencian de otros indicadores. Por ejemplo, para cada una de las

dimensiones antes señaladas en nuestro trabajo de investigación encontramos los

siguientes indicadores:

Dimensión 1 - Propiedad de herramientas comunicativas:

o Reproductor de música

o Computador / Portátil

o Radio

o Televisión (abierta / cable)

o Suscripción a prensa escrita

o Blog informático

o Celular de última generación

o Cine

o Videojuegos

o Otros

Dimensión 2 – Intención / tipo de consumo de los medios de comunicación

o Mantenerme informado

o Por moda

o Para escuchar o bajar música

o Académico / Educativo

o Ocio informático

o Establecer relaciones sociales

o Otros

Dimensión 3 - Producción de alguna pieza comunicativa con contenido político

o Grafitis

o Blog informático

o Pasquines

o Artículo en prensa escrita

o Audio / spot

o Crónicas

o Videos

o Ensayos / Reseñas

o Otros

2.1.4. La formación de índices

Según Lazarsfeld, esta etapa constituye hacer la síntesis de los datos elementales

obtenidos en el curso de las etapas precedentes (Lazarsfeld, 1982, pág. 94). En ese

sentido, ahora se trata de construir una medida única a partir de estas informaciones

elementales (Lazarsfeld, 1982, pág. 94).

En términos de definir valores a las variables estudiadas, se pueden establecer distintos

niveles de medición para definir en términos cuantificables nuestros objetos de estudio.

Para ello, es fundamental realizar una pregunta correcta y coherente con el fin de

convertir los índices empíricos en una serie de operaciones fácilmente cuantificables a la

hora de recoger y sistematizar los datos obtenidos en el trabajo de campo.

Ya Baranger nos comentaba que al hablar de niveles de medición se está aludiendo ya a

la existencia de una jerarquía entre los modelos matemáticos aplicables a los objetos; y

es que, en efecto, los hay más poderosos que otros (Baranger, 2009, pág. 8). En términos

de investigación social, esta situación sí que se nos presenta de forma bastante evidente,

y es que, al carecer de determinadas características que poseen las llamadas ciencias

formales, nuestros niveles de medición de las variables se restringen principalmente a dos

–nivel nominal y nivel ordinal-, siendo el nivel nominal el más claro y usado dadas sus

características de clasificación. Basándonos entre un conjunto de semejanzas y

diferencias, podemos categorizar las distintas unidades de análisis a partir los criterios

básicos de la exhaustividad y mutua exclusión de las categorías que integran las variables

de la noción o concepto en estudio (Baranger, 2009, pág. 8)

Por su parte, la definición de los niveles de medición usados para cada uno de los índices

empíricos que se desarrollaron con anterioridad, tiene como correlación el tipo de

pregunta con el cual se busca dar cuenta de una realidad social específica. Para ello, fue

clave la construcción de preguntas que respondieran satisfactoriamente a los indicadores

planteados en cada una de las dimensiones propuestas sobre el concepto de medios de

comunicación y su vínculo con la participación política en los jóvenes universitarios de la

Universidad Nacional sede Bogotá.

Los tipos de pregunta planteados por el grupo para el diseño del trabajo de campo se

concentraron en la forma de pregunta cerrada, aquel tipo de pregunta que busca

respuestas fijas, precodificadas y constituidas por un código numérico que facilita la

sistematización estadística (D'Ancona, 1996, pág. 254). Esta decisión surge de la idea de

considerar los requisitos de exhaustividad y mutua exclusión que plantea el nivel de

medición nominal, exigencias que son perfectamente cumplidas por esta clase de

pregunta.

Otra de las características por la cual escogimos la pregunta cerrada para definir los

índices empíricos desarrollados en la investigación, se remite a la facilidad que ésta le da

al investigador para poder llevar procesos de comparación de resultados en las

respuestas de distintos individuos. Por último, dada la prontitud en la entrega de

resultados, la información recogida a partir del diseño de preguntas cerradas se hace de

manera simplificada, lo que permite un avance en tiempo y sistematización.

Mostradas las características y el desarrollo del proceso de operativización del concepto,

en el diseño del cuestionario quedaron así planteados los índices empíricos para cada

una de las variables de la dimensión de medios de comunicación, dimensión que hace

parte del objeto de estudio / hecho social: Participación política de los jóvenes

universitarios en Bogotá – el caso de la Universidad Nacional.

Variable 1: Propiedad de herramientas comunicativas

Pregunta: ¿Cuenta usted con alguna de las siguientes herramientas de comunicación?

Tipo de pregunta: Cerrada múltiple respuesta

Nivel de medición: Nominal

SI NO

Reproductor de Música

Computador / Portátil

Radio

Televisión abierta

Televisión por cable

Suscripción prensa escrita

Blog

Celular de última generación

Cine

Videojuegos

Ninguno

Variable 2: Intención / tipo de consumo de los medios de comunicación

Pregunta: ¿Con qué intención accede a los medios de comunicación?

Tipo de pregunta: Cerrada única múltiple respuesta

Nivel de medición: Nominal

Mantenerme informado Por moda

Para escuchar o bajar música Académico / Educativo

Ocio informático Establecer relaciones sociales

Otra ______________________________

Variable 3: Producción de alguna pieza comunicativa con contenido político

Pregunta: ¿Usted alguna vez ha producido una pieza comunicativa con contenido

político?

Tipo de pregunta: Cerrada de filtro

Nivel de medición: Nominal

Sí (Pase a la pregunta 32) No (Pase a pregunta 33)

Filtro:

Pregunta: ¿Cuáles de las siguientes?

Tipo de pregunta: Cerrada múltiple respuesta

Nivel de medición: Nominal

Grafitis Pasquines Artículos de prensa escrita

Blog informático Videos Audios / Spot

Ensayos / Reseñas Crónicas

Otra ________________________________

1.1. Construcción del instrumento de medición

La investigación cuantitativa, y en especial las técnicas de encuesta, le permiten al

investigador social medir y analizar datos en términos de muestras representativas que

den cuenta de algún fenómeno en particular. Por eso, podemos definir ciertas

potencialidades que surgen de la práctica de la encuesta como forma de medición de un

hecho social.

En un primero momento, bajo la técnica de la encuesta como instrumento de medición, la

relación entre variables independientes y dependientes se puede estudiar con más

detalle. Esto es un importante aporte porque el investigador encuentra una multiplicidad

de formas y herramientas para analizar los hallazgos de la investigación, de manera

sistemática y exhaustiva.

Por otra parte, pareciera que las encuestas, en especial las que tocan temas de opinión y

participación política, tienen gran validez y acogida por parte de los sujetos que las

interpretan a la luz de los resultados obtenidos.

En un segundo momento, podemos argumentar que, mediante el proceso de desarrollo y

análisis de la encuesta como instrumento de medición, existe la posibilidad de abarcar

una muy buena cantidad de dimensiones que permiten incluir aspectos de carácter

objetivo y que tienen la característica de ser diferenciados el uno del otro, sin olvidar el

hecho social estudiado que es participación política de los jóvenes universitarios. En este

caso, la cantidad de información que nos puede proporcionar la encuesta como

instrumento de investigación, conlleva no sólo a interpretar la conducta e interpretaciones

del individuo, sino que permite mostrarnos una serie de relaciones que pueden ser

desarrollados con otros individuos en circunstancias y experiencias sociales de su vida

cotidiana.

En tercer lugar, la característica estructurada que poseen las encuestas en su forma

genérica, permite la comparación de las distintas respuestas de los sujetos ante las

mismas preguntas. Si bien este rasgo no nos permite tener en consideración un análisis

que incluya el propio discurso hablado (D'Ancona, 1996), no se tienen en cuenta las

formas en las que se manifiesta el sujeto frente al momento exacto en el que responde a

las preguntas del cuestionario, y además los detalles que rodean las experiencias sociales

se castran al momento de realizar un análisis sistemático de los fenómenos y contextos

que rodean los sujetos; la sistematización de las respuestas en matrices de datos permite

estabilizar de manera bastante simplificada los resultados, a su vez que el método

comparativo surge como necesidad de contrastar las respuestas planteadas por los

individuos que responden al cuestionario.

En cuarto lugar, el uso de técnicas analíticas estadísticas permite una fácil interpretación

de los resultados de una investigación. Así mismo admite el contraste con varios estudios

similares de diversas áreas geográficas locales, regionales, nacionales y hasta

internacionales (D'Ancona, 1996). Particularmente, los estudios sobre participación

política de los jóvenes han tenido bastante acogida en los círculos académicos tanto

nacionales como extranjeros. Centros y grupos de pensamiento e investigación ha

dedicado varios informes con diversos análisis sobre esta problemática social, lo que

demuestra que el énfasis en el uso de instrumentos de encuesta sigue teniendo un lugar

especial para tratar la relación cultura política y juventudes, una experiencia de

investigación que se enriquece con el paso del tiempo.

Por último, consideramos que el costo de realización de la encuesta como técnica de

investigación, si bien representa en términos monetarios una inversión considerable, ésta

se ve compensada con la simplicidad en el manejo de las respuestas y los resultados

obtenidos.

En términos de tiempo, el proceso de diseño y construcción de los cuestionarios abarca

una muy buena parte del trabajo investigativo. Encontrar la pertinencia, coherencia y

estandarización de las preguntas que se desarrollarán implica grados de coordinación y

labor que pueden tomar un tiempo bastante prudencial hasta llegar a un punto óptimo, sin

embargo, ante el uso de programas informáticos que recojan efectivamente los datos

obtenidos, y la posibilidad de emplear estrategias estadísticas, tablas de frecuencia,

diagramas, entre otros, permite una flexibilización bastante importante en términos de

tiempo y trabajo.

1.2. Construcción de la muestra

El muestreo aleatorio simple responde a la necesidad de generar un proceso de

extracción a una población finita, con el fin de garantizar que cada uno de los elementos

que integran la población posea la misma cantidad de oportunidades de ser incluidos en

dicha muestra.

Por su parte, el muestreo de carácter estratificado busca eliminar los inconvenientes que

posee el muestreo aleatorio simple, al efectuar previamente una división de la población

de estudio en grupos o clases que se suponen poseen características homogéneas, así

podemos reducir el margen de error de la muestra. Tal como lo define Baranger, en el

caso del muestreo estratificado, dividir la población en estratos (el caso de dividir la

muestra por áreas de conocimiento es un ejemplo) es útil en la medida en que los estratos

sean internamente homogéneos y externamente heterogéneos en cuanto a las variables

de nuestro interés (Baranger, 2009, pág. 41)

1.2.1. Ejercicio de trabajo de campo

En el desarrollo del trabajo de campo, identificado a partir de la realización de una

encuesta de tipo cara a cara a 45 estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la

Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, sin distinción de algún programa

curricular en especial, encontramos varios elementos que valen la pena mencionar en

este primer informe de clase.

Asegurar que en el proceso de desarrollo de una encuesta cara a cara nos encontramos

frente a una relación dialógica, en tanto que se pone de manifiesto una interacción de

segundo orden donde el investigador no sólo es observador omnímodo, sino además

hace parte de una realidad social al ser este sujeto con visiones e interpretaciones de

mundo; conlleva a una interacción compleja que, en algunos momentos, llega al punto

que las personas a las cuales se les aplicó las encuestas en mención planteaban

cuestionamientos en términos de sus argumentos y de sus mismas nociones de

participación política.

Los sujetos varían de uno hacia otro extremo argumentativo, pero poniendo énfasis en

que sus respuestas se valen de las experiencias vividas con respecto a lo que

comprenden por cultura y participación políticas en los escenarios sociales. Así, preguntas

que se refieren a la concepción y participación en mecanismos políticos, los sujetos

encuestados ponen énfasis primeramente en las discusiones y debates sobre la ausencia

de verdaderos programas sociales que reduzcan las brechas de desigualdad, sus

experiencias y vivencias particulares en ese ámbito, y recuerden en su colectividad las

movilizaciones en las que tuvieron alguna participación, especialmente las

manifestaciones en contra de la reforma a la ley de educación de 2011, ya que este

escenarios los incumbía directamente.

Otros argumentos giraron en torno al papel que tienen las organizaciones civiles y

políticas para generar espacios de debate que originen una verdadera cultura política en

el país. Por eso, la participación de carácter colectivo, buscando un interés más general

sobre el individual tiene bastante injerencia en los planteamientos de los sujetos al

momento de desarrollar las encuestas.

En términos del conocimiento de mecanismos y espacios de participación ciudadana a

través de herramientas constitucionales y no formales, los sujetos saben de ellos porque

en algún momento escucharon hablar sobre los mismos, una situación que contrasta con

la baja participación de los encuestados en estos escenarios creados y fortalecidos por la

normatividad nacional. Los argumentos para ello giraron en torno a la falta de tiempo para

realizar una veeduría real sobre los asuntos públicos, además de la ausencia de

iniciativas de este tipo en la ciudad que habitan.

1.3. Análisis

A partir del proceso de recolección y sistematización de los datos, se pretende realizar

dos tipos de análisis, uno de carácter univariado que responde a las variables expuestas

en el apartado 2.1; el otro tipo de análisis corresponde a un análisis bivariado, que busca

contrastar la hipótesis con la cual iniciamos este informe junto a tablas de contingencias

de distintas variables que permitan esclarecer los postulados sobre la relación entre

medios de comunicación y participación política de los jóvenes universitarios:

Análisis univariado

Para este análisis, se tomaron en cuenta las tres variables antes desarrolladas en el

postulado 2.1: Propiedad de herramientas comunicativas, intención de acceso a los

medios de comunicación y producción de piezas comunicativas de carácter político.

Con respecto a la primera variable, se puede demostrar la tendencia cada vez mayor de

los y las jóvenes universitarias a poseer algún objeto o medio de comunicación

convencional y no convencional (mirar Tabla 1 en anexos). El uso del computador, la

radio, el cine y la televisión, marcan la tendencia de quienes consideran estos objetos

como mecanismos para transmitir ideas e información. Por su parte, parece notarse en

términos reales el descenso generalizado de las suscripciones a prensa escrita como

herramienta comunicativa, bien sea por los costos que implica mensual o anualmente esta

afiliación, o por la proliferación de las mismas noticias escritas en páginas de internet, o

bien por estas dos razones antes mencionadas.

Con respecto a la segunda variable, los resultados reflejan que los estudiantes

universitarios de la UN Bogotá acceden principalmente a los medios de comunicación por

razones de: conocer las dinámicas y los temas que se debaten en la agenda política y

social tanto a nivel nacional como internacional; y en segunda medida, para realizar

labores educativas, debido a su perfil y calidad de estudiantes universitarios activos (mirar

Tabla 2 en anexos). Estos indicadores reflejan un marcado interés de los jóvenes

universitarios por conocer de manera profunda, asuntos político sociales que tienen que

ver con su diario vivir, que afectan las relaciones e interpretaciones que se dan en sus

experiencias cotidianas, además de procurar, mediante una formación académica seria,

crítica y propositiva, nuevos espacios de debate y participación, ya sea dentro de los

espacios formales que se ofrecen en el régimen político, o los no institucionalizados.

En la tercera variable, el análisis parece confirmar la hipótesis con la cual se inició el

presente informe. Si bien existen méritos para afirmar que, tanto el acceso como la

intención de acceder a los medios de comunicación, puede poseer un carácter importante

en términos de conocer y participar en los asuntos que influyen la vida política nacional,

los resultados reflejan que en términos de producción de piezas políticas las estadísticas

tienen un carácter bastante negativo. Cerca del 80% de los estudiantes encuestados

manifestaron que no producen o han producido en algún momento alguna pieza

comunicativa de índole político, lo que puede reflejar una situación de participación

política de los jóvenes universitarios sin alguna relación real con las herramientas

comunicativas de nuestra época (Tabla 3).

Análisis Bivariado

Para contrastar nuestra hipótesis general (negación de los jóvenes a los procesos

formales de participación política, debido a la injerencia de los medios de comunicación

convencionales) con los resultados de las encuestas, partiremos del uso de dos variables

principales: Participación en algún espacio o mecanismo político e intención de acceso a

los medios de comunicación. Siguiendo esta lógica, los resultados indican que cerca del

64% de los encuestados, manifestaron que nunca han participado en algún mecanismo o

escenario de carácter político (Tabla 4). Si bien el 72 % de las personas indicaron que

acceden a los medios de comunicación para conocer sobre los asuntos políticos de la

vida nacional, parece ser que las informaciones que manejan y proyectan los medios

convencionales al público juvenil, no terminan por reflejar los valores democráticos que

buscan definirse y defenderse bajo el régimen político actual.

Esta situación puede ir acompañada por los discursos que se expresan diariamente

dentro de las informaciones noticiosas sobre la actitud, el comportamiento y los intereses

que poseen los jóvenes en la actualidad, al recalcar la poca importancia que se le da al

joven dentro de los espacios de discusión y decisión políticas.

El escenario futuro no parece mejorar. Según los resultados, el 85% de los encuestados

también manifestaron que no se encuentran interesados en hacer parte de alguna

organización política (Tabla 5), lo que refleja la falta de legitimidad que poseen hoy por

hoy las instituciones que recogen grupos de personas que definen en su interior agendas

programáticas, ya sea para velar sus intereses particulares, defender el interés general o

cualesquiera objetivos que se deseen trazar.

1.2. Conclusiones

Más allá de reflejar una pérdida de participación política de los jóvenes

universitarios de la UN Bogotá, los resultados indican que estos sujetos poseen

una visión mucho más crítica tanto de las instituciones, como de los mecanismos

tradicionales del quehacer político nacional.

Las interpretaciones críticas que poseen los jóvenes con respecto al sistema

político actual, están relacionadas con las informaciones transmitidas bajo la óptica

de los medios masivos de comunicación. Estas visiones inundan los debates y las

discusiones de lo político, y así la acción ciudadana parece cerrarse a lo

tradicional, a lo hegemónico, a las estrategias institucionalizadas. Por tanto, los

espacios de integración al sistema no se muestran favorables a los jóvenes.

Debido a lo anterior, las formas de participación política no se ven restringidas al

mero ámbito de la democracia procedimental. Al contrario, la manifestaciones

pueden abarcar espacios y herramientas que rompen los esquemas

convencionales, en tanto se ven reflejados los intereses de los sujetos a través de

la producción de colectividades recreadas a partir de experiencias compartidas

Bibliografía

Baranger, D. (2009). Construcción y análisis de datos. Introducción al uso de técnicas cuantitativas en la investigación social. Misiones: Posadas.

Chaves, M. (2005). Juventud negada y negativizada. . Última Década N° 23, 9-32.

D'Ancona, C. (1996). La investigación social mediante encuesta. En Metodología Cuantitativa: Estrategias y técnicas de investigación social (págs. 239-291). Madrid: Alianza.

Delfino, G., & Zubieta, M. (2009). Participación Política: Concepto y Modalidades. Buenos Aires: Revista de psicología UBA.

Kasee, B. (1979). Political action: mass participation in five western democracies. Beverly Hills: Sage.

Lazarsfeld, P. (1982). De los conceptos a los índices empíricos. En P. Sorokin, La investigación social (págs. 89-102). Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.

Losada, R., & Casas, A. (2008). Capítulo II: Dando razón de los fenómenos políticos. En R. Losada, & A. Casas, Enfoques para el análisis político: Historia, epistemología y perspectiva de la ciencia política (págs. 47-70). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.

Marradi, A., Piovani, J. I., & Archenti, N. (2007). Metodoolgía de las Ciencias Sociales. Buenos Aires: Emecé Editores S.A.

Milbrath, L. (1965). Political Participation. How and why do people get involved in politics? Chicago: Rand Mcnally and Company.