Durante más de treinta años, la Clínica Ad-ventista en Mwanza, Tanzania, ha servido

a una enorme área del norte de Tanzania. Cien-tos de vidas han sido salvadas, y miles han sido bendecidas gracias a su ministerio.

Zacarías Zacarías vino a la clínica con un grave cuadro de malaria, una enfermedad potencial-mente mortal transmitida por mosquitos. Zaca-rías pudo haber ido al hospital del Gobierno, pero él sabía que este estaba abarrotado y que le darían un mejor tratamiento en la pequeña clí-nica adventista. Allí, lo recibieron y lo trataron durante varios días. Mientras recibía tratamiento, el personal de la clínica le hablaba con mucho amor de Dios. “Agradezco mucho la atención que las enfermeras y los médicos me dieron cuando estuve enfermo —dice Zacarías—. Ellos me dieron la esperanza de recuperarme, incluso durante las horas más oscuras. Y me alegra que el equipo me haya hablado de Jesús. Ahora ten-

Tanzania | 27 de abril

Hospital Adventista de Mwanza

go fe en Dios. Zacarías aún no es adventista, pero es un embajador de la clínica adventista y de su atento personal médico.

Mara llegó a la clínica después de haber estado cuatro días tratando de dar a luz en un hospital repleto de personas. Ella estaba asustada y tenía mucho dolor. El equipo de la clínica adventista oró con ella y la ayudó a dar a luz. Mara le con-tó a su esposo lo bien que la habían atendido, y aunque su familia es de otra fe él se mostró muy agradecido con ellos por las oraciones por su esposa y su hijo. Mara y su nuevo bebe con-tinúan recibiendo atención médica en la clíni-ca. Ellos saben que los adventistas se interesan realmente por ellos.

Pero, el ministerio en la clínica va más allá de la simple atención médica. A una enfermera no adventista le impresionó mucho que el equipo de la clínica orara por los pacientes. Ella también notó que los sábados eran especiales, y que había en ellos un espíritu de paz y servicio que nunca había experimentado antes. Aunque no realizaban ninguna transacción de negocios los sábados, los pacientes recibían toda la aten-ción necesaria, y se le daba atención especial a sus necesidades espirituales. La enfermera co-menzó a hacer preguntas, y a aprender sobre la filosofía y las enseñanzas de los adventistas. Ac-tualmente, estudia la Biblia con el capellán y si-

11 Material adaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © www.escuela-sabatica.com

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Una necesidad urgenteUna necesidad urgente

C á p s u l a i n f o r m a t i v a La clínica adventista en Mwanza cuenta

con 15 camas para atender pacientes y 27 empleados. Diariamente se atiende a un promedio de cien pacientes. Esta clínica es la única en el área que opera las 24 horas.

El proyecto del hospital en Mwanza servi-rá a un área de 700 mil habitantes. Entre sus servicios, estarán: atención ambulato-ria y emergencias, seminarios de vida sa-na, cuidado materno-infantil, hospitaliza-ción y cirugías.

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Material adaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © www.escuela-sabatica.com

gue haciendo preguntas sobre las cosas que hacen especiales a los adventistas.

Omary es un líder de su comunidad. Cuan-do la ciudad concedió el terreno en donde fue construida la clínica en 1979, su familia estuvo entre las primeras en usar sus servicios, a pesar de que son de otra religión. La familia ha con-tinuado asistiendo a la clínica, para atender sus necesidades médicas, desde entonces.

La hermana mayor de Omary tiene problemas cardíacos y en sú hígado. Ella desarrolló una úlcera venosa y el médico la atendió, pero le preocupó la gravedad del problema y le aconsejó que fue-ra al hospital local para que la atendieran, pero la hermana de Omary no quiso. “Quiero que me atiendan aquí”, insistió. El médico y las en-fermeras hicieron lo posible para su curación y oraron por ella. Su salud mejoró notablemente.

“Con el paso de los años, la clínica ha mejo-rado y crecido —dice Omary—- El personal da lo mejor de sí a pesar de los pocos recursos. Ahora vemos el nuevo hospital que está en construcción al lado, y nos sentimos esperanzados de que ya no tendremos que ir a otro hospital para recibir una atención avanzada. Podremos ser atendidos aquí mismo, en nuestra comunidad. Esta insti-

tución tiene muy buena reputación en cuanto a la calidad de su servicio. Nos alegramos junto con los adventistas por la futura inauguración de este hospital.

“Yo no soy cristiana, pero sé que los adven-tistas se ocupan de sus semejantes, sin importar cuáles sean sus creencias”, añadió Omary.

Daniel es un comerciante de Mwanza. Desde que se casaron, él y su esposa tienen a la clínica adventista como su principal fuente de atención médica. Cuando su esposa estaba embarazada, le pidió al médico de la clínica adventista que controlara su embarazo. Al doctor le preocu-paba que la esposa de Daniel pudiera tener algunas complicaciones durante el parto, así que la remitió al hospital regional.

“Mi esposa y mi bebé están bien, y estoy muy agradecido de eso -comenta Daniel-, pero esta-mos ansiosos de que el hospital adventista esté listo para poder recibir toda la atención médica allí. Mientras tanto, seguiremos asistiendo a la clínica adventista. Estamos muy satisfe¬chos con la buena atención que recibimos allí, y no queremos ir a ninguna otra parte.

“Sé que este hospital va a ser muy benefi-cioso para la comunidad, porque la gente de la clínica adventista se interesa realmente por uno. Ellos dan más que simplemente atención médica. Hay un elemento espiritual que es una bendición para todos los que son allí aten-didos”.

LlamadoLa clínica adventista existe para satisfacer las

necesidades de la gran cantidad de habitantes del norte de Tanzania. Adventistas de todo el país han hecho grandes sacrificios para poder construir este hospital. Parte de la ofrenda del decimotercer sábado ayudará a completar este proyecto, para que más personas puedan ser bendecidas a través del toque sanador y el alimento espiritual que recibirán allí.