INFORME SOBRE EL CONGRESO DE ARQUITECTOS VALENCIA 2009 · Los Arquitectos acabamos de celebrar,...

DAVID DOBARCO LORENTE ARQUITECTOC/Soria, 5-1º D – BURGOS – 09005 E-mail: [email protected]

INFORME SOBRE EL CONGRESO DE ARQUITECTOS

VALENCIA 2009

Esta reflexión pretende transmitir las impresiones sobre las múltiples ideas

que se aportaron a los debates del Congreso. A algunos de los asistentes nos dio la

sensación de que las conclusiones que se plantearon, a modo de mensajes, no eran

representativas a la vista de las múltiples ideas expuestas… Nos parecía necesario

un mayor reposo de lo sucedido y recurrir al correo para ello. Los destinatarios de

estos correos sois los compañeros que no pudisteis asistir, de modo general, y el

Consejo Superior al que se le aporta para que elabore unas conclusiones más

enriquecidas. La impresión con la que concluimos unos cuantos era que había

mucho trabajo por delante y que seremos víctimas de nuestra ineptitud, si no somos

capaces de desarrollarlo. También es evidente que existen compañeros con un nivel

de información superior, en los temas considerados, y son ellos los que deberán

reestructurar ésta y otras opiniones para formular unas conclusiones útiles y, en lo

posible, potentes.


ENTRE LA AUSENCIA Y EL PSICODRAMA

I.- EL CONGRESO

II.- LAS AUSENCIAS

III.- EL PERFIL PROFESIONAL

IV.- LA PRÁCTICA PROFESIONAL

V.- EL MODELO ASOCIATIVO

VI.- LA CRISIS DE UN SECTOR

VII.- EL TRASFONDO DE LA HISTORIA

VIII.- PROPUESTAS

IX.- DECÁLOGO PARA ARQUITECTOS DE UN PEQUEÑO PAÍS, EN UN PLANETA GLOBAL

X.- DIFUSIÓN


ENTRE LA AUSENCIA Y EL PSICODRAMA

Los Arquitectos acabamos de celebrar, posiblemente, el Congreso más difícil

de nuestra historia. En una situación de auténtica emergencia profesional, se ha

debatido sobre el futuro de la profesión y la brutalidad de la situación, cuyo deterioro

continúa y su influencia estimada se extenderá a los próximos cuatro años. En este

momento, quedan muy alejados los espacios para la autocomplacencia, posibles en

anteriores Congresos, como el anterior de 1.996. Francisco Jarauta, sorprendido

ante las autocríticas de un colectivo asociado a “ricos guapos y famosos” en el

ambiente de la burbuja, calificó de psicodrama de un colectivo profesional el

espectáculo al que asistía. Tenía bastante razón; no sólo surgían las autocríticas,

sino las malas conciencias (allá cada uno) incluso las tensiones interpersonales

acumuladas. Superado el Congreso, el análisis más desapasionado de lo dicho debe

rendir frutos tras el psicodrama.

En la última Asamblea del Consejo Superior se vió necesaria la convocatoria

de este Congreso, porque a nadie se le oculta la gravedad de los problemas que nos

rodean y, como problema añadido, las tensiones existentes entre los representantes

del colectivo por la forma de abordar las respuestas adecuadas. Entonces Celestino

Braña citó la frase de Benedetti, “Cuando conocíamos todas las respuestas, nos

cambiaron todas las preguntas”… Evidentemente necesitamos dar nuevas

respuestas. Nuevamente Jarauta estableció otro paralelismo con los Budendrock, la

obra de Thomas Mann, cuando ante la crisis social arrastra a la familia y son

convocados porque “ha llegado la hora de tomar decisiones”.


I.- EL CONGRESO

Un Congreso de estas características supone un importante coste y esfuerzo

organizador, que merece el reconocimiento por parte del colectivo que lo promueve

En medio de la crisis económica que padecemos, es inevitable el agradecimiento al

apoyo real de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de la ciudad, cuyo apoyo,

casi providencial, ha facilitado tanto el lugar de reunión (Palacio de Congresos de

Norman Foster), como otros actos.

Debe elogiarse el trabajo de los compañeros responsables de la organización,

que ha sido básico para el desarrollo de un Congreso, que afrontaba el desafío de

buscar la cohesión colegial y explorar las bases de nuestra futura actuación

profesional, amenazada por cuatro crisis:

a) En el escenario profesional:

1- Crisis del Modelo Formativo, con el Plan Bolonia.

2.- Crisis del Modelo Asociativo, con la Ley Ómnibus.

3.- Crisis del Modelo de Práctica Profesional, por la aplicación del CTE.

b) En el escenario general:

1.- Crisis Global del Mercado Financiero, con inevitables repercusiones

en una economía española cuyo crecimiento “prodigioso” en los últimos años

estuvo vinculado a la exuberancia de la especulación inmobiliaria y la

irrupción masiva del mercado de la inmigración.

La estructura de trabajo planteaba tres Espacios de Reflexión (“Ejercicio

Profesional”, “Contextos” y “Estructura e Instituciones Colegiales”), que bien podrían

asociarse con los tres campos de Crisis profesional. Es cierto que la

“transversalidad” entre los tres espacios era escasa, pero el Congreso estaba para

producirla por la permeabilidad de la participación de los congresistas.


II.- LAS AUSENCIAS

Un Congreso de estas características debería despertar el interés de muchos

profesionales, pero sería erróneo no interpretar que:

- La mayor parte de los profesionales se sienten abrumados por

la cantidad de modificaciones, muchas de ellas difícilmente

justificables, que afectan a su ejercicio profesional. Es un

estado de shock, con un sentir mayoritario de indefensión.

- Los nuevos profesionales, los más jóvenes, no se han

incorporado a las estructuras colegiales, en términos

mayoritarios. Se encuentran con unas pésimas expectativas de

trabajo y muy desmotivados para participar y… transformar.

- La caída de la actividad ha sido tan fuerte que los gastos

asociados a la asistencia (600- 700 €) han supuesto una

barrera real. Basta con recordar algunas cifras de referencia

sobre descenso de visado y cierre de Estudios de Arquitectura.

En estas circunstancias la asistencia ha correspondido mayoritariamente a

profesionales con cargos representativos en las estructuras colegiales, residentes

próximos y estudiantes de las Escuelas de Arquitectura de Valencia y, tal vez de

Alicante. El admirable empeño de las firmas comerciales por aportar información y

algún detalle conmemorativo en bolsas, se expresaba en el silencio clamoroso de

butacas ocupadas por bolsas. Miquel Roca inicio su magnífica exposición

justificándose porque “no tenía costumbre de hablar ante tantas bolsas”, eran las

16,30 del día 1 de julio y, aunque los asistentes fueron incorporándose

progresivamente, predominaron las bolsas.

Los que asistíamos al Congreso teníamos la responsabilidad de representar a

esos ausentes mayoritarios, a los que les hubiera gustado asistir, enterarse,

participar o, incluso, desahogarse. Acabado el Congreso, nos queda el trabajo más

importante: cristalizar las ideas que se expusieron y alumbrar el nuevo perfil

profesional en un mundo global avocado al cambio perpetuo.


III.- EL PERFIL PROFESIONAL

El Arquitecto ha sido una profesión emergente a lo largo del siglo XX, como

puso de manifiesto el filósofo FRANCISCO JARAUTA, en su exposición “Ideas para

una Arquitectura Crítica”, era una contraposición frente a la hegemonía de la

Ingeniería durante el silo XIX. Los motivos por los que el Arquitecto asume ese

protagonismo están relacionados con la potencia de las imágenes de los edificios en

el nuevo contexto urbano porque, como diría Henry Lefébvre, el siglo XX ha sido el

siglo de la Revolución Urbana (de 1.300 a 6.800 millones de habitantes y más de la

mitad viven en ciudades). El Arquitecto y la Arquitectura no son un Poder, guardan

una inevitable relación con él, pero pueden representar cierta Autoridad si

desarrollan su cometido de forma responsable ante la Sociedad en la que viven. A

través de los Movimientos de Vanguardia, la Arquitectura desbordó su papel

histórico de Arte y asumió un compromiso social, fundamentalmente reivindicando

un bien básico: la vivienda acorde a la sociedad de su tiempo y, por añadidura, una

Ciudad Nueva donde ubicarla conforme a nuevos criterios de industrialización,

movilidad y sociedad de masas. Pienso que también asumió un compromiso

tecnológico considerando la vivienda como “máquina de habitar” y siendo

vanguardia en la incorporación de nuevos materiales y tecnologías. Políticamente se

tradujo en la aparición de Ministerios de la Vivienda en muchos países. Este

protagonismo surge de un componente ético, una “Arquitectura Crítica” según la

expresión de JARAUTA, comprometida con la sociedad de su tiempo y la venidera.

Si la Arquitectura del Movimiento Moderno formalmente se traducía en el

compromiso con la Tecnología, la actual debe expresarse en el compromiso de la

Sostenibilidad, estas apuestas tienen su consecuencia inexorable en las tecnologías

edificatorias. JARAUTA interpreta que la hipertrofia mediática de los “arquitectos

estrella” ha dañado la idea de compromiso social gestada durante el Movimiento

Moderno, al vincularse a una fruición de imágenes al servicio de un poder

económico.

En general, los “proyectos estrella” suelen ser autónomos del contexto del

orden urbano y surgen más bien como hitos dentro de un caos de aglomeración


urbana. Los hitos proliferan como referentes espaciales en los “no lugares”

asociados a la ciudad “difusa”. De este modo la Arquitectura, aparentemente, no

sólo ha perdido la ética del compromiso, sino que se ha hecho cómplice del

desorden especulativo/ inmobiliario de los últimos tiempos. La situación ha llegado a

ser tan absurda que, como pone de manifiesto la “Encuesta sobre el Estado de la

Profesión”, los Arquitectos hacemos proyectos para explicárselos a otros

Arquitectos, un buen billete para viajar al autismo social y ser suplantados por

técnicos menos “raros”. Irónicamente los Arquitectos Estrella, tal vez sin darse

cuenta, han recuperado el viejo papel de “Arquitectos de Beaux Arts”, por su relación

con las grandes obras del Poder Político y olvidándose de la ética de los múltiples

pequeños compromisos con los ciudadanos en pequeños proyectos… ese tipo de

Arquitectura irrelevante, más próximo a la edificación que a la Imagen de Arte. Pero

esa es la realidad que vive la mayor parte de la profesión.

El Poder de la Imagen es tan fuerte que, incluso, nuestros máximos

representantes han entrado en esa feria de vanidades de la Arquitectura, algo que

no estaría mal sino fuera porque han olvidado dos componentes esenciales: la

Edificación y la Ciudad. Palabras de las que vive la mayoría de los Arquitectos, pero

ajenas a nuestras Asambleas del Consejo Superior (personalmente he intentado

introducirlas, pero son intervenciones irrelevantes). Como consecuencia se han

cometido importantes errores estratégicos a la hora de afrontar los múltiples

problemas que nos rodean: se ha facilitado la entrada de otros profesionales en el

vacío que hemos dejado y no se ha entendido bien lo que se defendía. El CTE es el

caso más flagrante y Bolonia va detrás. Los Colegios de Arquitectos son para todos

los Arquitectos y necesitan a todos los profesionales, pero para recuperarlos el

Consejo Superior debería hacer una reflexión profunda sobre su relación con el

colectivo y recordar la referencia de JARAUTA a la citada reunión familiar de los

Buddenbrook, y la toma decisiones. Tras este Congreso, el CONSEJO SUPERIOR

tiene sobre su mesa un gran conjunto de reflexiones y propuestas para actuar en

consecuencia, para definir el nuevo Marco Profesional.


Históricamente, el Arquitecto ha sido el profesional liberal por excelencia,

junto con los Abogados y, tal vez, los médicos en otras épocas. Este “estatus” venía

condicionado por la variedad del cliente y sus demandas, que van desde informes

elementales a particulares, hasta encargos amplios y complejos de iniciativa pública

o privada. Esta forma de entender la práctica profesional es radicalmente diferente

de la del resto de las Escuelas Técnicas (Ingenierías) cuyo origen está en Cuerpos

de la Administración que, a medida que evoluciona el sistema de mercado, su

actuación se relaciona con empresas o consultoras de variada índole, de forma

mayoritaria.

Como en el caso de los Abogados y siguiendo el proceso de otros países, se

ha producido una masificación profesional que ha llevado a una proletarización de la

mayoría de los profesionales y, más allá de la búsqueda de nuevos “nichos” de

actividad (diseño, enseñanza, imagen, asesor ciudadano, etc.), la expectativa desde

el plano profesional se orienta a estructuras asociativas más complejas (Sociedades

Profesionales, Consultoras y Empresas) predominantemente asalariadas y, también,

la actividad en el exterior, fuera del país de origen..

La Formación Universitaria es determinante para definir este perfil, cuyas

consecuencias posteriores serán las atribuciones profesionales pero, en nuestro

contexto, el tema es más profundo. Desde su origen griego, la cultura europea ha

configurado un perfil referido a la persona como escala de referencia, que en el

renacimiento se calificó como Humanismo y, actualmente se expresa como

Derechos Ciudadanos. En Europa se habla de una Arquitectura “Clásica”, “del

Humanismo”, o simplemente “Moderna”, pero el discurso asocia indefectiblemente

Arquitectura y Ciudad y esto es así desde Vitrubio hasta la Carta de Atenas. Por ello,

el Arquitecto tiene un perfil peculiar, objeto de una Directiva Comunitaria propia, que

se relaciona con la salvaguarda de derechos ciudadanos directos: la seguridad del

alojamiento (la habitación) en un contexto histórico específico basado en la cultura

de la ciudad. La cultura de la Ciudad sólo existe en Europa y desde aquí se pretende

expandir a otras zonas del planeta, pero no es un empeño fácil. En Japón la

Arquitectura es excelente y puntera, pero es una rama de la Ingeniería, ajena a un


contexto urbano muy variable (iniciado por la “cultura” de los terremotos); Jane

Jacobs pretendía reivindicar una cultura de la ciudad, como en Europa, pero vivía en

Estados Unidos. Evidentemente en Europa es difícil separar la Arquitectura de la

Ciudad, el usuario del ciudadano. El Arquitecto define el espacio urbano mediante el

trazado y la composición urbana y la aportación del diseño de las piezas que lo

configuran. De este modo el Arquitecto se convierte en un transmisor cultural básico

de la sociedad de su tiempo a las futuras generaciones. Es evidente que la práctica

de la Arquitectura tiene un perfil amplio y singular.

La formación de la Arquitectura, al menos en Europa, debe asentarse en tres

líneas estratégicas básicas:

- El Contexto.- Es el aspecto cultural que incluye los

conocimientos de Arte, Historia, Urbanismo, Estética,

Composición, Sociología, Economía, etc. En este contexto la

pregunta que nos hacemos es DÓNDE.

- La Expresión.- Se necesita educar espacialmente al Arquitecto,

para que sepa imaginar el espacio a proyectar, su configuración

y su relación con su entorno. Además debe saber convertir las

ideas en imágenes precisas, coherentes con el fin perseguido,

para su desarrollo posterior. Esta expresión se inicia con el

manejo de diversas herramientas, el lápiz es el instrumento

básico, continúa con diversas técnicas gráficas y se extiende al

manejo de los softwares más sofisticados, tanto desde el punto

de vista gráfico como textual. El PC, un insospechado

desconocido hace treinta años, contiene la logística integral de

un Estudio de Arquitectura. Este ámbito de conocimiento

incluye las asignaturas de Proyectos y, aunque sea el aspecto

más representativo de la profesión, en los últimos años se ha

visto hipertrofiado, tal vez por la excesiva fascinación

infográfica. La pregunta asociada es QUÉ.

- La Técnica Edificatoria.- Todo Proyecto tiene su ejecución

como objetivo y un Arquitecto debe saber la cantidad de


preguntas que ha de hacerse para resolver una estructura

eficiente, un detalle constructivo o una instalación bien

integrada; La Arquitectura es como la Fe y necesita de Buenas

Obras. Es un aspecto formativo esencial y se asocia al “oficio”

de Arquitecto, porque el ejerce en el sector de la Construcción y

en la Edificación de modo especial. Es de lamentar que este

ámbito ha quedado en un segundo plano, posibilitando su

ocupación por otros profesionales. Ante la progresiva

complejidad de los proyectos el criterio unánime es la

necesidad de algún tipo de especialización, sin renunciar a una

base general para la visión global del proyecto. La pregunta en

este ámbito es CÓMO y el Arquitecto debe tener ideas claras al

respecto.

Las Conclusiones en éste sentido fueron:

- Necesidad de una mayor relación entre Colegios Profesionales

y Escuelas. Se podría establecer alguna asignatura sobre

Práctica Profesional, quizá asociada a la Deontología,

Legislación, etc.

- Marcar claramente la singularidad de la Arquitectura respecto a

las Ingenierías. Estas profesiones enfatizan el CÓMO,

minimizan el QUÉ y no se preguntan el DÓNDE.,

aproximadamente una tendencia opuesta a la Arquitectura y

que se entiende como “pragmatismo”.

- Título de Grado de Cinco Años y Proyecto Fin de Carrera.

Master con un año más. Deben existir “Masters” específicos de

y para la Arquitectura: “Planeamiento General y Ordenación del

Territorio”, “Gestión de Obras y Empresas”, “Energías

Renovables y Eficiencia Energética”, “Diseño Avanzado de

Estructuras”, “Investigación de Materiales de Construcción”, etc.

Deberían ser áreas directamente relacionadas con empresas


del sector y facilitarían la relación I+D entre Escuelas y

Empresas.

- La especialización es una necesidad que debe producirse antes

del Máster y referirse a opciones dentro del ámbito de la

Construcción: Estructuras, Instalaciones, Materiales y

Tecnología de la Edificación.

- No se puede renunciar a ninguna de las áreas básicas, sin

renunciar a la singularidad de la Arquitectura.

- La relación exterior tanto con la Unión Europea, mediante los

“Erasmus”, así como fuera de ella resulta esencial. Los nuevos

profesionales viven un mundo global y su escenario de trabajo

también lo va a ser. Se debe reforzar un área de idiomas y el

intercambio con diferentes Escuelas de todo el Mundo. Es el

anticipo del nuevo escenario de la práctica profesional.

- La Formación Universitaria debe profundizar en el conocimiento

de idiomas.


IV.- LA PRÁCTICA PROFESIONAL

En 1.999, la LOE definió de forma precisa el perfil de los distintos Agentes en

el proyecto de Edificación y advertía del posterior desarrollo de un Código Técnico

de la Edificación, hecho que se produjo e el año 2.006. La aparición del C.T.E. ha

supuesto una modificación fundamental en la práctica de la edificación,

especialmente desde la aprobación del Documento Básico del Ruido. Los

Arquitectos no fuimos consultados y el Ministerio decidió “externalizar” su redacción,

previamente había desmantelado sus equipos de estudio e investigación, autores de

las Normativas Básicas (obligatorias) y las Normas Tecnológicas (opcionales). Sólo

fue el primer paso, ahora la Normativa sectorial la realiza AENOR, cuyas normas

UNE han pasado a ser obligatorias. No deja de resultar inquietante que una entidad

privad, redacte y apruebe normas, sin el deseable protagonismo de la

Administración, cuyos actos se caracterizan por la Neutralidad y la Publicidad. Los

cambios fundamentales son:

- La filosofía “Prestacional” de la Edificación, frente a la

tradicional “Prescriptiva”. Este criterio es muy interesante para

edificios singulares, pero es innecesario e inadecuado para

edificios convencionales, que suponen la mayoría de los que se

construyen. En realidad, la mayor parte de los edificios se

agrupan bajo el concepto de tipología y se ajustan a prácticas

prescriptivas mayoritariamente, conforme a técnicas

ampliamente contrastadas.

- La Práctica Edificatoria tradicional se fundamentaba en la

trabazón de los elementos constructivos dentro de un conjunto;

tras el CTE se pretende exactamente lo contrario, la

articulación de elementos, para evitar la transmisión de

sonidos. Un cambio sustancial, muy costoso, discutible y no

reflexionado.

- La elaboración del CTE se ha realizado por personas con

menos conocimientos de la práctica edificatoria, que de los

procesos industriales y, aunque se hable de la “industria de la


construcción”, existen diferencias abrumadoras entre procesos

industriales puros (en recintos cerrados, en condiciones

ambientales precisas, con personal especializado y control de

calidad sistemático en cadena de montaje) y los edificatorios

(las obras son exteriores, no se controla el ambiente exterior,

intervienen muchos gremios con personal poco cualificado, la

calidad tiene referencias limitadas de certificaciones de

materiales y de la capacitación profesional de los trabajadores.

- La elaboración del CTE ha sido repartida entre distintas

entidades relacionadas con la edificación, más o menos, que

han resuelto de modo específico el campo de actividad que se

les encomendaba. No han tenido una visión global antes ni

después de formular sus propuestas, tampoco ha sido aportada

por el ente coordinador, el Instituto Eduardo Torroja. También

se plantearon “urgencias” para la aprobación, a medida que

pasaba el tiempo. El documento resultante tiene sensibles

contradicciones y propone herramientas sorprendentemente

toscas, para cumplir con los requerimientos prestacionales.

- La aplicación del CTE precisa una industrialización avanzada

en el sector, para responder a las demandas requeridas, no

sólo por la homologación de los materiales, sino por su preciso

control de la ejecución. Evidentemente la práctica predominante

en España es la edificación artesanal, ya que el sector absorbe

la mayor cantidad de mano de obra no cualificada,

históricamente y más acusado en los últimos años, ante la

oferta inmigratoria.

Nunca la Arquitectura puede considerarse ajena a la tecnología, somos

herederos orgullosos de la “máquina de habitar”, pero hemos aprendido que no toda

la tecnología vale, si plantea costes no sostenibles. Por los motivos citados, la

aplicación real del CTE supone una desproporción a medida que se trata de

edificaciones más sencillas. Aplicar el CTE precisa mayor cualificación profesional e


industrialización de la edificación, algo muy alejado de la realidad de nuestro sector,

al menos en España, encarece de modo sensible la edificación y aparece en el peor

momento posible: en la crisis más profunda jamás conocida en la edificación, lo que

añade inoportunidad. No estamos en contra del CTE por sus innovaciones, sino por

sus contradicciones, su complejidad innecesaria para la mayoría de los casos, la

torpeza críptica de algunas de sus herramientas y el criterio de evaluación sobre

obra ejecutada en el caso de la Normativa del Ruido, que abre una increíble vía a las

reclamaciones judiciales.

Las responsabilidades civiles, asociadas a la práctica profesional son otro

aspecto esencialmente conflictivo que “nadie” ha querido ver y las consecuencias

pueden ser dramáticas para nuestra sociedad aseguradora, ASEMAS. Hace diez

años se aprobó la Ley de Ordenación de la Edificación y a las Compañías

Aseguradoras les asignó un papel clave en las garantías de la edificación pero, en

realidad, les abrió un negocio espectacular, ya que sólo aseguran la responsabilidad

decenal (defectos relacionados con la cimentación y la estructura) que suponen un

20% del coste obra, pero unas reclamaciones muy escasas; ya que las principales

se relacionan con condensaciones, instalaciones y, ahora, el ruido. La recaudación

de los seguros de los promotores, asociada al seguro de la responsabilidad decenal

durante una época de edificación febril, se mide en miles de millones de Euros, al no

existir reclamaciones significativas al respecto, se ha tratado de un negocio brillante.

Naturalmente no quieren oír hablar de las responsabilidades de menos de tres años,

ya que pedirían seguros muy elevados y no serían negocio. Recordemos que para

tan disparatado sistema no se consultó a las aseguradoras de los profesionales

españoles… Una vez más Álvarez Cascos optó por buscar referencias externas y lo

hizo en la legislación francesa.

El problema grave es que, a corto plazo, corremos el riesgo de que las

promotoras y constructoras, de cientos de miles de viviendas, han desaparecido o

pueden desaparecer y el seguro que dejan detrás es el decenal, raramente

conflictivo, pero no sobre condensaciones, instalaciones o el ruido y el resultado

puede ser devastador. Además nuestra aseguradora ve sustancialmente reducidos


sus ingresos con la crisis, pero no el número de reclamaciones, que aumentarán a

medida que pase el tiempo sobre el exuberante parque inmobiliario de los últimos

años. Aunque llegamos bastante tarde, DEBE EXIGIRSE EL CUMPLIMIENTO DE

LA LOE EN LAS RESPONSABILIDADES TRIENALES Y ANUALES DE LAS

PROMOTORAS. Esta debe ser una propuesta básica del Congreso.

La actividad profesional en nuestro país va retroceder sustancialmente y

nunca se va a reproducir un período como el vivido. Ante la avalancha de nuevos

profesionales se habla de la búsqueda de nuevos “nichos” de trabajo, pero el

principal es el extranjero. En un mundo tan competitivo, al que se incorporan

técnicos masivamente, procedentes de países emergentes, se debe aprovechar la

buena imagen y formación de nuestros técnicos; pero para ello es necesario

mantener y no degradar el modelo educativo y buscar vías de colaboración con otros

países, en los tiempos actuales nuestro “producto” debe ser de excelencia, para

competir con garantías. Los tiempos no están para “hacer las Américas” y debe

recurrirse a las Administraciones, empresas y el propio Consejo Superior para

establecer colaboraciones o lograr contratos. Esta es una salida a valorar

seriamente por muchos profesionales que quieran ejercer la Arquitectura realmente

Las Conclusiones en éste ámbito podrían ser:

- Exigir al Ministerio de la Vivienda, el cumplimiento de la LOE

en la responsabilidad trienal y anual a todos los agentes

implicados.

- Exigir al Ministerio de la Vivienda la Depuración de las

contradicciones del CTE. La aplicación del DBR no se puede

remitir a controles tras la ejecución, sino a la observancia de las

prescripciones normativas.

- Debe recuperarse el carácter prescriptivo, de facto, en la mayor

parte de los proyectos, mediante la progresiva incorporación de

soluciones “Robustas” contrastadas por la Administración. .

- El CTE sustituye la tradicional retórica y metalenguaje de

muchos proyectos de “Arquitectos para contar a otros


Arquitectos”, por una parafernalia técnica documental más

aparente que realmente útil. Este aspecto de “objetividad” debe

servir de reflexión para afrontar los proyectos de modo más

riguroso y especializado por los Arquitectos.

- Deben establecerse “alianzas” para facilitar la búsqueda de

trabajo exterior a los Arquitectos, en particular, y a otros

titulados en general. Supone aportar posible formación

complementaria, desde idiomas a técnicas constructivas

específicas.


V.- EL MODELO ASOCIATIVO

Tradicionalmente existe un problema de representatividad entre los Colegios,

objeto de debate en el Consejo Superior, así como por la participación en la

constitución de los órganos representativos en los Colegios Territoriales. Pero este

nuevo frente es consecuencia de la denominada “Ley Ómnibus”, que afecta a la

modificación de diversas Leyes con diferente alcance. Aparentemente los motivos

mayoritarios son la mejora de la eficiencia en las condiciones de nuestro mercado y

muchas de ellas se fundamentan en la transposición de la Directiva Comunitaria de

Servicios, fundamentada en el informe Bolkestein (“legado” en 2.004 por el holandés

parlamentario europeo entre 1999 – 2.004). Esta Directiva elaborada por Ante todo

se debe recordar que:

- Las Directivas Comunitarias tienen un carácter de referente, que permite a

los Gobiernos establecer salvaguardas y reservas legislativas respecto a su

ordenamiento jurídico, por lo que nunca se produce una transposición literal.

- Esta Directiva de 2.004 tiene un fuerte y esencial componente desregulador,

fue redactada antes de que se planteara la actual crisis financiera global

(precisamente provocada por la desaparición y falta de criterios de regulación). ´

- El Consejo de Estado ha informado que esta Ley mezcla demasiados temas,

que muchos de ellos no son urgentes y que se excede en la transposición de la

Directiva Comunitaria. Recomienda al Gobierno que no abuse de este tipo de

actuaciones precipitadas, por la inseguridad jurídica que generan y las posibles

consecuencias posteriores.

MIQUEL ROCA en su intervención abundó en los aspectos citados, pero

añadió e hizo énfasis en:

- Las Directivas Comunitarias deben adaptarse al marco jurídico

de cada estado Miembro.

- No se debe modificar un marco normativo en tanto que no se

defina otro nuevo.

- No se debe plantear una modificación sin conocer su alcance y

remitir a fechas posteriores la precisión de lo que se quiere


modificar (cuatro meses trabajos objeto de visado y un año las

profesiones con Colegiación Obligatoria).

Excepto al Gobierno, parece que en los estamentos jurídicos y profesionales

preocupa y mucho la inseguridad jurídica provocada por este tipo de actuaciones. En

el caso español, los Colegios Profesionales están recogidos en el articulado de

nuestra Constitución, algo que no sucede para las Asociaciones Profesionales de

otros países.

En todos los estados de la Unión Europea existen Asociaciones profesionales,

pero no tienen tantas prerrogativas, ni responsabilidades, como el modelo español;

en realidad los Colegios Profesionales son Administración Colaboradora y ese es

uno, entre otros, de los motivos por los que aparece en la Constitución y la U.E. no

ha pedido que se modifique. Las Asociaciones Profesionales tienen contenidos

variables, pero se fundamentan en el aval responsable de sus afiliados, deontológico

y de garantías, algo verdaderamente necesario cuando se trata de temas que

afectan a la salud y seguridad ciudadana. Lo que sí suele suceder en Europa es que

en los órganos deontológicos existe la presencia de personas ajenas al Colectivo,

incluso un Juez, la diferencia más sustancial es que en el modelo Francés

predominan los profesionales y en el modelo inglés predominan personas externas.

Así que la Colegiación suele ser obligatoria y los visados opcionales, pero siempre

existen sistemas de supervisión y en España ya sabemos como lo hacemos. Al

respecto se dice que tanto la colegiación como los derechos de visado deben costar

exactamente lo que cuesta el servicio, pero este es un concepto difuso, los costes se

conocen realmente al finalizar el año e incluyen gastos de explotación, etc…

Tampoco se puede pretender que los Colegios asuman la formación permanente,

asumiéndola los colegiados interesados, pero a nadie se le oculta la dificultad real

de éste planteamiento Debe quedar muy claro que la Unión Europea no ha objetado

nada a nuestros colegios Profesionales, parte de cuya labor debería cubrirse por la

Administración de no existir, se trata de una valoración particular de la Comisión

Nacional de la Competencia, presidida por LUIS BERENGUER, cuyo discurso

simplista está desfasado respecto a la dura realidad actual, que ni él ni quienes lo


consideran han acabado de entender ya que han contribuido a provocarla, y que

mucho menos son capaces de asumir.

RAFAEL PELLICER manifestó que el visado probablemente sería aceptado ,

por las Asociaciones de Consumidores como una garantía incluso dentro de la

propia Directiva de Servicios, pero que no se ha planteado ya que la visión adoptada

siempre ha sido desde el punto de vista de los profesionales y se ha ignorado la

utilidad de otras alianzas. ¿Por qué no incorporar a asociaciones de Consumidores

en temas de Deontología y Reclamaciones y que ellas respalden el visado, incluso

tarifas orientativas?

La autocrítica por la hipertrofia colegial generada en las épocas recientes, de

actividad irrepetible, nos remiten a la fábula de la Cigarra y la Hormiga. Es evidente

que no hemos sabido guardar para el presente pero, aunque se pensara en una

crisis, era difícil de creer en lo que está sucediendo. Más vale tarde que nunca pero

no nos precipitemos, como el Gobierno, en desmantelar antes de tiempo estructuras

operativas que pueden ser mejorables. En este sentido se hizo referencia a que “En

tiempos de tribulación. no hacer mudanza”, es decir no precipitarse, aunque se

respondió que algo parecido pensaron los dinosaurios antes de su extinción. La

realidad es que tenemos problemas, muchos más de los razonables, pero no nos ha

caído un meteorito gigante, al menos todavía, y se supone que tenemos muchas

bazas que jugar con inteligencia… a menos que seamos verdaderos dinosaurios,

pero este es un Colectivo preocupado por la crisis, pero activo a la hora de buscar

salidas, como también manifestó la Encuesta del Estado de la Profesión.

La masificación y la “laboralización” (profesionales dependientes de contratos

laborales) marcan una nueva etapa en las relaciones Colegio- Arquitecto. Los

52.000 profesionales y 35.000 estudiantes actuales avanzan un censo duplicado de

titulados en ocho a diez años, la crisis también afectará al número de estudiantes y a

las universidades. En realidad el número de colegiados en el ejercicio libre

descenderá, ya está sucediendo, y se deberán plantear diferentes formas de

colegiación (además de las singularidades conocidas de jubilados, funcionarios,


precolegiados) para llegar a los diferentes profesionales con costes muy reducidos,

ante su ausencia como potenciales usuarios del visado.

La situación económica es agobiante y las incertidumbres generadas por el

Gobierno no nos favorecen. Ante la caída de los ingresos, los Colegios ya han

iniciado una drástica y, a veces traumática, reconversión de personal, pero queda la

más profunda: la nueva estructura organizativa. Tal vez por ello, se han planteado

algunos planteamientos en el límite de la esquizofrenia, que vemos a continuación:

- COLEGIACIÓN OBLIGATORIA. Parece claro que tiene que

existir un sistema de garantías sobre la capacitación y

competencia profesional en determinado tipo de profesiones, se

llame Colegio o Asociación, en Europa existen estas

denominaciones. No tenemos nada que inventar al respecto

porque los Colegios Profesionales están en la Constitución

Española, pero es deseable que el Gobierno clarifique aquellos

cuya colegiación es obligatoria por la responsabilidad

(habilitación y práctica deontológico) que asumen: No tienen la

misma un API, que un Psicólogo, que un Médico o un

Arquitecto. Parece que, al margen de las incertidumbres

creadas por el Anteproyecto, se ha debido encender alguna

pequeña luz en alguna “mente rectora”, como diría Miquel

Roca, que racionalice una situación que, de hecho había sido

alterada por una proliferación de extraños Colegios

Profesionales.

- VISADO OBLIGATORIO. Este aspecto es la esencia de la

financiación de los Colegios Profesionales Técnicos y donde se

manifiesta el papel de Administración Colaboradora, ya que

ésta debería asumir el cometido colegial si desapareciera. El

informe del Consejo de Estado, muy crítico con el Gobierno en

líneas generales, en este aspecto no se muestra beligerante, lo

considera abierto y, ciertamente, existe una casuística europea

muy amplia. Nuestra peculiaridad es que el visado Colegial es


básico para muchas Administraciones y debe suponer una

garantía fundamental de responsabilidad, por lo que, también

parece defendible en este sentido. Seguramente debe abrirse

la necesidad de este servicio, además de a las

Administraciones como en la actualidad, a los ciudadanos

(Asociaciones de Consumidores) mediante la resolución de

posibles reclamaciones, incluso su participación en órganos de

arbitraje o deontológicos. Puede ser una alianza importante de

futuro, pero las alianzas se hacen en base a intereses

coincidentes, aunque no por ello comunes.

- DÉFICIT CERO: Es un objetivo para este año y los próximos,

pero su dificultad es obvia, a medida que se van produciendo

los datos.

- COSTES BÁSICOS Y SERVICIOS OPCIONALES. El visado

colegial es el servicio básico, tanto para la sociedad como para

los colegiados. Acotar los gastos estrictos correspondientes a

los costes de visado es una labor compleja ya que existen unos

costes de explotación variables cuya repercusión sólo se puede

conocer al cierre del ejercicio y las consecuencias son tan

peculiares como que el coste del visado es inversamente

proporcional a su actividad. Esto es lo que está sucediendo y

los Colegios se plantean, además de reducir gastos,

incrementar cuotas si no se alcanzan los gastos de

mantenimiento. En la situación actual, los gastos de cualquier

Oficina de visado son el porcentaje esencial (más del 80 %)de

cualquier Demarcación o Delegación Colegial.

Existen ciertos costes que no están directamente relacionados

con los gastos de visado, pero que forman parte de el objeto y

la actividad colegial, son los SERVICIOS COLEGIALES como

la Formación, el Asesoramiento a los colegiados, etc. Parece

claro que el Colegio debe facilitarlos y, financiar total

(Asesoramiento) o parcialmente (Cursos de Formación)


algunos casos, pero el Colegio no debe funcionar como una

“empresa de servicios” con un fin lucrativo; no es INTEMAC o el

Instituto Eduardo Torroja, éstos no están en el articulado de la

Constitución Española. Tampoco se puede pensar en un

compromiso, o una presencia participativa en la Sociedad Civil,

si no se puede disponer de los recursos básicos para ello.

El coste estricto es una quimera contable y, lo que siempre se

ha planteado es que los excedentes se derivan a otros servicios

colegiales básicos (Información, Formación, Biblioteca,

Servicios Jurídicos). Además existen otros gastos relacionados

con la Imagen Corporativa y Proyección Social (Exposiciones,

Prensa, Concursos, Participación Social, etc.) que deben ser

razonables y proporcionados. Finalmente pueden darse por

finalizadas las actividades de componente lúdica.

Se puede mejorar y hacer más eficiente la estructura de

nuestros Colegios, pero no se deben esperar ni desear grandes

cambios, al menos mientras estemos recogidos en el Art… de

la Constitución y creamos en la responsabilidad que significa.

- EXTERNALIZACIÓN DE SERVICIOS. Los Colegios ya son una

“externalización” de la Administración y bastante más eficiente,

por eso este concepto suena raro aplicado a ellos. El concepto

es de doble uso, ya que sirve para derivar actividades

colegiales de la estructura presupuestaria para simplificarla

(Fundaciones, Convenios con Instituciones, etc.), como para

captar recursos de la “externalización” de otros.

La fiebre “externalizadora” de algunas Administraciones, parece

provocar estragos a los que no escapan los propios Colegios

que, a veces, aspiran a suplir a los funcionarios ofreciendo un

“servicio de mayor calidad” y, como ejemplo de respuesta de

“todos contra todos”, el Ayuntamiento de Madrid invoca Oficinas

de Visado Externas, ajenas al Colegio Oficial de Arquitectos.

Ante este galimatías, los Servicios Jurídicos deben tratar de


recuperar el orden en vez de aumentar la lista de conflictos.

Respecto a la “externalización” de servicios propios, como la

Formación de los Colegiados, la única colaboración razonable y

positiva, para ambas partes, me parece con las Escuelas de

Arquitectura e Instituciones en las que participen los Colegios

de Arquitectos. Los interesados deben financiar la mayor parte

de su coste, pero no too porque es un cometido colegial y debe

estimularse, en lo posible, la actualización del conocimiento de

los profesionales. Firmar Convenios con Instituciones ajenas a

la estructura colegial es ponerse en manos de quien nos

complica la vida, incluso aspira a sustituirnos.

- FEDERALIZACIÓN Y SIMPLIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA

REPRESENTATIVA COLEGIAL. Jordi Ludevic ha demostrado

tener una visión estratégica de la profesión que aporta una

valiosa referencia de futuro. En sus argumentos maneja el

enunciado, que propone una estructura colegial nacional

centralizada y poderosa con una simplificación de los ámbitos

locales. Pretende minimizar costes en gestión y mayor

coherencia y operatividad en los órganos directores. Tal vez,

una estructura con características similares puede encontrarse

en los Ingenieros de Caminos, pero también los criterios de

uniprovincialidad de los Colegios de Aparejadores pueden tener

cabida. Sus argumentos son sólidos, pero no parece fácil

superar competencias ya asumidas por las Administraciones

Autonómicas. En cualquier caso, él conoce mejor que nadie sus

ideas al respecto.

Nuestra estructura jerárquica ha llegado a ser un pesado y

costoso engranaje administrativo, cuyos gastos han sido

asumidos sin especiales problemas en situaciones económicas

favorables; pero los tiempos han cambiado a gran velocidad y

nunca vamos a volver a la situación previa, precisamente por

las profundas transformaciones profesionales. Esta propuesta


sí supondría cambios sustanciales en nuestro sistema

organizativo. Partiendo del hecho de que el servicio básico del

visado tiene un profundo arraigo en lo local, se podría pensar

en unas Delegaciones/Demarcaciones adecuadamente

ajustadas, cuyos dirigentes asumen directamente

representación estructurada ante la Administración Autonómica

e integran un Consejo Superior del que se elige una Junta de

Gobierno Estatal. Es un campo abierto a una discusión

profunda y, en todo caso, apremiante.

Puede concluirse que la “Ley Ómnibus” es una Ley que desborda la Directiva

Comunitaria de Servicios, precipitada e inoportuna, confusa, simplista y

desconocedora del momento y del contexto para el que se produce. Todo ello no

impide reconocer que es un jarro de agua fría que sirve de pretexto, tras los fastos

de los años recientes, para que nos replanteemos una situación insostenible de

nuestra estructura colegial. Nuevamente recordamos a la cita de Francisco Jarauta:

Hay que tomar decisiones. Las propuestas en este ámbito serían:

- Deben clarificarse las diferencias entre Colegios Profesionales,

cuyos afiliados asumen una responsabilidad y el someterse a

un Código Deontológico, ya que de sus actuaciones se pueden

derivar consecuencia para la salud de los ciudadanos, y otras

asociaciones profesionales que no responden a este tipo.

- Los Colegios Profesionales deben exigir la colegiación

obligatoria, para garantizar la solvencia y la buena práctica de

sus colegiados, así como evitar los riesgos del intrusismo

profesional.

- Los Colegios Profesionales cuyos afiliados realizan proyectos

que en su ejecución afectan a la seguridad de personas y

bienes, deben ser objeto de visado, que garantice la idoneidad

de los trabajos y un sistema de garantías adecuado.

- Los Colegios Profesionales deben mejorar su relación con los

usuarios, tanto a nivel de particulares (Registro de


Reclamaciones), como de Asociaciones de Consumidores,

facilitando la presencia de observadores externos en los

órganos deontológicos.

- Los Colegios Oficiales de Arquitectos son Administraciones

Colaboradoras y pueden firmar Convenios con la

Administración, pero no es aconsejable que ocupen ámbitos y

responsabilidades que son propias de la Administración,

excepto cuando ésta no tiene capacidad para asumirla

(pequeños municipios).

- Los Colegios profesionales deben tender a simplificar sus

estructuras operativas, dentro de una Legislación estatal

Común.

- En el caso de los Colegios Oficiales de Arquitectos se debe

realizar un reajuste urgente de su estructura, ajustada a unos

tiempos de actividad mucho más limitada y con un incremento

acelerado de titulados.

- Es Urgente concretar esas ideas sobre esta reestructuración a

la próxima Asamblea (Noviembre) del Consejo Superior de

Colegios de Arquitectos.


VI.- LA CRISIS DE UN SECTOR

España ha vivido en los últimos años una actividad increíble en el sector de la

edificación, en un proceso desconocido en un entorno desarrollado. Era el principal

motor del crecimiento del PIB en los últimos años, del sorprendente y denominado

“milagro económico español”. La evidente modernización del país, tras la entrada en

el Mercado Común y el buen período económico de los años “90” eran un buen

marco para favorecer el impulso económico del país. No obstante, tras la

desregulación de la ley del Régimen del Suelo del año 98, se produjo un proceso

expansivo sin precedentes en el sector, que no se tradujo en su mayor

industrialización, ni un desarrollo parejo en otras actividades, especialmente las

innovadoras. El incremento de la demanda tenía como referencias la disminución del

número de usuarios por vivienda, el importantísima incremento de la población

emigrante, el floreciente mercado de la segunda residencia, para población española

y comunitaria, y la especulación inmobiliaria. El “recalentamiento” del sector por los

argumentos reales citados, atrajo la atención de los especuladores al sector

inmobiliario, no muy satisfechos con sus fuentes de inversión tradicionales. En

España y otros países, especialmente en Estados Unidos con menos garantías

hipotecarias, los especuladores esquilmaron los mercados mediante un flujo de

capitales descontrolado, que provocó la advertida y temida “burbuja inmobiliaria”,

cuyas consecuencias estamos padeciendo.

“Días de mucho, vísperas de nada”, en España, la Construcción ha

alcanzado el 18 % del PIB, incluyendo su industria auxiliar, una repercusión

incrementada en los últimos años desde un 15%. En realidad, no es fácil delimitar

las incidencias de un sector tan “ubicuo” y diversificado como éste, de modo que

algunos expertos lo amplían con su actividad indirecta al 30%. En los países

europeos de nuestro entorno, Francia, Italia, Alemania, etc., el sector de la

Construcción tiene una repercusión menor, suele rondar el 8% del PIB y la

rehabilitación asume una proporción relevante, en ellos se plantea una mayor

presencia de la Industria y de los Servicios. El mayor desarrollo económico, suele

producir una mayor industrialización y cualificación laboral, así que la Construcción


deja de ser refugio de mano de obra no cualificada y pierde relevancia en el PIB y en

la generación de empleo. Exactamente lo contrario de nuestro caso, que optó por un

crecimiento económico “oportunista” y, cuando las circunstancias económicas

permitían su mejora, se especuló con el suelo y la mano de obra barata de la

inmigración. Así que el desarrollo descontrolado del sector ha provocado un “stock”

de un millón de viviendas, que necesitará unos cinco años para absorberse. El

sector “sobrevive” de la inercia de la actividad anterior, pero su paralización puede

llegar a ser casi absoluta, como indica la evolución de los proyectos de ejecución de

viviendas visadas y, prácticamente, sólo aparecen pequeños encargos individuales.

EVOLUCIÓN DE VIVIENDAS VISADAS EN PROYECTOS DE EJECUCIÓN AÑO VIVIENDA

LIBRE

VIVIENDA

PROTEGIDA

TOTAL INCREMENTO

ANUAL (%)

VIVIENDA

REHABILITADA

1.990 253.675 45.813 299.488

1991 228.494 45.642 274.136 - 25352

- 8.46 %

1992 215.233 65.410 280.643 + 6.507

+ 2,37 %

1993 179.621 73.166 252.787 - 27.856

- 9,93 %

1994 245.342 70.348 315.690 + 62.903

+ 24,88%

1995 265.118 82.609 347.727 + 32.037

+10,15 %

23.105

6.64 %

1996 252,741 69.332 322.073 - 25.654

- 7,38 %

25.008

7,76 %

1997 330.383 68.624 399.007 + 76.934

+ 23.89 %

32.091

8.04 %

1998 403.311 57.216 460.527 + 61.520

+ 15.42 %

36.067

7,83 %

1999 510.320 53.362 563.682 + 103.155

+ 22.39 %

39.462

7.00 %

2.000 541.583 44.350 585.933 + 22.251

+ 3.95 %

44.075

7,52 %

2.001 503.642 44.241 547.883 - 38.050 42.817


- 6.49 % 7.81 %

2.002 565.836 51.290 617.126 + 69.243

+ 12.64 %

48.002

7.78 %

2.003 620.677 60.501 681.178 + 64.052

+ 10.38 %

52.712

7.74 %

2.004 704.150 57.640 761.790

+ 80.612

+ 11,83 %

40.141

5,27 %

2.005 742.764 69.530 812.294 + 50.504

+ 6,63 %

46.101

5,68 %

2.006 845.287 74.912 920.199 + 107.905

+ 13,29 %

45.472

4,94 %

2.007 560.087 43.225 603.312 - 316.887

- 34,44 %

2008 208.124 44.792 252.916 -350.396

-61.14%

Para la correcta interpretación de este cuadro debe considerarse que no

todos los proyectos de ejecución se acaban construyendo pero, como el proyecto de

ejecución supone la antesala de la contratación de la obra, normalmente si debe

considerarse un porcentaje muy elevado de realización (superior al 90%). En el

cuadro precedente puede apreciarse que el mercado había ralentizado su rito de

crecimiento, desde 2.002 (crecimiento anual del 12,64%) hasta 2.005 (6,63%). Esa

tendencia se rompió de forma artificiosa cuando se produjo un exceso de proyectos,

cuya finalidad era la toma de posición en el mercado inmobiliario, de modo que un

porcentaje elevado puede quedar en suspenso a la espera de circunstancias más

favorables, así sucedió en 2.006. Este caso se ha planteó de forma artificiosa con la

aparición del CTE, que provocó un repunte de la demanda de proyectos (13,29% en

2.006) para evitar ser afectados por él. Los datos de 2.007 son la manifestación de

este comportamiento, con una caída del 34,44%. En 2.008 la caída de la actividad

ha sido más acusada yen 2.009 la previsión son 100.000 viviendas. Es evidente que

el sector está en caída libre, que el Gobierno asume que se debe producir esta

terrorífica autorregulación, fiando a la rehabilitación la única alternativa clara de

actividad del sector, pero este recurso no puede absorber la actividad anterior ni

remotamente, especialmente para ciertas industrias auxiliares (estructuras,


prefabricados, cerámicas, etc.). Si las consecuencias son graves sobre el PIB, serán

mucho más dramáticas sobre el paro.

Podría estimarse que el modelo de promoción inmobiliaria se alteró desde

1.998, con la “desregulación” del suelo, y que una demanda media real se estimaría

en 400.000 viviendas/ año. Si se consideran nuevas variaciones sociológicas de la

población española, se estimarían correcciones de 100.000 viviendas al alza o a la

baja; cualquier crecimiento superior y continuado a 500.000 viviendas es artificial y

básicamente insostenible. Pero ese modelo y estas previsiones también están

desbordadas; las nuevas variables sociológicas apuntan a la reducción de la

demanda de viviendas, tanto por inmigrantes, como por comunitarios de segunda

residencia… Además la crisis ha colapsado los juzgados mercantiles y ha reducido

la conflictividad de las parejas ante los tribunales. Como añadido final y además de

absorber el parque excedente, la alternativa de rehabilitar, en términos similares a

Europa, supondría alcanzar unas 200.000 viv./ año. Por lo que el mercado futuro

apunta a la construcción de otras 200.000 viv./ año.

Nuestro precedente de colapso más parecido se remonta al máximo de 1.973

(553.376 viv.) y el descenso de 1.974 (425.306 viv.) y 1975 (340.385 viv.), que

supuso una caída al 39,5% en dos años y fue la expresión de la primera crisis de la

energía, en un país mucho más pobre, quizá con una economía más real y que

iniciaba una incierta y compleja transición política. La dureza y duración de las

caídas de actividad es tan tremenda que se comenta sola. En 2.009 podemos

quedarnos en el 10%, respecto al “techo” de 2.006- Para concluir sobre la gravedad

de la situación, deberíamos remontarnos a los años “40-50” para encontrar unas

cifras tan bajas de promoción de viviendas; desde que el Consejo Superior empezó

a realizar su estadística, la menor cifra referida son 144.594, precisamente en 1.960.

También se observa la pérdida de relevancia de la vivienda protegida,

muchas de las cuales habría que localizarlas entre las viviendas rehabilitadas y, en

este aspecto, sí se ha detectado un indicador positivo: el lento, pero progresivo,

incremento de las viviendas rehabilitadas. Lamentablemente no se aportan los datos


de rehabilitación en 2.007 y 2.008, aunque se apunta a una consolidación de las

cifras propias; en términos generales, este tipo de actuaciones tienen un carácter

más sostenible y menos especulativo que el caso de la nueva planta. Nos

acercaremos así a modelos más europeos, dentro de una cultura de mantenimiento.

Es previsible y deseable que en los próximos años en nuestras ciudades se vean

muchas menos grúas y más andamios, pero ya se han comentado las limitaciones

de este escenario.

La Edificación se enfrenta a una profunda crisis y; ante la brutal contracción

de su actividad, debe asumir dos opciones: buscar salidas en el exterior y

reconvertirse, para alcanzar una actividad “europea”. La segunda es inexorable pero,

en ambos casos, el Gobierno debe asumir un protagonismo que no ha manifestado,

hasta ahora. Al contrario, parece considerar que los múltiples trabajadores del sector

son cómplices de la burbuja inmobiliaria y deben asumir sus culpas. Esa

“criminalización” simplista es el trasfondo de la política actual y las consecuencias

serán, inevitablemente, una pesadilla si se mantiene la inercia actual.

En el plano corporativo la situación es grave con tendencia a empeorar. Se

estima que el CTE ha supuesto la jubilación anticipada de un sensible número de

profesionales. El COAM estima que ha cerrado una tercera parte de los Despachos

de Arquitectos. Los profesionales en activo tienen problemas reales para asumir sus

compromisos económicos, con nuestras Compañías de Servicios Básicos (ASEMAS,

HNA). Se estima que tras la Reconversión, después de la crisis, los Estudios de

Arquitectura se reducirán a una tercera parte de los actuales. Como salidas

laborales, deberán explorarse muchas alternativas, ante el gran excedente de

profesionales. Por supuesto que una alternativa importante para el ejercicio de la

Arquitectura debe localizarse fuera de España.

El Ministerio de la Vivienda debe existir, contra muchas opiniones, y tiene

mucho que hacer ante la terquedad de los hechos. Es necesario garantizar un

mínimo de actividad del sector y así evitar la extinción de la industria auxiliar de la

Edificación. Esta actividad es la que genera más empleo a igualdad de inversión y el


Gobierno tiene una responsabilidad clara, más allá de las palabras. Aunque sobren

viviendas libres, que se absorberán gradualmente, y además de la rehabilitación,

hace falta un mínimo de 100.000 viviendas anuales en régimen de protección, para

alcanzar ese “caudal ecológico”, que se orientan a una demanda real con recursos

limitados y que no puede acceder al mercado libre.

La proliferación de normativas de variada índole que afectan al sector, desde

el CTE a la Ley Universal de Supresión de Barreras arquitectónicas y Urbanísticas,

pasando por otras muchas, sus reglamentos y prolongaciones, tanto autonómicas

como municipales, suponen otro factor de distorsión que de algún modo se debería

denunciar y tratar de corregir. Así lo expuso CARLOS HERNÁNDEZ PEZZI en la

presentación del Congreso… Sorprendentemente, la respuesta a ese comentario se

la dio el Molt Honorable President Camps, que en una ágil presentación incitó a que

los Arquitectos denunciásemos esta situación de proliferaciones legislativas

redundantes. Con increíble habilidad el político, que como tal promueve leyes,

desbordó los planteamientos del colectivo, pero debemos aceptar el envite, porque

es lógico que lo intentemos.

Con estos antecedentes se puede afirmar que el sector de la Edificación se

encuentra en la situación más crítica que nunca haya conocido, por supuesto que

está muy lejos de ver “brotes verdes”, más bien vive una epidemia de despropósitos,

iniciada con las “desregulaciones” del PP, disfrazada por el “boom” inmobiliario y

mantenida por el silencio de la inactividad progresiva. A estas alturas nadie conoce

las repercusiones reales del CTE y el propio Ministerio aprueba modificaciones de

aplicación inmediata y sin tiempo para divulgarse. Son problemas graves, que

generarán fuertes conflictos y reclamaciones, pero parecen no interesar a un sector

en el que hace tiempo se gritó el ¡Sálvese quien pueda!

No podemos ignorar que se arrastra cierto “papanatismo histórico”, basado en

que lo que se hace fuera es mejor e imitable. La humildad es un buen punto de

partida para aprender y es cierto que se puede aprender de casi todo, pero no deben

mitificarse modelos foráneos cuya descontextualización suele generar más


problemas que aportaciones. Debe aplicarse el sentido crítico tanto a nuestra acción

como a las referencias externas. Nuestro “denostado” urbanismo ha conseguido que

las ciudades españolas hayan experimentado la mayor mejora de calidad de vida, en

el contexto internacional y durante los últimos treinta años, a raíz de la aparición de

los Ayuntamientos Democráticos. Aunque exista excesiva complejidad de

procedimiento, se puede concluir que se ha acertado plenamente cuando la

actuación urbanística ha sido coherente con nuestras ciudades compactas y

multifuncionales, como ahora propugna la Unión Europea. Al contrario, ha resultado

erróneo apostar por “importar” desarrollos extensivos difusos, que desintegran la

ciudad como espacio de convivencia y generan segregación social y espacial. En los

próximos años se deberá hacer un esfuerzo para corregir muchos de estos casos,

que resultan poco sostenibles y tienen un fuerte potencial de conflictividad social.

Este ejemplo de “papanatismo” en materia urbanística se ha iniciado su traslado a la

construcción: El CTE con su pretenciosidad “omnicomprensiva” es un ejemplo de

cómo querer “ir más lejos que nadie por un camino en el que otros países ya están

de vuelta.

La presencia de la Ministra de la Vivienda, BEATRIZ CORREDOR en la

clausura del Congreso, puso de manifiesto su interés y sensibilidad hacia la

Arquitectura. Su procedencia como Registradora apunta otro valor, respecto a temas

urbanísticos. El que haya realizado un estudio sobre “La Flexibilización del Mercado

Secundario”, el origen de la Burbuja Inmobiliaria, presupone un conocimiento del

origen de la crisis actual. Pero el problema que tiene que afrontar, igual que los

Arquitectos, es mucho más dramático y prosaico: LA REESTRUCTURACIÓN DEL

SECTOR DE LA EDIFICACIÓN, ante el que cuestiones como el CTE tienen

incidencia, pero pasan a ser problemas de segundo orden. Diversos Agentes del

Sector, especialmente los Promotores y Constructores, han formulado propuestas

desde hace tiempo. Los Arquitectos deberíamos plantear algunas, ya que se supone

que somos Agentes Cualificados. Algunas propuestas que se sugieren son:

- Racionalizar y Promover el control de la proliferación normativa.

- Garantizar un mínimo anual de Vivienda de Promoción Pública:

100.000 viviendas.


- Garantizar fondos de Ayudas para la Rehabilitación de 100.000

viviendas.

- Definir un programa de alquiler para un porcentaje significativo

del “stock” de Viviendas. Los Promotores ofrecían unas

600.000, con incentivos variados (Opción de compra, fiscalidad,

etc.)

- Suspender Aspectos de Normativa cuya aplicación no esté

suficientemente contrastada y fundamentada. El CTE ofrece

una amplia lista de espera.

- Facilitar la incorporación de Normativas apropiadas para la

cultura del mantenimiento del parque inmobiliario.

- Facilitar Convenios de Colaboración, Concurrencia y Empresas

Mixtas con Instituciones y Empresas de otros países, tanto

Comunitarios como No Comunitarios. Es importante la relación

con países emergentes de Extremo Oriente, pero España debe

primar sus relaciones con América. El mundo es global, pero

estamos más “próximos” algunos que otros.


VII.- EL TRASFONDO DE LA HISTORIA

La Historia no es nueva, en la Sociedad coexisten, incluso a veces conviven,

diferentes grupos e intereses; en los últimos años el capital financiero ha campado

sin límites de modo global, mediante la progresiva desregulación de servicios

bancarios financieros, telecomunicaciones, turismo, etc. Lo importante no era

generar riqueza, sino mover el dinero en un juego incontenible de prestidigitación,

quedándose algunos “magos” con los recursos de una “humanidad incauta”. El,

entonces todopoderoso Presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan

manifestó su fascinación por la “exuberancia de los mercados financieros”,

lamentablemente debería haber asumido actuaciones operativas propias de su

responsabilidad, más allá de la pura fascinación. Las presiones de este Poder

Financiero tenían una palabra mágica ante la que se abrían todas las puertas sin

necesidad de mayores explicaciones: Desregular. El objetivo básico era la

desregulación financiera, en un mudo global, para poder mover libremente el flujo de

capitales, de modo que, difícilmente, ningún gobierno podía saber realmente dónde

estaba el dinero, ni en manos de quién, ni cuánto era el capital afectado. A estas

alturas sigue sin saberse, lo que sí es cierto que se conoce como “activos tóxicos” y

se tiene la conciencia de haber asistido a la primera y gigantesca “estafa global”,

cuyas consecuencias resultan difíciles de superar y que van a generar un Nuevo

Orden Económico, en el que Occidente ya ha perdido hegemonía de modo

sustancial. Se han identificado personalmente a algunos de los estafadores, pero es

una minoría y muchos siguen apalancados en el sistema. Los efectos del “Tsunami”

que han provocado se aprecian en un paisaje de economías devastadas con serias

dificultades para recuperarse, la española es una de ellas porque también fue uno

de los escenarios más “calientes” de la “burbuja.

La Unión Europea consideró, en su Agenda de Lisboa, que la Directiva

Comunitaria de Servicios (Bolkestein 2.004) era una “pieza fundamental de la

estrategia comunitaria de impulso económico y consolidación del mercado interior”.

La importancia de la Directiva se fundamenta en que el 70% de los europeos trabaja

en el sector servicios y, según la desregulación hegemónica en boga, la expectativa


es una competencia salvaje, basada en el principio del “país origen” por el que las

empresas se regirán por la legislación del país donde se encuentre su domicilio

social (aunque sea “fantasma”). Así se abre la vía a la desregulación de servicios

sociales básicos (sanidad, educación, asistencia, etc.).

Esta Directiva pone en tela de juicio el sentido del “estado de bienestar”

europeo y, por ello, su aprobación no fue fácil, pero la idea es que estén aprobadas

en los países de la Unión Europea el 28 de Diciembre de 2.009, con los matices que

procedan en cada país según establezcan los Gobiernos de acuerdo con su

legislación. Aunque tienen un amplio margen para flexibilizar su aplicación, no es el

caso español, que ha entrado con entusiasmo a este juego desregulador

excediéndose, según le recuerda el propio Consejo de Estado.

La Unión Europea, a pesar de la crisis financiera provocada por la

desregulación de los mercados financieros y con todo lo que “está cayendo”, no ha

sido capaz de alterar su estrategia del “mercado interior” y esta Directiva debería ser

un “espectro”, ya que surgió en un escenario muy diferente (“preburbuja”), pero ya

se ve cómo sigue vigente.

Sin embargo, lo peor son las amenazas reales de pérdida de la calidad de

algunos servicios públicos o del contrapeso del tejido social, de la Sociedad Civil. El

Poder Político, en general, no ha asumido un papel regulador de contrapeso al

Económico y, con independencia de su adscripción ideológica, se ha comportado

como un testigo inerte y un obediente sicario. Recordemos cómo nuestros

Gobiernos vieron satisfechos como crecía la “exuberancia irracional de nuestro

mercado inmobiliario” y cuando tomó medidas, el actual, tenían el carácter de un

Certificado de Defunción (Reforma de la Ley de Suelo en 2007).

En España, desde el punto de vista “desregulador”, no se ha producido

ninguna diferencia de actitudes entre el gobierno del P.P. y el del PSOE, parece

coherente que el primero apoye esa tendencia, pero resulta insospechado en el caso

del segundo. El gobierno del PSOE, empeñado en resolver los problemas del


Planeta antes que los locales, no ha hecho una lectura ideológica del proceso y

nunca ha cuestionado las políticas “desreguladoras”. Para ello ha tenido unos

buenos asesores, empezando por la Comisión Nacional de la Competencia (CNCA),

presidida por LUIS BERENGUER y que asesora al Ministerio de Economía, pero es

que muchos cargos relevantes del Gobierno, hasta la victoria electoral del PSOE en

2.003, estuvieron en el proceloso entramado del mundo financiero,

fundamentalmente en INTERMONEY. Esta sociedad es el “broker” español más

antiguo, su nombre es significativo y tiene excelentes relaciones con cargos del

Banco de España (algunos presiden la sociedad cuando lo dejan); su expresidente

Carlos Arenillas, casado con la ex Ministra Cabrera, pasó a serlo de la Comisión del

Mercado Nacional de Valores (tras ser vicepresidente desalojó al anterior presidente,

Manuel Conthe después de la OPA sobre ENDESA). La sociedad alojó a nombres

como Miguel Sebastián, David Vegara, etc. Sorprende que alguien piense que, con

estos mimbres, se pueda alumbrar un “nuevo orden económico mundial”.

Parece evidente que se sigue reiterando un viejo discurso de ámbito

macroeconómico, fracasado y autor de una crisis monstruosa, que desconoce la

economía real, la generada y padecida por los ciudadanos, pero que ahí continúan.

El panorama es desalentador y cuadra con la actitud errática en las decisiones y

pasiva en las actitudes, a la espera de de que se “autorregulen las cosas” Por

supuesto que no pueden entender el valor de algo que no sea un rendimiento

financiero, aunque sea ficticio económicamente, no pueden entender los Colegios

Profesionales y, si pudieran, harían lo propio con los sindicatos, cuya reflexión sobre

Bolkestein parece olvidada. El último cambio de Ministros podría mejorar una

situación que parecía difícilmente empeorable y, de hecho, el anteproyecto remitido

a las Cortes ha introducido matices pero se siguen manteniendo casi todas las

incertidumbres


VIII.- PROPUESTAS

En las anteriores exposiciones se han sintetizado una serie de propuestas,

que se agrupan a continuación:

1.- Necesidad de una mayor relación entre Colegios Profesionales y

Escuelas. Se podría establecer alguna asignatura sobre Práctica

Profesional, quizá asociada a la Deontología, Legislación, etc.

2.- Marcar claramente la singularidad de la Arquitectura respecto a las

Ingenierías. Estas profesiones enfatizan el CÓMO, minimizan el QUÉ y

no se preguntan el DÓNDE., aproximadamente una tendencia opuesta

a la Arquitectura y que se entiende como “pragmatismo”.

3.- Título de Grado de Cinco Años y Proyecto Fin de Carrera. Master

con un año más. Deben existir “Masters” específicos de y para la

Arquitectura: “Planeamiento General y Ordenación del Territorio”,

“Gestión de Obras y Empresas”, “Energías Renovables y Eficiencia

Energética”, “Diseño Avanzado de Estructuras”, “Investigación de

Materiales de Construcción”, etc. Deberían ser áreas directamente

relacionadas con empresas del sector y facilitarían la relación I+D entre

Escuelas y Empresas.

4.- La especialización es una necesidad y se debe producir antes del

Máster, debe referirse a opciones dentro del ámbito de la Construcción:

Estructuras, Instalaciones, Materiales y Tecnología de la Edificación.

5.- No se puede renunciar a ninguna de las áreas básicas, sin renunciar

a la singularidad de la Arquitectura.

6.- La relación exterior tanto con la Unión Europea, mediante el

programa “Erasmus”, así como fuera de ella resulta esencial. Los

nuevos profesionales viven un mundo global y su escenario de trabajo

también lo va a ser. Se debe reforzar un área de idiomas y el

intercambio con diferentes Escuelas de todo el Mundo. Es el anticipo

del nuevo escenario de la práctica profesional.

7.- La Formación Universitaria debe profundizar en el conocimiento de

idiomas.


8.- Exigir al Ministerio de la Vivienda, el cumplimiento del CTE en la

responsabilidad trienal y anual a todos los agentes implicados.

9.- Exigir al Ministerio de la Vivienda la Depuración de las

contradicciones del CTE. La aplicación del DBR no se puede remitir a

controles tras la ejecución, sino a la observancia de las prescripciones

normativas.

10.- Debe recuperarse el carácter prescriptivo, de facto, en la mayor

parte de los proyectos, mediante la progresiva incorporación de

soluciones “Robustas” contrastadas por la Administración.

11.- El CTE sustituye la tradicional retórica y metalenguaje de muchos

proyectos de “Arquitectos para contar a otros Arquitectos”, por una

parafernalia técnica documental más aparente que realmente útil. Esta

“objetividad” aparente debe servir de reflexión para afrontar los

proyectos de modo más riguroso y especializado por los Arquitectos.

12.- Deben establecerse “alianzas” para facilitar la búsqueda de trabajo

exterior a los Arquitectos, en particular, y a otros titulados en general.

Supone aportar posible formación complementaria, desde idiomas a

técnicas constructivas específicas.

13.- Deben clarificarse las diferencias entre Colegios Profesionales,

cuyos afiliados asumen una responsabilidad y el someterse a un

Código Deontológico, ya que de sus actuaciones se pueden derivar

consecuencia para la salud de los ciudadanos, y otras asociaciones

profesionales que no responden a este tipo.

14.-Los Colegios Profesionales deben exigir la colegiación obligatoria,

para garantizar la solvencia y la buena práctica de sus colegiados, así

como evitar los riesgos del intrusismo profesional.

15.- Los Colegios Profesionales cuyos afiliados realizan proyectos que

en su ejecución afectan a la seguridad de personas y bienes, deben ser

objeto de visado, que garantice la idoneidad de los trabajos y un

sistema de garantías adecuado.


16.- Los Colegios Profesionales deben mejorar su relación con los

usuarios, tanto a nivel de particulares (Registro de Reclamaciones),

como de Asociaciones de Consumidores, facilitando la presencia de

observadores externos en los órganos deontológicos.

17.- Los Colegios Oficiales de Arquitectos son Administraciones

Colaboradoras y pueden firmar Convenios con la Administración, pero

no es aconsejable que ocupen ámbitos y responsabilidades que son

propias de la Administración, excepto cuando ésta no tiene capacidad

para asumirla (pequeños municipios).

18.- Los Colegios profesionales deben tender a simplificar sus

estructuras operativas, dentro de una Legislación estatal Común.

19.- En el caso de los Colegios Oficiales de Arquitectos se debe

realizar un reajuste urgente de su estructura, ajustada a unos tiempos

de actividad mucho más limitada y con un incremento acelerado de

titulados.

20.- Es Urgente concretar esas ideas sobre esta reestructuración a la

próxima Asamblea (Noviembre) del Consejo Superior de Colegios de

Arquitectos. Tanto por eficiencia económica como por la

Representación de los distinto Colegios.

21.- Racionalizar y Promover el control de la proliferación normativa.

22.- Exigir al Ministerio de la Vivienda que garantice un mínimo anual

de Vivienda de Promoción Pública: 100.000 viviendas.

23.- Garantizar fondos de Ayudas para la Rehabilitación de 100.000

viviendas.

24.- Definir un programa de alquiler para un porcentaje significativo del

“stock” de Viviendas. Los Promotores ofrecían unas 600.000, con

incentivos variados (Opción de compra, fiscalidad, etc.)

25.- Suspender Aspectos de Normativa cuya aplicación no esté

suficientemente contrastada y fundamentada. El CTE ofrece una amplia

lista de espera.

26.- Facilitar la incorporación de Normativas apropiadas para la cultura

del mantenimiento del parque inmobiliario.


27.- Facilitar Convenios de Colaboración, Concurrencia y Empresas

Mixtas con Instituciones y Empresas de otros países, tanto

Comunitarios como No Comunitarios. Es importante la relación con

países emergentes de Extremo Oriente, pero España debe primar sus

relaciones con América. El mundo es global, pero estamos más

“próximos” a algunos que a otros.


IX.- DECÁLOGO PARA ARQUITECTOS DE UN PEQUEÑO PAÍS, EN UN PLANETA GLOBAL

1.- EL ARQUITECTO ES EL PROFESIONAL CAPACITADO PARA

CONFIGURAR EL ESPACIO HABITABLE DE LOS SERES HUMANOS.

2.- LA FORMACIÓN QUE RECIBA DEBE GARANTIZAR ESTA FINALIDAD Y

REQUIERE UN CONOCIMIENTO DEL MEDIO CULTURAL, FACILIDAD PARA

EXPRESAR SUS PROYECTOS Y CAPACIDAD PARA DEFINIRLOS Y

CONTROLAR SU EJECUCIÓN.

3.- LA CIUDAD Y LOS EDIFICIOS, EL URBANISMO Y LA EDIFICACIÓN;

QUE LA INTEGRAN SON LA MATERIA PRIMA DE SU TRABAJO, MEJORAR LA

CALIDAD DE VIDA DE SUS USUARIOS, LOS CIUDADANOS, SU OBJETIVO.

4.- LA CONSTRUCCIÓN, TANTO DE LA CIUDAD COMO DE SUS

EDIFICIOS SUPONE UN COMPROMISO ÉTICO CON LOS CIUDADANOS Y LA

EXPRESIÓN DE LA CULTURA EN LA QUE VIVEN.

5.- LA CALIDAD DE VIDA SE MEJORA CON ACTUACIONES BELLAS PARA

EL ESPÍRITU, PRÁCTICAS PARA SU UTILIZACIÓN Y RESPONSABLES CON EL

MEDIO QUE LAS RODEA.

6.- LA SOSTENIBILIDAD ES UN COMPROMISO CON EL ENTONO

NATURAL Y CULTURAL QUE NOS RODEA. EL SENTIDO COMÚN Y LA

EXPERIENCIA SON LAS BASES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PROPUESTAS

SOSTENIBLES, EL ARQUITECTO DEBE SABER MODULAR LA VIABILIDAD DE

SUS EDIFICIOS ENTRE OPCIONES DE TECNOLOGÍAS TRADICIONALES

“BLANDAS” Y LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA.

7.- LOS ARQUITECTOS NECESITAN UN MODELO ASOCIATIVO FUERTE

Y DE GARANTÍAS, QUE LES PERMITA EL EJERCICIO DE SUS COMPROMISOS


DE MODO ACORDE A LA RESPONSABILIDAD ASUMIDA Y TRANSMITIR A LA

SOCIEDAD LAS MOTIVACIONES DE SUS PROPUESTAS Y RESOLVER A SUS

CLIENTES LOS SERVICIOS REQUERIDOS DE FORMA SATISFACTORIA.

8.- EL ARQUITECTO TIENE UN IMPORTANTE COMPROMISO CON LA

SOCIEDAD Y LOS CIUDADANOS Y, PARA PODER ASUMIRLO, DEBE

APOYARSE EN ELLOS, ANTE LAS MÚLTIPLES PRESIONES DE GRANDES

GRUPOS DE PODER. SERÍA DESEABLE CONTAR CON UNA MAYOR

“COMPLICIDAD” SOCIAL, LOS COLEGIOS OFICIALES DE ARQUITECROS

DEBEN ARTICULAR LA PRESENCIA CIUDADANA EN ÓRGANOS DE

SUPERVISIÓN DE LA BUENA PRÁCTICA PROFESIONAL, INCLUSO LA

ORIENTACIÓN ECONÓMICA DE SUS HONORARIOS.

9.- EL ARQUITECTO ES UN PROFESIONAL QUE DEBE PRETENDER LA

EXCELENCIA EN SU EJERCICIO PROFESIONAL Y NO TANTO LA

SINGULARIDAD, COMO OBJETIVO BÁSICO. NUNCA DEBE OLVIDAR QUE

CONSTRUYE SU OBRA PARA SU CLIENTE Y LA SOCIEDAD, NO PARA LA

FRUICIÓN CORPORATIVA DE LOS COLEGIADOS.

10.- EL MUNDO ES GLOBAL Y HAY MUCHOS MUNDOS DENTRO DE ÉL,

QUE PUEDEN SER UN ADMIRABLE CAMPO DE TRABAJO Y UN ARQUITECTO

JUZGARÍA CON CRITERIOS SIMILARES. PERO DENTRO DE TODOS LOS

MUNDOS POSIBLES ESTE DECÁLOGO DEBERÍA APLICARSE EN ESPAÑA.


X.- DIFUSIÓN

El Próximo DÍA MUNDIAL DE LA ARQUITECTURA puede ser una fecha

especial. Resultaría el momento idóneo para presentar las verdaderas propuestas

de un Congreso de Arquitectos, para las que no hubo tiempo material de formularlas.

Todo Congreso tiene previstas unas propuestas de conclusiones esquemáticas,

sobre las que se elaboran las definitivas. En este caso esa labor era necesaria pero

incierta, a la vista de los múltiples motivos de debate y las evidentes divisiones

internas. A mi manera de ver así sucedió. No se debe desperdiciar el tiempo en

elaborar unas conclusiones más de base, incluso sondear al respecto a más

compañeros, por eso existen dos referencias básicas:

OCTUBRE 2.009.- DÍA MUNDIAL DE LA ARQUITECTURA. Presentación

Simultánea de las Conclusiones del Congreso en todas las Demarcaciones

Colegiales, con una referencia al contexto dramático del sector y la actividad

profesional. Entonces conocerá cada Demarcación su propio balance de los tres

primeros trimestres y no van a ser tranquilizadores. Se debe hacer un llamamiento a

la necesidad de un ejercicio profesional responsable, basado en la necesidad de la

Colegiación Obligatoria y la importancia del Visado Colegial.

NOVIEMBRE DE 2.009.- ASAMBLEA GENERAL DEL CONSEJO SUPERIOR

DE COLEGIOS DE ARQUITECTOS DE ESPAÑA. Sería deseable presentar un

documento sobre la reforma de la Estructura Corporativa a todos los niveles y

elaborar unos Presupuestos, de transición, pero pensando en la nueva situación y la

nueva Organización.

Friedrich Nietzsche afirmó que “todo lo que no me destruye me hace más

fuerte”. Delante de nosotros tenemos una oportunidad histórica de “fortalecernos”,

aunque sea por imperativo legal.

Burgos, 21 de Julio de 2.009

INFORME SOBRE EL CONGRESO DE ARQUITECTOS VALENCIA 2009 · Los Arquitectos acabamos de celebrar,...

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