INFORME TÉCNICO FINAL DEL PROYECTO SIP 2006 (Clave de...
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INFORME TÉCNICO FINAL DEL PROYECTO SIP 2006 (Clave de Registro SIP: 20060189)
“Estudio del sistema inmune del ostión japonés (Crassostrea gigas) cultivado en La Pitahaya, Bahía de Macapule, Sinaloa”
Responsable: Dr. Antonio Luna González. Institución: Centro Interdisciplinario de
Investigación para el Desarrollo Integral Regional-IPN (Unidad Sinaloa)
Dirección: Bulevard Juan de Dios Bátiz Paredes
#250. Colonia San Joachin. C. P. 81100. Guasave, Sinaloa.
Correo electrónico: [email protected], [email protected] Teléfono: 687 87 2 96 26 extensión 87621. Fecha de inicio: Febrero de 2006. Periodo que se reporta: Febrero-Diciembre de 2006. NOTA: DEBIDO A QUE EL PROYECTO CONSTA DE UN CICLO DE 13 MESES, SE TERMINARÁ EN FEBRERO DE 2007. EL ARTÍCULO INTERNACIONAL SE ANEXARÁ EN CUANTO SEA ACEPTADO (2007). PARA ENVIAR EL ARTÍCULO LO ANTES POSIBLE, NO SE PRESENTARÁ ESTE TRABAJO EN EL CONGRESO COMPROMETIDO.
Resumen
Se realizó un cultivo de ostión japonés Crassostrea gigas en el estero La
Pitahaya, municipio de Guasave, con el fin de analizar la influencia de la estación en
el sistema inmune y condición fisiológica de los organismos. Mensualmente, y a lo
largo de 11 meses, se muestrearon animales del cultivo. Además, se determinó la
mortalidad, los factores fisicoquímicos y la cantidad de alimento disponible en el
área de cultivo. Para el análisis del sistema inmune, se sangraron los animales y se
determinó la actividad de las enzimas hidrolíticas lisosomales. La temperatura y
salinidad se determinaron mensualmente. Los parámetros fisiológicos que se
analizarán fueron longitud, peso seco de la carne e índice de condición. La proteína
de las muestras de hemolinfa se determinó por medio del método de Bradford.
Mensualmente se hizo una determinación de la cantidad de materia orgánica
disponible como alimento para los ostiones en cultivo. La variación de la temperatura
fue estacional. Sin embargo, la salinidad no mostró un patrón estacional debido al
aporte de agua dulce de los sistemas de riego agrícola. La mortalidad acumulada
hasta el mes de diciembre fue de 27.5 % y muestra una correlación directa con la
temperatura del agua. Los resultados muestran un estrés fisiológico (están “flacos”)
de los organismos en los meses donde ocurren los cambios de temperatura y en los
meses cálidos. La concentración de la proteína de la hemolinfa muestra una relación
directa con la condición fisiológica de los organismos y con la temperatura. Trece
enzimas hidrolíticas lisosomales están presentes en la hemolinfa de C. gigas y se
observa una clara influencia de la temperatura en su actividad. Sin embargo, la
salinidad, que es otro factor ambiental que también afecta el sistema inmune, no
mostró relación evidente.
En este trabajo se demuestra la influencia de la temperatura en la condición fisiológica y el sistema inmune de C. gigas y se recomienda sembrar los animales en noviembre y cosecharlos en abril-mayo.
Introducción
En México, la acuicultura de moluscos bivalvos se basa principalmente en el
cultivo de las ostras Crassostrea virginica y C. gigas. En el 2001, la producción total
del país fue de 50,565 toneladas, de las cuales C. virginica aportó 49,000 toneladas y
C. gigas 1,500 toneladas (SAGARPA 2001).
En general, se considera que el principal problema que enfrenta el cultivo de
moluscos bivalvos son las enfermedades provocadas por bacteria y virus que afectan
a los organismos, principalmente en verano (julio, agosto y septiembre) (Barbosa et
al. 2001), estas enfermedades son difíciles de detectar en su medio natural, por lo
que en muchos casos estos agentes infecciosos han sido poco estudiados (Barbosa
et al. 2001).
El estrés provocado por las altas densidades de los organismos en cultivo y
las variaciones de los parámetros fisicoquímicos (temperatura, salinidad, oxígeno
disuelto, etc.) puede incrementar el riesgo de incidencia de enfermedades,
posiblemente por la inducción de una inmunosupresión, aumentando el riesgo del
ataque de patógenos como las bacterias (Harvell et al. 1999).
Las bacterias forman parte de la flora autóctona de los organismos marinos y
de su ecosistema, llegando a representar hasta un 60% de la población de
microorganismos totales en algunas lagunas costeras (Simudu y Tsukamoto 1985).
Sin embargo, una proliferación excesiva de bacterias ligada a una inmunosupresión
en los organismos en cultivo, puede provocar enfermedades y altas tasas de
mortalidad.
La incidencia del género Vibrio es considerado el problema más común y serio
de sanidad en los sistemas de cultivo de moluscos, ya que causa enfermedades y
mortalidades masivas (Elston 1984, Tubiash y Otto 1986, Sindermann 1988). Se ha
corroborado que diferentes especies de bacterias de este género como Vibrio
alginolyticus, V. parahaemolyticus, V. natriegens, V. pectenicida, V. tapetis, V.
splendidus y V. anguillarum pueden provocar mortalidades masivas de algunos
invertebrados marinos, lo que ocasiona un deterioro en los sistemas de cultivo. Se
considera que en el mar, los vibrios pueden alcanzar en promedio la cantidad de 1 x
103 células/mL (Utting 1986).
Para defenderse del ataque de microorganismos que viven en su entorno,
todos los organismos multicelulares poseen mecanismos de defensa contra los
microorganismos invasores (Muta e Iwanaga 1996). Estos mecanismos de defensa
son esenciales para su supervivencia y perpetuidad. Los invertebrados, los cuales no
tienen inmunoglobulinas ni memoria inmune, han desarrollado mecanismos únicos
de detección y respuesta contra antígenos microbianos. Las células efectoras de
invertebrados pueden reconocer patrones moleculares más que estructuras
particulares en el patógeno. Existen moléculas asociadas a patógenos que no son
encontradas en organismos multicelulares como lipopolisacáridos, peptidoglucanos y
ácido lipoteicoico de bacterias, β-1,3-glucanos de hongos y ARN de doble cadena en
virus (Muta e Iwanaga 1996, Song y Huang 2000). En invertebrados la coagulación
de la hemolinfa (Iwanaga 1993, Muta e Iwanaga 1996) y la formación de melanina
son esenciales para dicha respuesta (Aspan y Söderhäll 1991, Söderhäll et al. 1994,
Fujimoto et al. 1995, Kawabata et al. 1995).
En particular, el sistema inmune de los moluscos está representado por
hemocitos, proteínas plasmáticas y reacciones que involucran componentes
celulares y humorales (Vargas-Albores y Barracco 2001).
La distribución uniforme de dichos componentes a través de todo el organismo
se logra debido a que los moluscos bivalvos tienen un sistema circulatorio abierto
compuesto por senos, lo cual optimiza su respuesta inmune (Allam y Paillard 1998).
La defensa inmediata de este grupo de organismos se da mediante la acción
de los hemocitos, la cual consiste, principalmente, de la fagocitosis, el
encapsulamiento (cuando los patógenos son demasiado grandes para ser
fagocitados), o bien, removiéndolos del huésped por migración a través de las
membranas epiteliales (diapédesis) (Fisher 1988). Los hemocitos participan en la
eliminación de material extraño en los moluscos bivalvos principalmente a través de
la fagocitosis (Cheng et al. 1975, Rodrick y Ulrich 1984, Anderson et al. 1992,
Carballal et al. 1998).
Las enzimas lisosomales dentro de los hemocitos, matan y degradan las
partículas fagocitadas y si es necesario son liberadas de la célula al plasma u otros
tejidos (Cheng et al. 1975, Cajaraville et al. 1995, Bachère et al. 1995) donde pueden
modificar la conformación molecular de la membrana celular y con ello favorecer su
reconocimiento y fagocitosis (Cheng 1981,1983, Cajaraville et al. 1995).
Durante el proceso de fagocitosis, el hemocito destruye las partículas
fagocitadas por medio de moléculas que incluyen enzimas hidrolíticas, péptidos
antimicrobianos y radicales libres (mecanismos oxidativos). Así, en los moluscos
bivalvos, los mecanismos de defensa constan, además de los hemocitos y enzimas
hidrolíticas, de mecanismos oxidativos como las reacciones intermedias de oxígeno
(IRO) y nitrógeno (IRN), la profenoloxidasa (proFO), péptidos antimicrobianos (PAM)
y lectinas (Luna-González 2003).
Los efectores celulares y moleculares han sido estudiados como indicadores
de la capacidad inmune en muchas especies de bivalvos (Cheng 1976, Moore y
Gelder 1985), el entendimiento de la respuesta inmune de C. gigas al ataque de
infecciones bacterianas, puede ayudar a diseñar estrategias para el control de
enfermedades causadas en los cultivos de esta especie.
La densidad de los hemocitos puede ser un parámetro cuantificable de la
respuesta inmune de los moluscos bivalvos debido a estrés fisiológico o patológico.
El presente proyecto de investigación pretende determinar la influencia de las
condiciones medioambientales sobre los parámetros fisiológicos e inmunológicos de
C. gigas en cultivo.
Objetivo General Contribuir al conocimiento del efecto estacional en el sistema inmune y
fisiología de organismos adultos de C. gigas, cultivados de manera experimental. El
conocimiento generado permitirá contribuir al establecimiento de estrategias de
manejo de los cultivos comerciales.
Objetivos Específicos
1. Estudiar el efecto estacional en el sistema inmune y parámetros fisiológicos de
organismos adultos de C. gigas a lo largo de 12 meses.
2. Determinar la concentración de alimento disponible para los organismos en el
área de cultivo durante un ciclo anual.
Materiales y Métodos
Obtención y cultivo de juveniles de C. gigas
El cultivo constó de 1500 animales adultos triploides (talla, 120.90±19.47) en
un sistema de cultivo Long Line en La Pitahaya, Bahía de Macapule (Guasave,
Sinaloa, México). Los módulos se mantuvieron en una línea madre de un cultivo
comercial de aproximadamente 1.5 x 106 organismos. Los módulos se limpiaron cada
15 días para eliminar los organismos adheridos (biofouling).
Determinación de los parámetros fisicoquímicos Para medir las variaciones en la temperatura mensual en el área del cultivo se
utilizó un termómetro de cubeta y el sensor de temperatura de un potenciómetro
digital (Hanna).
La variación de la salinidad en el área del cultivo se determinó con un
refractómetro (Sper Cientific) cada 30 días.
Registro de mortalidad La mortalidad se registró mensualmente y se sacó el porcentaje acumulado.
Parámetros fisiológicos Cada mes se colectaron 10 organismos adultos (talla,120.90±19.47) al azar,
para determinar los parámetros fisiológicos longitud, peso seco de la carne, concha e
índice de condición. En el laboratorio, a cada uno de los ostiones colectados se le
determinó la talla y se separó la carne de la concha. La carne y la concha se
pusieron en papel aluminio por 48 h en un horno a 60 °C y después se pesaron. El
índice de condición (IC) se calculó como sigue, IC= (peso seco de la carne/peso seco
de la concha) x 100 (Mann y Glomb 1978). La medición de la longitud correspondió a
la máxima longitud anterior-posterior (mm).
Efecto de la estación en el sistema inmune de C. gigas
Colecta de organismos del sistema de cultivo
La colecta se realizó cada mes durante 12 meses. En total, se colectaron 12
ostiones (talla, 120.90±19.47). Estos ostiones se trasladaron vivos en una hielera,
con agua del área de cultivo, a las instalaciones del CIIDIR-Sinaloa. En el Laboratorio
de Acuacultura, los animales, se sangraron a través del músculo aductor. También
se medió el eje anterior-posterior para determinar su talla.
Extracción de la hemolinfa
A cada uno de los 12 organismos se le extrajo una muestra de hemolinfa (1.5
mL) del músculo aductor con una jeringa (29G x 13 mm) estéril de plástico de 1 mL
preenfriada. Las muestras individuales se colocaron en tubos Eppendorf estériles
preenfriados en hielo y se conservaron en frío durante todo su manejo.
Hemolinfa
La hemolinfa (plasma y hemocitos) se congeló a -85 °C, congelando y
descongelando 2 veces para el rompimiento de las membranas celulares. El
homogenizado se centrifugó a 21,000 x g por 30 min a 4 °C y el sobrenadante del
lisado de hemocitos (SLH) se usará en los ensayos posteriores.
Determinación de actividad de las enzimas hidrolíticas
Para la determinación de las enzimas hidrolíticas se utilizó el kit comercial API
ZYM (BioMérieux). El kit es un método colorimétrico semicuantitativo que detecta 19
enzimas hidrolíticas y que ya ha sido satisfactoriamente usado en moluscos bivalvos
(Carballal et al. 1997, López et al. 1997, Luna-González et al. 2002, 2004). El kit
determina las siguientes enzimas: proteasas (leucil arilamidasa, valilarilamidasa, cistil
arilamidasa, tripsina, α-chymotrypsin; lipasas (lipasa esterasa C8, lipasa C14);
glucosidasas (α-galactosidasa, β-galactosidasa, β-glucuronidasa, α-glucosidasa, β-
glucosidasa, N-acetyl-β-glucosaminidasa, α-mannosidasa, α-fucosidasa; esterasas
(esterasa C1); y fosfatasas (fosfatasa alcalina, fosfatasa ácida, naftol fosfohidrolasa).
El kit se usó de acuerdo al las instrucciones del manual del fabricante. Con las
12 muestras individuales, se hicieron 2 mezclas (pools) de 6 animales. Se pusieron
65 µL de muestra por pozo y las tiras de reacción se incubaron a 37 °C por 4 h.
Después de la incubación, se añadieron los reactivos y se dejaron incubando a
temperatura ambiente (aproximadamente 25 °C) por 5-10 minutos. El color resultante
se estimó bajo luz del son por 20 s y se registró con números de 0 a 5 con base a la
escala de color dada por el fabricante. Esta escala se transformó a nanomoles (nM)
de sustrato hidrolizado. La actividad enzimática se expresó como unidades de
sustrato hidrolizado por miligramo de proteína (U de sustrato hidrolizado/mg de
proteína). Todas las determinaciones se hicieron por duplicado (2 tiras/mezcla de 6
animales).
Detección de la actividad de la lisozima
Debido a que el Kit API ZYM sólo detecta 19 enzimas hidrolíticas, se realizó
un ensayo estándar adicional en caja de Petri para detectar la actividad de la enzima
hidrolítica lisozima. Para esto, se preparó una solución de 4 mg/mL de agua destilada
de la bacteria liofilizada Micrococcus luteus (Sigma). También se preparó un búfer
(Tris-HCl 50 mM, pH 5.2), con el cual se preparó agarosa al 1 %. La agarosa fundida
en el búfer se dejó reposar hasta que se enfrió a 40 °C. A 14 mL del búfer Tris–
agarosa se le agregaron 1 mL de la solución bacteriana y se mezcló perfectamente.
Una vez hecha la mezcla, se vació la solución en una caja de Petri para que
solidifique. Cuando la mezcla se solidificó se hicieron 8 pozos de 6 mm de diámetro.
Los pozos se llenaron con 30 µL de cada una de las 2 mezclas y un control positivo
(saliva de humano diluida 1:9 en solución salina 0.1 % NaCl). Como control negativo
se usó el búfer. Después de 24 h de incubación a 27 °C se medió el diámetro del
halo de lisis.
El diámetro del halo de lisis se obtuvo midiendo el diámetro total menos el
diámetro del pozo. Los resultados se expresaron en unidades (0.1 mm = 1 U/mg de
proteína (U/mg de proteína). Cada una de las mezclas de 6 animales constó de 3
replicas (3 pozos por caja de Petri).
Determinación de la proteína del plasma y SLH
La proteína de las muestras de plasma y SLH se determinó por medio del
método de Bradford (1976), usando albúmina de suero de bovino como estandar.
Concentración de alimento disponible para los organismos en cultivo Mensualmente se hizo una determinación de la cantidad de materia orgánica
disponible para los ostiones en cultivo. Se tomaron 5 muestras de agua (a un metro
de profundidad) de un litro en diferentes zonas del área del cultivo. Las muestras se
transportaron al laboratorio donde se filtró el agua en filtros Whatman de fibra de
vidrio (GF/C, 47 mm) previamente lavados y quemados en horno a 160 °C en papel
aluminio. Antes de filtrar el agua se pesaron los filtros. Una vez filtrada el agua se
pesó el filtro con las partículas retenidas, luego se secaron en un horno a 40 °C y
después se pesaron de nuevo. Los filtros ya pesados se colocaron en una mufla a
550 °C por 20 min para quemar la materia orgánica. La concentración de materia
orgánica se obtuvo restando la materia inorgánica y el peso del filtro.
Resultados Parámetros fisicoquímicos La variación de la temperatura fue estacional, con un valor mínimo en invierno
de 18.5 °C (diciembre) y un máximo en verano de 30.9 °C. La salinidad más baja se
presentó en abril y agosto (26 y 27 ups, respectivamente) y la más alta en julio (39
ups) (Fig. 1).
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TemperaturaSalinidad
Figura 1. Variación mensual de la temperatura y la salinidad en el estero La
Pitahaya, Bahía de Macapule.
Mortalidad La mortalidad acumulada hasta el mes de diciembre (11 meses) fue de 27.5 %
y muestra una correlación directa con la temperatura del agua (Fig. 2). Los
resultados indican que la mortalidad aumenta en los meses cálidos y en los meses
fríos es nula o mínima.
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MortalidadTemperatura
Figura 2. Mortalidad acumulada de C. gigas en relación a la temperatura.
Índice de condición fisiológica Los resultados (Fig. 3) muestran un estrés fisiológico de los organismos en los
meses donde ocurren los cambios de temperatura y en los meses cálidos. Los
organismos han perdido sus reservas de energía y pesan menos, observándose más
“flacos”. Cuando empieza a subir la temperatura en mayo, el índice cae casi 2.5
puntos (de 9.86 a 7.59), llegando a su mínimo en agosto y septiembre con un valor
de 2. En octubre, noviembre y diciembre aumenta un poco el índice, con
aproximadamente 3 puntos; sin embargo, los organismos siguen estando “flacos”.
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ICFTemperatura
Figura 3. Comparación del índice de condición fisiológica de C. gigas y la
temperatura del agua del estero La Pitahaya (Bahía de Macapule), durante los 11
meses reportados.
Concentración de proteína en la hemolinfa La concentración de la proteína (Fig. 4) de la hemolinfa muestra una relación
directa con la condición fisiológica de los organismos (Fig. 3) y, al igual que el ICF,
con la temperatura. Cuando la temperatura aumenta de 24.8 °C en mayo a 28.85 °C
en junio, la proteína de la hemolinfa cae bruscamente y se mantiene en niveles
mínimos hasta noviembre (falta el análisis de diciembre).
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ProteínaTemperatura
Figura 4. Comparación de la concentración de la proteína de la hemolinfa de
C. gigas y la temperatura del agua del estero La Pitahaya (Bahía de Macapule),
durante los 10 meses reportados.
Sistema inmune
Doce de las 19 enzimas incluidas en el kit API ZYM están presentes en la
hemolinfa de C. gigas (Tabla 1). Las enzimas encontradas son: Fosfatasa alcalina,
esterasa (C 4), esterasa lipasa (C 8), leucina arilamidasa, valina arilamidasa,
fosfatasa ácida, naftol fosfohidrolasa, β-galactosidasa, β-glucoronidasa, β-
glucosidasa, N-acetil-β-glucosaminidasa y α-fucosidasa.
En los resultados obtenidos hasta el momento (faltan los datos de diciembre y
los muestreos de enero y febrero de 2007), se observan algunas tendencias claras
en 7 de las enzimas reportadas. La fosfatasa alcalina presentó una actividad mínima
de febrero a junio y cero actividad de julio a noviembre. La actividad de la esterasa
(C 4) sólo se detectó de junio a noviembre. La esterasa lipasa (C 8) sólo se detectó
en octubre y noviembre. Las enzimas leucina arilamidasa, fosfatasa ácida y β-
galactosidasa, muestran actividad en todos los meses reportados con una aumento
considerable en los meses (junio-noviembre) de mayor estrés fisiológico. La β-
glucosidasa presenta actividad de abril a noviembre, con un aumento en su actividad
de junio a noviembre.
La actividad de la enzima lisozima se detectó en los 10 meses reportados
(Tabla 1). Sin embargo, en los meses de junio a noviembre se observa un notable
aumento de su actividad de hasta 11 veces, en comparación con la encontrada en
los meses de febrero, marzo, abril y mayo.
Tabla 1. Determinación de la actividad de enzimas hidrolíticas lisosomales de la hemolinfa de C. gigas, utilizando el kit API ZYM y el ensayo de lisis en placa (diámetro del halo). Los valores de la lisozima (promedio, ± DE) se muestran como U/mg de proteína. Los valores de actividad de las enzimas del kit se muestran como unidades de sustrato hidrolizado/mg de proteína.
Enzimas F M A M J J A S O N D E
Fosfatasa alcalina 2.7 3.0 2.7 2.5 6.5 Esterasa (C 4) 0 0 0 0 13.0 75.1 64.9 78.6 56.9 29.7 Esterasa lipasa (C 8) 0 0 0 0 0 0 0 0 14.24 7.44 Lipasa (C 14) 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Leucina arilamidasa 2.7 3.0 21.9 20.3 78.3 100.1 129.9 157.3 113.9 119.0 Valina arilamidasa 0 0 0 0 13.0 0 0 0 14.2 14.8 Cistina arilamidasa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Tripsina 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 α-quimiotripsina 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Fosfatasa ácida 2.7 3.0 2.7 2.5 13.0 25.0 16.2 19.6 28.4 59.5 Naftol fosfohidrolasa 2.7 0 2.7 2.5 6.5 12.5 16.2 9.8 7.1 7.4 α-galactosidasa 0 0 0 0 0 0 0 0 β-galactosidasa 2.7 3.0 1.3 2.5 13.0 25.0 16.2 19.6 14.2 29.7 β-glucoronidasa 2.7 3.0 1.3 2.5 6.5 6.2 8.1 0 14.2 7.4 α-glucosidasa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 β-glucosidasa 0 0 2.7 2.5 13.0 25.0 16.2 9.8 14.2 14.8 N-acetil-β-glucosaminidasa 2.7 3.0 1.3 2.5 6.5 0 0 0 14.2 14.8
α-mannosidasa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 α-fucosidasa 0 0 0 0 0 0 0 0 14.2 14.8 *Lisozima 16.4±0 21.2±4.2 19.2±2.7 16.1±3.8 95.7±15.0 71.0±7.2 65.1±0 177.2±27.8 85.47±0 178.5±0
Alimento disponible para los organismos en cultivo La zona de cultivo muestra abundante presencia de materia orgánica. Los
resultados muestran un mayor valor del ICOS en los meses de marzo, abril y mayo y
un menor valor en los meses restantes. El valor mínimo del ICOS se observó en
febrero (19.24) y el valor máximo en mayo (49.44).
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Meses (2006)
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Mar
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ICOSMarea
Discusión La temperatura mostró un patrón estacional; sin embargo, la salinidad no
mostró un patrón claro debido al aporte de agua dulce (salinidad baja, 26 y 27 ups)
de los sistemas de riego agrícola que descargan sus aguas en el estero de La
Pitahaya y a la evaporación (salinidad alta), probablemente debida a la lentitud del
recambio de agua del estero.
Los resultados muestran un estrés fisiológico de los organismos en los meses
donde ocurren los cambios de temperatura y en los meses cálidos. Los organismos
perdieron sus reservas de energía y se observaron “flacos”. En este sentido, se sabe
que C. gigas es una especie originaria del Pacífico Japonés, donde las aguas son
templadas. Por lo tanto, las aguas cálidas de verano en esta zona lo estresan y
pueden ocurrir mortalidades importantes. En este trabajo, la mortalidad (27 %)
ocurrió por estrés fisiológico provocado por el aumento de la temperatura; sin
embargo, no ocurrió una mortalidad masiva como se ha reportado en verano en
Sinaloa y Sonora (Valerie Barbosa, com. pers.) o en Francia, Norteamerica y Japón
(Glude 1974, Koganezawa 1974, Goulletquer et al. 1998, Cheney et al. 2000).
Usualmente, la temperatura es el factor exógeno más importante en la regulación del
metabolismo en organismos exotérmicos (Newell y Bayne 1980). Las funciones de la
tasa fisiológica están positivamente correlacionadas con la variación estacional de la
temperatura (Newell y Bayne, 1980, Huang y Newell 2002). En este sentido, la súper
imposición en el ciclo metabólico estacional asociado con la temperatura son
variaciones relacionadas a factores endógenos, tales como la nutrición y la condición
reproductiva (Huang y Newell 2002). En este trabajo no existe una correlación entre
la abundancia de alimento y el estrés de los organismos. Tampoco existe una
relación con la reproducción, puesto que los organismos experimentales eran
triploides, lo cual evita que se transfiera energía a la gónada.
En lo referente al sistema inmune, se observa una clara influencia de la
temperatura en el mismo. En este trabajo se observó una variación de la actividad de
las enzimas lisosomales (presentes en los lisosomas de hemocitos y plasma)
influenciada por la temperatura. Sin embargo, la salinidad, que es otro factor
ambiental que también afecta el sistema inmune, no mostró relación evidente. Se ha
demostrado que altas temperaturas y bajas salinidades disminuyen la actividad de
los hemocitos o los matan (Fisher 1988, Hegaret et al. 2003), por lo tanto, la
variación de las enzimas puede deberse a la muerte de hemocitos o al aumento del
número de los mismos (Ramírez-Castillo et al. 2005). Las enzimas lisosomales
hidrolíticas son elementos importantes del sistema de defensa de moluscos bivalvos
(Cheng 1992, Cajaraville et al. 1995, Luna-González et al. 2004) y están presentes
en todas las células eucariotas donde degradan material diverso, tales como
mitocondrias viejas y microorganismos intrusos (Langdon y Newell 1996, Elliot y Elliot
1997).
La cantidad de material particulado (seston) en el estero La Pitahaya presenta
una gran variabilidad a lo largo de los meses reportados. Sin embargo, no se observó
una relación directa con el estrés fisiológico de los organismos. La variación del
seston esta influenciada por el efecto de resuspensión del sedimento producto de la
marea y del viento (Jiménez-Illescas et al. 1997) y por el fitoplancton (Lechuga-
Deveze et al. 1986).
En este trabajo se demuestra la influencia de la temperatura en la condición
fisiológica y el sistema inmune del ostión del Pacífico C. gigas.
Recomendaciones
Las recomendaciones emanadas de este trabajo de investigación son las siguientes:
1) Sembrar en La Pitahaya en noviembre.
2) Cosechar en abril-mayo.
3) Si no se vendiera todo el producto, se recomienda dejar el cultivo con bajas
densidades y mantener limpias las canastas ostrícolas.
4) Realizar estudios futuros sobre las enzimas leucina arilamidasa y lisozima ya
que pueden servir como inmunomarcadores y marcadores de estrés térmico.
Cumplimiento de los Objetivos del Proyecto
Faltan los muestreos de enero de 2007; sin embargo, se hará un ciclo de 13
meses, por lo que se tomarán muestras también en febrero. Los resultados obtenidos
se anexarán a este informe en febrero de 2007.
Cumplimiento de las Metas Comprometidas
Metas de formación
No se formó el alumno de licenciatura comprometido debido a que el alumno
propuesto cambió de parecer.
Metas Científicas El artículo comprometido en revista internacional indexada se cumplirá en el
2007. Por lo tanto, este documento se deberá anexar en el futuro a este informe.
Agradecimientos
Mi más sincero agradecimiento a la Secretaría de Investigación y Postgrado
del IPN por el apoyo económico brindado para la realización de este trabajo.
También agradezco al señor Alejandro Nolasco por el apoyarme con sus
instalaciones de cultivo en La Pitahaya, Bahía de Macapule.
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