Infusiones naturales, beneficios para la salud

A lo largo de la historia, el ser humano ha sentido curiosidad por las plantas que encontraba a su paso en sus largas caminatas. Consumían las plantas sin saber sus propiedades, a raíz de lo cual, podían sentirse mejor con esta ingesta, o podían incluso morir envenenados. Las plantas que producían efectos beneficiosos sobre el organismo formaban parte de una conocimiento que, en un principio, se transmitía oralmente de generación en generación, y mucho después, a través de la escritura.

Estas plantas podían ser consumidas directamente o a través de bebidas. La preparación de bebidas de hierbas mediante el calor procedente de un líquido caliente, constituía una forma de incorporar las propiedades de las propias plantas al organismo a la vez que se disfrutaba de una bebida de sabores delicados. El calor del líquido hace que se incorporen a la bebida los preciados principios activos de las plantas. A día de hoy esta práctica se sigue llevando a cabo, mezclando diferentes tipos de plantas para poder disfrutar de las propiedades de cada una de ellas en una rica bebida.

Existe en el mundo unas 12000 especies de plantas con propiedades beneficiosas para el ser humano, de las cuales tan solo se conocen un 10% aproximadamente.

Los beneficios que aportan las plantas son múltiples, desde funciones depurativas, reguladoras de distintos órganos del cuerpo, nutritivas, energéticas, relajantes, digestivas, etc.

Un ejemplo de combinación de plantas podría favorecer la acción depurativa del cuerpo y control de peso, por ejemplo. Esta combinación podría estar compuesta por plantas como la Cola de Caballo, Fucus, Sen y Menta Piperita. Vamos a ver que principios activos posee cada una de ella:

Cola de caballo (Equisetum arvense L.)

Actualmente es muy apreciada por su elevado contenido en silicio, mineral que participa en los procesos de regeneración de los tejidos. Estimula la regeneración de las fibras de colágeno y elastina en tejidos de la piel, uñas, esmalte dental y en los cartílagos, ligamentos y los huesos. El silicio favorece la “ reconstrucción” o regeneración de nuestros tejidos, pues sin él no se puede realizar la síntesis de fibras de colágeno y elastina.

Posee propiedades además de remineralizantes, diuréticas, depurativas, hemostáticas y en aplicación externa como cicatrizante.

Tradicionalmente se ha utilizado para aumentar la diuresis, por lo que actúa como coadyuvante en el tratamiento del sobrepeso.

Fucus (Fucus vesiculosus L.)

Contiene un 65% de glúcidos entre los que destaca el ácido algínico, el cual tiene la facultad de absorber el agua en una cantidad de hasta seis veces su propio peso. Se hinchan en el estómago y produce sensación de saciedad.

Como muchas otras algas el fucus posee una gran riqueza en sales minerales, lo que evita que durante las curas de adelgazamiento prolongadas se produzcan estados carenciales o de desnutrición

Entre estos minerales destaca el yodo (150 mg por Kilo de alga). El yodo resulta imprescindible para que la glándula tiroides produzca la tiroxina, hormona que facilita la combustión de los nutrientes que ingerimos y activa así el metabolismo. También posee propiedades diuréticas y laxantes.

Su uso es muy adecuado en tratamientos contra la retención de líquidos, la obesidad y el estreñimiento.

Sen (Cassia angustifolia Vahl.)

Las preparaciones de hoja o fruto de Sen son los laxantes más ampliamente utilizados en el mundo. Las hojas y los frutos del sen contienen un 2 %-3 % de glucósidos antraquinónico o antracenósidos, conocidos como senósidos A y B, además poseen mucílagos y flavonoides que colaboran en su acción laxante.

Los senósidos son inactivos en su estado natural. Pasan sin alterarse por el estómago y son parcialmente absorbidos en el intestino delgado, para después ser eliminados con la bilis. Al llegar al colon, son transformados químicamente por la acción de una enzimas producidas por las bacterias intestinales que liberan el principio activo del senósido (genina).

Menta (Menta piperita L. )

Contiene del 1% al 3% de una esencia de composición muy compleja con más de 100 componentes entre los que destaca el mentol, un alcohol al que se deben la mayor parte de sus propiedades: digestiva, carminativa (elimina los gases), colerética (estimula la secreción de bilis por el hígado), antiséptica, analgésica y tonificante.

También contiene flavonoides y ácidos fenoles que participan en la acción espasmolítica, colerética y carminativa de la planta.

La hoja de menta está indicada en el tratamiento de trastornos con espasmos de la región gastrointestinal, de la vesícula y de las vías biliares. Gastroenteritis, espasmos gástricos, síndrome del intestino irritable. Cólicos hepatobiliares.

Otra combinación de plantas podría ser la de Diente de León, Boldo, Fumaria, y Menta Piperita de nuevo. Esta infusión se podría consumir para favorecer la función hepática. Las utilidades de cada planta serían las siguientes:

Diente de León (Taraxacum officinalis Weber )

El Diente de león es un gran diurético y depurativo. Aumenta el volumen de orina y favorece la eliminación de sustancias ácidas de desecho.

Aumenta las secreciones de todas las glándulas digestivas, facilitando con ello las digestión y mejorando la capacidad digestiva. Aumenta la producción de saliva, de jugos gástricos, intestinal y pancreático así como de bilis.

Colerético, aumenta la producción de bilis en el hígado, y colagogo, facilita el vaciamiento de la vesícula biliar. Su acción sobre el hígado y la vesícula biliar es la misma que sobre los restantes órganos digestivos, aunque más intensa.

Laxante suave, no irritante, especialmente útil en los casos de pereza y atonía intestinal.

Boldo (Peumus boldus Molina)

Las hojas del boldo contienen unos 20 alcaloides derivados de la aporfina. El más importante es la boldina. También son ricas en aceite esencial que proporciona a la planta su característico aroma y en el que se han identificado eucaliptol, ascaridol y cimol.

Colerético y colagogo. Las hojas están indicadas en caso de congestión hepática, disquinesia biliar y cólicos biliares. El boldo también resulta beneficioso en caso de litiasis biliar (piedras en la vesícula), para aliviar las molestias digestivas y la sensación de distensión después de las comidas.

Eupéptico (facilita la digestión) y aperitivo . El boldo está indicado en los casos de digestión lenta o difícil, inapetencia, pesadez de estómago y mal sabor (amargo) de boca.

Fumaria (Fumaria officinalis L.)

La fumaria regula el flujo biliar. Popularmente se usa como espasmolítica, digestiva, colerética (estimula la secreción de bilis por el hígado), y ligeramente laxante y diurética.

La fumarina ejerce una acción antiespasmódica y colerética regulando los trastornos intestinales crónicos de origen biliar como el estreñimiento. En un ensayo frente a placebo se observó una eficacia significativa con un porcentaje de éxito superior al 70 %, y ausencia de efectos secundarios.

En todas las publicaciones se confirma el interés de la planta en casos de trastornos dispépticos, particularmente con dolores funcionales de origen digestivo: hinchamiento epigástrico, digestión lenta, aerofagia, flatulencia, náuseas, trastornos biliares y efectos secundarios ligados a la toma de tranquilizantes.

• Aunque las plantas citadas proporcionan grandes beneficios sobre nuestro organismo, hay que tener especial cuidado con la manera de cultivar estas plantas, ya que en cultivos no controlados, las plantas pueden absorber componentes perjudiciales para el ser humano, tales como metales pesados.

• Es por esto que las infusiones naturales deben tener la certificación ecológica, para que al ingerirlas no nos perjudique la salud, y nos aporte todas las propiedades que buscamos