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10 centavos

sobre lasfiestas patrias

Esta querida Patria cumplió hace pocos díasun año más de vida independiente.

Las calles de la ciudad estuvieron de fiestaal desfilar por éllas al son de los tambores ydel penetrante clamor de las cornetas, el pue-blo panameño . la juventud en especial quefue a rendir el tributo de su amor imperecede-ro a la bandera, precioso símbolo de la Patria.

Reunidos en el parque de la Independenciacon el corazón exaltado por la magnitud delmomento observarnos la forma tradicional quesiempre ha caracterizado a ese acto . A losacordes del Himno Nacional fue izado majes-tuosamente el pabellón ante la admiración delpueblo congregado. Después, podemos decir to-do terminó . Sin embargo, mi alma siguió im-pulsada por un extraño sentimiea o . Yo no

puedo explicar, me dije muchas veces, la sen-cillez de esta ceremonia . Por qué no romperla rutina del canto sin sentido y hacer de éluna expresión viva y venerable? Por qué noaprovechar la intensidad emot va. que ennbargc

todos los corazones para divul ear la verdad,para infundir conciencia de lo que es Patrialibre, y en fin, para grabar en la ment e y en e lpecho de cada ciudadano como también en elfondo de nuestras conciencias cuáles son los

problemas vitales de la\ Patria y cuál su con-dición?

No hay duda que falcil es en esos momentosmamar al pueblo su indiferencia por los verda ..

cleros contneios de esta tierruca, hacerle com-prender la necesidad de que posea juicio pro-pm para que abandone sus ídolos ya despres..igiades, y fáeil también, concretarle algunasde nace ras supremas aspiraciones . Así, porejemplo, elijamos la Internacionalización delcanal que impropiamente llamamos da Panamáo la al edición de toda intervención impuesta enlos estultos que nos son propios desde el puntode vista de nuestra soberanía.

Pero nada de esto se hace y la ritualidad delaniversario continúa inalterable . Razón haypues, para ci.ae exista este estado de cosas abo-n:ina%ale ; ni se prepara al pueblo colme-

s n4cneTate, ni la ciudadanía\ formada des-coapacidad de renovación.

Pueda ser que al celebrar un nuevo aniver-sario se satisfaga esta necesidad imperiosa quemadama el concurso activo de los hombres deb ella voluntad que comprenden la sinceridadde las anteriores afirmaciones.

Carlos R. Berbey.

carta a nuestro rector(Del periodista Ricardo Walter Stubh, director

Señor Lic. don Manuel Roy,Rector del Instituto Nacional:

La admiración que suscita la obra culturalde Ud. corno apóstol del magisterio de Améri-ca inda-latina y corno feliz rumi=ador de laeducación en pueblo tan digno de su adelantoespiritual y de su progreso físico corno Pana-má, sugiéreme la necesidad de materializar enun recuerdo la perenne gratitud que ha sem-brado en nuestras almas de peruanos lu gene-rosa acogida que lo más representativo de laintelectualidad panameña nos prodigara bajo

la*. rrrime.ra Feria Flotante Suramericana)

fiera del Instituto Nacional en el Aulala para nosotros inolvidable noche del

lunes 19 del presente . Reciba Ud . Señor Rec-tor como recuerdo de nuestra visita el modestopresente hecho por manos de alumnos de nues-tras escuelas de Artes y Oficios, en lo que re-., de su rauco valor.

"América Unida" reconoce en Ud. al másavanzado de sus adalides.

Suyo de todo corazón,Ricardo Walter Stubbs.

Vasntmn, Octubre 22 de 1931 .

el idiomasangre de

es lalos pueblos

El mundo actualmente padece de una en-fermedad que se llama crisis . Esta enferme-dad, como todas, se presentó con sus síntomas;pero los llamados doctores no se tomaron lamolestia de atacarlos . No es el momento pa-ra atacar a dichos doctores, y perder el tiem-po en conjeturas, que no nos llevarán a nin-gún fin benéfico . El caso es el de buscar elremedio para acabar con la epidemia, de laque somos víctimas. Como encontrarlo? Esaes la pregunta que nos hacemos todos los en-fermos. Yo he pensado lo siguiente:

Como todos sabemos, la sangre está consti-tuída por dos ejércitos formados por los gló-bulos blancos y rojos, tendientes los primerosa darle muerte y los segundosa darle vida alcuerpo . Los Estados Unidos del Norte, son losglóbulos blancos de este gran cuerpo que sellama América y los demás países restantesdel Nuevo Mundo, los glóbulos rojos . Losglóbulos blancos (E . U.) no han tenido un ge-neral como Simón Bolívar, y sin embargo, consólo oír el ecd de él, se han unido, para ata-car, nada menos que a aquellos a quienes Bo-

lívar les dió el consejo . . . Que lección la- quenos han dado! Por qué no la aprendemos?No encuentro una razón poderosa para que nola aprendamos.

Latino Americanos, el idioma es la sangredq los pueblos. Nuestra sangre no es azul niinglesa, nuestra sangre es roja y castellana.La ;juventud de nuestro pueblo tiene sangrecastellana, pero desgraciadamente los viejosestán vencidos por la inglesa y tienden a' ata-car con esa sangre (idioma inglés) que hacemucho daño, a nosotros, hijos de España . ..

Hermanos, defendámonos y acabemos conmás de cuatro desverguenzas, como la si-guiente : que tenga un latino que saber IN-GLES y no un inglés saber CASTELLANO, pa-ra afrontar la enfermedad de que anterior-mente he hablado. Jóvenes de Latino Améri-ca, que esperamos para unirnos . . . ! UNAMO-NOS, Y FORMEMOS UN CIELO AZUL, QUESE VAYA LEVANTANDO POCO A POCO YIIAGA DESAPARECER ESAS OSCURAS NU-BES QUE TENEMOS SOBRE NOSOTROS.

Pedro Peña,

p a r a

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y

e l l aUna mujer desbarata en un día lo que un inujer son, casi siempre, justos y no infaman al

hombre medita en un año .

hombre.

Las mujeres son como el oro : todos hablanmal de él, pero todos quisieran tenerlo.

La naturaleza dió a las mujeres una cara, yellas se hacen otra distinta.

Los celos del hombre son, casi siempre, in-fundados e infamar a la mujer ; los celos de la

El amor verdadero debe ser como el aliento,que siempre acompaña a la vida.

El hombre que no ha amado apasionada-mente ignora la mitad más hermosa de la vida.

Amar es encontrar en la felicidad de otrola propia felicidad.

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crónicas institutorasEstamos en el año de 1931 . Nuestro cole-

gio siempre altivo y constante cumplirá sus 20años de labores escolares. El "elefante blan-co" ha sabido siempre incansable llevar haciael progreso su infatigable labor educativa.Pero ya su misión se aumenta y su ideal seagranda . El "Nido de las Aguilas" hoy se im-pacienta ante la inquietud incesante de sus a-guiluchos. Su ideal sagrado y grande se en-cuentra amenazado por la época de proble-mas complicados. El plantel siempre ha lle-vado a la vanguardia el estandarte gloriosodel progreso. Porque siempre ha sido grande,siempre fuerte. Hoy se encuentra en una si-tuación de estrechez material alarmante. Fal-

ta espacio . Sus aulas son las mismas . Susalumnos se aumentan. No se cabe . Es nece-

sario aumentar el número de aulas . Las águi-las lo piden. Ya tienen alas y quieren volarhacia lo alto en busca de lo nuevo, de lo gran-de . Queremos el aumento de un piso más alos edificios de pantel . Con urgencia.

Ahora bien . Hay ago de trascendental im-portancia a nuestro pueblo. QUE SERA?Establecer una selecta ACADEMIA DE BE-LLAS ARTES. El INSTITUTO quiere llevar acabo su gran labor efectivista . Nuestra edadculta lo exige . La patria lo necesita . La edu-cación lo aclama. Hasta ahora nuestra es-cuela ha llevado adelante su enseñanza ar-tística. Su cultura musical ha sabido conquis-tar glorias y triunfos en toda la República . ElORFEON es honra de nuestro Instituto . Ba-luarte sagrado del progreso artístico nacional.Aplausos mil para el activo y siempre eficazmaestro Zozaya . Como profesor de música halogrado el cultivo del arte de las notas dulces.A' él debernos nuestro Orfeón . Pero no es losuficiente . Nuestro RECTOR, AGUILA mayorde nuestro nido, ha subido más alto : Ha di-cho : "hay un grado más avanzado que el nues-tro". Necesitamos escalarlo . Pedimos la ayu-da a nuestra patria. Queremos la proteccióna nuestras instituciones de Educación Pública.Esperamos la respuesta.

Queremos aumentar los edificios . Fundare-mos allí una excelente Academia de PINTU-

RA, MUSICA y ESCULTURA . Establecere-mos allí el observatorio astronómico del Insti-tuto Nacional . Nuevos laboratorios . Nuestracivilización lo exige . Qué bonito sería teneruna Academia apropiada para el progreso denuestra cultura artística . Adornada con obrasmaestras que inspiren el sentimiento nacional.Que imponente no sería exhibir las obran quereflejan el arte de nuestros hoy abandonadosartistas . Es urgentemente necesaria la ense-fianza completa y selecta de nuestros futurosartistas nacionales . Son muchos los que con-tamos. Hasta ahora han permanecido abando-nados. Ayudémosles fundando una Acade-mia donde puedan estudiar, progresar.

I-Ionra sería entonces decir "Panamá, la delcorazón grande y activa, LA CULTA, la he-roica, la valiente " . Hermoso sería decir a losextraños visitantes "pasemos a admirar nues-tra ACADEMIA DE BELLAS ARTES" . Ver-dad sería exclamar entonces con firmeza : "ElInstituto Nacional, el que fué Elefante Blanco,hoy nido de Agallas, el progresista, el siem-pre constante, el siempre tenaz, el portadoractivo de la vanguardia nacional, el orgullode la patria . El que conquistó el último triun-fo, grande, supremo, inmenso : LA FUNDA-CION DE NUESTRA ACADEMIA NACIO-NAL DE BELLAS ARTES.

Y no sin derecho . Nuestro Rector trabajacon tesón infatigable en la lucha de la grancausa . Mas, conseguirá algo? No hay quedudarlo. Su ideal es muy grande y sublimepara que muera sepultado en el abandono.Ya la idea está lanzada . Necesita tan sólo delapoyo nacional. Debemos conseguirlo . Porlo menos necesitamos la prueba práctica, evi-dente de la protección eficiente a la cultura,a la ciencia, a la educación en general.

Esperamos ansiosos el momento glorioso enque adornaremos nuestra patria con la insigniaimperecedera de nuestra cultura nacional:

"LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES DELINSTITUTO NACIONAL".

José Antonio Sana D.

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luís

dobles

segredaCon el afán de saber algo más de la perso-

nalidad de este joven y vigoroso escritor cos-tarricense, se acercaron a conversarme dos jó-venes amables que saben servirle a su patriapromoviendo el acercamiento entre los pueblosde la América Hispana, y yo, que ya casi nosé si la patria mía es Costa Rica o si es Pana-má, como para fundirlas en una sola, he traídoa Luís Dobles a mi propio corazón para presen-tarlo con el cariño que su vida y su obra meinspiran . Es un hombre alegre, jóven, opti-mista y decidor. Tiene los ojos' encendidos ypenetrantes y más se ríe con ellos, que con laboca, cuando cuenta la novela picaresca deEspaña, o cuando recita la copla chispeantedel pueblo . Luís es muy español aunque estico de pura cepa. No conozco la historia desu familia pero supongo que entre sus antepa-sados tuvo de un lado a las andaluces y deotro lado a los vascos. Es alegre y lírico ytiene una gran voluntad y un carácter firme,a pesar de su ternura . Luís se mete en el co-razón sin saber uno cuando ni como . Para mila geografía era una cosa árida que me dabasueño por las enormes listas de ríos y de nom-bres sin sentido, y Luís me enseñó a amarlahasta tal punto que hoy me gusta tanta comola literatura. Los muchachos, en la época enque yo estaba en la escuela Normal de Heredia,solían escaparse de las clases para ir a oír aLuís cuando hablaba de Epaña, de Francia ode Alemania . Tiene el don de establecer lacorrelación de ramos como no lo he visto hacera nadie y en sus clases de geografía relacionala sociología la economía política, la historia yla literatura, la prosa y el verso con tal maes-tría que mientras uno lo escucha tiene la másperfecta sensación de la unificación de lasciencias. En su compañía, como en la de JulioVerne, el alma se recrea en la contemplaciónde los mundos solares y en la poesía de loscielos.

Como profesor, como director del Institutode Alajuela y del Liceo de Costa Rica, y como

ministro de Edúcación Pública, se ha distingui-do por su dinamismo, por su espíritu de tole-rancia y de comprensión, y por su deseo de ha-

cer patria.

A pesar de ser muy joven ha escrito ya mu-chas obras de valor . Cultiva todos los géne-ros, es un lírico y es un científico, un poeta yun matemático . No solo escribe sino que de-sea que todos escriban y a su paso por la Se-cretaría de Educación Pública, editó los librosde todos los intelectuales pobres que para verrealizado su sueño necesitaban que llegara alministerio un espíritu selecto como el de Luís.

Su obra es muy extensa y muy intensa, y desus libros recuerdo El Clamor de la Tierra, pu-blicado en 1917, Por el Amor de Dios en 1918;Imformes Académicos, que son una obra depaciencia y de estudio, Rosa Mistica y Novia,publicados en 1921 ; Hemos escrito, que es unarecopilación de la obra de la mayor parte delos costarricenses que han contribuido a lacultura nacional, Añoranzas publicada en1922, El Libro del Héroe y Caña Brava escritosen 1926 y la Geografía de América que está enpreparación y que sólo conozco por referen-cias. El cerebro de Luís es fecundo, su tena-cidad es un ejemplo para la raza y su corazónuna lámpara encendida en el recodo de muchasvidas oscuras. Todos sus libros revelan cos-tumbres nacionales, todos huelen a caminonueva y a tierra húmeda, todos llevan la ale-gría y la tristeza de la tierra mía, todos son uncantar . "Por el Amor de Dios" es uno de losque más amo. Es la vida de seres humildes ylíricos que nos hacen pensar en los personajesde Don Benito Pérez Galdós ; pero a pesar delo que quiero a este viejo español creo que se-ría más fácil para mí olvidar a Marianela, aJacinto o "Fortunata' y al mismo Dr . Crispín,que al viejo Calachas de que nos habla Luísen su maravilloso librito. Calachas, como ve-rán los lectores, era el mensajero de amor detodas las muchachas de la Escuela Normal, ytodas le debemos algún servicio de esos que

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GREGORIO MIROAbogado,

Tel . 1907

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Dra . CLARA GONZALEZ '

Abogada.

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nunca se acaban de pagar y que nunca se olvi-dan porque están enredados en la telaraña delos primeros idilios . Caladhas, sin asumirnunca el papel poco airoso de la Celestina, fué

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siempre el puente de ilusión tendido entre lasestudiantes y los novios ausentes.

Corina Rodríguez de Cornich.

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sMi yegua trota en la oscuridad, en una oscu-

ridad que pone como una boca de lobo toda lacuesta de Piedra.

Suena, en las guijas sueltas, el reventar detrancos y vamos los dos abriendo tamaños ojospara escudriñar la línea del camino que se bo-rra en la noche. Un silvido largo, repetido,como de quien conduce una recua, me inquie-ta .

Después me tranquilizo . Voces del arrierosiguen tras el silbido.

—Je . . . Je . . ., Yegua . . . Yegua . ..Y, tras las voces, nuevo silbido.Sí, alguien arrea una partida de bestias.Mi yegua les da alcance . Entre la sombra

distingo bultos negros.No es una recua son dos bestias no más.Al pasar:—Adiós, señor . . ..Un "Adiós, señor" largo, largo, como a ma-

nera de burla.Lo contesto y la voz agrega:—Que dios lo lleve con bien . ..He conocido la voz.—Hola Colás!—Qué hay compadre?--Ya ves noche oscura.—Y no le da miedo echase así al camino?--No, qué diablo!—Pues está cundío de saltiadores.—Cómo te veo siempre venir por él tarde

la noche.

--Ah, pero yo soy otra cosa.—Dios me guarde, pero a mi no hay pa qué

me asalten, además, cuando veo bultos, sabeusted lo que hago?

—Gritarles?No rezo entre dientes:

"Si juerte venismás "es mi dios,la santísima tinidáme libre de vos".

Me he reído .

--No se ría usted, compadre. Cuando esté en

un peligro diga eso y verá como no le pasa na-da . Es una isperéncia .

—Pero nunca te han asaltado.--Por eso . Pero el camón está cundío.—Yo casi siempre viajo en tren.—En tren? En tren?Y el hombrecillo ríe, como si se burlara de

mí por tal motivo.Realmente es burla.—El tren es una gran tontera. Yo en mis

caballos soy al paso que quiero, más ligero,más despacio. Me apeo aonde quiero y cuan-do me da' la gana y, además, cojo por cualis-quier calle con libertó completa.

En el tren va uno forzao, no lleva sino' quele llevan y no hay voluntá pa nada.

—Es una filosofía buena.IIe aquí un enemigo, sincero y convencido,

del progreso.

Conversando, conversando, hemos hecho elcamino. Las primeras farolillas eléctricas deSan Antonio nos alumbran ya.

Aparece, en toda su rara presencia, esteviejo. Los grandes cabellos negros y mecho-sos, cuelgan del la cabeza, sucios y brillantes,casi hasta los hombros.

Se confunden luego con la mata de aquellabarba, negra y abundante, que llena toda lacara del hombrecito y le da cierto aspecto desimiesco.

Sus ojillos vidriosos chispean y juegan, ale-gremente perdidos en la palambre espesa yextendida.

Cubierta la cabeza por un fieltro roto, cosi-do a grandes hilvanes con cáñamo de Manilay, por los agujeros, los mechones de pelo aso-mando su negra suciedad.

Enjorquetado a la jineta en su caballejo,caballero en él con humos de gran señor.

Agitando ambas piernas constantemente enla fatiga de arrear, balanceando, sobre loshijares los grandes zapatos mugrientos y des-coloridos, abiertos tanto como para hacer no-tar la ausencia de medias.

Hasta ellos, o mejor, a respetable distanciade ellos, por el recijo que le hacen las accio-

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res, quedó colgante la campana astrosa de lospantalones, pringados de barro y descosidos.

Allá va, arre que arre a su pareja de mata-Iones, como si fuese todo una recua.

Miro con cierta tristeza cojear sobre el em-pedrado uno de los rucios, el que trae' la car-ga, y miro el otro con los cascos torcidos yvueltos hacia adentro, resolviendo verdaderosproblemas de equilibrio para sostenerse.

—Le gustan las bestias?—Pués . . .—Hay las tiene pa cuando guste sacales una

pluma o pasealas un domingo.Me sonrío con aire de extrañeza.—Pues no se ría. Esta que llevo es la hay

güeno ; puede usted llevar en ella un vasd deleche sin regalo. Fíjese, fíjese.

Y, agitándola con los talones, la hace an-dar a písatrote sobre los vueltos corvejones quedan lástima.

—Pero y esos cascos?—No se da la naitica . Resulta mejor porque

es más segura, nunca tropieza.Observo una gran pelota que tiene en la ro-

dilla el pobre animalucho.---Y esa pelota, Colás? Qué es eso?—Nada, compadre, que se comió una vez

un coco y se le fue por mal camino.Don Paco Foros lo ha estado curando, pero

no logra sacárselo.Este es el animal regüeno . Lo marqué el año

pasado, en abril, me costó dieciocho pesos enla feria de Alajuela.

—Dieciocho pesos!—Sí señor, pero hora no lo doy por treinta,

sabe usted?—Sí puede valerlos.--Qué si los vale? Vialo usted, vialo usted.Y revuelve el vejete a andarlo con cierto

garbo ridículo.Viejo gitano de criolla gitanería!

Que quién es este señor Colás?Ustedes lo saben, lo único es que ustedes no

lo llaman como yo. Ustedes, le dicen Calachas.—Ah! ahora sí?—Pues claro!Apenas llega a San Antonio o a Heredia, que

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o J . RIVERA REYES

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AbogadoAsuntos Civiles, Penales y Administrativos

Rapidez y Pulcritud.(So habla inglés y Francés)

Norte No. 12

Tel . No .

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2197v

son sus estaciones, todos los chiquillos lo anun-cian :

—Ya viene Ca lachas.Y las puertas se amotinan.—Tráigame dos varas de este encaje, vale

a setente la vara onde don Juan Pacheco, peroñrocure que no esté don Jiorge, porque es elmás judío.

—Con mucho gusto señorita hermosa.--A mí me trae dos barritas de jabón de

pude don Amado, del más negrito.—Bueno, mi alma, del más negrito le traeré,

más negrito que sus pacaos.—Le dice al dautor Zamora que las píldoras

no le sirvieron de nada, que le mande otra me-decina pa que arroje.

--Está bien, pero no se meta usted con dau-tores porque le comen la plata y no se lo cu-ran.

Quiere que le dé una receta? Dele chicoriacon miel de palo y ruda. Con solo eso le echaajuera la calentura.

Oh Calachas!--Pues si yo juera dautor . . .Y, dale que le das, se va por el camino el

guapo caballero.

Así vive, es el correo particular, la antiguaposta entro San Antonio y Heredia.

Todos los días echa su viaje y va sacandocosas y encargos de la mugrienta alforja, paravolverla a llenar de cosas y encargos.

Panzonas y mofletudas vienen las alforjasde mecate sobre su caballejo . En ellas va yviene de todo y para todos.

Desde unos versos que me manda en borra-dor Aadrúbal Villalobos, hasta la medicina queencargó Pedro Núñez y el retrato de Miquelaque va allí, en botoncitos iluminados, da la fo-tografía de Césñedes.

Todo va y viene en las alforjas.Ahora es noviembre y va cargado de trapi-

llos de luto, de cintajos negros, de cartulinas,de aros de corona, de candelas de cera, sir-viendo de agente a los muertos.

Mañana será diciembre y volverá como Noelcargado de muñaconas y de carrillos de hojade lata y de angelotes de gloria.

oC— )OC—>o0ocLDo< >0C oc._-hILIC. PEDRO AYALA D .

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Abogado

Ave . "B" No . 24

TeL ,787-J .

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Después será año nuevo y llevará todas laspostales que han de cruzarse entre los que sesaludan para año nuevo.

Y las venderá diciendo:—Esta de las dos palomitas dándose besos es

muy linda, mi cielo, más linda que usté, si sela manda a Liceo lo güelve loco.

La tarjeta ridícula será examinada detenida-mente y, ponderadas su palomitas, caerá porfin en la bolsa del delantal de la mocica aque-lla, como en un nido.

Ella irá después a buscar a la niña, Alicia,la hija del médico, para que se la escriba.

—Véndame esta del corazón atravesao.---Atravesao por el puñal?—Sí, ésta.—Dios guarde, está encargada.--Véndamelo a mí.—No, collarcito de coral, no puedo es de

Luis Espinosa.Realmente Luis Espinosa la ha encargado

así. Un corazonote grandazo y rojo, echandollamas, entre un derrame de nomeolvides quesalen de una cesta volcada.

Si hubiesen puesto el corazón en la canasta,habría parecido un mango maduro.

Esa es la postal que él necesita . Está atra-vesado el corazón por un puñal, como si elmango tuviese clavado un cuchillo de mesa.

Así está el de Luis Espinosa atravesado porJilomena . Tenía que ser ésta su postal . Yatiene hace días guardado el verso que a copiaren ella.

Lo había encontrado por casualidad . Una deesas raras casualidades de la vida . Al comer-se un caramelo, zas! el verso que le estaba pi-diendo el corazón y que no pudo sacar de lacabeza .

"En el corazón te llevoclavada como un puñal,a sacarlo no me atrevoy dejarlo me hace mal".

Dios guarde no hubiese parecido la postaldescrita en el verso! Allí tiene el pobre amar-telado hace días conseguida la pluma y el tin-tero, desde el cual ha de salir el verso, quieraDios que sin manchones.

Oh inocente Nicolás! Cuánta felicidad vasderramando este año nuevo, sin saber que ladas, regándola con tus palomitas y tus corazo-nes por ganarte un cinco, un miserable cincoque da mundos de felicidad.

—Qué dices, Calanchas?

—Es que me acuerdo de mis buenos tiem-pos.

—Cuándo eras muchacho?—Sí. listé no me conocería, si me hubiera co-

nocío.

—No tendrías las barbas y el pelo tan lar-gos .

—No ; eso me lo he dejado ya viejo, pa elrespeto.

Antes me rasuraba todos los sábados.—De veras?—Sí, señor . Y tenía bestias que daban gusto.----Como las de ahora?—No para descalzalas. Un melao tuve que

costó setenta y cinco pesos.--Demonio!

—Sí, pero entonces yo no era "Calachas".—Quién eras?

—Don Nicolás . Don Nicolás pa arriba y donNicolás pa abajo . Cortejaba mujeres, sacabaplumas danta de las novias, mejor que el co-ronel Otoya . Ah! no me conocerían agora.

Yo nací en el mercao.--Es decir, en la manzana onda ahorá- está

el mercao .—Ah! Ya es distinto.

--Toda la manzana era de mi mamá . Noso-tros éramos ricos, pero después los fregamos.Jué una sal y dijimos voy patiás, voy patrás.

—lblaños negocios?--Tal vez, pero jué otro el motivo principal.

Dicen que mi tata le dió una vez unos cue-razos al padre Chico, de hay vino la sal.

—Pudiera ser.--Tenga seguridá. El que le pega a tul pa-

dre o a una mujer se friega.Le qué la sal y no levanta más cabeza.Los viejos de antes decían:

Las mujeres y los curas, hijito,hay que ispialos de larguito.

---Y por qué te has abandonado?La pobreza.--Pero . . ..----Nada. Que pronto han de volver los güe-

nos tiempos.--Pronto? Y la sal?

---Sí, juntando cincos ya tengo algunos die-ces . La sal tiene que ir pasando, ya lo he els-contso bastante.

---Y cuando vengan los buenos tiempos?---No me conocerá usté . Volveré a cortejar

muchachas, a parrandiar, a dame! cuatro gus-tos y una ropilla y estos caballos serán daosde baja.

—Y el pelo, Colas?—Eso no . Es pal respeto.

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—Pero . . . entonces . ..—No hay pero, cuando güelan que tengo

plata . . . güelan que tengo plata . . . güelvo aser don Nicolás pa abajo.

—Pero ya estás viejo, Calachas, para cor-tejar mujeres.

—Sí, pero tengo el alma joven.Y el viejo reía. Reía, como si el diablillo

de aquel vislumbre de esperanza y de recuer-do le hubiese sonado por dentro un par de ca-tañuelas .

luis dobles segreda.

desde el descubrimientode américa hastanuestros días

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No se lo que pasa por mi espíritu, pero locierto es que siento un vivo entusiasmo al oírmencionar el nombre de Colón . No conozcocual sea el motivo de ello. Es un gran entu-siasmo' que siento por este héroe, por su ha-zaña, por su obra . Si, Colón dió al mundo unnuevo continente y desde esa época, este nuevomundo ha atraído las¡ miradas del europeo,del asiático del australiano y hasta del habi-tante del Africa. Su situación, su exhuherantefertilidad, la riqueza de su suelo, el alto gradode cultura, el desarrollo industrial, agrícola ycomercial son motivos poderosos para llamarla atención de América y formar elementos quecomponen los eslabones de la gran cadena derelación con los otros continentes.

Es indudable que desde el descubrimientode América, por el navegante italiano Cristó-bal Colón al servicio de los reyes católicos deEspaña en el año de 1492, y hasta nuestrostiempos ; América ha sufrido largas transfor-maciones en su proceso evolutivo . Y no es deesperar más, de un continente joven habitadopor una raza fuerte, rebelde, libre, emprende-dora y nacionalista en sus costumbres . Quépuede esperarse de un pueblo, que cuando los

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Dr. TINKE.R y Lic . VASQUEZ DIAZ.O Abogados

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primeros españoles, pisaron la tierra ameri-cana, ya tenía un vasto desarrollo comercial,con religión propia, imperios como los de losaztecas de Méjico y el de los Incas en el Perúen donde la cultura, la arquitectura, la ense-ñanza, las industrias y las artes tenían sus ras-gos peculiares y se halló en un alto grado dedesarrollo, digno de una civilización que fueasombro de nuestros primeros conquistadoresy el orgullo de nuestra raza?

Hoy día América ocupa un lugar importan-te en el concierto de las naciones. Ya se le vefigurar en el mundo comercial con tan impor-tantes centros fabriles e industriales comoNew York, Río de Janeiro, y Buenos Aires ; enel mundo internacional Washington y la Haba-na son cede de importantes progresos parasolucionar problemas sobre la paz universal,sobre el trabajo y la administración de la Jus-ticia ; en el mundo artístico se distinguen SanPrancisco de California, la ciudad de Méjicoy sin número de populosas urbes.

En fín América está llamada a ser la lum-brera del mundo en tiempo no muy lejano.

Tomás Noriega.

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e s p e r a n z a

. . . . . . . . . . . . . . ..

espero

la pesadez del viento.

Ella dentro,

fuera, yo.

El muro entre los dos.

Imagínola rezando.

La ví de casualidad

por un hueco del muro.

Jamás me vió.

Desde entonces

pasión me arrastra tras ella

y acompaña amor mudo.

Rocas y olas se baten

música de soñolienta tarde

-y en mi magín—

torrente de ilusiones.

Barca de esperanza

sobre roja inmensidad

— mi corazón

no llegará jamás.

— Sigue, sigue tu camino barquichuela,

con mi muerte te hundirás.

y el infinito del cielo,

la pesadez del viento,

el muro y yo . . ..

espero

espero

Hugo E. Montero .

bases para imprimiruna orientaciónnacionalista a lacultura públicade la nación

Ojeando los libros de la biblioteca que co-menzó mi papá y que yo debo terminar, en-contré, casi que por casualidad, en un estan-tón viejo, una revista argentina de 1921 . La

abro por el final y doy, de buenas a primeras,con el tema de este artículo ; me pareció) bien

desarrollado y como mi propósito era escri-birme algo por el estilo de ésto, mi trabajose redujo a copiarlo en máquina, buscar al Fu-lo Sossa para que le corrigiera las faltas de(»tografía, le pusiera su Vo . Bo. y lo insertara

en PRELUDIOS.Comenzaré por La orientación nacionalista

en la enseñanza primaria.La educación primaria independientemente

do sus fines de orden didáctico, aspira a es-trechar vínculos sociales bajo el ambiente mo-

ra., patriótico y democrático que debe carac-terizar nuestra obra nacionalista.

Las leyes de educación do Panamá debenadoptar como atributos esenciales e irrevoca-blemente conquistados para nuestra educacióndemocrática, los que la hacen gratuita y obli-gatoria.

La enseñanza debe impartirse en todas lasescuelas del país, fiscales o particulares, enidioma nacional, ofreciendo suficiente garan-tías para la conservación del espíritu cívico yciudadano, al mismo tiempo que no se viertanen dicha tarea ideas subversivas a nuestras

instituciones fundamentales.El fomento de la orientación nacionalista de

la enseñanza debe ser requisito indispensablepara <Ice tolo instituto particular, asociaciónpopular y cooperadora de la educación me-rezca los auspicios del estado.

Debe establecerse para los poderespúblicosla obligación de:

a) Proveer la celebración de concursos deobras, textos, antologías escolares de autorespanameños y publicación de revistas infanti-

les, auspiciando certámenes o instituyendo es-tímulos apropiados.

b) Fomentar y facilitar el conocimiento delterritorio, de su riqueza agropecuaria y de lasindustrias en general, otorgando a educadoresy a estudiantes el máximo de ventajas posibleen la realización de viajes de observación yestudio, y auspiciando la formación de pelícu-las para servir los mismos propósitos . (No só-lo en la Semana del Niño).

Debe auspiciarse la reconstrucción de nues-tro pasado histórico, por la formación de ar-chivos, museos y bibliotecas, publicidad deobras y anales, y todo otro recurso que se le-pute apropiado al fin propuesto (El ArcoChato de Santo Domingo? Panamá Viejo, se-rá renovado y embellecido por un extranjero.Qué lección!) Con relación a la enseñanza:

Deben realizarse ceremonias o actos espe-ciales destinados a enaltecer los méritos denuestros grandes hombres, honrar las efeméri-des cívicas y rendir homenaje a los símbolosde la nacionalidad sin exclusivismos ni pre-venciones.

Debe destacarse todos los esfuerzos realiza-dos en la ciudad capital o provincias por lospoderes públicos, instituciones privadas -o porel empeño del personal para promover el de-sarrollo y cultivo de la cultura física intelec-tual y moral (al inspector general de las! es-cuelas corresponde?)

Debe auspiciarse la formación del folklorepanameño (iniciado aquí por ciertos gruposde literatos en discordia y disensión).

El estudio de la historiapatria, se concreta-rá al conocimiento fundamental de aquelloshechos y vidas que mejor contribuyen a laformación de la conciencia moral del niño ; se-ñalando todos los esfuerzos concurrentes a esedesignio, sean ellos económicos, políticos, ar-tísticos, militares.

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En lenguaje debe mantenerse la pureza delidioma evitando, a toda costa, el) uso y abusode términos inapropiados, que son exponentesde incultura, y ejerciendo una activa vigilan-cia para su corrección oportuna y eficaz (losavisos en inglés, qué son? La excusa : mediode propaganda. Magnífico!).

La elección de textos de lectura, ejerciciosde composición, dictado, análisis y declama-ción deberá procurarse que traten y se refie-ran preferentemente a temas de nuestro am-biente nacional, y que pertenezcan a los más

destacados autores panameños, en primer tér-mino.(Miró, Moscote, Méndez P., Corsi .)

Las obras para las bibliotecas escolares de-ben elegirse con el criterio de que la escuelasólo puede servir, de vehículo para una lectu-ra rigurosamente moral e instructiva, sin ex-cluir su amenidad, y dando una justa prefe-rencia a la producción bibliográfica del País,que por cierto, no excluye la de los extranje-ros cuando por sus condiciones responda a losfines propuestos .

Heliodoro Patiño.

el ahorro base delprogreso y factorcontra los vicios

Se ha dicho que el ahorro es el termómetropara medir la civilización de los pueblos, y enverdad que los países más avanzados se handistinguido por el hábito de ahorrar . En cam-bio en aquellos lugares en que sólo se ganapara gastar, se vive en la más lamentable rui-na .

El mal de estos últimos consiste en que nose ha enseñado al pueblo a guardar parte desus ganancias, bien para aumentar sus fondos,o bien para dedicarlo a algo útil en beneficiode la humanidad, sino que por el contrario,reina la tendencia a gastar el dinero en cosasque ningún provecho traen : Creen que lasprendas, los atavíos y la ostentación de lujo eslo que se llama progreso.

Pero hay males todavía peores : son los vi-cios y los llamados placeres que, como es sa-bido, traen como consecuencia el entorpeci-miento de la raza humana y por tanto la pa-ralización del progreso.

En Panamá, por ejemplo, el consumo de lasbebidas alcohólicas es inmenso y más aún susresultados nefastos.

Generalmente, el panameño, cuyos salariosson frecuentemente insuficientes para atendera sus hogares, lo vemos frecuentemente, al finde semana, entrar en las tabernas y comprarcerveza y otras bebidas, con el dinero que leha costado tanto trabajo ganar, cuando quizá,sus hijos en un cuartucho, lloran porque sien-

ten hambre! Esto es una infamia . . . . ! ; peroes la verdad. Y así pasa, por la sencilla ra-zón de que no se ha enseñado a ese hombrea guardar siquiera un cuartillo, sino gastarlo,en perjuicio propio y de su famila.

Otros infelices, que sólo constituyen un es-torbo para la sociedad, se lamentan de su esta-do, pero no ven que solamente ellos tienen laculpa por haber derrochado lo que hubieranpodido guardar para aliviar sus males.

Todas estas malas consecuencias se deben aque muy poco se ha hecho para inculcarle alpueblo el hábito de ahorrar y enseñarle quemás provecho se obtendría ahorrando una can-tidad por pequeña que fuera, que gastándolaen cosas fútiles ; por este descuido es por loque se cree que es una necesidad el gasto in-necesario del dinero.

Cuántos poseerían una fortuna, si cada vezque pensaran gastar sus dineros en bebidasembriagantes, en diversiones perjudiciales y encesas inútiles, guardaran una parte de esos di-neros!

El ahorro es en sí algo que previene al in-dividuo para las eventualidades de la vida;una muralla que separa los vicios de las vir-tudes ; y es por tanto ahorrando como el hom-bre puede prevenirse y la humanidad puedeprogresar.

Camilo López R.

de como yo fuíuna vez al stadiu

Yo no cultivo el boxeo, aunque el mis mo-cedades tuve, (como el Doctor Porras), unoque otro encuentro en las callejuelas de mi al-dea y en los pasillos de la escuela, por senti-miento y por espíritu de conservación (porqué no confesarlo?) guardo repulsión al artede las trompadas, pues la experiencia me en-señó, harto elocuentemente, que allí más queen ninguna otra parte se cumple el adagioaquel de que "donde las dan las toman".

Pero cuando nuestro Gran Lombardo fué alring para pelear con Tony de Oro, pacifista ytodo, me dejé contagiar del entusiasmo generaly fuí también a verlo.

Aun no era la una de la tarde cuando toquéa la puerta del Stadium sin que siquiera hu-bieran asomado por allí sus narices los promo-tores . Al fin el local dejó franco el paso y elprimer personaje que Duque y Sol vieron antesí, fué a este servidor de ustedes.

Ahora bien, por qué, tan pacifista y todo,dirán ustedes, con tanta devoción se apresuróa ir al Stadium ese día?

Mi entusiasmó por aquel acto que tanta re-pulsión me causaba se despertó de una maneraoriginal . Fué motivado por la relación de unmuchacho, que había sido criado de mi casa,me hiciera un día antes, de una sesión de boxeoen la que había sido protagonista.

Y va de cuento:

Mi narrador, un tipo cetrino, algo crecido,con una cabeza más que mediana, taciturno yhosco, y a quien los rapazuelos de Santa Anahan bautizado con el apodo de Cabeza deTamboril, era tenido por mí como un flojo demarca mayor, pues que había huido de miservicio por temor a un chiquillo, que lo ame-nazara .

Nunca, por este motivo, lo creí capaz de en-frentársele a un contendor de su talla . Perohe aquí que, entusiasmado con el Gran Lom-bardo, se creyó' capaz de otras hazañas comosu ídolo y ofreció sus servicios un día a unospromotores del Hotel España que eran tanpoco escrupulosos como ganas tenían de hacerdinero y tan generosos como ganas tenían dearruinarse. No hizo más que abrir la boca yya le tenían coteja.

Le buscaron de contendor a uno de esos de-salmados muchachotes de la playa, muchachopendenciero, ágil y "cochado" en aquello dedar y recibir mojicones, que a las ventajas enu-meradas tenía la de llevarle al Kid Tamborilde mi) cuento, la tantera de seis libras, aménde su envidiable salud, pues mi héroe presumeuna anemia que lo asemeja a un retoño en sa-zón de dejar abrir las hojas.

En un día se efectuó el entrenamiento, en elcual el narrador sacó la peor parte, pero esti-mulado con las frases de aliento que sus en-trenadores y "segundos" le prodigaron y hala-gado con los seis pesos que ofrecieran al ven-cedor, o los dos pesos para el vencido, se resol-vió a aceptar la lucha.

Era de ver a nuestro Kid pasear por) laRambla del Mercado en busca de paisanos parallevarlos al ring esa noche. Gastóse corno diezpesos, según me aseguró, en entradas y así sevió rodeado de caras amigas, pues llevó a to-dos los empleados de la Soderta donde traba-jaba como lavador de botellas y a varios com-pañeros que la suerte quiso poner ante sí aque-lla tarde.

La grita con que fue recibido al subir alring del Hotel le enardeció . Y en efecto erapara desternillarse de risa ver aquel boxeador

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IGNACIO MOLINO Jr .

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o >0C. __>OC=oC.._ >oc_ >oc=3LIC. PEDRO MORENO C.

oAbogadoAhogado

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Calle 5a . No . 16 Ave . Norte No . 12

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oTel . 2088

12

de carnes flácidas, tembloroso por la emoción,cuya gran cabeza, más amarilla por el apuradotrance, y por la solfa de que era objeto, semovía de un lado a otro como la péndola¡ déun viejo reloj ele pared.

Demás está decir que al primer encuentrofué casi noqueado . No se daba nuestro Kidcuenta de su situación, más atolondrado con lalluvia de apodos y burlas de la chiquillería quepor las trompadas del contendor quien se cebóen lo lindo en aquella cabeza qué le brindabaun blanco envidiable. La derrota parecíainevitable . Pero he aquí quo después del des-canso, a la primera bofetada que llevó, el granTamboril reaccionó y quiso vender cara la vic-toria . Le fue encima al contrario y le aco-metió con tales bríos que no sólo le dió con lamano sino que hallando muy suave la cariciapor los guantes, le entró a patadas y aún leacosó con los dientes al primer clincb en quese agarraron.

Quién dijo miedo? Trabajo le costó alreferee desapartar aquella fiera humana . Cie-go por el coraje, dió al mismo referee unoscuantos mordiscos y, cargado casi, en mediodel repiqueteo del timbre y la grita formidabledel público, fué bajado del tablado temblorosode ira y con ganas de devorar hasta la Juntade Boxeo.

Y cuánto ganaste? le pregunté . No me pa-garon nada, me dijo ; la pelea fué declarada

empate y como ni había perdido ni triunfado,no tenía derecho al pago ofrecido! (Tablean!)

Y con tal decisión se conformó, por no poderhacer otra cosa, el Kid Tamboril que desde esedía no pudo asomar las narices al Parque deSanta Ana sin que los limpiabotas y vendedo-res de periódicos no lo abrumen con sus im-precaciones y burlas gritándole : "Cabeza deTamboril, cuándo vas al ring"?

Esta narración, hecha ingenuamente por elmismo héroe, quien me confesó que está afa-nado lavando más botellas hasta reunir cin-cuenta pesos porque ha de tornar al Stadium,esta vez apostando plata, para volver por susfueros, me hizo meditar sobre el poder suges-tivo del boxeo, capaz de enardecer la sangrede horchata de mi protagonista . Y por eso,arrastrado por la curiosidad y contagiado porel entusiasmo de las luchas que soliviantaronel ánimo de mi excriado, fui al siguiente día alCirco para conocer si el espectáculo de aqueltorneo me daba ánimo y me resolvía a ser me-nos fanático del pacifismo.

Aún dudo de los méritos del boxeo . No to-dos somos Lombardo y muchos podemos serKid Tamboril . Por eso, sigo acogido a mishábitos de prudencia, convencido de que "don-de las dan las toman" y más vale estar duer-mes . . .

Ernesto del Mirador.

aureliatoda una vidaen un minuto

Las cinco y veintinueve minutos (señala elreloj que está en la cancela) . Es tarde y sólofalta un minuto para que llegue el automóvilcon sus amigas que ha de llevarlas al paseo.Aurelia aguarda nerviosa y muy puesta en ra-zón con sus vestidos, más tiene una duda, meparece que el partido me queda mal, el espejodirá, voy a verme— : va. Antes de encararseal espejo, un sobre en color que está sobre lamesita la mete en curiosidad y lo toma. En elsobre leyó esta empresa : De la primera, se-gunda y tercera época de mi querida Aurelia .

A . P. Naturalmente, no era para menos, ellatomó el sobre y lo leyó en seguida . Cierto . ..En el pequeño espacio que contiene un sobre,se encerraban las tres etapas má,s, notables desu vida. El inesperado hallazgo, unido a laadmiración que la produjo la contemplacióndo lo que tenía ante sí, dieron a su estado deánimo una orientación muy diferente a la cuo-tidiena, y Aurelia mediante un ligero procesode auto-revición, padeció el desenvolvimientode su Yo, que abandonando su sitio positivoen el espacio y en el tiempo, do un brinco saltó

13

de una estación a otra, y de esta a la primera,guardando, eso sí, una franca armonía conlas realidades que tenía ante ella.

Recordaba varios años que no se reconocía.Pues cómo hacerlo, si le faltaban testimoniosque la ayudasen en su tarea de propio recono-cimiento? Y ahora que los tenía a la mano,poco a poco, en su memoria iban tomando pre -sencia real los personajes que ella había vivi-do ; yl como en la cinta del cinematógrafo, lavida discurría precipitadamente, y sus persona-jes, precediendo el uno al otro, tomaban en sumente caracteres fabulosos como los de loscuentos orientales, haciéndola evidenciar nota-bles diferencias entre el momento que vivía y losque su estado de ánimo habíala hecho revivir.

Perpleja ante la presencia de esta dualidadde realidades, Aurelia duda de si es ella la queahora se contempla en modos tan diversos . . .

Este retrato me habla de mi primera épo-ca . . . cuánta diferencia! no soy esa. Regresara aquella época . . . vivir esos días, libre de tra-bajos, deberes y de preocupaciones . . . en lacasa de mis padres, sola, ir a la escuela y re-gresar, bailar y pasear ; sin pensar en nada yrecibir en las tardes a los amigos . . . cómo go-zabal . . . esas conversaciones y esas tertuliasno volverán . Yo era una princesa a quien ado-raba una corte . . . volver a esos tiempos . . ..dormir en la misma cama . . . leer los mismoslibros . . . regar las mismas matas . . . departircon aquelfbs amiguitos . . . con éste, jugar a lascartas . . . con aquel tirarme papelitos . . . coneste otro, besarme cuando mamá se iba a verla olla . . . todo eso hacías, no es verdad? Au-relia? (Decíale al retrato que tenía entre ma-nos) . El retrato no responde ; lo abandona ytoma el segundo.

"Aurelia, segunda época " . Sí, eres tú, Aure-lia recién casada . Habla, pues, con esta otraque no tiene nada de aquella . . . dila algo detu novio . . . de tu esposo . . . de tu noche de bo-das . . . . del día siguiente . . . . de tu luna demiel . . . háblale de tu suegra, de tu cuñada, delmomento en que venía tu esposo de la ofici-na . . . recuerda sus caricias . . . sus palmadi-tas, en fin, recuerda todo y dímelo, que tú

fuiste quien vivió esos instantes y esa vida, Yono ; soy otra y no puedo hablar de lo que noes mío ni de lo que no sé . Tiene el retrato en-tre las manos y le parecen que atodo le res-ponde no ; y ella repite abiertamente el mono-sílabo y abandonando la estampa, toma la úl-tima.

Lee : "Aurelia y sus hijos" . Reconoce since-ramente que no es la misma ; pero la emociónse hace tan intensa y aumenta con tanta poten-cia, que se siente vivir el mismo instante queel que vive la que presencia en la estampa ; laemoción aumenta y Aurelia se siente una consu copia, vive un momento de enagenación yen su regocijo, viéndose rodeada de sus hijos,les tiende las manos y con maternal apego, jue-ga con éste, con aquel, en tanto que cariñosa,saca el seno rozagante y se lo ofrece al chiqui-tín, (lo hace realmente) . Y, como el más ex-perimentado se muestra inquieto, le cuenta his-torias y anécdotas acerca do quienes fueronsus abuelos. De cuanto hacía ella, cuandoaún era alumna . El chico de pecho se aduer-me y Aurelia lo ayuda canturreando una can-ción tierna y sentida. Absorta y bajo el pesode este sueño de opio, vive transportada a unmundo que ella vivió muchos años antes, en me-dio de sus hijos que son ya unas perfectos ciu-dadanos.

Unos golpecitos dados en la puerta con fa-miliar confianza la vuelven a la vida ; despier-ta de su sueño de opio y evidencia que todofue ilusión ; (lo que tenía entro manos eran re-tratos que pertenecían a épocas diferentes desu vida).

Al abrir la puerta, entra su amiga Merce-des.

----Qué pasa Aurelia, con ese peinado tanfeo?

— Me lo hice hace tiempo ; desde entoncesacá, he vivido 35 años . ..

—Nos vamos, le dice Mercedes, son las cin-co y media.

Las dos amigas salen y toman el auto don-de las aguardan las otras . ..

alberto quintana herrera.

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'RICARDO A. MORALES

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AboyadoAvenida Norte No . 19

Tel . 937

Apartado 1035

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AbogadoOficina : Ave . A . No . 77

Tel . 896

Apartado 776

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impresionesde viaje

Pocos minutos faltan para quo sean las sietede la mañana . Estamos en la estación del fe-rrocarril de Panamá, prestos a tomar el trenque pronto partirá . Hay muchos pasajeros.La mayoría es de origen sajón . Los demás, uncompuesto híbrido de distintas razas.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Es agradable la brisa, el ambiente de la

mañana . La máquina avanza veloz . Los mi-nutos pasan desapercibidos, como pasa todoen la monotonía de la vida . Se sienten crujirlos rieles al paso estrepitoso del pasado traga-leguas que nos lleva . A uno y otro lado de lavía se nos presentan a menudo paisajes sober-bios. A lo lejos vemos una inmensa nave ma-jestuosa, que a paso lento hiere con su hélicelas calmadas aguas del Canal de Panamá . He-mos pasado ya varias estaciones . Colón, nues-tro objetivo, no está muy lejos . Diez minutosmás y habremos llegado . Los pasajeros sepreparan. Ya, anteriormente, habíamos visi-tado la ciudad del Atlántico . Hace muchotiempo . Sentimos que la marcha se va haciendolenta, pesada . Hemos llegado ! So notanpocos latinos . No se habla ya, en términos ge-nerales, nuestro idioma. A lo largo de la Ca-lle del Frente el trajín es constante . Indios,turcos, antillanos, chinos, muchos gringos vany vienen . "Peanuts " , "Shoe shine", "Drugs" ,"Silks" , "Sporting goods" , . . . El idioma olvi-dado! ¡No se habla castellano ! Dóndevive, joven, el señor X ?" ¡Don't speakspanish".

Andamos sin rumbo. Al medio día, estacio-nados en una esquina de la Calle 1l,--cosa quesabemos porque una leyenda que lleva sobre síun reloj público nos lo ha dicho, vemos veniruna inmensa caravana de obreros . La mayoríaes constituida por antillanos. Casi no hay hi-jos del país. El ir y venir de los carros es cons-tante . Indudablemente, hay movimiento co-mercial . De repente vuelven a nuestra mente

recuerdos históricos . América Española !Sangre India . . . . ! Raza indómita . . ! Incas . . . !Aztecas . . . ! Conquistadores . . . . ! Oro . . .! Ci-vilización Cervantes ! América Lati-na . . . ! Tradiciones . . .! Todo ha concluido . . ?Acaso guardamos o abrigamos siquiera ennuestros pechos de pueblo latino alguna ten-dencia a americanizamos . . . . ? En Colón, ciu-dad avanzada y moderna de una república la-tina como lo debe ser Panamá, la respuesta semira claramente positiva . Pero el mismoconglomerado colonense no es del todo culpa-ble de la suerte que hoy en día está corriendo.Muchas razones justifican su actitud : el Canalde Panamá ! Inmigraciones diversasDescuido, abandono, casi total, de las autori-dades . . .! Y por parte de ellos la inclinacióna creer que todo lo del "vecino " es mejor quelo propio. Pueblo Colonense . . .! Abrid vues-tros ojos . . .! Mirad hacia el pasado . . .! Leeden el libro de vuestra historia . . . .! Recordadque formais parte de una nación Latino-Ameri-cana . . . ! No os dejéis vencer por el ambientenocivo que os circunda . . .! Reaccionad y re-cordad que los últimos baluartes de un puebloson sus costumbres y su lengua . . .!Juventud,que sois dinamismo y energía y vida, no dejéisque vuestro pueblo desaparezca del mapa es-piritual de América Latina ! Hablad enCastellano . . . . ! Mantened en alto vuestra len-gua y costumbres históricas . . .! Sed dignos devuestra raza . . . ! Os habla un orgulloso solda-do latino de América que lucha por hacer fac-tible la unificación de los pueblos de habla cas-tellana, que hoy forman la inmensa faja com-prendida entre Méjico y la Tierra del Fuego.Colonenses . . . . !

Hermanos! Señores Miembros de la JuntaPro-conservación del Idioma Nacional . . . . Avosotros hago este llamado . . . ! A vosotros ostoca remediar el mal!

Américo Silvera.

15

sueñode nelva

En un pintoresco valle, rodeada de árbolesy arruyada por un riachuelo, alzábase una ca-sita, apacible hogar de la familia Costtes, for-mada por un matrimonio y sus dos hijos . Eluno, Carlos, varón, mayor de veintiún años,fuerte, con todo el fuego de la juventud, y defacciones correctas . La otra, bella y delicada,con la delicadeza de una flor exótica que qui-siesen conservar a costa de máximos esfuerzosen un ambiente que no era el suyo, pues desdepequeñita, Nelva, que tal era su dulce nombre,era el blanco de una terrible enfermedad delcorazón ante la cual la ciencia es nula.

Sinembargo había llegado a los diez y nueveaños, era la joya más preciosa, el ídolo de lafamilia, para quien sus deseos eran órdenes.

Nelva quería a su hermano con un amorfraternal, que llegaba hasta el frenesí . Nopodía sucederle un ínfimo percance al joven,que no hiciera eco en el corazón de la niña.

Era una tarde de estío . . . En el pequeñojardín que estaba al lado de la casa, las flores,suavemente mecidas por la brisa, semejabanhadas que danzasen al son de maravillosa mú-sica. Tendida en una silla de extensión, a lasombra de un jacinto, Nelva, cerrados tenía loslindos ojos de negras y sedosas pestañas comosi durmiese . Parecía una flor más, la másbella, pero próxima a deshojarse . El perfu-me que emanaba del jardín la había hechosumirse en una somnolencia, cual si estuviesetransportada a ultraterrenas regiones.

De repente, por una de las callejuelas quetiene el jardín, avanza Carlos, y a poco obser-va que su querida hermanita reposa, y aho-

indo sus pasos para no hacer ruido, llega has-ta ella, le da un beso en la frente y pretendealejarse ; mas ella, al contacto de sus labios,despierta, dibuja en su lindo rostro urca divinasonrisa y dice.

----Ah! eres tú, hermanito?

---Sí,—contesta Carlos . .—Era yo que me pa-reció ver que dormía, quise alejarme, perotu exclamación me detuvo. Dí, pues, dor-mías?, o soñabas despierta como suelen hacer-lo personas que como tú, sólo son capaces deello.

—Sí, dormía, o más bien, soltaba . . .Soñaba, que un día habías desaparecido de

casa, sembrando el dolor en nuestro hogar yen mi sensible corazón del cual parecía que sehubiese desgarrado algo.

Hacía días que inconsolables llor ábamos tupérdida, cuando una mañana, cuando todos,aún los criados, todavía dormían, silenciosa ytemerosa de que me oyesen, abandoné mi le-cho, bajé las escaleras y emprendí desenfre-nada carrera a través de selvas y montañas,cual si me hubiesen salido alas . De pronto,las fuerzas me abandonaron y exhausta, quedétendida en el verde césped de una llanura.Hacía rato que estaba en ese estado, cuandouna voz que muy quedo pronunciaba minombre . A prisa, me levanté y ví que erastú, Carlos, que me llamabas . Alegre me cuelgode tu cuello y de improviso siento como queentre nubes nos elevamos ; cesa la ascensión,inc veo en un mundo desconocido y luego tume preguntas si quiero quedarme, o volver a lapequeña casa que habitamos,- y yo respondo

que quiero estar donde tú estés . Desperté albeso que me diste, vi que te alejabas y tellamé .

Ah!, con que eso soñabas hermanita?

Nosotros en mundo desconocido. Qué hala-gador verdad, siempre juntos hasta la muerte.

----Sí, Carlos ; bien sabes que si tú o mis pa-dres muriesen, no sobreviriría mucho tiempo,pues el dolor y la enfermedad que cual terriblereptil anida en mí, me haría reunir con vos-

otros.—Calla, Nelva, no hablemos de cosas tristes

en esta tarde tan hermosa. Mira, allá vienemamá que ya está preocupada por tu ausencia.En efecto venía Doña Juana, que así se llama-ba la madre de Carlos y Nelva, a decir que yaera hora de ir a cenar.

Habían transcurrido muchos días desde elsueño de Nelva . Carlos acostumbraba ir casitodas las noches a una posada del pueblo cer-cano, donde se reunía un grupo de jóvenespara jugar a los naipes . De allí regresaba dediez a once de la noche y en su trayecto teníaque atrevezar el riachuelo, no muy lejos de lacasa.

Una noche, de regreso a su casa, más tardeque de costumbre y cerca del riachuelo, ve quedetrás de un árbol surge una sombra . Difícilde amedrentar, trata de cerciorarse qué era lasombra, cuando, revólver en mano, avanza unhombre que le dice que entregue cuanto lleveencima . Ante tamaño atrevimiento, lleva lamano al bolsillo en busca del suyo, más antesde llegarlo a sacar, su pecho es atravesadopor la bala del criminal asaltante.

Cuando exánime yacía sobre la yerba, le sacael reloj y el dinero que llevaba ; con gesto cí-nico lo arroja al río y dice : ya pasaste al otromundo ; lástima que sea por tan poca cosa.

En la casa de Carlos todos duermen ; pero lamadre, al oir el disparo despierta y preguntaa su esposo si Carlos ya ha regresado, y elseñor le contesta que tal ves sí, pues Suele ha-cerlo muchas veces sin que se den cuenta.Mas como Doña Juana insiste, va al dormitoriode Carlos y en efecto ve que la cama no ha sidotocada por su hijo.

Una terrible incertidumbre se apodera delseñor Costtes, y Doña Juana, víctima de unsíncope, cae al suelo . El esposo logra volverlaen sí y le aconseja que se calme, que tal vezsea algún cazador y que no era prudente que

Nelva, que esa noche estaba un poco indis-puesta a causa de la enfermedad que venía su-friendo, recibiera emoción alguna, pues podíaser mor tal.

A la mañana siguiente llega la horrible no-ticia . Un campesino al pasar por el río endirección a su faena, vió detenido por la ma-leza que casi inteniimpía el curso del río, elcuerpo del infortunado joven . Habiendo pues-to en conocimiento de la autoridad el sucesoocurrido, se dirige a casa de la familia . Elseñor Costtes que bajaba la escalera para ir alpueblo en busca de noticias, al ver al campe-sino que ávido avanzaba hacia él, dijo :—yame supongo a que vienes! ; y dejando escaparun mal contenido sollozo, se sienta en un pel-daño de la escalera a reprimir su dolor, que atoda costa ha de ocultar a Nelva, la única hijaque les queda y tan frágil como tenue nube-silla.

Dá las disposiciones necesarias para el entie-rro del joven en el cementerio de dicho puebloy acallando sus dolores él y su esposa, se diri-gen al pie de la cama de Nelva que insistentepregunta por su hermano.

Transcurre el día y llega la noche con sueterna calma . Como había cesado de pregun-tar por su hermano y hablase quedado tran-quila, Doña Juana y el señor Costtes abando-naron el dormitorio dejando en su lugar doscriadas.

Nelva parecía dormir, pero no era así, unade las criadas creyéndola dormida, dijo en vozbaja, que no por eso dejó de oír la niña . ¿pero,quién lo mataría? El cuerpo de Nelva estreme-cióse cual si hubiese sido recorrido por una co-rriente eléctrica, mas las criadas que en esemomento dejaban el aposento por que creíandejarla dormida, no se apercibieron de ello.

Al quedarse sola le pareció morir y empezóa murmurar : hermanito, te has marchado, ytodavía germanesco aquí, yo que decía quequería estar donde estuvieses tú. Pues bien, sí,esperaré que todos duerman, e iré a reunirmecontigo en ese mundo que me enseñaste.

Un reloj dió las doce . . . . Por el jardín delos Costtes avanza una sombra . . . . Es Nelva,que cual visión fantástica, envuelta en níveasgasas, camina en dirección al río murmuran-do : me llamas . . . . sí . . . . en seguida . . . soycontigo . . . .

Y cuando hubo llegado, sumergióse en lasfrías ondas del riachuelo, cual si fuese la visiónde un sueño . . . sí, de un terrible sueño . . ..

Ana Luisa Reyna.

17

cuatroel mar anochecido luna de septiembre

¡Si su belleza en mí morir pudiera

como en tí, mar, se borran los colores

que el sol divino te dejó, en las flores

de luz de toda su gentil carrera!

Mas ¿qué es la muchedumbre, pasajera

eterna, de este oleaje de dolores,

para tal resplandor de resplandores,

alba sola de toda primavera?

¡Mar, toma tú, esta tarde sola y larga,

mi corazón, y da a su sufrimiento

tu anochecer sereno y extendido.

¡Que una vez sienta él cual tú, en la amarga

infinitud de su latir sangriento,

el color uniforme del olvido!

Pronto vendrá esta luna sobre el frío

del jardín, cuando yo, serenamente,

torne de estar, mi frente con tu frente,

tu corazón, amiga, con el mío.

Pasaré entre las yedras del umbrío

sendero, en que errará, perdidamente,

el color y el olor de tanta ardiente

flor, muerta ya, de este marchito estío.

¡Dicha, que en la estación entra y perdura

con tan diverso bienestar! ¡Oh fuego

dulce que el aire gratamente enfría!

¡Frío, que se estremece, en su ternura,

y que la llama bella funde, luego,

en lazo estrecho de ávida alegría!

a

n

r an1d

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sonetosprimavera

Abril, sin tu asistencia clara, fuera

invierno de caídos explendores;

mas aunque abril no te abra a tí sus flores

tú siempre exaltarás la primavera.

Eres la primavera verdadera:

rosa de los caminos interiores

brisa de los secretos interiores,

lumbre de la recóndita ladera.

Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,

abrazados los dos sea risa

el surtidor de nuestra sola fuente!

Mi corazón recogerá tu rosa,

sobre mis ojos se echará tu brisa,

tu luz se dormirá sobre mi frente . . .

o t o ii o

Estaba echado yo en la tierra, enfrente

del infinito campo de Castilla,

que el otoño envolvía en la amarilla

dulzura de su claro sol poniente.

Lento, el arado, paralelamente

abría el haza oscura, y la sencilla

mano abierta dejaba la senilla

en la entraña partida honradamente.

Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,

pleno de su sentir alto y profundo,

al ancho surco del terruño tierno.

A ver si con romperlo y con sembrarlo,

la primavera le mostraba al mundo,

el árbol puro del amor eterno.

m ó n

é n e z19

Un día nublado de crudo invierno en Cen-tro Améica, cuando la oscuridad del cieloparecía esconder la angosta faja de tierra que,desde el istmo de Tehuantepec hasta el ríoAtrato forma el puente que lleva con orgulloel pendón que sirve de unión a dos Américasy de abrazo fraternal de dos Océanos ; ya tur-bada la tranquilidad de sus naciones y perdidala paz del corazón de sus hijos que parecíaninquietos bajo la amenaza dominante de algoextraño, brotó en lo alto de aquella tinieblaabrumadora, un claro y brillante astro que pa-reció augurar algún suceso extraordinario cuya

misión sería la de asombrar y dar ejemplo atodo un continente.

Aquel astro inmenso y glorioso se personifi-có en AUGUSTO CESAR SANDINO, que quizáenviado supremo del Creador, había de venira nuestro mundo portador de la protesta lanza-da contra la injusticia por los hombres libresque reclaman sus derechos.

Así como en la profundidad del mar la perlanace del molusco, codiciado, nació en el fondode los lagos bellos y pacíficos aquella figuratenue, al parecer tranquila, pero heróica yasombrosa, que subió a los cielos transformada

en astro, se quiso suspender en los aires comoun águila, pero fue muy grande su misión es-toica y cayó en la tierra convertida en héroe Y cual astro luminoso el mundo le admiró conjúbilo radiante.

De ese modo Nicaragua, la hermosa tierra dolos lagos, dió a conocer su histórico caudillo,tranquilo cual sus aguas, de palabra firme ypausada, cuyo acento, tibio, da a su conversa-ción la expresión del hombre convencido ; susonrisa aletargada y suave da muestra del jo-ven valeroso capaz de conquistar el triunfo.Su cuerpo de regular estatura y su Físico, bienparecido y lleno de optimismo, terminaban lafisonomía del grandioso GENERAL DE ANEE-RICA que desafió la naturaleza, la vida y a loshombres ambiciosos, salvajes do ideales, egois-tas de espíritu, para conservar siempre en altoel valuarte sagrado de la libertad, que fla-meante y empapado en sangre, habían puestoen lo más elevado de la inmensidad del cieloNlirabeau, Voltaire, Marat, Rousseau y otrosmás en aquella magna fecha del 14 de Juliode 1789.

Y hoy la naturaleza envidiosa le persigue,se siente humillada a su paso como un Dios, y

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teme de su gloria, codicia su heroísmo y pre-tende su poder, mas ella, impotente, procedepoco honrada y falta de hidalguía, y le com-bate con traición, no de frente y decisivamente,sino con la lentitud cobarde del que hiere y seesconde para no dar la cara por temor al ad-versario.

La tuberculosis le entristece, la malaria leagobia, pero la juventud lo anima y su valorlo realza.

Cobarde enfermedad que pretente quitar lavida al bravo que cuantas veces quizá huyerona su paso los reptiles venenosos o corrieron au-yentadas por el rumor de su fusil las fieras demontaña.

IVias el enemigo ingrato e incomprensible denuestra humanidad, le tacha de traidor, leacusa de vendido . Innobles almas devoradaspor la envidia, contristadas bajo el empuje so-berbio de su espíritu triunfante . Esos que has-ta hoy le persiguen, palpitan de inquietud he-brios de asombro, acosados por la voz de laconciencia, por que saben que su triunfo pasarálas vallas de la muerte.

Pero valiente y magnánimo con triste son-risa, con mirada lánguida y serena, sólo supócontestar una vez que se hizo esa objeción:"TAL VEZ CUANDO YO MUERA SE ENCAR-GARAN DE ABSOLVERME ."

Oh! valiente soldado, hombre de bien que sa-béis perdonar cual Jesucristo, como él, tu cuer-po volará por el espacio y servirá de guía enmedio de la selva virgen y tortuosa al estan-darte proscrito de nuestra libertad .

El libertador se ha vuelto a su patria a en-tregar su vida y su ideal, mientras intentan envano despretigiar su fama ; mas si la enferme- .dad le vence, es por que no quiere sino concluirsu misión de mensajera de Dios, que le mandaa buscar como ejemplo genial en las luchas porla glor ia.

LA ENFERMEDAD LE QUITARA LA VIDAPERO NO SU MERI.TO.

Muchos le olvidan hoy poi que no sabenapreciar su valor, mas cuando se extinga ynuevas generaciones más ilustres y doctas re-corran las páginas de la historia, renacerá ensus memorias aquel AGUILUCHO ilustre,aquel hombre soberbio que se ganó la gloria,que mereció su fama.

Y entonces ocupará SANDINO un pedestalhonroso en el recuerdo del pasado cuya memo-rización ofrecerá los grandiosos episodios delos tiempos, momentos históricos tan llenos deideales, deseos de libertad comenzados por laRevolución Francesa y seguido .: por Bolívar enAmérica del Sur, por Washington en Américadel Norte y AUGUSTO CESAR SANDINO en laAmérica Central.

SANDINO! EL MUNDO TU HEROICI-DAD ENSALZA, LA AMERICA TE ACLAMAY SE SIENTE HONRADA DE HABERTE DA-DO SER, LA JUVENTUD DE MI PATRIA TEVENERA Y TE SALUDA, Y MI MOCEDADACTIVA Y JUVENIL TE RINDE FERVIENTEADMIRACION .

José Antonio Sossa D.

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