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EDITORIAL

Es evidente que lo que ha estadosucediendo, y sucede, en los paí-ses asiáticos afectados por el te-

rrible tsunami acaecido en plenas vaca-ciones navideñas, ha sido lo más fuerte,emocionalmente hablando, de lo que haocurrido en este fenecer del 2004. Tristecolofón y terribles consecuencias paraun año que se presentaba especialmenteaciago: guerra en Irak, hambruna enÁfrica, Sida, y tantos horrores más deri-vados de toda esta escalada de sufrimien-to humano.

No hay palabras suficientes que col-men el resultado de este triste final. Perosí que hay signos de evidenciaesperanzadores de lo que siempre defen-demos como espíritu de humanidad, desolidaridad, si queremos decirlo así, queconducen a una estimación positiva delos hechos históricos.

Siempre hemos sostenido que el es-píritu humano siempre reacciona en po-sitivo y espontáneamente ante situacio-nes de perentoria necesidad y angustia.Por algunos comunicados que los me-dios de comunicación nos facilitan, senos dice y se nos asegura que, ante

tamaña hecatombe como la que acabade suceder en el sudeste asiático, no seha visto ningún acto de rapiña ni devandalismo que acongojara los yamaltrechos espíritus de las personas quela han sufrido. Todo el mundo, sin ex-cepción, se ha volcado en la ayuda, elsocorro, el auxilio de todos para todosdando una muestra fehaciente del buenser del espíritu humano que reaccionade una forma estupenda cuando llegala ocasión.

Es una lástima que sólo las gran-des conmociones universales y de todotipo nos muevan a semejantes resulta-dos pero esto confirma que en el serhumano lo divino siempre está latentey que esa chispa divina que existe ennosotros, en todos nosotros, siempre re-acciona en un momento dado.

Sin embargo, no es nuestra inten-ción resaltar aquí la bondad humana,sino hacer hincapié en otra cosa mara-villosa que debería hacernos reflexio-nar, y mucho, sobre el milagro de lacreación y de los seres que la pueblan.

Una serpiente pitón de diez metrosde largo, se mantuvo a flote durante

¿INSTINTO ANIMAL O ESPÍRITUDE COLABORACIÓN?

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mucho tiempo, sosteniendo agarrados aella con sus brazos, a tres niños herma-nos que no se soltaron de ella hasta quelos fueron a rescatar. Y la serpiente per-maneció impávida mientras tanto. ¡Me-nuda lección de un ser de la creación delque jamás hubiéramos imaginado seme-jante proceder!

¡Y qué decir del elefante que, consu trompa y de motu propio, sin ser guia-do por nadie, se mantuvo impertérrito,sacando con su trompa, uno tras otro, atodos los cuerpos que se movían agitán-dose desesperados a su alrededor, sumi-dos en la vorágine de las terribles aguas!¡Menuda lección la de estos dos seres“inferiores”, según la etimología delhombre “superior” y a los que, segúninterpretación bíblica, Dios puso bajo sucontrol para servirse de ellos como due-ño y señor!

¡Cuánta reflexión no cabe sobre es-tos extraordinarios sucesos, aireados enlas listas de internet, y que nos llevan apensar cuán lejos estamos de esa anhe-lada superioridad humana de la quealardeamos y de la que nos servimos!

¿Tendremos valor, a partir de ahora,para destruir cualquier hábitat animalcomo venimos haciendo sin parar y sinreflexionar, sin pensar que al mismotiempo nos estamos destruyendo a no-sotros mismos y a nuestros hermanosmenores, los animales que pueblan la tie-rra para bien nuestro?

Nos vienen ganas de añadirnos comoséquito a la virtual visita al paraíso queAxel Munthe describe en el último ca-pítulo de su hermoso libro La Historia

de San Michele. El autor pide audienciaa San Pedro, portero del cielo, y le rue-

ga que le acompañe en su visita al pa-raíso. Éste accede y le va mostrando to-dos los puntos interesantes que puedanpresentarse. En un momento dado, elvisitante observa una aglomeración degente en una parte del lugar y descubreque hay un orador arengando a la masaque le escucha. Y le pregunta a San Pe-dro: ¿Quién es ese personaje? San Pe-dro, con aire de suficiencia y muy satis-fecho le dice: ¡Es San Ignacio!

Seguidamente, el visitante descubreen un rincón apartado, sentado en soli-tario, a otro personaje que parece ensi-mismado en sus propios pensamientos.Y pregunta a San Pedro: Y ése, ¿quienes? San Pedro mira distraído hacia el rin-cón y contesta con displicencia: ¡Ah, ése!Ese es San Francisco de Asís. Y segui-damente aparta su mirada y encamina alvisitante hacia otros vericuetos.

Si hubiéramos formado parte delséquito del visitante, suponiendo que lohubiera llevado, le hubiéramos abando-nado en aquel instante y nos hubiéramosdirigido hacia el “poverelo”, que escomo le llamaban en su tierra. Y con se-guridad que nos habríamos encontradocon el hermano lobo y las avecillas quepueblan el cielo y la tierra del Señor yque debieron quedar encantadas con sucompañía en aquel lugar celestial, pa-tria de todo lo creado.

Pero dejémonos de fantasías y pon-gamos los pies en el suelo: un loor a lahermana serpiente pitón y otro al buenelefante que nos han enseñado algo gran-de.

Hay que añadir que, también segúnconstatación, no se han recogido cadá-veres de animales en toda esta catástro-

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fe de agua y barro que ha entenebrecidouna parte de la tierra. ¿Dónde fueron?¿Dónde se refugiaron? Dios, el Hacedor,en su infinita misericordia y sabiduríasupo dotarlos de un sentido especial paradetectar y presentir acontecimientos queescapan al ojo y al oído humanos. In-cluso a pesar de todo su avanzada tec-

nología.Lo cual viene a demostrar que, tal

como Shakespeare pone en boca de unode sus personajes en una de sus obras:“Hay muchas más cosas en el cielo y enla tierra de las que tú puedas imaginar.”

C.B.

La libertad y la ausencia de deseosUn concepto erróneo que se tiene

actualmente y que causa inmensos pro-blemas es la idea de que la libertad de-pende de las condiciones externas. Estose contradice con la antigua idea hindúsegún la cual todos, incluso las perso-nas que no son cultas ni académicas,deberían descubrir la naturaleza de lalibertad (moksha) y de la esclavitud(bandha) y averiguar si el origen de lalibertad se halla en el interior o en elexterior. Este descubrimiento es crucialpara la humanidad.

Cuando se piensa que la base de lalibertad se halla en las condiciones ex-ternas, la gente se esfuerza por adquiriry disfrutar de esa libertad, por ejemplomediante la acumulación de riquezas.Podemos pensar que todo esto es sim-plemente parte del “materialismo” perodetrás de ese materialismo está el enga-ño de que con dinero y posesiones sepuede comprar todo cuanto se quiera,

por ejemplo, viajes, poder y muchasotras cosas. Esta idea prevalece entre laspersonas que tienen dinero y en todoslos que anhelan tener más. Pero el dine-ro no libera a nadie de la ansiedad o dela infelicidad, ni tampoco del miedo ala muerte o al cambio. El dinero sólopermite hacer ciertas cosas durante untiempo, pero no puede comprar ni la se-guridad, ni la felicidad, ni la paz, ni elamor.

Además de la confusión que se tie-ne respecto al dinero, se cree tambiénque el poder es sinónimo de libertad,porque con el poder se pueden dar órde-nes a los demás, encarcelar a alguien, otener la satisfacción de pensar que unoes libre de hacer lo que quiera. Antes deldeclive de la cultura hindú, la gente sa-bía que tenían que reflexionar sobre elsignificado de la verdadera libertad ydejar de presuponer que los placeres, lasposesiones o unos procedimientos deter-minados pueden asegurarla. Cuando

DESDE LA ATALAYA Radha Burnier

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dejó de interesarles descubrir qué es lalibertad, y sólo se limitaban a citar loque habían dicho otras personas al res-pecto, intentando conseguirla a base detrucos, empezó el declive de la culturahindú.

La libertad es un estado del ser to-talmente no dependiente, que no carecede nada y por esto no requiere nada. Enel Bhagavadgita, Arjuna pregunta quiénes el “sabio de mente estable” (sthita-

prajna), una persona completamenteestable y en paz, a la que no afectan nilos condicionamientos internos ni laspresiones psicológicas de la sociedad.Krshna replica que este sabio es imper-turbable porque está libre de todo deseo.Esta es la esencia de todo: cuando mue-re todo deseo tanto de lo material comode lo que llamamos espiritual, hay unalibertad interna.

¿Deberíamos liberarnos incluso deldeseo de lo espiritual? Paradójicamentesí, porque el deseo actúa como un velo;distorsiona la percepción y con ello obs-truye el conocimiento de lo que es ver-daderamente espiritual. El deseo de loespiritual, basado en conceptos erróneos,conduce a un callejón sin salida. En Luz

en el Sendero hay un pasaje tremendoque dice que la flor de la percepción seabre después de haber librado y ganadomuchas batallas. Es la flor del alma queha reconquistado su propia naturaleza.Pero ¿es posible vivir sin ningún deseo?Sí, lo es. Lo es si examinamos nuestrapropia mente y nuestros deseos y descu-brimos el impacto que tienen en nuestravida.

La devoción se considera verdaderacuando la propia voluntad se rinde y el

devoto no pide nada. Su mente se liberade todo lo deseable y confía en un podersuperior a sí mismo. La rendición im-plica acabar con todo deseo de conse-guir, de cambiar, de mejorar. No es unestado de inacción sino de atención ex-trema. No significa tener que vivir sinun sentido de la justicia o de nobles va-lores; significa no buscar nada, ni sa-tisfacciones ni éxitos.

Cuando se abre la flor de la percep-ción, su luz nos descubre que no haynada que conseguir solos. Todo formaparte de un todo y en nuestra mente nocabe ya el concepto de “yo tengo queconseguir”, “tengo que llevar a cabo algoy entonces el mundo será mejor”. No hayninguna cosa real que nadie pueda con-seguir. Todos formamos parte de unmovimiento compacto y todo cuantohaya que hacer sucederá solamente cuan-do todas las condiciones sean las ade-cuadas. Para que las aguas de un río seanpuras, cada una de las gotas tiene queestar limpia, pero esa gota no puede re-gar la tierra ni mejorar la fertilidad delsuelo. De igual manera, las pequeñasgotas que constituyen la enorme corrien-te evolutiva tienen una tarea común ylos logros personales no tienen impor-tancia alguna.

El estado de libertad interna es unestado de verdadera felicidad y el ori-gen de unas relaciones de amor. Debe-mos ser conscientes de que, en nuestravida diaria, todo lo que esté en conflic-to con ese estado, por ejemplo, la ansie-dad por nuestro futuro, por nuestra sa-lud y por lo que les pueda pasar a nues-tros hijos o nietos o a nuestra propiedad,destruye la libertad. No podemos hacer

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nada respecto a este futuro, lo cual noquiere decir que no debamos hacer untestamento o dejemos de llevar a nues-tros hijos a una buena escuela. Pero noshemos de dar cuenta de que la ansiedadque podemos sentir para que las cosasocurran según nuestra previsión es in-útil y lo único que hace es perturbar lamente. La preocupación no hará que untren llegue a la hora ni tampoco puedeimpedir un accidente en la carretera. Poresto dicen que la ansiedad, la preocupa-ción y el miedo son los obstáculos quese encuentran en el sendero. Puede queno estemos hiriendo a nadie cuando nospreocupamos por las pequeñas cosas,pero si miramos objetivamente en nues-tro interior, podremos darnos cuenta deque la ansiedad, la preocupación y eldeseo de que las cosas ocurran segúnnuestros deseos, es algo que nos escla-viza y nos priva de libertad. Sólo pode-mos hacerlo lo mejor posible, y nadamás. Si esta llegara a ser nuestra actitudgeneral en la vida, tal ves tendríamos unamayor paz.

G. S. Arundale en su libro You seña-la que la vida es como un caleidoscopio.Creamos unas conexiones kármicas y encada encarnación vamos renovando con-tacto con personas que ya conocemos.Pero si intentamos preservar un tipo de-terminado de relación, el calidoscopio dela vida no lo permitirá. Incluso al moverligeramente un calidoscopio, la imagencambia, aunque las piezas sean las mis-mas. La vida es igual. El apego y el de-seo de tener unas relaciones determina-das sólo nos complican la mente. La li-bertad interna significa aceptar todos loscambios. La libertad no significa una li-

beración de esto, de aquello y de lo otro.La libertad es un estado de ausencia dedeseos. La batalla que menciona Luz en

el Sendero es para conquistar el deseoen cualquier forma que surja, mediantela observación y la comprensión. Cadabatalla ganada ayuda al alma a crecer ya florecer.

Y volviendo a lo que decíamos alprincipio, la libertad tiene que descubrir-se, no conseguirse.

Placeres horrorososCuando un ser humano se conduce

de forma inhumana, o hace algo aparen-temente degradantemente y muy pordebajo del nivel del comportamientohumano, lo calificamos como “salvaje”,“bruto”, “animálico” etc. Realmente, loque están haciendo los seres humanoses mucho peor que lo que hacen las bes-tias, los animales o los brutos, porque elcerebro que tiene tan desarrollado el serhumano le capacita para realizar accio-nes de las cuales los animales serían to-talmente incapaces. Ningún animal esdeliberadamente cruel y tampoco ningu-no de ellos caza por placer. Los carnívo-ros cazan y matan porque el plan de laNaturaleza les ha hecho así, instilandoen ellos, como en todas las demás cria-turas, el instinto de la supervivencia. Porconsiguiente, todos los animales, inclu-yendo la especie de los más feroces, soninocentes. En el libro New Biology, deRobert Augros y George Stanach (NewScience Library, Shambala) se resalta elhecho de que las fotografías de los car-nívoros devorando a su presa no mues-tran ningún tipo de ira ni de animosi-dad. Este hecho encaja con el comenta-

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rio que hizo un Adepto cuando escribióque el mal existe solamente en la esferahumana. Las acciones humanas puedenser deliberadamente crueles, vengativasy odiosas, mientras que otras criaturasinferiores no calculan ni planifican ha-cer daño.

La caza como deporte es encontrarplacer en la contemplación de una muer-te dolorosa de otras criaturas vivas. Latortura no sólo de los animales sino delos seres humanos se ha convertido enalgo tan corriente que apenas se la con-sidera como algo no civilizado. El inte-ligente cerebro humano encuentra argu-mentos que le pueden justificar casicualquier cosa y justifica el mal siem-pre que le conviene. En la Europa me-dieval, se acusaba muchas veces a po-bres viejas de ser brujas y después lasquemaban públicamente. Era motivo dediversión para el pueblo, igual que lasejecuciones públicas y la exposición decabezas ensangrentadas en plazas llenasde gente. Dicen que durante la Revolu-ción Francesa había mucha gente queobservaba con interés y júbilo la humi-llación y decapitación de los aristócra-tas.

Incluso en esta época “moderna”, enalgunos países sigue siendo un acto pú-blico el castigo que se aplica a los quellamamos criminales, consistente en de-capitarles o cortarles las manos. Pero enépocas anteriores, el número de perso-nas que buscaban su diversión en esce-nas horrorosas basadas en el dolor deotras personas era pequeño, porque nohabía facilidades para viajar. La situa-ción ha cambiado mucho desde enton-ces y ese deseo inhumano, mucho peor

que el de los animales, de divertirse conel sufrimiento de otros se satisface aho-ra a una enorme escala.

Si capturan a un rehén y lo decapi-tan, los perpetradores del crimen exhi-ben alegremente la tragedia, con la co-laboración de nuevos y eficientes me-dios, como son el video y las entrevistasde audio, los programas de televisión, ola publicidad periodística, y de esta ma-nera, no son sólo unas cuantas docenasde personas, ni siquiera cientos de ellas,sino millones, las que encuentran uncierto morbo en ello para satisfacer susimpulsos violentos. Realmente es unmorbo, porque si no lo fuera, estas noti-cias no se retransmitirían una y otra vezni se darían tantos detalles sobre ellas.

Los EU y la India son dos países quecontinúan aplicando la bárbara prácticade la pena capital, aunque se sabe queno contribuye a reducir las actividadescriminales. Hay detalles íntimos de lasejecuciones que han salido a la luz pú-blica muchas veces. ¿Esto ocurre acasoporque el público de esta era tecnológi-ca “moderna” está igual de interesado,o más, por ver la agonía de las víctimas,que la gente de épocas anteriores, aun-que queramos fingir que modernidadequivale a progreso?

La reciente ejecución, tan controver-tida, de un hombre en la India propor-cionó al público, durante días, “noti-cias” totalmente inútiles, que sólo sir-vieron para enardecer emociones. Se fo-tografían y se exhiben escenas privadasde dolor, para que todo el mundo las vea,como si ese dolor del corazón no fuerasino un combustible de la industria dela diversión.

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¿Podemos ser verdaderamente civi-lizados y encontrar nuestro placer sólocon las artes nobles, con la buena litera-tura, los deportes éticos y, por supues-to, la belleza de la Naturaleza? Inclusopuede que la humanidad llegue un día a

alcanzar el genio animal de vivir sin di-versión, ¡porque la vida es ya suficien-temente jubilosa y gozosa!

The Theosophist, noviembre 2004

Uno de los seguidores de Junaid se le acercó un día con una

bolsa que contenía quinientas monedas de oro.

“Tienes más”, le preguntó el Sufi.

“Sí, tengo más”.

“Deseas tener más”

“Sí”

“Entonces, debes quedártelas, porque tú estás más necesita-

do que yo; porque yo no tengo nada y no deseo nada. En

cambio tú tienes mucho y todavía quieres más.”

Rumi

Dejad vuestro mundo y venid al nuestro… ysin condiciones.

Este fue el consejo que un Maestrodio a un aspirante que quería hollar elsendero espiritual. Por supuesto, no esque haya dos mundos separados, uno enel que viven los Maestros y otro dondeviven los seres humanos y el resto de lacreación, incluyendo animales y pájaros.

Tal como explicó el mismo Maestro enuna carta a A.P. Sinnett, “El espíritu y laMateria son uno, porque son sólo unadiferenciación de estados, no son esen-

cias”. Los dos mundos, por consiguien-te, se refieren a los dos distintos niveleso estados de conciencia, uno material ydivisorio, y el otro espiritual y unitivoy, por lo tanto, más allá del egoismo ydel deseo de beneficios personales.

DESDE LA ATALAYA Surendra Narayan

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Los que buscan la Verdad han reci-bido la misma instrucción, como impe-rativo y con distintas palabras, por par-te de los grandes maestros de la huma-nidad. La Voz del Silencio lo expresa así,de forma poética:

Las aguas puras de la vida eterna, cla-ras y cristalinas, no se pueden mezclarcon los torrentes llenos de barro de lastempestades.

San Juan lo expresó de forma signi-ficativa con otra frase, cuando dijo:

...igual que la rama que no puede darfruto por sí misma, si no vive en la vid,tampoco vosotros podéis hacerlo, si nomoráis en mí.

Thomas a Kempis lo explica concierto detalle en La Imitación de Cris-

to:

Hay algunos que renuncian, aunque conexcepciones; porque no ponen toda suconfianza en Cristo, y por eso estudianel modo de proveerse a sí mismos.

Algunos al principio lo ofrecen todo,pero después, cuando les asalta la ten-tación, vuelven a sus actitudes propiasy por eso no progresan en el camino dela virtud.

Estos no alcanzarán la verdadera liber-tad de un corazón puro, ni el favor demi dulce amistad.

Y en la misma línea podríamos aña-dir que resulta evidente que el agua sa-lada del mar no puede ascender al cieloen forma de nube, cargada de lluvia purapara alimentar a la tierra seca, sin anteshaberse desembarazado de la sal. Ennuestro contexto la sal significaría eldeseo de cosas materiales, de posesio-nes y de posiciones. El deseo nace de laignorancia, avidya, de la verdad de que

nada material es permanente, que essiempre variable y que perecerá algúndia. “Envuelta está la sabiduría por esteenemigo constante del sabio, en formade deseo, que es insaciable como una lla-ma”.

Dejar nuestro mundo e ir al Suyo es,pues, cambiar la percepción de la vida yde todo aquello con lo que nos relacio-namos. Implica una comprensión másprofunda de nuestra verdadera naturale-za y el cambio consiguiente de nuestraactitud respecto a todo lo que nos rodea.

J. Krishnamurti hace una preguntapara saber si existe un estado en el quese puede oir el sonido, los ojos puedenver, los objetos existen, y sin embargono hay deseo de sensaciones. Y él mis-mo la responde afirmando que ese esta-do existe y es un estado en el que haysensación pero no deseo. La causa no esel envejecimiento y la pérdida de vitali-dad, sino el hecho de que el deseo ya nosurge, entendiendo aquí por deseo lasensación de ver, de tocar y a partir deellas, el deseo de poseer.

Se me ocurren ahora dos ejemplos,uno de la vida del Buda y el otro en lade Jesucristo. Un hombre muy rico se leacercó al Buda y le preguntó si tenía querenunciar a su riqueza, a su casa, a susempresas y quedarse sin techo para po-der alcanzar la bendición de una vidareligiosa. El Buda replicó que no es lavida ni la riqueza ni el poder lo que es-claviza al hombre sino el apego que sele pone a la vida, a la riqueza y al poder.El Dharma del Tatágata no requiere queel hombre se quede sin techo o que re-nuncie al mundo. Pero requiere que cadahombre se libere del engaño del yo, que

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limpie su corazón, que renuncie a laambición por placer y que lleve una vidarecta.

De igual modo, una vez un jovenrico se acercó a Jesucristo y le preguntóqué tenía que hacer para alcanzar la vidaeterna. Jesús le dijo que cumpliera losMandamientos. El joven replicó que loshabía cumplido desde su juventud peroquería saber qué más le faltaba aún. Je-sús dijo: si quieres ser perfecto, ve yvende todo cuanto tienes y dáselo a lospobres. Cuando el joven oyó aquello, seentristeció, porque tenía muchas pose-siones. Y vemos que se habla de “pose-siones”, y no de riqueza.

Nuestra naturaleza es esencialmen-te pura. La impureza surge de la ilusiónde un yo separado que se mueve por lasensación y por los deseos egoistas. Elsadhana para elevarse por encima deeste engaño implica la auto purificación.Comida y bebida puros para el cuerpofísico, emociones puras y pensamientospuros para el astral y el mental, y unareflexión intensa o la meditación sobrenuestra propia identidad son cosas quenos ayudarán a sumergirnos más en elreino de la unicidad y en la compren-sión de nuestra verdadera naturaleza yde la naturaleza de todo cuanto vemos ytenemos alrededor. El Buda lo llamabala Perfección de la Comprensión. Lo quehace falta es la purificación del yo infe-rior para sensibilizarlo, no suprimirlo.Los maestros nunca han aconsejado su-primir los deseos, emociones y pensa-mientos inferiores, porque cuanto máslos suprimimos, mayor es la fuerza conla que pueden renacer algún dia en cuan-to nos descuidamos. La supresión no lle-

va a la aniquilación o purificación.Madame Blavatsky lo expresa así: “¿Porqué no podemos imaginar que una do-cena de mofetas encerradas en la atmós-fera pura de un Dong-pa (un monaste-rio), pueden salir de él impregnadas contodos los perfumes del incienso que hanusado?”

La purificación del yo inferior tam-bién lo convierte en un fiel reflejo delyo superior y nos proporciona un canalmuy poderoso para que fluya la energíapura que ayuda y redime. Un filósofoestudioso nos aconsejó una vez recordarsiempre que para entrenar a un cachorro(el yo inferior, nuestro cuerpo astral ymental) hemos de conseguir que el ca-chorro acabe siendo nuestro amigo ycolaborador. Annie Besant llama a estesadhana la Alquimia Espiritual y men-ciona que cada individuo tiene en sí mis-mo la vida y la energía necesarias paraalcanzar su objetivo. La persona quequiere entrar en Su mundo intentatansmutar estas fuerzas desde objetivosinferiores a objetivos superiores, desdelas energías más burdas a unas energíasrefinadas y espiritualizadas. Estas ener-gías se utilizan, entonces, no para unomismo, sino para ayudar a los demás acrecer en bondad, “para que este jardínde los dioses, la humanidad, pueda flo-recer como una rosa”.

Hay que tener perseverancia y unaconstante observación o vigilancia. ElBuda le preguntó una vez a su hijo“Rahula, ¿para qué sirve un espejo?” yRahula replicó “Para mirarnos, padre”.El Buda entonces le dijo “¡Rahula! En-tonces tienes que mirarte siempre, lo quepiensas, lo que dices y lo que haces”.

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Vamos a terminar con un pasaje es-crito en el libro Ocultismo Práctico, deH.P. Blavatsky:

Cuando lo “Astral” refleja solamenteal hombre conquistado,que sigue vi-viendo, pero ya no refleja a la perso-nalidad ambiciosa y egoista, entoncesel brilllante Augoeides, el yo divino,

puede vibrar en armonía consciente conlos dos polos de la entidad humana, elhombre de la materia purificado y elAlma Espiritual siempre pura, y perma-necer en presencia del Maestro Mismo.

The Theosophist, diciembre 2004

Cada uno de nosotros ha podidodarse cuenta en el curso del in-vierno de estas pequeñas mazor-

cas de bolas blancas que adornan losárboles. El Muérdago está presente todoel año pero es el invierno el que lo ponede manifiesto, el que le proporciona supoder y su belleza.

Pocas personas lo conocen realmen-te. Para muchos evoca algo un poco mis-terioso, lejano. Es verdad que se desa-rrolla lejos de nosotros en el espacio (amenudo está muy alto en los árboles)pero lejos también de nuestra compren-sión, es una planta que brota totalmenteaparte de la intervención humana.

Planta parasitaria para unos. Plantasagrada, símbolo de las tradiciones delos druidas, para los otros. Sigue siendo

todavía la que acompaña las fiestas defin de año, y es bajo su estallido que lagente se abrazará en la aurora del nuevoaño.

A través del estudio de estos distin-tos elementos, vamos a tratar de pene-trar en la comprensión de su naturalezaprofunda, de su esencia. Vamos a vercual será el mensaje que nos proporcio-na...

EL MUÉRDAGO, PLANTA SIMBÓLICADEL INVIERNO

Es en invierno cuando el Muérdagoalcanza todo su significado. Es enton-ces, cuando en la naturaleza parece ha-ber desaparecido toda vida, alrededor delsolsticio de invierno (el 22 de diciem-bre), que las pequeñas bolitas esféricasdel Muérdago llegan a su madurez.

EL MUÉRDAGO,UNA LUZ EN EL CORAZÓN DEL INVIERNO

Claire Bonnet

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El invierno, en los ritmos de la na-turaleza, pertenece a Saturno, períodooscuro en que falta la luz exterior. Aun-que las plantas hayan desaparecido dela superficie de la tierra y los árboles noostenten sus hojas, la vida siempre estáallí pero ha tomado un camino interior,subterráneo. La Energía vital se prolon-ga en el seno de las raíces o en las semi-llas a la espera de la renovación prima-veral.

La estación invernal es un momen-to de interiorización que se puede ob-servar en la naturaleza pero también ennosotros mismos. Nuestro estado de con-ciencia cambia. Saturno nos invita aacercarnos a nuestro Ser profundo, asumergirnos en el fondo de nosotrosmismos. A diferencia del verano dondela vida se manifiesta con esplendor, elinvierno nos conduce a lo esencial.

Es, pues, en este momento tan par-ticular del solsticio de invierno que elMuérdago manifiesta toda su vitalidad,raro contraste en este sueño invernal.

LA NATURALEZA CÓSMICA DELMUÉRDAGO

Para los antiguos celtas, el Muérda-go era considerado como formando par-te de la naturaleza cósmica y es verdadque esta planta no se comporta para nadacomo las demás.

Una de las particularidades de estacuriosa planta es la de no surgir de latierra puesto que “el suelo” en el que ellahunde sus raíces es la parte vascular osea viva de los árboles. Otros vegetalesbrotan encima de los árboles, así ocurrecon ciertas orquídeas tropicales llama-das epifitas, pero en ese caso, el vegetalse desarrolla en el árbol sin que exista el

menor cambio entre ellos.No se puede considerar en absoluto

al Muérdago como un simple parásito(contrariamente a las ideas enormemen-te expandidas) porque, contrariamente alas verdaderas plantas parasitarias queno son capaces de elaborar su fotosínte-sis de manera autónoma, el Muérdagoposee su propio sistema para sintetizarla clorofila, hasta tal punto, que todassus partes son verdes.

La razón por la cual el Muérdagocrece en los árboles es, pues, completa-mente distinta. No tiene ninguna afini-dad con la naturaleza mineral del suelo.La substancia mineral representa la úl-tima etapa de la materia en que la vidase expresa y evoluciona pero bajo unaforma muy densa. Límite de la vida y dela muerte, basta muy poco para que lavida se inmovilice totalmente y para quenada más circule en una contracción fa-tal.

El Muérdago tiene necesidad de unmedio más vivo, más fluido para desa-rrollarse. La “tierra” en la que arraigason los tejidos vivos de las ramas delárbol, allí donde circula la savia bruta.La tierra no puede alumbrar el Muérda-go, en cambio el árbol representa un sue-lo vivo, un substrato de naturaleza dife-rente de la tierra mineral.

Para los antiguos, esta planta que sedesarrolla aparte de las energías terres-tres y aparte de la intervención humanano era de origen terrestre sino cósmico.

EL MUÉRDAGO Y LA ANTIGUA LUNA

Rudolf Steiner, médico e investiga-dor infatigable, fundador del movimien-to antroposófico, se ha dedicado larga-mente al estudio del Muérdago. Sus in-

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vestigaciones llevadas a cabo con eru-dición pero también clarividentemente.han hecho nacer algunas conclusionesque acreditarían las creencias de los an-tiguas tradiciones celtas y germánicas.

Según Rudolf Steiner, el Muérdagoperpetuaría los rasgos fundamentales deuna forma de existencia arcaica anteriora la etapa terrestre. Su patria de origensería la que R. Steiner denomina la An-tigua Luna llamada así porque la lunaactual sería la escoria. La Ciencia espi-ritual la describe como siendo la fase demanifestación precedente de nuestra Tie-rra actual. En este planeta la densidadmaterial no llegó más que al estado deelemento líquido, la solidificación mi-neral no existía. La vida toda ella fluidase derramaba en una oleada vital sin lí-mite de forma y de duración. Así que losreinos vegetal y animal no estaban dife-renciados como lo están actualmente ynuestro viscum album sería un “animal-planta” de la Antigua Luna, trasplanta-do en las condiciones de vida de la tie-rra sin haber sido fundamentalmentemodificado. Lo cual explicaría su fun-cionamiento muy particular y de carac-teres específicos de su patria de origen.

De su naturaleza antigua, el Muér-dago ha mantenido una energía e infor-maciones ciertamente determinantes ensu función terapéutica.

UN COMPORTAMIENTO DE“EXTRATERRESTRE”

Para apoyar este concepto que po-dría parecer insólito a más de un botá-nico, vamos a interesarnos un poco so-bre los comportamientos de este extra-ño vegetal que no hace nada como losotros.

Para empezar, podemos observarque el Muérdago funciona totalmente acontra ritmo. Al revés de la mayoría delas plantas, las fuerzas del verano no tie-nen poder sobre sus frutos, es el hielodel invierno el que alimentará su fructi-ficación (bayas que maduran en el mo-mento del solsticio) y su floración (enfebrero). La familia del Muérdago estáexpandida por toda la tierra. En el he-misferio sur, en Australia y en NuevaZelanda se encuentra el Viscum

Rorthalsella. África del sur, América delSur, acogen también otros pequeños pri-mos y, cosa curiosa, todos florecen yfructifican en el mismo momento. Ladiferencia estriba en que para los unos,es el verano y para los otros, es el in-vierno. Sufriendo la acción de fuerzasdiferentes, parecen todos unidos por unamemoria ancestral. Por el contrario, laeficacia terapéutica del Viscum album nose encontrará en los Muérdagos del he-misferio sur.

Otro hecho singular del Muérdago,es que no cambia de aspecto. Dejandoaparte la formación de las flores y lasbayas, el Muérdago no amarillea jamás,no se marchita, no se seca. Durante todoel año verdea en todas sus partes, conese verde dorado que le es propio. Eltiempo parece resbalar sobre él, perma-nece ajeno al ritmo de las estaciones.Pierde muchas de sus hojas cada dosaños pero aún así, lo hace hoja por hoja,aun cuando esto ni siquiera se nota...

Los procesos mórbidos no parecentener efecto sobre él. No olvidemos queen la Antigua Luna, la vida se desarro-llaba de modo totalmente fluido, porconsiguiente más viva. La muerte y la

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substancia muerta no aparecieron másque con la densificación terrestre. Almaterializarse la vida incorpora las fuer-zas de la muerte. El Muérdago tiene tanpoca afinidad con los procesos dedensificación que, ni siquiera en unaedad avanzada, llega a a lignificarse.Apenas si se observará una expansión desus tejidos en la base, allí donde se“arraiga”.

Igualmente se observa que, para dis-tinguirse de los demás vegetales, elMuérdago escapa totalmente a la pesa-dez terrestre que reina en el mundo ve-getal. Para el Muérdago, excéntrico almáximo, estas nociones de arriba y aba-jo no tienen ningún sentido. Fuera de laley de las energías terrestres, puede echarvástagos horizontalmente si el grano estásujeto sobre el lado del árbol o bien tam-bién cabeza abajo si el grano ha germi-nado por debajo de la rama.

De su naturaleza “extra-terrestre”habrá que retener igualmente su fisono-mía de plántula, como detenida en unestado de inmadurez. Con las plantasordinarias, la plántula es el punto de par-tida del vegetal propiamente dicho. Em-brión formado de dos hojasindiferenciadas llamadas cotiledóneos,depende todavía para sobrevivir de loselementos nutritivos contenidos en lasemilla. A continuación el vegetal aban-dona este estado de plántula una vez quese ha unido a las substancias mineralesterrestres. A partir de este momento seconvierte por entero en una planta apar-te, autónoma, adulta, manifestando suscaracterísticas especiales, reflejos de lasfuerzas terrestres y cósmicas. Con elMuérdago esta inserción en lo terrestre

no tiene jamás lugar de modo que la for-ma de plántula se repite hasta el infini-to. En cierto modo, el Muérdago subsis-te en el embrión.

EL MITO DE BALDER

Esta idea ilustrada por el Mito deBalder está sacada de L’Edda, una co-lección de relatos de la mitología nórdi-ca. Recogidos y redactados por un islan-dés, Snorri Sturlson, a finales del siglodoce, los poemas que lo componen seremontarían a épocas muy antiguas.

La historia nos relata la muerte deBalder, hijo de Odin y dios de la Luz yde la Belleza. Ningún dios lo iguala ensabiduría y en pureza. Y por otra parte,todos aman a Balder. Todos salvo uno.Loki no es un dios sino el hijo de un gi-gante. Celoso de Balder y de lo que ésterepresenta, un día decide hacerlo desapa-recer. Por la noche, Balder tiene sueñossombríos que le anuncian su muerte.Alertados e inquietos, los dioses se re-únen en consejo sobre las decisiones atomar. Frigga, la madre de Balder, tieneuna idea y decide emprender un viaje através de toda la tierra a fin de pedir atodas las criaturas terrestres que prestenjuramento de no dañar jamás a Balder.Todos los minerales, los vegetales, losanimales se comprometen a ello. Tran-quilizados, los dioses se divierten gol-peando a Balder con toda serie de pro-yectiles, sabiendo que en lo sucesivo esinvulnerable. Y efectivamente, todas lasarmas caen antes de alcanzar a Balder.

Intrigado, Loki se presenta anteFrigga, disfrazado de vieja y le pregun-ta por lo que hacen los dioses. Frigga leexplica el viaje emprendido para asegu-rar la seguridad de Balder y de qué modo

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todo lo que vive en la tierra había jura-do de no hacerle nunca daño. Pero aña-de: “Todos, salvo un pequeño arbolitoque se llama Muérdago. Éste me ha pa-recido demasiado joven, demasiado in-significante para que le exigiera una pro-mesa”. Cuando Frigga se fue, Loki salea la búsqueda del Muérdago, lo arrancay fabrica una flecha y la lleva al lugardonde los dioses se divertían. Hoder, elhermano de Balder que es ciego, se man-tiene sentado apartado del juego. Lokile propone que le ayude a participar enla diversión de los dioses y para ello letiende la ramita de Muérdago, recomen-dándole que la tire con todas sus fuer-zas y él, Loki, estará allí para dirigir sutiro. Hoder acepta con alegría y lanza elMuérdago con fuerza siguiendo las in-dicaciones de Loki. La rama traspasa elcorazón de Balder que cae repentina-mente muerto.

El simbolismo de este relato ilustraperfectamente la idea de que el Muérda-go no forma parte de los seres terrestres.Balder encarna la fuerza solar de la tie-rra. De esto se deduce que toda vida na-cida de la tierra está ligada a él y no pue-de dañarle. A excepción del Muérdagoque es ajeno a esta matriz terrestre, pues-to que es el vestigio retardado de otromundo. Frigga describe el Muérdagocomo un ser “demasiado joven”, comono habiendo alcanzado la madurez de lasplantas terrestres. Ha quedado como unaespecie de “animal-planta”, un embriónde planta terrestre.

RAMA Y LA PLANTA SAGRADA DE LOSDRUIDAS

Todos los grandes relatosmitológicos están enraizados en un ver-

dadero conocimiento de la naturalezaesencial del mundo. Las migajas quetodavía son accesibles siguen siendo cla-ves preciosas para nosotros. Es por esoque encontramos en la Epopeya de Ram,el origen del muérdago como planta sa-grada de los druidas.

Ram o Rama en los relatos hindúes,es un iniciado, un conquistador y el le-gislador que va a crear en el corazón deAsia, de Irán, hasta en la India, un cen-tro que irradia, una impulsión espiritualde donde van a salir mucha tradiciones.

Es en la antigua Escitia, que va des-de el océano Atlántico hasta los marespolares, que Rama aparece. En esta épo-ca, los hijos de los hiperbóreos ponenen pie gigantescas piedras en la natura-leza y los druidas visionarios profetizanbajo los árboles. Es en el corazón delbosque, a la sombra de las encinasmilenarias que la antigua raza blanca hareconocido la expresión de lo Divino.

Los druidas que en principio esta-ban noblemente inspirados se vuelvencrueles y ambiciosos. Los dioses recla-man sacrificios humanos y el pueblo seencierra en las supersticiones.

Rama es por entonces un sacerdotelleno de dulzura y de sabiduría que as-pira a la Ciencia de lo Divino. Conocelos secretos de las plantas y el poder delos astros. También ve el futuro de lascosas, los druidas le llaman “Aquel quesabe”. Rama se rebela y se preocupa porestos cultos fanáticos, cuando otro azo-te se abate sobre la población. Los hom-bres mueren a millares, alcanzados porla peste. El joven druida ve en ello elsigno del castigo celestial y tiembla porel porvenir de su raza.

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Una tarde, después de haber medi-tado largamente sobre las desgracias desu pueblo, se queda dormido bajo unaencina, en un claro del bosque. En susueño oye una fuerte voz que le llamapor su nombre. Abriendo los ojos des-cubre ante sí a un hombre vestido comoél con el ropaje blanco de los druidas yve que lleva en la mano una vara alrede-dor de la cual se entrelaza una serpien-te. El desconocido, sin una palabra, lotoma de la mano, lo hace levantar y lemuestra en el árbol bajo el cual está co-bijado una rama muy bella de Muérda-go, y la señala como el remedio busca-do. Antes de desaparecer le confía losdiferentes modos de preparar el Muér-dago. Al despertar, Rama se apresura acoger y a preparar el Muérdago siguien-do las indicaciones del desconocido.Mezclado en un licor fermentado hacebeber este nuevo brebaje a un enfermoque se cura, después a un segundo en-fermo, a un tercero y obtiene así cientosde curaciones que le hicieron célebre entoda Escitia.

Rama confió su descubrimiento a losdruidas de su tribu añadiendo que teníaque mantenerse en secreto entre la castasacerdotal. Este acontecimiento fue elorigen de un culto nuevo: el Muérdagose convirtió en una planta sagrada. Acontinuación Rama partió a la conquis-ta de la India, arrastrando con él a la élitede su raza. Será el fundador de un nue-vo orden social y espiritual. De este cen-tro que irradia saldrán a modo de enjam-bres diferentes colonias a través de Asiay Europa. Sólo los celtas de Europa con-servaron el Muérdago de Encina comoplanta sagrada.

LA SIMBÓLICA PLANTA CELTA

A través de los diferentes nombresutilizados por los druidas para señalarel Muérdago, se adivina la elevada con-sideración de que éste era objeto asícomo su papel iniciático en las tradicio-nes celtas antiguas. Se le llama “Aque-llo que lo cura todo”, “Remedio univer-sal” o bien también “Hierba de la Cien-cia”. El término druida nos aclara ya sufunción y el papel sacerdotal del Muér-dago en los rituales druidas.

Dru = raíz griega que señala la Encinacomo el arquetipo de todos los árbo-les.Deru = raíz celta que quiere decir En-cina y también fuerza.Vid = raíz latina indicando el Muérda-go.Wissen = en alemán indica sabiduría.Widu = raíz celta que indica el bos-que.(Para los celtas es en el bosque dondese encuentra el Conocimiento).La Asociación de la Encina y del

Muérdago es, pues, la representaciónvegetal del druida, que encarna comoella la Fuerza y el Conocimiento. LaEncina, el árbol cósmico de los celtaspero también la imagen de la encarna-ción terrestre del hombre, lleva el Muér-dago, planta celestial, símbolo de la in-tuición espiritual. El druida es el hom-bre que alcanza el Conocimiento divi-no, y es el mediador del Cielo y de laTierra.

El autor latino Plinio nos explica:“Los druidas celtas no tienen nada mássagrado que el Muérdago y el árbol quelo lleva, sobre todo si se trata de unaencina- roble, el árbol cósmico de losceltas”.

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Los ritos sagrados son indisociablesde la Encina y del Muérdago. Se encuen-tra la visión del Muérdago como plantacósmica en el ceremonial de la cosechadonde tiene que ser recogido con una hozde oro en un paño blanco y que sobretodo no toque la tierra bajo pena de per-der sus poderes mágicos.

En los relatos populares se dice quellega del cielo, traído por el rayo, pues¿no contiene en sí el germen de la luz?Y el Tordo, animal celestial por excelen-cia, ¿no asegura su diseminación?

EL MUÉRDAGO Y LA LUNA

Hemos visto más arriba la afinidaddel Muérdago con el medio acuoso, suconsistencia toda plasticidad y la impe-riosa necesidad para él de echar vásta-gos en un substrato líquido y vivo. Laluna reina sobre los elementos acuáticosy es ella la que regula las mareas y lasmenstruaciones de las mujeres. El Muér-dago lleva su firma. En pleno inviernose pueden ver estas pequeñas bayas blan-cas de formas esféricas, completamentelunares, llenas de una substancia límpi-da, translúcida y luminosa.

No sólo sus frutos son esféricos, sinoque se desarrollan de modo esférico. Noes por casualidad que se diga una “bolade Muérdago”. Al cabo de algunos años,forma un “globo” perfecto en el que nose puede discernir ni arriba ni abajo, niprincipio ni fin y que flota en el espa-cio, encerrado en sí mismo, constituyen-do un espacio de vida que le es propio.Insertado en el espacio terrestre y al mis-mo tiempo aislado de este espacio, llevaa cabo lo que tiene que hacer.

Su cosecha se efectuaba en funciónde las fases lunares. Siempre, según

Plinio: “La cosecha del Muérdago teníalugar el sexto día de la Luna, día escogi-do porque la Luna está ya en toda su ple-nitud sin estar a medio trayecto”. La re-cogida del Muérdago se hacía pues laséptima noche a contar desde la lunanueva más cercana del solsticio de in-vierno (momento en que el Muérdagollega a la plena madurez y adquiere todasu fuerza y sus cualidades.)

Hay que recordar que los celtas con-taban el tiempo en noches y no en días,poniendo el acento en las fuerzas por lle-gar, en las energías de crecimiento y nosobre las que llegaban a su término, lascuales con este hecho ya anunciaban sudeclive. Para los celtas la noche es la queda nacimiento al día, la luz está conte-nida en las tinieblas, como el Ser naci-do del no-Ser. Además, la noche favore-ce la eclosión del mundo interior, es elreino del sueño y de la Luna.

Señora del tiempo, la Luna enseñaque la vida es ritmo, que después de lomás viene lo menos, pero que no existeaniquilación.

Por su facultad de resistencia al de-sarrollo normal de las estaciones, de ig-norar los procesos mórbidos, de mani-festar la vida, el Muérdago encarna lafuerza vital que subsiste más allá de lasapariencias. Símbolo del alma inmortalque traspasa la muerte, como el Muér-dago, el invierno. Esta capacidad de ac-tuar contra el ritmo, de oponerse a algu-nos ritmos, hace del Muérdago una plan-ta de elevado valor terapéutico en laspatologías cancerosas.

En la tradición druida el Muérdagoes, al mismo tiempo, remedio y plantainiciática.

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LA RAMA DE ORO

Es en el poema épico de Virgilio, La

Rama de oro, sacado de la Eneida, queencontramos la idea del Muérdago comoplanta de vida, capaz de luchar contra lamuerte.

En la mitología griega, Enéas es unpríncipe troyano, único jefe supervivien-te de la guerra de Troya. Hijo deAfrodita, está comprometido en un bri-llante destino, pero como todos los hé-roes deberá enfrentarse a terribles prue-bas. Eneas, a fin de seguir su destino,tiene que volver a encontrar a su padreAnchiso, muerto hace algún tiempo,quien tiene importantes revelaciones quehacerle. Eneas tiene que descender alHades, los mundos subterráneos. Pero nose trata de un viaje que se emprenda a laligera, no se da al común de los morta-les tener acceso a lo que únicamente lamuerte autoriza. Eneas va, pues, a en-contrarse con la Sibila de Cumes, mujerde gran sabiduría que le aconsejará. LaSibila acepta guiarle hasta los mundossubterráneos, al mismo tiempo que leadvierte de que la dificultad no está enentrar en ellos sino en volver a salir. Paratriunfar en su empresa tendrá que encon-trar la rama de oro que brota sobre unárbol del bosque. Solo la rama de oro lepermitirá entrar en el Hades, cruzarlo yvolver sobre sus pasos.

En el bosque, Eneas encuentra larama que le indican dos palomas. La tra-vesía se anuncia terrible. Bajo sus ojosse desarrollan todos los males de la hu-manidad: hambres, guerras, enfermeda-des, todo lo que siembra la muerte y laangustia. Asustado, Eneas quiere huir,pero la Sibila le dice que no tiene nada

que temer a condición de que no apartede sus ojos la rama de oro. Después demuchas pruebas, Eneas se encontrarácon su padre y podrá abandonar el Ha-des gracias a la rama de oro.

En el mito de Eneas, la rama de oroes con toda seguridad nuestro Viscum

album que aparece aquí como una pren-da de inmortalidad y de victoria sobrela muerte. Es la planta mágica que per-mite abrir los mundos subterráneos y queprotege de la muerte.

El Muérdago protege a Eneas y leguía en las tinieblas, es la luz que per-mite triunfar de las tinieblas del domi-nio de Plutón y de salirse de ellas, deresucitar pues. Es el símbolo de la luziniciática, permite el acceso a lo que ha-bitualmente no es accesible al común delos mortales, es la planta que aporta elConocimiento. No olvidemos que en laexpresión rama de oro, hay el oro, elmetal solar unido a la vitalidad incorrup-tible y destinado a los ritos sagrados. Losdruidas fabricaban un Elixir a partir delMuérdago llamado “Brebaje del Cono-cimiento” que acompañaba algunos ri-tuales iniciáticos.

EL MUÉRDAGO, PLANTA DE LUZ

Hay muchas antiguas creencias po-pulares que atestiguan la relación queestablecía el Muérdago con la luz, sedecía que el Muérdago contenía la si-miente del fuego depositado por el rayo(lleva en sí el germen del Conocimien-to). Esta luz, el Muérdago la interiorizafísicamente con fuerza, posee una capa-cidad para absorber la luz que es extraor-dinaria. Eso puede verse observando eninvierno la substancia translúcida de lasbayas que el sol atraviesa. El hecho de

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que igualmente todas las partes de laplanta sean verdes, indica su fuerte con-tenido de clorofila. La clorofila es el re-sultado de la fotosíntesis, proceso espe-cífico del mundo vegetal por el cual laplanta absorbe el gas carbónico y la ener-gía luminosa del sol. Y en el Muérdagotodo es verde, las bayas le duran alrede-dor de seis meses antes de madurar, lasflores son de un verde amarillento, in-cluso el embrión es verde. Pero es unverde dorado, luminoso el que mora enel Muérdago, es la rama de oro. Una vezseco, el Muérdago se transforma en unramillete de oro.

El Muérdago absorbe la luz conmucha intensidad en este mundo oscuroque es el invierno y eso en loshabitáculos donde casi no recibe luz ex-terior.

Y como decididamente es original,cuando los granos de los demás vegeta-les tienen necesidad de sombra para ger-minar (les hace falta la penumbra de latierra) el grano del muérdago no germi-na más que si está expuesto a pleno día,privado de luz pierde todo su poder degerminación.

LAS RELACIONES DEL MUÉRDAGO YDEL ÁRBOL

Se ha visto, pues, que el Muérdagolleva un mensaje de vida, de protección.Resultaría incomprensible entonces queno hiciera que su huésped se aprovecharade sus beneficios. Durante mucho tiem-po se ha creído y se ha dicho que elMuérdago era un parásito del árbol, con-sumiéndolo hasta morir. En realidad elMuérdago no toma del árbol más que lasabia bruta (agua y sus minerales depo-sitados por las raíces del árbol y aspira-

dos hacia la cima). En cambio, el Muér-dago va a transmitirle sabias elaboradas,ricas en substancias nutritivas yanticuerpos bajo formas de encimas.Para los antiguos, el Muérdago era con-siderado como el corazón viviente delárbol dormido. Si tenía que cortarse unárbol, ante todo era necesario cortar elMuérdago sino el árbol sería invulnera-ble...

En la naturaleza el Muérdago reali-za una función importante puesto que nose instala más que sobre árboles frági-les, en estado de debilidad, para permi-tir que se mantengan con vida. Se le en-cuentra también en árboles donde lascondiciones de vida son desfavorables(algunas energías telúricas). Durante seisaños, en Normandía, se ha llevado a cabouna experiencia sobre manzanos porta-dores de muérdago. Durante todo esteperíodo, cada primavera se han despo-jado de sus hojas a todos los árboles, queno estaban, pues, en estado de elaborarsu fotosíntesis al no poseer ninguna hoja.Los árboles han sobrevivido...

El Muérdago ayuda y sostiene el ár-bol. Tiene el poder de reconocer las es-tructuras de células no fisiológicas, dereparar disfunciones celulares y de ac-tuar en consecuencia, gracias especial-mente a las lectinas, substancias cuyafunción es la de frenar la división celu-lar, la formación de tumores y la de re-crear conexiones cuando se instalan fun-cionamientos demasiado autónomos (ej.patologías cancerosas). Para el árbol,como para el cuerpo humano, el Muér-dago crea un espacio de vida que no se-ría posible sin él. Según sea el árbol so-bre el cual brote, el Muérdago desarro-

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llará cualidades diferentes.

NAVIDAD, FIESTA DE LA LUZ

Junto con el Acebo y el Abeto delnorte, el Muérdago aporta su mensaje devida que alcanza todo su sentido en elmomento de la Navidad y de las fiestasde fin de año. La Navidad, antigua fies-ta pagana del solsticio de invierno, re-presenta el momento más oscuro del añoy al mismo tiempo aquel en que el solva a ascender muy pronto en el cielo.Paso obligado donde el hombre tiene queatravesar sus propias tinieblas parareencontrar la luz. Mientras que la fies-ta de San Juan conmemora la manifes-tación de la fuerza solar en toda su ple-nitud, la Navidad nos invita areencontrarnos de nuevo con nuestra luz

interior.. Es el tizón conservado del fue-go ritual del solsticio de verano quealumbrará la leña de la Navidad en lachimenea. Gesto por el cual se juntan laluz cósmica y la luz de nuestra concien-cia divina.

La costumbre de colgar el Muérda-go en las casas para las fiestas de fin deaño habla del deseo en lo más sombríodel invierno de recordarnos nuestra na-turaleza espiritual. Es en este momentoque el Muérdago encarna realmente lapromesa de que de la oscuridad mássombría nace siempre la luz.

(De LE LOTUS BLEU,diciembre 2004.)

Cada uno de nosotros ha experimentado la vida hasta cierto punto. Aunque las condiciones pue-

den variar según sea nuestra situación,todos hemos conocido el sufrimiento, ladecepción, el desespero, el placer, cier-ta felicidad y tal vez el júbilo. Comoteósofos, cada uno de nosotros tiene algoque hacer en el mundo; sin embargo te-nemos la sensación de que aunque viva-

mos en él no pertenecemos totalmente aél. Parece que el brillo del mundo ya notiene para nosotros ese glamour que tie-ne para los que viven totalmente en elmundo y pertenecen a él.

El ser miembros de la SociedadTeosófica no nos otorga ninguna supe-rioridad, ni tampoco nos da más prerro-gativas que al resto de la humanidad,pero indica que estamos buscando una

UN SENDERO PROPIO DE CADA UNO

Tran-Thi-Kim-Dieu

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vida que tenga significado, y que eseestilo de vida con significado nos lleva-rá a todos, antes o después, hacia el sen-dero espiritual,. La diferencia consisteen que estamos buscando una manera devivir que valga la pena.

En el pequeño libro A los pies del

Maestro, podemos leer:

En todo el mundo sólo hay dos tiposde personas, las que saben y las que nosaben; y este conocimiento es lo queimporta. La religión a la que un hom-bre pertenezca, la raza, todo esto no esimportante; lo verdaderamente impor-tante es el conocimiento del plan dedios para los hombres. Porque dios tie-ne un plan y ese plan es la evolución.

La palabra “dios” aquí no represen-ta a un dios personal; significa la natu-raleza más profunda de lo que existe. Po-demos llamarle lo Divino. La literaturateosófica habla extensamente del cono-cimiento del plan divino de la evolución.Es el conocimiento del alma espiritual,el Yo Uno, que revela a la humanidad elfuturo del alma humana, que es gloriosoy no tiene límites.

La Voz del Silencio habla de tresvestíbulos: el Vestíbulo de la Ignoran-cia, el Vestíbulo del Aprendizaje y elVestíbulo de la Sabiduría. La humani-dad está viviendo actualmente en el pri-mer vestíbulo, el de la ignorancia, y ¡lapeor ignorancia es la de no saber que sees ignorante! La mayoría de los sereshumanos son ignorantes pero ni siquie-ra lo saben. Sin embargo, irónicamente,tenemos la certeza inconsciente de quesabemos cosas. Si reconocemos que so-mos ignorantes, podremos buscar el co-nocimiento y finalmente adquirirlo.

Más de una vez, en la Joya suprema

del Discernimiento (Vivekachudamani),el maestro llama al discípulo “hombresabio”. Realmente, los discípulos espi-rituales son individuos sabios en ciertomodo; han visto su ignorancia y por esointentan ponerle remedio pidiéndolesinstrucciones a los maestros espiritua-les. La acción de pedir instruccionesdemuestra que quieren aprender.

Pero ¿qué deberíamos aprender ycómo hacerlo? Se pueden aprender dis-tintas habilidades, como la habilidad téc-nica para conducir un coche, para pilo-tar un avión o usar un ordenador. Paraello puede que tengamos que esforzar-nos y hacer algún sacrificio en otroscampos. Esto forma parte del método yno podemos ignorar ni olvidar los requi-sitos si queremos conseguir esa habili-dad deseada. El aprender habilidadestécnicas es algo que no acaba nunca,porque la tecnología evoluciona y vasuministrando cosas nuevas que excitanla curiosidad de la mente humana. Y lomismo pasa con la acumulación de in-formación. Vivimos en el mundo de lainformación, donde se mandan billonesde megabites de información a todo elplaneta. Como la red de información cre-ce cada vez más en tamaño y en com-plejidad, podemos quedar atrapados enella si no estamos atentos. Como vivi-mos en el mundo, no podemos negarnosa aprender habilidades. Pero si nuestraevolución espiritual nos importa real-mente, hemos de limitar nuestros esfuer-zos en la línea de acumular informacióny de aprender nuevas habilidades. He-mos de saber discernir, y aquí otra vezpodemos leer un valioso consejo en ellibro A los pies del Maestro:

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Por más sabio que ya seas, en este Sen-dero tienes mucho que aprender; tan-to, que aquí tendrás también que dis-cernir y has de pensar con cuidado quées lo que vale la pena aprender. Todoconocimiento es útil; y un día tendrástodo el conocimiento; pero mientrassólo tengas una parte, procura que seala parte más útil.

¿Cuál es la parte más útil del cono-cimiento? Depende de la motivación delestudiante. Le elección de lo más útil sehace de acuerdo con lo que se definecomo digno de aprender. Para una per-sona totalmente perteneciente al mundoy cuya motivación se base en objetivosegoistas y materialistas, el interés estarápuesto en adquirir más riqueza y poder.Para una persona que viva en el mundopero que ya no pertenezca a él, la moti-vación puede ser muy distinta, porquepara ella hay “cosas más grandes que lariqueza y el poder, cosas que son realesy duraderas”.

Pero ¿cuáles son estas cosas que sonreales y duraderas? ¿Cómo podemos te-ner la más mínima idea de ellas si conti-nuamos estando bajo el hechizo de loirreal? El estilo de vida, la manera depensar, las acciones rutinarias, confor-madas según las tendencias mundanasy los motivos egoistas, son nubes quevelan la visión clara de lo que es real. Elmundo en el que vivimos es un mundode apariencias. Si no podemos ver másallá de esas apariencias, nunca podremosalcanzar la visión de lo real. Uno de losMaestros señaló que una de las mayoresdificultades que tenía cuando enseñabaa los discípulos era la de que aprendie-ran a liberarse de su dependencia de lasapariencias. Y para hacer eso, los discí-

pulos primero tienen que desaprender.El condicionamiento es el resultado

de lo que llamamos nuestros anteceden-tes, constituidos por la cultura racial, laeducación familiar, la educación inte-lectual y la religiosa. Todo ello son comocapas de colores artificiales pintadossobre la madera natural, que sería la na-turaleza fundamental del individuo.Cuando aprendamos a desaprender esosantecedentes, empezaremos a deshacerlos condicionamientos.

Al principio podemos observar quelo que creíamos real no lo es. Podemostambién darnos cuenta de que lo queconsiderábamos importante no lo es.Todo el proceso consiste en ir quitandocapas de esa pintura artificial, una trasotra, hasta descubrir la madera naturaldel verdadero Yo. En ese instante nues-tra visión cambia y adopta un ángulomás amplio para contemplar la vida demanera diferente.

Cambiar nuestra visión no consistesolamente en hacer un reajuste según lascircunstancias, algo que podría tomarsecasi como una artimaña para esquivarlas dificultades de la vida. Un cambiode visión no significa tampoco un com-promiso, aunque como consecuenciadirecta, las escalas de valores vayan ca-yendo una tras otra, y se sustituyan porotras más valiosas. Esto puede continuardurante mucho tiempo, hasta encontrarla escala basada en las virtudes univer-sales y aceptarla totalmente como crite-rio último de nuestro pensamiento, pa-labra y acción.

Lo mismo ocurre con las ideas y losconceptos, que son “cosas”. Aunque lospensamientos sean más sutiles que los

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objetos materiales, no por ello son me-nos “cosas” en el escenario de la mani-festación. En el proceso del aprendiza-je, los pensamientos se sustituyen porotros más profundos que nacen de unacomprensión más profunda. Esta com-prensión, si es la adecuada, no es distin-ta a la visión interna.

El discernimiento implicará de for-ma natural una motivación correcta y alfinal acabará por abolirla. Esto ocurreporque la motivación indica la presen-cia del yo, mientras que la acción altruis-ta nunca tiene motivo alguno. El discer-nimiento hará avanzar al estudiante ha-cia la comprensión de la naturaleza dela acción misma.

Así pues, cambiar la visión, refinarlos conceptos, poner en práctica la ac-ción correcta como resultado del discer-nimiento, son las consecuencias delaprendizaje. A un nivel más sutil, podría-mos decir que este aprendizaje es elaprendizaje espiritual, que es también lalimpieza de la naturaleza humana inter-na. En otras palabras, este aprendizajees la purificación. Cuando adopta la for-ma de una investigación sobre la natu-raleza de todo cuanto existe, mediantela reflexión y la meditación, ayuda alestudiante a descubrir el verdadero Yo.Así el aprendiz va avanzando, paso apaso, desde lo irreal hasta lo real.

El camino que va desde lo irreal alo real no es un camino bien pavimenta-do en el que se encuentran sombreadosrefugios para acoger al viajero cada vezque se sienta cansado. El viaje desde loirreal a lo real no es automáticamente unviaje seguro, como se dice a menudo,esperado y deseado. Al contrario, es un

viaje peligroso del cual el viajero no sal-drá siempre ileso. Incluso puede llegar aperder la vida antes de completarlo, por-que los peligros son tan numerosos comolas debilidades del viajero; por consi-guiente, el peor enemigo que tiene elviajero es él mismo. Los peligros que seenumeran en Luz en el Sendero son laambición, el deseo de la vida, el deseode las comodidades y sensaciones, elsentido de la separatividad y el anhelode crecimiento. Cada uno de ellos, nosaconsejan, deberá ser “aniquilado”. Ade-más, el orgullo se identifica como el peorobstáculo de todos.

El orgullo adopta un gran número deformas, desde la más burda a la más su-til. Le hace sentir a una persona mejorque las demás, si no la mejor de todas.De forma insidiosa, le susurra al orgu-lloso que todo el mundo debería reve-renciarle y que le deben una atenciónespecial. A sus ojos, resulta del todo evi-dente que las cosas deberían ir según sucriterio, porque él sabe más que todoslos demás. El ejemplo más elocuente lopodemos encontrar en la personalidaddel Sr. Hume, a quien uno de los Maes-tros calificó de “monumento de orgullo”.El Sr. Hume les pedía instrucciones, peroen el fondo de su mente estaba la creen-cia constante de que él sabía más queellos cómo enseñar y a quién. Todos no-sotros podemos ser un ”pequeño” Humeen nuestra vida diaria pero sólo lo ave-riguaremos si nos observamos atenta-mente y con honestidad.

Entrar en el Sendero significa novolver ya al Vestíbulo de la Ignorancia,sino intentar avanzar hacia una com-prensión mayor. Cada peligro puede con-

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siderarse con un obstáculo a superar yconquistar, hasta lograr conquistar el úl-timo de todos. Este punto de inflexiónno es sino un acto de la voluntad con elque decide no dejar que nuestra almasiga flotando sin rumbo fijo una vida trasotra. Entrar en el Sendero correspondeal momento en que uno toma las riendasde su vida y de su destino, resistiendolas tempestades que han generado nues-tra ignorancia o nuestras acciones pasa-das, y que nos zarandean por el océanodel “llegar a ser” o samsara. Sólo cuan-do tomamos la decisión de coger las rien-das de nuestro destino y tenemos la per-severancia necesaria para mantener estadecisión, empieza el sendero espiritual.No antes.

El Sendero es el sendero del apren-dizaje y del servicio. Uno deja el Vestí-bulo de la Ignorancia y cruza el umbralque lleva al Vestíbulo del Aprendizaje.Mientras va aprendiendo, se le aconsejaal discípulo diferenciar entre el apren-dizaje intelectual y la sabiduría del alma,como dice La Voz del Silencio:

Antes de dar el oprimer paso, aprendea diferenciar lo verdadero de lo falso,lo pasajero de lo duradero. Aprende,sobre todo, a separar el aprendizajeintelectual de la Sabiduría del Alma,la doctrina del “Ojo” de la doctrina del“Corazón”. Sí, la ignorancia es comoun recipiente cerrado y sin aire; y elAlma es como un pájaro encerrado den-tro... Pero incluso la ignorancia es me-jor que el aprendizaje intelectual sinSabiduría del Alma que lo ilumine y loguíe.

El aprendizaje intelectual es sólo unfertilizante para que crezca el orgullo.Aumenta el sentido de la separatividad

y enaltece el ego personal. Todos losmaestros espirituales han advertido a susdiscípulos contra el pecado del orgullo.Hasta el último momento, el orgullo pue-de ser una causa potencial de nuestracaída. El estudiante tiene que mantenerconstantemente su mirada hacia el inte-rior, para evitar alimentar cualquier tra-za de orgullo y para intentar “aniquilar-lo” como una enfermedad del alma.

Se nos advierte así en La Voz del

Silencio:

En el Vestíbulo del Aprendizaje tu almaverá florecer las flores de la vida, perodebajo de cada flor hay una serpienteenroscada.

Esto puede significar que el apren-dizaje contiene la promesa del conoci-miento, pero cada vez que el conoci-miento alcanza un cierto nivel de éxito,detrás suyo está el peligro del enamora-miento de sí mismo, como una serpien-te siempre dispuesta a morder mortal-mente.

La humildad es como un escudo pro-tector. Por esto en La Voz del Silencio,nos aconsejan:

Se humilde, si quieres alcanzar la sa-biduría.Se más humilde todavía cuando hayasdominado la sabiduría.Aprender es un proceso intermina-

ble. Igual que lo es también el Sendero.Pero como hemos dicho, cuando el pro-ceso es el correcto, tendremos acceso aldiscernimiento como preludio de la Sa-biduría. Esa Sabiduría es la luz interiorque ilumina el camino del estudiantehacia el descubrimiento del plan divinoque es el plan de la evolución.

Este sendero, en mi opinión, es el

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mismo que el camino que HPB nos des-cribe como “arduo y espinoso, un cami-no que lleva hasta el corazón mismo delUniverso”. La frase del vidente contem-poráneo, J. Krishnamurti, afirmando que“La Verdad es una tierra sin caminos”no es una negación del camino de HPB,como puede parecer a primera vista.Porque, si existiera algún camino haciala Verdad, este camino conduciría nece-sariamente al corazón del Universo, quees también el corazón del Yo Uno. Pero

no puede ser un camino prediseñado. Dehecho, ¿es que existe algún otro caminoque seguir que no sea este camino, quees el camino universal y al mismo tiem-po el camino propio de cada uno? Aquívuelve a darnos una respuesta La Voz del

Silencio:

No puedes viajar por el sendero antes

de haberte convertido en el sendero

mismo.

(The Theosophist, diciembre 2004.)

ACTIVIDADES

RAMA ARJUNA

Lunes 7, 14, 21, 28 (a las 18,30h.) - Formación teosófica a cargo de C. Elósegui.Martes 1, 8, 15, 22 (a las 18,30h.) - Reunión de Rama (sólo para miembros). Estudio sobre

La Sabiduría Antigua (A.B.) A cargo de J.Garcia Lop. Coordina Fina Pastor. (a las 20h.) -Grupo de estudios - Tema: “El cuerpo mental” a cargo de Nilda Venegas. Coordina L.Villalba.

Miércoles 2, 9, 16, 23 (a las 19h.) - Grupo de Estudios. Tema: “El cuerpo astral”, a cargo deJ.García. Coordina M. Prats.

Jueves 3, 10, 24 (a las 19h.) - Grupo de estudios. Tema: “El cuerpo Causal y el Ego” a cargode J. Tarragó. Coordina J.L. Gasión. - Día 17 (a las 19h.) - Celebración del Día de Adyar.(Sólo para miembros).

Viernes 4, 11, 18, 25 (a las 20h.) - Grupo de estudios. Tema: “La Joya suprema del discerni-miento”, a cago de A. Valdés. Coordina M. Cartañá.

RAMA BHAKTI

2º Domingo de cada mes (a las 18h.) - Conferencias.Martes (a las 18h.) Coloquios teosóficos. Coordina C. Elósegui. (A las 19h.) - Reflexiones

sobre los “Yoga Sutras de Patanjali”. Coordina Pepi Pujós. (A las 20h.) Reunión de Rama(sólo para miembros).

Jueves (a las 17h.) - Estudio del libro “Conocimiento de Sí Mismo”, de I.K.T. Coordina C.Elósegui. (A las 21h.) - Curso sobre Teosofía. Coordina C. Elósegui.

Sábados (a las 17h.) - Coloquios abiertos: los retos de la vida diaria a la luz de la Teosofía.

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Coordina C. Elósegui. (A las 20h.) Práctica de meditación a cargo de J. Vergés. - 2º sábadode cada mes: (a las 17h.) - Coloquio teosófico a cargo de los miembros de la Rama.

RAMA BILBAO

Viernes 4 - Los reinos elementales, por A. Aransay. - 11 - Amarse por Mª José Vicente (de laRama Narayana). - 17 - Día de Adyar. - 18 - Caminando con Krishnamurti, por J. Lekerica. -25 - Reunión interna de Rama. Estudio de las Cartas de los Mahatmas.

Martes (a las 19h.) - Lectura de Krishnamurti, seguida de meditación. Coordina Allende.(Las actividades comienzan a las 20h. para los simpatizantes.)

RAMA HESPERIA

Todos los lunes: Conferencias libres.Todos los miércoles: Día de estudio sólo para miembros.Último sábado del mes: proyección de película video seguida de coloquio.

RAMA MOLLERUSSA

Tercer domingo de mes: charla coloquio con C. Elósegui, en c/. Lluís Companys, 22, Lleida.(a las 11h. y a las 17h.).

Todos los martes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “La Voz del Silencio” (Pláticas II).Coordina Pilar Duch.

Todos los jueves (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “A los Pies del Maestro” (Pláticas I).Coordina Joana Carcar.

Todos los viernes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “Filosofía Yogui” de Y.Ramacharaka. Coordina Josep Torres.

Todos los viernes en Mollerussa, en “Estudi Ioga” (calle Navarro, 8 (a las 20h.) - Estudio engrupo del libro “A los Pies del Maestreo” (Pláticas I). Coordina Angelina Segarra.

RAMA RAKOCZI

Lunes 14 y 28 - Grupo de meditación activa y ritual dévico. - 21 - O.T.S. - Ritual de sanación.Miércoles 2 - Curso de meditación. - 9 - Meditación a cargo de F. Pérez. Estudio grupal sobre

“La Voz del Silencio”. - 16 - Meditación a cargo de A. del Rosario. Estudio grupal sobre “LaVoz del Silencio”. - 23 - Meditación a cargo de J. Rodríguez. Estudio grupal sobre “La Vozdel Silencio”. - 20 - Meditación a cargo de F. Béjar. Tema Libre.

RAMA SAMADHI

Lunes (a las 18h.) - “Conocimiento de Sí Mismo (IKT) y “Luz en el Sendero (M. Collins).Coordinan P. Negrete y A. Pérez. (A las 19,30h.) - O.T.S. Primer lunes de cada mes: Re-unión de Rama (sólo para miembros, a las 18h.).

Martes (a las 19,30h.) - Curso básico de Teosofía, por A. Pérez.Primer jueves de cada mes (a las 19,30h.) : “Círculo de Unión”.Viernes 3º y 4º de cada mes (a las 19h.) - Estudio de La Doctrina Secreta (sólo para miem-

bros). Coordina A. Pérez.

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RAMA SHAKTI-PAT

Primer martes de cada mes (a las 17,30h.) - (Estudios sólo para miembros) - “Las Cartas delos Mahatmas”. “El Sendero del Discipulado”. “Los Maestros y el Sendero” VI Tomo de LaDoctrina Secreta de HPB. Coordina A. Guirao.

Segundo y cuarto martes del mes (a las 18,30h.) - Estudios para simpatizantes: Pláticas I. “Alos Pies del Maestro”. “La Voz del Silencio”. Meditación. Coordinan miembros de la Rama.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “ACUARIO”

Miércoles (a las 18h.) - Grupo de trabajo, sobre “El Conocimiento de Sí Mismo” deI.K.Taimni. Coordina T. de la Hoz.

Sábados (de las 17,30 a 18,30h.) - Primero, tercero y quinto - reunión de miembros.(a las 18,30h.) - Primero y tercero - Enseñanzas Teosóficas. Mesas redondas desarrolladaspor los miembros. Segundo y cuarto - Ideas Teosóficas en filósofos y científicos. Coordi-nan Chelo Villalta y Teresa de la Hoz. Quinto - Enseñanzas de Krishnamurti.

Jueves, 17 - Día de Adyar

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSOFICOS “CERES”

Lunes (a las 20h.) - 7, 14 y 21 - Estudio del libro “La Sabiduría Antigua”, de Annie Besant. 28- Charla “Tres senderod de perfección” por U. García.

Jueves 17 - Celebración del Día de AdyarSábado 12 y 26 (a las 18:30h.) - Curso básico de Teosofía. Coordina J.L. Mendoza.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “JINARAJADASA”

Todos los martes del mes (a las 18h. hasta las 21h.): 1º. Reunión de grupo. 2º. - Meditación. -3º - Estudio y comentarios de textos teosóficos. 4º - Taller de estudios.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “LA RIOJA”

Todos los viernes (a las 21,45h.) Reunión pública.

ENERO (ALTRUÍSMO)

¿Por qué ser egoístas? Si hay cosas que aprender, cosas que ver, cosas buenasque conocer para el futuro del hombre, ¿por qué no dar una oportunidad igual ala vuestra a los demás?

MEDITACIONES (Extractos de CARTAS DE LOS MAESTROS DE LA SABIDURÍA)Recopilados por Katherine A. Beechey

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CONTENIDO

EDITORIAL ................................................................................................................................3

DESDE LA ATALAYA (noviembre 2004)Radha Burnier .........................................................................................................................5

DESDE LA ATALAYA (diciembre 2004)Surendra Narayan....................................................................................................................9

EL MUÉRDAGO, UNA LUZ EN EL CORAZÓN DEL INVIERNOClaire Bonnet ........................................................................................................................12

UN SENDERO PROPIO DE CADA UNOTran-Thi-Kim-Dieu ...............................................................................................................21

ACTIVIDADES.........................................................................................................................26