Poemas:

Luís Valero

Presentación:

J.Lorea

Música:Ernesto Cortazar

INTENSO

Te quiero condenar a mis placeres, que

vivas delirante eternamente,

buscando el sendero de mis labios y el

olivo para coronar tu vientre, hambriento

de este reino empinado hasta tus

cielos.

Admíteme en tus pechos, arranca de mis labios la pasión

que llevo dentro, olorosa a pezones, a

la suavidad duplicada antes del corazòn, redonda y ambiciosa al querer para ellas las magias

de mi boca.

Agudiza el instinto, permanece allí quieta, que tus

pechos me hablen, que reciten tus

piernas, me hagan hombre tus labios,

me persiga tu ombligo y me

abrace tu vientre.

Cuando el día abre sus puertas me

quedo encerrado en ti, déjame inventar

un día contigo, amanecer en ti es

despertar todas las pasiones.

Frente a tu mar hay un nido de besos,

en tus cristales esta el cielo dormido

porque eres caricia del día y el verbo

amar conjugado en presente.

Descuida mi amor es la locura, que

anda salpicando sus latidos, quizá sea el

perfume que desprendes, la

magia que inventó tu piel, el suave

calor de libertad que viste tu cuerpo de

mujer.

Mirada de mujer, terco suspiro, que no sabe morir es

puerto eterno, donde llega el amor con sus

caprichos y deja en la piel el néctar

de lo amado.

Hagamos el amor de rodillas al cielo, que no

haya un lugar sin probar esta fiebre

hermosa y prolongada, en las risas del cuerpo,

ahogadas de placer hinchadas al besar

cuando todo es un beso erizado en la sangre.

Quisiera que me vieras en tus manos, en las

noches de tu negro pelo cuando tu

mirada me domine todo y me den un

beso tus profundos ojos negros.

Se cómplice de esta vida, que anda

buscando una puerta, para dejar sus

impulsos, la sensación de lo etéreo, el

transparente residuo de algunas horas de amor, que murieron

cualquier día.

Poemas:

Luís Valero

Presentación:

J.Lorea

Música:Ernesto Cortazar

INTENSO