Intervenir en Los Espacios Públicos de Los Centros Históricos Hispanoamericanos

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  01  INTERVENIR EN LOS ESP ACIOS PÚBLICOS DE LOS CENTROS HIST ÓRICOS HISP ANOAMERICANOS JUAN CARLOS RAMOS CORTEZ Arquitecto Doctor en Arte y Humanidades Master en Gestión del Patrimonio Histórico

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Resumen investigación sobre espacios públicos en centros históricos

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  • 01 INTERVENIR EN LOS ESPACIOS PBLICOS DE LOS CENTROS HISTRICOS HISPANOAMERICANOS

    JUAN CARLOS RAMOS CORTEZ

    Arquitecto Doctor en Arte y Humanidades Master en Gestin del Patrimonio Histrico

  • INTERVENCIONES ACTUALES.

    Esta capacidad para lograr que el presente se incorpore al pasado con un diseo apropiado y actual, no suele ser moneda comn. Lo habitual viene siendo la solucin banal o extempornea

    J. R. Moreno Garca.

    La coyuntura actual de gran parte de los centros histricos hispanoamericanos,

    muestra que las intervenciones en sus espacios pblicos se han incrementado

    exponencialmente, debido a que sus diversas tipologas se han vinculado fuertemente

    a funciones cotidianas de la sociedad en general. Por ello es comn ver actuaciones de

    cambios de pavimento, sealizacin horizontal/vertical en calles, dotacin de

    mobiliario, mantenimiento y mejora de vegetacin en plazas, etc. No obstante en el

    colectivo social siempre queda la inconformidad por los resultados, e inevitablemente

    se plantean preguntas como, por qu ya no somos capaces de construir espacios

    pblicos de calidad como los de antes y por qu no podemos utilizarlos del modo ms adecuado.

    Al margen de la percepcin ciudadana, la validez de esta pregunta queda

    reforzada si consideramos que hoy en da existen mayores avances en disciplinas que

    inciden o que deberan determinar las transformaciones de los espacios pblicos constructivos, terico-conceptuales, tecnolgicos, sociales, medioambientales,

    patrimoniales, etc. Pese a ello los resultados siguen siendo los mismos de las ltimas

    dcadas, trabajos de maquillaje urbano sobre un rostro que ya no puede ocultar el paso del tiempo y los efectos en algunos casos de la mala gestin.

    Esto indudablemente es causado porque de manera inconsciente en los

    ciudadanos de a pie, como en las autoridades y tcnicos de las instituciones

    municipales, los espacios pblicos se han convertido en estereotipos o elementos

    urbanos superficiales, que cumplen una funcin simple y que solo necesitan ser

    modificados en sus aspectos fsicos. De este modo la calle es vista y se convierte en un contenedor de movilidad vehicular/comercial y la plaza/jardn pblico en un mbito venido a menos de estancia compartida1.

    Entre las muchas medidas para revertir este tipo de situaciones, encuentro una

    que se adecua al caso particular del centro histrico de Sucre, Bolivia y es formulada

    por el arquitecto J. R. Moreno Garca. El cual plantea que se debe hacer una

    reinterpretacin cultural de los valores permanentes histrico/funcionales de los espacios pblicos, sintetizndolos en una propuesta formal contempornea, que se perciba como una insercin natural en el contexto urbano patrimonial2. No obstante debemos aclarar que por propuesta formal contempornea, no nos referimos exclusiva

    y nicamente al uso de un diseo/estilo moderno, sino ms bien a la capacidad de

    lograr que el presente se incorpore al pasado con un diseo apropiado y actual.

    Ahora bien este diseo apropiado y actual, ms all de inmediatas

    aproximaciones formales, estticas, paisajsticas o respetuosas del entorno, deberan

    fundamentarse aprovechando todas las posibilidades creativas y del conocimiento de

    nuestra poca. Para ello es fundamental establecer que la intervencin en los espacios

    pblicos del rea patrimonial, no sea nicamente un proceso de diseo similar al de

    los espacios privados cerrados rayar, cumplir normativa, hacer planos, volumetras e infografas estticamente agradables a la vista sino que debe ser entendida como

    1 J. R. Moreno Garca. La arquitectura delp. 9. 2 Ibdem.

  • un proceso mayor e integral, que est compuesto por tres grandes sub-procesos, los cuales son la: caracterizacin, diseo y gestin de los espacios pblicos.

    Cada una de estas fases representa el desarrollo de labores complejas y

    vinculadas secuencialmente; cuya esencia puede ser descrita perfecta y

    respectivamente por las dualidades: estudio/conocimiento; propuesta/actuacin;

    mantenimiento/animacin. Creemos que solamente a travs de estos medios/acciones

    se podr atender las verdaderas necesidades de los diversos actores y factores que

    convergen en los espacios pblicos patrimoniales.

    Ahora bien, el planteamiento de este sistema estructurado de transformacin

    integral de los espacios abiertos, surge o se descubre gracias a la gran cantidad y

    diversidad de material cientfico, creado sobre el tema del espacio pblico. Pero sin

    duda es el mbito patrimonial, el que permite en definitiva establecer estas tres

    directrices, a travs de uno de sus principios bsicos: conocer, para conservar y difundir.

    No obstante, el plantear que un proceso integral de intervencin en estos espacios, pasa por su caracterizacin, diseo y gestin, surge al reconocer en el caso de Sucre que existen limitaciones de tipo morfolgico, conceptual, crtico e incluso de sentido comn en los actuales proyectos que se ejecutaron o que se vienen desarrollando en el rea patrimonial. Este argumento se asienta en el estudio de estos

    espacios, los cuales sabemos que histricamente fueron escenarios que promovan la

    movilidad de bienes y personas, que repercutan en el fortalecimiento los lazos

    sociales y la vida en comunidad. Pero esta movilidad se ha desvirtuado en esta ltima

    poca, debido a que hoy se atiende principalmente las necesidades trnsito de bienes

    y servicios, de ah que las actuaciones contemporneas solo atiendan/resuelvan la

    problemtica de los desplazamientos.

    Por ello para potenciar nuestro escenario urbano, es necesario que las

    intervenciones sean integrales y que los subprocesos mencionados tiendan o

    coadyuven primordialmente a descubrir/ofrecer/mantener en las diversas tipologas de espacios pblicos el azar (descubrimiento no planificado de informacin, al caminar por una calle y encontrarse con otra gente o al ver un smbolo de informacin)

    y la claridad de su contenido (legibilidad, coherencia y de significacin de sus valores histrico-sociales). Todo ello en definitiva busca que el espacio pblico vuelva

    a ser atractivo como oferta al ciudadano pero que tambin sea fcil e inmediatamente comprendido para ser adecuadamente utilizado.

    NUEVAS OPORTUNIDADES.

    Para conocer cules son esas oportunidades, debemos entender al espacio pblico ms all del espacio urbano, es decir entenderlo como espacio heterogneo en todo el sentido de la palabra, no

    remitindose nicamente al espacio fsico sino tambin al virtual o electrnico

    D. Di Siena.

    Despus de hacer un profundo estudio de los centros histricos y sus espacios,

    queda claro que los espacios pblicos del centro histrico de Sucre as como de cualquier otra ciudad no son mbitos homogneos. Esta afirmacin se cimienta en una realidad, que demuestra que existe una diversidad de tipologas pblicas que la

    ciudad y la sociedad han ido creando a lo largo del tiempo; as tambin planteamos

    que este conjunto de espacios es producto del avance/desarrollo tecnolgico, que en

    determinados momentos dio saltos cualitativos y cuantitativos, que marcan un antes y

    un despus en los procesos urbanos. Muestra de ello fue el proceso de industrializacin

    del s. XIX, que llega a generar revoluciones urbanas a nivel mundial, permitiendo la

  • aparicin de los jardines pblicos y la creacin de nuevos equipamientos de uso

    colectivo, entre otros tantos efectos. Sin embargo desde la ltima dcada del s. XX, la

    revolucin de las tecnolgicas en comunicaciones, adquiere otros niveles y matices,

    que trastocan todo lo conocido hasta ahora, sobre los espacios pblicos patrimoniales,

    por ello decimos que: el avance tecnolgico y su difusin masiva crean nuevas oportunidades para los espacios abiertos fsicos en esta contemporaneidad.

    Ahora bien, para conocer cules son esas nuevas oportunidades, debemos

    entender al espacio pblico ms all del espacio urbano, es decir entenderlo como

    espacio heterogneo, en el sentido ms amplio de la palabra, no remitindose

    nicamente al espacio fsico, sino tambin al virtual o electrnico proceso que se inici con el paso del espacio pblico fsico, al espacio radiofnico, luego al televisivo

    y ahora al virtual Que en este momento especfico de desarrollo ya no est determinado/representado nicamente por la presencia/uso del Internet, sino por todo

    lo que representan las Tecnologas de Informacin y Comunicacin (TICS) 3.

    Cabe preguntarse, cul es el vnculo entre las oportunidades que generan las

    TICS con el espacio pblico. Pues de inicio se tiene la idea que todo lo que generan

    estas tecnologas se reduce o manifiesta en espacios privados/virtuales, ordenadores,

    mviles u otros elementos ajenos en esencia a los espacios abiertos patrimoniales. Sin embargo la creacin de un ciberespacio plantea un problema arquitectnico, pues

    coloca a la persona en el espacio de la informacin, que ya no es el espacio pblico

    fsico, sino el producido por los medios electrnicos, es decir un espacio virtual. De

    este modo no solo se transforma la ciudad en Mediacity ciudad de la comunicacin de Manchester4 sino que se modifica la forma de habitar usar/ocupar los espacios pblicos5.

    En realidad, los medios electrnicos toman posesin de espacios privados y pblicos, de modo que transforman la ciudad en una MediacityEstas sinergias, fusiones o solapamientos afectan a la forma de entender las ciudades, sus relaciones de poder y sus circuitos econmicosestas nuevas caractersticas urbansticas modifican la forma de habitar los espacios urbanos y generan nuevos protocolos sociales6

    Especficamente se afectan los espacios pblicos, porque se crean dos nuevos

    procesos: nuevas formas de socializacin, que conducen a nuevas formas de concebir los espacios de uso pblico. Sobre el primero, M. Castells, hace referencia al concepto de sociedad virtual y sociedad real, indicando que la virtualidad en que vivimos es una de las dimensiones fundamentales de nuestra realidad, vivimos

    con internet, estamos todo el da conectados a la red, porque entre otras cosas ofrece espacios de comunicacin/interaccin, de la misma manera que trabajo

    deslocalizado7. Tambin expresaba que la conexin entre lo virtual y lo presencial no

    crea dos sociedades destruyendo los sistemas tradicionales sino dos formas de relacin y actividad social, que puede ser entendida como la parte negativa de las

    3 D. Di Siena, Espacios sensibles: hibridacin fsico digital para la revitalizacin de los espacios pblicos, 2010. [En lnea]. Available: . [ltimo acceso: Agosto

    2013], p. 90. 4 El Periodico , La Ciudad de la Comunicacin de Manchester, ?. [En lnea]. Available:

    . [ltimo acceso: Enero 2014]. 5 E. Foglia, Arte en la MediaCity, 2013. [En lnea]. Available: . [ltimo

    acceso: Enero 2014]. 6 E. Foglia, Redes paralelas y cartografas detectoras: prcticas sociales y artsticas con medios locativos, 2008. [En lnea]. Available: . [ltimo acceso: Agosto 2013]. 7 M. Castells, Citilab demuestra que es posible cambiar la realidad con el poder de la imaginacin y de las ideas,

    2009. [En lnea]. Available: . [ltimo acceso: Agosto 2013].

  • TICS, pues contribuye al mayor aislamiento de las personas en una sociedad

    individualista. Pero en contraposicin tambin es cierto que favorece o puede

    favorecer a nuevas oportunidades o formas de socializacin, sobre todo en la gente

    joven que ve en estos medios un potenciamiento para la comunicacin a distancia.

    Sobre la segunda nuevas formas de concebir los espacios en la actualidad se habla acerca de que la propia tecnologa puede re-humanizar los espacios pblicos paradjicamente, pues sta les quito protagonismo debido a que las nuevas herramientas y canales de comunicacin estn despertando nuevas conciencias y

    valores colectivos. Con lo cual se cree que la introduccin de ciertas tecnologas de

    hardware social en el espacio urbano, puede ofrecer nueva informacin que complete

    a la ya existente en los espacios fsicos tradicionales e histricos; con ello no solo

    existir mayor informacin que posibilite mayor conocimiento, sino que se

    transformara la forma de crear lugares pblicos8.

    Por otro lado, el desarrollo de las TICs, no solo crea nuevas formas de

    socializacin y de concebir espacios abiertos, sino que al potenciar la comunicacin

    masiva virtual, se generan desequilibrios, teniendo ahora los circuitos mediticos ms

    peso, que los lugares urbanos tradicionales de encuentro, de formacin y soporte de

    identidad. No obstante, como en los anteriores casos, la oportunidad se encuentra en

    su problemtica, pudindose superar esta anomala actuando/operando como un medio

    de comunicacin que potencie la esencia memoria histrica/social/cultural del lugar.

    De este modo pareciera ser que las nuevas oportunidades para el espacio pblico

    estn determinadas por el grado de interaccin de la ciudad/sociedad con las TICs. Sin

    embargo si se piensa que el centro histrico y sus espacios pblicos, no deben gozar

    de este tipo de oportunidades siendo solo para la ciudad perifrica/moderna porque se contraponen a su esencia histrica, se puede caer en tres situaciones negativas o

    tensiones estructurales caractersticas de las reas patrimoniales de Amrica Latina9:

    Tensin entre riqueza histrico-cultural y pobreza econmico-social.

    Tensin entre centro urbano y centro histrico, que puede conducir a una disyuntiva interesante y peligrosa: convertirse en reducto de la memoria o

    asumir su condicin de eje del porvenir urbano.

    Tensin entre lo global y lo local, que puede conducir a una internacionalizacin indita de los centros histricos.

    En sntesis, el aprovechar estas nuevas oportunidades que se plantean para los

    espacios pblicos, puede devenir en su rescate o en su irremediable fin, por ello es

    necesario estar abierto a todo tipo de aportes multidisciplinarios y atemporales. Porque

    la oportunidad de mejorar las intervenciones en los espacios pblicos no solo pasa por

    conocer su gnesis, sus componentes y sus interacciones sociales, sino tambin en

    incorporar/adecuar/revelar esta informacin, utilizando las nuevas herramientas

    tecnolgicas que hoy cuenta la sociedad.

    8 D. Di Siena. Espacios sensibles: hibridacin fsico digital parap. 94. 9 F. Carrin Mena, Los centros histricos en la era digital, 2004. [En lnea]. Available:

    . [ltimo acceso: Febrero 2013], pp. 4 9.

  • Fuente: (1) (2) y (5) fotografas tomadas por el autor.

    (3)

    (4)

    Grfico N 1: Intervenciones en espacios pblicos de centros histricos

  • CREAR UNA NUEVA CIUDAD A PARTIR DE LO PBLICO.

    Hacer ciudad es, antes que nada, reconocer el derecho a la ciudad para todos. reivindicar el valor ciudad, es optar por un urbanismo de integracin y no-exclusin que optimiza las

    libertades urbanas

    J. Borja Sebasti.

    Existe un vnculo evidente entre espacio pblico y ciudad son muchos los autores los que lo resaltan, adems que es constatado por la realidad por ello si nos planteamos transformar los espacios pblicos, paralelamente tambin iremos

    construyendo una nueva ciudad. Que idealmente segn J. Borja Sebasti debe reconocer el derecho a la ciudad para todos, sin exclusiones y maximizando todos los

    aspectos/factores que conduzcan a generar libertades urbanas10.

    Pero al hablar de un mbito especfico, como es el C. H. de Sucre, cabe

    preguntarse, cmo podemos pretender hacer una nueva ciudad sobre la ciudad

    histrica. Debido a que es evidente que la economa, ni la sociedad local actual

    aceptaran actuaciones haussmanianas. Por ello ms all de transformaciones

    inmediatas y radicales, vemos que es fundamental intervenir en las tres aristas del

    tringulo que conlleva a la creacin/renovacin de un nuevo mbito urbano, estas son:

    Centros

    Tejidos urbanos y movilidad

    Espacios pblicos.

    Es evidente que los espacios pblicos son ahora nuestro tema de estudio y ms

    adelante se desarrollaran lineamientos para su caracterizacin, diseo y gestin.

    Tambin vale la pena indicar que en lo referido a los tejidos urbanos y movilidad, se hizo un gran avance investigativo al cursar el master en gestin del patrimonio. Por

    ello parece que queda pendiente hacer un estudio ms especfico sobre los centros. Sin

    embargo ahora podemos incidir en algunos aspectos relevantes que ayudaran a

    consolidar la idea de crear una nueva ciudad a partir de lo pblico; por ejemplo, el

    plantearse, qu hacer con los centros antiguos, para poder crear otros nuevos.

    Para ello es necesario realizar acciones de sustitucin, de la dialctica

    congestin/degradacin, por la de conservacin/transformacin. El primer

    emparejamiento pasa por evitar la especializacin terciaria, es decir que alcancen un

    equilibrio funcional e incluyan actividades predominantes comercial, residencial, cultural, turstica, etc. As tambin significa realizar actuaciones de acupuntura urbana

    mltiple renovacin de bloques de vivienda, equipamientos, etc., en los puntos ms crticos.

    Sobre la segunda dialctica, es necesario preguntarse, qu es lo que vale la pena

    conservar. Que ms all de una respuesta lgica, que mencione al conjunto urbano,

    manzanas de casas, o edificios monumentales espacios privados cerrados en primer lugar se debe buscar renovar el alcance del patrimonio histrico, debido a que creemos

    necesario conservar todo aquello ms all de su cualidad pblico/privado que es parte de la memoria colectiva, que representa monumentalidad y que transmite o

    genera un sentido de identidad, pero tambin vemos que es preciso guardar aquellos

    que sirven para producir animacin urbana diurna y nocturna. De este modo la

    creacin de nuevos centros en el rea histrica o la periferia coadyuvar a conservar los centros antiguos y a estructurar la nueva ciudad.

    10 J. Borja Sebasti y M. Herce, Proyectos urbanos y espacio pblico. Estrategiaspp. 42 44.

  • Por otra parte, el planteamiento de una nueva ciudad en esta poca de las nuevas

    tecnologas, tambin plantea nuevos retos para los espacios pblicos y las formas de

    socializacin como mencionamos anteriormente Sin embargo cabe apuntar que el reto no es tecnolgico sino cultural, porque si bien en la nueva ciudad cambian los conceptos de trabajo, de ciudadana, de familia y privacidad, es ante todo la esfera

    pblica que ha sucumbido a las tecnologas digitales11. Por ello prcticas interactivas

    que en el pasado fueron agentes y espacios de interaccin gora, iglesia, cafs, plaza pblica, tabernas, etc., hoy ya no sirven como centros organizadores, de discusin y accin poltica, pese a que siguen existiendo fsicamente. En este contexto y para

    evitar que las nuevas formas de comunicacin electrnica aslen a los ciudadanos, la

    nueva ciudad debe procurar atraer/trasladar la esfera pblica real y virtual en los nuevos procesos de comunicacin no es necesario que los miembros estn fsicamente

    presentes, es ms importante generar el proceso de opinin y debate a los lugares fsicos abiertos, donde los ciudadanos interactuaban.

    En este sentido, en la nueva ciudad pasaramos de un espacio pblico, para

    hablar de opiniones pblicas deslocalizadas en un mbito que puede ser real o virtual,

    lo que nuevamente trastoca la nocin de espacio pblico. Pues ahora se desborda su

    campo de interaccin, con lo cual es difcil seguir hablando de lo pblico nicamente

    como espacio fsico, sino ms bien como un dispositivo complejo de comunicacin,

    que opera a diferentes escalas no adscritas a un territorio, pero que a su vez estn

    interconectadas y superpuestas12. Al respecto nos parece importante destacar la

    clasificacin que hace John Keane sobre la vida pblica contempornea13:

    Micro pblicas espacios locales movimiento, sociales, vecinos, etc.

    Meso pblicas estado nacin interacciones suelen ser medidas por diarios y medios electrnicos, su difusin puede desbordar el mbito

    nacional.

    Macro pblicas alcance supranacional y global audiencias mundiales, trasciende fronteras, como por ejemplo los usuarios de

    internet.

    Es importante esta clasificacin que ordena los mltiples circuitos y flujos de comunicacin para la nueva ciudad y para las intervenciones integrales en el espacio pblico, pues es evidente que nuestro campo de actuacin centro histrico se adscribe a una escala micro-pblica, pero como la comunicacin actual no depende

    de espacios territoriales definidos, debemos procurar que el diseo de los lugares

    pblicos en el nuevo escenario urbano tenga formatos flexibles y permita la circulacin o transicin inmediata y permanente entre lo local, nacional y global. En

    este sentido me parece oportuno destacar el proyecto de ventanas urbanas realizadas en la plaza Santo Domingo de la ciudad de Cdiz, Espaa, que genera en un espacio con un peso histrico importante una nueva oportunidad de comunicacin e interaccin con habitantes de ciudades latinoamericanas.

    Finalmente, todo este planteamiento de una ciudad nueva fundamentada en los espacios pblicos, no surge porque asumimos como filosofa de intervencin la de borrar todo y empezar de nuevo. Sino ms bien porque creemos que el planteamiento de un nuevo escenario urbano al estar compuesto por grupos articulados de lugares pblicos inditos revelaran la experiencia estratificada de culturas pasadas patrimonio histrico y a su vez responderan a la problemtica

    11 J. I. Flores Dvila, La nueva construccin del espacio pblico: poltica, comunicacin y tecnologa, 2010. [En

    lnea]. Available: . [ltimo acceso: Julio 2013], pp. 1 7. 12 N. Garca Canclini, Pblico - privado: la ciudad desdibujada, 1996. [En lnea]. Available:

    . [ltimo acceso: Abril 2013], pp. 5 7. 13 J. Keane. Structural Transformations of the Public Sphere. The Communication Review, 1995, p. 23.

  • urbana contempornea movilidad De este modo, la nueva ciudad por fin podra ser capaz de liberar la tensin y articular las dos culturas ms importantes que se

    materializan en el espacio pblico: el caminar a pie para disfrutar del patrimonio y el desplazarse en automvil para el desarrollo de actividades cotidianas Solamente as se favorecen las potencialidades de los lugares pblicos y se alcanzara

    un modo de habitar ms contemporneo y sensible con el pasado14.

    En resumen, me parece importante recordar que la intervencin integral en los

    lugares pblicos patrimoniales, es la que considera de manera articulada subprocesos de caracterizacin, diseo y gestin. As mismo el proceso mayor de

    intervencin, debe considerar y estar condicionado por las distintas oportunidades que

    brindan las TICs, para as poder ser como espacio fsico tradicional una oferta realmente competitiva en un mundo global y de comunicacin masiva.

    Finalmente es importante mencionar que todos estos aspectos y reflexiones

    desarrolladas, ante todo buscan crear una nueva ciudad a partir de los espacios

    pblicos de los centros histricos, esto significa fundamentalmente, promover a travs de estos un modo de vivir ms contemporneo y una actitud ms sensible con el pasado.

    Bibliografa.

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