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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
Contenido
Introducción ............................................................................................................................ 2
Origen y fundamentos del Eneagrama ..................................................................................... 3
El propósito del Eneagrama ..................................................................................................... 5
La personalidad....................................................................................................................... 7
Las triadas .............................................................................................................................. 8
Los tres centros del ser humano .............................................................................................. 9
Características de los eneatipos por triadas ........................................................................... 11
Las pasiones del ego ............................................................................................................. 13
Los eneatipos, uno a uno ...................................................................................................... 15
La dinámica del Eneagrama .................................................................................................. 22
Las alas ................................................................................................................................ 22
Las variantes instintivas ......................................................................................................... 23
Las líneas de integración y desintegración ............................................................................. 25
Conclusiones finales .............................................................................................................. 27
Bibliografía ............................................................................................................................ 29
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
Introducción
Hace más de diez años, conocí a través de la terapia Gestalt, un sistema de clasificación de la
personalidad del ser humano que me sorprendió por su peculiar enfoque sobre los “defectos” y
“virtudes” de las personas. Nunca había oído hablar de él y, rápidamente, me llamó la
atención. Me pareció muy interesante la descripción que Claudio Naranjo hacía del
comportamiento neurótico de los individuos en su libro Carácter y Neurosis, su análisis
psicológico profundo de cada una de las clasificaciones me impactó de tal modo que me
aficioné por completo y seguí indagando en esta clasificación tan especial que es el
Eneagrama.
Desde hace tiempo me dedico a impartir pequeños seminarios y charlas sobre el Eneagrama
con el objetivo de darlo a conocer y para hacer llegar sus beneficios al mayor número de
personas posible.
El Eneagrama se trata de un modelo eficaz para tomar conciencia de nuestra personalidad y
de los condicionantes y limitaciones que nos confiere en la vida diaria.
El modelo en cuestión describe nueve tipos de
personalidad y las cualidades de las que está
dotado cada uno de estos tipos. Aparecen en el
modelo del Eneagrama, tanto las cualidades
que se han desarrollado en la persona, como
las cualidades que estén latentes en ella (o
dormidas) y la forma en la que pueden
despertar y potenciarse para que su vida cobre
sentido.
Podríamos decir que el Eneagrama revela las
sombras y las luces del carácter o de la
personalidad del ser humano y ayuda a que se puedan recuperar los recursos personales
olvidados, ocultos o reprimidos para que la persona sea quien dirija su propia vida, sin
limitaciones, sin condicionamientos.
La palabra Eneagrama proviene del griego: “enea” (εννέα) que significa “nueve” y “grammí”
(Γραμμή) que quiere decir “línea”.
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Es, por lo tanto, un diagrama de nueve puntos conectados entre sí mediante líneas. Cada uno
de los puntos representa un tipo de personalidad concreto que, explicado muy someramente,
tiene cosas en común con las personalidades del otro extremo de la línea, objeto que veremos
cuando explique el significado de las flechas en el apartado de las Líneas de integración y
desintegración (pag.24). Por poner un ejemplo, ejemplo, la personalidad tipo 1 tiene
características propias (que corresponden a la clasificación del lugar que ocupa en el dibujo
(Eneatipo 1) aunque tiene también rasgos en común con el 9, el 2, el 7 y el 4 con los que está
enlazado mediante las flechas y también con los eneatipos contiguos (alas). Todo, como digo,
lo explicaré más adelante.
Origen y fundamentos del Eneagrama
Aunque Hay muchas teorías al respecto, realmente se desconoce el auténtico origen del
Eneagrama. Muchos expertos lo sitúan en Oriente Medio tras haberse descubierto algunas
inscripciones en barro procedentes de la civilización sumeria datadas de hace más de 2.000
años.
La primera persona que lo dio a conocer en Europa fue George Ivanovich Gurdjieff (Rusia,
1872 – París, 1949). Gurdjieff fue un polémico pensador, especialista en esoterismo, que dijo
haberlo aprendido el Eneagrama de parte de maestros sufíes. Fundó en Paris el Instituto para
el Desarrollo Armónico del Hombre sobre el año 1922 donde enseñó, junto a otras disciplinas
esotéricas y metafísicas, el Eneagrama del Cuarto Camino como herramienta para el
autoconocimiento y el desarrollo personal.
El Eneagrama del Cuarto camino de Gurdjieff
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Discípulos de Gurdijeff, Oupensky y Muraiev difundieron este modelo por Europa y Estados
Unidos hasta que a mediados de los años 70, un psicólogo boliviano llamado Oscar Ichazo,
comprendió la verdadera esencia del Eneagrama y descubrió que describía con profundidad y
precisión nueve diferentes tipos de personalidad.
Claudio Naranjo, psiquiatra chileno y gran terapeuta Gestalt, a su vez alumno de Ichazo,
desarrolló todavía más el modelo al darse cuenta de que también servía para describir los
rasgos de los diferentes tipos de alteraciones neuróticas de la personalidad, es decir, encontró
su aplicación psicológica en las patologías mentales.
Diariamente ven la luz numerosas publicaciones, estudios y cursos donde se toma el
Eneagrama como base de estudio, no solo en el ámbito de la psicología, sino también en el
ámbito de las organizaciones, la educación y el desarrollo espiritual. Entre los expertos más
destacados del Eneagrama podemos encontrar a Russ Hudson, Richard Riso y Helen Palmer
entre otros muchos.
En algunas tradiciones espirituales y esotéricas el círculo simboliza la unidad. El triángulo
interno suele simbolizar la "ley de tres" del Cuarto Camino y la Trinidad religiosa. Por otro lado,
la figura periódica hexagonal representa la "ley de siete",tambiéndel Cuarto Camino.
Uniendo estos tres elementos geométricos: el círculo, el triángulo y la hexada, obtenemos el
Eneagrama.
En consecuencia, es un símbolo que representa la integridad de una cosa (el círculo de la vida
y la naturaleza), la interacción de tres fuerzas que conforman su identidad (el triángulo) y su
evolución y cambio a través del tiempo (la hexada).
La figura en cuestión está formada por tres partes:
• Un círculo circunscrito a dos líneas poligonales.
• Un triángulo equilátero interno.
• Una línea polígonal autointersectante con 6 vértices (y 3 puntos dobles).
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El propósito del Eneagrama
El Eneagrama es una fantástica herramienta que aúna el conocimiento de la psicología
humana, incluso las neurociencias modernas, con el saber de las tradiciones espirituales para
ayudarnos a superar las dificultades, para llegar a ser auténtico y ofrecer al mundo la mejor
versión de nosotros mismos.
Cada uno de los puntos que conforman el Eneagrama y, que en adelante denominaré como
eneatipos, define un tipo de personalidad propio que tiene sus compulsiones conscientes o
inconscientes, es decir, aquellas acciones que lleva a cabo frenéticamente cuando se siente
presionado y un comportamiento concreto en cada momento de su vida. Aunque tomemos
conciencia de esas compulsiones, no podemos evitar comportarnos así.
Estas compulsiones de las que hablo no tienen por qué ser algo negativo, a menudo son
factores positivos que se engloban en el ámbito de nuestra libertad personal y de nuestra toma
de decisiones. Decimos que la compulsión de cada eneatipo es la compensación de una
capacidad de nuestro ser que quedó bloqueada en algún momento de nuestra infancia.
De todo eso habla el Eneagama: de los recursos, las habilidades, de las virtudes y de los
defectos, de todos los elementos que encierra cada personalidad y que, en condiciones
óptimas y usados de forma correcta pueden aportarnos una vida más plena y armoniosa.
Cuando conocemos el Eneagrama, podemos darnos cuenta de nuestra programación y
reconocer que, efectivamente, reaccionamos ante los elementos externos como autómatas.
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La toma de conciencia de esas cualidades de nuestro ser que estaban dañadas u ocultas
crean las condiciones para que las recuperemos y las podamos desbloquear.
El estudio o la comprensión del Eneagrama es una actividad sencilla siempre que se persevere
y se tome con paciencia, como sucede en tantos otros ámbitos y disciplinas.
La información que nos aporta hay que integrarla bien para que se complete su función
transformadora, eso significa comprenderla, memorizarla y asimilarla de forma profunda.
Introducirse en el Eneagrama es como abrir una ventana por la que observamos un paisaje
nuevo y atractivo. Sin embargo, entrar en ese panorama y recorrerlo supone mucho tiempo de
dedicación, ejercicio personal y voluntad de cambio.
En el momento que descubrimos nuestro eneatipo y todas las características que lo componen,
comienza la auténtica labor transformadora del Eneagrama. La evolución hacia nuestra
plenitud empieza a funcionar en el preciso momento que identificamos en nosotros las luces y
las sombras del eneatipo en el que encajamos
Sin embargo, localizar nuestro eneatipo no es nada fácil. Adivinar quiénes somos y cómo
actuamos lleva su tiempo, es recomendable dedicar tiempo suficiente a la lectura, a la
A grandes rasgos, conocer el Eneagrama nos sirve….
• Para darnos cuenta de aquellos aspectos que forman parte de nuestra
personalidad que son evidentes para las demás personas y que para nosotros se nos
pasan desapercibidos.
• Para conocernos mucho mejor y entender cuál es el camino de nuestro
desarrollo personal que nos ha de convertir en seres humanos plenos.
• Para poder tomar decisiones coherentes con nuestra manera de ser y de evitar
estar sometidos a presiones innecesarias.
• Para tomar consciencia de los puntos fuertes y débiles de las otras personas y
poder adaptarnos a sus características, de manera que puedan sentirse cómodos en
lugar de ponerse a la defensiva cuando se relacionan con nosotros.
• Para las personas en búsqueda de la espiritualidad. El Eneagrama nos enseña
la forma en la que la herida interna de nuestra personalidad herida nos impide
encontrarnos con nuestro ser esencial y nos muestra, a su vez, aquellos rasgos
liberados de la personalidad iluminada.
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comprensión y asistir a cursos y seminarios en los que se practican ejercicios y actividades
para ello.
En el camino encontramos dificultades y resistencias de nuestro propio ego que hay que
trascender para conocer a fondo nuestra auténtica personalidad y trabajar con ella para
conseguir cambios reales.
Por lo general, es importante consultar el punto de vista de las demás personas y de expertos
en Eneagrama que son quienes mejor ven nuestros puntos débiles y fuertes. Es muy habitual
que nos confundamos al estudiar nuestro eneatipo si solamente tenemos en cuenta nuestra
visión de nosotros mismos, el concepto que tenemos de nosotros no siempre es acertado.
La personalidad
Antes de profundizar en el funcionamiento del Eneagrama y de clasificar los diferentes tipos
que lo componen, me parece necesario explicar brevemente lo que significa la personalidad
del ser humano.
Sin entrar en largos conceptos psicológicos que llevarían a elaborar un libro completo,
podríamos resumir la personalidad como el conjunto de características o patrón de
sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento. Es decir, todos los
elementos relacionados con el comportamiento de ser humano ante las diferentes situaciones
de la vida (incluidos la conducta, actitud y hábitos) que perviven a lo largo del tiempo y que
hacen un individuo se distinga de otro.
En consecuencia, la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e
interpretamos la realidad. A través de nuestra propia experiencia mostramos una tendencia a
un comportamiento determinado que, a través del tiempo, nos permite afrontar la vida y
expresamos la forma en la que vemos el mundo que nos rodea y cómo nos percibimos a
nosotros mismos.
Desde que nacemos y de acuerdo con el aprendizaje que recibimos del mundo que nos rodea,
vamos construyendo nuestro carácter y temperamento, durante los primeros años, mientras
que en el período de la adolescencia (12-16 años) podemos afirmar que nuestra personalidad
queda consolidada.
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La pauta infantil en nuestro desarrollo como personas será determinante para el
comportamiento y la actitud que vamos a presentar ante el mundo el resto de nuestra vida, de
ahí la importancia que el Eneagrama otorga a la niñez para la clasificación de la personalidad.
A continuación, veremos cómo el Eneagrama divide los nueve tipos de personalidad en tres
grupos esenciales llamados triadas, de acuerdo con el centro del ser humano predominante.
Las triadas
Como he mencionado anteriormente, el Eneagrama agrupa los eneatipos en función de unas
características comunes.
Los tres grupos, llamados triadas, están delimitados según el centro energético o tipo de
inteligencia que domina cada personalidad.
Cabe señalar que el Eneagrama contiene otros agrupamientos por triadas dependiendo de la
forma como cada persona satisface sus propios deseos y necesidades y también según cómo
reacciona cada uno ante los problemas.
Estas dos últimas clasificaciones las podemos ver en unos estudios más avanzados, por lo que
en este libro únicamente describiré la triada más conocida que se basa en el centro energético
(o tipo de cerebro, como lo denominan en psicología).
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Los tres centros del ser humano
Como digo, el Eneagrama nos enseña que, para vivir y prosperar, las personas contamos con
tres centros energéticos o tipos de cerebro/inteligencias. Los tres centros los necesitamos, los
utilizamos diariamente, aunque uno de ellos es nuestro motor principal y es el que predomina
en nuestro comportamiento habitual.
A continuación, se describen los tres centros:
El centro visceral o la inteligencia del instinto
Es la inteligencia impulsada por la capacidad de responder instintivamente y actuar con
la energía de nuestra herencia animal. También la llamamos centro instintivo o corporal.
Este centro nos otorga fuerza para defender nuestro territorio y a proteger a los que
dependen de nosotros. Nos ayuda a luchar contra las invasiones, a mostrar nuestro
valor, nuestra fuerza y nuestra energía. El centro instintivo nos empuja a movernos para
conseguir el alimento y a defendernos de cualquier ataque y ofensa.
Además, nos dota de energía sexual pues el centro visceral está al servicio de la vida,
de la supervivencia y de la manutención. Este centro se encuentra localizado en la zona
baja del vientre y el área genital.
El centro emocional o la inteligencia del corazón
Este centro determina la capacidad de entregarnos amorosamente a las personas y a
las cosas que nos importan. El centro emocional nos dirige en la búsqueda del amor y el
reconocimiento de los demás.
De esa misma forma, nos impulsa a sentirnos mal si nos ignoran, nos juzgan o nos
rechazan las personas que queremos.
La necesidad de atraer a los demás, agradar a todo el mundo y mantener las relaciones
sociales se alimenta por este centro que se sitúa energéticamente en la zona del
corazón.
El centro intelectual o la inteligencia de la razón
Es el centro que analiza el mundo intensamente, genera la capacidad de planificar e
investigar cómo son las cosas y las situaciones. El cerebro nos impulsa a prever las
dificultades para evitar problemas y nos anima a pensar (intensamente en muchos
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casos) considerando los “pros” y los “contras” antes de actuar. También se denomina
centro mental oracional. Preservar la seguridad personal es el principal objetivo de la
actuación de este centro. Evidentemente, la cabeza es el lugar donde se ubica este
centro energético.
Realmente, los tres centros deberían funcionar al unísono y de forma fluida para responder a
las diferentes situaciones que nos presenta la vida, aunque lo cierto es que cada uno de
nosotros está condicionado por un centro u otro en mayor medida.
Teniendo en cuenta este predominio de uno de los tres centros, los eneatipos se clasifican en
los tres grupos que hemos visto:
Los viscerales, que se han desviado hacia la inteligencia del instinto.
Los emocionales, que se han estancado en la inteligencia del corazón.
Los mentales, que suelen estar enredados con la inteligencia de la cabeza.
En el siguiente gráfico puedes hacerte una clara idea de cómo las triadas encajan en el
Eneagrama.
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Características de los eneatipos por triadas
Vamos a hacer una descripción breve de los rasgos comunes de los eneatipos dentro de cada
grupo:
Eneatipos viscerales o instintivos (8, 9, 1)
Los eneatipos instintivos son personas de acción y determinación, con fuerza de
voluntad y carácter. Para ellos es muy importante que se les respete su autonomía y no
se dejan controlar fácilmente.
En el ámbito de las relaciones con los demás, los instintivos tienen la tendencia de dar
órdenes en lugar de obedecer, suelen ser personas autoritarias e imponen su opinión
sobre la de los demás.
Si tenemos en cuenta la pauta infantil, por lo general, los viscerales son individuos que
en la niñez han sido fuertemente reprimidos, bien por padres autoritarios (o
maltratadores, en ciertos casos), bien por padres muy exigentes y estrictos. Esta
represión les ocasiona una necesidad de gestionar su libertad y sus deseos internos de
una forma determinada. Muchos de ellos, como los eneatipo 8, expresan su necesidad
de desahogarse de esa represión a través de la agresión verbal o física, la imposición de
órdenes y la voluntad de liderar. Otros instintivos como los 1, lo manifestarán de forma
opuesta, es decir, reprimiendo más estas necesidades no cubiertas y convirtiéndose en
individuos rígidos, dominados por el sentido de la justicia y profundamente
perfeccionistas. Los 9, sin embargo, desconectarán de este recuerdo infantil e ignorarán
sus propias necesidades en función de las de los demás.
En general, todos son bondadosos y protectores en estado relajado, pero ante la
tensión, se muestran tercos y autoritarios. Suelen evitar la introspección, por lo que no
suelen tomar consciencia de sus necesidades, casi siempre están en contacto
permanente con su cuerpo y con las sensaciones internas. Centrados en el presente, su
emoción gestionada de forma incorrecta será la rabia.
Eneatipos emocionales (2, 3, 4):
Los emocionales son, a grandes rasgos, personas expresivas y sociables. Podríamos
destacar que tienen facilidad para crear relaciones y que sobresalen por su encanto
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personal. Son expertos en halagar a los demás y acercarse al resto de la gente con el
objetivo de ser reconocidos, apreciados, admirados, o, al menos, tenidos en cuenta.
Suelen tener la necesidad de sentirse especiales y de ser el centro de atención.
Obviamente, para ser bien considerados y recibir la aprobación y el reconocimiento de
los demás, cuidan bastante su imagen.
Por lo que respecta a su desarrollo infantil, han sentido cierta incongruencia afectiva de
parte de sus familiares, ya sea por falta de amor de sus padres, ya sea por exceso de
sentimentalismo. Esta incongruencia activa en ellos la necesidad de buscar el amor
(idealizado o no) perdido en la niñez o la adolescencia y la falta de reconocimiento de
sus familiares en la infancia la intentarán suplir con sus relaciones sociales.
En un estado distendido trasmiten alegría y optimismo. En momentos de tensión y
dificultades suelen enfadarse cuando no se les tiene en cuenta o si se les critica, así
como deprimirse si no se les necesita o si se les ignora.
Harán lo posible para atraer personas a sus vidas y retenerlas. Suelen estar enfocados
hacia el pasado (por recuerdos nostálgicos) y anclados en sus emociones.
El sentimiento mal gestionado de estos eneatipos será la vergüenza muy vinculada a la
tristeza como emoción habitual.
Eneatipos mentales (5, 6, 7):
Normalmente, los eneatipos mentales o racionales son personas muy reflexivas y
planificadoras. Podemos destacar que dedican más tiempo a conocer y calcular las
consecuencias de sus decisiones que a ejecutarlas. Muchas veces no son conscientes
de lo que escuchan o se distraen porque su atención se dirige hacia sus pensamientos
con mucha facilidad. Sienten mucha curiosidad por saber cómo funcionan las cosas y
les molesta sentirse ignorantes o poco conocedores de lo que hablan.
Tienen tendencia a pensar demasiado en el resultado de lo que piensan o eligen lo que
les hace perder el contacto con el momento presente. De pequeños sintieron que vivían
en lugares poco seguros, quizás por poca dedicación a su cuidado por parte de sus
padres o por inestabilidad familiar acusada (muchos hermanos, mudanzas, padres
divorciados con mala relación entre ellos, etc.). Estos elementos produjeron en ellos la
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necesidad de preservar su seguridad personal a través de la mente para planificar lo
que era mejor para ellos y con ello, evitar la inestabilidad y la falta de recursos.
Suelen pensarse las cosas varias veces, desconfiar de los demás y buscar su zona de
confort.
En entorno relajado se muestran tranquilos y afables, pero bajo presión son
desconfiados y dubitativos. Por su anhelo de evitar los conflictos y los problemas para
no sufrir gestionarán de forma incorrecta el sentimiento del miedo. Están enfocados,
evidentemente, hacia el futuro.
Sobre todo, hay que dejar claro que no hay ningún tipo de personalidad mejor ni peor que otro.
Tal como dije anteriormente, cada uno contiene sus luces y sus sombras, sus defectos y sus
virtudes.
La idea general del Eneagrama radica en que cada eneatipo gestiona su emoción más
acusada de forma incorrecta en el momento inadecuado, lo cual ocasiona conflictos en las
relaciones intra e interpersonales.
Las pasiones del ego
La programación mental de cada persona pretende lo mejor para uno mismo, no olvidemos
que prima el sentido de supervivencia y de evitación del dolor en nuestra vida. La compulsión o
“piloto automático” del que he hablado anteriormente, será esa programación inconsciente que
nos mueve a comportarnos de una manera concreta de forma continua sin darnos cuenta y
que está compuesta por muchas ideas y creencias.
Claudio Naranjo, desde el criterio neurótico del carácter, afirma que dicho piloto automático de
cada eneatipo se mueve continuamente por una pasión y una fijación.
Para el Eneagrama, la fijación es el tono emocional dominante de la persona cuando la
compulsión de la que hablábamos antes se apodera de la persona. Esto sucede cuando el ego
se convierte en el auténtico dueño del comportamiento.
De otra manera, se puede decir que el sentir interno de la persona cuando está descentrada y
fijada en la compulsividad propia del tipo de personalidad es la pasión.
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Si el ego se vuelve “tirano”, nos obliga a actuar de cierta manera por sus propias fijaciones. El
resultado emocional que ocasiona la pasión, Naranjo las relaciona directamente, con los
pecados capitales de los que nos habla la Iglesia Católica (9 en su origen, actualmente 7).
A partir de ahora, conoceremos a fondo cada eneatipo teniendo en cuenta estos tres
elementos:
La cualidad perdida
La capacidad que se bloqueó porque sufrió daño en algún momento de su
infancia, así que tendremos muy en cuenta la pauta infantil.
La fijación
Como hemos visto, es la forma rígida y estereotipada de ver el mundo y de
interpretar las causas de los problemas cuando éstos aparecen, mapas y
patrones de nuestro ego.
La pasión
Se trata de una emoción dañina, normalmente soterrada, que impide el
crecimiento y bloquea el despertar, como hemos visto antes, el resultado
emocional de la fijación.
En la siguiente imagen vemos la clasificación de cada eneatipo con su pasión (pecado) de la
que intenta huir para evitar el sufrimiento y, sin embargo, en la que queda atrapado por la
fijación del ego por los “deberías” y las creencias.
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Los eneatipos, uno a uno
Los factores de salud mental, la apertura emocional y razonamiento ético y lógico serán
determinantes para analizar los rasgos positivos y negativos de las diferentes personalidades.
Es decir, el comportamiento compulsivo e inconsciente es el que es decisivo para considerar
estas luces y estas sombras de las que hablamos.
Decimos que el “piloto automático” que nos dirige en nuestra vida cotidiana es el que, a largo
plazo, nos acaba definiendo con una etiqueta u otra. O sea, depende de cómo yo reaccione a
los problemas, a las experiencias difíciles, a las relaciones conflictivas y a mis propios
pensamientos, para que mi personalidad se defina hacia una clasificación de eneatipo en
concreto, con sus características principales.
Algunos autores otorgan, además de los rasgos que ya empezamos a conocer, un nombre a
cada eneatipo como descriptivo de su personalidad.
En el siguiente apartado describiremos los eneatipos detalladamente.
1. El perfeccionista
Persona fiable y responsable, justa y recta. Suele tomarse el trabajo con mucha seriedad y
cumple con los compromisos que adquiere. Tienen predilección por conservar las tradiciones y
que las cosas se hagan como se han hecho toda la vida. Tienen la tendencia de corregir a los
demás y decirles lo que tienen que hacer, aunque eso sí, con bastante diplomacia. El reverso
de esta actitud es que pueden convertirse en personas demasiado exigentes (incluso con ellas
mismas) e intolerantes ya que les cuesta aceptar los errores, suyos y ajenos.
Su sentido de la ética y de la justicia es muy acusado. Les cuesta transgredir las normas,
respetan la ley y obligan a los demás a que las respeten. Las convenciones morales les obligan
a mostrarse respetuosos y cordiales, a pesar de sentir ira.
Ofrecen seguridad a los demás por lo que les suelen pedir consejo. Podemos encontrar en
este eneatipo educadores, jueces y abogados, por ejemplo.
Su cualidad perdida: La capacidad de estar de buen humor, reírse y hacer cosas
divertidas y espontáneas.
Fijación: El perfeccionismo. Nada está bien hecho del todo. Todo se puede mejorar.
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Pasión: La ira reprimida. Un cierto carácter amargado, los demás le decepcionan
continuamente.
2. El ayudador
El primer eneatipo emocional es especialista en dar calor y apoyo. Le apasiona ayudar y dar
consuelo a la persona que sufre. Al eneatipo dos le agrada que le necesiten y se entrega
completamente a colaborar y ayudar a los demás. Normalmente valora mucho el afecto en las
relaciones y deposita mucho amor en todo lo que hace. Es feliz viendo felices a los demás y le
gusta divertirse y pasarlo bien. En sus primeros años de vida, por una distorsión en la forma de
recibir el amor aprendió que se le tenía más en cuenta si se portaba bien y hacia cosas por los
demás. Su forma de reclamar la atención es ayudando y haciendo favores y actividades para
que los demás se sientan bien.
Confía en su atractivo personal y tiene un gran concepto de sí mismo. El conflicto psicológico
surge cuando no se siente correspondido por los demás, le ignoran o no le tienen en cuenta.
La decepción por la indiferencia o la falta de apoyo que recibe de los demás cuando la
necesita, le daña profundamente el orgullo. En estos casos puede convertirse en una persona
criticona, vengativa y rencorosa.
Su cualidad perdida: La capacidad de contactar con sus propias necesidades, de
reconocerlas y de pedir ayuda.
Fijación: La bondad y la ayuda. Tienen mucho que dar a los demás. Todo el mundo los
necesita.
Pasión: El orgullo. Todo lo hace con buena intención, da la sensación de que ignora las
críticas y parece que no reconoce sus carencias. Con el tiempo, aflorar y se siente mal.
3. El triunfador
El número tres del Eneagrama sabe brillar con luz propia por su magnetismo personal y por su
capacidad de perseguir objetivos y lograrlos con gran eficacia. Tiene la habilidad de aglutinar a
las personas alrededor de a una meta y motivarlas para luchar por ella. Por lo general, los
desafíos le estimulan y no se paraliza ni se desmoraliza ante las dificultades. Le entusiasma
conseguir cosas que solo están al alcance de unos pocos.
Se rodea de gente influyente y le gusta acumular un éxito tras otro. Cuida mucho su imagen y,
de forma similar al eneatipo 2, confía en su atractivo para seducir a personas que necesita para
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sus planes. Este deseo de ser eficaz y conseguir todo lo que se propone nace de la necesidad,
durante su infancia, de hacer cosas útiles para ser reconocido en la familia. Podríamos decir
que, igual que el eneatipo que le precede, siente la obligación de “hacer” para sentirse amado,
no se trata de portarse bien ni ayudar, en este caso, si no de conseguir logros importantes para
que sus padres (o familiares directos) se sientan orgullosos de ellos (buenas notas, un gran
salario, titulaciones, etc..). Su piloto automático será el de fijarse metas y conseguirlas usando
las estrategias que crea necesarias, para ello será capaz de fingir, manipular y cambiar de
opinión o actitud con tal de alcanzar su objetivo. Para ello, su ego se dejará arrastrar
continuamente por la vanidad.
Su cualidad perdida: La capacidad de sentirse como uno más y de verse rodeado de
amigos leales y pacíficos.
Fijación: El engaño: Lo que importa realmente es la imagen. Hay que disfrazar las
cosas para que se entiendan.
Pasión: La vanidad: Cualquier oportunidad es buena para brillar y sentirse admirado.
4. El romántico
El cuarto eneatipo, el tercero de los emocionales, se caracteriza por su gran sensibilidad e
inclinación hacia la belleza y el arte. Tiene la habilidad de darle un toque original y artístico a
todo lo que hace. Su mundo interior es realmente extenso por lo que suele hacer uso continuo
de su imaginación expresando sus sentimientos a través de la creatividad. Por otro lado, tienen
la tendencia a estar enfocados al pasado (“cualquier tiempo pasado fue mejor”), bastante más
que la mayoría de los emocionales y, por lo tanto, anclados en la melancolía, de ahí la etiqueta
de “románticos”. Activaron, de niños, la necesidad de recluirse en su mundo interior e idealizar
el amor que, de manera natural, no llegaba a su vida. Es posible que se sintiesen ignorados e
incluso rechazados dentro del seno familiar, por lo que, el resto de su vida, andan añorando la
presencia de una figura que les de amor, un amor magnificado e imposible. La búsqueda
continua de la felicidad a través de la abstracción de la realidad y de relaciones sentimentales
infructuosas (a menudo tormentosas) les empuja a compararse con los demás y a
considerarse desdichados, de modo que sienten cierta ENVIDIA
Su cualidad perdida: El don de poder hacer las cosas que desean sin que ello
dependa del estado de ánimo.
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Fijación: La melancolía. Nadie comprende mis verdaderos sentimientos. Soy alguien
especial y distinto a los demás. Mi genialidad no está al alcance de cualquiera.
Pasión: La envidia: Infravalora lo que forma parte de su vida e idealiza lo del prójimo.
5. El sabio
La persona que forma parte del primer eneatipo del grupo de los mentales tiene una enorme
capacidad para el trabajo intelectual. Son, en general, personas minuciosas y pacientes.
Habitualmente, se convencen a ellas mismas de que tienen muy pocas necesidades y se
sienten muy a gusto en su ámbito privado y están acostumbrados a la soledad. El eneatipo 5,
que llamaremos “sabio” o “investigador”, analiza todo lo que cae en sus manos. Es capaz de
separar los sentimientos del pensamiento para contemplarlo todo con enorme objetividad.
Suelen odiar los compromisos sociales si suponen una pérdida de tiempo y dinero si no les
aportan nada en concreto desde el punto de vista práctico. Es importante remarcar que tienen
absoluta necesidad de acumular, conocimientos y posesiones materiales, eso les hace sentirse
seguros, es por eso que se les considera auténticos “ratones de biblioteca” y “eruditos”, al
modo del típico ermitaño.
Una familia desestructurada, inestable o la ausencia de los referentes paternos son la semilla
de un eneatipo 5, aunque pueden haber sido niños que se sintieron invadidos en su zona
privada por los demás. Un individuo con miedo a salir al exterior, a relacionarse con los demás
y entregarse demasiado. Una persona con temor a perder lo que posee para evitar perder su
seguridad personal y ver en riesgo su supervivencia, factor que le encasilla en la fijación de la
avaricia.
Su cualidad perdida: El recurso personal de implicarse emocionalmente con el resto
de seres humanos, de compartir y de luchar por los demás.
Fijación: La mezquindad. No pido nada a los demás para que no me pidan a mí. Ya me
valgo yo solo, no necesito a nadie.
Pasión: La avaricia: Todo lo que viene de fuera me supone una exigencia. Si no me
implico no pierdo nada.
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6. El leal
El eneatipo central de los racionales se caracteriza por su alto sentido de la lealtad y
amabilidad. Exige, sobre todo, la verdad por encima de todas las cosas y rechaza las falsas
apariencias dado que la nobleza y la sinceridad son algunos de sus principales valores. Tiene
un agudo sentido social de la comunidad, del trabajo en equipo y la solidaridad, por lo que
prioriza las necesidades del grupo. Busca la cohesión entre personas, luchando por la armonía
y la unión. El 6 suele ser eficaz mostrando sus sentimientos a pesar de ser un eneatipo
intelectual y le importa ser aceptado por los demás. Le gusta planificar y anticiparse a los
acontecimientos, para lo cual se informa, se documenta y consulta los pros y los contras a
quien haya a su alrededor. Tienen una tendencia natural a asegurarse de que sus decisiones
son las adecuadas de manera que dan la imagen de personas inseguras, dudosas y
desconfiadas. Si crecieron en un entorno inestable, similar al del 5, a menudo con padres
demasiado autoritarios o con graves desequilibrios emocionales, crearon la estrategia de
rodearse de personas poderosas, generosas y proactivas para sentirse protegidos y a salvo.
Procuran no salirse de la norma, respetar las leyes y ser totalmente fieles a las personas que
les prestan ayuda. A pesar de que algunos 6 muestran enérgicamente su rechazo ante las
amenazas (contrafóbicos), imaginan, casi siempre, el peor de los escenarios posibles en sus
experiencias futuras y, atemorizados por las posibles catástrofes que les amenazan, sienten
siempre mucho miedo.
Su cualidad perdida: La capacidad de confiar en que todo va a salir bien y de llegar a
relajarse ante las dificultades y los problemas.
Fijación: La duda: Nada es lo que parece. Los demás guardan malas intenciones. Es
posible que me estén engañando.
Pasión: La cobardía: El mundo es amenazador. Todo puede ir a peor.
7. El aventurero
Este eneatipo inquieto y temerario tiene una mente despierta y ágil a la hora de explorar nuevas
ideas y poner en marcha nuevos proyectos. Es una persona que se entusiasma con todas las
nuevas experiencias que se le presentan. Su optimismo y alegría son contagiosos y no duda
nunca en embarcarse en nuevos placeres, pasarlo bien y probar cosas nuevas. Tienen una
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
capacidad admirable para sacar lo positivo de cada situación, por desagradable que sea.
Manifiesta un gran sentido del humor y suele ser el entretenimiento de las reuniones sociales.
Al contrario que los dos eneatipos mentales anteriores, el 7 se enfrenta, sin reflexionar
demasiado, a riesgos inesperados y vivencias apasionantes que llenen su vida de
oportunidades, actividades y ocasiones para conocer nuevas personas y lugares. Su pauta
infantil suele encajar en la falta de cuidado o sobreprotección (como polaridad) por parte de
sus padres, factor que les obligará siempre a estar ocupados en varias cosas a la vez y a
comprometerse en exceso para no experimentar la soledad y contactar con su interior y echar
de menos la protección familiar que, sin duda, les causa sufrimiento. Mostrarán siempre su
cara más jocosa y jovial, coleccionarán experiencias y amistades, aunque sentirán una
permanente insatisfacción por lo efímero y superficial que es placer que les provoca su gula.
Su cualidad perdida: La capacidad de reflexionar ante las adversidades para
analizarlas con objetividad en vez de huir de los problemas.
Fijación: La planificación: Siempre me esperan cosas maravillosas. Quiero convencer a
la gente de los beneficios de las cosas.
Pasión: La gula: Me gusta probar todo lo que me apetece.
8. El jefe
El primero de los eneatipos que reacciona inmediatamente ante los desafíos. Cabe señalar que
tiene gran confianza en sí mismo y en su fuerza física y moral. Una característica remarcable es
que lucha sin miedo contra el ser más fuerte para defender al débil. Le agradan las
experiencias fuertes y muestra intensidad en todo lo que hace y dice. Aunque suele respetar
las reglas, es partidario de imponer las suyas propias y no tiene ningún problema en
contravenir las normas si las considera injustas o contradicen sus intereses. Tiene la tendencia
a dar órdenes directas, se expresa con absoluta asertividad (en ocasiones, excesiva) y le gusta
dirigir grupos, colectivos y proyectos. Su energía es masculina y suele ir acompañada con una
complexión física imponente y dura. De mirada directa, algo lasciva y amenazante, discute y
gesticula continuamente. Su niñez fue dura, sometido a la represión y la falta de libertad, en
determinados casos, objeto de maltrato o abusos. La falta de autonomía personal o el
sufrimiento ante la agresión en los primeros años de vida ocasionó que su ego se preparase
para defenderse ante el mundo usando sus mejores armas (fuerza física, inteligencia y
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
expresión verbal) y liberarse de la opresión de forma directa. Determinados a no privarse de los
placeres perdidos en la niñez, se apropian de lo que desean sin pedir permiso para disfrutar del
momento presente arrastrados por la lujuria.
Su cualidad perdida: La capacidad de mostrarse compasivos, sensibles y tiernos.
Fijación: La venganza: Tengo que imponerme o me dominan. Ojo por ojo, diente por
diente.
Pasión: La lujuria: Saciar sus deseos sin limitaciones.
9. El pacificador
El segundo de los instintivos se encuentra en el punto más alto del Eneagrama y representa la
conexión con lo universal. Es un ser bondadoso y servicial con cierta tendencia a evitar los
conflictos. Su apariencia afable y tranquila viene acompañada de capacidades de mediación
logrando la paz y el entendimiento de las relaciones personales. Su instinto les mueve a
ayudar a los demás a conseguir sus metas y, con frecuencia, dejan de lado sus propias
necesidades para favorecer a las personas de su entorno. Suelen ser algo indolentes y
aposentados, ven la vida desde un prisma optimista y apacible aportando la sabiduría que
surge de su interior. Son personas sedentarias a las que les gustan las comodidades, la buena
comida, la buena bebida y disfrutar de la lectura y tranquilas conversaciones. Su reacción es
lenta y reflexiva ante las dificultades, por lo que son individuos idóneos para la resolución de
conflictos. El abandono de sí mismos y una gran dosis de pasividad conectan con el
sentimiento infantil de haberse sentido poco atendidos en la familia. Percibieron falta de amor,
de cuidado y alimentación de niños y se entregaron a la confianza en las leyes naturales para
sobrevivir. En adelante, evitarán llevar la iniciativa y ser exigentes esperando que lo que
necesitan les llegue de forma natural dominados, habitualmente, por la pereza.
Su cualidad perdida: La capacidad de potenciar sus recursos innatos y fijarse
metas ambiciosas,
Fijación: La indolencia: No hay que complicarse la vida. Dejaré las cosas para más
tarde.
Pasión: La pereza: Olvidarse de sí mismo. Esperar que todo se solucione por sí mismo.
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
La dinámica del Eneagrama
Estoy seguro de que, a medida que has ido leyendo las características de cada eneatipo te has
ido identificando con varios de ellos o con casi todos. Las virtudes y defectos que he descrito
han podido resonar en ti de forma que es difícil que encajes en un eneatipo de forma exclusiva.
Esto es totalmente normal, nadie es un eneatipo puro a no ser que esté tan afectado
psicológica o emocionalmente que se encuentre en la franja insana de su personalidad, por lo
que la definición exacta de un eneatipo en concreto sí que puede encajarle perfectamente. Ya
te digo que no es habitual.
El Eneagrama no es estático, es un círculo en movimiento continuo. Nuestras experiencias de
vida nos hacen transitar por todas las pasiones que has visto, esos pecados capitales que
todos cometemos tarde o temprano. ¿Quién no ha pasado largas temporadas de pereza? ¿No
has sentido envidia alguna vez? Seguro que en muchas ocasiones has sentido el impulso de
hacer cosas inesperadas y espontáneas. Pues claro, a lo largo de nuestra vida nos movemos
por zonas que corresponden a los diferentes tipos, dependiendo de nuestras circunstancias,
de nuestro estado de ánimo y hasta de las crisis personales.
La idea clave es que, aunque nuestro ego se comporta de acuerdo con varios de las rasgos
que has visto, hay un eneatipo que contiene la mayoría de luces y sombras que laten en ti
habitualmente. Tu piloto automático o patrón de comportamiento está anclado en un eneatipo
desde siempre y es el que debes localizar para desbloquearte y mejorar tu vida.
De todas formas, como te explicaré a continuación, no es tan sencillo.
El límite entre eneatipos es muy difuso, por no decir inexistente. La profundidad del Eneagrama
nos ofrece variedades interesantes como las alas, las variantes instintivas y las líneas de
integración y desintegración. Todo ello describe cómo nos desarrollamos a través del tiempo y
de las situaciones que vivimos. Todos esos elementos los veremos a continuación.
Las alas
Las alas sirven para individualizar más cada tipo y enriquece la personalidad de cada uno de
ellos. Podemos considerar cada ala, en cierto modo, un subtipo del eneatipo general y se
establecen en función de los eneatipos que tienen a su lado. Tal como explicaba
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
anteriormente, del mismo modo que nos sentimos identificados con varios eneatipos a la vez y
los rasgos de varios nos parecen vivir en nosotros, es corriente que, por cercanía, se solapen
características entre eneatipos que se hallan próximos. Diremos que un eneatipo tiene ala con
el que se encuentra a su lado, el anterior o el posterior (a veces sucede que tiene dos alas), de
forma que contiene rasgos comunes a los dos eneatipos, lo que conforma una personalidad
algo diferente a la del eneatipo puro, es decir, el ala modifica al tipo básico, se mezcla y
destaca tendencias distintas. Es muy poco probable que una persona se encuentre localizada
dentro del eneatipo puro, lo normal es que tenga un ala dominante. Conocer las alas supone
una ventaja para el crecimiento personal y espiritual. En la imagen siguiente verás los tipos del
Eneagrama de acuerdo con las alas dominantes.
Las variantes instintivas
Con este nuevo elemento, damos un paso más en la profundización y conocimiento de los
eneatipos básicos. Se trata de las variantes generadas por el instinto de cada ser humano que
marcan una tendencia e indican cuáles de nuestros tres instintos básicos han sido más
distorsionados en la infancia. Estas distorsiones producen ciertas obsesiones y
comportamientos característicos en toda la gama de la personalidad del ser. Podemos decir
que las preocupaciones, las necesidades y los intereses de cada personalidad afectan de
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
manera directa a su comportamiento y define a cada tipo en tres variantes que tendrán mucho
que ver con los valores personales y las creencias.
La variante instintiva viene a convertirse en el ámbito existencial en el que más problemas se le
presentan al individuo precisamente por ser su obsesión y preocupación principal. Estas tres
variantesd e las que hablamos corresponden a los tres instintos primarios que funcionan como
“motores” inconscientes del ser humano: conservación (o supervivencia), social y sexual.
Si tenemos en cuenta que el instinto subdivide a cada eneatipo por tres, el Eneagrama nos
ofrece 27 subtipos de personalidad, sumado a las alas y su nivel de desarrollo, la variedad de
tipos de personalidad resultante es realmente elevada. Supongo que ahora te das cuenta de la
riqueza de esta clasificación y de que no es tan sencillo como parecía a simple vista.
Encontraremos, por ejemplo, 9 ala 1 conservación, 6 ala 5 social, 2 ala 1 sexual y todas las
combinaciones posibles.
Intentaré explicar de qué se trata cada variante instintiva:
Conservación
A las personas variante conservación les preocupa lograr y mantener la seguridad y la
comodidad en su vida, de manera que se interesan por el sostenimiento y la
manutención: comida, ropa, dinero, un hogar confortable y un estado de salud óptimo.
Son los valores primordiales de su existencia que, posiblemente, en su infancia vieron
peligrar y durante el resto de su vida serán su principal ocupación y es posible que para
ello descuiden otros aspectos de su vida.
Social
El instinto social domina en las personas a las que les interesa ser aceptadas y
necesitadas en su entorno. Es importante para ellas la sensación de valía que obtienen
al participar en actividades sociales, la valoración que les conceden los demás y el
concepto que otras personas tienen de ellas. A estas personas sociales les gusta
participar en actividades colectivas, tanto a nivel familiar como laboral y organizacional.
Los sociales priorizan la relación con otras personas, su imagen personal y su prestigio
social.
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
Sexual
La necesidad de contacto y la atracción hacia las experiencias intensas son la tónica de
las personas con instinto sexual. Cualquier situación que implique una gran carga
emocional, no solo las relaciones sexuales, son las favoritas de este tipo de personas.
Son muy aficionados a las conversaciones íntimas, a los encuentros amistosos y
amorosos. Su enfoque sobre la vida es de disfrute y experimentación aunque para ello,
a menudo olvidan sus necesidades básicas.
Las líneas de integración y desintegración
Por último, entraremos en la dinámica de las direcciones de integración y desintegración que
en el símbolo del Eneagrama las vemos representadas por líneas y flechas. Estas direcciones,
o caminos, de integración y desintegración son indispensables para reconocer si estamos
progresando o retrocediendo en nuestra evolución, por lo tanto, nos dan indicadores objetivos
de cómo se desarrolla nuestro crecimiento.
Por un lado, la desintegración nos indica cómo actuamos cuando estarnos sometidos a
bastante tensión y estamos estresados. La dirección hacia la que nos dirige la flecha de la
figura, nos lleva hacia nuestras motivaciones y comportamientos inconscientes y, aunque
parezca paradójico, nos muestra qué cualidades nos hace falta integrar con más urgencia.
Para comprender el funcionamiento de las líneas, fíjate en la imagen del eneagrama, verás que
cada número está conectado a otros dos por unas líneas. Por poner un ejemplo, del Seis sale
una línea hacia el Tres y otra que le conecta con el Nueve, lo mismo sucede con todos los
eneatipos cuando vimos cómo se formaba la geometría general, con el triángulo y la hexada.
Estas líneas que conectan un tipo con otro y, en consecuencia, todos entre sí de forma
consecutiva, representan el desarrollo natural hacia la integración o la desintegración de cada
eneatipo, es decir, la línea que proviene desde un número hacia el siguiente indica el camino
de origen del desarrollo natural de la personalidad en un entorno apacible y en estado de
bienestar, es decir, su integración. Por otro lado, la línea que parte de un tipo hacia el posterior
representa su dirección de desintegración, o sea, la tendencia hacia la que se dirige el
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INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA – ALBERTO LOZANO
comportamiento de la personalidad cuando se ve sometido a situaciones límite y la presión
externa es elevada.
Como habíamos hablado, los movimientos en el Eneagrama son múltiples y envueltos de
energía. El desplazamiento que sugieren las líneas en ambas direcciones es un proceso que
ocurre de modo natural, de manera que el Eneagrama predice cómo será cada tipo cuando se
sitúe en la franja más sana (menos tensionado) o, al contrario, cómo se comportará cuando
esté más descentrado, tenso y, en definitiva, en estado disfuncional.
La dirección de desintegración se expresa, habitualmente, en las situaciones de más estrés o
incertidumbre. Para explicarlo de forma sencilla, si forzamos al máximo la estrategia de nuestro
ego y no conseguimos lo que deseamos o ni siquiera nos sentimos mejor, empezamos,
inconscientemente a comportarnos como el eneatipo al que lleva la dirección de
desintegración.
Uno de los objetivos primordiales del Eneagrama para lograr un desarrollo personal efectivo es
desplazarnos en la dirección de integración, este movimiento enriquece enormemente la
calidad de toda nuestra actitud, ya que el eneatipo de destino de la integración nos muestra lo
que realmente permite sentirnos realizados y nos ayuda a hacer reales las capacidades de
nuestro tipo básico.
A modo de ejemplo, podemos explicar como un Ocho, para conseguir mejores relaciones
sociales y desprenderse de la rabia interior, debe aprender a demostrar la ternura y hacerse
más comprensivo y empático (integración en el 2), cualidades que perdió en la infancia. Sin
embargo, en estado de máxima presión y estrés se dirige hacia el 5 para convertirse en un ser
insociable y huraño. Lo mismo sucede con el resto de eneatipos, para conseguir evolucionar
de forma óptima y liberarse de limitaciones y bloqueos personales, es recomendable integrar
las virtudes del eneatipo del cual procede y desprenderse de los del eneatipo al que se dirige.
Para ilustrar mejor esta dinámica, observa la imagen de la página siguiente en la que las líneas
se complementan con flechas para facilitar su comprensión y alguna de las cualidades
descriptivas más relevantes de cada eneatipo.
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Conclusiones finales
Después de este viaje por el apasionante mundo del Eneagrama, me queda recomendarte que
sigas indagando en él. Aquí no acaba todo, al contrario, el itineriario acaba de comenzar, los
beneficios del aprendizaje del Eneagrama son interminables. Cuando iniciamos el proceso de
autoconocimiento y nos identificamos con uno de los personajes del círculo, iniciamos un
proceso de transformación tan intenso y profundo que realmente nos engancha. Rápidamente
sentimos la tendencia de adivinar el eneatipo de otras personas y, sin darnos cuenta,
aprendemos más cosas de nosotros mismos y de nuestras relaciones. El Eneagrama es ideal
para la comunicación, para solucionar problemas de pareja y desbloquear situaciones
conflictivas. Por supuesto, el cambio que genera en quien lo estudia provoca también cambios
en su entorno, en sus relaciones personales y potencia el desarrollo espiritual.
Gracias por dedicarme tu tiempo.
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Bibliografía
Test para averigüar tu eneatipo:
http://www.personarte.com/test.htm
NARANJO, C. (2000): Neurosis y carácter. La llave. Vitoria.
PALMER, H. (2001): El eneagrama. Barcelona. La Liebre de Marzo PALMER, H (2201):
El eneagrama en el amor y en el trabajo. Neoperson. Madrid. (Excelente descripción de
los tipos en el amor).
RISO/HUDSON (2000): La sabiduría del eneagrama. Urano. Barcelona.
