Introducción a la historia de La Psicología Social

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Descripción de los origines de la Psicología Social.

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  • 1. INTRODUCCIN A UNA HISTORIA DE LA PSICOLOGA SOCIAL

    por CARL F. GRAUMANN

    Introduccin: por qu estudiar la historia?

    Los individuos, as como los grupos -desde las familias hasta las naciones pasando por las instituciones-, tienen su historia. Lo mismo ocurre con la ciencia y las disciplinas cientficas. Llegar a conocer cualquiera de stas no es cuestin slo de averiguar las personas y los temas importantes del momento actual, sino tambin las person~ y temas que fueron importantes en el pasado. En general, cuando se trata de grupos y sistemas sociales no llega-remos a comprender totalmente lo que sus integrantes hacen en la actualidad a menos que tengamos conocimiento acerca de lo que stos (o sus predecesores) planearon previamente conseguir para su grupo de pertenencia. La accin social como conducta orientada hacia me-tas slo puede explicarse si conocemos quin seal la meta, cundo y con qu propsito. Dado que la investigacin social, incluida la psicosocial, es un caso especial de accin social, a saber, una empresa colectiva, tendramos que tener algn conocimiento de la historia discipli-nar si queremos comprender por qu los psiclogos sociales hacen lo que hacen y la forma en que lo hacen.1

    Lo que llamamos historia no es algo dado que pueda ser grabado y estudiado como otros hechos, fsicos o sociales. La historia tiene que construirse. Los datos, cifras, personas y sucesos pueden venir dados. Pero cules tengamos que considerar y cmo hayan de ponde-rarse y relacionarse es un asunto de construccin y de intencin (vase Grawnann, 1983, 1987a). Aunque hablemos de historiografa, es decir, de la escritura de la historia, es impor-tante sealar que esta escritura constituye ms una construccin que una grabacin.

    Una cuestin importante, a la vez que ramn plausible para construir la historia de una disciplina, puede ser la identidad de esa disciplina. Cul es, por ejemplo, la identidad de la psicologa social? Existe una definicin? No hay acuerdo, pues ni el objeto de estudio, ni los mtodos, teoras y modelos que se construyen ofrecen criterios fiables y vlidos para una de-finicin. C.Ompartimos los tpicos con vecinas disciplinas sociales, conductuales o biolgicas. Tendemos a tomar prestados los modelos de otras disciplinas y la mayora de nuestros mto-dos pertenecen al arsenal comn de las ciencias sociales y conductuales. De ah que los tradi-

    1. Aunque este inters por el pasado en atencin al presente ha sido denominado orientadn presentist-.t hacia la bis toria, existe tambin un inters puramente histrico por el pasado por su inters intrioseco, por ejemplo, pam averiguar qu pro-blemas bama en periodos anteriores y qu mtodos y soluciones se conocan y se utilizaron entonces; sta es la actitud chstori-.sta (Bunerfield, t 963).

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  • 22 INTRODUCCIN A LA PSICOWGIA SOCIAL cionales criterios de teora, mtodo e investigacin no distingan claramente a la psicologa so-cial de otroo campos. La distincin , no obstante, es un aspecto importante de la identidad. Adems, resulta evidente la coexistencia de varias psicologas sociales diferentes. Al menos en lo que concierne a las dos principales variantes, esto es, la psicologa social sociolgica (PSS) y la psicologa social psicolgica (PSP), se ba analizado cmo existen sin que se presten mucha atencin entre s (Wilson y Schafer, 1978). La explicacin de este cisma es tan sencilla como problemtica. Los miembros de los dos grupos, por lo general, tienen diferentes curr-cula ; estudian, ensean y trabajan en diferentes departamentos; leen y escriben para di feren-tes manuales y revistas; tienen diferentes carreras ; y pueden adherirse a diferentes visiones de la ciencia. Dado que esto ha sido as duran te varias generaciones de psiclogos sociales, nos encontram os ahora con que los nembro s de la PSS y de la PSP tienen diferentes historias, con diferentes pioner os y hroes: Lewin, Festinger, Schachter, Asch, Campbell y F. H. Allport para la PSP; Mead, Goffman, French, Homans y Bales para la PSS (Wilson y Scba-fer, 1978). Son las diferentes historias las que proporcionan y mant ienen diferentes identida-des. Por esta razn, aunque la regla sea que los manuales de psicologa social se escriban desde la perspectiva psicolgica o sociolgica , una historiografa comprehensiva debea dar cuenta de todas las principales variantes de la psicologa social y sus interrelaciones.

    Una tercera variante de la psicologa social, relativam ente independiente de la PSP y la PSS (aunque de sta en menor grado), es la.psicologa social analtica, tal y como se ha de-sarrollado dentro del marco psicoanaltico (vase Hall y Lindzey, 1968).

    Los psiclogos reconocen en el establecimiento y mantenimiento de la identida d so-cial un factor bien conocido de la formacin de grupo; y en la presentacin de la identidad, una tcnica muy frecuente tal y como se deduce del estudio de las relaciones intergrupales (vase cap. 16). De al que no resulte sorprendente que la historiograffa pueda concebirse como una psicologa social del pasado (Watson , 1979).

    Existe otra funcin estrechamente relacionada con esta de construccin de la historia, que tiene un carcter igualmente psicosocial: la funcin justificadora. Agassi (19 63), Buttet-fieJd (1963) y otros han sostenido que relacionndonos historiogrficamente a nosotros mis-moo y a nuestra investigacin actual con los logroo clsicos]), con las reputadas teoras del pasado o con los ((grandes hombres , just ificamoo nuestro propio trabajo y posiblemente in~ crementamos nuestro prestigio cientfico. Conectar el presente con un pasado bien seleccio-nado otorga cierto abolengo , cuya continuidad desd e la obra de un antepasado clsico (padre fundador o similar) a nuestro trabajo investigador actual se interpreta como un pro-greso en la corrie nte principal, en el conocimiento acumulado (Grawnann, 1987a).

    Incluso una breve discusin de las diversas funciones de la historia de la disciplina re-vela que podemos aprender de la historia, siempre que no haya sido escrita exclusivamente en virtud de propsitos identificadores y justificado res, como ocurre generalmente en el caso de la historia presentis ta :i,. Una historia de la disciplina til debe tener en consideracin las dis-continuidades, inconvenientes, fracasos y callejones sin salida, as como las continuidades, xitoo y progresos. No debe pretender unidad si lo que hay es pluralismo, como ocurre en la psicologa social. Finalmente, como con cualquier fenmeno que podamos estudiar, necesita-mos informacin sobre el contexto general. Para la historia disciplinar el contexto no es slo el sistema de ciencias, sino tambin el sistema social, poltico y econmico dentro de los que una disciplina especfica se desarrolla. sta es la razn por la que la sociologa de la ciencia se ha convertido en una parte esencial de la historiografa disciplinar (Harvey, 1965; Lepenies, 1977; Woodward, 1980).

    . La breve introduccin a la historia de la psicologa social qu e viene a continuacin no puede satisfacer todas estas demandas metodolgicas. Pero cualquiera que estudie la historia

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    de la ciencia debe tener algn conocimiento de los principios de construccin de la historia. Con esto pretendemos ayudar a una lectura crtica y a la reconsideracin de lo que, despus de todo, es la razn de ser del estudio de la historia de la psicologa soci~J.

    FJ largo pasado del pensamiento psicosodal Se ha convertido casi en una rutina referirse al desarrollo de lo que hoy en da deno-

    minamos psicologa con una cita de Ebbinghaus (1908, p. 1): La psicologa tiene un largo pasado pero slo una breve historia. Los psioologos sociales han aplicado repetidamente esta afirmacin a su propia disciplina. Generalmente dejan que la historia comience en 1908 ( o en los 1890), mientras que el pasado puede extenderse hasta Platn (427-347 a. de C.) y Aristteles (384-322 a. de C.) o incluso hasta los presocrticos (del siglo vn al v a. de C.), dependiendo de cul sea la filosofa de la sociedad y de la ciencia en la que confa primordial-mente el historigrafo y de la amplitud con que conciba a la psicologa social. La decisin de hasta dnde debe extenderse el pasado o ta historia de la psicologa social y de a quin incluir depende de la concepcin actual que el autor tenga de lo social y de lo psicolgico.

    Dado que no existe psicologa social, ni en forma ni en contenido, antes de finales del siglo XIX, nuestro inters en su largo pasado esun inters por la.historia del pensamiento so-cial o filosofa social. Algunas de sus cuestiones centrales son:

    l. Si las personas son concebidas como individuos, cada uno de los cuales es nico, o son esencialmente idnticos a los dems. .

    2. Si ia persona individual es considerada como un producto de la sociedad o, a la inversa, la sociedad es considerada como un producto y una funcin de los individuoo que la componen.

    3. Si la relacin entre individuo y sociedad es un problema con sentido o es la ex-presin de una ideologa oculta.

    4. Si la naturaleza de los seres humanos es bsicamente egosta y necesita de las tcnicas y procesos de educacin, moralizacin o sociali7.acin para capacitar a las personas para convivir en grupos, comunidades y Estados, o si los seres humanos son sociales por na-turaleza y son las buenas o malas influencias las que los hacen sociales o antisociales.

    5. Si los hombres y mujeres son agentes libres y responsables o estn determinados por fuerzas naturales y sociales.

    Estas y otras cuestiones antropolgicas han sido formuladas y contestadas en una va-riedad de fonnas por los filsofos a lo largo de los siglos. las diferentes soluciones ofrecidas son todava tpicos controvertidos en el pensamiento contemporneo e, inevitablemente, se convierten en supuestos explcitos o implcitos de la teorizacin psicosocial. Primaca de lo in-dividual sobre lo social, de la mente sobre la materia, de la naturaleza sobre la cultura, de las fuerzas racionales sobre las irracionales, o las posiciones inversas -apenas existe una teora psicolgica de gran escala que no responda, a su manera, a tales cuestiones-. Y es aqw donde el fundamento histrico del moderno pensamiento social es evidente y reconocido.

    Este reconocimiento puede verse, por ejemplo, en el hecho de que las dos principales ramas de pensamiento social hayan sido denominadas platnica y aristotlica, respectiva-mente. Platn haba enfatizado la primaca del Estado sobre el individuo, el cual, para con-vertirse en autnticamente social, tena que ser educado bajo la responsabilidad de las autori-dades. Para Aristteles, en cambio, el ser hwnano es social por naturaleza, y se puede confiar

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  • 24 INTRODUCC10N A LA PSICOLOG1A SOCIAL en que sta permitir a los individuos vivir juntos e ingresar en las relaciones personales , a partir de las cuales las familias, las tribus y en ltima instancia el Estado , se desarrollarn de forma natur al. Esta diferencia de nfasis entre Platn y Aristte les no debera exagerarse; sin embargo, ellos son los precursores de dos -tradiciones de pensamiento social que , en los tiem-pos modern os, han sido distinguidos como enfoque centrado en lo social y enfoque centrado en el individuo. El primero enfatiza la funcin determinante de las estructuras sociales (siste-mas, instituciones, grupos) sobre la experiencia y la conducta individual; el segundo, por el contrario, mantiene que los sistemas sociales se pueden explicar a partir de los proceso s y funciones individuales.

    En la historia del pensamiento social la concepcin de la primaca de lo social ha to-mado mucha s fonnas. Para Hegel (1770- 1831), el filsofo idealista alemn, el Estado es no slo la forma fundamental de sociedad sino tamb in la encamacin de la ment e social ( obje-tiva ), de la cual las mentes individuales son activos participantes. Las ideas psicowciales pos-tenores acerca de una mente grupal (supraindividual) han sido derivadas de la concepcin de Hegel. Para aquellos contemporneos nuestros que consideran que la psicologa social se cen-tra demasiado exclusivamente en el individuo, la filosofa de la mente social constituye un modelo significativo (vase Markova, 1982, 1983). Criticos de Hegel , aunque siguiendo su nfasis, Marx (1818-1883) y Engels (1820~ 1895) desarrollaron una teora de la historia y de la sociedad segn la cual el nivel econmico de desarrollo en una sociedad dada ( con los mo-dos predominantes de produccin e intercambio), la divisin resultan te de la sociedad en cla-ses y la lucha entre estas clases, condiciona la vicia social e individual: No es la conciencia del hombr e lo que detennina su ser, sino al contrario , su ser social el que determina su con-ciencia (Marx y Eng els, 1962, vol. I, p. 363). Una psicologa social mode rna con base mar xista ha sido desarroll ada por Hieb sch y Vorwerg (1980). Si se desea comparar las perspecti-vas sovitica y occidental en psicologa social puede consultarse Strickland (1979).

    Si bien en el largo pasado de la psicologa social podemos encontrar otras teoras importantes de la primaca de lo social y de la sociedad sobre el individuo, debem os dirigir nuestra aten cin aho ra a algun os ejemplos de la postura opu esta: los antecedentes filosficos de una ciencia social centrada en el individuo. Dado que , hablando de forma general, la psi-cologa -y con ella la psicologa social- es el estudio de la conducta y de la experiencia indi-vidual, es de esperar importantes influencias de las diversas formas de individualismo sobre la psicologa. Desafortunadament e, el trmino individualismo tiene demasiado s significados com o para resul tar de utilidad sin que exista una clarificacin conceptual (Lukes, 1973a).

    ' Una de estas clarificaciones, crucial para el psiclogo, es la noci n de .:individuo abstracto, segn la cual los elementos psicolgicos bsicos humanos (ya sean den ominados instintos, ne-cesidades, deseos o carencias) "'se suponen como dados , independient emente de un context o social (1973a, p. 73). Puesto que son invariables , el grupo , la sociedad en general, son una simple unin o el producto de tales facultades individuales. Una parte importante de este individuali smo se desarroll histricament e bajo los nombr es de hedo nismo y utilitarismo. El principio bsico del hedonismo es el principio del placer, segn el cual actuamos con la finali-dad de asegurar y mantener el placer y evitar y redu cir el dolor.

    Desde Bentham ( 17 48 -183 2), quien transform tericamente el principi o del placer en el principio de utilidad , el utilitarismo -la doctrina que aboga por la bsqueda de la ma-yor y ms diversa felicidad- entr en el pensamie nto social para quedarse. Por encima de las muchas variaciones de la doctrina y de las diversas combinaciones de individualismo, utilita-rismo y liberalismo existe una corriente que lleva directamente a la fundacin de la psicolo-.ga. Para la mayora de las modernas teoras del condicionamiento y de la motivacin, mu-chas de las cuales se han desarrollado como teor as psicosociales, las ideas fundamental es de

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    la satisfaccin individual (reforzamiento , recompensa, beneficio ; reduccin de la tensin, de la disonancia, de la incertidumbre; etc.) son variaciones del principio del placer o del de utilidad .

    Existen otros dos desarrollos intelectuales en el siglo XIX que contribuyeron significati-vamente a la moderna psicologa social: la sociologa y la teora evolucioni sta. Como trmino y corno programa, la sociologa fue creada por Augus to Comt e (1798-1857), quien tambin ha sido alabado y condenado como padre del positivismo. Para Comte (1853) el positivismo era un sistema filosfico que implicaba un modelo evolutivo de progreso del conocimiento humano, desde el teolgico, pasando por el metafsico, hasta un estadio positivo del cono-cimiento cientfico, en el cual los fenm enos son considerados como reales y ciertos, y el co-nocimiento es la descripcin de tales fenmenos y de su orden espacial y temporal sobre la base de las constancias y las variaciones. Concibi a la sociologa corno la ciencia culminante, que comparara las culturas segn su diferente estadio de,evolucin social. Convencional-mente , sin embargo , se ha adjudicado a ~giil~J~r]fh~im (1858 -19 17) el inicio de una trad-cin con continuacin en sociologa. Sostena que lt>s hechos sociales son independientes de, y exteriores a, la conciencia individual. De ah que las ~~ "'"i;fll~ de una socied ad determinada tengan una existencia propia. Aunque puedan haber surgido de las asociaciones de individuos, sus propiedades son diferentes de las que tienen las representacio-nes individuales, respecto a las que constituyen una especie de constriccin (Durkheim, 1898). Mientras que la autonona de lo social frente a lo individual hizo a Durkheim recla-mar una psicologa colectiva independiente de la psicologa individual, la mayora de las concepciones pioneras de la psicologa social que surgieron alrededor de finales del siglo pa-sado estaban moduladas segn una psicologa del individuo. Slo muy posteriormente el psi-clogo social francs Moscovici (196 1) recogi y revis la teora de Durkh eim de las repre-sentaciones colectivas (vase Farr y Moscovici, 1984) .

    Finalmente, hacia el final de lo que hemos denonnado el largo pasado , tiene lugar el impacto de la teora de la evolucin, una de las ms poderosas, populares, e incluso intelec-tualmente controvertidas, innovaciones intelectuales del siglo XIX. La psicologa se ha visto muy influida por su principal protagonista, Charle s Darwin (1809-1882), as como por sus seguidores. La pionera contribucin de Darwin a la psicologa social puede encontrarse fun-dame ntalmente en The Descent of Man (1871 ) y en el volumen hermano The expression of the Emotions in Man and Anima/s (1872, 1896) . El hombre es un animal social que ha desa-rrollado la capacidad de adaptarse fsica, social y mentalmente a un medio cambiante, parte del cual es social, como por ejemplo la tribu o el grupo. De ah que la expresin de las emo-ciones tenga su funcin social en la comunicacin inter e intraespecies. El filsofo britnico y (anteriormente) socilogo, Herbert Spencer (1820-1903) generaliz y populariz la teora evolutiva, principalmente en el campo social. Pero dado que combin la teora evolutiva con la doctrina del individualismo y una actitud de laissez-faire ( dejemos a la evolucin que siga su curso), historiadores de la psicologa social como Karpf (1932) y Heamshaw (1964) han argumentado que Spencer hizo poco por favorecer a la psicologa social. Incluso la propia aportacin de Darwin en el establecimiento de la psicologa social ha sido ignorada durante largo tiempo (cf. Farr, 1980b), neritras que su ascendencia directa ha sido reclamada tanto por las explicaciones etolgicas de la conducta social (vase Hinde, 1974; y cap. 2) como por los sociobilogos (Wilson, 1975).

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  • 26 TNTROD\JccrN A LA PSICOLOGIA SOC1AL Los comienzos de la mod erna psicologa social .

    Hasta ahora, cuando hemos hablado del pasa.do de la psicologa social lo hemos he-cho para subrayar que las diversas posiciones, discutidas brevemente, no constituan psicolo-gas sociales en el sentido moderno de la palabra. No obstante, hemos visto cmo algunas de las doctrinas a las que nos hemos referido han llevado a la teorizacin actual. El hecho de que en esta seccin no hablemos todava de la moderna psicologa social, sino slo de sus co-mienzos, se debe a la constatacin de que los programas de investigacin que se presentan se realizaron antes de que la psicologa social se institucionalizara. Sin embargo, ya no se trata de filosofas sociales.

    Seguidamen te consideraremos slo dos enfoques muy importantes para la psicologa social:

    1. La Volkerpsy chologi e de Moritz Lazarus (1824 - 1903) , Hennann Steinthal (1823 1899) y Wilhelm Wundt (1832-1920).

    2. La psicologa de las masas de escritores franceses e italianos de finales del si-glo xcx como Tarde ( 1843-1904) y l..eBon (1841 -1931 ).

    V 01...KERPSYCHOLOGIE

    No debemos albergar ilusiones con respecto a la posibilidad de encontrar una traduc-cin exacta de dicho trmino en ingls (vase Dam.iger, 1893). Literalmente es una psicologa de los pueblos; en la prctica es una psicologa comparativa, histrico social y cultural . Pensa-mos que en W1 manual europeo puede dejarse el trmino original alemn Volkerpsychologie. En vez de una serie de definiciones daremos una introducci n acerca de sus fundament os.

    Puesto que, de acuerdo con Karpf ( 1932), pod emos hablar con toda propiedad de unos anteceden tes europeos > de la psicologa social, resulta inevitable considerar varias tra-diciones nacionales del pensamient o social, como por ejemplo las desarrolladas en Alemania , Francia e Inglaterra . La Vlkerpsychologi e, en ese caso, es la manifestacin y el prot otipo del pensamiento psicosocial alemn , preparado en el siglo xvm, elaborado en el XIX y llevado a su final en el siglo xx. La referencia a Alemania enfatiza una nacionalidad particular, es decir, el desarrollo poltico, social y cultural como el contexto cambiante de la mente social e indivi-dual. En esta tradicin la suposicin clave era que la fonna primaria de asociacin humana es la comunidad cultural (Gemeims chaft), el Volk, en el cual transcurre la formacin y educa-cin (Bildung) de la personalidad individual. Para los filsofos y acadmicos como Herder, Hegel y Wilhelm von Humboldt, el lenguaje era el medio en el cual la comunidad modelaba a sus miembros individuales ; stos, a su vez, contribuyen activamente al lenguaje, que se con-cibe como un producto social (Markova, 1983). Mientras que hoy es a la sociedad abs-tracta a la que se considera como el contexto social de la experiencia, de la accin y de la in-teraccin, para los acadmicos alemanes de los siglos XVIII y XIX lo era la comunidad nacional y cultural del Vo/k, cuya mente o espritu (Volksgeist) se tomaba como la idea o principio mental unifi~ dor.

    Tan to el Volk como el Volksgeist se convirtieron en los tpicos de la nueva disciplina cuando sta fue institucionaliz.ada en una revista profesional, la Zeitschrift fr Volkerpsycho -logie und Sprachwissenschaft (1860), por M. La7.arus y H . Steinthal. Desde sus inicios no hubo duda de que la nueva disciplina estaba conectada con, a la vez que contn"bua a, los es-fuerzos politicos tendentes a la consecucin de una nacin-estado alemana (Eckhardt ,

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    1971a). Surgieron muchas d las preguntas que se han planteado de forma permanente en psicologa social, pero dado que el maceo era nacional ms que social estas preguntas fueron diferentes de aquellas que se formularon en la psicologa de las masas francesa (vase ms adelante).

    Wilhelm Wundt ya consider en 1863 a la Volkerpsychologie como el equivalente y complemento de la psicologa experimental individual, y con modificaciones, revocaciones y confirmaciones, se mantuvo en esta posicin hasta el ao de su muerte en 1920 (Wundt, 1900-1920, 1921). Aunque fue un crtico importante de la concepcin de Laz.arus y Stein-thal, resulta posible subrayar algunos problemas comunes que se mantuvieron ( o deberan ha-berse mantenido) para la moderna psicologa social. La cuestin central es, obviamente, la naturaleza de la relacin individuo-comunidad, que implica numerosas cuestiones tericas, conceptuales y metodolgicas. No hubo dudas, sin embargo, acerca de la naturaleza intrnse-camente social del individuo; una psicologa puramente individual y por consiguiente experi-mental es slo la mitad de la psicologa.

    Una pregunta igualmente secular es si la psicologa social, para ser autnticamente so-cial, debe ser una disciplina histrica, como recientemente ha sido postulado de nuevo por Gergen ( 1973, 1985). Al menos la Volkerpsychologie fue un estudio histrico comparativo de los productos objetivos de la interaccin social ( o colectiva), tales como el lenguaje, el mito y la costumbre; fue una psicologa cultural-social en la cual el estudio del lenguaje

    ocup una posicin central. Excepto en lo que concierne a los procesos ms elementales, nin-guna experiencia o actividad humana puede ( ni debe) ser separada de su contexto sociocultu-ral, descuidando la historia evolutiva del pensamiento en el lenguaje. Otra caracterstica de la Vlkerpsychologie, que apenas encontramos en la moderna psicologa social, es el inters por la relacin entre los individuos cuando actan e interactan y los productos de su (inter)ac-cin -productos que, a su vez, afectan y enriquecen las mentes de los miembros individua-les-. Estos productos motivan a los individuos para realar nuevas aportaciones especficas a la vida comunitaria (Wundt, 1921, vol. I, pp. 20~21).

    Desde una visin estrictamente presentista es fcil encontrar fallos en la Volkerpsy-chologie por sus deficiencias en la metodologa e investigacin emprica. Pero si intentamos una inversin imaginaria de perspectiva y miramos el campo de la psicologa social que se hace en la actualidad, desde el punto de vista de Wundt, podremos reconocer tambin la am-plitud con que el mbito cultural del campo se ha reducido mientras que metodolgicamente ha mejorado (vase Jaspars, 1983, 1986). Retrospectivamente, se obtiene la impresin de que, quiz no la idea global pero s muchos de los principales tpicos de la Vlkerpsycholo-gie, fueron entregados a disciplinas vecinas, principalmente a la antropologa y a la sociologa, para ser redescubiertos slo muy recientemente por psiclogos sociales europeos. Jaspars ( 1986, p. 12) supona incluso una welta a los primeros intentos cientficos por estudiar la conducta social tal y como defendan Lazarus y Steintbal.

    PsICOLOGfA DE LAS MASAS

    Los antecedentes intelectuales y cientficos de la psicologa de las masas son comple-jos. De una parte estn las numerosas tcnicas y concepciones en torno a la sugestin, como la tradicin del hipnotismo ( arte, tcnica, doctrina y culto), esto es, la induccin de una con-dicin parecida al sueo que somete a la persona, con ciertas. limitaciones, a las sugestiones del hipnotizador. Anton Mesmer (1734-1815), quien tena la capacidad de poner a las perso-nas en trance, haba pretendido controlar una fuerza animal universal (magnetismo) que

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    fortalecera e incrementara la vida y la salud. La sugestin hipntica, como ms tarde se le denomin, iba dirigida hacia el nivel de conciencia ms bajo del paciente, para hacer su mente ms primitiva. Uno de los ejes de la famosa controversia que mantuvieron las escue-las rivales francesas de Nancy y de la Salpetriere de Pars fue si esta tcnica era fundamental-mente diagnstica o teraputica. Pero tambin se convirti en uno de los modelos ms impor-tantes de influencia social, del que se apropiaron los primeros psiclogos de las masas para explicar la supuesta irracionalidad, emocionalidad y cprimitivismo de las masas (vase Ba-rrows, 1981; Paicheler, 1985).

    El otro modelo mdico, incluso ms patolgico en su origen y en su modalidad, fue tomado de la epidemiologa Paralelamente al contagio bacteriolgico, que haba adquirido por aquella poca categona cientfica gracias a la investigacin de los cazadores de micro-bios, como Louis Pasteur (1822-1895) y Robert Koch (1843-1910), se consider como po-sible el contagi.o mental y apareci como una explicacin de la propagacin del afecto y de la anona en las masas agitad.as o amotinadas. 2 El contagio mental, un trmino clave en el in-fluyente lbro de LeBon, Psicologa. de las Masas (1895), aunque no original de l, fue inter-pretado ms tarde como una reaccin circular (Allport, 1924) e interestimulacin (Blu-mer, 1946). De esta manera perdi tericamente su carcter de enfermedad infecciosa, pero el tnnino contagio> y su significado connotativo han sobrevivido (vase Milgram. y Toch, 1969). Las distorsiones mdicas de la imagen de la masa en el pensamiento del siglo XIX han sido documentadas excelentemente por Barrows (1981; vase tambin cap. 16).

    La segunda raz cientfica d~ la psicologa de las masas fue la criminologa. Lo que era un estado subconsciente y afectivo de la mente desde el punto de vista mdico, en la perspec-tiva jurdica se convirti en la responsabilidad disminuida del individuo sumergido en la masa o incluso en la masa delincuente (Sighele, 1891; Tarde, 1895). La suposicin bsica de este enfoque mdico legal consiste de nuevo en que en la masa el individuo se hace ms pri-mitivo, ms infantil, que cuando est solo, y por eso menos inteligente, menos guiado por la razn y en consecuencia menos responsable. Mientras que todas estas ideas haban aparecido ya en una serie de publicaciones francesas e italianas antes de 1895, LeBon las populariz en su libro, un autntico xito de ventas, sin hacer mencin a sus autores originales. sta fue la causa de que los posteriores estudiantes de 1a mente y de la conducta de las masas se refirie-ran a LeBon como el maestro de la psicologa de las masas (por ejemplo, Freud, 1953; de forma crtica, Nye, 1975; Moscovci, 1981b).

    Si reurmos ambas fuentes, la mdica y la criminolgica, tenemos esta concepcin latina> de la masa como a-normalidad, asociada tanto con la enfennedad como con el cri-men, excepto en ocasiones eil las que puedan existir circunstancias atenuantes. Si queremos comprender por qu la conducta colectiva y los elementos mentales correlacionados se conci-bieron como anmalos o anmicos> es necesario mirar hacia el contexto social .Y poltico en que tales concepciones se desarrollaron; lo cual resulta evidente en los textos acerca de la psi-cologa de las masas. Sucesin de revoluciones (en Francia, 1789, 1830, 1848, 1871); radica-les cambios econmicos y sociales debidos a la rpida industrializacin y urbanizacin; levan-tamiento y rebelin de las masas>; fuerza creciente de las organiz.aciones sindicales y del socialismo, con las huelgas y las manifestaciones de Mayo; corrupcin y escndalos; derrota militar ocasionada por Prusia a Francia en 1871 y Comuna revolucionaria de Pars suprimida de forma sangrienta el mismo ao; todos estos hechos, en su conjunto, constituyeron una amenaza para el orden poltico, social y moral establecido y principalmente para la burguesa.

    2. La anomia es el trmino utiliz.ado por Durkheim para describir aquella situacin en que las DOltllaS sociales dominantes son CUl:$tonada.~, ignoradas o repudiadas. t j

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  • INIRODUCCIN 29

    Como Barrows ha argumentado convincentemente, haba un sentimiento general de decaden-cia y de declive que necesitaba ser explicado. Las masas fueron descubiertas (Moscovici, 1981b) y temidas como causantes de la enfermedad general, y se requiri a la ciencia para que analizara en detalle la relacin causal entre los fenmenos de masas y los demonios socia-les. Una explicacin criminolgica, as como otra psiquitrica o epidenolgica, encajan en la Zeitgeist dominante. A pesar de las controvertidas nociones de la unidad mental de la masa (LeBon, 1895) y de una especie de entidad denominada mente de la masa, que per-sistieron a lo largo del siglo xx (por ejemplo, McDougall, 1920), consideramos importante se-alar que una gran preocupacin de la psicologa de las masas latina fue el destino del indivi-duo normal, quien se converta en anonnal bajo las condiciones sociales de la masa. Mientras LeBon trataba de las pandillas y jurados, de las manifestaciones de masas y de 105 parlamentos, de las asociaciones religiosas as como polticas, incluyndolos a todos bajo la categora de masas, en la actualidad otorgamos diferente tratamiento a las masas, movi.;. mientos sociales, audiencias e instituciones (por ejemplo, Milgrarn y Toch, 1969). Una distin-cin importante, sin embargo, ya haba sido realizada por Tarde {1901) y Park (1972), y es la que existe entre masa y pblico. Mientras que la primera implica contacto fsico y lmites es-paciales, el segundo, fundamentalmente debido a los modernos medios de comunicacin (la prensa), trascienden la contigilidad espacial y se extiende como opirun pblica.

    Como la Volkerpsychologie, la psicologa de las masas no se desarroll dentro del contexto de la psicologa acadmica despus de que McDougall (1920) hubiera invocado una vez ms la mente grupal. Pero, a diferencia de aqulla, algunos de los principales tpicos de la psicologa de las masas se incorporaron a la nueva psicologa social despus de que fue-ran individualizados y se hicieran, por tanto, asequibles al anlisis experimental. Bajo el t-pico de influencia social se reconoce la continuidad de aquello que una vez fue abordado como efectos de la sugestin, contagio e imitacin (vase Moscovici, 1985b; Paicheler, 1985). Pero slo recientemente los problemas claves de la mente y conducta de las masas han reci-bido un aire fresco y una reinterpretacin por parte de Moscovici y otros (Moscovici, 1981b; vase Graumann y Moscovici, 1986).

    La moderna psicologa social

    A la psicologa social, tal y como la conocemos en la actualidad, puede fechrsele su origen alrededor de finales de siglo. Los autores de manuales americanos prefieren fijar las fechas de los inicios en 1898, para el primer experimento en psicologa social, y de 1908, para los dos primeros manuales. En realidad ambos inicios> son errneos; pero tampoco tiene mucho sentido reemplazarlos por otros inicios. Al final del siglo xtx no slo existan la Volkerpsychologie y la psicologa de masas. Tambin exista el trmino psicologa social, aplicado a estudios que haban sido principalmente diseados para abordar al individuo en . sociedad, o una psicologa de la sociedad (Lindner, 1871; vase Lck, 1987). Ya desde los primeros programas de psicologa social nos encontramos con dos diferentes nfasis que, en resumidas cuentas, son los siguientes: 1) como psicologa social la nueva disciplina tendra que tratar con el individuo y con procesos intraindividuales, de la misma manera que lo hace toda psicologa (por ejemplo, McDougall, 1908; Simniel, 1908); 2) como psicologa social debera focalizarse en el papel que el contexto (social estructural) desempea sobre los proce-sos individuales (por ejemplo, Lindner, 1871; Durkheim, vase Lukes, 1973b; Ross, 1908). Aunque los libros de 1908 frecuentemente citados no fueron los primeros manuales de psico-loga social, pueden representar los dos nfasis diferentes. La obra de McDougall lntroduc-

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  • -30 INTRODUCCIN A LA PSICOLOOIA SOC1Al.

    cin a la Psicologa Social fue un libro (terico) acerca de las propensiones y capacidades innatas de la mente humana individual> (1908, p. 18), esto es, un enfoque individualista de la psicologa social a travs de una teora de los instintos; en trminos actuales, W18. teora de la motivacin (vase Farr, 1986). Ross, el socilogo, en su obra Psicologa Social trata sobre los niveles y corrientes que existen entre los seres humanos como consecuencia de su asocia-cin (1908, p. 1). Su objeto de inters fueron las uniformidades resultantes de la influencia social fruto de la interaccin, parcialmente en la tradicin de la psicologa de las masas, y en su mayor parte un sincero homenaje al genio de Gabriel Tarde (p. VIII). En su reflexin sobre la historia de la psicologa social, Pepitone (1981, p. 974) est en lo cierto cuando esta-blece que la psicologa social colectiva al estilo de la presentada por Ross permaneci en su mayor parte en la sociologa , mientras que para la psicologa y la psicologa social desarro-llada a partir de sta el individuo fue la nica realidad.

    LA PSICOLOG1A SOCTAL EN A.MeRICA

    Ya hemos visto que el individualismo psicosocial hund a sus races en determinadas fi-losofias sociales. Pero con el establecimiento de una disciplina (psicolgica) de psicologa so-cial este individualismo adquiri una marca metodolgica . Quiz la emergencia de la psico-loga social como wt rea distintiva de investigacin emprica... pueda verse... como una rebelin generacional en contra de los mtodos teriC06 de la filosoa social (Cartwrigh t, 1979, p. 83). Pero lo que ocwri claramente fue que , en la visin y en el trab ajo de F. H. Allport (1924), uno de los primero s psiclogos sociales americanos , la concepci n individua-lista coincida y se funda con una orientacin metodolgica, el enfoque experimental-con-ductual. Para Allport, el primer psiclogo social en la tradicin conductista , la psicologa so-cial se convera en la ciencia que estudia la conducta del individuo en la medida en que su conducta estimula a otros individuo s o es en s misma una reaccin a esta conducta (1924, p. 12). Sin embargo, mientras que el punto de vista conductual> fue slo una manera de concebir los hechos, el mtod o experimental fue la manera de producirlos (p. VI). La combi-nacin del enfoque individualista, el punto de vista conductual , y el mtodo experimental fue el medio para hacer de la psicologa social una disciplina cientficamente respetab le; a este esfuerzo, de acuerdo con Cartwright (1979, p. 84) , dedic la psicologa social las tres o cuatro primeras dcadas de su existencia Mientras qu e la mayor parte de este proceso ocu-rri en Amrica y puede remontarse histricamente al modelo de los primeros experime ntos de F. H. Allport sobre facilitacin social (vase cap. 14), hay que sealar qu e el propio Allport (1924) se apoy fuertemente sobre el trabajo experimental de varios discpulos de Wundt (vase Graumann, 1986). Con respecto a esto, Pepitone (19 81, p. 975) habla de las races alemanas de la tradicin experimental en psicologa social. Las races europeas po-dran incluso haber sido ms precisas, puesto que el sobrecitado (errneamente) ejemplo de Triplett , quien en 1898 public un experimento sobre el impacto de la co-accin de otras personas sobre la calidad y velocidad del funcionamiento de un individuo (lo que ms tarde vino a llamarse daclitacin social) , no fue el n.ico. Como Hanes y Vaughan ( 1979) han mostrado, existen otros experimentos antes de 1898 que merecen ser llamados psicosociales, principalmente en el contexto de los estudios de Binet y Henri sobre la sugestionabi/idad (por ejemplo , Binet y Henri , 1894), un tema que haba sido tomado de la tradicin sobre hipnosis antes mencionada. 3 Histricamente , sin embargo, resulta menos interesant e encontrar el au-

    3. Haines y Vaugban (1979, p. 332) se pregi;intan incluso si este experimento no inspirara de alguna manera los famo-sos estudios de Solomoo Asch .sobre la coofomdad (vase cap. 15).

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    IN1'RODUCON 31 tntico primer experimento (una decisin que al fin y al cabo es arbitraria) que observar cmo los psiclogos sociales continan intentando identificar su historia con el mtodo expe-rimental ms que con cualquier otro mtodo: un poderoso ejemplo de la funcin identifica-dora de la historiografa (vase el principio de este captulo).

    A pesar de las races europeas del experimentalismo, fue fundamentalmente en el clima social y cientfico de los Estados Unidos posterior a la primera guerra mundial donde, ms que en cualquier otra parte, la psicologa social se convirti en una ciencia del indivi-duo (Allport, 1924, p. 4). la implicacin de esta limitacin fue que la psicologa social se apart en gran medida del estudio de las cuestiones sociales (Katz, 1978, p. 780), aislando, al menos en sus prcticas investigadoras, a los sujetos de su contexto social hasta que en las cri-sis econmicas y polticas, tales como la Gran Depresin y la segunda guerra mundial, la ur-gencia de los problemas sociales arroll a los puristas en sus laboratorios (1978, p. 781), como veremos ms adelante.

    El principal logro en los aos treinta y cuarenta fue el estudio, y sobre todo la medi-cin, de las actitudes (vase cap. 7), una preocupacin que sigui en los aos cincuenta y se-senta, centrndose en las concepciones sobre el cambio de actitud (vase cap. 8). Para el his-toriador, las numerosas tcnicas sobre la medicin de las actitudes que se han desarrollado desde mediados de los aos veinte son menos interesantes que la creciente certidumbre, con-firmada por cada nueva tcnica, de que las actitudes pueden medirse (Thurstone, 1928) y que su mensurabilidad, junto con una creciente sofisticacin del mtodo experimental, puede aumentar el estatus cientfico de la psicologa social. En la actualidad, la preferencia por los diseos experimentales sobre los de campo y por la medicin sobre la observacin se ha insti-tuciona.lmldo en los currcula y en los criterios para publicacin de artculos de investigacin. Adems, la bsqueda de financiacin y la obtencin de becas dependen, y no en grado des-preciable, del nivel de sofisticacin metodolgica Pero tambin lo que ha sido denominado como la crisis de la psicologa social en los aos setenta, en la cual se cuestion desde mu-chos ngulos la significacin social y relevancia de los principales trabajos de investigacin, se atribuy en gran medida a la soberana de los mtodos sobre los problemas (vase Buss, 1979; Israel y Tajfel, 1972).

    Histricamente ha habido desviaciones de esta corriente principal metodolgica siempre que la presin de los problemas sociales y polticos demand la cooperacin y el compromiso de los psiclogos sociales. &te fue el caso de la fundacin durante los aos treinta de la Sociedad para el Estudio Psicolgico de los Problemas Sociales. Volvi a ocurrir en los aos cuarenta cuando bajo la impresin de la dominacin y del terror nazi y fascista los psiclogos sociales en los pases libres no slo ayudaron a ganar la guerra sino que proyecta-ron un mundo mejor basado en sociedades democrticas. Uno de ellos fue Kurt Lewin (1890-1947), un judo berlins refugiado, miembro del grupo de la Gestalt que influy sobre la psicologa social de diversas maneras, tanto directas como indirectas;

    Lewin, totalmente consciente de lo que haba ocurrido en Alemania y despus en Eu-ropa, se convirti en psiclogo social cuando aplic su teora de camp a los grupos (Lewin, 1948, 1951 ). Menos una teora que una metodologa general, este enfoque se centr en el principio de interdependencia, enfatizando la primaca del todo (la situacin o el campo) so-bre las partes y haciendo uso de mtodos constructivos ms que de mtodos clasificatorios. Esta amplia metodologa penniti a Lewin y a sus colaboradores realiz.ar experimentos con grupos ( como prototipos de los campos de fue1'7BS ), as como trabajar tambin con grupos en la vida comW1itaria cotidiana, con el fin de cambiar su conducta, moral, prejuicios, estilo de liderazgo, etc. -un enfoque que lleg a ser conocido como investigaci6n accin-. La lista de sus colaboradores y estudiantes, desde sus aos en la Estacin para la Investigacin sobre

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  • 32 lNTRODUCCIN A IA PSICOLOGIA SOCIAL

    el Bienestar del Nio en la Universidad de Iowa (1935-1944), hasta su propia fundacin, el C.entro de Investigacin para la Dinmica de Grupos (primero en el MIT y ahora en Ann Ar-bor), es probablemente la ms impresionante e influyente que jams se haya asociado con un investigador despus de Wundt (vase Marrow , 1969; Festinger, 1980). Aun que Lewin muri en 1947, fueron fundamentalmente lewinianos, como Cartwright, Deutsch, Festinger, French, Kelley, Schachter y 1bibaut , quienes modelaron la psicologa social en Amrica, y consecuen-temente en Europa , despus de la seguq.da guerra mundial. Marx e Hillix (1979 , p. 322) con-cluyen incluso que o:apenas constituye una hiprbole describir a la psicologa social americana como un desarroll o lewiniano. Si uno aade aq uellos americanos que fueron influidos por otros emigrantes, no resulta una exageracin resumir, como lo hizo Cartwright (1979, p. 85): Uno no puede imaginar sin dificultad lo que el rea sera hoy s gente como Lewin, Heider, Kohler, Wertheimer, Katona, Lazarsfeld y los Brunswiks no hubieran venido a los Estados Unidos cuando lo hicieron. Es importante recordar esta transferencia forzada de hombres e ideas desde Europa hacia Amrica cuando en los textos americanos uno lee repetidamente que la psicologa social se ha convertido en un producto ante todo americano (p. 85) o en su mayor parte en un fenmeno norteamericano (Jon es, 1985, p. 47). La verdad de tales afirmaciones reside en que despus de la llegada de los emigrantes muchas ideas tuvieron que ser, y claramente lo fueron, transformadas en uo proces o de adaptacin al nuevo contexto so-cial y cientfico (vase Ash, 1985; Graumann, 1976). Es igualmente cierto que Hitler haba vaciado la mayor parte de Europa de cualquiera que estuviera, o de todo lo que hubiera, en la psicologa social. En este vaco se verti la psicologa americana en los aos posteriores a 1945; los emigrantes no retomaron.

    Lo que realmente ocurri en las dcadas siguientes a la segunda guerra mundial en Amrica, y secundariament e en Europa , fueron, adems del sucesivo refinamiento metodol-gico, dos cam~os tericos: desde la perspectiva conductual a la cognitiva y desde las teoras de rango ms amplio a aquellas de rango ms restringido. Ambos desarrollos no se circunscriben a la psicologa social sino que se aplican tambin a la psicologa en general. Mientra s que el enfoque conductual puede ser caracterizado, de forma general, como un desarrollo funda-

    . mentalmente americano (que debe sus conceptos claves a la psicologa pavlonana), con fre-cuencia se ha dicho que el cambio o el movimiento hacia un enfoque cognitivo fue ocasio-nado, o al menos, facilitado, por la aparicin de la psicologa de la Gestalt en Amrica . Es un dato histrico que el primer estudio sobre teora cognitiva en un Handbook of Social Psycho-logy (Scheerer, 1954) trat , efectivamente, sobre la teora de la Ges talt. La situacin haba cambiad o drsticamente cuando, catorce aos ms tard e, Zajonc (1986b, p. 391) sucedi a Scheerer en el Handbook, sealando con asombro , cun poco tenemos en comn con la ge-neracin anterior de psiclogos sociales>. Los procesos cognitivos pasaron a ser concebidos entonces fundamentalmente como la dinmica subyacente a la conducta social (p. 391). Desde entonces hasta ahora la situacin ha cambiado de nuevo: la cognicin tiene en la ac-tualidad el significado de procesamiento de la informacin ( en relacin con el cambio de sig nificado de la cognicin -social-, consltese Graumann, 1987b; Graumann y Sommer, 1984). Actualmente es de menor inters la conducta social (observable) que su repr esenta-cin cognitiva, que precede (planificando), acompaa (dirigiendo) y sigue (recordando) a la conducta (vase caps. 5, 6 y 7).

    Junto a la transformacin gradual del uso de la cognicin social hemos podido presen-ciar una proliferacin y disminucin de las teoras psicosociales. A los ojos del historiador de la psioologa una pauta parece repetirse. As como en el apogeo del conductismo los tipos de aprendizaje prolif eraro n, es ahora el concepto de cognicin el que parece engendrar numero-sas miniteoras, las cuales tienden a expandirse sob re toda la psicologa social .

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    INTRODUCCfN 33 LA PSICOLOG{A SOCIAL EN EUROPA

    La situacin de la psicologa social en Europa despus de la segunda guerra mundial apenas puede comprenderse sin la dialctica del intercambio transatlntico. De una parte te-nemos la naturalizacin americana. En relacin con la psicologa en general, Koch (1985, p. 25) formul la convincente argumentacin de que cualquiera que fuese la contribucin his-trica europea -la psicologa comparativa posdarwiniana britnica, las concepciones pavlo-vianas rusas, la emigracin de la Gestalt, el descubrimiento de Piaget, la fenomenologa in-cluso y, naturalmente, la filosofa neopositivista del crculo de Viena- sta fue con ansia recibida, digerida y transformada en algo americano, combinado de-forma parcial con el con-ductismo indgena y totalmente individualista. La fuerza con que esto se realiz fue posible gracias a la temprana y masiva institucionalizacin. Koch, como otros antes que l, est con-vencido de que una atmsfera cultural que favorece el pragmatismo y el experimentalismo en todos los mbitos de la vida, facilita el crecimiento de la psicologa como una nueva ciencia que pareca prometer prediccin y control sobre los asuntos humanos (Koch, 1985, p. 22). Naturalizada y fortalecida institucionalmente la psicologa en los Estados Unidos, pronto super en nmero y en importancia los esfuerzos realizados en otros pases. La psicologa se convirti en un bien exportable a cualquier sitio donde hubiera demanda, y la demanda fue mayor en la Europa de la posguerra, aunque en grado diferente segn las naciones y por ra-zones distintas. Lo que ms tarde fue crticamente denominado americanizacin de la psi-cologa europea (por ejemplo, la alemana) (vase Cartwright, 1979, p. 85) fue originalmente la muy necesitada y con agradecimiento recibida reconstruccin y reintemacionalizacin de la ciencia con ayuda americana. Sin embargo, en la medida en que las ideas, los problemas y sus soluciones fueron recibidos y comunicados en una actitud no crtica, el trmino americani7.a-cin estaba justificado. Cul era la situacin de la psicologa social en Europa antes de la guerra? Sin una institucionalizacin propia, slo hubo investigadores individuales con algn inters en psicologa social. Por ejemplo, en Inglaterra estuvo Bartlett, cuyo principal trabajo Remembering (1932) ha captado slo recientemente el inters de los psiclogos sociales cog-nitivos. En Suiza estuvo Piaget, quien con sus numerosos volmenes sobre el desarrollo in-fantil contribuy a nuestra concepcin actual de la socializacin (vase cap. 3), principal-mente por su inters en el desarrollo moral (Piaget, 1932). En Alemania estuvo Moede, cuya temprana psicologa grupal experimental (Moede, 1920), ya haba impresionado a Floyd Allport (1924), y tambin Hellpach, el fundador en 1921 del primer Instituto (de corta vida) de Psicologa Social y el autor del primer manual sistemtico alemn de psicologa social. Sin embargo, ninguno de stos ni de otros estudiosos europeos fue el fundador o el mediador de una tradicin psicosocial; ni formaron una comunidad cientfica de psiclogos sociales. Des-pus de 1933 Hitler contribuy a su separacin.

    sta era la situacin en Europa despus de 1945. Incluso despus de que los primeros centros de psicologa social se hubieran establecido con ayuda americana, sus miembros eran inconscientes de la existencia de los dems; las lneas de comunicacin se tendan funda-mentalmente entre cada centro y los Estados Unidos, como afirmaba la primera editorial del European Journal of Social Psychology en 1971. Fue este aislamiento uno de los motivos de la fundacin de una asociacin europea de psiclogos sociales en los aos sesenta. Para la historia intelectual, sin embargo, hubo una motivacin ms profunda, constituida por la con-ciencia ( de algunos psiclogos) de la creciente dependencia de la hegemona americana en la definicin del campo, de las teoras, de los mtodos e incluso de la crisis de la psicologa social.

    Entre los primeros en articular esta inquietud y en buscar la identidad de la psicologa

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  • INTRODUCCIN A LA PS1COLOG1A SOCIAL

    social en Europa se encuentran Tajfel y Moscovici, quienes, cada uno a su manera, abogaron por una psicologa social distinta a aquella que se haba establecido y desarrollado en Am-rica. Las crticas del ltimo autor han defendido repetidamente que existe una relacin entre el carcter cultural y el individualismo autrquico (Sampson, 1977, p. 769). En con-traste, Tajfel y sus colaboradores han enfatizado la dimensin social (Tajfel, 1981, 1984) de la conducta individual y grupal, esto es, el grado en que nuestra experiencia y conducta estn empotradas y modeladas por las propiedades de la cultura y la sociedad en que vivimos. La sociedad, sin embargo, tiene su propia estructura, que no puede definirse partiendo de las caractersticas de los individuos. (Moscovici, i972, p. 54). Adems, la psicologa social puede y debe incluir entre sus preocupaciones tericas y de investigacin un inters directo por la relacin entre el funcionamiento psicolgico humano y los procesos y sucesos a gran escala que modelan este funcionamiento y son modelados por l (Tajfel, 1981, p. 7). Quiz sea la diversidad de antecedentes culturales y sociales caractersticos de Europa Jo que expli-que este mayor inters por el contexto social tanto de la conducta social como de su investi-gacin psicolgica. La preocupacin por el contexto social es evidente, por ejemplo, en los propios estudios de Tajfel sobre los estereotipos, el prejuicio y la conducta intergrupal, y en los trabajos de Moscovici sobre influencia social, minoras Y.'!J?,E~~l)J-C,Q~~~ (vase tambin Israel y Tajfel, 1972; Jaspars, 1986). Sin embargo, tambin forma parte de este pa-norama diverso el hecho de que muchos centros de investigacin psicosocial en Europa no se hayan visto afectados por la demanda europea de identidad, estando todava siguiendo a distancia y con el debido retraso el sucesivo flujo y reflujo de la corriente dominante de la psicologa social americana (Tajfel, 1981, p. 6) y no puedan percibirse diferencias entre su teorizacin e investigacin y aquella que se realiza en cualquier centro de Norteamrica. Sin embargo, independientemente de que haya un cambio general en la orientacin de la psicolo-ga social de Europa o ste se restrinja a algunos de sus ms prominentes protagonistas, como Jaspars (1986, p. 12) se pregunta, lo que s podemos afirmar es que la europei2.aein de la psicologa social ha servido para generar una interaccin ms viva y frecuente entre los psic-logos. Et foro ms importante es la Asociacin Europea de Psicologa Social Experimental, con representacin tanto en la Europa del Oeste como en la del Este, y los encuentros, la re-vista y las monografas patrocinadas por ella. 4 Otros sntomas positivos son los primeros ma-nuales europeos de psicologa social, con autores procedentes de varios pases europeos y de

    ,-.Norteamrica (Moscovici, 1973, 1984; Tajfel y Fraser, 1978). Una cuestin que permanece abierta es si la mayora de edad de la psicologa social

    vendr trayendo a la sociedad dentro del laboratorio (Jaspars, 1980, p. 426) o aventurn-dose en el campo de las fuerzas sociales externas al laboratorio. Sin embargo, datlo que la psicologa social, como hemos intentado mostrar, despeg con un enfoque y agenda mucho ms amplio pero ha ido estrechando su tarea para obtener aceptacin cientfica mediante el empleo de los mtodos experimentales (Jaspars, 1986, p. 13), podra ser que ahora obtu-viera aceptacin como ciencia social volvindose a dirigir a las cuestiones sociales reales.

    Trminos del glosario

    Psicologa de las masas Mente grupal

    Positivismo Enfoque centrado en lo social

    4. Otro apoyo importante lo constituye el Laboratorio Europeo de Psicologa Social de la Maison des Scienre., de l'Homme de P-dls.

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  • Hedonismo Individualismo Enfoque centrado en el individuo Contagio mental

    Bibliografa

    INlRODUCCION

    Sociologa Sugestin Utilitarismo Volkerpsychologie

    35

    No existe una historia de la psicologa social publicada que sea comprehensiva, est actuali zada y tenga un carcter ctico. Las siguientes son elecciones alternativas.

    Allport, G. W. (1968): Toe historical background of modem social psycbologp, en G. Lindzey y E. Aronson ( eds.), Handbook of Social Psychology (vol. 1 ), 2. ed., Reading, Mass.: Addison Wesley, 1-80. Este captulo apareci en la primera edicin del Handbook en 1954, y tambin, aunque abreviado, en la tercera edicin de 1985. A pesar de los errores y de otras deficiencias es la fuente citada con mayor frecuencia en relacin con la historia de la psicologa social. Es-boza los antecedentes europeos de la moderna psicologa social americana.

    Festinger, L. (ed.) (1980): Retrospections on Social Psychology, Nueva York: Oxford University Press. Escrito por tres generaciones de acadmicos del Centro para la Investigacin sobre Din-mica de Grupos, fundado por Kurt Lewin, es una retrospectiva muy personal e histricamente limitada, pero fcil de leer, realizada por algunas de las figuras de la moderna psicologa social americana.

    Jones, E. E. (1985): Major developments in social psychology during the past four decades, en G. Lindzey y E. Aronson (eds.), Handbook of Social Psychology (vol. 1), 3. ed., Nueva York: Random House, 47-107. Como complemento necesario al captulo de Allport, mencionado an-tes, este artculo investiga los recientes desarrollos de la psicologa social en Norteamrica. Las referencias a la investigacin en Europa son arbitrarias y nada frecuentes.

    Karpf, F. B. (1932): American Social Psychology: its origins, development, and European back-ground, Nueva York: Macmillan. Es 1a ms erudita y completa historia del pasado europeo de la moderna psicologa social. Se recomienda a los lectores con un inters histrico. Una actuali-i.acin basta el ao 1951 se public en 1952 como American social psychology 195b, Ame rican Joumal of Sociology, 2, 187-93.

    Sahal