Warhammer Fantas a: El primer Templo de la Vieja Fe.

Hace algunos d as Aiga Adarkar, el Sacerdote Dru dico, se cit con sus compa eros Guy y Malmod en una tabernita al anochecer, todo por una buena idea que le estaba

rondando la cabeza. Estudiando sus primeras lecciones sobre hechicer a dru dica, Adarkar encontr much simas citas que hablaban sobre riquezas, secretos, sabidur a y poderes procedentes del primer Santuario de la Vieja Fe. Esta religi n, es considerada la primera creencia del mundo. Y probablemente dicho templo fuese el primer lugar sagrado de todo el globo. Es

incluso anterior a la llegada del Caos, y su localizaci n se pierde en el giro de los tiempos.Con m s sed de aventuras, Aiga propuso a sus compa eros localizar el antiguo templo,

o sus ruinas, saber que ha sido de l, y que maravillas se pueden a n rescatar. Ante tal ex tica e intrigante aventura sus compa eros no presentaron queja alguna, pero si un gran problema: Por donde empezar?

Y a esto respondi claramente el druida: -Precisamente por eso os lo comento, se por donde empezar.- As comenz Aiga a contar sus primeros pasos por la senda de la vieja Fe, y a hablar sobre Mordred, su maestro y gu a. Al parecer Mordred comentaba la existencia de un maravilloso libro, una historiograf a de la Vieja Fe, donde podr a aparecer escrita la localizaci n del templo primigenio. Dicho libro era propiedad de un amigo de Mordred, el se or Adelbert-Kurt Priester, propietario de una arboleda sagrada cerca de las monta as del fin del mundo, en su zona norte, en concreto muy cerca de Kislev, ciudad donde ellos en ese momento

disfrutaban del relato y de una espesa cerveza negra. No solo ten an indicios, sino que ya de por si se encontraban a pocos kil metros de su primer destino. Adem s la primera parada no ser a peligrosa, un Sacerdote de aquellos lares les ayudar a, seguramente, con sumo placer. Los deseos de tesoros, misterio, aventuras, conocimientos y experiencia motivaron al grupo a

partir hacia la b squeda del templo. La primera parada: la arboleda de Adalbert.Por desgracia el camino hacia la arboleda Sagrada no estuvo libre de asaltadores,

salteadores y ladrones. Y digo por desgracia para estos mismos, pues fueron masacrados por

las Garras de NothernWind, la montura de Guy, y tambi n las fauces de Nymeria, el lobo de Aiga, ambos sembraron el terror entre sus enemigos, con el apoyo de la fuerza de

Malmod. Las noticias tristes para los aventureros llegaron al encontrar arboleda sagrada de

Adalbert: asaltada, destruida, saqueada, y por algo m s feroz, m s cruel, y m s sanguinario que unos simples salteadores de caminos. El cuerpo del Dru da hab a sido devorado por sus asesinos, sus tesoros robados, algunos objetos valiosos incluso destruidos... los rboles rotos.... las bestias asesinadas y devoradas casi a disgusto, dejando las partes menos sabrosas a la

podredumbre de la intemperie... el lugar m s bello de un bosque a las faldas de las monta as del fin del mundo... profanado, arrasado. Qui n o qu hab a hecho esto? Entonces divisaron una fuente de humo en el horizonte, en las elevaciones monta osas, algo hab a por all , la precauci n fue extrema, perfectamente pod an ser esos enemigos de la Vieja

Warhammer Fantas a: El primer Templo de la Vieja Fe.

Fe... pero no fue as ... aquellos humos descend an desde el interior de la tierra, pero solo eran las fuentes de calor de un peque o asentamiento enano. Tendr an relaci n con Adalbert? Sabr an que es lo que hab a pasado? Con estas dudas los aventureros se adentraron en el

asentamiento de los enanos, claramente buscando respuestas...

Mapa de Kislev y las monta as del fin del mundo. La l nea verde indica el viaje recorrido de los aventureros. Dos cruces. La primera, la arboleda destru da; la segunda, el asentamiento enano.