INTRODUC€róN - Sergio Mansilla Torres: Buque de...

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Transcript of INTRODUC€róN - Sergio Mansilla Torres: Buque de...

ALpHA Ne 12 - 1996 '1t , {) inü ) ( i l f l i l r }J i l . r i ¡njr* j l rq l : ; ' r i ' i ' r } ¡ ;

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poESIA coMo RECURSO DE AMpARo" 'rlr'

INTRODUC€róN' { f : - ' . , ' t f x -a { l , :¿ ¡d

Jorge Torres (Valdivia, 1948) ha llegado a ser uñ poeta impres-cindible en el panorama de la poesía chilena finisecular.t Su riguro-sidad con la palabra poética así como su renuncia a toda prácticaIiteraria que se sintonice cómodamente con las corrientes dominan-tes del sistema político-cultural en el escenario de la institución de laliteratura nacional, evidencian la presencia de un poeta que no haceconcesiones ni a la poesía ni a los discursos hegemónicos con loscualesésta entra enconflicto. Desde su primer libro, Reanrso deamparo(queen verdad esapenaspocomás que un folleto), publicadoen 1975,ha sta su úl ti m o libr o, P oemas r enal es, de 7992, unade Ias preocupacio-nes centra I es que an i ma la escri tura de Torres es la sostenida reflexiónsobre el poder/precariedad del lenguaje poético. Hablar de lapoesíacomo "recurso de amparo" equivale en realidad, en el caso deTorres/

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Este artículo se publica como parte de la eiecución del proyecto N" 3Ol.1Zfinanciado por el Departamento de Investigación y Postgrado de la Univer-sidad cle Los Lagos, Osorno, Chile.Para mayor información sobre la trayectoria biográfico-poética deTorres, re-mik¡ al trabajo cle Alfreclo Cabrera "Autocensura, crisis y dolor: ltr poesía deJorge Tcrrres" , En liln'e plática. Pro¡ncsta de lectura de una cierta zona ile la pocsíachilenn._Aproxinnciottttsaln poesía de JorgttTorr¿s. Véase tanrbién la bibliografíasobre Jorge Torres contenitla en el rnismo libro, p. 226. Agre¿iuemos quenuestro poet;r ganóel Premio del¿r Ilustre Municipaliclacl cieSantiago, géneropoesía versión 1993, con su libro Pottnas renales.

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a concebir el proferimiento lírico como un discurso que defiende alhablante en tantoconciencia individual y lo salva, en un sentido ético,instalándolo en el sitio en que la poesía emerge como un discurso depoder en el seno de una modernidad alienante. pero del mismomodo, y en la medida en que la poesía de Torres desde lgZS hastaahora ha idoensayandonuevos recursos, ampliando y complejizan-do sus registros escrifurales, el "amparo" se ha hechomás ihproba-ble: el "recurso de amparo" se vuelve recurso de expresión deldesamparo que se manifiesta en la recurrente necesidad de hablarcon y contra la engañosa transparencia de los discursos anodinos yacomodaticios que permanentemente amenazan copar toda posibili-dad de expresión libre y crftica del hablante. El poeta se hallaarroiado, así, al precario refugio de la literah¡ra en él marco de unhistoria que la poesía de Torres representa como un radical estado dedecadencia, lenguaje poético incluido, de donde arranca una paliabradolorosa, irónica a veces, signo siempre de un desasosiego esencial.

En nuestra opiniór1 los libros en los que hasta ahora Torres hallevado más lejos su preocupación sobre el precario poder de lapoesía, quees, a la vez,precariedad del decirconvertida enpoderosorecurso expresivo de la decadencia del cue¡po y la palabra, sonP9emal erycontradosy otros pretextos (en adelante pEp) y p oemas renales(PR). En las páginas que siguen, intentaremos, pues,unacercamientoa estos volúmenes en la dirección ya señalada.2

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POEMAS ENCONTR ADOS y OTROS PRE-TE$TO.9: CUANDOESCRIBIR ES LEER CONTRA LA TRANSPARENCIA

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Es un hecho que la poesía escrita en Chile bajo condiciones

El lector interesado hallará p-p.r""*, * ,*turas de la po.riu a" to.."u qrr"avanzan en líneas distintas, pero al mismo tiempo concomitantes, en lacolección de esrudios y documentos hr libre plática,libro mencionado en lanota anterior. Sobreel tema de la decadencia y la precariedad, ver los trabajosde Pino-Ojeda y Carrasco, respectivamente.La seccióndeesteartícüloqueaquídedicamosa PEP se publicócomoartículoautónomo, con algunas moclificaciones, en Err libre plática, bajo el título,,Eliuego de la poesía, el juego del mundo. Lectura de un libro con candado,,.

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dictatoriales en los años 70 y 80, con modalidades e intensicladesdiversas, se vio en la necesidad de "negociar" con los lenguajes delpoder, en tanto el insoslayable peso de éste devino uno de loscomponentes fundamentales de la constitución de una subjetividadque, de un motlo u otro, estaba obligada a hacerse cargo de larepresión. Así, la poesía, desde una posición política subalterna,habla con los silencios; ironiza a veces la historia y las "grandes"ideologías; intercepta los discursos oficiales y los expropia en bene-ficio de una "cultura alternativa"; se cuestiona a sí misma en sucapacidad de representación de una realidad pesadillesca. Comoalguna vez lo expresó el propio Jorge Torres: "todos escribimos conun agente de seguridad en la conciencia".

La metáfora del "agente de seguridad" (muy a menudo dema-siado real para ser metáfora) no resurne simplemente la censuraexterna bruta y directa, ni siquiera la propia autocoacción calculadapor razones de seguridad personal y/o por el interés de que elproducto estético circule con relativa libertad en un medio dondecua I quier man ifestación a rtístico-cu lhrral era sospechosa. La metáfo-ra incluye esto, por cierto; pero va mucho más lejos: es la constataciónde la disolución, la percepción de que ya nada es ni será como antes,que los fundanlentos mismos de los discursos y las praxis se hanresquebrajado; que todo el paisaje se ha vuelto de pronto superrealis-ta, absurdo, increíble, inverosímil, pero a la vez real. Y ya no escuestión de coger las viejas banderas de lucha, otrora movilizadorasy exultantes de convicción. La atomización del cuerpo social, elestallido de las utopías revolucionarias en sus formas totalizantes, lalógica empresarial que copa los sueños,la precariedad de la imagina-ción poética para representar el espectáculo de la historia, son algu-nos de los signos de una época que Torres en su libro PEP denunciay prefigura ya en 1981.4 No se trata entonces de eliminar al "agente"

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Par¿r entonces, Torres ya había reunido partede los textos y "pre-textos" queen ese momento fueron publicaclos y difundidos en forma de doss¡er. Ser¿1 err1991 cuanclo Torres los publicará como libro, incluyendo nuevos "poemas"

y "pre-textos" encontraclos. Poenms orcontrados y otros ¡tre-textos es una seriec1e textos fragmentarios provenientes principalmente de l¿ prensa de entrelosaños 1979 y 1990; incluyeademás una clef iniciónde "l i teratura" fotocopia-

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como si fuese urur simple alteridad molesta y lejana; nosotros mismosdevenimos también agentes, y el desafío político y estético es aPren-der a vivir con ellos, a reromponer/reimaginarnuevos-viejos discur-sos, a poetizar el mundo desde y con las múltiples escisiones delsujeto:

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Es posible postular que Poemas encontrados y otrospre-textos de

|orge Torres es doblemente testimonial en el sentido que, en unnivel social, revela la búsqueda de un nuevo lenguaje ya que elpermitido se presenta mutiladoporel sistema autoritarioy, enun nivel individual, obedece a la búsqueda persural de unaescritura poética quesea distinta a la de su propia generación(la de Torres) que, comoes sabido, está influenciada por poetascomo Parra, Teillier y Lihn, por citar a algunos. Esta dobleperspectiva es planteada por el mismo Torres en una carta alautor de esta nota: "¿Qué de dónde nace una obra comoésta?Pienso que el libro es producto de años de callamiento, dellargo üempo del silenciamiento a que nos condujo la dictadura,pero también de una crisis perxrral de mi propia escriturapoética... los apostoles tienen sus días contados, creo sincera-mente que los poetas de mi generación 'cachamos el gato',comodiría un muchachodeesta época,y comenzamcrs a variar

Aventuraré una hipótesis ya sugerida con anterioridad: lainmensa coacción del poder dictatorial dominante y sus textos Pro-dujo un efecto de esterilización en la poesía convencional, un vacia-miento de sus significaciones poéticas eficaces, de suerte que el únicoterreno fértil disponible fue la deconstrucción y reciclaje de los

da def Diccitmario cle Ia Real Acaile¡nía Españda; fragmentos de lenguaiepsiquiátrico, de reglamentos, de códigos y ordenanzas legales vigentes yobsoletos; también textos propiamente poéticos; en suma, una dispersión,/inversiónen apariencia radical de loque sueleentenderse porliteratura.IvánCarrasco sitúa este tipo deescritura clentrodeuna tendencia queéldenominaneovanguardista, rótulo que, a iuicio de Carrasco, incluye a una serie depoetas chilenos de épocas y estilos diversos, que tendrían, silr embargo, encomún el quiebre y/o cuestionamiento cle la escritura poética tradicional(Carrasco, "Poesía chilena actual" 4-5).

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propios textos delpoderestablecido, poniendoal desnudo la dimen-sión poética oculta que hay en ellos, creando a la postre un efecto deextrañamiento sobre aquellos discursos que mañosamente se propo-'nen comoob-vios y naturales. Apropiándonos de la idea del 'hgentede seguridad en la conciencia", di6;amos que el sujeto poético Tórres,por efecto de este continuo seguimiento y acoso por parte de lasestructuras profundas de represión, enftrudece a tal pünto que nisiquiera escribe sino que (foto)copia Lo que otros escriben. El propiopoeta en más de una ocasión ha manífestado que comenzó a busiarpoemas en aquellos espacios textuales donde aparentemente no haypoesía, y esto en parte por la imposibilidad perional de escribirla; süestrategia escrifural,la lectura y el recorte deconstructivos, pasa porla anulación del estatuto tradicional del sujeto poético,legiiimandopor esta vía su ausencia en cuanto voz, registrando las huélhs deunno-decir a t¡avés del decir del otro en cuanto alteridad sojuzgadoradueña de la palabra. Repetir (repetición es también apropiacion¡ etbrutal rechazo del general Pinochet a la poesía es hacer patónte lo quehay de poesía en semejante opinión, lo cua,l, a su vez, patentiza unaambigua relación con la poesía por parte del sujeto texiual organiza-dor del libro: objeto de rechazo y'de deseo a la vez.s Er ribro en símismo exhibe esta ambigüedad en la medida en que, dada sunaturaleza, se aparta de la construcción convencional del poema:rechazo a la poesía'en sus formas consagradasj pero a la vez seencamina al rescate de aquellos otros poemas silenciados y el libro,entonces, se propone como reafirmación de la poesía en una dimen-sión que va más allá de la oposición poesía convencional versuspoesía no convencional.

Esto mismo conduce a otras cuestiones importantes. L¿ lecturai ¡ l r t ? :i . . ' ' . 1 .

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4t. L /r¡.fi¿n{)}gfrEl texto de Augusto Pinochet que se fotocopia y se destáca con un círculoimperfectoa su alrededor es un brevefra¿lmentode una entrevista publicadaen la revista "Munclo" N'89, según reza la referencia al pie de la mismafotocopia aumentada. Dice así:

"-¿Escribió alguna vez un poema?-¿Quiere que le diga una cos¿r? ¡Odio las poesías! Ni leerlas, niescucharlas, ni escribirlas, ni nacia.',

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deconstructiva que Torres hace de los textos del poder, precisamentepor el hecho de ver pr:esía donde para otros sólo hay letargo otransparencia, deviene un gestoconstructivo debar¡icada semánticaque delata a un tiempo el poder subversivo de la imaginación poéticay las fracturas y debilidades del poder dominante. las premisasdogrnáticas y delimitaciones excluyentes del autoritarismo constitu-yen, a la par, su fuerza y su talón de Aquiles, y lo que hace laimaginación poética, por su extrema movilidad discursiva, es que-brar una y otra vez tales dogmas y sus consiguientes delimitaciones,sea partiendo desde " fuera" o desde "dentro", como en este caso.6 Elproceso de deconstrucción / construcción, a partir de materialestextuales en principio no signados como arte pero que sí constituyeninequívocamente huellas de la historia, se levanta como una revisiónde la historia que nos incita, por una parte, a repensar nuestra relacióncon la contingencia¡ apelando al reconocimiento del potencial sígni-co-simbólico de los lenguajes no artísticos que simulan neutralidadpolítica. Por otro lado, el volver opaca la transparencia de los textosno artísticos, disfrazados de anodinos en sus contextos originales oconfundidos en la muchedumbre de signos huerot es desnudar lairracionalidad de una época; I o "anodino" se vuelve una constelaciónde puntos límites queacusan conpruebas contundentes a un estadode cosas fundado en la violencia.T Un aviso clasificado tan lacónicocomo "me ofrezco. para trabajar", fotocopiado en PEP, esconde ydelata juntamente el trágico drama de la cesantía en el marco de unneoüberalismo a ultranza que realiza cálculos en función de variables

. l ¡ : r ¡ r ¡ i ; i l - ¡a lJ i . : : ' . j ' i ( )e¡

Desde una posiciónantilogocéntrica, Derrida ataca las nociones de "dentro-fuera", otra manera de referirse a la oposición "centro-margen" (194). En elcaso de Torres, situarlo "dentro", es decir, jugando con los discursos delpoder, constituye a lo más un recurso metodológico, dado que, en cuantodeconstruye tales discursos, se ubica también fuera. Está y no está. Definiti-vamente "fuera" y "dentro" no pueden entenderse como posiciones absolu-tas.Interesante resultaría un estuclio conrpa rativo áe Poanas encontrados y otrospre-textcrsconlnslústoriasprtilibiilas dePulgarcifodeRoqueDaltonen términosde analizar el proceso de resignar y resituar la Historia nat:ional (y, porextensión,latinoamericana) clesde y a través de una literatura l imítrofe entrela ficción y la no ficción.

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macroeconómicas, desconociendo'toda conexión con la vida real de

Ia cotidianictad. [¿ comparación entre un aviso que habla de unos

cachorros que perdieron a su madre con el de unos niños que

imploran qtre vlelvan sus padres, revela los agudos desniveles de

una sociedo,t qr" para subiistir necesita mantener no resueltas las

!ruiales m.a¡ginaciones de determinados sectores, ^rru, ¿ttt¡-st <r]l

.' El .coniunto de estos pre-textos no puede leerse'["'] como lar simplé suma de unos sigtrifiéatlóscuyovínculocon la realidad

.(su característica más obvia) nos obliga a repensar nuestra

insercióh'en una contingencia histÓrica clesmesurada y trau-

mática, sino, más allá, como el producto de una operaciónsemántica que revela la profunda irracionalidad de semejante

i, : Historia. [a estructura semántica de este libro se levanta pues,

. . como una síntesis metafórica de aquellas zonasde la realidad

que se esLu rren silenciosamente en la trasparencia inocente de

ú coerción. Esas zonas perdidas, esos Puntos morbosos cuya

dispersión, cuya irrupción excepcional en la cotidianidad nos

tranquilizan, aparecen aquí arrojando toda su locura, concen-trando su inqúietante absurdo. (Miralles, presentación del

libro)r ; J¡tr ) ' t l r l ¡ r d l j l ¡ , J

Con todo, la hipótesis que he propuesto más arriba merece

reparos o cuando menos precisiones. Entender todos los alcances de

la afirmación de qre el poder dictatorial produio un efecto de

esterilizacién en la poesía Convencional, exigiría un examen porme-

norizado de la noción de poesía convencional, tarea que escaPa a los

objetivos de este trabaio. Pero_al menos una cosa es clara: la irrupción

dei autoritarismo militar en Chile y su Política económica neoliberal

hizoestallar los mapas ideológicosde los grandes discursos utópicos

previos y obligó a ieinventar estrategias de sobrevivencia, a usar la

astucia v et deiOoUlamiento, a articular nuevos lenguajes a base de

sorprendbntes enmascaramientos cargados de realidad / irrealidad y

con sujetos móviles en una especie de complicadas actuaciones y

metaactuaciones en el teatro del mundo diario, sólo que "actuando"

sin guión previo."

Volviendo a la hipótesis, resulta necesario ponerse en guardia

contra lo que ella misma sugeriría: que en PEP cristaliza una oposi-

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ción binaria entre los textos del autoritarismos versus su deconstruc-ciónenuna dimensión poética subversiva. Existeesta oposición, perosu formulaciónnoes simétrica ni es el únicoeje organizadordel libro.Hay toda una reflexión (y sufrimiento) sobre el lenguaje,la muerte,el amor, sobre la poesía y la no-poesía.8 La lectura deconstructiva deTorres, aunque se encamina generalmente a un cuestionamiento delos textos fotocopiados, también los asume como válidos. Constitu-yen formas de conocimiento, construcciones discursivas, en últimainstancia retazos de ser que conforman nuestra subjetividad, porquetales textos constituyen parte de las condiciones reales que están ahídadas y que han posibilitado/negado la constitución de nuestrapropia identidad. [a alienación y la conciencia no tienen lfmitesdefinidos (lo queno significa quenoexistan los llmites); elpoder delos medios de comunicación masiva se disemina copando el incons-ciente, erigiendo mitos que, no obstante, se propone-n como realidady, en cuanto tal, se hallan sujetos a sus propias negaciones. Asimismo,decir que el único terreno fértil disponible fue la deconstrucción yreciclaje de los propios textos del poder establecido es, en sentidoestricto, una exageración. Lo que sí es claro es que toda la poesíachilena (tal vez en este caso la palabra "toda" sea también hiperbóli-ca) escrita en el horizonte de la dictadura, fuera y dentro db Chite,negocia con las estructuras discursivas autoritarias, sea en términosd e ap rop iac i ón-d econstrucc ión I isa y llana d e los lenguajes d el pod er,sea en términos de un cuestionamiento, más o menos radical, segúnlos casas, de los espacios ideológicos puristas. El impacto del gobtíer-no militar hizo patente de modo violento y descamado la precarie-dad de nuestras propias subjetividarJes, historiándolas de unamanera radical y urgente: el poder no es sólo la institución del estadopolicíaco; también los barrotes que levantarnos para encarcelar nues-tros propios sueños, de modo que "todos somos culpables aunqu e nose sepa de qué'l (Zurita 15).

Torres exhibeen sus"re-cortes derealidad" (PEP) la práctica de

AlfredoCabrera, Hans Schtrster yCésar Díaz-Cid encaminan sus aproxirña-ciones hacia la clevelación clel sentido metapoético, entre otros aspectos, def a organización formal de Poemas encontradtts y otros prc-texfos (ver En tibreplát ica) . . , ¡ , : i . , . j l ' i ( . r t t - | t l f tL l )

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un sujeto poético cuya unicid ad se construye por la suma ycoex isten-

cia dé otrédades quó provienen mayorrnente de textos alejados de lo

canónicamente literário. El hecho de que se incluyan textog

(foto)copiados de poemas (Neruda, Eluard) puede ser entendido en

un doble sentido: Se "igualan" a los otros textos en tanto Son Suscep-

tibles de ser yuxtapues:tos con escrituras no-poéticas en su origen. Si

estas últimaÁ, al ser resituadas en el interior de un libro de poesía, se

vuelven ambiguamente pcÉticas, del mismo modo, el estatuto litera-

rio original de"los "poernas encontrados" se ve minado en la medida

en que-reclaman una lectura homóloga a un fragmento de.la prensa,

pgr éjempto. Lo que equivalea asuTll que la Poesía fllciona como

dir..rtro'robre É realidad, susceptible de ser decodificado como

información (verdadera o falsa) sobre el mundo, de forma semeiante

como podría leerse una noticia, o uir imperativo de conducta propio

de un iOdlgo legal. Pero si I os poemas se igualan a los otros textos, con

éstos ocurá lo mismo que con:aquéllos; lo que implica que a la poesla

conviene verla cirmo un proferimiento pragrnático cuya naturaleza

literaria está sujeta al modo como se recortan y articulln l9s textos en'un marco que Se propone como literario:'Así, no sólo la literatura eS

lo problérnatico; iambién lo es la no-literatura. Y por esta vla, llega-

más, otra vez, a la idea de que los "nuevos territorios de la poesía

chilena,' (Epple) postlgzg cá.ecen de límites taxativos con lo !'otro"

de la poesá. V otu tarencia llega á ser una nueva posibilidad de

eScrifura que resignifica, como actos socialmente simbólicos cort

poder estéüico y teslimonial, discursos provenientes de esferas.litera-

rias y no literarias.Esto recuerda, en alguna medida, la tesis nerudiana de la

"poesía impura "; pero .to es lo mi smo. Neruda levanta su bandera de

lucha poetica y política sobre la base de la convicción de que,

efectivamente, existe una "poesía pura" que no se aviene con la

práctica de una escfitura comprometida con la concepción marxista'revolucionaria

de la liberacióñ de los oprimidos.eEs decir,la "poesía

impura,, corresponde a una opción ética y política que el suieto poeta

El textocle Neruda arremete, ón vercla,J, contra la poesía libresca quó prefiere

el "buengusto"al"mal gusto",necesarioesteúltimo, según Neruda' p-ara no

.u". ""n áhiulo". AbogiNeruda por una poesía impura queexPrese"la con-

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hace suya como parte de su constifución como sujeto poeta, revolu-cionario y comunista. Esta tajante división de campos y prácticas deescrituras se ha reformulado radicalmente en la póesía éscrita en elperíodo chileno dictatorial en términos de no conliderar los camposde escritura como compartimientos estáticos. No es quehaya desapa-recido del todo el relato de la "pureza" ola,,impureza,, dé h poeiia;lo que ocurre es que ! poesía ha llegado a ser un campo donáe, porsu propia naturaleza fic ticia refrac taria de la(s) ideología(s), ocurre lapureza o la impureza como formas específicas de la práctica literaria.No se trata de opciones excluyentes que reclamen afiliaciones nocompartidas; se trata de puntos estratégicos de una escritura que seve a sí misma como presencia/ausencia, de manera que en lugar deproclamar una poesía impura o pura, se trabaja con las contraúccio-nes de la escritura, que se sabe fracasada como presencia utópica;p-e1o, a la,vez, poderosa precisamente por proponerse como espacioabierto de contradicciones donde la',puieza,, y la ,,impureÁ', sevuelven polifonla intertextual cuyas voces van désde la reafirmaciónde la palabra poética "incontaminada" hasta el maridaie irreverentede la excelsitud poética con los lenguaies informales de la calle y delosbajos fondos, pasando por la prensa, las leyes, la historia, la po"siade un Eluard o de un Neruda.

Hablar de pureza o impureza es, en realidad, un equfvoco parat¡na poesía que tiene a su haber las experiencias poétical de parra yLihn marcadas por una poderosa desestructuraiión del lirismo deraíces más bien nerudianas: el ba¡do que habla de la historia con elpoderío no cuestionado de su lengua.ñpero mientras estos autores,

fusa impureza de los seres humanos". Est a ars poetique enprosa formulada en1935 será en definitiva la base ideológica para la poesia pohtica posterior deNerucla de filiación comunista y stalinista en su momento. Encuálquiercaso,un planteamiento comoéste, supone una irreductibledivisión binária de loscamposestéticos. ,u brr ¡frl, .:{;sólo como mínima muestra de la actitud escéptica para'con el lenguaje,transcribo- un_fragmento de EI Paseo Ahunnda'de Enrique Lihn: ,,óantoGeneral/ Mi Canto particular (que te interprete, pingtiinó), proclucto de larecesiónycleotrasrestricciones/ soywtcantantelitnit ido,unmhwsoáIidotlelacanciótt / Canto Ceneral ¿rl Paseo Ahumada / vuestro monumento viviente...,,(énf.rsis mío).

10

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en sus años de formación y consolidación como poetas, tenían ante síla avasalladora corriente del autor de Canto genernl,los poetas postNeruda no se sienten obligados a polemizar con el vate. El problemasería otro: ¿qué leer de Neruda y de qué modo, ahora cuando ya en7975,enChile, comenzaba a derrumbarse el relato político que habíaanimado la obra nerudiana desde España en el corazórn en adelante ycuando la poéticadela poesía comprometida empezaba a haceraguapor todos lados? ¿Qué leer de Neruda y de qué modo en un momentocuando, no obstante lo anterior, el impulso poético-utópico revolu-cionario nerudiano seguía siendo válido y legítimo contra el milita-rismo chileno? Así planteadas las cosas, no tiene mucho sentidohablar de "poesía impura", a no ser que entendamos esta expresióncomo una poesía en la que cabe, potencialmente, cualquier clase dediscursos, incluyendo el de la "pureza". L¿ noción de impurezapoética, entonces, se vuelve estrategia de subversión del poderpolítico dominante, en el terreno de las representaciones imaginariasde lascosas, en lamedida en que seapropia de discursos dominantesminando su efecto autoritario mediante la parodia y el pastiche, loque da paso a una representación de la historia como ámbito hetero-géneo, impuro, decadente.

El estallido del logos poético en PEP reproduce el estallido dellogos político, lo que en definitiva nos lleva a sospechar que Torrespone al desnudo un sentimiento que recorre a toda la poesía delperíodo dictatorial y el de transición a la democracia: que el fracasohistórico de la democracia política en Chile se poetiza como elestallido de un logos poético originario de plqnitud, porque la poesíaes también parte de esa historia fallida, que anunció inútilmente un"futuro esplendor" (como rezalaletra del himno nacional chileno).Incursionar desde la poesía misma en cómo ésta se constituye, ha deser una estrategia recurrente para pagar la deuda que la poesía tienecon la historia y consigo misma; una estrategia para cuestionar eseespecífico pasado suyo cuando la paiabra era exultantemente opti-mista. No estamos, pues, ante un asalto a la tradición poética chilenao hispanoamericana, sino ante una reformulación de la relaciónpoesía-política que pasa por el cuestionamiento de la idea de que lapoesía es una forma de escritura diferenciada que reclamaba unaestetización global de la realidad. Ahora, en cambio,la poesía no se

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ve a sí misma d ueña de la razón. Al contrario: continuamente exhibesus aporías, remiendos y debilidades. Lo interesante es que en esteejercicio de autocuestionamiento, muestra también lai aporías,remiendos y debilidades del poder y sus proferimientos.

POEMAS RENALES: ESCRIBIR EN EL LÍMITE MORTAL "'' ' 'I:

Torres no sólo "encuentra" poemas,escritos por otros y los(foto)copia como "pre-textos",vale decir, ,,poemas,; en ciernei, bo_rradores que anuncian textos definitivos que no se escriben. Tambiénapuesta a escribir sus propios textos y expresarexperiencias persona-lísimas cuyas dimensiones ontológicas (y religioéas) to.t, ur, d"firriti-va/ un desafío insoluble para la capacidad de significación de laspalabras. Poenns rennles nos conduie desde la solapa primera dellibro a un escenario donde el sujeto poetico se debate dolorosamenteen el límite de la vida y la muer'.e, defendiéndose apenas con laspalabras reclamadas a gritos por la mudez o por la veiborrea de los"dialíticos" quebuscan, apelando a unexceso de verbo, olvidarse deldolor y la muerte.rr Poemas agónicos que arrancan de una situaciónbiográfica límite del autor: una insuficiencia renal absoluta que loobligó, durante los años 80, a someterse a diálisis tres veces porspmana; dolorosa y agónica forma de sobrevivencia que gatilló ú.ade las escritu ras má s s obrecogedora s de I a reciente p oeiíu .iilur,o p o,la experiencia extrema de la muerte acechante.r2 pR es, sin duda,'unlibro poderosamente testimonial por constituir, en su origen, laexpresión de la enfermedad y la agonía corporal: la decadencia en elsentido más literal de lapalabra, el deterioro implacable del cuelpoque se deshace, sufriendo, "ante la indiferencia de estos estreptoi/

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Mario Contreras, Luis Emesto cárcamo eIváncarrasco han trabaiado sobrela dinrensirin religiosa dePoe¡nns renales.pino-Oieda ha ensayad.., úna lecturaqueinterpreta PR como la cleconstrucción de la presencia meta físic¿r occiclen-tal (la presencia tle Dios ent¡e otras) y, por lo mismo, como una implacable yirguc'la crítica a la modernidacl. Al respecto, los ensayos de En tibr'e ytática.llesr¡lta casi inevitable nr¡ traera la nremoria Díaritt tleituertc, cle Enrique Lihn;libro sobrecogeclor por lir honclura de la expresi<in cle los límites nroria les. pRsi¡¡ue, err alguna mecl idir, el nr.delo test inroniarde la escri tura cje Lihn en estel ib ro .

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tan eficaces en lo suyo" ("De la particular complexión del agonizanteen el supremo trance de su presunta muerte" 9).

El libro, sin embargo, no es tan sólo expresión del poder inexcu-sable de esa muerte que ronda, ni del deterioro y la decadencia decuerpo y de espíritu. IrR propone, además, una batalla a favor de lavida en una doble dimensión: lucha por la sobrevivencia del cuerpo,en el sentido obvio y directo de sobrevivir a la enfermedad, y luchapor lograr una expresión verbal que amague al menos el "nupcialacuerdo del que se habla ya en los mismos vagidos del alumbramien-to" (PR, solapa 1). Doble dimensión que termina siendo, en realidad,una sola, pues será a través delverbo queseabrirá unparéntesisparala supervivencia ante el poder irrestricto del tiempo y el desgaste.

En la solapa t hallamos "un texto autorial [..] de índole fil osófica[que] se presenta como meditación sobre la condición humana, quese proyecta al conjunto del texto" (Carrasco, "Poemas renales" 167).Dice así:

. ' 1 , i . J

, , ' lMás finos, más holgados, somos tamices.Cemidores, cedazos, cribas, eso es loque somos. Es Qu€ derrui-dos por la vanagloria intentamos trascender por la palabra, elprosaísmo, la vulgaridad, la miseria de nuestro tránsito, todoel dolor, todo el desencanto, en fin, la suma de todo aquello que

. nos conmina a inspirar y a espirar el aire nutricio, entonces senos transforma en verbo, amenazando, una vez más, el nupcialact¡erdo del que se habla ya en los mismos vagidos del alum-

l

Somos cernidores, cribas, 'lespecie de malla por donde pasa lopermanente, lo fundamental, el misterio de la vida" (Carrasco,"Poemas renales" 168). Pero si somos cernidores, nuestro ser no escompacto; está atravesado por múltiples vacíos, por espacios huecospor donde fluye lo permanente. Y, a su vez, si somos malla por donde"pasa" lo que permanece, entonces todo se vuelve un pasar, unatemporalidad inasible que se deshace o sealeja como las manzanas deTántalo. Será la palabra la que trate de amagar la nada y, a travéssuyo/ atestiguará y dejará una huella -precaria, inútil tal vez- deeste transcurrir desde el inicio:

* f-::r-----¡-=.

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Inútil fuga cuandoel tlolor revista. ..r , rr {,r!.}.La palabra mustia y cieshojaclaTemoresydeseos t t . i : t í ,

practican con fluiclez su argot. ,-i,

:i i,] ¡¡f¡l

I f:,) r¡.1:

' t-.t '

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r::: ñl-¡i'.¡

i t i :Así se está en.el Cuarto de Derrotarle cara al ingente piélago,desvalido de dársenasroda a ningún norte,práctico sin prestigio

t ¡ l D l - , * , j L l :

'E üi +r:r.; r:bitrri q ' ! . " , . f : f i u ' i i "

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piloto gemebunc.lo incapazclecomandar . i ; . , t ! . : l ¡ . ;

tanto avatar. ("Cuarto de Derrota,, 12) : ,

¿Qué temores? ¿eué deseos? Temor de morir; temor de que eldolor y la palabra noseafinenen el ,,duetohasta

elafinamiento total,,.Porque "[d]e todos los dolores ,ay / másaprecio que otros, uno,, (15):ese dolor que pertenece al miimo sitió del ,,iay!,, r.rpr"*o q.r"expresa en una sola interjección la totalidad dei éer en ianto dolorpuro que es. Temor

9" q"tl",l"l,"exiguo/ status de náufrago,, que,en el tránsito mismo hacia er Hades, lJpermite por ro,n"nor',,t"n"r/libre acceso a la vastedad de todas'esas pláyas" (55). He aquí,entonces, el hablante náufrago de la realidaá:

eldialítico ¿{

el dialécticoespeculandoqué hacerpara cuando la barca de Cáronte zozobre vaferrado a la mísera condición destas palabras,mantener el exiguo

, status de náufragopara/ socorrido por las potestades, tenerlibre acceso a la vastedacl de tocjas esas playas. (,,Status denáufrago" 55)

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, i t:.' :' i i i . : . . r lh¡ i f i | :¡¡s"} r¡7t i l ¡r f I .¡ .r-rt¡ l iÉ^¡i ' i i ' t t i r ,Torres, en este libro, enfatizará con singular intensidad que

escribir-hablar es una manera de vivir "en la lÍnea mo¡tal del equili.brio" (31), o sea/ vivir es morir y a la inversa, y hablar en la "líneamortal" será proferir el "iayt" esencial y único que exprem todo eldolor en el límite mismo del silencio, de mod o que hablar más allá deesta expresién devendrá suplemento, "festín parlante", "verborrei-co",lejos de la "mixtura y proporción exacta" (53).t'

Los temores, entonces, dan paso a los deseos de que talestemores no se materiaiicen. Deseo de trascender por la palabra, ensurna, aunque se sepa de antemano que será para dar cuenta apenagde la "nostalgia del Conjunto y del Todo,f fewor de pertenencia,/certeza de vestigios" (48), por lo que las palabras no alcanzarán a darcuenta de lo que Dios "musita entre los intervalos" [...] entre lashuelgas del sístole/ y el diástole" (25). El sujeto lfrico, en todo caso,apostará a un hablar con las "palabras adecuadas" y "pertinentes" yno sólo hablar "paÍa alimentar el verbo" (54): :i rlr

Se éxplicarán ahora mis frecuentes ataques de mudez,' una cierta lentitud en el hablar:Buscaba la precisión del acljetivo.I.a conjugación cabal.

("Status de náufrago" 54)

Pero ahora que sus compañeros de enfermedad ya se han ido, elhablante, para distraerse y, sobre todo, para saberse vivo, recuerdaesas'lvocinglerlás" verborreicas, [^a palabra pertinente y cabal rayaen la mudez y acaso sea, en ciertos momentos, la mudez misma. Perocon el solo "¡ay!" o con el silencio no se puede escribir poesfa, no sepuede trascender. De ahí que la poesía devenga discurso con el queel yo poético.testimonia I j uega a ser quien infla su verbo esencial. Porotro lado tampoco renuncia a la "palabra adecuada", empeño éste

"En fa llnea mortal del equilibrio" es el verso final del po€rna I deTrilce deCésar Vallejo: "Y la península párase/ por la espalda, abozaleada, imperté-rrita/ en la línea mortal del equil ibrio" (170).

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que se traduce en el uso calculado de un lenguaje lleno de arcaísmos,de transposiciones gramaticales y un vocabulario desusado querecuerda a ratos la poesía de Quevedo o de Góngora. La torsión delverbo usual y prosaico se vuelve una tortura para el verbo que serelaciona con la tortura del cuerpo y del alma, quienes, contra lamuerte, se empeñan en permanecer unidos no obstante haber unaguerra aún no definida entre ellos:

Pero también Poemns renntespreaá ..".iori.o".J'.;; "^:'metáfora de una sociedad enferma, si relacionamos la erritura

clel libro con la historia que vivía el autor mientras escribía. estos textos. En Poemns ranales aparece un mundo reducido a

los límites cle la enfermedad, pues todos los seres que serepresentan viven en función de ella: el paciente, el personalmédico, los familiares, los visitantes piadosos. Metáfora, qui- .zás, de una sociedad sometida al degradamientode relacionesinsanas y unilaterales, marcadas poi el mierJo, la inseguridad,la dominación, la represión. Metáfora, quizás, de un tiempo dela vida chilena que restringió toda posibilidad para el gozo,lafiesta y la celebración, sustituidos por el sufrimiento, la torturay la crisis. En esta perspectiva, Poemns remles se vincula a loslibros anteriores de f orge Torres, que constituyen testimoniosde la contingencia histórica vivida en el exilio intemo; aunque

I ' SuS textos interactúan más con contextos personales que consistemas doctrinarios o artísticos dominantes, no por ellodejande ser signos de los terribles efectos del régimen autoritariosobre la vida y la conciencia personal de los habitantes de.nuestro país. (Carrasco, "Poemas renales" 170-1)

Metáfora de la historia del Chile dictatorial, tal v€2, Si es así, setrata de una metáfora armada contra [a mudez y contra el propiolenguaje que se alimenta a sí mismo de una inflación que lo excede.Pero esa sobredimensión no es gratuita: es la condición necesariapara llenar, aunque sea parcial y transitoriamente, esos vacíos queconstituyenel tamiz del ser. La palabra -la poesía-es resultado dela enfermedad, y, en cierto modo, la poesía misma es un decir"enfermo" en tan to se constituye como testimon io -"pala bra mustiay deshojada", "mísera condición destas palabras"- del dolor pro-

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fundo que hace inútil cualquier fuga por el verbo.Se trasciende y no se trasciende por la palabra. En efecto, por ella

se expresa la decadencia, el dolor, y se deja un testimonio delsufriente en la enfermedad del cuerpo y la historia, la conversacióncon Dios que se estremece con la apostasía del enfermo (es su formade creer en lo que no puede creer). Por la palabra accedemos a lacerteza de los vestigios. Lo sublime del dolor y el "límite mortal" que,en la experiencia del dolor, se hace dramáticamente visible, sonexpresables sólo en el lenguaje del silencio o las interjecciones. Perola contradicción insoluble radica en que entonces ya no hay palabras,y al no haberlas carecemos de toda posibilidad de amagar la muerte,menos de trascender por ellas. Y si hay palabras, hay sólo circunlo-quios, ensayos frustrados de un hablar profundo que se deshace enla nada.

[a realidad excede a la posibilidad de representación cabal deésta por el lenguaje. Y no sólo porque la contingencia chilena hayapuesto a los poetas en una situación similar a la de los conquistadoresante el Nuevo Mundo (como lo sugieren Alonso eú al: ante unarealidad cuya naturaleza desconocida carecía de un lenguajeadecua-do que lo expresara), por lo que se hace necesario inventar unlenguaje que conduce, al mismo tiempo, a la invención de la realidadreferida.tiTambién, porque la reafidád es tan conocida, tan íntima-mente sentida y vivida en el límite de la existencia, que todo lenguaiearticulado la excede hasta el punto de que su representación exactase hace imposible, intento fallido de verbalizar el ser. Y esto noporque inconscientemente en lugar de decir una cosa se haya dichootra, sino porque se asume en conciencia que no hay más salida quedecir lo otro en lugar de lo uno inefable, si lo que se quiere es dejarhuella, testimonioa través de la palabra poética. En este sentido, PR

"Podemos decirqueel rostro de Chilequeemergedespuésdel 1 1 de septiem-brees tansorpresivo para lospoetascomo lofueeldelnuevo mundo para losclescubridpres" (Alonso et aI 35). No es casualr pu€s, que varios poetaschilenosde la generaciónde losaños70-80hayannutriclosu imaginario ysusrecursos poéticos de las crónicas de descubrimiento y <:onquista para repre-sentar el presente hiskirico de entonces; e. g.: Clemente Riedemann, NelsonTorres, Mario Co¡rterirs, Tomiis Harris, Diego Maquieira, entre otros.

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sigue siendo un conjunto de pre-textos del definitivo texto delsilencio y/o de losgritos de dolor; e.n rigor, pre-textos de un no-texto,lo propio e íntirno. Se comprenderá, entonces, la contradictorianaturaleza de este "recurso de amparo" qr", al verbalizarse com.oliteratura, deviene triunfo sobre el silencio y la muerte, pero tambiénconstatación de que el decir poético revela que, en el presente, sólo la

Tyg"" y la muerte prevalecen. Noes arbitrario, en consecuencia, queel libro se clausure con estos dos versos de \erval: "Mi situación esbuena,/ pero todo pertenece al futuro." (65)

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Llniaersidad de Los lttgos'

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