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Inventarios de parques y jardines en el Reino Unido cómo y por qué. La experiencia inglesa

Peter H. Goodchild 1.0 INTRODUCCION Quizás sea el principal propósito de cualquier inventario hacer una lista y guardar datos a los que podamos referirnos de tiempo en tiempo, cuando los necesitemos. Un inventario consiste en tres ingredientes básicos: Título y descripción corta del carácter general de lo que se está inventariando Lista de ítem que se describen y lugar en que están localizados Mayor información acerca de estos ítem

El tercer ingrediente, mayor información, puede ser de cualquier longitud, desde muy largo a muy breve o, inclusive, puede estar ausente. Lo que determina la longitud de “mayor información” es el propósito del inventario y las fuentes que hay disponibles para hacerlo. Estas fuentes básicas incluyen ítem como dinero, gente preparada y tecnología disponible, desde lápiz y papel hasta medios informáticos avanzados. Por supuesto, cuanta más información sea recolectada más tiempo llevará realizarlo y más recursos serán necesarios. Esto lleva a cuestionarnos cuánta información se necesita. La respuesta depende del propósito principal del inventario. En términos generales, los propósitos de un inventario de parques y jardines se centran en la provisión de información sobre alguno de los siguientes ítem: Planificación de políticas (incluyendo políticas de conservación) Implementación de políticas Revisión de políticas Sitios de manejo y administración Investigación de la condición actual de los lugares Investigación histórica Usos educacionales Usos recreacionales Razones económicas y sociales Promoción del turismo

Y, sin duda, existen más razones aún. Otra cuestión importante es si el inventario se realiza para un solo lugar o para una cantidad de lugares. En el último caso, se puede estar tratando con todos los sitios dentro de una propiedad o dominio, o aquellos dentro de un territorio particular –como una nación, una región dentro de un país, un área de gobierno local o una comunidad más pequeña.

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Parte de la información requerida para un sitio, dentro de un contexto, puede ser la misma que se requiere dentro de otro contexto con diferentes propósitos. Pero también puede darse que se necesite información adicional en respuesta a un objetivo individual. Esta situación nos permite pensar que tendremos una sucesión de niveles de recolección de información acerca de un sitio. Si cada nivel se piensa como un grado mayor o menor que el que le sigue, en términos de la cantidad de información necesaria, es fácil imaginar un sistema que permita almacenar información de manera creciente, sobre una base acumulativa, en una serie de estadios identificados. Si existen estadios identificados, se cuenta con una manera de explicar a otros el nivel de información requerido. Un archivo centralizado es una buena forma de encontrar qué sitios ya han sido relevados e inventariados, hasta qué nivel se ha hecho, por quién, y dónde se encuentran los resultados para su consulta. De esta manera debiera ser posible encontrar resultados de investigaciones previas, aprender de ellas, complementarlas, revisarlas y evitar una innecesaria duplicación del trabajo. Bastante tempranamente en la secuencia de trabajos que he realizado desde 1978 en la preparación de inventarios de parques y jardines, llegué a la conclusión de que era útil reconocer varios niveles diferentes en los que la información puede ser recolectada para un inventario. Podrían resumirse como sigue:

1. Información miscelánea, recolectada de la manera en que se presenta y no es el resultado de un plan formal de recolección de datos. Este tipo de información puede ser conservado, por ejemplo, en archivos separados para cada sitio o como un índice de fuentes de información con un índice de materias adjunto.

2. Compilación planificada de un índice de información y un índice de materias. 3. Informes sobre el sitio, completos, escritos en un formato aprobado basado en

investigación de gabinete y en visitas al lugar; con una dotación de gente y tiempo apropiada. Por ejemplo:

Una a dos personas/días de trabajo, o Cinco a diez personas/días de trabajo, o Más de cinco a diez personas/días de trabajo.

4. Un informe sobre algún o algunos aspectos individuales del sitio, aplicando iguales niveles de trabajo descriptos en el párrafo anterior.

5. Un informe fotográfico planificado del sitio.

A medida que la “mayor información” aumenta, el inventario se vuelve más valioso como fuente de consulta para investigadores, administradores, asesores, gerentes, conferencistas y educadores. Con el tiempo, el inventario puede ser complementado con el agregado de trabajos publicados, informes, fotografías, dibujos, planos, etc. Habiendo dado esta breve reseña de la naturaleza general de un inventario y sus objetivos, me gustaría enfocar el análisis hacia los parques y jardines del Reino Unido. 2.0 PARQUES Y JARDINES EN EL REINO UNIDO Para dar una idea del patrimonio de parques y jardines dentro del Reino Unido, recorreré brevemente los que considero los mayores logros de la jardinería y el paisajismo en Gran Bretaña a lo largo de la historia pero, particularmente, durante los últimos 400 años. Estos logros principales son:

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• El estilo natural en el diseño del paisaje o “estilo inglés” Normalmente se considera creador de este estilo a William Kent (1685-1748) pero también está asociado con Lancelot “Capability” Brown (1716-1783) y Humphrey Repton (1752-1818), sus más famosos exponentes. Desarrollado en la década de 1730, se expandió en Europa y el resto del mundo y se lo conoció como el “estilo inglés”. En su expresión más pura, rechaza toda clase de geometría y regularidad, basándose en cambio en las formas curvilíneas, naturales y libres. Puede equipararse con el “pintoresquismo” y sus diferentes versiones y se diferencia de la jardinería oriental de tradición naturalista, tal como se la practicaba en China y Japón, por ejemplo.

• La gran cantidad de especies y diferentes clases de plantas disponibles y cultivadas en los jardines británicos

La “flora jardinera”, tal como se la conoce, ha sido acrecentada durante siglos mediante una combinación de importación de plantas del resto del mundo y mejoramiento y selección de las nativas. John Parkinson (1567-1650), en su libro “Paradisi in Sole” (1629), describe cerca de 830 especies que podían encontrarse en el “Jardín del Placer”, en Gran Bretaña. De éstas, casi dos tercios eran importaciones recientes. Richard Weston, en su “Flora inglesa y catálogo de árboles, arbustos, plantas y frutos” (1775) listaba 4000 especies. La edición 1997 de “Hardy Plant Finder” (Guía de Plantas Rústicas) describe cerca de 70000 especies, que excluyen las plantas no rústicas (de menor adaptación) y que representan dos tercios a la mitad de la cifra real.

• El jardín inglés de flores

Esta es la clase de jardín promovido con mucho éxito por William Robinson (1838-1935) y Gertrude Jekyll (1833-1932) a partir de 1870 –aunque sus orígenes datan de mucho antes y no fue inventado por ellos. Puede considerarse que aún es la tradición principal en la jardinería británica. He nombrado “El jardín inglés de flores” recordando el título de uno de los libros más famosos e influyentes de William Robinson, del que se publicaron 15 ediciones entre 1883 y 1933.

• Parques de ciervos y parques ornamentales privados Tanto “de ciervos” como ornamentales, los parques privados parecen ser particularmente numerosos y característicos de la campiña inglesa desde el siglo XVI al menos. John Stow lo remarca en su “Anales de Inglaterra”, publicado en Londres en 1592, que “existen más parques en Inglaterra que en todo el resto de Europa” (Pág. 1305).

• Parques públicos La tendencia hacia el parque público se comienza a reconocer en Gran Bretaña entre 1833 y 1845. Fue un aspecto vital de la reforma y mejoramiento urbanos a lo largo del siglo XIX y hasta mediados del XX. Los parques públicos siguen siendo una parte extremadamente importante del ambiente urbano aunque se acepte públicamente que demasiados parques públicos y espacios verdes urbanos en el país han caído en inaceptables condiciones de descuido durante los últimos 20 años.

• Una tradición rica en conocimientos y técnicas Conocimientos y técnicas que producen, mantienen y manejan jardines y paisajes ornamentales

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diseñados y que sirven, además, para el cultivo y la propagación de las plantas necesarias. Quizás, la Edad de Oro en términos de su disponibilidad terminó con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) pero aún es posible encontrar altos niveles de preparación en horticultura. Existe, sin embargo, una preocupación general acerca de la falta de personal especializado en jardinería pero es un problema que se da en el ámbito mundial. .

• Un muy alto nivel de interés popular en los jardines y la jardinería Encuestas realizadas por la Countryside Commission entre 1977 y 1980 mostraron que la forma de recreación al aire libre más popular en Inglaterra y Gales era la jardinería. Esta popularidad se demuestra de varias maneras: una considerable variedad de programas de radio y televisión, revistas, libros, clubs y sociedades de jardinería y paquetes vacacionales especiales.

Los logros históricos en el Reino Unido son muchos y los niveles de interés actuales en la jardinería son muy altos. En los jardines privados de casas pequeñas a medianas y entre sus propietarios -quienes hacen la mayoría del trabajo por sí mismos- el interés por la jardinería y por las plantas ornamentales y el diseño es tan alto como siempre lo ha sido y posiblemente, aún mayor, en términos de popularidad y sofisticación. Entre los propietarios de casas más importantes, aún hay muchos que mantienen jardines y parques distinguidos. En este punto seguramente se preguntan por qué, en el Reino Unido, tenemos problemas con nuestro patrimonio de parques y jardines. Si miramos al siglo XX como un todo, los cambios sociales, económicos y políticos han sido profundos. Una de las razones importantes de estos cambios ha sido la creciente influencia de los principios democráticos y sociales que llevaron gradualmente a mayores niveles de ingreso, mayor igualdad de oportunidades y un modo de vida más liberal para la mayoría de la población. El resultado fue una sociedad menos diferenciada en clases sociales que la que existía a principios del siglo. XX. Las diferentes clases sociales aún existen pero las características que ayudaban a distinguir una de otra y el balance relativo de poder han cambiado. Ya a mitad de siglo, la cantidad de enormes casas ocupadas por una sola familia y su plantel de servicio había decrecido notablemente. Hasta entonces, las grandes casas eran las residencias tradicionales y una expectativa común para los niveles más altos de la sociedad. A medida que avanzaba el siglo XX, el número de estas residencias siguió disminuyendo y los recursos disponibles para aquellos que las mantenían con frecuencia se volvieron más escasos. Esta tendencia es muy importante con relación al patrimonio nacional de parques y jardines porque su destino solía estar atado al de la casa, considerando que la mayoría de los jardines y paisajes ornamentales más interesantes estaban y están adosados a grandes residencias privadas. Hasta 1970 aproximadamente, un gran número de estas residencias fue perdido o abandonado y los jardines, si no fueron destruidos fueron descuidados, dañados significativamente o devastados. Una de las claves en el impulso de un acercamiento más inteligente y mejor informado al tratamiento de este importante aspecto del patrimonio nacional fue la formación, en 1965, de la Garden History Society (Sociedad de Historia de los Jardines). Es una organización voluntaria cuyo propósito es alentar el estudio de la historia de jardines y parques, incrementar el interés general en los jardines históricos y promover su conservación. La Sociedad ha tenido éxito con relación a estos objetivos y es una de las mayores contribuciones

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al establecimiento gradual de una actitud mucho más responsable e informada hacia el patrimonio de parques y jardines. Esta actitud se expande cada vez más y produce mejoras en la calidad de la toma de decisiones. El “problema del jardín o parque histórico” se identificó por primera vez en relación con las residencias privadas más grandes, especialmente las llamadas casas de campo, que incluyen varias residencias de la nobleza y de los ricos. El problema, por supuesto, tiene varias facetas. Por ejemplo, sumado al nivel declinante de recursos disponibles para sus ocupantes, hubo una pérdida de interés generalizada y falta de comprensión acerca de la importancia de la dimensión de los jardines y parques históricos, no sólo entre sus ocupantes, propietarios o sus representantes sino también entre los gobiernos locales, los planificadores, los arquitectos, historiadores de arte y aún entre los paisajistas! Entre los ’60 y los ’80 el tema de la conservación se ocupó de la flora y fauna indígenas, los hábitat naturales y otros fenómenos de la naturaleza, los edificios históricos y asentamientos, los monumentos antiguos, las ruinas arqueológicas y los objetos muebles de valor histórico o artístico tal como los encontrados en galerías de arte o en colecciones privadas. La arquitectura paisajista tenía mucho más que ver con la creación de nuevos espacios con ideas modernas y la jardinería enfocada en el cultivo de especies bellas e interesantes, que daban lugar a sitios interesantes y bellos a su vez. La conservación de parques y jardines históricos, por lo tanto, sólo estaba en el pensamiento de unos pocos. Para aquellos que estaban interesados en las dimensiones históricas de parques y jardines y en su preservación, había comparativamente menos información o ayuda para el desarrollo de tal interés. Y para aquellos que aparentemente no estaban interesados, ya sea porque no lo estaban voluntariamente o porque nunca habían tenido la chance de averiguar si lo estaban, tampoco se hacía mucho por aumentar este interés o por ayudarlos a tomar mejores decisiones sobre los jardines históricos sobre los cuales tenían alguna influencia. Es claro que se necesitaba hacer algo o, mejor dicho, que varias cosas debían hacerse, si se quería detener la declinación del patrimonio y mejorar esta situación. Algunas medidas debían ser tomadas en el ámbito nacional. Fue a principios de los ’70 que se comenzó a discutir en la Garden History Society acerca de la necesidad de realizar un inventario de parques y jardines históricos. En ese momento, la palabra utilizada fue “lista” más que “inventario” porque una lista era algo más familiar en el contexto de la oficial “Lista de Edificios de Interés Especial Histórico y Arquitectónico”, principal mecanismo a través del cual se les dio protección a los edificios históricos dentro de un sistema

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nacional de planeamiento. La Garden History Society formó un Comité de Conservación en 1973 a través del cual comenzó a confeccionar listas de nombres de los parques y jardines considerados de interés histórico especial en el contexto nacional. Fueron listas muy útiles. Más tarde se consideró agregar notas históricas o descriptivas y proveer información más detallada y sistemática sobre la ubicación de cada sitio. En 1977, ICOMOS Reino Unido estableció el Comité de Jardines Históricos (actualmente Comité de Jardines y Paisajes ICOMOS Reino Unido) para asumir el listado de parques y jardines históricos. En parte fue la respuesta de ICOMOS Reino Unido a una convocatoria de la asociación de Comités para Jardines y Sitios Históricos ICOMOS-IFLA para nominar la lista de lugares que mejor representaran los logros en la jardinería obtenidos por cada nación representada en el organismo. ICOMOS Reino Unido llegó a la conclusión de que era importante usar esta oportunidad para impulsar la causa de los jardines y parques históricos en el Reino Unido. Una lista podría servir para ambos propósitos. No sólo eso, sino que la Garden History Society y el National Trust contribuyeron sustancialmente al trabajo de ICOMOS Reino Unido y este trabajo conjunto llevó a la publicación, en octubre de 1979, de un documento llamado “Una lista preliminar e interina de los jardines y parques de notable interés histórico”. El Comité conjunto ICOMOS-IFLA, formado en 1970, es ahora el Comité Internacional ICOMOS-IFLA de Jardines Históricos y Paisajes Culturales. ICOMOS es el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios e IFLA es la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas. La “Lista preliminar e interina” proveía los nombres de jardines y parques, brevísimos detalles de la localización, el propietario principal y sus características principales y algunas notas históricas cortas. Consistía de 32 páginas; listaba 155 lugares en Inglaterra, 44 en Escocia y 12 en Gales, un total de 211. A pesar de ser obviamente incompleta, fue un importante documento porque, bajo la forma de una publicación y con el apoyo de organizaciones significativas en el campo de la conservación del patrimonio, la jardinería, el paisajismo, la historia de la jardinería y la arquitectura, ayudó considerablemente a promover la idea de la necesidad de acciones gubernamentales y de que esta lista era sólo un pequeño paso en la dirección de un relevamiento nacional apropiado y un primer avance en el desarrollo de una política nacional coherente con la preservación. Fue uno de los factores que llevaron al establecimiento, en 1984, de un “Registro de Parques y Jardines de Especial Interés Histórico en Inglaterra”. Entre 1979 y 1984, la Garden History Society continuó trabajando sobre la idea de establecer una lista nacional, proyecto alentado por la Presidenta del Consejo de Edificios Históricos, Jennifer Jenkins. El Consejo era entonces el cuerpo asesor oficial del gobierno del Reino Unido sobre edificios históricos y su entorno, siendo los terrenos adosados a tales edificios, parte de su responsabilidad. Sin embargo, fue el interés personal de Jenkins, con el apoyo de la Sra. Mavis Batey (entonces Secretaria de la Garden History Society) que llevó a la preparación del Registro que sería tomado por una nueva agencia gubernamental para los monumentos antiguos, la arqueología y los edificios y entornos históricos al ser creada en 1984. Esta nueva agencia resultó del cambio de funciones que anteriormente habían sido responsabilidad del Servicio Civil del que ahora se independizaba adquiriendo mayor flexibilidad y libertad de acción. Esta libertad incluía la posibilidad de colectar dinero de fuentes diferentes a las gubernamentales y de desarrollar actividades comerciales. Esta nueva organización se llamó “Patrimonio Inglés” (English

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Heritage) y es un ejemplo de lo que llamamos QUANGO (Quasi

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Autonomus non governmental Organisation- Organización no gubernamental casi autónoma) Desde el punto de vista del desarrollo de una política nacional exitosa para la preservación del patrimonio de parques y jardines, el Registro ha sido crucial, a pesar de que es sólo un documento de asesoramiento. No se han tomado medidas de protección especiales para parques históricos acompañando la creación del Registro, aparte de aquellas que le daban a Patrimonio Inglés el poder de gastar dinero en la creación de un Registro de “jardines y otras tierras” –si lo consideraba necesario- y de otorgar dinero para la reparación y la preservación de los parques y jardines de especial interés que no tuviesen una casa asociada igualmente interesante. Las descripciones de los sitios que figuraban en el Registro se mantuvieron cortas adrede, de manera que se pudieran preparar rápidamente y distribuir ampliamente a un bajo costo. En un principio, fue el resultado de una a dos personas/días de trabajo y se publicó en versión económica. De esta manera pudo introducirse el Registro como un documento significativo relacionado a todo el país y que podía distribuirse rápidamente en el ámbito nacional. Esto le dio un impulso inicial que ayudó a establecerlo. Más tarde se comprendió que las entradas del registro estaban demasiado condensadas, que se necesitaba más tiempo de investigación y redacción y un plan sobre el cual marcar claramente los límites del sitio registrado, y que esto ayudaría a todos los que lo usaran. No se habían preparado planes originalmente, por el costo y el tiempo extra necesarios. Actualmente se dedican 5-10 personas/días de trabajo para la preparación de cada entrada del Registro. El objetivo es más de 5 personas aunque esta necesidad varía de acuerdo al sitio y al grado de flexibilidad requerido. Aunque el progreso es lento, las entradas resultantes son de una calidad mucho mayor. 3.0 DEFINICIONES, ALCANCES Y CRITERIOS En la planificación y preparación de un inventario que describa diferentes parques y jardines, inevitablemente aparecen dos preguntas. ¿Qué significan “histórico”, “parque” y “jardín” en la práctica? ¿Cuán amplios son los alcances de los conceptos que hay detrás de estas palabras y cuáles son los límites de su significado? La otra sería: ¿Con qué criterio se decide si un sitio en particular debe ser o no incluido en el inventario? Creo que la idea esencial detrás del concepto de “jardín” es la de un sitio especialmente favorecido, normalmente cerrado, donde se cultiva o se dejan crecer plantas para proveer comida, sustancias medicinales u otras necesidades domésticas de una u otra clase. También se las cultiva con otros propósitos como el placer, o por razones recreacionales, científicas, educativas, económicas, religiosas, políticas, etc. La horticultura, otra denominación de la jardinería, difiere de la agricultura de varias maneras. Por ejemplo, en horticultura se cultiva una mucho mayor cantidad de especies y, por lo general, de manera más intensiva. En contraste con la agricultura, en horticultura se da a las plantas individuales y al mejoramiento de las condiciones de cultivo un nivel de cuidados y atención mucho mayor. Además, la horticultura se practica en superficies mucho más pequeñas. En esencia, un “parque” también suele ser cerrado pero con características diferentes. Actualmente –en el contexto de parques y jardines históricos- “parque” tiene tres significados principales en el Reino Unido. El más antiguo se refería a un sitio especialmente cercado para la conservación de ciervos. Esta clase se conoce también como “parque de ciervos”, normalmente asociado a propiedades pertenecientes a los miembros más ricos y poderosos de la sociedad,

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particularmente desde fines del siglo XI hasta mediados del XVIII (aunque algunos aún existen). Eran un símbolo de status social elevado para su propietario. Los ciervos, animales salvajes que necesitan protección especial, eran muy apreciados por su carne y para la caza. Un parque de ciervos típico consistía en grandes extensiones de césped, no interrumpidas por cercas ni setos pero quebradas por bosques o por ejemplares arbóreos aislados. También solían tener estanques con peces. Durante el siglo XVIII, la palabra “parque” tomó un significado más general y fue usada para denominar las áreas que se extendían más allá de la casa y los jardines y que se dejaban especialmente con fines ornamentales. Desde 1730, fue común diseñar estas áreas en estilo inglés naturalista, lo que les dio un carácter parecido al que tenía el parque de ciervos. Este tipo de parque se conoce como parque paisajístico, no tenían ciervos por lo general pero sí estaban asociados con elevados niveles sociales. En términos generales su creación terminó con la Primera Guerra Mundial y muchos sobreviven, aunque en malas condiciones. El tercer significado para “parque” –y el más utilizado comúnmente- es el de “parque público”, principalmente asociado con ciudades aunque pueda encontrárselo en cualquier región. Los inventarios oficiales de parques y jardines históricos ingleses cubren las áreas rurales además de las urbanas o urbanizadas e incluyen las tres clases descriptas de parques. En Gran Bretaña, la frase “parque y jardín” se utiliza con frecuencia como una forma breve de referirse al amplio rango de lugares que, a nuestro criterio, pertenece a las tradiciones británicas de jardinería y paisajismo. Si se quisiera alargar esta frase para hacerla más específica, resultaría algo como “parques, jardines, paisajes ornamentales diseñados y sitios de recreación”. Por supuesto, preferimos la versión corta. La frase más larga, junto con la descripción de los diferentes tipos de parques, nos lleva a preguntarnos cómo diferenciare entre una clase de jardín o de parque y otra. Puesto de otra manera, es cuestión de tener un sistema útil de “clasificación” o “tipificación”, según el cual cada sitio individual pueda ser clasificado en una clase, con determinadas características. Pero, ¿qué características usar para clasificarlos? ¿Y cómo utilizar tales características para determinar una jerarquía de clases? Tradicionalmente se favoreció al estilo artístico como la primera característica a ser considerada pero la experiencia inglesa demuestra que rápidamente conduce a una serie de dificultades, por varias razones. Por ejemplo, no existe una terminología artística de aceptación general. En algunos casos existe el término pero es utilizado de manera diferente por diferentes personas. En otros, los términos adecuados aún no han sido siquiera introducidos. Otros factores son la variabilidad y la continua evolución de los estilos, lo que origina que varios estilos compartan determinadas características haciendo las diferencias sutiles o no permanentes. Si hay características importantes que son sutiles y no permanentes, es fácil que la evidencia visual del sitio se pierda para futuros historiadores del jardín o el paisaje. Otro problema frecuente en la utilización del estilo artístico como base de clasificación es que los sitios normalmente no corresponden a un solo estilo o período sino que son una mezcla. La complejidad del fenómeno del “estilo” puede apreciarse si se piensa en él como el resultado, efecto o carácter totalizador de una mezcla de características e ingredientes individuales. Una analogía con la cocina podría resultar útil: en el contexto práctico, la suma de unos pocos

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ingredientes comunes como harina, huevos, leche y azúcar puede resultar en una enorme variedad de comidas, que se logran combinándolos en diferentes proporciones y mezclándolos de diferentes maneras, cocinándolos y presentándolos de distintos modos. Y, para ampliar aún más el rango de posibilidades, está el agregado de sabores especiales, condimentos o hierbas aromáticas. En Inglaterra, la característica que ha probado ser la más útil para comenzar una clasificación es la que analiza la función social histórica y actual de un sitio. Sobre esta base, se han reconocido tres grandes grupos de parques y jardines. El primero es el de los sitios asociados al uso doméstico, utilización residencial y recreación privada. Se refiere a las necesidades de una familia o un grupo de individuos, en un contexto doméstico. El segundo agrupa a los sitios asociados con una institución o con una comunidad particular, como una universidad, un colegio, un cementerio, un hotel, un museo, un jardín botánico, etc. En tercer lugar están los sitios asociados con la recreación pública, como los parques públicos. Estas categorías no son absolutas, sino sólo una clasificación conveniente. En un tiempo o en otro, el mismo lugar puede haber pertenecido a dos categorías o a las tres. La clasificación y la tipología buscan la agrupación de lugares con características en común, lo que las hace flexibles. Provee una forma estructurada de pensar sobre los parques y jardines sin limitarlos a un solo tipo. Cada uno de estos tres grupos puede ser subdividido. Por ejemplo, el primer grupo incluye palacios, grandes mansiones de campo, mansiones más pequeñas, villas, granjas, residencias urbanas, edificios de departamentos, barrios privados, y otros. Dentro de cada uno de estos, los lugares pueden agruparse de acuerdo a otros criterios, tales como fecha o estilo. Debe tenerse en cuenta que el uso al que se destinó o destina el edificio principal normalmente determina la naturaleza de la utilización de los jardines y el terreno que lo rodea. El “edificio principal” es el que se alza en el corazón del parque o el jardín. Una vez analizada la naturaleza general de parques y jardines, podemos pasar a qué significa “histórico” con relación a ellos. Existen diferentes niveles de significación histórica para los sitios, niveles que deben ser considerados cuando se decide qué cantidad de recursos se harán disponibles para un sitio. Por “recursos” se entiende, dentro de este contexto, dinero, tiempo, trabajo, conocimientos, compromiso y esfuerzo mental. No hace falta agregar que no es una simple relación entre el nivel de significación histórica de un lugar y el nivel de recursos que se pondrán a disposición para él. Por ejemplo, no sólo los sitios del más elevado nivel de importancia histórica debieran ser preservados por acción gubernamental de una clase u otra. En términos de patrimonio cultural, los lugares que son típicos y comunes, representativos o amados y utilizados por los habitantes locales, son tan importantes como aquellos sitios sobresalientes, de excepcional calidad o de importancia única. El patrimonio cultural no sólo abarca los logros de los niveles más elevados de la cultura sino a todos los logros culturales. Este concepto fue tempranamente reconocido, al comenzar a preparar Patrimonio Inglés el Registro de parques y jardines de interés histórico especial en Inglaterra, y fue desarrollado desde entonces. Una de las maneras de reconocerlo fue la adopción del sistema de clasificación del cual ya hablamos. A mediados de los ’80 el concepto de qué constituye un parque o jardín histórico se

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encontraba fuertemente enfocado sobre aquellos asociados a grandes casas de campo y a los que tenían que ver con la tradición inglesa de los jardines de flores, el cultivo de especies y la jardinería botánica. Sin embargo, fue posible incluir una pequeña cantidad de lugares que no pertenecían a esta concepción sino que representaban otros tipos como parques públicos y hasta cementerios. En un principio, estaba implícito –aunque no claramente establecido- que el Registro era para lugares que tuviesen interés especial en el “contexto nacional”, una frase que no se usaba abiertamente. El problema que esto causaba era que podía interpretarse como que sólo los lugares listados por el Registro eran los que tenían importancia y todos los demás no se tomaban en cuenta. No estaba claramente establecido que el contexto geográfico en que se toman las decisiones acerca de la importancia de un lugar es un factor de mucha importancia. El concepto de “significación local” no estaba reconocido abiertamente. Por lo tanto, no se daba a la importancia local un soporte oficial como idea y, en la mente de mucha gente, no era tenida en cuenta. Esta situación cambió y la idea de importancia local se toma ahora seriamente, ligándola a ideas tales como “cultura local”, “patrimonio local”, “identidad local”, “economía local” y “calidad de vida local”. Más adelante veremos cómo estas ideas forman parte de otros temas. Volviendo a la pregunta de qué significa “histórico”, un parque o jardín llena los requisitos cuando cumple con tres premisas básicas. El primer criterio es que provea evidencia (en superficie o subterráneamente) de que vale la pena estudiar el sitio y comprender su historia. Podría, por ejemplo, tener características que ejemplifiquen un tipo o estilo particular de parque o jardín, o de un particular período histórico o diseñador. Podría tener datos que interesen a historiadores del paisajismo, del arte y el diseño, de la tecnología o de aspectos sociales o económicos. El segundo criterio es que el parque o jardín tenga una asociación de relevancia con gente, eventos o ideas de especial interés histórico. El tercero es que el parque o jardín tenga un grupo valioso de edificios, estructuras, monumentos y que el grupo conforme interés histórico como grupo o ensemble. Con las modificaciones apropiadas, estos tres criterios pueden aplicarse al paisaje en general, un punto de importancia ya que se estaría ligando a parques, jardines y paisajes desde un punto de vista más conceptual. Tal como se indicó previamente, el grado de importancia histórica varía de un sitio a otro y el método por el cual sea determinado será de vital importancia en el proceso de “establecimiento del sitio”. 4.0 Parques y jardines históricos y un contexto más amplio El interés histórico proporciona un criterio comparativo científico para ayudar a la toma de decisiones sobre la preservación, el manejo o una investigación más profunda del lugar en cuestión. Existen, por supuesto, otros criterios que es necesario tomar en cuenta porque dan una comprensión más totalizadora u holística del sitio. Estos criterios incluyen el valor estético, el valor de esparcimiento comunitario, el valor ecológico, el interés científico, el valor hortícola, la viabilidad económica, la función social, el valor educativo, etc.

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En el Reino Unido usamos la frase “parques y jardines históricos” que connota que el parque o jardín es, en principio, de interés desde un punto de vista histórico y que esta connotación encabeza a cualquier otra consideración. Esto puede ser real pero no en todos los casos. Es necesario reconocer que un parque o un jardín puede ser valioso por otras razones que deben ser consideradas seriamente. Con esto en mente, ayuda mucho adoptar la idea de “dimensión histórica” de un sitio, frase que indica que hay otras dimensiones. Esto ayuda a una comprensión más totalizadora e interdisciplinaria, concepto que está siendo ampliamente considerado en los círculos preservacionistas del Reino Unido como uno de los ideales de importancia que deben guiar nuestro trabajo. Otro de los ideales de importancia se identifica con dos términos diferentes: “accesibilidad” e “inclusividad”. Se refieren a diferentes aspectos de un mismo concepto: que todos los miembros de una nación o de una comunidad tengan acceso razonable, de una manera u otra, al patrimonio, y la oportunidad de comprometerse con el patrimonio nacional o local. Para mí, en este contexto, patrimonio son todas aquellas cosas, tangibles o intangibles, que heredamos de otros o del pasado. También incluye lo que nosotros hacemos, ya sea en el sentido de preservar, educativo o creativo, con lo que heredamos y lo que, a la vez, dejamos en herencia a otros y al futuro. El patrimonio y los devenires de la economía, la sociedad y la humanidad no necesitan ni debieran estar en conflicto unos con otros. Pueden contribuir entre sí pero esto requiere de mentes abiertas, de una amplia visión de la vida y un pensamiento equilibrado o, al menos, de no tener una perspectiva estrecha, en aquellos que tienen en sus manos la toma de decisiones y la implementación de políticas. El fenómeno del patrimonio es un ingrediente normal de la vida pero ciertos aspectos pueden no concordar con determinadas ideologías corrientes, como el Movimiento Moderno del siglo XX que causaba rápidos y extensos cambios. Creo que en el Reino Unido, el Movimiento por la Conservación, que tiene un considerable apoyo popular, es en parte el resultado de la reacción a algunas fallas del Modernismo, que no dio solución a algunos de los requerimientos humanos para su hábitat y su entorno. El nivel de apoyo popular puede estimarse, por ejemplo, en la cantidad de personas que pagan una suscripción anual para ser miembros del National Trust. Actualmente (octubre de 2001) tiene 2.7 millones de miembros en Inglaterra y Gales (con una población total combinada de 52.5 millones). Esto significa que una de cada 20 personas es miembro y está presumiblemente ampliamente a favor de la conservación del patrimonio, tal como lo conduce el National Trust. A pesar de que puede no haber sido la intención de los primeros practicantes, durante la segunda mitad del siglo XX en el Reino Unido los resultados del Modernismo se volvieron cada vez más desalentadores. Gradualmente se asoció más cerradamente a mentalidades que tenían una forma de pensar y de vivir a escala demasiado grande, demasiado mecanizada, demasiado corporativista, que no daba apoyo a los deseos individuales, totalmente funcional, insensible, destructiva, inhumana, falta de belleza, poco interesante, no inspiradora, no disfrutable, de baja calidad, insustentable, etc. También existió el problema de que la propiedad pública fue mal manejada y poco cuidada. El Movimiento por la Conservación capitalizó todo este disgusto al proponer cuidar la calidad de vida y el ambiente, logrando así resultados que el Modernismo no parecía poder lograr. La tendencia hacia la conservación de los parques y jardines históricos comenzó relacionada con aquellos sitios que eran percibidos como de mayor valor y que enfrentaban mayores amenazas. En términos generales, eran los parques y jardines de grandes casas de campo, un importante

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elemento dentro del patrimonio cultural inglés. Tal como se ha dicho anteriormente, sólo una pequeña cantidad de otras clases de parques fueron incluidos en la primera versión del Registro, sólo para dejar sentado que ellos también estaban dentro de los alcances del Registro y del patrimonio nacional reconocido. Gradualmente, el interés por estos otros tipos fue desarrollándose y expandiéndose, en respuesta a la insatisfacción causada por el Modernismo. También se expandió en concordancia con las ideas esgrimidas por los movimientos conservacionistas y ambientalistas. Durante los ’90, aquellos interesados en la conservación del patrimonio edilicio y paisajístico ampliaron los alcances de su idea sobre el papel que juega la conservación del patrimonio histórico en la vida. En el momento, sus esfuerzos debieron concentrarse necesariamente en aquellos sitios que se pensaban –desde un punto de vista académico y científico- como los ejemplos más significativos de su clase o por ser trabajos artísticos sobresalientes en el ámbito nacional. Sin embargo, se comprende ahora que los edificios, parques o jardines históricos que no tengan significado nacional podrían tener un papel de gran importancia, especialmente a nivel local. Además de ser un sitio histórico a nivel nacional pueden, por propio derecho, ser parte importante del patrimonio local, pueden dar una identidad local y un carácter particular al sitio, pueden ayudar a mantener un grado de familiaridad en un ambiente que, de otro modo, cambiaría rápidamente. La gente establece y desarrolla asociaciones con estos lugares y estas asociaciones derivan en compromiso intelectual, psicológico y emocional, estimulación y lazos con su ambiente doméstico. Para ellos, el patrimonio local puede ser el más importante de los patrimonios. Rehabilitar viejos sitios en lugar de demolerlos y construir nuevos, permite reciclar y ahorra recursos. Los viejos lugares y su preservación también juegan un papel importante en la regeneración de áreas que han sido degradadas, un punto que está recibiendo especial atención en el Reino Unido durante estos últimos años. Es parte de la respuesta a aquella pregunta acerca de cuál es la justificación social y económica para conservar viejos edificios, parques o jardines si no son de importancia nacional o, más aún, si lo son. La incidencia de la industria del turismo, por ejemplo, es otro de los elementos económicos a considerar. Reconocer la importancia del patrimonio local, dándole al igual que al patrimonio nacional la consideración adecuada e integrando la conservación y el manejo del patrimonio con otros aspectos de la vida como el social, el económico, el ambiental, el educacional y el recreativo, son tres de los principios incluidos en un documento redactado en el 2000 por Patrimonio Inglés. El documento se llamó “El Poder del Lugar: el futuro del ambiente histórico” (1) y fue el resultado de la revisión de las políticas y las ideas sobre el patrimonio edilicio y paisajístico en Inglaterra, ampliamente bienvenido y visto como una expresión de las opiniones más progresistas. Como parte de la revisión de Poder del Lugar, se organizó una encuesta popular para analizar el nivel de interés y apoyo público hacia la conservación del patrimonio edilicio y paisajístico. Sólo puedo decir que los resultados fueron sorprendentes y nos complacieron a todos los que trabajamos en este campo. Un muestreo representativo, de 3000 personas, dio los siguientes resultados: 98% cree que todos los alumnos de escuela deben tener la oportunidad de aprender sobre el patrimonio histórico de Inglaterra 96% cree que el ambiente histórico (que incluye parques, jardines y paisajes) es importante

1 Historic Environment Review, “Power of Place: The Future of the Historic Environment”, Londres, (English Heritage) 2000. Disponible en English Heritage, 23 Savile Row, Londres, W1S 2ET, Reino Unido.

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para aprender sobre el pasado 88% cree que el ambiente histórico es importante en la creación de empleo y en afianzar la economía 87% cree que es correcto que exista financiamiento público para la preservación de sitios históricos. 87% cree que el ambiente histórico ocupa un lugar de importancia en la cultura del país 85% cree que es importante promover la restauración en ciudades y barrios 77% no está de acuerdo en que se conserva demasiado 76% cree que su vida es más rica por tener la oportunidad de ver o visitar sitios dentro del ambiente histórico 75% cree que deben conservarse los mejores de nuestros edificios post 1945, elevándose al 95% de los encuestados entre 16 y 24 años de edad. Estas cifras dan una indicación convincente de que el patrimonio edilicio y paisajístico es un elemento importante en la vida del Reino Unido y que beneficia de varias maneras a la gente y a la nación. De ahí que deba manejarse este recurso de manera más informada y más profesional, con datos relevantes que incluyan estadísticas y relevamientos de la situación actual. También es necesario saber cuántos lugares hay, dónde están, cuál es su significado nacional o local, en qué condición están, etc. Con esta información, pueden formularse políticas. Y dar esta información es una razón principal para hacer y mantener un inventario. Con este telón de fondo, quisiera volver al tema del patrimonio británico en espacios verdes públicos porque tras 20 años de un vergonzoso abandono, estas áreas han vuelto a establecerse en el debate público y en la acción política. Muchas veces se ha expresado la preocupación por el estado general de los parques y plazas en el Reino Unido durante la última década. En su momento, el Comité de Asuntos del Ambiente, el Transporte y Regionales de la Cámara de los Comunes (miembros electorales del Parlamento) condujo un relevamiento oficial acerca del estado real de los parques y plazas urbanos británicos, la seriedad de la situación y la necesidad de tomar acciones al respecto. La primera frase del informe del Comité fue: “Estamos abrumados por la cantidad de evidencia, mucho más allá de nuestras expectativas, de los enormes problemas que enfrentaron nuestros espacios verdes durante los últimos 30 años.” Bajo el encabezado “Parques Urbanos” había un subtítulo, “Un problema básico- La falta de información”. Aquí, las primeras frases fueron: “Aunque los testimonios enviados son plena evidencia, aquí también hay una carencia de información básica. Las discusiones fueron informativas pero cayeron notablemente en un vacío estadístico.”(2) Aproximadamente al mismo tiempo que se llevaba a cabo el informe parlamentario, el Departamento de Ambiente, Transporte y Regional en asociación con tres agencias gubernamentales (The Heritage Lottery Fund, English Heritage y Countryside Agency) encararon un estudio para establecer la naturaleza de las necesidades de los parques públicos, tanto urbanos como rurales. Se conoce a este trabajo como Evaluación de Parques Públicos y su propósito original era ayudar a la Heritage Lottery Fund a tomar decisiones sobre el presupuesto que iban a poner a disposición de las autoridades locales a través de su Programa de Parques Urbanos. Como parte del relevamiento se compiló una base de datos completa sobre todos los espacios verdes bajo propiedad estatal. Los propósitos de esta base de datos eran los siguientes:

2 House of Commons: Environment, Transport and Regional Affairs Committee, “Town and Country Parks, Volume I: Report and Proceedings of the Committee. Londres (The Stationery Office) 1999. Sesión 1998-1999,Vigésimo Reporte. Ver Párrafos 181 y 23.

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Establecer la cantidad, el tamaño, la condición y la tendencia evolutiva del stock completo de

espacios verdes correspondiente a cada autoridad local. Descubrir las políticas de la autoridad local en relación a los espacios verdes mediante

documentos estratégicos como estrategia de parques, estrategias culturales, planes políticos locales, etc.

Identificar cada espacio verde considerado por sus propietarios de importancia histórica nacional o local.

Confeccionar un inventario de las características e instalaciones que cada espacio verde hubiese perdido, aún mantuviera o estuviera en riesgo.

Guardar una evaluación de la condición de las características paisajísticas duras o blandas. Guardar cualquier descripción de preservación relativa a cada parque, incluyendo listados de

paisajes nacionales, edificios, áreas de conservación, sitios de interés científico, reservas naturales locales y otras políticas nacionales o locales.

Obtener cantidad de visitantes anuales Establecer las tendencias del gasto y los ingresos de las autoridades locales con respecto al

stock completo de espacios verdes y para cada parque individualmente, a lo largo de los últimos 20 años.

La recolección de información para la base de datos tuvo dos etapas. El hecho de haberla continuado en una segunda etapa permitió que 2405 autoridades locales respondieran a la encuesta, lo que significó un 85% de respuesta. El informe final se publicó en mayo de 2001, dando como resultado algunos datos importantes: Los parques de interés histórico representan el 9% del número total de espacios verdes y el

32% del área total de espacios verdes públicos en el Reino Unido. Se estima que el número total de parques de interés histórico manejado y sostenido por las

autoridades en 475 distritos excede los 2500. El número total de parques incluyendo los espacios abiertos recreativos excede los 27000 (La

población total actual del Reino Unido es de 52.5 millones lo que significa que existe un espacio verde público cada 2200 personas)

Los parques de interés histórico han sufrido de manera desproporcionada los recortes al presupuesto, una reducción consistente que creó la necesidad de realizar inversiones de capital sustanciales.

Se informa que la condición del 39% de los parques y otros espacios verdes es declinante y se establece que los mejores parques mejoran y los peores, empeoran.

La cantidad de visitantes anual a los parques con interés histórico se estima en 296 millones de personas, mientras que el total de los espacios verdes es visitado por 1500 millones de personas. (Para tener una mejor idea de lo que esto significa, implica que cada habitante del Reino Unido visita cinco veces al año un parque histórico y 25 veces al año otros espacios públicos)

Son sólo 6 de las 14 conclusiones principales a las cuales se arribó, dadas bajo los títulos “El recurso de los parques”, “”Condición de los parques”, “Gastos oficiales”, “Parques históricos” y “Visitantes”. Esta selección está basada en aquellas que se refieren a parques en los que se reconoce de particular importancia a la dimensión histórica, en el ámbito nacional o local. Tanto el Informe Parlamentario como la Evaluación de Areas Públicas generan la cuestión de qué acciones habrá que llevar adelante y quién decidirá esas acciones. Para resolver este tema, el

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Gobierno estableció un nuevo comité temporario en enero de 2001, conocido como “Fuerza de Tareas para los Espacios Verdes Urbanos”. Dentro de un plazo de 12 a 18 meses se espera que la Fuerza emita un informe de la situación presente que será el que de la base para las políticas gubernamentales a partir de marzo de 2002. Esperamos ansiosamente saber qué dirá ese informe y que medidas tomará el Gobierno sobre esa base, una clara oportunidad para los espacios verdes urbanos. Una de las cuestiones que está en el centro de la discusión es la de la calidad de vida en el ambiente urbano y los efectos que tiene sobre la salud de la población y sobre sus aspiraciones y circunstancias personales, sociales y económicas –y sobre sus opiniones políticas. El eventual curso de acción que tome el Gobierno será una demostración de su compromiso en mejorar la calidad de vida de la población de todos los niveles y en mantener un ambiente urbano sano. Desde el punto de vista político, la atención se centra ahora en los espacios verdes urbanos. Es en las áreas urbanas donde vive la mayoría de los británicos pero esto no significa que las áreas rurales no sean importantes para la gente que vive en las ciudades: son esenciales durante los fines de semana y las vacaciones –o para soñar en ellos. Los parques y jardines de áreas rurales, muchas veces privados aunque también públicos, como los pertenecientes al National Trust, cumplen un rol fundamental en la provisión de recreación, placer, turismo, empleo local, etc. Los parques urbanos necesitan atención permanente especial pero esto no quiere decir que deban descuidarse los rurales, especialmente con una economía rural en crisis que necesita preservar todas sus fuentes de recursos y un manejo sensible que le permita salir a flote. Los parques y jardines tienen un papel en esto. Debe reconocerse la necesidad de una base de datos de parques y espacios verdes urbanos. Todavía queda mucho trabajo por hacer en la identificación y el archivo de datos sobre estas áreas en zonas rurales, incluyendo aquellas que tienen interés local. Una de nuestras mayores esperanzas es recibir fondos de la Heritage Lottery Fund para trabajar en un Registro de Parques y Jardines para el Reino Unido a través de la asociación que han realizado la Universidad de York, la Garden History Society y The Association of Garden Trusts. CONCLUSIONES A manera de conclusión, sólo quiero decir que la confección de inventarios, ya sea para un parque o jardín o para varios, es un paso crucial hacia el tratamiento con información adecuada, racional y profesional de este patrimonio y sus recursos. Sin embargo, es sólo un paso, pero provee información segura a partir de la cual puede construirse con certeza.