VIERNES 17/12/2010 NUEVA ALCARRIA

La provincia de Guadaía-jara es un referente por

: cuanto a pequeños mu-Cnicipiús existen en Espa-

, ña. Sólo Burgo? la supera,•icón más de 600, en el nú-- mero de ciudades, villas,pueblos y aldeas; Noso-tros nos movemos en

, unadfra que todavía so-brepasa los 400, la mayorparte de ellos, inferiores

ios qerren -número deabitantes. Son pueblos•ue ahí están, casi des»(oblados durante ocho

fneses del año, ya rebo-dyrante los meses

verano. Viana de Ja-

Un puetílo ttanquiio en;donde la gente debe devivir muy bíjsn, un pue-blo cpn rico pasado, quetiene un presente^y un

Ifuturo imprevisible, co-tmo ocurre con 1$ .mayo-ría de nuestros pueblos..l̂ oy dedicamos nuestroreportaje semanal a es-te intensante lugar enlas sie|ras seguntinas delAlto Henares.

Plaza de la Iglesia.

JOSÉ SERRANOBELINCHÓN

cabo de leer en la pági-na de prensa que con-servo el reportaje sobreVianadejadraqueque

: .publiqué en NuevaAlcarria el 10 de agosto de 1984.Estoy realmente impresionadocon lo que vi y con tas cosas deinterés que me contaron. Hacetiempo que tomé por costumbreno leer lo que escribo una vezpublicado; me limito a escribirlo,con el debido cuidado siempre yalgunas veces también hasta conentusiasmo, le doy el último vistazoantes de mandarlo a imprenta, ycon ello considero cumplida mimisión. Pero, cuando aquello quese escribió resulta que el tiempotranscurrido lo ha ido borrandode la memoria -como es el caso quehoy me ocupa-, opto por volverlo aleer antes de emprender el caminohacia el mismo fugar, con el fin detener una base previa en la que apo-yarme. De aquel reportaje, vividoprimero y escrito después hace masde veintiséis años, he tomado algu-

nas notas antes de partir de nuevohacia Viana de Jadraque, que por suinterés tendré que hacer referenciaasí mismo en esta ocasión, cuandotamas cosas han debido de cambiardesde entonces, y cuando el señorSaturnino, mi excelente informa-dor en aquel viaje, tengo por seguroque ya ni siquiera existe.

Encontré al señor Saturninojunto a la carretera, a la entradadel pueblo. Estaba sentado en unasilla de espadaña leyendo un libroa la sombra de lo que debió serun viejo molino. Fue aquella unaconversación improvisada, muyamena e instructiva que nos ocupólargo rato. El señor Saturnino erael paradigma de esos centenaresde eruditos anónimos del mediorural, que se marcharon al otromundo rebosantes de sabiduría,de conocimientos que con su mar-cha se han perdido para siempre. Yasí supe por él que en la Cueva delos Moros, a dos o tres kilómetrosdel pueblo, hay varias sepulturasantiquísimas cavadas en la roca,que algunas tenían esqueletosdentro, pero que la gente se los haido llevando. También me contóque muy cerca de donde estába-mos, a cuatro pasos de la carretera,hubo en tiempos que él no llegó aconocer, una fábrica de platos, yque a sus mayores había oído decir

que la tal fábrica fracasó porqueel brillo de los platos les salía muyoscuro. Y abundando en la curio-sidad, con la vega como testigo, elbuen hombre me puso al comentede que en tiempos de Felipe II, elrey donó los montes comunalesde La Roza y de Villamil a un hijo,del emir de Esmirna, quien luego

se casó con una esclava de su pa-dre que era catalana, y que segúnoídas debieron venir a pasar porallí algunas temporadas. Difícilde comprobar documentalmentecon tantos detalles, pero bonito deconocer, aunque sólo sea a títulode leyenda. "Se non é vero, é bentrovato", si no es verdad, es bonito,

suelen decir los italianos en cosascomo ésta.

En el puebloLa subida al pueblo aparece unpoco disimulada al lado de lacarretera. En mi primer viaje melibré de pasar,de largo gracias a miinterlocutor, el señor Saturnino,

Fuente de los Caños Cangrejos.

NUEVA ALCARRIA VIERNES 17/12/2010 % PUEBLO A PUEBLO

VianadeJadraquees un pueblopequeño, decalles espaciosasy cómodas,algunas con unpoco de vertiente,con cuevassubterráneas porlas calles, algunasde ellas todavíaen uso

que encontré por allí casualmen-te como antes se ha dicho. Enesta segunda ocasión no pudeevítarloy me pasé de hecho, seguícarretera adelante con direccióna Huérmeces hasta que al darmecuenta de que llevaba un par dekilómetros sin encontrar puebloalguno, opté por volver atráshasta que encontré el ramal deentrada al otro lado de unosárboles.

En Viana de Mondéjar, yacon las primeras casas a la vista,al final de una leve subida unose encuentra con una placita endonde está el lavadero, una de lasmuchas cuevas o bodegas subte-rráneas que después encontraríapor todas partes horadando elsubsuelo, y la fuente en mitad.Recuerdo cómo cuando vi estafuente por primera vez, me lla-maron mucho la atención íosdos cangrejos de plata en tama-ño natural adulto que hay porencima de los caños: "Los cañoscangrejos han sido donados porMariano Caballero. Año 1933",está escrito sobre una placa, pla-teada también, que hay pegadasobre el pequeño muro fronralpor encima de los dos caños. Meresultó muy extraño, y ahoratodavía más, que con setenta ysiete años de antigüedad, unaguetra por medio, y que aquellose encuentre todavía allí, un pocodesgastados quizá de tanto tocar-los, pero tal como eran: «Cuandolos pusieron -me explicó por en-tonces el señor Ambrosio Tello,uno quiero recordar de los queaparecen en la foto retrospectivade 1984- los cangrejos tenían susbarbas y todo. Se los quitó hacemuchos años una gitana, y unapata también.»

Por lo demás, y pasados losaños, me encuentro en Viana conun pueblo pequeño -Vianilla diceel Madoz que le llamaban dossiglos atrás-, de calles espaciosasy cómodas, algunas con un pocode vertiente, con cuevas subte-rráneas por las calles como antesdije, algunas de ellas todavía enuso, que la gente emplea paraguardar las patatas durante todoel año, algún que otro productode temporada, antiguos enseresde íos que en otro tiempo sir-vieron a sus dueños cuando a lasbodegas se les daba el uso quedebieron tener durante todala vida, es decir, la fabricación,tratamiento y conservación delvino de sus propias cosechas. Las

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Detalle de la fuente de tos Caños Cangrejos.

Retrospectiva de Viana. Año 1984.

viñas de Viana y de varios pueblosmás de la comarca, desaparecie-ron de sus campos hace muchosaños, posiblemente cuando laepidemia de filoxera del año1917, tiempo en el que murieronprácticamente en su totalidad lasviñas de una parte considerablede la provincia, sobre todo deesta comarca vecina ya de laSierra Norte. Después se intentoreponer lo perdido, incluso conespecies de vid más resistentes alfrío y a las enfermedades propiasdel viñedo; pero todo fue inútil,tuvieron que desistir porque lasuvas no llegaban a colmo, y lasque parecían conseguirlo servían

de pasto para los pájaros. Comovestigio de aquella actividad,ya tan lejana, son estas bodegassubterráneas el mejor documen-to, a las que habría que unir losvarios centenares de ellas que confrecuencia advertimos al pasarpor los alrededores de muchospueblos de la Alcarria.

-Oiga, y en algunos sitiostambién las usaron como refu-gio, cuando los bombardeos entiempo de guerra- rne explica unseñor al que encuentro sentadoal sol junto a la puerta de unacochera o almacén.

-Ya lo creo que sí. En algunospueblos no muy lejos de aquí,

tuvieron que esconderse en lascuevas más de dos veces.

En Viana pueden vivir en estosmomentos y de manera continuaveinticinco o treinta personas.El censo ligeramente supera elmedio centenar, pero como encasi todos los pueblos, muchosde ellos trabajan y viven fuera.

Por encima de las casas destacade manera visible el campanariode la iglesia. Es otra característicadel lugar el gran número de pie-dras labradas que tienen comocargador sobre las puertas y ven-tanas muchas de las viviendas delpueblo. El último hombre con elque hable también se exttaña deque los antiguos echasen manoscíe esas piedras tan grandes y tandifíciles de colocar, con la canti-dad de buena piedra de toba quehay en todo ef término.

En cambio, por los alrededoresy en plena vega del Salado prolife-ran los chalés, las modernas cons-trucciones para el verano y paralos fines de semana que, como entodos los pueblos con alguna raraexcepción, han sido levantadosdurante los últimos veinte años

Sír los oriundos e hijos del pue-o que viven fuera y que algún

buen día se dieron cuenta de quenada hay mejor para el descansoy para la vacación que la tierra deorigen, un fenómenos social deúltima hora que, cuando menos,ha servido para perpetuar la vidade los pueblos.

Desde lo que en el pueblo seconoce como la Era del Tío Pa-rrilla, el panorama que ofrecenlos campos es a estas horas de lamañana de una belleza indefini-ble, un inimaginable juego decontrastes que pone al mismotiempo delante de los ojos loabrupto de los cerros lejanos yla augusta suavidad de la vega, elgris ceniza de las peñas en la me-dia distancia y el frescor ribereñoque viene hasta nosotros en dé-biles vaharadas con un saludableolor a campo.

Por los cielos transparentes deViana de Jadraque otean, des-cribiendo círculos, unas cuantasparejas de buitres llegados de po-niente, pienso que de las peñas delcerro Lutuero de Huérmeces, endonde anidan y se reproducen.

PEDROVILLAVERDE EMBID

üNTO DE VISTA ~"

Don ValentínGarcía Yebra

ombre de extraor-dinaria talla cul-tural y exquisitotrato personal, dis-

creto, amable, sencillo, elegan-te, cordial, con la educaciónpropia de alta alcurnia, de con-versación fluida. Así recuerdola figura del académico de laReal Academia de la Lengua,don Valentín García Yebra,fallecido este lunes. Aunquesabíamos que en el último añosu salud había quebrado defi-nitivamente tras mantenerseen activo y en buena formafísica y mental hasta superadala barrera de los noventa, lanoticia de su desaparición, apesar de esos 93 años, nos dejaesa sensación real de que se hamarchado un personaje de unatalla especial, "un verdaderoregalo para todos", en palabras,tras conocer el fatal desenlace,del presidente de la FundaciónSiglo Futuro, Juan Garrido,con quien mantuvo una rela-ción casi familiar durante los17 años que prestigió a estaentidad cultural ejerciendo elcargo de presidente de honor,asistiendo a numerosos actosen nuestra ciudad y trayen-do a numerosos compañerosacadémicos, escritores e inte-lectuales como el mejor de losenlaces. Su inquietud cultural,su inrerés por la actualidad, suamor a los libros y su cariño anuestra ciudad hizo que trabaseamistad con Salvador Embidy por extensión con toda mifamilia. Mis casi diez años enla junta directiva del entoncesClub Siglo Futuro agrandóesos lazos. Junto a él la figuradulce, encantadora de su hoydesconsolada esposa. Catedrá-tico de Griego, era uno de losmás prestigiosos traductoresdel mundo, especialmente deautores clásicos de la antigüe-dad. Sus publicaciones son in-numerables como sus premios,entre ellos el Premio Nacionalde Periodismo Miguel Delibesen 2004 por el artículo Des-ajustes gramaticales publicadoen ABC. Figura irrepetible,miembro de una generaciónde personas polifacéticas, vo-cacionales, incansables trabaja-doresy de gran fortalezamoral.Esperemos que Guadalaiara,que en vida le rindió algúntributo, le recuerde de algunamanera tras su fallecimientopara que su nombre no caigaen el olvido de la memoriacolectiva. Descanse en paz donValentín y hablando de dis-tinciones, gratitud por nues-tra parte a la Diputación poresa Medalla de Plata, aunqueseamos casi ya de diamante,entregada a nuestro periódicopor su encantadora presidentaeste mismo miércoles.