Irina - foruq.com

229

Transcript of Irina - foruq.com

Page 1: Irina - foruq.com
Page 2: Irina - foruq.com

IRINA

EMPARFERNÁNDEZ

Page 3: Irina - foruq.com

Títulooriginal:Irina©2018EmparFernández

Cubierta:

Diseño:EdicionesVersátil©Shutterstock,delafotografíadelacubierta

1.ªedición:febrero2018

Derechosexclusivosdeediciónenespañolreservadosparatodoelmundo:

©2018:EdicionesVersátilS.L.Av.Diagonal,601planta8

08028Barcelonawww.ed-versatil.com

Ningunapartedeestapublicación,incluidoeldiseñodelacubierta,puedeserreproducida,almacenadaotransmitidaenmaneraalgunaniporningúnmedio,yaseaelectrónico,químico,mecánico,óptico,degrabaciónofotocopia,sin

autorizaciónescritadeleditor.

Page 4: Irina - foruq.com

PRIMERAPARTE

Page 5: Irina - foruq.com

CAPÍTULO1

BARCELONA,ABRILDE2016

El día no había empezado bien y un hombre como él, con una acusadapropensión al pesimismo, solo contemplaba una posibilidad: la de queempeorase irremisiblemente. Si hubiera podido, hubiera regresado a casa,hubieraconectadoeltelevisoryhubieradejadovolarelrestodeldíaconayudade unas cervezas y un par de películas de acción disparatada. Previamentehubiera enviado a la mierda a la empresa entera y, en especial, a sus altosmandos, una caterva de incompetentes que solo sabían proferir exabruptos yculpabilizaralosdemásdesupropiaineptitud.

Selimitóaabandonareldespachoduranteunrato,aponerelpieenlacalleconelpropósitodeairearseyabarajarlaposibilidaddequemarelprimerpitillo;aquel que intentaba, en vano y a contrapelo, demorar hasta el café de lasobremesa. Era uno de sus retos, el resto todavía eranmenos gloriosos.Muyrarasvecesloconseguía.

Quizásporpuraprevención,quizásporquenoesperabanadabueno;cuandoladesconocidaseleacercóylepidiófuego,apuntoestuvoderesponderquenofumaba. No lo hizo. No sabía mentir. No había aprendido durante laadolescencia, cuando generalmente se aprenden esas cosas, y había acabadoandandoporlavidaconlaverdadpordelante.

Se llevó la mano al bolsillo de los vaqueros y sacó el encendedor rosageranio.Selotendió.Recordóquenolepertenecíayquelohabíacogidodelamesa de reuniones al retirarse mascullando imprecaciones para sus adentros,como casi siempre. La reunión había sido un desastre, ni una buena noticia ytantas recriminaciones como caben en cincuenta minutos de un monólogohiriente salpicado de algunos vanos intentos de los empleados humilladospúblicamente de objetar alguna cosa en su defensa. Los subordinados habíanintentadoparapetarse,alegardesamparo,malostiempos,pocapromoción,crisisgalopante… También él había procurado descargar algo de responsabilidad.Todoinútil.Lahabitualeirritantesorderaselectivadeundirectorcomercialqueblandía, como si se tratara de un puñal bien afilado, un penoso balance de

Page 6: Irina - foruq.com

resultados.Cuando, a pocos pasos de la enorme puerta de acceso del edificio, la

desconocidaalzó loshombros,esbozóunasonrisaencantadoray lemostró losdedos vacíos, a Santiago apenas le sorprendió su desinhibición. Ni fuego nipitillo.Sucaranoleresultófamiliar,peronoeraextraño,cientosdepersonasserepartíanpor losdieciséispisosdeoficinas. Imaginóqueeraunaempleadadeotraplanta.Sucuriosidaderalimitada,nopreguntó.

SacódelbolsilloelpaquetedeCamelyselotendió.Acompañóelgestodeunleveresoplidoderesignación.Nipodíaniqueríaocultarsumalhumor.Conunosdedosasombrosamente largosydelgados, la jovensacóuncigarrilloy loprendió. Tras llevárselo a la boca y aspirar entornando levemente los ojos, lealargólamano.

—Yo soyOxana—pronunció con dificultad y gesto de concentración—.Muchasgraciasati.

Y pocas palabras le bastaron para comprender que la joven no solo nohablabacastellanosinoquehabíanacidoamilesdekilómetrosdedistancia.

Se sintió obligado a estrechar lamano de aquellamujer de piel blanca yojos de un azul imposible que parecía haber nacido en las inmediaciones delCírculoPolaryalaquenosentíadeseosdeconocer.Laretiródeinmediatoparasacar otro cigarrillo del paquete.Oxana aproximó la llama y él entrecerró losojos,comoteníaporcostumbre.

La jovendebía tenerunos treintaypocosaños,eramuyrubia,vestíaunafalda estrecha y negra por encima de la rodilla y un jersey gris de punto queceñíasubustoydejabaaldescubiertolaprodigiosapalidezdesuescote.Calzabazapatososcurosdemediotacón.Habíaalgodebrilloensuslabiosyensusuñasy, en sus ojos, una línea azulada en el párpado inferior producía un singularefecto:suspupilasparecíanflotarenaltamar.Eraalta,tantocomoél,yteníalascaderasestrechasyunaspiernasqueseadivinabanmuylargas.Laausenciademediasenundíafrescodeprincipiosdeprimaveraleresultabachocante,debíaserunacostumbremáspropiadeotraslatitudes.Alhombrounbolsosintéticodeasacorta.

El conjunto, rematado por un moño alto, como de bailarina clásica,resultaba enigmático y algo pasado de moda. Como las bailarinas clásicas,permanecíamuyderechasobrelaacera.

—Santiago—correspondióasuvezyconevidentedesganaestrechándolelamanodededoscomolápices.

Lachicaentornódenuevolosojosazulbálticoparaprotegersedelhumoeinclinó la cabeza con una mueca, como si examinara su nombre o como si

Page 7: Irina - foruq.com

intentara grabarlo en sumemoria. A Santiago el gesto le resultó inapropiado,demasiadaproximidad.

—San-tia-go—repitióella.Sesintióviolento,incómodo,eracomosilamujerpretendierasaberlotodo

deél,ahondarensusmiserias,queeranmuchas,ycalibrarasísuvalía.Quizáspor ello instantes después giró sobre sus talones e inició una retirada algoindigna.Comocasitodas.

AsuespaldaOxanarepitiósunombrecasienunsusurro.—Santiago.Y lo hizo de nuevo en voz algo más alta y con una dificultad evidente.

Comosiensayara.—Santiago.Sonó a otro nombre, a un nombre distinto, el de otra persona. Seguir

adelantelepareciódemasiadadescortesía.Segiró,Oxanasosteníaelencendedorenalto.Sonreía.Teníalosojoshermosísimosyextraordinariamenteazules.

—Puedesquedártelo—respondióayudándoseconungestoatropelladodesumanoderechaquelesirvióparadisimularsuconfusión.

En aquel instantenopodía saber que acabade cruzarse con lamujer quesemanasmástardeharíasaltarsuvidaenteraporlosaires.

Carles Armengol, uno de los pocos colegas con los que mantenía ciertarelación,habíacontempladolaescenaysiguióaSantiagoalinteriordeledificio.

—¿Laconoces?—preguntósinpreámbulos.—Denada.—Esunade lasmujeresmásguapasquehevisto jamás.—Yremató sus

palabrasconunsilbidoquehizoque las tresmujeresqueyaaguardabanenelinterior del ascensor lomiraran con recelo.Una de ellas puso cara de estar apuntodeescupirasupaso.Armengollesostuvolamiradaunosinstantes.

Santiagocabeceó.Noquisopronunciarse.Regresóaldespacho.Rosa,enlamesadeenfrente,tecleabaunmensajeen

sumóvil.Ahogóungruñidodedesagrado.Santiagohubierapreferidomilvecesestar soloymaldecir interiormentea todosyacadaunodesuscongéneresenabsoluto silencio. Quizás tenían razón los que afirmaban que se le estabaagriandoelcarácter.

Pensaríaenello.—¿SabesqueSandra,ladeventas,estáesperandounaniña?—preguntósu

compañeradedespachosinlevantarlamiradadelapantalladelmóvil.LecostóunosinstantesrecordarquiéneraSandra.Noteníaniideadeque

esperabadescendenciaylanoticianoleinteresólomásmínimo.

Page 8: Irina - foruq.com

—¡Ah!—comentóporquedarmásomenosbien.—Y¿sabescómosevaallamar?Notelovasacreer.Era obvio que Santiago ignoraba el nombre de la criatura que había de

llegar almundo.También lo era que no le importaba en absoluto. Se limitó aencogersedehombrosyapronunciar:

—Niidea.—Erahombredepocaspalabras.—Ariel.—¿Cómoeldetergente?—preguntóporpreguntaryporquesentíaunaleve

extrañeza.EnalgoRosanoseequivocaba.Eracierto,nopodíacreérselo.—¡Peroquébrutoeres,Santiago!PorlaSirenita,hombre.¿Enquémundo

vives?Aceptósinreplicarqueerapocomásqueunanimaldebellota.Sepreguntó

asímismoenquémundovivía,noencontróunarespuestaapropiadayregresóasuscosas.

Hayquejoderse.ComolaSirenita,repitióparasí.

Page 9: Irina - foruq.com

CAPÍTULO2

MOSCÚ,DICIEMBREDE2015

IrinahabíaconseguidosaliralrellanodesupisominúsculoenlasafuerasdeMoscú, había pulsado el timbre y había alertado aOxana, lamadre solteraque ocupaba el piso de enfrente. La joven se disponía a dejar a su hijo en laguardería, como cadamañana antes de salir volandohacia el trabajo.Siempreiba deprisa,muy cansada, agotada. Siempre parecía al borde de un ataque deansiedad.

Sellevabanbien.Simpatizaban.Ambasseayudabanenloquepodían.Eranconscientesdeque,afaltadeparientesmásomenoscercanosydeamigosenlasproximidades,senecesitabanparairtirando.

Latardeanteriorhabíanotadoquelefaltabaelaire.Intentónopreocuparse.No era la primera vez. Pero había pasado mala noche, no había conseguidodormirmásqueunospocosminutos.Nitansiquierahabíapodidotenderseensucamapormiedoanopoderrespirar.Llevabamuchashorasmalacomodadaenelsillónquesucuerpohabíamoldeadoconelpasodelosaños,extraviadaenunaespeciededeliriofebrilycaptando,conmuchoesfuerzoyunsordoronroneoenelpecho,unhilodeaire.

Conlasprimeraslucessehabíalevantadotrabajosamentey,sujetándoseala pared y arrastrando los pies como si pesaran quintales, había cruzado elumbraldesucasa,habíarecorridoladistanciaquelaseparabadelapuertadelpisodesuvecinayhabíaconseguidopulsareltimbre.

Había sidoOxana la que, al comprobar que Irina estaba en apuros y queapenas conseguía respirar, había avisado inmediatamente al servicio deemergencias a pesar de que la anciana se resistía. No quería ir a parar a unhospital,queríaqueelmédicolavisitaseencasa.Noqueríamoversedeallí.Nohabíaparaellaotrolugarenelmundo.

Asustada y con su hijo lloriqueando en el cochecito, Oxana la habíaayudado a sentarse en el rellano y le había echado una manta más sobre loshombros.El fríoen laescaleraera tan intensoque la joven temblabamientrasbuscabaenelpisodeIrinaunamaletaquenoencontróporningunaparte.Antes

Page 10: Irina - foruq.com

de que los sanitarios se la llevaran, metió en una gran bolsa de plástico laspertenenciasdelaancianaquecreyóquepodríanecesitar.Algoderopainterior—lamás presentable que encontró en el cajón de su cómoda—, dos pares demedias de lana zurcidas enmásde unaocasión, una falda de paño, unpar deblusasconmuchosañosacuestas,un jerseygrueso,uncamisón tanviejoquedabagrima,colonia,peine,unaszapatillas…

Irinanoteníamuchascosas,nolepreocupabasuaspecto,salíamuypocoynorecibíavisitas.Nunca.Amenudonosedespojabadurantedíasdelcamisónnidesusmediasgruesasyhacíaañosquenopisabaunapeluquería.Selimitabaapasarsediariamenteunpeine,atirardetijerascuandoelcabellolellegabaaloshombros y a acumular ropa de abrigo sobre un cuerpo que seguía resultandoescuálido.

—Tranquila,Irina.Yallegan.Tepondrásbien.Yaloverás.La anciana no conseguía articular palabra. Asentía. Temblaba y parecía

confusa.Habíadejadode resistirse a ser conducida auna saladehospital.Norespondía a las preguntas de la joven y, cuando lo hacía, su voz no resultabaaudible.EllamismasehabíaenvueltoenunadelasmantasdesucamaalaqueOxanahabía sumadootra.Apenas asomabael rostroque era todohuesos.Eraincapazdemantenerseenpiey,sentadaenunescalóndeltramoquesubíaalaplanta superior, había apoyado el cuerpo y la cabeza en el muro bajo de labarandilla,comosisehubieradesvanecidooestuvieraapuntodehacerlo.Teníalas manos sobre los ojos, no deseaba ver a nadie ni quería que la vieran, noquería mostrar al mundo su decrepitud. Era una persona lúcida a la que elcuerpo,delquerenegabaadiario,correspondíaconunatraiciónentodaregla.

Mientras esperaba, Irina jadeaba al tiempo que emitía una especie deronquido que parecía salir de las profundidades de sus bronquios. Tenía elcabelloblancoyyaralo,ypendíaenapagadosmechonesaambos ladosdesucabeza. Le temblaban las manos y parecía tan consumida que sus pies,embutidos en medias y varios pares de calcetines gruesos, no alcanzaban elgrosordeunospiescorrientes.

—Necesitaremos la documentación. Probablemente se quedará ingresada—advirtióelsanitarionadamásversusojosvidriosos,susmanostemblorosasalaalturadelosojosysubocaabierta.

Oxanarebuscóenarmariosycajones.Encontróunsobreenormeenelqueseacumulabanpruebasmédicasquepertenecíanaotrapersona, lasdesestimó.LocalizóenuncajónunpasaporteconlafotografíadeIrinaalgomásjovenyunnombrequenoreconocióyque,desdeluego,noeraruso.Comprobóqueeraelmismoqueaparecíaenelexteriordelosinformesmédicos:AsunciónCadavieco

Page 11: Irina - foruq.com

Marón.—Estoesloqueheencontrado.PeroellaesIrina,noséporquéaquídice…

Yosoysuvecina.Nosé…Elhombreinclinólacabezamientrascontemplabaelpasaporteyfruncíael

ceño. No parecía contento. No lo estaba. Resopló. Anticipaba problemas.Siempreloshabía.Losproblemas,comolamuerte,eranleydevida.

—Conestonohacemosnada,señora.EstadocumentaciónperteneceaunatalAsunción,siestamujersellamaIrinacomousteddice…Ademásnecesitalaidentificaciónsanitaria.

Irinaagitabaunamanoenelaire,señalabaladocumentación.Susurró.—Soyyo,soyyo…—Suvozapenassuperabalafronteradesuslabiosysu

esfuerzoresultóinútil.—En algún momento la habrá tratado alguien, la habrá visitado algún

médico…—Sí,claro,peronoencuentronadamás.Siesperaustedunmomento…—Bueno,peronocreoqueella esté encondicionesdeesperarmucho—

alegó el auxiliar mirando de reojo a una Irina muy apurada cuyo estertor alrespirarresultabaalarmante.

Oxanaseperdiódenuevoenelinteriordelpiso.Encontrólaidentificaciónsobreelfrigorífico.ElnombrenoeraeldeIrina.

—Tenga.Todoloquehayesdeotrapersona…Nosé,noestáasunombre.Puedobuscarestatardey…

El hombre, corpulento y de mirada atravesada, negó con los brazos enjarras.

—Necesitamossuspapeles.—Peronopuedenustedesdejarlaaquí.Ellavivesolay…Yalave.Parece

muydébilyyodiríaquehacemuchosdíasquenosaledecasa.Nosabíanada,pero…Debehaberunaexplicación.Yonopuedo…Solosoysuvecinayno…ParamíellasiemprehasidoIrina.IrinaKorovin.

—Lascosasnofuncionanasí—aseveróelsanitario.Oxana se encogió de hombros incapaz de explicar por qué Irina parecía

llamarseAsunciónaefectosoficiales.Elhombrerezongóymetiólaidentificaciónyelpasaporteenelsobrecon

laspruebasmédicasque,alparecer,pertenecíanaotramujer.Siguióprotestandomientrassujetabaalaancianaporlasaxilas,laalzabasinesfuerzoconlaayudadesucompañeroylaayudabaatenderse.

Irina se quejó un par de veces, como si sintiera algún dolor que elmovimientoincrementabasinremedio,ysellevólamanoalpecho.Unadelas

Page 12: Irina - foruq.com

mantas sedeslizóy, aunque intentó envano sujetarla, cayóal suelo.Oxana larecogió y entregó la bolsa con las cosas de Irina al sanitario que habíapermanecidoajenoalconflictosobrelaidentidaddelaenferma.Elhombre,querozaríaloscincuenta,llevabaunosauricularesdiminutosencajadosenlosoídos;nosehabíaenteradodenada.

—Losiento.Yoahoranopuedoacompañarla,perosihayalgoque…Puedopasarmástarde—añadiódirigiéndosealhombrequeinsistíaenquenecesitabansuspapelesmientraselniñoaullabaenelcochecitoy,desdeelrellanodelpisoinferior,unaparejamuymayorpretendíaaveriguarloqueocurría.

—Fiodor,Margaretta,esIrina.Seencuentramal,selallevanalhospital—explicóOxanaasomándosealhuecodelaescalera.

Margarettasesantiguóymusitóalgoentredientes.Unaespeciedeconjuro.Fiodor, su hermano mayor, un hombre muy arisco que vivía por y para sucoleccióndeminerales,tiródesubrazoparaobligarlaaentrarenelpiso.Noloconsiguió.

AtaronaIrinaaunatablarojamedianteunascintasanchas,laalzaroncomosiapenaspesaraydesaparecieronescalerasabajo.Oxana,sujetandoelcochecito,bajótrasellos.Lacriaturaparecióconformarseydejódeprotestar.

Mientrasunode loshombresdepositaba laspertenenciasde laancianaenunrincóndelvehículoysesentabafrentealvolante, lajovenadvirtiólamanoalzadadelaanciana,cuyonombreaaquellasalturasnoquedabanadaclaro.Seacercótantocomopudo.

—Irina. ¿Quieres algo? ¿Aviso a alguien? ¿A algún familiar? ¿A unaamiga?

Lamujernegómoviendolacabezamuylentamenteconlosojoscerrados.No conseguía respirar y hablar a la vez. Instantes después, y también muydespacio,señalósusojosconelíndicedesutemblorosamanoderecha.

—Perdona. Claro. No había pensado. Por favor, esperen. Solo será unmomento—prometió.

Comprendió la joven que si la anciana se había cubierto los ojos con lasmanoseraporquesinsus lentesapenas le servíandemucho.Echóacorrerdenuevo en dirección al piso. Antes de perderse en el portal rogó otra vez alhombremalhumorado:

—Porfavor,soloseráunminuto.Lasnecesita.Sinellasestáperdida.Arreciaronlasprotestasdelhombrequecerrabayalaspuertasdelvehículo.

Visiblementeirritado,prendióuncigarrilloytratódeahuyentarelfríogolpeandolaaceraconsupiederechomientrassucompañerointentabaenvanoretirar lafinacapadeescarchaqueempañabaelcristaldelanteroyqueminutosantesno

Page 13: Irina - foruq.com

estabaallí.TardóenencontrarlasgafasdoradasdeIrina.Enalgúnmomentodurantela

nochesehabíancaídojuntoalabutacaenlaquelamujerhabíavistopasarlasinterminableshorasnocturnas.Afortunadamentenosehabíanroto.Lasrecogióy,soloentonces,Oxanaadvirtióqueenelpisohacíafrío,muchofrío.Laviejaestufadegasfrentealabutacaestabaapagada.QuizáselgassehabíaagotadoeIrinanohabíapodidocambiarlabombona.Quizásnohabíapodidocomprarla.Apagóel televisorquepermanecíaencendidoy sinvolumenyechóunúltimovistazoaalgunosdelosinformesmédicosquehabíadesestimadoyqueseguíansobrelamesajuntoaunfrascodejarabeyunvasoconrestosdeleche.

¿AsunciónCadavieco?Unnombreextrañoparaunamujerrusayaanciana.Antesdeentregarlelasgafas,Oxana,acariciándolelamano,prometió:—Vendréaverteencuantopueda,Irina.Tepondrásbien.Seguro.Lamujer,abriendolosojosyajustándoselasgafas,asintió.¿Quéotracosa

podíahacer?

Page 14: Irina - foruq.com

CAPÍTULO3

BARCELONA,ABRILDE2016

CuandoSantiago puso el pie en la calle al día siguiente, el cielo tenía elcolor del hormigón y el día presentaba parecidas, y no menos aciagas,perspectivasqueelanterior.Sedetuvoenunacafeteríacercanaa laempresayojeó la prensa como hacía a diario desde que se separó deAndrea. No habíavueltoaprepararcaféyapenascomíaencasasipodíaevitarlo.Ysiemprepodía.

Lemolestabaeltelevisorsiempreencendidoalfondodellocal,elzumbidode la cafetera y las conversaciones sostenidas en la voz invasora de los quequieren hacerse oír a toda costa; pero cualquier cosa eramejor que ingerir elprimercaféasolasydepieentrelacocinayelsalón.

AjuzgarporloqueRosaseñalaba,undíasíyotrotambién,parecíaciertoqueSantiagohabíaacabadoporacomodarseysehabíaacostumbradoavivirenunaespeciedemoderadoabandonopersonalenelquechapoteabaalaesperadelevantarcabeza.Aunqueno lohubiera reconocidoniapuntadepistola,vestíalosmismosvaquerosdurante toda la semanay aireaba las camisas para poderusarlasmásdeundía.Muyamenudomásdedos.Visitabaalpeluquerocuandoelpelo,queacostumbrabaapeinarcorto,seaproximabaasuscejasyamenazabasuspestañas,ypasabauntrapohúmedoasuszapatoscuandoelpolvoenturbiabaelcolor.

Para su contrariedad,Rosa había reparado en ello y le había sugerido enmás de una ocasión que consultara con un experto. Era entonces cuandoexperimentaba un deseo intenso de volarle la cabeza de un disparo, dearrancársela de cuajo como en un cómic, o de vaciarle los ojos con unacucharilla.

—A mi hermana le ayudó mucho poder hablar con un psicólogo. Lasdepresionessonalgomuyserio, te loaseguro,yyojuraría…Vamosqueestoyconvencidaqueloquetútienes…

—Nojures,Rosa.Túnoerescreyente—señalabasoloporincordiar.—Mihermanaestabacadavezpeor,yate loexpliqué,y lerecomendaron

unapsicólogaque…

Page 15: Irina - foruq.com

—Lo pensaré, Rosa. Lo pensaré—prometía sin desmayo al tiempo quegirabasobresímismo,resoplabadeespaldasasuinterlocutorayabandonabaeldespachozanjandoasíelasuntoduranteunpardedías.

—Lo que tú necesitas es un buen terapeuta. También le llaman coachemocional.Nosésihasoídohablardeellos—habíasidolaúltimaaportacióndeRosaaltemadesuaparenteabandono—.Yyoconozcoaunoque…

AsuscuarentayunañosSantiagonopasabaporunbuenmomentoynoadvertíaseñalesdequesuestadodeánimopudiesemejoraracortoplazo.Peroni por un instante consideraba la posibilidad de visitar a un terapeuta. Lo depagarauncoachemocionalnosoloquedabadescartado,sinoqueleparecíaunaaberración.Asujuiciolonecesitabatantocomounabalaenlacabeza.

A excepción de los buenos resultados del equipo de fútbol del que eraincondicionalyqueaquella temporadaencabezaba laclasificación, lasnoticiasdelaprensaeranporlogeneralpeorquemalas.Lasvíctimasdeunacatástrofedevastadora seguían sin recibir ayudamientras laFiscalíaAnticorrupción, queinvestigaba financiaciones ilegales y dobles y fraudulentas contabilidades delpartido en el gobierno, invitaba elegantemente a mirar hacia otro lado y losrefugiadosenbuscadeasilosecontabanpormillares.Gruñóderabiamientrascerrabalospuños.Debuenaganahubieraaporreadolamesaoarrojadolatazaalapantallaplanadelacafetería.Selimitóa levantar lacabezaymirarhacialacalle.

Unalloviznaleveoscurecíalaacera.Noerauncontratiempo.Legustabalalluvia.

Selevantó,pagóelcafé,cruzólacalleyconunpesoenelestómagosaludóal conserje del edificio en el que trabajaba. Se limitó a un gesto dereconocimientoalqueelempleadorespondióconun«buenosdías»decortesíayseencaminóconlavistabajaalascensor.Todavíanohabíacruzadopalabraconnadiedesdequehabíapuestoelpieenelsuelo.Nitansiquierahabíatenidoquepedir su habitual café corto que le era servido automáticamente por elmismocamareroquellevabamesesatendiendosumesaconunadiscreciónencomiable.

Porfortunanosevioobligadoacompartirel trayectoascendentehastaelséptimopiso.Detestabahablarporhablar.Quisocreerqueeraunabuenaseñal.Habíaempezadoaperseguirlasindicacionespositivas,pequeñosdetallesquelepermitieranaugurartiemposmásdichosos.EnelfondoseguíalosbarruntosdeRosaeintentabaidentificarsignosdecambio.Ellaseempecinabaenllamarlos«señales».

Cadadíaleresultabamásduroentrareneldespacho,sonreíraloscolegas,bromear o aparentar confianza. Lo de poner cara de emplearse a fondo en el

Page 16: Irina - foruq.com

trabajo se le antojaba un imposible. La maldita opresión en el estómago quehacía semanas que no le abandonaba era cada vez más intensa y de vez encuando se sorprendía llevándose la mano al abdomen como un Napoleón depacotilla.Enocasiones,Santiagosesentíacomounodeaquellosprimerosbuzosque había visto en alguna ilustración. Un hombre abnegado al que le costabainfinitamentelevantarlospiesporcalzarplomoycuyaescafandra,enformadegran burbuja en torno a su cabeza, le impedía comunicarse. Un hombre quedependíadeuntubopararespirar.

Aislado, casi incomunicado por voluntad propia, era un bicho raro quevestía vaqueros y americana algo informal. Una enorme escafandra invisibleprotegía y aislaba su cabeza. Y si él recordaba a uno de aquellos buzos, sudespacho, de no haber sido por la irritante presencia de Rosa, bien hubierapodidoconsiderarseunbatiscafo.

Le constaba que en la empresa inmobiliaria en la que trabajaba, suscompañeros más antiguos, los que todavía sentían cierto aprecio por él,achacaban sudistanciamiento a su reciente separación.TambiénRosa lohacíamuy amenudo.Algunos le habían incitado a unirse a ellos los viernes por lanoche, incluso propusieron una salida masiva de compañeros de trabajo. Selimitó a negarse con un gesto. Generalmente no abría la boca. Si insistían,recurría al convencionalismo y alegaba que todavía no estaba preparado.SospechabaqueladesercióndeAndreanoteníamuchoqueverconsuscadavezmás prolongados silencios y con el feroz deseo de estar solo. Tampoco era lacausa directa del episodio depresivo que los otros creían reconocer en suconducta.

Hacía días, semanas quizás, que apenas pensaba en ella. En los últimosmeseslascosasentreelloshabíanidodemalenpeor.Noañorabasucuerponisucompañía,aunqueeraciertoqueechabaenfaltasucapacidadorganizativa,suresolución.Surutina.Erabienpocacosa.

Su natural tendencia al sarcasmo y a la introversión se acentuaba con elpaso de los días. Era una evidencia para todo el mundo, también para él.Aumentabaladistanciarespectoalosdemásysutratoeracadavezmásagrio.«Guerraavisadanodejamuertos»,dicen.

Yanoañorabaalamujerconlaquehabíacompartidolavidaduranteunoscuatroaños.Noladeseaba.Niaellanianadie.Noanhelabasupresencianiselepasaba por la cabeza suplicar su regreso. No extrañaba su olor, su voz o suspisadas.No le importóquevaciarasuscajonesentre lágrimas,que retirarasuscremasdellavabo,suspapelesdeldespachonisuslibrosdelasestanterías.Nosesintiótentadoaaccederasupropósitodetenerunhijoencomún.Niporun

Page 17: Irina - foruq.com

momento. Y no estaba arrepentido de ello. Tampoco le resultó especialmentedoloroso que, una vez tomada la decisión, ella prefiriera no volver a verlo enmuchotiempo.

Santiagonohabíaintentadoretenerla,nolehabíaprometidolaluna,nolehabía jurado redención, ni tan siquiera le había pedido algo de tiempo parareflexionar. No le había suplicado que lo pensara mejor. De hecho habíaexperimentadociertoaliviocuando,trashaberreunidotodassusposesionesenelrellanodeledificio,Andreacerrólapuertaparanovolver.Santiagoabrióysalióparaecharleunamanoconlascajas.Noquisoqueéllaayudara.

—Esmejorasí—fueronsuspalabras.YSantiago se encerró en el piso dejándola a solas con sus bártulos y su

decepción.Entre lágrimas, Andrea los encajó como pudo en el maletero y en los

asientostraserosdelcochedeEster,sumejoramiga.Quizássehubieraquedadosiél lehubierapedidoque lohiciese.Esoera loquemás ledolía,queaélnoparecíaimportarle.

Eradifícilsabercuándoempezóeldesamor.Unimposible.Santiagoapenassehabíadadocuenta.Soloechabaen falta las rutinasdesuvidaencomún, lavidaqueAndreahabíaorganizadoparaamboscontantaeficacia.Elprimercaféencompañía,eltrayectoenmetrocompartidocadamañana,unpaseodevezencuandoparaestirarlaspiernas,eldejarsearrastrarhastaelcineohastalamesadeunrestaurante.Eraellalaquedecidíalahoraalaquedebíanlevantarse,quécomerían o cómo pasarían el fin de semana. Era un descanso no tener quepreguntarsecómollenar lashorasycómocompletar los inacabablesdías.Solomuy de tarde en tarde, cuando el silencio le pesaba en el ánimo, Santiagopensabaenello.

Pasadas las primeras horas sin moverse del teclado miró el reloj ycomprobóqueerayamediamañana.Unbuenmomentoparaelprimercigarrillo.Tampoco aquel día esperaría a la sobremesa. Se aseguró de llevar encima elpaquetedeCamelyabandonóeldespachotrasdarporacabadoelperitajedeunlocalcomercialquehabíaquedadolibreenunalocalidaddelextrarradio.Unodelosmuchosquesehabíandestinadoalaventadecigarrilloselectrónicosyquehabían cerrado pocosmeses después. Una verdadera ruina. Eramuy probablequeelpropietariodelestablecimientohubierainvertidoensupuestaapuntolosahorrosdemediavida;obiennaufragabanconéllasesperanzasdelparadoquehabía capitalizado el subsidio. Las posibilidades de venta o traspaso eranmínimas.Unmal negocio.En el apartadodestinado a las conclusiones finaleshabía escrito: «Se desaconseja la compra».Era consciente de que el futuro de

Page 18: Irina - foruq.com

alguien en algún lugar, quizás de una familia entera, dependía de las palabrasqueacababadeteclear.Eralopeordesuoficio.

Sealejóunospasosdelaentradadeledificioenelquetrabajabaysecobijóbajolamarquesinadeunhotelacristaladocuyointeriorrecordabaaunacuario.Elbarriohabíasidoremodeladoy lasviejasnaves industrialesy lasdecrépitascasasdevecinoshabíansidosubstituidaspormodernosedificiosdeoficinas,poralgún hotel de muchas estrellas para los ejecutivos de paso y por cafeteríasdondecomerpoco,caroymal.Para regocijodealgúncolega,quedesbordabatestosterona,acababandeinaugurarenlasproximidadesungimnasiodelosquepermanecíanabiertoslasveinticuatrohoras.

Lalluviaerasuave,cadenciosa,ycuandoelsemáforoenrojointerrumpíalacirculación, del asfalto se elevaba un rumor grato al oído. Hubiera podidopermanecer allí varado el resto de la mañana. Ensimismado, escuchando lasdiminutasgotasestrellarsesobreelasfaltoconuncigarrilloentrelosdedosylavidaensuspenso.

—¿Santiago?Noreconociólavozyapuntoestuvodedejarescaparungestodefastidio.

Nonecesitabacompañía.Noladeseaba.Se giró. La mujer del día anterior, la rubia de ojos azules, moño alto y

piernas al descubierto se acercó a él bajo la lluvia. No llevaba paraguas y searrimóaSantiagopararesguardarseasuladobajoelvoladizo.Nopidiópermisoparacobijarsejuntoaél.

—Tedebíauncigarrillo.Yosiemprepagomisdeudas.LamujersehabíadirigidoaélenuninglésfluidoqueSantiagocomprendió

sindificultadal tiempoquesacabadesubolsounpaquetede lamismamarcaqueéllehabíaofrecidoeldíaanterior.

—Nomedebíasnada—corrigió, sinasomodeamabilidad, rescatandosuinglésalgooxidado.

Nose sentíahalagado.Lapresenciade lamujerdesbaratabael silencioycon él saltaba por los aires su propósito de estar a solas y demorarse unosminutosenlaensimismadacontemplacióndeloqueprometíaconvertirseenunaguacero.

—Por favor, acéptalo—rogó tendiéndole el paquete y elmechero de unrosaintensodeldíaanterior.

En sumano, las venas azuleaban bajo la piel blanquísima.Un verdaderoestudiodeanatomía.Santiagoelevólasuya,quedescansabajuntoasupierna,ylemostróelcigarrillohumeanteyaenlasúltimas.

Oxanahizounmohíndecontrariedad.

Page 19: Irina - foruq.com

—Tendréquevolverotrodía.Santiago apretó los labios. Se sentía hostigado por la mujer y

profundamentemolestoporsuinsistencia.—No es necesario. Te lo aseguro. Ha sido un placer—mintió—, nome

debesnada.Oxanapareciónocomprendereldesaire.Vestidaconunacamisablancay

una falda azul celeste resultaba todavía más pálida que el día anterior, másllamativa todavía. Parecía una guapísima azafata de líneas aéreas. Seguía sinllevarmedias.

Santiagoimaginólassalpicadurasdelluviaensustobillos.Seestremeció.Afortunadamente, Armengol no andaba por las proximidades. Ajena a lascavilacionesdelhombretaciturnoqueexhalabaelhumoconlavistaenelasfaltomojado,Oxanasonreíacomosiacabaradeconcertarunacitamientrasprendíaelcigarrilloquesujetabaentreloslabios.

Tambiénsuslabioseranhermosos,reconocióSantiagoparasusadentros.Fumaron en silencio. Instantes después él dejó caer el cigarrillomediado

sobrelaacerayloaplastóconelzapato.—¿Hastamañana?—sedespidiólamujer.Profundamenteirritado,seretirósinabrirlaboca.Mañanaseríaotrodíaysubiríaalaterrazadeledificio.Allísiemprehabía

gente,demasiada,peroniporunmomentoselepasóporlacabezavolverasaliralacalle.Nosoportabalamiradadeaquellamujerqueparecíaesperaralgodeél.Yélnoteníanadaqueofrecer.

Page 20: Irina - foruq.com

CAPÍTULO4

MOSCÚ,DICIEMBREDE2016

Laancianadormitabaconel rostrovueltohacia laparedde lahabitación.No había abierto los ojos. Silenciosa, jadeante, siempre con las manosprotegiéndose lacaray losojosobstinadamentecerrados.Noparecíanecesitarnada. Respondía a cualquier ofrecimiento negando con un movimiento decabeza.Apenas atendía a los requerimientosde las enfermerasde laplantadeNeumologíaynoabríalaboca.

Noqueríaaguanilecheninecesitabaunpañuelodepapelnideseabairallavabo.LoqueIrinaqueríaeraseguirrespirando.Seconformabaconeso.Noerapocacosa.Aunque,asuedadyensuscircunstancias,nosiempresabíaporquéconservabatantoempeñoenseguirconvida.

Unadelasenfermerashabíaguardadolabolsaconsuspertenenciasenunarmario y, al observar que la enferma temblaba, había traído otra manta y lahabíatendidosobreella.Tambiénhabíadepositadolaslentesdemiopesobrelamesitametálicaalalcancedesumanojuntoalamedicaciónquedebíatomaramediodía. Sabía que los enfermos, sin excepción, necesitaban tener las gafasmuy cerca, se sentían perdidos sin ellas. Algunos reclamaban también sudentadurapostiza.Noparecíaelcasode laancianasilenciosaquenoabría losojos.Aparentemente,nosentíaelmenorinterésporloquepasabaasualrededor.

—Aquíselasdejo,Asunción.—Laveteranaenfermerahabíapronunciadosuextrañonombreconmuchoesfuerzoyseparandolassílabasenunmaltratadocastellanodelatitudalta.

«AsunciónCadavieco».Elnombreyelprimerapellidofigurabanensuregistrodeentrada.Ysiel

nombreeraextraño,elapellidoparecíadeotroplaneta.—Sinecesitacualquiercosa,noseapure,pulseestebotón,elrojo,yunade

nosotrasvendráenseguida.Estamosaquímismo.—Irina —había susurrado la mujer mientras negaba débilmente con la

cabeza—.MellamoIrina.—Estábien,Irina.Llamesinosnecesita.

Page 21: Irina - foruq.com

Ylehabíaacercadoalamanoelpulsadorrojo.Eraunahabitacióntriste,deparedesgrisesytechosaltos,comotodaslasde

un hospital que llevaba en funcionamiento más de cincuenta años y que yaresultaba carente de todo atractivo cuando se inauguró a principios de lossesenta.Tresenfermasdeciertagravedadcompartíanelespacioylasatencionesde las enfermeras asignadas a la planta de Neumología que, por turnos, seacercaban para asearlas, controlar sus variables o asegurarse de que habíaningeridolaspastillasprescritas.

Su única hija, de cutis muy blanco, voz muy aguda y muchas ganas dehablar, acompañaba a menudo a la mujer que yacía en el otro extremo de lahabitaciónycuyonombreeraSvetlana.Elmaridoseacercabacadatardehastalacabecera de la enferma que ocupaba la cama central. Esta última, Galina,permanecía en todo momento conectada al depósito de oxígeno. Retirandomomentáneamente la sujeción,Galina suspiraba a intervalos que siempre eranmuchomás cortos cuando elmarido estaba junto a ella, sujetando sumano oexplicándolecosasdesuvidacotidiana.Ensuausenciaamenudoseolvidabadehacerlo. Irina no había tardado en reparar en ello. Sus quejidos la enervaban,hubiera querido gritarle que dejara de suspirar, de lamentarse y de buscarcompasión. No lo hizo. Con el tiempo había perdido parte del empuje quesiempre la había caracterizado y que le había reportado un buen puñado deadversariosentodaspartes.Tantoscomofielescolaboradores.

Recordóunaoraciónquehabíaoídodelabiosdesumadreensuotravida,cuanto todavía era Asunción Cadavieco, una cría asustada con el infinito pordelante.Sumadre la improvisabaa lamenorocasión,mientras supadre,pocoamigoderezos,bendicionesysacristías,rezongaba.Eralaplegariadel«porsiacaso»,del«nuncasesabe».

A Irina, la oración le venía al pensamiento cuando estaba asustada o seenfrentabaaunadecisióncrucial.

Lamusitó:Jesusitodemivida,dueñodemicorazónperdónamemispecados,túbiensabeslosqueson,simemueroenestedíasírvamedeconfesión,paraenestemundopazyenelotro,salvación.

Page 22: Irina - foruq.com

Unaoracióndelaquenoesperabanada,enunalenguaqueyasoloutilizabapara escribir. Y hacía meses que Irina apenas escribía. No esperaba de ladivinidadniconsuelonimilagrosniperdón.Nohabíasidomujerdecatecismosnideletanías.Nadamáslejos.Perohacíacuantopodíaporconservarintactoslosrecuerdos.Aquellaoracióneraunodeellos.

«…enestemundopaz»Paz.Noerapocacosa.EnsuvidaIrinaapenashabíaconocidoalgunabreve

tregua.Pocomás.«Yenelotro,salvación».Tampococreíaenunavidaposterior,peropocoimportaba.Soloeraunaoración.

Page 23: Irina - foruq.com

CAPÍTULO5

BARCELONA,ABRILDE2016

Viernes.Losviernes,cadaviernes,antelainminenciadelfindesemanayde las horas vacías que se avecinaban, acostumbraba a ser el día que RosaAladrenyelegíaparainsistiraSantiagosobrelaconvenienciadepedirayudaaun profesional de la saludmental. Era como si formara parte de sus muchosdeberes; de sumanifiesta y activa solidaridad con sus congéneres.Él solo erauno más. Luego estaba lo de su estrecha colaboración con una protectora deanimales.Rosa rescatabaperros, loscuidabay losmimabacomosi le fuera lavidaenello.UndesveloaltruistaqueSantiago,quenuncahabía tenidoanimaldomésticoalguno,noacertabaacomprender.Enmásdeunaocasión,Rosahabíaintentadoqueacogieseaunanimalmaltratado,abandonadooambascosasalavez.

—Osentenderéisenseguida,esunamor.Ytieneunosojos…—asegurabaunavezalmes.

Haciéndoselavíctima,papelquelagenteleatribuíadeinmediatoalsaberqueeraAndrealaquehabíadesparecidodesuvida,Santiagohabíacontestadoconelsarcasmoquelecaracterizaba:

—No,gracias.Tendríamosdemasiadascosasencomún.Losviernes,sermón.Nofallaba.Rosa,conlaerguidayamedrentadorasiluetadeunmascaróndeproayla

mismasuperioridadmoral,carraspeóantesdehablar.Eraeliniciodelatemidajaculatoriasemanal.

—Escucha, Santiago, por favor. Creo que…Sé que no quieres hablar deelloporqueteresultadoloroso,yeslógico,perocreoquenecesitasayuda.Algúntipodeayuda.

—Rosa,porfavor…Noinsistas.—Túhazloquequieras,faltaríamás.Peronoereselqueeras.Y,simelo

permites,vasapeor.Pasamosaquímuchashorasaldíaynoabres laboca,norecibesllamadas,no…Ymedioañoestiempomásquesuficientepara…

Page 24: Irina - foruq.com

Anchadeespalda,estrechadecaderas,conelcabelloteñidoderojoóxido,una120de sujetador desde sumás tierna adolescencia y lasmanos en actitudorante,Rosaeralavivaimagendelaobstinación.

—Porfavor,Rosa.Notemetas—laatajó—.Esmividayharéloquecreaque tengo que hacer. Cuando considere que necesito ayuda, la pediré. No lodudes.Esmivida,telohedichomilveces,nopretendoecharlaporlaborda—añadióenconcordanciaconlasiluetadelamujerquetantorecordabaalatallaqueadornabalaproadelosbarcos—.Dehecho,sinorecuerdomal,telollevodiciendocadaviernes,sinexcepción.

—Lo sé, pero no puedo… Solo una consulta, una opinión. No te cuestanada.Yo no puedo simular que no te pasa nada, no puedo cerrar los ojos. Teaseguroquesipudiera,loharía,pero…

—Sípuedes.Claroquepuedes—la interrumpióconacritud—.Es loquedicenlosgurús,siquieres,yasabes…

—Conestaactitudnopuedesverloqueterodea,quizásyahasconocidoaalguien,aalgunachicaconlaquetenerunanuevarelación,alguienquepuedepasarte desapercibida y que sin embargo podría…Aveces, no haymás ciegoque el que no quiere ver.—Rosa acompañó sus palabras con una mueca decomplicidadquecayóenelvacío—.Tienesqueirporlavidaconlosojosbienabiertos, podrás advertir alguna señal que de otro modo…Yo creo que debehaberunamujerdispuestaaintentarlocontigo.Creoqueyaestácerca,queyahaaparecido,estoyconvencida.Solodebesestaratentoydesprendertedetodoesemiedo.

«PauloCoelho,dixit»,pensóSantiagoyapretólospuñoshastaclavarselasuñasenlapalma.Putasseñales.Podíacontarhastamil,podíaintentarabstraerse,asentir…niaunasíconseguiríaeludirlapalabreríadeRosa.

—No he conocido a nadie y no tengomiedo. ¡Ah!Y solo estoy de putamadre,teloaseguro.

—Yo solo te digo que no te cierres puertas, que alguien podría estarllamandoyque…

—Porfavor,cortaelrollo—dijoyresoplósonoramente.—Si no quieres ver a nadie, si crees que no necesitas un terapeuta, otra

opciónesunbuenlibro.Algoadecuado,positivo,unalecturaquetelevantelamoral, que te ayude a abrir los ojos. He leído uno que te iría bienCoge lasriendasdetuvida.Esmagnífico.Unajoya.Cogelasriendasdetuvida—repitióporsinohabíaquedadoclaro.

Santiagoestuvoapuntoderecibirlapropuestaconunrelincho.Secontuvoybajólamirada.Rosaacabaríaporofenderseytardaríaenperdonarle.Erauna

Page 25: Irina - foruq.com

mujerintuitivayhabíaobviadodecirqueellibroeradeautoayuda.—Mira…FueelmomentoqueescogióSusana, la joven recepcionista,máspositiva

queunapandereta,paraabrir lapuertadeldespacho,asomarlamelenarubiaylaciaypreguntar:

—Rosa,¿bajasadesayunar?—Tengopara5minutos.—Pormí,no…—YSantiagoacompañósuspalabrasconungestoque la

animabaaabandonareldespachoyqueRosaobviósinreparos.—Ok,guapa,teespero.YSusanadesapareció.Rosatardóunnanosegundoenreanudarlaconversación.—Loquetedecía,lotengoaquí,loacabéanoche.Leeunpardecapítulos.

¿Quépuedesperder?Y sacó un libro de su bolso.Tapas azul celeste e infantiles letras rojas y

rosadas.—¿Quépuedesperder?—insistióacercándoleelejemplar.Lapaciencia,pensóSantiago,lapaciencia,peroselimitóadecir:—Pasa demí, por favor. Pasa demí.—Y sus tajantes palabras pusieron

puntofinalalaconversación.Abrióelinformedelaparcamientoentraspasoenelqueestabatrabajando,

bajólacabezaeintentóconcentrarseensulectura.—Me gustabas más como eras antes—remató Rosa antes de batirse en

retiradaconelbolsoalhombro,lamiradaenlalejaníayenelrostrounmohíndedesaprobaciónyagravio—.Teaseguroquenoentiendocómopuedealguienfijarseenti.Noloentiendo.

Desaparecióenelpasilloconalborotodetacones.ElruidoqueRosahacíaal caminar era lamedida exacta de su enfado.Más enojada,más ruido. A suregreso Rosa podía ser temible. Contrariada, se convertía en un silenciosoincordio.Mejorsalirunrato.Airearse,prepararseparalopeor.

Cogióelpaquetedecigarrillosdelcajóninferioryseencaminóalascensor.Algo en las palabras de Rosa había dejado en su mente una sombra decuriosidad, como la baba transparente de un caracol sobre una gran roca, unrastrolevequedesapareceríaenpocosminutos.¿Cómopuedealguienfijarseenti?

Enlaterraza,trespersonasconsultabansumóvil.Unadeellas,laúnicaquetrabajabaensuplanta,esbozóunasonrisadereconocimientoantesderegresarlamirada a la pantalla. No mostró el menor interés por entablar conversación.

Page 26: Irina - foruq.com

Santiagosefelicitóporello.No llevaba sumóvil encima. Lástima. Era una forma inmejorable de no

tener que charlar con nadie. Cada vezmás amenudo olvidaba cargarlo y, enocasiones, lo dejaba en casa, justo en la entrada, junto a las llaves. Allí loabandonaba al llegar y allí debía seguir aquella mañana. En ocasiones se loechabaalbolsilloaunquetuvieralabateríadescargada.Noesperaballamadasnimensajes, pero nunca se sabía cuándo sería conveniente simular unaconversación.

Aveces echaba en falta el contacto frecuente conAndrea a travésde susmensajesinformándoledeuncambiodeplanesodándoleinstruccionesprecisasdeobligadocumplimiento.Enlosbuenostiemposleenviabauncorazónrosadoenmitaddeunrenglón,acaballodeunapalabraylasiguienteojustoenmediodecualquiermensajedelomásprosaico.Élnuncalohizo.

Santiago se preguntaba si el amor era eso, esa rutina amable a la que sehabíaacostumbradoenpocosmeses.Lamismarutinasinagobiosnisobresaltosque incluía hacer el amor una vez a la semana y que a Andrea no parecíabastarle.

Seacodóen labarandillaydio laespaldaal restode los trabajadoresdeledificio cuando advirtió la llegada de uno de los mandos intermedios cuyodiscurso del día anterior le había encendido la sangre.No todos los presentesfumaban,pero todos llevabanencimaunpaquetede tabaco.Aalgunos inclusolesrepugnabalameraideadellevarseelcigarrilloaloslabios,otrosloprendíany lo dejaban quemar sobre la barandilla en la que destacaban centenares demarcas oscuras, como pequeños gusanos negros sobre la pintura gris. Solo seacercabanelpitilloalabocaenpresenciadealgúnjefe.

Todosellosnecesitabanunaexcusaparaalejarseunosminutosdelamesade trabajo en la que intentaban evitar el naufragio de las empresas que lesabonabanmensualmenteunsueldodemiseria.Avecesseimponíauncambiodeescenario.

Enelcielo,unaperfectagradacióndenubes.Desdelascompactas,blancasy algodonosas, a las que eran una pura hilacha. Y, asomando ocasionalmenteentre todas ellas, un tímido sol de primavera, casi una caricia. Ni sombra deOxana.

Lamujerdelaspiernasdesnudasquizásestabaenaquelmomentojuntoalaentrada aguardando para devolverle el encendedor o restituirle un cigarrillo.Santiago esperaba que tuviera algo mejor que hacer y hubiera desistido. Leirritaba su deferencia, su amabilidad le resultaba invasiva. Casi se sentíaacosado. Intuíaqueesperabaalgodeél.Fuera loque fueraeraalgoqueélno

Page 27: Irina - foruq.com

queríadarleyesperabanovolveraencontrárselaenelfuturo.Experimentabaunrecelointenso,nuevo.

Meses atrás quizás hubiera cruzado unas palabras y seguramente habríaaceptado el cigarrillo de sus manos. Quizás hubiera acabado así el enojosoasuntodelaestúpidadeudapendiente.

Habíacambiado,eracierto,peronoleparecíapreocupante.Quizásmadurarconsistíaendesconfiarde losdemás,enmostrarsecauto.A los41años reciéncumplidostampocoeradeextrañarquesemostraraalgomásreservado.

A su espalda, el hombre cuya molesta aparición en la terraza habíaadvertido minutos antes lanzaba una soflama contra un partido de recientecreación que se atrevía a cuestionar principios que, a su entender, resultabanincuestionables.

—Sino fuerapor laputa castade los cojonesmuchosno tendríandóndecaersemuertos.Quesilacastaporaquí,quesilacastaporallá…Perohayquehablarclaro.¿Aquíquiéngenerabeneficios?¿Quiénda trabajo?¿Eh?¿Quién?¿Losmuertosdehambre?

¡Hayquejoderse!,pensó.Caersemuerto,muertosdehambre…serepitióSantiagoparasusadentros.

Será cabrón.Miles de personas no tenían dónde vivir. Ni trabajo ni techo niexpectativas. Y los que tenían la fortuna de encontrar trabajo tampoco iban asalirdepobres.¡Mandacojones!

Apagó el cigarrillo con rabia contra la barandilla, como si pretendierataladrarla.Resoplóy,evitandoelcrucedemiradas,abandonólaterrazaenlaquesesucedíandiferentestonosdeteléfonosmóviles.

Teníaquerecordarcomprarcervezasantesderegresaracasa.El resto de la jornada transcurrió como era de esperar. Rosa semantuvo

enganchadaalteléfonoyhablandoenunvolumenlosuficientementealtocomopara resultar una molestia. Era su desquiciante manera de mostrardistanciamiento.Hubierapreferidomilveceselsilenciototalounpardegritos.Santiagoapenasconsiguióconcentrarse,seequivocóenoperacionessencillasyrealizóalgunoscálculoserróneosqueleobligaronavolveraempezardesdeelprincipio.

Mediahoraantesdequedarlibre,yapeticióndelajovenrecepcionistadela planta, soltó 10 euros, el equivalente a unas 12 latas de cerveza, paracontribuir al regalo de boda de un individuo al que detestaba sin fisuras. Uncomercialquenosedescolgabalasonrisadeloslabiosyquesiempre,siempre,siempreestabadeacuerdoconsuinterlocutor.Uncretino.Unalmadecántaro.

—VamosacomprarleunaThermomix—contestólachicabajandolavozy

Page 28: Irina - foruq.com

respondiendo con aparente entusiasmo a una pregunta no formulada. Ni tansiquiera insinuada. A Santiago el regalo le importaba una mierda—. Es undesastreenlacocina.Uninútiltotal.Levaahacermuchailusión—subrayó.

—Ya.Seguroquesí.YSantiago,escépticopornaturaleza,esperóverlasaltarsobre lapuntade

lospiesdepuroentusiasmo.Nofueasí.Lachicasealejóparaproseguirlarecaudacióndedespachoendespacho.Alastresenpunto,conunodelosinformesacabadoyotroporconcluiry

conelhumordeunperroapaleado;dejóatrás lamesade trabajo,sedirigióalmetro y, pocos minutos después, entró en el modesto restaurante quefrecuentaba.Eraelmáscercanoasucasa.Sehallabaenunextremodelaplaza,justoalotroladodelafuentequeelayuntamientohabíadecididoclausurarañosatrás,ypodíaverlodesdeelbalcón.

«LosMaños».Solo cerraban los domingos. En esas ocasiones Santiago solventaba el

problema con alguna pizza congelada o pidiendo por teléfono un kebab adomicilio.«LosMaños».Elmenú,eldesiempre;losparroquianos,también.Sinsorpresas,sinexquisiteces.ConunatragaperrastodaluzysonidoqueSantiagohubierahechovolarporlosaireselprimerdía.

Como siempre, la hora tardía propiciaba que el local estuviera yamediovacío. En el televisor, los deportes. Un par de presentadores hacían cuantopodíanpordotardecontenidolaausenciadenoticiasdeinterésyseregodeabanen detalles que carecían de lamenor importancia. Pocomás que chascarrillosconpocagraciaqueaSantiagoleponíanlospelosdepunta.

—Macarronesyalbóndigas—ordenóaAarón,elhijodelpropietario.Eljoven,quesehabíarasuradolostemporalesaconciencia,parecíallevar

uncepillo en lo altode la cabeza, comoun legionario romanoounmohicanofondón.Había substituido recientemente a Julián, el empleado de toda la vidaqueacababadejubilarsepararegocijodelpadredeAarón,queasíseahorrabaun sueldo.Taly cómo lehabía explicadoélmismo sinmiramientosy sinquevinieraacuento:«Asítodoquedaencasa».

Por otra parte, el futuro académico del chaval, que había abandonado elinstituto durante el segundo trimestre para inmenso alivio del claustro deprofesores,habíadejadodeexistir.Nomostrabaelmínimointerésporotracosaque no fuera trazar su firma, TON, sobre todo tipo de paredes del barrio conmarcadapreferenciaporlasacabadasdepintar.

TON,deratón,protón,teutón,pitón…imaginabaSantiago,quepreferíano

Page 29: Irina - foruq.com

preguntaryseguirenunaconfortableignorancia.«Noestánlostiemposparamantenerempleados»,habíaañadidoCárdenas.Aarón,elgrafitero,quehabíaalcanzadorecientementelaedaddetrabajar,

anotóelpedidocondesganayregresópocodespués.Lesirvióunosmacarronesyunasalbóndigasdel tamañodepelotasdeping-pongquesabíanexactamenteigualque lasdelviernesanterior.Elpulgardelmuchacho,manchadodesalsa,informabadesufaltadepericiaydesuescasointeréspormedrareneloficio.

Santiagoacostumbrabaapedirplatoscontundentesquepropiciaranlasiestay que incluso le permitieran saltarse la cena o substituirla por algún bocadofrugalfrentealtelevisor.

Traselacostumbradocafésoloyconmuypocoazúcar,abonólacuentaysedirigió al diminuto supermercado que lindaba con su casa en el que siempresonabaunamúsicaparecidayremotadetonosmuyagudos.«Lamúsicademipaís», había señalado la chica paquistaní que manipulaba el ordenador ymanejabalacajaregistradora.Lamismaquelehabíapreguntadosilegustabalamelodíayalaquehabíarespondidoconunamentiradecompromiso.

Apenaspisabaotroscomercios.Nonecesitabamuchomás.La chica, de magnífica sonrisa y un intrincado tatuaje de henna con el

dibujodeuna rama florecidaeneldorsode lamano, le cobró lascervezas, elqueso,lasaceitunasylabarradepan.

—Quetienesunbuendía.Articulabalaspalabrasconesfuerzoyeratodaamabilidadybuentrato.—Gracias.Igualmente—correspondióconunasonrisaamedias.AlcontrariodeloqueleocurríaaSantiago,ellaparecíafelizdeestarallí,

encogida tras unmostrador diminuto y junto a una caja de la que retiraba losbilletesdetardeentardeylosentregabaaunchicomuyjovendepielalgomásoscuraydientesmuyblancos.

Enciertamanera,laenvidiaba.Ignorabacómosellamaba,peroquizáseralapersonaconlaquemássimpatizabadetodaslasquetratabaalolargodeldía.Avecespreferíanopensarenello.

Antes de perderse en su portal, Santiago creyó reconocer la figura de lamujer sentada al sol en uno de los bancos de la plaza. Justo el que estabaencaradoendirecciónasubalcón.ParecíaOxanaypermanecíainmóvilconlamiradafijaensuportal.Solopudoadvertirqueaquellamujertampocollevabamediasyquesupielparecíatanblancacomolasnubesquesalpicabanelcielo.Nosefijóensuszapatosynopudodistinguirelcolordesusojos.Demasiadolejos.

Nosedetuvoaaveriguarlo.Seapresuróasacarlallavedelportalyacerrar

Page 30: Irina - foruq.com

lapuertaasuespalda.Laobstinadamujerhabíaempezadoapreocuparle.Miróatravésdelcristal.Nosehabíamovido.Seguíaallí,enelbanco,conlaspiernascruzadasyelbolsoenelregazo.

Parecíaella.Hubierajuradoqueeraella.Subiólosdostramosdeescalerasenunsuspiro.Cuandodejólabolsacon

la compra sobre lamesa y se acercó al balcón comprobó, con unamezcla dealivioyrecelo,quelamujerhabíadesaparecido.

¡Hayquejoderse!Noquedabanadieenlapequeñaplaza.Ningunapistadelaextranjeraque

parecíainteresadaenalguientancarentedeinteréscomoél.Nirastrodesurubiocabello ni de sus largas piernas.Desde su pequeño balcón en el segundo pisocreyódistinguirelrumordelamúsicaqueadorabalachicapaquistanídelsúper.

Suspiróyseapartó.Elsoldelatardepermaneceríaallíunpardehorasmás,justoensubalcón

enelqueuncactusagonizaba.Delgeraniorojosangreapenasquedabauntalloreseco.Habíaalgoconsoladorenesacerteza.

Page 31: Irina - foruq.com

CAPÍTULO6

MOSCÚ,DICIEMBREDE2016

La enfermera lo repitió mil veces, insistió sin desmayo en que debíalevantarseycaminarunospasos.Eraunamujerobstinadayconocíasuoficio.Irinasimulóquedormía.Nosirviódenada.Alegódebilidadyproblemaspararespirar y acabó por negarse con rotundidad. Tampoco sirvió de mucho. Laenfermeraeraperseverantecomopocasy laanciana llevabaunpardedíassinmoversedelacamadehospital.

—Hamejoradoustedunpoco,respiramejorynopuedeestartantashorasacostada.Necesitadarunospasoscadadía.Pienseque,sinolohace,apareceránotrascomplicaciones.Serápeor.

¿Peor?¿Puedehaberalgopeor?sepreguntóIrina.Laenfermeraeraunamujerfornida,deanchasespaldasypoderosacadera,

pelocortoyojoscastaños,quenoadmitíaunnoporrespuesta.Enningúncaso.Levantólapartesuperiordelacamaconunamanivelay,asiendoalaenfermaporunbrazo,lainvitó,casilaobligó,aincorporarseyasentarse.LaspiernasdeIrina,queeranpurohueso,quedaroncolgando.

Irinaserindióyladejóhacer.—Solo recorreremos el pasillo hasta la sala de espera—prometió—. Ir y

volver,Irina.Había conseguido que la llamaran Irina, aun a sabiendas de que su

documentaciónostentabaotronombre.SenegabaarespondersiempleabaneldeAsunciónCadavieco.

—Solo será ir y volver. No esmucho y es lomejor para usted, créame.Necesitamoverseunpoco.

En la desangelada habitación de hospital una de las enfermas gemíaquedamente.

—¿No tiene usted una bata? En estos pasillos hace frío—quiso saber laenfermera.

Irinanegósindejarderezongar.Aquellamujer la irritabaprofundamente,eraincansable.Eraciertoquehabíamejoradoyquerespirarhabíadejadodeser

Page 32: Irina - foruq.com

unsuplicio,perosesentíadébilysinganasdenadayalbergabaeltemordequesuspiernas,consumidascomobastones,nolasostuvieran.Porotraparte,nuncahabíautilizadounabata.Niparaestarensucasacuandonopensabaponerelpieenlacalleenmuchashoras.

Nunca.—Me llamo Yelena, pero puedes llamarme Lena. Todo el mundo en el

hospitalmellamaLena.AloqueIrina,quenosentíalamenorcuriosidadyquenodeseabadirigirse

aelladeningunamanerasipodíaevitarlo,respondióconunsilenciosostenido.Tambiénellaeraunamujerobstinada.

—AmínomequedaclarositellamasIrinaoAsunción—comentóYelenapronunciandoconmuchoesfuerzo.

Irinafruncióloslabios.Nopensabaresponder.Laenfermerabuscóunasmediasenelarmarioylasencajócondelicadeza

en los menudos pies de la mujer. Eran oscuras y viejas y no parecían muylimpias. Irinasintióvergüenza.Lenabuscó lasgastadaszapatillasdepañoquebailaron en los pies de la enferma. Irina seguía protestando en voz baja.Inútilmente.Sinelmenorcomentario,Yelenasacóunamantadelarmarioy lacolocósobresushombrosantesdeayudarlaaapoyarunpieenelsueloytirardelasmediashaciaarriba.

Irinanoqueríapisaraquelsuelodebaldosasheladas,noqueríaquenadiesintiera lástima de la anciana encogida sobre sí misma que apenas conseguíacaminar con la ayuda de una enfermera grande como un armario y decididacomo unamanada en estampida.Ni de ella ni de sus harapos. Era cierto quehabíadescuidadosuaspectoúltimamente.¿Aquiénleimportaba?Imaginabalaescena y detestaba ser la protagonista. Le mortificaba la compasión ajena.Hubieraqueridoserinvisible,apenasunasombra.Casiloera.

Nopudoevitarlo.Ladejóhacer.Conungestodesumanoleindicóalaenfermeraquenecesitabasusgafas,

que no tardaron en descansar sobre su nariz. Desde su postura elevada, porprimera vez en unos días, la habitación le pareció mucho mayor y más gris.Yelenaaprovechóparaarreglarleeldesordenadocabello.Lopeinóconlosdedoshacia atrás, como lo hubiera hecho con un tenedor, e Irina se sintió como lacriaturadesvalidaquehabíadejadodeserhacíamuchotiempo.Dejóescaparunalágrimaquenoretirópormiedoaquelaenfermerasepercatarayquisierasaberaquéveníael llanto.Yelena le recogió lablancacabelleradetrásde lasorejasmientrasIrinaechabaunvistazoasuscompañerasdeinfortunio.

Page 33: Irina - foruq.com

Abandonaronlahabitación.Irinaconlaspiernastemblorosasporlashorasdeinmovilidad,Yelenasindejardehablarniporunmomento.

—Cuandotengaustedalgunavisitapidaqueletraiganalgodeabrigo.Sinoesunabata,unchaquetón.Solofaltaríaquepillaseunresfriado.Asuedadyensu estado no puede correr el riesgo. Y algo para el aseo: un peine, colonia,jabón…Yasabe,esascosas.

No recogió el comentario. No semolestó en asentir ni en explicarle quealgunasdesuscosasestabanguardadasenlamesitajuntoalacama,queOxanasehabíaocupadodeello.Quehubieradecididonousarlas,noeraasuntosuyonidenadie.Irinaeraunaexpertaenhaceroídossordos.Lástimaqueamenudoloscomentarios a los que no respondía se quedaran flotando en su mente y seresistieranaabandonarla.

Tampoco señaló que no esperaba visitas. No las habría. No quedabanamigosydelosparientes,dehaberlos,noteníanoticiaalguna.SoloestabaIgorDempskysi lamuertenolehabíasalidoalpasoenalgunode los tuguriosquefrecuentaba.Peroél,cuantomáslejos,mejor.

Dejaronatrás lahabitaciónya la enfermade la camacentral a laqueyahabían retirado el oxígeno y que seguía ocupada en seguir suspirando enpresencia de sumarido que también parecía haberse graduado con nota en lacomplejamateriadehaceroídossordos.

Avanzaban muy despacio, Irina tenía miedo de caerse, se sentía tandebilitada que no dejaba de pensar en que podía desplomarse y rompersecualquierhueso.Ovarios.Quizáspodíaquebrarsetodaella.Noimaginabapeorsuerte.Malditamujertestaruda,pensabamaldiciendoalaenfermeraconsiluetade estibador y voz de mezzosoprano que la sujetaba firmemente del brazomientrasellainvertíatodasuconcentraciónenponerunpiedelantedelotro.

—Pienseque cualquier cosa seríaunproblemagrave.Una infección,unallaga…Tenemosmuchaexperienciaencasoscomoelsuyo.Estascosasavecessecomplicanysipodemosevitarlo…

Complicaciones,problemas…Comosinohubiera tenidosuficientesen lavida.Enelpasillo,unamujeravanzabamuylentamenteensentidocontrarioconayuda de un andador. Irina envidió su cabello moldeado, sus uñas con brillorosado, sus labios en los que resaltaba algo de carmín y su bata gruesa colormalvaqueseceñíaalacintura.Tendríanlamismaedad,tambiénlaotramujerparecíamuyvieja.Ellanuncahabíacuidadomuchosuaspectoyeraconscientede que, comparada con ella, parecía una pordiosera, una indigente. Bajó lamirada.

Ensuvida,siemprehubootraspreocupaciones,cosasquedebíasolucionar

Page 34: Irina - foruq.com

antes de pensar en su aspecto. Pero, sobre todo, le envidió a aquellamujer elhombrequepaseabaasu ladoyque,poredadyporciertoparecidoquecreyóreconocer, debía ser su hijo. De vez en cuando se detenían y ella alzaba lamirada.Lamujerseesforzabaporsonreír,élsujetabasuantebrazoconsuavidadynolaperdíadevista.

Hablaban.Demasiado tarde para algunas cosas, pensó. Hacía tiempo que la

obsesionaba todoaquelloquehabíaesperadoconseguir en lavidayquehabíaquedadodesperdigadoporelcamino.Familia,amigos,unavidacómoda…Norecibiríavisitas,nadieharíasuestanciamásamable.Tampocoquedabanadieaquiéndesearaver.

—Hola,Irina.Sesobresaltó.Lavozfamiliardeunamujerquepronunciabasunombrela

obligóadejardemirarsuspiesyseparar lavistadel suelo.La reconoció.EraOxana.Lamisma joven atribuladaque la había ayudadounpar dedías antes,cuandopensóqueseacababansushorasenestemundo.

—Soyyo,Oxana.Mehe escapadoun rato.Esmi hora de comer.Queríasabercómoestabas.

—Yaves.Paseando—respondióIrinaconunamuecayunabuenacargadesarcasmo. A menudo lo utilizaba como parapeto. Había aprendido a hacerlodurantesuniñezylohabíaidoperfeccionandodurantelaadolescencia.

No pudo evitar una sonrisa fugaz. Una visita era algo más que nada.Aunquesetrataradeunavecinaagotadaqueapenassequedaríaunosminutos.Alcaerenlacuentasesintiótansolaqueapuntoestuvodeecharseallorar.

—Parecesalgomejor,tienesmejorcara—comentólajovenquenosehabíalibradonidesuabrigo,nidelosguantesdelana,nidelabufandaverdequecasileocultabalaboca.

Tenía lasmejillas enrojecidasy los labios resecos.En la calle, el frío eraintenso,eramediodíayandabantodavíabajocero.Eraunodeaquellosdíasqueen las calles de Moscú se saldaban invariablemente con la muerte de algúndesafortunado.Nielvodkaadiscreciónbastabaparasobreviviralosrigoresdelinviernomoscovita.

—Haceunfríodemildemonios.Mientras hablaba, Oxana, se despojaba de los guantes y se frotaba las

manosparaalejarelfríoquellevabatodavíaadheridoalapiel.—Está respondiendo al tratamiento—aseguró Yelena con una sonrisa—.

¿Vecomotodo tienearreglo?Seguroquesunietapuede traerle loque lehagafalta.

Page 35: Irina - foruq.com

Irinanodijonada.HubierapodidoaclararqueOxanaerasuvecina,quenoexistía entre ellas vínculo de sangre y que se parecían como un huevo a unacastaña.Nolohizo.Tampocolajoven,queselimitóasonreírconcomplicidad.Y, aunque no abrió la boca, Irina Korovin nunca se había sentido másagradecida.Unfelizmalentendido.

—Menosmal.Medisteunsusto…Laancianaasintióydenuevoseavergonzódesuaspecto.RegresaronlastresalahabitaciónyOxanaseacomodóenunasillajuntoa

lacamamientraslaenfermeraayudabaaIrinaatendersedenuevo.Laancianano quiso desprenderse de sus gafas. Dada su graduación, hacerlo era comoromperelvínculoquelamanteníaunidaalmundo,comocerrarlosojos,comomorir un poco. Por eso los cerraba invariablemente en cuanto se las quitaba.Yelena se retiró tras recomendarle varias veces que tomase lamedicación a lahoraindicada.

Irinaresopló.Detestabaquelatratasencomoaunacría.—No puedo quedarme mucho rato. Quería saber cómo estabas y si

necesitabas algo. Puedo volver dentro de unos días y traerte lo que quieras.Tengotusllaves,lastengoaquí,porsuertemeacordédecogerlasantesdesalir.

—Siemprepodemostirarlapuertaabajo.—Las he traído por si querías tenerlas tú —dijo la joven sonriendo y

balanceándolasenelaire.Irina negó como si no necesitara nada, tampoco quería las llaves. ¿Qué

podría hacer con ellas?Cruzaron algunas frasesmás antes de que la joven selevantaraparamarcharse.

—Creo que sí que puedes ayudarme en algo —dijo cuando Oxana sedespedíayayvolvíaaponerselosguantesyaenrollarlabufandaentornoasucuello.

Irina le indicó enqué cajónde la cómoda encontraría algode dinero.Losuficiente.Lepidióquelecompraraunabatayunasmediasnuevas.

—Megustaríaestarunpocomáspresentable—reconoció.Oxanaaccedióylohizodebuengrado.—Claro.Notepreocupes.¿Prefieresalgúncolor?—Rosaestaríabien—contestóIrinabajandolamiradahastasusmanos.A

lavejez,viruelas,pensó.Eraalgoquehabíaoídodecirmuchotiempoatrás,ensuotravida.Algoquecobrabasentidoconformeavanzabanlosañosyseabríanlasheridas.Nuncahabíavestidoderosa.

—¿Algomás?¿Algúncapricho?¿Galletas,bombones…?—sugirióOxanaconunguiñodemalicia.

Page 36: Irina - foruq.com

Negó con firmeza. No era mujer de caprichos. No había aprendido aconcebirlos.Oxanaselevantó,seacercóalacabeceradelaenfermaylabesóenlamejilla.

—Mañana no creo que pueda, tengo un día complicado, pero pasado tetraeréloquenecesitas.

Page 37: Irina - foruq.com

CAPÍTULO7

BARCELONA,ABRILDE2016

Le despertó la alarma del despertador. Era sábado y no necesitabalevantarsealassietecomocadamañana;perolascervezastrasegadaslanocheanteriorlerestaronentendimientoyolvidódesactivarla.Gruñóalvacíomientrasacallabaelaparato,rotabasobresuejeeintentabaenvanovolveraconciliarelsueño.

—¡Mecagoenlaputa!—farfulló.Había sido unamala noche y el día no pintaba nada bien.Horas en vela

rigurosamentecontabilizadasgraciasalcampanariocercanoquedabacuartosyhoras.Horas salpicadasde sobresaltos, de intrincadasy estrafalariaspesadillasdelasquesolorecordabaalgúnretazoaterrador.Noleinquietabadesvelarseniponer el pie en el suelo. Lo que de verdad le preocupaba era cómo llenar lashorashastaalcanzarlanochesiguiente,cómodarlesalgúnsentidocuandonadaparecíatenerlo.Enrigor:nadaquehacerynadieaquiéndesearaver.Porsifuerapocosuequipojugabaaldíasiguiente.Todoundía.Tiempoinfinitopordelante.

Hayquejoderse.Selevantópocodespués,pasóporellavaboypensóqueeraelmomentode

ponerlalavadorasemanal.Lohizoantesdesaliralacalle,comprareldiarioenelquioscoy sentarse a lamesadeunacafetería cercanadispuesto a alargar lalectura lo que dieran de sí dos cafés cortos.Quizás hastamediamañana; consuerte,algomás.

El sol, todavía bajo, prometía un día luminoso. Hubiera querido poderalegrarse, tener algúnplano simplemente sentarseenunbancoy recibir en lapiellabrisatibiadelaprimavera.Nosabíacómohacerlo.

Abriólapuertadelacafeteríaylorecibióelolordedosenormessalchichasque crepitaban en la plancha. Se le revolvió el estómago. Arrugó la nariz ysiguió hasta la mesa retirada que acostumbraba a ocupar. Solo dos clientesconversabanenunrincón.Laciudadsedesperezaba.

Comosiempre, empezó la lecturapor laúltimapágina.Deportes, cultura,sociedad,economía, internacional…No le importabanipoconimucho loque

Page 38: Irina - foruq.com

acontecíaen suentorno inmediato; sinembargo le interesabacuanto sucedíaavarios centenares de kilómetros. Así era él. Se había enemistado con lahumanidadenteracasisindarsecuentaymuyespecialmenteconlamáscercana.Unsinsentido,casiundisparate.Comoundisparate leparecíaenocasionessuvidadeprincipioafin.Y,aunquesenegaseaadmitirloconlaobstinacióndeunciervoenberrea, semaldecíaporno ser capazde reconducir su existencia, deinteresarseporalgooporalguien.

Habíadejadodecorrer,nohabíareparadolabicicletaquequedóinutilizadatraselúltimopinchazo;lasnovelasquemesesatráslerobabaneltiempo,selecaíanahoradelasmanos.Físicamente,sesentíacomoloqueera:unaverdaderaruina.

Consiguióconsumirhoraymediasinsepararlavistadelpapel.Noestabamal. Ya quedaba menos. Conocidos todos los desastres ocurridos en el orbe,conscientedequelasituacióndelosquebuscabanrefugioseagravabaadiarioyen condiciones cabales de prever futuros y graves desajustes en el planointernacional;Santiagodoblóeldiario,sepusoenpieysedirigióalabarra.Sinabrirlaboca,depositóunbilletede5eurosconelpropósitodeabonarloscafés.

Elcamarerolorechazó.Santiagoinsistió.—Yaestápagado.Nopudoevitarlacaradeperplejidad.—Pero…—Sí,meacabandepagarlosdoscafés.Unamujerrubia.Muyrubiaymuy

guapa.Haentrado,hacomprobadoqueustedestabaaquí,hapreguntadoquésedebía,hapagadoyhavueltoa salir.Nomehadejadoningún recadoymehaextrañadoquenolesaludara.Hepensadoqueseconocían.

Santiago se encogió de hombros. Estaba estupefacto y se sentía algoinquieto. Acosado por una desconocida rubia que estaba como un queso. Sinduda,se tratabadeOxanayempezabaacreerqueestabaalgoloca.Comounaregadera,paraserexacto.

—Noeradeaquí,eraextranjera.Tampocolahevistonuncaporelbarrio—añadióelcamareroporaportaralgunapista—.Peroyaledigo,nodijonadamás.Igualesunaadmiradora.Preguntóquésedebía,dejóeldineroysitehevisto…Noharánicincominutos.

Noleencontrólagraciaalasuntodelaadmiradora.—¡Ah!Yhablabauncastellano…Tuvoquerepetirlotresveces,yaunasí

mecostóunhuevoentenderla.Nosemolestóensimularunasonrisa.Abandonóellocalconeldiariobajo

Page 39: Irina - foruq.com

el brazo y lasmanos en los bolsillos,más desconcertado que nunca.Miró entodasdirecciones.Oxanaparecíahaberseesfumado.Laplazaestabadesiertay,enelbancoenelquecreyóhaberlavistolatardeanterior,unaparejadeancianoshacía escalade regresodelmercadocercano. Junto a ellos, uncarrito azuldelquecolgabaunabolsadelpanconunaamapolayunaespiga.

La mujer se abanicaba el escote, parecía sofocada, casi enferma. Quizásincluso necesitaba ayuda. Pensó que ya nadie utilizaba bolsas de tela paraacarrearelpan.Nosiemprelograbaembridarsuspensamientos.

Nirastrodelamujerrubia.No conseguía comprender qué pretendía la desconocida que insistía en

seguirsuspasosmásalládelorazonable.Quizássoloagradecerleelcigarrillo,pero resultaba difícil de creer. Nadie se toma tantas molestias por un pitillo.Seguirle,observarle,pagarsuscafés…Eradelocos.Queríapensarquenohabíarazónalgunaparapreocuparse,queeraunaextrañaformadecortesía.Algopocohabitualennuestraslatitudesynadaalarmantemuchomásalnorte.Demasiadaspelículas,demasiadasnovelas,muchopsicópataenlaficción.Quizástrashaberpagadosuscaféssedieraporsatisfecha.Asíloesperaba.

Nopudoevitarmiraratrásantesdecerrarlapuertametálicaqueimpedíaelpasoalaportería.Desdeelsúper,lachica,quemanipulabasumóviljuntoalaentrada,lesaludóagitandolamanoenelaire.Vestíaderojodelacabezaalospiesycalzabasandaliasdoradas.

No la vio. Perseguía una melena rubia y esquiva entre los árboles quecircundabanlaplaza.

Nadaenelbuzón.Solopublicidadylacorrespondenciadelbanco.Cuando instantes después abrió la puerta del piso, el móvil sonaba en

alguna parte. No esperaba ninguna llamada, pero se apresuró. Tardó enencontrarlo.Acabóporlocalizarloenellavabo,bajolatoalla.Enlapantalla,lallamada perdida de un número secreto. No resultaba tranquilizador, perotampocoeralaprimeravezquerecibíaunallamadaconfinescomercialesdesdeunnúmeroextraño.Niselepasóporlacabezadevolverla.

Encendióeltelevisoreintentóolvidarlasinconseguirlo.Selevantóyapagóel móvil. Hacía tiempo que se había desprendido del teléfono fijo. No sabíacómolarubiaOxanahabíaconseguidosunúmero,nimuchomenoselporqué,perointuíaqueeraellalaqueacababadellamar.

Regresóalabutacaeintentóconcentrarseenloqueocurríaenlapantalla.Los ruidosos entrenamientos de un premio de Fórmula 1 inundaron el piso yalcanzaronlacalle.Detestabalascarrerasdecoches,sinembargopasócasiunahora antes de que recordara que la ropa de la lavadora estaba por tender y

Page 40: Irina - foruq.com

abandonaralacontemplacióndelosbólidosensordecedores.NohabíapodidoquitarseaOxanadelacabeza.Pocodespués,cogiólasllavesysedispusoaabandonarelpisocaminode

LosMaños.Asuspies, juntoa lapuertaquedabaal rellanoadvirtióunahojadiminutaarrancadadeuna libretitayenella,en letragrande, redondeadayderasgosairososyalgoanticuados,unmensaje:

«Necesitohablarcontigo.O.».No la había visto al entrar. Quizás no estuviera allí, quizás la pisó o

simplementenoadvirtiósupresencia.O.deOxana.No tuvo lamenor duda al arrugar entre los dedos el diminuto papel que

contribuyóaaumentarsustemores.Lamujernoandababiendelacabeza,peronoconseguíaentenderquéinteréspodíatenerenalguiencomoél,quenodejabade ser un hombre corriente que, por añadidura y según insistían en afirmarcuantosleconocían,atravesabaunmalmomento.Horasbajas.Unamalaracha,comohabíaseñaladoRosacuandosupoqueAndreahabíahecholasmaletasysehabíatrasladadoavivirconunaamiga.

Eldíahabíadejadodeserelerialacostumbradoparacolmarsedesombrasydemalospresagios.Todoerasusceptibledeempeorar.Estabaconvencidodequeaquelladesconcertantemujernoibaaacarrearlenadabueno.

Nada.Cuando unos minutos después cruzó la plaza y entró en el restaurante,

Aaróndisponíayavasosycubiertossobreloshabitualesmantelesdepapel.Unparde comensaleshacían tiempoapurandouna cañayunamujer sedejaba elpresupuesto de la compra en la tragaperras. Nada nuevo. En el televisor, elzumbidode losmotoresde losmonoplaza;yen lamentedeSantiago,unmalpresentimiento.

—¿Quévaaser?—preguntóelpropietariodesdelabarra.Concentradocomoestabaendesentrañarundesatino,nooyólapreguntay

sesentódecaraalapantalla.—¿Que qué va a ser?—insistió Gerardo Cárdenas, el padre del insigne

artistadevanguardiatambiénconocidocomoTon.—Perdón—sedisculpóyechóunaojeadaalmenúquediariamenteescribía

el chico sobre una pizarra y en el que podían contarse hasta cuatro faltas deortografíagraves.Muygraves.

—Paellayboquerones.—¿Unaclara?

Page 41: Irina - foruq.com

—Sí,unaclaraestarábien—aseguróybajólamiradahastasusmanos.Yasí se quedó hasta que desplegó el papel cuadriculado que le quemaba en elbolsilloyleyódenuevo:

«Necesitohablarcontigo.O.».

Page 42: Irina - foruq.com

CAPÍTULO8

MOSCÚ,DICIEMBREDE2016

—¿Novanavenirsushijos?Laquepreguntósin reservas fueGalina, laenfermaqueocupaba lacama

centralyquehabíaexperimentadounamejoríasorprendenteenpocashoras.Lasmismas que sumarido había permanecido ausente y que aGalina se le habíaolvidadosuspirarcomosiseacabaraelaireyconél,elmundoentero.

Era algo más joven que Irina y llevaba tres semanas ingresada por unainsuficienciarespiratoria.Sobresumesitahabíacolocadolasfotografíasdesushijos,unhombreyunamujermuyrubia,encompañíadesusparejasydesuspropioshijos,losnietosdeGalinayVasili.Ningunodeelloshabíaaparecidoporallí.Todossonreían.Esloquesehaceenlasfotografías.

Vasili,sumarido,acababadellegar.Habíadejadosuscosasalospiesdelacamay se había sentado en la silla destinada a los visitantes. Pocos segundosdespuéshabíaabiertoeldiariosobrelacama.Eraunhombrepocohabladorydebuencarácter.Pasabalashojasconunasolamano,laizquierda,yleíainclinadohacia adelante ya que su esposa se aferraba a su derecha como sujetaría lasriendasdeuncaballoganador.

Galinasehabíapintadoloslabiosytodavíapersistíaenelaireelaromadelalacaquehabíaaplicadoasucabello.

Irinaadvirtiólamaliciaensupreguntaynosemolestóencontestar.Oxananoerasunietaynoesperabasuvisitahastaeldíasiguiente,almenosesoeraloquehabíaprometidolajovenantesdedesaparecerporelpasillo.PeroaIrinanole importabaquelagentesiguierapensandoqueerasunieta.Tampocoparecíarepresentar un problema para Oxana, que detestaba a todo el que intentarainmiscuirseensuvida.Irinanisiquieraloconsiderabaunamentira,tansolounfelizmalentendido.Lapalabranietanohabíasalidodesuboca,preferíapensarenunerror.

—¿Irina? ¿No me ha oído? Le preguntaba si espera a sus hijos o a sumarido. O a aquella chica tan guapa. Sí, su nieta. Recibe usted tan pocasvisitas…

Page 43: Irina - foruq.com

—Vendráencuantopueda—selimitóarespondersinmolestarseenabrirlosojos.

No era difícil comprender que no quería seguir hablando. Sin embargo,GalinaIvanovaeraunamujermuytercaynoentendíadematices.Niselepasóporlacabezadarseporvencida.

—Pero su marido seguro que… En un momento u otro… —continuómientras apretaba la mano de Vasili que descansaba sobre las mantas—. Unhospitalnoeslugarparaestarsola,enunhospitalsiempre…

—Soyviuda—laatajóIrina.Galinaprofirióunlamentoysiguiósindesfallecerysinatenderalamirada

deVasiliquelesuplicaba,silenciosaeinútilmente,quenocontinuase.Irinanorecordabahaberconocidoadospersonasmásdistintas.

—Nosabecuántolosiento.Debesertantristequedarseviuda.YonoséloqueharíasimiVasili…Nopuedoimaginarquedarmesola,siempreledigoquenoseleocurramorirseantesqueyo.

Nohuborespuesta.Noimportaba.—¿Hacemuchoquefalleciósumarido,Irina?—insistió.—Demasiado—respondióestatajante.—Siempreesdemasiado.YoesperoirmeantesqueVasili,¿sabe?Siempre

pidoqueseaasí.Noquieroimaginarquéseríadeélsinmí.Nosécómoselasarreglaríami pobreVasili, de verdad que no lo sé—zanjó sin que ni Irina niVasilihicieranelmenorcomentario.

Vasiliojeabaundiarioyaparentabanoseguirlaconversación.Ledelatóunresoplidoinvoluntario.Sinembargo,elsilencionoladesanimó.Porelcontrario,asumiólaamablecargadesacarlaconversaciónadelanteacualquierprecio.

—¿Tuvounabuenamuerte?Me refiero a sumarido.Es importante tenerunabuenamuerte.

—Loarrollóuntren.Lepasóporencima.¿Lepareceunabuenamuerte?—preguntólaancianaconacritudmientrasseincorporaba,buscabalasgafasenlamesita,selascalzabaenlanarizylamirabaalosojos—.¿Quierelosdetalles?Puedodárselos—añadióconimpostadaamabilidad.

Lamano deVasili dio un brinco sobre lasmantas y el hombre sofocó larisa.Aquellamujerteníacarácterysentidodelhumor.Delacamadelextremollegóelrumordeuncuerpoqueseagitaba.Quizástambiénunarisaahogada.

—No, por favor. ¡Qué muerte tan horrible! No sabe cómo lo siento.Perdonesilahe…

ConungestodesumanoIrinaleindicóquenoteníaimportancia.Enlahabitaciónreinóelsilencioduranteunosminutos.Unsilencioespeso

Page 44: Irina - foruq.com

comoelpurédeverdurasqueYelenadepositóunpocomástardesobrelasmesasindividuales que acercó a las enfermas con la firme recomendacióndequenodejarannadaenelplato.

—Quiero que se coman hasta la última cucharada. ¿Me oyen? Hasta laúltima cucharada. Si quieren salir de aquí prontomejor que se coman toda lacena—insistiómientrasretirabalastapasdeplásticoquepreservabanelcalor.

El puré estaba frío e insípido. Y el huevo revuelto del segundo plato leresultó repugnante, un engrudo sin sabor. Irina intentó no pensar en ello y nodejónadaenelplato.Habíapasadohambre,mucha,ylehabíanenseñadomuyprontoquenopodíanquedarrestosdecomida.Nadadebíadesperdiciarse.Ellasiempreseesforzóporacatarlasórdenes.Eraunamujerdisciplinada.

A un par de metros Galina protestaba mientras Vasili insistía en queingirieraunascucharadasmás.Eraunhombrepaciente,sensato.ParecíaunbuenhombreeIrinadeseótenerasuladoaalguiencomoél.LerecordabaaGrigory,tambiénél eraunbuenhombre.Unode losmejores.Preferíanopensar enél.Intentabanohacerloyapartabasurecuerdodelamentesiemprequepodía.Noerafácil.Demasiadodolor.

CuandoYelenaapareciómástardepararetirarlosserviciosfelicitóaIrinaefusivamente por no haber dejado nada. Lo hizo como felicitaría a un niñoobedienteysumiso.Laancianacorrespondióconunamuecadedesagradoquealaenfermeralepasódesapercibida.

—Seguroquesunietaestaráorgullosadeusted.No hubo respuesta, ni tan solo una sonrisa de cortesía, solo un gruñido

apagado.—Esto es inadmisible. ¿Cómo puede alguien esperar que comamos algo

así?—rezongóGalinaIvanovaqueapenashabíaingeridounpardecucharadas—.Noesqueyoseaunapersonamuyexigente,pero…

A su lado, Vasili aprovechó la diatriba para ponerse en pie, plantarle unbeso en la frente y prometerle que volvería al día siguiente. Galina callódesairadamientrasVasili recuperaba de los pies de la cama abrigo, bufanda ygorroy salíadispuestoa enfrentar la temperaturamuypordebajodeceroqueencontraríaenlacalle.

Yelena retiraba ya la comida que Galina apenas había probado. Laenfermera prefería ahorrarse elmal tragode tener que rebatir la opiniónde lairritantemujerqueocupabalacamacentral.

—Adiós,amor—sedespidióGalina.Vasilialzólascejasenungestodeextrañeza,Galinanuncasedespedíade

él con una palabra cariñosa, acostumbraba a hacerlo con una queja. Irina se

Page 45: Irina - foruq.com

sintióíntimamenteofendida.Laspalabrasdelamujersonaronasusoídoscomounasutilprovocación.

Loeran.Yelena saludó a Svetlana. La enferma, muy débil, no contestó. Apenas

había tocado el contenido de sus platos. No era la primera crisis que habíapadecido,perosíunadelasmásintensas.

Suhijasusurróapesadumbrada:—Noséquéhacer.Casinilohaprobado.Noquierequelehable,niquele

lea,prefiereestarensilencio.Ellanoesasí.Parecetanfatigada…Escomosiyanolequedaranfuerzas.

—Quizássiletraesalgodecasa…Algoqueleguste.Hayenfermasquenoseacostumbranalacomidadelhospital.

Galinaimprovisóungruñido.—Quizássuplatopreferido…Lamujerinclinólacabeza.Noparecíaconvencida.Sepusoelabrigoyel

gorrodelana,besóasumadreenlafrenteyabandonólahabitaciónmientrasseenvolvíaelrostroenunabufandaazulturquesa.Parecíainfinitamentetriste.

Irinasequitólasgafas,cerrólosojosypensóquelepediríaaOxanaqueletrajeralaradio.Necesitabasaberquépasabaenelmundo.

Page 46: Irina - foruq.com

CAPÍTULO9

BARCELONA,ABRILDE2016

De nuevo, una mala noche. A las pesadillas habituales se sumó ciertaangustia experimentada durante las interminables horas en vela. Un bucle desuposiciones desquiciantes del que no conseguía salir. Le inquietaba laobstinacióndeladesconocidarubiadepómulosaltosyojoscolormaradentro.Desveladodesdequeadvirtió lasprimeras lucesentre las lamasdelapersiana,Santiagoselevantócansadoyprofundamenteirritado.

Seduchó,sevistióypusoelpieenlacalleantesdelanuevedelamañanadeaqueldomingo,trasasegurarsededejarelmóvildescargadoenlamesitadenoche.Porunmomentopensóenlibrarsedeél,peroaplazóladecisión.Antesíundíavacíoyenredadocomocuerdaenunbolsillo.Ylargo,muy,muylargo.

Elgruesodiariodominicalysucorrespondientesuplementolemantendríanocupadounpardehoras,pensóconciertoalivioalacercarsealquiosco,cogerlodelapilaypagar.Dadoquelamujerhabíalocalizadosudomicilioy,contodaprobabilidad,conocíasunúmerodemóvil,pensóquelomássensatoseríapasareldíafueradecasayalejarsedelbarriotantocomolefueraposible.

Caminóunosminutosyenunratohabíapasadodesubarrioalcolindante.Se decidió por una cafetería que consideró suficientemente alejada. Antes deentrar comprobó que no había rastro de «la rusa loca». Así era como habíaempezadoallamarlaparasusadentros.

Habíaalgotristeenaquellaespeciedeexilioautoimpuestoquelellevabaasalirdecasaypasareldíadeunlocalpúblicoalsiguientehastarecalarenunbarenelqueemitiesenelpartido.Algopatéticoydefinitivamentecobardeenevitara la desconocida que insistía en volver a verle. Cualquier cosa antes queenfrentarsualarmanterequerimiento.Noconseguía imaginarquépretendía.Y,fueseloquefuese,preferíanosaberlo.

Agotadaslasposibilidadesdeldiariodominicalyhabiendoconsumidodoscaféscortosyconcentradosyunaguacongas, levantó lavistamuydespacio,comosilepesara.Enlamesacercana,unpardeparejasconniñosdecortaedadcompartíaconfidenciasyciertodesamparomientras loscríoscorreteabanentre

Page 47: Irina - foruq.com

lasmesasylacamarerahacíacuantopodíaparaesquivarlos.Recordóunadelasrazonesporlasquenuncaquisotenerhijos.Solounadeellas.

Sepusoenpiey se acercóa labarra.Leatendióunachicamuymenudavestidacomoparaparticiparenunadelasmuchascarrerasqueseorganizabanen la ciudad, y Santiago sintió cierta nostalgia. En otra vida, su vida anterior,justo antes de sentirse tan vacío, también él acostumbraba a correr. Noparticipabaencarrerasmultitudinarias,noeraunodeellos,noeraunrunner.Selimitabaa enfundarse la ropadedeporte, se calzaba suszapatillasy,dadoquevivíacercadeunparque,echabaacorrerhastacompletarcincovueltas.Niunamás ni una menos. Veinte minutos. Siempre el mismo recorrido, parecidavelocidad,clavadogradodeagotamiento.Mucho.

Quedadichoqueeraunhombrederutinas.Erademasiadoprontoparacasitodo.Nilosestablecimientosfrecuentados

porturistasdelosquecomenconelángelushabíanempezadoaservircomidascuandoSantiagoalcanzólabocademetro.PorfortunanirastrodeOxanaenlasproximidades.

Cruzar la ciudad desde la cercanía de Collserola hasta el mar le llevaríaunoscuarentaycincominutos.Noseleocurriómejormaneradedejarcorrereltiempo.SeapeóenlaBarcelonetaydenuevomiróasualrededorenbuscadelamujercuyaexistencialehabíacomplicadolavida.Nohabíapensadoenelloynopudoevitarunsobresalto.Eranmuchaslasmujeresrubias,altas,depielmuyblancaypiernasaldescubiertoqueseaproximabanalmarasolasoengrupo.Algunasmostrabanlatezenrojecidadelquesehaemborrachadodesol.Finalesde abril y ya menudeaban las espaldas abrasadas y los escotes que dolían almirarlos. Muchas, ávidas de luz y de calor, lucían anacrónicos vestidos deveranoopantalonescortosy topsdecolores llamativosyocultaban sumiradaconlaayudadeenormesgafasdesol.

Podríaserunadeellasyquizásnoconseguiríareconocerla,apenaslahabíavistoysiemprecasiderefilón.Recordabasumoñoysuspiernasdeunblancoirreal.

¡Hayquejoderse!,pensó.A falta de un plan mejor consideró la posibilidad de acercarse al puerto

deportivo frente al Palau de Mar. Las paradas de una feria de artesaníaflanqueaban el paseo y eran tantos los turistas que curioseaban que parecíanhaber tomado el barrio y haber aniquilado a la población autóctona. Unaverdaderainvasión.Pulcrosysilenciososjaponeses,enormesalemanes,risueñosbritánicos paseando sus latas de cerveza a media mañana, italianos de vozpoderosa sosteniendo una agria discusión móvil mediante… Un verdadero

Page 48: Irina - foruq.com

desbarajustequeleincomodódeinmediato.Quizáseralafaltadecostumbre,elexcesivobullicio,lapropiaconfusión,laíntimaalarma…

Notardóensalirdeallíeintentarregresaralmetro.Alolejos,lasiluetadeunamujerdecabellorecogidolerecordóladeOxana.Seleaceleróelcorazónyseapresuróabajaralandén.

Seapeódelmetrocuandopensóque sehabíaalejado lo suficientede lashordas ocupantes y echó a andar en el sentido de la circulación. No hubierapodido concretar dónde se encontraba, con toda seguridad por encima de laDiagonal, quizás cerca ya de la Sagrada Familia, lugar al que no pretendíaacercarsebajoningúnconcepto.

¿Quéimportaba?Merodeareraunasensaciónnueva,perono le resultabaplacentera,porel

contrario,incrementabalasensacióndesinsentidodelaquenohabíaconseguidolibrarse.Todoparecíacarecerdesignificado.Deexistiralgúnpropósito,asuntoquenoteníanadaclaro,estehabíadesaparecidoconAndrea,habíasalidoporlapuerta y subido junto a todas sus cosas al minúsculo Fiat negro de su amigaEster.

Necesitaba encontrar acomodo para unas horas y pretendía pasar tandesapercibidocomofueraposible.Erasuespecialidad.Suaspectopropiciabanoser recordado. Estatura media-alta, cabello castaño que peinaba casi siemprecortoyhaciaatrás,ojososcuros trasunasgafasnegrasmuyparecidasavariosmiles de gafasmetálicas delmismo color, nariz sin especial relevancia y solouna incipiente tendencia al sobrepeso.Nada llamativo, apenas 4 o 5 kilos queestarían mucho mejor en otra parte, mejor aún, en otro cuerpo. Ni barba, nibigote.Algunas canas tempranas que asomaban en las patillas, eran precoces,peronoconstituíanunrasgodesingularidad.

Buscabatranquilidadyescasaclientela.Entróenelprimerestablecimientomediovacíoqueofrecía platos combinados.Unbar nomuygrandequehabíasintonizado un canal de noticias al que alguien, al que habría que levantar unmonumento, había bajado el volumen y emitía los titulares en forma desubtítulos.Podríadistraerlaatenciónmientrastrasegabasalchichas,pimientosypatatasfritasconlamismatexturaysaboralqueimaginabaquedebíatenerelcorchooelporexpan.

Horasmás tarde, apenas recordabaquéhabíahechohasta elmomento enquecomenzóelpartidocuyodiscurrir siguióenunbaratestadoenelque trespantallasofrecíanlasimágenesdelencuentro.Solocallesymáscalles,unbancoalsolenalgúnlugary,trasunalargacaminata,unalibreríaabiertaendomingoenPauClaris,probablementelaúnicaentodalaciudad.Habíaadquiridoenella

Page 49: Irina - foruq.com

una novela negra en la que esperaba poder depositar la atención y el tiemposobrantes. No conocía mejor manera. En más de una ocasión había creídoadvertirlapresenciadeOxanaenlalejanía.Falsasalarmas.

Llegóacasacuandoelsoldeclinaba.Sesentíacansadoyconfundido.Noencontrónotasenelpasilloyquisocreerqueeraunabuenaseñal.Puestoquepreferíano saber sihabía recibidonuevas llamadasnosemolestóencargarelmóvil.Sesentóen labutacaypermaneció largoratoensilenciocon lanovelacerrada en el regazo. No encontraba las fuerzas necesarias para emprender laprimerapágina.

Minutos después, el timbre de la puerta quebró la quietud del piso ySantiagodiounrespingo.Lanovelacayóalsueloconunruidosordo.Sehabíaadormiladoytardóencomprenderquealguienenelrellanollamabaasupuerta.Recordó de inmediato a la rusa loca y no se movió. Esperó que la mujer serindierasiseconvencíadequeelpisoestabavacío,quizássedesanimaray lodejaraenpazdeunavezportodas.

Seequivocaba.Tras pulsar el timbre por tercera vez, y por tercera vez en vano, Oxana

acercóloslabiosalacerraduraySantiago,paralizadoensubutaca,pudooírsuvozenuninglésglacialycasienunsusurro:

—Tehevistollegar,Santiago.Séqueestásahíynovoyamoverme.Puedoestaraquítodalanoche.

Un silencio absoluto sucedió a sus palabras, que sonaron amenazantes aoídosdelsolitarioocupantedelpiso.EralavozdeOxana,erasuacentoremoto.Porunmomentopensóenpedirayuda,quizásdeberíallamaralapolicía.¿Quépodíadecirles?¿Queunamujer rubiayguapa insistíaenhablarconél,que leacosaba?

—También puedo golpear la puerta y gritar hasta que me abras. Y teaseguro que lo haré.—Acompañó sus palabras de un puñetazo. Se expresabaahoraenuncastellanocorrectoe inteligible,aunque resultabaevidentequenoerasulenguamaterna.

Derrotado,sepusoenpieyseacercóalpasillo.Poralgunaextrañarazónintentónohacerelmenorruido.Sentíaelcorazónaceleradoylasrodillasflojasyexperimentabaunaintensarabiahaciasímismoporhabersedejadointimidartanfácilmente.Contemplóalamujeratravésdelamirilla.Estabamuycercayapenasconsiguióreconocerla.Sumanejodelcastellanoparecíahabermejoradodeundíaparaotro.

Lamujer que entró cuando le franqueó la puerta apenas guardaba algúnparecidocon laquedíasatrás lucía faldaestrechayzapatosdemedio tacóny

Page 50: Irina - foruq.com

queparecíapreparadaparaejercerdesecretariapersonaldeundirectivo.Oxanallevaba el cabello suelto, unos vaquerosmuy ceñidos, una camiseta negra sinmangasyunasdeportivastambiénnegras.Asupaso,dejólaesteladeunaromaintensoydulcequenoreconoció.Enlosojos, lalíneaazulenlaquereparóelprimerdíay,enelantebrazo,alaalturadelamuñeca,justoallídondeseaplicanlos suicidas, el tatuajedeun círculodel tamañodeunamonedapequeñayunpuntojuntoaél.

O.LaOdeOxana,pensó.Unbolsoenormeynegrocruzadosobreelpechoy,amododecollar, los

grandeseslabonesdeunacadenametálicarematabanelconjunto.NadaqueverconlaOxanaconvencionalalaquelefaltabaelpañueloderayasalcuelloparaparecer laazafatadeuna líneaaérea.Unamujerverdaderamenteguapa,deunatractivoimpactante,sobrecogedor.

—He venido para hablar contigo —pronunció con determinación ymirándolealosojos—.Hubierasidomásfácilsihubierascogidolallamada.

—Yo,no…Yo…—balbuceó.—Tienes que escucharme. Te concierne —aseguró—. No vas a poder

esquivarmetodalavida.Y, sin pedir permiso ni necesitarlo para nada, atravesó el pasillo y ocupó

unade las dos butacas frente al televisor, la quehabitualmente prefería él.Yateníanalgoencomún,pensó.Yleparecióunpensamientoestúpido.

Alsentarse,lamujerdejóescaparunsuspiro.—Siéntate siquieres—la invitóSantiagoarrancandoalgode sarcasmoal

profundodesconciertoqueexperimentaba.—La verdad es que nome lo has puesto fácil. Intenté abordarte por las

buenas,pero…Yasabescómofue,casisalescorriendo,noséquépensardeti.¿Siempre eres tan desagradable? Te seguí hasta tu casa, pensé que podríamoshablarenunacafetería,peronoqueríamásnúmerosdehombreacosado.Decidíquelomejorerademostrartequenotelibraríasdemí.Yaquímetienes.

Santiagoasintióconresignación.—Esoparece.—¿Qué es lo que te pasa? ¿Te dan miedo las mujeres? ¿Tienes algún

problemaconlasrubias?¿Conlasextranjeras?—Creoqueno.—Noestéstanseguro—leespetóconacritud.Seencogiódehombros.Norespondió.—Tengoalgoqueexplicarte.

Page 51: Irina - foruq.com

Santiago inclinó la cabeza hacia su hombro derecho a la vez que lolevantabalevemente,eraungestoqueseleescapabacuandosesentíaindeciso.Andrea aseguraba que le recordaba a uno de los movimientos que Chaplinrepetíamuyamenudo.Eracierto,yaSantiagolaconstataciónleresultabaalgohumillante.Duranteañosintentónohacerlo,conservarentodomomentoylugarlaverticalidaddesucabeza.Acabóporrendirse.

—Esalgoqueteinteresa—aseguróOxanaconconvicción.Lodudaba,peronopreguntó.Resignado,buscóelpaquetedecigarrillosy

tomóasientoenlabutacavacía.Lasrodillasdeambosquedaronmuycerca.LetendióelpaquetedeCamel.Oxanalorechazósincontemplaciones.

Santiagoinclinódenuevolacabezahaciasuhombroderecho.Eratantasuperplejidadqueapenassabíacómoreaccionar.Selimitóapreguntar:

—¿Cómoesquetienesminúmerodeteléfono?—Eso fue fácil.Sémuchasmás cosasde ti de lasque imaginas.Peroya

llegaremosaeso.—¿Porquéparecesotra?—Teníaqueasegurarmedequeerastú,poresomeacerquéymepresenté.

Quería ganarme tu confianza, quería parecer convencional.No imaginaba queeras tanborde.Comotehedichonecesitohablarcontigo,necesitoqueconfíesenmí.Nopretendíaasustarte,sinembargo…

Lamujerbuscóen subolso, sacó lasgafasdemontura rojaqueutilizabaparaleeryunacarpetadecartónazuloscurodelasquelasfamiliasempleabanmuchosañosatrásparaguardar losdocumentosdevalor.Tras loscristalessusojosparecíanmásgrandesymásazules.Irreales.

Lealargólacarpeta.Santiago dudó unos instantes antes de atreverse a cogerla. Intuía, de la

extrañamaneraenqueseanticipanalgunascosas,quesuvidaestabaapuntodecomplicarsegravementeysinremedio.

Page 52: Irina - foruq.com

CAPÍTULO10

MOSCÚ,DICIEMBREDE2016

Lamujer que ocupaba la camamás alejada de la de Irina empeoró pocodespuésdequesuhijasemarcharabienentradoelanochecer.Justocuando,trasretirar los servicios de la cena y distribuir la medicación, las enfermerasapagaronlaslucesylesdesearonbuenasnoches.Comosienunhospitalfueranposibleslasbuenasnoches.

—Ahora,adescansar.Transcurridounratodesdequelahabitaciónquedaraaoscuras,laenferma

empezó a jadear penosamente y a intentar alzar la cabeza con la boca abiertacomoparacapturarelaire.Nohacíamuchoquesuhija,alarmadaporsuextremadebilidad y porque a la enferma no le quedaban ganas de hablar, se habíamarchado afligida. La enfermera de noche le había asegurado que no debíapreocuparse,queestaríanpendientesdeella.LahijadeSvetlana,deunostreintay muchos, quizás cuarenta, la piel blanquísima y los ojos siempre tristes, noparecíamuyconvencidayhabíasalidodelahabitacióndejandoelpulsadorrojobienencajadoenlamanoderechadesumadre.

—Aquí lo tienes. Ya sabes cómo funciona. Por favor,mamá, llama si lonecesitas.Vendránenseguida.Esperoquemañanatengasmásganasdehablar.Tengoquecontartecosas.

La madre había agitado una mano en el aire para indicarle que podíamarcharse.Lamujersedespidiódeellaconunbesoenlafrente.

Elpulsadornotardóencaeralsuelocuando,apurada,moviólamanoyserevolvióenellechodehospital.Enpocosminutos,enunabrirycerrardeojos,respirarseconvirtióenunsuplicio.

Envariasocasiones lamujer intentó incorporarse apoyándose en el codo.Noloconsiguió.Svetlanavolvíaacaersobrelaalmohada.Apenaslequedabanfuerzasylosbrazosnorespondían.Eraelsuyounjadeoagónico.

—Porfavor,porfavor…IrinayGalinadormíanunsueñodenso,profundo,elsueñoinducidoporla

medicación.

Page 53: Irina - foruq.com

Svetlanapidióayudaenunsusurroahogado,insistióvariasvecesyporfinemitió algoparecido aungritoque logródespertar aGalina.La enferma, queocupaba la cama más cercana, alertó de inmediato a las enfermeras. Pulsóalarmas,llamóagritos.

—Estámal,estámuymal.Solosequejaycasinopuederespirar.Seahoga.Tienenquehaceralgo.

Irina se despertó y buscó sus gafas. Pudo ver a Lesya, lamuchacha quereemplazabaaYelenadurantelanoche,entrarenlahabitación,saliralacarreray regresar poco después acompañada de un camillero con bigote y manosgrandescomoabanicos.Tambiénélllevabaguantesyunsobretodogruesoparaafrontar las corrientes de aire gélido que barrían los pasillos del hospital. EnMoscúlasmadrugadasinvernalesnoperdonaban.

Alguien en algún lugar había ordenado que sacaran a la enferma de lahabitación,probablementeparaconducirlaaunaunidaddeCuidadosIntensivos.SelallevaronalfilodelamadrugadamientrasGalinarepetía:

—Seahoga,seahoga.Nollegaránatiempo.Lesya era muy joven y parecía asustada. Se abrigaba con una gruesa

chaqueta color musgo que usaba por encima del uniforme. Tenía los ojosinquietos y amenudo juntaba lasmanos a la altura del estómago como si sedispusiera a rezar.Eraunamuchachaucranianade cabellopajizo, brazosmuylargosypómulosaltosqueapenasllevabaunasemanaeneloficioyquesiempreparecíacansada.

Con rezos no arreglarás mucho, había pensado Irina cuando la viodesaparecerenelpasilloprecedidadelcamillero.

—Pobremujer, y sola… Justo ahora que se hamarchado su hija. Yo noentiendocómohapodidoirse,conlodébilqueestáy…Eslopeorquelepodíapasar—comentóGalina.

Irinacreyóreconocerensuspalabrasunasomodemaledicencia.Sofocólasganas de decirle que haría mucho mejor metiéndose en sus cosas y que, endefinitiva,todosmorimossolos.Noresultófácil.Semordióloslabios,setragólaspalabrasquelesubíanalabocayseobligoacallar.

Laenfermanoregresóalahabitaciónentodalanoche.Irina,quenohabíaconseguidovolveradormir,empezóatemerlopeor.Ylopeorllegó.Pasadaslas8 de la mañana Yelena, reincorporada a su turno, entró en la habitaciónfrotándoselasmanosporelfríoyconcaradepesaryanunció:

—Svetlananovolverá.Nohasuperadolacrisis.No hubo preguntas. Galina suspiró pero, en una muestra de cordura, no

insistió en saber más. No pidió detalles. Yelena dio por zanjado el tema y

Page 54: Irina - foruq.com

depositóenlasmesitascorrespondienteselvasitoconelnúmerodelacamaylamedicacióndecadaenferma,saliódelahabitaciónyregresópocodespuésconel desayuno. Incorporó la cama de Irina y le acercó lamesita auxiliar con labandeja.Enuntonoquenoadmitíaniréplicanielmenorcomentario,leespetó:

—Noesnecesarioquelerecuerdequedebecomérselotodo.Irinarecuperósusgafasyregresóasíalmundo.Vertióelazúcarenelvaso

delechesincaféyselollevóalaboca.Yelenateníarazón.Noeranecesario.Amediamañana,conunsoltímidoqueseabríapasoentrejironesdenubes

bajas,lahijadeSvetlanaentró,saludóycomenzóarecogerlaspertenenciasdesumadre.Teníalosojosenrojecidosylavozselequebrabaalhablar.Noparecíasorprendida,soloinfinitamentetristeyagotada.

Sentadaalbordedelacamadoblócondelicadezalaropaquesumadreyanoibaanecesitar,recuperósuneceserdelarmario,sacósudocumentacióndelcajón de lamesita y la dejó sobre la almohada tras retirar un cabello con unsuspiro.Antes deguardar sus cosas enunagranbolsa deplástico le ofreció aIrinalacomidaquehabíatraídoparalaenferma.

—Loheguisadoestamañana,poresohetardadounpocomás.Amimadrelegustabaelestofado.Erasuplatopreferido.Poreso…Bueno,verá,hepensadoquequizásusted…Aquílacomidanoesmuybuenaysileapetece…Mimadrey yo vivimos solas. Bueno, vivíamos solas, y hoy yo no… No voy aaprovecharlo—dijo llevándose unamano al estómago para señalar que no sesentíamuybien.

DepositólatarteradeplásticosobrelamesitadeIrinaquenoseatrevióarechazar el ofrecimiento. Llorando sin reservas, la mujer sacó tres libros delarmario. Leyó sus títulos, los abrió, los cerró y contempló sus cubiertas. Nocabíanenlabolsa.Temblandodepiesacabezaysinacertarquéhacerconelloslosdepositósobrelamesitayavacía.Parecíanotenerprisa.

—Mimadreeramaestra,unabuenamaestra.Legustaba leer.Fue todo loqueme pidió cuando la ingresaron: libros, siempre libros. Todo le interesaba,siempre encontraba tiempo para… ¿Saben?También amíme gustan, vivo deellos,peronopodíaentenderlo.Lleguéasentircelosdesuslibros.

Galina no encontró nada oportuno que decir. Irina comprendió a laperfección a qué se refería, pero tampoco alentó sus comentarios. La hija deSvetlanaKorolenkopermanecióensilenciounosinstantesantesdeproseguir:

—Losdejoaquí.Si algunadeustedesquiere…Yonovoyanecesitarlos.Cuandosecansabadeoírmehablarmepedíaqueselosleyeraenvozalta.Leheleídolibrosenteros.Legustabaqueleyeraparaella.Hastaelúltimodía,hastaelúltimomomento.Ellaeraasí.Sacóunpañueloarrugadodelbolsillodelabrigoy

Page 55: Irina - foruq.com

retirólaslágrimasquebañabansusmejillas.Irina comprendió que era eso lo que hacía con aquella aparente charla

interminable.Leerenunsusurro.—Mi madre no tuvo una vida fácil ¿saben? Era una mujer valiente,

testaruda. Nació durante la guerra y eran malos tiempos. Perdió a su padre.Trabajómucho,muchísimo,yconsiguió sermaestra.Adoraba suprofesión, sededicabaencuerpoyalma.Lleguéaenvidiarasusalumnos,siemprepenséquelesdedicabademasiadotiempo,que…—Nocontinuó.

Irinanopudoevitarasentir.Todoshabíanconocidomalostiempos.Guerra,hambre, miseria moral… «Malos tiempos que nos harán peores», había leídoalgunavezenalgúnlugar.

—Celosdesusalumnosalosquelesdedicabatantotiempo,desuslibros…Pensaránustedesquesoyalgomiserable…Esdifícildeexplicar.Mimadrenoaceptabaalgunasnormas,dehechoselibródemipadreencuantovioquenoeraun buen hombre. No se lo reprocho. Hizo bien. No aceptaba normas niimposiciones,poresoquizás todoacabócomplicándose.Yo,aveces,nopodíaentenderla.Siempretuvimosproblemas.Siempre.

Hizounapausayseaclarólavozqueamenazaballantoantesdeproseguir:—Cambiamosdeciudadmuchasvecesyellasiempreandabaenunacosao

en otra. Yo solo quería algo de paz, que los días se parecieran unos a otros.Queríarutinas,lasnecesitaba.Ella,sinembargo…

Se envolvió en un anorak oscuro, se enrolló al cuello una bufandaanaranjadatejidaamanoyseencasquetóungorrorojohastalascejas.Carecíadegustoydegraciayparecíaconscientedeello.

—Diránustedesquehablodemasiado.Mimadresiemprepensóquehablarera una forma de ocultar mi inseguridad. Probablemente tenía razón, era unamujermuylista.Muchomásqueyo,ymuchomássegura.—Yal reconocerlosuspiró y permaneció unos instantes en silencio—. Trabajo en casa, soycorrectora, es un trabajo solitario y cuando tengo oportunidad… Tendré queaprenderahablarmenos…—dijoyseencogiódehombroscomosiseresignara—.Yahoraellahamuertoyyonotengohijosalosqueexplicarlessuvida.Nilamía,aunquelamíanoesmuyinteresante.

Seacercódespacioalapuertadelahabitacióncargandoconlabolsaenlaquehabíaguardadolascosasquepertenecieronasumadre.

—Noséporqué,peroque suhistoriamueraconella,quenadie, exceptoyo,larecuerde…Nosé,peropensarentantoesfuerzo,entantoolvido…Creoqueesevacíomeentristece tantoomásque sumuerte.Pensarquecuandoyodesaparezcanadierecordaráloque…

Page 56: Irina - foruq.com

Nopudocontinuar.Irinapodía entenderlo, ellamismapensabaamenudoenquea sumuerte

nadierecordaríaquehabíapasadoporestemundo,quehabíaconocidotiemposdifíciles, que había amado y que había sido amada. Y hacerlo la entristecíamuchomásalládelhechodequeelfindesusdíasnotardaríaenllegar.Hacíatodoloposibleparanopensarenello.Nosiempreloconseguía.LaspalabrasdelahijadeSvetlanahabíanconseguidorevivirlaaflicción.

La mujer abandonó la habitación tras desearles mucha suerte y unarecuperaciónrápida.

—Gracias—respondieronauna.MinutosmástardeGalinaadvirtióquehabíaolvidadosobrelaalmohadala

documentacióndelafallecida.

Page 57: Irina - foruq.com

CAPÍTULO11

BARCELONA,ABRILDE2016

Un puñado de documentos personales y unas cuantas fotos que noreconoció, eso era todo. Nada amenazador en apariencia. Contempló unpasaporte extranjero, probablemente ruso por los caracteres cirílicos, quepertenecíaaunadesconocida.Enlafotografíaidentificativa,unamujerdegestoadusto,edadavanzadaygafasdemonturadorada.

Nolareconoció.AsunciónCadaviecoMarón,leyó.Sin apenas ser consciente, Santiago negó en silencio. No podía ser. El

pasaportequeacababadeabrirnopodíaserreal.Aunquetodohacíapensarquesí.Ellugardenacimiento,lafecha…Pero,sobretodo,lacoincidenciadeunosapellidospocohabitualesresultabaextraordinaria.Levantólamiradaylafijóenlosojosazulesdeladesconocida.

—Asuncióneralahermanadetupadre.—Mi padre no tuvo ni hermanos ni hermanas —contestó volviendo a

introducir el pasaporte en la carpeta y devolviéndoselo a Oxana—. Era hijoúnico.Supadremurióenlaguerraysumadrepocosdíasdespuésdelparto.Hijoúnico. ¿Entiendes? No sé qué es lo que pretendes, pero desde luego, estepasaporte es falso. No tuvo hermanos—repitió—. De hecho casi no tuvo nipadres,secrioenunorfanato.

—Esonoesdeltodocierto.Suspadresmurieronyélfueunhijopóstumo,el hijopóstumodeRosendoCadavieco, pero teníaunahermana, unahermanamayor,Asunción.Esamujer.—SeñalólafotografíadelpasaportequeSantiagosostenía todavía abierto—. Él no llegó a conocerla. Probablemente nadie lehablódeelladurantemuchotiempo,aunqueesonopuedoasegurarlo.Quizássílosabía, loscríosseenterande todo.Encuentranpapeles,oyencomentarios…Bien. No sé cómo fueron las cosas aquí. Solo conozco una versión, la deAsunción,oloqueeslomismo,ladeIrinaKorovin.

—¿IrinaKorovin?Ahoramedirás que era una espía rusa perseguida portodosloscuerposinternacionalesdepolicía.

Page 58: Irina - foruq.com

Oxana ensombreció el gesto. Contrariada, bajó la mirada, abrió subandoleragrandeynegra,sacópapeldeliar,unpaquetedetabacoyunmecheroyechóhaciaatráslarubiamelenacomoparaairearlaenungestoquerepetiríadespuésmuchasveces.

Santiagofruncióelceño.—Laverdadesqueprefieroestos.Ademásresultamásbarato.Y procedió a liar un cigarrillo en silencio. Sus dedos eran hábiles,

sorprendentementerápidosagrupandolashebrasdetabacoenladiminutaláminade papel. Apenas tardó unos segundos en sellar un pitillo muy delgado, delgrosor de un cable doméstico. Santiago pensó que quemaría muy pronto, unsuspiro.Oxanaguardóeltabacoylevantólavistacomosisehubieraausentadoduranteunosinstantesyregresaraparaasumirelrumbodelaconversación.

—¿IrinaKorovin?—repitióSantiagoimpaciente.—Necesitaréun…—Oxanabuscólapalabraadecuada,nolaencontró.En

ocasiones se detenía en mitad de una frase. Buscaba la palabra óptima, eraexigente.Nosiempredabaconella.

Santiago le señaló el cenicero que descansaba sobre una estantería endesorden junto a un puñado de libros y varios DVD sin funda. La mujer selevantóyvolvióasentarsetrascolocarloenprecarioequilibriosobreelbrazodelabutaca.Nadiehubierareconocidoenellaalamujerquelehabíapedidofuegodías atrás, la que bien hubiera podido ponerse al frente de la recepción de unhotelodelasucursaldeunbanco.

—No puede ser. No me lo creo. ¿A qué viene tanto misterio? ¿Por quéesconderalgoasí?Noséquéhacesaquíniquétengoqueveryocontodoesto.Loqueséesquenomegustanada—protestó—.Empiezoaestarhartodeestejuego—rezongó.

—Loentenderás,dametiempo.Confíaenmí.Laverdadesquefuealgo…¿Cómodecirlo?Algotrágico.

—Como comprenderás mi padre no tuvo una vida fácil, ni él ni nadie.Naciódurante laguerra,unaguerracivil, secrioenunhospicio.Todoenestepaís era una puta tragedia. Todo patas arriba y enfrentándose a bombazos y atirosunosconotros.Unaputa tragedia.Algohabrásoído.Yahora,degolpeyporrazo…

—Ahórrate las tonterías —lo atajó—. Asunción era su hermana mayor,nació en el 29y semarchóunpar demeses antes de que tu padre naciera ennoviembredel37.Eraunacría.Imaginoqueélnollegóasaberlo.Quierocreerquenopodíaimaginarqueteníaunahermanaenalgunaparte.

—¿Semarchó?¿Adónde?—inquirióconunmalhumorenaumento—.¿A

Page 59: Irina - foruq.com

dónde iba a ir con ocho años? ¿A ver mundo? —preguntó tras calcularmentalmentelaedaddeAsunción.

Santiago no necesitaba problemas y no quería complicaciones. No eraarriesgado suponer que aquellamujer desenvuelta que fumaba en su butaca letraeríamásdeunquebraderodecabeza.

—Quizás pensaron que era mejor que no lo supiera, lo cierto es quetampocoquedabanadiepara…

—¿Quéquieresdecirconquizás?¿Quizásqué?¿Creesqueeramejorcrecercompletamentesolosinpodercontarconnadie?

Santiagose interrumpiómientrasOxanaapurabaelpitilloycabeceabaenseñaldedisconformidad.Conelcigarrilloentreloslabiosylosojosligeramenteentornadoslearrebatólacarpetaquedescansabasobresuspiernas.

—¿Nohabrásvenidoadecirmequeacabodeheredarunafortuna?—Noexactamente,peroalgohay.Hevenidoaexplicarteunahistoriaquete

concierne.Tupadrequizás losupo, terepitoquenolosé,peroesextrañoquemientrasestuvoenGijón,enelorfanato,nadieledijeranada.Estascosasacabanporsaberse.

—Yonoentiendonadaenabsoluto,noentiendounamierdaynoséporquétengoque…

—Tienes que escucharme porque te concierne, porque te interesa tantocomoamí,perosobretodo,porquepiensocumplirconlavoluntaddeAsunciónynomemoverédeaquíhastaquetehayaexplicadoloquesé.Además,necesitoquemeayudes.

Ysuspalabrassonarontanrotundasque,resignadoasupesar,Santiagosereacomodó en la butaca y recuperó la carpeta azul que Oxana sostenía en lamano.Casiselaarrancódelosdedos.

Abrió el pasaporte y contempló de nuevo la fotografía de AsunciónCadavieco.No reconoció sus rasgos,ni susojospequeñosydemasiado juntostraslasgafas,noleresultofamiliarsunariz,nielarcosólidodesuscejasnisubarbilla afilada. Solo los apellidos que compartía con su padre, CadaviecoMarón,ydoslugaresdenacimientomuypróximos.Apellidospocofrecuentesyunorigencercano,dospueblosnomuygrandesenlasproximidadesdeGijón

Barajó tres fotografíasmuy antiguas de niños de ambos sexos, quizás ungrupoescolar,dispuestosordenadamenteenfilasenalgúnlugarsinidentificaryen compañía de un par de adultos que tampoco reconoció. En la imagen, losniñosvestíande formahumildeyalgunos sonreían.Losadultos,no.Ninguno.Noidentificóanadie.Rostrosanónimosquelemirabandesdeelprincipiodelostiempos. Contempló un par de retratos más, imaginó que pertenecían a

Page 60: Irina - foruq.com

Asunción.cuyaimagenhabíasidocapturadaendosmomentosdiferentesdesujuventud.

Enelprimerodeellos,unaadolescentecontrenzasygestohurañoposabajunto a la puerta deuna casademurososcuros.Lucíaunvestido claroque letapaba las rodillas, botas negras de trabajo hastamedia pantorrilla y tenía unbrazoapoyadoenlacadera.Seadivinabaqueseríaunamujerdecarácter.Teníalosojosentornadostrasunaslentesdemonturaaparatosaquenolafavorecían.Eldíaparecíaluminoso.Nadaeneldorsodelafotografía.

Santiagolaabandonójuntoalaotraypaseólamiradaporlasiguiente.Lamismachicaconunosveinteypocosaños,camisaconunacintaalcuelloyfaldaacampanada. Sentada en una silla, muy rígida. Incómoda. Las manos en elregazoylaspiernasjuntas.Habíacambiadodelentes,eranmetálicas,parecíandoradasypasabanalgomásdesapercibidas.Nosonreía,porelcontrario,parecíaenojada, quizás preocupada. A su espalda una puerta cerrada y un letrero encaracterescirílicos.Imposiblesaberquéponía.Lahabitaciónrecordabaaladeunaoficinaalgodestartalada.

—¿Y?—Asunciónmurió hace un par demeses, a principios de febrero. Como

comprenderás,eraunaancianayqueríaquesufamiliatuvieranoticiassuyas.Lepesabamorirsolaenunpaís lejanosinquenadieaquírecordarasuexistencia.Entre otras cosas por eso estoy aquí.Ya te dije que no había tenido una vidafácil.Ellameayudóaexpresarmemejorentulengua.

Apagóelcigarrilloenelcenicero,cruzólaspiernasyenfrentólamiradadeSantiago.Ladesconocidaeraunamujerguapa,turbadoramenteguapa,pensó.

Bajólamirada.Nopudoevitarlo.—Sigosinentendernadaenabsoluto.Dicesquehamuerto.¿Quépintoyo

en todo esto? No la conozco de nada—refunfuñómientras se apoderaba delpaquetequeminutosatráshabíadejadosobreelbrazodelabutacayprendíauncigarrillo—.¿Quéesperasquehaga?Yloqueesmásimportante:Siteescucho¿medejarásenpazdeunavez?

—No,notedejaréenpaz.Voyaexplicarteunahistoriayapedirtealgoacambio.Puedosermuyobstinada.

—Yonosaconadadetodoesto.Notengoningúninterésen…—Callayescúchame—replicóairada.Hizounapausa,suspiróyretomóel

hilodelaconversaciónalgomáscalmada—.Porfavor.Cuandoacabetepediréalgo.Túdecidirás.

—Estábien—claudicó.YSantiagoresoplócomosipudieraexpulsarelalmaporlaboca.

Page 61: Irina - foruq.com

—Asunción fue una de las niñas que embarcaron camino de la UniónSoviética en 1937, cuando las tropas franquistas aislaron Asturias y el PaísVasco.LesllamaronlosniñosdeRusia.Algohabrásoído.—Yensuspalabrasel aroma de la revancha—. Fueron varios miles los niños de Rusia que lasfamilias confiaron a la Cruz Roja, a los dirigentes comunistas y al gobiernosoviético para ponerlos a salvo. Miles. Lo hicieron con buena intención,pensabanquelesahorraríanlosrigoresdelaguerra,queestaríanasalvo,quelosalimentarían bien y que recibirían una buena educación, una educaciónsocialista.Aquílagenteenfermabadehambreydefrío.Eranfamiliasquecreíanenlarevolución.

Santiago no se atrevió a interrumpirla. Necesitaba toda su concentraciónparacomprender suspalabras.Oxanahablabacon la escasa fluidezdelque semanejasolodevezencuandoenunalenguaquenoes lapropia.Nopodía,niquería, perderse ni una coma.Quería librarse de ella cuanto antes, quedarse asolas,pensarensuscosas,recuperarsudesarboladavida.Omejoraún,dormitarconlamentelevementeembotadaporunpardecervezasenunmalsimulacrodeseguirconvida.

—Piensa que no era fácil decidir algo así. Se separaban de sus hijos queseríantuteladospordesconocidoshastallegaraunpaísquesehallabaamilesdekilómetrosdedistancia.Ningunodeellospodíapreverque la separación seríatanlarga.Algunosdeaquellosniñosnoregresaron,otrosmurieronpocodespuésyalgunosvolvieroncuandoyaerademasiadotarde.

Se interrumpióunos instantesyelevó lavista. Interrogóalhombrecon lamirada.

—¿Mesigues?Asintió.—Hablabasdeunatragedia.¿Seteocurrealgomásdoloroso?Santiago frunció el ceño. Pensó que era mejor no abrir la boca. No se

pronunció.Oxana aplastó la colilla del cigarrillo en el cenicero, recuperó el bolso y

sacódeéluncuadernograndede tapasnegrasquedepositó sobre lamesadelsalóncondelicadeza.

—Estaessuhistoria.Asunciónlaescribióensulenguamaterna,notendrásdificultad.Yolaconozco,séloquedice.Solotepidoquelaleas,ellaqueríaquelocalizaraasufamiliaenEspañaytúereselhijodesuhermano.Nohasidofácilencontrarte,teloaseguro.Essuvoluntad.Creoquenoespedirdemasiado.

—Pero…¿Ytúquiéneres?—Léela,porfavor—insistióponiéndoseenpieycruzándoseelbolsosobre

Page 62: Irina - foruq.com

elpecho—.Léela.Siteparece,vuelvoelmartesyhablamos.—Dametumóvil.Tellamaré—afirmóenunintentoporevitarquelamujer

invadieradenuevosuespacioprivado—.Preferiría…—Esmejorqueno.Vendréyo.Tengomisrazones.Notepreocupes.—Pero…—Loentenderás.Confíaenmí.Oxana se había levantado y se encaminaba ya hacia la puerta para

marcharse.Teníaunasiluetaenvidiable,unosojosbellísimosyunadeterminaciónque

Santiagoanhelabaparasímismo.

Page 63: Irina - foruq.com

CAPÍTULO12

MOSCÚ,DICIEMBREDE2016

Yelenaacababade retirar los serviciosde la comidayGalinacontaba losminutos que faltaban para queVasili hiciera su aparición en el umbral con elsemblantegraveylasmanosenlosbolsillosdelabrigo.Comosiempre.

Irinadormitaba.Eraunsueñoligero,comounvelodegasa tendidosobrelos párpados. Por una vez, ni tan siquiera se había quitado las gafas que sehabíantorcidoyledabanciertoairegrotesco.Cadavezlohacíamásamenudo,sedormíaatodashorasyencualquierposición.Quizásporesobuenapartedesusnochestranscurríancasienblancoyrequeríadeunadiminutapastillacolorrosa que le era administrada justo antes de que las enfermeras dejaran lahabitaciónaoscuras.

—Brrrr—resoplóOxanaalentraren lahabitación trayendopartedel fríode la calle sobre su ropa—.Comparado con la calle esto es el paraíso. Te loaseguro.Sihubieratenidoconquiendejarlo,hoynohubierallevadoaNikolayalaguardería.Esuncrimensacardecasaauncríoconestefrío.

Irina tardóunos instantesencomprenderquesehallabaenel lechodeunhospitalyquesuvecina,Oxana,acababadellegar.Susmecanismosneuronalesparecíancadadíamáslentos,comosinengrasar.Seencogiódehombros.Quelacama de un hospital recordara al paraíso no acababa de convencerla. Seincorporóyserecolocó lasgafassobre lanariz.Sealegrabadevera la joven.Sonrió.

—Haynieveportodaspartes,Irina.Noquedaunpalmodeacera.Mijail,eldelprimero,elquetiene la librería juntoanuestroportal, laretirabahoydelaentradaconunapala.Yyoheresbaladoenplenacalleynomeherotounbrazodemilagro.Suerteque iba cargadayhabía cogidoel cochecitodeNikolay enlugardellevarloenbrazos.Noquieronipensar…

IrinasealegródelapresenciadeOxana.Eraagradabletenervisitas.Enelhospital las horas se hacían eternas. Si hubiera tenido una hija no le hubieraimportadoqueseparecieraalaanimosaOxanaTarasova.

Tras la muerte de Svetlana, las enfermas habían pasado la mañana en

Page 64: Irina - foruq.com

silencio. Incluso Galina había dejado de insistir en entablar conversación entornoalosdeberesinexcusablesdeloshijosdevotosparaconsuspadres,sobrelasdesventajasdelaviudezolamalacalidadypeorpresentacióndelacomidaen el centro hospitalario.Tras los primeros intentos fallidos no había vuelto aabrirlaboca,parecíaespecialmentesombría.

Irina había intentado no pensar en su propia muerte, que intuía muycercana.Nohabíadejadodedarlevueltasaunpropósitoquellevabaunashorasrondandoensucabeza,justodesdequelahijadeSvetlanahabíareflexionadoenvoz alta sobre el anonimato al que se precipitaría la memoria de su madredespués de su fallecimiento. Intentaba decidir si le convenía hablarle de él aOxana o postergar la conversación hasta haber regresado a casa. Empezaba adecantarseporprocederdeinmediato.

Elmédico había pasado poco antes de la hora de comer, le había hechopreguntas,habíacomprobadosusconstantesyhabíacertificadosumejoría,perole había explicado a Irina que podía volver a tener otra crisis respiratoria encualquiermomento.No podían ni debían descartar una recaída.Al parecer, elestadodesusbronquiosnoeratranquilizador,podíancolapsarseypropiciarotracrisisgravesinprevioaviso.

—Asuedad,Asunción,puedesercomplicado,muycomplicado—subrayóanalizandolasvariablesdelaenferma.

Irina, que había dejado de insistir en que el médico que anotaba susapreciacionesensuhistorialdejasede llamarlaAsunción, torcióelgesto,peronoabriólaboca.

—Si le parece, estará aquí unos días más. La vigilaremos, noscercioraremosdequetodoestémejor,perotienequeentenderqueenelfuturodebe andar con mucho cuidado, su insuficiencia es algo crónico. Necesitaráustedunaayudapermanente.

Unaayudapermanente.¿Quiénquiereunextrañoensucasa?,pensóIrinaal tiempo que asentía. También sabía mostrarse sumisa si lo considerabaconveniente, sobre todo si de lo que se trataba era de alejar una compañía nodeseada.Antes de retirarse, el especialista anunció a las enfermas que aquellamismatardeunajovenocuparíalacamalibre.Uningresoprevisto.Nohicieronpreguntas.

OxanadejósobrelacamaunabolsaenormeconlosencargosdeIrina.Unabata acolchada color rosa glicina, un camisón a juego y dos pares demediasgruesasdecolorgranate.Porúltimo,un foulardcolorcerezaquedesplegóconsatisfacciónantelosojosdeIrina.

—He pensado que te irá bien cuando salgas a caminar. Te lo enrollas al

Page 65: Irina - foruq.com

cuelloycasihacejuegocontubatanueva.Irinasonrióyacertóadecir.—Buenaidea.Eraverdaderamentebonito.—Levántate,pruébatela—laanimóOxanasujetándolayaporelbrazo.—No,yo…Ahoranotengomuchasganas.—Paraprobarseropanosenecesitanganas.Parecementiraquenolosepas.

Noteestoyinvitandoacorrerunamaratón.—¡Ah! También te he traído unas zapatillas nuevas.Me pareció que las

tuyasestabanya…—Nocontinuó.Laszapatillasemergierondesdeelfondodelabolsa—.Todoen tonos rosasygranates,paraqueparezcas loqueeres,unaseñora.

Irinariodebuenaganayobedeció.—Unaseñora—repitióentredientes—.Amiedad.Oxana se libró de la bandolera que atravesaba su pecho, la colgó de la

barandilla de la cama y se despojó de abrigo y bufanda. Vestía tejanos y unjerseygruesoy entalladode cuello alto.Era alta y esbelta y tenía unamelenamuyrubia.Larayaconlaquehabíapintadosusojosyqueresaltabaelazuldesumirada,sehabíadifuminadoymanchabasuspárpadosinferiores.Amenudo,el frío propiciaba alguna lágrima. Era una mujer joven y muy guapa, unamuchachaimpetuosayllenadeenergía.Irinaledeseóinteriormenteunabuenavida.Unavidamejorquelasuya.Laquehubieradeseadoparasupropiahija.

La bata le sentaba bien y era cálida y suave al tacto. Las zapatillas lebailabanen lospies,peroeranbonitasycombinabanbiencon labata.Noeranecesariodevolverlas.

—Tampocorecorrerégrandesdistancias—observóconsarcasmo.Oxanaaplaudió.—Creoqueheacertadoencasitodo.Estásmuybien.Elhábitonohacealmonje, lehabíanenseñadoen la escuela,peroyano

estabatansegura.Quizásdejaradesentirseunamenesterosasivestíaunabuenabata y se enrollaba al cuello un precioso foulard. Pensaba que era demasiadotarde para casi todo, también para la coquetería. No se había propuestoconvertirseenunaancianavanidosa,peroaestasalturasbienpodíapermitirsealgúngasto.

ElentusiasmodeOxanaylaropanuevaleinfundieronánimosrenovados.Sonrió al tiempo que asentía y tomaba una decisión. Consideró que habíallegadoelmomento.

Muycerca,Galinaaprobabalascompras.Vasilinotardaríaenllegar.

Page 66: Irina - foruq.com

Irina volvió a tenderse en la cama y Oxana ocupó la incómoda silla delvisitante. Justo en aquel instante, la joven reparó en la cama que días atrásocupabaSvetlanaymiróinterrogativamentealaanciana.

—Hamuertoestamadrugada.Seahogaba,selallevaronynohemosvueltoaverla.

—Pobremujer.—Ypobrehija—comentóGalina—.Sehaquedadotansola.Ysinpoder

acompañarasumadremientras…Irinaresopló.Enlahabitaciónsehizoelsilenciounosinstantes.Galina recordó la documentación de Svetlana que la hija había olvidado

sobrelaalmohadayqueseguíasobrelamesita,juntoalacamavacía.—¿Podríasentregarsuspapelesenlaentradacuandotevayas?Seguroque

suhijavolveráarecogerlos.Quizáslosnecesiteparaarreglarsuscosas.—Claro. No me cuesta nada —respondió la joven y guardó la

documentación en el bolso antes de sacar de su interior un bocadillo de buentamañoyunabotellitadeagua.Parecíahambrienta—.Sivengoavertenomequeda tiempo para comer, por eso he pensado que podría aprovechar y…Yasabesquelapeluqueríanocierraamediodía.Tenemoshoraymediaparacomer.Noestámal,perotardoveinteminutoslargosenllegarhastaaquí.Nomesobratiempo.

—Hashechobien,muybien.Notepreocupes.Teagradezcomucholoquehacespormí—pronuncióIrinaenunsusurro.NoqueríaqueGalinametieralasnaricesensusasuntos.

Vasiliacababadeentrarenlahabitaciónysaludabaalaspresentesmientrasselibrabadelgorroazuloscurocaladohastalascejasqueledabaciertapintadeviejoatracadordebancos.

—Buenosdías,señoras.¿Todasbien?—Que inoportuno eres Vasili —le reprendió Galina indicándole con la

miradalacamavacíadeSvetlana—.Queinoportunoyquetorpe.Vasilisacudiólacabezaparaairearelescasopeloytorcióelgesto.Enun

susurro,Galinaleexplicóquelaenfermahabíamuertodurantelanoche.Vasiliprocesó la informaciónynohizopreguntas.Sacóeldiarioque llevababajoelabrigo,loabrióysedispusoaleer.

—Cualquiera diría que eres un mendigo —comentó Galina en tonohiriente..Eldiariobajoel abrigo,comosi…Noséquéharáscuandoyo falte.¿Por qué no te pones un cartón o vacías media botella de vodka? No tienesremedio, Vasili. Cuélgalo en el armario, por favor. —Remató sus palabras

Page 67: Irina - foruq.com

moviendo la cabeza a derecha e izquierda y acompañando el gesto con unresoplidodeimpaciencia.

—Cuandoentreencalor,Galina.Notengoningunaprisa,ninguna.Novoyamoverme de aquí. Si supieras el frío que hace en la calle…Tengo los piesheladosy losdedosni losnoto—contestó frotándose lasmanosunacontra laotrasinperderelbuentalante.

Galina siguió aleccionando a su marido salpicando su sermón de pausasbrevesparaintentarseguirelhilodelaconversaciónajena.

Irinaprosiguió.—Notengofamilia,yalosabes.Ydenoserporti…—Noesnada—contestóOxanabajando lavozporpuro reflejo imitativo

—.¿OnomeechastúunamanoconNikolay?¿Cuántasvecestehasquedadoconélcuandohebajadoacomprarynoteníaconquiendejarlo?¿Cuántaslehaspreparadolamerienda?¿Omehasprestadoalgo?Yasabesquemimadremurióyconmipadrenopuedocontarparanada,estádemasiado lejosypasacon lojusto.Yloqueespeor,leimportabienpocosinosvabienomal.

—Sí, lo sé, sé que no lo tienes fácil—la interrumpió Irina alzando unamano,nonecesitabanimásreconocimientonimásexplicaciones—.Yheestadopensandoenunacosa.

—¿Tevas aponer sería?—preguntó intuyendoque la anciana emprendíaunacharlatrascendente.

—Sí, un poco, sí. Verás, tú no tienes a nadie. Bueno, tienes a Nikolay,quierodecirquenotienesanadieaquienrecurrirencasode…Deunproblema,de un apuro…Y yo tampoco, ya lo sabes.Quisiera pedirte algomás, es algopersonal.Muypersonal.

—Túdirás.—Verás, ya sabes que nome queda familia.Ni familia ni amigos.Todos

hanmuertooestándemasiadolejos.Nomelohaspreguntado,peroseguroquetesorprendequeenmisdocumentosminombreseaAsunción.TúsiempremehasllamadoIrina.Tú,ytodoelmundo.

—Sí,claroquemesorprendió.Cuandobusquétuspapelespensabaquenopodíansertuyos,quetodoeraunerror.ParamísiemprehassidoIrinaKorovin,esoesloqueponetambiénentubuzón.Inclusoherecogidoalgunacartaaesenombre,IrinaKorovin.Queríapreguntártelo,peronomeatrevía.¿Asunciónesunnombreportugués?

—No,no.Soyasturiana.NacícercadeOviedo.Korovineraelapellidodemimarido.Murió.Túnollegasteaconocerlo.

Oxana frunció el ceño con cara de no comprender. No conseguía situar

Page 68: Irina - foruq.com

geográficamentelaregión.—Sí,enelnortedeEspaña,enlacosta.—Ufff—resoplósindejardemasticaryabriendolosojoscomosiacabara

dellevarseunagransorpresa—.Esoestámuylejos.Ytúhablasrusosinacento,nohubieradichonuncaque…Ademásnuncahablasdetumarido,nosabíaquehabíasestadocasada.

—Todotienesuexplicación.Ymegustaríatenerlaocasióndehablartedemí,demihistoria,demivida.Notardaréenmoriry…

Oxanaemitióunbufidodeprotesta.—No sé ni si yo misma lo entiendo, ¿sabes? Nunca antes me había

preocupado, pero de pronto es importante, muy importante para mí. Meentristecepensarque…

Denuevoelsilencio.—Siempre pensé que todo lo que he vivido, lo que he pasado había

quedadomuyatrás,peronoesasí,no loquieroasí.Noquiero irmeasí,comoSvetlana, como si no hubiera existido.Y ella tiene a su hija, que la recordarásiempre, alguien que la recordará hasta su propiamuerte. Amí nome quedanadie.Ynoesunaexageración.Hepensadoqueunapartedeloquetengoseapara ti, para ti yparaNikolay.Grigoryyyo trabajamosdurantemuchos años,seguroqueeldinerotesacarádealgúnaprieto.Queríapedirtealgoacambio.

La anciana se interrumpióde nuevo, sintió cierto ahogoy permaneció ensilenciounosinstantes.ApocospalmosGalinatambiéncallaba,intentabaseguirlaconversación.

Oxanaprotestó.Casiseatraganta.—Túnotevasamoriryyononecesitotudinero.Nomevatanmal.Tengo

untrabajo,esuntrabajodemierda,yalosé,peroconsigollegarafindemes.Talycomoestánlascosasaquínotodoelmundopuededecirlomismo.Deverdad.No quiero tu dinero ni nada. No necesito tu compasión, Irina. Pídeme lo quequieras.Sipuedohacerlo,loharé.Ysino,telodiréclaro,clarocomoelagua,peronomevengasconque…

—Noqueríaofenderte.Nosetratadecompasión,teloaseguro.Sialguienlamerece,esasoyyo,IrinaKorovinoAsunciónCadavieco,comoprefieras.Nohay nadie en ningún lugar más cercano a esta anciana que tú y no lo habrátampocoen el futuro.Es extraño, ya séque suena triste, pero es así—rematóIrinaconresignaciónbajandotodavíamáslavoz—.Noteestoyregalandonada,teestoypidiendounfavor.

Oxananegabaconlacabeza,habíaacabadoelbocadilloyarrugabaelpapelentrelasmanos.LarubiamelenadanzabasobresushombroseIrinareconoció

Page 69: Irina - foruq.com

ensuslabiosfruncidoslamuecadeNikolaycontrariado.PasadosunosinstantesIrinavolvióainsistir:

—¿Mevasanegarunfavor?—Está bien. Habla, empieza. Tengo todavía unos minutos —la invitó

Oxanaantesdeapurarelaguadelabotella,cruzarlaspiernas,erguirlaespaldaydisponerseaescuchar.

—No,nopuedo.Hoy,no.Haycosasqueyanorecuerdoymuchasotrasnosénienquéordenocurrieron,seríaunverdaderoembrollo.Perohayunamaneradeexplicartemivida,unamaneramuchomejor.Lopenséhaceunosaños,unparde años,muchodespuésde jubilarme.Yoyavivía sola, comoahora.Casisiempreheestadosola.Dediquéalgunastardesaordenarmisrecuerdos,noteníaotracosamejorquehacer.Ya tehedichoquemividano fue fácil,necesitabaacabardecomprender.

El esfuerzo fatigaba a la anciana que permaneció un par de minutos ensilencioantesdeproseguir:

—Investigué un poco. Pensé que, aunque no le interesara a nadie, meayudaríaahacer laspacesconmivida,conmifamilia…,Fueinútil, lapaznollegó,todosigueigual,elresentimiento,eldolor…Sinembargo…

—¿Laspacescon tuvida?—repitióOxanaenvozbaja—.Suenagraveycomplicado.

—Lofue.Intentarlofuecomplicadoymuydoloroso.Irinaseinterrumpióeinspirócondificultad.—Primero anoté todo lo que recordaba, los hechos, algunas fechas, los

nombres de la gente, descripciones de sus caras, de los lugares… Busquéinformaciónenalgunos libros,endiarios, inclusoescribíalgunacartapidiendoalgúndato.Tienesqueentenderquecuandotodosecomplicó,cuandomifamiliadecidióhacerloquehizo,yosoloteníaochoañosynosabíamuybienporquépasabanlascosas.Aesaedadnadiecomprendemucho,lascosaspasanytúlasvespasar.

—¿Peroquéesloquehizotufamilia?—Yaloentenderás.Noteimpacientes.Enaquelmomento,en1937,quizás

eralógico,estoysegura.Peroyoeraunacríaynocomprendíalascausaslejanas,noteníaniideadeloquepasabaenmipaís,delascircunstanciasqueatravesabamifamilia.Noentendíanada.Coneltiempopudecomprenderalgunascosas.Notodas, desde luego. Hay otras que todavía hoy… Y comprenderlas no quieredecirquenomesiganpesandooqueyanomeduelan.Enfin,organicétodoloqueconseguísabercomopudeyescribíunaspáginas,nomuchas.Noteasustes.

—Síquemeloponesfácil—comentóOxanariendo—.Organizadoypor

Page 70: Irina - foruq.com

escrito.Nomeasusto,Irina.Aquídondemevesmegustaleer,dejélacarreradeDerecho amedias,me faltaron ganas para acabar. Además tenía la cabeza enotrascosas.Bueno,yasabes.Dicenqueprometía.Mipadrenomehaperdonado.Niesoninada.Yyameves.DespuésvinoNikolay.No tengomucho tiempo,peromegusta leer.Estaráenruso,¿no?—preguntóabriendo losojosazuleseinclinándosehaciaadelante.

Laanciananegóconloslabiosapretados.—No,noloestá.Estáenmilenguamaterna,encastellano.Losnombresde

lagente, los lugares…Cuandoempecéa recopilarmis recuerdos,ymás tarde,cuandoempecéaescribir,lascosasmeveníanalacabezaenmilengua.Cuandolleguéaquíyoyasabíaleeryescribir,ademásduranteañosseguíusándola,noseducaban como si fuéramos a regresar al cabo de unas semanas. De hecho,todavía loharía si tuviera laoportunidad.Piensaque tardéun tiempoendejaratrásaAsunciónCadaviecoyconvertirmeenIrinaKorovin.

—Yo conozco un poco tu lengua, puedo leerla y, si necesito ayuda, tepregunto.Laestudiéunpardeaños.Megustaba.

—Muchomejor.Mecansosolodepensarenleerenvozalta.Encontraráselcuadernoenelarmariodemihabitación,enuncajónjuntoaotrosdocumentosyalgunas fotografías muy antiguas. Es grande y tiene las tapas negras, loreconocerás enseguida.Mimarido siempreusaba elmismo tipode cuadernos,con tapas negras y sin cuadros, solo con líneas. Y siempre tenía alguno porestrenar.Si vienes a visitarmealgúndía, te ayudaré a leerlo.Cuando lohagastrae las fotos y algo de dinero. Encontrarás algunos billetes más junto a lospapeles.Ysinecesitasalgo…

—Loharé,Irina,haréloquemepides.Intentarévolvermañana—prometióOxanaantesdeconsultarelreloj,levantarse,acercarsealaenfermayestamparleunbesoenlafrente.

—Unúltimofavor.Tráemelaradio.Estásobrelamesitadenoche.—Entendido.Irinanopudovercómoechabaacorrer,cómoatravesabapasillos,salasy

corredoresy,unavezenlacalle,seafanabaparanollegartardeal trabajo.Nopodíapermitírselo.

Page 71: Irina - foruq.com

SEGUNDAPARTE

Page 72: Irina - foruq.com

CAPÍTULO13

BARCELONA,ABRILDE2016

ApesardequelainsistenciadeOxanaleincomodaba,laverdaderaquelajoven había conseguido que sintiera curiosidad por conocer la historia deAsunción Cadavieco y por averiguar si existía entre ambos algún parentescoreal.Instantesdespuésdequeabandonaraelpiso,Santiagoojeóelcuadernodetapasnegrasygastadas.

Elpapelamarilleabaylosrengloneserandeunazuldesvaído.LaescrituradeAsunción era regular, ordenada ymuy clara, sin titubeos. Escribía siempreutilizando tinta negra. La letra tenía rasgos elegantes y largos trazos quealcanzabanenocasioneslalíneainferiorolasuperior.LamanodeAsunciónerafirme cuando decidió escribir susmemorias y su caligrafía distinguida y bienasentada, muy diferente de la de Santiago en la que las letras bailaban porseparadounadanzadesmañadaytorpe.

Observó que faltaban algunas páginas, probablemente las últimas queescribió. Alguien las había arrancado con mucho cuidado y apenas quedabaalgún restodepapel sujeto todavía al lomo.Aunasí su ausencia era evidente.Desdelamitaddelcuadernohastacasielfinalenelquequedabanunpuñadodepáginasenblanco,alguiensehabíatomadolamolestiadehacerlasdesaparecer.QuizásOxanatuvieraalgunaexplicación.

Lamujer de los ojos azules, la piel alba y los dedos largos era todo unmisterioyhacíapeligrarlatranquilizadoraconsistenciadesushábitos.Nosabíaqué pensar. Se vio obligado a reconocer, contra lo que dictaba a voces sunaturalezacontemplativa,quenoledisgustabaelhechodequeOxanavolvieraairrumpirensuvidadosdíasdespuéstalycómohabíaprometido.Recordóhaberleído algo referente a la incontestable atracción del abismo, de todos losabismos,decualquierabismo.Algoquedecíaquesiunolomirabafijamente,elabismotedevolvíalamirada.Porelmomento,leecharíaunamiradaderefilón.

Bastaría.Arrinconó la novela que había comprado aquella misma tarde y que

pretendía empezar en breve, se levantó y rescató de una nevera que daba

Page 73: Irina - foruq.com

verdaderagrimalaúltimalatadecerveza.—Joder—lamentóenvozaltasufaltadeprevisión.Sabíaquehorasdespuéssebeberíaelaguadelosflorerosdehabertenido

alguno a mano. Y con un gruñido que recordaba extraordinariamente a ungraznidosedejócaerenlabutacayabrióelcuaderno.

Adiferenciade las familiasdemis amigas, en1937, lamía eramuypequeña.Solotrespersonas:mimadre,mipadreyyo.Amenudomepregunté a qué se debía queno acudiéramos a fiestas familiares,quenorecibiéramosvisitasnituviéramosabuelos,tíosoprimosenlasproximidades.Nuncapasédíaslejosdemispadres.

Mipadre,RosendoCadavieco,teníaunhermanomayor,Jacinto,quemurióenel34.Apenasleconocí.Nuncameatrevíapreguntarynuncameexplicaroncómomurió.Enmicasa,apenassehablabadeély, si su nombre salía en la conversación, a mi padre le subían laslágrimas a los ojos y las manos se le hacían puños. Mi madre semordía los labios y hacía lo que podía por desviar la atención. Nosiempreloconseguía.Misabuelospaternoshabíanmuertoañosatrásysolo quedaba de ellos un retrato oscurecido por el tiempo que mimadrehabía encajado comohabíapodido entre elmarcoy el espejopicado de su habitación. Asunción, el nombre del que yo renegaríamuchotiempodespués,eraeldemiabuelapaterna.

Eraenaquelmomento,trashaberrecordadoaJacinto,cuandomipadreselevantabaysalíadecasapararegresarhorasmástardeynovolver a referirse al tema en mucho tiempo. Por aquel entonces nopodía comprender el motivo, yo solo tenía ocho años, era una cría.Ahora, demasiado tarde para casi todo y tras haber investigado unpoco, nome sorprenden ni el dolor ni la rabia demi padre.Mi tíoJacinto fue unomás de los caídos en la Revolución del 34 bajo lasarmasdelejércitoenviadoporlaRepública,gobernadaduranteunpardeañosporlasderechas,parareprimirlarebelióndeloscontumacesminerosasturianos.

Mi madre, Leonor Marón, tenía un padre, una madre y unahermanaenalgúnlugar.Nuncasupedónde.Tampocoerauntemaqueacostumbráramosaabordarentornoalamesa.Cuandonacínohabíanmuerto,peroyahabíandejadodeexistir.Enmifamilia,comoencasitodas—aunque eso lo descubrí mucho más tarde— no faltaban losasuntosintocables.Segúnellamismameexplicólaúnicavezquemehablódeellos,todoempezóañosatrás.Cuandoenunbailealairelibre

Page 74: Irina - foruq.com

yalsondeunaacordeónenunanocheestrellada,mimadreseprendódemipadre,desusojososcuroseinquietosydesusbrazospoderososa fuerza de pico y de pala. Era muy joven y era un hombreverdaderamente guapo. Se vieron de nuevo en varias ocasiones,siempreaescondidas,ydecidiócasarseconéldeundíaparaotro.Searmódevaloreinformódeelloasuspadresyasuhermana.

Encorrespondenciaasurománticoimpulso,ydecomúnacuerdo,dejaron todos ellos de reconocerla como un miembro más de lafamilia. Probablemente creyeron que acabaría por desistir. Seequivocaban.Nolaconocían.

Miabueloadministrabaunodelospozosmineros,nuncalleguéasaber cuál de ellos, y consideraba que el obrero de unamina no eradigno de convivir con su hija mayor y mucho menos de ser quiencontribuyeraa la supervivenciade suprestigiosayadineradaestirpe.Leretirólapalabra,elreconocimientoylenególadotesinquenisuesposa, mi abuela materna, ni su hija menor opusieran resistenciaalguna.Amenazócondesheredarlasiinsistíaensupropósito,peromimadre no esperó a ver cumplida la amenaza. Desapareció y ladesheredarondeinmediato.

Nunca más volvieron a cruzar palabra. Ni una mísera cartaintercambiómimadreconmiabuelaRemediosniconmitíaÁngela,suhermanamenor.Ángela contrajounmatrimonioventajosoconuncapitostedelbandovencedorparasatisfacciónyorgullodesupadre.Meconsta—porqueasí lopudeaveriguarmuchosañosmástarde—,quetuvieronvarioshijos,misprimos.Nohellegadoaconocerlos.

Asídemiserableeraelpaísenelquenacíyenelquepasémisprimerosaños.

Santiagoloignorabacasitododesufamiliapaterna,losCadavieco.NuncahabíaoídohablardeAsunciónyhubierajuradoquesupadre,Andrés—hijodeRosendoydeLeonor—,que aseguraba ser hijoúnico; ignoraba su existencia.Nuncahabíahabladodeella,nilamáslevemención.AndrésCadaviecosehabíacasado,trasmuchopensarlo,conElviraPomar.Santiagonaciócuandosupadrese acercaba a los cuarenta. Era un padre con cierta pinta de abuelo y con elcarácteralgohurañodeunviejoresentido.

La lectura de las primeras páginas del cuaderno de Asunción, que habíacomenzadoconunpuntodecuriosidad,acabóporintrigarle.Legustabasuestilodesenvueltoyquellamaraalascosasporsunombre,sinambages,sinpelosen

Page 75: Irina - foruq.com

lalengua.Unpaísdemierda,asegurabaAsunción.AojosdeSantiagotodavíaloera.

Elmundoenteroleparecíademasiadoamenudounmundodemierda.También él, como la autora del relato, había acumulado preguntas que

Andrés Cadavieco, su padre, nunca pudo contestar. Preguntas que a suprogenitor le pesaron en vida como le pesó durante muchos años el infinitodesamparoqueledeparólaexistencia.

Trasunpardemudanzas, desdeprincipiosdel35, vivíamos lostres,mipadre,mimadreyyo,enLaPoladeLena,enlosbajosdeunacasamaltrechaenunacalleoscurayalgoretirada.Eslaprimeracasade la que conservo algún recuerdo.He olvidado por completo cómoeran y dónde se encontraban las anteriores. Sé que fueron varias,probablementeseríanpeores.

Disponíamosdecocina,retrete,unahabitaciónyunaalcobaquesoloaparecíaalanochecercuandomimadrecorría lacortina,gruesacomountelóndeteatroyfloreada,queseparabamicamadelamesaydelascuatrosillasdelcomedor.Unavitrinaacristaladaymediovacíacompletabaelhumildeconjunto.

Yoasistíaa laescuelay teníaunpardeamigasa lasqueveíaamenudo.Recuerdoqueerapobre,perorazonablementefeliz.Conservobuenosrecuerdosdeaquellacasa,deaquelbarrioydeaquellaescuela.

Mipadrevivíapendientede lasnoticiasque llegabandel frenteque, según le oía decir, con el semblante grave y el ceño fruncido,estabacadavezmáscerca.Yonosabíaquéeraelfrente,soloqueeratemible y que a mi padre le preocupaba y le robaba el sueño y lasonrisa.Aquellos fascistas cabrones avanzabanyocupabanyabuenapartedelpaís.Seacercaban.

Como cualquier adulto bien informado podía prever, la relativatranquilidad en la que discurrían nuestros días no duró mucho.Tambiényolointuía.Aprimerosdeenerodel37mipadreabandonólamina,desapareció.TomólasarmasyseunióalosdefensoresdelaRepública.Erasudeber,eldeberdetodos,repitiómuchasvecesparaatajar las lágrimas de mi madre y mis inútiles protestas. No puedohacerotracosa.Sipudiera…jurabaélhumillandolamirada.

Sabiendoloqueahorasé,nolojuzgo.Nomeatrevo.Solo regresóunpardevecespocosdíasdespuéspara traeralgo

de comida y estamparnos un beso en la frente. En una de aquellasfugaces ocasiones llegó muy apenado. Con lágrimas en los ojos

Page 76: Irina - foruq.com

hablaba del reciente bombardeo deDurango, de las víctimas y de lafuerzaimparabledelejércitofascista.Temblabadedolorydeiraynodejaba de maldecir a los malnacidos golpistas, a los fascistas quequeríanjoderlotodoyquetodoloquequeríaneravernosmuertos.

Mimadrememandó a jugar a la calle sinmediar explicación.Obedecíde inmediato.Mealegrédepoderdejaratráseldolordemipadreylapreocupacióndemimadre,quelesujetabalasmanossobrelamesaparaquenoletemblaranylebesabalafrentecadavezqueselevantaba para servirle una taza de café aguado o un par de galletasquenoconocíanelazúcar.

Melimitéasubirunpardeplantas.Eraloqueseesperabademíy lo sabía. Pasé horas en casa de una amiga, Sabina, cuyo padre,tuberculosoaDiosgracias,nopodíamarcharalfrente.Nuncaanteslaenfermedadhabía deparado tanta dicha a una familia.Tardé años encomprenderelporquédel«tuberculosoaDiosgracias»que lamadrede Sabina, buena amiga de la mía, pronunciaba en voz baja. Latuberculosis no me parecía ninguna bendición. No lo era, comocomprobémuchomástarde.

Fue ella la queme preguntó en un susurro y revolviéndome elcabello:

—¿Havenidotupadre,verdad?Asentí.—Pasa,hija,pasa,notequedesahí—meinvitósinabandonarsu

tonohabitual,eldelaspalabraspronunciadassoloamedias.Mi padre estuvo en casa un par de días. El tiempo justo para

reponerse y colmarnos de abrazos. De nuevo hubo llanto cuando semarchóconlasprimerassombrasdeunatardecerdeprimavera.Bastóaquellavisitaparaquepocosmesesdespuésmimadreevidenciaralosprimeros signosdeunnuevoembarazo.Hubodesesperación, rabiaynuevas lágrimasque tampocoentendíentonces.Estábamossolasyelmundoeraunmisterio.

Novolvíaverle.

Santiagoabandonólalecturaunosinstantesyrebuscóenelcajónenelqueguardaba los documentos de sus padres desde que a la muerte de su madre,Elvira Pomar, se encargara de vaciar la vivienda familiar. Revolvió hastaencontrar lo que buscaba. Según constaba en el últimoDNI de su padre, estehabía nacido el 27 de noviembre de 1937. Perfectamente podía haber sido

Page 77: Irina - foruq.com

concebido a principios del 37 en una de aquellas visitas furtivas del abueloRosendoasupropiacasa.

De un trago, Santiago vaciómedia lata de cerveza. Tuvo la escalofriantesensacióndequenopodríaretirarlamiradadelputoabismo.

—Joder,joder,joder—exclamóconciertasensacióndevértigoquenosupoaquéatribuir—.Joder.

Hacía meses que hablaba solo, pero el asunto nunca había llegado apreocuparle.

Mi madre era un alma en pena y yo no sabía cómo podíaayudarla.Amialrededor,lascosasnoandabanmuchomejor.Afinalesdejulio,unosdíasdespuésdequelosmaestrosdieranporacabadaslasclases,unamujervinoabuscarme.Mimadremeacompañóhasta lacalleyleentregóalamujerunamaletaconmiscosas.Yonoentendíanada y apenas me atrevía a preguntar. A mis pocos años habíaaprendidoquelosadultosnosiemprerespondíanconlaverdad.

—Serán unos días.Os van a cuidarmuy bien.Estaréis a salvo,Asunción, serán unas vacaciones. Ya lo verás. Habrá niños y niñascomo tú. Lo pasarás bien —me aseguró con la voz temblona y lamiradamásalládemisojos.

Yo escuchaba y seguía sin comprender. Me alarmaba su voztitubeanteysufalsaconvicción.

—Y antes de que te des cuenta estarás aquí otra vez y loesperaremos juntas —añadió pasándose una mano por el vientreceñidoporunmandil.

Suembarazoapenaseravisible,solocaíasenlacuentasisabíasqueesperabaunhijo.Mimadremehabíaexplicadoque,dentrodeuntiempo,unospocosmeses,naceríaunacriaturamuypequeñayquemideber,comohermanamayorqueera,seríacuidardeella.

—Seránunosdías,Asunción,nomuchos.Yaloverás.Hice cuanto pude por creerla, pero no lo conseguí. No era su

manera de hacer las cosas. Mi madre siempre iba de cara.¿Vacaciones? Era una idea extravagante. Mi familia nunca hacíavacaciones. La palabra no existía en nuestro vocabulario ni en el demisamigas.

—¿Ytú?—Amínovaapasarmenada.No tepreocupes.Estarébien.Te

esperaré.Túintentapasarlobien.Estaremosaquí,esperando—añadióestampándomeunbesoen la frente.Ymeestrechócontra su cuerpo

Page 78: Irina - foruq.com

comosiseacabaseelmundo.Recuerdocómose agitómihermanoen suvientre, comosime

recibiera con un leve golpe a la altura demi barbilla, como si, a sumanera, también se despidiera de mí. Quizás solo fueranimaginacionesmías.Sentímiedo.Ahoraséquenofueasí,elembarazodemimadreapenassenotabatodavíaydifícilmentepudeadvertirelmovimiento del feto en el interior de su vientre. Demasiado pronto.Sin embargo, conservo ese recuerdo, quizás un falso recuerdo, unasensaciónimaginada.Quiénsabe.

Acompañé a la desconocida que me indicó que subiera a unautocar.Unvehículo enorme en el que aguardabanya unpuñadodecríoscomoyo.ReconocíenunadelasprimerasfilasaAraceli,unademiscompañerasdelaescuela.Meapresuréasentarmejuntoaella.Noéramosamigas,apenasnoshabíamos tratado,erahijadeunzapateroremendón que hacía semanas que no abría el negocio. Supuse quetambién él estaba en algún lugar, no muy lejos, cumpliendo con sudeber,luchandocontraelfascismo.

Araceli no tardó en poner su mano sobre la mía. Buscabaconsuelo.Nosupedárseloysumiedosesumóalmío,nosenvolvió.Cuandoelautocararrancónoquisemiraratrás.

¿Dóndeestaríamejorqueencompañíademimadre?Araceliyyopermanecimosasí,conlasmanosmuyjuntas,hasta

llegaraunacasaenorme,casiunpalacio,sinotrosedificiosalrededorquepudieranhacerlesombra.Almenosesaimpresióntuve.Unacasaquecustodiabanunpardemilicianosconfusilesalhombroycaradecansados.

Habían cubierto las ventanasdel piso inferior con tablones.Lasque pertenecían al sótano y se abrían casi a ras de tierra las habíancegado con sacos terreros. Nos indicaron que debíamos coger lamaletaybajar.Ambasobedecimos. ¿Quéotra cosapodíamoshacer?Bajamosdelautocarcogidastodavíadelamano.

Enunasalamuygrandeyoscurapor la faltade luznaturalnosasignaronunjergónsobreelsueloyunachica,queintentabaparecerrisueña y resultaba aterradora, nos acompañó hasta el sótano. Nosrepitiómuchasvecesqueestuviésemosdondeestuviésemosdebíamoscorrer en dirección al sótano si oíamos la alarma. Era la señal paraproceder al confinamiento, ninguno de nosotros entendió el términoutilizado, pero quedaba claro que debíamos bajar al sótano cuanto

Page 79: Irina - foruq.com

antes y quedarnos allí hasta nueva orden. El que no lo hiciera seríacastigado con severidad, aclaró sin concretar en qué consistiría elcastigo.RecuerdoqueAraceliarrancóallorarmuybajito.Nosupequédecirleylesujetélamano.

—Es por las bombas, ¿sabes? Son peligrosas. Pero nosotros oscuidaremos.Aquíestaréisasalvo—leexplicólajovenacuclillándosehastaquedaranuestraaltura.

El llantodeAraceli arrecióy la joven se levantó frotándose lasmanosenungestodeimpotenciaquenoresultabatranquilizador.Pocodespués,Araceliretirólaslágrimasquealcanzabansusmejillasconelcanto de la mano, pero no consiguió dejar de llorar. Justo en aquelinstanteysinsabercómo,meconvertíensuhermanamayor.

—No nos pasará nada. Ya lo verás. Dentro de unos díasvolveremosacasa—leasegurépordeciralgo.Elsilenciomepareciópeor,muchopeor.Enadelante siempre intentaría llenar los silencios.Hubomuchos.

Resultadifícil sabercuánto tiempoestuvimosallí, enel caseróndeRoces,quizásfuerondosotressemanas,quizásunmesentero.Niunsolodíanoslibramosdebajaralsótanoconelcorazóndesbocadoesperando escapar de las bombas. Araceli y yo lo hacíamos de lamano.No era difícil, nunca andábamos lejos.Durante el día apenasnosseparábamosynuestrosjergonessehallabanunoalladodelotro.Enaquellosmomentos,mientrasesperábamosoírelescándalode lasbombas sobre el pueblo cercano, Araceli rezaba con la cabeza baja.Yo,quenohabíatenidoocasióndeaprenderarogarfavoralgunoaladivinidad, pensaba enmimadre y la imaginaba sola en nuestro pisoacunandoyaalreciénnacido.Mipercepcióndelpasodeltiempoeraladeunaniñadeochoaños.

Recuerdo que temblaba de miedo y que ignoraba que faltabanmesesparaquemihermanovinieraalmundo.NoveíaelmomentoderegresaraPoladeLenaconvencidacomoestabadequelacriaturayahabíanacidoenmiausencia.Medolíainfinitamenteaquelalejamientoquenoconseguíaentender.Siqueríanquefuerasuhermanamayor,siesperaban que velara por él, ¿por qué mi madre me apartaba de sulado?Nopodía saberque laguerrahabíaalteradodefinitivamenteelcursodenuestrasvidas.

También conservo algún buen recuerdo de aquellos días. Porfortunasiempreloshay,inclusoenlaspeoresrachas.Durantelashoras

Page 80: Irina - foruq.com

decalmaycuandobajo la tuteladeunpardemaestrasmuy jóveneshabíamosbarrido,retiradoplatosycubiertosotendidolaropareciénlavada,jugábamosalacuerda,alcascayuoapillarenlosdescuidadosjardinesdelacasa.Losmayoresseescondíanconsigiloenelcaserónyaveces tardabanhorasenaparecer.Araceliyyonunca lohicimos.Demasiadospasillos,largoscorredoresquesenosantojabaninfinitos,estanciasvacíasyoscurecidaspor las tablasque cegabanbalconesyventanasymilyunruidosquenoconseguíamosidentificar.

Todaactividadacababacuandoseocultabaelsol.Laslucesnoseencendían nunca.O enmuy pocas ocasiones.Durante algunas horastodo eran tinieblas. Por fortuna era verano y el sol se retiraba tarde.Transcurridosunosdíascomprendíquelaluzeraunreclamoparalasbombas,poreso,conelanochecer,andábamossiempreaoscuras.Conlaedadhellegadoaentenderalgunascosasqueporaquelentoncesnodejarondeserverdaderosenigmas.Cosascomolaoscuridadenlaquenos movíamos con la caída de la noche, que me resultabanintimidantes.

Nollegamosafamiliarizarnosnuncaconaquellagrancasaenlaqueesperábamosestarsolodepaso.Yasí fue.Díasmás tarde,enelmismo autocar en el que habíamos llegado hasta allí, fuimosevacuados.Todos.Unachiquilleríaalteradapor lanovedadrecogióatodaprisasusescasaspertenenciasy,comandadaporlasmaestrasylasauxiliares,subióalautocarcondestinoaGijón.

Tanto Araceli como yo viajamos convencidas de que nuestrospadres nos estarían esperando a nuestra llegada. Las vacaciones sehabían acabado y regresábamos a nuestras casas. No quisimoscomprenderquelascosasnosolonoibanbien,sinoqueibandemalenpeor.Aunquealgohabíamosoído,nosnegábamosaconsiderarotraposibilidad. Benita, una de las maestras que cuidaba de nosotros,lloraba en silencio mientras nos indicaba que sujetáramos nuestrosbártulossobrelasrodillas.

Adíadehoy,mientras escribo estas líneas, séque en el veranodel37losfascistasavanzaban,quelasbombasseguíancayendosobrelospueblosvascosyasturianosyquelohacíancadavezmáscerca.Enel frente norte las cosas pintabanmuymal para los defensores de laRepública. También sé, porque muchos años más tarde encontré sunombreentreellistadodebajas,quemipadreyahabíamuertocuandoabandonamoselcaseróndeRocescondestinoaGijón.

Page 81: Irina - foruq.com

Solo localicé su nombre en un listado, ni el lugar ni lascircunstanciasdesumuerte,solosunombreypocomás:

«RosendoCadavieco,37añosdeedad,caídoencombate».Mipadresejactabadetenertantosañoscomohabíantranscurrido

del siglo, era para él un orgullo, una especie de responsabilidadhistórica. Pobre. He pensado mucho en él. Llegué a quererle tantocomo lo he añorado durante el resto de mi vida. Históricamentehablando, de nada sirvió que Rosendo Cadavieco rindiera la vidaagarrado a su fusil. Fue en vano. Las mejores intenciones noconsiguieronalterarelcursodelaHistoria.

Fue aquel un viaje no muy largo que acabó junto a una casatodavía mayor que la anterior, una verdadera mansión, la QuintaBauer,alasafuerasdeGijón,enelbarriodeSomió.CreoquetambiénlaconocíancomoelPalaciode losFigaredo.Así se refierena él laspáginas de internet que he localizado con ayuda de la amablebibliotecariademibarrio,unamadurabielorrusadevozmuyagudayojos redondos y pequeños como botones diminutos, que me haenseñadolopocoquesé.

Y era casi unpalacio rodeadode jardines inmensos conplantasexóticas que ninguno de nosotros podía reconocer. Recuerdo unafuenteyunestanquevacío junto laentrada, lascocherasaledañas, laenormecocina,elplanchador,eltallerdecostura,losdespachosdeladireccióndel refugiosituadosenelprimerpisoy lashabitacionesdelaschicasenelsegundo.Yrecuerdo,comosipudieraverlo,comosilotuviera ahoramismo antemis ojos, un enorme telescopio que día ynocheenfocabaelcieloyporelquenuncameatrevíamirar.

Era un edificio de una pomposidad algo cursi que acogía elrefugio infantil Rosario Acuña. Con los días aprendimos que losmayores que nos acompañaban también lo llamaban «el hospicio» o«elorfanato».Saberlonoresultabatranquilizador.

Unlugarhermosoasumaneradenohabersidoporquenoestabamimadre,ni ladeAraceli,niningúnparientede losniñosasustadosqueaqueldíabajamosdelautocar.Nopodíamossaberquemuchosdenosotrospermaneceríamosallíhastaqueacabaraaquelfatídicoveranodel 37 bajo la tutela del gobierno de la República en calidad dehuérfanosdecombatientes.Sabíamosenquéconsistíacombatir,peromuchosdenosotrosnoteníamosniideadequefuéramoshuérfanos.

Page 82: Irina - foruq.com

Santiago vació la lata de cerveza y cerró el cuaderno con un resoplido.Malos tiempos.Huérfanos de combatientes que pasarían poco después, con eltriunfo de los golpistas, a convertirse en huérfanos de desafectos, en críosproscritos. Fuera quien fuera Asunción, tanto si era la hermana mayor de supadrecomosino,lehabíanjodidolavida,esoestabaclaro.

Se levantó, estiró las piernas y, casi de refilón, advirtió que el súperpaquistaníseguíaabierto.Cogiólasllaves,comprobóquellevabaunbilleteenelbolsilloyseapresuróendirecciónalacalle.Eljovenqueatendíaelmostradordesde el atardecer hasta casi la medianoche, como un vampiro silencioso ydiligente, le cobró las cervezas sinmediarpalabra.Era elprimode la jovenyapenassonreía.

Page 83: Irina - foruq.com

CAPÍTULO14

BARCELONA,ABRILDE2016

Porfortuna,Santiagohabíatenidolaprecaucióndeconectarlaalarmadeldespertadorantesdeabandonarel cuaderno sobre las rodillasydejarsevencerporel sueño.Abrió losojoscon la sensaciónde tenerun trozodecorchoa laaltura de lasmeninges.Un corcho en el que empezaba a hacermella la vagaaceptación de que Asunción Cadavieco podía efectivamente ser su tía, lahermanamayordesupadre.Elcuadernodetapasnegrasaguardabaenelsuelojuntoasuspies.

Recordabahaberseadormecidoenlabutacapocodespuésdehabervaciadolaterceracerveza,acompañadoporlosrecuerdosdelaestanciadeAsunciónenlaQuintaBauerrevestidosdepesadilla.Unsueñoplagadodebombas,demiedoydetemoresinfantilesdesfiguradosporeltiempo,peroperfectamentelógicos.

Segúnconsiguiósabergraciasalosdatosrecuperadosenhorasdeoficinaatravésde la red, lamansión,elPalaciode losFigaredo,continuabaenpie.Unvistosopalaceteseñorialque,durantelaRepública,hizolasvecesdeorfanatoyalquefueronapararmuchosdeloshijosdelosminerosodelosobrerosdelasfábricasquehabíanperdidolavidadurantelaguerra,loshijosdelasviudasquehabíanenfermadoyaquelloscuyasfamiliasnopodíanalimentar.Alparecer,seles reunió en laQuinta con la intención demantenerlos a salvo de bombas yobusesbajolasupervisióndemaestrosypersonalauxiliar.

LosdeAsunciónnoeranmalosrecuerdos,eranevocacionesdeinfanciaenlasquelasoledad,lapreocupación,eldesconciertoyeltemoralodesconocidoplaneabansobrecadapasaje.TambiéneraunaconstantelacercaníadeAraceli,lamutuacompañía,unaextrañaformadeconsuelorecíproco.

Eneltrabajo,eldíatranscurriócomoerahabitual,entreloscomentariosdeRosa,queseguía intentando interferirensuvida,unareunión inacabableen laque las recriminaciones volaron como puñales afilados sobre las cabezas y laevaluaciónnegativadeunedificiocuyacomprabienpodíaacabardearruinarala empresa. Cuando se ausentó de su mesa con la intención de encender unpitilloenlacalle,lohizoconlatranquilidaddesaberqueOxana,ladesconocida,

Page 84: Irina - foruq.com

la intrusa, no estaría allí y, en lamente, la leve sombra de undeseo: volver averla.

Sesentíaconfuso,hechounlío.Noconseguíareconocerseasímismo.A mediodía entró en el restaurante de siempre y ordenó ensaladilla y

calamares a la plancha. Pensó que era mejor una comida no demasiadocontundente para que la probable cabezada en la butaca fuera solo eso, unacabezada.

—Tengoalgodeprisa—lesusurróalpropietarioqueselimitóaasentiryaadvertirleasuhijo:

—Brillo,Aarón,brillo.Y Aarón, con el cráneo a medio rasurar y gesto de profundo hastío, se

perdióenlacocinaparavolverasalirconunplatodeensaladillaaltiempoquesupadreleservíaunacaña.

Trasel cafécalienteyásperocomopapelde lija, se apresuróaabonar lacuentayapasarporelsúperde lachicasonrienteyagenciarseunascervezas.Unamúsicaremota,queaSantiagoseleantojabamachaconayfaltadeencanto,sirviódefondoalsaludodelajoven,quesecubríaelcabelloconunpañuelodecolorrojosangrequelefavorecíaextraordinariamente.

—Estás muy guapa hoy… —comentó, y le sorprendió su propioatrevimiento.

—Nezha—pronuncióellaaltiempoquehumillabalamiradacomplacida.Santiago no era persona que acostumbrase a expresar sus emociones con

naturalidad. De hecho había llegado a sospechar que carecía de ellas. Algorelacionado probablemente con sus herméticos genes paternos. Su padre,Andrés, era un hombre de una inexpresividad proverbial, de sentimientosamortiguados, una verdadera piedra pómez.Era algomayor que los padres desusamigosymuchomenosjovial.Porsuaspectoysurictussevero,enalgunasocasiones,lagentelotomabaporsuabuelo.Suesposa,Elvira,lerepetíahastalaextenuaciónquedebíasonreírunpocomás, saludar,daralgodeconversación.Pareceríasmásjoven,añadíasinéxito.

Intentórepetirsunombre;peroalgunasdelasletrasparecíanaspirarsehastadesaparecer:Nezha.Noloconsiguióylachicainclinólacabezaenungestoqueindicaba que la pronunciación tenía un amplio margen de mejora. Santiagorematósutorpezaconun«buenasnoches»alascuatrodelatardeyunahuídaaceleradaeindignaendirecciónasuportal,elnúmero23.

Nezhaagitólamanoenelairecomosidespidieraaunpasajeroapuntodesubir a un tren de larga distancia. Ambos eran torpes, aunque la chica teníadisculpa: era una recién llegada y todavía experimentaba con la curiosa

Page 85: Irina - foruq.com

gestualidad de los autóctonos. Unos tipos que le parecían simpáticos, peroverdaderamenteextravagantes.

En el taller de costura nos enseñaron a coser bolsas para lospobresniñosquesemarchabana laURSS.Cosermetranquilizabayme permitía pensar en mis cosas. Eran tantas y tan confusas…Tambiénmimadre,meses atrás, intentó enseñarme a coser.Durantenuestra estancia en la Quinta Bauer en más de una ocasióninterrumpimoslalaborporlaproximidaddelasbombasycorrimosarefugiarnosenlabocadeunaalcantarilla,casiacieloabierto,alaqueseaccedía fácilmente.Hacinados, temblorosos,conteniendoel llanto,los niños permanecíamos allí, a la entrada del colector, hasta quefinalizabalaalarmaporbombardeo.Araceliyyosiempredelamano.

Elpersonalquevelabaporlosniñosintentabanoalarmarnos,poreso apenasnos llegaba información, solonos enterábamosde lo queconseguíamos atrapar al vuelo y que no siempre llegábamos acomprender.Ysiempreeranmalasnoticias.DeesemodosupimosquehabíanbombardeadodosbarcosconvíveresenElMusel,elpuertodeGijón. Era evidente que el frente estaba cada vez más cerca y losresponsablesdelrefugioapenasacertabanadisimularsupropiomiedo.Tambiénrecuerdoquenosvacunaroncontraeltifus.

Un día del mes de septiembre, cuando seguía esperando laaparicióndemispadresyelregresoaPoladeLena,nosordenarondenuevometer todo lo que nos pertenecía en nuestramaleta.No hubomásexplicaciones.Algunasmujeresconmonoazulypistolaalcintocolaboraronennuestrotraslado.Unadeellas,unajovendeojosverdesmuypecosa,meresultófamiliar,peronoconseguírecordarsunombre.

Obedecimos.Algunosasegurabanquerecogíamosparavolveracasa,otrosque

nuestrospadresestabanapuntodellegarparallevarnosconellos,losmás pesimistas sospechaban que el frente estaba a muy pocoskilómetros y que nos trasladaban de nuevo. Lo cierto era que larealidaderamuchopeorquelamáspésimadenuestrassuposiciones.Yo no sabía qué pensar, sentía miedo, creo que vivía con miedo.Aracelino se separódemí,permanecióeldíaentero silenciosa, casiausente.Cadaunodenosotrospensabaensuscosas.Ensuspadres,ensushermanoslosquelostenían,enlosabuelos.

Nadie: ni cuidadoras ni auxiliares ni cocineras… Nadie teníarespuesta a nuestras preguntas o bien evitaban ser los primeros en

Page 86: Irina - foruq.com

contestarlas.Esperamos,unajuntoalaotra,hastaque,alatardecer,llegarona

laquintavariosautocaresquefueronrecibidosconverdaderoalborozopor los niños que creían que nos llevarían de regreso con nuestrasfamilias.Algunosaplaudíanysaltabandepurocontento.Sinembargo,ningunadelasmaestrasparecíafelizyalgunashablabanensusurros.Pude ver cómo Benita se retiraba una lágrima con la punta delpañuelo, erguía la cabeza, se aclaraba la voz y ordenaba quesubiéramos al autocar sin perder unminuto.Lohicieronprimero losmás pequeños en compañía de alguna maestra y de un puñado deayudantes.Más tarde fuimosnosotras las queocupamos los asientosdeunautobúsenormeymuyruidoso.Eraunadeaquellastardesenlasqueyaempezabaarefrescar.

Recuerdohaberviajadojuntoalaventanillayhaberdejadovagarlavistaenelpaisajemásalládelacarretera.Intentabaenvanodistraerel pensamiento depositando mi atención en los detalles que podíadistinguiralaescasaluzdelcrepúsculo.Noreconocíacasasnicrucesnicaminos,Aracelimesujetaba lamanoymirabahaciaadelante.Elautobúsrecorrióeltrayectosinencenderlaslucesenningúnmomento.AunquenoabrílabocaparanoalarmaraAraceli,recuerdoquepenséque nos hallábamos en peligro. No había otra explicación.Probablemente ella pensaba lo mismo. Apenas se advertía lo queteníamos a pocos metros. De haber recorrido el trayecto a pie lohubiéramoshechocasiatientas.

—Es para que no nos vean los aviones—susurró alguien amiespalda—.Porlasbombas.

Araceli se sobrecogióyyo leapreté lamano.Seguíaejerciendodehermanamayor.Porentoncesnosabíaquehabíaasumidounpapelquedesempeñaríadurantemuchosaños.

Cuandoelvehículosedetuvotrasatravesar,tambiénsinluces,laciudadsumidaen lassombras,erayanochecerrada.AcabábamosdellegaraGijón,estábamosenElMusel,aunquenopodíamossaberlo.NiAraceliniyohabíamospisadoanteselpuerto.

Recuerdo perfectamente a una tropa de críos bajando de losautocares en un silencio absoluto, casi solemne. Un silencioextraordinarioquenotardóenromperelgritodealgunospadresqueaguardabanenelmuelle.Padresqueempezaronavocearelnombredesus hijos para localizarlos cuanto antes. No disponían de mucho

Page 87: Irina - foruq.com

tiempoylosabían.Llegaronotrosautocaresybajaronotrosniñosalosquenohabía

visto en mi vida. De todas las edades. Algunos muy pequeños enbrazosdesushermanosmayores,otroscasiadolescentesquemirabancon desconfianza los barcos amarrados. Hombres y mujeres seaproximabanacadanuevovehículocon losnombresdesushijosenloslabios.

En el muelle, solo sombras. Bultos, formas extrañas, tétricosvolúmenesqueabríanlosbrazos,losagitabanparallamarlaatenciónde losrecién llegadosoarrancabanacorrerhaciaellos.Yallíestabamimadre,LeonorMarón.

Se acercó corriendo y gritandomi nombre tan alto como pudo,como hicieron los demás. Hombres y mujeres temblorosos quemiraban a sus hijos como si lo hicieran por primera vez. Mesorprendióversuvientrealgomásabultadodeloquerecordaba,peromesorprendieronmuchomáslaslágrimasensusojosysurostrotandesmejorado.Noparecíafelizdevolveraverme.Lloraba.Measusté.

Mimadreparecíaelespectrohinchadodesímismayensurostromarchitohabíanaparecidosurcosaambosladosdesubocayentrelascejas.Noeralamujerjovenydichosaquerecordaba.Noeralamismaque cantaba mientras recogía la ropa, la plegaba delicadamente oremovía el contenido de una olla. Era otra. Una mujer que habíaenvejecidodécadasenpocosmeses.

Repetía:—Asunción,hija.Hijamía.Asunción,mivida.Y lo hacía una vez y otra mientras me abrazaba como si se

acabaraelmundo.Yonopodía saberqueelmundo,mimundo talycómo lo conocía, estaba agonizando. Se acababa. Sus lágrimasmojaron mis mejillas, mis ojos, el arranque de mi cuello. No pudeevitarlo.Yotambiénlloréalcontactoconsusbrazos.Defelicidad,dealivio,deextrañeza.Quiseconvencermedequeporfinestabajuntoaellayapuntodevolveracasa.Habíaesperadotantotiempo.Eracasifelizylloraba.Nopodíacontrolarlo.Dejédeintentarlo.Meabandoné.

Mimadrecargóconmimaletaybuscólaproximidaddeunadelas pocas luces que permanecían encendidas. Nos sentamos en unrepechodelmuellecasientinieblas.Mimadrememirabacomosinomereconociera.

—Parecequehascrecido—susurró—.Estástodavíamásguapa.

Page 88: Irina - foruq.com

Imagino que yo hacía lo mismo, que la examinaba paraconvencermedequeeraella laqueestabaallí, ami lado, laquemeabrazaba y se derramaba en lágrimas que intentaba retirar con unpañueloarrugadoqueguardabaensubocamanga.No ledijequemeparecíamásviejaymuchomás triste.Quenoparecíaella.Dehechosolo losojosy labocapertenecíanal recuerdoqueyoconservabademimadre.Elrestoparecíanocorresponderle.Unerror.

—Si tu padre pudiera verte, Asunción. Estás tan guapa. Y tanmayor.

Pensé,comoeralógico,quemipadreandaríatodavíaenelfrente—quenoteníaformaalgunadesituar,peroquenoestaríamuylejos—con el fusil al hombro cumpliendo con su obligación: detener elavancedelfascismo.

Mi madre, que sabía de su muerte en combate, no despejó elmalentendido.Hepensadomuchoenelloytodavíanosésihizobien.Suintenciónerabuena,poreso,todavíahoy,intentodisculparla.

A unos pasos, Araceli aguardaba la aparición de alguien de sufamilia. Permanecía en pie mirando alrededor, escarbando con lamirada entre las sombras, hurgando entre los bultos sin perfil.Desconsolada.

Águeda se acercó a ella, le estampó un beso en la coronilla,repasó un listado y le colgó al cuello un letrero, un cartelito. Laauxiliar,enlaqueambashabíamosaprendidoaconfiar,teníaelrostrograve y los labios sellados. Nos miró y se acercó a nosotras, a mimadreyamí.Repitióelgestodecomprobaralgoenunlistado,anotóalgoenélymecolgóalcuellouncartónquerezaba:URSS.

Junto a nosotras un hombre que se apoyaba en una muleta leaseguraba a su hijo, un chico de unos 13 o 14 años, que habíaempezadoaprotestar:

—Allí tecuidarán, recibirásunaeducación, comeráscomoDiosmanda.Teharásunhombre.Cuandoestoacabevolverás,yyoestarémuyorgullosodeti.

El chico no parecía convencido. Discutía. Afirmaba que sabíacargarlassacasdelaharina,queyaeraunhombre,quenonecesitabaalejarse para ganarse el jornal. Recuerdo que miré a mi madrebuscandoensumiradaunaexplicación.

—Temarcharás unos días, Asunción. Todos os vais amarchar.Soloseránunosdías.Unassemanas,quizás,hastaquetodoestoacabe.

Page 89: Irina - foruq.com

Estarásasalvo.Aquílascosasestánmal,yalosabes.Yvanapeor.Estodo muy complicado. Los fascistas están cada vez más cerca y nosabemoscómoacabará.

—Noquieroirme,mamá,quieroestaraquí,contigo.Nopodíacreerloqueestabaoyendo.Empecéatemblardefríoy

deespanto.—Estoy sola y no sé qué puedo hacer. No quiero que te pase

nada,ycreoqueconDonPabloestaréisa salvo.Yosoloquieroqueestésbien.Volverásmuypronto,Asunción.Ostrataránbien.Tendréistodolomejor.Osenseñaránasermejorespersonas.

Comprendí que nos separábamos de nuevo. Juré y volví a jurarqueyoerabuena, ledijequepodíapreguntara lasmaestras,aquienquisiera. Apenas me habían reñido y nunca, nunca me habíancastigado.Prometíesforzarmetodavíamás,obedecer,hacermistareas.Lociertoesquenosemeocurríacómopodíasermejor.Nopudedejarde llorar. Tampoco pude hacer preguntas. Acabé por aceptar suspalabras,sus intenciones.Acatésuvoluntad.Creoquemerendíantesudevastación.

Dejé de replicar. Ni siquiera me dijo adónde iba. No hubieraservido demucho, yo solo era una cría.No hubiera sabido situar elpaís en unmapa. Quise creer que ella nomementía, que quería lomejorparamí.

DonPabloeraPabloMiaja,unmaestroprocedentedeOviedodelargatrayectoriarepublicanaquesehallabaalfrentedelacuriosatropadecríosabrumadosporeldesamparo.Bajosumandountotaldecasimil cien niños asustados ymás de cuarentamaestros nomuchomástranquilos.

—Sipudierahacerotracosa,teaseguroque…Hubootras,peroesassonlasúltimaspalabrasquerecuerdo.«Si

pudiera hacer otra cosa…». Permanecimos allí en silencio, llorando.Mimadre,atrapadaporlavida;yo,aterrorizada.

Araceliseaproximóanosotras,sesentójuntoamí.Tambiénellalloraba, pero sus razones eran otras. A nuestro alrededor la gentedeambulabaentreformasespectrales,nerviosa,desesperada.Hombresymujerescontinuabanllegandoalmuelleintentandolocalizaraalgunacriatura de las que se arracimaban asustadas junto a las esforzadasayudantesqueintentabanenvanoquelosniñossetranquilizaran.Erauna verdadera riada de gente apresurada, angustiada, terriblemente

Page 90: Irina - foruq.com

amedrentadaporunasituaciónqueescapabaatodocontrol.Padresquedespedían a sus hijos. Críos de todas las edades encogidos,aterrorizados,searrimabanasusfamiliares,seagarrabanasusfaldasoasuschaquetasyseresistíanaromperelabrazo.

Junto a nosotras, Araceli seguía intentando reconocer entre lamultitudelrostrodealgunodesusfamiliares.

Embarcamosconlasprimeraslucesel24deseptiembredel37enun carguero, el Deriguerina, alquilado por el Partido ComunistaFrancésquepartíarumboaBurdeosycuyatripulaciónestabaformadaporvoluntariosvenidosde todoelmundo.Aunqueeso, como tantosotros detalles, lo averigüémucho después consultando biografías deotros evacuados o de los adultos a cuyo cargo fuimos confiados pornuestrosfamiliaresvivosmáscercanos.

Mi madre nos abrazó a ambas y se quedó en el muelle. Sola.Completamentesola.Muycercadelagua.Conlosojosarrasados,unvientrequemeparecióenormeyquenodebíaserlotantoylasmanostemblorosas.Nosotrassubimosabordocasialfinal,juntoalasúltimascriaturas a las que hubo que arrancar de los brazos de sus padres,cuandoporfinAraceliaceptóquenadiellegaríaparaasegurarleloquenecesitabaoírdelabiosdesusfamiliares:quetodoiríabien.

A lo lejos creo recordar el ruido de los obuses, pero ha pasadotantotiempoyestodotanconfusoquequizássoloseaunainvención,como un acompañamiento sonoro, un elemento más del espantosoatrezzo de la despedida. También he leído que los depósitos decombustibledeElMuselardíancuandodesatracamos.Esposible,peroyo apenas recuerdo nada más allá de los ojos de mi madre, de suvientre,desusmanosenflaquecidasytemblorosasydesuvozrota.

RecuerdoundolorinfinitoalsepararmedemimadreparasubiralbarcotirandodeAraceli.Nopudedespedirmeniagitarlamanodesdela borda. Educadoras y auxiliares nos condujeron directamente a labodega repleta de criaturas asustadas. Fuimos casi las últimas queencontramos acomodo en la apestosa bodega. Los pocos queembarcaron detrás fueron alojados en cubierta. Nuestra suerte pudohabersidotodavíapeor.

Olíamuymal, en el aire semezclaban los aromas de cuanto elbarco había llevado de un lado a otro en su larga historia comomercante:pescadoensalazón,cereales,tabaco,vino…Intentétaparmelanariz,peronopude.Unademismanossujetabamimaletaylaotra

Page 91: Irina - foruq.com

arrastrabaaAraceliqueseresistíatodavíaacaminarporquenohabíapodidohablarconsuspadres.

—¿Ysiyonotengoqueiraningúnsitio?¿Ysimispadresestánapuntodellegar?Igualvienenparallevarmeacasa.¿Noloentiendes?—repetía mientras mostraba el cartoncito en el que podía leerse:URSS.

Ysoloyopodíaescucharlamientraselletrerosebalanceabasobresupecho.

—¿YsiyonotengoqueiralaURSS?—preguntabainútilmentealasauxiliares—.¡Puedeserunerror!

Habíancubiertoelsuelodelabodegaconmantasypajaparaquenossirvieradecamaydeabrigoynosacomodamosmuyjuntasenunespaciodiminutoypestilentejuntoalasescaleras.Noquedabamuchomás. Águeda, la joven cuidadora a la que ambas preferíamos, nosindicócontodoelcariñoquepudoreunir:

—Aquíestaréisbien.Mi madre había dicho algo parecido pocos minutos antes:

«Estarásbien,asalvo».Tantaseguridadempezabaasonaramentira.Nossentamossobre

las mantas junto a nuestras maletas. Araceli, rendida, acabó pordormirse apoyada en la suya y dejó escapar mi mano. Yome tendíjunto a ella hechaunovillo.Resultabadifícil estirar las piernasparadescansar.Nohabíaespacio.Creoquedormíunpardehoras,quizásalgomás.Nosdespertamosambasconelsolenascensoalcielo.Nosalertaronlasvocesdelasauxiliaresquerepartíanuncacillodelecheyunagalleta.Apocospasos, desdeunode los escalones, unade ellasestablecíaturnosparausarelexcusado.Labodegaenteraapestaba.Elhambresesumóalmiedo.

EnelDeriguerinanohabíacomidaparatantacriaturay,duranteel viaje, apenas consiguieron satisfacer nuestro apetito a base depellizcosdepanyalgoqueso.Tambiénelaguaescaseaba.Unadelasniñasmayores,Rufina, a la queAraceli y yo conocíamos deRoces,apenashabíapodidodormiryasegurabahabervisto ratas recorrer labodega.Rufinanoacostumbrabaamentir.

—Nodigaseso.¿Novesquelasasustas?—lareprendióÁgueda.Nodijoquefueramentira.

El timbre del móvil interrumpió la lectura cuando ya le pesaban los

Page 92: Irina - foruq.com

párpados.—Joder—exclamó tomando plena conciencia de que había adquirido el

penosohábitodehablarsolo.Reconocióelnúmeroenlapantallaparpadeante—.Joder.

—¿Santi?Solo Andrea le llamaba así. Ni durante su infancia ni años más tarde,

cuando de adolescente acomplejado pasó a joven desconcertado y errático, lehabíanllamadoSanti.Enlaescuela,amenudomentabansuapellido,Cadavieco,o alguna de sus inmediatas y enojosas derivaciones: Caraviejo, Cadaviejo,Cagaviejo,Nadaviejo…Todavíanohabíaconseguidodecidir si el apelativo legustaba o si simplemente le resultaba extraño. Sobre todo cuando llevabasemanas sin escucharlo. En cada uno de los empleos que había desempeñadohabíasidoSantiago,sindiminutivosnifamiliaridadesnocorrespondidas.

—¿Santi?—insistió.—Sí,dime.—Soloqueríasabercómoestabas.Hacetantosdíasquenosénadadeti…—Bien.Estoybien.Comosiempre.—Ya.Bien.—¿Essarcasmo?—No,noloes.Peronoesesoloquetengoentendido.—¿Yquéesloquetienesentendido?—Bueno,quenoestásprecisamenteentumejormomento.—¿Mimejormomento?¿Yquiénteandainformandosobremisbuenosy

mismalosmomentos?Algúngilipollas,seguro—comentóenuntonotanagrioqueamilanóasuinterlocutora.

—Verás,meencontréaRosay…—Rosa. Lo dicho. Cómo no. La bienintencionada Rosa. Me cago en la

puta.Telaencontrastealotroladodelcable.Notieneotracosaquehacerque…Mientras replicaba airadamente planeó una charla con Rosa en el corto

plazoparadejarclarasalgunascosas.Enpalabrasdesupadre:«Paraponerlelasperasacuarto».

—Soloquería saber si te gustaría que comiéramos juntos algúndía. Salirsiemprevabien.

—Como cada día fuera de casa. Cada día—comentó con acritud—. Nocreoquenecesitesaliracomer.

—Quierodecirencompañía.Yameentiendes.—Nosésiteentiendo.

Page 93: Irina - foruq.com

—¿Quieresquenosveamos,ono?—insistióAndreaagotandosusreservasdepaciencia.

—Quizáslasemanaqueviene.Estosdíasestoyocupado.—¿Ocupado?—preguntólajovenconsorna.—Sí,ocupado.—¿Puedosaberenqué?—Ocupadorascándomeloshuevos—respondióexasperado.—¿Porquéerestandesagradable?—Si quieres hablamos la semana que viene —sugirió para cortar la

comunicacióncuantoantes.—Ok.¿Mellamas?—Yaveremos.—Tú siempre tan atento.—Y en sus palabras había una buena dosis de

resentimiento.—Joder —exclamó de nuevo tras haber interrumpido la desagradable

conversación.Recuerdo que en el Deriguerina las letrinas se abrían

directamentealmar.Tambiénrecuerdoquesentíunmiedoatrozacaera través de aquel agujero oscuro en mitad de la noche y algo mástranquilizador, pero en frenético movimiento, durante el día. Laposibilidaddecaereirapararalocéanoseconvirtióenunaobsesión.

Tras lo que me parecieron muchas horas de navegación, elDeriguerinasellenódesusurrosydealgunaqueotravozdestemplada.Ningunodenosotrospodíasaberquenoshabíaavistadouncruceroenpoderdelbandonacional;setratabadelAlmiranteCervera,unodelosbarcosde la armadaquecontrolaba la costadelCantábricoparaqueningunanaveburlaraelbloqueomarítimoordenadopor losfascistas.Unbuquequehabíaparticipado,entreotrasmuchasgestasmilitares,en el bombardeodeGijón y que obligó al capitán delDeriguerina aalterar el rumbo previsto. De nuevo, el miedo sobrevoló nuestrascabezas.

El forzoso cambio de trayectoria, bien documentado en lasmemoriasdealgunosde losadultosquenosacompañaronennuestraestancia en tierras bolcheviques; nosobligó a fondearmuchomás alnorte,enladesembocaduradelLoira,enSaintNazaire.Durantehoras,esperamos la autorización de las autoridades portuarias para atracarmientras contemplábamos, desde la borda y a lo lejos, a los últimosbañistasfrancesesqueaprovechabanlosdíassoleadosdeprincipiosde

Page 94: Irina - foruq.com

otoño.Eragentequeparecíapasarlobien,niñosquenoteníanmiedo,que saltaban, rompían las olas con sus cuerpos dorados y gritabanajenosanuestrodolor.Algunosagitabanlasmanosenelaire.Todavíarecuerdolaintensidaddelaenvidiaqueexperimentémientras,tristeyhambrienta,aguardabaconlamanodeAracelicobijadaenlamía.

EnSaintNazairenosindicaronquedebíamosadesembarcar.Nohicimos preguntas. A la mayoría nos trasladaron al Kooperachi. Denuevo otro carguero nomuchomejor, de nuevo otra bodega sucia ymaloliente y las mantas que arañaban la piel. En el KooperachillegamosaLondres,aunque,dehaberdependidodenosotros,pobresignorantes, bien hubiéramos podido hallarnos en un muelle en LaHabana o enMadagascar. Algunos de los niños fueron obligados aponerpieatierrajuntoaungrupodemaestrosyfuerontrasladadosaotra embarcación, elbuque soviéticoFelixDzerzhisky.NiAraceliniyo nosmovimos del barco. TampocoÁgueda, afortunadamente. Eratantalanecesidadqueteníamosdeconfiarenunadulto,queestábamosaprendiendoanorecelardeella.

Yoseguíateniendohambreymiedo,mesentíasuciayloestabay,aunquenohabíatenidonuncapiojos,experimentabaunarepugnanciadifícildeentenderante laposibilidaddequesealojaranenmicuerocabelludo.Hubieradadocualquiercosaporunbuenbañoenelbaldedemi casa y por lasmanos demimadre levantando espumademisbrazosydemispiernasyfrotandomisrodillas.

HorasdespuésdehaberpartidodeLondres—creohaberleídoenalgunapartequecuandosurcábamosyaaguasalemanas,peroparaunacría todas las aguas son iguales y se mueven— nos sorprendió unagalerna.

Dejé de sentir hambre y solté lamano deAraceli. Toda yo erapuranáusea.Penséquenotardaríaenmorirydeseépoderdespedirmede los míos. No podía tratarse de otra cosa. Todo se movía a mialrededor.Vomitécuantoconservabamiestómagoyunpoderosoácidoqueguardabaenmi interiordevorómigargantayelprincipiodemiesófago.Mesentíatanmalquenodejédellamaramimadreenvozbajadurantehoras.

Águedanopudohacermuchoporconsolarnos,recostadaenunade las paredes de la bodega intentaba sobrevivir al mareo. Blancacomounaparedencaladaycon lasmanosa la alturadelvientre,noconseguía hablar y sus esfuerzos por sonreír resultaban patéticos y

Page 95: Irina - foruq.com

nadatranquilizadores.Enlabodega,elolorsehizoinsoportable.Pensé que si mi madre, que quería lo mejor para mí, hubiera

sabidodelagalernaseguroquenomehabríadejadoembarcar.Latempestadenelmarfueunverdaderoinfiernoysurecuerdo,

pasadossesentaaños,todavíameestremece.Alolargodemividaheesquivado los barcos tanto como he podido. No siempre lo heconseguido.Oí decir que unmarinero había caído almar durante latormenta, pero no puedo asegurarlo.Algunos de losmiembros de latripulacióndelKooperachi eran chinos, llevaban el pelo recogido enunacoletaysupresencianosamedrentabatodavíamás.Nosmiraban,torcían la cabeza y sonreíanmientras alzaban los pómulos y hacíandesaparecer sus ojos del rostro. Se reían de nosotros, de nuestrosestómagossiemprerevueltosydenuestrascarasdelcolordelaguadelos baldes, también algunos marineros soviéticos lo hacían.AfortunadamenteelmarsetranquilizóalabandonarelMardelNorteyalcanzarelBáltico.

LlegamosalasproximidadesdeLeningrado,laactualciudaddeSanPetersburgo,el3oel4deoctubre,sobrelafechanohayacuerdoen lasmemorias consultadas y yo desde luego no podría asegurarlo.Solorecuerdoquenosdejaronsubiracubiertayquenuestrasropasnoconseguíanprotegernosdel frío.Nosescoltarondosbarcosdeguerrasoviéticosquenosesperabanapocasmillasy,desdeminutosantesdeatracar,pudimosoírlamúsicaquesonabayaenelmuelle.Apretadoscomoenunaconejera,cientosdeniñoscontemplamosimpresionadosla multitud vociferante reunida en el puerto. Los que teníamos unpañueloempezamosa agitarlo enel aire,otros simplementegritabansaludosqueseperdíanenladistancia.Desdeelmuelle,loscientosdepañuelos enmovimiento nos hicieron sentir reconfortados. Por unashorasdejamosdeservíctimasparasentirnoshéroes.

Héroes,hijosdehéroes.Asífuimosrecibidos.Recuerdocancionesdeletrasindescifrables

conacompañamientoinstrumentaldetrompetasytambores,banderassoviéticas por todaspartes, comida en abundancia, rostros sonrientesde desconocidos de piel muy blanca e incluso el abrazo de algunamujerquemesalióalpasoyquemedejó todavíamásamedrentada.¿Y si aquella mujer pensaba que yo era su hija? ¿Y si pretendíallevarme a su casa?No entendía lo queme decía e ignoraba lo quepretendía. Todo era tan festivo y resultaba tan confuso que no sabía

Page 96: Irina - foruq.com

quépensar.Éramosloshijosevacuadosdehombresymujeresheroicos,una

caterva de críos sucios y desarrapados que engullían cuanto podíanporque sus estómagos conservaban memoria del hambre. Hubopalabrasdeacogidaennuestra lenguayvehementesdeseosdepazydevictoriapara losnuestros.Loque los soviéticos entendíanporunbuenrecibimiento.Yasíera.Unaacogidainmejorablequenosarrancóalgunasonrisayreavivólaconfianzaenlaspalabraspronunciadaspornuestros padres y madres en El Musel: «Os tratarán bien. Tendréistodolomejor.Osenseñaránasermejorespersonas».

Hice lo posible por corresponder con un ensayo de sonrisa yentonéLaInternacionaljuntoalosdemás;todosconocíamoslaletra,poralgoéramoshijosdehéroes.Pocodespués,unodelosmaestrossearrancó con un sentido Asturias, patria querida y, de inmediato, loacompañaroncríosyadultos.Lacanción,tanunidaentrelosmíosalaluchaantifascista,arrancólágrimasalosevacuados.Noimportabaquealgunosnofueranasturianos.Tambiénarrancólasmías,aunqueyonolloraba por Asturias, una tierra que apenas había empezado avislumbraryaamar.Ignorabaquelaescenaserepetiríaamenudoenelfuturoalacabarunconciertoinfantil,unaobradeteatroolalecturapúblicadeunrecopilatorioderedaccionesodepoemas.

Santiagocerróelcuadernounosinstantesyrecordóasupadre.Tambiénél,ensimismado y con el pensamientomuy lejos, tarareaba amenudo lamelodíaentredientesmientrasconducíaodejabacorrerlashorashaciendosolitariosconuna baraja de cartas.Nunca se sumó a ninguna partida.No era un hombre detrato fácil. Con el tiempo, Santiago llegó a reconocer el himno asturiano y aidentificar la tonada que repetía su taciturno progenitor. La única que, segúnrecordabaSantiago,habíatraspasadolafortalezadesuslabios.

Recordósumuertepoco tiempoatrás,a los74años.Unprimer ictusqueparalizósupiernaizquierda,desbaratósurostroyleprivódelhabla.Unosmesesdespués,otroaccidentevascularleacarreólamuerte.Fallecióensilencio,comohabíavivido.Santiago,hijoúnicodeaquelhombretanpropensoalsilencioyalamelancolía,nollegóasabersiguardabasecretosquedesaparecieronconélosi, sencillamente, no había nada que contar. Aquel hombre que replicaba a lamenorocasiónconun«Nomehagashablar»seapagósindesvelarapenasnadadesuinfancianidesuadolescencia.

Fuimos conducidos a un alojamiento provisional en el que

Page 97: Irina - foruq.com

permanecimosunassemanashastaqueacabóelacondicionamientodelas Casas de Niños. No recuerdo gran cosa. Solo que por fin pudebañarme, pero las condiciones poco tuvieron que ver con las quellevaba días deseando. Nos llevaron a la «sala higiénica», nosindicaron que debíamos desnudarnos y lo hicimos. Nos duchamoscompletamente desnudas en presencia de las auxiliares que nosacompañaban desde Gijón y de las rusas que nos ayudarían enadelante. No pude dejar de sentir vergüenza. Las chicas mayoresinsistieron en vano en no despojarse ni de las bragas ni de lossujetadores.Los chicosprotestaron con acritud al comprobarque lasmujeres rusas les acompañarían durante la ducha. Las rusas noentendíannada.Algunosinsistieronensunegativa,otrosselimitaronagirarseyobedeceraregañadientes.Finalmentetodosnosduchamosaconciencia mientras las rusas, menos recatadas, se reían de nuestropudor.

Las cuidadoras rusas comprobaron si traíamos sarna, piojos oliendres.Aguedadecíaque revisabannuestro cabellopor si traíamosmiseria. Solo muchos años después he comprendido con ciertaperplejidadconcuantoeufemismobregamosennuestra infancia.Lasrusasraparonmuchascabezastrasintentarexplicarnosquenoquedabaotroremedio.NilamíaniladeAracelipasaronporesesuplicio.Lasniñas sometidas al calvario lloraban sin consuelo al perder coletas ytrenzasy loschicosseresistíancuantopodían.Algunos tuvieronqueserinmovilizadospormaestrosyauxiliares.

Nosdieronacadaunounacajadecarbonatoyuncepilloparalosdientes,unapastilladejabónyropalimpiaparacombatirelfrío.Nosési he señalado que a nuestra llegada a la ciudad, a principios deoctubre, hacía mucho frío, más del que ninguno de nosotros habíasoportado nunca. Las bragas que nos correspondieron recordaban aunoscalzoncillosyningunadenosotrasqueríaponérselas.Divertidaspornuestrascarasdeextrañeza,lasauxiliaresrusasnosenseñaronconlamayor naturalidad que ellas las usaban y acabamos por obedecer.Muchoschicos senegaronenunprincipioaponerse loscalzoncilloslargos,decíanquenoqueríanusarmediascomolasmujeres.

Nuestras pertenencias se quedaron en nuestras atropelladasmaletas, en las bolsas que las chicas habíamos cosido con esepropósito o en hatillos con nuestro nombre.Era un verdadero placervestirropaqueolíabien.Eraextraña,diferente,peronoolíaasudorni

Page 98: Irina - foruq.com

aorinesniamiseria.Desayunamosabundantemente.Recuerdoaquelprimerdesayuno

en Leningrado y todavía siento en el estómago la alegría anticipadaque experimenté al contemplar los cestos a rebosar de pan, losenormes tacos demantequilla y los quesos enteros dispuestos en lasmesas. También nos sirvieron caviar, pero apenas lo probamos.Recuerdo que su aspectome repugnó y que su olorme revolvió lastripas. Araceli lo escupió en el plato. Águeda la reprendióseveramente.

—Tonterías, no, Araceli. Esta gente te está dando todo lo quetiene.

Yasíera.Pero, en realidad, las auxiliares rusas se reían de nosotros.Nos

estabanponiendoaprueba.Yahabíancomprobadoquealosniñosquehabían llegadoenexpedicionesanteriores lesdisgustabaelolory lesasqueabasusaborsalado.

Recuerdo que aquella mañana comí como si se me acabara lavida. Hacía días que no quedaba en paz con mi estómago. InclusoAraceli, queno levantaba cabezadesdeque salimosdeElMusel, sehartódelecheydesopasdepan.

Losmédicossoviéticosnosexaminaronunoporuno.Intentabanenvanoaveriguarcosassobrenuestraestadofísicoenunalenguaquenoshacíasonreír.Hacíanmuecasmientrasseseñalabanelestómago,losojosolacabeza.Algunoschicosseburlabandeellosysenegabanaseratendidospordoctoras rusas.Algunasreaccionaban indignadas.Es justo reconocer que procedíamos de un país cuyas costumbres, aojosdelossoviéticos,erancuriosasypocoavanzadas.Coneltiempo,nos dimos cuenta de que la miseria económica y moral anidaba ennosotrosyquenuestroshábitosnohabíanescapadoaella.Algunosdenosotros llegábamos a mostrar comportamientos mezquinos. De losadultos españoles, casi ninguno hablaba ruso, los que se hacíanentendersiempreandabanocupadoscorriendodeun ladoparaotroeintentandomediarentrelosniñosylaseducadorasrusasoelpersonalsanitario. Disculpaban como podían nuestra descortesía y losnumerosos hurtos de comida. Teníamos tan presente el hambre queeran muchos los que guardaban en sus bolsillos algo de queso, dechocolate o un cuscurro de pan. Águeda chapurreaba el francés yconseguíaentenderse,malquebien,conelpersonaldemásedad.

Page 99: Irina - foruq.com

EnLeningrado,losmédicoscabeceabancuandocomprobabanelestado de nuestros dientes o la extrema delgadez de algunos denosotros. Diagnosticaron algún principio de raquitismo. Apartaron aunoscuantosdel resto.El algúncaso, llegarona separar ahermanosque habían salido juntos desde El Musel. Algunos se resistían,lloraban, se aferrabana lasmanosdelhermanoode lahermanaqueintentabaretenerlos.Araceliarrancóa lloraralveraunaniñaquesenegabaaalejarsede suhermanomayor,unchico larguiruchoymuyflaco, al que acababan de aislar. El chico sollozaba. Ambos habíanestadoconnosotrasenlaQuintaBauer.

Los señaladosno seunieronal restoenelgranpatiode lacasaprovisionalqueocupábamos.Permanecieron inmóviles, silenciososyarrimadosaunapared,vigiladosdecercapor las cuidadorasque loscustodiaban.Algunostosíanollorabansinhacerruido.Atravésdelosenormes ventanales pude comprobar que todos estaban terriblementeasustados.Aquellosdesafortunadosnuncaregresaronjuntoalrestodela expedición; sé—porque lo leí añosmás tarde en susmemorias—que los sanitarios soviéticos aislaron a los niños tuberculosos.Posteriormente fueron enviados a sanatorios en Eupatoria, en lapenínsuladeCrimea,dondemuchosdeellosconsiguieroncurarse.

Norecuerdomuchomásdelosprimerosdías.Soloquepensabaque en cualquier momento nos avisarían para volver a embarcar deregreso a casa y no entendía por qué se tomaban tantasmolestias sinuestraestanciaibaadurarcuatrodías.AsíselorepetíaaAracelicadavezque apuntabauna lágrimao cuandoÁgueda, o cualquierade laseducadoras,sedirigíaanosotras.Noslorepetíamosunosaotrosynopensábamos en otra cosa que no fuera hacer las maletas paraemprender el retorno. Recuerdo pensar continuamente: esta tarde,mañana, la semana que viene amás tardar.No seme pasaba por lacabezalaposibilidadderecibirelnuevoañoentierrasoviética.Estabaconvencidadequelaevacuaciónduraríapoco,unosdías.Mimadrenomentíanunca.Y,aunquenoqueríavolveraponerelpieenunbarco,aguardabalaordenderecuperarmimaletaypartircomoseesperaelaguaenmayo.

MuyprontonosagruparondenuevoynosdestinaronalasCasasdeNiñosquehabíanacondicionadoparanosotros.Noeraunabuenaseñal,peromeresistíaentenderlo.Algunospensaronqueiniciábamoslavueltaacasa,tambiényo,hastaquelacariñosaÁguedamesacóde

Page 100: Irina - foruq.com

mi error con toda la delicadeza de la que fue capaz. Procuró queAraceli y yo permaneciéramos juntas. Nunca se lo agradecimosbastante.Notuvimosoportunidad.

NosllevaronaambasaPushkin,a25quilómetrosdeLeningrado,alaCasadeNiñosnúmero11.

—Esunlugarmuybonito.Osgustará.Escomouncampamentodevacaciones.Estaréisbien.

Recuerdo que sentí un escalofrío. Todavía ahora detesto lapalabra«vacaciones».Enalgonomentía,eraunlugarverdaderamentehermoso.

LasCasasdeNiñosdependíandelComisariadodelPuebloparalaInstrucciónPúblicaylasdecisionesquenosconcerníansetomarondecomúnacuerdoconalgunosdelosmáximosdirigentesdelPCE.Porloque he leído años más tarde, jugaron algún papel en todo ellopersonajestanrelevantescomoDoloresIbarruri,JoséDíazoEnriqueLíster. Al parecer se encargaron de representar los intereses de losniñosevacuadosenelpaísquenosacogía.

Dadanuestracortaedadyel totaldesconocimientode la lenguarusa, nuestra vida estuvo plagada de malentendidos durante muchotiempo. De hecho, tardamos semanas en pronunciar más o menoscorrectamenteelnombredelalocalidadenlaquevivíamos.PoraquelentoncesyonopodíasaberqueelpueblojuntoalqueseencontrabalaCasanúmero11enlaquenosalojaron,yencuyoparqueselevantabala estatua de un hombre sentado en un banco leyendo, llevaba elnombre del escritor que tanto llegaría a admirar años después. ElhombreinmóvilenelbanconoeraotroquemiadmiradoPushkin.

La casa era un gran inmueble que había sido un museo hastanuestra llegada y que habían acondicionado para impartir clases ydisponeralgunosjuegosinfantilesparanosotros.Eneldescansillodela escalera principal, un cuadro enorme con la efigie de Stalin quesosteníasobrelasrodillasaunaniñaderasgosachinadosylaleyenda:«GraciasalcamaradaStalinpornuestrafelizinfancia».

Eledificioestabarodeadodeungranparqueporelquepasabaunrío. Era un parque inmenso, muy hermoso. Más allá se extendíanbosques y praderas infinitas, y escribo infinitas porque, aunque lasrecorrimosmuchasveces,nuncalleguéasaberquéhabíaalotrolado.No acababan nunca. Sin duda hubiera sido un buen lugar, un lugarinmejorable para crecer si miles y miles de quilómetros no nos

Page 101: Irina - foruq.com

hubieran separado de nuestras familias. Durante los primeros mesesquepasamosenPushkinseextendióelrumordequeelresponsabledelos evacuados, Pablo Miaja, había partido hacia México. Tampocoaqueldatoresultabatranquilizador.

LavidaenlaCasanúmero11…

Selevantóconunresoplidoysedirigióalanevera.Necesitabaunacervezaheladaparaproseguirlalecturasinoqueríarendirsealsueñodemediatarde.Alpasarantesuhabitaciónpensóquedebíacambiarlassábanas.Igualhacíadosotresmesesquenolohacía.Dehechonorecordabalaúltimavez.Sedijoquenohabíaprisa,puestoquepasabanochesenterasmalacomodadoenlabutaca,yseconcedió una demora. A través de una fisura en sus convicciones mejorasentadassecolóladesasosegantesensacióndeestarabandonándose.

Cambiaría las sábanas un día de estos, se prometió a sí mismo. Más omenoscuandoseapuntaraaungimnasioosepusieraadieta.

LavidaenlaCasanúmero11estabaperfectamenteplanificadaytutelada por su director y por auxiliares, educadores y profesores deambos sexos y de origen tanto español como soviético. Entre losespañoles,recuerdoaCelso,aBalbina,aOlimpia,aLucía,aAntonio,aEloísay,cómono,aÁguedaMoral.

En general, los hombres y las mujeres rusos eran amables connosotros, los desafortunados hijos de los héroes españolesantifascistas. Las mujeres rusas eran muy afectuosas y a menudoestampaban besos a los niños y las niñas a su cargo. Besos que nosiempre eran bien recibidos. Algunas criaturas incluso lloraban osalían corriendo para no recibir los achuchones de las vehementescuidadoras rusas.Lamayoría retirabande inmediato la humedaddelbeso con la mano y acompañaban su gesto de una mueca derepugnancia.Tambiényo lohiceenmásdeunaocasión.Águedamereprendió por ello y lo hizo con acritud, me dijo que era unadesagradecida.

Hastaentoncessolomispadresmehabíanbesadoyyoaborrecíala cercanía de los labios de una desconocida, era un automatismo.Intenté corregirme, sonreír, quise con todas mis fuerzas ser unapersonamejor.Eraloquemimadreesperabademí.

ElpersonaldelaCasasecompletabaconunpardecocineras,unmédicoyunaenfermera.Lascocineras,dosmujeresquellegabandelpueblo, eran dos hermanas gruesas como barriles y risueñas como

Page 102: Irina - foruq.com

pájaros cantores que intentaron adaptar los platos que servían anuestros extraños gustos culinarios. Tenían buena voluntad, pero nosiemprelolograban.Sinembargo,tantosiloconseguíancomosino,rompían a reír con la mínima excusa, era su manera de salvardistancias.Unadeellasse llamabaEkaterina,pero todos la llamabanporsudiminutivo,Katia,yteníaunasmanosdededoscortosyrollizosy singularmentediestros.A lamínimaocasión te aplastabacontra supechoenunincómodoabrazo.LoschicoshacíanmuecascuandoeranatrapadosporKatia,losmásdescortesesseapartabanenunarranque,dejándoladesairadayconfusa.

EnPushkinrecibimosabrigos,gorros,bufandas,botasdegoma,guantes…Todocuantonecesitábamosacababaporaparecer.Algunosde losevacuados, losmásmayores,quenuncahabíanconocidonadaigual;acabaronporabusardelagenerosidadsoviéticaynohacíanmásque quejarse, reclamaban zapatos nuevos al mínimo desperfecto yempezaronarevenderloquelesdabanparaprocurarsealgúncapricho.

AÁgueda,quemilitabaenelPCEyconfiabaenunmundonuevoymejoralqueaccederíamosatravésdelaeducación,lamortificabanesasexigencias,elpillajeyelcomportamientodescortésdealgunosdenosotros.No dejaba de reprender a los ingratos ni de evidenciar susmalasartes.Algunosacababanporburlarsedeellaantesusojos.Eraentonces cuando fruncía el ceño, bajaba la cabeza, musitaba algunaimprecación y la mujer amable que conocíamos se transformaba enunapersonataciturnaquetardabahorasenvolveraabrir laboca.Enalguna ocasión le asomaron las lágrimas a los ojos y la oímosmurmurar:«Elmalyaestáhecho.Yanohayremedio».Solomuchosañosmástardeentendíaquéserefería.

Auxiliares y educadores españoles ejercían de madres y padressubstitutos, cada uno tenía veinte o treinta niños a su cargo y seocupaban de darnos apoyo, de velar por nuestra salud y por nuestraeducaciónydenopermitirqueolvidásemosnuestrastradiciones.Estoúltimoconstituíaunaverdaderaobsesión.Tambiénellosparecíancreerapiesjuntillasqueelbandorepublicanoacabaríaporganarlaguerraylos evacuados regresaríamos de inmediato a nuestras casas. Bajo sututelarepresentamosobrasdeteatro,zarzuelas,aprendimoscancionesy bailes populares, memorizamos refranes… Eran también losencargadosdealertarsobreposiblesnuevoscasosdetuberculosisydelidiarconlosfrecuentesdesarreglosintestinalesquepadecíamos.Cada

Page 103: Irina - foruq.com

unodenosotrosteníaunacartillaconsunombreyenellaseapuntabasuhistorial.

Deporte,ducha,hacerlascamasydesayunar,asíempezábamoslajornada y, en aquellas ocasiones en las que olvidábamos nuestracondicióndeexpatriados,laverdadesqueresultabainclusodivertido.Posteriormente cada uno, según su nivel, se dirigía al aula a la quehabíasidoasignado.Todaslasclases,aexcepcióndelasdeLenguaeHistoria rusa, se impartían en castellano. Por tratarse de un régimenlaico no recibíamos clases de Religión. Hijos como éramos decomunistas, socialistas y anarquistas, no reclamamos nada.Tampoconadie puso mucho interés en aprender el ruso dado que nuestraestancia en aquella tierra extraña iba a durarmuy poco, unosmesescomomucho,yelesfuerzocarecíadesentido.

Los problemas de comunicación se salvaban a base gestosexagerados,dedibujosoderecurriralfrancésquealgunosmiembrosde la expedición española habían aprendido en la infancia. Muchoseducadorescirculabaneldíaenterolibretitaenmanoparaesbozarundibujoidentificableconcuatrotrazos.

Más allá de la jornada escolar, se organizaron cuadrillas paratrabajar en los huertos que proveían la Casa. Buena parte de lo quellegaba a la mesa procedía de lo que nosotros mismos, bajo lasupervisión de los educadores soviéticos, cultivábamos.Le llamaban«economía auxiliar». También se crearon los círculos: el círculo demúsica, el de danzas populares, el de costura, el de teatro, el dedeportes,eldebillar…

Meuní al círculodepintura, siempremehabíagustadodibujar.Enmicasa,cuandodisponíadealgunoslápices,lohacía.Podíapasarhorasenteras.Mimadredecíaquemedabaun lápizyno teníahija.Araceli, que no tenía buenamano y no conseguía reproducir nada aderechas,seapuntóconmigo.Paramí,eranlasmejoreshorasdeldía.Mimentesetrasladabaamisojosyamisdedosyduranteuntiempoolvidabaqueestabamuylejos,desplazada.

Fue durante una de aquellas clases que tanto apaciguaban miánimocuandounadelaseducadorassoviéticas,unaucranianadeojosmuygrandes,laquedirigíaaquelcírculo,seacercóamíyseñalómisojos casi entornados. Yo intentaba reproducir un cuenco de barrosituado a tres o cuatro metros de distancia. Me alarmé. Araceli memirócomosiyohubierahechoalgomalo.Calinaempezóahablaren

Page 104: Irina - foruq.com

ruso,señalabamisojosobstinadamenteymehacíapreguntasqueyono conseguía entender. Con la ayuda de una auxiliar soviética quechapurreaba mi lengua conseguí comprender que me preguntaba sihabía perdidomis gafas durante la evacuación.Negué.Nunca habíausadolentes.

Al parecer advirtió que entornaba los ojos sin necesidad.Yo lohacíaparaenfocar,mivistanoerabuena.Ellaanotóminombreenunpapel.

Pocos días después otra mujer evaluó mi visión, me hizoreconocerdibujosenuncartel.Erandibujosdeanimalescuyosonidoyodebíaimitarparademostrarquepodíaidentificarlos.Noalcancéadistinguirlos todos.Una semanamás tardemeentregaronunasgafasconmonturadeconchaquemeparecieronespantosas.Dignasdeunaanciana. Me resistí a usarlas durante unos días, aunque Araceliasegurabaqueeranbonitasyquemequedabanbien.

Mentía.Ambaslosabíamos.Lasolvidabaportodaspartesconlaintencióndeperderlas,pero

me obligaban a usarlas durante las clases y en el círculo de pintura.Debo reconocer que con ellas descubrí un mundo diferente, ununiverso de perfiles definidos, de rostros expresivos, de siluetascontorneadas y de paisajes contrastados. También mis pinturasmejoraron.Acabéporacostumbrarmeaellas.Hoymeseríaimposibleescribirestaslíneassinayudademisgafas.

Pocassemanasdespués,enelmesdediciembreyconlallegadadelinvierno,Águedaempezóasentirsemal.Tosía,sellevabalamanoalpechoyseencogíasobresímismacomopararecogerse.Ledolía,era evidente, y andaba siempre cansada, exhausta. Se levantaba algomás tarde que los demás y siempre con unas décimas de fiebre.Notenía humor para nada y recorría salas y corredores muy despacio,comoloharíaunamujermuyvieja,comolohagoyoahora.Cuandosuscompañerosreconocieronlossíntomasnotardaronenaislarla.FueenviadaaCrimea.

Nos despedimos de ella en la enfermería a través del cristal deuna puerta. Nos enviaba besos con la mano y, con un gesto, nosprometíaquenotardaríaenregresar.Teníaunasprofundasojerasyelrostroparecíaeldeunamujermuchomásfrágil.Yanoeralamaestraala que nada amedrentaba. Le costaba respirar y continuamente sehumedecíaloslabiosconlapuntadelalengua.Intentabasonreír.Fue

Page 105: Irina - foruq.com

unodelospeoresdíasquerecuerdo.Novolvimosverla.

Unaseñalsonoraleanuncióqueacababadellegarunmensajeasuteléfonomóvil. Interrumpió la lectura, sepusoenpieybuscóelaparatoqueacabóporlocalizarbajolanovelaabandonadaenelsuelolatardeanterior.

Pudoleer:«Nosvemosmañana.Pasoportucasahacialas20h.O.».Y,aunqueSantiagoprosiguiólalectura,apenaslogróreteneralgodecuanto

Asunción explicaba de la vida cotidiana en la Casa número 11. Hablaba dejuegosydedeportes,delosniñossoviéticos,muchomásdisciplinadosquelosespañoles,conlosqueraramenteconfraternizabanporquenoconseguíanhacerseentender, de los partidos de futbol que disputaban unos contra otros, de lastropelíasdealgunosde losevacuadosydel fríoextremode losalrededoresdeLeningrado.

Sobrevoló las primeras navidades lejos de casa y la entrada de año, lasprimerasvacacionesescolaresen lasque losniñosy lasniñas,conunpañuelorojo al cuello y organizados como pioneros, fueron distribuidos por loscampamentosdeveranodeCrimea.Porcuriosidad,sedetuvounosinstantesenlaslíneasqueAsuncióndedicabaalasnochesblancas.

Cuandoseacercóelsolsticiodeveranolosdíassealargaronynoacababannunca,lossoviéticoslasllaman«nochesblancas».Nohabíamanera de arrastrar a los niños españoles a la cama. Muchos senegabanameterseentrelassábanasdurantelashorasdeluzeinsistíanenesperaraqueoscureciera.Losadultossoviéticossedesesperaban.La verdad es que era una sensación muy extraña. Costaba Dios yayudaconciliarelsueño;queacababaporllegardepuroaburrimiento.Añosmástarde,cuandopasémadrugadasenterasdespiertaovelandoalgúnherido,comprobéque,enLeningrado,talycomoocurreenlasciudades de las latitudes más altas, durante unos días no llegaba aanochecerdeltodo.

SeguíanpáginasypáginasenlasqueAsunciónhablabadeldesánimo,deladecepciónydelaesperaangustiosaeinterminable.

A Santiago le resultaba difícil mantener la atención en la lectura, supensamiento insistíaencentrarseen lapróximavisitade la rubiayenigmáticaOxanayenelucubrarsobresusmisteriosasintenciones.

Page 106: Irina - foruq.com

Deentretodos,soloalgunospárrafossueltosconsiguieroncaptarsuinterés:Durante los primeros meses llegaron a Pushkin cartas desde

Asturias. Araceli y yo escribíamos a casa siempre que nos lopermitían. Ella recibía correspondencia con cierta regularidad. Suhermano mayor, Agustín, el único en la familia que sabía leer yescribir,lehablabadesuhermanaqueyadejabadeserunbebé,desuabueloenfermo,delhambreydelamiseria…LascartasnosllegabanconmuchoretrasoatravésdelaCruzRojaInternacional.NadadecíaAgustín del frente ni de los bombardeos. Siempre acababa con lapromesadevencermuyprontoalfascismo.

Araceli lesrogabaqueembarcaran,quesereunieranconellaenPushkin.Argumentaba que había comida para todos y que el abueloacabaríaporrestablecerse.

Yosolorecibíunacartademimadre.Solouna.Estabafechadaamediados de octubre del 37, poco después de nuestra partida ysemanasantesdequenacieramihermano.MehacíapreguntassobremividaenlaURSS,queríasaberdemisalud,demisamigas,medecíacuántomequeríaycuántomeañorabaymeprometíaque regresaríaprontoasu lado.Nohablabademipadre,nodecíasihabíavueltoacasaosiandabatodavíaluchandocontraelfascismo.

Merogabaquenotardaraenescribir.Lohiceaquellamismatarde.Noséquéfuedeesaúnicacarta.Norecuerdonicómonidónde

laextravié.Avecespiensoquemehubieragustadoconservarlacomounapruebadelaexistenciademispadres,lademostracióntangibledeque en algún momento y en algún lugar alguien había tenido unpensamiento para mí. Durante un tiempo aquellos pocos renglonesdesmañados que ni tan siquiera recordaban a la bella letra de mimadre, obraron el milagro de mantener viva mi esperanza. Peropasaron los meses, los años… Todos, uno detrás de otro. Escribímuchas cartas, todas parecidas. Les pedía unas líneas, pocas,necesitabasaberqueseguíanconvida,queesperabanmiregreso,quepensabanenmí.Tambiényo lessupliquémilvecesquese reunieranconmigo.Norecibíniunanota.Nada.Lleguéaodiaraaquellacriaturaquesehabíaapoderadodetodoelamordemispadres.

Elsilencioacabócontodo.Acabóconmigo.Dicenquelaesperanzaesloúltimoquesepierde.Noesdeltodocierto.Generalmentelavidaduramás.

Page 107: Irina - foruq.com

Muchomás.

Santiagoabandonólalecturaysepusoenpie.Necesitabaestirarlaspiernasyseacercóalbalcóndesdeelquepodíaverdeclinarelsoldemediatarde.Enelotroextremodelaplaza,justoenelumbraldelsúper,Nezhasosteníaelmóviljunto a su oreja y reía. Había cierta coquetería en su gesto. Era una jovenencantadora y Santiago, al resguardo de los postigos, la contempló unosinstantes. Justo hasta que unamujer entró en el local y la chica se apresuró ainterrumpirlaconversaciónyaseguirlahaciaelinterior.

Deseósercapazdehacerreíraunamujerdeaquellamanera.Nuncahabíasidohábileneltrato.Erasarcástico,casivitriólicoypropensoalpesimismo.Susentidodelhumoreracomounpuñaldesenfundadoynosiempreleayudabaahaceramigos.Casinunca.Andrea,unamujeramable,asegurabaquesusentidodelhumoreramuyespecial,parainiciadosconredaños.

—Vamos, que no tienes puta gracia—le aseguró justo antes de largarsecuandoaparcólasformasjustoalladodelosplanesdefuturoquehabíaprevistoparaambos.

Hacerreíraunamujerestabamásalládesusposibilidades.Buscó otra cerveza, la destapó y tras el primer sorbo, que siempre era el

mejordetodos,dejóvagarelpensamiento,queregresóaOxanayserecreóenelazuldesusojosyenlaperfectacurvaturadesuslabios.Decidióbajaralacalleypasearparadespejarse.Otracervezasería fatal.Necesitabaairear lamenteyestirarlaspiernasantesdeproseguirlalectura.Algoensuinteriorlepedíaquese mantuviese en forma. Dos vueltas a la manzana serían suficientes, no erahombredecometerexcesos.

Seacercabaelcrepúsculo,unabuenahora.Unmomentoentredosestadosopuestos:laluzylaoscuridad.AsísesentíaSantiagoamenudo,braceandoentredosaguas.Noseríaaquellauna«nocheblanca»como lasqueAsunciónhabíaconocido.

Alponerenpieenlacalley,sinpretenderlo,buscóaOxanaconlamirada.Novioenlasproximidadessusiluetaesbeltanisumelenaairosa.

Quizásdeberíaempezarapreocuparse.

Page 108: Irina - foruq.com

CAPÍTULO15

BARCELONA,ABRIL2016

Loqueibaaserunbrevegarbeoseprolongómásdeunahora.Sinhaberloprevistoyconlapreocupantesospechadeandarpersiguiendoentrelospaseantesaunadesconocidarusadepielmuyblanca,Santiagoseacercóaunparqueysesentóenunbancofrenteaunimprovisadocampodefutbol.NirastrodeOxanaenlosalrededores.Nosabíasialegrarseolamentarlo.Estabahechounlío.

Un puñado de críos cubiertos de polvo pateaba un balón entre gritos yempellones y en el banco cercano una joven de piel cobriza atendía laconversacióndeunaancianaancladajuntoaellaenunasilladeruedas.Parecíatenerelpensamientoenotraparte,quizásamilesdequilómetrosdeaquelbancodemaderaenunparquedebarrio.

Nuncaen todasuvidasehabíasentido tanconfusocomoloestabadesdequeOxanahabíaaparecidoensuvidaparainvitarlealeerunviejocuadernodetapasnegras.Ignorabaquépretendía,perosospechabaquenoconseguiríaestaralaalturadesusexpectativas.Estabaacostumbradoaminimizarlosproblemas,arestarlesimportanciayaaparcarlaspreocupacionesenalgúnremotorincóndelamente.Delconscientealinconscienteenunabrirycerrardeojos.EsaeraotracostumbrequeAndreanosoportaba:ladedejardiscurrirlavidasinimplicarsedemasiado, esquivando las complicaciones, sorteando cualquier posiblequebraderodecabeza.

Nosereconocíaasímismocavilandodurantehorassinavanzarenningúnsentido,sinsuperarelbuclementalqueledesquiciaba.

Cuandoloscríos,espoleadosporsusmadres,empezaronaretirarseysobreel parque apuntaba ya la noche, decidió abandonar el banco e incorporarse alcamino de tierra para regresar a casa. Lo hizo sin pensar y en el peor de losmomentos: un ciclista estuvo a punto de arrollarlo. De hecho, el manillar legolpeólacinturayelcododelciclistaseleclavóalaalturadelhígado.Eljoven,queusabaunacamisetafosforescentedeunverdemáspropiodeunapesadillainducida por algún ácido y un casco de la misma tonalidad, mantuvo condificultadelequilibrioysevioobligadoaponerunpieenelsuelo.

Page 109: Irina - foruq.com

—¿Esquenomehasvisto,gilipollas?—leincrepó.Larespuestaerano.Resultabaevidentequesi lohubieravistonohubiera

interferidosutrayectoria.Noconsiderónecesarioexplicitarlo.—¿Eresidiota,oqué?Masculló una disculpa que el ciclista no pudo oír. Salir al paso de una

bicicleta en un parque dejaba bastante que desear como forma de suicidio.Santiago se abstuvode responder con el corazónpercutiendo a toda pastilla yreordenandoaduraspenaselpensamientoparasobreponersealsusto.Quizássíqueeraunidiota,peroelsarcasmonoeraunaprioridadenaquelmomento.Soloun vicio, un mal vicio. Estaba demasiado ocupado intentando recuperar lacadencia de sus constantes vitales y aparentando que el incidente carecía deimportanciadecara a lagalería.Que la chicaqueescuchabapacientemente elparloteodelaancianamientrasmanipulabasumóvilsehubieraacercadoaltroteparainteresarseporél,losujetaraporelantebrazoeinsistieraenacompañarlodenuevoalbancohastaquese recuperaradel sustoeraunaprueba fehacientedequenolohabíaconseguido.

Plantado en mitad del carril-bici con las piernas abiertas y todavíatemblorosassemantuvofirmeynegóconlacabeza.

—Estoybien,gracias.Solohasidoelsusto—aseguróconunahebradevozyelrostrosinasomodecolor.

Porunmomentopensóqueelciclistairascibledelosbrazosenjarrasylamirada en llamas arrojaría la bicicleta al suelo y se acercaría para pasar a lasmanos. Valoró la posibilidad de echar a correr. No lo hizo, no podía poner apruebaunaspiernasqueapenaslesostenían.Afortunadamente,elhombreairadose ajustó el casco que parecía emitir luz propia, sujetó el manillar y se alejópedaleando. La chica se retiró poco después reclamada por la anciana que noacababadeentenderloquehabíasucedido.

Santiagoseapresuróendirecciónalasalidadelparque.Comparadoconelatropello al que acababa de sobrevivir, el desconcertante cuaderno de tapasnegraseraunreductodeseguridad.CuandopasófrentealsúpercomprobóqueNezhayahabíasidosustituidaporeljovensigilosodelacamisaextralargaylospiesenchancletasquenoapartabalamiradadelapantalladelordenador.

De nuevo en su casa y al resguardo de cualquier mirada de reprobaciónabrióunalatadeatún,sacódelabolsaunparderebanadasdepandemoldeyacompañó la cena conuna cervezamuy fría frente al televisor.Ni unanoticiabuena ni el más leve signo de mejora en el panorama internacional. En ladistanciacortaelasuntotampocoprometía.Elmundoenteroibademalenpeor.Leasqueaba.Decapitacionescolectivasretransmitidasparcialmente,inmigrantes

Page 110: Irina - foruq.com

naufragando a pocas millas de las costas europeas, desahucios, mujeresmuriendo a manos de sus parejas… Un disparate pavoroso. No tardó enagobiarseyapagarelaparatomascullandoimprecaciones.

Reanudóla lecturadelcuadernode tapasnegrassobrevolandolaspáginasreferidas al día a día en la Casa de Niños. Sentía escaso interés por la vidacotidianadelosevacuados.QueríaconcluirantesdequeOxanaaparecierahorasdespués.

Estábamosallídepaso, laUniónSoviéticanosacogíade formaprovisional a la espera de un inminente regreso a casa. Y, aunquenuestra estancia duraba ya muchos meses y no tenía una fecha decaducidadconcreta,asíseconsiderabatodavíaenel39.Encualquiermomento emprenderíamos el camino de vuelta. Siempre andábamospensando en regresar lo antes posible, siempre reverdeciendomentalmente el plazo, siempre subscribiendo nuevas dosis deconfianza. Incluso aquellos que mejor se habían adaptado, los queaparentemente no sentían añoranza de los suyos, hablaban de unregresoquenopodíademorarsemuchomás.

Los soviéticos no conseguían entender nuestras ganas de partir,como tampoco lograban comprender los frecuentes actos deindisciplinadealgunascriaturasosupicardíarayanaenlainfracciónyen la deslealtad.Tampoco lo entendían las pocasniñas rusas con lasque tuvimos algún trato durante los primeros años. Rina, una niñagrandota,depiellechosayojosrasgados,yLiuba,suhermanamenor,deparecidapielypómuloselevados;nosmirabansincomprenderporqué no deseábamos quedarnos en Pushkin. Aquel era un lugarespléndidoenelquenonosfaltabadenaday,sinembargo,insistíamosen regresar lo antes posible a nuestro país, en el que la guerracontinuabaynohabíamásquemiseria.Creíanqueestábamoslocas.

Habíadíasque iniciábamos la jornadacomentando la evoluciónde la guerra en España. Nos explicaban las victorias republicanas ypasaban por alto las del bando nacional. En un mapa de Españaseñalábamosconbanderitaslalíneadelfrente.Encontradeloquenosdecían para no desanimarnos, la zona republicana era cada vezmáspequeña,apenasunasmanchas.Noticiascomola tomadeTeruelnosalegraronduranteunosdías.

Recuerdo el día, a principios de abril de 1939, que llegó aLeningrado la desoladora noticia de que el ejército nacional habíaderrotado definitivamente al republicano. Aquel día retiraron las

Page 111: Irina - foruq.com

banderitas. Todo había acabado. El año anterior habíamos celebradocon toda la pompa el 14 de abril. Hubo baile, música, discursos deespañoles y soviéticos y algún plato especial en lamesa…En el 39nadieencontróunmotivoparalacelebración.

Yaunqueentoncesno lleguéaentender laverdaderadimensióndeladerrota,aquelfueeldíamástristeenmuchotiempo.Faltabamuypocoparamidécimocumpleaños.

Hubo llanto, desesperación y preocupación de los desplazadospor sus familiares y amigos, todos ellos anarquistas, socialistas,comunistas, sindicalistas o republicanos que se habían quedado enEspaña y cuya suerte no podía ser buena. Los soviéticos intentabaninútilmente consolar a sus compañeros. Era un imposible.Maestras,educadoras, auxiliares… todas andaban el día entero con el rostrosombríoyarrasadoporlaslágrimas.Muchasdeellastardaronsemanasenrecuperarelánimo.Duranteunosdíasquedaroninterrumpidos losjuegosyloscírculosdehabilidadesfuncionaronamediogas.

Araceliregresóasumutismo.Notuvimosmásremedioquecomprenderqueelañoymedioque

llevábamosentierrasoviéticaseprolongaríatodavíamás.Muchomás.Que tardaríamos en utilizar las maletas que nos había facilitado elgobierno soviético a nuestra llegada y que permanecían siempre anuestroalcanceporsielanheladoregresosehacíarealidad.

Apartirdeentonceslosmaestrosquehabíanempezadoaestudiarla lengua rusa con cierta desgana se emplearon a fondo, tambiénalgunosdelosalumnosdemásedad.

También yo lloré cuando desaparecieron las banderitas y, trasellas, el mapa. No había recibido más noticias de casa, casi habíadejadodeesperarlas.Soloaquellacartadel37enlaquemimadreseinteresabapormividacomodesplazada.Lacomunicacióneradifícil,la correspondencia resultaba comprometida, pero la gente se lasingeniaba para hacer llegar algunas líneas a sus familiares que estosrecibían meses después. Algunos desplazados recibían cartas quellegabanpreviopasoporFranciaoMéxico.Seenviabanamenudoatravés de emisarios. Era bien sabido que un hijo en la URSS podíasignificarlaperdicióndesuspadres.

Yoestabaconvencidadequeyamehabíanolvidado,dequemihermano o mi hermana había usurpado el lugar que me habíapertenecidoenmicasayenelcorazóndemispadres.Sentíacadavez

Page 112: Irina - foruq.com

mayorresentimiento.

Leyó sin demasiada atención los párrafos dedicados a la alimentación yreparóenelhechodeque lossoviéticoshervíanelaguaantesdebebérsela, loque provocaba el rechazo de los niños españoles, que se quejaban de quesiempreestabacaliente.Sobrevolólaepidemiadeescarlatina,lasclasesdetiroimpartidas contra los retratos deHitler yMusolinni y la sorpresa de los niñosespañolesalcomprobarquelasmujeresrusasnosoloselicenciabanenMedicinao en Arquitectura; también conducían camiones y gobernaban autocares ytractores.

No pudo evitar una sonrisa. Tenía colegas en la inmobiliaria que todavíadesconfiabandel edificio confiadoal talentodeunamujer.Aveces, el tiempoparecíahabersedetenidomuyatrás.

No le interesaron los viajes escolares a Moscú con objeto de visitar elcadáverembalsamadodeLeninolacatedraldeSanBasilionilasvacacionesenloscampamentosdepionerosdeLugaoSiberskaya.TambiénpasóporaltolasimpresionesdeAsunciónalviajarenelmetrodelacapitalduranteunviajeconelquesepremióaaquellosqueobteníanlasmejoresnotas.Leyóporencimalaslíneasquededicabaa los trineosdemaderaa losquenoconseguíaaficionarseporqueleparecíanpeligrosos,alaspistasdepatinajesobreloslagosheladosyalasvisitasalosmuseosquetantolaimpresionaron.

Stalin se opuso a devolver a los niños evacuados a unaEspañafranquista,asegurabaquenopodíatraicionarasílaconfianzadeunoshéroes. Tampoco los dirigentes comunistas exiliados en la URSSapoyaban nuestro retorno. Por lo que pude saber después, lasautoridades franquistas se referían a nosotros como «los amigos delcomunismo».Noshabíamosconvertidoenproscritos.

Yo me moría de ganas de regresar, necesitaba averiguar lasrazones de un silencio que no conseguía comprender. Araceliatravesabaunsinvivir.Ignorábamosquelopeorestabaporllegar.

El 22 de junio de 1941, Molotov, el ministro de AsuntosExteriores,sedirigióporradioalosciudadanosdelaUniónSoviéticaparaanunciarquelastropasalemanas—elfascismotraidor—habíanpenetradoenterritorioruso:«Hoyalascuatrodelamañana,lastropasalemanas han atacado nuestro país sin ningún tipo de reclamaciónprevia a la Unión Soviética y sin declaración de guerra, lanzándosesobremuchos puntos de nuestras fronteras y bombardeando con susaviones nuestras ciudades», decía el comunicado dirigido a los

Page 113: Irina - foruq.com

perplejosciudadanossoviéticos.Ninguno de nosotros, ni adultos ni niños, podía imaginar el

terrible alcance de sus palabras. Acababa de iniciarse la OperaciónBarbarrojaylopeorestabaporvenir,peronopodíamossaberlo.Nadiepodíasaberlo.EnlaURSShabíaestalladolaGranGuerraPatriaqueduraríacuatrolargosaños.

Casidossemanasdespués,el3dejulio,fueStalinelqueenvióunmensaje a la población con su poderoso acento georgiano y la vozapagada. Por aquel entonces, habíamos aprendido a distinguir lasvariantes del ruso más marcadas y a comprender lo esencial. Suspalabrasfuerondesalentadoras.Stalinadmitióque,pocosdíasdespuésdel inicio de la guerra, las pérdidas eran ya considerables y que losejércitos del Reich se habían apoderado de Lituania, Letonia,Bielorrusia occidental y gran parte del oeste deUcrania.Un avanceimparable,undesastredeproporcionescatastróficas.

Recuerdosuspalabrasyrecuerdoelmiedoquesentíaloírlasdelabiosdeaquelhombredebigoteimponenteque,talycomorezabaelcuadro que presidía la entrada a la Casa de Niños número 11,procurabahacerfeliznuestrainfancia:

«Nuestropaíscorregravepeligro».Yen aquellosdíasdel veranode1941 sehizo evidenteque los

nazisavanzabanagranvelocidadhacialasprincipalesciudadesrusas.Las noticias eran alarmantes. Una de aquellas ciudades que losalemanes se proponían ocupar era Leningrado, situada en la RusiaeuropeaymuycercanaalasRepúblicasBálticasqueyahabíancaídoenpoderdelosalemanes.Elmiedoseapoderódelapoblación.

Pocas semanasmás tarde empezaba el sitio deLeningrado.Lastropasalemanascercabanlaciudad,llegóelhambreyelfrío,llegaronlasbombas,cundióladesolación,sepropagóeltifus…

Algunosde losniñosmayoresalbergadosen laCasanúmero11quisieron apuntarse voluntarios para combatir al fascismo. Losresponsables no lo permitieron, ni tan siquiera consideraron laposibilidad.Duranteunosdíaspermanecieronenfurruñadosysoltandoimproperios por los rincones. Rezongaban hostiles, profundamentedolidosensuamorpropio.Eranhombresyqueríanserhéroes,comosus padres, como sus hermanos. Uno de ellos llegó a decir con lajactancia que solo se espera del joven o del ignorante: «Si despuéspierdenlaguerra,quenosequejen».

Page 114: Irina - foruq.com

Recuerdoquemehizoreír.Algunosasintieron.Asídeignoranteséramostodos.Asídejóvenes.

Tambiénalgunasdelaschicasquehabíancumplidolostreceoloscatorce años se ofrecieronpara ayudar a las enfermeras en el frente.Tampoco ellas fueron aceptadas. Sí lo fueron los chicos y las chicasmayores,aquellosquealcumplirlosquinceañoshabíanpasadoalasCasas de Jóvenes y habían iniciado sus estudios de Bachiller paraaccederdespuésa launiversidado losqueacudíana las escuelasdeartesyoficios.Enunprincipio se les impidióalistarse enel ejércitoregular,peroselespermitióenrolarsecomoguerrilleros,formarpartedelejércitodelosbosques,laresistencia.Mástarde,cuandolasbajasen el frente oriental se contaban ya pormiles, losmandosmilitaresolvidaron sus reparos: los que así lo deseaban se incorporaron alejército.

Muchos murieron meses más tarde en el frente o en algunaemboscadaluchandoporlacausaquehabíanheredadodesuspadres:combatir el fascismo. También fallecieron algunas de las chicas queparticiparoncomoauxiliaressanitarias.

DesaparecierondelaCasadeNiñosmuchosdeloseducadoresyde los auxiliares, tanto españoles como soviéticos. Quedaron muypocos.Cuandolosalemanesalcanzaronlasproximidades,enPushkin,comoenlavecinaLeningrado,empezóaescasearlacomida,laleña,las medicinas… El invierno del 41 fue atroz, se alcanzaron los 40grados bajo cero y la gente empezó a morir de hambre, de frío, deescorbuto…Losquenopodíanenterraralossuyoslosarrastrabanentrineoshastaelmontóndenievemáscercano.Elsepultureropedíaunahogaza de pan además del dinero acostumbrado. No todo el mundopodía permitírselo. Si el que moría era uno de los nuestrosrenunciábamosanuestropan.

EnlaCasadeNiños,larutinaquedófatalmentealterada,muchasde lasclasesdejaronde impartirsey loscírculosdesaparecieronparadejarpasoa tareasqueproporcionasenalgodedineroparaabastecertantasbocas.Desayunábamoshojasdepinoamargococidas,algodetéy,consuerte,algodepanqueavecesincorporabaunpocodeserrín.No había leña ni carbón, dormíamos de dos en dos sobre lascolchonetasynosabrigábamosconlasobrante.

Los supervivientes del sitio, dicen en sus memorias quedesaparecierontodoslosanimalesdeLeningrado,incluidaslasratas,y

Page 115: Irina - foruq.com

quese llegóapracticarelcanibalismo.Nuestrascondicionesnoeranpeores que las de los soviéticos amenazados por el avance alemán.Algunosniñosrusos,cuyospadresparticipabanenladefensadelpaísohabíanenfermadopensabandenosotrosqueéramosafortunados.Ynolesfaltabarazón.Durantelanoche,Araceliseabrazabaamíyyopodíanotarcómotemblaba.Sehabíaconvertidoenmihermanamenorapesardequeambas teníamos lamismaedad,habíamosnacidoconunassemanasdediferencia.Yoenabril,ellaafinalesdemayo.

Aracelifuelaprimeraenmenstruar.Noleresultófácilmantenerla compostura al ver la sangre.Por suerte las educadorasnoshabíanexplicado en qué consistía y sabíamos que no era grave y que nollegaríamosadesangrarnos.Tambiénambas,cadaunaensumomento,echamosenfaltaanuestramadreparaasegurarnosqueaquellamancharojaennuestrasbragaseraunsignodemadurezynadateníaqueverconunaenfermedadgraveniconlamuerteporhemorragia.Fuiyolaquepronunciópalabrasparecidas.Penséenloquemehabríadichomimadre. Araceli siguió siendo mi hermana menor hasta que nosseparamospocosañosdespués.

La bella ciudad de Pushkin, muy cercana a Leningrado, quedótambiénsitiadaporlastropasalemanas.Sushabitantes,comolosdelaciudad mayor, sufrieron un interminable asedio cuyo propósito eravencersuheroicaresistencia.

Cuandoafinalesde1941secongelóellagoLadoga,únicapuertadeentradaposibledesuministros,seabrióparatodoselcaminodelavidayllegaronvíveres,armas,medicinas…LasituaciónenlaCasadeNiñosmejoróunpocoyenlamesaaparecióelpan,algodetocinoyhuevos. Las sopas empezaron a tener algomás que hojas de pino ypudimos conjurar el hambre por un tiempo. Para ser justa deboafirmar,porqueasímeconsta,queelrestodeloshabitantesdePushkinno vivía mejor que nosotros. Nos daban cuanto podían y siguieronhaciéndolo hasta que meses más tarde se inició la desbandada, elsálvesequienpueda.

Algunos pupilos de las Casas de Jóvenes volvieron paraayudarnos.Cortabanleña,arabanloscamposylaschicasayudabanacuidardelosmáspequeños.

Poraquelentoncesyointentabadejardepensarenmicasa,yanoesperaba cartasnimensajes.Habían transcurridomásde cuatro añosdesilencioyllevabamesesesforzándomepornorecordar.Empezabaa

Page 116: Irina - foruq.com

conseguirloymesentíaorgullosademímisma.Intentéfortalecerme,volvermedura,comoprotegidaporuncaparazón.Simispadresnomenecesitaban,sinoseacordabandemí,yolesdemostraríaquetambiénera capaz de olvidarles. Cabía la posibilidad de que mi padre o mimadre hubieran muerto o de que estuvieran presos. Otros chicoshabían recibido noticias parecidas. Me resistía a pensar en ello.Cuandomesentíamásfrágil,cuandomásmedolíanladistanciayelolvido,soloentoncespensabaenlopeor.Paralaniñadedoceañosqueerayo,pensarenlaprisión,laenfermedadolamuerteviolentademispadrescasieraunalivio.Mereconfortaba.

Quizás,sialguienleeestaspáginasalgunavez,creaquefuicruel,mezquina,unalmamiserable. ¡Cómopuedealguiendesear lamuertede sus propios padres!Nadamás lejos. Solo tenía doce años, estabaasustada, resentida y completamente sola a miles de kilómetros dedistancia.

—¿Cómovanallegarmelascartasdecasa?—preguntabaAraceliaLucinda,unadelasmaestrasespañolashacialaquesentíamosciertoapego.Nohabíarespuestaniparaellaniparanadie.

Con la cercanía de la primavera, la nieve—que en Pushkin seacumulaba por todas partes— empezó a fundirse y, comoconsecuencia, comenzaron a aflorar los primeros cadáveres que nohabíanrecibidosepulturay,conellos, losprimeroscasosdecólerayde tifus.Laalarmaseextendiópor toda laciudadyalcanzóhastaelúltimo rincón. Los responsables soviéticos de la Casa número 11apenas nos permitían poner el pie en la calle. Ya no solo eran lasbombas, que podíamos escuchar cada vez más a menudo, tambiéncundióel temoralcontagio, sepropagaronelpillajey la rapiñaysematerializó el intercambio de favores… Se rumoreaba que algunoshombres soviéticos pagaban con pan o con tocino a algunas chicasespañolas a cambio de sexo furtivo. Espero que nadie se atreva ajuzgarlas.¿Quénoharíamosporconservarlavida?

Muchos de los chicos, los más atrevidos, organizabanexpediciones a las casas y a las tiendas cercanas y robaban cuantopodían.Algunoperdiólavidaalenfrentarseaunpropietarioiracundo.Pudimos comprobar cómo algunos de los que tan bien nos habíanacogidoañosatrás,hartosdeprivaciones,recelabanahoradenosotros,los hijos de los héroes. El país entero se había llenado de héroesfamélicos,mutiladosymuertos.

Page 117: Irina - foruq.com

En marzo de 1942 nos ordenaron que recogiéramos nuestrascosasyqueseparáramossololoimprescindible.Yasílohicimos.Sinpreguntas.AbandonábamosPuskinynostrasladábamosaLeningradoesperandopoderburlarelcercoalemán.Unasedioqueduró900días(872exactamentesegúnlascrónicas)yquesesaldóconcasiunmillóndemuertos.

Unverdaderoinfierno.En Leningrado los bombardeos eran pavorosos. Las bombas

incendiariascaíanpor todaspartes.Loschicosychicasmayores, losqueestabanapuntodeentrarenlaCasadeJóvenes,montabanguardiaen azoteas y desvanes. Las bombas caían y girabanmuy deprisa deformaqueel roceacababaprovocandouna llama.Losmásatrevidoslasrecogíanconunagranpalametálicaylaslanzabanaunbaldeconaguaoconarena.Paraalgunosseconvirtiócasienunjuego.Eranloscazadores de bombas. No había mejor manera de evitar un nuevoincendio. Todos, a excepción de los más pequeños, pasamos a serobreros.Araceliyyoayudamosadesmantelarunafábricatextil.

Nochesdespués,subimosaunautobúsparaserevacuados.Eraelmismoepisodioquehabíamosvividoenel37conelagravantedequeenestaocasióndebíamosatravesarelLadoga,cuyodeshielosehabíainiciado pocos días atrás. Era arriesgado, muy arriesgado, pero nohabía otro remedio. Pushkin y Leningrado se habían convertido entrampasmortales,engigantescastumbascolectivas.

—¿Cómo van a llegarme las cartas de casa? ¿Cómo sabrán adónde enviarlas? —insistía Araceli mientras dejábamos atrás laciudad.Hablabaporhablar,habíadejadodeesperarunarespuesta.

Lucindanosacompañóduranteeltrayectoasegurándonosquenopodía pasarnos nada, que el hielo resistiría. Parecía tranquila y noshablaba en susurros, como si fuera nuestra confidente. O nuestraamiga. Era la hermana mayor de Herminia, una de las chicas quehabíansidoenviadasaCrimeadurantelaprimerarevisiónmédica,ysemaldecíaasímismaporhaberpedidoquelaenviaranaPushkinmesesdespués,cuandoserestableció.ElhambreyelfríopasabanfacturaaHerminia,queteníaunaconstituciónenfermiza.Surostrodemacradoeratodoojosydientes.Lucindaseculpabaporellodesdequeempezólaguerra.

El resto de nuestros acompañantes, especialmente los soviéticosque tenían constancia de accidentesmortales en el Ladoga, parecían

Page 118: Irina - foruq.com

horrorizados,sabíanqueelhielopodíaabrirseencualquiermomentobajoelpesodeunautobúscargadohasta los topes.Algunasmujeresgritaban a la menor sacudida y eran muchos los que mascullabanalgunaplegariaosepersignabanmientraspermanecíanbienatentosacualquier ruido que señalara que el hielo se resquebrajaba bajo lasruedasdelvehículo.

Araceli me clavó la mano en el brazo, pero no importaban loscardenalesqueapareceríanaldíasiguiente,solosalirdeallíconvida.Yo,tiesacomoelpalodeunaescoba,mesobrecogíaacadachasquidoy no podía evitar cerrar los ojos y contraer cada músculo al menorruido.

Sinsabercómo,nimuchomenosporqué,mevinoalamemoriauna oración que le había oído musitar a mi madre, la única querecordaba. Ella, más o menos creyente por la formación que habíarecibido,nuncamelahizorepetirpornocontrariaramipadre.Yo,quenohabíaaprendidoarezar,larecordéenaquelmomentoylarepetíenun susurro muchas veces durante aquella noche. Decenas de veces.Todavíaintentocomprenderporquélohice.

Jesusitodemivida,dueñodemicorazónperdónamemispecados,túbiensabeslosqueson,simemueroenestedíasírvamedeconfesión,paraenestemundopazyenelotro,salvación.

Milagrosamente alcanzamos la otra orilla sin ningún percance,solounpardelosmáspequeños,quesehabíanorinadodepuromiedo,gimoteabanavergonzados.Meacerquéylesrepetímuchasvecesqueaquellono tenía lamenor importancia,nocuandoestabaen juego lavida. Les aseguré que incluso los más valientes tenían miedo. Sefrotaron los ojos con las mangas y poco a poco dejaron de llorar.Seguía ejerciendo de hermana mayor. De madrugada dejamos atrásLeningradoenuntrennocturnodecarga.

«Hay personas a las que la historia les había jodido bien la vida», pensó

Page 119: Irina - foruq.com

Santiago. Infancia, adolescencia, primera juventud… Una cabronada. Sinpercatarsedeellocabeceócomosilolamentaraanteuninterlocutorimaginarioenelcursodeunaconversación.Entansolounosmeseshabíaadquiridohábitosde personas que llevan viviendo solas mucho tiempo. En ocasiones se leescapaba una sonrisa, un breve comentario o una mueca de aprobación o dedesagrado.Todoelloquedabasuspendidoenelaire,destinadoalmundoenteroen general y a nadie en particular.Hacíameses que vivía solo y que no teníaningún interlocutor a tiro. De haber reparado en ello lo habría consideradopatético.

Comprobó que apenas quedaban unas veinte hojas del cuaderno deAsunción, todas ellas cubiertas por su letra ordenada y pulcra. El resto de laspáginashabíadesaparecido.Alguien,quizáslamismaautora,habíacensuradosucontenidoyhabíaarrancadolaspáginas«comprometedoras».Unalástima,perotambiénunacicate.Unestímuloañadidoalevidente interésdel textosi, comoafirmaba Oxana, este había sido escrito por su tía, la desconocida hermanamayordesupadre.Podíaabandonarlalecturayacabarmañanamuchoantesdelahoraalaqueesperabarecibirlavisitadelabelladesconocida.

Laverdadesque,a juiciodeSantiago, laspalabrasdeAsunciónparecíanreales, de una autenticidad conmovedora. También su documentación, elintervalo temporal en el que transcurrió su vida, sus circunstancias y,evidentemente, sus apellidos al nacer,CadaviecoMaron. Se sentía inclinado acreer en las palabras de Oxana, cuya proximidad había conseguido alterar laesponjademarqueSantiagoteníapormateriagris.Almenosasí loasegurabaAndrea,suex,queafirmabaqueloabsorbíatodosinofrecernadaacambio.Unaesponja, un vampiro…Una esponja-vampiro…Como en un cómic de últimageneración,sedijo,ydenuevocabeceóysonrióparanadie.

Se puso en pie y se acercó al balcón. La temperatura había bajado y unescalofríorecorriósuespaldacomosiunalagartijaalacarreralaatravesaradearriba abajo.Laposibilidadde tener un ser vivo entre sus omoplatos le causóascoynopudoevitarsacudirsecomoparaexpulsardeallíalmalditoanimal.Unobservadorapostadoenunbalcóndetectaríaensuconductasignosevidentesdetrastornomental,pensó.

Noimportaba.Apocosmetros,elprimodeNezha,conelmóvilbienarrimadoalaorejay

apoyado en el umbral, aguardaba a los compradores de última hora, los queregresaban de la universidad o del trabajo. A los pobres infelices que,derrengados, arrastrabanel almahasta sucasademasiado tardeparacasi todo.Sucamisalargayblancadestacabaenlanocheyacerrada,tambiénlosretazos

Page 120: Irina - foruq.com

visiblesdelaspalmasdesusmanos.Porunavez, recordódejarelmóvilcargandoantesdeacostarse.Teníaun

buenmotivo.Oxanapodíaintentarcomunicarseconél.Sehabíacomprometidoallamarsiunimprevistoalterabasusplanes.SantiagonopodíaniimaginarenquétipodeimprevistopodíapensarOxana.

Page 121: Irina - foruq.com

CAPÍTULO16

BARCELONA,ABRIL2016

LealegrósaberqueRosa teníavisitamédicayque llegaríaaldespachoamedia mañana, tal y cómo le recordó Susana, la joven y extrovertidarecepcionistadelasonrisaindelebleyuñascolorturquesa,mientrassellevabaalabocalabotelladeaguade laquenuncaseseparaba.AojosdeSantiagoeracomouncamellohaciendoaprovisionamiento.

—Estaráaquíaesodelasdiezymediaolasonce.¿Noteacuerdasquelodijoayerantesdesalir?

Y Santiago, que no lo recordaba, cabeceó en señal de asentimiento.Acababadeprocesar la información.LaausenciadeRosaequivalíaaunbuenratodelibertaddemovimientos.Elinformequedebíaelaborarnopodíasermásinútil, tampoco más tedioso. Un puro trámite. Rellenar casillas cuyos datosobraban en su poder. La decisión de no emprender la compra del local encuestión, de grandes dimensiones y ubicación inconveniente, ya había sidotomada, pero acostumbraban a archivar la argumentación para afrontar futurasreclamaciones.ConRosaausenteduranteunpardehorasy sin testigosen lasproximidades decidió dedicar un rato a avanzar en la lectura. Más tarderemataríaelinformeenunmomento.

Abrióel cuadernode tapasnegras justo al ladodel tecladodelordenadortomandolaprecaucióndeteneramanoelpapeleoenelquesesuponíaquedebíacentrarsuatención.Encasodeunavisitainesperadasiemprepodríaocultarloysimularqueconsultabaalgúndato.

Enel centrodecadavagónunaestufametálicapermitía resistirlas bajas temperaturas de la recién estrenada primavera rusa. En elvagón en el que nos cobijamosAraceli, Lucinda, Herminia y yo, elvientosecolabasinproblemasporlasgrietasquedejabalamaderay,aunque parecía increíble que tal cosa pudiera suceder, el fríoaumentaba cuando el tren cogía velocidad. Llevábamos encima todanuestraropayapenaspodíamosmovernos.

Lospasajerossehacinabanmuycercadelaestufa,tantocomoles

Page 122: Irina - foruq.com

resultaba posible sin quemarse. Los más fuertes rozaban el metalcaldeado.Nuestromayorproblemaeramantenerlaencendidaentodomomento. Cuando faltaba la leña arrancábamos algún tablón de losque el vagón parecía poder prescindir, algún banco, un soporte…Lucinda no encontraba palabras de ánimo para nosotras y Herminiaapenashablabaysolosemovíacuandoeraimprescindible.Penséquenuestro final había llegado en aquel vagón en el que la temperaturanocturnaera insoportable.Un infiernohelado.Recuerdoque, trasunpardedíasdeviaje,unaventiscaobligóaltrenadetenersedurantetresdías.No quedaba comida ni leña y nos amontonábamos unos contraotros.Algunos, losmásosados,hablarondealejarseunoskilómetrosen busca de alguna aldea. Los responsables del grupo de niñosevacuados no autorizaron la salida. Debo decir que, a fuerza depenalidades,muchosdenosotroshabíamosdejadolaniñezmuyatrás.

Apenas distinguíamos algo a pocos metros y, cuando por finamainó,pudimoscomprobarquehabíamosestadodetenidosenmitadde la nada más absoluta. Una gran extensión de tierra sin cultivarenmarañadatodavíaporlanieve.Esoeratodocuantohabíaenmuchosmetrosalaredonda.Nada.

Durante las paradas, muy frecuentes por diferentes motivos nosiempre lógicos, las incursiones en busca de comida y de leña erancontinuas. Verdaderas expediciones de pillaje. Nos iba la vida. Laseducadoras hacían la vista gorda o bien participaban en ellasactivamente, loseducadoreslasalentaban.Nosolodebíaneducarnos,eran responsables de mantenernos con vida. ¿Qué otra cosa podíanhacer?

Abandonábamos el tren y nos acercábamos a casas y poblados.Hubo robos y altercados y más de un chico recibió una paliza porintentarsustraerunpan,unpedazodetocinooloshuevosdeuncorral.El hambre nos hizo valientes, héroes a nuestra manera. TambiénAraceliyyoarramblamosconalgunacosa,norecuerdoqué,soloquetrasconseguirlanosabrazamosynospusimosareírcomotontas.Creoque experimentamos cierta forma de euforia. La vida es un asuntoextraño.

El viaje duró casi un mes y fue una larguísima pesadilla dehambre, frío, suciedad, piojos y estallidos de violencia de mayor omenorgravedad.Cuandolascosasvanmalsueleaflorarlopeordelagente.Huboreyertasentrelosevacuados,algunadeciertagravedad,y

Page 123: Irina - foruq.com

unchicomuriódeundisparoenunaaldeasinquenadiesemolestaraenlocalizaralagresor.Allíquedósucadáver.Trasliberardenieveunespacio junto a las vías, fue enterrado casi a flor de tierra. Pocodespués,unadelaschicasespañolas,cuyonombreyanorecuerdo,fueatropellada por el tren en un desgraciado accidente tras recibir unempujón.Laobligaronaquedarseenunade lasciudadescercanasalasvías.Novolvimosasaberdeella.Tambiénseescampóelrumordequeunachicahabíaperdidounapiernamientrashacíasusnecesidadesocultaporeltren.

No teníamos ni idea del destino que nos aguardaba y habíamosdejado de preguntar. Solo nos preocupaba mantener encendida laestufay teneralgo, cualquiercosa,que llevarnosa laboca.Depocohubieraservidounnombre,undato,unreferentegeográfico.LaURSSeraelpaísmásextensodelatierray,enbuenamedida,unodelosmásinhóspitos.

Apenasrecordabaamifamilia.

—¿Undiario?Rosaacababadeentrar.DadoqueSantiagotodavíanohabíatenidotiempo

de contrariarla, el ruido de sus tacones resultaba imperceptible y no pudoreaccionar.Soloseirguiócomosihubierarecibidounapuñaladaporlaespaldayretiróelcuadernodelamesa.

—Noteavergüences,notienesporqué—leanimóRosamalinterpretandosu gesto, como ya era habitual—. Esa es una buena idea, ¿sabes? Llevar undiarioteayudaaordenarlascosas,losproblemas,aponerenordentucabeza—asegurómientrasrescatabaelmóvilycolgabaelbolsoenelperchero—.Yolohicehacemuchosaños.Escribíaundiario.Todavía loconservo.Peromefaltóconstancia.

«Ycosas interesantesqueescribir»,pensóSantiagoquecerróelcuadernoantesdequelaentrometidaseaproximaraeintentaraojearlo.Noabriólaboca.Si le hubiera llevado la contraria o si se hubiera limitado a señalar que él nollevaba ningún diario, el soliloquio sobre las indiscutibles bondades de laintrospección escrita podría haberse prolongado ad infinitum. No se sentíapreparado para algo así. Cabeceó dando pie a que su gesto ambiguo fuerainterpretadoaconveniencia.

Comoeradeesperar,Rosalohizocomounasentimientoysefelicitóasímisma. Estaba reconduciendo al hombre rarito y algo alelado que tenía comocompañerodedespacho.Elmismoserdeotroplanetaqueminutosdespuésse

Page 124: Irina - foruq.com

levantóconelcuadernocerradobajoelbrazoysedispusoasalir.—Oye, no seas tan desconfiado, no hace falta que te lo lleves. Tus

intimidadesnomeinteresanhastaesepunto.La verdad era que si algo le interesaba a Rosa era precisamente su vida

íntima,peroSantiagonobuscabaunenfrentamientoabiertoynoentróaltrapo.Encogiéndosedehombros,sedisculpó:

—No, no es eso. Es que quería acabar unas líneas y aprovecharé eldesayuno para… —Y puso en sus palabras escaso convencimiento. No erabuenoimprovisando.

—Ya…Unas líneas. Anda, lárgate. Piérdete y el que te entienda, que tecompre.

Cuandoteníayaunpieenelcorredor,Rosallamósuatención.—¡Eh,cantamañanas!Tedejaselboli.Yeltabaco.Y el cantamañanas volvió sobre sus pasos, cogió el primer bolígrafo que

encontróyelpaquetedetabacoqueguardabasiempreenelprimercajón.Unasombraderuborseasomóasurostro.

Bajólasescalerasdedosendos,notantoporlaurgenciadeseguirleyendocomopordejaratráseltristeepisodioqueacababadeprotagonizar,ysalióalacalle. El cielo estaba tan azul que pedía a gritos un vistazo. Santiago no sepercató.

Pidióuncaféysesentóenunaterrazacercana.Apocospasos,ungrupodecolegasdepartíaentrerisas.Loreconocieron.Unadelaschicasllegóaseñalarlodiscretamente, otra hizo como si no lo hubiera visto. Bajó lamirada, siemprepodíaalegarqueandabadistraído,asuscosas.Eracreíble.Ningunodeelloslellamóparaqueacercarasusilla.

—Quesejodan—masculló.Ysesentódeespaldasasuscompañeros.

Trasunviajeendiabladoymilvecesinterrumpidoporlafaltadecombustible, las amenazas alemanas o la climatología, llegamos aSarátov,unaciudadjuntoalVolgarelativamentecercanaaStalingrado,a unos 300 kilómetros. En Rusia, 300 kilómetros son una distanciamenor.En la actualidad la llamanVolgogrado, peroparamí siempreserá Stalingrado. Dejamos en el camino un rastro de muertosenterradosjuntoalasvíasoapenasocultosbajounanieveenretirada.

Una vez oí decir que la historia de algunos países se hallabarecogidaenloslibros,peroqueenRusialahistoriaseescribíaconunapala. Algo de verdad hay en ello cuando todavía hoy se descubrencadáveres de franceses o de alemanes muertos en algunas de las

Page 125: Irina - foruq.com

incursionesinvasoras.En el oblast —la provincia— de Sarátov habitaban muchos

alemanes, descendientes de los hombres y mujeres que Catalina laGrande había invitado a colonizar una región de pasado conflictivocon el propósito de impulsar su desarrollo económico. Muchosluteranos alemanes se instalaron allí, sobre todo en las proximidadesdeSaratov.Segúnleímuchomástarde,enels.XIXeranunmillónymedioloshabitantesdeetniagermana.Seralemánodescendientedealemanes, equivalía a ser «enemigo del Estado». En plena GuerraPatria aquella no era lamejor circunstancia.Pocodespuésdeque sepusiera en marcha la operación Barbarroja fueron obligados aabandonarsuspropiedadesyserevocósuciudadaníasoviética.MilesdeellosacabaronenloscamposdeconcentracióndeSiberia.Acabadalaguerra,muypocosconsiguieronregresar.Eraunatierraduraconsusgentes.

DesdeSarátov,ypor intermediacióndeunmiembrodelPartidoComunista Español exiliado en el 39, nos dividieron en grupos decaracterísticas similares y nos trasladaron en camiones a un koljós;Araceli y yo alegamos que éramos hermanas y que no podíamossepararnos. Lucinda calló, se convirtió en nuestra cómplice, yconseguimos subir al mismo camión y recalar en la misma granja.Lucinda y Herminia, que presentaba febrícula y apenas conseguíacaminar,nosacompañaron.Éramosunpuñadodechicas,unasveinte,yvariaseducadoras.Araceliyyoéramos lasmáspequeñas.Yo,queeraalgomásalta,habíamentidosobremiedadparapoderexplicarqueera mi hermana menor. Nadie se preocupaba ya de nuestradocumentación.

Nosacomodaronenelsuelo,denuevosobrecolchonetasdepaja,enunalmacéndegranoenelquenoquedabagranoysíalgunasratasquecorreteabandeun ladoaotroyqueañosatráshabíandejadodeasustarnos.Nosproporcionaronunaestufade leñacuyaalimentacióncorríaanuestrocargoynosindicaronquealamañanasiguiente,traslasclases,ayudaríamosenelcampo.

Aquella noche cenamos patatas hervidas, pan, carne seca y unataza de leche, y dormimos varias horas seguidas por primera vez enmucho tiempo. Por la mañana, nos facilitaron baldes de agua paraasearnos y comprobé que volvía a tener la menstruación tras variosmesessinelmenorrastro.

Page 126: Irina - foruq.com

Apenas teníamos libros, ni en español ni en ruso, pero laseducadorasse repartieron lasasignaturasy recibíamosalgunasclasescadamañanaconelpropósitodequealacabar laguerrapudiéramosorientarnuestrasvidashaciaelBachilleratoolaescueladeoficiostaly como era preceptivo en Rusia. A mí me gustaba aprender y yaescribía casi correctamente el ruso, había decididoque quería pintar.Meilusionaba.Araceliapenaspensabaensufuturo,solosuspirabaporvolveracasa.Decíadetestaraquelpaísyasusgentesyse resistíaapensarenelporvenir.

Dos o tres días después, Herminia enfermó de gravedad, lasdécimas se convirtieron en una fiebre alarmante y apenas conseguíaponerseenpie.Diagnóstico:neumonía.LatrasladaronenelcamiónaunhospitalenSarátovyLucindapartióconella.

Nosrepartíanpor loscamposyallínosquedábamos, trabajandocodoconcodoconloscampesinosdelkoljós,desdeelmediodíahastael atardecer. Entre los surcos comíamos algo de pan y queso y consuertealgunafrutaduranteunabrevepausa.Lacomidaeraescasayelpan a menudo resultaba difícil de engullir. Durante los meses quepasamos en el koljós hicimos cuanto nos ordenaron. Cientos dehombresdelaregiónhabíansidoreclutadosysehallabanmuylejos,algunoshabían regresadoheridosomutiladosymuchosperdieron lavidaamilesdekilómetrosoen ladefensade lacercanaStalingrado.Faltabanbrazosyvíveres.

Sembramos y recogimos patatas, manzanas, remolachas…Segamoselcereal,hicimosdeespigadoras,ensacamoselgrano…Unpar de chicas que habían cumplido recientemente los quince añosaprendieronaconducirtractores.Mehubieragustadohacerlo.Lomáspenoso de todo cuanto nos encomendaron era arrancar los girasoles.Grandesplantacionesdegirasoleshabíansidosustituidasporextensoscampos de trigo del que nunca había bastante, pero las plantas degirasoles insistían en brotar y crecer a expensas del cereal. Nuestrotrabajoconsistíaenlocalizarlasarasdetierrayarrancarlasparaevitarque se desarrollasen.En cuclillas, separando las espigas, observandoatentamentecadapalmoysiempreconlasgafasenlapuntadelanariztrabajábamos en campos infinitos y acabábamos con las manosdoloridasysangrando.

Los campos eran tan grandes que podías pasar medio día sinhablarconnadieyviendolasfigurasdetuscompañerasalolejos.Las

Page 127: Irina - foruq.com

horassehacían interminablesyel tiemponocorría.Elsolapenassemovíayelcieloeraunpáramointerminable.

Acabada la jornadayduranteelbuen tiemponosbañábamosenun riachuelo de aguas transparentes, un afluente del Volga cuyonombreno recuerdo.Era, sindudaalguna,elmomentomás felizdeldía.Elagua,quesiemprebajabamuyfría,eramotivodejuegosyderisas.InclusoAraceli,siempretaciturna,sedivertíacuandobajábamosal río y participaba como todas en las batallas de agua, y se reíacuando un resbalón o un traspié provocaban una caída involuntaria.Para cenar casi siempre hervíamos patatas y al día siguienteintentábamosunasopaconlasmondasyalgodecolodenabo.Habíadíaspeores.

Cuando no recibíamos la orden de ayudar en los campos,cosíamosytejíamosparaganarnoslavida.LaleñaeraescasayenlasproximidadesdeSarátovdurantemuchosmeses lasnocheseranmuyfrías.Conseguirla no siempre era fácil. Por otra parte necesitábamoszapatos,ropa,jabón…Necesitábamosrublos.

Regresó el trueque, el pillaje y sé que algunas de las chicasmayores, españolas y soviéticas, ofrecían su cuerpo a cambio decomida o de algún rublo. Nadie las criticó por ello. Era tanta lapenuria,lasuciedadacumuladayelhambre,ytanagotadoreltrabajo,que aparcamos nuestra moral de origen católico. Yo diría que laenterramos transitoriamente. Muy hondo, allí donde no pudieralevantar cabeza durante un tiempo. La moral no sirve para nada entiempos de guerra. Es un estorbo. También lo hicieron las pocaseducadorasquepermanecieronconnosotrasyquenuncareprendieronanadieporintentarmantenerseconvida.

Luchábamospornuestrasupervivencia.Éramos loshijosehijasdeloshéroesespañoles.Muchosdeloschicosquehabíamosconocidoy algunosmaestros estaban en el frente, decenas de ellos ya habíancaído,aunqueporentoncesningunadenosotraspodíasaberlo.

DossemanasdespuésdesumarcharegresóLucinda.Aparecióalanochecer cuando volvíamos del río. En su rostro desmejorado y ensusojostodavíallorosospudimosleer loqueyatemíamos:Herminianohabíapodidosuperarlaenfermedad.Habíamuertotresdíasatrásenun hospital en el que apenas quedaban médicos y en el que lasenfermerasseocupabancomopodíandelosheridosquellegabandelfrente. Lucinda repartió las cosas de su hermana entre nosotras. A

Page 128: Irina - foruq.com

Aracelilecorrespondieronloszapatos,amíunjerseyrojoygrueso,elque Herminia llevaba durante el viaje. Todavía olía a Herminia, aenfermedad, a agotamiento y a fiebre. Le agradecí a Lucinda quepensaraenmí,perosabíaqueharíaloposiblepornousarlo.

No recuerdo cuándo recibimos la visita de un responsable delPCEencargadodesupervisarlascondicionesdevidaenelkoljós.Eravasco, muy delgado, mucho más moreno que cualquier hombresoviético.Porsuaspectonoparecíavivirmuchomejorquenosotras.Pocopudohacerparaaliviarelhambreyelexcesode trabajo.TrajoalgodechocolateyunpuñadodecartasescritasmuchosmesesantesyquefinalmentehabíanllegadoasudestinograciasalaintervencióndelaCruzRojaInternacional.Algunasdelasdestinatariashabíanmuerto.NingunaparaAraceliniparamí.

Se limitó a aconsejarnos que no abandonáramos el estudio, quenos esforzáramos en aprender cuanto pudiéramos. No podía hacermuchomás.

—España os necesitará en el futuro. Necesitará gente bienformada cuando pongamos fin a la dictadura, gente preparada paraliderar el progreso. Debéis esforzaros por convertiros en personasvaliosas, en especialistas para la industria, en ingenieros, médicos,arquitectos…Lapreparaciónqueosllevéisdeaquíesuntesoroparavosotrosyloserátambiénparavuestropaís.

Tambiénnosaseguróqueelgranpaísquenosacogíanotardaríaenvenceryexpulsara losfascistas.Y,aunqueacabóteniendorazón,nadie creyó en sus palabras. Habíamos oído muchas promesas a lolargodenuestratodavíacortavida.Ytodas,delaprimeraalaúltima,habían resultado falsas. Puros espejismos, meras quimeras,bienintencionadasutopíasdeunmundomejor,másjusto.Noshabíanhabladotantasvecesdeesapazquesiempreacababaporburlarnos,deese bienestar que acabaría por llegarmás pronto que tarde y de esalibertad que merecíamos; que nos limitamos a asentir y a aplaudirtibiamentecuandodioporacabadosuparlamento.Nuestraeducaciónsoviéticanosayudabaaconfiarennuestroslíderes.

Sefuecomohabíavenido.

Santiago resopló.Unavidanada fácil.Se llevó la tazaa los labiosehizouna mueca de disgusto antes de volver a dejarla sobre la mesa. El sobre deazúcarpermanecíaintactosobreelplatito.Lorasgóylovacióenlatazaantesde

Page 129: Irina - foruq.com

volveraintentarlo.Esperabaqueningunodesuscompañerosdetrabajohubieraadvertidosudespiste.

En agosto del 42 los alemanes llegaron a las puertas deStalingradoyse inicióuna larguísimabatallacalleporcalle,edificioporedificio,casaporcasa.Laproximidaddelastropasylallegadadelos refugiados que huían ante el avance alemán complicaron todavíamásnuestrasituación.Familiasenterasfueronacogidasenelkoljósalquenoshabíandestinado,gentequehabíadejadoatráscasaytierras.Algunoshabíanprendidofuegoasusestablos,asusgranerosrepletosya lascosechasen loscampospor indicaciónde lasautoridadesdeloblast antes de salir corriendo con lo poco que pudieron salvar.Todavíatraíanlágrimasdedolorenlosojos.

Latierraquemadaeraotraformadeluchaypodíasignificarparamuchos la muerte a largo plazo. Gente que había sacrificado todocuanto tenía, todo cuanto había conseguido reunir a lo largo degeneraciones,paraentorpecerelaprovisionamientoalemánydificultarsupenetraciónenterritoriosoviético.Gentequehabíacontribuidoalaguerraconsupropia ruina.Algunoshabíanperdidoa sushijosenelfrenteyahorasacrificabanlopocoquetenían.

Llegaban caminando o en carretas, cansados, hambrientos ycargadosde criaturas.A los queprocedíande localidades cercanas amenudo los seguían sus animales. No teníamos casi nada quecompartirconellos.Elespacioypocomás.Algunasovejasyalgunacabra fueron sacrificadas durante los primeros días. Fue un respiroparatodos,casiunfestín.

Adultosyniñosseacomodaronconnosotras,refugiadosacogidospor los refugiados que llegaron antes, y se sumaron a las tareas delcampo. Supuso un alivio. Poco después, apenas unas semanas, laschicas españolas recibimos de nuevo la orden de evacuar. Era elinviernodel1942yaquelparecíaelcuentodenuncaacabar,elsentidodemivida.Evacuar,salircorriendoydelapeordelasmaneras.

Ysiempresinnoticiasdecasa.Asílohicimos.Lasfamiliascampesinassiguieronenelkoljós.Se

despidieron de nosotras con besos y abrazos.No parecían felices dequedarse, tampoco nosotras lo estábamos al partir.Llevábamos pocomásquelopuesto.EnlaestacióndeSarátovnosesperabaFederico,elmiembro del PCE quemeses atrás nos había recomendado estudiar,estudiar y estudiar. Se encargaba de nuestra documentación y de

Page 130: Irina - foruq.com

nuestroacomodo.Enestaocasión,conlosalemanesenStalingrado,nolequedaronarrestosparaformularnuevaspromesas.

Subimos a un tren con destino a la capital y Federico nosacompañó.SolosabíamosquenosdirigíamosaMoscú.

Eltreneradepasajerosyelviajeresultóalgomáscortoymenospenosoquecuando,mesesatrás,salimosdeLeningradoparaatravesarelpaísdenorteasur.Elhambre,másomenoslamisma;yelmiedo,quizás todavíamayor,pero también loera laperspectivadeunavidaalgomejor,menosesforzada,algomásfácil.

Vació la taza de café, pagó y salió al trote camino del despacho. Noquedabanadieenlamesacercana.Nitansiquierasehabíadadocuentadequesehabíanido.Nadiesehabíatomadolamolestiadedecirleadiós.

Rosa hablaba por teléfono cuando Santiago se parapetó tras su mesa yafrontó el trabajo pendiente con unamueca de disgusto. Como siempre, Rosahablabademasiadoalto.Lamiróconunamiradadealtovoltaje,esdecir,comosi pudiera arrancarle la cabeza de un vistazo. Rosa no se percató de ello ycontinuóalosuyoque,dadoelelevadovolumendelaconversación,eralodetodos.

Remató el informe y le asignaron la inspección de un edificio a medioconstruir. Debía calibrar su viabilidad antes de darle algo de aire a laconstructora.Unairequeteníalaformademediomillóndeeuros.Sealegródepisar la calle y se presentó en la obra casi de buen humor. Lo recibió unaparejador que le tendió un casco de uso obligatorio. Se lo encasquetó comopudorezongandoy,comosiempre,quedóvarioscentímetroselevadoporencimade su cabeza. Los putos cascos siempre le hacían sentir que tenía la cabezademasiado grande o que le daban el que correspondería a un bebé solo porfastidiar.Lehabíanexplicadoquehabíansidodiseñadosasí,queelpropósitoeraamortiguarelgolpeyquenoencontraríaotroqueseadaptaramejor.Senegabaaaceptarlo.

Tomócuatronotasqueapenascoincidíancon loshalagüeñoscomentariosdesuacompañante,quevaticinaba,sin lamenorsombraderubor,nosolounafinalización rápida de las obras, también una venta de los sesenta pisos porconstruir todavíamás rápida.¿Eraelúnicobichovivienteenel jodidoplanetaque no se había enterado de que estábamos en crisis y de que la burbujainmobiliaria había estallado años atrás salpicando el país entero de cadáveresfinancieros? Quizás lo tomaba por tonto y pensaba que no resultaría difícilengatusarle.Lomásprobableesquenovieraotraformadesalirdelapuro.

Page 131: Irina - foruq.com

—Yocalculoquepuedeestartodovendidoafinalesdelañopróximoyquepodremoscerrarel2017enpositivo—rematócomosideverdadfueraposible.

Selasvioyselasdeseóparanolargaruncomentariomordazjustoantesderetirarse.Lasganasnolefaltaron,peroporunavezseimpusolacortesíayunresto de compasión que encontró agazapado en algún rincón de su mente.Asintió con poco convencimiento para que su interlocutor no se hicierailusiones.

—Bien.Creoqueyalohevistotodo—sedespidiócerrandolalibretaenlaquehabíaconstatadoelestadoaproximadodelaobra.

—¿Reconoceráustedque el edificio tieneposibilidades?Nomedigaquenoesunbuennegocio.

Ynoselodijo.—Puedeserlo,perotienesusriesgos.—Desde luego, pero si se sabe gestionar… —continuó el aparejador

frotándose las manos contra las perneras del pantalón como si le sudaranescandalosamente.Parecía ignorarquesi sehubieragestionadobiennoestaríasuplicando,ennombredelconstructor,lainversióndeuncapitalnoprevisto.Sielproyectonaufragaba,latripulación,delprimeroalúltimo,sehundíaconél.

—Deesosetrata,degestionarlobien—zanjóSantiagoalargandolamanopara encajar, más por obligación que por devoción, y despedirse sin dejarentrever cuál sería su dictamen. No se equivocaba. Estrechar aquella manosudorosaeracomosujetarunpuñadodesardinasfrescas.

Noregresóaldespacho,sesentóenlamesaqueocupabahabitualmenteenelrestaurantedecomidacaserayesperóaqueunAarónconcamiseta imperio—todo vuelve, incluso lo que debería desaparecer de una vez por todas—, letrajeraunatortilladealcachofas.

Juraría que el chico rapeaba en voz baja mientras servía las mesas, altiempo que su padre hablaba a gritos, teléfonomediante, con el proveedor decervezadebarril.Pocoscomensalesylamesaenteraparaél.Abrióelcuaderno.Lequedabanpocaspáginasporleer,perolacuriosidadacuciaba.

Un incidente que ocurrió durante el viaje en tren pulverizó miánimo y me hizo sentir todavía peor, más desafortunada. El mundoentero se me vino encima, por eso le dedicaré unas líneas en estaspáginas. Era el segundo día de viaje. Nos habíamos aseado comohabíamospodidoyyohabíadejadomisgafassobreunasientojuntoalmío,eraelasientodeAraceli.Siempremelasquitabaparapeinarmeysujetarme el pelo en una cola de caballo. Por aquel entonces, a losmiopesnosllamabancortosdevistay,comotal,vivíasiempreconel

Page 132: Irina - foruq.com

temoraperdermislentes.Migraduaciónhabíaaumentadoconelpasodelosañosynopodíavivirsinellas.CuandoAraceliregresódejósubolsaenelsoportesuperiorysedejócaerensuasientoconunsuspiro.

—¡Quéganastengodellegaraalgúnsitio!Noreaccionéatiempo.Cuandoquiseimpedirlo,ellasealzabaya

deunsalto.—Lo siento, Asunción. Lo siento. No me he dado cuenta. Lo

siento—repetía mientras sujetaba mis gafas entre sus dedos. Y eracierto, lolamentabacontodasualma.Sehabíaquebradoelpuenteyuno de los cristales se había roto en mil pedazos. Habían quedadoinservibles.Yo,quehabíadejadodellorarmuchosmesesatrás,cuandodejéde esperar noticias demi casa, las recogí ynopude reprimir elllanto.

Noqueríapensar enmivida a tientas.Eradifícil imaginar algopeor.

—Por favor, perdóname. Yo no quería… Yo… Perdóname,Asunción,perdóname,porfavor.

Cabeceé, intenté decirle que no había sido culpa suya. Noconseguí hablar. El llanto me ahogaba. No podía hablar, apenasconseguía respirar, y solo distinguía las líneas más marcadas de surostro.Amialrededortodosehabíadifuminado.

Alertado por las voces de Araceli, Federico, que viajaba en elmismovagón,seacercóanosotras.AveriguóloquehabíaocurridoymeprometióqueenMoscúsolucionaríamoseltema.Intentécreerensus palabras. Asentí para evitar su compasión y la de los demás.Llegué a asegurar que podría arreglármelas sin ellas. No le creía.Araceli,desconsolada,tampoco.

Solo el miope que ha usado gafas durante muchos años puedecomprenderloquésignificalapérdida.Unaverdaderatragedia.

No podía ni imaginar el viaje hasta Moscú viendo poco, muypoco, distinguiendo los rostros solo cuando la persona estaba muycerca,identificandocondificultadlassiluetas,andandoporlavidaconlos ojos entornados. Sin las lentes todo se emborrona, nada seconcreta,losrostrosguardanvagosparecidos,lasletraslejanasapenassedistinguenynotieneslaseguridaddeacabardecomprenderloqueocurreaunosmetros.Entrecerrandolosojosentodomomentoy,aunasí,sinconseguirquenadasedefina.Uncalvario.

Prescindirdelasgafaseralainseguridadtotal,laindefensión.En

Page 133: Irina - foruq.com

laactualidadsiempre tengounas lentesde repuestoenuncajónparanovolverapasarnuncamásporalgoparecido.

Al llegar aMoscú nos alojaron en una gran escuela vacía. Unespacio inmenso y desconocido.No éramos las primeras en llegar ycoincidimosconalgunasdelaschicasqueviajaronsiendoniñasenelDeriguerina.Hubosaludosyabrazos,Aracelimeayudabaarecordaryyo entrecerraba los ojos para enfocar y conseguir reconocer a laschicas que me rodeaban y que se alegraban de vernos con vida.Algunas me abrazaban. No siempre pude identificarlas. En algunaocasióntuvequeexcusarme.

Durante unos días apenas tuvimos nada que hacer. Nosocupábamosdelavarnuestraropa,decoserlorotoolorasgadoydeconseguir provisiones. No era fácil. Yo no podía coser y Araceli seocupódemisremiendos.Continuabaexcusándoseyyomesentíacadavezmásirritadaymásdesamparada.

Federicollegóunamañanaymedijoquedebíaacompañarle,quequizáspodríamosencontrarunasgafasparamí.

Caminamosduranteunbuenrato.Yoapenasmeseparabadeél,procuraba seguir muy de cerca el ritmo de sus pasos. Me deteníacuando él lo hacía y echaba a andar al mismo tiempo. Apenasdistinguíalasformasdelospaseantesymeaterrabalacirculaciónenlascalles.Amediodía llegamosaunedificioenelquedistinguíunaenormeCruzRoja.Meindicóquedebíapasaryambosnosacercamosaunmostradorenelqueunachica,alaqueFedericollamóDuña,nosinvitóaacompañarlahastaunahabitacióncercana.

—Estoesloquehay.Y señaló un anaquel en el que descansaban varias decenas de

lentesdediferentesformasygraduaciones.Imaginéquepertenecíanasoldadosoacivilesquehabíanmuertoenalgúnhospital.Nopregunté.Preferíanosaberloynodeseabaescucharunamentira.

—Pruébate las que quieras. Me gustaría poder ofrecerte algomejor, pero es lo que hay por el momento. Quizás alguna puedaservirtehastaquepodamosconseguirunasnuevas.

—Tómate tu tiempo, sé que es un asunto muy delicado—meaconsejó Federico señalando sus propias gafas—. No hay ningunaprisa.

YsalióencompañíadeDuña.Así lo hice. Una detrás de otra me probé las gafas que habían

Page 134: Irina - foruq.com

pertenecido a otros y miré por la ventana con todas ellas paracomprobar si conseguía leer los letreros en la calle. Dudé y repetímuchasveces lamismaoperación.Eradifícilapreciar lasdiferenciasentrealgunas.AcabépordecidirmeporunasdoradasyredondasmuyparecidasalasquellevabaTrotskyenalgunadelaspocasfotografíasquehabíavistodeélyenlasqueaparecíaenlosprimerosañosdelaRevolución comandando el Ejército Rojo. También las de Federicoeranmuyparecidas.

Había elegido bien.Mis lentes «nuevas»me permitían caminarporlascallesconpasoseguroy,amijuicio,mequedabanmejorquelas anteriores. Estaba contenta.Aracelime recibió con alborozo,meabrazó y suspiró aliviada cuando le aseguré que veía bastante bien.Pudehaberledichoqueinclusoveíamejor,eracierto,peronolohice.Aveceslaperversidadadoptaformasextrañas.

Me hubiera gustado saber a quién pertenecieron antes de quepudiera,oleobligaran,aprescindirdeellas.

Pocos días después, Federico nos acompañó a un hospital, elPoliclínico de la calle Bolshaya Ordinka. Más de media horacaminandopara irymediamásparavolver,siempreengrupo,comolasadolescentesasustadasquecontinuábamossiendo.Algunashabíancumplidolos15años,perolamayoríaéramosalgomásjóvenes.

Dado que carecíamos de formación sanitaria íbamos aencargarnos de la ropa del hospital y lo haríamos a las órdenes deVera,unaenfermera rubia,delgadaymuyguapaa laque le faltabanvariasfalangesenlamanoderecha.Algunasdelaschicasmirarondesoslayo, cuchichearony sedieroncodazos.Veranos recibióconunasonrisay,levantandolamanomutiladaenelaire,explicó:

—Unagranada.No hubo más risas. Tampoco más preguntas. La admiré

profundamente.Todavíaadmirosurecuerdo.Eraaqueluntrabajoalgomásllevaderoqueelquellevábamosa

caboenelkoljósynospermitíadedicarcadatarde,apartirdelasseis,a recibir clases para completar nuestra preparación académica.Federico,cadavezmásenjuto,nosvisitabaamenudoynosasegurabaque muy pronto las fuerzas del ejército soviético expulsarían a losfascistashastanodejarniuno,queestabanpreparandoelataquefinal.HabíaperdidopartedelentusiasmoqueadornabasuspalabrasaquellalejanaprimeravezenSarátov.Eraevidentequelascosasnoibanbien

Page 135: Irina - foruq.com

tampocoentre losdirigentesdelPCEexiliadosenMoscú.Por loquellegamosasaber,lasdisputasentreelloserancontinuas.

—Demasiados gallos en el gallinero —comentó Federico depasadacuandolepreguntamossihabíandispuestonuestroregresoosihabíanprevistounamejoradenuestrascircunstancias.

Parecía cansadoy algo fuera de lugar, como todasnosotras.Desus labios supimos que en Kransnoarmeinsk, el ejército nazi habíacapturado a dieciséis niños españoles. Los habían entregado a laFalange y las autoridades franquistas los habían convertido en unabazapropagandística.

El invierno del 43 fue uno de los peores que recuerdo. Así locreentambién,sinomeequivoco,lospocoscientosdealemanesquesobrevivieron al invierno en el asedio a las ciudades de la Rusiasoviética. El hambre y la falta de leña hicieron enfermar a muchosmoscovitas, también a alguna de nosotras. Dos de las nuestrasmurieron incapaces de superar las privaciones.Como había ocurridomeses atrás, semultiplicaron los robos en las tiendas, los asaltos, elcomercio con el propio cuerpo.Nadie se libraba. Todo cuanto no sepodía comer ni servía para abrigarse acababa en el fuego. La genteenfermabaymoríasinquelavidaenelhospitalyenelaulasevierainterrumpida.Parecíaunmilagro,yloera.

También yo, como casi todas en algún momento, sufrí unproblemarespiratorioynopudeacudiralhospitalduranteunosdías.Araceli,alarmada,dejódeasistiralasclasesporlatardeypermanecíaami lado tantashoras comopodía.Ojerosay taciturna, tambiénellaparecía enferma. Una tarde se acercó a mi cama y me ofreció aescondidas pan y carne seca. Le pregunté de dónde procedía. Noformabapartedenuestrasprovisiones,queeranpocasyhacíasemanasquenoincluíanlacarne.

—No quieras saber, Asunción. No preguntes —me respondióhumillandolamirada.

Ynolohice.Noteníaderecho.La misma Vera, con su mano cercenada, vino a la escuela

envueltaenungruesoabrigoyconunamantadecampañaamododepañuelosobrelacabezayloshombros.Comprobólafiebre,meneólacabeza quitándole importancia, auscultó mi pecho ronroneante yprescribiólamedicaciónoportunaqueellamismasacódelabolsaquetraía en bandolera. Las medicinas escaseaban y las que me facilitó

Page 136: Irina - foruq.com

probablemente hubieran ayudado a algún otro desafortunado. Semarchóasegurándomequenoeranadagrave.

Pocosdíasdespués,debilitadayenloshuesos,regreséamilugarenlalavandería.

A principios del 44 el puñado de chicas españolas que nosalojábamos en la antigua escuela junto a otros grupos de diversasprocedencias,fuedestinadoaunafábricadeTuschino,alasafuerasdeMoscú. No volvimos a ver a Vera. La industria rusa debía seguirfuncionando, el estado soviético no podía permitirse interrumpir laproducción, el frente necesitaba ropa de abrigo, tanques, armas,munición… Y todas las manos eran válidas para conseguirlo.Aprendimosmuyprontoquéseesperabadenosotras.

Santiagosobrevolóeltrabajoenlafábrica,condicionesduras,alojamientoprecario, penalidades…Aarón acababa de llegar con el postre.Desde su sillapudo advertir el zumbido que salía del auricular que colgaba a la altura delesternón del chico. Había llegado a un delicado pacto con su padre. Este lepermitía utilizar un solo auricular, nunca los dos a la vez. Según GerardoCárdenassiempreeramejorqueconservaraunoídosano,y,además,ensulocalnoqueríaputoszombis.YalehabíapagadoaJulián,elcamareroreciénjubilado,durante muchos años. Demasiados, a su juicio. El mismo camarero quediariamenteseacodabaenlabarraysehacíaservirelcafédelasobremesaporelpropietariodel local.Lavenganza,comoelcafé,mejorencaliente,opinabaJulián.

Lascontinuasbroncaspadre-hijoeranparaJuliánobjetodesatisfacciónyregodeo.Acostumbrabaaavivarlosdesencuentroscaminandodespacioconlaspiernas y los brazos rígidos, la boca abierta y la cabeza colgandera, paradesesperacióndeCárdenasquemásdeunavez estuvo apuntode señalarle elletreroquellevabaañosjuntoalapuertadeentrada:

«Sereservaelderechodeadmisión».Ajuzgarporelvolumendelestruendoqueemitíaelauricularlibre,aAarón

lamúsicanosololedestrozaríaeltímpano,tambiénsellevaríapordelanteunoscientosdeneuronas.Ynoparecíansobrarle.

Santiagodesviólamiradadelcuadernoyelflanreciénllegadodesaparecióenuninstante.Ellocalsellenabayadegentecuandolocerró,sepusoenpieyseacercóalabarraparapediruncafécorto.

—Nopuedesalirbien.—¿Quéesloquenopuedesalirbien?—preguntóporpreguntar.

Page 137: Irina - foruq.com

—Joder.¿Nolohasoído?—YGerardoCárdenasseñalóeltelevisor—.Esloquedigosiempre,sialgofuncionanolotoques,joder,nolotoques.

Nolefaltabarazón.En la pantalla, imágenes del último entrenamiento del Fútbol Club

Barcelona y, como fondo sonoro, el comentario de un periodista sobre algúncambiotácticoalquenoprestóatención.Conunlevecabeceolediolarazónalairadoemprendedor,véaseputeadoempresarioautónomo,sospechandoque,porunavez,Cárdenaslatenía.Enelpensamiento,todavíalavidadeladesventuradaAsunciónylaesperadavisitadeOxanaqueseproduciríapocashorasdespués,alatardecer.

Pagó y se acercó al diminuto súper en el queNezha jugaba con un niñopequeño.Eraunodesusmuchosprimos.Losteníadetodoslostamañosytodosse parecían entre sí. Ella parecía distinguirlos sin esfuerzo. Lo había sentadosobresupiernaderechayelcríosimulabaqueeraunjinetesosteniéndosesobreuncaballoreticente.Jugabanarodeos.TambiénélhabíajugadoalgunavezconsutíoJerónimo.SumadreafirmabaqueaJerónimoPomar,suhermanomenor,lehabíanpuestoelmejornombredelmundo.Segúnellaleibacomounguante,puestoquesiempreandabahaciendoelindio.

Laescuálidacriaturadeojosnegroscomobocadepozoreíaentusiasmadoydabapalmascon lasmanosmuyabiertasmientras lachica losujetabapor lacintura. Nezha interrumpió el juego al ver entrar a Santiago en elestablecimiento.

—Hola. Buenos días —saludó y descabalgó al niño, que protestóinútilmenteyaguardóenfurruñadojuntoaunúnicotaburetediminutoquecabíatraselmostrador.

Comprópan,queso,jamón,vino,aceitunas,cervezas…Dosbolsasrepletas.PensóquequizásOxanaaceptaríaquedarseacenar.Sinsabercómoniporquésesorprendiódeseandoqueasífuera.Habíapasadodesentirseacosadoaanhelarferozmentesupresencia.Nosereconocíaasímismo.

—¿Tútienesinvitadoshoy?—preguntólachicamásporcortesíaqueporverdaderacuriosidad.

—Sí—contestóconuntitubeo.Nosabíamentirconconvicciónylodelacenaporelmomento,noeramás

queuna idea.Unabuena ideaasuentender.Undeseoqueseabríapasoensumentecomoelaguaporlagrietadeunembalse.

—Quepasesbienestanoche—ledeseólachicaalentregarleelcambio.A su lado, el niño tiraba de su ropa. Quería volver a cabalgar sobre su

piernayqueríahacerloya.

Page 138: Irina - foruq.com

Trasguardarlacomprayecharunaúltimaojeadaalmóvilparacomprobarquenolohabíasilenciado,comoteníaporcostumbre,seacomodóenlabutaca.ApenaslequedabanunasdiezodocepáginasporleeryvariashoraspordelantehastalavisitadeOxana.Calculóquelesobraríatiempoparadarunacabezadayasomarsealabismodelaspáginasarrancadas.

No tardó en amodorrarse, inclinar la cabeza sobre su hombro derecho ydormirprofundamente.Unhilodesalivaseescapódesuslabiosentreabiertosyhumedeció la camisa allí donde apoyaba la barbilla. Durante la siesta, que sealargómásdeunahora,sesintióagitar,balancearycaercomosielsuelosobreelquedescansabalabutacahubieraemprendidounbailedescontroladoocomosisucuerposehallaraatrapadoenunaestúpidaatraccióndeferia.

Sinpretenderlo,habíaregresadoensueñosalapiernadeltíoJerónimo,quesubíaybajabaatrompiconesyleobligabaasujetarsedecualquiermanerayaintentar mantener el equilibrio a toda costa, como lo haría sobre un toromecánico.Nollegóaversucara,peroaldespertarnotuvolamenorduda.Loqueensuniñezhabíasidounjuegodivertido,unodelosplaceresinfantilesquemejorrecordaba,seconvirtióenunapesadilladelaquedespertósudoroso,algomareadoyconelcorazónatodotrapo.

Sacudiólacabezaparadespejarseyrozólasalivayafríasobresuhombro.Nopudoevitarunamuecadedesagrado.Tardóenentenderquehabíavueltoadormirconlabocaentreabierta.Sepusoenpie,estirólosbrazosy,alhacerlo,elcuaderno, quedescansaba sobre sus piernas, fue a parar al suelo.De entre laspáginas por leer apareció una foto pequeña, pocomás que un cromo y en sureverso una fecha y una dedicatoria en ruso.Hubiera dado cualquier cosa porsaberquédecíanlaslíneasescritasporAsunción.Laletraeramuyparecidaaladel cuaderno, quizás algomás redonda, peroordenadayde trazomuypulcro.Probablementehabíasidotrazadaentintaazulqueeltiempohabíaoscurecido.

Era el rostro de Asunción con las gafas doradas y redondas y tendríaentoncesdiecinueveoveinteaños,comopudodeducirporelañoanotadobajoladedicatoria junto a su firma: 1948. Era una foto de estudio con los bordesdentadosyun sello ilegible enuna esquina.Lucía el pelo castañocortadopordebajo de la barbilla y su rostro insinuaba una sonrisa. Era una sonrisacontenida,comosinoseatrevieseasonreírocomosi,afuerzadedificultades,hubiese olvidado cómo hacerlo. Vestía una blusa clara con un lazo oscuro alcuelloysesujetabaelcabelloalaalturadelasienconunpasadorenformadegolondrina.

Asunciónnoeraunamujerguapa,esposiblequeloshombresnosegirarana su paso, sin embargo, había algo muy atractivo en aquella chica de rostro

Page 139: Irina - foruq.com

avispado. Algo que capturaba la mirada como exigiendo ser explorada,contempladasinprisas,condetenimiento.

Asílohizo.Lamiróduranteunbuenrato.Ypudoreconocerenaquellacarade unamujer casi adulta, las cejas espesas y rectilíneas de su padre, su narizestrechayachatadaenelextremo,sulabiosuperiorgruesoyalgoadelantadoysubarbillaempinada.Peroloquerecordabaasupadreeransusojososcurosysiempreinquietos,losojosdelquenohaconocidonuncalapazduradera.

El9demayode1945WilhelmKeitel,unmandomilitaralemán,firmó la rendición incondicional del ejército nazi ante el mariscalZhúkovenBerlín,poniendofinalaGranGuerraPatria.Fueungrandía, el mejor que recuerdo. Federico se presentó en la escuela muypronto aquellamañana y lo hizo gritando que ya era oficial, que laguerra había terminado.Trajopara nosotras unbizcochoy algoque,segúndijo,eralomásparecidoalvinoquehabíapodidoencontrar.Eradulzónynoembriagaba,unmosto.Lorecuerdomientrasescriboestaslíneas como si acabara de llevármelo a la boca. Reímos, lloramos ybailamos, como el resto del pueblo soviético.Como los rusos, todasnosotras salimos a las calles en la primaveramoscovita del 45 y lohicimos exultantes, esperanzadas. Como los rusos, también nosotrasmerecíamoslapaz.

Apartirdeentonces,empezóelenormeesfuerzocolectivodelareconstrucción:lalentareactivacióndelasindustrias, larecuperaciónde los campos yermos, la recomposición de las vidas fatalmentealteradas. Todo por hacer, todo por conseguir. Trabajar para vivir ypara levantar el país. Estudiar, salir adelante. Trabajar, trabajar,trabajar. No hacíamos otra cosa. Fueron años en los que apenasconocimos el descanso ni nos atrevimos a soñar con la ociosidad.Trabajo por todas partes. Araceli y yo superamos las pruebas paraaccederalbachilleratoy locursamosconesfuerzoyen ruso, lenguaqueyaconocíamosbastantebienaunquetodavíahabíatérminoscuyosignificadonecesitábamosconsultar.

Aracelirecibióafinalesdel45laprimeracartaconnoticiasdesucasa,que llegaba trasun larguísimo silencioydespuésdedarmediavuelta al mundo. Le aseguraban, a través de uno de sus tíos quetambién había abandonado el país y viajado aMéxico, que estabanbien,aunquepasabanmiedoyprivaciones,yqueesperabanvolveraverla muy pronto, lo antes posible. ¡Lo antes posible! En lugar dealegrarse por las buenas noticias, durante días no levantó cabeza.

Page 140: Irina - foruq.com

Nostálgica, triste por la distancia y la forzosa y cruel separación,apenas respondía a las preguntas y dejó de participar en lasconversaciones.Tardódíasensonreíryenvolveracogerloslibros.

Yo,resignadaanovolverasabernadadelosmíos,enfrentabalavidacomosinotuvieraunpasadoenningunaparte.Nifamilianiunatierraalaqueregresar.Nohacemucholeíunacitaquemehizopensar.Norecuerdoaquiénpertenecía.Noimporta.Decíaalgoasícomoqueserunapersonaynoconocerlapropiahistoriaeracomoserunahojaynosaberquecuelgasdeunárbol.Yomeesforzabaporseresahojaypor ignorarelárbolquelasostenía.Simepreguntabandecíaqueerarusa, de Sarátov, y que mi nombre era Irina. Siempre me gustó elnombredeIrina,poresoloescogíparaaquellasocasionesenlasquenoeranecesarioresponderconlaverdad.

Aracelinopodíaentenderlo.—Eresasturiana,comoyo.YtellamasAsunciónCadavieco.¿A

quiénquieresengañar?Era obvio que, si alguna cosa pretendía, era engañarme a mí

misma.Enel47,trashabercursadoysuperadoelBachillerato,Aracelise

decantópor estudiar paramaestra, yo seguía queriendo ser pintora yasí lo hice constar enmi solicitud.Soñaba condedicarme a pintar ycreíaquepodíaconseguirlo,eraeldeseoquemehabíaanimadoanodesfallecer. Pintar, ilustrar libros, dibujar retratos a carboncillo,colorearbellospaisajes,imaginarmundosinventadosyfelices…Teníafacilidad, algunos hablarían de talento, lamentablemente ya nunca losabré.Notuveoportunidad.

Federico se presentó en la residencia para chicas en la que noshabíamos instalado desde el final de la guerra, poco después de queformulara por escritomi deseode iniciarme en la pintura.Retiró lasgafas de sus ojos y, con el semblante grave propio de las malasnoticias,mehizosaberquelaEspañadelfuturo,laEspañarepublicanay socialista, no necesitaría artistas, necesitaría médicos, ingenieros,arquitectas, enfermeras… No era la primera vez que escuchabapalabrasparecidas.

—La España del futuro, necesitará hombres y mujeres que lalevanten.Túdebesformarteparaestarentrelosescogidos.Noesunadecisiónquepuedastomartú,esalgoqueincumbeatupaís.Elpartidotetrajoaquí,elpartidotefacilitóunaformaciónytemantuvoasalvoy

Page 141: Irina - foruq.com

elpartidosabeloqueteconvieneyloqueleconvieneatupaís.—Yalhablar había dejado de mirarme para fijar la vista en sus manos.Quizás se avergonzaba de las palabras que se veía obligado apronunciar.

Suspiró, dio la conversación por acabada y abandonó lahabitación.Imaginoquelepesabatenerquecontrariarmeenalgotanimportante,peroapenasloadvertí.Estabafuriosa,resentida,mehervíalasangre.Ledeseétodoslosmalesdeestemundoyaporreélamesahasta acabar rendida. No volví a mirarle a la cara. Más tardecomprendíqueFederico soloerael emisarioyque,parabienyparamal,elpartidoestabasiempreyentodosloscasosporencimadelasindividualidades. Él no era un individuo, solo una pieza en unengranaje complejo que chirriaba por todas partes y cuya idea dejusticianosiemprepodíacompartir.Yo,tampoco.

Solovolvíaverloenunpardeocasionesyapenascruzamosunaspalabras.SéquesemarchóaCubaañosdespuésparacontribuira larevolucióncastrista.

Araceli cambió de residencia para alojarse en una algo máscercana a su centro universitario y nos separamos por primera vezdesdeelaño37.Todaunadécadaapoyándonoslaunaenlaotra.Erairremediablequelavidaacabaradistanciándonos,yquizáseraloquemásnosconvenía.Peronofuefácilparaningunadelasdos.Fueellalaquesemarchóprimerocontodassuscosasenunapequeñamaleta,sus librosenunabolsade lonay las lágrimasanegandosusojos.Laacompañéhastaelautobúsquelaconduciríahastasunuevodomicilio,otraresidenciaparachicas.Nonosabrazamos,noeranecesario,solonosdeseamossuerte.Ambaslanecesitábamos.

—Adiós,Irina—sedespidióymeguiñóunojo.Y me sentí todavía más sola, como si acabara de perder los

anclajes queme sujetaban al planeta, como si la hoja hubiera salidovolandoamerceddeungolpedeviento.

Yo acabé estudiando Farmacia y, aunque lo hice a contrapelo,forzada por las circunstancias y sin poner en ello ilusión alguna, laverdadesquenomefuemal.Podríaasegurarqueacabóporgustarme.Porotraparte,enlaFacultaddeFarmaciaconocíaGrigoryKorovin,elhombrealquemásheamadoenlavida.Nofuemiprimeramante,hubootros,peroquizásfueelúnicohombrealqueheamado.

Grigory era un alumno de segundo curso y nos habíamos visto

Page 142: Irina - foruq.com

ocasionalmenteen labibliotecayen lassalasdeestudio.Siemprederefilón,sinatrevernosamirarnosalosojos.Yomehabíafijadoenély,segúnmedijo,éltambiénsehabíafijadoenmí.

Nuncanoshabíamosdirigidolapalabrahastaqueunamañanasepresentóenellaboratorioparadirigirunapráctica.Elprofesortitularhabía enfermado y enviaba a un alumno bien dispuesto y de suconfianza,elmejor.Adiferenciademí,Grigoryadorabasuprofesión,anhelabainvestigarenunlaboratorio.

—SoyGrigoryKoroviny solo séunpocomásquevosotrosdequévatodoesto—sepresentó.

Reconocí de inmediato al chico alto, de complexión delgada ynarizprominenteconelquehabíacruzadoalgunamirada.Tambiénélusabagafas,eracortodevista,comoyo,yseparecíanalasmías.Esedetalle siempreme hacía sentir algomás segura enmi trato con loshombres, por esome atreví a sonreírle al reconocerlo al frente de laclase.

Me sorprendió su voz grave, casi cavernosa, en el cuerpodesgarbado de un adolescente. Porque eso era lo que parecía, unadolescente con algo de barba, muy poca, que se esforzaba cuantopodíapordominaruncuerpodeextremidadesmuylargasyescasodemusculatura. La bata del laboratorio parecía descansar sobre unapercha,nosobreelcuerpodeunhombrejoven.

Meenamorédesuvozmuchoantesquedesusojos,desubocaodesusmanosdededoslargosyhábiles.Dedosqueigualutilizabanunalmirez que inclinaban una probeta, manejaban unas pinzas opreparaban una placa para el microscopio. Mientras seguía susinstrucciones con la cabeza baja, su voz capturabami atención y seapoderabademivoluntad.Imaginabaquesedirigíaamíenexclusiva,comosiestuviéramosasolasélyyoenunauladesiertaybañadaporlaluzdelmediodía.NadaexistíaquevalieralapenamásalládelavozprofundadeljovenGrigoryKorovin.

Elprofesoralquesubstituyóaquelprimerdíaacabóporempeorarynoregresó.Grigoryseocupódelasclasesprácticasdurantecasiuntrimestre. Yo había empezado a temer el día en el que el AnatoliTijonov,eltitulardelamateria,aparecieraenelaula,yarestablecido.Cada mañana atravesaba el umbral con el corazón acelerado y norecuperabael ritmohastaque, instantesdespués,Grigoryseplantabaante nosotros mientras se retiraba un mechón de pelo oscuro que

Page 143: Irina - foruq.com

insistíaenocultarlelosojosyrecomponíasusmiembrosendesordencomoelhombredesmañadoqueera.

—SoyGrigoryKoroviny solo séunpocomásquevosotrosdequévatodoesto.

Lo repetimos tantas veces en la intimidad de su habitaciónmientras reíamos y nos amábamos entre las sábanas, sin barreras niremilgos,queseconvirtióenunhábito.SoyGrigoryKorovinysoloséunpocomásquevosotrosdequévatodoesto.SoyGrigoryKorovinysolo sé un poco más que tú de qué va todo esto. Todo un vínculo.Ambosconlasgafassobrelanarizcasihastaelúltimomomento.Paravernos, para reconocernos y para disfrutarnos. Ambos con los ojosadormilados del miope. Ambos hermanos, amigos, amantes,cómplices.

Nos casamos unos años después, en 1950. Un puro trámite.Araceli estuvo conmigo, también algunas de mis amigas de laresidencia. A Grigory, de origen ucraniano, lo acompañó un primosuyo,BorisKorovin,que,comoél,sehabíatrasladadoaMoscúparaestudiar. Al día siguiente viajamos a Járkov, una ciudad ucranianapróximaalafronterarusaalaquenoleencontréelmenorencantoyque en opinión deGrigory era un verdadero estropicio, un lugar delquesalircorriendo.

Allí conocí a su madre, Dimitra, y a su hermana, Aliosha. ElpadredeGrigoryhabíadesaparecidoen laguerra.Aunqueno teníanconstancia de que hubieramuerto, nunca regresó. Su nombre nuncafiguróenloslistadosdemuertosnienlosdeheridosenelfrente.

Lamadre,costurera,seguíaesperandosuregresocomosieldíamenos pensado fuera a verlo materializarse en la embocadura de lacalle. A solas y a escondidas, Aliosha me susurró que ella estabaconvencida de que su padre había salido con vida de la contienda yhabíapreferidoquitarsedeenmedio.Measeguróquenoeraunbuenhombreyquesumadreharíamejorrogandoquenoregresara.Desdeluego ella esperaba que no se atreviera a asomar la cabeza por lapuerta.

MástardelepreguntéaGrigory,quenoquisohablardeelloyselimitóaalzarloshombrosyaludiralmaldelpuebloruso.Sabíaquesereferíaalalcohol.Mealegrédequemimaridoapenasloprobara.

Fueron amables conmigo, me agasajaron como pudieron y,aunque conocían mi origen asturiano, siempre me llamaron Irina

Page 144: Irina - foruq.com

porqueyoasíloquería.Sinpreguntas.Ytuveunnuevonombreyunapellido que adopté por voluntad propia. Entre mis nuevos amigospaséaserIrinaKorovin.AsunciónCadaviecosolocontinuósiendoelnombrequefigurabaenladocumentaciónyelqueseguíanutilizandolosdirigentesdelPCEydelaCruzRojaInternacionalalosquehabíadejado de frecuentar. Hice cuanto pude por olvidar queme llamabaCadaviecoMarón.

Lahojaseseparabadelárbol.Paramisnuevosamigos,paramiscolegasenellaboratorio,para

los conocidos que nada sabían de mi pasado fui en adelante IrinaKorovin.Pocoapococonseguítenerunanuevavida.

Santiagolevantólamiradaaliviadoporelrumboalgomásfelizquetomabala historia de Asunción. Comprobó el móvil. No había mensajes por leer nillamadasperdidas.Buenaseñal.Oxanasolotardaríaunpardehoras.Comprobólo que quedaba por leer, apenas tres páginas. Se puso en pie, estiró brazos ypiernas,ydejóvagarlavistaatravésdelbalcónquesolocerrabaenlosmesesdeinvierno. Le gustaba ver hincharse la cortina, mecerse y perder aire pocodespués,comosisedesinflara.Podíapermanecerminutosenteroscontemplandolacortinarendidadeantemanoacadanuevogolpedeviento.

Enlaplaza,lascriaturasquehabíansalidodelaescuelahabíanabandonadolasmochilasjuntoalosbancosysearremolinabanentornoaloscolumpios.Losmáspequeñoshozabanconsuspalasenelfosodearena.Unabrisaleveytibiaagitaba las ramas. Según escribióAsunción, era primavera enMoscúmuchosaños atrás, en mayo del 45, al acabar la guerra. Una primavera esperanzada.También era primavera en Barcelona, más de setenta años después.Afortunadamente, Santiago no conocíamás guerra que la que libraba a diarioconsigomismo.

Hacíaañosquelafuentequefuncionabamedianteunpulsadorhabíadejadode funcionar.Algún iluminado en el ayuntamiento había valorado que aquelloconstituía un gran ahorro para las arcasmunicipales. «Elmundo está lleno deiluminados»,pensó,yvolvióaacomodarseparafinalizar la lectura.Saltóunospárrafos que Asunción dedicaba a su vida profesional en un laboratoriofarmacéutico.

Duranteañostuveunabuenavida.Unbuentrabajo,unpisoquenoestabamal,nomuylejosdelcentrodelaciudadyunesposoalquenunca dejé de querer y respetar. Que yo sepa él tampoco dejó dehacerlo nunca. Puedo asegurar que durante un tiempo fui feliz. No

Page 145: Irina - foruq.com

todoelmundopuededecirlomismo.Había dejado de esperar noticias de mi casa, pero no de sentir

curiosidadporsaberquéeraloqueleshabíaocurridoamispadresyami hermano o ami hermana. Era lógico pensar que, tanto si habíanmuerto como si seguían con vida, la respuesta a mis preguntas mereportaríadolor,undolorinmenso.Poresemotivoy,adiferenciadeloquehicieronalgunasdemisamigas,entreellasAraceli,ymuchosdemis compañeros de evacuación; cuando por fin acabó la guerra queasolómediomundo,yonohabíasolicitadoregresar.

LaCruzRojaInternacionalseresistíaafacilitarelregresodelosniñosevacuadosaunpaísenelquequizássusvidascorreríanpeligroynoviviríanmejordeloqueloharíanenlaURSS.ElPCE,quehabíaorganizado nuestra salida, tampoco puso las cosas fáciles a los quequisieron volver a sus casas. Sus representantes en la URSSdificultaron el regreso de los expatriados por motivos de seguridad,por un mal entendido «prestigio internacional», por recelo, por unaseriedeargumentosdemaldefender.

Era una forma de evidenciar ante el mundo que en Españagobernaba una dictadura y que nadie podía garantizar cuál seríanuestrofuturoydeocultarlasmuchaspenuriasquehabíamospasadodurante la guerra. El gobierno soviético defendía que los niños leshabían sido entregados para velar por su vida y por su futuro y queretornarlos a una dictadura fascista era traicionar la confianza de lospadres.Argumentos que no servían a ninguno de los jóvenes que sedesvivíanporregresarasuscasas.

Por otra parte, las autoridades franquistas se jactaban de noreconocer a los exiliados. No había españoles fuera de España,aseguraban en declaraciones oficiales que levantaban ampollas portodo el mundo. Pasados unos años, en 1949, el gobierno español, atravésdelembajadorbritánicoenMoscú,diolosprimerospasosparareclamarelesperadoretorno,eldelosniñosdelaguerra,yeldelossoldadosdelaDivisiónAzul.

Elhechoindiscutibleesqueestábamosportodaspartesyquenoteníamospatria.EnlaURSS,enMéxico,enVenezuela,enFrancia,enBélgica…Unaverdaderadiáspora.

El asunto de nuestra repatriación avanzó de maneradesesperantementelenta.NofuehastalamuertedeStalin,enmarzode1953, que recibió un empujón definitivo.Malenkov, que presidía el

Page 146: Irina - foruq.com

Consejo de Ministros, impulsó los preparativos. Se iniciaron lostrámitespara facilitarel regresopaulatinode losqueasí lodesearan.Trámites desalentadores, penosos, que no siempre se saldaban segúnesperaban los solicitantes y sus familias, y que siempre resultabanmuchomáslargosdeloesperado.

Araceli fue una de las primeras en partir, viajó a Asturias enseptiembrede1956.Desdeallímeescribióa travésde laCruzRojaInternacional.Segúnafirmaba, lascosasno ibanbienenelpaísy sesentía vigilada.No había podido averiguar nada demis padres, soloqueyanovivíanenlaqueeramicasayquenadieparecíaconocersuparadero. Me prometía seguir indagando. Insinuaba que uno de losvecinos, un hombre muy viejo, afirmaba que mi padre no habíaregresadodelaguerra.PeroAraceliañadíaquenoeraunhombredefiar,quedesvariaba.Quizássolopretendíanoentristecerme.

Miamiganoparecíafeliz.Afirmabaquealgunosmurmurabandeellos, que creían que eran espías soviéticos y que los miraban condesconfianza.Lesobligabanapresentarseamenudoencomisaríayselasveíanyselasdeseabanparaencontraruntrabajo.Algunoshabíansufrido largos y penosos interrogatorios y la mayoría se sentíanamenazados por las autoridades franquistas. No había trabajo y síhambreymiedo.

Fue Grigory el que me animó a pedir autorización para viajartemporalmenteaEspaña.Decíaquenecesitabahacerlaspacesconmipasado, que no importaba lo que hubiese ocurrido, que yo tenía unpresenteyunfuturoasulado.Acabóporconvencerme.Pasaseloquepasase,volveríaaMoscú,anuestropiso,juntoaGrigory.

Pensábamos viajar juntos y, semanas después, regresar juntos anuestrohogarenlacapital.Nonossepararíamos.Fueraloquefueraloquehubierapasadoconmispadres,regresaríamosacasa.Juntos.

—Novoyadejarquetequedesallí.Nihablar.Nilosueñes.Inicié los trámites para que ambos pudiéramos abandonar

temporalmente el país. Sabía que era un asunto largo y plagado dedificultades,peronopodíaimaginarhastaquépunto.Porobraygraciade algún burócrata al que maldije mil veces, una disposicióngubernamentalconvirtiónuestropropósitoenunimposible.Lanormaautorizaba a salir del país a las parejas integradas por un hombreespañolyunamujersoviética,peroloimpedíaennuestrocaso,cuandolamujereradeorigenespañolyelespososoviético.Elmaridonosolo

Page 147: Irina - foruq.com

nopodíaabandonarelpaísencompañíadesumujer, sinoquedebíaautorizarlasalidadeesta.

Unpaís que había luchado por la igualdad femenina, que habíareconocido derechos para lasmujeres que en otros países no habíansidoniplanteados,vetóasínuestrasalida.

Nopodíacreerlo.Grigory,tampoco.Estabahorrorizadoyfurioso.Lloré de rabia y de impotencia. No quería viajar sola, no queríaenfrentarmea solasamipasado.Sospechabaqueno tendría fuerzas,Intuíatantodolorqueapuntoestuvededesistir.Nolohice.Continuéinsistiendo,apeléalPCE,alaCruzRoja.Juramosqueregresaríamosantesdeunmes.Todofueinútil.Viajaríasola.Noquedabaotrasalida.

Poco después, mi esposo, Grigory Korovin, me autorizó porescritoaabandonarlaUniónSoviética.

Santiagosacudiólacabezaysonrió.Asintiósindarsecuenta.Experimentóalgoparecidoaunasatisfacciónpersonalalcomprobarque lascontradiccionesdelsistemacastigabanalciudadanofueracualfueraelrégimenquelocobijara.Enelpresenteerantantasydetalgravedadque,amenudo,enlasoledaddesubutaca, montaba en cólera, cerraba los puños y apretaba los dientes. Gestoscompletamenteinútilesyquenoconstituíanelmenoralivio.

ConseguíregresarsolaaAsturiasenmayodel1957ylohiceenelCrimea,enunaexpediciónquealcanzóelMediterráneoatravésdelMarNegro.Habíanpasadoveinteaños.Traselemotivorecibimientoen el puerto, y después de recibir abrazos de desconocidos queignorabanquiénerayoyquémetraíaderegreso,viajéentrendesdeValencia a Bilbao y de allí a Gijón. Araceli se había trasladado aMadrid,vivíaconunodesushermanos.Nopudeverla.

No tenía a quién avisar de mi llegada. No me esperaba nadie.Recorrí completamente sola El Musel de un extremo a otro con elcorazón encogido y las piernas temblorosas. Me sentía enferma yasustada. Recordaba los besos de mi madre, sus lágrimas, su dolor.Todomimiedo.Nosabíasihabíaconseguidosermejorpersona.

Deseé no haber hecho caso aGrigory.Ansiaba estar en nuestropiso,asulado,alresguardodesusbrazos,deminuevonombre,Irina,ydesuapellidoqueeratambiénelmío,Korovin.Nuestropisoeramipatria.Noteníaotra.

Horas después llegué a Pola de Lena. Volví a ser AsunciónCadavieco Marón, aunque nadie parecía saberlo. Habían pasado

Page 148: Irina - foruq.com

demasiados años.Memarché de allí siendo una niña, ya no lo era.Tampoco yo reconocí a los hombres y las mujeres con los que mecruzaba.Las caras hoscas, lasmiradasbajas, la pobreza instalada enlasgentes,enlascasas…Todomeresultabaextraño.Localicémicasa,laencontrésindificultad,peromecostóaceptarqueelpisoenelquevivíaseencontrabaenel ruinosoedificioanteelquemeencontraba.Mepareciómuchomáspequeñoeinfinitamentemásdeteriorado.Estoúltimonoeraunaimpresión.

ApesardequesabíaporAraceliquemifamiliayanovivíaallí,llamé a la que había sido nuestra puerta en los bajos del inmueble.Quizáshubierandejadoalgunaindicación.Micorazónparecíaapuntode saltar del pecho y echar a correr escaleras abajo. Tuve queapoyarmeenelmarcoparasostenermeenpie.

Unavozfemeninaquisosaberquiénerayoantesdeabrirme.Nosupe qué contestar, me vino a la cabeza mi nombre actual, el queutilizaba entremis conocidos.A punto estuve de decir que era IrinaKorovin.Rectifiquéatiempo.

—Asunción,AsunciónCadavieco.Antes,hacemuchosaños,yovivíaenestepiso.Estoybuscandoamifamilia.

Me abrió una mujer muy joven de ojos grises, complexiónrobustaymejillascoloradasquellevabaunniñoapoyadoenlacaderayquememirócondesconfianza.Nomeinvitóapasar.Loqueviporencima de su hombro era una réplica de lo que recordaba. Apenashabía cambiado. La cortina que, amodo de tabique de quita y pon,originabaunnuevoespacio,mihabitación,eraahoradecolorpardo,comolonamilitar;yseparabaelcomedordeunacamadematrimonio.Las paredes, ennegrecidas por la cocina de carbón, no habían sidopintadasrecientemente.Unlugartriste,casimiserable.

Meexplicóenpocaspalabrasquevivíaallíconsuspadresysumaridodesdefinalesdel39.Segúnmeasegurólafamiliaquelahabíaocupadoanteshabíadesaparecido.Nosabíadecirmecómonicuándo.No llegó a conocerlos. Ellos no eran de Pola de Lena, llegaron alacabar la guerra siguiendo al padre, que encontró trabajo en unafábrica de harinas. No sabía si se habían trasladado ni a dónde. Lapropietarialeshabíaarrendadoelpisoennoviembreel39.Cuandoseinstalaron,lesdijeronqueelpisollevabavacíocasiunpardeaños.

Balbuceéunadespedidayleagradecícomopudeunaamabilidadquenohabíaexistido.Salíalacallecomosimepersiguieranyqueme

Page 149: Irina - foruq.com

quedéallí,varadajuntoalportal.Mefaltabaelaire,metemblabanlaspiernas y estaba a punto de desmayarme. Por alguna estúpida razónesperaba alguna información que me permitiera seguir buscando.Permanecí allí unos minutos, sobre la acera, apoyada en la pared.Sabía cuál era el próximo paso, pero no conseguía decidir si queríadarlo.EldeseodevolveraMoscújuntoaGrigoryeratanintensoquedolíaextraordinariamente.

Volvíaentrarenelzaguánenelquesiemprehacíamásfríoqueen la calle y, en esta ocasión, reconocí el olor y la humedad queemanaba de sus paredes. Era familiar, un recuerdo antiguo. Respiréhondo,tanhondocomopudeysubíunpardeplantashastaelpisodeSabina.El timbreno funcionabaygolpeé la puerta con losnudillos.Nadiemeabrió.Tampocoadvertíruidoenelinteriordelavivienda.Niniños,nisillasquesearrastrabannitrasteardeollasycazuelas.Quizáslafamiliademiamiga,comolamía,tambiénhabíadesaparecido.

Insistí varias veces. No quería conformarme. No podía.Desconcertada y abatida me senté en un escalón en el tramo quellevabaalaplantasuperioryesperé.Pocosminutosdespuésalcanzóelrellanounamujerjovenquetirabadeunniñoremolón,unacriaturadeseis o siete años de ojos muy vivos, el cráneo rapado y los mocoscolgando.Sabinaseasustóalverme.Nolareconocí.Tampocoellaamí.Meacerquétitubeandoydijequienera.

—SoyAsunciónCadaviecoy…La mujer se me acercó con los ojos muy abiertos y cara de

perplejidad,dejóescaparlamanodelniñoquesenegabaaavanzaryquesequedóconellacolgando,desconcertado.Lamadredepositóenelsueloelcestoqueacarreabaymeabrazócomosimereconociera.

—Asun,¿erestú?¿Deverdad?SabinasiempremellamabaAsun.Ensucasatodoelmundotenía

undiminutivo.EllaeraSabi.Sabina me recordaba. Se había convertido en una mujer muy

guapa de caderas anchas y pechos llamativos. Peinaba una melenacastañarecogidaporunacintadeespumaazulcieloysuslabios,deunrojo natural,me parecieron especialmente hermosos.Nos abrazamoscomosiseacabaraelmundomientraselniñotirabadelafaldadesumadreyleacercabalamanorequiriendolaatenciónquecreíamerecer.

Me invitó a pasar a su casa, preparó algo que recordabalejanamentealcaféyqueeraachicoriaynossentamosunafrenteala

Page 150: Irina - foruq.com

otra,mientrasArmando—así se llamaba suhijo—se entretenía conun camión de hojalata. El piso apenas había cambiado, losmuebleseranlosmismosquerecordaba,ladistribuciónexactamenteigualquela demi casa, pero sin cortina separadora.En el aparador, reparé enalgunafotoquenohabíavistonunca.Nopregunté.Yahabríatiempo.

Meexplicóconpesarquesupadremuriódetuberculosisenel39,mesesantesdequefinalizaralaguerra,ysumadre,añosatrás,deunalarga enfermedad. Ella se casó poco después con un ferroviario, elpadredeArmando.Leibabien,eraunbuenhombre,aseguró.Lacreí.SuhermanosehabíatrasladadoaZaragozaytrabajabalatierradesussuegros.

No le sorprendióqueno tuvieranoticiasdemi familia.Duranteunos instantes se resistió ahablardeello.Noeradeextrañar.Segúnme explicó,mi padre habíamuerto en el frente en el verano del 37,antesdequeyoembarcarahacia laURSS.Mimadreapenas levantócabeza tras conocer la noticia.No salía, no pedía ayuda, tampoco lequedabadinero.Eranelloslosque,devezencuando,lebajabanalgode comer o le acercaban una hogaza de pan. Lloró día y noche alperder,primeroasuesposoydespuésasuhija,alaquedejómarcharmuy,muylejos.

—No podía con tanta pena. Creo que se sentía culpable. Mimadreme explicó algo así. Lamentaba haberte embarcado, se sentíamuysolaysepasabaeldíallorando.

Por loqueSabinasabía,mimadremuriópocosdíasdespuésdealumbraramihermano.Desobreparto,dijoSabina.Y,aunqueyonosabíaexactamenteenquéconsistía,nopregunté.Noimportaba.

—No volvieron a casa.Ni ella ni la criatura.No volví a verla.Nadievolvióasabernada.Nomeextrañaquenotengasnoticias.Mimadreeralaúnicaquesabíaloquepasó.

El piso volvió a ser arrendado, la propietaria se llevó algúnmueble,el restosequedóallí.Demi familianuncamássesupo.NohubonoticiasdemisabuelosmaternosnidemitíaÁngela.Quizásnollegaronasaberquehabíanperdidoaunahijaniqueteníanunnietoque acababade llegar a estemundo.Si lo supieron, nomostraron elmenor interés. Sabina imaginaba que la criatura habría ido a parardondeibantodosloshuérfanos,aunhospicio.

—Soloséqueeraunchicoyquenaciósano.Mimadreacompañóa la tuya al hospital cuando se puso de parto y también fue al día

Page 151: Irina - foruq.com

siguiente.Dijoqueeraunchicomuyguapo.Tumadrenorespondíaalosmédicosnialasmonjasquelaasistían.Noqueríahablarnimirarasuhijo.Nollegóarecuperarsedelpartoyenningúnmomentodijoquénombre debía tener su hijo. Se abandonó, creo que quería morir.Cuandosuestadoseagravóhicieronllamaramimadre.

Afaltadefamiliacercanaellahabíadejadosunombre.Lamadrede Sabina pensaba que Rosendo, el nombre demi padre, no era unbuennombreparaunreciénnacido,dijoquemejorlepusieranAndrés,comoasupropiopadre.Yasísellamó,AndrésCadavieco.

—Andrés…—Sí,Andrés,comomiabuelo—comentóSabinaconunasonrisa

—.Enotrascircunstanciasmimadrequizás…—Notepreocupes,sécómoeranlascosas.Hizoloquepudoyos

loagradezco—leaseguré.Yeracierto.Andrés,comoelabuelodemiamigaalquenadieen

mi familia llegó a conocer. Verdaderamente, la vida era un asuntoextraño.

Descubríqueteníaunhermanoenalgunaparte.Unhermanoqueprobablementenosabíanadademí,AndrésCadaviecoMarón.Quizáspodríadarconél.Noseríafácil,peropodíaintentarlo.

MedespedídeSabinaconunode losabrazosmás sincerosquerecuerdo haber dado y recibido. Prometí que le escribiría tanto siencontrabaaAndréscomosiregresabaaMoscúsinhaberdadoconél.

Nuncalohice.Al día siguiente empecé a visitar los orfanatos asturianos que

seguíanabiertosy…

Santiago suspiró profundamente y cerró el cuaderno de tapas negras.Noquedaban páginas por leer. Alguien en algún lugar había decidido que elcontenido restante no debía ser conocido. Sin embargo, hubiera dado algo,cualquiercosa,porsabercómocontinuabalahistoriadeIrinaKorovin.

Necesitaba una ducha. Quizás incluso se cambiaría de ropa. Intentaríadesprendersedelefectoquecausabahabitualmente,eldehaberdormidoconlaropapuesta.

Page 152: Irina - foruq.com

CAPÍTULO17

BARCELONA,ABRIL2016

Apenas quedaba una hora para que Oxana se presentara en su casa ySantiagoempezóasentirsetenso,profundamenteinquieto.Norecordabahaberexperimentadonuncatantaimpaciencia.

Ordenócuatrocosas,pensóquenohabríamejormomentoparacambiarlassábanas,quitóelpolvoybarrióelpisodearribaabajo.Desplegóunaactividadquenoconocíadesdehacíamuchotiempo.Unfrenesídeordenylimpiezaqueseapoderódesuánimoyqueleayudóadejarcorrerlosminutosyaaliviarlainquietud.Nosabíaquéeraloqueleangustiabamás:silaevidenciadequepocodespués la mujer que había conseguido aturdirle hasta ese punto estaría allímismo,ensucasa,oelhechodequeunimprevistoleimpidierallegar.

Todavía adecentaba la cocina cuando sonaron las ocho en el campanariocercano.Elestómagocasi lediounvuelcoalcomprobar lahoraenel relojdepulsera.Noeraunhombredenaturalezanerviosa,dehechonorecordabahabersentidonuncaalgoremotamenteparecidoalaansiedad.

Sedesprendiódeltrapo,cerrólosarmariosy,frentealespejodellavabo,sepasóunamanoporelcabello.Sonrió,ensayóunamuecaycasiseavergonzódesí mismo, de su puerilidad. Parecía estar experimentando una involuntariaregresión a la adolescencia. El mismo desconcierto, parecido tembleque y eljodidomalestar en el estómago. Todo igual. Y, por lo que podía recordar, nohabíasidolaetapamásfelizdesuvida.

LasochoycuartoyOxanasinllegar.Seasomóalbalcónesperandoverlaaproximarse a buen paso. No fue así. Las primeras sombras del anochecercrecían en la plaza casi desierta y, en el supermercado,Nezha, apoyada en elumbraldelnegocio,manteníaunaconversacióntelefónicaalgotensa.Levantabalavoz,parecíaenfadada.Susiluetadeperfilesrojoscomolasangreserecortabaenlaluzprocedentedellocal.

Apoyado en la barandilla aguardó unos minutos mientras la noche seabalanzaba sobre la ciudad. Un cliente entró en el súper, Nezha cortó laconversaciónyunjovensemarchóinstantesdespuésconunabarradepanyuna

Page 153: Irina - foruq.com

botelladerefresco.Lachicanovolvióasalir.A las ocho y media bajó a comprobar el timbre del portero automático.

QuizáshabíadejadodefuncionaryOxana,desanimada,sehabíamarchado.Porlopocoquesabíadeella,queeracasinada,noparecíaesetipodepersona,perosiempre cabía la posibilidad. Con las llaves y el móvil en el bolsillo corrióescalerasabajohastaelportal.Pulsóel timbredesupisoqueemitióelsonidoacostumbrado,alparecerfuncionabacorrectamente.Porsiacaso,pulsótambiénel timbre del ático 1.ª y, cuando la vecina respondió, echó a correr escalerasarriba. No había problema con los timbres y en la pantalla del móvil noaparecíannimensajesnillamadasperdidasdenúmerossecretosodesconocidos.

Nosabíaquépensar.La vecina salió al descansillo y desde allí insistió en saber quién había

llamado.Porfortunahabíaalcanzadosupisoycerró lapuertaconcautela.Noqueríaproblemasconlosvecinos.

CarecíadeinformaciónparaformularalgunahipótesisyeldeseodeveraOxana aumentaba en proporción a su retraso. No se reconocía a sí mismo.RecordandoeltítulodellibroqueRosalehabíarecomendado,sesentíacomosiotrapersonahubiera cogido las riendasde suvida, alguienquegobernaba susactosysusimpulsos.Unamujerjoven,rubiaydesconocidaporlaqueempezabaasentirunaalarmantefascinación.

Destapóunalatadecervezaylavaciócasideunsolotrago.Seacomodóenla butaca y encendió el televisor. Necesitaba distraer la atención y aliviar elnerviosismo. Las noticias servirían. Y para su desesperación pasaron una trasotra,todasmalas,algunaspeores.Refugiadossinrefugio,violenciasinsentido,rifirrafesentrepartidospolíticosquenuncaconducíananadabueno…Lodecasisiempre.Noconsiguióretenercuantohabíadesfiladoantesusojos.Habíafijadoel pensamiento en la mujer rubia y ausente; y el oído en el rellano por siconseguía escuchar sus pasos acercándose a la puerta. Tras las noticias, losdeportes, que tampococonsiguieroncapturar su atencióny la segundacervezamuyfríagargantaabajo.

Empezabaapensarqueyanovendría.Cercayadelasdiezdelanoche,cuandoeljovenfamiliarhabíasustituidoa

la muchacha en el súper y la noche cerrada apenas permitía distinguir lassombrasdelosárbolesenlaplazanilapendientedeltobogán;alguienpulsóeltimbreenlacalle.Santiagodiounrespingoenlabutacaysepusoenpiecasideunsaltoconelcorazónencabritado.

—Joder.Nopreguntóquiénpretendíaentrar.Noeranecesario.Selimitóapulsarel

Page 154: Irina - foruq.com

botóndeapertura,aabrirlapuertadelpisoyaasomarsealhuecodelaescaleraconel corazón todavíapercutiendoen el pechoa todapastilla.Oxana, vestidacon pantalones apretados y camiseta, como en la última ocasión, subía lasescalerasdedosendosyseplantóenelrellanoenpocossegundos.SofocadayalteradaporalgúnmotivoqueSantiagonopodíaadivinar, la jovenentróenelpiso.

Antesdeabandonarsubolsoenunasillaseacercóalbalcónycontemplólacalleunosinstantes.Loqueviopareciósatisfacerla.Retirólacortinayentornólos postigos antes de dejarse caer en una butaca con un enorme suspiro.Santiago,quenoentendíanada,nopreguntó.Selimitóaofrecerleunacerveza,queOxanaaceptódeinmediato.

—Lamentoelretraso,hepensadoquemeseguían.—¿Teseguían?¿Quién…?—Yaloentenderás,notepreocupes—atajólamujer—.Todoasutiempo.

¿Hasleídoelcuaderno?—Sí.—¿Quéopinas?—CreoqueAsunciónpudoserlahermanademipadre.Todoloqueexplica

sesostiene,perosigosinentenderquéesloqueesperasdemí.Noséquépuedohacer.Ellahamuertoymipadretambiénfallecióhaceunosaños.Solotengomisueldo.Yono…

—¿Eso es lo que crees? ¿Que quiero tu dinero? Te equivocas. No lonecesito.Yaséquenoeresmillonario.Quieroquemecreasyquemeayudes.Esoestodoloquequiero.

Santiagocabeceóy,deunsorbo,vaciólacerveza.—Bien.Comoyatehedichonecesitoquemeayudes.Noconozcoanadie

aquí. Si tuviera otra salida quizás no hubiera dado este paso, no me hubieradirigidoatideestamaneranienestemomento,peroIrinaloqueríaasí,eraunodesusdeseos.

Lapausafuelarga,comolasqueprecedenalasnoticiasimportantes,alossecretosrevelados.

—YosoylanietadeIrina,suúnicanieta,lahijadesuúnicahija—asegurócon un ligero temblor en la voz y humillando lamirada para volver a alzarlainmediatamente,casiconbrusquedad,comosiemergieradesdeel fondodeunlago—.Comopuedesdeducir,eresprimodemimadre,somosparientes,aunquenuestroparentesconoseamuycercano.

A Santiago no le gustó saber que había entre ellos relación deconsanguinidad.PerotampocolesorprendieronlaspalabrasdeOxana,mientras

Page 155: Irina - foruq.com

leía había valorado esa posibilidad. ¿Qué otro vínculo podía existir? ¿Por quéotra razónalguiencomoella recorreríamilesdekilómetrosparahablarconél,para reclamar su ayuda? Era una lástima. Llevaba horas sintiendo un deseocrecienteporunamujerconlaqueestabaemparentado.

Malasunto.—Nollevosuapellido,soyOxanaPetrovnaTarasova.Notengoformade

demostrarlo,poresonecesitoqueconfíesenmí.Lascircunstanciastampocomelopermiten,peronecesitotuayuda.

—Noséquépuedohacerporti.—Loentenderás.Yoteexplico.Dameunmomento.Entornandolosojossellevólalatadecervezaaloslabiosyensurostrose

insinuóungestodeplacerquenopasódesapercibidoaSantiago.Eraunamujerencantadoray, en aquelpreciso instante,hubierapodidoentregarle su almadehabersabidodóndeencontrarla.Nuncaanteshabíaexperimentadoalgoasí, tanparecidoaladevoción,alaentrega.Alacegueratotalyabsoluta.Sintiómiedodesímismo.De loqueeracapazdehacer,deprometer.Fuera loquefuera loque aquella mujer esperaba de él, intentaría complacerla. No quería ni podíanegarse.

—Antesdequeempiecesmegustaríasabercómohasdadoconmigo.Nosénidóndevivesniaquétededicas.

—No fue difícil. Tienes un perfil enFacebook.No lo utilizasmucho, yodiría que ni te molestas en entrar, pero Andrea Casares y tus compañeros detrabajo te etiquetandevez en cuando, sus fotografías, sus comentarios acabanporaparecertambiénentumuro.

No se equivocaba. Andrea había creado su perfil y era ella la que habíasubido algún comentario o lo había etiquetado en algunapublicación, pensabaqueacabaríaporinteresarse,porcompartir.EltiempoylafaltadecuriosidaddeSantiagoCadaviecodemostraronqueseequivocaba.

—Comocomprenderás,nohaymuchosCadaviecoyAndrea,tuchica,ellaesmuyactivay…

—Yanoestamosjuntos—precisó.—Losé.Comotedecía,AndreaCasaresteetiquetóenvariasfotosdurante

un viaje a Asturias. En el puerto de Gijón, en Pola de Lena, en Oviedo… yescribióalgoasícomo:«Regresandoalosorígenes».Tambiénsubióalgunafotodetufamilia.CreíreconocerelparecidoentreAsunciónytupadrecuyonombre,AndrésCadavieco,tambiénhabíaetiquetado.Comoves,nofuedifícil.Saltédeunperfilaotro.Esofuetodo.

Hizo una pausa y de nuevo se llevó la cerveza a los labios. Santiago la

Page 156: Irina - foruq.com

contemplósinreservas.—En tu muro hay fotos de viajes, de cenas, de celebraciones con tu

empresa…Adiferenciade ti, tuscolegassíquesubensuscosasaFacebookyetiquetanatodoelmundo.Comopuedescomprender,saberdóndetrabajabasfuemuy sencillo. Después me aseguré de que eras tú, por eso me presenté yrespondistecomoeradeesperar.Mástardeteseguíundíahastaaquí.Porcierto,¿nuncacomesencasa?

—Nosipuedoevitarlo.—Ya—comentó e inclinó la cabeza en un gesto indefinido, como si no

supieraquépensar.—¿Ymimóvil?Nocreoqueminúmeroestéenelmurodenadie.—Nofuedifícil.Pedíquemepasarancon tudespachocuandocomprobé

quehabíassalido.Atendióelteléfonounamujeryleexpliquéquenoshabíamosconocidoenunacafetería,túsolopisascafeterías,yquenoshabíamosgustado.Le dije que habías prometido llamarme, pero que no lo habías hecho. Quizástenías una relación, pero como no llevabas anillo… Le dije que pensaba quequizáshabíasperdidominúmero.Corríael riesgodeque fueraella laquemepidieraminúmeroparadárteloa ti.No lohizo,nodesconfiódemíenningúnmomento. No sé si eso es bueno. Ya te digo, no me costó demasiadoconvencerla,esunaromántica.

—Rosa—musitóSantiago.Yporprimeravezsintióqueteníaalgoqueagradecerle.—Así que tú eres la puerta entreabierta, tú eres la señal en el camino, la

mujerquenoaciertoareconocer,peroqueestáahí.—Ycabeceócomosiataracabos.

—Noentiendo.—Nada importante,cosasmías.CosasdeRosa, tuamiga la romántica—

rectificó.Oxana permaneció en silencio unos instantes. Intentaba relajarse, quizás

ordenar sus pensamientos. Santiago observó el tatuaje que azuleaba en sumuñeca. Generalmente aborrecía todo tipo de tatuajes, sin embargo sintió eldeseodeestamparunbesosobreaquellaO.deOxana.

—Novoyahablartedemimadre,nideIrina.Yasabes loque teníasquesaber. Te hablaré de mí. Vivo en Moscú, toda mi vida he vivido en Moscú.EmpecéaestudiarDerechoelañoquemispadressesepararon.Pocodespuésmipadre sevolvióacasary se trasladóaMinsk.Dejé lacarreraantesdeacabar.Ahoratrabajoenunapeluqueríadelujo,soylaadministradora,tengounsueldodecente.Haceunosañosconocíaunhombre,unhombrerusomuyrico,Alexei.

Page 157: Irina - foruq.com

Era algomayor que yo, nomucho.Esmejor que no sepas su apellido, por tuseguridad.Tuvimosunahistoria, estuvimos juntosunosmeses.Nosveíamosaescondidas.

Mantenía la mirada baja, como si le resultara difícil resumir su vida enpocaspalabras.

Santiago asintió como si comprendiera, como si nada de lo que pudieraexplicarle alcanzara a sorprenderle. Nunca había mantenido una relaciónparecida,peroeraunhombremuy leídoyeso lehabíabastadohastaentoncesparainterpretarlassituacionesmásestrambóticasylaspasionesmásextremas.

—No vivíamos juntos, él estaba casado. No voy a excusarme, sé lo quedebespensar.Seguíconélapesarde todo,desumujer,desussecretos,desufortuna, de sus asuntos turbios. Nos veíamos en hoteles o enmi casa. No sécómo es tu moral ni si eres creyente o… No importa. No acostumbro aarrepentirmedemisactos.

Santiago le restó importancia con un gesto de la mano y la invitó aproseguir.

—Nosveíamosconfrecuenciayyomeenamorédeél,yquizástambiéndesus promesas. No lo sé. Juraba que dejaría a su mujer, que solo esperaba laocasión,queeracuestióndeunosmeses.Decíaquenecesitabaarreglaralgunascosas, hacer algunas transacciones que llevaban tiempo, quería evitar que eldivorciofuerasuruina.Quisecreerleyesperé.Pensarásquesoyunaidiota,peroavecessepierdeelsentidocomún,soloseveloquesequierever.Creoqueesofueloquemepasó.

Santiagonegóconlacabeza.Nolopensaba,tambiénélestabaperdiendoelsentido común, tenía la sensación que se le escapaba como el agua por undesagüe.

—No presioné, quise confiar en él. Fue entonces cuando me quedéembarazada. No pienses que le tendí una trampa, no fue así, pero no quisedeshacermedeél.Nosémuybienporqué,nopuedoexplicarlo,peronoquiseperderamihijo.Enningúnmomento.Hubierasidofácil,muyfácil.Enmipaísestápermitido,ademáseldineroabre todas laspuertasyAlexei lo sabemejorquenadie.Meofreció lamejor asistencia.Menegué.Alexei yyodejamosdevernos,élnoqueríaunbastardo,esasfueronsuspalabras.Yanoerasuhijo,erasolomío.

Habíapesarensuvoz,yensugestodeprofundodesánimo.Santiagocreyóverapuntarunalágrimajuntoalarayaazuldesusojos,comosiseencharcaran.No se atrevió a acercarse ni a aproximar sumano a la deOxana. Permaneciórígido en la butaca situada en ángulo respecto a la de la joven. Pensó que la

Page 158: Irina - foruq.com

distanciadepocospalmoserainfinita.Ledolió.—Tuveunhijoylotuvesola,mimadresedesentendiódemí,nohevuelto

averla.Mipadreestabaamilesdekilómetrosynosabíanadademi relaciónconAlexei.TodavíahoynosabequiéneselpadredemihijoyaNikolaysololohavistounavez.Tieneotravidayyano formopartedeella.Loprefieroasí.Alexeiesunhombreconocidoenmipaís, tienenegociososcurosy relacionesmásoscurastodavía.Frecuentaporiguallosbajosfondosylasmásaltasesferas.Mipadrelodetestaría.

Seinterrumpióduranteunosinstantes.Buscabalaspalabrasmásadecuadas.—Mi país atraviesa años complicados, todavía estamos superando la

transición económica. Grandes fortunas aparecen de la nada mientras que lamiseria se extiende como una plaga. Y siempre hay quien encuentra laoportunidad de enriquecerse. Alexei es ese hombre, el que se enriquece. Mipadrerepetíaamenudounasentenciarusa:«Elhombrequeseenriqueceenunañodeberíaserejecutado365díasantes».Esaessuformadepensar,imaginaloquediríasisupieraqueAlexeieselpadredesunieto.

—Entiendo—aseguróSantiago.—Aquídiríaisqueesunmafiosoruso.Unomásdelosquevienenaquía

gastarsudineroenlastiendasdelujo.Asíes.Oshabéisacostumbrado,eldinerolo puede casi todo en todas partes, y no preguntáis. Os equivocáis, comomeequivoqué yo. Rublos, dólares, euros… el dinero compra la respetabilidad.Nadiehacepreguntas.Yotampocolashice,nopregunté.Noquisesaber.

SantiagonosupoquédeciryselimitóaacercarleotracervezaqueOxanarechazóconfirmeza.Porunmomento lamentónohabercompradounabotelladevodka,quizásestabaacostumbradaaalgomásfuerte.

—Irinameapoyó,estuvoamiladoentodomomento.Meayudóenloquepudo, me acogió en su casa durante un tiempo y me prestó dinero. Nikolayprontocumplirálosdosañosyesunapreciosidad.Nuncamehearrepentidodemidecisión.Yhastaaquímihistoria.Esdelomásvulgar.Hombrecasadodejaembarazadaachicatontaquesemeteenunaprietoysaledeélcomopuede—rematólajovenconunasonrisa—.Dehecho,todavíaestáintentandosalir.

—Por elmomento no sé cómo…—murmuró Santiago incorporándose yacercándose un poco a Oxana, como si quisiera prestar mayor atención, noperderseniunacoma.

Adiferenciadesupropiahistoria,ladeOxananoleparecíavulgar.Porelcontrario, estaba repleta de emociones fuertes, de grandes dificultades y dedecisionesdelasquealteranporsiempreelcursodeunavida.

Page 159: Irina - foruq.com

—Trasvariosañosdematrimonio,Alexeiysumujernohantenidohijos.AValentina la operaron cuando era casi una adolescente, él sospechaba que nopodía tenerlos, pero no parecía importarle. A ella sí. Se sometió a pruebasmédicasy, finalmente, el diagnóstico fuedefinitivo, concluyente:Valentinanotendráhijosnunca,niconélniconnadie.Saberlolaalteróyllegóaenfermar.Élmehablódeunadepresióngraveydeuna tentativade suicidio.Creoqueporunaveznomentía.

—¿Cómo lohas sabido si nooshabéisvuelto aver?—inquirióSantiagoreceloso.

—Me llamó hace unos meses, a finales de enero. Me dijo que queríareclamarlapaternidaddeNikolay,exigíaqueseloentregara.Meofreciódinero,muchodinero, tanto comoparano tenerque trabajarnuncamás.Una fortuna.Measeguróque tendría todo lomejorquese lepuededaraunniño,escuelas,viajes…Todo.Lohabíahabladoconsumujer,ellaestabadeacuerdo,lohabíaperdonadoyesperabaamihijoconilusión.Alexeisenegabaaadoptar,queríaunhijopropioyentonces,soloentonces,recordóqueyateníauno.Mihijo.Elbastardo.

—¿LeentregasteaNikolay?—No,me negué, no quise ni escucharle.Colgué antes de que acabara la

conversación.Tuvetantomiedo…Laslágrimassuperaronlabarreradelospárpadosysedeslizaronhastalas

mejillas.Oxana las retiró con el canto de lamano antes de que alcanzaran sumandíbulayseprecipitarancuelloabajo.Suspiróantesdeproseguir.

—Llamómuchasvecesmás,seguínegándome.Meamenazóconmatarme,dijoqueunhuérfanonecesitaríaunpadreyunamadreyqueparaesoestabaél,queerasupadre.ConseguiríaaNikolayporlasbuenasoporlasmalas.Juróqueloharía.Le supliqué, le rogué, le recordéquenoshabíamosamado,queélnohabíaqueridosabernadadesuhijo…Nosirviódenada.Estáacostumbradoaconseguir lo que quiere. Siguió amenazándome durante semanas. Mensajes,notas…Mesentíasiempreenpeligro,sushombresmeobservaban,creoquemeseguíanatodaspartes.

Se interrumpió unos instantes, de nuevo bajó lamirada hasta susmanos,quedescansabanenelregazo,yordenósuspensamientosantesdeproseguir.

—Irina estaba en el hospital, había ingresado varias veces por problemasrespiratorios, aquella vez parecía más grave. Irina y mi madre se habíandistanciadoañosatrás,nopisóelhospital.Yyoestabasola,completamentesola.Tengoamigas,perono leshablédeello,noquería implicar anadie.Tampocoacudíamipadre,noqueríasoportarsusreprochesynopodíadejaraIrinasola

Page 160: Irina - foruq.com

en Moscú. Estaba atrapada. Pasé noches enteras sin dormir, pretexté unaenfermedad y dejé de ir a trabajar durante unos días por si Alexei decidíallevarseamihijoencualquiermomento,peronopodíaseguirasítodalavida.Tampocopodíacambiardecasaodeciudad,nohubieratardadoenencontrarme,paraélestascosassonfáciles.

Oxana se interrumpió unos instantes y bajó la mirada. Cuando volvió ahablarlohizocentrandolamiradaensusmanos.

—AprincipiosdemarzovolvíaltrabajoyadejaraNikolayenlaguardería.Noteníaotroremedio.Meconvencídequehabíadesistido.Intentérecuperarmivida,unavidanormal.

Resultabaevidentequenolohabíaconseguido.Santiagonopreguntó.Todoasutiempo,habíadichoella.Yasísería.

Unapausaparaunsuspiroantesdecontinuar.—Fue entonces, justo a principios de marzo, cuando Irina murió en el

mismo hospital donde había ingresado. Pocos días después conocí lasdisposiciones de su testamento. Era unamujermuy inteligente y sabía lo quequería.Nomelopusofácil.

Oxanaadelantóel torso,miróaSantiagoyatrapóentrelassuyaslamanoque descansaba en el brazo de la butaca. Santiago se sintió arder por dentrocomosifueradefósforo.Tuvomiedo,nuncaanteshabíaexperimentadoalgoasí.Nuncaanteshabíaentradoencombustión.

—Poresoestoyaquí.Irinamedejólamitaddecuantoposeíaylamitaddelvalordelpisoqueocupabasidecidimosvenderlo.

—¿Hasdicholoquemehaparecidooír?—Sí,Irinamedejólamitaddecuantoposeía,peronotendréaccesoanada

hastaquedéconsuhermanooconsusdescendientes;alosquelescorrespondelaotramitadexactadecuantoIrinapudoreuniralolargodesuvida.Nopodrédisponer de ese dinero hasta que no haya localizado a sus herederos y estosacepten su legado.Sino lo consigo,o si noquedara en elmundonadiede sumismasangre, recibiré lamitadde susbienesdentrodeunaño.LaotramitadseríaentoncesparaIgorDempsky,únicohijodeAliosha,lahermanadeGrigory,untipoalqueIrinadetestaba.Decíaquehabíarecibidosusgenesdirectamentedesuabuelo,unmalhombrequeamargólavidaasufamilia.

—Y,segúntú,¿yosoyeseheredero?—Exactamente.—¿Quéesperasquehaga?—Que aceptes lamitadde la herencia ante notario.Nopuedo esperar un

año. Además creo que, de alguna manera, Irina pretendía que abandonara

Page 161: Irina - foruq.com

Moscú,quemeapartaradeAlexei.—Noparecedifícil.¿Decuántodineroestamoshablando?—Los ahorros de toda su vida, el equivalente a unos 180.000 euros y un

piso, nomuy grande enMoscú. Lamitad te corresponde a ti. Lo tengo todopensado,esedinerobastaráparainiciarunavidalejosdeMoscú,lejosdeAlexei.

Santiago se sentía perplejo, confundido hasta los tuétanos, sin embargo,creyóoportunopronunciar:

—Entiendo.—Tambiénnecesitoquemeayudesaocultarmeduranteunosdías,creoque

unpisoserámásseguroquecualquierhotel.Bueno,amíyaNikolay.Meestoyquedandosindinero.NosécuántopuedetardareldinerodeIrina.Elizavetaviveenunpisocompartidoynopodemosseguirallí.

Santiagoestuvoapuntoderepetirqueloentendía.Nolohizo.—Además creo que pueden haberme seguido hasta Barcelona, Alexei

puedehaceresoymuchomás.Poresocambiédeaparienciaduranteunosdías,mevestíconropademiamiga,mepeinécomoella.Lizavetaatiendealosrusosquevisitan la inmobiliariapara laque trabajaenel centrode la ciudad.Penséque,siAlexeienviabaasushombresybuscabanaunamujerquevistieracomoyo,nomereconocerían.Nosirviódenada.Hoy…HoyhecreídoveraYurienunbarcercadelpisodeLizaveta.Esunodeellos,unodesushombres.Yo lehabléaAlexeidemiamigayahoraquizásesellalaqueestéenunlío.Poresonopuedovolverasupiso.Haceunpardedíasalguienestuvopreguntandoporella en su trabajo.Afortunadamente sus compañeros sabían lo que tenían queresponder. Negaron que hubiera una Lizaveta entre el personal, pero puedenhaberlaseguido,pueden…Nosécómolohahecho,peroYuriestáaquíysabedóndevivemiamiga.Élnomehavisto,sinembargo….

—¿Yquévasahacer?—Mi amiga está ahora con Nikolay, he buscado una habitación en un

hostal, la he reservado a otro nombre, Svetlana Korolenko, algún día te loexplicaré.NiLizavetaniNikolayvolveránalpisoporelmomento.Nopodemosarriesgarnos.Poresohe tardado tanto,nopodíavenirhastaaquídirectamente.Noqueríaquemesiguieranhastatucasa.

—Puedesquedarte,podéisviviraquíhastaquetodoesto…—¿Aceptas?—Creo que tienes razón, que soy el sobrino de Irina.Además a nadie le

vienen mal unos miles de euros —añadió restándole importancia a lo queacababa de afirmar. Puedes quedarte aquí esta noche ymañana puedes traer a

Page 162: Irina - foruq.com

Nikolay.Noslasarreglaremos.Oxanaaumentólapresiónsobresumano.Santiagopensóquelasllamasle

saldríanporlaboca,comoalosfaquires.

Page 163: Irina - foruq.com

TERCERAPARTE

Page 164: Irina - foruq.com

CAPÍTULO18

BARCELONA,ABRILDE2016

Cuando Santiago asomó la cabeza y comprobó que la joven seguía allí,aparentementedormida,pensóquesuvidanosolohabíadadounvuelco, sinoquehabíadadounsaltoalvacío.Sentíaquemudabalapielyladejabatiradaenelcamino,comolasserpientes.Oxana,unamujercuyaproximidadbastabaparaquesintiesequeestabaapuntodeestallarlelacabeza,habíapasadolanocheensusofá.Bellísima.

Oxana tenía las pestañas rubias, como el cabello, y la piel levementetraslúcida.Susojoscerradoserandosdelicadascurvas,comodossonrisas.Nopudoreprimirelimpulsoy,casisindarsecuenta,seaproximóparacontemplarladecerca.Lanarizairosa,labocaperfectayrosada,lascejascomolaspinceladasdeunmaestro.Adorable,hermosísima.

Se retiró de puntillas. No podía permitir que abriera los ojos y lodescubriera contemplándola. Demasiado denigrante incluso para él, cuya vidaeraunverdaderodesastreyparecíacolgardeunpuenteroto.Y,siademáseranparientesenalgúngrado,elasuntocarecíadefuturo.

Preparó café por hacer algo, él siempre tomaba el primer café en el bar.Tambiéntodoslossiguientes.

Oxana despertó poco después y se retiró los restos del sueño frotándoseojos. En su mirada todavía se adivinaba el rastro de las lágrimas. No habíaextrañezaensuexpresión,sinounaformadeamablefamiliaridad.

—Graciaspordejarmedormiraquí.Nomesientomuyseguraenlacalleyregresardemadrugada…AdemáshoyLizavetalibraporlamañana.

—No es nada. Me gusta tener compañía. —Era mentira, desde luego.Detestaba tener visitas y abominaba de las que pretendían quedarse a dormir,peropensóqueeraoportunodeciralgoasí.

—Comprendo.¿Quieresuncafé?—Sí,claro.Uncaféestaríabien.Abriólospostigosydejóqueelsolsecolarahastaelúltimorincón.Oxana

sepusoenpieysedesperezó.Alhacerlo,lacamisetadejóentreversuombligoy

Page 165: Irina - foruq.com

Santiago se obligó a apartar la mirada. Aquella mujer tenía el extraordinariopoder de llegar hasta sus tuétanos, de acelerar su sangre y de elevar latemperatura ambiental sin proponérselo, con un parpadeo y un rectificar latrayectoriadesumirada.Nolehubieraextrañadoqueconunpequeñoesfuerzopudierainvertirlarotacióndelatierraolasecuenciadelosdíasylasnoches.

Sirvióelcafédirectamentedelacafeteraenlamesadelsalónquellevabasemanassinusar.Sealegródehaberlequitadoelpolvolatardeanterior.Fueunplacer sentarse frente a ella, aproximarle una taza, ofrecerle el azúcar y unosrestosdepantostadoqueencontróenelfondodeunarmariotrasdesestimarunpardemagdalenasqueverdeaban.Elcaféeraespantoso,unbrebajerepugnante.Losorbiódespacio,comounapurga.

—Túdirás.Hetelefoneadodiciendoquenomeencuentrobien.—Dameunosminutos.Eltiempodetomarelcaféypasarporellavabo.Y, trasapurarelcaféyelpan tostado,perderseenel lavaboduranteunos

minutosy salir de allí con el pelo recogido enuna cola,Oxana le explicó susplanes.

Santiagoasintióporhaceralgo.NoconseguíacomprendercómounamujercomoaquellapodíahaberseenamoradodeuntipocomoeltalAlexei,unhombresinescrúpulos.

—DebesfirmarundocumentoaceptandolaherenciadeIrinaantenotario,perodebesllevartudocumentodeidentidadytulibrodefamiliay,silotienes,tambiéneldetupadre.Ocualquierdocumentaciónenlaquepuedanconstarsuspadres,tusabuelos.

Santiago asintió, lo guardaba todo en un cajón, su padre era una personaordenada.

—Si vamos hoy mismo enviaremos la documentación a Moscú, a lapersonaqueadministralosbienesdeIrinaconnuestrosnúmerosdecuenta.Nosingresaránlamitadacadauno,peroesposiblequetardenunosdías.Poresotepedíquemedejarasquedarmeaquí,porquenotengodóndeir.Puedopagarteloquecreas…

Negó con determinación. No necesitaba su dinero. Ni se le pasó por lacabezaponeralgúnreparo.

Definitivamentehabíamudadodepielysehabíaencajadoladelayudantedeunsuperhéroe.

—Tenemos que tomar algunas precauciones.Creo queYuri nome siguióhastaaquí,peroporsiacaso…

Salieron con unosminutos de diferencia. Primero él, impostando cara dedespreocupación.MástardeIrina,quenoavistóaYurienlasproximidades.Se

Page 166: Irina - foruq.com

encontraroneneldespachodelnotarioalqueaccedieronporseparado.

Page 167: Irina - foruq.com

CAPÍTULO19

BARCELONA,ABRILDE2016

Llevabanuncuartodehoravaradosenlazonaazulsinabandonarelcocheni un instante. Oxana se ocultaba tras unas gafas de sol con las que hubierapodidosoldarlastuberíasdeunrascacielos.Escondíaelcabellobajounagorranegraysemordíalasuñasdepuraimpaciencia.Santiagosefelicitópornohabervendidoel Ibizaquehabíaheredadodesupadreyquedormíaelsueñode losjustos en un descampado a la intemperie. Hacía semanas que no lo habíamovido.

Lizaveta se retrasaba y no contestaba al móvil. Oxana apenas conseguíacontrolarlaansiedad.Ningunodeelloshabíapuestotodavíaelpieenlaacera,sehabíandedicadoaesperarsuapariciónyaescrutarcadarincóndelaplazacasidesiertaalaqueLizavetadebíaacudirconNikolay.

Necesitabanunbuenlugar,unsitiodiscretoyalejadodelpisodeSantiago.Se habían citado junto a una plaza arbolada, un lugarmuy poco concurrido amediamañana de un día laborable, y esperaban justo en una esquina. Era unlugar sombreado y tranquilo, frecuentado por las familias adineradas que serepartían el barrio de la zona alta. El automóvil apenas podía verse desde losbancos, quedaba casi oculto por los arbustos que circundaban el parque.Santiagosesentabaalvolante,Oxananodejabademirarentodasdirecciones.

DesdesuasientofrentealvolanteSantiagopodíaveraunpardechicasquecharlabansentadasenunbanco,avariascangurosquenoapartaban lamiradadelmóvilmientrascustodiabanloscorrespondientescochecitosdebebéyadosasistentasdetezoscuraprocedentesdepaísesremotosquepaseabanaancianoscasi exánimes en sus sillas de ruedas mientras conversaban entre ellasanimadamente.

Lamañanaavanzabaylasnubes,cadavezmásoscuras,ledabanalcieloelcolordelahojalata.Notardaríaenllover.LoqueporlogeneraleraunabuenanoticiaparaSantiago, alque la lluvia lealegraba losdías;no se loparecióenaquel preciso instante en el que la intranquilidad le revolvía el estómago y leagriaba laboca.Eracomomoverseenel interiordeuna lata, comosobrevivir

Page 168: Irina - foruq.com

bajo una irregular cúpula de chapa que se elevase a poca altura. En el Ibizablanconosobrabannielairenielespacio.

Oxana llamaba por enésima vez a Lizaveta, que seguía sin responder.Maldecíaenruso,respirabaapresuradamenteyparecíamuyangustiada.Devezencuandoseretirabalasenormesgafasoscurasdelosojos,esperabadistinguirlasiluetadesuamigaen ladistancia.Santiagonoeraunhombrevalienteyelarrojolellegabajustoparasobrevivirenelmediomoderadamentehostildelasreunionesde trabajoyparamanteneraRosaa rayaconalgúndesplante.Pocomás.Tuvolalevesensacióndequelefaltabaelaire.Sentíaelcorazónaceleradoylosintestinosalborotados.

Bajó laventanilla,asomólacabezayrespiróprofundamentevariasveces.Rosalehabíahabladomilvecesdelasbondadesdeunacorrectarespiración.Nonotóalivioalguno.

Oxanabajódelcoche.Quisoretenerla,recordarlequeeramejornodejarsever.Nolohizo.Lajovensealejóunosmetrosendirecciónalcentrodelaplazayregresócasicorriendounpardeminutosdespués.

—Yavienen.Hapasadoalgo,estoysegura,peroyaestánahí.Unachicaalta,muydelgadayconcaradesustoseaproximabaabuenpaso

empujandouncochecito rojo.Traíaelceñofruncidoy lazancada larga.Ensuinterior,unniñodepeloonduladoymuyrubiomovíalacabezacomosinegara.Nikolayrecordabaasumadre.Teníalapielmuyblancaylosojosmuyazules,perosurostroeraalgomásalargadoysuslabiosmuyfinos.

—Ella es Lizaveta, Lizaveta Demidova, mi mejor amiga —la presentóOxanamientras sacaba aNikolay del cochecito y le estampaba un beso en lafrente.

Lizaveta inclinó la cabeza a modo de saludo y se encargó de dejar elcochecito reducido a su mínima expresión, algo parecido a un paraguasvoluminoso.

—ÉlesSantiago.La chica nopreguntó, tampoco tendió lamanopara estrechársela.Era de

movimientos rápidos y certeros y Santiago se sintió en franca y manifiestainferioridad. No hizo preguntas. Lizaveta se limitó a mirarlo de refilón y afruncir los labios.Parecíacontrariada.Ambassesentarondetrás,Oxanaconelniñoensuregazo.

Si fijaba la mirada en el retrovisor Santiago podía observar a la reciénllegada.Erarubiayteníaelpelolarguísimoylacioylaelegancianaturaldeuncaballode raza.Teníaelportequealgunaspersonas reciben incorporadoasusgenescomootras,muchomenosafortunadas,heredan lacalvicie,elexcesode

Page 169: Irina - foruq.com

pesoolabajaestatura.Vestidadeblancodelacabezaalospiesrecordabaaunade aquellas modelos famélicas a las que Santiago nunca había encontrado elmenoratractivoyqueencarnaban,ajuzgarporlasevidenciasyencontradeloquepensabanlascivilizacionesprimitivas,elidealestéticodelsigloencursoydefinalesdelanterior.

Oxana miró al frente a través del cristal delantero. Las primeras gotasestallaban contra el parabrisasmientras las nubes parecían prepararse para uninminentefundidoanegro.InclinólacabezahaciadelanteyestampóotrobesoenlacoronilladeNikolay,queparecíaabstraídocontemplandoelexterior.

—Yuri ha estado en el piso. Liuba me ha llamado desde una cabina encuantohasalido,estabamuyasustada,lahaamenazado,peroellasehalimitadoadecirlequemefuihaceunosmeses,queyanovivoallí.Porsuertenoestabasola,Pavelestabaallíconsunovio.Yasabes.

LizavetahablabauninglésqueaSantiagoleresultabacomprensible.Oxanasesobrecogió.

—Parece ser que ayer volvió y esperó a alguna de las chicas de lainmobiliariacuandosalióadesayunar,seleacercó,sepusoviolentoylachicaacabóporhablar.Ylamuydesgraciadanolohacontadohastahoy.Porsuerteellanosabíamidirecciónexactaporesolovisterondandoporallí.Nosécómoha localizado el piso. Debe haber estado preguntando por la chica rusa yalguien…Nolosé,tampocoimportamucho,elcasoesquesabedóndevivoyestoyenunlío.

Lizavetabuscó en el bolsoque llevaba cruzado sobre el pechoy sacóunpaquete de tabaco. Prendió un cigarrillo, aspiró, bajó la ventana y cientos degotasatravesaronelhumo.

—Ha registradomi habitación. Suerte que lo sacamos todo a tiempo.Noquedabanadaquepudieracomprometernos,nadaquellevaraminombre.Sehallevado sumóvil, eldeLiuba,quería conseguirminúmeroa cualquierprecio,poresoloheapagadoyhequitadolabatería.Encuantoaviseamisamigos,melibrarédeél.Noquieroquemelocalice.

Oxanaasintió.—Nopuedesvolverallí.Nialaoficina,Lizaveta.Nosabescómolosiento.

Yonoqueríaperjudicarte.Sihubierapodidohacerotracosa…—Notepreocupes,estarébien—aseguróresoplando.Elinteriordelautomóvilsellenódehumo.ALizavetaparecíafuncionarle

lodelarespiraciónprofunda.—Tengootrosplanes.Su aspecto distinguido contrastaba con sus modales desinhibidos, pensó

Page 170: Irina - foruq.com

Santiago,quebajóunoscentímetroselcristaldesuventanilla.Lajovendiounpardecaladasalcigarrilloyloarrojóalacalzadaenlaqueelaguaempezabayaaencharcarse.Seapagóenpocossegundos.

—Tengounosdíasdevacaciones,yateloexpliqué,dehecholasempecélasemana pasada, cuando dejé de ir a trabajar porque pensamos que Alexeipodía…

—Lo siento—repitióOxana, que descansaba la barbilla sobre los rubiosrizosdeNikolay—.EncuantorecibaeldinerodeIrinapodrécompensarteporloquehas…

—Noquiero tudinero,nielde Irina.Noseas tonta.Noquieronada—laatajó con un gesto contundente de la mano que segundos antes sujetaba elcigarrillo—.Notepreocupes,iréalaCostaBrava,conozcoaunpardechicasqueandanporallí.Dicenquehaytrabajo,ytienencontactos.Nohaytantagentequehableruso,inglésfluidoysedefiendaencastellano.Además,meconvieneuncambiodeaires.Algomesaldrá,estoysegura.Meiréhoymismo.Valentina,laencargadade la inmobiliaria,comprenderá,sabedequéva lahistoria.Sinoencuentronadalepediréquemeasigneaotraoficina,tienentresmásfueradeBarcelona,seguroquehabráalguienquequieratrabajarenlaciudad.

Lalluviaarreciósobresuscabezasyelvehículoenteroseconvirtióenunacajade resonancia,Nikolay,alborozado,sacudió lasmanosenelairemientrasOxana abrazaba a su amiga y Santiago ponía el coche en marcha. Detestabaconducirbajolalluvia.

SedirigieronalhostalenelqueLizavetayNikolayhabíanpasadolanoche.Santiago recogió el equipaje que habían dejado en el cuartucho anexo a larecepciónanombredeSvetlanaKorolenkoy,nosindificultades,lometiótodoenelmaletero.Ningunadeellasabandonóelautomóvil.

Sin que el aguacero menguara un ápice, acompañaron a Lizaveta a laestación de Sants mientras ella encendía su móvil unos segundos y enviabamensajesasuscontactosmásíntimosalertándolosdequevolveríaacontactarenbreve.Tampocosalierondelcocheparaunúltimoabrazoapiedecalle.Lizavetasealejótandeprisacomolepermitíaeltrolleyyunaenormebolsadedeporteenlaquearrastrabaelmundoentero.

Santiagodesconfiabadecadacochequeleadelantabaodelquesesituabaasualtura.Eraunasensaciónespantosa.EnlaGranVía,cercayadelaPlazadelas Glorias y a quince minutos en coche de su casa, Santiago tiró el móvilencendidodeLizavetaaunapapelera.

Page 171: Irina - foruq.com

CAPÍTULO20

BARCELONA,ABRILDE2016

—Soloseránunosdías,teloaseguro,nosmarcharemoselviernes,cuandoAlexeisehayahartadodebuscarnos.Esperoquesedéporvencido.Noquieroperjudicaranadiemás.Hepensadoentodo.ViajaremosenautocarhastaParís,los billetes se compran por internet y lo hice anteayer desde un locutorio, noquería comprometerte más de lo necesario. Además utilizo el nombre deSvetlana.

Santiago consideró que estaba ya bastante comprometido, pero calló, nodijonada.Nadielehabíapuestounapistolaenlasien.Habíaayudadoalabelladesconocidarusaporquehabíaquerido, libremente,sin lamenorcoacción.Porpuradebilidad.Nitansiquierahabíainfluidoelhechodequefueranparientesensegundogrado.

—Notepidencasinada,nodejashuellas.Eslomejor.YcuandolleguemosaParís…

ElviajeenautocarhastaParísconunacriaturadedosañosnoseríafácil,pensó Santiago mientras depositaba las llaves del coche sobre la mesa, sequitaba la camisamojada y se rastrillaba con los dedos el cabello empapado.Intentó secárselo con una toalla, pero solo consiguió alborotarlo. Se sentíadesarbolado, necesitaba recuperar sus hábitos, su rutinario día a día. Todavíasentíalarespiraciónaceleradayelestómagocomounahormigonera.

Oxana conseguía estimular todas y cada una de sus terminacionesnerviosas, también aquellas que llevaban toda la vida en estadode reposo.Lajovenrusaintentabahablardeprisa,peroemplearunalenguaajenanofacilitabalas cosas. Le costaba encontrar las palabras adecuadas y formular el tiempoverbalconvenienteencadaocasión.Muyamenudocabeceabadepurarabia.AOxana los pensamientos se le atropellaban en la mente alborotados por laurgenciayacudíanendesordenasuslabios.CambiabadetemaenunamilésimadesegundoyaSantiagolecostabacomprenderladerivadesuparlamento.

—No tardarán en ingresarnos el dinero. En cuanto comprueben ladocumentación.

Page 172: Irina - foruq.com

Debía reconocer queOxana había pensado en todo, había calculado cadamovimientoyhabíaprevistocadadificultad,lehabíaindicadoinclusoelsentidoen el que convenía aparcar el coche junto al parque para salir de allí lo antesposiblesipintabanbastos.

Acababan de llegar yNikolay, que se había dormido durante el trayecto,descansabaajenoatodotendidoenelsofá.Oxanaestabajuntoaél.Lamiradaintensa, brillante, enardecida, la voz exaltada, las manos revoloteando deentusiasmo,elcuerpoenterotensocomocuerdadeviolín.

—Tedijequenolloraría.Esunángel.Yatelodije.Era un niño verdaderamente guapo y, abandonado al sueño, la mejor

imagendelbienestarylapaz.Oxanasequitóelimpermeableysequedóconuntopnegroyunoslegginsdelmismocolor.Santiagopensóquenohabíavistoenlavidamujermásperfectanimásdeseable.Se sintió incapazdecontrolar susreaccionesmás primarias, las que sospechaba que se habían esfumado con elcorrerde losaños.Se levantóyseperdióensuhabitaciónconelpropósitodesacar una camiseta de su armario. No se reconocía a sí mismo en el hombrecapazdeexperimentarundeseotanintenso,tanimperioso.Tanincómodo.

Sisehubieradejadollevarporlosimpulsosrecibidosdirectamentedesdesucerebro reptiliano hubiera procedido a besar los labios de aquella mujer y apalpar sus pechos sin pedir permiso ni conformidad. Evitó pensar en lo quehubierahechoacontinuaciónparanoaumentarelapuro.

—Desde allí pasaremos a Inglaterra, tengo una amiga en una ciudadpequeña, poco más que un pueblo. Pocos habitantes, muy pocos, y bastantealejadodecualquierciudadimportante.Unrincónenelqueempezarunanuevavida.Sumarido,Henry,es inglésy tieneunbaryunazapatería, trabajaréallí.Alexeinosabenadadeella.NuncalehablédeDasha,deesoestoysegura.

Seinterrumpióylemiróalosojos.Santiagosequedóparalizadoanteellaconlasmanosenlazadasalaaltura

delvientre.—Puedesveniravernos,teharéllegarnuestradirección.Esmejorquepor

elmomentonosepasmuchomás,portubienyporelnuestro.Noséquépuedepasar.QuizásAlexeiconsigadarconnosotros.Sipreguntay llegaasaberqueIrinahamuerto,quizás…Siyolohice,éltambiénpuedehacerlo…

Santiagoasintió.Laideadeperderladevistaleresultabainsoportable.—Contactaré conmi padremás adelante. Por elmomento tú eres casi la

únicafamiliaquemequeda.Meencantaráquevengasavernos.—¿Ytumadre?Quizásquiera…—No puedo contar con ella —contestó con un gesto de su mano que

Page 173: Irina - foruq.com

indicabaqueaqueltemaquedabazanjado.Asintió de nuevo.Se sentía comounode aquellos perros de plástico que

algunos conductores colocan en labandeja traserayque sacuden la cabeza enseñal de acatamiento al menor movimiento del vehículo. Iría a la primeraoportunidad.

Casilaúnicafamiliaquemequeda.Nohabíapensadoenello.Tampocoéltenía mucha parentela. El tío Jero tenía una hija, Paula, que vivía lejos, enHolanda.SehabíacasadoconunholandésyresidíadesdehaceañosenLaHaya,sinorecordabamal.Nohabíavueltoaverla,tampocoaltíoJerónimo.ElúnicohermanodesumadresetrasladóaviviraAlicante,provinciadelaqueproveníala familia, tras enviudar unos años atrás. Había dejado de recibir susfelicitacionesporNavidad.Quizásnoerabuenaseñal.Debería llamarleundíadeestos.

Oxana se levantó, necesitaba pañales para Nikolay. Además estabademasiadonerviosacomoparapermanecerquieta.

—Nodeberías…—apuntóSantiago.—No te preocupes, no me han visto, puedes estar seguro. No nos han

seguido.Nomelocalizarántanrápido.Santiago se encogió de hombros, probablemente tenía razón, no debía

preocuparse,estabatodoprevisto.—Haspensadoentodo—observó.—Sí,así loespero.—Ysonriósatisfechadesímismaydecómoestaban

saliendolascosas.Santiago laobservócon laextrañasensacióndeser laestrella invitadaen

unapelículadeacción.Invitadaamiraryapronunciaralgunafrasesinlamenorrelevancia.

—¡Ah!Ydebesdejardellamarmeporminombre.Recuérdalo.AhorasoySvetlanaKorolenko,noloolvides.SeréSvetlanaduranteunosdías.Lizavetayalo sabe.Y todogracias a Irina, a su dinero, a ti…Además le debo el haberteconocido.Haestadobien.

Permaneció cabizbaja unos instantes, apenas un par de segundos.Demasiadaadrenalinaenlasvenas.

—Me gusta pensar que ella también cambió de identidad, que en ciertosentido nos parecemos. Sus circunstancias eran otras, ya lo sé, lo hizo porquequiso,porsoledad,poramor,porlanecesidaddeolvidar…Peroaparcóunavidapara empezar otra mejor, hizo que sus conocidos la llamaran por su nuevonombre,senegóaresponderporningúnotro.Loconsiguió,fueotra.FueIrina.Era una mujer valiente, era… No sé como… Me gustaría que la hubieras

Page 174: Irina - foruq.com

conocido,megustaríatanto…Dejólafraseamedias,sepusodenuevoelimpermeable,seencasquetóla

capuchayseenrollóalcuellounpañuelonegro,salióalrellanoycerrólapuertatras de sí. Santiago consideró que, efectivamente, había estado bien. Quizástodavíatuvieraunaoportunidadconaquellamujerqueocupabahastaelúltimorincón de sus hemisferios cerebrales. La vio avanzar con la cabeza baja endirección a la farmacia cuya cruz verde destacaba en una esquina. No creíanecesariatantaprudencia,estabaconvencidodequenoleshabíanseguido,peroellaconocíaaAlexeiyasushombresmejorquenadie.

Los golpes imperiosos en la puerta le sorprendieron descalzo, con lamaquinilla desechable en la mano y la mejilla derecha todavía con restos deespuma.Sesobresaltóycorrióalaentrada.Esperóunosinstantesantesdeabrir.Quizás alguno de los hombres de Alexei estuviera al otro lado dispuesto adescerrajarle un tiro en la frente. Sin desembarazarse de ese pensamiento seacercó en silencio a lamirilla e intentódistinguir la personaque sehallaba alotroladodelapuerta.

—Abre,Santiago.Soyyo.Eraapenasunsusurro,peroidentificólavozdeOxanaysusingularacento

de tierrasheladas.Abrióy la joven,que traíael rostrodesencajado,empujó lapuerta,entróylacerródenuevoprocurandonohacerruido.Notraíalospañales,solocaradepánico.

—Estánaquí.Loshevistoantesdesaliralacalle—dijo.Temblaba.—Están aquí.Nos han encontrado—repitió y se apoyó en la pared para

sostenerse—.QuizássiguieronaLizaveta,nosécómo…Noshanseguidohastaaquí.Ynonosdimoscuenta,peroestánaquí.AcabodeveraYuriya…

Santiago la sujetó por los hombros para evitar que las piernas dejaran desoportarsupesoencualquiermomento.

—Sontres,tambiénestáAlexei.—Tranquilízate.¿Dóndeestán?—Hanentradoenlatiendafrenteatucasa.Ladelachicaindia.—Nopuedeser.—Noshanseguido,teloaseguro.Nosécómolohanhecho.Heintentado

controlarlotodoy…YOxana,arrimadatodavíaalapareddelexiguopasillo,sellevólasmanos

alacara,ocultósusojosygimiócomosiacabarandeclavarleunaflechaenelhombro.EstabantancercaunodelotroqueSantiagopudoadvertirelmiedoensualiento.Imposiblededescribir,peroolíaamiedo,aunterrorinsoportable.

Page 175: Irina - foruq.com

—Nopuedeser—repitióSantiago,máspordeseoqueporconvencimiento,ylaabrazó.

ElcuerpodeOxanaseagitabaentresusbrazos,sollozaba.Estabaapuntodederrumbarse.

—¿Tehanvisto?—susurró.ElchampúdeOxanaolíaafrutas,acerezas,amango…Aparaísoterrenal.

HubierapermanecidohorasenterasconlacabezadeOxanajuntoalasuyaylanarizjustodetrásdesuoreja.

—No.Estoyseguradequeno.Nomehanvisto.Yamboscontinuaronhablandoenvozbajacomosi susperseguidoresno

estuvieranenlaplaza,sinoalotroladodelapuertadelpiso.—Joder,¿yahora?—Ahoranecesitopensar—dijoOxanarecomponiéndose.Y levantó la cabezaquehabía abandonado sobre suhombro, se retiró las

lágrimas,ajustólaexpresión,sedeshizodelabrazodeSantiagoysesentójuntoaNikolay.

Noesperabamenosdeunamujercomoella.ASantiago se le habían aflojado todasy cadaunade las articulacionesy

todo su organismopareció licuarse en su interior, como si bajo la piel tuvieraplomo fundido. Se acercó como pudo al balcón abierto y miró al exteriorretirandoapenasunpardecentímetroslacortinadeformaqueelmovimientonofueravisibledesdelaplaza.

Un hombre alto y fornido, de unos cincuenta y muchos y con el cuellocubiertodetatuajesfumabaunpitilloapoyadoenunafarolamientrasconsultabalapantalladesumóvil.Lalluviahabíaamainado.Peinabaelpelomuycortoyteníalabarbillaafiladaylospómulosbrevesyaltos,justobajolasbolsasdesusojos.Camisaoscura,americanadeentretiempo,gafasdesoldeespejo,zapatosenpuntaybienlustrados,cadenadeoroentornoalcuelloycarade«simetocasun pelo te rajo y me deshago de tu cuerpo en un suspiro», completaban unconjunto que hubiera hecho saltar cualquier alarma. La americana, que lesentaba como a un santo dos pistolas, servía para ocultar el arma quenecesariamente llevaba encima.Era alguienque nunca esperarías encontrar enunparque.

Másdesubicadoqueunchupeteenelculo,pensóSantiago.EranpalabrasdeArmengolylesorprendiórecordarlasjustoenunmomentotandelicado.

—El de los tatuajes es Yuri—susurró Oxana acercando su cara a la deSantiagoparamiraralexterior—.ElqueestáenlaesquinaconsultandoelmóvilesAlexei.Noveoalotro,peroestá,teloaseguro,sontres.

Page 176: Irina - foruq.com

Alexei era un tipo alto y muy delgado y vestía como para asistir a unaconvención,tambiénélparecíafueradelugarenunaplazajuntoauntobogányunpardecolumpiosquepedíanagritosunamanodepintura.Elcabellocastañopeinado con raya en medio le colgaba sobre las sienes como a un inspiradodirectordeorquesta.Manteníalamiradafijaenlapantalladelaparato.Parecíairritado y golpeaba con la punta del zapato el soporte de una papelera comopodríahabergolpeadolacabezadeunadversario.

ASantiagosucontemplaciónlehelabalasangre.Yurimirabaahorahaciael edificioenelque seencontraban,nohaciaun

piso concreto, escrutaba el edificio, todo él, desde el portal hasta el ático.Probablemente ignoraba el piso y la puerta tras la que se cobijaban. Duranteunos instantes fijó lavista enelbalcónySantiago,protegidopor la cortina, apuntoestuvodeapartarsedeun salto.El estómago se revolvió en su lechodevísceras derretidas y el corazón enloqueció. También él necesitaba pensar. Sesentóenlabutacaquereteníatodavíalaformadesucuerpo,inclinólacabezayreviviócuantohabíasucedido.Solohabíaunaexplicación.

Sin mediar palabra, Santiago se sentó junto a la mujer y con toda ladelicadeza de la que era capaz descubrió las muñecas y los tobillos del niñodormido.Noqueríadespertarlo.Oxanalomirócondesconfianza,noacertabaaentender. Santiago lo había comprendido al repasar los hechos. Tenía laseguridaddequenoloshabíanseguido,eraimposible.Porlarapidezconlaqueleshabíanencontradoeralógicopensarenunaseñallocalizadora.JustobajoelcalcetínderechoNikolayllevabaunapulserarojasujetaaltobillo.Intentóqueelniñonosedespertaray,conlosdedosalgotorpesdelquenotrataconcriaturasamenudo, dejó al descubierto la estrecha banda de silicona que, en unabultamientoconformademariposa,albergabaungps.

—¡Lizaveta!¡Hijadeputa!Siguieron otros apelativos de parecido calibre, no todos inteligibles, no

todosencastellano.—PodríahabersellevadoaNikolay.Sinolohahechoesporquetequierea

ti.Quieresilenciarte.Yamí.Tequierecalladaparasiempre—reflexionó.—Tendrá todo lo mejor. Todo lo mejor —Oxana repitió las palabras

empleadasporAlexeiparaconvencerladequerenunciasealatuteladelniño—.Serácabrón.Unlocalizadorenel tobillo,elmejordelmercado.Seguro.Esunhijodeputa,unhijodelagranputa.Telodije.Sabíaquenopodíapermitirmeningúnfalloysinembargo…Todolomejor,laúltimatecnología,lamejor.Losabía.Podíaimaginármelo,peroLizaveta…

Airada,casicolérica,selevantóconlaintencióndedespojaralniñodela

Page 177: Irina - foruq.com

banda que podía acarrearles la perdición. Santiago la sujetó por un brazo y laobligóavolverasentarse.

—Pensemos. Saben más o menos dónde está tu hijo, quizás puedanconcretar el portal, casi seguro, aunque también es posible que duden entrevarios.Sinosponemosenlopeor,sitienenlacertezadequeseencuentraaquí,estebloquetieneseisplantassicuentaselentresueloyeláticoycuatropuertasencadaplanta.Esosonveinticuatropisos.Nopuedenentrarpistolaenmanoencadapiso.

—Notienesniideadeloquepuedenhacer.Esposiblequeestéllamandoamáshombres.Es…

—Nosabemosquépretendenhacer,quizásdecidanesperaraquesalgamos,aunquelodudo,nosedejaríanver,peroporelmomentonocreoquesepanqueNikolayestáenel2.º,3.ª.

Oxanatardóunosinstantesenresponder.—Yoyanoséquécreer,perosupongoquetienesrazón.Nopuedensaberlo.—Porotraparteconvienequenolleguenasaberlo.TútevasaGales,pero

yoseguiréviviendoaquí.Esmipiso,notengootro.—Losiento,losientomucho,Santiago.Noqueríacausartetantasmolestias.

Noqueríaperjudicarte,teloaseguro.Puedesvenirconnosotrosy…—Porelmomentotenemosquesalirdeaquíobiendespistarlosyhacerque

sevayan.Luego,yaveremos.Yadecidiremosquéhacerdespués.LaproposicióndeOxananohabíacaídoensacoroto,peroporelmomento

nopodíapermitirsevalorarlaposibilidaddeacompañarlaensuhuida.Santiagovolvió a ponerse en pie y amirar a la plaza. En aquelmomento solo uno deaquelloshombres,Yuri,permanecíajuntoalsúperconlaspiernasabiertasylasmanosa laespalda,comosihubierarecibidoinstrucciónmilitar.Losotrosdoshabían desaparecido, probablemente se habían acercado al portal, quizásempezabanyalainspeccióndecadarellano.

Comprobóladoblecerraduradesupisoyasegurólacadenitaqueimpedíael paso. Mejor ahora que cuando hubieran alcanzado el descansillo. Cuandoregresó al salón, el hombre cruzaba la plaza con la intención de custodiar elportalyenlacalleseencendíanlasfarolasunatrasotra.ASantiagolegustabaesemomentodeldíaenelquelaluzempezabaadeclinar.

—Coge tuscosas, todas, intentaquenoquedeni rastro.Quizásesperenaquesalgamosodecidanirpisoporpiso.Nopodemossaberlo,peronocreoqueseantiposmuypacientes.Entodocasomejorsalirdeaquí.Deprisa,nocreoquetarden.

Oxanaobedeció.

Page 178: Irina - foruq.com

—Cogeelcuaderno.Nopodemosdejarloaquí.Santiagosedirigióa lacocina, revolvióelprimercajónhastadarcon las

tijeras,cortólapulseradeNikolayyselametióenelbolsillodelpantalón.

Page 179: Irina - foruq.com

CAPÍTULO21

BARCELONA,ABRILDE2016

Abriólapuertatrascomprobaratravésdelamirillaquenohabíanadieenelrellano.Seasomóalhuecodelaescalera.Escuchócómounhombre,desdelacalle y en una lengua apenas comprensible, intentaba que una vecina, queSantiago identificó como la del ático, 1.ª, le abriera el portal. Hablaba depublicidad,intentabaconvencerladequeeraunrepartidordecorreocomercial,peronoresultabacreíble.Niinteligible.

Lavecinasenegóenredondo.Alavozanteriorseunieronotras.Elhombrevolvióa intentarlo, llamóaotrospisosy,denuevo, infructuosamente.Sonóeltimbredel2.º,3.ª.

Y,aunqueeraprevisible,Santiagoapuntoestuvodedesplomarsedelsusto.—Vamos.Rebuscóenuncajónhastadarconunallaveycargóconlaenormebolsaen

laquelajoventrajinabaahoratodassuspertenencias.Pesabaunabarbaridad.EltimbrevolvióasonarmientrasOxanacruzabaelumbralcargandoconNikolay,queempezabaadespertarse.

—Arriba—indicó.Cerró acercando la puerta al marco muy despacio, intentando hacer el

menor ruido posible. Subieron en silencio hasta la azotea. Nikolay protestabaquedoentrelosbrazosdesumadre.Queríabajaralsuelo,caminar,jugar.Oxanalesuplicabaenrusoquenollorara,leprometíaquemuyprontocaminaríayquelopasaríamuybien.AlmenosesoeraloqueimaginabaSantiago.Hablabamuybajitoysuvozeradulce,tandulcecomoelperfumequedesprendíasucabello.

Cuandoalcanzaronelático,Santiagoseadelantóycontinuósubiendo,sacóla llavequeno recordabahaberusadonuncay abrió lapuertaquepermitía elaccesoalaazotea.Deformadaporelsolylahumedad,altirardeellalapuertacombadasonócomosiarrastraraunmueblemuypesado.

—¡Joder!Ysiguiótirandoaltiempoqueintentabaelevarlaparaquenorozasecontra

elsuelo.Nikolay,asustado,gimió.Eraelpreludiodelllanto.

Page 180: Irina - foruq.com

—Pasad,deprisa.Alguien acababa de accionar el portero automático y las voces de sus

perseguidoresrusosprocedíanyadelinteriordelaescalera.OxanatambiénpudooírlasytapólabocadeNikolayconlamanomientrassalíaalaazoteaenlaquecaíayalanoche.Elniñoseagitóentresusbrazos.

—Va.Rápido.Ytirandodelapuertahaciaarribavolvióacerrarlaconllave.Esperabaque

las propias voces ahogaran el ruido. Por elmomento estaban a salvo.CuandoAlexei y sus esbirros llegaran al 2.º, 3.ª nadie les franquearía la puerta y, sientrabanporlafuerza,encontraríanunpisovacío.Esperóquenoquedaraenélrastroalgunonidelamujerrusanidesuhijo.

Bajo la atentamiradadeOxana se acercó a la barandilla que separaba elespacio del vacío y de la calle,muchomás abajo, y lanzó la pulsera frente alportal.Cayósobreeltechodeuncocheoscuro,rebotóunpardevecesperonollegóaprecipitarsealsuelo.Notodoteníaporquésalirmal.Quizáselaparatodeavanzada tecnología había dejado de funcionar con el impacto, pero cabía laposibilidad de que la gruesa capa de silicona que lo protegía lo hubierapreservadodelgolpe.Siseguíaemitiendoseñalestadistaríamuypocodelaquehabía recibido Alexei hasta entonces. De hecho apenas notaría una levevariación,undesplazamientomínimo.Quizássiguieranbuscandoeneledificioobiensusperseguidoressaldríandenuevoalacalle.Sialabandonarlolocalizabanlapulserasobreelautomóvileralógicopensarqueacabaríanpordesestimarelbloque.

Sonriócasiinvoluntariamentealpensarquequizás,aquellamismanocheoalamañanasiguiente,elpropietarioutilizaríaelvehículoylaseñal,decontinuarviva, seguiría una trayectoria imprevisible. Alexei y sus hombres podíanvolverselocos.

Oxanatambiénsonrió.—Creoqueséloqueestaspensando—cuchicheósinretirarlamanodela

bocadeNikolayqueseguíarezongando.Y, elevándose un poco sobre las puntas de sus pies y conNikolay entre

ambos, leplantóunbesoenlos labios.Eraunbesonacidodelagratitudydeldesamparo.Nosignificabanada.Santiagolosabía,noeradelosquesedejabanengañarporlosgestosajenos,peroeraunbesoalfinyalcabo.

—Creoqueserámejorsinosalejamos.Oxanaasintió.Saltaron, uno tras otro, los muros que separaban las azoteas oscuras y

desiertas.Enningúnmomentoperdieronde vista la plaza.Nezha abandonó el

Page 181: Irina - foruq.com

súper al ser relevada por su primo. Santiago la vio alejarse envuelta en supañuelorojoyconunabolsaenlamano.

Alcanzaronunaesquinayavistaronlacalleperpendicularquemoríaenlaplaza.Apenasquedabanadieenlasaceras.Nohabíanvistosaliralosrusosdelportal. Todo indicaba que seguían en el edificio. Probablemente procedían alregistrodelospisos.Eradepreverquealgúnvecinoavisaraprontoalapolicía.Elautomóviloscurotampocosehabíamovidodelaplazaqueocupabaynadiehabíaretiradolapulsera.

Encadaocasión,encadaazotea,Santiagohabíacomprobado lapuertadeaccesoalaescalera.Siempreenvano.Unbarriodegenteprecavida,pensó.

¡Mierda!Se sentaron al cobijo de unmuro bajo en la azotea de la esquina, la que

dabaadoscalles.Había ropa tendidaenalgunosalambresyambosesperabanque sus propietarios subieran a recogerla en algún momento antes de lamedianoche.

OxanasacóunagalletadelbolsoquellevabacruzadosobreelpechoyseladioaNikolayaltiempoqueleayudabaaponerseenpie.Elniñoselallevóalabocaycorreteódeunextremoaotrodelespaciocercado.Santiagoesperabanotener que pasar la noche allí, a la intemperie y con una criatura demasiadopequeñaparaentenderquenohabríacamanicenanipañaleslimpios.

Observó el cielo. Por fortuna las nubes eran pocas y la luna creciente seasomabadevezencuandoparailuminarelextrañopaisajedealambres,antenasy ropa en movimiento. Nunca antes había estado allí. Tendía la ropa en lapequeñagaleríaquedabaaunpatiodelucesyqueeraunaprolongacióndelacocina, como casi todos los inquilinos. A Santiago le gustaba contemplar lanocheyacostumbrabaadetenerseaadmirar la lunallena.Amenudo,segúnelmes en curso, alcanzaba a verla desde su pequeño balcón en el 2.º, 3.ª. Enmejores circunstancias hubiera podido extasiarse ante la perspectiva del cielodesdelostejados.

La temperatura había bajado unos grados y soplaba una brisa ligera quesubía desde el mar. Oxana se estremeció y buscó en la bolsa de viaje elimpermeablequehabíaguardadominutosantes,cuando,sofocadaporelterror,habíarecogidosuspertenencias,yunasudaderaoscuraparaNikolay.

—Creoquepuedoencontraralgoparati.Negóconungestoydenuevomiróhacialacalle.Nosentíafrío.Alexeiysushombresseguíaneneledificio.Malaseñal.

Page 182: Irina - foruq.com

CAPÍTULO22

BARCELONA,ABRILDE2016

Alexei y uno de sus hombres salieron del edificio. Alcanzaron la callemirandoentodasdireccionesyconelactitudyelhablarairado;ningunodeellosadvirtió la pulsera sobre el coche. Por sus gestos, Alexei parecía acusar alausentemientrasseguíaobservandolapantalladelmóvil.

El hombre que faltaba y que Santiago identificó como Yuri, aparecióinstantesdespuésenlaazoteaalaquehabíaaccedido,sinduda,conlasllavesdealgúnvecino.Porsuerte,elruidodelamaderaalrozarcontraelsueloleshabíapermitidoparapetarseenunsuspiro.Casidenoche,yocultoscomoestabantrasuna pared baja a casi cuarenta o cincuenta metros de distancia, el ruso noconsiguió verlos. Permaneció allí unos minutos, saltó un par de muros sinaventurarse a llegar hasta la esquina y se plantó de nuevo junto a la puertaabiertaconlosbrazosenjarrasoteandoenlaoscuridadyhablandocasiagritosporsuteléfonomóvil.

Mientrastanto,Oxana,deespaldasalmuro.intentabadescifrarloquedecíasindejardesujetaraNikolay,quepretendíaecharacorrer,yde taparsubocacon la mano para evitar que el matón pudiera escuchar su llanto. Temblaba.Santiago, junto a ella, hacía cuanto podía por conservar la compostura. Noestabaacostumbradoaasumirriesgos.

Elhombredesapareciópocodespuéssinmolestarseencerrarlapuerta.Laluzdelaescalera,gobernadaporuntemporizador,iluminabadevezencuandoel espaciomás cercano a la estrecha abertura que conducía al ático. Santiagomaldijoatodasuestirpeyresoplósonoramente.OxanadejóescaparunsuspiroaltiempoqueliberabalabocadeNikolaydelapresióndesumano.

Seaventuróamirarhacialacalle.PudocomprobarcómoAlexeiconsultabaahoraunartilugioque élmismo llevaba sujeto a lamuñeca.Quizás lapulseraseguía activa.Un chisme sorprendente.Lo vio desesperarse, lo oyó gritar, darórdenes,buscarélmismoentreloscochescercanos,peinarlaplaza,hablarporelmóvilyentrarenloslocalesabiertos.Desconcertadoycoléricoparecíacapazdelevantarlaplazayvolarsusalrededores.

Page 183: Irina - foruq.com

Santiagonoquerría,pornadadelmundo,estarenlapieldeYuri.Elrusodela americana ligera y las gafas de sol, el mismo que minutos antes habíaaparecidoenlaazoteaapocosmetrosyquetodavíanohabíapuestoelpieenlacalle.Contodaprobabilidadmontabaguardiaacojonadoenelportaloenalgúnrellano. Una medida de seguridad que hacía imposible que Santiago, Irina yNikolaypudieranvolversobresuspasosyregresaralpisooalcanzarlacalle.

Tambiénpudoobservarcómoalgunosvecinosdesuescaleraseasomabanalas ventanas y escrutaban los movimientos de los inspectores especiales queaseguraban investigar un asunto relacionado con la mafia rusa y que a duraspenassabíanformarunafrasecorrecta.Saltóunpardemurosyseaproximólojustoparaalcanzaraoírloquecomentaban.

—Poresosonespeciales,porquevienendeRusia,seguroqueesalgomuygordo.¿No loentiendes?—lehabía señaladounavecinaa sumaridodesde laventana en dirección al interior de su vivienda—. Tú desconfías de todo elmundo—añadió lamujer; alparecer, elmaridoencuestiónnoqueríadejarlospasar.

Algunodesusvecinoscondosdedosdefrente,habíaalertadoalverdaderocuerpodepolicíayunvehículodelosMossosd’Esquadraasomóenunaesquinasin sirena y sin luces giratorias.Descendieron un par de policías.Alexei y suesbirro,queseguíanenlaplazavacía,seesfumarondeinmediatoporlaesquinacontraria.

Unodelosvecinosdelaprimeraplantaalertóalosmossosylesindicóellugarporelquehabíandesaparecido.Losagentesnomostraronelmenorinterésen iniciar una persecución nocturna. Se marcharon poco después de haberhabladoconunpardevecinosquebajaronalaacerayhabertomadoalgunanotaapiedecalle.Prometieronelaboraruninforme.

DeYuri,nielmenorrastro.Santiago se impacientaba. Nunca imaginó encontrarse atrapado en una

azotea.Habíaconsideradolaposibilidaddegolpearlapuertadeaccesoaalgunade las escaleras hasta hacerse oír, pero prefería no llamar la atención delvecindario.NiladeYuri,porsupuesto.Loimaginabacercadelapuertayatentoacadamovimientoenlaescaleraoensusaledaños.

Dieron las oncede la nocheyNikolay llorabade sueño, dehambreydeagotamiento.Eraunllantoleve,peroimposibledeignorar.Oxanahacíaloquepodía para mantenerlo en silencio. Desalentada, asustada y exhausta, habíadejadolainiciativaensusmanos.Santiagopensóqueleveníagrande,peronoseatrevióareconocersuscarenciasanteella.

Minutos después, cuando el encargado del bar de la plaza bajaba ya la

Page 184: Irina - foruq.com

persiana y el primo de Nezha dormitaba sobre el mostrador, Santiago oyó elruidoquedisparósucorazónehizoquesepusieraenpiede inmediato,acaradescubiertaysinreservas.Semaldijoasímismoporbajarlaguardiacomouncretinoyreaccionaraboteprontosinvalorarlasconsecuencias.Eraunbotaratemetidoahéroe.Nitansiquieraunmalaficionado.

Oxana,muchomáscerebral,tiródesumangaparaindicarlequevolvieraaocultarse tras el muro. Obedeció, pero lo hizo solo amedias, puso rodilla entierra y continuómirando asomando apenas los ojos por encima del muro deseparación.

En la azotea vecina a la que se encontraban alguien intentaba abrir unapuertaconelinconfundiblearrastrardelamaderasobreelsueloyunalíneadeluz creciente entre la hoja y el marco. Era una mujer joven que acabó porempujarcondecisiónyelconsiguienteestrépito.Salióy,enpijamaychancletas,seacercóconpasocansinoalosalambres.

Santiagosepusoenpiedespacioyhablóenvozbaja.Nopudoevitarquelamujersesobresaltaraydieraunpasoatrásconlamanoenelcorazónytodoelpavorquecabeenunrostro.

—Perdone,noqueríaasustarla.Novoyahacerlenada.Seloaseguro.Habíaunidolaspalmasfrentealpecho,comosirogarasinatreversetodavía

a saltar elmuro. Se aproximó despacio y con lasmanos en alto, como en laspelículas.Nopudoevitarlo.Lasbajópocoapocoalempezarahablar.

—Porfavor,noseasuste.Noshemosquedadoencerradosenlaazotea,hasidoundespiste.Esdifícildeexplicar.Lapersonaquenosacompañabasehaidoyhacerrado.

Lamujersehabíaacercadoyaalapuertaparahuirescalerasabajo.—Por favor. No tenga miedo. Soy un vecino, se lo aseguro —añadió

levantando de nuevo lasmanos, como si un pelotón lo arrinconara junto a unparedón—.Soyunvecinodelnúmero21.

Santiago se felicitó a sí mismo por haber alterado el número del portal.Estabaaprendiendoa ser cauteloso.LeordenóaOxanaque sepusieraenpie.Obedeció con su hijo en brazos.Lamujer temblorosa apenas acertó a abrir laboca.Eramuyjovenypretendíarecuperarlabatadecuadrosrojosquesuhijoutilizaríaenlaguarderíaaldíasiguiente,lamismasobrelaquehabíaderramadomedioplatodesopadurantelacomida.

Parecía cansada y tardó en tranquilizarse y acercarse de nuevo a losalambres. Seguía con la mano a la altura del corazón cuando se atrevió apreguntar:

—Pero…¿Cómo…?

Page 185: Irina - foruq.com

—Eslargo,unerror.Unerrorestúpido.Lapersonaquenosacompañabasemarchó y cerró… No nos dimos cuenta y no llevamos el móvil encima.Habíamossubidoaenseñarlelalunay…Sinospermite…

Y casi a hurtadillas saltaron la pared baja y se acercaron a la puerta. Lamujerseapartóasupaso.Todavíaletemblabanlaspiernas.

—Muchísimasgracias.Ylamentomuchohaberlaasustado.Noeranuestraintención.

Desaparecieronescalerasabajo,pasaronantelapuertadelascensor,peronosemolestaronen llamar, siguieronbajando.Lamujer, con labatadecuadritosrojos en unamano, y la llave de la azotea en la otra, lo hizo unos segundosdespués.Cuandoalcanzaronelportal,Santiagoabriólapesadapuertaydejóquevolviera a cerrarse sin pisar la acera.Quería que lamujer pensara que habíansalidoalaplazapararegresarasucasa,enelnúmero21,yquelohabíanhechoinmediatamente.Porfortuna,lavecinaignorabaquevivíaenel23ysialguienpreguntaba no podría facilitar la referencia adecuada. Estaba aprendiendo deOxanaanodejarrastronipistasqueseguir.Lajovenmadreresidíaeneláticoynoteníaelmenorinterésenseguirindagando.

Desdeelportalllamóauntaxi.Le informaron de que tardaría unos diez minutos. Esperaron a oscuras

sentados en completo silencio en uno de los escalones del arranque de laescalera.Oxananopreguntónada.Santiagopensóqueeramejorasí.

Losminutosfueroncasiquince.

Page 186: Irina - foruq.com

CAPÍTULO23

BARCELONA,ABRILDE2016

Pensó tan rápido como pudo. No era fácil. Sentía miedo y su menteprocesabademasiadascosasalavez.Unverdaderocaos.Unatolladero.Oxananohabíaabiertolabocayélnoeradadoaasumirmásresponsabilidadesdelasestrictamentenecesarias.

Cuandoeltaxisedetuvofrentealportalyatravesaronlaacerafurtivamentehasta desaparecer en su interior, había conseguido tomar una decisión. HabíarecordadovarioshotelesdepasojuntoaunadelassalidasdelaRondadeDalten una de las poblaciones del primer cinturón. Cualquiera de ellos serviría.Buscaba uno de esos establecimientos baratos y sin el menor encanto quediseñaron todos iguales con el emblema, los colores y la falta de prestacionesque distinguía a una franquicia de su competidora. Hoteles para hombres denegociosdepocamonta,paralasfríasmadrugadassintechoysinmuchodineroyparaalgúnqueotrolancefueradelmatrimonio.

Sabía que en algunos de ellos habían llegado a prescindir incluso delpersonal en la recepción. Hombres y mujeres habían sido substituidos pormáquinasexpendedorasdetarjetasqueactivabanelaccesoalashabitaciones.Elequipodelimpiezaresultabaalgomásdifícildereemplazar.Automatizadoono,enunodeaquelloshotelespensadosparaestanciascortas,elanonimatoestabagarantizado.

Enunmostradorverdelimaajuegoconlasparedesdeldiminutovestíbulo,elrodapiésyellogotipodelafirma,unchicomuyjovendeojosclaros,patillasdeforajidoydiminutaperillademosqueteroalserviciodesumajestadanotóelnombrefalsodeSantiago.Nopusoelmenorreparocuandoesteafirmoqueniélni Oxana llevaban encima el DNI ni cuando, con el rostro compungido, seofrecióadictarleelnúmeroque,siempresegúnSantiago,recordabadememoriay del que, alteró los tres números finales. Si algo había aprendido en lascomplicadascircunstanciasenlasqueseencontraban,eralomásobvio,quetodaprecauciónerapoca.

El jovenanotó lasecuenciaconmanifiestadesganaycobróel importede

Page 187: Irina - foruq.com

dosnoches,lasquefaltabanhastaelviernes,díaenelqueOxanahabíaprevistosubiralautocarcondestinoaParís.Díaaciagoenelquelaperderíaquizásparasiempre.Intentónopensarenello.Tampocoerafácil.

Sin apenas mirarles a las caras les entregó dos tarjetas de una mismahabitación que podían utilizar a modo de llave y no se molestó en desearlesbuenas noches.No sentía ningún interés.Mejor así. Sin elmenor comentario,Santiago le tendió a Oxana una de ellas y se alejaron del mostrador. Eraindiscutiblequeelchicocobrabaunamiseriayquenoestabadispuestoarealizarelmenoresfuerzosinoera imprescindible: inundación, incendioconvíctimas,maremoto…

AntesdequealcanzaranelascensorhabíarecuperadosumóvilysubidoaFacebook un nuevo comentario sobre la mierda de sueldo que cobraba y loinjustoqueeraelmundoengeneralysuuniversoenparticular.Tampocoesqueelchicofueraunalumbrera.

Lahabitaciónerapequeñaysinambiciones,casiaustera.Santiagoarrimóala cama la única butaca de la que disponían y Oxana depositó sobre ella aNikolay. El niño se agitó levemente hasta que su madre le tranquilizóacariciándolelafrenteyprotegiendosusojosdelaescasaluzconlapalmadelamano.

—Dormirátodalanoche—aseguró.Minutosdespués,sedespojódelimpermeableydelaszapatillasdeportivas

yseestiróenlacamaconunsuspiro.Santiagopermanecióunosinstantesdepiejuntoalacabecera.Nosabíaquéseesperabadeél.Oxanagolpeóelcolchónconlamanoabiertacomosilanzaraunreclamo.Enlapenumbrapudoverlasonreír.

—Venaquí.¿Notendrásmiedodemí?Negó.Soloteníamiedodesímismo.Permanecieronlargoratoinsomnesunojuntoalotro.Muycerca.Tumbados

sobre una cama desconocida, con los ojos abiertos y el temor alojado en elcuerpo.Santiagoinmóvil.Oxanainquieta.

—Losiento.Intentépensarentodo.Yalosabes.NoimaginéqueLizavetapudiera traicionarme. Confiaba en ella, hubiera jurado que era mi amiga, mimejoramiga—quisoexcusarse.

—No te preocupes. Ahora estamos aquí, estamos a salvo, saldremos deesta.

Ylodijoconunconvencimientoquenosentía.—Saldremosdeesta—repitió.Pensóqueelmomentorequeríaalgoasí:contundente,sinfisuras.

Page 188: Irina - foruq.com

—Lo sé —aseguró Oxana girándose hacia él, mirándole a los ojos ydepositandounbesosobresuhombro—.Losé.

YSantiagonotóenelcuelloelalientotibiode lamujer.Sindudaaquellaera una de sus zonas erógenas. Una de lasmás sensibles. Se sintió de nuevocomodepurofósforo.Unabengalaalaqueacabandeaproximarunallama.

CuandoOxanacruzóelbrazosobresuscostillasyacariciósumejillaconlanariz, suerecciónerayaunhecho, como loera la tensiónencadaunode susmiembros y su respiración acelerada. Demasiado confundido como parareaccionar,nosemovió.LeparalizabaelmiedoanointerpretarbienlosdeseosdeOxana,acometerunerror.

Esperó.Oxana dejó una ristra de besos cortos sobre su cuello, justo bajo la

mandíbula y permaneció con la boca a poca distancia de la suya. InstantesdespuésSantiagoconsideróqueyanoquedabamargenparaelequívoco.Segiróhaciaellayolisqueósucabello,acariciósusmejillas,sucuelloysushombrosintentandonorecordarlaproximidaddeNikolay.

Oxanaseestremecióyabarcósucuerpoconlosbrazosylorodeóconsuspiernas.Seciñóaél.Santiagoseatrevióadesvelarsuspechosocultosbajoeltop deportivo. Ella le dejó hacer y sus cuerpos se enredaron. Santiago sesorprendió,tiernoyaudazalmismotiempo.Unhombrediferente,reciéncreado,resultadodeunacombustióninternasinprecedentes.

Puromagma.Progresólentamentehastalasinglesyexploróentresuspiernas.Oxanale

animabaaproseguir,susurrabacercadesuoídopalabrasenruso,unalenguaquenuncahabíacreídoapropiadaparaelamoryqueseleantojólamássensualdetodas.

Hicieronelamorcomosiseacabaraelmundo,porsielmundoseacababa.Oxana dominó su cuerpo como horas atrás había sometido su alma. Sinremilgos,sinmiramientos,sinesfuerzo.Coneldeseoenlapiel,enlapuntadelosdedos,delalengua,Santiagolapenetrócomosipretendieraatravesarlayellalo recibió con placer. Con un placer intenso, urgente, fruto de un deseodescarnado y sin concesiones. Tan intenso que, por momentos, fue dolor. Ymiedo.Unmiedopresenteencadamovimiento,encadagemido,encadacaricia.

Permanecieron exhaustos e insomnes en la oscuridad durante horas.Cogidosdelamanoyconlamiradaperdidaentrelasparedesdeladesangeladahabitacióndehotel.

—¿Recuerdas que tú y yo somos parientes?—preguntó Santiago con lasprimerasluces.

Page 189: Irina - foruq.com

Yenlamedialuzdelalba,Oxanaarrugóelceño.Tardóencomprender.A ojos de Santiago no había perfilmás perfecto, ni vozmás hermosa ni

cuerpomásbelloyacogedorqueelde lamujerqueyacía juntoaél.Labellamujerrusaconlaquedifícilmentesehubieraatrevidoasoñar.

—En segundo grado —objetó Oxana instantes después—. Primossegundos.Nocreoqueseagrave—añadiónegandoconlacabezayrestándoleimportancia al delicado asunto del parentesco entre amantes—.Además, amímedalomismo,perositienesalgúnproblema…

La consanguinidad parecía no importarle en absoluto, un detalle sin lamenorrelevancia.Tampocoélapreciabainconvenientealguno,peroleagradósudespreocupación,lanaturalidaddeOxanaalhablardeello.Parientesensegundogrado.

—Yonomepreocuparía—habíaañadido.YSantiagoacabópordecidirquenohabíamotivoparalainquietudysiguió

recordandoconverdaderoasombrolacapacidaddelamujerparaexperimentarplacer. Todavía pensaba en ello cuandomedia horamás tarde se puso en pieintentandohacerelmenorruidoposible.

Durantelanochehabíadecididoqueacudiríaaltrabajocomocadadía,quedejaríacorrerlajornadalaboralcomosinadahubierapasadoyqueregresaríaalhotel a mediodía para comprobar que Oxana y Nikolay estaban bien. Por suseguridad, ellos no se moverían, no pondrían el pie en la calle ni intentaríancomunicarseconél.

No era lo que deseaba hacer. Hubiera permanecido durante horas en lacamajuntoaOxana,mirandoaltecho,acompasandolarespiraciónaladeellaocontemplando su hermoso perfil. Definitivamente, no era lo que quería hacer,hubieradeseadoapurarlashorasjuntoaella,dejarpasareltiempoasuladomuydespacio.Perosabíaquelomásconvenienteeraaparentarnormalidad.

—Noosmováis de aquí.No salgáis de la habitación.No creoque sepandóndeestamos,peroesmejorque…

Envozmuybaja,casicuchicheando,leexplicósusplanesaOxana,quenopusoreparoalguno.Nosemoveríandeallí,prometió.Teníagalletasylecheenlabolsa.Sobrevivirían.Entretendríaasuhijocomopudiera,peronopondríaelpieenlacalle,aseguró.

—Lehequitadolabateríaalmóvil.Yotellamarédesdelarecepciónsolosiesurgente—advirtióella.

Santiagoasintió,seperdióunosinstantesenellavabo,hizoloquepudoconsuaspecto,queera francamentemejorable. Imposible remediar lasbolsasbajo

Page 190: Irina - foruq.com

los ojos, las ojeras del insomne, la barba de un día o la falta de una camisaapropiada. Por si fuera poco la camiseta lucía en rojo sobre negro el lema:WorkingClassHero.

Cuando apareció de nuevo en la habitación, Oxana lo miró con mediasonrisa,comosipudieraleerleelpensamiento.

—Amímegustas.—Esunconsuelo,peronocreoquemijefeopinelomismo.—Si puedes, al volver pasa por una farmacia, compra pañales y algo de

comidapreparadaparaniños.Lanecesitaremos.Yalgúnzumo.Asintióysedespidióconungestoderesignaciónyunbesoenloslabios.Al poner el pie en la calle tardó unos instantes en orientarse. Al menos

veinteminutosapieloseparabandelabocademetromáscercana.Desestimólaposibilidaddellamarauntaxi.Tardaríaenllegarycruzarlaciudadpocoantesdelahorapuntanosololellevaríamuchotiempo,lecostaríaunafortuna.

El día era desapacible, nublado y algo ventoso. A la vista, el panoramadesoladordeunpolígono industrialenelqueapenasquedabanempresas.Solounpardejóvenesconauricularesycaradesueñoque,comoél,seencaminabanabuenpasoendirecciónalmetroylosautomóvilesqueaguardabanelmomentodeincorporarsealacirculacióndelatransitadaRondadeDalt.

En las proximidades, varios coches grandes, caros y plateados, pero niAlexeinisushombresparecíanocuparningunodeellos.

Resoplóyechóaandar.Tardaríaunaeternidadenllegar.

Page 191: Irina - foruq.com

CAPÍTULO24

BARCELONA,ABRILDE2016

Al salir del ascensor se cruzó con Carles Armengol, uno de los pocosempleados de la inmobiliaria con los que de tarde en tarde compartía unacervezayunratodecharlamásomenosamable.Muydetardeentarde.Nadaíntimo. Banalidades. Aun así era lo más parecido a un amigo. Un tipoverdaderamenteraroydeánimosiemprejocoso.Unverdaderoexpertoenreírsede sí mismo y de sus propias excentricidades, que eran muchas y no todasmenores.Entreellas ladehaberabandonadolacarreradeArquitecturacuandosololefaltabandosasignaturasparalicenciarse.Segúnél,perdiótodointerés.

Santiago apreciaba su ingenioso sarcasmo y su pragmática manera deentenderlavida.Erauntipofornido,calvoyconunasmanoscomoensaimadasmallorquinas que pasaba todo su tiempo libre, y buena parte del remunerado,proyectandoyconstruyendotrenesyestacionesenminiatura.Costabaimaginarque los dedos rollizos de aquel hombre pudieran manipular las diminutasherramientas de precisión que requería la delicada tarea o que pudieranensamblar un vagón con todo su equipamiento interior. Sin embargo, comotantosimposibles,asíera.

Armengollomiródelacabezaalospies.Teníaunavozgraveypoderosapoco apta para las confidencias, una voz que no acostumbraba a moderar enningúncaso.Nitansiquieralointentó.

—Guauuuu.¿Erestú?¿Tehaslevantadoportuspropiosmediosoteacabandeexhumar?

—Unamalanoche—selimitóacontestarllevándoseundedoaloslabiosparapedirlediscreciónyenfilandoatodaprisaelpasillohaciasudespacho—.Yprefieronohablardeello.

—Entendido,walkingdead.Dosempleadossedetuvieronparaevaluarsuaspectodeunaojeada.Bajóla

cabeza, no se detuvo, no quiso explicarle que no solo había escapado a unapersecución, sino que había dormido con lo puesto y había amado hasta laextenuaciónalamujermásbelladelmundo.Nopensabarevelarle,niaélnia

Page 192: Irina - foruq.com

nadie,quelejosdeserunamalanoche,habíapasadolamejornochedetodasuvidaenunhoteldemalamuerteconunniñomuypequeñoapocospalmosyenelpuntodemiradeunpuñadodemafiososrusos.ArmengolhubieragritadoaloscuatrovientosqueSantiagodeliraba.

Afortunadamente,Rosanohabíallegadocuandoalcanzósumesa.Duranteunosminutos estaría a solas con sus pensamientos. Esperaba que no llegara aadvertir que no solo vestía una camiseta poco apropiada, sino que calzabasandalias. Se equivocaba. Rosa hizo su entrada hablando por elmóvil con suhermana, una de ellas, la que había sufrido una depresión y cuyo ánimo seabismabacadaciertotiempo.

Todavíanosehabíalibradodelachaquetacolorazafránnihabíacolgadoelbolso del perchero cuando advirtió que el aspecto de Santiago no era elacostumbrado. Interrumpió la conversación con la promesa de volver a llamarprontoypreguntósinmáspreámbulos:

—¿Quétehapasado?¿Dedóndesales?—Nadaimportante.—Nome vengas con esas. Eres un tipo raro, pero esto…—Y señaló su

camiseta,suspies,sucara.—Unamalanoche.Nohedormido.—Nohasdormidoyalsaliralacalletehaatropelladouncamiónotehas

caídoenunazanja.Decidióimprovisar.Bienmiradotampocoseledabatanmal.—Hepasadolanocheenelhospital.MitíoJero,elhermanodemimadre,

uncóliconefrítico.Rosa sabía que tanto sumadre como su padre habíanmuerto pocos años

atrás.SantiagopensóeneltíoJerónimo,delquenoteníanoticiarecienteyquedifícilmentetendríaocasióndedesmentirle.Rosaerasolidariaconeldolorylaenfermedad, estaba versada en casi todas las dolencias conocidas y en buenapartede lasque todavíaescapabana losprotocolosde lacomunidadcientíficainternacional.Undoloragudo,unafatigainexplicable,unmalestardecualquieretiologíabastabanparaconmoverlayganarsesucomplicidad.

—¡Oh!Losiento.Esoesdolorosísimo.¿Esmuymayor?—Setentaytantos.—Ufff.Pobre.¿Yalehandadoelalta?—No,no.Sigueenelhospital, le estánhaciendopruebas.Suhija llegará

estatardeomañana.—¿Enquéhospitalestá?—Bellvitge—respondiósindudar.

Page 193: Irina - foruq.com

Había visto la inmensa mole del hospital aquella misma mañana alabandonarelhotelendirecciónalmetro.

—Esunbuen hospital, seguro que se recupera.Ya sabes que si necesitasalgo…

—Gracias.Creoqueno—respondiócontrolandolasganasdecontestarqueloquenecesitabaerasilencioy,mejortodavía,estarsolo—.Necesitoquevengasuhijaysehagacargodetodo,peroteloagradezco.

Por fortuna Rosa regresó a su mesa y no continuó indagando. Santiagointrodujo enGoogle las palabras cóliconefríticoy tomóalgunasnotas.Era loprimero que le había venido a la cabeza y desconocía con exactitud en quéconsistía, qué síntomas presentaba y cómo se detectaba la disfunción. Habríapodidodeciranginadepecho,ictus,obstrucciónintestinalofallomultiorgánico.Cóliconefríticodeunfamiliarcercanoeraloquealegaríacuandosepresentaraenlareuniónprogramadaparalasonce.Sonababienyserviríaparadisculparsumalaspecto.

PasólamañanaintentandonopensarenOxanayreprimiendolasganasdellamaralhotelypedirque lepasarancon lahabitación217.Necesitabaoír suvoz, comprobar que continuaba existiendo y que todavía les quedaban unashoras,muypocas,parapasarlasjuntos.

AcadaratoRosalevantabalamirada,sobrevolabaeldespachocompartidoy ladeteníaen su rostro.Noacababadecomprender la insinuaciónde sonrisaqueSantiagomostrabaprendidaalrostro.

Cuandobajó a fumar a la calle coincidió conArmengol, queno tardó enofrecerle el cuello para que le diera un mordisco por si necesitaba algo desangre.

—Porunamigoloquehagafalta.—Carles,nometoquesloshuevos.—Noeramiintención,aunquesitienesunanecesidad…Enserio,notienes

buenacara.Porcierto,estedomingojugamos.Armengol, que no corría bajo ningún concepto, caminaba solo si era

imprescindible y no practicaba deporte alguno; se expresaba así cuando elequipodelqueamboseranbuenosseguidoresteníapartidoalavista.Jugamos.

Santiagoasintió.—Partidazo.¿Quieresquequedemosparaverlo?—Estoymuyliado.Tengounfamiliarenelhospital—seexcusóbajandola

mirada—.Pero imaginoquesí—añadiópensandoqueOxanadesapareceríaelviernesdesuhorizontecercano.

Armengolinclinólacabezaychasqueólalengua.

Page 194: Irina - foruq.com

—Mala noche—repitió en alusión a las palabras de Santiago un par dehorasantes—.Muymalahatenidoqueser—rematómirándolealosojoscomosipudieraverenelloscuantohabíasucedidolanocheanterior,comosipudieracontemplarelrostrodeOxanaolamodestahabitacióndehotelperfilándoseensuscórneas.

Santiago asintió, aunque en cierto modo se sentía como si acabara deprecipitarseenunaredtendidaatalefecto.Seestabaespecializandoendisfrazarlaverdadynoeraningúnexperto.Recordólaspalabrasquesumadrerepetíaamenudo:antessepillaaunmentirosoqueauncojo.Yhabíaalgodeverdadenellas. Armengol no era Rosa, no bastaba con apelar a su solidaridad. Noresultabafácilengañarle.Dehechoeraunexpertoeninterpretarlasseñalesyellenguajenoverbalnoteníasecretosparaél.

—Sitúlodices…—Nos llamamos —zanjó Santiago aplastando la colilla con mucha más

energíadelanecesariaenelcenicerometálicoestratégicamentesituadojuntoalaentrada.

Atravesó el vestíbulo, entró en el ascensory sedirigió a sudespacho sindejardepensarenOxana.Ensusilueta,ensuhermosoperfilenlapenumbra,ensuplacerintensoyenvolvente.

Nadamáscruzarelumbral,Rosaclavólamiradaensurostroylesoltóabocajarro:

—Atitepasaalgo.Nohablodelhospital.Tepasaalgobueno.

Page 195: Irina - foruq.com

CAPÍTULO25

BARCELONA,ABRILDE2016

No había intentado ponerse en contacto con Oxana en toda la mañana.Tampoco había marcado su número de móvil. No había sido fácil. No habíadejadodepensarenello,perodenadahubieraservido.Oxanahabíaaseguradoqueelaparatopermaneceríasinbatería,porsiacaso.

Con los nervios y la impaciencia a flor de piel, abandonó el edificio deoficinasenelquetrabajabaalahoraenpuntoyseaproximóalaprimeraparadadetaxisquerecordaba.Caíanlasprimerasgotasdeloquepodíaserunaguaceroqueenotromomentohubierarecibidoconsatisfacción.Apenassediocuentay,cuando la lluvia sobre el parabrisas dificultó la visibilidad y entorpeció eltránsito,maldijointeriormenteelpuñeteroclimamediterráneoysuscondenadasprecipitacionestorrenciales.

Joder,joder,joder.Eltrayectoduróunaeternidadqueelrelojsentencióenveinticincominutos

exactos durante los cuales estuvo a punto de prender un pitillo hasta en tresocasiones.Enlaúltimadeellas,conelcigarrilloyaenlaboca,eltaxistalehabíadirigido una mirada a través del retrovisor capaz de atravesar el hierro frío.Volvióaguardarloysusurróunadisculpa.Leimpacientabacadasemáforoysedesesperabaantecadavehículoespecialmentelentoomalestacionadodelosqueentorpecíanelpasoyretrasabansullegada.

Cruzó la calle bajo el aguacero en dos zancadas y accedió al pequeñovestíbulo del hotel. A la escasa luz del día tormentoso, el color verde limaresultaba algomás soportable. Demadrugada y bajo la luz del neón era casihiriente,uncastigopara laspupilas.Unverdaderoatropello.Nosemolestóensaludaralarecepcionista,unachicapelirrojaquepeinabacoladecaballoyquesololevantólamiradadelarevistaqueojeabaparaexpresaralgoparecidoalairritaciónenformadegruñidoindescifrable.

Santiagohabíadejadoenlaentradaunrastrodepisadas.Lajovensealegróalverqueeltipochorreantesedirigíadirectamentealascensor.Losclientesdeunhoteldepasoeranjustoeso,clientesdepaso,ynomerecíanmásatenciónque

Page 196: Irina - foruq.com

laimprescindible.Laamabilidadnoestabaprevista.Niretribuida,desdeluego.Alcanzó la 217 y golpeó la puerta un par de veces antes de abrir con la

tarjeta. No advirtió ruido en el interior. Pensó que quizás Oxana se habríaasustadoyreteníaaNikolayparaobligarloaguardarsilencio.Acercándosealapuerta,susurró:

—Soyyo,Santiago.—Altiempoqueintroducíalatarjetaenlaranura.No hubo respuesta. Pensó que algo no iba bien. Ella estaba esperando,

llevabahorasencerradaenlahabitaciónyhabríareconocidosuvoz.Lológicoesquehubierareaccionadodealgunamanera.Bienconunospasosendirecciónalapuerta,conunsusurroo,mejoraún,conunbatirdepalmas.Aunqueserepitióporenésimavezquetodaprecauciónerapoca,comprendióqueelsilencioeraunmalpresagio.Noseequivocaba.

Abrió, y a punto estuvo de desplomarse, al comprobar que la habitaciónestaba vacía, que todo estaba en orden y que alguien había hecho la cama,separadolabutacaenlaquehabíadormidoelniñoycolocadocadacosaensusitio.Ni rastrodeOxananideNikolay,ni lamenorhuelladesupasorecienteporlahabitación.

Con el corazón batallando para separarse del cuerpo entró en el lavabo,había concebido la vana esperanza de que estuvieran escondidos detrás de lapuertauocultostraslacortinadeladucha.

Nadie.Vacío,dolorosamentevacío.Nuevosenvasesdejabónydechampú,toallas

limpias y colgadas de las argollas y en el aire un familiar aroma a líquidolimpiador.Lahabitaciónyahabíasidovisitadaporelpersonaldelimpieza.NielcepillodedientesdeOxana,nicabellossueltosenlapilanielenvasedesechadode lasgalletasdeNikolay.Tampocohuellasdeviolenciaquehicieran temerelpasodeloshombresdeAlexeiylaresistenciadeOxana.

Impecable.Nada.Nadie.Seleaflojaronlaspiernasyelterrorseapoderódeélentromba,comouna

olagigante.Se tambaleóy se apoyóen lapared.Pensóqueallí quedarían sushuellas, que estarían por todas partes y que, como Oxana no se cansaba derepetir, toda precaución era poca. Apenas dedicó unos segundos a valorar laposibilidaddehacerlasdesaparecer.Ladesestimó.Laprioridaderaencontrarlosloantesposible.

Le alertaron las voces en el pasillo y se apresuró a cerrar la puerta de la

Page 197: Irina - foruq.com

habitación que había dejado abierta. Se dedicó, desesperanzado, a abrir cadaarmario,acomprobarsiestabanescondidosymuertosdemiedobajolacamayaintentar abrir la ventana sin conseguirlo. Concluyó que no habían podidoabandonarlahabitaciónporlaventana,puestoquenoexistíatalposibilidad.Elhoteleraunbloqueherméticoyaireadomedianteconductos.

Porúltimo,salióalpasilloycomprobóque,efectivamente,setratabadelahabitación 217. Creyó estar viviendo una pesadilla, uno de aquellos sueñosaterradores en los que las cosas dejaban de ser lo que parecían para ser otrasmuchopeores.Recordóque,pasadoelmediodía,sihabíapodidoabrirlapuertaeraporquelanocheanteriorhabíaabonadodosdíasdeestancia.

Le faltó el aire y sintió náuseas. Durante unos instantes permanecióinclinado enmitad del corredor frente a la puerta cerrada de la 217, dobladosobresímismoyconlasmanosalaalturadelestómago.

Llorando.Nosabíacómo,peroAlexeiloshabíalocalizadoyloshabíasacadodeallí.

Se los había llevado. Estaba seguro.No había otra explicación. El ruso habíarecuperadoasuhijoparacontentaraValentina.Alniñonolepasaríanada.TalycomohabíaprometidoAlexei, tendría todoymás.PeroaOxana…LavidadeOxana corría peligro. Un peligro grave, inminente. Quizás ni tan siquieraestuviera a tiempo de… Santiago ignoraba qué podía hacer, a dónde debíadirigirse,cómodebíaactuar.Nuncaantessehabíaencontradoenunasituaciónparecida.

Bajóporlasescalerashastalarecepción,tuvoquedetenersealaalturadelprimerpisoparadominarlanáusea.Alcanzóelmostradorysedirigióalachicapelirroja.

—Porfavor,necesitosabersihavistosaliraunamujerjovenconunniñodeunosdosaños.Unamujerrusaquehablabaeninglés.

—Tenemos unas setenta personas alojadas en estosmomentos.No sabríadecirle.

Por suexpresión indiferenteni sabíadecirlenipusoelmínimo interésenrecordar.

—Alta,muy guapa,muy rubia. Con un niño tambiénmuy rubio. Seguroquelarecordarás,es…

—Laverdadesquenolosé.Poraquípasamuchagentey…—Por favor—suplicó él casi a voz en grito—. Por favor. Es un caso de

vidaomuerte—afirmó.Ylesonócasiteatral,perocierto.La chica se tensó y, con un dedo, remontó las gafas sobre la nariz como

paraverlomejor.

Page 198: Irina - foruq.com

—Lehedichoquenolosé.Yamehaoído.Nopuedoayudarle.Ademásyoempiezoturnoalasdoce,sisalióantes,yono…

Y de nuevo se dispuso a seguir leyendo la revista que guardaba bajo elmostrador.Elenergúmenodepelomojadoygafassalpicadaspor la lluviaquehabía decidido incordiarla, acabaría por cansarse y desaparecer en algúnmomento. Siempre era así. Cuestión de tiempo y de la indolencia suficiente.Además si, tal y como aseguraba, lamujer eramuy guapa, seguro que habríapuestotierradepormedio.Élnoeranadadelotromundo.

—¿Ylapersonaqueestabaaquíhastalasdoce?Levantólamiradayrespondiócondesgana:—Ensucasa,imagino.—¿Nopodríaustedllamarla?Porfavor,esmuyurgente.Necesitosabersi

hansalidoysi…—No,nopuedo—atajó.—¿Y no habrán entrado dos o tres hombres rusos? ¿Quizás se han

registrado?Simepermiteel…—Mire, yonopuedoayudarley el registro solo se lopuedomostrar a la

policía.Sonlasnormas.Sivieneustedconunpoliyo…—Quiero hablar con su superior, con el director del hotel o con el

responsabledelpersonal.—Hace dos semanas que no lo vemos por aquí, si lo encuentra dele

recuerdosdemiparte,estaréencantadadesaludarle—respondiócondesparpajo.Reprimiólasganasdeabalanzarsesobrelamiserablepelirrojayabofetearla

hastacansarse,hastaqueledolieranlasmanos,hastaquesaltaranchispas.Nolohizo.Admitióladerrotaysedirigióalapuerta.

La joven bajó la mirada y regresó de inmediato a su planeta de papiercouché.

En la acera el chaparrón había menguado y se había convertido en unalloviznaleve.Unasucesióndegotasdiminutasydistanciadasquesalpicabaloscristalesdesusgafas.Apenasunestorbo.Seapartóunosmetrosdelaentrada,sacó el móvil y marcó el número que había memorizado, dado que incluirlocomocontactocomportabaunpeligroqueOxanaleaconsejónocorrer.Aguardóconelcorazónbombeandofrenéticamenteylaslágrimasdeslizándosepómulosabajoconfundidasconlalluvia.

ElmóvildeOxanaestabaapagadoofueradecobertura.La creyó herida, cautiva, torturada.La imaginómuerta y enterrada ya en

algunacunetaoenmitaddealgúnbosquenomuylejano.Seestremeció.Tuvolaseguridaddequenovolveríaaverla.

Page 199: Irina - foruq.com

Nunca.Gimióydenuevosintiónáuseas.Seinclinóhastaaproximarlacabezaalasrodillasyreprimiócomopudoun

par de arcadas. Afortunadamente, las anchas calles flanqueadas por navesindustriales y centros de negocios de nombres rimbombantes y despachosvacíos, estabandesiertas.Nadie se acercó a interesarse por él o a preguntar sipodíaayudarleenalgoy,pocosminutosmástarde,consiguiócontrolarelcuerpoyseirguióconlamanoalaalturadelestómago.Tampocohabíataxisalavista.Echóaandarsinprisasendirecciónalmetromientrasvalorabalaposibilidaddeacudiralapolicía.¿Quépodíadecirles?

NitansiquieraconocíaelapellidodeAlexei,nisudomicilionielcarácterdesusactividadesdelictivas.Milideasenlacabezaytodasellasmalas,algunaspeores.La lluvia eraunconsuelo,nonecesitabaocultarsepara apartargotasylágrimas.

Suvidaeraahoraelcráteroriginadoporunabomba,unaruinahumeante.Unerial.Ymientrasatravesabaunpolígonoindustrialdesiertomaldijomilvecesla

memoriadeAsunciónCadavieco.

Page 200: Irina - foruq.com

CAPÍTULO26

BARCELONA,ABRILDE2016

Erayamediatardecuandoalcanzósuportal.Tresvecinasvaradasjuntoalos buzones comentaban algo en voz baja. Pensó que estarían recordando losucedidolanocheanterior.Noseequivocaba.Sesorprendieronalverloapareceryunadeellasleasestóuncodazoalamásmayor,laquellevabalavozcantante.Saludó de refilón, no tenía la menor intención de detenerse. Lo que no supoprever es que lo interpelarían antes de que consiguiera desaparecer escalerasarriba.

—Santiago,espera.Ysedetuvosinoponerresistencia.—¿Sabesloquepasóanoche?Seencogiódehombrosyaparentóignorancia.Eratantoloquedesconocía

detodoaquelasuntoquenoleresultódifícil.—Hepasadolanochefuera.Nosédequé…—Te vas a quedar de piedra. La policía tiene tus datos, pueden venir en

cualquiermomento.Pasaránporsiquieresponerunadenuncia.Ayernadieenlaescalerateníatumóvilynohubomaneradelocalizarte.Esmejorquelosepaspornosotras.Ayerentraronentucasayenel1.º,4.ª.

Improvisócaradesusto.—¿Entraron?¿Ladrones?—No,hijo,no.Peor.Sostuvolaexpresióndealarma.—Meestánasustando.Entre las tres le explicaron con todo detalle lo que creían que había

sucedido y que tenía poco que ver con la realidad. Habían alcanzado unahipótesisqueconsideraronválidaporunanimidadysinfisuras.

Lehablarondelosdosinspectoresrusos,soloAlexeiyunodesushombreshabían pasado piso por piso, que los Mossos d’Esquadra aseguraronposteriormentequeeranunos impostores.Lerelataronconciertoatropelloque

Page 201: Irina - foruq.com

habían entrado en cada piso, empezando por la primera planta, que lo habíanhechoconmalasmaneras;queprimeropedíanpermisoparainspeccionaryqueenel4.ºgolpearonaunjovenquelesnegóelpasoyenel2.ºempujaronalseñorJacintocontralapared.

—Son unos canallas. Casi lo matan, ya sabes que no está para muchostrotes —espetó la más joven, que había añadido un mechón color rosa a sucabello negro como el grafito, y que era su vecina de rellano—. Entraban,mirabanpor todaspartes y se iban.Nodijeronquébuscabany losmossosnotienenniidea.Nuncahabíanvistonadaigual.¿Quiéntedicequenovuelvenestanoche?Omañana.

—Alchicodelcuartoleabrieronlacejadeunpuñetazo.Sí,hombre,sí,elde la coleta, el que tieneunaniña de cuatro o cinco años y se acabade dejarbarba.Lotienesquetenervisto.

Santiagoacabóporasentiraunquenorecordabaalchicoencuestión.—Cinco puntos le dieron enUrgencias—concretó la vecinamayor cuyo

cestovacíodescansabaenelsuelojuntoasuspiernasdevoradasporlasvarices—.Cincopuntos.Silohubierasvisto…Porsuertelaniñaestabaconsumadre.Sangraba como si, como si…—Y se llevó lamano al cuello—.Mejor no lodigo.

Demasiadotarde.Prosiguieroninterrumpiéndoseunasaotras.Segúnlaversiónelaboradaen

equipopor lasangustiadasvecinas, los rusosbuscabanaunamujer.Enesonoandabanerradas.

—Una prostituta—puntualizó la delmechón rosado y aventuró que, contoda probabilidad, se trataba de una víctima de la trata de blancas a la quepretendíanrecuperar—.Porquepolicíasyatedigoyoquenoeran.Ysiellavaalapolicíaseleshacaídoelpelo.Songentepeligrosa,notienenescrúpulos.

Santiagoasintió,estabacompletamentedeacuerdoenesepunto.Erangentepeligrosaynoteníanescrúpulos.

—Ydondenolesabrieron,forzaronlascerraduras.Túnoestabasencasa,por eso es mejor que lo sepas y que no te asustes. Creo que la cerradurafunciona, la puerta está cerrada, lo hemosmirado. No podía quedarse abiertahastaquellegaras.Nocreoquesehayanllevadonada.—Lamujerdemásedadle puso unamano en el hombro en un gesto de complicidad—.Y si necesitasayudaparaloquesea.Estamosparaloquenecesites.

Agradecióelofrecimientoysimulópreocupaciónyalgodemiedo,lojusto.Sentía mucho más del que podían llegar a imaginar. Abortando todaconversación posterior, echó a correr en dirección a su piso; según él, con el

Page 202: Irina - foruq.com

propósitodecomprobarlosdañosoladesaparicióndealgunacosadevalor.Noañadióquenoposeíanadaquemerecieraserrobado.

—Pobrechico.Primeroselevalamujeryahoraesto.Yodeélcambiaríalacerradurahoymismo.

Santiagoacertóaoírelcomentario.Vistoasílaverdadesqueresultabaalgopatético. Intentó que las palabras de la vecina no anidaran en su mente. Nonecesitabanilacompasióndelosdemásnilapropia.Demasiadotarde.

—¿Yoshabéis fijadoen la caraque tiene?Esteno loha superado.Si lovieransuspadres,queenpazdescansen…Yodiríaquecadadíaestápeor.Nolevantacabeza.Sipareceunresucitado.

Corrióescalerasarribahastaalcanzarelrellano.Hacíatantotiempoquenopensaba en sus padres que tardó en comprender que las vecinas se referían aellospuestoqueelpisoqueocupabaeraenelquehabíanpasadomediavida.Lapuertaestabacerrada,talycómolahabíandejadoaldirigirsealaazoteahorasantes.Alexei y su hombre habían abierto sin dificultad. Tarjeta, ganzúa, llavemaestra,experiencia…Elgolpeestabaechado.

Abrióconsullaveyentró.Lacerradurafuncionabacorrectamente.Volvióacerraryechólacadenatalycomohacíasumadrecadanoche.

Enelinteriornoapreciógravesdaños.Laslucesencendidas,laspuertasdetodos los armarios abiertas, la ventana de la galería de par en par, como sihubierancomprobadoquenohabíanescapadoporelpatiodeluces,yenlacamalaseñaldelasmanosqueseapoyaronparainspeccionarlosbajos.Noechónadaenfalta.Nohabíanvaciadocajonesniarrojadoalsuelolosobjetosmásamanoolosquepudieranestorbarenunregistro.

Permanecióplantadoenelsalón,paralizado,yconlavistaenlaplaza,enun intento por recuperar su vida anterior.Minutos después, y sin encontrar elmenor alivio, se sentó en la butaca color burdeos que conservaba todavía elbajorrelievedesucuerpo.Justoeneseinstanteselehelólasangreenlasvenas.Bajosupiernaderecha,medioocultoentreelasientoyelarmazóndelmueble,asomabaunchupete.

NikolaytodavíadormíaconayudadesuchupeteyOxanasiemprellevabavariosencima.Unchupete rojoenel sillónyningunahabitación infantilenelpiso.Niunatronaenelsalónjuntoalamesa,nicuna,nijuguetesenelsuelo,nicoloniaenellavaboni…Sontantaslascosasqueunonecesitacuandotieneunhijopequeño.

Sihabíanvistoelchupetelasospechahabríasaltadodeinmediato.Ysilohabíanobservadoatentamente,comohizoélalsentarseynotarlobajosupiernaderecha,habríanpodidoconstatarqueeradefacturarusa.

Page 203: Irina - foruq.com

Considerólaposibilidaddequevolvieranparamatarloporpuravenganza.SuponíaqueNikolayyaestabaenpoderdeAlexeiyquedejaríandebuscar,perosabíaquenoeranhombresquedejarancuentasporsaldar.

¡Unputochupeteruso!Cualquier mafioso de medio pelo hubiera concluido que Nikolay había

estado allí, en esa butaca, en ese piso, se dijomil veces.No le cabía ningunaduda. Y Oxana afirmaba que su examante era un hombre astuto, muy, muyastuto.

Regresaronlasnáuseasyelcorazónseencabritónuevamente.Seencerróatodaprisaenellavaboy,conlacabezaentrelasmanos,vomitó.Sintióque,porprimeravezenlavida,elcuerpoletraicionaba,quehabíadejadoderesponder.Regresó temblando hasta la butaca. Tuvo que apoyarse en la mesa antes desentarseparanoperderelequilibrio.Apenasacertabaaponerunpiedelantedelotro. No era unmaldito héroe, no quería serlo, nunca había querido. Era unapiltrafa. Un puñetero despojo que, sin embargo, horas antes hubiera hechocualquiercosaporreteneraladesconocidarusayasuhijo.

Cualquiercosa.Seabandonóalllantomientrasintentabacontrolarelespantoyasimilarla

ideadequenovolveríaaveraOxananuncamás.Permaneciómásdeunahoraencogidosobresímismo,medioabrazadopor

elsillóndesiempre,comosiempre.Comoenunamadriguera.Conlasprimerassombrasdelatardecer lesobresaltaronunosgolpesenla

puertaydiounrespingo.Eraelmismomierdadesiempre.—Santiago.Somosnosotras,lasvecinas.Nocontestó.Nopodía.Nuevosgolpesyunpardetimbrazos.—¿Estásbien?¿Necesitasayuda?Retiró las lágrimas con los bajos de la camiseta aunque no pensaba abrir

bajoningúnconcepto.Tosióparaaclararlavozyseacercóalapuerta.Denuevo, losgolpescon losnudillosy lavozde suvecinade rellano le

apremiaron.—¿Santiago?¿Estásahí?Tragósalivaylágrimas.Carraspeó.Improvisó:—Tranquilas.Todobien.Meestabaduchando—acertóadecirconlavoz

medioahogadadelrehénparalizadoporelterroralqueunencapuchadoretieneapuntadepistola.

—Disculpa,noqueríamosmolestar.Yalosabes.Sinecesitasalgo…Túnolodudes.

Page 204: Irina - foruq.com

—Gracias,muchasgracias.Nonecesitonada.Todobien.Las vecinas permanecieron en el descansillo todavía un buen rato. Podía

oírlascuchichearaunquenoalcanzaraaentenderloquedecían.Enlaplazaungrupodemadresseñalabaelportalyalgunadelasventanas.Comentaban.Enelbarrionodebíahablarsedeotracosa.

Nezha salió a la puerta del súper y durante unos instantes se retiró elpañuelo celeste que le cubría el cabello. Lo peinaba largo y recogido en unacoletabaja.Recordó, justoenaquel instante, al entrever el cabellode la chicasujetoconuncoleterodoradosobrelanuca,loquelehabíadicholavecinamásmayor, la del cestovacío junto a las castigadaspiernas.Yal hacerlo encontróciertoalivio.

Al chico del 4.º, el de la coleta—cuya cara no conseguía recordar— lehabíansuturadoenUrgenciaslaheridadelaceja.Cincopuntos.

SiAlexeique,segúnlasvecinas,habíaempezadoporlospisosinferioresyhabíasituadoaunhombreenelportalparaimpedirlahuida,habíaproseguidosu búsqueda y había continuado piso por piso hasta las plantas 3.ª y 4.ª,significabaquenohabíavistoelchupeteo,quesilohabíavisto,nohabíasacadola conclusiónmás obvia. Existía la posibilidad real de que no hubieran atadocabosydequenoregresaranarebanarleelcuellooapartirleloshuesosunoauno.AunquesihabíancapturadoaOxana,quizásella…

Sacudiéndose la angustia y el espanto comprobó que todavía llevabaencima las llaves del coche que seguía aparcado a un par demanzanas de laplaza.Nopodíaquedarsedebrazoscruzadoselrestodesuvida.Seacercaríadenuevo al hotel color lima por si Oxana y Nikolay hubieran regresado. Noalbergaba lamenoresperanza,peronopodíaseguiresperandodevoradoporelmiedo.

El móvil de Oxana continuaba desactivado. Creía que, de haber podido,habríacontactadoconéldealgunamanera, tambiénellahabíamemorizadosunúmero;peroteníaqueintentarlo.

Lasvecinashabíandesaparecidocuandosalióalrellano.BajólasescalerasensilencioyseencontródefrenteconunaparejadelosMossosd’Esquadraqueledioel alto, lepidió su identificacióny lecomunicóquenecesitabanhacerlealgunaspreguntas.

Joder,joder,joder.

Page 205: Irina - foruq.com

CAPÍTULO27

BARCELONA,ABRILDE2016

Sin nuevas noticias de Oxana, ni de los Mossos d’Esquadra ni de losamenazadoresrusosquequeríanverlemuerto;Santiagosaliótempranodecasaaldíasiguientepararecuperarsurutinayconellasuaburridayplanavida.Laesperanzaporlossuelos,elánimomásabajoaún,enlasproximidadesdelcentrodelatierra.

Unvientointensoqueparecíahaberarrastradohastalaúltimanubesacudíalas ramasde los árboles, hacía aletear la ropa tendiday le acariciaba el rostrocaminodelaestacióndemetro.

Elmismobar, parecidas imágenes en el televisor, elmismo trayecto bajotierra, elmismo edificio de oficinas…Lamisma inspección diaria a cargo deunaRosacadadíamás interesadaen losasuntosde losdemás.Unamisioneraseglar, una mujer con un apostolado, la emisaria de una nueva religión queSantiago,encomplicidadconArmengol,llamaba«elnuevopositivismo».

—¿Cómoestá?—leespetóantesdequesequitaralaamericana,lacolgaraypudieratomarasiento.

YapuntoestuvoSantiagoderesponder:desaparecida,muerta,secuestrada,descuartizada…¿Cómosaberlo?

—¿Perdona?—preguntóenunraptodeprudencia.—Sí, hombre tu tío, el del cólico. El que, según tú, estaba ingresado en

Bellvitge.—Disculpa, es que por un momento no sabía de qué… Bien, está algo

mejor. Ha llegado su hija y quizás lo intervendrán hoy mismo —mintió sinreparos.

—Mealegro, pero túno tienesbuena cara.Creoquenecesitas descansar,pareces…¿Haspasadootranocheenelhospital?

—Miprimallegótardey,entreunascosasyotras,solohedormidounpardehoras—laatajónadainteresadoenconocersuopinión.

—Ya—respondióRosa.Erasumaneradeconcluirtemporalmenteuninterrogatorio.Laseñaldeque

Page 206: Irina - foruq.com

seiniciabaunatregua.Amboslosabían,aSantiagonolequedabamásremedioqueaceptarlo.

Encendióelordenador,recuperóeldocumentoenelqueestabatrabajando,consultó sus anotaciones e intentó proseguir su redacción. Unosminutosmástardeguardóelarchivoyanalizólasnoticiasreferentesalossucesosproducidosenlasinmediacionesenlasúltimashoras.Nopodíacentrarelpensamiento,seleescapaba, no lo gobernaba. Sin darse cuenta, imaginaba el cuerpo de Oxanalanzadoalmardesdeelpuertodelaciudadodesdealgúndespeñaderocercano,enterradoenalgunaumbríaenCollserolaosometidoalaspeoresvejacionesenalgunanaveindustrialabandonada.Siempreloimaginabasinvida.

Silahabíanmatadoquizásalguienhabíalocalizadoelcadáveroloharíaenlas próximas horas. Santiago había leído en algún lugar que los cuerpossumergidossiempreacababanporsaliraflote.Lasposibilidadeseranmuchasyseenmarañabanensumente.Tantoeraasíquecreyóvolverselocodeangustia.No encontró en la prensa digital ninguna referencia a hechos violentos ni acadáveres de mujer sin documentación. Repasó cada breve en busca de unamujer alta y rubia sin identificar o que respondiera a las inicialesO.S. o S.K.Quizás el cuerpo sin vida pudiera ser identificado por el tatuaje en la parteinternadelamuñeca.Nosirviódenada.

Nirastro.Nunca hubiera imaginado queRosa supiera silbar, por eso casi sufrió un

síncopecuandoseacercóaélporlaespaldasinhacerelmenorruidoysinquepudieraadvertirlo.Nosepercatódequeechabaunvistazoalapantallaenlaquereleía por cuarta vez el resultado de una reyerta a punta de navaja que habíatenido lugar cerca del hotel en el que pasaron la noche. El resultado de laviolentatrifulcaentrejóvenesalasalidadeunafterhoursenlaqueparticiparonochopersonaseradeunherido leveporarmablancayuncontusionadopor lapalizarecibida.Ambos,hombres.Amboshabíansidoingresadosenelhospital.Amboseranmiembrosdebandasmásomenosdesorganizadas.

Antelaimagendeunaheridasangrandoydelabrechaabiertaenlacabezade un adolescente, Rosa silbó como si asistiera a un rodeo. Y el sonidoresultante,emitidojustoporencimadesucabeza,fuetaninesperadoytanagudoqueSantiagosesobresaltó.

—Joder—protestó.—Túnoestás fino.A ti tepasaalgo—constató la irritantemujerparasu

desesperación—.Ynomevengasconlodetutíoelindioapache.Santiago se apresuró a hacer desaparecer la noticia de la pantalla de su

ordenador.

Page 207: Irina - foruq.com

—Soncosasmías.—Esoparece.Esoyquetehaslevantadoconganasdesangre—observó,

peroSantiagonoentróaltrapoynorespondió.Volvióaldocumentomientrascontinuabadándolevueltasalaideadeque

OxanahabíamuertoamanosdelossecuacesdeAlexei.Intentóconvencersedeque, en definitiva, la falta de noticias era una buena noticia. No acabó deconseguirlo.

Experimentabatantaansiedadquetuvoquelucharcontrasímismoparanoponerseenpie,abandonareldespachoatodamechaysalirapatearlascallesdelaciudadencualquierdirecciónyconunsolopropósito:localizaraOxanavivaomuerta.

AmediamañanaArmengolentreabriólapuerta:—¿Molesto?Rosareprimióun«Sí,desdeluego».Santiago,encambio,cogióelmóvily

lacarterayrespondió:—No,paranada.Teacompaño.Armengolhizoungestodesorpresaycomprobósillevabaloscigarrillosen

elbolsillodelaamericana.—Cojonudo.Aunqueyosoloveníaadecirtequeeldomingo…—Meloexplicasconunpitillo.—Asusórdenes.Abandonaroneledificioysealejaronunospasosdelaentrada.—Túdirás.—¿Yo?¿Quéquieresquediga?—protestóSantiago.—Paraempezar¿Quéhacemosaquí?Afumarsiempresalecadaunoporsu

cuenta.Parecemosdosmoñas,conperdón.—Yo, echar un cigarrillo. Estaba hasta los huevos de Rosa. Cada día lo

llevopeor.Tú,nosé.—Yo,esperarunaexplicación.Túdirás loquequieras,peroestápasando

algoymegustaríasaberdequémalhedemorir.¿Tehasvistolacaraoyahasretiradolosespejosdetucasa?

—Déjameenpaz.Armengollevantólaspalmasenelairecomosialguienfueraaregistrarlo.—Comoquieras,perosabesquesoyunatumba.—Olvídame.Fumaron en silencio durante unos minutos y, también en silencio,

atravesarondenuevoelvestíbulodeledificio,llegaronalascensoryalcanzaron

Page 208: Irina - foruq.com

laplantaenlaqueambostrabajabanydesempeñabanfuncionesmuysimilares.AntesdequeArmengolsealejaraendirecciónasucubículo,Santiagopreguntó:

—¿Quedamosparaverelpartido?Ysupreguntaencerrabaunadisculpa.AsíloentendióArmengol.Santiago

necesitabarecuperarlarutinaacualquierprecio.—Claro.Anoserqueladiñesantes.—YlamiradadeCarlesArmengolfue

tanelocuentequeSantiagonoencontróargumentosparareplicar.—Vetealamierda.—Dondesiempre.Teenvíounmensaje.—Deacuerdo.Justoentonces,cuandosedisponíaaentrardenuevoeneldespachoyenel

radiodeescuchadeRosa,elmóvilvibróensubolsillo.Dadoquevivíaenunestadodealertapermanentediounrespingo,clavólospiesenelsueloy,dandola espalda a su amigo, se apresuró a atender la llamada. Un número secreto,quizásOxanaintentabacomunicarseconél.Aunquetambiénpodríatratarsedesuscaptoreso,loqueeralomismo,desusasesinos.

Armengol,queapenashabíadadopardepasos,sedetuvoasuvezconlaintenciónevidentedepillaralvueloalgúnfragmentodelaconversación.

La llamada procedía de la comisaría de losMossos d’Esquadra. El caboHurtado,encargadodelcaso, insistíaensaber si los intrusossehabían llevadoalgodevalor,sihabíancausadodesperfectosysielocupantedelavivienda,esdecirSantiagoCadaviecoPomar,segúnconstabaensusnotas,lohabíapensadomejorydeseabainterponerunadenuncia.Noerapocacosa.

—No, no se han llevado nada. Tampoco rompieron nada y la cerradurafuncionacorrectamente.Ya lesexpliqué.Yonohabíaechado la llave, imaginoquenotuvieronproblema.Laverdadesquenocreoqueseanecesariodenunciar—respondióaparentandoconvicción.

Carles Armengol, varado muy cerca, captó algunas de sus palabras yfruncióelceñosindejardeescuchar.

—Bien, entiendo que no quiera denunciar, pero le aconsejo que seacostumbreustedacerrar siemprecon llave.Puedeparecergratuito,perocreoque también le convendría cambiar la cerradura. Nunca se sabe. Si ya hanabiertounavez sin elmenorproblema, puedeque lovuelvan a intentar.Estascosasseacabansabiendo.Ynoleconviene.

—Sí,yalohabíapensado,buscaréaalguienylacambiaréloantesposible.Sinonecesitanadamás…

—Otra cosa, sí. Que dos rusos sin identificar inspeccionaran toda unaescalera de vecinos, piso por piso, no es nada habitual. Y que para hacerlo

Page 209: Irina - foruq.com

emplearanenalgúncasolaviolenciaaúnloesmenos.Hurtadohizounapausa,comosicavilara.Santiagonocomprendióquéera

loqueesperabadeél.—De hecho creo que es la primera vez que nos encontramos algo así.

¿Tiene usted alguna idea de qué es lo que andaban buscando en el edificio?Ademásencontramoslapuertadelaazoteaabierta.Noacabamosde…

—No, ni la menor idea. Yo no estaba en casa y no sabría decirle…Noconozco a ningún ruso—afirmó considerando que no era unamentira—.Meenterédelosucedidoporlasvecinas.

—¿Notieneustedningunasospecha?—insistiólavozgraveycargadadeautoridaddelcaboHurtado.

Santiagotuvolainquietantesensacióndequeelpropietariodeaquellavoznoeraunapersonaquesedesanimarafácilmente.

—No,ninguna.Ynuncasuboalaazotea.—Estábien,seguiremosinvestigando.Quizáslepidaquevengaacomisaría

enalgúnmomento.—Deacuerdo.Sicreequeesnecesario…Ygraciasporlasmolestias.Cuando Santiago interrumpió la conversación, Armengol, una verdadera

fortaleza humana, estaba justo a su lado dispuesto a no moverse de allí bajoningúnconcepto.Conlasbifocalesenlapuntadelanarizylosojoslevementeentornados,inquirió:

—¿Unadenuncia?¿Tehanrobado?—Eslargodeexplicar.Notengomuchasganasde…—Tengotiempo.¿Comemosjuntos?Meinteresalodelhombreruso.—Nosehan llevadonada.Nohabrádenunciani…¿Dequéhombre ruso

estáshablando?—Túsabrás,esloqueacabasdedecir,quenoconocíasaningúnruso.—¡Ufff!Ahorano,Carles.Porfavor.—Yaveo.Lodelcóliconefríticoqueleexplicastealasumasacerdotisaera

unatrola.—Notengoganasde…—intentóenvanoevitardarmásexplicacionesde

lasnecesarias,al tiempoque iniciaba lamaniobradealejamiento—.Soncosasmíasynoquiero…Prefieroestarsolo,necesitoestarsolo,Carles,teloaseguro.Quizásdentrodeunosdías…

—Comemosjuntos.Yanoeraunapregunta,eraunaevidencia.Ademásdecalvo,fornidoymás

raro que un perro verde, CarlesArmengol era el sujetomás perseverante quehabíaconocido.Tambiénunodelosmásastutos.

Page 210: Irina - foruq.com

—Conozcounsitiotranquilowalkingdead,escomounacripta,tesentirásentusalsa.

Page 211: Irina - foruq.com

CAPÍTULO28

BARCELONA,MAYODE2016

MásdetressemanassinnoticiasdeOxana.Másdetressemanassindejarde buscar su rastro en los diarios, en la televisión, en los periódicos digitales.Barrioporbarrio,díaadía,horaahora…CasiunmesdeverdaderocalvarioydeescucharaArmengolafirmar,inasequiblealdesaliento,quelachicanoteníaporquéestarmuerta,quehabíamuchasotrasposibilidades.

Habíahechocambiarlacerradura,másporatenersealaindicaciónpolicialque por confiar en que una nueva y mejor pudiera impedir la entrada a losmatones moscovitas. Frecuentaba a Carles, la única persona a la que habíaconfiadoloacontecido,aunquenotodo.Laúnicaalaquelehabíahabladodelabellísimamujerrusade laquesehabíaenamoradoperdidamenteenunosdías.Nosehabíaarrepentidodeello.

—Mehecolgadodeellacomoungilipollas.—Hablas como un verdadero capullo. ¿Lo sabes?—había comentado el

gigantóncalvosinlamenorpiedadyconunposodeenvidia.Nohabíareplicado.HabíarehusadoenvariasocasionescomerconAndrea,queinsistíaenque

necesitaba relacionarse, asistía a alguna reunión de trabajo si no quedaba otroremedio, cruzaba cuatro palabras corteses con los colegas en pasillos yascensores y un puñado de excusas conRosa que no cejaba en el empeño deinterferir en su vida. Algunas jornadas apenas abría la boca mucho más, yraramenteconseguíadormirmásdedosotreshorasseguidas.

No había recibido ninguna llamada de la policía. Probablemente, dada laimposibilidad de sacar algo en claro,Hurtado había dado carpetazo al asunto.Así lo esperaba Santiago, que no aguardaba el menor progreso de unainvestigacióndelosmossos.

Ausente,taciturnoycadavezmásmalhumorado,serecluíaensucasaalamenorocasión,ysededicabaarepasaraconciencialosdiariosylostelenoticias.Casi cada tarde, un coche de la policía daba la vuelta a la plaza, permanecíaestacionadounosminutosyvolvíaadesaparecerpocodespués.Trasconstatarla

Page 212: Irina - foruq.com

evidenciallegóalaconclusióndequelosMossosd’Esquadrahabíanincluidosuedificioylosaledañosenunarutadeespecialinteréspolicial.

Másdeunavez,conlacaídadelanoche,habíacreídoveraYurimontandoguardiaen laplaza.Observabaalhombreque tanto le recordaba la siluetadelruso desde su lugar de avistamiento, medio escondido tras el postigo de laventana,conelestómagoencogidoysinsaberquépensar.Estabaconvencidodequeeraél,peronoleencontrabasentidoalgunoasupresenciaenlaplaza.

Armengol,másoptimistadeloqueélmismoseobstinabaencreer,opinabaqueaquellaeraunadoblebuenaseñal:

—Sieseesel tipoqueobedecíalasórdenesdelmafioso,quieredecirqueno tienenniputa ideadelpisoenelqueosescondisteisaquella tardey,desdeluego,quenohandadonicontuadoradaOxananiconelniño.Igualvieneporlibre,parahacerméritos.JuraríaqueesachicaysuhijoNikolaysiguenvivos.Ytambiénjuraríaqueesmuy,muylista—repetíaconlaintencióndeanimarlo—.Siguenvivos.Estoyseguro.

Noloconseguía.SieraespantosopensarqueOxanahabíamuertoamanosdeAlexei,considerar laposibilidaddequesehubieramarchadoasí,sincontarconél,sinunmensajeniunapequeñapista,sinrespetarloquehabíanacordado,noresultabamuchomejor.Ledolíapensarenelolvidototal,enlaindiferenciaimplacableysinfisurasquesuponíasudesapariciónvoluntaria.

De bien poco sirvió comprobar que la parte que le correspondía de laherenciadeIrinaKorovinlehabíasidoingresadaamediadosdemayo.EldineronoserviríaparacomprarlavidadeOxana.

Fueronmásdetressemanasdeimpotenciayabatimientoqueacabarondegolpeunlunesaprimerahoradelamañana.Justoalsentarsefrentealordenadoryrevisarsucorreoprofesional.

Tras abrir un par demensajes y anotar la fecha de entrega de un nuevoinformesedispusoaleerelsiguiente.Habíasidoredactadoeninglésysuemisor«Bruce»leresultabacompletamentedesconocido,quizáserapurospam.

Apenasacertóacreerloqueteníaenpantalla.Hola,Santiago:Conocesmismotivos y sabes que no puedo permitirme ningún

error. Como comprenderás no soy Bruce, tampoco soy un hombre.QuizásentiendasporquéfirmoBruce.

Elcorazónpareciódespeñarseensuinterior.«Workingclasshero»rezabalacamisetaquehabíautilizadoaquella tarde, laquehabía llevado lanocheenque se refugiaronen la azotea.Lamismade laque sehabíadesprendidopara

Page 213: Irina - foruq.com

hacerleelamorhorasantesdequeOxanayNikolaydesaparecierandesuvida.«Theworkingclasshero»,unlemaasociadodesdesiempreaBruceSpringsteen.

AhorasoyS.Aquítodosmellamanasí,aunqueacostumbrarsenoresulta fácil,comodebes imaginar.Disculpaquehablecasienclave,perocreoqueeslaúnicamanerademantenernosasalvo.

En primer lugar debo pedirte perdón por haber desaparecidocomo lo hice. De repente vi claro que no podía esperar hasta elviernes.Misnerviosnolohubieransoportado.Habríacometidoalgúnerror y no podía permitírmelo. Demasiado riesgo. Tambiéncomprenderás que no te explique con todo detalle cómo lo hice.Recuerdaquetodaprecauciónespocayqueapuntoestuvedevolveraperderlotodoaquellanoche.Peroterevelaréloesencial.

Viajamosen taxihastaelaeropuertodeGironayallí subimosaun avión, unode losprimeros endespegary, posteriormente, a otro.Unautocaracabóportraernosaquídosdíasmástarde,elviernes.Unviaje largo en el que tuve que emplear nuestra verdaderadocumentación.Asumíelriesgo,noteníaotrasalida.

Comoporelmomentonadiehaaparecidoporaquí,imaginoquenohandadocontigoyque,encasodehaberlohecho,nohaspodidodesvelar mi secreto puesto que no lo conocías, al menos, no losuficiente.Poresomeatrevoahacertellegarestemensaje.Existeotraposibilidad, la peor de todas, pero me resisto a pensar en ella.Demasiadodolor.

He alquilado un piso de dos habitaciones, tengo un trabajoaceptableycreoquerelativaseguridad.Ellugaresbonitoyhansidoamablesconnosotros.Esperopoderpasaraquíelrestodemivida.

Unaamigadelaqueyatehabléteenvíaestemailenminombredesdeunaciudadmuylejosdellugarenelquenosencontramos,perorecuerda: las palabras son mías. Es la misma buena amiga que,aprovechandounviaje,teremitirálashojasquefaltandelcuadernodeAsunción,eressuúnicoparienteconocido.

¿Elúnicopariente?Oxanaolvidabaasumadre,nuncahablabadeella.Ellaerasindudasuparientemáscercanoyparecíaseguirviva.Searrepentíadenohaberindagadomáscuandotuvooportunidad.

Notardarásenrecibirlasentudespacho.Yomismalasarranquéparaevitarqueconocierasalgunosdetallesquenecesitabaocultar.

Como verás, te hementido, no todo lo que te he explicado era

Page 214: Irina - foruq.com

verdad.Necesitaba apelar aAsunción, nome quedaba otro remedio.Creo que lo comprenderás y espero de todo corazón que puedasperdonarme.SegúndispusoAsunción,tambiénconservounosmilesderublosquemeasignóalmargendesuherenciaparaquellevaraacargouna misión, es el dinero que me ha permitido viajar hasta aquí yestablecerme,undineroquenoquisetocarporqueeramisalvavidasyeldeNikolay,elquemepermitiócomprarlosbilletesymantenernoscon vida. También conservo la llave de su piso en Moscú. Eres suherederoamedias,sucopropietario.

Asunción enfermó, un problema respiratorio muy grave, y fuetrasladadaaunhospital.Yolavisitabasiemprequepodía,fueella laquequisoqueleyerasucuadernoconsusrecuerdosparaquealguienconociera su vida y su verdadera identidad. De alguna manera seresistía a morir del todo. Asunción Cadavieco murió en el hospitalantesdepudiéramosleerjuntassusúltimaslíneas.

También ella, como yo, adoptó una nueva identidad, suscircunstanciasfueronotras,perodejódeserAsunciónCadaviecoporvoluntad propia para convertirse en ciudadana soviética con unnombresoviético.ConsiguióquetodoslosquelatratabanlallamaranIrinayadoptóelapellidodesuesposo.Cerróunapuertaynovolvióaabrirla.

Pienses lo que pienses demí, espero que puedas perdonarme yque comprendas que necesitaba conseguir tu confianza y tu ayuda.Pensé que no habíamejormanera y que conseguirlo bien valía unaverdad amedias.Necesito decirte que apreciaba a tu tíaAsunción yquehiceporellacuantopude.

Recuerdo a menudo la noche que pasamos en aquel hotel. Megustaríavolveraestarasícontigo,comoestuvimosaquellanoche,peroseguros y quizás felices. Ambos, Nikolay y yo, deseamos volver averte, sin embargoentenderéquenoquieras sabernadademí.Si esasí,simeguardasrencorymedetestas,soloesperopoderconfiarenti.Séelriesgoquecorroaldesvelartequeseguimosvivosyquehemosalcanzado nuestro destino, solo el deseo de volver a verte esmayorquetodomimiedo.

Telosuplico:nonostraiciones.S.

Releyóelmensajemuchasveces.Suúnicoparientevivo.Noeraesoloque

Page 215: Irina - foruq.com

Oxanalehabíahechocreer.Memorizódeinmediatofrasesenteras.Suspiróysesacudióen la silla comosi estuvieraa solas.Decidió imprimirloyborrarlodeinmediato.Con lahojadepapeldobladaenunbolsillosaliódesudespachoyasomóeneldeArmengol.

—¿Molesto?—preguntó.Y,ensuvoz,Armengoldetectódeinmediatoexcitacióneimpaciencia.—Sí, pero podré perdonártelo. Por cierto, no hace nimedia hora que ha

empezado nuestro horario laboral. Es un poco pronto para largarse ¿no? —contestóelamigopalpandoenelbolsilloelpaquetedetabaco,poniéndoseenpieyhaciendoremontarsusgafasnarizarribacomoparacontemplarmejorelrostroagitadodeSantiago.

—Esurgente.—Envías señales equívocas. ¿Nos ha tocado la lotería? ¿Has avistado un

OVNI?¿Oesunacartadedespido?ApostaríaporlaC.—Muchomejor.—¿Muchomejorquequé?¿Mejorquetrincarunpardemillones?¿Mejor

queavistarunOVNI?Ypusolosojosenblanco.—No seas capullo. Tenías razón. Cuando salgamos del ascensor te lo

enseño.Sonnoticias—dijoblandiendoelpapelplegadoantesusojos.—Yaveo.Nonoshatocadolalotería.SeráelOVNI.—Calla.Dejadehacerteelgraciosoyvenconmigo.Teinvitoauncafé.Sentados frente a frente en la cafetería más cercana y en el rincón más

alejadodelaentrada,Santiagoletendiólahojaimpresa.Armengolleyóeltextodetenidamenteymostróunasonrisadesatisfacción.

—No voy a renunciar al reconfortante placer de decir que ya lo sabía.Recordarásqueteloherepetidomilveces.Losabía,losabía,losabía.Yporsinotehubieraquedadoclaro:losabía.

—Loadmito,yoestabaequivocado.Teníasrazón.Todalarazón.Siquiereslopongoporescrito.

—Noestaríamal.—¿Quépiensas?—Bueno.Unacosaestáclara.Tienesunproblemamenos.Yasabesdónde

pasaráslasvacaciones.Porlomenosellalosabe.No desconfiaba de Armengol, ni de lejos lo imaginaba en contacto con

Alexei,perosealegródenosaberenquéciudadseencontrabanOxanaysuhijo.Latentacióndeconfiarenalguienerapoderosa,irresistible.

Page 216: Irina - foruq.com

CAPÍTULO29

BARCELONA,JUNIODE2016

Durante las noches que siguieron al inesperado mensaje de Oxana noconsiguiólibrarsedelmalditoinsomnio.Sedespertabaunpardehorasdespuésdehaberatrapadoelsueñoylamayoríadevecesnoconseguíavolveradormir.Porlamañana,alponerelpieenelsuelo,conservabaelrecuerdodecadahoraseñaladapor el campanariode la iglesia cercana,y en loshuesosel cansancioacumuladodelasnochesenvela.

SinesperaraconocerelcontenidodelashojasarrancadasdelcuadernodeIrina,elmismodíaenelqueleyóenlapantallaquehabíanllegadoaInglaterracompróunbillete de idaparaLondres con el convencimientodequedesde laciudadpodría trasladarse a cualquier lugar por remotoque fuera. Pensabaquenadadeloquepudiera llegarasaber,porgravequefuese, leharíacambiardepropósito.Elvuelopartiríaelprimerdíadesusvacaciones,el1dejulio.

A Santiago le correspondía el mes de agosto de punta a cabo, como aArmengol, que se jactaba de ello ante los empleados con menos antigüedadsiemprequepodía.Susentidodelhumoreraeldelquenohaceprisioneros.Perono podía esperar tanto y había conseguido hacer un trueque con Amador, uncolega que no acababa de creerse tan inesperada y sorprendente oferta y quehabía aceptado de inmediato. Todo el mundo en la inmobiliaria queríavacacionesenagosto,peroerabiensabidoqueSantiagoCadavieconoeracomotodoelmundo.Suiniciativacontribuyóaconsolidarsufamadebichoraro.

Quedaban unas semanas y apenas lograba controlar la impaciencia. Detardeentarde,ysiempreconlallegadadelatardecer,aúncreíaintuirlasiluetadeYuri en la plaza arrimado a una acacia.Nunca puso el pie en la calle paracomprobarlo.Noencontróelvalor.LameraposibilidaddeseguirenelpuntodemiradeloshombresdeAlexeileacelerabaelcorazón.

Siete días después de imprimir el mensaje, un jueves por la mañana,Armengol se plantó ante su mesa y, con las manos a la espalda y cara dedesmesuradasatisfacción,lecomunicó:

—Hallegado.

Page 217: Irina - foruq.com

—¿Cómolosabes?—preguntóponiéndoseenpie.Nonecesitópreguntaraquéserefería.—No te alteres. Acabo de interceptarlo. Ya sabes que Susanita tiene

debilidadpormí—bromeó—.Lehedichoqueveníahaciaaquíymelohadado.Ella es así. Positiva como unos cascabeles—. Y comprobando que Rosa noandabacerca,continuóenunmurmullo—:Entretúyyo,aesachicalefaltaunhervor.Hastados.

SantiagoabandonósumesapararodearaArmengolyarrebatarleelsobrequeescondía.

—Quietobicho.—Y levantó el sobrepor encimade su cabezadejándololejosdesualcance—.Antesquieroquemeprometasunacosa.

—Notengoqueprometertenada.Eresungilipollas.—Yosoyungilipollas,peroerestúelquequiereestesobre.Además,telo

voyaponerfácil.—Habla—le espetódemasiado impacientepara seguirle el juegodurante

muchorato.—Solo quiero que me cuentes el final. Nada que te comprometa, no

necesitonombres,nilugares,peronomepuedesdejarasí,necesitosaberquéeraloquenoqueríaquesupieras.

—Estábien.Sipuedoexplicárteloteloexplicaré.Armengolletendióelsobresinremitenteencuyomatasellospodíaleerse

quehabíasidodepositadoenunbuzónenViena.—Preciosaciudad,Viena—comentóCarlesArmengolantesdeabandonar

eldespachoyecharaandarporeldescansillohastasumesa—.Ycojonudoelschnitzel—añadiórelamiéndose.

Corpulentoyalgopatizambo,Armengolsebalanceabaalcaminar,primeroa un lado, después al otro.Algunos parodiaban sus andares al referirse a él eimitabanel contoneode lospatos.Santiagoobservócómosealejabay sonrió.Fueungestofugaz,unraptodecomplicidad.Sabíaquepodíacontarconél,lesuníaaquellaextrañaafinidadqueavecesexperimentabanlosexcluidosolosquenodeseanserincluidosencírculoalguno.Endefinitiva,losbichosraros.

Abrióelsobre,comprobóqueconteníaunascincooseishojasescritasconla letra airosa y pulcra de IrinaKorovin y que no había ninguna nota que lasacompañara.Sesintióalgodecepcionado.Loguardóenelprimercajón,elúnicoensumesaquesecerrabacon llave, trassellarlodenuevoconcintaadhesiva.Nodebía fiarsedenadie.Lo leeríaaquellamisma tarde.Sentíaalgodemiedopor loquepudieraaveriguar,poresopreferíaestarsolo.Y,aunque losnerviosapenaslepermitíanseguirsentadoyconcentradoeneltrabajo,sepusoaprueba,

Page 218: Irina - foruq.com

seretóasímismoynovolvióaabrirelcajónhastaquellególahoradesaliryvolveracasa.

CuandoseapeódelmetroseasomóaLosMaños,habíapensadoenalgoparallevar.Noqueríaperdertiempo.LepidióaCárdenassilepodíaponerunaracióndemacarrones.

—Vienenaponermeunacerraduranuevaydebenestarapuntodellegar—mintiósintitubear.

Cadavezfaltabaalaverdadconmayorsoltura.Hubierapodidoconfundiralpolígrafo.Seestabaconvirtiendoenunvirtuoso.

—Creoquenoseráproblema.Espera.Ymientrassupadreseperdíaenlacocina,Aarónaprovechóparaconsultar

elmóvilycontestarunoscuantosmensajes.CuandoGerardoCárdenassalióconunafiambreratransparenterepletademacarronesyvioasuhijoconcentradoeneltecladodesuaparatodeúltimageneración,ledirigióunamiradaquehubierapodidoatravesarunacajadecaudalesdealtaseguridad.

Aarónseapresuróaguardarelmóvilyaservirloscalamaresalaplanchaqueseenfriabanyasobrelabarra.Losspraysqueempleabaeranmuycarosynoquería darle a su padre la menor excusa para que le retirara el simulacro desueldoqueledaba.

Santiago abandonó la americana en una silla nada más llegar a casa,destapólafiambreraybuscóuntenedor,unaservilletadepapelyunacerveza.Rescatóel cuaderno inconclusode Irinay se sentóa lamesa.Buscó laúltimahojaycomprobólasúltimaslíneasquehabíaleído.

Al día siguiente empecé a visitar los orfanatos asturianos queseguíanabiertosy….

RecordóelviajeensolitariodesdelaURSShastaAsturiasconelpropósito de localizar a su familia y comprender su inexplicable ydolorosísimosilencio.LaprimerahojadelasquehabíanviajadodesdeVienarecogíalacontinuacióndelrelato.

Sedispusoadarcuentadelosmacarronesalaboloñesamientrasreseguíaunoaunocadarenglón.

…pedíasusdirectoresconsultarlosregistros.Buscabaaunniñonacidoafinalesde1937yquellevabapornombreAndrésCadavieco.Notardéenlocalizarellugarenelquemihermanohabíapasadolossiete primeros años de vida.Un edificio retirado y sin gracia en lascercanías de Gijón. Un sitio en franca decadencia, de ventanaspequeñas ymuros gruesos y recubiertos de vidrios rotos para evitarposibles evasiones. Un lugar triste, al menos eso me pareció. Lo

Page 219: Irina - foruq.com

regentaba una orden religiosa cuyo nombre no puedo recordar. Noimporta.

Cuando cumplió los siete años, Andrés salió de allí para novolver,caminodeuninternadoreligiosoparachicos.Lasinstitucioneseducativasreligiosasacostumbrabanaguardaralgunasplazasparaloshuérfanos que demostraban aptitudes y buena disposición. Eran losrecogidos, los fámulos. Una especie de cuota de caridad. El últimopeldaño.

Elreligiosoqueejercíadesecretariomeatendióaregañadientestrashaberleexplicadomicomplicadahistoriayhabermemiradocomosi sintiera cierta repugnancia por la joven recién llegada de tierrascomunistas, como si apestara o llevara conmigo el germen de unaenfermedad contagiosa. Comprendí la decepción de Araceli, entendíque acusara la desconfianza y el recelo que algunos parecían sentirhacialosquehabíanregresadodelasfríastierrassoviéticas.

Comprobóacontrapelounpardelibrosenormesymemostrólaanotación pertinente. La negligencia del responsable del registro,probablementeélmismo,meimpedíaseguirbuscando,noconstabanielnombreni ladireccióndel internadoalquehabíasidoenviadomihermano. Maldije al responsable y a toda su estirpe sin que unapalabrasalierademis labios,unaextrañae inútil formadedignidad.Sinembargo,nopudeevitarecharmeallorarfrenteasumesa,conellibro todavía entre las manos. Profundamente desanimada acerté adarlelasgraciascomopudeymedirigíalasalida.

Elsecretariomellamóantesdequealcanzaralacalle.Medetuveyseacercóamí.Rescatóalgodelacompasióndivinadelaquetantohablaban entre aquellas paredes y que escaseaba en el país que mehabíavistonacery,mirándomeporencimadesuslentesdelectura,meaconsejóquebuscaraenAvilés.Quizáshabía recordadoalgoquenoquisoadmitir.

Segúnmeexplicó,enesa localidadasturianaencontraríaunodelos internados de la zona que reunía a muchos de los hijos de losminerosmuertos.EraposiblequeAndrés,queendefinitivaerahijodeun minero del carbón, hubiera ido a parar allí. Solo era unaposibilidad,me advirtió, pero era el pasomás lógico.Me facilitó elnombre y las señas. Retiré las lágrimas, apunté lo que necesitaba yaquelmismodíaviajéaAvilés.

Noledilasgracias.

Page 220: Irina - foruq.com

No me costó localizar el lugar. Una edificación inmensa conmuchos años sobre susmuros en la que se impartía enseñanza a loshuérfanoshastaquefinalizabansusestudiosprimarios.Lamayorpartede la población abandonaba entonces su formación para buscar untrabajo con el que paliar la penuria. En algunos casos, si el alumnoobtenía buenos resultados, se le permitía continuar unos añosmás yconcluir elBachillerato.Andrés fue uno de esos chicos afortunados.Además,enelmismoedificio,sepreparabaaalgunosjóvenesparaelsacerdocio.

Mientras seguía a un monje hasta el despacho del directordistinguí una capilla, el refectorio, infinitos corredores y numerosasaulasyhabitacionesquedaban,a travésdeenormesventanales,aungrande y desolado patio central enlosado. En el exterior, algunoscamposderecreoyuncampodefútbolenelqueungrupodechicosenpantalóncortochutabaunbalóndereglamento.

Según me informaron, y pude comprobar yo misma en suexpedienteacadémico,mihermanohabíafinalizadosuformaciónconbuenosresultadosyhabíaabandonadolainstituciónalacabarelcursounosañosantes,en1953.Pudeverunadelasfotografíasquefigurabaen su expediente de los últimos años y era un chicomuy guapo. Separecíamucho ami padre, lamisma frente despejada y losmismosojoscomotizones.Denuevonopudeevitarlaslágrimas.Tambiénélllevaba gafas. Es cuanto he podido conocer de él. Su aparienciamuchos años atrás en una fotografía diminuta que encabezaba suscalificaciones y su inmejorable disposición para la formaciónacadémica.

Alparecer, su intenciónera formarsepara seraparejador, esoalmenos es lo que me explicaron algunos de los profesores que lorecordabanyconlosqueeldirectormepermitióhablar.Nosupierondecirme mucho más. Solo que tenía buen temperamento, que erainteligenteymuytrabajador,quevalíamucho.Desudestinoposteriornielmenorrastro.Niunanotani lamenor indicación.Esoera todo.Denuevoenuncallejónsinsalida.

Quizás se matriculó en Madrid, sería lo más lógico, aunquetambiénpudoiraBarcelona.Inclusopudohabercambiadodeidea.

—Con los chicos nunca se sabe—me advirtieron con la claraintencióndenoalentarmisesperanzas.

No pude seguir buscando, no sabía adónde ni a quién acudir.

Page 221: Irina - foruq.com

Permanecí en Asturias cuatro días más. Visité algún ayuntamiento,hicealgunallamadaquecasinuncafueatendidaconuninterésrealeintentéalguna indagaciónde laquenoesperabamucho.Todofueenvano.

No conseguía superar la noticia de la muerte de mi madre.Aunque de algunamanera la esperaba en el sentidomás cruel de lapalabra,medolía infinitamentepensarensusúltimosmesesdevida,que imaginé como un verdadero infierno. Desalentada y sola meabandonéaldeseoderegresar juntoaGrigory.Nohabíatranscurridounmes,buenapartedel cualhabíapasadoenelmar,yyaestabadevueltaennuestropisoenMoscúyesperabaconimpaciencialallegadademiesposo.

Hepensado amenudo enmiviaje aAsturias, con el tiempohellegado a convencerme de que me rendí demasiado pronto. No mesiento orgullosa de haberme dado por vencida. Probablemente mihermanoAndrésignorabaqueteníaunahermana.Renunciaradarconélerarenunciaramihistoria,amipasado,alavoluntaddemispadres.

Locreíaentoncesylosigopensando:yohubierasidounabuenahermanamayor.

Algomuy parecido a esa querencia que experimentaba Irina por reunirseconGrigory era lo que sentía Santiago en aquellosmomentos.Una necesidadcasi físicadesalvar ladistanciayplantarse juntoaOxana.Apuró lacervezayacabó los últimos macarrones. Comprendía perfectamente que, transcurridasunassemanas,IrinahubieraregresadoaMoscú.

Grigory y yo nos llevábamos bien. Mejor que bien. Nosqueríamos.Lleguéapensarquejuntoaélloteníatodo.Unbuenlugarenelquevivir,unbuentrabajo,unbuenesposo…Yoteníalapintura,nuncadejédepintar,meapasionaba.

Nos teníamos el uno al otro… Era lo que importaba. Fuimosfelices durante muchos años, todos los que pasamos juntos. No lotuvimostodo,perotuvimosmásquemuchos.Coneltiempohellegadoa lamentarlo muchomás de lo que lo hice en su momento, cuandocomprendíquenollegaríannunca.

Nopodíacreerloqueacababadeleer.SiIrinanotuvohijos.¿QuiéncoñoeraOxana?Santiagocomprendiódeinmediatoporquélajovenhabíaarrancadolaspáginasfinales.Esaerasugranmentira,suimpostura.Yélelúnicopariente

Page 222: Irina - foruq.com

vivo.Nohabíasidounerror.¿SinoeralanietadeIrina,quiéneralamujerenlaquenopodíadejarde

pensar?Se retiró de lamesa, buscó en un cajón el paquete de cigarrillos y seacomodóenlabutaca.

Nollegamosatenerhijos.Ynuncasupimosporqué.Afinalesdelos 50, y durante los 60 y los 70, la gente no indagaba, lamedicinacurabasipodíaycomopodía,peronoresolvíalosgrandesmisterios.Los años pasaron sin el menor reproche. Yo envejecí. Grigory,también.Nos conformamos.No intentamos adoptar, nos teníamos elunoalotro.Dehaberpodido,habríamosalcanzado juntosel finaldenuestros días. No pensé que las cosas pudieran cambiar como lohicieron.Tandeprisa,tancruelmente.

LarepentinamuertedeGrigoryantesdecumplirlos59añosmehizosentirlasoledadensuestadomáspuro,lasoledadtotal.Saliódecasa una mañana y no regresó. Un infarto mientras trabajaba meimpidiódespedirmede él. Fue entonces cuandonecesité unhijo contodamialma.

Extrañapalabra:«alma».Unhijo,unhermano,amispadres.Lamitaddemímurióaquel

díaenlaambulanciaenlaqueelhombrealqueamabadejódeexistirantesdellegaralhospital.

SantiagoencendióuncigarrilloquequemócasiporenterosinquellegaraallevárseloaloslabiosmientrasleíalaspocaspáginasenlasqueIrinaexplicabacómoconsiguió seguir viviendo tras lamuertedeGrigory.Pocaspáginasparadías que eran iguales unos a otros. Las jornadas en el laboratorio siempreparecidas,siemprelamismaopresión,siempreelpisovacíoquederepenteerademasiadogrande, lanadaen todaspartes.Ensuspropiaspalabras:unviviramedias.

Se detuvo en un episodio ocurrido pocos días después del entierro deGrigory.

Había pasado una mala noche, como lo eran todas desde sumuerte.Apenasconseguíacentrarmiatenciónenalgoquenofueramidolor y no acerté a espiar por la mirilla. Cuando abrí la puerta noreconocí al joven alto y corpulento de ojos azules ymuy juntos queacababa de pulsar el timbre.Lo había visto en contadas ocasiones yapenashabíamoscruzadounaspalabras.Advertíunaheridarecienteenlacejaypudeverlasangrecoaguladaquelaatravesaba.Teníalamano

Page 223: Irina - foruq.com

derecha vendada y se diría que había dormido con la ropa puesta.Había crueldaden sumirada, eso sí pudeverlo, y estuveapuntodecerrardenuevo.Ojalálohubierahecho.

—SoyIgor,IgorDempsky,elhijodeAliosha.Le invité apasar aunquenodeseabahablar connadie.Cojeaba.

Penséqueacababaderecibirunapaliza.Nopregunté.Quisecreerqueveníaacompartirmiduelo,aunquenoparecíaafligido.Meequivoqué.Cometíunerrordetrásdeotro.

Entróconlasmanosenlosbolsillos,sesentójuntoalamesadelsalónyseacodócomosiestuvieraensucasa.Memiróalosojosy,sintitubear,reclamólamitaddecuantoyotenía.Hablóclaro,sintapujos.Quería el dinero de Grigory, dijo que prefería heredarlo en aquelmomento,aseguróquelonecesitabayquenoveíarazónalgunaparaesperaramifallecimiento.

Comoyonoacertabaaresponder,selevantó,seplantójuntoamíyme ordenó queme pusiera en pie y le acompañara al banco paraingresarlo en su cuenta. Había alcohol en su aliento; de haberleacercadounacerillahubieraprendidounallama.

Me negué. Igor arrancó a reír a carcajadas, no comprendía queuna mujer como yo no se apresurara a obedecer sus órdenes. Meamenazó de nuevo, me zarandeó, me arrancó las gafas y las tiró alsuelo.Siasíloprefería,lodemifallecimientopodíaarreglarse,podíamatarme.Yonoteníaotrosparientes.Loheredaríatodo.

Igor era el único familiar de Grigory que quedaba con vida,Alioshahabíamuerto el año anterior y sumadremuchos años atrás.De su padre no habían vuelto a tener noticias. No contemplaba lanecesidad de esperar a mi muerte para tener lo que en justicia lepertenecía por parentesco.Nomemoví, no grité nimostrémiedonialarma. Si hubiera decidido atravesarme con un puñal no hubieraintentado detener sumano. Yo era en aquellosmomentos pocomásqueunamuertaenvida,peronopensabaobrarbajoamenaza.Lavidamehabíahechofuertecomounaroca.

Yo era una mujer valiente y leal a la memoria de mi marido.Grigorydetestabaasusobrino,decíadeélquehabíaheredadotodalacargagenéticadesuabuelo,elpadredemiesposo,unmalhombrequehabía convertido la vida de la familia en un calvario y que habíadesaparecidodurantelaguerra.CulpabaaIgordelamuertedeAlioshay,trashaberleayudadoenmásdeunaocasión,últimamentemimarido

Page 224: Irina - foruq.com

lehabíanegadolascantidadesquelehabíaexigidoparasalirdealgúnaprieto.LavidadeIgoreraunasucesióndemalostrances,algunosdeelloshabíanacabadoconsushuesosenlacárcelomolidoapalosenuncallejón.

Igor seguía sin creer que yo no gritara pidiendo ayuda ni melevantara, cogiera mi bolso y me encaminara al banco en el queestaban los ahorros de toda nuestra vida. Gritó, me golpeó y caí alsuelo.Lasillacayóconmigo.Nosentídoloralgolpearmeelhombroylasien,nimiedo.Tampocoescapóningúngritodemislabioscuandola emprendió a patadas con mis piernas y mi vientre. Un vecinoaporreó la puerta preguntando qué era lo que pasaba, quiso saber sinecesitabaayuda.Norespondí.

A través de la puerta cerrada y a gritos, Igor le ordenó que sequitara de en medio. Andrey, mi vecino, antes de volver a su pisoanunció,tambiénagritos,quesedisponíaallamaralapolicía.

Igor se puso nervioso, comprendió que antes me dejaría matarque ceder a sus deseos y no era difícil imaginar que la policía notardaríaen llegar.Abrióarmariosycajones,encontró laspocas joyasqueGrigoryhabíacompradoparamí—uncollardeperlas,unacadenadeoroyunasortijaconunrubí—,elrelojdeGrigory,queteníaciertovalor,yalgodedineroqueyoguardababajoel joyero.Resoplóyselargócomohabíavenidotrasllamarmehijadeputa,zorraypiojosa.

Nohevueltoaverle.

AcontinuaciónexplicabaenpocaslíneaslosañosquesiguieronalamuertedeGrigory,añosdesoledadydesesperacióndurante loscualesenmásdeunaocasión valoró la posibilidad de reemprender la búsqueda de Andrés. Unaindagaciónquesiempreacabópostergandohastaqueunbuendía,jubiladaya,sesintiódemasiadoviejaparacontinuarsoñandoconunreencuentro.

SigoenelpisoenelqueGrigoryyyonosinstalamosporprimeravezyenelquetodosonrecuerdos.Doshabitacionesapocasparadasdemetrodelcentrodelaciudad.Ahorasusituaciónyanomeimporta,haceañosquenopisoelcentrodeMoscú, sinembargo,nosgustabavivir aquí, cerca de donde todo se decidía.Elmismo piso en el quehubiéramospodidoenvejecerjuntossilavidahubierasidocompasivaconnosotros.

Conservo algunas de sus cosas, las más preciadas, porque meayudanarecordarlo;peromehedesprendidodesuropaydealgunos

Page 225: Irina - foruq.com

de sus libros. No estoy loca, todavía no, no pretendo vivir en unmausoleoerigidoensumemoria.

Desdehacecasiunpardeañoscomparto rellanoconuna jovenqueacabadeparir.SellamaOxanayelreciénnacido,unniñorubiodeojos despiertos, Nikolay. Es una chica extraordinariamente guapa,enérgicayyodiríaquemuy,muy lista.Peroamenudo laastucianonossirveparadilucidarlascosasmásevidentes,lasquetienenquevercontodoaquelloqueescapaalarazón.Aellala inteligencialesirvede bien poco, aunqueme guarde de decírselo.No puedo permitirmeperdersuamistad.Aveceslaspersonasnosdeslumbranycaminamosatientas,mediociegos.Ellasigueasí,unpocoatientas.

Hasta hace poco Oxana mantenía relaciones con un tipo connegociosnomuyclarosyqueleacarrearíanlaprisióndenoestarbienrelacionado ymejor protegido. En este país las cosas funcionan así.Ella asegura que, a raíz del nacimiento de Nikolay, han dejado deverse,peronoacabodecreeren suspalabras.Élesunhombremuyrico,bienplantado,arrogante,uncanallasinescrúpuloscasadoconlaherederadeunagranfortuna.

Oxananomelohadicho,perojuraríaquemesesatráslehizomilpromesas, entre otras, la de divorciarse de su esposa. Y, aunque heintentadoabrirlelosojos,heacabadoporpensarqueesmejorqueellamisma alcance sus propias conclusiones al respecto. No quiero quellegueadetestarme.Oxanasehaconvertidoentodomicontactoconelprójimo,enmiventanaalmundoexterior,miojodebuey.

Elhombreencuestiónintentóqueabortaraportodoslosmediosynoquieresabernadadesuhijo,queahoratienepocosmeses.NomecabelamenordudadequeOxanalosacaráadelanteensolitarioyharáde él unabuenapersona.No es eso lo quemepreocupa.Séque loshombrescomoAlexeimudandeopinióncomodecamisa, séqueunhijobiológicoloesparasiempreyqueigualestorbaqueseconvierteenalgomuypreciado.Creoqueencualquiermomentopuedellegarareclamarlapaternidaddelacriaturaosimplementeaapropiarsedeundíaparaotrodeloquecreequeessuyo.

HablodeOxanaenestaspáginasporqueesunade laspersonasconlasquemantengomayortrato.Siempreestádispuestaaayudarmeyhemosaprendidoaconfiar launaen laotra.Ambasestamossolas.LamadredeOxanamuriótiempoatrásysupadre,quesehavueltoacasar,andademasiadolejosynomuestraexcesivointerésniporellani

Page 226: Irina - foruq.com

porsunieto,.Libre y voluntariamente la he adoptado como nieta y ella amí

como la abuela a la que echa en falta. Es a Oxana a quien acudocuandome fallan las piernas y necesito pan o huevos, o cuandomegustaríaleerunanuevanoveladelabibliotecaalaquehacemesesqueno voy porque está demasiado lejos paramis cansadas piernas.Es aellaaquienrecurrocuandoeninviernoelfríomeacobardayapenasbajoalacalle.

Yomequedo conNikolayy cuidode él cuando ella se ausentadurante un rato. Me gusta hacerlo. A menudo, si dispongo de losingredientes,cocinoparaellos,paraqueencuentrenunplatocalientecuandolleguenacasa.

Por todo ello he decidido, y así lo he dejado escrito, que amimuerteOxanarecibalamitaddecuantoposeo—elpiso,misahorros,y todo aquello que pueda interesarle de cuanto conservo…— silocalizaamihermanoAndrésoaalgunosdesushijosonietos.Paraello podrádisponer deunaparte del dineroque le será entregadadeinmediato,lonecesitaráparaviajarhastaAsturiasohastadondehagafalta.Esacantidadinicialnoleseráreclamadabajoningúnconcepto.Nitansiquierasinoaceptaloquelepropongo.

Si localiza a alguno de mis parientes vivos, cuanto tengo serádividido en dosmitades.Mi familiar omis familiares, sean quienessean,recibiránlaotramitad,laquenoasignoaOxana.

Esperoquelleguenaunacuerdosobreloquedebenhacerconloscuadros que he pintado y que encontrarán por toda la casa. MecomplaceríaqueconservasenalgunodelosretratosdeGrigoryalqueninguno de ellos llegó a conocer. Tampoco Oxana, cuando llegó aledificioGrigoryhacíamuchosañosquehabíamuerto.

Si por el contrario, Oxana puede demostrar de forma clara eirrebatiblequemihermanoyanoviveyquefalleciósindescendencia,la otra mitad de cuanto poseo será para Igor Dempsky, el hijo deAliosha,lahermanadeGrigory,siesquesiguevivoporentonces.Denoserasí,cosaquenoseríadeextrañar,latotalidaddecuantotengoseráparaOxanaTarasovayparasuhijoNikolay.

Esaesmiúltimavoluntad.Confío que Oxana, mi nieta adoptiva, acabe lo que yo dejé a

mediasañosatrás.Adiferenciademí,ellatienelafuerza,lajuventud,elarrojoyeltalentoparahacerlo.

Page 227: Irina - foruq.com

IrinaKorovin.Moscú,diciembrede2015.

Santiagodejólosfoliossobrelamesa,suspiróybuscóenuncajónalgoquenolepertenecíayquepretendíadevolverenbreveasupropietario:elchupeterojodeNikolay.

Tambiénélacababadeaceptarunamisión.Nadaarriesgado.Oquizássí.

Page 228: Irina - foruq.com

NOTADELAAUTORA

Asunción Cadavieco/Irina Korovin es un personaje de ficción cuya vida heconstruido utilizando los conmovedores recuerdos que algunos de aquellos«niñosdeRusia»recogieronmuchosañosdespuésensusmemorias.Páginasypáginas que hablan del penoso viaje a tierras soviéticas, del emotivorecibimientoasullegada,delascondicionesdevidaantes,duranteydespuésdelaGranGuerraPatriaydelasdificultadesencontradasparacomunicarseconsusfamiliares en España y para emprender el regreso muchos años más tarde.Páginas cuya lectura recomiendo para comprender cómo los hechos históricospuedenllegaraalterarfatalmenteelcursodenuestrasvidas.

AunqueIrinaKorovinnoesunamujerreal,susvivencias,desdeeldetallemás insignificantealepisodiomásdoloroso, sí lo sonyhanpermanecidoparasiempre en la memoria de alguna de aquellas niñas de Rusia cuyos padresesperabanparaellaunavidamejor,másfácilysinriesgos.

LaHistoriaesamenudounacajadesorpresas.Y lassorpresas raramenteson buenas. IrinaKorovin es un homenaje a aquellos niños, aquellos hijos dehéroes,quecrecieronamuchoskilómetrosdedistanciayqueno tuvieronunavidafácil.

Para todos ellos, para los olvidados de Rusia, mi reconocimiento y miadmiración.

EmparFernández

Page 229: Irina - foruq.com

TableofContentsIRINAPRIMERAPARTE

CAPÍTULO1CAPÍTULO2CAPÍTULO3CAPÍTULO4CAPÍTULO5CAPÍTULO6CAPÍTULO7CAPÍTULO8CAPÍTULO9CAPÍTULO10CAPÍTULO11CAPÍTULO12

SEGUNDAPARTECAPÍTULO13CAPÍTULO14CAPÍTULO15CAPÍTULO16CAPÍTULO17

TERCERAPARTECAPÍTULO18CAPÍTULO19CAPÍTULO20CAPÍTULO21CAPÍTULO22CAPÍTULO23CAPÍTULO24CAPÍTULO25CAPÍTULO26CAPÍTULO27CAPÍTULO28CAPÍTULO29

NOTADELAAUTORA