Itinerario Fontecha – Cruz de Fuentes - Bárcena Mayor · oeste de los Ojos del Diablo una mancha...

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1 MONTE CANDINA El Monte Candina, que cierra la desembocadura del Agüera por el oeste, es de uno de los sectores más espectaculares del litoral cántabro, con una caída de casi 500 metros desde su cima hasta el mar. Abarca una superficie de 1.200 hectáreas, pertenecientes mayormente al municipio de Liendo. La parte más oriental es de Castro Urdiales (pedanía de Oriñón que incluye el barrio de Sonabia). La cumbre ofrece estupendas vistas sobre el Valle de Liendo, Santoña y Laredo. En su lado norte se encuentran los Ojos del Diablo, ventanas naturales que permiten asomarse sobre la costa viendo el pueblo de Sonabia y su península en forma de ballena. Del siglo III al XI las cumbres de Candina fueron la atalaya desde donde los pastores vigilaban la llegada de piratas vikingos a la playa de San Julián. Entre los siglos IX y X el Camino de Santiago de la costa discurría por su entorno. La calzada bajaba a Liendo por la ermita de San Roque, contigua al Hospital de Peregrinos de San Lázaro. Seguía el camino hasta la ermita de la Virgen de las Nieves (XVI), situada junto a un puente románico. La ménsula de la portada de esta ermita testifica que era paso del Camino. Luego se dirigía hacia la iglesia de Santa María de Liendo (XVIII), que tiene un altar dedicado a Santiago. En 1.811 las tropas del coronel Juan López Campillo derrotaron a los franceses en la fortaleza natural de los Altos de Candina. Históricamente los recursos de este monte han estado muy explotados, ya que existían canteras de piedra caliza, también se ha sacado yeso y mineral de hierro. Sus robles y otras maderas eran muy estimados en los astilleros de Laredo. En el siglo XVIII se cortaba leña para hacer carbón, de uso en las ferrerías (todavía se pueden ver algunos círculos de las carboneras). Hacia 1.940 se talaron en Candina 100 castaños. Una mina muy importante de hierro fue la explotación de la Llana de Tueros (1.899 a 1.913), que tenía ferrocarril y cargadero en Sonabia. El mineral lo sacaban de Candina en dos direcciones. Hacia el NE descendía en teleférico por una pronunciada pendiente hasta el lavadero de Sonabia, que utilizaba agua de mar. En dirección NO lo bajaban animales por un plano inclinado hasta Hoya Negra. Aquí hicieron un túnel para dar con una caverna que tiene salida a la pared (desde la playa se ve al oeste de los Ojos del Diablo una mancha marrón). Vistas del Monte Candina desde la ermita de San Julián

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MONTE CANDINA

El Monte Candina, que cierra la desembocadura del Agüera por el oeste, es de uno delos sectores más espectaculares del litoral cántabro, con una caída de casi 500metros desde su cima hasta el mar. Abarca una superficie de 1.200 hectáreas,pertenecientes mayormente al municipio de Liendo. La parte más oriental es de CastroUrdiales (pedanía de Oriñón que incluye el barrio de Sonabia).

La cumbre ofrece estupendas vistas sobre el Valle de Liendo, Santoña y Laredo. En su lado norte seencuentran los Ojos del Diablo, ventanas naturales que permiten asomarse sobre la costa viendo elpueblo de Sonabia y su península en forma de ballena.

Del siglo III al XI las cumbres de Candina fueron la atalaya desde donde los pastores vigilaban lallegada de piratas vikingos a la playa de San Julián. Entre los siglos IX y X el Camino de Santiago dela costa discurría por su entorno. La calzada bajaba a Liendo por la ermita de San Roque, contigua alHospital de Peregrinos de San Lázaro. Seguía el camino hasta la ermita de la Virgen de las Nieves(XVI), situada junto a un puente románico. La ménsula de la portada de esta ermita testifica queera paso del Camino. Luego se dirigía hacia la iglesia de Santa María de Liendo (XVIII), que tiene unaltar dedicado a Santiago. En 1.811 las tropas del coronel Juan López Campillo derrotaron a losfranceses en la fortaleza natural de los Altos de Candina.

Históricamente los recursos de este monte han estado muy explotados, ya que existían canteras depiedra caliza, también se ha sacado yeso y mineral de hierro. Sus robles y otras maderas eran muyestimados en los astilleros de Laredo. En el siglo XVIII se cortaba leña para hacer carbón, de usoen las ferrerías (todavía se pueden ver algunos círculos de las carboneras). Hacia 1.940 se talaronen Candina 100 castaños.

Una mina muy importante de hierro fue la explotación de la Llana de Tueros (1.899 a 1.913), quetenía ferrocarril y cargadero en Sonabia. El mineral lo sacaban de Candina en dos direcciones. Haciael NE descendía en teleférico por una pronunciada pendiente hasta el lavadero de Sonabia, queutilizaba agua de mar. En dirección NO lo bajaban animales por un plano inclinado hasta Hoya Negra.Aquí hicieron un túnel para dar con una caverna que tiene salida a la pared (desde la playa se ve aloeste de los Ojos del Diablo una mancha marrón).

Vistas del Monte Candina desde la ermita de San Julián

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El mineral lo sacaban por ese túnel y la cueva, descendiéndolo en una pequeña línea de baldes, siendodepositado a continuación en vagonetas. El mineral recorría 800 m por vía férrea hasta el lavaderoy cargadero. El motor era su propio peso con hombres frenando al bajar y arrastre animal parasubir. El cargadero de mineral estaba resguardado por la Punta Sonabia (península conocidapopularmente como “la Ballena”), para ser transportado a Gijón, en buques de 600 t, y hastaGlasgow, en otros de 1.100 t. Esta mina se paró en 1.913, al igual que muchas otras en la mismaépoca. En 1.940 desmantelaron las instalaciones, lavadero y cargadero, trasladando el material aBilbao en barco y gabarra.

Según testimonios de 1.840, en Erillo (Montecillo) existían explotaciones de yeso. Al principio sesacaba con cestos desde una cueva situada en el acantilado hasta la playa de San Julián. Aquíatracaban los barcos vizcaínos de vela. Años después se subía con cables y baldes a la torre deErillo (quedan restos de la torre, línea de baldes y otras instalaciones). Lo cargaban en camiones yen Villanueva realizaban todo el proceso de molienda y cocción. La fábrica de yeso de Liendo duróde 1.920 a 1.953.

Una característica a destacar del acantilado de Sonabia es que constituye un biotopo muy valioso,sobre todo porque aloja a la orilla del mar la colonia de buitres leonados (unas 60 parejas) másseptentrional de la península Ibérica y la única que anida al borde del mar en Europa. Así mismo, esel único lugar donde se encuentran chovas piquigualdas sobre acantilados marinos. Otras aves depresa que anidan en los farallones de Candina son, el águila culebrera, halcones peregrinos y milanonegro. Ocasionalmente surcan el cielo de Candina el cernícalo vulgar, el aguilucho pálido, el alimochemigrador o buitre blanco, el águila pescadora y la lechuza campestre. Aunque no sea de destacar,las aves más numerosas son gaviotas y cormoranes.

En esta zona de Candina también se han detectado huellas de los hombres de las cavernas, siendolas cuevas más significativas, la de las Lapas junto con las simas de los Ciervos y de los Franceses.En la cueva de Presa encontraron a finales de los 70 un raspador y restos de un conchero. En la delos Ovalorios vivieron gentes del paleolítico. En Sonabia, en todo el farallón que mira al mar hayoquedades con concheros y enterramientos. En Pilota apareció material de sílex y fósiles; pudo serun taller al aire libre. En un covacho utilizado como refugio de pastores hay pintada una cara demetro y medio de altura. En el año 2000 se publicó en Castro Urdiales un inventario de estos restosarqueológicos.

Camino por la rampa de transporte de mineral, antes y después de pasar el collado superior.

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Recorrido

El itinerario que se expone a continuación tiene una duración de 4 a 5 h, debiéndose tomar comoreferencia las marcas rojas y blancas, pero no las amarillas.

La salida se hará de un área de descanso del Alto de Candina (134 m) (Km 161 carretera N-634)(cerca de la autovía en la salida de Oriñón, dirección Liendo, donde se inicia el descenso hacia ElPontarrón), por un camino que comienza por una empinada senda (NO), hasta traspasar una portilla yllegar a un collado (254 m), desde el que ya se ven las cumbres. Después se bajará a la Hoya Gedo,cubierta por vegetación arbustiva de tipo mediterráneo, típica de los macizos kársticos, dejando ala izquierda la senda que lleva a la frondosidad de la Hoya Cobañera y un poco más abajo, a laderecha, queda el sendero de Oriñón. Sin hacer caso a estas desviaciones se subirá de frente,girando después a la izquierda para alcanzar un segundo collado rocoso. Tras un breve llaneo,aparecerá la Hoya Falluengo, que se rodea por la derecha (E), sin perder casi altura, hastaencontrar una encina solitaria. En esta depresión kárstica se puede apreciar la extraña convivenciade hayas y encinas, árboles con exigencias ecológicas muy distintas pero que ocasionalmente llegana entremezclarse, como en este caso. Subiendo un poco más entre rocas y superando un paso,aparecerá la Llana Tueros, una hondonada con pastos y cavidades de la antigua explotación minera,ocupada por bidones de plástico para dar de beber al ganado.

Ojos del Diablo; Ballena de Sonabia desde el “Ojo Pequeño”; Sonabia y ría de Oriñón, desde el “OjoGrande”; Paisaje kárstico en la subida a Monte Candina

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Para cruzar esta hondonada, hacia el N, no hay camino pero se recorre el centro de la mismaganando altura hasta alcanzar el plano inclinado de la antigua explotación minera, construido conbloques de piedra. Este camino, en regular estado de conservación, tuerce a la izquierda y asciendea otro collado desde el que se divisa la Hoya Negra bajo la cima del Alto Candina. A la derechaenlaza otro itinerario balizado con la indicación Sonabia.

Se sigue por este camino que se internaen la Hoya Negra y a la derechaaparecerá el sendero que va a los Ojosdel Diablo, que es obligado visitarlos (5min la ida y 7 la vuelta), dada su belleza yespectacularidad, ya que través de esasoquedades se ve una magnífica vista delmar y de la costa. Se trata dos ojalessimétricos de grandes dimensiones, quehan sido horadadas por el viento en laroca, situados encima del Hoyo Negro,perfectamente visibles desde el mar. Sontambién conocidos por Ventanas deLlanegro, Ojos del Buey... Desde ellos quese divisa el mar Cantábrico y el CaboCebollero (también conocido como “laBallena de Sonabia”).

Volviendo al camino dejado, la ruta de lascumbres prosigue por la izquierda (O),para ascender por una senda queatraviesa un agrietado lapiaz, en el que lahierba oculta los agujeros de las rocas,hacia la cima Solpico (483 m), quedisfruta de un magnífico panorama dellitoral cantábrico, que abarca desdeSantoña hasta Plencia, incluyendo, Liendo,

Vistas desde Monte Candina: Valle de Liendo. Bahía de Laredo con el crestón de El Ahorcado y playade San Julián en el centro, Sierra la Vida a la izquierda y Monte Buciero al fondo derecha.

Alto de Monte Candina, con el Solpico al fondo

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Laredo, la playa de Santa Justa (debajo) y la desembocadura de la ría de Bilbao. Desde Solpico sesigue, en este caso por las marcas de pintura roja, hacia el E, pasando bajo el recortado Pico de losBuitres para llegar al monte Candina (476 m), en cuya cima existe un vértice geodésico y un buzónalpino. La cima de Candina es un estrecho zócalo rocoso.

Se regresará hacia el Solpico, pero al legar al collado entre éste y el espolón del Pico los Buitres, secomenzará la bajada por una zona herbosa (O) y tomar un empinado corredor por el que seránecesario agarrarse a las rocas para pasarlo, aunque sin peligro. Después la pendiente disminuye,aunque sigue siendo pronunciada, debiéndose buscar los pasos indicados con trazos de pintura (rojay blanca) y mojones de piedra para que la bajada sea más fácil.

Ya bastante abajo se pasará por dos bosquetes de encinas y la pendiente se suaviza mucho. Pocodespués se cruzará una cerca que circunda dos barracones rodeados de plátanos y eucaliptos. Másadelante se pasará junto a un pabellón ganadero llegando enseguida a las ruinas de la ermita de SanJulián. A continuación, en vez de bajar a Liendo, se cogerá el ramal que sube por la derecha alaparcamiento situado encima de la playa de San Julián. Cruzando el asfalto, se proseguirá elascenso por la pista que se eleva junto al agudo crestón de El Ahorcado. Antes de llegar al ampliocollado del Erillo, donde se ubica una antigua torre de transporte de mineral, las marcas de pinturaindican que se debe girar a la izquierda. Enseguida se cruzará una alambrada, alcanzando una amplialoma cubierta de brezos y espinosos tojos, que forma parte de las estribaciones de la Sierra LaVida, desde donde se divisa una magnífica vista sobre el recortado litoral cántabro.

Un poco más adelante se dará vista a la espléndida playa de Laredo. En el extremo de esa concha seve Santoña con el Monte Buciero. Se seguirá por tramos de carretera y por caminos carreteros,para pasar junto al ruinoso palacio de Valverde y bajar al Barrio de la Llana, trasponiendo la Puertade Bilbao, cruzar los restos de la muralla que antaño circundaba la Puebla Vieja de Laredo y llegar alcentro de esta hermosa villa marinera.

Recorrido alternativo

En vez de realizar la bajada desde Solpico a la playa de San Julián, se propone esta rutaalternativa, que es algo más larga (6 a 7 h), pero también más espectacular.

Después de disfrutar de estos airosos picachos, partiendo del monte Candina, se bajará, hacia el E,hasta un escarpe, siguiendo por un corredor herboso, después del cual se cruzará una portilla, para

Ruinas de la ermita de San Julián. Collado del Erillo, entre el crestón de El Ahorcado y Sierra La Vida,con el Monte Candina al fondo, camino de Laredo.

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seguir a media ladera y entrar en una zona de agrietado lapiaz, que hay que pasar con cuidado puesla hierba oculta los agujeros de las rocas, llegando enseguida a la desviación que se había tomadopara ir a los Ojos del Diablo.

Se continuará por el camino de subida hasta llegar al plano inclinado de las antiguas minas de hierroy pasar la hoya, para tomar la desviación de la izquierda por el borde de una barrancada y bajar porla pendiente con vistas a los arenales de Oriñón. Después se pasará una alambrada, colocada paraevitar la caída del ganado, entrando en una fuerte pendiente de hierba y roca sin apenas rastros desendero, pero se seguirá la señalización roja y blanca. La bajada termina en una campa próxima a unbosquecillo de castaños, trasponiendo finalmente una valla se entrará en el barrio de Sonabia.

Desde esta población se bajará por elcamino que separa los setos de loshuertos hasta la Playa de Valdearenas,que antaño fue un paraje nudista. Aquíentre la barrera de dunas hay unmanantial que brota incluso en verano. Secomienza a ganar altura por unapronunciada ladera, que al comienzo esarenosa, tornándose luego pedregosa. Lasenda se abre paso entre arbustosmientras asciende en diagonal bajo losdesplomes de la sierra. Entretanto se vaampliando el horizonte marino. Losbuitres confraternizan con las gaviotas,los alcatraces y las chovas.

Los Ojos del Diablo se divisan en lo altode la muralla. Cerca de una cavidadsituada en la base del roquedo, un mojón indica que hay que cambiar de rumbo, para subir directopor el único punto practicable de la pared. Si se pasa de largo se llegará al borde de un imponenteacantilado, aunque merece la pena acercarse a esa atalaya que domina el rompiente de las olas,retornando después un corto trecho. El resalte rocoso se supera por un corredor que requiereapoyar las manos, saliendo a una extensa plataforma herbosa donde aparece una senda balizada enrojo y blanco. Recorriendo todo el llano se llega a otro punto clave, el paso de las Puntas de losOraos situado al borde del acantilado, que da acceso a la vertiente occidental de la sierra.

Nada más trasponer este angosto paso, que da acceso a la ladera oeste, se emprende el descensopor terreno rocoso, para continuar por hierba, helechos y bosquetes de encinas chaparras. En labase de la montaña hay dos bordas camufladas entre árboles. Una pista que discurre entrealambradas, en paralelo a los derrumbes de la costa donde destaca el islote de la Peña del Cura,lleva hasta las ruinas de la ermita de San Julián. A partir de este momento se llegará a Laredo porel camino descrito en el recorrido principal.

Javier Tezanos03-03-2005

Paso clave en la travesía de la costa

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