CRONICA DE UN LOGRO MÁS ALCANZADO

NOMBRE: JHON ALEXANDER MARTINEZ

Fue en uno de esos días en que estaba frente al computador, era un octubre caluroso, como diría al preparar mis clases 1 a 1, o como diría el técnico de un equipo que pretende mantener o defender un resultado hombre a hombre , uno a uno; entonces observé en el monitor de mi computador el anunció de una convocatoria, pero no era de cualquiera, era de la convocatoria Tit@, una oportunidad que había dejado escapar hacia tres años; en mi interior sentí alegría y una enorme ansiedad pues ya había escuchado del proyecto y de sus alcances con los Maestros Formadores. Que hacían proyectos, que habían renacido con pedagogía y que estaban conociendo herramientas y aplicaciones de la WEB.

Recordé que en la anterior convocatoria no había podido inscribirme por haber visto muy tarde el anuncio y de la cual sentí una gran frustración por las expectativas que había escuchado generaba.

Preparé mis datos y documentación, y con el alma entusiasta que me caracteriza al querer obtener algo y la ansiedad de alimentarme de conocimiento metí mis datos lo más rápido que pude como si alguien especial los esperara al otro lado de un escritorio. No quería hacerle esperar.

Cumplí con los requisitos y me llamaron a la entrevista. Hacía mucho tiempo no me enfrentaba a una entrevista, fue como si volviera a mis años de juventud donde metía una y otra hoja de vida para buscar un mejor lugar que me ofreciera mejor salario y mejorar así mi calidad de vida. Recuerdo que me llamaban y me hacían una serie de preguntas de mi vida personal y de lo que hacía y sabía en ese tiempo. Ya en la Universidad del Valle en el lugar de la entrevista lucí un poco nervioso pero con la confianza de tener experiencia en lo que hacía como docente en mi institución. Terminó la entrevista y quedé a la expectativa hasta que en enero observe un correo electrónico donde decía que me esperaban el día 14 de enero de 2015, me asusté, me sorprendí pero asistí a encontrarme con ese grupo selecto y privilegiado de maestros

Iniciamos ese día la formación del maestro formador. Me encontré con una cantidad de compañeros, todos parecen ser muy buenos en lo que hacen, entonces pensé: Vaya vienen cargados de herramientas de software, de pedagogía, de Tecnología !Que sustito!

Fui conociendo a los compañeros uno a uno y de forma grupal con un juego de pelota que nos hicieron los integrantes del grupo pedagógico y una serie de personas que de una u otra forma aportaron para que tit@ fuera una realidad, bueno eso nos dijeron. Y de mano en mano la pelota fue pasando hasta que nos sentimos como si nos conociéramos hace mucho tiempo. Después empecé a escuchar la información de lo que era Tit@ y vi desfilar por el escenario a muchas personas que se presentaban y se iban, entonces, empecé a dimensionar donde estaba y hasta sentí miedo, me sentí como un punto en el espacio, donde había otros compañeros que también eran puntos, que no eran más grandes que yo, ni menos pequeños, pero que todos pesaban, y era a nosotros, a los puntos, que nos estaban diciendo que íbamos ser miembros activos de ese gran proyecto llamado tit@, que ahora era un gran monstruo, el cual pocas personas lo habían imaginado tan grande .

Empezó el reto con seriedad, pero recuerdo que antes de las actividades pensaba que sabía muchas cosas y estaba hasta sobrado, que mi actitud con los jóvenes era la mejor, que hablaba y motivaba, pero

me fui dando cuenta que me había convertido en un maestro antisísmico, quieto que ya no generaba las expectativas de antes como lo hice en el pasado. Y Cómo me di cuenta?

Primero empezamos con el pentágono de competencias que me indicaban que competencias tenía.

Después alguno videos de reflexión sobre el cambio, y el ser agentes de cambio, luego unas actividades que realizaron el grupo de tutores fueron poco a poco tocando mi alma, mi ser, hicieron que me introdujera en las entrañas de mi propia vida incluso desde antes de nacer y ver por vez primera la luz del sol.. Surgieron de mí, pensamientos, reflexiones, unos de amargura y resentimiento, otros de amor y gratitud. Todos generados por las personas que fueron importantes en mi vida de una u otra forma y no necesariamente de las que amé, sino también de las que odié, de las que en su momento me hicieron un favor, me hicieron daño o simplemente me enseñaron la importancia de lo que no es importante, lo complejo de lo simple, lo simple de la nada.

En la formación tit@ tuve la oportunidad de sentir como esos sentimientos de resentimiento algunos, se iban reemplazando por sentimientos buenos, sanos, de amor, de respeto, de importancia hacia los demás, de querer hacer la cosas bien, porque ahora volví a saber que los demás son importantes para mí y para el mundo, ese mundo el cual está formado no sólo por las personas donde trabajo, sino por las personas por donde paso y por aquellos seres a quienes les enseño y a quienes forman parte de mi familia y viven junto a mí. Luego, el escudo, si ese escudo blanco vacío aparentemente inerte con las palabras papá, mamá, me gusta, no me gusta cobró vida cuando recordé a esas personas que parecían como en una Tablet salir por allí y fueron haciendo estremecer mi alma con cantidad de sentimientos encontrados, mi padre mi madre, sus aciertos, sus errores, pero finalmente en éste proceso de transformación sanación les deje ir y vivo tranquilo, vivo en paz. Qué decir de las mándalas?, la rueda de la vida?, la arcilla?, esa carta que le envié a mi súper héroe favorito de mi niñez y esa respuesta que obtuve de él?, todas, todas, no sé si llamarlas estrategias de sanación, pero tan sencillas y tan profundas realmente tocaron mi alma, cambiaron mi vida para mí y fueron sanadores y motivadores para mi cambio.

Mi familia, mis amigos, mis compañeros, mis estudiantes y hasta los que no conozco me ven diferente porque me siento diferente, me siento feliz, fresco, positivo, entusiasta, renovado, en una sola palabra transformado y eso lo disfrutan mis estudiantes, mi familia. Esa renovación me hace hasta sentir como niño, vivir en esa etapa donde soñar era tan bonito, donde todo era fácil, donde todo era inocencia, donde soñaba en las noches el mejor sueño que un niño puede tener, volar y defender de las injusticias a los débiles, donde hablaba de ser profesor, de ser astronauta, de ser doctor y donde pensaba en tener un bonito carro, una chica linda estilo mujer americana, una casa grandota para mi madre, para mi abuela. Por eso en la actividad de volver a ser niño me entusiasme y la disfruté.

Ya estando adulto como lo estoy ahora y sentirme curado de resentimientos, hoy día me brillo, me cuido, deseo mejores cosas para mí y en tit@ me ofrecen la oportunidad de soñar y verme en 5 años en el futuro y visualicé siendo un maestro exitoso, actualizado, transformador de comunidades con una bonita familia; me visualizo viajando, trabajando, transformando comunidades, haciendo líderes, visualizo un mundo sostenible y me visualizo con muchos amigos, dinero , una casa grande y un chalet hermoso.

Aprendí lo que es un PLE y vi innumerables posibilidades de adquirir conocimiento, pero en el desarrollo también vi que podía ampliarlo y ver un universo infinito de posibilidades que me pueden hacer aún más rico en conocimiento. Aprendí estrategias de aprendizaje que me hará feliz porque lo aprendí, porque es la forma correcta, adecuada de conducir hacia el conocimiento, pero también hará feliz a muchas personas a quienes podré acompañar en ese viaje maravilloso edificador grano a grano de construcción de sueños.

Gracias al equipo pedagógico de Tit@, al profesor Manuel por su TIPS en las TIC, al profesor Camilo por enseñarnos el camino, al profesor Roberto Ferro por su pedagogía, a Javier, Adriana García y a la jefe del proyecto Adriana Vélez, profesora, ingeniera, psicóloga, consejera, transformadora de hombres y mujeres transformadores, y a todos aquellos que de una u otra forma hicieron posible que Tita y toda

esa estructura esté creciendo cada día y haya sido posible este diplomado Ya renovado, con baterías cargadas hago una retrospectiva y veo que era diferente a lo de ahora. Les debo gratitud porque no solo fue un curso de Tic y pedagogía, fue un curso de motivación, de enriquecimiento personal, familiar, laboral, social y que me hace pactar moralmente conmigo mismo una promesa y es ser mejor maestro.

Aprendí a preparar mejor las clases retroalimentado el conocimiento disciplinar, pedagógico y tecnológico. El observar los formatos diligenciado del TPACK de algunos compañeros y el haber diligenciado yo el formato del TPACK y colocando mi conocimiento y habilidades ha sido una experiencia muy enriquecedora pues ahora me veo flexible y abierto a nuevas formas de preparar mis clases para hacer de esta labor provechosa para las personas a quienes le llega tanto para mí que soy guía

No fue fácil trabajar, hacer blogs, buscar recursos, trabajar herramientas, elaborar escritos, encuestas y muchas otras cosas pero queda ese sabor de satisfacción de aprender algo, de recargarse de energía de volver a ser luz

Atte.

Jhon Alexander Martínez Serrano

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